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Aunque el hidrógeno fue descrito hace unos 200 años, la existencia de sus diferentes isótopos es un

descubrimiento más reciente. En 1931 algunas mediciones muy precisas de la masa atómica
indicaron que podría haber diferentes isótopos del hidrógeno. Harold C. Urey de la Columbia
University, decidió tratar de separarlos aplicando el concepto de que el punto de ebullición de una
especie depende en parte de su masa molar. Urey evaporó unos 5 L de hidrógeno líquido con la
esperanza de que los últimos 2 mL contendrían una proporción mayor que lo normal de algún
isótopo con mayor masa molar. Los resultados demostraron que estaba en lo correcto; el residuo
tenía una masa molar dos veces mayor que la del Hidrógeno normal. A esta forma de hidrógeno se
le dio el nombre de deuterio.

Los isótopos del hidrógeno tienen una importancia especial en la química. Dada la gran diferencia
relativa entre las masas de los isótopos del hidrógeno, existe también una diferencia significativa en
sus propiedades físicas y, en menor medida, en su comportamiento químico. El hidrógeno natural
contiene tres isótopos: protio, o hidrógeno "común", que no contiene neutrones (abundancia
99.985%); deuterio, que contiene un neutrón (abundancia 0.015%); y tritio, que es radiactivo y
contiene dos neutrones (abundancia 10-15%). De hecho, éste es el único conjunto de isótopos para
los que se usan símbolos especiales: H para el protio, D para el deuterio y T para el tritio. Al aumentar
la masa molar de los isótopos hay un aumento significativo en el punto de ebullición y en la energía
de enlace. Los enlaces del deuterio y el tritio con otros elementos también son más fuertes que los
del hidrógeno común. Por ejemplo, cuando se electroliza agua para dar hidrógeno y oxígeno
gaseosos, los enlaces covalentes O-H se rompen más fácilmente que los enlaces O-D. Por ello, el
líquido remanente contiene una proporción cada vez más alta de agua "pesada", (óxido de
deuterio). Si 30 L de agua se electrolizan hasta reducir su volumen a 1 mL, el líquido remanente es
óxido de deuterio con una pureza de cerca del 99%. El agua normal y el agua "pesada", D20, difieren
en todas sus propiedades físicas; por ejemplo, el óxido de deuterio funde a 3.8°C y hierve a 101.4°C.
La densidad del óxido de deuterio es cerca de un 10% mayor que la del óxido de protio a todas las
temperaturas. Por ello, los cubos de hielo de agua pesada se hunden en agua "ligera" a O°C. El óxido
de deuterio se utiliza mucho como disolvente cuando se quiere estudiar los átomos de hidrógeno
de las moléculas de soluto sin que sus propiedades sean "abrumadas" por las de los átomos de
hidrógeno del disolvente acuoso. También, los caminos de reacción en los que intervienen átomos
de hidrógeno se pueden estudiar empleando compuestos sustituidos con deuterio.

El tritio es un isótopo radiactivo con una vida media de unos 12 años. Con una vida media tan corta,
cabría esperar que ya se hubiera agotado el tritio natural, pero la realidad es que el tritio se está
formando continuamente por el impacto de los rayos cósmicos contra los átomos de la atmósfera
superior.

Como dijimos antes, el hidrógeno es un elemento único, que no pertenece a grupo alguno de la
tabla periódica. Algunas versiones de la tabla periódica lo colocan como miembro de los metales
alcalinos, algunos como miembro de los halógenos; otras lo colocan en ambos lugares; y unas
cuantas lo colocan aislado. En la tabla 7.2 se resumen las principales razones en favor y en contra
de colocar al hidrógeno en el grupo loen el grupo 17. En este libro daremos al hidrógeno su propio
lugar en la tabla periódica, a fin de hacer hincapié en la singularidad de este elemento. Al tener una
electronegatividad mayor que la de los metales alcalinos y menor que la de los halógenos, es
razonable colocar al hidrógeno a la mitad del camino entre los dos grupos.
El dihidrógeno es un gas incoloro e inodoro que se licua a -253°C y solidifica a -259°C. El hidrógeno
gaseoso no es muy reactivo, en parte a causa de la elevada energía del enlace covalente H-H (436
kJ·mol- 1). Este enlace es más fuerte que los que el hidrógeno forma con la mayor parte de los demás
no metales; por ejemplo, la energía del enlace H-S es de sólo 347 kJ·mol- 1

Sólo cuando las energías de enlace de los productos son similares a las de los reactivos, o mayores,
es probable que ocurran reacciones espontáneas. Una de esas reacciones es la combustión de
dihidrógeno con dioxígeno para producir agua. Si hidrógeno y oxígeno gaseosos se mezclan y se
produce una chispa, la reacción es explosiva:

La reacción tiene que ser impulsada por la entalpía porque hay una reducción en la entropía. Si
sumamos las energías de enlace, vemos que el fuerte enlace O- H (464 kJ·mol- 1) hace a la reacción
termodinámicamente factible. El dihidrógeno reacciona con los halógenos, y la rapidez de reacción
disminuye al bajar en el grupo. La reacción con diflúor es violenta; el producto es fluoruro de
hidrógeno.

La reacción del dihidrógeno con dinitrógeno es muy lenta en ausencia de un catalizador. A altas
temperaturas, el dihidrógeno reduce muchos óxidos metálicos al metal elemental. Así, el óxido de
cobre (II) se reduce a cobre metálico:

CuO(s) + H2(g)-4 Cu(s) + H2O(g)

En presencia de un catalizador (por lo regular paladio o platino en polvo), el dihidrógeno reduce


dobles y triples enlaces carbono-carbono para dejar enlaces sencillos. Por ejemplo, el eteno, C2H4,
se reduce a etano, C2H6: La reducción con dihidrógeno se usa para convertir grasas líquidas
insaturadas (aceites comestibles), que tienen muchos dobles enlaces carbono-carbono, en grasas
sólidas saturadas y parcialmente saturadas (margarinas), que contienen menos dobles enlaces
carbono-carbono.

Bibliografía

Geoff Rayner-Canham, 2000, Química Inorgánica Descriptiva 2° Ed., México, Pearson Educación

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