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Benemérita Universidad Autónoma de

Puebla

Facultad de Filosofía y Letras

Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica

Investigación documental

“El papel de los niños en las leyendas


mexicanas: La bruja y los Aluxes”

Integrantes:
Limón Alarcón Ana Luisa
Pérez Varillas Michel Adriana
Ramírez Rosas Arely
Rocha Díaz Abigail

Otoño 2017
“El papel de los niños en las leyendas mexicanas: La bruja y los

Aluxes”

Hipótesis: El papel desempeñado por los niños en la leyenda de “La Bruja” y “Los
Aluxes” es principalmente de víctimas.

Preguntas de investigación:

¿Cuál es el “modus operandi” de las brujas con respecto a los niños?

¿Cuál es el “modus operandi” de los Aluxes con respecto a los niños?

¿Los niños son siempre víctimas en algunas variantes de estas leyendas?

¿En qué casos los niños no son víctimas?

Objetivo general: Determinar y establecer el papel que desempeñan los niños en


las leyendas mexicanas: “Las Brujas de Atlixco” y “Los Aluxes”.

Objetivos particulares:

• Detectar las similitudes que puedan existir en ambas leyendas sobre el


papel que desempeñan los niños.
• Encontrar las diferencias del papel de los niños presente en las leyendas.
Justificación

La presente investigación tiene como objetivo determinar y establecer el papel que


desempeñan los niños en las leyendas mexicanas “La Bruja” y “Los Aluxes” con la
intención de observar si los niños son siempre víctimas de estos seres
sobrenaturales. Debido a que el infante ha sido un personaje poco estudiado hasta
nuestros días y el estudio acerca de ellos es escaso, se pretende que este trabajo
dé pie a futuras investigaciones en las que se profundice en el tema y se abarquen
no solo las leyendas presentadas sino también otras leyendas del país o incluso
extranjeras.

Planteamiento

Los estudios de leyendas con los que se cuenta en la actualidad giran en torno a
muchas temáticas, pero son pocos los que toman en cuenta al niño, como ejemplo
tenemos el trabajo de Morote Magán, (s.f.) que estudia el valor didáctico que tienen
las leyendas en la educación básica de niños y jóvenes. Sin embargo, dicho trabajo
no contempla al niño como un personaje de estudio dentro de la leyenda. Por lo que
la presente investigación se centrará en las leyendas mexicanas, leyendas de
orígenes distintos y antiguos pero que se encuentran vigentes en la memoria
colectiva.

Las leyendas que se toman en cuenta para el desarrollo del trabajo son “Las
brujas” y “Los aluxes”, con el fin de determinar el papel desempeñado por los niños.
Así que el propósito de esta investigación será comprobar, a través de registros
documentales realizados anteriormente, si tanto las brujas y los Aluxes tienen
preferencia alguna por hacer de los infantes sus víctimas preferidas. Para ello se
recurrirá a fuentes secundarias y primarias, encontradas en el acervo tanto
académico, como popular de la red. Todo esto con la finalidad de exponer las
variantes y coincidencias que presenta el rol jugado por los niños en ambas
leyendas.

Para el trabajo se considerara específicamente el texto de “Las brujas de


Atlixco”, mujeres con poderes mágicos que se presentan como bolas de fuego y
atemorizan a la comunidad, amenazando con robarse a los niños y chuparles la
sangre. Para los Aluxes se tomó en cuenta el texto “Los Aluxes, leyenda maya”,
seres pequeños, que se asemejan a los hombres, vestidos con indumentaria
tradicional, guardianes de la naturaleza y de la milpa, exclusivos de la zona Maya.

El interés de hacer esta investigación surge a raíz del escaso o nulo trabajo
relacionado con el tema. Por tal motivo, nos dimos a la tarea de investigar e indagar
en dicho tema para, en un futuro, dar pie a la realización de más trabajos que
profundicen en la problemática.

Introducción

Desde los principios de la Humanidad, el hombre ha sido influenciado por el entorno


y el mundo que lo rodea, encontrándose curioso por todo lo que le sucedía y dejando
registros de lo que veía, dando inicio a lo que posteriormente fue la tradición y
cultura de una población determinada. Así, comenzaron los planteamientos y la
búsqueda de explicaciones a los distintos hechos que acontecían; se comenzó a
brindar una creencia que buscaba dar una explicación a los fenómenos de la vida
cotidiana, por lo que surgieron los mitos y las leyendas.

La leyenda es una expresión literaria tan antigua como el ser humano, por lo
cual no se puede establecer su origen con exactitud, ésta nació espontáneamente
como una expresión colectiva de los hechos verdaderos coexistentes con
elementos fantásticos y maravillosos que se conservan en la tradición oral de un
pueblo. La leyenda pertenece al folclore y por ello corresponde a la más arraigada
sabiduría de un pueblo, no pretende explicar lo sobrenatural; es un relato que, a
partir de hechos y personajes reales, hace resaltar algún atributo o característica de
un pueblo, región o ciudad. La leyenda no pretende explicar nada, sino relatar un
suceso. Tiene un fin moralizante y didáctico.

Una leyenda es un relato o serie de sucesos imaginarios o maravillosos. La


cual está plagada de diversos personajes, éstos pueden ser seres fantásticos o
sobrenaturales. Para José Manuel Pedrosa (2004) la leyenda oral y tradicional es:
Una narración por lo general breve, no compleja, y formada por uno o por unos pocos
“motivos” o peripecias narrativas. Su contenido tiene elementos sorprendentes,
sobrenaturales o difícilmente explicables desde puntos de vista empíricos, pero se percibe
como posible (e incluso a veces como real, auténtico y hasta experimentado en persona) por
el narrador y por el oyente.

De acuerdo a T. Todorov (1981) “El héroe tiene una superioridad (de grado) sobre
el lector y las leyes de la naturaleza; es el género de la leyenda o del cuento de
hadas”. Dichos seres son capaces de realizar acciones asombrosas como volar o
desaparecer y por esta razón los personajes humanos a veces quedan relegados a
un segundo plano.

La leyendas en México son parte de su folclore y cultura, como ya se ha


mencionado, involucran una tradición oral, es decir que durante generaciones se
han contado estas asombrosas narraciones, mientras estaban haciendo uso de la
oralidad para que después otras personas las contaran. Estas narraciones están
presentes en cada rincón del país, y como tienden a transformarse con el paso del
tiempo, cada estado y pueblo tiene distintas variantes de la misma leyenda, aunque
también hay leyendas que solo son características de una zona. Debemos recordar
que una leyenda no es solamente un relato si no que contiene muchas datos
históricos de manera sutil, así como también se tienen algunos aportes
maravillosos.

Es interesante ver como aún se preservan las leyendas a pesar del largo
tiempo trascurrido desde su inicio, y el motivo por el cual todavía podemos disfrutar
de estas narraciones es porque las poblaciones tienen la costumbre de platicarla y
contarla a sus familiares principalmente, así que cuando se cuenta una leyenda
estamos preservando parte de la historia de México.

Por otra parte, el papel que puede desempeñar un niño en un relato como
éste es inferior o poco importante. Por tal motivo, el presente trabajo abordará la
temática del papel que desempeñan los niños en las leyendas mexicanas: “Las
Brujas” y “Los Aluxes”.
El interés por abordar dicho tema surgió a raíz del poco estudio relacionado
a esta problemática. Para ello, se tomarán las leyendas de “Las Brujas de Atlixco”
y “Los Aluxes, leyenda Maya”, ya que están presentes en el territorio mexicano,
principalmente en el centro y sur del país.

Dicho trabajo contara con los siguientes apartados:

1. Los Aluxes.
1.1 Los Aluxes y los niños.
2. Las Brujas.
2.1 Las brujas de Atlixco.
3. Coincidencias y variantes entre ambas leyendas

Finalizando con una conclusión en la que se englobe los aspectos relevantes


desarrollados en el cuerpo del trabajo y que afirmen la hipótesis ya expuesta.

1. Los Aluxes

En lo recóndito de la selva maya existe, entre muchas otras, una leyenda sobre
unos pequeños seres que se asemejan a los duendes occidentales, pero que
proviene de una cosmovisión totalmente distinta. En este apartado se relatará lo
que son los aluxes, para luego exponer el papel de los niños en esta leyenda.

El origen de la leyenda se ha difuminado en el tiempo, pese a esto el mito se


encuentra vigente en los pueblos mayas. Con base en representaciones
pictográficas y esculturas se teoriza que es de origen prehispánica, de la época
clásica maya. Podemos observar estas representaciones en la zona arqueológica
de Cobá en Quinta Roo y Yaxchilan en Chiapas. Sin embargo, hay teorías que
ubican el origen de estos míticos seres ya en la colonia, cuando los indígenas fueron
obligados a abandonar el culto a sus figuras de barro y adorar a figuras de madera
que representaban santos católicos. Las figuras de barro abandonadas se
transformaron en los Aluxes.
La cultura maya se encuentra ubicada en la zona sur de México y está
constituida por distintos pueblos y lenguas. Es por esta variedad que existen
distintas versiones de la leyenda de los Aluxes, pero todas coinciden en la
descripción física de estos seres como hombres, la mayoría de las veces mayores
pero del tamaño de niños de cuatro o cinco años, ataviados con la indumentaria
tradicional maya. En caso de que decidan permanecer invisibles se presentarán
como viento o como sombras.

Los Aluxes son reales, así lo creen miles de personas, los han visto, oído,
han sido sus víctimas, “su presencia, argumentaron, se constata en los frecuentes
ruidos extraños, carcajadas, sombras, figuras que se desvanecen, y cosas que
cambian de lugar, o fallan sin explicación” (Villanueva, 2014, pág.98). Se encuentran
inmersos dentro de la cultura popular maya y aun con el paso del tiempo y la
influencia de otras culturas, la mayoría de la población de estas comunidades cree
en ellos. Incluso pueden encontrarse referencias de ellos en la literatura, un ejemplo
de ellos es Hernán Lara Zavala1 que en su cuento La conjura de los Aluxes (2013)
junto con su conocimiento de primera mano del mito maya, complementa su historia
agregándole información respecto a estos seres

Por lo general son espíritus chocarreros e inofensivos que se divierten con todo tipo de
bromas, travesuras y diabluras: esconden las llaves, lentes, documentos, papeles, plumas,
la cartera, dinero y libros, que son los objetos que más frecuentan.

A los Aluxes también se les nombra “Saiyabuicoob”, que quiere decir moderadores.
Son astutos y misteriosos enanitos que alzaron con sus propias manos ciudades
majestuosas e inolvidables, pero que prefieren trabajar en la oscuridad y que tienen
que ser cuidadosos, ya que en caso de que el sol los sorprenda pueden convertirse
en piedra. Por tal motivo ellos no salen de sus escondites y rara vez se les puede
ver de día, tal como lo afirma Lara:

1
Escritor yucateco. Profesor de la FFyL; director de Literatura en Difusión Cultural de la UNAM; coordinador
del Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas, coordinador del Programa del
Posgrado en Letras en la FFyL; coordinador general de Difusión Cultural de la UAM. Gerente Editorial del Fondo
de Cultura Económica y Director General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM (2002-2004).
En épocas antiguas ellos se comunicaban a través de un camino suspendido sobre el cielo
al que les gustaba llamar “zacbé” (sendero blanco o cuerda vibrante) que para ellos
representaba un “puente celeste”. Por este medio les llegaba bebida y comida a esos seres
enigmáticos que son los pobladores de las ciudades de piedra. Estas figuritas se despiertan
en la noche y andan pero hay que evitar verlos porque producen mal viento. (2013)

Otra de las principales características que probablemente los familiariza con


nosotros como seres humanos y que nos hace saber que no estamos tan
distanciados, es la similitud tan particular de que son seres pensantes y liricos

[…] en algunas ocasiones, cuando un hombre está en estado de ebriedad logra ver aluxes.
Y sucede que estos pícaros seres también son aficionados al alcohol, y cuando el aluxe bebe
también se hace visible a los humanos porque cuando ambos, hombre y aluxe, están
borrachos, se parecen entre sí. (Lara, 2013).

Regresando a la concepción popular, se sabe que la función principal de los Aluxes


en el mundo es la de proteger la naturaleza, para eso fueron creados por H-
meno’obb y Chilamo’ob (Villanueva, 2014) a partir de figurillas de barro a las que
les dieron vida. Los campesinos les ofrendan agua, comida, maíz, pozol, a cambio
de que cuiden sus cultivos, porque cuando están felices, la tierra será fértil, cuando
no, no habrá cosecha alguna.

1.1 Los Aluxes y los niños

Nancy Villanueva (2014) realizó un estudio de campo en el pueblo de Tepich,


Carrillo, en los límites entre Campeche y Yucatán, con una población
mayoritariamente maya, dedicada al cultivo en su generalidad, pero debido a la
crisis, se ha visto obligada a ocuparse en otras cosas en la vecina Mérida. En este
estudio dedica un apartado a la concepción que tienen los niños y las niñas de los
Aluxes. Nos expone que, efectivamente, la gran mayoría de los infantes
entrevistados cree en la existencia de estos seres, pero debido a la influencia de la
cultura predominante o popular algunos niños les atribuyen características que
corresponden más con duendes occidentales, o personajes populares como Yoda
(Star Wars) o Campanita (Disney). Sin embargo, casi todos conservan la
concepción más tradicional de estos, como hombres pequeños ataviados con
vestimenta tradicional.

Villanueva (2014) observó que existe la tendencia de concebir a los Aluxes


como entidades malvadas, ignorando su principal función de cuidar a la naturaleza
y a los cultivos. La población piensa que éstos se dedican exclusivamente a hacer
travesuras y que son perjudiciales para las personas. Se van alejado poco a poco
del mito tradicional, viéndose influenciados por una cosmovisión más occidental,
que delimita el bien y el mal y que los hace desconfiar de las criaturas mágicas.

Es de conocimiento general en estas áreas, que a los Aluxes les gusta molestar a los niños,
se cree que son las victimas favoritas de sus travesuras, no se encontraron documentos que
respalden esto, mas, a lo ancho de la red, se logran encontrar testimonios de personas
mayores que afirman la predilección de estos seres por los infantes. (Zapata, 2008).

Debido a esta falta de testimonios documentados que presenten a los niños como
la victima predilecta de los Aluxes, no se puede concluir con certeza que ese es el
papel de la infancia dentro de este mito. Sin embargo, entre las búsquedas
realizadas se encontró una variante que parece indicar lo contrario. La variante nos
relata que antiguas poblaciones mayas creaban a estos seres con barro virgen y,
en algunos casos, se cuenta que se le derramaban algunas gotas de sangre para
que el aluxe tenga un vínculo más fuerte con su creador, el cual debía elaborarlo
durante 7 semanas ya que solamente se podía hacer los viernes y no debían medir
más de dos palmos, se le hacían oraciones y ofrendas, para que cobrasen vida y
se dejaban en lugares ocultos, los cuales debían proteger. Eran usualmente puestos
en las milpas para cuidar la cosecha de los animales y los ladrones, a los cuales les
tiraban pedradas al entrar sin permiso en esos lugares.

En caso de que la cosecha no fuera buena o estuviera en malas condiciones,


estos cambiaban las cosechas con las más bonitas que encontraban. Al morir su
creador, estos traviesos hombrecitos quedaban al servicio de “Yum-kaax“, dios del
maíz. Y cuando aquella propiedad era reconocida por otro dueño, los aluxes les
hacían maldad a las personas y a sus cultivos, bromas tan pesadas como apedrear
su casa para no dejarlos dormir, maltratar a sus animales como perros o gallinas, e
incluso hacerse visibles para asustar a los niños. El nuevo propietario debía
ofrecerles tanto comida como oraciones, de las cuales la miel y el pozol de maíz
eran sus favoritas, aceptando así al nuevo amo; al cual debían servir. Los aluxes
podían vivir cientos de años e incluso aún siguen por ahí esperando a alguien con
quien jugar.

En esta parte de la leyenda podemos comprobar que nuestra hipótesis se


cumple. Efectivamente, los niños, en este caso, desempeñaban un papel de
victimas ya que eran asustados por estos hombrecitos con motivo de venganza.
Aunque, se podría decir que esa acción está justificada, debido a que los aluxes
simplemente lo hacían como consecuencia de una falta de respeto de las personas
mayores, hacía la memoria de sus antiguos creadores o dueños.

2. Las brujas

En todas las culturas existe el mito de las brujas, o similares. En Europa este tuvo
su auge entre los siglos XV y XVIII; cuando miles de personas, principalmente
mujeres, fueron acusadas de hechicería y condenadas a muerte. Las brujas son
mujeres que se hacen aliadas del maligno, realizando un pacto con el mal.

Cuando llegan los españoles a América traen consigo sus mitos y sus
leyendas, acá se encuentran con sus pares y se forman un sincretismo. Las brujas
de México son distintas a las brujas de otras geografías, tendrán algunas similitudes,
pero son particulares y justamente esas particularidades las hacen únicas.

…hubo en el mundo náhuatl unas mujeres llamadas Mometzcopinqui o Mometzcopiniani que


practicaban la magia maléfica y que se caracterizaban por su poder para "arrancarse las
piernas" o "desarticularse los huesos de los pies". Y, según Luis Weckmann, también es
notable el parecido que hay entre Tlazolteotl, la diosa protectora de los hechiceros
mexicanos, y "las sacerdotisas de los cultos de la fertilidad en la Europa precristiana": ambas
volaban por los aires montadas en un palo. (Palafox, E. s.f.)

Lo anterior podría considerarse un antecedente importante de las brujas en el


territorio mexicano, antes de la Colonia.
2.1 Las brujas de Atlixco

Unas de las leyendas más conocidas en Puebla, principalmente centro y sur del
estado, es la leyenda de “las brujas de Atlixco”, brujas con un origen poblano. Esta
leyenda relata que todas las madres rezaban cuando llegaba la noche; se
santiguaban, oraban para que las bolas de fuego que se observaban desde lejos en
el cerrito de San Miguel no volaran cerca de sus casas, se persignaban y
persignaban a sus criaturas, niños de cinco años hasta los recién nacidos que
eran los favoritos de las desagradables y feas brujas.

Todos se encerraban desde las ocho de la noche por miedo a toparse con
una de ellas, se decía que llegando la noche se quitaban las piernas, las
acomodaban a un lado de la hornaza del fogón y se ponían las patas de un
guajolote, luego se arreglaban el pelo para no estar tan feas y se subían en escobas
hechas con ramas secas y salían volando por las puertas o ventanas; al llegar al
cerro de San Miguel, se juntaban y esperaban a que llegaran más para lanzarse al
vacío desde la plazuela que está al pie de la escalera de piedra, pues no se les
permitía subir más cerca de la capilla; y casi cuando llegaban al suelo, se prendían
como bola de fuego para comenzar a volar por dos o tres horas, tratando de oler
o ver una buena carnada de niños u hombres tomados, o enamoradizos.

Las madres después de acostar a sus hijos en sus petates cerraban y


atrancaban bien las ventanas y puertas, colocaban sus veladoras cerca de sus
santos y después de orar, sacaban cruces de ocote, de estacas y tijeras cruzadas
para ponerlas cerca de las puertas, bajo el petate y la almohada para proteger a los
niños de las brujas chupadoras, porque cuando no encontraban obstáculos,
llegaban y chupaban la sangre del niño en el cuello o en un pie hasta dejarlo
casi muerto. La gente del pueblo ya no subía al cerro después de las 9 de la noche,
incluso después del paso de muchos años, todavía se llegó a ver el cansado vuelo
de una bola de lumbre por las laderas del “cerrito”, como señal de que las brujas
todavía quieren seguir “chupándonos” la sangre.

En esta versión es más evidente el papel de victimas que toman los niños en
la historia. Las brujas acechaban a los recién nacidos por la pureza de su sangre e
incluso atacaban a niños de no más de cinco años, todo con la intención de saciar
su sed, mantenerse jóvenes y con una apariencia menos repugnante.

3. Coincidencias y variantes entre ambas leyendas

Las similitudes entre la leyenda de las “Brujas de Atlixco” y la de los “Aluxes”


consisten en que los niños sí tienen una relevante importancia en ambas historias
como personajes secundarios. Si bien es cierto que en la leyenda de las brujas éstos
adquieren un papel de victimas más arraigado y sanguinario, en la leyenda de los
aluxes también cumplen la misma función aunque en un grado menor de victimados,
ya que solo se podría ejercer algún tipo de violencia en ellos.

Claro está que las diferencias entre ambas son notorias, ya que en la leyenda
de las brujas el papel de víctimas se cumple de una manera tan completa que la
vida de los niños puede llegar a su fin, mientras que en la leyenda de los aluxes, los
niños solamente sufren leves espantos y travesuras por parte de estas criaturas.

Es importante mencionar que no se tomaron en cuenta la totalidad de


variantes que puedan existir de ambas leyendas, ya que nos limitamos a los autores
y versiones antes mencionados, por lo que con este trabajo se abre el camino a
futuras investigaciones que profundicen más en el tema.

Conclusiones

Mientras que en el mito de las brujas el papel de los niños se encuentra plenamente
delimitado como el de las victimas predilectas de estas debido a su inocencia, su
alma y su carne tierna, hecho que consta en los numerosos relatos registrados y
documentados. En el mito de los Aluxes la parte que juegan los niños no está del
todo clara, pues se dice que a estas criaturas les complace hacer travesuras a los
pequeños, pero no existen evidencias que demuestren como se dan estas
travesuras. No se lograron encontrar testimonios directos de los niños, o
documentos que respalden tal afirmación.
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