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CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO

DEL DERECHO CONTRA ACTOS ADMINISTRATIVOS DISCIPLINARIOS DE


RETIRO TEMPORAL O DEFINITIVO DEL SERVICIO – Cómputo / CADUCIDAD
DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL
DERECHO CONTRA ACTOS ADMINISTRATIVOS DISCIPLINARIOS CUANDO
NO EXISTIERE ACTO DE EJECUCIÓN – Computo / CADUCIDAD DEL MEDIO
DE CONTROL DE NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO – Cuatro
meses desde la firmeza del acto que se enjuicia / CADUCIDAD – Efecto /
RECHAZO DE LA DEMANDA

Cuando se profiera un acto administrativo a través del cual se ejecute la sanción


disciplinaria, es a partir de este que se iniciará el cómputo de los términos para la
interposición de la demanda de nulidad y restablecimiento del derecho, por tener
una incidencia directa en la terminación de la relación laboral. (…). En razón a que
en el presente caso no se profirió por parte del Departamento del Caquetá un acto
de ejecución de acuerdo al artículo 172 del CDU a través del cual se materializara
el correctivo disciplinario de destitución impuesto por cuanto el señor Ramón
Montoya había renunciado con anterioridad; los oficios referidos por este no tienen
relevancia frente a los extremos temporales de la relación laboral y, bajo este
entendido el término de caducidad con el que contaba el interesado para acudir
ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo con el fin de controvertir la
legalidad de los fallos disciplinarios, se debe empezar a contar desde la ejecutoria
del fallo proferido en segunda instancia. (…). Se colige por tanto que
transcurrieron más de cuatro meses entre el día siguiente a la ejecutoria del fallo
disciplinario de segunda instancia y la radicación de la demanda, lo que genera la
consecuencia prevista en el artículo 169 del CPACA por la configuración de la
caducidad. Finalmente si bien el 1.º de julio de 2014 la entidad demandada
rechazó por improcedente una solicitud de adición o aclaración que presentó una
de las partes con respecto al fallo de segunda instancia, y si solo en gracia de
discusión tomáramos esa fecha como punto de partida para el cómputo del
término de caducidad, a igual conclusión se llega con respecto a la no
presentación oportuna, porque el término de 4 meses se vencía el 2 de noviembre
de 2014 y como ya se expuso la demanda se radicó el 4 de noviembre de ese
año. En conclusión, el señor William Ramón Montoya presentó la demanda de
nulidad y restablecimiento del derecho por fuera del término consagrado en el
artículo 164 numeral 2, literal d); razón por la cual operó el fenómeno de la
caducidad del medio de control, tal como lo declaró el a quo.

NOTA DE RELATORÍA: En relación con el cómputo del término de caducidad del


medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho contra actos
administrativos disciplinarios que den lugar al retiro temporal y/o definitivo del
servicio, ver: Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Segunda, auto de
unificación de 25 de febrero de 2016, radicación: 1493-12, C.P.: Gerardo Arenas
Monsalve.

FUENTE FORMAL: DECRETO 01 DE 1984 – ARTÍCULO 136 / LEY 734 DE 2002


– ARTÍCULO 44 / LEY 734 DE 2002 – ARTÍCULO 172

CADUCIDAD DE LA ACCIÓN JUDICIAL – Concepto

La caducidad ha sido considerada como un instrumento a través del cual se limita


el ejercicio de los derechos individuales y subjetivos de los administrados, en
desarrollo del principio de la seguridad jurídica, bajo criterios de racionalidad y
suficiencia temporal para la reclamación judicial de los derechos. Por consiguiente,
esta figura no debe considerarse en forma alguna como una violación o
desconocimiento de la garantía constitucional del libre acceso a la administración
de justicia.

NOTA DE RELATORÍA: Sobre el concepto de caducidad, ver: Consejo de Estado,


Sección Segunda, Subsección B, sentencia de 8 de mayo de 2014, radicación:
2725-12, C.P.: Gustavo Eduardo Gómez Aranguren.

FUENTE FORMAL: LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 169

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN SEGUNDA

SUBSECCIÓN A

Consejero ponente: WILLIAM HERNÁNDEZ GÓMEZ

Bogotá, D.C., cuatro (4) de octubre de dos mil dieciocho (2018).

Radicación número: 18001-23-40-000-2017-00161-01(0237-18)

Actor: WILLIAM RAMÓN MONTOYA

Demandado: PROCURADURÍA GENERAL DE LA NACIÓN

Tema: Rechazo demanda caducidad

Ley 1437 de 2011


Auto interlocutorio O-0308-2018

ASUNTO

El Consejo de Estado decide el recurso de apelación interpuesto por la parte


demandante contra el auto proferido el 27 de octubre de 2017 por el Tribunal
Administrativo del Caquetá que rechazó por caducidad el medio de control de
nulidad y restablecimiento del derecho.

ANTECEDENTES
Demanda1.

1. El señor William Ramón Montoya presentó demanda de nulidad y


restablecimiento del derecho con el objeto de obtener la nulidad de los
siguientes actos administrativos:
1
Folios 143 a 186.
- Fallo de primera instancia de 8 de abril de 2014 por el cual el procurador
segundo delegado para la vigilancia administrativa, impuso sanción de
destitución e inhabilidad por 12 años al demandante.

- Fallo de segunda instancia de 10 de junio de 2014 por el cual se confirmó la


decisión y se ratificó la sanción impuesta.

A título de restablecimiento del derecho solicitó:

2. Se elimine el registro de la sanción de la Procuraduría y se suprima la


anotación de la hoja de vida del demandante.

3. Ordenar la tasación y pago de los perjuicios morales derivados de la lesión


al buen nombre y a la honra.

PROVIDENCIA IMPUGNADA2

El Tribunal Administrativo del Caquetá a través de auto de 27 de octubre de 2017


rechazó por caducidad el medio de control de nulidad y restablecimiento del
derecho.

Argumentó que los actos acusados son los fallos de primera y segunda instancia
de 8 de abril de 2014 y de 10 de junio de la misma anualidad, por medio de los
cuales se impuso la sanción de destitución e inhabilidad por 12 años al señor
William Ramón, la decisión que confirmó la sanción quedó debidamente
ejecutoriada a las 17 horas del 27 de junio de 2014 tal como se evidencia en una
constancia allegada a folio 199 del expediente.

Refirió que el medio de control se presentó el 5 (sic) de noviembre de 2014, esto


es por fuera de los 4 meses desde la ejecutoria del fallo de segunda instancia,
razón por la cual operó el fenómeno de caducidad.

RECURSO DE APELACIÓN3

La parte demandante formuló recurso de apelación contra la decisión anterior para


lo cual citó en extenso la providencia que profirió esta Sección referida a la
caducidad de los asuntos disciplinarios, para luego indicar que el Consejo de
Estado no hizo pronunciamiento referente a cuando la sanción disciplinaria prevé
además del retiro temporal o definitivo del servicio, la imposición de la sanción de
inhabilidad general.

Indicó que para la época de los hechos que dieron lugar a la sanción disciplinaria
el demandante ejercía el cargo de secretario de salud del Departamento de
Caquetá, siendo un cargo de libre nombramiento y remoción por parte del

2
Folios 214 y 215.
3
Folios 217 a 246.
gobernador, por tanto la ejecución de la sanción de inhabilidad general compete al
nominador.

Precisó que en lo que respecta a la imposición de la sanción de inhabilidad


general cuando el servidor público se encuentre desvinculado de la administración
pública, compete al nominador por mandato legal emitir el acto de ejecución de la
sanción a fin de que surta efectos jurídicos, así las cosas, para computar el
término de caducidad del medio de control tratándose de una sanción disciplinaria
de inhabilidad general y el servidor esté desvinculado, corresponde al operador
judicial aplicar el principio de interpretación garantista pro homine consagrado en
el literal d) del numeral 2 del artículo 164 del CPACA, acogido por el Consejo de
Estado, en el entendido que la caducidad se empieza a computar a partir del acto
de ejecución de la sanción.

Explicó que la gobernación del Departamento del Caquetá para dar cumplimiento
a la sanción impuesta emitió el memorando 0000604 de 29 de julio de 2014
dirigido al jefe de recursos humanos y bienestar social donde se ordenó el registro
de la sanción disciplinaria en la hoja de vida del ex servidor, además se libró el
oficio 6432 de 31 de julio de 2014 acto de ejecución de la sanción impuesta según
consta en el certificado de antecedentes disciplinarios, en consecuencia el término
de caducidad comenzó a contabilizarse el 1.º de agosto de 2014 y hasta el 1.º de
diciembre del mismo año y como la demanda se presentó el 5 de noviembre, se
hizo de manera oportuna.

CONSIDERACIONES

Competencia

De conformidad con el artículo 150 del Código de Procedimiento Administrativo y


de lo Contencioso Administrativo, el Consejo de Estado es competente para
resolver el recurso de apelación interpuesto contra el auto de 27 de octubre de
2017 que rechazó por caducidad el medio de control.

Así mismo, este auto se profiere por la Sala de decisión en virtud a que constituye
el evento previsto en el numeral 1 del artículo 243 del CPACA en concordancia
con el artículo 125 del mismo código.

Cuestión previa

El Consejero de Estado doctor Rafael Francisco Suárez Vargas manifestó su


impedimento para conocer del presente proceso 4, por cuanto la decisión
4
Folio 262.
disciplinaria de segunda instancia acá controvertida, fue proferida por los doctores
Juan Carlos Novoa y María Eugenia Carreño, con quien tiene unos lasos de
amistad, en consecuencia considera que se configura la causal prevista en la
segunda parte del numeral 9 del artículo 141 del CGP.

La Subsección encuentra fundadas las razones aducidas por el citado funcionario


para separarse del conocimiento del presente asunto y configurada la causal
prevista en el ordinal 9.º del artículo 141 del Código General del Proceso 5.

En consecuencia, se separará del conocimiento de la controversia de la referencia


al Consejero Rafael Francisco Suárez Vargas.

Problema Jurídico

El problema jurídico a resolver en esta instancia se resume en las siguientes


preguntas:

1. ¿En el sub lite, para efectos del cómputo del término de caducidad del
medio de control de nulidad y restablecimiento de derecho puede
tenerse en cuenta el memorando 0000604 de 29 de julio de 2014 o el
oficio 6432 de 30 de julio de 2014?

Dilucidado el asunto anterior se deberá resolver el siguiente cuestionamiento:

2. ¿Operó el fenómeno de caducidad en el presente asunto?

Primer problema jurídico

¿En el sub lite, para efectos del cómputo del término de caducidad del medio de
control de nulidad y restablecimiento de derecho puede tenerse en cuenta el
memorando 0000604 de 29 de julio de 2014 o el oficio 6432 de 30 de julio de
2014?

La tesis que sostendrá la Subsección es la siguiente: Para efectos del cómputo del
término de caducidad en el presente asunto, no puede tenerse en cuenta las
fechas del memorando 0000604 de 29 de julio de 2014 o del oficio 6432 de 30 de

5
Existir enemistar grave o amistad íntima entre el juez y alguna de las partes, su representante o apoderado.
julio de 2014, teniendo en cuenta que los mismos no materializaron la terminación
del vínculo laboral. Se amplían a continuación las razones respectivas:

Contabilización de la caducidad en asuntos disciplinarios

Esta Sección en auto de unificación jurisprudencial 6 sostuvo que cuando el acto


impugnado a través del medio de control de nulidad y restablecimiento del
derecho es de carácter disciplinario, y la sanción implique el retiro temporal o
definitivo del servicio, el término de caducidad se computa a partir del acto de
ejecución de la sanción, lo que garantiza la protección efectiva de los derechos de
los disciplinados. Se sostuvo en dicha providencia:

«[…] En definitiva, es claro que en aquellos casos en los que haya sido
emitido un acto ejecutando una sanción disciplinaria de retiro temporal o
definitivo del servicio, y éste materialice la situación laboral del servidor
público, debe preferirse la interpretación según la cual el término de
caducidad de la acción contenciosa debe computarse a partir del acto de
ejecución, en la medida en que ésta constituye una garantía para el
administrado y una forma de facilitar el control de los actos de la
administración.

Distinto ocurre cuando no se presenta el escenario antes descrito, esto es,


cuando o bien no existe un acto que ejecute la sanción disciplinaria de retiro
del servicio, o cuando dicho acto no tiene relevancia frente a los extremos
temporales de la relación laboral, situaciones que impiden aplicar el criterio
expuesto en esta providencia y frente a las cuales debe contarse el término
de caducidad a partir de la ejecutoria del acto definitivo que culminó el
proceso administrativo disciplinario.
[…]
Corolario de lo expuesto y a manera de síntesis de las consideraciones
precedentes, la Sala aclara los criterios para la determinación de los eventos
en que sea procedente dar aplicación a la interpretación del artículo 136 del
C.C.A. antes expuesta, en los siguientes términos:

La posición deberá ser aplicada en aquellos eventos en los que:

i) Se controviertan actos administrativos que impongan sanciones


disciplinarias que impliquen el retiro temporal o definitivo del servicio,
ii) Cuando en el caso concreto haya sido emitido un acto de ejecución
según lo dispuesto en el artículo 172 del C.D.U, y

6
Consejo de Estado. Sección Segunda. Sentencia del 25 de abril de 2016, radicación: 11001-03-25-000-2012-00386-00
(1493-2012). Demandante: Rafael Eberto Rivas Castañeda. Demandado: Nación, Procuraduría General de la Nación.
Magistrado ponente Gerardo Arenas Monsalve.
iii) Cuando dichos actos de ejecución materialicen la suspensión o
terminación de la relación laboral administrativa.

Es en estos eventos en los que de conformidad con los artículos 29 y 229 de


la Constitución Política y 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, el numeral 2º del artículo 136 del C.C.A. debe ser interpretado en
el sentido en que el término de caducidad será computado a partir del acto
de ejecución de la sanción disciplinaria. […]» (Subraya la Sala)

En efecto, cuando se profiera un acto administrativo a través del cual se ejecute la


sanción disciplinaria, es a partir de este que se iniciará el cómputo de los términos
para la interposición de la demanda de nulidad y restablecimiento del derecho, por
tener una incidencia directa en la terminación de la relación laboral.

Así, el acto de ejecución constituye una consecuencia jurídica directa de la


imposición de una sanción disciplinaria al servidor público, toda vez que por regla
general es el mecanismo mediante el cual ésta se hace efectiva y delimita
claramente los extremos temporales de la relación laboral, además esta tesis
permite materializar el derecho fundamental de acceso a la administración de
justicia.

Ahora, en atención a la providencia de unificación proferida por esta Sección, la


interpretación más amplia para efectos del cómputo del término de caducidad del
medio de control contra decisiones disciplinarias que implican el retiro definitivo o
temporal del servicio, deberá ser aplicada cuando en el asunto bajo estudio se
haya emitido un acto de ejecución según lo dispuesto en el artículo 172 del CDU,
toda vez que este acto además de materializar la sanción a su vez delimita los
extremos temporales de la relación laboral, el referido artículo es del siguiente
tenor:

« […] T I T U L O X.
EJECUCION Y REGISTRO DE LAS SANCIONES.

ARTÍCULO 172. FUNCIONARIOS COMPETENTES PARA LA EJECUCIÓN


DE LAS SANCIONES. La sanción impuesta se hará efectiva por:

1. El Presidente de la República, respecto de los gobernadores y los


alcaldes de Distrito.

2. Los gobernadores, respecto de los alcaldes de su departamento.


3. El nominador, respecto de los servidores públicos de libre nombramiento y
remoción o de carrera.

4. Los presidentes de las corporaciones de elección popular o quienes


hagan sus veces, respecto de los miembros de las mismas y de los
servidores públicos elegidos por ellas.

5. El representante legal de la entidad, los presidentes de las corporaciones,


juntas, consejos, quienes hagan sus veces, o quienes hayan contratado,
respecto de los trabajadores oficiales.

6. Los presidentes de las entidades y organismos descentralizados o sus


representantes legales, respecto de los miembros de las juntas o consejos
directivos.

7. La Procuraduría General de la Nación, respecto del particular que ejerza


funciones públicas.

PARÁGRAFO. Una vez ejecutoriado el fallo sancionatorio, el funcionario


competente lo comunicará al funcionario que deba ejecutarlo, quien tendrá
para ello un plazo de diez días, contados a partir de la fecha de recibo de la
respectiva comunicación. […]»

De acuerdo con los presupuestos fácticos y jurídicos del asunto bajo estudio,
resulta relevante destacar que para el momento de proferirse el fallo de segunda
instancia el 10 de junio de 20147, el señor William Ramón Montoya se encontraba
desvinculado de la gobernación de Caquetá, al haber sido aceptada su renuncia
como secretario de despacho a partir del 24 de febrero de 2014 8, situación por la
cual la administración departamental no debía hacer efectivo su retiro del servicio
al conocer la sanción disciplinaria.

En efecto, como se puede verificar en el expediente, en el presente asunto no se


expidió un acto de ejecución de la sanción disciplinaria a través del cual se
materializara la desvinculación del servicio del señor William Ramón Montoya en
atención al artículo 172 del CDU, tal como lo advirtió la entidad demandada en el
oficio 001130 de 22 de febrero de 2016 9, donde claramente precisó que no se
halló dentro de los archivos documentales un acto administrativo de tal
naturaleza, al respecto se señaló lo siguiente en su tenor literal:

7
Folios 102 a 141.
8
Folio 249.
9
Folio 250.
«[…] En relación con lo anterior, este Despacho se permite manifestar que
dentro de su hoja de vida no se hallaría un acto administrativo de ejecución
de la sanción de destitución a usted impuesta en razón a que para la fecha
en que se recibió la instrucción de ejecución de la sanción allegada por
parte de la Procuraduría General de la Nación (14 de Julio de 2014), usted
ya había renunciado a su cargo, encontrándose desvinculado del servicio
público desde el 24 de Febrero de 2014. […]»

Únicamente se ubicó el memorando 0000604 de 29 de julio de 2014 10 suscrito por


la gobernadora encargada del Departamento del Caquetá y dirigido al jefe de
recursos humanos «con el Asunto: Registro de Sanción Disciplinaria en la hoja de
vida de ex servidor público» para ser agregado a la hoja de vida del señor Ramón
Montoya, documento que el demandante pretende ahora se tenga como acto de
ejecución para el estudio de la caducidad.

De acuerdo a la tesis que presentó el demandante en el recurso de apelación, al


no haberse materializado su desvinculación de la entidad debe tenerse como acto
de ejecución de la sanción disciplinaria impuesta, el memorando 0000604 de 29
de julio de 2014 citado o el oficio 6432 de 30 de julio de 2014 y; para el efecto
sostiene que la sanción de destitución e inhabilidad general debe fraccionarse
para que a partir de esta hipótesis se entienda que los referidos escritos se
traducen en la ejecución de la sanción de inhabilidad general de 12 años que le
impuso la Procuraduría General de la Nación.

Al respecto debe precisarse que tal como lo expuso la Corte Constitucional en


sentencia C-500 de 2014 al estudiar la constitucionalidad de un aparte del artículo
44 de la Ley 734 de 2002 o Código Disciplinario Único, la sanción prevista en el
numeral 1.º de la referida norma, esto es la destitución e inhabilidad general, debe
ser aplicada simultáneamente, teniendo en cuenta que ésta se impone cuando se
prueba en la actuación disciplinaria, que se cometió una falta gravísima dolosa o
con culpa gravísima, al respecto:

«[…] 2.1.2.2. De conformidad con eso la destitución y la inhabilidad general


son sanciones que deben ser aplicadas simultáneamente cuando se
configuran los supuestos previstos en el numeral 1º del artículo 44 de la Ley
734 de 2002; de manera que no resulta posible imponer la sanción de
destitución sin prever, al mismo tiempo, la inhabilidad general. Sobre el
carácter inseparable y concurrente de tales sanciones la sentencia C-1076
de 2002 señaló:

«Una interpretación sistemática de la Ley 374 de 2002 permite concluir que


el legislador estableció la destitución y la inhabilidad general como dos

10
Folio 251.
sanciones inseparables y concurrentes, para los casos de la comisión de
faltas gravísimas dolosas o realizadas con culpa gravísima. En efecto, el
artículo 44 de la mencionada ley dispone lo siguiente:

«El servidor público está sometido a las siguientes sanciones:

«1. Destitución e inhabilidad general, para las faltas gravísimas dolosas o


realizadas con culpa gravísima”.

Por su parte, el artículo 45, al momento de definir las sanciones prescribe:

«La destitución e inhabilidad general implica...».


Así pues, de una lectura integral de la Ley 734 de 2002 no se desprende,
que un funcionario público pueda llegar a ser destituido sin que se le
imponga, al mismo tiempo la inhabilidad general. En consecuencia, no se
está en presencia, como equivocadamente lo sostiene el actor, de una
sanción principal y otra accesoria, sino que, se insiste, se trata de dos
sanciones que se aplican a una misma persona, pero cuyas finalidades son
completamente distintas.”

[…]

En esta oportunidad procede el examen de la expresión “Destitución” del


numeral 1 del artículo 734 de 2002 por dos importantes razones. En primer
lugar, tal y como se señaló, la inhabilidad general solo puede ser aplicada de
manera concurrente con la destitución y, en consecuencia, conforman desde
el punto de vista sancionatorio, una unidad inescindible. La clase así como la
intensidad de la restricción que se produce en los derechos del sujeto
disciplinado solo puede comprenderse adecuadamente cuando se considera
el carácter inescindible de las sanciones de destitución e inhabilidad general.
De otra forma dicho, la competencia que asigna el numeral 1 del artículo 44
de la citada ley, cuando ella es ejercida por configurarse los supuestos
previstos para el efecto, supone la aplicación simultánea de ambas
sanciones de manera tal que la inhabilidad general demanda la exclusión del
cargo producida en virtud de la destitución. Conforme a ello, no solo existe
un mandato de aplicación simultánea de ambas sanciones sino también una
conexión necesaria entre la aplicación de una de ellas –la destitución- y la
efectividad de la otra –la inhabilidad general-.[…]» (Subraya la Sala).

Bajo este entendido, el carácter inseparable y concurrente de la destitución e


inhabilidad general como sanción disciplinaria, no permite que se pueda concluir
verbigracia, que se tenga una como principal y otra como accesoria o que se
puedan separar, al constituir una unidad inescindible, y como lo expone la Corte
Constitucional la inhabilidad general demanda la exclusión del cargo producida en
virtud de la destitución.

En concordancia con lo expuesto no puede afirmarse que la inhabilidad general


necesita por sí sola de una «ejecución», sino que básicamente se trata de una
anotación en el correspondiente registro 11, situación que no limita o define los
extremos de la vinculación laboral del interesado, presupuesto que como líneas
atrás se expuso, es el que permite aplicar ampliamente la interpretación dada en
la providencia de unificación.

De los argumentos expuestos se concluye que cuando se finaliza el proceso


disciplinario y se impone la sanción de destitución e inhabilidad general, la cual
resulta inescindible, el acto de ejecución limita los extremos temporales de la
relación laboral, de ahí que sea éste el que se deba tener en cuenta para el
cómputo del término de caducidad, en atención a una interpretación amplia y
garantista, contrario sensu, cuando no existe ese acto de ejecución, es decir, que
el funcionario competente no lo haya expedido en virtud del artículo 172 del CDU,
como en el presente caso, que el disciplinado no ejercía ya sus funciones en la
entidad por estar desvinculado de la misma, la caducidad debe contabilizarse
desde la ejecutoria de la decisión que resolvió la situación jurídica particular, es
decir, el fallo mediante el cual concluyó la actuación disciplinaria.

De este modo, como en el sub lite la sanción no se ejecutó a través de un acto


administrativo y bajo ese entendido no se evidenció la materialización de esta a
través de la desvinculación del señor William Ramón, se reitera, el término de
caducidad debe contabilizarse en el caso bajo examen a partir de la ejecutoria del
fallo de segunda instancia.

Por último y solo en gracia de discusión, la Subsección no acoge el planteamiento


de la parte demandante porque no podría supeditarse el cómputo de la caducidad
del medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho, a la fecha del
memorando pues éste corresponde a un trámite interno de la entidad, el cual por
demás en ningún momento se notificó o se enteró al interesado de su contenido
por cuanto no se encontraba vinculado a la administración departamental.

11
El artículo 174 del CDU referente al registro de las sanciones refiere: «[…] Las sanciones penales y disciplinarias, las
inhabilidades que se deriven de las relaciones contractuales con el Estado, de los fallos con responsabilidad fiscal, de las
decisiones de pérdida de investidura y de las condenas proferidas contra servidores, ex servidores públicos y particulares
que desempeñen funciones públicas en ejercicio de la acción de repetición o llamamiento en garantía, deberán ser
registradas en la División de Registro y Control y Correspondencia de la Procuraduría General de la Nación, para efectos de
la expedición del certificado de antecedentes.

El funcionario competente para adoptar la decisión a que se refiere el inciso anterior o para levantar la inhabilidad de que
trata el parágrafo 1o. del artículo 38 de este Código, deberá comunicar su contenido al Procurador General de la Nación en
el formato diseñado para el efecto, una vez quede en firme la providencia o acto administrativo correspondiente.

La certificación de antecedentes deberá contener las anotaciones de providencias ejecutoriadas dentro de los cinco (5)
años anteriores a su expedición y, en todo caso, aquellas que se refieren a sanciones o inhabilidades que se encuentren
vigentes en dicho momento. […]» (Subraya la Sala).
Esclarecido lo anterior y aplicados al caso concreto los razonamientos esbozados,
de los documentos que reposan en el expediente, se evidencia lo siguiente:

- La Procuraduría Segunda Delegada para la Vigilancia Administrativa


mediante fallo de primera instancia de 8 de abril de 2014, impuso al señor
William Ramón Montoya la sanción de destitución e inhabilidad general por
el término de 12 años12.

- A través de decisión de segunda instancia de 10 de junio de 2014 la sala


disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación, confirmó el fallo de
primera instancia13.

- Según la constancia de ejecutoria expedida por la sala disciplinaria de la


Procuraduría General de la Nación visible a folio 199 del expediente, el
fallo de segunda instancia quedó ejecutoriado el 27 de junio de 2014, al
respecto se consignó lo siguiente14:

« […] Una vez comunicada, notificada en firme la decisión y agotada la


actuación administrativa en los términos del artículo 119 de la Ley 734 de
2002 y en concordancia con la sentencia C-1076-2002 de la Corte
Constitucional y la Circular 055 de 7 de agosto de 2009 proferida por el
señor Procurador General de la Nación, la decisión COBRÓ EJECUTORIA,
pasadas las diecisiete (17:00) horas del día 27 de junio de 2014 […]»
(Subraya la Sala).

- A través de oficio 001130 de 22 de febrero de 2016 15 el coordinador grupo


de trabajo control interno disciplinario de la Gobernación de Caquetá, en
respuesta a petición que elevó el aquí demandante el 5 de febrero de ese
mismo años, señaló lo siguiente:

« […] En atención al oficio del asunto, radicado en dos oportunidades ante


esta entidad, la primera el 5 de febrero de 2016 y la segunda el 17 del
mismo año, documento en el cual solicita copias auténticas del acto
administrativo y/o oficio por medio del cual se ejecutó sanción disciplinaria
que le fuera impuesta por la Procuraduría General de la Nación dentro del
proceso con radicado Nº IUS 20163-179952; se le informa que no se halló
dentro de los archivos documentales un acto administrativo de tal
naturaleza, únicamente se encontró el memorando Nº 0000604 de 29 de
julio de 2014, suscrito por la entonces Gobernadora Encargada del
Departamento del Caquetá, dirigido al entonces Jefe de Recursos Humanos
de la entidad ordenando la incorporación de dicho documento a su hoja de
vida, como registro de la respectiva sanción disciplinaria que le fue
impuesta (documento que se adjunta para los fines pertinentes).

12
Folios 25 a 100.
13
Folios 102 a 141.
14
Folio 199.
15
Folio 250.
En relación con lo anterior, este despacho se permite manifestar que dentro
de su hoja de vida no se hallaría un acto administrativo de ejecución de la
sanción de destitución a usted impuesta, en razón a que para la fecha en
que se recibió la instrucción de ejecución de la sanción allegada por parte
de la Procuraduría General de la Nación (14 de julio de 2014), usted ya
había renunciado a su cargo, encontrándose desvinculado del servicio
público desde el 24 de febrero de 2014 Una vez comunicada, notificada en
firme la decisión y agotada la actuación […]» (Subraya la Sala).

De los anteriores argumentos se concluye que, en razón a que en el presente


caso no se profirió por parte del Departamento del Caquetá un acto de ejecución
de acuerdo al artículo 172 del CDU a través del cual se materializara el correctivo
disciplinario de destitución impuesto por cuanto el señor Ramón Montoya había
renunciado con anterioridad; los oficios referidos por este no tienen relevancia
frente a los extremos temporales de la relación laboral y, bajo este entendido el
término de caducidad con el que contaba el interesado para acudir ante la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo con el fin de controvertir la legalidad
de los fallos disciplinarios, se debe empezar a contar desde la ejecutoria del fallo
proferido en segunda instancia.

En conclusión: El término de caducidad del medio de control de nulidad y


restablecimiento del derecho en el sub lite, debe contabilizarse a partir del día
siguiente a la ejecutoria del fallo de segunda instancia de 10 de junio de 2014.

Segundo problema jurídico

¿Operó el fenómeno de caducidad en el presente asunto?

La Subsección sostendrá la siguiente tesis: Como ya se planteó en el problema


jurídico anterior que el término de caducidad del medio de control de nulidad y
restablecimiento en el presente caso, se cuenta a partir de la ejecutoria del fallo
disciplinario de segunda instancia porque fue el acto que definió la situación
jurídica particular, la demanda se presentó por fuera del término oportuno para
ello, como se explica a continuación.

Contabilización del término de caducidad

La caducidad ha sido considerada como un instrumento a través del cual se limita


el ejercicio de los derechos individuales y subjetivos de los administrados, en
desarrollo del principio de la seguridad jurídica, bajo criterios de racionalidad y
suficiencia temporal para la reclamación judicial de los derechos. Por consiguiente,
esta figura no debe considerarse en forma alguna como una violación o
desconocimiento de la garantía constitucional del libre acceso a la administración
de justicia.

Así mismo, esta Sección indicó que « [...] la caducidad comporta el término dentro
del cual es posible ejercer el derecho de acción, y constituye un instrumento que
salvaguarda la seguridad jurídica y la estabilidad de las relaciones entre
individuos, y entre estos y el Estado. El acceso a la administración de justicia,
garantizado con el establecimiento de diversos procesos y jurisdicciones, conlleva
el deber de un ejercicio oportuno, razón por la cual, se han establecido legalmente
términos de caducidad para racionalizar el ejercicio del derecho de acción, so
pena de que las situaciones puedan ser ventiladas en vía judicial […]» 16

Por su parte, el artículo 164 del CPACA prescribe:

«ARTÍCULO 164. OPORTUNIDAD PARA PRESENTAR LA DEMANDA. La


demanda deberá ser presentada:
[…]
2. En los siguientes términos, so pena de que opere la caducidad:
[…]
d) Cuando se pretenda la nulidad y restablecimiento del derecho, la demanda
deberá presentarse dentro del término de cuatro (4) meses contados a partir
del día siguiente al de la comunicación, notificación, ejecución o publicación
del acto administrativo, según el caso, salvo las excepciones establecidas en
otras disposiciones legales; […]»

De la normativa en cita se puede concluir que para presentar demanda en


ejercicio del medio de control de nulidad y restablecimiento debe efectuarse dentro
del término de caducidad de cuatro (4) meses siguientes a la comunicación,
notificación, ejecución o publicación.

Aplicados los razonamientos anteriores y en atención a los presupuestos fácticos


del presente asunto, se analiza lo siguiente:

 El fallo disciplinario de segunda instancia de 10 de junio de 2014 17 proferido


por la sala disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación, quedó
ejecutoriado 27 de junio de 201418.

16
Consejo de Estado. Sección Segunda. Subsección B. CP Gustavo E. Gómez Aranguren (E), sentencia de 8 de mayo de
2014. Radicación: 08001-23-31-000-2012-02445-01(2725-12).
17
Folios 102 a 141.
18
Folio 199
 El término de caducidad empezó a contar a partir del día siguiente, es decir
el 28 de junio de 2014 por lo que el plazo máximo que tenía el demandante
para acudir a la jurisdicción de lo contencioso administrativo era el 28 de
octubre de 2014.

 La demanda según se observa en sello de recibido a folio 186 vto. fue


presentada el 4 de noviembre de 2014, es decir, por fuera del término
previsto para ello.

Se colige por tanto que transcurrieron más de cuatro meses entre el día siguiente
a la ejecutoria del fallo disciplinario de segunda instancia y la radicación de la
demanda, lo que genera la consecuencia prevista en el artículo 169 del CPACA
por la configuración de la caducidad19.

Finalmente si bien el 1.º de julio de 2014 20 la entidad demandada rechazó por


improcedente una solicitud de adición o aclaración que presentó una de las partes
con respecto al fallo de segunda instancia, y si solo en gracia de discusión
tomáramos esa fecha como punto de partida para el cómputo del término de
caducidad, a igual conclusión se llega con respecto a la no presentación oportuna,
porque el término de 4 meses se vencía el 2 de noviembre de 2014 y como ya se
expuso la demanda se radicó el 4 de noviembre de ese año.

En conclusión: El señor William Ramón Montoya presentó la demanda de nulidad


y restablecimiento del derecho por fuera del término consagrado en el artículo 164
numeral 2, literal d); razón por la cual operó el fenómeno de la caducidad del
medio de control, tal como lo declaró el a quo.

Decisión de segunda instancia.

Por las razones que anteceden, se confirmará el auto proferido por el Tribunal
Administrativo del Caquetá el 27 de octubre de 2017, que rechazó por caducidad
la demanda.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Segunda Subsección A,

RESUELVE

19
«ARTÍCULO 169. RECHAZO DE LA DEMANDA. Se rechazará la demanda y se ordenará la devolución de los anexos en
los siguientes casos:
1. Cuando hubiere operado la caducidad.[…]»

20
Folio 142.
Primero: Aceptar el impedimento manifestado por el doctor Rafael Francisco Suárez
Vargas y, en consecuencia, se le declara separado del conocimiento del proceso de
la referencia.

Segundo: Confirmar el auto proferido por el Tribunal Administrativo del Caquetá el


27 de octubre de 2017, que rechazó por caducidad el medio de control de nulidad y
restablecimiento del derecho que presentó el señor William Ramón Montoya contra
la Procuraduría General de la Nación.

Tercero: Efectuar las anotaciones correspondientes en el programa “Justicia Siglo


XXI” y; ejecutoriada esta providencia, devolver el expediente al Tribunal de origen.

Esta providencia fue estudiada y aprobada por la Sala en sesión celebrada en la


fecha.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

WILLIAM HERNÁNDEZ GÓMEZ

RAFAEL FRANCISCO SUÁREZ VARGAS


Impedido

GABRIEL VALBUENA HERNÁNDEZ

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