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D-O

ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA LEALTAD A


LA MARCA: UNA REVISIÓN TEÓRICA
2
MARIA ELENA DELGADO BALLESTER
DEPARTAMENTO DE COMERCIALIZACION E INVESTIGACION DE MERCADOS
UNIVERSIDAD DE MURCIA

Resumen: Dada la importancia que tiene por su contribu- está vinculada a los resultados de la empresa, lo cual
ción a los resultados y a la generación de valor en la empre- afecta a su posición de privilegio frente al resto de com-
sa, los consumidores leales son el grupo de clientes más valio- petidores, ya que los consumidores leales se caracteri-
sos y en este sentido han sido muy numerosos los esfuerzos zan por tener una menor motivación a cambiar de
que, en el ámbito académico, se han centrado en el estudio de marca (Berné et al., 1996), una mayor disposición a
la lealtad . Dada la extensa literatura existente, este trabajo pagar más por la misma (Cavero y Cebollada, 1997) y
ofrece un marco teórico con el cual unificar los criterios de porque difunden comentarios favorables sobre la
investigación adoptados hasta este momento. Con ello se pre- marca en el mercado, atrayendo así a nuevos con-
tende no sólo ayudar en el posicionamiento de futuras inves- sumidores. También se ha observado que con cada
tigaciones sino también guiar en el desarrollo de nuevas pers- año adicional de relación entre una empresa y sus
pectivas teóricas relevantes que fomenten la investigación consumidores, se hace menos costoso atender a
sobre este aspecto del comportamiento del consumidor. dicha clientela dado los efectos de aprendizaje que
tienen lugar (Reichheld, 1993).
Palabras clave: lealtad, compromiso, comportamiento del Por otro lado, la lealtad contribuye a la duración y
consumidor menor vulnerabilidad de los resultados de la empre-
sa. Una base de clientes leales actúa como una
barrera de entrada sustancial a la competencia.
1. Introducción Implica la posesión de un cierto poder de mercado
o de monopolio sobre dichos clientes que resulta
Como consecuencia del entorno socio-económico en una protección frente a las acciones competiti-
actual, caracterizado por una mayor incertidumbre de vas. Esto proporciona tiempo a la empresa para res-
los mercados, una menor diferenciación de los produc- ponder a dichas acciones (Cebollada, 1995; López,
tos y un incremento de las fuerzas competitivas, es cada 1996; Mellens et al., 1996), ya que la empresa
vez más elevado el número de empresas que abogan entrante requiere de unos mayores recursos eco-
por una protección de su cuota de mercado mediante nómicos y tiempo para poder captar clientes reti-
la adopción de estrategias de lealtad de los clientes. centes al cambio y satisfechos con una marca ya
Por un lado, esto se explica por el reconocimiento, establecida que goza de cierta confianza en el mer-
tanto académico como empresarial, de que la lealtad cado.

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Dada, por tanto, su vinculación a los resultados 2. La naturaleza de la lealtad
empresariales, han sido muy numerosos los esfuerzos
que, en el ámbito académico, se han centrado en el estu- Una primera corriente de investigación sobre la leal-
dio de la lealtad a la marca. tad divide los trabajos realizados según cuáles son sus
No obstante y a pesar de tratarse de un concepto que suposiciones sobre la naturaleza de los procesos de
no es nuevo en marketing y una de las áreas más trata- repetición de compra y en definitiva por el tipo de
das en la literatura durante las últimas décadas, Bello et explicación que dan a su ocurrencia. Un primer grupo
al. (1994) señalan que todavía no se ha llegado a un con- defiende la naturaleza estocástica del fenómeno y por
senso en cuanto a la definición de la lealtad ni a una con- tanto da un razonamiento inductivo y observacional
clusión que permita unificar los criterios de investigación. del mismo, mientras que el segundo grupo ofrece
En efecto, dentro de la amplia literatura que aborda su explicaciones teóricas y deductivas de qué es la lealtad
estudio podemos distinguir distintas corrientes de inves- atribuyéndole, por tanto, una naturaleza intencionada y
tigación que estructuran y organizan los trabajos realiza- determinista. En definitiva, mientras que para unos
dos según (Figura 1): (1) la naturaleza atribuida a la leal- investigadores la lealtad se manifiesta como la recom-
tad, (2) la forma de medirla y (3) la orientación teórica pra persistente de una marca a lo largo del tiempo,
y filosófica que subyace tras ella (Fournier y Yao, 1997). para otros toma la forma de un compromiso psicoló-
Cada una de esas tres corrientes de investigación son gico del consumidor con la marca que se traduce en
presentadas a continuación junto con los trabajos más una actitud positiva y en una intención de recompra.
representativos que las caracterizan. Con ello se preten-
de no sólo clarificar el estado de la literatura actualmen-
te existente sobre este aspecto del comportamiento 2.1.- Naturaleza estocástica y probabilística de la
del consumidor, dados los numerosos trabajos que lealtad
han visto la luz al respecto, sino también ayudar en el
posicionamiento de futuras investigaciones y en el Las investigaciones que atribuyen a la lealtad una
desarrollo de nuevas perspectivas teóricas relevantes naturaleza estocástica y probabilística se caracterizan
que puedan alimentar y fomentar la investigación de la por dar poco énfasis a los procesos de pensamiento
lealtad. y de formación de las actitudes que subyacen tras la
Figura 1
Principales corrientes de investigación sobre la lealtad a la marca

Fuente: Elaboración propia

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conducta del individuo. Tucker (1964) ilustra clara- establece como criterio de lealtad la existencia de
mente esta idea al afirmar que: La lealtad es concebi- tres o cuatro adquisiciones consecutivas de la misma
da simplemente como un comportamiento de elec- marca (Tucker, 1964).
ción aleatorio con respecto a una marca... Ninguna Lo anterior implica que con un tratamiento mera-
consideración debería de tenerse en cuenta sobre lo mente comportamental de la lealtad, la empresa no
que el individuo piensa o sobre lo que subyace tras su puede tomar decisiones encaminadas a su gestión, en
pensamiento. Su comportamiento es la completa tanto que no tiene una base suficiente de conoci-
manifestación de lo que es la lealtad a la marca. miento de cuáles son los procesos mentales que des-
Consecuentemente se considera que la lealtad no es cansan tras el comportamiento leal del individuo. Este
mas que la manifestación de un comportamiento de aspecto limita, por tanto, la identificación y la gestión
compra repetitivo (Cunnigham, 1956; Jeuland, 1979; comercial de distintos segmentos de consumidores
Krishnamurthi y Raj, 1991) motivado predominante- con diferentes grados de lealtad, ya que no se cono-
mente por unos estímulos, procedentes por ejemplo ce por qué uno son más leales a la marca que otros.
del entorno familiar o del grupo de referencia, y ante Las importantes limitaciones aparejadas a esta con-
cuya presencia el sujeto ha aprendido a asociar de ceptualización de la lealtad, en término de gestión y
manera sistemática una respuesta determinada. De de toma de decisiones, se ven aliviadas por la exis-
esta manera, cuanto más sistemática sea la respuesta tencia de un segundo grupo de trabajos que defien-
más leal es considerado el individuo bajo esta pers- den, como afirma Assael (1987), que para hablar de
pectiva. lealtad a la marca tiene que haber una actitud favora-
Por tanto, para los trabajos que adoptan este posicio- ble hacia la misma.
namiento sobre la naturaleza de la lealtad, la predic-
ción de un comportamiento leal queda sistematizada
desde una perspectiva estímulo-respuesta, pudiéndo- 2.2.- Naturaleza intencionada y determinista de la
se mejorar esta predicción a medida que considera- lealtad
mos un mayor número de estímulos como factores
explicativos. Sin ánimo de ser una alternativa que excluya a los tra-
A este respecto, Bass (1974) señala que, dado que bajos anteriores, las investigaciones que defienden la
son prácticamente innumerables los estímulos y com- naturaleza intencionada y determinista de la lealtad
binaciones de éstos que pueden afectar a la conduc- tratan de buscar explicaciones teóricas de este aspec-
ta del individuo, el intento de predecir el comporta- to del comportamiento del consumidor.
miento a través de estímulos es ineficiente. En opinión La atribución a la lealtad de una naturaleza intencio-
de este autor, esto provoca que dicho comporta- nada y determinista implica poner un mayor hincapié
miento adopte un carácter eminentemente estocásti- en la comprensión de las estructuras mentales, emo-
co, por lo que sólo se considera el patrón de compras cionales y de conocimiento como antecedentes del
pasado como estímulo explicativo del comporta- comportamiento, ofreciendo por tanto una explica-
miento futuro de los individuos. De esta manera, ción teórica y deductiva del fenómeno.
éstos son clasificados en distintos grados de lealtad Específicamente, se enfatiza el proceso de pensa-
según cual sea su patrón de compras. miento existente tras la conducta del individuo, cen-
Una de las principales críticas que se hace a los tra- trando su interés en la formación y medición de la
bajos que defienden la naturaleza estocástica y pro- actitud dado su carácter de predictor o precursor de
babilística de la lealtad es que proponen definiciones dicha conducta (Lutz, 1991).
excesivamente operativas del concepto (Bastida y Una de las primeras manifestaciones que dan origen
Varela, 1984), lo cual dificulta el conocimiento de las a esta naturaleza de la lealtad es la noción de ’insis-
razones que han dado lugar a un determinado com- tencia del consumidor’ introducido por Copeland en
portamiento de compra. 1923: Cuando el consumidor aborda la compra de un
Colombo y Morrison (1989) añaden, además, que producto con esta actitud en mente, no acepta susti-
esta forma de ver la lealtad no permite el desarrollo tutos a menos que sea una emergencia.
de una definición y medida universal de la misma, ya Posteriormente, Brown (1953) la describe como: Una
que la única limitación al número de definiciones y de decisión deliberada para concentrar las compras en
medidas es la imaginación del propio investigador. En una única marca debido a alguna superioridad real o
este sentido, la secuencia de compras AABAACAA- imaginaria de la misma.
DAAE calificaría al consumidor de leal a la marca A, Más recientemente, encontramos otros autores que
según la definición operativa de la lealtad basada en el adoptan este mismo posicionamiento. Así por ejem-
porcentaje de compras (véase Krishnamurthi y Raj, plo, Assael (1987) y Keller (1993) afirman que la leal-
1991; Reichheld, 1993). Sin embargo, éste no sería el tad se pone de manifiesto cuando existen actitudes y
caso según la medida de la secuencia de compras, que creencias favorables hacia la marca.

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No obstante, es la definición propuesta y contrastada concepto es la de ser un vínculo psicológico o emo-
empíricamente por Jacoby y Kynner (1973) la más cional del consumidor con una marca concreta den-
ampliamente aceptada, y la que más debate ha pro- tro de una categoría de productos determinada,
vocado (véase a este respecto Tarpey, 1974; 1975) al representando por tanto la promesa explícita o implí-
considerar la actitud como un aspecto inseparable de cita de continuar con la elección de dicha marca.
la lealtad. Esta quedaría definida, consecuentemente, Con la introducción del concepto compromiso, por
como: ...un comportamiento de compra, no aleatorio, tanto, la lealtad quedaría expresada como una res-
expresado a lo largo del tiempo por una unidad de puesta de comportamiento de compra, no aleatoria,
decisión con respecto a una o más marcas alternati- expresada a lo largo del tiempo por una unidad deci-
vas, siendo función de procesos psicológicos (evalua- soria con respecto a una o más alternativas, siendo
ción y toma de decisiones). función de procesos psicológicos (evaluación y toma
Tras esta concepción se entiende que la lealtad sólo de decisiones) que resultan en un compromiso hacia
se manifiesta entre aquellos individuos que han toma- la marca.
do decisiones previas en condiciones donde estaba A modo de conclusión de esta primera corriente de
disponible más de una marca en la misma categoría investigación relacionada con la naturaleza de la leal-
de producto, y donde la elección se ha expresado en tad, podemos afirmar que la lealtad es un fenómeno
un comportamiento y no simplemente en la manifes- complejo, pues lo que parecía ser simplemente un
tación de meras intenciones de compra (Berné, comportamiento repetitivo de compra, resulta que
1997). La existencia de esos procesos psicológicos de incluye también determinados aspectos psicológicos
evaluación y de toma de decisiones es lo que permi- como el compromiso hacia la marca.
te distinguir la lealtad de otros comportamientos
repetitivos de compra que Bloemer y Kasper (1995)
definen como: ...la respuesta conductual, aleatoria, 3. Formas de medición de la lealtad a la
expresada a lo largo del tiempo por una unidad deci- marca
soria con respecto a una o más marcas alternativas,
siendo función de un proceso de inercia. Una segunda corriente de investigaciones tiene que
Esta distinción es relevante psicológica y teóricamen- ver con el estudio de cual es la mejor forma de hacer
te según Bloemer y Poiesz (1989) ya que, en su com- operativo el concepto. De nuevo encontramos dos
portamiento, los consumidores pueden parecer leales grupos de trabajos que, lejos de excluirse, se comple-
por el simple hecho de que compren repetidamente mentan en cierta medida, ya que la información sobre
una determinada marca; sin embargo, los factores que compras reales que utiliza el primer grupo de traba-
lo motivan pueden ser bastante diferentes. En algunos jos puede ser usada como medida de la validez con-
casos ese comportamiento repetitivo es el resultado vergente de otras aproximaciones sobre la lealtad,
de una elección deliberada de una determinada como por ejemplo las que predominan en el segun-
marca, porque el individuo tiene razones para que le do grupo.
guste dicha marca, y en otros es simplemente el resul-
tado de una inercia en el comportamiento, de mane-
ra que fácilmente podría tener lugar un cambio de 3.1.- Medidas comportamentales u operativas
marca al no haber ningún atractivo emocional ni de
identificación con la misma. Este primer grupo de trabajos encamina sus esfuerzos
Esto ha llevado a que algunos investigadores hagan al desarrollo de modelos de predicción de la elección
hincapié en la idea de que debe existir un vínculo psi- de marca, motivado en gran parte por la aparición de
cológico o emocional entre el individuo y la marca bases de datos procedentes de paneles de consumi-
para hablar de una verdadera lealtad. En otras pala- dores o de la instalación de escáners en los puntos de
bras, el argumento conceptual más importante de los venta (Cebollada, 1997). Esto ha permitido el des-
trabajos que adoptan una naturaleza determinista del arrollo de medidas operativas del fenómeno, distin-
fenómeno es que el compromiso con la marca cons- guiendo distintos grados de lealtad según cual sea el
tituye el corazón de la lealtad. Si bien la introducción comportamiento mostrado.
de este concepto en la literatura del comportamien- Ejemplo de estas medidas operativas las podemos
to del consumidor es modesta si se la compara con encontrar en multitud de trabajos. De esta manera, la
el papel distintivo que juega en otros ámbitos de estu- elección continuada de una misma alternativa de
dio, como por ejemplo en los canales de distribución, compra a lo largo del tiempo puede ser considerada
este término captura de manera muy intuitiva la como un indicador de la lealtad del individuo, siendo
importante idea de que la lealtad a la marca es algo medida a través de (1) la secuencia de compras (Kahn
más que un comportamiento repetitivo de compra. et al., 1986), (2) la proporción de compras
La definición más ampliamente extendida de este (Cunnighan, 1956; East et al., 1995; Krishnamurthi y

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Raj, 1991; Reichheld, 1993; Srinivasan, 1996); (3) la bajos de Beatty et al., 1988; ; Bloemer y Kasper, 1993,
consistencia de la elección de la marca (Duwors y 1995, 1999; Chaudhuri y Holbrook, 2001; Delgado,
Haines, 1990) y (4) el número medio de compras 2000; Garbarino y Johnson, 1999).
anuales y las tasas anuales de repetición de compra En función de estas aproximaciones de la lealtad, algu-
(Múgica y Yagüe, 1996). Sobre la base de estos traba- nos autores clasifican a los individuos según el grado
jos se entiende, en general, que una mayor frecuencia de lealtad que manifiestan hacia la marca objeto de
de compra o una concatenación de un conjunto de análisis. A este respecto, Aaker (1991) propone la
compras de una marca frente a otras indica lealtad existencia de cinco niveles de lealtad, donde la perte-
hacia la primera. nencia del individuo a uno u otro viene determinada
Además de las medidas operativas anteriores, se des- precisamente por la existencia o no de un vínculo con
arrollan también modelos de predicción que tratan la marca.
de explicar cómo los consumidores resuelven el pro- En comparación con Aaker (1991), Bloemer y Kasper
blema de elegir una marca de entre un conjunto de (1993), por su parte, son más escuetos en la clasifica-
alternativas posibles, asumiendo un comportamiento ción que hacen de los consumidores al distinguir tan
probabilístico influido por el patrón de compras pasa- sólo dos grupos según que el grado de compromiso
do (ver Bayus, 1992; Ehrenberg, 1988; Kalwani y sea mínimo (lealtad falsa o espúrea) o máximo (leal-
Morrison, 1977; McCarthy et al., 1992). Así por ejem- tad verdadera).
plo, los modelos de orden cero asumen la no exis- Por último encontramos el trabajo de Dick y Basu
tencia de efectos entre las compras pasadas y las (1994) quienes, si bien no introducen el término
actuales, considerándose en consecuencia que no hay compromiso de manera explícita, conceptualizan cua-
efecto de aprendizaje alguno que se traduzca en la tro niveles de lealtad según la correspondencia entre
formación de preferencias hacia una determinada la actitud relativa hacia la marca y la repetición de
marca (Kalwani y Morrison, 1977). Otro tipo de compras de la misma. Según esta clasificación pasaría-
modelos utilizados son los de Markov, que consideran mos de un primer nivel (ausencia de lealtad), caracte-
la compra actual como función de las últimas realiza- rizada por una baja actitud relativa hacia la marca com-
das (modelos de orden 1, 2, etc.). binada con un bajo patrón de recompra, al nivel desea-
Se puede observar, por tanto, que estas medidas son ble para cualquier empresa y que vendría representado
excesivamente operativas, ya que su análisis de la leal- por la existencia de un alto comportamiento de recom-
tad está basado en el comportamiento real de los pra y de una elevada actitud relativa hacia la marca.
consumidores, aspecto directamente relacionado con
la supervivencia de las empresas y con el desempeño
de sus actividades. Además necesitan un tipo de infor- 4. Orientación teórica y filosófica adoptada
mación, como son los datos sobre compras, a los que en el estudio de la lealtad
es relativamente más fácil de acceder y de medir que
los aspectos actitudinales, en los cuales pone más La tercera línea o corriente de investigación que
énfasis el siguiente grupo de trabajos. encontramos sobre la lealtad clasifica los trabajos rea-
lizados según cual es la principal orientación teórica y
filosófica que los investigadores adoptan en su trata-
3.2.- Medidas actitudinales y actitudinales-compor- miento. La más popular, y la que ha guiado la mayor
tamentales parte de las investigaciones realizadas, es la orienta-
ción psicológica que está centrada en los procesos
Si bien los trabajos anteriores determinan la existen- cognitivos que apoyan el desarrollo de una actitud
cia de distintos niveles de lealtad según el patrón de fuerte hacia la marca. Entre ellos podemos mencionar
compras seguido por el individuo, los hay otros que los trabajos de Anderson y Sullivan (1993), Bloemer y
hacen dicha distinción mediante el uso de medidas Kasper (1993, 1995, 1999), Cronin y Taylor (1992),
que tratan de aproximarse al compromiso o al víncu- Jacoby y Kynner (1973), LaBarbera y Marzusky (1983),
lo que el individuo ha desarrollado hacia la marca. A Oliver (1980).
veces dichas medidas son combinadas con la inten- Consecuentemente, variables tales como la satisfac-
ción de recompra, ya que la lealtad no concierne ción (ver Anderson y Sullivan, 1993; Cronin y Taylor,
exclusivamente al comportamiento de recompra o al 1992; LaBarbera y Marzusky, 1983; Oliver, 1980), los
compromiso sino a ambos (Dick y Basu, 1994). costes de cambio (ver Antón et al., 1998; Dick y Basu,
De esta manera, la medida de la lealtad vendría 1994; Selnes, 1993) y la implicación (ver Antón et al.,
expresada en algunos casos por una escala de com- 1998; Beatty et al., 1988) han acaparado la mayor
promiso o bien por una combinación del grado de parte de la atención de los investigadores.
compromiso del individuo con la marca y la probabi- A este respecto, Fournier y Yao (1997) señalan que, a
lidad de volver a comprar dicha marca (véase los tra- pesar de los avances realizados en la investigación

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sobre la lealtad, esta orientación no ofrece una com- mayor facilidad de acceso a la información, (2) el bajo
pleta comprensión del fenómeno, pues los matices crecimiento que caracteriza a muchas industrias
del concepto no han sido explícitamente ni verdade- (Fornell y Wernefelt, 1987) y (3) la situación de satu-
ramente apreciados, ya que términos tales como pre- ración de los mercados actuales, que viene acompa-
ferencia o actitud no llegan a capturar toda la natura- ñada por unas menores tasas de crecimiento de la
leza emocional y dinámica de la lealtad, ni ahondan en población (Berné, 1997).
la realidad de la experiencia del consumidor. A esta relevancia de la lealtad en la práctica comercial
Este hueco en la literatura se ve satisfecho por los tra- no se mantiene ajeno el mundo académico, pues las
bajos que, si bien son escasos, siguen una orientación investigaciones sobre este aspecto del comporta-
fundamentalmente antropológica y sociológica a la miento del consumidor han experimentado una gran
hora de explicar los patrones de lealtad, pues utilizan evolución dando lugar a numerosos trabajos relacio-
aspectos emotivos, hedónicos, simbólicos (Elliot y nados con (1) la naturaleza atribuida a la lealtad, (2) la
Wattanasuwan, 1998) y sociológicos del consumidor forma de medirla y (3) la orientación teórica y filosó-
(Sheth y Parvartiyar, 1995), para así capturar las rela- fica que explica los comportamientos leales.
ciones talismáticas que los consumidores desarrollan Tras una revisión de los trabajos ubicados en estos
con las marcas que consumen (Fournier, 1998; tres grupos podemos afirmar que el futuro de la
Fournier y Yao, 1997). Enmarcada en esta segunda investigación sobre la lealtad a la marca pasa por el
orientación, es también notable la ausencia de traba- desarrollo de nuevas perspectivas u orientaciones
jos que expliquen la lealtad a la marca a partir de las teóricas relevantes que puedan dar vida a la investi-
teorías de las relaciones interpersonales, a pesar de las gación existente actualmente y ahondar aun más en la
connotaciones relacionales que se pueden atribuir al experiencia de consumo del individuo.
término, ya que, como señala Beardi (2000), los indi- En este sentido, y a pesar de la irrupción de los prin-
viduos se relacionan con las marcas en términos pare- cipios relacionales, tanto en la teoría como en la prác-
cidos a como se relacionan con otros individuos (p.e. tica comercial, raramente han sido examinados en el
desconfianza, afecto, amistad, etc.). ámbito de comportamiento del consumidor en rela-
A pesar de la escasez de trabajos en este campo, no ción con las marcas, dadas las conexiones conceptua-
por ello hay que dejar de mencionar las pocas inves- les existentes entren los aspectos relacionales y la
tigaciones existentes al respecto como son las publi- noción de lealtad según Fournier y Yao (1997). Esta
caciones de Fournier, a raiz de su tesis doctoral en escasez de trabajos resulta también paradójica para
1994, sobre la aplicación general de la teoría relacio- Sheth y Parvatiyar (1995), quienes consideran que la
nal al ámbito de la marca. A partir del desarrollo de lealtad es un concepto relacional fértil ya que, cuando
un marco conceptual que permite comprender mejor los contactos directos entre los consumidores y las
las relaciones que los consumidores forman con las empresas no son posibles, éstos desarrollan una rela-
marcas que conocen y usan, la autora da respuesta a ción con la marca, siendo por tanto la lealtad una
las cuestiones básicas de si, por qué y en qué forma medida de tal relación.
los consumidores buscan y valoran relaciones conti- Haciéndonos eco de las anteriores opiniones, la idea
nuadas con las marcas. De esta manera demuestra la de que la interacción de los consumidores con las
utilidad y legitima la existencia de la idea relacional marcas pueda ser analizada a lo largo de múltiples
entre el consumidor y la marca. Otros trabajos en dimensiones, como por ejemplo una relacional
esta misma línea son los de Hess (1995) y Delgado y (Fournier, 1998), invita a la reflexión y a un análisis más
Munuera (en prensa) consistentes en una adaptación profundo de la extrapolación de los principios relacio-
de las teorías interpersonales del compromiso y la nales al ámbito del consumidor y las marcas. El estudio
confianza a la lealtad hacia la marca. del papel que conceptos tales como, por ejemplo, la
confianza y el compromiso juegan en la explicación del
comportamiento del consumidor, ofrecería en este
4. Conclusiones caso una mayor comprensión y explicación de la leal-
tad a la marca que la tradicionalmente dada.
Tras una larga interrupción de las actividades comer-
ciales destinadas a la construcción de una marca
poderosa en el mercado, las empresas han situado de 5. Biblografía
nuevo el desarrollo de la lealtad a sus marcas en el
centro de su estrategia comercial (Fournier y Yao, AAKER, D.A. (1991), Managing Brand Equity:
1997). Este mayor interés por la protección de la Capitalizing on the Value of a Brand Name. Ed.
cuota de mercado ha venido motivado por factores The Free Press, New York.
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i Respecto a la utilización del término “lealtad” hay que hacer constar que para los efectos de este trabajo no debe confundirse con el término “fidelidad”. El paralelismo
entre ambos conceptos podemos encontrarlo en muchos trabajos que consideran la lealtad como un concepto paralelo a la idea cultural de una relación marital monó-
gama, que extrapolado a nuestro ámbito de análisis representaría la promesa de comprar consistentemente sólo una marca a lo largo del tiempo. En opinión de
Fournier y Yao (1997) se asume la visión de la lealtad como una asociación exclusiva entre un consumidor y una marca, de ahí que, consecuentemente, el individuo no
exprese deseo ni interés en buscar o cambiar a otras marcas, probar o conocer otras alternativas mejores o más convenientes.

Al igual que ocurre con las personas, las expresiones de lealtad no necesitan estar asociadas con la exclusividad sino con el tono emocional y sincero de las intenciones
a lo largo del tiempo. Así por ejemplo, hay individuos que, aun manifestando tener una marca favorita que consumen con regularidad, no muestran remordimiento algu-
no de engaño o traición cuando, por determinadas circunstancias (diversión, ocasión, etc.), compran otras marcas. Además, los hay otros que lejos de tener una única
marca preferida tienen varias, por lo que exhiben una lealtad dividida o compras de repertorio. En estos casos estaríamos hablando de la existencia de una lealtad, y no
de fidelidad con la connotación de exclusividad que lleva asociada.

Es por ello que, ante una situación de proliferación de productos, guerra de precios y consumo hedónico que alienta la búsqueda de variedad, la noción de lealtad
como un compromiso exclusivo, o lo que es lo mismo la fidelidad, es cuestionable y cada vez menos frecuente en los mercados de productos de consumo.
Consecuentemente, y en lo que respecta a este trabajo, utilizaremos la noción de lealtad teniendo en cuenta que no se equipara al término de fidelidad.

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