Está en la página 1de 11

“El éxito verdadero no proviene

de proclamar nuestros valores, si


no de ponerlos en práctica
consecuentemente todos los días”

QUÉ SON VALORES.


Los valores Morales son todas aquellas cuestiones que llevan al hombre a defender
y crecer en su dignidad en cuanto persona, el valor moral conducirá al hombre hacia
el bien moral, que como sabemos, es aquello que lo perfecciona, lo completa y
mejora. Los valores morales siempre perfeccionarán al hombre en cuanto ser
hombre, las acciones buenas, como ser vivir honestamente, decir la verdad y actuar
siempre pensando en el prójimo, jamás podrán contradecir el camino hacia la
perfección. En tanto, la elección por los valores morales es una decisión
absolutamente libre y no impuesta que tiene cada hombre, es decir, este decidirá si
opta por ellos o no, pero sin dudas, el hecho de elegirlos a estos tendrá el directo
efecto de hacerlo más humano y de otorgarle una calidad extra como persona.
IMPORTANCIA DE LOS VALORES MORALES
Los seres humanos tenemos valores con los que alabamos a las personas
positivamente (o al menos, en la mayoría de los casos es de forma positiva), pero
hay otros valores muchísimo más importante que éstos, son los llamados: valores
morales.
Mediante estos valores decidimos si hacer o no lo correcto en una determinada
situación, es decir, el si queremos o no llevar una conducta moral.
La vida sin cualquier tipo de valores no sería posible, ya que son nuestros valores y
nuestros ideales los que nos llevan a decidir lo más adecuado y lo más bueno (lo
más moral) para los demás y para nosotros mismos, en cada situación de nuestra
vida.
Si ni yo, ni nadie en este mundo tuvieran valores morales, actuaríamos básicamente
por instintos, ya que no sabríamos si lo que realizamos nos afecta de forma positiva
o negativa a los demás o a nosotros mismos.
Si en este momento en mi clase desaparecieran todo tipo de valores, no habría
ningún tipo de razonamiento sobre nada, ningún respeto hacia el profesor/a y
tampoco hacia los demás…, es decir, tendríamos una forma de pensar y de actuar
“un poco primitiva”.
Mi finalidad es tratar de explicar a todas las personas que lean esta redacción, que
la función que cumplen los valores en la vida de las personas es “encaminarnos”, o
al menos intentar encaminarnos, hacia una conducta moral, es decir, a razonar día
a día las cuestiones, los “acechos”… que se nos presentan de forma voluntaria,
involuntaria, como problemas…, intentando hacer lo más adecuado en cada
situación, y sin que nos afecte negativamente ni a nosotros mismos ni a los demás,
sino que nos haga ser un poco más felices al final de cada día.
LOS VALORES MORALES EN LA FAMILIA.
Los padres tienen la libertad para transmitir los valores que consideren más
convenientes para sus hijos, y siempre hay algunos principios que parecen básicos
para una convivencia social en armonía, como la amabilidad o la solidaridad.
Transmitir estos valores familiares nos resultará fácil y hará que poco a poco
configure la escala de valores de nuestros hijos.
Los valores en la familia remiten al establecimiento de comportamientos y actitudes
a los que se pone en un lugar de importancia. Los mismos son inculcados por los
padres a los hijos a veces de forma explícita y a veces de forma inconsciente, a
partir del ejemplo que se brinda. Para cualquier niño esta transmisión es de enorme
importancia, por lo menos hasta que tenga edad como para decidir si los valores
inculcados tienen fundamento o no. En general, a pesar de que los valores
inculcados sean puestos en duda en el futuro, lo cierto es que los mismos sirven
para generar un marco de comprensión del mundo.
La responsabilidad principal de la comunicación de valores en una familia
corresponde a los padres. Esta circunstancia está reconocida en tratados
internacionales de gran importancia; de hecho, está sugerida en la “Declaración de
Derechos Humanos”. Así, cabe a los padres el hecho de enseñar a sus hijos valores
que consideren adecuados de forma prioritaria. La escuela u otras instituciones
educativas a lo sumo podrán servir de auxiliares en esta tarea. Este reconocimiento
hacía los padres se debe principalmente al hecho de que son estos los que
generalmente tienen el mayor interés en el buen desarrollo del niño.
Es importante hacer notar que los valores que con mayor facilidad se inculcan son
aquellos que se demuestran con el ejemplo. Por el contrario, difícilmente se pueda
tratar de inculcar un valor que en la práctica se desdeña continuamente. En este
sentido hay que reconocer que en muchas ocasiones existe un claro defecto por
parte de los progenitores, que tienden a comportarse de forma muy alejada a
aquello que se pregona. Es importante tener en este aspecto un alto grado de
responsabilidad, puesto que los menores carecen de herramientas de análisis como
las que posee un adulto.
La adolescencia es el período en donde muchos de estos valores se cuestionan,
circunstancia que lleva a un comportamiento errático sin lugar a dudas. Este período
no solo es esperable sino que también es necesario para la constitución de una
persona desarrollada. En efecto, es durante estos momentos en los que comienza
a actuar el espíritu crítico de la persona, poniendo en la balanza que valores del
pasado deben mantenerse y hasta qué punto, evaluación que derivará en un
crecimiento como persona y el paso definitivo a la adultez. Por supuesto, esto debe
significar una ponderación constructiva del pasado.
BENEFICIOS DE LOS VALORES MORALES
Ponen rumbo a la vida
La mayoría de clientes están perdidos. Los valores son un buen punto de partida
porque les ayudan a establecer prioridades en su vida y descubrir cuán lejos o cerca
están de ellas.
Solo ese descubrimiento merece que te plantees trabajar con valores. Así les
ayudarás a que adquieran nuevamente el sentido de su día a día.
Facilitan la toma de decisiones
Si un cliente está frente a una decisión importante y no consigue desbloquearse, el
trabajo con valores le ayudará a despejar sus dudas.
¿Por qué? Pues porque pone lo que le importa encima de la mesa, sopesando cada
opción en función lo de que considera una prioridad para él.
De esta manera, el trabajo con valores le permita ganar perspectiva, desbloquease
y tomar una decisión con tranquilidad y seguridad.
Ayudan a conseguir objetivos
Los clientes tienen metas. El problema es que no todo se consigue con sólo
desearlo. Así pues, siempre surgen dificultades que nos alejan de su consecución.
Trabajar sus valores ayudará a que entienda qué valores necesita para alcanzar su
objetivo, analizando si existe alguna carencia o freno que le impide avanzar.
Por tanto, la clave está en que tome consciencia de qué está pasando para que
realice los ajustes necesarios y pueda proseguir su camino al éxito.
Permiten relacionarnos desde los valores
Cuando el cliente tiene conflictos con su pareja, socio o compañeros de trabajo
puedes utilizar los valores compartidos y percibidos.
Te cuento su significado antes de seguir.
Los valores compartidos son los que el cliente y otra persona o grupo de personas
consensuan que tendrán presente en su relación.
Por otra parte, los valores percibidos son aquellos valores que la pareja o
compañeros de tu cliente relacionan con tu cliente. Por ejemplo, la honestidad o el
liderazgo.
Independientemente de que tipo de valores decidas utilizar para ayudarle, esa
información o toma de conciencia facilitará que identifique de dónde proviene el
conflicto.
Vivir desde los valores
Hay un ejercicio que me funciona de maravilla. Es especialmente bueno para
clientes que se sienten muy perdidos y no saben por dónde empezar.
Lo primero que debes hacer es identificar sus valores fundamentales, los que le
mueven. Después debe honrarlos, es decir, hacer una pequeña acción cada día.
Esta acción provoca que entienda la importancia de los valores en su día a día.
Además, empieza a vivir de acuerdo con lo que de verdad le importa.

CONSEJOS PARA FOMENTAR LOS BUENOS VALORES MORALES EN LOS


HIJOS.
1. Enseñarles la práctica desde pequeños:
Es más fácil engendrar en nuestros hijos la cultura de los buenos hábitos y
costumbres desde pequeños, debido a que es más factible la enseñanza de los
infantes que instaurarlos en la etapa adulta.
2. Ser espontáneos:
Siempre cuando estén juntos disfruten del momento y compartan pequeñas
experiencias como al improvisar juegos o simplemente ver una película.
3. Brindarles consejos a nuestros hijos el buen uso de la tecnología:
En esta era globalizada, es nuestra responsabilidad como padres enseñar y guiar a
nuestros hijos, la labor de utilizar y darle buen uso a la tecnología, ya que es una
prioridad estar informados antes de difundir, postear o comentar algo en las redes
sociales.
4. Ayudarse mutuamente:
Si quieres forlacer los lazos familiares, anas de las mejores formas es ayudarse
mutuamente, por el simple hecho de que en circunstancias ya sean buenas o malas
siempre podemos contar con el apoyo de la familia. Como dice el dicho "La familia
primero".
5. Mantenerse siempre comunicados:
Ya sea en temas de parejas o en este caso familiar, la comunicación siempre será
fundamental en nuestros hogares, ya que resalta la importancia e interés por los
miembros de la familia. Además, fortalece los vínculos afectivos de la familia.
6. Practicar el respeto en el hogar:
Este es un consejo muy esencial para cada miembro de la familia, por el simple
hecho de que el valor del respeto es la base fundamental para la educación, actitud,
comportamiento y tolerancia de nuestros hijos en su vida futura.
7. Dar ejemplo:
Muchas veces hemos visto por las calles a niños realizando show por malcriadez,
tener comportamiento inadecuados y groseros con sus mayores, porque
normalmente imitan lo que ven en sus hogares. Para evitar ese tipo de evento, la
mejor forma sería darles el ejemplo de buena conducta.
REFLEXIÓN.
Cada uno de nosotros guía su conducta en base a unos valores
adquiridos y asumidos a lo largo de nuestra vida. Se trata de un
conjunto de principios, creencias y convicciones profundas con respecto
a cómo debemos actuar, estableciendo una base que nos sirva para
valorar la realidad y lo que debemos o no debemos hacer.
Actuar de forma inadecuada con ellos nos va a generar cierta sensación
de angustia y malestar, más acentuada conforme más importante es el
valor para nosotros, mientras que actuar de manera consistente con
ellos nos produce satisfacción y la sensación de haber hecho bien las
cosas.
VALORES MORALES

IMPORTANCIA DE LOS VALORES MORALES

De poco nos sirve tener muy buena salud, ser muy creyente o muy inteligente o vivir
rodeado de comodidades y lujos si no se es justo, bueno, o si no hacemos el bien,
por lo tanto el valor es captado como el bien, ya que se le identifica con lo bueno,
con lo perfecto o con lo valioso, pero hay cosas negativas que para algunos tienen
valor y significado, convirtiéndolos así en malas personas, elementos dañinos a la
armonía de la sociedad, con quién la convivencia es muy difícil; entonces el mal lo
vemos como la carencia y ausencia de bien. Es por eso que los valores hoy en día
se han ido perdiendo y como consecuencia tenemos a personas con una laxa,
distorsionada o nula introyección de la escala de valores y normas, estas personas
se dice que actúan de acuerdo a los anti valores.

TIPOS DE VALORES MORALES

En base a las múltiples acepciones reconocidas de manera oficial para el concepto


de valor (término de origen latino que puede hacer referencia a un costo, a la osadía
de alguien o a una situación de equivalencia entre dos o más objetos, entre otros
significados), es posible hallar diversas clases de valores. Uno de ellos es el de
carácter moral, un conjunto que engloba a cualidades propias del ser humano que
lo enriquecen como individuo y le permiten ser una persona de bien.

La lealtad, la honestidad, el sentido de solidaridad y el respeto son algunos valores


morales que pueden desarrollarse desde la infancia y que convierten a quien los
cultiva y los enseña en una especie de modelo o ejemplo a seguir. Los valores
morales bien podrían ser definidos como universales porque pueden ser adquiridos
y ejercidos sin limitaciones ni restricciones por toda la humanidad, pero existen
criterios que permiten presentarlos con mayor precisión de acuerdo a cómo llegan
a la vida de uno y el contexto en el cual se estiman. Así, pues, podríamos establecer
que hay valores morales de raíz familiar (adquiridos en el núcleo de la familia y
transmitidos de acuerdo a las creencias de los mayores), otros más personales
(conocidos en el seno familiar pero adquiridos por un individuo en particular de
acuerdo a sus propias consideraciones y elecciones) y hasta hay valores vinculados
a la moral con relevancia socio-cultural (ya que están condicionados por hábitos
culturales y pueden variar de acuerdo a tradiciones y pensamientos sociales).

CLASES DE VALORES MORALES

Respeto: Es apreciar y valorar las cualidades de los demás, tomando en cuenta


que tiene derechos.

Fidelidad: Es cumplir un compromiso que implica cariño a cualquier actividad, idea


o persona.

Responsabilidad: Asumir las consecuencias de tus actos o palabras.

Puntualidad: Hacer las cosas a su debido tiempo.

Tolerancia: Saber respetar a las demás personas en su entorno.

Honestidad: Es la congruencia entre lo que se piensa y como se actúa.


Caridad: El ayudar desinteresadamente a los demás, y la prestación de auxilios a
quien lo necesita.

Lealtad: Es la cualidad de las personas que tienen para cumplir acuerdos. Parecido
a la fidelidad.

Humildad: Es considerarse pequeño con respecto a lo que es trascendente o con


respecto a Dios (si es creyente).

Solidaridad: Dar apoyo moral o económico a quien lo necesita.

Generosidad: Dar y entender a los demás, sin esperar recibir a cambio.

Paz: Un estado de tranquilidad.

Sinceridad: Decir la verdad, y procurar que nuestra forma de actuar sea la misma
en todas las ocasiones y con todas las personas.

Coherencia: Mostrar que somos personas de una sola pieza, siempre actuando
con respecto a nuestras ideas y principios.

Integridad: Vida en concordancia con nuestro estado de conciencia más elevado.

Lealtad: La lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás.
Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos.

Constancia : Firmeza y perseverancia en las resoluciones, en los propósitos o en


las acciones.

Devoción: Es la disposición de la voluntad para cumplir con prontitud lo propio de


una relación. Por ejemplo, un hombre devoto a su esposa.

Fidelidad: (persona fiel) Se refiere a la persona cuyas acciones no traicionan la


confianza puesta en ella, esto es, cuyo comportamiento corresponde a lo que exige
de ella el amor, la amistad, el deber, etc.

También podría gustarte