Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TRABAJO DE D.PENAL ESPECIAL Oficial
TRABAJO DE D.PENAL ESPECIAL Oficial
ÍNDICE
1. NOCIONES GENERALES
A modo introductorio, analizando los códigos penales anteriores que tuvimos nos
damos cuenta que por ejemplo el Código Penal de 1863 no regulaba en ninguna parte
el homicidio imprudente, luego el Código Penal de 1924 incorporó una regla en el artículo
156°. Por consiguiente, nuestro código sigue la misma línea del Código Penal derogado.
En la actualidad vemos que la mayoría de veces que acontece este tipo de homicidio
se da en el ámbito del tránsito automotor, así lo determina los datos estadísticos oficiales
y en la jurisprudencia.
2. IMPUTACIÓN OBJETIVA
3. IMPUTACIÓN DE LA CONDUCTA
Es decir que actúa culposa o imprudentemente aquel que omite a diligencia debida,
por lo tanto, se trata de una infracción del deber de cuidado (normas de conducta
exigibles para el caso)
Se distinguen:
Finalmente debemos de decir que los delitos culposos tienen una penal muy baja
debido a su naturaleza, es correcto imputar responsabilidad penal al autor no obstante se
debe de disminuir la imputación personal, lo que se refleja al momento de la determinación
de la pena.
Posteriormente debemos analizar otro supuesto en el que se da la denominada
concurrencia de culpas en los que el sujeto pasivo es quien crea un riesgo no permitido
de mayor intensidad y en menor medida del sujeto activo.
Por último, también se puede dar la concurrencia de culpas de igual intensidad que se
presenta cuando ambos sujetos simultáneamente crean un riesgo no permitido de igual
intensidad para la afectación de un bien jurídico cuyo titular es el sujeto pasivo, el sujerto
activo en algunos casos no debe ser sancionado por tres motivos
a) La infracción del deber de cuidado del sujeto activo no fue la única que produjo la
lesión del bien.
b) En principio de ultima ratio, resultaría cuestionable sancionar penalmente actos que
podrán ser solucionados en materia civil.
c) Finalmente, el principio indubio pro reo (favorabilidad al imputado)
5. IMPUTACIÓN SUBJETIVA
Aquí debemos determinar si el peligro causado pudo ser conocido po el sujeto, por lo
tanto, se indaga sobre la cognoscibilidad: se entiende como exigibilidad del conocimiento
del peligro que se determinará en el caso concreto, atendiendo a todas las circunstancias
objetivas concurrentes, y previsibilidad: se trata tanto desde una perspectiva objetiva-
posibilidad de previsión de cualquier ciudadano prudente en la producción de un
resultado típico- y la previsibilidad individual o personal- posibilidades concretas del
agente en las circunstancias en las que actuó. Estas 2 categorías siempre se encuentran
relacionadas.
Ahora, existe culpa consciente cuando el sujeto previó el proceso que af3ectó al bien
jurídico, el mismo que exigía un cuidado determinado. La culpa inconsciente se presenta
cuando el sujeto no previó el proceso que afecto al bien jurídico que exigía un cuidado
especial.
Por otro lado, siempre debemos tener bien en claro la diferencia que existe entre la
culpa consciente y dolo eventual. Así, la culpa consciente se presenta si la actitud del
sujeto es de confianza en que no se producirá el resultado. Pero si la actitud del sujeto
es la de contar con la posible realización del hecho, estaremos ante el dolo eventual (#).
Cabe recalcar que el error de tipo es una figura que si puede ser aplicada a los delitos
imprudentes en general. Se afirma que el desconocimiento del peligro es siempre
desconocimiento de una circunstancia objetiva que concurre en la situación, por lo que
si estaríamos ante una forma de error de tipo. El error de tipo suele presentarse
principalmente en dos casos: Primero, sobre la valoración del autor sobre su capacidad
de poder mantener un control del riesgo que su conducta origina, en los casos en que
posee el control de esta. Segundo, el desconocimiento del autor sobre la efectiva
peligrosidad de su conducta.
7. AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN
Por otro lado, no puede olvidarse tampoco que la participación solo tiene sentido en
el ámbito de los delitos dolosos, por cuanto el participe, esto es, el instigador, el
cooperador o el cómplice han de actuar con conocimiento y voluntad de participar en un
hecho doloso ajeno.
Ejemplo, el copiloto que le indica al conductor del automóvil que reanude la marcha;
pues el semáforo presenta luz verde, y el conductor acata dando lugar a la muerte de un
peatón. Ambos son autores y de ninguna manera coautores.
Los delitos imprudentes son delitos de dominio. En estos delitos, el autor es aquel que
se encuentra ante la posibilidad de realizar una acción peligrosa que está subordinada
a un deber de cuidado que incide sobre la forma y modo de ejecución.
8. ANTIJURICIDAD
Nuestro Código Penal se refiere a la Legítima defensa (artículo 20, inciso 3, Código
Penal), el estado de necesidad agresivo (artículo 20, inciso 4 y 5, Código Penal) y
creemos que de hipótesis excepcionales que no ocurren frecuentemente y es posible
que esa sea la razón por la que nuestra jurisprudencia casi no las ha desarrollado.
Para el caso de la legítima defensa deben presentarse los tres requisitos: agresión
ilegítima, defensa racional y falta de provocación suficiente (que no lo hayas provocado
para que te agreda).
Por ejemplo, el sujeto herido de bala que está desangrándose, pero aún puede
conducir su vehículo rumbo a un hospital, decide introducirse por una vía más cercana
al hospital contra el sentido del tránsito, arrollando a un menor quien muere.
9. TIPOS CUALIFICADOS
En efecto, el legislador no podía ser ajeno a tales circunstancias y así los ha previsto
como agravantes los siguientes comportamientos:
En este supuesto el sujeto, activo, con una sola conducta típica produce la muerte de
dos o más personas. La pluralidad de victimas es una circunstancia agravante de la
pena, que no multiplica el delito, porque a pesar de la pluralidad de resultados delictivos
sigue siendo una sola la culpa del autor, por lo que se ha entendido que no es correcto
calificar el hecho en razón del resultado.
Al referirse el tipo penal a victimas solo se está refiriendo a las personas que han
perdido la vida y no a aquellas que pueden haber quedado heridas. Es decir, si a
consecuencia de la acción culposa solo una pierde la vida y las demás personas quedan
heridas, la agravante no se configura. La agravante se justifica por la extensión del
resultado ocasionado a consecuencia de una acción culposa temeraria por parte del
agente.
Los deberes objetivos de cuidado no son iguales para todos, sino dependen de la
concreta función social que desempeña el titular del deber en su quehacer profesional o
técnico. Ello tiene plena justificación en el hecho que al desempeñarse en actividades
que exigen del agente la máxima diligencia en observar las reglas técnicas que le son
propias su inobservancia y como consecuencia de ello se produce un resultado letal de
determinada persona, sin duda, hacen más reprochable la acción del sujeto activo.
Este tipo penal señala que la pena privativa de libertad será no menor de cuatro años
ni mayor de ocho años e inhabilitación, si la muerte se comete utilizando vehículos
motorizados o arma de fuego, estando el agente bajo efecto de drogas, estupefacientes,
sustancias psicotrópicas o sintéticas, o con presencia de alcohol en la sangre en
proporción mayor de 0.5 gramos/litros, en el caso de transporte partículas, o mayor de
0.25 gramos/litros en el caso de transporte público de pasajeros, mercancías o carga en
general.
11. CONCLUSIONES
- Podemos verificar que cuando hablamos del homicidio culposo, y en general en
cualquier tipo imprudente; debe añadirse como criterio de la imputación objetiva de
la conducta al deber de cuidado y esto tanto en su forma objetiva y subjetiva.
Objetiva; el sujeto debe velar por realizar su acción conforme al cuidado exigido
en la vida social y esto implica 2 presupuestos:1) Previsibilidad 2) Reglas de Cuidado.
Subjetiva; el deber objetivo de cuidado debe de ser individualizado a las
circunstancias del caso concreto; y conforme a los conocimientos y capacidades del
sujeto en cuestión.
- En cuanto a los tipos cualificados podemos concluir que al establecer que para el
transporte público basta con que el conductor posea 0,25ml de alcohol por cada litro
de sangre, mientras que para el transporte privado se admita que el sujeto tenga
hasta 0,5ml de alcohol por cada litro de sangre; debido a que es más reprochable un
delito imprudente producido por un transporte público por generar peligro a una
mayor cantidad de personas que en el caso del transporte privado.
- Finalmente podemos identificar que para tanto para los homicidios imprudentes y
dolosos, se debe de aplicar los mismos criterios de imputación objetiva, a diferencia
del deber de cuidado que se aplica para todos los tipos imprudentes en general.
BIBLIOGRAFÍA
- F. VILLAVICENCIO TERREROS, “D. Penal General”, pg. 253 – 259, Año 2010.
Editorial Grijley, Lima, Perú.
- Universidad Peruana Los Andes “Manual de Derecho Penal Especial”, Tomo 1,
pg. 18 – 30, Año 2013, Editorial San Marcos, Lima, Perú.
- CLAUSS ROXIN, 1999, pg. 371, núm. 55
- FRANCISCO MUÑOZ CONDE/ MERCEDES GARCÍA ARÁN, “D. Penal Parte
General” 9na edición, pg. 301-313.
- F. VILLAVICENCIO TERREROS, “D. Penal Parte Especial”, pg. 253-279, Año
2017. Editorial Grijley, Lima, Perú.
- JAKOBS, 1995, pg. 254
- Derecho penal parte especial – Ramiro Salinas Siccha / vol. 1, año 2010