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La mayoría de procesos que ocurren en los agro sistemas tienen al suelo como el
centro regulador crítico; en esta percepción confluyen aspectos ligados con su
vulnerabilidad, con su lenta formación y renovación y con el reconocimiento de los
múltiples servicios que presta el suelo al ser humano; el suelo contiene no sólo una
proporción grande de la biodiversidad de la tierra sino también proporciona el
substrato físico para la mayoría de las actividades humanas resultando un
componente crítico de la biosfera. El estudio del suelo ha estado ligado
tradicionalmente a las necesidades de la agronomía, por lo que no nos debe extrañar
que su concepción y su proyección posterior en la gerencia agrícola hayan tenido una
aplicación mayoritariamente productivista. Aumentar los rendimientos agrícolas era el
primer objetivo que guiaba el manejo del suelo en un modelo agrario basado en
principios similares a los de cualquier actividad industrial. Las consecuencias de esta
forma de actuar se han mostrado como refleja la comunicación denominada “Hacia
una estrategia temática para la protección del suelo” en amenazas cómo: erosión,
disminución de la materia orgánica y la biodiversidad, contaminación, salinización,
compactación, inundaciones y deslizamientos de tierras y sellado (ocupación del suelo
por actividades antrópicas).
En los últimos años han surgido en nuestro país nuevos modelos de gestión que tratan
de minimizar la intensificación de la agricultura industrial - como la agricultura de
conservación o la integrada- sin embargo, se basan en los mismos planteamientos
productivistas que la agricultura convencional aunque “suavizando” técnicas de
manejo –mínimo o ningún laboreo en el primero con aporte de restos de cosecha y
control biológico más tratamientos químicos más controlados en el segundo-. La
complejidad del suelo como sistema, y la aplicación de este conocimiento al diseño
de modelos agrarios sostenibles sólo son abordadas de forma integral por modelos
de gestión agraria basados en premisas agroecológicas. Para la agroecología la
sostenibilidad del agro sistema depende de las sinergias entre un modelo concreto de
uso de los recursos –agricultura tradicional, agricultura ecológica - la diversidad de
plantas cultivo y no cultivo y el funcionamiento continuo de una comunidad macro y
microbiana en el suelo, estando estas últimas, como no podía ser de otra manera
sustentadas por la materia orgánica en todas sus formas.
1.3 OBJETIVOS:
TECNICA INSTRUMENTO
1.4 HIPOTESIS:
Nuestros suelos no están aptos para desarrollar un sistema agrícola sostenible a largo
plazo.
2. BASES TEORICAS:
El suelo es un sistema auto organizado y heterogéneo que posee una gran
complejidad estructural y funcional, debido a la gran diversidad de sus
componentes (abióticos y bióticos), y a los procesos que tienen lugar en su
seno. Como todo sistema, evoluciona en el tiempo condicionado por factores
ambientales que están presentes en un escenario concreto y en general, en los
suelos de cultivo, mantiene una dinámica determinada por un sistema de uso
impuesto por condicionantes socioeconómico y cultural. Gascó lo define como
“un ente natural que se forma mediante procesos de alteración de los minerales
meteorizables, evolución de las materias orgánicas humificables,
estructuración de las partículas agregables y migración de algunos
componentes finos o de iones desplazables. En definitiva, un medio vivo y
dinámico, en el cual se libra un diálogo biológico complejo entre plantas,
organismos y el medio mineral que los acoge. López Lafuente, I. y cols.,
(1.999). Los factores que van a influir en la formación y diferenciación van a ser
externos e internos: climáticos –humedad, temperatura, etc.-, bióticos
vegetación y organismos vivos-, litológicos –rocas-, geomorfológicos –
procesos geológicos, topografía-, cronológicos –tiempo o duración de éstos
factores-. Añadido a los anteriores y no sólo para los suelos de cultivo, las
alteraciones debidas a la acción humana, factor antrópico, son hoy en día, uno
de los agentes más influyentes en la transformación del suelo de cultivo.
Podemos observar la acción de los factores formadores directamente en el
campo, mediante la realización de una «calicata» que es un corte vertical del
suelo que permite estudiarlo en su conjunto, desde su superficie hasta el
material originario. Su observación nos mostrará una serie de «huellas»
producto de su historia y de su manejo –como horizontes diferenciados,
cambios de color, cambios de estructura, actividad biológica, longitud de las
raíces, capas de gravas, o de arcillas, o de calizas históricamente activas,
capas endurecidas por el laboreo-. Estas señales diferenciadoras, apoyadas
con los análisis de las muestras realizados en el laboratorio nos describirán un
perfil edafológico. De esta forma ampliamos nuestra percepción del suelo
percibiéndolo como un medio de composición mixta -orgánica y mineral-, en
continua interrelación, y permeable por la presencia de macro y microporoso,
que posibilitan la existencia de una solución acuosa o agua del suelo -que es
una solución con dilución. En el sentido del término latino complexus, que
quiere decir “lo que está entretejido conjuntamente”, suficiente para provocar el
flujo osmótico desde la tierra a la planta y cuyas proporciones iónicas son las
propias de los fluidos vitales de los que recibe su impronta vía mineralización
de los restos orgánicos- y una atmosfera gaseosa o aire del suelo, cuya
composición es distinta a la del aire atmosférico en cuanto a humedad y
contenido en anhídrido carbónico y oxígeno, siendo la composición de la fase
líquida y gaseosa dependientes de la intensidad de la actividad microbiana. En
este medio, las raíces de las plantas, exploran un determinado volumen de
suelo, compartiendo el espacio poroso, con los organismos, el aire y el agua y
es aquí, en la zona de influencia de la raíz el lugar en donde se da la relación
más íntima entre la vida orgánica y la mineral Tanto en la superficie como en el
interior de los agregados, o bien asociados a las raíces de las plantas, los
microorganismos pueden encontrar hábitats adecuados para desarrollarse
dentro en un entramado de materia y energía. Como en todos los sistemas
complejos en la naturaleza, la organización del suelo se establece de acuerdo
con un modelo jerárquico, en el que el paso de un nivel inferior a otro superior
en la jerarquía supone la aparición de propiedades emergentes, que no pueden
explicarse solamente mediante la suma de los elementos que componen el
nivel jerárquico inferior. Por ejemplo, el nivel textural –arcilla, limo y arena- tiene
unas propiedades que se ve a nivel físico es bien conocido que las partículas
minerales y orgánicas, constituyentes de la llamada fase sólida del suelo, se
asocian para formar agregados del suelo en los sistemas de producción
ecológica, diferencian del nivel estructural -en el que interviene un nuevo
componente que es la materia orgánica-. La interacción entre niveles de
organización en el suelo –el caso de la actividad microbiana y la agregación- y
entre éstos niveles y otros niveles externos –por ejemplo la relación
suelo/atmósfera que nos muestra entre otros el suelo como sumidero de CO2
o la relación microorganismo/planta- permiten comprender mejor su
complejidad y su importancia para la biosfera.
3. METODOLOGIA
3.1 POBLACION:
Región Ancash
Porosidad
COLOR DE SUELO
100.00%
90.00%
80.00%
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
Ho: = 32.4
Hi: ≠ 32.4
nivel de
1-α 0.95 confianza
nivel de
α 0.05 significancia
0.4
0.3 Hi Hi
0.2 α/2=2.5% Ho α/2=2.5%
1-α=95%
0.1
0
-4.5
-3.5
-2.5
-1.5
-0.5
3.5
-5
-4
-3
-2
-1
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
4
4.5
5
5. Determinar los límites del nivel de confianza de la prueba de hipótesis, es
decir, obtener los valores críticos de la prueba de hipótesis.
b) Textura:
TEXTURA DE TIERRA
100.00%
90.00%
80.00%
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
Franco Arenoso Franco Arcilloso Arcilla Franco Franco Franco
Arenoso Franco Arcilloso Arenoso Limoso Arcilloso
Arenoso
𝑅 = 𝑅𝑚𝑎𝑥 − 𝑅𝑚𝑖𝑛
𝑅 = 2.88 − 1.07
R = 1.81
𝑘 = 1 + 3.3 log(34)
𝑘 = 6.05388 ≅ 6
1.81
𝐴= 6
𝐴 = 0.301667
Para 1
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = 1.22 − 1.42
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = −0.2
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = (−0.2)2
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = 0.04
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 0.04 ∗ 19
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 0.76
𝜎 = √𝜎 2
𝜎 = √0.096
𝜎 = 0.3099
Interpretación: la densidad aparente tiene una tendencia de variar
por debajo o por encima de la media en 0.3099.
DENSIDAD APARENTE
56.0%
35.3%
2.9%
2.9%
2.9%
0.0%
1 2 3 4 5 6
PROBABILIDADES
x superior 1.725
x inferior 1.415
P(1.415 < X < 1.725) 0.341
Grafica Nº5: la distribución normal de la densidad aparente
DISTRIBUCION NORMAL
1.4
1.2
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
1.66
1.06
1.16
1.26
1.36
1.46
1.56
1.76
1.86
1.96
2.06
2.16
2.26
2.36
2.46
2.56
2.66
2.76
2.86
2.96
Como podemos observar en la gráfica Nº5 es asimétrica menor a la
media.
b) Densidad Relativa:
Tabla N°6: Distribución de las frecuencias de la densidad relativa de los
suelos.
𝑅 = 𝑅𝑚𝑎𝑥 − 𝑅𝑚𝑖𝑛
𝑅 = 4.29 − 1.28
R = 3.01
𝑘 = 1 + 3.3 log(34)
𝑘 = 6.05388 ≅ 6
3.01
𝐴= 6
𝐴 = 0.5016667
Datos:
Para 1
𝑦𝑖 ∗ 𝑛𝑖 = 1.53 ∗ 2
𝑦𝑖 ∗ 𝑛𝑖 = 3.06
Para 1
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = 1.53 − 2.43
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = −0.90
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = (−0.90)2
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = 0.81
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 0.81 ∗ 2
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 1.62
∑6𝑖=1 𝑦𝑖 ∗ 𝑓𝑖
𝑦̅ =
𝑛
82.60
𝑦̅ =
34
𝑦̅ = 2.43
Interpretación: El promedio de la densidad relativa de los suelos
es de 2.43.
DENSIDAD RELATIVA
100.0%
80.0%
60.0%
40.0%
20.0%
0.0%
1 2 3 4 5 6
x superior 2.83
x inferior 2.43
P(2.43 < X < 2.83) 0.341
DISTRIBUCION NORMAL
1.2
1
0.8
0.6
0.4
0.2
0
c) Ph
Tabla N°9: Distribución de las frecuencias de la pH de los suelos.
𝑅 = 𝑅𝑚𝑎𝑥 − 𝑅𝑚𝑖𝑛
𝑅 = 8.53 − 3.70
R = 4.83
𝑘 = 1 + 3.3 log(34)
𝑘 = 6.05388 ≅ 6
4.83
𝐴= 6
𝐴 = 0.805
Datos:
Para 1
𝑦𝑖 ∗ 𝑛𝑖 = 4.10 ∗ 3
𝑦𝑖 ∗ 𝑛𝑖 = 12.31
Para 1
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = 4.10 − 6.14
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = −2.04
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = (−2.04)2
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = 4.15
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 4.15 ∗ 3
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 12.44
Para hallar la media
∑6𝑖=1 𝑦𝑖 ∗ 𝑓𝑖
𝑦̅ =
𝑛
208.72
𝑦̅ =
34
𝑦̅ = 6.14
Interpretación: El promedio del ph de los suelos es de 6.14.
𝜎 = √𝜎 2
𝜎 = √1.0762
𝜎 = 1.0374
Interpretación: El ph tiene una tendencia de variar por debajo o
por encima de la media en 1.0374.
ph
100.0%
PROBABILIDADES
Tabla N°11: Factores para hallar la probabilidad
x superior 7.192
x inferior 6.14
P(6.14 < X < 7.192) 0.3413
Distribucion normal
0.4
0.3
0.2
0.1
0
5.89
6.17
6.45
3.65
3.93
4.21
4.49
4.77
5.05
5.33
5.61
6.73
7.01
7.29
7.57
7.85
8.13
8.41
8.69
8.97
Como podemos observar en la gráfica Nº9 es asimétrica mínimamente
mayor a la media.
d) Porosidad:
Tabla N°12: Distribución de las frecuencias de la porosidad de los
suelos.
𝑅 = 𝑅𝑚𝑎𝑥 − 𝑅𝑚𝑖𝑛
𝑅 = 225.0 − 38.93
R = 186.07226
𝑘 = 1 + 3.3 log(34)
𝑘 = 6.05388 ≅ 6
186.07226
𝐴= 6
𝐴 = 31.012044
Datos:
Para 1
𝑦𝑖 ∗ 𝑛𝑖 = 38.9 ∗ 31
𝑦𝑖 ∗ 𝑛𝑖 = 1687.26
Para 1
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = 54.43 − 60.81
𝑦𝑖 − 𝑦̅ = −2.04
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = (−2.04)2
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 = 4.15
Para 1
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 4.15 ∗ 3
(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖 = 12.44
∑6𝑖=1 𝑦𝑖 ∗ 𝑓𝑖
𝑦̅ =
𝑛
2067.61
𝑦̅ =
34
𝑦̅ = 60.81
Interpretación: El promedio de la porosidad de los suelos es de
60.81.
2
∑6𝑖=1(𝑦𝑖 − 𝑦̅)2 ∗ 𝑛𝑖
𝜎 =
𝑁
24578.73
𝜎2 =
34
𝜎 2 = 722.90
Interpretación: La variabilidad de la porosidad serán de 722.90
entre ellas con respecto a la media.
𝜎 = √𝜎 2
𝜎 = √1.0762
𝜎 = 26.8869
Interpretación: la porosidad tiene una tendencia de variar por
debajo o por encima de la media en 26.8869.
porosidad
100% 91%
80%
60%
40%
20% 6% 3%
0% 0% 0%
0%
1 2 3 4 5 6
PROBABILIDAD
Tabla N°14: Factores para hallar la probabilidad
media de la población:
60.81204008
desviación estándar poblacional
27.29120969
x superior 88.10324977
x inferior 60.81204008
P(60.81 < X < 88.103)
0.341344746
DISTRIBUCION NORMAL
0.02
0.015
0.01
0.005
0
156.5
38.9
48.7
58.5
68.3
78.1
87.9
97.7
107.5
117.3
127.1
136.9
146.7
166.3
176.1
185.9
195.7
205.5
215.3
225.1
.
Como podemos observar en la gráfica Nº11 es asimétrica
mínimamente mayor a la media.
6. CONCLUSIONES:
1. En general se aprecia una marcada variabilidad en lo datos analíticos,
producto de la variabilidad natural que presentan los suelos cuando han
sido sometidos a diferentes manejos. Este hecho se manifiesta en todos
los parámetros analizados, a excepción del ph.
2. Con la información analítica obtenida se realizó un estudio de la
variabilidad de los datos, con el objeto de definir los estadígrafos
adecuados que permiten una aproximación más cercana a la realidad
de cada microrregión.
7. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
1. Etchevers B,. J. J. Rodríguez y A. Galvis. 1991. Generación de
recomendaciones de fertilización mediante el enfoque sistémico
racional. Terra 9: 3 – 10.
2. Rodríguez S., José. 1993. Manual de fertilización. Colección en
Agricultura. Facultad de Agronomía. Pontificia Universidad Católica de
Chile. Santiago, Chile, 362 p.
3. López Ritas, J. Y J. López Melida. 1990. El diagnóstico de suelos y
plantas. Mundi-Prensa, Madrid, España. 363 p
ANEXOS: