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Cuatro Duendes y Un Genio PDF
Cuatro Duendes y Un Genio PDF
reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea MARÍA SILVA OSSA
eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del
editor.
Cuatro duendes,
un genio y otras
historias
Ilustraciones de CORÉ
El duende Roncafort
7
1
El duende Brujón
H abía una vez un duende llamado
Brujón. No tenía casa y no había
aprendido ningún oficio así es que vagaba
por la ciudad sin saber qué hacer.
Era chico y redondo; sus piernas eran
como hilos que se perdían dentro unos
largos zapatos... Seguramente mi figura
debería haber llamado la ,atención de la
gente. Pero no era así. Nad ie se fijaba en
él.
Con sus antenas, Brujón podía leer
eI pensamiento de las personas, pero él
m i s m o se había dado cuenta de que
poseía este poder, hasta que un día Brujón abrió las ventanas y, con la
pasó ante él una jovencita. fuerza de sus pulmones, sopló y sopló hasta
“¡Me encantaría conocer mi destino y que los murciélagos, las arañas y las ratas se
comprender mejor a mis padres y a mis elevaron, salieron volando y se alejaron,
amigos!”, se decía la niña y el duende, perdiéndose en la inmensidad del espacio.
leyendo con su mente estos pensamientos, El duende puso orden en la casa y se
los guardó. encontró con papeles y cartones esparcidos
Brujón comprendió entonces la en el suelo, además de lapices y pequeños
importancia de ayudar a los humanos para trozos de tizas de i olores. Tomó un
que no malgastaran sus vidas. Él podría inmenso cartón y con grandes letras
hacer ese trabajo, aunque primero tendría escribió en él la palabra Brujo. Luego tiñó el
que convertirse en un brujo. ¿Dónde cartón con
podría hacerlo?
De tanto vagar pensando y pensando, se
encontró ante una casa abandonada.
Empujó la puerta con su pensamiento y
entró, mas la ruina de la c asa era tal que
allí solamente vivían m i I K ¡clacos, ratas y
arañas.
tiza azul, dejando el interior de las letras las hojas y siguió en su tarea de limpiar y
en blanco. Su trabajo fue tan prolijo que ordenar.
lo tuvo ocupado durante casi todo el día. En un rincón descubrió una mesa y
Por fin, en la tarde, se encaramó por una silla bastante desvencijadas.
una escala y amarró el cartel a una viga que Trajinando por todos lados encontró una
sobresalía del techo de la casa. vela y una bola de cristal de tamaño
Por último, amontonó todos los gigante. Preguntándose para qué podría
papeles y cartones sobrantes, los quemó en servir, la colocó sobre la mesa y se sentó en
una gran fogata en el patio y con un la silla. Se sentía feliz.
soplido quitó el polvo de la casa. Al poco rato comenzó a llegar la gente.
Entonces, y ya muy cansado, se quedó Persona que pasaba se detenía a mirar el
profundamente dormido en el suelo. letrero y luego llamaba a la puerta para
El sol lo despertó a la mañana conversar con el brujo y pedirle que la
siguiente. Se levantó, comió algunas sanara de sus penurias y dolores.
yerbas, bebió del rocío que guardaban Brujón instaló junto a la mesa y frente
a su silla, un cajón de madera donde hizo
sentarse a su primera
visita. Le indicó entonces que debía —Bebe sólo el agua pura del río y
mirado fijamente a los ojos para pedirle recuperarás su amor.
ayuda. —Alegren la vida de sus hijos,
A medida que el visitante hablaba, escúchenlos y háganles saber que ellos
Brujón se dio cuenta de que la vida de cada escribirán la historia del futuro del mundo
paciente iba quedando guardada dentro de —dijo a una pareja que pedía consejos
la bola de cristal. Al mismo tiempo, como acerca de la educación de sus pequeños.
tenía poder para leer los pensamientos, él —¡Salta, baila y canta! Verás que así los
podía ver lo que muchas veces no se enfermos recuperarán la salud —dijo a un
atrevían a contarle. Entonces tomaba la
enfermero que cumplía su trabajo pero que
bola entre sus manos, la remecía
siempre estaba de mal humor.
suavemente y dentro de ella podía leer la
—Come sólo lo necesario y si tienes
respuesta indicada para cada uno.
más ofrécelo a otros para que todos se
—Tienes que caminar durante todo un
alimenten en igual forma —indicó a un
día al aire libre. Así desaparecerá tu dolor
gordito que se quejaba de dolor de
—dijo a uno que se quejaba de una
constante jaqueca. estómago y que la comida le caía mal.
Y a otro que sentía que su mujer ya no
lo quería, le dijo:
A uno que se presentó ante él muy —Sólo te pido que seas siempre mi
soberbio, quejándose de que los demás no amigo y que nunca te olvides de mí —
hacían las cosas bien y él siempre tenía que decía cuando los veía sacar dinero para
volver a hacerlas, le señaló: pagarle sus servicios.
—No pienses ni digas que los que no se Brujón se convirtió en el más feliz de
parecen a ti son peores que tú. Recuerda los duendes. Ahora tenía miles de amigos
que todos los seres somos iguales y que que lo querían y que nunca lo
llevamos a Dios en nuestras almas.
abandonaron.
—Cuida a los animales que son seres
parecidos a los humanos —indicó a otro.
Y al terminar su conversación con cada
uno de sus visitantes, agregaba:
—Vive feliz tu vida porque el Brujo
Brujón es y será tu amigo.
Jamás aceptó el duende que sus
pacientes le pagaran con dinero.
El duende
duende Torpevoz
ende Torpevoz
de Torpevoz
El duende Torpevoz habita en medio de un
bosque, en una pequeña casa que él mismo
edificó con barro, arena, piedrecillas y
ramas que sujetan las hileras de adobes. Su
hogar es tan pequeño que más bien semeja
ser una cajita donde se guardan los
recuerdos.
Pero Torpevoz nunca está contento.
Siempre ha soñado con ser más importante
que los pájaros y que los animalitos que a
menudo pasan delante de su hogar.
Un día decidió internarse en el bosque
pensando tener una aventura. Y la tuvo.
Torpevoz caminaba entre los arbustos Torpevoz se acercó lentamente y, lleno
y las yerbas, separando con sus flacas de curiosidad, extendió una mano y tocó al
manos las grandes hojas de los helechos, gigante. Como por obra de magia, el gigante
hasta que se encontró frente a una se convirtió en un ser de carne y hueso y se
inmensa roca de un extraño color gris que inclinó ante el duende diciendo:
le hizo temblar de miedo. Así y todo, se —Señor, ahora estoy a tus órdenes. Te
detuvo para mirarla atentamente. ruego que disculpes el desastre que hay
De pronto, el suelo se abrió a sus pies.
aquí. Pero debo contarte que la terrible
Torpevoz sintió que algo lo absorbía desde
bruja Maruja me transformó en piedra. Ella
abajo y cayó en un negro y profundo
se enojó porque me comí una manzana que
agujero. Aterrado, sintió que por fin
saqué de su huerto, y con su poder me
apoyaba sus largos zapatos sobre la tierra.
encerró en este abismo donde debía
Una luz refulgente lo encegueció, pero
permanecer hasta que alguien me tocara,
unos momentos después pudo abrir los
ojos y observar que aquel deslumbrante entonces el hechizo desaparecería. La
resplandor se debía a unas piedras de oro, malvada bruja estaba segura de que nadie,
cada una del tamaño de una manzanas. nadie se atrevería a venir a estos lugares.
Junto a aquel tesoro, se alzaba inmóvil un Pero has llegado tú... y me has tocado...
gigante de piedra. Ahora soy tu servidor.
—¿Y a quién pertenece este tesoro? — reduciendo hasta convertirlo en un
preguntó el duende, ya repuesto de tanta enanito.
sorpresa. —¡No demasiado! —exclamó aquel
—Las piedras de oro son las manzanas pequeñísimo ser, llorando sin consuelo—.
de la bruja. Ella las convirtió en oro para ¡Estoy peor que antes! ¡Ayúdame!
que yo no me las comiera y me dejó —Espera —respondió Torpevoz—,
cuidándolas —respondió el gigante—. tengo que decirte algo importante. Si la
Pero ahora debemos salir de aquí — bruja pretende vengarse de mí porque te
agregó, y remeciendo las rocas formó un rescaté, la volveré rana y la tiraré a la poza
pasadizo por el que ambos caminaron donde están los sapos.
hasta que salieron a la luz del sol. —¡No! —gritó el antiguo gigante—. ¡No
El gigante tomó al duende entre sus hagas tal cosa! Hay algo que no te he dicho.
manos y le dijo con voz angustiada. La bruja es hermosa y yo estoy enamorado
—¡No me gusta ser gigante! Nadie de ella, aunque no me quiso y me
querrá ser mi amigo. Ni siquiera podré transformó en una estatua de piedra. Pero
caminar por el pueblo porque con mis ahora trataré otra vez de conquistarla. Si
enormes pies aplastaría las casas... logro que ella me ame, llenaré tu casa de
—Yo soy tu amigo —le contestó oro...
Torpevoz y, mirándolo a los ojos con toda Torpevoz, que tenía muy buen corazón,
su fuerza mental, lo fue se conmovió e hizo crecer al
enano hasta transformarlo en un joven
muy atractivo, el que, después de volver a
darle las gracias por haberlo liberado, se
despidió para dirigirse al hogar de la bruja.
Pasó un tiempo. Un día el duende
escuchó que golpeaban su puerta. Al abrirla
se encontró ante una bella mujer
acompañada de su querido amigo, que lo
saludó con mucha alegría. Ambos le
llevaban un enorme bolso repleto de oro.
—Esto —le dijo la bruja— es mi regalo
para agradecerte que hayas cambiado al
repelente gigante en un hombre tan
atractivo. Ahora te decimos adiós, pero te
vendremos a ver muy seguido.
El duende le dio las gracias y con el oro
decoró su casa y compró un avión para
recorrer el mundo sin malgastar sus
pensamientos.
El duende Letrón
35
V ive debajo de una mesa de la
Biblioteca Municipal. El duende Letrón ha
instalado su vivienda en aquel lugar lleno
de libros, en el que un día encontró un
silabario y aprendió a leer y a escribir.
Todos los días la gente concurre a la
biblioteca a leer y eligen los libros que
prefieren. En la tarde, cuando los lectores
regresan a sus casas y el silencio envuelve el
lugar, Letrón se sienta en una silla alta y
coloca un libro grande sobre la mesa.
Entonces lee y lee las historias del mundo y
va
anotando en un papel los nombres de las palabras de otro planeta. Tal vez un
cosas que aparecen en el libro. Pero marciano quiso dejarnos un mensaje...
curiosamente ha escrito todo su trabajo con
—¡No, niño! ¡Siempre con tu fantasía! A
las palabras al revés.
ver, muéstrame el papel.
Una noche se encontraba tan cansado
El niño le entregó la hoja. La maestra
que no advirtió que, al entrar por el hueco
la miró, arrugó el ceño y se quedó callada
del muro debajo de la mesa, se le quedaba
por un buen rato con los ojos fijos en el
uno de sus papeles en el suelo, y como se
papel, hasta que en la biblioteca se
quedó dormido de inmediato con un sueño
escuchó una voz chillona que decía:
profundo no se dio cuenta de este percance.
A la mañana siguiente, antes de que el —¡Niños, lean lo que yo escribí! ¡Lo
ILUMINANDO LA FANTASÍA
DE LOS NIÑOS
J
• ¿Cómo escribía Letrón? 8 __ El gigante de piedra quería vengarse de la ho-
• ¿Por qué el genio hijo del Sol se sentía tan triste? rrible bruja y le pidió al duende que la convirtiera
• ¿Cómo encontró la solución a su problema? en sapo.
• ¿Por qué el papá de Andrés se enojó con su hijo?
• ¿Qué sucedió con la espada cuando Andrés quiso jugar III. Resuelve este crucigrama
con ella? Lee con atención las frases siguientes. Algunas co-
• ¿Por qué visitó Jimena a la bruja Aniceta?
• ¿Qué sucedió con el regalo de Aniceta? rresponden a definiciones y en otras falta la palabra
( .......... ) que debes escribir en el crucigrama, en los
II. Verdadero o falso casilleros correspondientes.
Marca con una V lo que consideres verdadero y con una F lo 1
que creas que es falso. 2
quedó mudo.
2 ----Jimena eligió una escoba amarilla que la llevó a 5
Francia.
3. __ Mientras jugaba a los gladiadores con sus amigos, a
Andrés se le escapó la espada de las manos. 8
4 ---- El niño que encontró la hoja de Letrón creyó que
había sido escrita por un marciano.
5 ----El papá de Andrés le había regalado una espa 11
da nueva de juguete.
6 --- El duende Brujón instaló sobre la mesa una bola
de cristal que había encontrado en la casa aban- 14
donada.
7 ----En la cueva donde se encontraba el gigante de
piedra, la bruja Maruja había guardado sus joyas de 17 _