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ENTRE CRIOLLOS BLANCOS Y NEGROS.

Por Benjamín Farías


(El escenario está lleno de elementos que hacen las veces de un palacio. Entran por diferentes lugares los
presentadores.)
PRESENTADORA: Esta historia comenzó hace mucho, mucho tiempo.
PRESENTADOR: Tiempísimo
PRESENTADORA: Cuando en nuestros países había virreyes, damas antañonas, mantuanos, criollos, blancos
peninsulares y de orilla, y negros.
PRESENTADOR: Las costumbres eran otras.
PRESENTADORA: La vida era otra.
PRESENTADOR: Las luchas eran otras.
PRESENTADORA: La división arbitraria de clases tenía sesgos muy profundos.
PRESENTADOR: La gente podía comprar el derecho a llamarse blanco.
PRESENTADORA: Las muchachas eran presentadas en sociedad, vestidas de seda y recargadas de joyas.
PRESENTADOR: Y los caballeros iban a los bailes para elegir esposas.
PRESENTADORA: Los padres daban bailes para vender a las hijas en una verdadera puja de esclavas
PRESENTADOR: Tu estás loca, ¿Cómo vas a decir eso?
PRESENTADORA: Porque es la verdad.
PRESENTADOR: Chist, eso no se puede decir. Una noche en el palacio de los Marqueses de
Paraguaimacunaibo, se realizaba una recepción para…
PRESENTADORA: Mijito…se hacía una fiesta para presentar a sus hijas.
LOS DOS: Aquella tarde, mientras la marquesa se preparaba…

(Los presentadores salen por el sitio contrario de donde entraron. Entra la marquesa)

MARQUESA: Blanca Nieve, Blanca Nieve ven pronto, a prisa niña que te necesito aquí conmigo. ¡Banca Nieve
que vengas acá!
BLANCA NIEVES: Diga usted, señora ama.
MARQUESA: Recójame esa media del piso descuidada.
BLANCA NIEVES: Si, mi merced.
MARQUESA: ¿Dónde está mi venerado esposo?
BLANCA NIEVES: En el traspatio vuecencia, dándole las ordenes a Domitilo.
MARQUESA: ¿Y mis ángeles?
BLANCA NIEVES: La niña Remedios anda en la molienda con su tata ña Crucifijo y Asunción.
MARQUESA: Esa Remedios, voy a tener que hablar seriamente con ella.
BLANCA NIEVES: La niña Teodorita está sentada en la repisa de la ventana, viendo pasar a la gente y
saludando a los muchachos.
MARQUESA: Esa es mi dolor de cabeza.
BLANCA NIEVES: Y la niña Escolástica está en su cuarto leyendo.
MARQUESA: Se dice recámara…¿y que lee?
BLANCA NIEVES: No se vuamerced, quien quita y la vida de los santos.
MARQUESA: Es muy probable, es que ella es tan piadosa.
BLANCA NIEVES: Si es verdad, misia.
MARQUESA: (mirando extrañada a su doncella) ¿Y ya llegaron los primeros invitados?
BLANCA NIEVES: Están llegando misia.
MARQUESA: ¿Cómo que misia? Señora marquesa, vuestra excelencia, señora ama, su merced. ¿me entendiste?
BLANCA NIEVES: Si, misia.
MARQUESA: ¡Otra vez! Esto es ya una falta grave de respeto, me has desobedecido. Esposo mío…
bienamado…idolatrado…papito mi rey…Floripondio de las Casas, Marqués de Paraguaimacunaibo, heredero de
las casas de Plantagenet, de Valois y Capeto, de Baviera y Austria, de Navarra, Castilla y Aragón, de Hamburgo
y de los Romanoff y de toda esa cuerda de locos europeos… Floripoooondio chico, haga el favor de hacer acto
de presencia inmediatamente que lo estoy llamando.
(Entra el marqués, acompañado de Domitilo, su ayuda de cámara)

MARQUÉS: ¿Qué pasó mi señora marquesa? ¿Por qué me llama con tanta urgencia?
MARQUESA: Porque esa esclava, a quien he dado toda mi confianza, a la que he tratado con la mayor de las
consideraciones como me lo pidió usted, se ha atrevido a agraviarme.
MARQUÉS: ¿Y como?
MARQUESA: Me ha llamado…misia.
MARQUÉS: ¡La llamó misia!
DOMITILO: ¿La llamó misia?
MARQUESA. Si, me llamó misia, yo no se lo que es eso, pero suena horrible.
MARQUÉS. ¿Y que quiere mi adorable señora que yo haga?
MARQUESA: Que la reprendas.
MARQUÉS: Blanca Nieves, mijita, haga el favor y tenga la bondad de no volver a llamar misia a la señora
marquesa, ¿me escuchó?
BLANCA NIEVES: Pero señoría, eso no es nada malo.
MARQUÉS: No importa, la señora se siente ofendida y para ella es malo, ¿me entendió?
BLANCA NIEVES: Si, señor.
MARQUÉS: Ya la reprendí.
MARQUESA: ¿Qué? Necio, eso no es castigo.
MARQUÉS: ¿Y que quiere mi terrón de azúcar que yo haga?
MARQUESA: Que la azotes, que la mandes al potro, que la encierres a casabe seco sin agua.
MARQUÉS: Señora, usted sabe que aquí, jamás se ha maltratado a un esclavo.
MARQUESA: Que esta sea la primera vez, esa niña me ha ofendido.
MARQUÉS; No, señora y no insista con eso que yo estoy a favor de los derechos humanos.
MARQUESA: ¿Entonces que hacemos?
DOMITILO: Discúlpenme vuestras mercedes, por osar meterme en sus conversaciones, pero lo cierto es que
realmente en realidad, lo que yo quiero solamente es hacer su tarea menos difícil, por eso con la humildad mas
humilde que me caracteriza y por la que soy ampliamente conocido, quería ofrecerles…
MARQUESES: ¡Habla!
DOMITILO: Mi mas pobre consejo.
MARQUÉS: ¿Y cual es ese consejo?
DOMITILO: Me parece que en los tiempos que corren y dadas las circunstancias de la noche por venir, creo que
lo mejor sería...y eso se lo dejo a criterio de ustedes….
MARQUÉS: Resume.
DOMITILO: Degradarla.
MARQUESA: ¿Y que haríamos ponerla a trabajar en el campo? Me gusta, me gusta, me gusta.
DOMITILO: No, señora, la bajaríamos de puesto.
MARQUESA: Pero eso no es castigo.
DOMITILO: Claro que lo es señora, dado lo pretenciosa, retrechera y antipática que es esta negrita, lo mejor
sería bajarle los humos, enviándola a trabajar como mucama de sus niñas. Eso es lo peor que puede pasarle.
MARQUESA: ¡Ay si! Me fascina….que mala soy.
MARQUÉS: ¿Y quien se encargará de llevarla a los aposentos de mis serafinas?
DOMITILO: Yo mismo señor.
MARQUESA: Pues, llévatela inmediatamente, ya que no quiero verla.
DOMITILO: Vamos Blanca Nieve
BLANCA NIEVE: No me toque retinto, que yo camino sola.
DOMITILO: ¡Ay si cuidado!
MARQUESA: Me siento aliviada.
MARQUÉS: Claro, lograste lo que querías.
MARQUESA: ¿Cómo?
MARQUÉS: Que vayamos a recibir a los invitados.

(Salen y entran los presentadores)


PRESENTADOR: Y fue así como Blanca Nieves…
PRESENTADORA: La otrora doncella de la marquesa
PRESENTADOR: De la malvada marquesa…
PRESENTADORA: De la perversa marquesa…
PRESENTADOR: De la manipuladora marquesa…
PRESENTADORA: Fue llevada al cuarto…
PRESENTADOR: Aposentos…lo dijo el marqués.
PRESENTADORA: Cuarto, de las tres terribles hijitas de los marqueses de Parabuai…Paraguai…guai…guai…
¿Cómo es?...Para…
PRESENTADOR: Paraguaimacunaibo, bruta
PRESENTADORA: Paraguaimacunaibobruta.

(Salen, entra la tata Crucifijo, llevando elementos que acomoda para dar impresión del dormitorio de las niñas.
Luego llegan las niñas, Remedios que se sienta melancólica en una banqueta para que su tata la peine,
Escolástica con aspecto monjil y por último Teodora vestida de enaguas y con el vestido en la mano. )

ESCOLÁSTICA: ¿Me veo bien?


REMEDIOS: Si, está muy linda como siempre.
TEODORA: Si verdad, linda, solo a eso puede aspirar, a verse linda, en cambio yo me veo soberbia.
CRUCIFIJO: ¡Ju!
ESCOLÁSTICA: Creída.
TEODORA: El espejo no miente, parezco una princesa, eso lo decían mis primos de la corte de Viena, hasta los
de Londres que son tan estirados quedaron impactados por mi blancura, y los de la corte de Weimar…
CRUCIFIJO: ¡Ja!
ESCOLÁSTICA: Miente…
TEODORA: No miento, los hechos lo confirman, con mis quince años he recibido proposiciones de matrimonio
de las siete provincias y de los virreinatos de la Nueva España, Perú y Nueva Granada.
CRUCIFIJO: ¡Je!
TEODORA: Algo de lo que no puede jactarse usted, una vieja de dieciocho años.
ESCOLÁSTICA: Lo que pasa es que usted es una coqueta que le pela el diente a todo el mundo, en cambio yo…
TEODORA: ¿Usted que?
ESCOLÁSTICA: Yo soy una dama.
Crucifijo: Asina es.
TEODORA: Si, y por su tonto orgullo va a quedar para niña vieja y nos va a arrastrar a nosotras a esa
humillación.
ESCOLÁSTICA: ¿A ustedes por que?
TEODORA: Porque padrecito no quiere que ninguna nos casemos hasta que lo haga usted que es la mayor, así
que apresúrese en elegir marido y no se de tanto postín
ESCOLÁSTICA: No lo haré, no me casaré con el primero que venga a pedir mi mano, antes me voy a un
convento, el hombre que elija para esposo, tendrá que enamorarme, que merecerme, tendrá que ser…
TEODORA: No sea orgullosa, ¿quien se cree que es?
REMEDIOS: Por favor, por favorcito, no se peleen mas, parecen dos enemigas en lugar de dos hermanas.
ESCOLÁSTICA: Usted tan linda como siempre, Remedios Escarlata, siempre suavizando cualquier aspereza.
REMEDIOS: Lo que debemos hacer en ves de estar peleando es terminar de arreglarnos, para ir a la fiesta
TEODORA: Me parece una excelente idea, venga tata, ayúdame a colocarme el vestido.
REMEDIOS: Deja a la tata aquí que me está peinando…¿Por qué no llamas mejor a la que era doncella de
madrecita? La que nos trajeron hace rato.
TEODORA: Si, para que haga algo.
ESCOLÁSTICA: ¿Será verdad que la insultó?
TEODORA: No se, pero vamos a averiguarlo…Negra Nieve…Negra nieve…Negra Nieve.

(Entra Blanca Nieves)


BLANCA NIEVE: ¿Qué quieren las amitas?
TEODORA: No verte tu odiosa cara de mono precisamente, ayúdame a amarrarme el vestido, ponme los guantes
negra atrevida.
REMEDIOS: Teodora sea buena, ni la trate así.
ESCOLÁSTICA: ¿Y como quiere usted que la trate si agravió a nuestra madrecita?
REMEDIOS: A lo mejor fue sin mala intención, ¿verdad Blanca Nieve que fue sin mala intención?
BLANCA NIEVE: Si, mi amita, yo solo la llamé misia.
CRUCIFIJO: Bien hecho.
TEODORA y ESCOLÁSTICA: ¡La llamó misia!
ESCOLÁSTICA: Grosera
TEODORA: Descarada.
ESCOLÁSTICA: Desvergonzada.
TEODORA: Atrevida.
ESCOLÁSTICA: Insolente.
TEODORA: Igualada.
ESCOLÁSTICA: ¿Cómo osaste llamar misia a mi madre?
TEODORA: A una dama de su alcurnia.
TEODORA: A toda una señora.
BLANCA NIEVE: A una peninsular de sangre azul.
CRUCIFIJO: A callar las dos, que se están comportando como gentuza blanca, dejen a esa niña quieta que está
mostrando mas clase que ustedes.
REMEDIOS: Si, déjenla tranquila, que ya bastante regaños habrá recibido la pobre de madrecita, ven Blanca
Nieve, se linda y ayúdame con los guantes.
BLANCA NIEVE: Si, niña.
REMEDIOS: ¿Y ya comenzó la fiesta?
BLANCA NIEVES: Si señorita, yo vide que llegaron los primeros invitados.
TEODORA: Entonces apresurémonos, vamos a la alcoba de nuestra santa madre.
ESCOLÁSTICA: Si, vamos.
TEODORA: Tata, lleva nuestros abanicos y échanos aires, que hace mucho calor, bruta con cuidado, que nos vas
a estropear los peinados.
ESCOLÁSTICA: Niña, mas respeto que ella nos crió.
TEODORA: Igualito es una esclava.
REMEDIOS: El… ¿ya llegó?
BLANCA Nieve: Si, amita, entre los primeros.
REMEDIOS: vámonos entonces.

(Salen caminando apresuradas y entran los presentadores)

PRESENTADORA: Como acaban de ver, a la pobre Blanca Nieve no le fue mejor con las hijas que con la
madre.
PRESENTADOR: A excepción de Remedios que era mas buena que el pan, la humillaron, la insultaron y
vejaron por la simple palabrita que ni siquiera representaba una ofensa.
JUNTOS: Pero ahora nos iremos a los acontecimientos de la gran rumba… que digo, de la recepción.

(Salen y empiezan a entrar los actores en actitud festiva, todos se pasean por el lugar vestidos de gala y haciendo
ademanes, por un lado se ve a un grupo de damas con velos y abanicos, posadas como para una foto, del otro
lado, un grupo de caballeros está en la misma actitud)

DAMA.1: ¿Te parece que ven9ir haya sido una buena idea?
DAMA.2: Si, querida, quiero ver como se comportan estos arribistas en plena sociedad.
DAMA.3: La esposa es una peninsular, eso le da cierta categoría.
DAMA.4: Y el marqués, según le oí decir al monseñor Yoruba, está emparentado con todas las finadas casas
reales del ahora viejo mundo.
DAMA.1: Pero es un criollo.
DAMA.2: Es cierto, y eso no lo puede cambiar nadie.
DAMA.3: Señoras, las marquesa es íntima mía, le ruego que moderen sus comentarios.
DAMA.4: Nosotras no estamos comentando nada malo, preciosa, decíamos nada mas que la verdad.
DAMA.1: Es cierto, duélale a quien le duela.
DAMA.2: No se por que usted se ofende.
DAMA.3: No estoy ofendida.
DAMA.4: Miren, el Conde de Ollantay.
DAMA.1: ¿Qué hará aquí?
DAMA.3: ¿Qué va a hacer? Vino invitado, ¿no es acaso uno de los herederos mas ilustres y acaudalados de
nuestras siete provincias?
DAMA.2: ¿Si?, según los rumores es descendiente directo de una de esas… ¿Cómo es que se llama?, los…
chibchas
DAMA.4: ¿Y que hay con eso?
DAMA.1: Que es un lugareño.
DAMA.2: Un indígena…ay, la palabra atropella mis delicados labios.
DAMA.3: ¿Y que importa eso ante su magnífica estampa?, nadie, ninguna de ustedes podrá negarme que es
soberbio.
DAMA.4: Magnífico.
DAMA.1: Arrogante.
DAMA.2: Bello.
DAMA.3: Hermoso.
TODAS: Está buenísimo.

(Quedan en stop, habla el conde de Ollantay)

CONDE: ¿A que hora saldrá? ¿Faltará mucho?, hoy la podré ver nuevamente, todos los días espero
impacientemente la misa de cinco para verla entre sus hermanas y ayer, incluso le ofrecí agua bendita y ella la
aceptó de mis dedos, mas tarde le envíe una misiva con la criada y no me la devolvió, ¿significará eso algo?, allí
viene el caballero, don Rigoberto Riojas, debo calmar mis ansias.
CABALLERO: Gusto en saludarlo, Conde.
CONDE: El placer es mío, caballero.
CABALLERO: ¿Cuándo tendré nuevamente el honor de disputar con usted, su excelencia, una partida de billar?
CONDE: Una de estas noches Caballero, una de estas noches.
CABALLERO: ¿Y que le pasa al señor Conde que lo noto mortificado?
CONDE: Nada... ¿se me nota mortificado?
CABALLERO: Mucho, ¿no será que sufre el mismo mal que yo?
CONDE: Pues…
CABALLERO: Ando en ansias de ver a las marquesitas, le aseguro que Escolástica me trae de cabeza, pero es
tan altiva y tan exigente…a dicho a Raimundo y todo el mundo, que el hombre que la pretenda tiene que merecer
su amor con actos heroicos, y hostias, a menos que me vaya a pelear al lado de Napoleón…porque estos pueblos
son pacíficos, tardará como cien años antes de que aquí estalle una guerra.
CONDE: Si, pero le aseguro que Escolástica no es mi mal.
CABALLERO: Ya lo se, según los rumores, usted está haciendo el tonto por Remedios, la hermana mediana.
CONDE: ¿Hay algo que esta ciudad no sepa, vive Dios? ¿y el tonto por que?
CABALLERO: Va usted a misa, hombre.
CONDE: ¿Yeso que tiene de malo?
CABALLERO: No se me incordie amigo mío, que va a misa y de gallo para mas ñapa, eso no lo hace
cualquiera, ¿eh?, lo que sucede es que no es divertido. Está bien cuando uno está casado y tiene que cumplir con
los deberes, pero cuando se es joven y soltero…hay que vivir la vida, ser buen jugador de barajas, aguantar la
bebida como hombre, tener una mujer para enamorar y otra para festejar, y sanseacabó.
CONDE: Caballero, me está usted, ofendiendo con esa galimatías de actividades tan frívolas, no soy tan banal.
CABALLERO: ¿Y usted sugiere que yo si?

(Entra el Duque de Medianoche)

DUQUE: ¿Cómo están sus mercedes?


CABALLERO: Aguardando.
DUQUE: Entonces somos dos. Le veo mal semblante, Conde, ¿está usted indispuesto?
CONDE: No señor Duque de Medianoche.
DUQUE: Me contenta. Y usted Caballero, tiene cara de estar a punto de sacar su espada, ¿me equivoco?
CABALLERO: Completamente, estoy disfrutando de las fiestas, acabo de darme de cuenta de lo frívolo que soy.
CONDE: Dispénseme si lo ofendí, Caballero.
CABALLERO: Acepte mas bien usted mis excusas que yo he aceptado las suyas.
CONDE: Es un honor.
DUQUE: Enhorabuena, no sabía que estaban disgustados, pero me alegra que hayan solventado las diferencias,
sobre todo porque justamente, dentro de poco voy a ver a la niña que me ha robado el sueño y me ha quitado el
apetito, una de las hijas del Marqués de Paraguaimacunaibo.
CABALLERO y CONDE: ¿Cuál?
DUQUE: Teodorita, la menor, es una ingrata, antipática y repelente, pero me tine loco.
CONDE y CABALLERO: ¡Aaaaahhhhh!

(Quedan en acción, pero en voz baja, entran los presentadores)

PRESENTADORA: Damas y caballeros, va a hacer su entrada a la “recepción”


PRESENTADOR: El Marqués don Felipe de Paraguaimacunaibo, con su honorable y sumisa esposa Luisa
Petronila del Santísimo Sacramento Godoy Castillo y Ovalle.
PRESENTADORA: Así como sus tres iluminadas y castísimas hijas.

(Entra primero el Marqués, hace una reverencia, luego la esposa, las tres hijas y por último, la tata, Domitilo y
Blanca Nieves)

TEODORA: Escolástica por amor divino, sonríe, que parece que estuvieras en un oficio de difuntos.
CRUCIFICO: Si mi niña, o no va a encontrar marido.
ESCOLÁSTICA: ¿Y a mi que? Me siento como en una puja de esclavas.
TEODORA: Eso díselo a padrecito.
REMEDIOS: Hermanas por favor, no peleen.
(Se acercan las damas y la rodean)

DAMA.1: Teodorita, que linda se ve, tan exquisita como siempre.


TEODORA: Usted también se ve cuchi.
DAMA.2: Que buena moza está Escolástica, tiene un vestido soberbio.
ESCOLÁSTICA.: ¿Yo? Gracias.
DAMA.3: ¡Que hipocresía! Estoy que reviento.
DAMA.4: ¿Cómo está usted Remedios?
REMEDIOS: Bien.
DAMA.1: Pues se le ve perturbada.
DAMA.2: Si, ¿Qué tiene?
DAMA.4: Ande cuéntenos.
REMEDIOS: Yo…
DAMA.1: No sea malita.
Dama.3: No tiene nada, está nerviosa por ustedes, no ven que es muy tímida.
TEODORA: Si, se altera delante de extraños y si son tantos, mucho mas, vénganse muchachas, vamos a pasear,
si gustan…
MARQUESA: Se fija esposo mío, en el éxito de nuestras hijas.
MARQUÉS: Si señora, me doy cuenta.
MARQUESA: Yo estaba segura de que serían un triunfo, espero que los jóvenes casaderos se interesen por ellas
y muy pronto nos pidan sus manos. Espero que Escolástica no abra la jeta
MARQUÉS: Dios la oiga mujer.

(Todos quedan en acción suspendida, entran los presentadores)

PRESENTADOR: Y la fiesta continuó de esa manera.


PRESENTADORA: Todos criticándose.
PRESENTADOR: Todos alabándose diplomáticamente, pero sin sentir en realidad lo que sentían
PRESENTADORA: Todos esperando.
PRESENTADOR: Los caballeros esperando ver a la elegida de su corazón.
PRESENTADORA: Los padres esperando a que eligieran a sus hijas como esposa.
PRESENTADOR: Y las muchachas esperando ser las elegidas.
JUNTOS: Sin embargo, un acontecimiento precipitado por Teodora, vino a trastornarlo todo.

(Salen y Teodora ocupa el primer plano)

TEODORA: ¿Dónde andará Negra Nieve que no viene a atendernos?


ESCOLÁSTICA: Que se yo.
REMEDIOS: No se, andar…si, mírala ahí detrás de madre.
TEODORA: ¿Y que se cree esa negrita necia que es?, ¿la doncella de madrecita?, su obligación estar aquí, junto
a nosotras, atendiéndonos y para ver que necesitamos.
REMEDIOS: Para eso está mi tata.
CRUCIFIJO: ¡Hum! Y todavía me quedan fuerzas.
REMEDIOS: Viste.
TEODORA: No, tata llámala.
ESCOLÁSTICA: ¿Para que? Déjala tranquila.
TEODORA: Que no, dije, tata que la llames hazme el favor, te lo ordeno.
REMEDIOS: Mejor me voy de aquí, no soporto estar a tu lado.
ESCOLÁSTICA: Yo tampoco.

(Las dos se alejan por rumbos diferentes, Crucifijo llega ante los Marqueses y hace una reverencia, se acerca a
Blanca Nieve)

CRUCIFIJO: Te mandó a llamar el ama Teodorita, pero yo tu me hiciera la loca y hago como que no la veo, no
vaya a ser y te salga con una de las de ella.
BLANCA NIEVE: Está bien.

CONDE: Señorita Remedios…


REMEDIOS: Señor Conde…
CONDE: Como le prometí en la esquela que le envié con la doncella, estoy aquí, vine por usted.
REMEDIOS: Usted está loco, señor Conde, mi padre es un ferviente fanático de las razas, no aceptaría nunca
nuestros esponsales.
CONDE: Si los aceptará, provengo de una familia ilustre.
REMEDIOS: Pero son criollos.
CONDE: ¿Y cual es el problema? ¿A usted le importa?
REMEDIOS: Señor conde por favor, no me haga decir algo que iría contra mis principios.
CONDE: No le importa, ya lo sabía yo…
REMEDIOS: Señor Conde, la gente nos está mirando.
CONDE: Entonces, bailemos que ya comenzó la orquesta.
(Antes de que ella tenga tiempo de protestar, hace una reverencia y le extiende la mano. Comienzan a bailar)

DAMA.1: Miren a la mosquita muerta de de la Remedios, está danzando con el mozo mas guapo de las siete
provincias.
MARQUESA: Señor esposo, nuestra hija está bailando con un criollo.
Marqués: Yeso que importa mujer.
TEODORA: Remedios está bailando, no es posible que ella me gane y se case primero que yo.
DUQUE: Pero para eso yo tengo una solución.
TEODORA: Duque de Medianoche, ¿Qué hace usted aquí?
DUQUE: Soy uno de los ilustres invitados… ¿me concede el honor de esta pieza?
TEODORA: Primero muerta que bailar con un mono recién vestido, ahora con su permiso.

(Se aleja unos pasos, mas allá Teodora es abordada por el Caballero Riojas)

CABALLERO: Doña Escolástica, es un placer verla tan bella y elegante como es su costumbre.
ESCOLÁSTICA: Gracias…¿con quien tengo el honor?
CABALLERO: Con Don Feliciano José Antonio Riojas y Ocaña, masón, separatista y revolucionario como los
franceses.
ESCOLÁSTICA: ¿Revolucionario?
CABALLERO: Si, planeo hacer la revolución que nos hará libres del yugo español.
ESCOLÁSTICA: ¿Y como así?
CABALLERO: Se lo explicaré mejor mientras me hace sentir honrado bailando conmigo.
ESCOLÁSTICA: Encantada.
(Salen a bailar, Teodora los ve bailar paralizada de incredulidad)

TEODORA: Escolástica también está bailando, que envidia, ella también se va a casar primero que yo…y la
descarada de Blanca Nieve que no se acerca, tengo rato haciéndole señas y me está ignorando adrede, que rabia,
estoy furiosa…ya se lo que voy a hacer, tengo un plan para castigarla por la insolencia que le hizo a madrecita y
por el atrevimiento de hacerme enfurecer, mis hermanas también se van a disgustar por lo que le voy a hacer,
pero no me importa.

(Se dirige al lugar donde están sus padres sentados, les hace una reverencia se acerca a Blanca Nieve y le sonríe)

TEODORA: Te necesito conmigo…ve a buscarme algo de beber.

(Cuando Blanca Nieve va camino de la cocina, Teodora la enreda en sus pies, y esta cae, en medio de la pista,
Teodora empieza a reír, y muchos invitados la acompañan)

BLANCA NIEVE: ¿Por qué me hizo esto amita Teodora?


TEODORA: ¿Qué te hice? Te caíste sola, por torpe, ¿verdad mamita?
MARQUESA: Si, yo la vi caerse.
BLANCA NIEVE: Eso es mentira.
TEODORA: ¿Nos estás llamando mentirosa a mi madrecita y a mi, insolente? Después que te caíste por burra,
que no sabes caminar.
BLANCA NIEVE: Me caí porque usted me metió el pie para que yo me cayera y todo el mundo se riera de mi.
TEODORA: Mereces que te azoten por esa acusación tan grave, padre.
DOMITILO: Venga Blanquita, yo la ayudo, vengase conmigo.
CRUCIFIJO: Si, mija.
DOMITILO: Vamos al fondo.
MARQUÉS: Si, hija ve.
BLANCA NIEVE: No, antes van a oírme.

(Todos los que susurran callan)


BLANCA NIEVE: Yo soy tan hija de su padre como usted.
CRUCIFIJO: Yo puedo jurarlo.
MARQUÉS: ¡San Pancracio!

(Todos lanzan exclamaciones, la Marquesa se desvanece)

BLANCA NIEVE: Tengo tanto derecho como usted a estar aquí, Teodorita, así es que deje las pretensiones, y si
vamos a hablar de alcurnia, mi abuelo era un rey africano, que ustedes cazaron como un animal y trajeron a estas
tierras como esclavo, hasta donde yo se, no tuvo que comprar títulos ni nada, como muchos de ustedes.
DAMA.1: ¡Que insolente!
DAMA.2: ¡Que escándalo!
DAMA.3: ¡Pobre Marquesa!
DAMA.4: ¡Que divertido!
BLANCA NIEVE: Acompáñeme, Domitilo, no soporto mas estar aquí.
DOMITILO: Para mi es un gran placer su alteza real, servirla y acompañarla donde quiera que vaya, desde este
momento tiene en mi, a su mas fiel servidor, con decirle que...
BLANCA NIEVE: ¡Domitilo!
DOMITILO: Está bien, está bien… ¿por que nadie me dejará expresarme?

(Los dos salen, la Marquesa se recobra y disimulando que no ha pasado nada, pela los dientes)

MARQUESA: ¡Ay! Floripondio, Marqués de Paraguaimacunaibo, de esto hablamos mas tarde, tienes una cuenta
pendiente conmigo y de esta no te escapas.
MARQUES: Maestro, póngame la música, para que el baile recomience.
CONDE: ¿Lo ve usted? Ya su padre no podrá oponerse a nuestro desposorio, no sabe lo feliz que me siento.
REMEDIOS: ¡Pobre Blanca Nieve!
CONDE: Ahora si no se negará que hable con su padre, ¿no es verdad?
REMEDIOS: Si, lo acepto.
CABALLERO: No me cansaré nunca de contemplar tanta belleza.
ESCOLÁSTICA: Ni yo de bailar con un verdadero héroe…pero sígame contando.
DUQUE: ¿Cómo está la bella Teodorita? Reponiéndose de la sorpresa.
TEODORA: Aléjese de mi.
DUQUE: ¿Y por que? ¿Venía a ver si me daba la gracia de concederme esta pieza?
TEODORA: Ya le dije que ni muerta bailaría con un hombre que compró el derecho a llamarse blanco.
DUQUE: Usted tiene una hermana tan morena como yo, y no lo hubiera sabido nunca nadie sino fuera tan mala.
TEODORA: Calle atrevido.
DUQUE: Después de esto no creo que le lluevan ofertas matrimoniales, si a mi me invitaron porque su padrecito
de usted está interesado en unos terrenos que tiene mi familia cerca del mar yo voy a aprovechar para optar por
su mano.
TEODORA: Atrévase para que vea, que mi padre lo matará.
DUQUE: No lo creo, más bien estará contento de entregar a un demonio como usted que tuvo la culpa de su
vergüenza.
TEODORA: ¡Odioso!
DUQUE: Será mejor que baile conmigo.
TEODORA: Lo odio.
DUQUE: Eso me gusta, porque del odio al amor.
TEODORA: Primero muerta que…
DUQUE: ¿Muerta? Mas viva que nunca…
PRESENTADOR: Y es así como termina nuestra historia…
PRESENTADORA: Remedios y el Conde de Ollantay se casaron y fueron felices.
PRESENTADOR: Escolástica se casó con el Caballero Riojas y fueron más o menos felices.
PRESENTADORA: Blanca Nieve obtuvo su libertad, se caso con Domitilo y vivieron contentos.
PRESENTADOR: La soberbia Teodora se casó con su Duque y fueron infelizmente felices.
PRESENTADORA: Y nosotros…
PRESENTADOR: Vamos a bailar
PRESENTADORA: vamos pues.
(Bailan)

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