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Como Cocinar Con Creatividad En Medio De La Crisis

Al comenzar escribir este pequeño documento (o librito) acababa de hacer un asopado de arroz
que tal vez, muchos de los que están leyendo ahora, lo hayan hecho aun cuando se encontraban
en medio de una escasez de alimento. Posiblemente sea un plato, como diría una vez mi abuela,
para gente pobre. Los ingredientes que utilicé allí fueron muy elementales: arroz, dos papas, una
zanahoria, una cebolla pequeña, un poquito de cebollín, unos ajíes dulces, dos huevos batidos y al
final se le pone un ramilletico de cilantros verdes (o aliñitos verdes) bien picaditos. Lo
extraordinario de esta rica comida es el rendimiento a la hora de servir, de buen aspecto y sabor y
alcanza para mucho. Por ejemplo toda mi familia quedó muy contenta con este excelente y
sencillo plato que por cierto vino muy bien con una arepita asada que se habían hecho desde
temprano.

Tal vez usted diga: pero de todas maneras habrá que tener una alacena llena de alimentos de toda
clase, así que... ¡Un momento!... Yo no dije que debía que tener la despensa o alacena o nevera
full. Imagínese usted esto: por ejemplo, viene una mañana a su cocina, quiere comerse un pan
rebanado o quizás una sabrosa arepa a la que está acostumbrado en el desayuno y además lo
quiere rellenar con jamón y queso pero… crisis… no tengo nada parecido a eso. Así que no le
queda otra alternativa que quedarse mirando a todos los lado. Quizás vuelva a mirar su nevera y
se lleva la mano a la cabeza pensando: Prácticamente no tengo nada de alimento ¿Qué hago?...
¡Oh Dios no tengo nada!"

Lamentablemente - y como están las cosas hoy día en Venezuela - a mucho de nosotros nos pasa
lo dicho anteriormente. Pero no todo está perdido. recuerda que sobre la mesa hay un ñame de
muy buen tamaño que se lo regaló su hermano hace varios días pero como a usted no le gusta el
ñame lo dejó sobre la mesa. También usted recordó que su suegra le regaló una taza de harina de
trigo porque a ella también se la regalaron y quiso compartir con su familia. Eso no es todo en su
nevera hay algo todavía: la mitad de una cebolla grande, dos huevos y margarina y agua sobre más
agua. Que hacer. Piensa… piensa… y piensa. Si, hay que ponerse a pensar. La creatividad debe salir
a flote.

Muchas veces en tiempo de crisis surge una ceguera instantánea que no nos deja pensar mucho.
Nuestra mente se bloquea y de un momento a otro empezamos a desesperarnos ¿Y quien NO?
Todos. Es verdad. Hasta mi me ha ocurrido. Pero no todo está perdido. La desesperanza no debe
cundir nuestra alma sino más bien podemos ganar la batalla, no debemos dejarnos llevar
fácilmente por el caos o cualquier desventura alimentaria del tiempo presente.

Fe

Paciencia

Paz

Gozo
Amor

Bondad

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