Está en la página 1de 2

El 32.

8% de mujeres denunció haber sido víctima de acoso sexual en el transporte


público, según el observatorio “Lima como vamos” (2018) frente a esta situación debemos
tomar medidas concretas para poder solucionar esta problemática. Según el diario País
(2017), la solución para este problema es implementar un bus y un vagón del metro
acompañado de instalaciones para la atención de mujeres cerca y dentro de las
estaciones. En la ciudad de México, una de las acciones más destacadas en este rubro
ha sido el programa denominado “Viajemos seguras” que implementó el entonces
gobierno del distrito federal en mayo del 2007 y que continúa vigente con el objetivo de
prevenir y sancionar la violencia sexual cometida contra las mujeres que viajan en el
transporte público. Considero que, es conveniente aplicar esta medida, porque es viable
para el caso limeño. A continuación, desarrollare el argumento que sostiene mi postura.

En primer lugar, haremos una comparación entre la implementación de buses y vagones e


implementación de cámaras de seguridad en buses. Considero que aplicar esta medida al
caso limeño es eficaz, porque permitiría una labor conjunta y coordinada entre la
autoridad de transporte urbano (Atu), el Ministerio de la Mujer y las instalaciones de salud
y seguridad. Una razón que sustenta esta afirmación es el exitoso trabajo en conjunto de
diversas instituciones mexicanas. Asimismo, estudios de la ONU mujeres señalan que en
la ciudad de México 9 de cada 10 mujeres reportan algún tipo de violencia sexual al usar
transporte público. El acoso y la violencia sexual en los espacios públicos tiene un
carácter de epidemia global, aún poco visible.

Por otro lado, es sostenible, porque es compatible con los recursos que se dispone en
Perú, además permite grandes beneficios, tanto a la seguridad de los pasajeros como al
conductor, ya que a través de ellas es posible grabar lo que sucede dentro y fuera de los
vehículos de transportes. Además, permite monitorear comportamientos depravados de
los hombres contra las mujeres, lo cual generaría la seguridad y protección de las
víctimas. Según Paredes (2017), “Permite tener bajo control no solo a los vehículos, si no
las estaciones. Esto hará que poco a poco el tema del acoso se controle”. Esto permite
disuadir al acosador, ya que al ser grabado por la cámara de seguridad y denunciado,
puede cambiar su comportamiento y su forma de pensar ante la acción que ha realizado.
Por ello, uno de los países que decide aplicar esta medida de solución es Marruecos. Los
autobuses urbanos de la ciudad marroquí de Marrakech cuentan desde hace varios años
con un plan para luchar contra el acoso sexual callejero. Mediante el programa llamado
“Ciudades sin violencia hacia las mujeres, ciudades seguras para todas”. Esta iniciativa
presenta varias medidas, como la difusión de videos en las pantallas de los vehículos o la
implementación de cámaras de seguridad en los transportes públicos. Según Pérez
(2015), “Estas acciones se suman a otras como el equipamiento de cámaras de seguridad
en la mitad de los trasportes colectivos de la empresa, además de la presencia de treinta
agentes de seguridad privadas que supervisan los vehículos”. Estas cámaras se han
implementado en los autobuses, porque el transporte colectivo es un espacio en el que
las mujeres sufren a diario diferentes formas de violencia que obstaculiza su libertad en
los espacios públicos y limita su derecho a la libre circulación

Con lo dicho anteriormente y con la comparación de ambas soluciones que se enfocan en


el acoso callejero en el transporte público, la cual es un medio que frecuentan más los
hombres para acosar a una mujer, nos muestra la eficiencia de cada una para detener el
problema del acoso sexual callejero en Lima. La solución elegida, la cual es la
implementación de buses y vagones exclusivamente para mujeres, tendría el apoyo de la
autoridad de transporte urbano (Atu), el Ministerio de la Mujer y las instalaciones de salud
y seguridad. Por lo tanto, generaría resultados positivos para poder tener un mayor control
sobre un problema que está afectando al país y la calidad de vida de la mujer. Para ello,
el problema del acoso sexual callejero en Lima debe ser erradicado, porque las mujeres
se sienten inseguras al salir a los espacios públicos. Consideramos que el Estado no solo
se debe dedicar a realizar soluciones, sino también a mejorar las políticas educativas
donde se considere como infracciones la falta de respeto y valoración hacia la mujer, ya
que de esta manera los educandos crecerán con una mentalidad de valor y respeto, así el
acoso disminuirá o será erradicado.

También podría gustarte