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Sociedades Secretas
Sociedades Secretas
Inquisición y sociedades
secretas en el primer tercio del siglo XIX La reacción del
Arzobispado de Santiago de Compostela
Isaura Varela González
EL MIEDO A LO DESCONOCIDO.
INQUISICIÓN Y SOCIEDADES
SECRETAS EN EL PRIMER TERCIO
DEL SIGLO XIX LA REACCIÓN DEL
ARZOBISPADO DE SANTIAGO DE
COMPOSTELA
1. El Arzobispo era Rafael Muzquiz y Aldurate, cuyo episcopado(1801-1821) es definido como «aza-
roso» y su reputación «objeto de los mas distintos criterios». Manuel R. Pazos Episcopado gallego
I. Arzobispos de Santiago 1500-1853 Madrid, 1946
2. AHDS Caja 1242
3. No era la primera vez que lo hacía. Ya en 1809 durante la ocupación francesa se había «ausenta-
do « de Santiago
318 - XIV Encuentro de Latinoamericanistas Españoles
del obispo, anotando con una P los prohibidos y con la R los revisables,
sellando habitaciones hasta concluir con todas las diligencias10.
Los militares recibieron el mismo tratamiento11. La Real Cédula de
9 de agosto de 1824 recogía el cuestionario de la Junta de purificaciones
militares que bajo la recomendación de ‘Reservado y se recomienda
brevedad’ se imprimió y circuló en el Ejército para averiguar la conducta
de los militares sospechosos. El impreso constaba de varios apartados entre
los que figuraba nombre; rango; fecha de obtención del empleo, si había
sido antes del 7 de marzo de 1820, ascensos y variaciones de destino; cual
había sido su conducta política y militar durante el gobierno revolucionario;
cuando y donde había jurado la Constitución, si de orden real o a efecto de
conmoción popular; si había pertenecido a alguna de las sectas o sociedades
reprobadas de Masones, Comuneros, etc. o a la Milicia llamada Nacional o
de los Batallones Sagrados; si se había ofrecido para cargo público; si había
sido periodista u orador en las sociedades llamadas Patrióticas o si por otro
medio había dejado clara su adhesión al régimen constitucional.
En la misma línea, el recién nombrado obispo de Tuy, Francisco García
Casarrubios y Melgar, no tardó en publicar, en 30 de abril de 1827, una
Pastoral acerca de las maldades de las sociedades secretas12. El texto no
dejaba lugar a dudas: todos los males que habían afligido a la Iglesia, y la causa
de las convulsiones políticas habían sido «calculadas, dirigidas y ejecutadas
por hombres malvados, que reunidos en asociaciones secretas y clandestinas se
proponen destruir el Sacerdocio y el Imperio, y precipitar en un mimo abismo el
Trono y el Altar. Han hollado los Altares y el Trono llamando a todos los Pueblos
a los desastres de la rebelión y a los horrores de la anarquía, a nombre de una
igualdad y libertad quiméricas. (...) Su objeto es abolir la creencia católica, y
preparar los espíritus a la adopción de nuevas instituciones religiosas y civiles, se
han multiplicado sus prosélitos, se han difundido sus doctrinas anárquicas (...)
Muchos hombres capaces de prevenir y desengañar a sus contemporáneos, se han
puesto al frente de estas sociedades tenebrosas, y desplegado el estandarte de la
rebelión. (…) Ellos se comprometen con juramentos execrables a establecer sus
sistemas desorganizadores sobre los escombros del Altar y del Trono. En estas
reuniones clandestinas se labraron las cadenas que nos han hecho arrastrar
con vilipendio(…); y en ellas en fin, a las sombras del misterio y del secreto,
meditan nuestra ruina sin que las arredre, ni las víctimas que han de inmolar, ni
los obstáculos que se las oponen.»
La situación continuó en este estado de cosas. Con un goteo ininterrumpido,
estudiantes, militares, clérigos o cualquier ciudadano podían ser objeto de
denuncia, de tal forma que en 1828 se publicó una Orden prohibiendo hacer
10. Véase Isaura Varela González «Las estampas obscenas de la Rúa del Villar 1828-1833» en A
patria enteira. Homenaxe a X. R. Barreiro Fernández Santiago de Compostela 2008
11. AHDS 1228/A
12. AHD TUY Circulares 1827-1829
Congreso Internacional 1810-2010: 200 años de Iberoamérica - 333
caso de los anónimos para iniciar una causa judicial. Al mismo tiempo, los
Bandos de la Alcaldía de Santiago recordaban a los vecinos la obligación de
mantener los buenos hábitos y la vigilancia de toda conducta sospechosa.
La relajación de las costumbres comenzó a ser un grave problema del que se
culpaba a las circunstancias pasadas. El 28 de febrero de 1829 el Rey mandaba
cumplir una R.O cuyos párrafos más significativos venían a demostrar cierto
cambio en la vida diaria de los ciudadanos
«Los escándalos públicos, singularmente las blasfemias y
juramentos, las palabras torpes y obscenas, la inobservancia de
las fiestas, la irreverencia en los templos y la falta de respeto a los
ministros de la Religión, se multiplican en términos que cada vez es
mayor el desenfreno, cundiendo progresivamente los vicios hasta el
punto de la desmoralización». Sin embargo, uno de los temas que
más molestaba a las autoridades era la «separación voluntaria de
matrimonios y los amancebamientos públicos, que causan tanto
más funesto ejemplo cuanto se notan hasta en personas de clase y
categoría».
13. AHD Tui. Circulares. La Inquisición fue suprimida definitivamente el 15 de julio de 1834 y pu-
blicada en la Gaceta el 17 del mismo mes