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Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano. Estudio de la


televisión comunitaria de Colombia y nuevas propuestas de programación y
formación de periodistas

Thesis · March 2008

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1 author:

Lizandro Angulo
University of Tolima
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Modelo de televisión comunitaria para el
desarrollo humano
Estudio de la televisión comunitaria de Colombia y nuevas propuestas de
programación y formación de periodistas

Doctorando: Lizandro Angulo Rincón


Profesor de Comunicación Social- Periodismo de la
Universidad de Pamplona (Colombia)

Leioa, 2007
Modelo de televisión comunitaria para el
desarrollo humano
Estudio de la televisión comunitaria de Colombia y nuevas propuestas de
programación y formación de periodistas

Doctorando: Lizandro Angulo Rincón


Profesor de Comunicación social de la Universidad de
Pamplona (Colombia)

Director: Iñaki Zabaleta Urkiola


Departamento de Periodismo
Facultad de CC. Sociales y de la Comunicación
Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea
(UPV-EHU)

Leioa, 2007
A Dios, por la nueva filosofía;
a mis padres, por la comprensión;
a mis amigos (†) y amigas (†), por la esperanza;
a ellas, por la inspiración.

"El pueblo, tan sólo él, conoce su bien


y es dueño de su suerte, pero no
un poderoso, ni un partido, ni una fracción.
Nadie sino la mayoría es soberana.
Es un tirano el que se pone en lugar
del pueblo; y su potestad, usurpación”.
Simón Bolívar. Cuartel General del Libertador,
Maracaibo, 16 de diciembre de 1826.
2

Agradecimientos
Un agradecimiento sincero al profesor Iñaki Zabaleta Urquiola por aceptar la
dirección de esta tesis doctoral. Su entusiasmo, franqueza, formación y
experiencia fueron de suma importancia para culminar este proyecto que
iniciamos con mucha ilusión a comienzos de 2004.
A los profesores vinculados al departamento de Periodismo de la facultad de
Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad del País Vasco
(UPV/EHU), por el apoyo recibido durante los periodos de docencia e
investigación del doctorado en Periodismo y comunicación en la era digital y
claves de la sociedad actual. A los profesionales de Hegoa por darme pistas para
conocer la evolución del concepto de desarrollo.
Un agradecimiento especial a la Universidad de Pamplona (Colombia), institución
que me dio la oportunidad de adelantar los estudios de doctorado en el País
Vasco, cuando me desempeñaba como docente del departamento de comunicación
social.
Mi gratitud a los usuarios y al personal directivo, periodístico y administrativo de
la Asociación de Usuarios Comunitarios de la Antena Parabólica, Asucap San
Jorge, de Ocaña (Norte de Santander); a la Asociación de Copropietarios de la
Antena Parabólica de San Gil, Asoparsa, de San Gil (Santander); a la Asociación
de Usuarios Copropietarios de Televisión Comunitaria, Arenales TV, de Girón
(Santander); y a Radio Televisión de Pamplona, RTP Pamplona (Norte de
Santander), por haberme suministrado la información esencial para el análisis de
la televisión comunitaria de Colombia en los niveles de producción, programación
y audiencia.
Al tribunal que vaya a revisar esta tesis, porque su evaluación se convertirá en un
aporte muy importante a mi formación de doctorado, independientemente de la
calificación obtenida.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
1 INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 15
1.1 MAPA CONCEPTUAL ..................................................................................................... 17
1.1.1 Comunicación e información .................................................................................. 17
1.1.1.1 Comunicación ............................................................................................................. 17
1.1.1.2 Información ................................................................................................................. 19
1.1.2 Comunicación para el desarrollo ........................................................................... 21
1.1.3 El desarrollo humano ............................................................................................. 22
1.1.4 Televisión comunitaria ............................................................................................ 22
1.1.5 El Desarrollo en Colombia ..................................................................................... 23
1.2 MAPA DE NAVEGACIÓN ................................................................................................ 23
1.2.1 Bloque 1. Corpus teórico ........................................................................................ 24
1.2.2 Bloque 2. Aplicaciones del corpus teórico .............................................................. 26
1.2.3 Bloque 3. Cuestiones de investigación e hipótesis .................................................. 26
1.2.4 Bloque 4. Método .................................................................................................... 27
1.2.5 Bloque 5. Resultados ............................................................................................... 27
1.2.6 Bloque 6. Conclusiones ........................................................................................... 28
1.2.7 Bloque 7. Propuesta ................................................................................................ 28
1.3 SÍNTESIS DE LA PROPUESTA .......................................................................................... 29
2 CORPUS TEÓRICO ........................................................................................................... 33
2.1 EVOLUCIÓN DE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ........................................................... 34
2.1.1 Modernización, desarrollo y contexto histórico...................................................... 35
2.1.2 Dependencia, desarrollo y contexto histórico ......................................................... 41
2.1.3 Multiplicidad/otro desarrollo, desarrollo sostenible y contexto histórico .............. 44
2.1.4 Neoliberalismo, globalización y contexto histórico ............................................... 47
2.1.5 El desarrollo humano ............................................................................................. 54
2.1.5.1 Origen del concepto del desarrollo.............................................................................. 55
2.1.5.2 Evolución del concepto de desarrollo en el periodo 1950-1990 .................................. 56
2.1.5.3 La propuesta del desarrollo humano ........................................................................... 58
2.1.5.4 La democracia, sustento del desarrollo humano .......................................................... 62
2.1.5.5 Desarrollo local para crear otra globalización ............................................................. 64
2.1.5.6 Replantear la cooperación al desarrollo ...................................................................... 64
2.1.6 El desarrollo en Colombia ...................................................................................... 67
2.1.6.1 El desarrollo económico y humano en los últimos 50 años ......................................... 67
2.1.6.2 Evolución del gasto social en los planes de desarrollo ................................................ 68
2.1.6.3 El desarrollo humano en el periodo 1985-1999 .......................................................... 72
2.1.6.4 Evolución de los ingresos y del desarrollo humano .................................................... 75
2.1.6.5 Evolución de la perspectiva de género ........................................................................ 77
2.1.6.6 Evolución de la salud y del saneamiento/sanidad básico ambiental ............................ 79
2.1.6.7 Evolución del sector educativo ................................................................................... 80
2.1.6.8 Incidencia del conflicto interno en el desarrollo humano de Colombia ...................... 81
2.1.6.9 El desarrollo humano en grupos minoritarios de Colombia ........................................ 89
2.2 ENFOQUES TEÓRICOS DE LA COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO .......................... 101
2.2.1 El enfoque difusionista .......................................................................................... 102
2.2.2 El modelo participativo ......................................................................................... 106
2.2.2.1 Nuevo Orden Informativo Mundial (NOMIC) .......................................................... 112
2.2.2.2 Influencia de los 80 en la comunicación para el desarrollo ....................................... 114
2.2.2.3 La participación en el entorno del nuevo periodista .................................................. 115
2.2.2.4 Evaluación de la comunicación para el desarrollo .................................................... 117
2.3 TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TIC) PARA EL DESARROLLO
120
2.3.1 La brecha digital ................................................................................................... 121
2.3.2 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el contexto global ...... 122
2.3.3 Tecnologías de la Información y la Comunicación y el desarrollo ...................... 123
2.3.4 Aplicaciones de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ............... 126
4

2.3.4.1 Las TIC para la salud ................................................................................................ 127


2.3.4.2 Las TIC en la educación............................................................................................ 127
2.3.4.3 Las TIC como soporte de las actividades económicas .............................................. 128
2.3.4.4 Las TIC como herramientas para la participación ciudadana .................................... 128
2.3.4.5 Las TIC en el fortalecimiento de la administración pública o e-gobierno ................. 128
2.3.5 Comunicación y desarrollo en internet ................................................................. 129
2.4 LA TELEVISIÓN COMUNITARIA .................................................................................... 133
2.4.1 Lo estatal y lo comercial como gestores de la televisión comunitaria .................. 133
2.4.2 La radio abre las puertas a la televisión comunitaria .......................................... 140
2.4.3 El factor económico en el surgimiento de las televisiones y videos comunitarios 142
2.4.4 Fundamentos y naturaleza de la televisión comunitaria ....................................... 143
2.4.5 Dificultades de la televisión comunitaria.............................................................. 146
2.5 MODELOS DE TELEVISIÓN COMUNITARIA ................................................................... 148
2.5.1 El modelo norteamericano de televisión comunitaria .......................................... 148
2.5.1.1 El modelo estadounidense ......................................................................................... 149
2.5.1.2 El modelo canadiense................................................................................................ 152
2.5.2 El modelo colombiano de televisión comunitaria ................................................. 153
2.5.2.1 Sistema general de la televisión colombiana ............................................................. 153
2.5.2.2 La televisión comunitaria de Colombia..................................................................... 168
2.5.3 Otros modelos latinoamericanos de TV comunitaria............................................ 187
2.5.3.1 El modelo brasileño .................................................................................................. 188
2.5.3.2 El modelo venezolano ............................................................................................... 192
2.5.3.3 El modelo argentino .................................................................................................. 194
2.5.3.4 Medios comunitarios en otros países de Latinoamérica ............................................ 196
2.5.4 El modelo europeo de televisión comunitaria ....................................................... 198
2.5.4.1 El modelo holandés ................................................................................................... 198
2.5.4.2 El modelo belga ........................................................................................................ 199
2.5.4.3 El modelo alemán ..................................................................................................... 200
2.5.4.4 El modelo sueco ........................................................................................................ 201
2.5.4.5 El modelo danés ........................................................................................................ 202
2.5.4.6 El modelo francés ..................................................................................................... 202
2.5.4.7 Los medios comunitarios en otros países europeos ................................................... 203
2.5.5 El modelo de Oceanía de TV comunitaria ............................................................ 204
2.5.5.1 El modelo australiano................................................................................................ 204
2.5.6 Los medios de comunicación comunitarios en África y Asia ................................ 205
2.6 LA TELEVISIÓN COMUNITARIA Y OTRAS TELEVISIONES .............................................. 206
2.6.1 Binomio televisión comunitaria/televisión de calidad .......................................... 207
2.6.2 Binomio televisión comunitaria/televisión digital e internet................................. 213
2.6.3 Binomio televisión comunitaria/televisión cultural y educativa ........................... 218
2.6.3.1 Televisión comunitaria/televisión cultural ................................................................ 219
2.6.3.2 Televisión comunitaria/televisión educativa ............................................................. 222
2.6.4 Televisión comunitaria/televisión alternativa ....................................................... 227
2.7 PERIODISMO COMUNITARIO Y OTROS ENFOQUES PERIODÍSTICOS ................................ 231
2.7.1 Periodismo comunitario/periodismo cívico .......................................................... 232
2.7.2 Periodismo comunitario/periodismo ciudadano ................................................... 237
2.7.3 Periodismo comunitario/periodismo digital ......................................................... 241
2.7.4 Periodismo comunitario/periodismo cultural y educativo .................................... 246
2.7.4.1 Periodismo comunitario/periodismo cultural ............................................................ 246
2.7.4.2 Periodismo comunitario/periodismo educativo ......................................................... 251
2.7.5 Periodismo comunitario/periodismo de calidad ................................................... 256
2.7.6 Periodismo comunitario/periodismo alternativo .................................................. 259
3 APLICACIONES DEL CORPUS TEÓRICO ................................................................ 263
4 CUESTIONES DE INVESTIGACIÓN E HIPÓTESIS ................................................. 267
4.1 ÁREA 1: CUESTIONES DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA ACTIVIDAD PRODUCTORA DE LOS
PERIODISTAS Y DIRECTIVOS DE LA TELEVISIÓN COMUNITARIA DE COLOMBIA .......................... 269
4.1.1 Cuestiones de investigación sobre la labor de los periodistas .............................. 269
5

4.1.2 Cuestiones de investigación sobre la labor de los directivos................................ 270


4.2 ÁREA 2: CUESTIONES DE INVESTIGACIÓN E HIPÓTESIS SOBRE LA PROGRAMACIÓN DE LA
TELEVISIÓN COMUNITARIA DE COLOMBIA ................................................................................ 271
4.2.1 Cuestiones de investigación sobre el tipo de programa y temporalidad de
producción de la programación de las televisiones comunitarias ...................................... 271
4.2.2 Hipótesis de investigación sobre el tipo de programa de la programación de las
televisiones comunitarias .................................................................................................... 271
4.2.3 Cuestiones de investigación sobre los contenidos de los programas informativos
(magacín, noticieros y programa de entrevistas) ................................................................ 272
4.2.4 Hipótesis de investigación sobre la estructura y contenidos de los programas
informativos (magacín, noticieros y programa de entrevistas) ........................................... 272
4.2.5 Cuestiones de investigación sobre los valores y contravalores periodísticos ....... 273
4.2.6 Cuestiones de investigación sobre los valores y contravalores de desarrollo
humano 273
4.2.7 Cuestiones de investigación sobre las características de los protagonistas de los
programas informativos (magacín, noticiero y programa de entrevistas) .......................... 274
4.3 ÁREA 3: CUESTIONES DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA AUDIENCIA DE LA TELEVISIÓN
COMUNITARIA DE COLOMBIA.................................................................................................... 274
4.3.1 Cuestiones de investigación sobre frecuencia de visionado, calidad de la
programación y de la señal, imagen ética de los periodistas, contribución de la
programación al desarrollo humano y formas de participación de la audiencia ............... 274
5 MÉTODOS ........................................................................................................................ 277
5.1 MÉTODOS EMPLEADOS Y SU IDONEIDAD ..................................................................... 277
5.2 MÉTODOS DEL ÁREA 1 SOBRE ACTIVIDAD DE PERIODISTAS Y DIRECTIVOS: ENTREVISTA
EN PROFUNDIDAD Y OBSERVACIÓN DIRECTA NO PARTICIPANTE ................................................ 279
5.2.1 Entrevistas en profundidad a periodistas.............................................................. 280
5.2.1.1 Fiabilidad y validez ................................................................................................... 280
5.2.1.2 Universo .................................................................................................................... 281
5.2.1.3 Muestra ..................................................................................................................... 281
5.2.1.4 Indicadores temáticos de la entrevista en profundidad .............................................. 281
5.2.2 Observación directa no participante de la actividad de los periodistas ............... 282
5.2.2.1 Fiabilidad y validez ................................................................................................... 282
5.2.2.2 Universo .................................................................................................................... 283
5.2.2.3 Muestra ..................................................................................................................... 284
5.2.2.4 Unidades de observación .......................................................................................... 284
5.2.3 Entrevistas en profundidad a directivos ............................................................... 285
5.2.3.1 Fiabilidad y validez ................................................................................................... 285
5.2.3.2 Universo .................................................................................................................... 286
5.2.3.3 Muestra ..................................................................................................................... 286
5.2.3.4 Indicadores temáticos ................................................................................................ 286
5.3 MÉTODO DEL ÁREA 2 SOBRE PROGRAMACIÓN: ANÁLISIS DE CONTENIDOS .................. 287
5.3.1 Planos de análisis ................................................................................................. 288
5.3.2 Fiabilidad intercodificadora y validez .................................................................. 289
5.3.3 Definición de universos ......................................................................................... 289
5.3.3.1 Universo de medios de TV comunitaria .................................................................... 289
5.3.3.2 Universo de contenidos de TV comunitaria .............................................................. 290
5.3.3.3 Universo temporal de TV comunitaria ...................................................................... 290
5.3.3.4 Universo de cadenas de televisión de cobertura nacional y programación generalista
290
5.3.4 Definición de muestras.......................................................................................... 291
5.3.4.1 Muestra de medios de TV comunitaria ..................................................................... 291
5.3.4.2 Muestra de contenidos .............................................................................................. 293
5.3.4.3 Muestra temporal ...................................................................................................... 295
5.3.4.4 Muestra de TV nacional con programación generalista ............................................ 300
5.3.5 Unidades de análisis y medición ........................................................................... 301
5.3.5.1 Unidades de análisis empleadas ................................................................................ 302
5.3.5.2 Unidades de medición empleadas ............................................................................. 303
6

5.3.6 Sistema de categorías de la programación (tipo y modo) ..................................... 303


5.3.6.1 Sistema de categorías sobre el tipo de programa ....................................................... 304
5.3.6.2 Sistema de categorías sobre el modo de producción ................................................. 308
5.3.7 Sistemas de categorías de los segmentos de programas informativos (tema y
tratamiento) ......................................................................................................................... 309
5.3.7.1 Sistema de categorías de los temas de los programas................................................ 310
5.3.7.2 Sistema de categorías de los macrogéneros de información, opinión y educación .... 329
5.3.7.3 Sistemas de categorías de los valores y contravalores periodísticos ......................... 336
5.3.7.4 Sistema de categorías de los valores y contravalores de desarrollo humano ............. 341
5.3.8 Sistema de categorías de los protagonistas y su tratamiento en los programas
informativos (quiénes y cómo) ............................................................................................ 347
5.3.8.1 Sistema de categorías para los protagonistas de los programas informativos ........... 347
5.3.8.2 Definiciones constitutivas y operativas de los protagonistas de los segmentos ......... 348
5.3.8.3 Sistema de categorías del tratamiento de los protagonistas en los segmentos ........... 351
5.4 MÉTODOS DEL ÁREA 3 SOBRE ANÁLISIS DE LA AUDIENCIA: CUESTIONARIO Y DISCUSIÓN
DE GRUPO.................................................................................................................................. 354
5.4.1 Fiabilidad y validez............................................................................................... 355
5.4.2 Universo ................................................................................................................ 355
5.4.3 Muestra: grupos de discusión y cuestionario ....................................................... 356
5.4.4 Cuestionario y cuestiones de discusión ................................................................. 356
6 RESULTADOS .................................................................................................................. 359
6.1 RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE LA ACTIVIDAD PRODUCTORA DE PERIODISTAS Y
DIRECTIVOS............................................................................................................................... 359
6.1.1 Resultados de las entrevistas en profundidad a periodistas de TV comunitaria ... 359
6.1.1.1 Comprensión del concepto de comunicación para el desarrollo ................................ 360
6.1.1.2 Preparación del periodista para dedicarse a la comunicación para el desarrollo ...... 361
6.1.1.3 Contribución del periodista al desarrollo de la comunidad ....................................... 362
6.1.1.4 Objetivos de los programas informativos .................................................................. 362
6.1.1.5 Aporte del programa al desarrollo de la comunidad .................................................. 363
6.1.1.6 Participación actual de la comunidad en los programas informativos ....................... 364
6.1.1.7 Participación ideal de la comunidad en los programas informativos ........................ 364
6.1.2 Resultados de la observación directa en el trabajo de campo de los periodistas . 365
6.1.2.1 Búsqueda y valoración de temas y fuentes para la producción, edición y realización de
los programas informativos de la televisión comunitaria de Colombia .......................................... 365
6.1.2.2 Criterios para valorar y motivar la participación de la audiencia .............................. 367
6.1.2.3 Infraestructura física y recursos tecnológicos para la producción de los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia ................................................................. 368
6.1.3 Resultados de las entrevistas en profundidad a directivos de canal comunitario 369
6.1.3.1 Comprensión del concepto de comunicación para el desarrollo ................................ 369
6.1.3.2 De qué forma pueden contribuir los canales comunitarios al desarrollo de la
comunidad 370
6.1.3.3 Preparación específica de los canales comunitarios para que aporten al desarrollo de la
comunidad 371
6.1.3.4 Objetivos del canal comunitario ................................................................................ 371
6.1.3.5 Cómo contribuyen los canales comunitarios al desarrollo de la comunidad ............. 372
6.2 RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE LA PROGRAMACIÓN DE LA TELEVISIÓN COMUNITARIA DE
COLOMBIA ................................................................................................................................ 372
6.2.1 Resultados del tipo de programa, duración y temporalidad de producción ......... 372
6.2.1.1 Tipo de programa de la TV comunitaria ................................................................... 373
6.2.1.2 Tipo de programa de los canales RCN y Caracol ...................................................... 374
6.2.1.3 Duración de los programas de la TV comunitaria ..................................................... 374
6.2.1.4 Temporalidad de producción de la TV comunitaria .................................................. 376
6.2.1.5 Temporalidad de producción de los canales RCN y Caracol .................................... 377
6.2.2 Resultados de los contenidos de los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia y del noticiero RCN ................................................................... 377
6.2.2.1 Grandes temas y categorías de contenidos que predominan en los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia (QUÉ 1) .................................................. 378
7

6.2.2.2 Grandes temas y categorías de contenidos que predominan en el noticiero de la


estación de TV Radio Cadena Nacional (RCN) de Colombia (QUÉ 1) ......................................... 379
6.2.2.3 Subtemas y subcategorías de contenidos que predominan en la política, economía,
deporte, cultura, orden público y espectáculo de los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia (QUÉ 2) ................................................................................................ 380
6.2.2.4 Subtemas y subcategorías de contenidos que predominan en la política, economía,
deporte, cultura, orden público y espectáculo del noticiero RCN de Colombia (QUÉ 2) .............. 381
6.2.2.5 Concreción del tipo de política gubernamental y comunitaria, del tipo de sectores
económicos, servicios públicos y macroeconomía, del tipo de deporte reglado, autóctono y
alternativo, del tipo de arte, entorno humano y temas educativos y del tipo de conflictos armados
internos, violencia doméstica y delincuencia común, presentes en los programas informativos de la
televisión comunitaria de Colombia (QUÉ 3) ................................................................................ 382
6.2.2.6 Concreción del tipo de política gubernamental y comunitaria, del tipo de sectores
económicos, servicios públicos y macroeconomía, del tipo de deporte reglado, autóctono y
alternativo, del tipo de arte, entorno humano y temas educativos y del tipo de conflictos armados
internos, violencia doméstica y delincuencia común, presentes en el noticiero RCN (QUÉ 3). .... 384
6.2.3 Resultados de los macrogéneros de información, opinión y educación empleados en
los programas informativos de la televisión comunitaria de Colombia .............................. 384
6.2.4 Resultados de los macrogéneros de información, opinión y educación empleados en
el noticiero RCN de Colombia ............................................................................................ 386
6.2.5 Resultados de los valores y contravalores periodísticos que prevalecen en los
programas informativos de la televisión comunitaria de Colombia y en el noticiero RCN 387
6.2.5.1 Valores periodísticos en la TV comunitaria .............................................................. 387
6.2.5.2 Valores periodísticos hallados en el noticiero RCN de Colombia ............................. 388
6.2.5.3 Contravalores periodísticos en la TV comunitaria .................................................... 389
6.2.5.4 Contravalores periodísticos hallados en el noticiero RCN de Colombia ................... 390
6.2.6 Resultados de los valores y contravalores de desarrollo humano que prevalecen en
los programas informativos de la televisión comunitaria de Colombia y en el noticiero RCN
391
6.2.6.1 Valores de desarrollo humano en la TV comunitaria ................................................ 391
6.2.6.2 Resultados de los valores de desarrollo humano que imperan en el noticiero RCN de
Colombia 392
6.2.6.3 Contravalores de desarrollo humano en la TV comunitaria ..................................... 393
6.2.6.4 Contravalores de desarrollo humano en el noticiero RCN de Colombia ................... 394
6.2.7 Resultados de las características de los protagonistas de los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia y del noticiero RCN ..................... 394
6.2.7.1 Origen (persona/institución) de los protagonistas de la TV comunitaria ................... 395
6.2.7.2 Origen de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia .................................... 396
6.2.7.3 Oficio (persona) u objeto social (institución) - TV comunitaria................................ 396
6.2.7.4 Oficio u objeto social de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ............. 397
6.2.7.5 Género (persona) o naturaleza jurídica (institución) - TV comunitaria ..................... 398
6.2.7.6 Género y naturaleza jurídica de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia .. 399
6.2.7.7 Edad (persona) - TV comunitaria .............................................................................. 399
6.2.7.8 Edad de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia....................................... 400
6.2.7.9 Rasgos fenotípicos externos (persona) - TV comunitaria.......................................... 401
6.2.7.10 Rasgos fenotípicos externos de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia .. 402
6.2.8 Resultados de la forma como son presentados los protagonistas de los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia y del noticiero RCN, desde el ámbito
del desarrollo humano ........................................................................................................ 402
6.2.8.1 Valores (Cómo 1) de la TV comunitaria ................................................................... 403
6.2.8.2 Resultados de la forma como son presentados los protagonistas del noticiero RCN de
Colombia, desde el ámbito del desarrollo humano......................................................................... 404
6.2.8.3 Contravalores (Cómo 2) de la TV comunitaria ......................................................... 405
6.2.8.4 Contravalores (Cómo 2) del noticiero RCN .............................................................. 406
6.3 RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE LA AUDIENCIA DE LA TV COMUNITARIA .................... 406
6.3.1 Resultados de la frecuencia de visionado de la televisión comunitaria de Colombia
407
6.3.2 Resultados de la calidad de la programación de la televisión comunitaria de
Colombia ............................................................................................................................. 407
8

6.3.3 Resultados de la calidad de la señal técnica de la televisión comunitaria de


Colombia ............................................................................................................................. 408
6.3.4 Resultados de la percepción ética del trabajo de los periodistas de la TV
comunitaria ......................................................................................................................... 408
6.3.5 Aportes de la televisión comunitaria al desarrollo ............................................... 409
6.3.6 Preferencia por tipos de programas de la televisión comunitaria de Colombia .. 410
6.3.7 Preferencias de participación de la audiencia de la televisión comunitaria de
Colombia ............................................................................................................................. 411
7 CONCLUSIONES ............................................................................................................. 413
7.1 INTRODUCCIÓN Y NOTA METODOLÓGICA.................................................................... 413
7.2 CONCLUSIONES DEL ÁREA DE LA PRODUCCIÓN........................................................... 413
7.3 CONCLUSIONES DEL ÁREA DE LA PROGRAMACIÓN ..................................................... 415
7.4 CONCLUSIONES DEL ÁREA DE LA AUDIENCIA.............................................................. 421
7.5 REFLEXIONES Y PROPUESTAS SOBRE LA TELEVISIÓN COMUNITARIA PARA EL
DESARROLLO HUMANO ............................................................................................................. 424
7.6 CONCLUSIÓN GENERAL FINAL .................................................................................... 437
8 PROPUESTA DE MODELO DE TELEVISIÓN COMUNITARIA PARA EL
DESARROLLO HUMANO ....................................................................................................... 439
8.1 INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 439
8.2 PROPUESTA DE “MODELO DE TELEVISIÓN COMUNITARIA PARA EL DESARROLLO
HUMANO” ................................................................................................................................. 440
8.2.1 El componente de la participación ....................................................................... 442
8.2.2 El componente de la programación ...................................................................... 444
8.2.3 El componente de las alianzas estratégicas .......................................................... 446
8.2.4 El componente del desarrollo humano ................................................................. 450
8.2.5 El componente de la proyección ........................................................................... 452
8.3 PROPUESTA DE “FUNDAMENTOS DEL PERIODISMO COMUNITARIO” ............................ 454
8.4 UNA PROPUESTA DE “PARRILLA DE PROGRAMACIÓN PARA EL DESARROLLO HUMANO DE
COLOMBIA” .............................................................................................................................. 458
8.4.1 El desarrollo humano de Colombia .......................... ¡Error! Marcador no definido.
8.4.2 Lenguaje de la programación ............................................................................... 458
8.4.2.1 Tipos de programación.............................................................................................. 459
8.4.3 Parrilla de programación para el desarrollo humano de Colombia, justificación
científica y social ................................................................................................................. 460
8.4.3.1 Enfoque educativo y cultural .................................................................................... 461
8.4.3.2 Ejes temáticos ........................................................................................................... 463
8.5 UNA PROPUESTA DE “PROGRAMA DIDÁCTICO PARA LA ESPECIALIZACIÓN/DIPLOMADO
EN INFORMACIÓN Y PRODUCCIÓN DE TELEVISIÓN COMUNITARIA PARA EL DESARROLLO” ........ 474
8.5.1 Justificación de la propuesta ................................................................................ 475
8.5.2 Antecedentes de formación en comunicación y televisión para el desarrollo....... 478
8.5.3 Fundamentos teóricos de la especialización/diplomado en Información y
producción de televisión comunitaria para el desarrollo humano...................................... 481
8.5.4 Diagnóstico de las necesidades de formación de los periodistas comunitarios ... 486
8.5.5 Concreción de contenidos, objetivos, habilidades y competencias del programa
didáctico .............................................................................................................................. 490
9 COROLARIO .................................................................................................................... 499
10 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 501
11 ANEXOS ............................................................................................................................ 525
11.1 ANEXO 1. .................................................................................................................... 527
11.2 ANEXO 2. .................................................................................................................... 529
11.3 ANEXO 3. .................................................................................................................... 531
11.4 ANEXO 4. .................................................................................................................... 533
9

11.5 ANEXO 5 ..................................................................................................................... 535


11.6 ANEXO 6:.................................................................................................................... 537
10
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Evolución del IDH en Colombia ....................................................................................... 76
Tabla 2. Costos brutos del conflicto armado como porcentaje del PIB .......................................... 84
Tabla 3. Cifras sobre violencia en Colombia 2004, 2005 y 2006 ................................................... 86
Tabla 4. La población indígena en distintos años según diferentes fuentes .................................... 90
Tabla 5. Evaluación sobre las lenguas indígenas (2001) ............................................................... 98
Tabla 6. Categorías de riesgo de las lenguas indígenas .................................................................. 98
Tabla 7. Fechas de la muestra de semanas compuestas para noticieros ........................................ 297
Tabla 8. Fechas de la muestra estratificada para magacines* ....................................................... 299
Tabla 9. Fechas de la muestra estratificada para programas de entrevistas* ................................ 300
Tabla 10. Tipo de programas ........................................................................................................ 304
Tabla 11. Programas y temporalidad de producción de la programación ..................................... 308
Tabla 12. Sistemas de categorías y subcategorías de los segmentos de programas informativos
(tema 1, tema 2 y tema 3) .................................................................................................... 310
Tabla 13. Macrogéneros de información, opinión y educación (cómo 1) ..................................... 332
Tabla 14. Análisis del enfoque periodístico (cómo 2) .................................................................. 337
Tabla 15. Análisis del enfoque para el desarrollo humano (cómo 3) ............................................ 342
Tabla 16. Protagonistas de los segmentos de los programas informativos (quién 1, quién 2, quién
3, quién 4 y quién 5) ............................................................................................................ 348
Tabla 17. Tratamiento de los segmentos de los protagonistas en los segmentos de los programas
informativos (cómo 1 y cómo 2) ......................................................................................... 352
Tabla 18. Tipo de programa de la TV comunitaria ....................................................................... 373
Tabla 19. Tipo de programa de los canales RCN y Caracol ......................................................... 374
Tabla 20. Duración de los programas de la TV comunitaria ........................................................ 375
Tabla 21. Temporalidad de producción de la TV comunitaria ..................................................... 376
Tabla 22. Temporalidad de producción de los canales RCN y Caracol ........................................ 377
Tabla 23. Grandes temas y categorías de contenidos de los programas informativos de la TV
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 378
Tabla 24. Grandes temas y categorías de contenidos del noticiero RCN de Colombia ................ 379
Tabla 25. Subtemas y categorías de los contenidos de los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 380
Tabla 26. Subtemas y subcategorías de contenidos del noticiero RCN de Colombia ................... 381
Tabla 27. Tipo de subtema o subcategoría de contenidos de los programas informativos de la
televisión comunitaria de Colombia .................................................................................... 382
Tabla 28. Tipo de subtema o subcategoría de contenidos del noticiero RCN de Colombia ......... 384
Tabla 29. Género empleado en los programas informativos de la televisión comunitaria de
Colombia ............................................................................................................................. 385
Tabla 30. Género empleado en el noticiero RCN de Colombia .................................................... 386
Tabla 31. Valores periodísticos hallados en los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 387
Tabla 32. Valores periodísticos en el noticiero RCN de Colombia .............................................. 388
Tabla 33. Contravalores periodísticos hallados en los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 389
Tabla 34. Contravalores periodísticos en el noticiero RCN de Colombia .................................... 390
Tabla 35. Valores de desarrollo humano en los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 391
Tabla 36. Valores de desarrollo humano en el noticiero RCN de Colombia ................................ 392
Tabla 37. Contravalores de desarrollo humano en los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 393
Tabla 38. Contravalores de desarrollo humano en el noticiero RCN de Colombia ...................... 394
Tabla 39. Origen de los protagonistas de los programas informativos de la televisión comunitaria
de Colombia ........................................................................................................................ 395
Tabla 40. Origen de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ....................................... 396
12

Tabla 41. Oficio u objeto social de los protagonistas de los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia .................................................................................................... 396
Tabla 42. Oficio u objeto social de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ................ 397
Tabla 43. Género y naturaleza jurídica de los protagonistas de los programas informativos de la
televisión comunitaria de Colombia .................................................................................... 398
Tabla 44. Género y naturaleza jurídica de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ..... 399
Tabla 45. Edad de los protagonistas de los programas informativos de la televisión comunitaria de
Colombia ............................................................................................................................. 399
Tabla 46. Edad de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia .......................................... 400
Tabla 47. Rasgos fenotípicos externos de los protagonistas de los programas informativos de la
televisión comunitaria de Colombia .................................................................................... 401
Tabla 48. Rasgos fenotípicos externos de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ...... 402
Tabla 49. Cómo 1 en los protagonistas de los programas informativos la TV comunitaria .......... 403
Tabla 50. Cómo 1 en los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ..................................... 404
Tabla 51. Cómo 2 en los protagonistas de la TV comunitaria de Colombia ................................. 405
Tabla 52. Cómo 2 en los protagonistas del noticiero RCN de Colombia ..................................... 406
Tabla 53. Frecuencia de visionado ................................................................................................ 407
Tabla 54. Calidad de la programación .......................................................................................... 407
Tabla 55. Calidad de la señal técnica ............................................................................................ 408
Tabla 56. Percepción ética del trabajo de los periodistas .............................................................. 408
Tabla 57. Aportes de la TV comunitaria al desarrollo .................................................................. 409
Tabla 58. Preferencia por tipos de programas ............................................................................... 410
Tabla 59. Preferencias de participación de la audiencia ............................................................... 411
Tabla 60. Nivel de formación del personal que labora en las televisiones comunitarias de
Colombia. ............................................................................................................................ 477
Tabla 61. Programa didáctico de la especialización en Información y producción de la televisión
comunitaria para el desarrollo humano.............................................................................. 491
13

ÍNDICE DE ILUSTRACIONES
Ilustración 1. Estructura de contenidos ........................................................................................... 24
Ilustración 2. Participación en la inversión publicitaria–TV abierta en Colombia (2002) ............ 158
Ilustración 3. Estructura de servicios de televisión en Colombia ................................................. 161
Ilustración 4. Estructura de la televisión abierta en Colombia ...................................................... 162
Ilustración 5. Estructura de la televisión cerrada en Colombia ..................................................... 166
Ilustración 6. Tipo de televidente (estrato-región) – Franja de la mañana (lunes a viernes).
Porcentaje de horas.............................................................................................................. 181
Ilustración 7. Tipo televidente (estrato-región) – Franja medio día (lunes a viernes). Porcentaje de
hogares (televisión comunitaria de Colombia) .................................................................... 182
Ilustración 8. Tipo de televidente (estrato-región) – Franja de la tarde (lunes a viernes). Porcentaje
de hogares (televisión comunitaria de Colombia) ............................................................... 183
Ilustración 9. Tipo de televidente (estrato – región) – Franja de la noche (lunes a viernes).
Porcentaje de hogares (televisión comunitaria de Colombia) ............................................. 184
Ilustración 10. Cobertura de la TV comunitaria en Colombia ...................................................... 185
Ilustración 11. Calidad de la señal de la TV comunitaria de Colombia ........................................ 185
Ilustración 12. Calidad de la programación de la TV comunitaria de Colombia .......................... 186
Ilustración 13. Estructura de los bloques informativos de un noticiero comunitario .................... 432
Ilustración 14. Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano .............................. 441
Ilustración 15. Parrilla de programación para el desarrollo humano de Colombia ....................... 461
Ilustración 16. Niveles de sistematicidad del diseño curricular de la especialización/diplomado en
Información y producción de televisión comunitaria para el desarrollo humano, con
fundamento en el modelo curricular de competencias. ....................................................... 485
14
1 Introducción
Quienes hemos trabajado en televisión, nos hemos dado cuenta de que este
medio de comunicación puede hacer más por el bienestar de la gente que limitarse
sólo a describir el día a día, atiborrando a la audiencia de noticias negativas,
“curiosas” y de todo tipo de temáticas, producidas con imágenes espectaculares y
textos sensacionalistas.
Esta percepción del medio de comunicación es mucho más aguda en
nuestros países, en el “Sur”, donde la realidad parece cambiar muy poco y, a
veces, da la sensación de que el tiempo inexorablemente se repite. Los mismos
problemas de cada año, en la misma temporada, en los mismos sitios y, en la
mayoría de los casos, por las mismas causas: las inundaciones en el invierno con
el mismo tipo de víctimas de siempre (los pobres y marginados), los
enfrentamientos en el campo entre los ejércitos privados y el del Estado con el
mismo saldo trágico (la muerte de civiles, la represión y el desplazamiento y
refugio forzado de poblaciones), y las corruptelas políticas que quedan en la
impunidad y estancan la inversión social, entre otros temas.
La televisión sigue esa misma trama a diario, para “informar” parcial y
rápidamente sobre los acontecimientos que afectan a las comunidades, pero no se
percata de que en los tiempo actuales, marcados por la desigualdad social, el
capitalismo cruel y las amenazas contra el medio ambiente, informar supone ir
más allá de los hechos para indagarlos en profundidad y, en la medida de sus
posibilidades y funciones, colaborar en la solución de los problemas. La televisión
de hoy parece más interesada en adormecer, en sumir en un largo letargo de
indiferencia a los ciudadanos, mientras que los marginados, las minorías, los que
no pueden participar en la vida política y económica de las naciones, ven cómo el
mundo se les derrumba en cámara lenta.
Si el medio tuviera una visión más amplia de los fenómenos sociales
descubriría que, a pesar de las dificultades, existen comunidades con capacidad
para reponerse a la adversidad y luchar por el respeto de sus derechos en el marco
16

de una democracia participativa. Lamentablemente, las gentes que hacen parte de


estos colectivos no se reconocen en las pantallas, pues los periodistas están más
interesados en destacar los problemas comunitarios que las hazañas de sus
miembros, su receptividad a nuevos aprendizajes y su entereza para planificar
acciones que buscan el bien común.
No es posible determinar hasta qué punto la repetición de las imágenes
miserablistas de quienes pocas oportunidades económicas y políticas han tenido
en la vida perpetúan la condición de estos últimos. Quizás el afán de los
periodistas de la TV de conseguir el hecho que causa estupor, de ir al fondo del
dolor humano (las masacres, los accidentes mortales, el racismo, la esclavitud
laboral), puede estar convirtiendo el sufrimiento de una persona en una
enfermedad que se propaga a otras por vía de la señal audiovisual.
Por tanto, resulta pertinente preguntarnos sobre el papel que juegan los
medios de comunicación, en especial la televisión, en el conjunto de la sociedad
moderna. En este sentido, a nuestro juicio, la TV comunitaria, de la que tanto se
habla hoy y se confunde o emparenta con los medios alternativos, populares y
cívicos, puede contribuir a concienciar a las comunidades sobre su potencial para
propiciar el cambio social, mediante la apertura de canales realmente
participativos y la colaboración decidida en proyectos de desarrollo humano,
endógeno y sostenible.
Algunas experiencias en ese sentido, que han sido recopiladas por
comunicadores sociales, periodistas y comunicólogos de diferentes latitudes, nos
alimentan la esperanza de que no siempre es necesario que las comunidades
posean grandes recursos económicos o que estén a merced de los políticos (sin
menoscabo de su evidente valor) para emprender acciones de beneficio común,
sino que es aún más importante el trabajo en equipo, la perseverancia, el
aprendizaje permanente y las acciones realizadas en el marco de la ética.
En esta tesis precisamente se argumentan ampliamente estas ideas, si bien
de modo científico, mediante el análisis de la televisión comunitaria en los niveles
de producción, programación y audiencia, utilizando metodologías cuantitativas y
cualitativas. Nuestra intención no es otra que la de intentar la construcción de un
modelo que sistematice los aportes teóricos ajenos, las experiencias de TV
comunitaria en diferentes partes del mundo y los resultados de nuestro propio
análisis sobre este tipo de televisión en Colombia; modelo con el que se pueda
comprender el funcionamiento de los medios comunitarios en estos tiempos
convulsionados por la globalización y se puedan derivar otras propuestas que
impacten positivamente a la sociedad.
17

Sobre esta base está realizada esta tesis doctoral. Ahora bien, para que la
lectura de la misma no tropiece por la densidad de los conceptos y el desarrollo
metodológico, hemos destacado tres epígrafes: el mapa conceptual, en el que se
sintetizan los conceptos que sustentan la propuesta ideológica de la investigación;
el mapa de navegación, en el que se describe brevemente el contenido de los
capítulos; y la síntesis de la propuesta, en la que se señala brevemente los pasos
que condujeron a la culminación de esta tesis, así como la importancia y el
aspecto novedoso de la misma.

1.1 Mapa conceptual


Como lo hemos dicho en el párrafo anterior, el mapa conceptual identifica
los conceptos que sirven como columna vertebral de la propuesta ideológico-
teórica de esta investigación. Aun cuando a lo largo de estas páginas aparecen
diversos conceptos, los que más utilizamos y creemos nosotros que soportan la
tesis de este estudio son: comunicación e información, comunicación para el
desarrollo, y desarrollo humano. Gracias a ellos, se propone un “Modelo de
televisión comunitaria para el desarrollo humano”.

1.1.1 Comunicación e información


Somos conscientes de que los conceptos de comunicación e información
tienen diferentes acepciones y puntos de vista según la ciencia que los aborde,
puesto que ambos se han convertido en áreas transversales que influyen en otras
áreas del saber y en las relaciones cotidianas.
Esta advertencia es necesaria pues nuestra intención no es otra que recopilar
las definiciones que, a nuestro juicio, son las que sustentan con mayor precisión la
propuesta de Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano.

1.1.1.1 Comunicación
Dos teóricos de la comunicación, Gerbner (1967) y Wilbur Schramm
(1983), definen la comunicación de manera similar. Para Gebner, la comunicación
es una “interacción social mediante mensajes”, en tanto que para Schramm es “la
relación construida alrededor del intercambio de información”. Como se puede
notar, para los dos el énfasis está dado en la relación, en el intercambio.
Desde es marco de referencia, pues, entendemos la comunicación
básicamente de dos maneras, siguiendo los criterios de Carey (1975), O’ Sullivan
y Hartley (1983):
 Como proceso o transmisión: el emisor envía un mensaje al receptor y éste
último tiene una mayor o menor capacidad de responder, dentro de un sistema
comunicativo con determinadas características.
18

 Como interacción y negociación social: los mensajes y las gentes, imbricadas


en culturas y realidades sociales situadas, concretas, interactúan para crear,
recrear e intercambiar significados, establecer y reforzar la identidad y la
comunidad. Esta intepretación teórica suele ser muy próxima a la
comunicación interpersonal.
Ahora bien, el campo científico de la semántica/lingüística establece una
relación estrecha entre la comunicación y el significado, lo que nos permite
acercarnos a distintos ángulos de la información periodística1. Al respecto, Lyons
(1977 y 1981) señala que la comunicación como proceso y desde la
semántica/lingüística, es “la transmisión intencional de información factual2 por
medio de algún sistema de transmisión de señales”.
Como complemento de lo anterior, Lyons distingue entre un mensaje
comunicativo y uno informativo, en los siguientes términos:
 Un mensaje es comunicativo: cuando el emisor intenta que, por medio del
mensaje, el receptor sea conocedor/consciente de algo de lo que antes no lo
era. Por tanto, el hecho de que un mensaje sea comunicativo o no, depende del
emisor y de que, ciertamente, tenga opción de elegir entre una serie de
mensajes. En síntesis, “comunicativo” tiene el sentido de “significativo para el
emisor”.
 Un mensaje es informativo: cuando, independientemente de la intención del
emisor logra que el receptor sea conocedor/consciente de algo de lo que no lo
era. Por tanto, como lo asevera Zabaleta (2005: 46), el hecho de que un
mensaje sea informativo o no depende del receptor y de que, ciertamente, le
aporte un conocimiento que antes no tenía. Al contrario, si el mensaje no le
suministra nada que ya no supiera, éste es no-informativo.
Así pues, el concepto de intención se incluye en el concepto de significado
del emisor (lo que quiere comunicar); mientras que el valor o relevancia
informativa se incluye en el concepto de significado del receptor (lo que de
novedoso recibe). Lyons agrega que, en una situación comunicativa ideal, lo que
comunica el emisor y la información que el receptor extrae del mensaje, deberían
ser idénticos, pero es usual que se presenten interpretaciones erróneas y ruidos en
el sistema. De igual manera, es factible y comprensible que en el proceso un
emisor incluya en un mensaje bastantes elementos informativos de los que,
intencionadamente, ha seleccionado para comunicar y que, posteriormente, el
receptor los interprete de una forma u otra.

1
El concepto de “información periodística” se expondrá más adelante (pag. 21).
2
Fundamentado en hechos o limitado a ellos, en oposición a teórico o imaginario (Encarta, 2004).
19

El mismo autor destaca varios tipos de receptor en el proceso comunicativo:


se trata, primero, del receptor real-receptor pretendido y, segundo, de la
apreciación por el receptor de que él es el receptor buscado. El receptor real es el
que recibe la comunicación, y el pretendido, aquél que el emisor busca
intencionadamente como receptor de su mensaje. Lo ideal es que los dos tipos de
receptores coincidan para que se produzca la comunicación de manera eficaz. Para
lograrlo es necesario que el emisor adecue el contenido del mensaje a la audiencia
buscada, empleando diversas técnicas como la función vocativa del lenguaje
(invocar, llamar o nombrar, con más o menos énfasis, al receptor buscado).
El segundo tipo es relevante para la comunicación, especialmente para la
comunicación interpersonal, pues sostiene que el éxito de un mensaje comunicado
no sólo depende de su recepción por el receptor, o de que éste sea consciente de
que el mensaje esté dirigido a él y no a otro, sino de que también reconozca la
intención comunicativa del emisor y, consecuentemente, realice algún tipo de
respuesta cognitiva o conductiva adecuada.
Por último, para que un mensaje sea comunicativo (emisor) e informativo
(receptor) no es necesario que el emisor crea que lo que dice es cierto o que trate
de convencer al receptor de que es verdad lo que dice, pues la condición de
veracidad es inherente en toda comunicación donde existe información factual.

1.1.1.2 Información
El término información, como ocurre con el de comunicación, tiene diversas
acepciones, pero en síntesis se puede comprender desde dos campos:
 Un proceso informativo/comunicativo, potencialmente en un doble sentido,
emisor/receptor.
 Un contenido informativo/comunicativo.
El término también ha sido presentado por algunos autores desde tres
perspectivas: operativa, semántico-cognitiva y socio-discursiva (Abril, 1997: 29-
33). La perspectiva operativa es la que se utiliza en el periodismo y se entiende
como un contenido, intencionadamente construido y transmitido por el emisor,
dentro de los procesos comunicativos que ocurren en los modelos de
comunicación. La perspectiva semántico-cognitiva se emplea en los estudios
lingüísticos referidos a la semántica y la pragmática (Lyons, 1977). La perspectiva
socio-discursiva corresponde a toda actividad compleja, cuyo discurso es
mayormente reflexivo, interactivo, cultural y, por consiguiente, enraizado en la
experiencia humana.
La información, a nuestro juicio, se entiende como un dato, referencia,
conocimiento, mensaje, perteneciente a y presente en cualquier actividad humana,
20

que es transmitido consciente e inconscientemente. De esta manera, vale precisar,


entonces, que por estar el término información vinculado a todas las áreas de la
ciencia (genética, matemática, ingeniería, etc.) se construyen definiciones
específicas. Sin embargo, el vocablo información, en su acepción general, no está
vinculado necesariamente al concepto de actualidad, como suele pensarse
comúnmente.
Información y conocimiento
Existe una polémica sobre los conceptos de información y conocimiento.
Algunos autores afirman que la información está menos estructurada que el
conocimiento. En este punto vale la pena detenernos para aclarar que si bien la
base de una información (datos, pensamientos, sensaciones, etc.) suele estar
fragmentada y desconectada3, la elaboración de la información crea una mínima
organización y estructuración, semejante a lo que ocurre en la producción de
conocimiento entendido como un proceso y un contenido de conocer.
Con ello no queremos desconocer que algunas informaciones de los medios
de comunicación social tengan el rasgo de la fragmentación y la desconexión
(Bennett, 1983). Esta fragmentación y desconexión se refiere básicamente a la
disparidad de contenidos informativos presentados, aunque algo similar puede
ocurrir con el conocimiento cuando sus distintas ciencias no tienen los suficientes
espacios de interdisciplinariedad que se desean.
Información audiovisual
La palabra “audiovisual” se acuñó en los Estados Unidos en la década de los
30, según Gourévitch (1973). En la actualidad, lo audiovisual se refiere a un
macrosistema donde se relacionan diversos sistemas auditivos, visuales y la
combinación y variación de ambos. Como se puede observar, el concepto es
mucho más amplio que aquél que se expresa tradicionalmente cuando se habla de
la radio y la televisión. En definitiva, la información audiovisual aglutina
imágenes, sonidos y textos de todo tipo en una síntesis.
En esta tesis la información audiovisual está contenida fundamentalmente
en los contenidos de los programas informativos de la televisión comunitaria, esto
es, en los noticieros, magacines y programas de entrevistas. También se emplea
con frecuencia la expresión “medio audiovisual” como sinónimo de televisión
(medio de comunicación).

3
El fenómeno de la fragmentación y la desconexión es evidente en los resultados del análisis de
contenidos de los programas informativos de la televisión comunitaria (ver capítulo 6, pag. 359).
21

Parámetros de la información periodística


Como ya lo hemos indicado, la información es proceso y contenido, pero
cuando se le anexa el adjetivo periodístico, se le suman una serie de
características específicas que en el área de las ciencias de la información y/o la
comunicación social es aceptada y compartida por la comunidad científica. Las
características se agrupan en los siguientes parámetros (Zabaleta, 2005: 63):
 Parámetro temporal: en el que se incluyen los conceptos de periodicidad,
actualidad y novedad.
 Parámetro espacial: en el que se encuentra el concepto de la difusión.
 Parámetro de la verdad: se refiere a los valores de objetividad y veracidad
que deben guiar la inevitable acción interpretativa, de grado variable, que el
periodista realiza al elaborar la noticia.
 Parámetro de claridad: trata acerca del estilo claro y preciso que debe tener la
información periodística.
 Parámetro de la narración: hace alusión a que toda información periodística
se construye como un relato, con base en unas técnicas propias del
periodismo.

1.1.2 Comunicación para el desarrollo


La comunicación para el desarrollo es un concepto que engloba tres
dimensiones de la comunicación y de los medios de comunicación: (1) la
capacidad de cambiar las formas de pensar de las personas mediante la
introducción de nuevas ideas; (2) la planificación de la comunicación para
fortalecer procesos educativos que transformen la realidad social; y (3) la
vinculación de las personas en el proceso de la comunicación para estimular en y
con ellas la consecución de objetivos de beneficio común (Chaparro, 2002: 59-
60).
Nosotros hemos retomado esas tres dimensiones para sustentar el concepto
de la comunicación para el desarrollo, pero hemos hecho énfasis en la tercera
dimensión, esto es, en la vinculación de las personas en todo el proceso de la
comunicación conducente a conseguir un cambio social positivo. La vinculación
de las personas, a su vez, se comprende desde cuatro acciones: acceso,
participación, formación y autogestión de la comunicación y de los medios de
comunicación.
22

1.1.3 El desarrollo humano


El desarrollo humano es un concepto que concibe el progreso humano como
la sumatoria y consecución de objetivos ontológicos y sociales. De ahí que
identifique variables cualitativas (salud, educación, medios materiales básicos de
subsistencia, etc.) que han de medirse y cumplirse. Este concepto no se restringe
exclusivamente al logro de variables cuantitativas (el crecimiento económico, por
ejemplo, para medir el progreso de las naciones) que durante mucho tiempo han
sido defendidas por los economistas clásicos. Así las cosas, el desarrollo humano
supone que el ser humano sea libre para aprovechar las oportunidades que él y el
Estado social de derecho le proporcionen para realizarse y perfeccionarse.
Amartya Sen (1998) considera que para que se produzcan cambios positivos
en la sociedad es necesario que los individuos tengan libertad para opinar,
participar y decidir en la vida política, económica y social. Y para tener libertad –
agrega- es necesario eliminar las fuentes de la represión y el miedo: la pobreza, la
privación social sistemática, la intolerancia, etc.
Nosotros consideramos que el concepto así expuesto nos conduce a
sustentar la tesis de esta investigación. Vale aclarar, no obstante, que obviamos
los epítetos endógeno, sostenible y democrático, porque los consideramos
inherentes al concepto mismo.

1.1.4 Televisión comunitaria


Según Chaparro (2002) el adjetivo comunitario ha terminado por imponerse
sobre los de alternativo, popular, asociativo, libre, para referirse a la televisión y
al resto de medios de comunicación participativos y democráticos. Nosotros
consideramos que la TV comunitaria no sólo destaca el valor de poner algo en
común sino que abarca campos de actuación más amplios y diversos.
El concepto de televisión comunitaria se entiende en esta tesis como el
medio de comunicación en el que (1) existe una relación dialógica, esto es, un
intercambio real, efectivo y equitativo entre los que intervienen en el proceso de la
comunicación: el emisor y el receptor (o los interlocutores); (2) la comunidad, en
consecuencia, tiene el derecho de participar en todo el proceso de producción; (3)
se incorpora formalmente al sistema de televisión de un país -como ocurre en
Brasil, Colombia, Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Holanda, Bélgica, entre
otros- aunque también se tienen en cuenta las experiencias audiovisuales
comunitarias que se llevan a cabo sin un reconocimiento legal; y (4) se producen
programas con contenidos fundamentalmente locales y muy comprometidos con
temas sociales, educativos y culturales.
23

1.1.5 El Desarrollo en Colombia


En el desarrollo de esta investigación se presenta la evolución del desarrollo
en Colombia con base en los Informes de Desarrollo Humano realizados por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y por otras
instituciones del orden nacional e internacional. La intención no es otra que la de
conocer el desempeño del país en variables referidas a la salud, educación,
seguridad, entre otras, que nos permitan proponer una parrilla de programación de
televisión comunitaria para el desarrollo humano de Colombia y un programa
didáctico para la formación de periodistas.

1.2 Mapa de navegación


Una vez expuesto el mapa conceptual, vamos a presentar la estructura de
contenidos que hemos diseñado con el propósito de dar coherencia y, por ende,
facilitar la lectura de esta tesis. En el mapa de navegación que se plasma en la
siguiente ilustración, se observan seis bloques, cada uno de los cuales representan
seis capítulos de esta investigación con sus correspondientes temas principales.
Los capítulos se refieren, en su orden, al corpus teórico, cuestiones de
investigación e hipótesis, método, resultados, conclusiones y propuesta.
24

Ilustración 1. Estructura de contenidos


1. CORPUS TEÓRICO
Enfoques teóricos de la
Evolución de las teorías TIC para el
comunicación para el
del desarrollo desarrollo
desarrollo
Periodismo
La televisión Modelos de TV La TV comunitaria
comunitario y otros
comunitaria comunitaria y otras televisiones
periodismos

2. APLICACIONES DEL CORPUS TEÓRICO

3. CUESTIONES DE INVESTIGACIÓN E HIPÓTESIS

Área 2: programación Área 3: audiencia


Área 1: producción de
(tipo, temporalidad y (percepción de la calidad
periodistas y directivos
contenidos) de la TV comunitaria)
4. MÉTODO
Área 1: entrevistas en Área 2: análisis de Área 3: cuestionario y
profundidad y observación contenidos sesión de grupo

5. RESULTADOS
Área 3: audiencia.
Área 1: producción. Área 2: programación.
Resultados cuantitativos
Resultados cualitativos Resultados cuantitativos
y cualitativos

6. CONCLUSIONES
Área 1: Área 2: Área 3: Reflexiones y
producción programación audiencia propuestas

7. PROPUESTA
“Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano”

Fundamentos del Parrilla de


Programa didáctico
periodismo comunitario programación

Fuente: elaboración propia.

1.2.1 Bloque 1. Corpus teórico


En este bloque se presentan las bases teóricas y conceptuales que soportan
el desarrollo de esta investigación. Los temas principales que aquí se exponen
son:
Evolución de las teorías del desarrollo
En este acápite se sintetiza la evolución de las teorías del desarrollo a partir
del siglo XX. Aquí se esbozan los aportes de las teorías de la modernización, la
dependencia y el neoliberalismo y los enfoques del desarrollo sostenible y el
desarrollo humano. Así mismo, se destinan unos párrafos para caracterizar la
evolución del desarrollo en Colombia en los últimos 50 años.
Enfoques teóricos de la comunicación para el desarrollo
En este apartado se describen sucintamente los enfoques de la comunicación
para el desarrollo, con base en los avances teóricos de los últimos 50 años. Así las
25

cosas, el primer enfoque habla sobre la capacidad de los medios para cambiar las
opiniones de las personas mediante la introducción de nuevas ideas
(difusionismo); el segundo, identifica a la planificación como requisito para que la
comunicación se vincule a procesos formativos que conduzcan a transformar
positivamente la realidad (comunicación de apoyo al desarrollo); y el tercero, que
promueve la participación activa de la gente en todo el proceso de cambio
empleando los medios de comunicación (modelo participativo).
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para el desarrollo
Hemos querido abordar el tema de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) dada su trascendencia actual en los ámbitos económico,
político y cultural. Fundamentalmente se expondrán el concepto de brecha digital,
la relación entre las TIC y la globalización y las TIC y el desarrollo humano, y las
aplicaciones de estas tecnologías en los campos de la salud, la educación, las TIC
como soporte de las actividades económicas y como herramientas para la
participación ciudadana y el fortalecimiento de la administración pública o e-
gobierno. Una última parte está dedicada a sondear las principales direcciones
electrónicas que tratan el tema de la comunicación y el desarrollo.
La televisión comunitaria
La televisión comunitaria se entiende como un ejemplo del modelo
participativo de la comunicación. Nosotros hemos querido ampliar la base
conceptual de este tipo de televisión, comparándola con la televisión comercial,
estableciendo sus orígenes y la incidencia de los factores económicos en su
surgimiento y desarrollo. Con base en esos antecedentes, se presentan los
fundamentos y naturaleza de la TV comunitaria y las principales dificultades por
las que atraviesa para convertirse en un medio de mayor impacto en la sociedad.
Modelos de televisión comunitaria
En este epígrafe se exponen las bases legales y conceptuales de los
principales modelos de TV comunitaria en el mundo. En un primer eje, se
describen los modelos de Norteamérica (Canadá y Estados Unidos), el
colombiano, los modelos de Latinoamérica (Brasil y Venezuela, principalmente),
los modelos europeos (Bélgica, Holanda, entre otros). En un segundo eje, se
mencionan las experiencias de medios comunitarios en Centroamérica, África y
Oceanía.
La televisión comunitaria y otras televisiones
Uno de los objetivos de este epígrafe es el de caracterizar a la TV
comunitaria y, para ello, la hemos comparado con otras televisiones para
identificar sus diferencias y semejanzas. La comparación –que hemos querido
26

llamar binomios- se ha establecido con la televisión de calidad, la televisión


digital e internet, televisión cultural y educativa y la televisión alternativa.
Evidentemente, este apartado no intenta ser un trabajo exhaustivo sobre este tema
sino un instrumento básico para su delimitación y diferenciación.
Periodismo comunitario y otros enfoques periodísticos
Un trabajo similar se ha llevado a cabo con el periodismo comunitario. Con
el objeto de dilucidar los fundamentos del periodismo comunitario, se han
establecido binomios o comparaciones con el periodismo cívico, periodismo
ciudadano, periodismo digital, periodismo de calidad, periodismo cultural y
educativo y periodismo alternativo. De todas formas, como hemos indicado en el
epígrafe anterior, estos análisis se han llevado a cabo para identificar, caracterizar
y diferenciar los distintos tipos de periodismo.
Aplicaciones del corpus teórico
En este epígrafe se explica y justifica la selección de los temas del corpus
teórico y la forma como contribuyen a la realización de la investigación.

1.2.2 Bloque 2. Aplicaciones del corpus teórico


En este bloque se resume la utilidad del corpus teórico para el desarrollo de
esta tesis.

1.2.3 Bloque 3. Cuestiones de investigación e hipótesis


En este bloque se presentan las cuestiones de investigación e hipótesis que
orientan el desarrollo de tres áreas de la investigación: producción, programación
y audiencia.
Área 1: producción
Las cuestiones de investigación se refieren a la actividad productora de
periodistas y directivos de la TV comunitaria.
Área 2: programación
Las cuestiones de investigación y las hipótesis se refieren al tipo de
programa y temporalidad de producción de la TV comunitaria y al análisis de
contenidos de sus programas informativos (noticieros, magacines y programas de
entrevistas).
Área 3. Audiencia
Las cuestiones de investigación se refieren a la percepción que tiene la
audiencia sobre la calidad de la programación de la televisión comunitaria y la
idoneidad profesional de los periodistas, entre otras variables.
27

1.2.4 Bloque 4. Método


En este acápite se presentan los métodos empleados para la recolección de
la información y la clase de resultados obtenidos.
Área 1: entrevistas en profundidad y observación directa en trabajo de
campo
Para la recolección de la información sobre la actividad productora de
periodistas y directivos de la televisión comunitaria se emplean dos métodos: la
entrevista en profundidad, y la observación directa del trabajo de campo de los
periodistas exclusivamente.
Área 2: análisis de contenidos
El análisis de contenidos es el método que se utiliza para recabar
información sobre el tipo de programas, su temporalidad de producción y
contenidos de los programas informativos (noticieros, magacines y programas de
entrevistas). También se analiza el tipo de programa y temporalidad de
producción de los canales privados de operación privada, Caracol y RCN, así
como del contenido del noticiero de RCN, con el ánimo de comparar sus
resultados con los de la televisión comunitaria.
Área 3: cuestionario y sesiones de grupo
Para conocer la percepción de la audiencia sobre la frecuencia de visionado
de la TV comunitaria y la calidad de sus programas, se emplean los métodos del
cuestionario y, fundamentalmente, las sesiones de grupo.

1.2.5 Bloque 5. Resultados


Los resultados reflejan el trabajo de tabulación de los datos obtenidos en las
áreas de producción, programación y audiencia de la televisión comunitaria,
mediante la aplicación de los métodos antes citados.
Área 1: producción de periodistas y directivos de la televisión comunitaria
Las entrevistas en profundidad y la observación directa en trabajo de
campo permiten reunir información sobre el trabajo realizado por los periodistas y
directivos de la TV comunitaria. Los resultados son de tipo cualitativo y, por
ende, se expresan en forma de conceptos.
Área 2: programación de la televisión comunitaria
La programación de la televisión comunitaria se analizó mediante el método
de análisis de contenidos, como ya se ha dicho. Sus resultados son de tipo
cuantitativo (porcentajes) y se expresan en tablas. Los datos que allí se exponen,
no obstante, son valorados e interpretados a fin de extraer conclusiones y
reflexiones.
28

Área 3. Audiencia de la televisión comunitaria


El cuestionario y las sesiones de grupo permiten recopilar información
sobre la percepción que tiene la audiencia en diferentes ítems relacionados con la
TV comunitaria. Los resultados obtenidos se expresan de dos formas: unos de tipo
cuantitativo (porcentajes) derivados del cuestionario y cuyo fin es el de tener una
aproximación sobre el número de personas que ven y valoran la calidad de este
tipo de televisión. Los otros son de tipo cualitativo y son los que hemos destacado
en esta tesis, por cuanto nos permiten conocer las opiniones y valoración de la
audiencia sobre la calidad de la programación de la TV comunitaria y la relación
de ésta con el desarrollo humano.

1.2.6 Bloque 6. Conclusiones


Las conclusiones de esta tesis se resumen en tres grandes avenidas de
pensamiento: (1) exposición de los resultados más significativos con sus posibles
mutuas relaciones; (2) reflexión personal sobre las implicaciones de dichos
resultados y sobre las aportaciones que realizan al tema general de la
investigación y a la comunidad científica; y (3) presentación de los puntos débiles,
o aspectos que pueden necesitar mejora, y propuestas para futuras investigaciones.
En aras de seguir el mismo orden sistemático, las conclusiones las hemos
agrupado en las áreas de la producción, programación y audiencia de la TV
comunitaria. Sólo hemos agregado un epígrafe referido a reflexiones y propuestas
de la TV comunitaria para el desarrollo humano, con el propósito de proyectar
futuras investigaciones sobre este tema, planear mejoras a esta investigación y
proponer futuras líneas de investigación.

1.2.7 Bloque 7. Propuesta


La propuesta de esta tesis es, fundamentalmente, la elaboración de un
“Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano.” A partir de él,
hemos creído conveniente extraer tres propuestas más en las áreas del periodismo
(fundamentos del periodismo comunitario), programación de televisión (parrilla
de programación para el desarrollo humano de Colombia) y educación
(programa didáctico para la formación de periodistas en TV comunitaria), ya que
la interacción de sus componentes o ámbitos de actuación (participación,
desarrollo humano, alianzas estratégicas, programación y proyección), nos
permiten inferir que el modelo puede tener validez y aplicación en otros contextos
relacionados con el periodismo y la TV comunitaria.
Modelo de TV comunitaria para el desarrollo humano de Colombia
El modelo de la televisión comunitaria para el desarrollo humano está
integrado por cinco componentes (participación, desarrollo humano, alianzas
29

estratégicas, programación y proyección), cuya interacción puede facilitar el


funcionamiento de una TV comunitaria que se oriente hacia la consecución o
cumplimiento de indicadores de desarrollo humano.
Fundamentos del periodismo comunitario
Del modelo de la televisión comunitaria para el desarrollo humano se han
deducido algunos fundamentos del periodismo comunitario (participación
comunitaria, interpretación como eje de la función informativa, proyección,
vocación formadora y periodismo comunitario de calidad), con el objeto de
diferenciarlo de otros estilos periodísticos: cívico, ciudadano, alternativo, digital y
cultural y educativo.
Parrilla de programación para el desarrollo humano de Colombia
La parrilla de programación se deduce del modelo de la TV y de la
evolución del desarrollo en Colombia, y se expresa a través de cuatro ejes
temáticos: convivencia, democracia y ciudadanía, infancia y juventud y
experiencias comunitarias.
Programa didáctico para la formación de periodistas comunitarios
El programa didáctico propuesto sobre la especialización/diplomado en
Información y producción de televisión comunitaria para el desarrollo humano
pretende ofrecer elementos de juicios y recursos conceptuales para que los
periodistas orienten la programación hacia la consecución o cumplimiento de
indicadores de desarrollo humano, el fomento de la participación comunitaria y el
cumplimiento de las funciones de informar, educar y entretener.
La propuesta está integrada por tres partes: (1) antecedentes de formación en
comunicación para el desarrollo y TV comunitaria; (2) fundamentos teóricos del
programa didáctico de la especialización/diplomado en Información y producción
de televisión comunitaria para el desarrollo humano; y (3) concreción de
contenidos, objetivos, habilidades y competencias contemplados en el programa
didáctico para la formación de los periodistas de la TV comunitaria.

1.3 Síntesis de la propuesta


La propuesta de un “Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo
humano” nació de una reflexión personal sobre el papel que los medios de
comunicación pueden jugar para ayudar a mejorar las condiciones de vida de las
personas. Nos resultaba difícil aceptar que los mass media sólo se limitaran a
difundir información del día a día de manera aséptica, esto es, ofreciendo datos
para que las personas simplemente tomaran sus propias conclusiones sobre el
hecho noticioso. Aunque informar es una función de los media, nos dábamos
cuenta de que lo que se dice muchas veces no es lo que la gente puede necesitar,
30

pues en algunas ocasiones es preciso que el medio de comunicación y sus


periodistas se involucren un poco más en diagnosticar y resolver los problemas
sociales.
La televisión surgió como objeto de investigación en virtud del impacto
innegable que existe en la sociedad moderna. De hecho, Colombia tiene una
amplia oferta de canales privados y públicos como ocurre en la mayoría de los
países del mundo, pero se destaca en Sudamérica por tener el modelo de televisión
comunitaria bastante desarrollado. Este fue un argumento sólido que nos permitió
escoger a este tipo de televisión como objeto de estudio, pero el argumento más
importante fue, sin duda alguna, el que tanto su normativa legal como sus
fundamentos teóricos enfatizan en el carácter participativo del medio audiovisual.
La participación en este caso no hace referencia –como suele ocurrir con la
televisión comercial- a que las personas expresen sus opiniones o pidan la
presencia del medio de comunicación para un evento especial, sino a la
intervención directa de los miembros de la comunidad en la producción,
realización, control y gestión de la televisión.
Desde esa perspectiva y con el objeto de estudio ya seleccionado,
emprendimos una ardua labor de lectura sobre el desarrollo humano y sobre los
modelos de televisión comunitaria en el mundo. Los temas acerca del desarrollo
nos permitieron acercarnos a una visión más humana e integral del progreso y no
a la estrictamente económica. Por razones obvias emprendimos el estudio de otros
modelos de televisión comunitaria, ya que, a la postre, queríamos sintetizar las
valoraciones teóricas y prácticas de esta televisión en un modelo que nos ayudase
a comprender una manera casi “ideal” para que el medio audiovisual pudiese
funcionar dentro de las actuales realidades económicas, políticas y culturales:
globalización, neoliberalismo, influencia de las Tecnologías de la Información y
la Comunicación y el surgimiento de un dinámico activismo social en temas de
inmigración, medioambiente, pobreza, etc.
La labor continuó con el trabajo de campo, lo cual implicó viajar a cinco
ciudades del país (Bucaramanga, Ocaña, Pamplona, San Gil y Girón) y establecer
contacto con otras (Barrancabermeja, Envigado y Socorro), con el ánimo de
obtener las muestras de la programación y de los programas informativos
(noticieros, magacines y programas de entrevistas) de las televisiones
comunitarias de las localidades antes mencionadas. Esta fue una de las principales
dificultades por las que atravesamos, debido a que tuvimos que insistir con mucha
paciencia para que las muestras adecuadas, en las fechas previstas, estuvieran en
nuestras manos.
31

El análisis, tabulación y redacción de la tesis se consiguieron después de un


meticuloso proceso de reflexión e interacción con el Dr. Iñaki Zabaleta Urquiola,
director de esta tesis, a quien agradezco las horas de asesoría para que la
investigación sobre la televisión comunitaria pudiera culminarse. El resultado es
el que presentamos a continuación: un “Modelo de televisión comunitaria para el
desarrollo humano”, en el que, como lo hemos dicho, se sintetizan las
valoraciones teóricas y prácticas que otros autores han hecho sobre este tipo de
televisión y, fundamentalmente, los resultados del análisis de la televisión
comunitaria de Colombia en los niveles de producción, programación y audiencia.
Consideramos que la tesis tiene, básicamente, cuatro aspectos novedosos.
Primero, el conocimiento del estado actual y real de la televisión comunitaria de
Colombia. Segundo, el modelo mismo, pues luego de revisar la literatura existente
sobre televisión comunitaria no encontramos uno que reúna y sistematice los
aportes teóricos y prácticos en torno a este tipo de medio audiovisual que permita
vislumbrar cómo puede funcionar en los momento actuales, dándole una
participación real y efectiva a la gente en todo su proceso de producción,
realización, control y autogestión. Tercero, creemos que el modelo de televisión
comunitaria para el desarrollo humano es la evolución de lo que se conoce como
la televisión alternativa. La diferencia estriba en que la televisión comunitaria que
aquí se estudia se encuentra dentro del sistema de la televisión pública de los
países (de ahí que su carácter no sea estrictamente marginal) y que persiga unas
reivindicaciones sociales mucho más amplias que se reúnen en el concepto de
desarrollo humano (medio ambiente, participación democrática, acceso a servicios
públicos de educación, salud, etc.) que las que originalmente tuvo la televisión
alternativa (una opción de activismo contra la represión política, especialmente).
Cuarto, el modelo nos permite extraer tres propuestas más que se elaboran en
conjunción con el espíritu de la televisión comunitaria (la participación
comunitaria) y el desarrollo humano: los fundamentos del periodismo
comunitario, la parrilla de programación para el desarrollo humano de
Colombia y el programa didáctico de la especialización/diplomado en
información y producción de televisión comunitaria para el desarrollo humano.
Finalmente, nuestra aspiración es que esta tesis suscite críticas, despeje
algunas dudas y, especialmente, despierte nuevas inquietudes para aquellas
personas que, como nosotros, creemos que los medios de comunicación, en
concreto la televisión comunitaria, pueden hacer más por mejorar las condiciones
de vida de las personas.
32
2 Corpus teórico
Diversas ciencias han aportado explicaciones a la dicotomía “desarrollo–
subdesarrollo” con la que ha evolucionado la sociedad hasta nuestros días. La
comunicación, como ciencia que siempre ha estado presente en las actividades
humanas y que cobra especial protagonismo desde el siglo pasado con el avance
de los medios de comunicación electrónicos, también ha querido contribuir a la
disminución de la brecha entre naciones o colectivos ‘desarrollados’ y en ‘vías de
desarrollo’.
Dennis McQuail esboza fragmentariamente el rol de los medios de
comunicación en el ámbito del desarrollo, a los cuales cataloga como poderosos
instrumentos capaces de fomentar el progreso económico y social mediante la
difusión de los mensajes de la modernidad y la transferencia de las políticas
democráticas fuera de la influencia del comunismo (McQuail, 2000). Es una
visión fragmentaria puesto que sólo vislumbra a los media como mecanismos que
permiten llegar a la modernidad, de acuerdo con los cánones europeos y
norteamericanos.
La experiencia de proyectos que incluyen a los medios de comunicación
como herramientas de cambio social, ha demostrado que, aunque los media son de
gran valor para el desarrollo, nunca son eficaces si se utilizan aisladamente y si no
van acompañados de cambios prácticos en la estructura orgánica, política y social
de cada país (Berrigan, 1981: 7).
Lo que sí es cierto es que la sola formulación de la comunicación para el
desarrollo y la aplicación de sus medios en diferentes contextos, llámese
populares, radios rurales, videos y módulos multimediales e internet, han
modificado el perfil de comunicador o periodista tradicional y han cultivado la
esperanza –a partir de los éxitos y fracasos de diferentes iniciativas- de que un
mundo mejor es aún posible.
34

Esa última conclusión es válida no sólo para el “Sur”, cuya gran parte de la
población es pobre y marginada, sino también para el “Norte” industrializado y
rico, pero con dificultades para sostener esa condición en el largo plazo. Es
igualmente válida particularmente para el público consciente y crítico que observa
como la producción mediática actual se caracteriza por destacar lo espectacular y
trivial de la existencia humana, en pos del aumento de la audiencia y, por ende, de
los beneficios económicos.
Ambas partes, la positiva y negativa de los medios y de su afiliación al tema
del desarrollo, se exponen en esta primera parte teniendo como soporte los
paradigmas y modelos que han construido la teoría del desarrollo y el enfoque de
la comunicación para el desarrollo en su aspecto persuasivo, planificador y
participativo desde la praxis, la historia, las instituciones y los teóricos de la
comunicación y la pedagogía. Cabe recalcar, no obstante que, como anota Luis
Ramiro Beltrán (1993), académico boliviano artífice de la comunicación para el
desarrollo, ésta comenzó antes de que se hubieran propuesto teorías e incluso
cuando la denominación misma de esta rama de la comunicación todavía no
existía.

2.1 Evolución de las teorías del desarrollo


Las teorías del desarrollo han evolucionado de acuerdo con las condiciones
socioeconómicas, políticas y culturales de los Estados y de la población mundial.
Por eso mismo resulta difícil ubicarlas en compartimentos estancos y, más aún,
definir cuáles han sido las más importantes. Nosotros, en aras de aproximarnos a
los principios de las principales teorías y enfoques, hemos tomado la clasificación
que de ellas hace Thiel (1999). Para este autor, dos teorías son centrales para
conocer y comprender las ideas del desarrollo. Estas son las teorías de la
modernización y la dependencia, de las cuales se derivan otras y diversos
enfoques como el neoliberalismo vertiente de la modernización, y la teoría del
otro desarrollo de la que se derivan algunos aportes para los enfoques del
desarrollo sostenible y del desarrollo humano.
Las teorías del desarrollo centrales o que pueden reseñarse como referencias
de las diversas posturas son: la teoría de la modernización, la cual se equipara a
crecimiento económico y éste se logra con una gran afluencia de capital
especialmente en los países desarrollados. Se presume que bajo su modelo se
incentiva la inversión privada, y en la medida en que se motive el individualismo
y el trabajo para la acumulación de capital, los beneficios se distribuirán
automáticamente para todos.
Para la teoría de la dependencia el capital es el factor que precisamente
produce el subdesarrollo. Parte de que existe una desigualdad estructural entre la
35

metrópolis y la periferia, ya que esta última depende económica y políticamente


del centro o de una metrópolis que, en este caso, son las naciones industrializadas.
La solución a esta relación desigual estriba en que los que hacen parte de la
periferia se independicen, se ‘desacoplen’ para alcanzar su propio desarrollo.
El neoliberalismo pretende lograr el desarrollo mediante la liberación de los
mercados, especialmente los financieros. El estado interviene poco en la
economía. Su papel se limita a crear las condiciones favorables para el mercado,
que como lo señala Thiel (1999: 15) “encontró su expresión para los países
desarrollados en los ‘reaganomics’ y el ‘thatcherismo’ y para la política de
desarrollo en el Consenso de Washington de las instituciones de Breton Woods.
El modelo se creo entre los años 80 y 90 y es una variante de la teoría de la
modernización.
El concepto de desarrollo sostenible no busca explicar las causas del
desarrollo o del subdesarrollo. Su interés estriba en establecer unos objetivos
diferentes expuestos por la teoría económica tradicional. El carácter sostenible,
referido a que los procesos se puedan mantener en el tiempo sin que se deterioren
o colapsen, plantea como objetivo la limitación en vez de la expansión. Lo que le
interesa es conocer alternativas que se satisfagan las necesidades del presente sin
agotar los recursos para las futuras generaciones.
El concepto de desarrollo humano critica la medición tradicional que se
hace del desarrollo, esto es, a través del PIB. Esa medición resulta inexacta a la
luz de las nuevas ideas del progreso humano por cuanto no mide la desigualdad,
no examina a fondo el bienestar de la gente, ni tiene en cuenta otros indicadores
que no sean los estrictamente económicos. Los otros indicadores no económicos
son la esperanza de vida y las tasas de alfabetización, mortalidad infantil y
nutrición, entre otros.
A continuación se dan a conocer las influencias de estas teorías y enfoques
en la forma de entender y operar la comunicación para el desarrollo.

2.1.1 Modernización, desarrollo y contexto histórico


Según Gilbert Rist (2002: 83 y 84) la noción de “desarrollo” se inventó en
después de la Segunda Guerra Mundial, en un escenario aún convulsionado por el
desenlace de la confrontación bélica. Por un lado se encontraba Estados Unidos,
cuyos dirigentes estaban preocupados por reconstruir la Europa en ruinas a través
del Plan Marschall –iniciado el 5 de junio de 1947-, para ayudar a la economía
europea y proporcionar salida al potencial de producción americano necesitado de
reconversión tras el final del conflicto. Por otro lado estaba la Unión Soviética,
36

antes aliado de EE.UU. para derrotar al Nazismo, interesado en extender las


pretensiones estalinistas en Europa.
Aunque inicialmente la mirada estratégica de las dos nuevas superpotencias
se dirigía hacia Europa, la rigidez de los discursos –uno capitalista y otro
socialista- forzó un desplazamiento de la mirada hacia el “Sur”, con el propósito
de tener nuevos aliados que hacían las veces de fichas dependientes en el ajedrez
geopolítico de la Guerra Fría.
El nuevo escenario político se convirtió en campo abonado para que el
presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, instrumentalizara la noción del
“desarrollo” en su conocida campaña de “ayuda para el desarrollo”. El primer
referente de sus intenciones lo había dado en el “Discurso sobre el estado de la
Unión”, pronunciado el 20 de enero de 1949. En esa oportunidad declaró que los
beneficios del progreso científico e industrial, debían ponerse a disposición de las
regiones “subdesarrolladas”. “Lo que imaginamos, dijo, es un programa de
desarrollo basado en los conceptos de trato justo y democrático” (Black, 2003:
22). Detrás de esas palabras se escondía toda una estrategia política y económica,
basada en el éxito logrado en Europa con el ya mencionado Plan Marshall. Con la
mayoría de los países en crisis, el Plan Marshall para la recuperación de Europa
había dado los frutos esperados: algunos de ellos, con los más poderosos de
antaño, se habían aliado a los Estados Unidos y evolucionaban a economías
fuertes y bastiones democráticos sólidos, lo que aseguraba un mercado amplio de
futuros consumidores a medida que avanzaba la ciencia y la tecnología y
prosperaba el capitalismo.
Lo mismo pretendió hacer el presidente estadounidense en otros
continentes, salvo que en éstos había un ingrediente especial: había que crear una
nueva forma de dependencia en sus pueblos -aun después de que hubiesen logrado
la independencia de gobiernos coloniales- y evitar que fueran influidos por el
comunismo que amenazaba con conquistar y extenderse en vastas zonas del
planeta. El concepto de desarrollo no nació, pues, en los países subdesarrollados
sino en los industrializados, y se basó en inyecciones económicas con la condición
de que los del “Sur” copiaran el modelo económico, político y cultural de EE.UU.
Si así lo hacían garantizarían un nivel de desarrollo aceptable, muy parecido al
logrado por Europa.
El objetivo comprendía la disminución de la brecha existente entre la
sociedad moderna y la tradicional, para lo cual era necesario que la sociedad
tradicional eliminara los obstáculos que se presentaran durante esa transición, y
que el mundo en desarrollo adoptara métodos y técnicas avanzadas de los países
37

industrializados, de manera que pudieran transitar paralelamente hacia la


consecución de altos niveles de bienestar.
Después de más de 50 años de haberse implementado esa estrategia, el tan
esperado desarrollo nunca ha llegado sino que, por el contrario, han aumentado las
desigualdades y la brecha que separa a ricos y pobres. En ese lapso también se ha
creado una relación paternalista entre los países del “Norte” y los del “Sur”4, esto
es, los primeros que se conciben como los productores de riqueza, con los
recursos y el conocimiento disponible para ello y los segundos atrasados e
incapaces de avanzar por su propia cuenta.
En términos políticos, ha implicado que la capacidad de salir adelante sea
siempre impulsada desde fuera, sin el concurso de la gente del mismo Estado
Nación que es la que padece las dificultades de la vida, sabe y comprende su
situación y, por consiguiente, está facultada para definir estrategias para mejorar,
de acuerdo con sus intereses y necesidades. Así las cosas, lo que hizo el plan
Truman fue incentivar la adaptación de su modelo económico, político y cultural
en otras latitudes teniendo como respaldo el éxito alcanzado por los Estados
Unidos en Europa, pero no observó que la realidad en ese continente era distinta
de la del resto del mundo. ¿En qué sentido? En la Europa de la posguerra había
una gran cantidad de técnicos y personas cultas que podían desarrollar sus
potencialidades para superar la marginación dejada por el conflicto, mientras que
en Asia, África y parte de América existían altos índices de analfabetismo y poco
acceso a la educación en grados superiores. En Europa había existido un clima
democrático tanto electoral como ciudadano (participación de los ciudadanos en la
toma de decisiones del Estado) y social (se era consciente de la necesidad de que
la mayoría tuviera posibilidades de empleo digno, justicia), en tanto que en África
apenas se salía de regímenes coloniales y en América persistían los gobiernos
dictatoriales o de facto.
Otra falencia del Plan Truman consistió en que el desarrollo5 se vio desde la
óptica estrictamente económica. La idea central consistía en una evolución
positiva, que concebía al desarrollo primero como direccional y acumulativo,

4
En el texto se utilizará indistintamente la relación desarrollados-subdesarrollados; primer mundo-
Tercer Mundo; “Norte-Sur”. Se aclara, no obstante, que el espíritu de los conceptos aquí
abordados se inclinan por manejar la expresión “Norte y Sur”, pues reduce la carga peyorativa de
los términos “desarrollados”, “subdesarrollados” o “adelantados” y “atrasados”.
5
Otra causa del subdesarrollo o de la divergencia entre unas naciones y otras en indicadores de
progreso hay que buscarla en el inicio de la Revolución Industrial en Inglaterra a finales del siglo
XVIII, gracias a la cual unos pocos países europeos empezaron a aplicar las innovaciones
tecnológicas a los procesos de producción con el consecuente avance económico y social de sus
ciudadanos.
38

segundo, como predeterminado e irreversible, tercero, progresivo y, cuarto,


inmanente con referencia al Estado Nación (Servaes, 2000: 9).
En el ámbito de la estabilidad política mundial el desarrollo de las naciones
‘atrasadas’ supuso una apuesta a dos ejes hegemónicos: el eje del primer mundo
representado por Occidente y el del segundo mundo, por Oriente. Ambos
compartían el mismo afán: apropiarse ideológicamente de las regiones emergentes
tanto de África (los 17 países africanos independizados hasta el año 1960) como
de América y Asia. Esa apuesta se agudizó en los años 50 y se extendió hasta
1989 con la caída del bloque soviético, periodo en el que los ‘tercermundistas’ se
debatieron entre pertenecer a uno u otro bando y, en el peor de los casos, afrontar
conflictos internos por poseer una población polarizada a favor y en contra de uno
de los dos polos.
Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, hay más conciencia de la
necesidad de crear nuevas instituciones supranacionales que trabajen para evitar
una conflagración mundial y disminuir el número de marginados en el mundo. La
Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue una de esas instituciones.
Fundada en 1945, tuvo como propósito inicial prevenir una tercera guerra mundial
entre Estados Unidos, sus aliados de occidente y la URSS con sus aliados de
oriente. Los esfuerzos se emprendían pero por la profundización de las diferencias
y el armamentismo desbocado, la misión de la ONU se vio seriamente afectada y
criticada por sus pocos resultados. En consecuencia, la Organización optó por
ampliar su campo de acción mediante la cooperación internacional para atacar el
hambre, las enfermedades, el analfabetismo y las hegemonías económicas y
sociales que pudiesen conducir al caos en el orbe. En 1944 se crean el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional -en el marco de los acuerdos de
Bretton Woods6-, con el propósito de mantener estable el Sistema Monetario
Internacional y condicionar las políticas económicas a través de la concesión, o
no, de créditos a los diferentes países cuando tuvieran problemas de balanza de
pagos o necesitaran financiar proyectos de desarrollo.
La actividad de esos organismos incluyó la realización de foros, debates,
suministro de recursos para ‘solucionar’ los problemas endémicos del desarrollo,
pero no tuvieron el efecto esperado (superar la pobreza) por cuanto todas las
estrategias se ejecutaban sin conocer lo que realmente le pasaba a la gente, a la
que se catalogaba de ignorante e incapaz de mejorar su calidad de vida con sus
propios recursos.

6 Firmados en 1944 por los países aliados con el objetivo de poner orden en el sistema de
relaciones comerciales y monetarias internacionales. Entre sus fines estaba el de mantener estables
los tipos de cambio entre los mercados.
39

La ONU también estableció que el 1% del PNB de las grandes potencias se


destinara a financiar el progreso de las naciones en vías de desarrollo y no al
crecimiento militar y armamentista. Se mantenía la visión de que invertir en
infraestructura y conocimientos técnicos era suficiente para salir del rezago, pero
esta estrategia resultó simplista ya que las infraestructuras no podían surgir de
manera espontánea, con la sola transferencia de fondos y conocimientos
occidentales.
En 1960 también se funda la Organización para la Cooperación Económica
y el Desarrollo (OCDE) –que hoy aglutina a 29 países ricos del mundo- y años
más tarde se crea el CAD (Comité de Ayuda al Desarrollo) cuyos objetivos
consisten en formular políticas y orientaciones técnicas sobre cooperación al
desarrollo y examinar las actuaciones de sus países miembros (Vivanco, 2000:
114).
A finales de los años 60 Lester Pearson, ex ministro del Canadá y quien es
una referencia para evaluar lo que supuso esta visión economicista de desarrollo
durante las primeras décadas, es el encargado de llevar a cabo una investigación
financiada por el Banco Mundial para medir el impacto de la ayuda al desarrollo.
Los resultados fueron modestamente alentadores. Si bien algunas naciones
crecieron en un 5% su PNB, la riqueza acumulada sólo estaba en unas pocas
manos, es decir, su redistribución no guardaba los criterios de equidad y de
justicia. En el tiempo de la ayuda al desarrollo había surgido una clase de gente
culta y moderna que mantenía unos estándares de vida parecidos a los de
Occidente pero gran parte de la economía tradicional estaba desapareciendo, al
tiempo que crecía el número de pobres.
El crecimiento en un 5% obedeció a la exportación de materia prima,
minerales y productos agrícolas que en esa época se pagaban a precios justos, pero
los recursos captados por esos conceptos no goteaban hacia abajo, no se
redistribuían para el beneficio de los más necesitados, sino que fueron a parar a
las manos de los dirigentes políticos más preocupados por industrializar.
En síntesis el informe de Pearson, publicado en 1969, está matizado de
desilusión y desconfianza hacia las cruzadas emprendidas en años anteriores para
salir del subdesarrollo y combatir el hambre. La idea de que el crecimiento
económico traería prosperidad y de que la ciencia y la tecnología actuarían tan
rápido en conjunción con el capital para solucionar todos los problemas de la
humanidad, era una verdad a medias. Sin embargo, la experiencia resulta positiva
en el sentido de que el ex ministro canadiense señala que aunque el desarrollo no
es uniforme en todos los territorios debido a diferencias de extensión, demografía,
etc., sí puede lograrse teniendo en cuenta aspectos comunes distintos del
40

crecimiento económico. Estos son la redistribución de la riqueza, la


administración eficiente, el progreso social, la estabilidad política y la
participación democrática.
A manera de reflexión el informe también demostró que la concepción del
agricultor afincado en la economía tradicional es distinta o choca con la de los
planificadores, técnicos y banqueros, los cuales diseñan estrategias sin conocer el
contexto en el que se desarrolla el trabajo del agricultor o, algunas veces, son
elaboradas perjudicando los intereses de los labradores y beneficiando los propios
o los de las entidades que representan.
Los medios de comunicación también tuvieron un papel protagónico en las
cruzadas por el desarrollo. En efecto, en 1960. J. F. Kennedy, presidente de los
Estados Unidos, al igual que jóvenes intelectuales radicales, lideró la propuesta de
ayudar a los pobres, según él, no sólo por mantener su lealtad al sistema
capitalista sino porque lo consideraba “justo”. Esa inesperada sensibilidad hacia
los menos favorecidos fue, en parte, motivada por las desgarradoras imágenes que
transmitía la televisión, cuyos protagonistas eran personas que se mostraban en
condiciones de vida precarias y muchas veces indignas. El paralelismo solía
hacerse con las imágenes del mundo occidental cuyo centro era la vida placentera
y despreocupada de sus habitantes, con el ánimo de despertar en éstos
“sentimientos espontáneos” de conmiseración y solidaridad.
Pero esa visión de un hombre trabajando en la era preindustrial, con figura
de hambriento, era muy simplista. Para occidente era digno de compasión y había
que hacer algo para que compartiera los placeres y comodidades de occidente, sin
embargo, para esa persona (por ejemplo, el campesino que ara la tierra) su meta
no consistía en asumir ese estilo de vida, sino continuar con sus labores
cotidianas. Para el mundo desarrollado ese individuo no era rico en cuestiones de
dinero y mercancías, pero él se consideraba pleno por tener medios de
subsistencia que le proporcionaban los mares, los ríos, los animales y la tierra.
Incluso el mote de ‘pobre’ le resultaba incómodo y lejano de su realidad y
expectativas de vida.
No obstante, prevaleció la imagen que se difundía por la televisión y otros
medios. De ahí surgió la campaña Freedom From Hunger, inspirada en una nueva
filantropía popular y emprendida en 1960 por la organización de las Naciones
Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), la cual atrajo una oleada de
compasión en occidente, y fue utilizada para el trabajo de una nueva generación
de organizaciones de beneficencia.
41

2.1.2 Dependencia, desarrollo y contexto histórico


El paradigma de la dependencia tuvo un papel protagónico a finales de los
años 60 y comienzos de los 80. El presidente Nyerere de Tanzania promulgó las
bases de un nuevo desarrollo con base en los principios de la Declaración de
Arusha de 1967. Nyerere promueve una nueva forma de concebir el desarrollo de
su pueblo sustentada en la autonomía social (self-reliance7). Este líder fue el
impulsor de un socialismo autóctono, distante del capitalismo y del marxismo,
“inspirado en las estructuras tradicionales de su pueblo, de comunidades rurales
autárquicas, basadas en vínculos familiares que favorecen la estabilidad” (Valero,
2004). Señalaba que la posesión o carencia de los medios de producción o de la
riqueza no tenía nada que ver con la diferenciación entre un socialista o un
capitalista, pues más decisiva era la actitud mental, la cual se afincaba sobre
valores generales y principios como la justicia y la igualdad.
La experiencia tanzana mejoró las condiciones de salud, educación e
igualdad de oportunidades, pero le resultó difícil convencer a sus pobladores de
modernizar las técnicas agrícolas, de concienciar a sus dirigentes sobre la
importancia del interés colectivo sobre el interés particular, de erradicar todas las
formas de explotación, y, fundamentalmente, de construir una nación no
dependiente de los países industrializados, de los que recibía gran parte de la
“ayuda al desarrollo”.
Entre los años 60 y 80 también hay que destacar el elemento nuevo que se
produce con la aparición de los No Alineados (NOAL), creado por los nacientes
estados africanos y asiáticos, así como por la corriente popular y socialista de
Cuba, Chile, India y China, entre otros, países que establecieron metas de
autodeterminación económica política y cultural dentro de la comunidad
internacional de naciones.
En la década del 70 se creó la posibilidad de una alternativa seria para la
redención del Tercer Mundo. El horizonte se abre con la aparición de la próspera
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 1973 -que ve en los
No Alineados un respaldo incondicional a los países en desarrollo-, el cual sube
los precios del crudo y coloca a esos países en una posición de fuerza frente a las
naciones industrializadas, principales consumidoras del hidrocarburo. El punto
más alto de esta nueva coyuntura se alcanza en dos asambleas de la ONU, las de
7
Hay diversas opiniones sobre el origen del self-reliance o desarrollo autocentrado. Entre los
países implicados está Cuba, al estar aislada comercialmente por el embargo estadounidense. Otra
pista más segura conduce a Gandhi, quien proponía la autosuficiencia de las aldeas sobre la base
de los principios de interioridad/endogeneidad y mejoría de las condiciones de todos. También se
afirma que Mao Zedong tiene crédito en esta idea, pues este líder chino propuso en 1945 la
expresión “renacer de las propias fuerzas”, que refleja la manera como el pueblo, gracias a su
creatividad cultural y social, forja la historia (Rist, 2002: 146).
42

1974 y 1975, en las que se exige al mundo industrializado un nuevo orden


económico internacional más equitativo. A esa exigencia se suma el Grupo de los
77, nombre dado por las Naciones Unidas a los territorios en vías de desarrollo.
No obstante, la iniciativa no tuvo éxito debido a que la unión giró en torno al
petróleo y no a otros intereses comunes. Era de esperarse pues qué podría haber
en común entre Emiratos Árabes Unidos con un ingreso per cápita de 13.000
dólares frente a los 130 de Pakistán.
El resultado fue que mientras los países del medio oriente ricos en petróleo
desarrollaban sus economías, el retraso era cada día más evidente en otras
naciones ante la imposibilidad de comprar el crudo a precios elevados. Los
síntomas de esta nueva situación fueron la caída de la productividad y el saldo en
rojo para solventar las necesidades sociales en el Tercer Mundo, y la opción para
evitar el estallido popular consistió en pedir préstamos al Fondo Monetario
Internacional y a otras instituciones acreedoras, pero la mala administración de
esos recursos, sumado a las elevadas tasas de interés, desencadenaron la crisis de
la deuda en la década de los 80. El dinero de los empréstitos provino de la riqueza
acumulada por los países exportadores de petróleo y por las exportaciones del
Tercer Mundo, cuyos gobernantes prefirieron entregarlo a los nacientes bancos de
occidente deseosos por prestar para hacerse millonarios con los intereses de usura.
Por esa fecha se desvanecía el concepto de desarrollo mundial, aun más con el
crecimiento de los denominados ‘”Tigres del pacífico” (Hong Kong, Singapur,
Taiwán y Corea del Sur) y algunos países de Latinoamérica, que empezaron a
diferenciarse de sus vecinos ‘tercermundistas’.
En 1974, en el marco de ese contexto más favorable al debate sobre el
desarrollo, la presión de los países del Tercer Mundo en la ONU llevó a que ésta
aprobara la declaración de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI).
Este proyecto ya se había fraguado en la conferencia celebrada en Bandung,
Indonesia, en 1955, donde se pusieron las primeras piedras para la construcción
del Movimiento. Como señala Black (2003: 23) “sus líderes eran los entonces
gigantes de las nuevas naciones: los presidentes Nehru de India y Nkrumah de
Ghana. Esta fue la génesis del Tercer Mundo8: un intento de reivindicar una
identidad de grupo independiente tanto del occidente capitalista (“el primer
mundo”), como del bloque oriental comunista, (“el segundo mundo”). Como
entidad geopolítica el Tercer Mundo nunca tuvo una oportunidad pero en aquella
época no era evidente”.

8
Recientemente ha emergido el concepto de “Cuarto Mundo” para referirse a la pobreza en los
países industrializados, es decir, las personas (nacionales o inmigrantes) que viviendo en el
“primer mundo” no se benefician de sus oportunidades. La pobreza en este caso es medida de
acuerdo con los parámetros de cada región o país (Busaniche, 2002).
43

El NOEI fundamentalmente declara que el sistema actual hace “imposible”


el “desarrollo armonioso”, reafirma la voluntad de los países en desarrollo de
conseguir “la autonomía colectiva” (collective self-reliance9), estimula el papel de
las asociaciones de productores (en clara alusión a la OPEP que había hecho
temblar las economías del “Norte”) y solicita a las sociedades transnacionales no
inmiscuirse en los asuntos internos en los países donde operan. Para apoyar estas
reivindicaciones políticas, el NOEI también exige una mejoría en los términos de
intercambio gracias a unos precios “justos y equitativos” y una participación “más
efectiva” de los países del “Sur” en las decisiones del Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional.
Por lo demás, el NOEI no hace sino reforzar el orden antiguo y no propone
nada nuevo para promover el “desarrollo” tal como lo contemplaba el
pensamiento económico dominante (el crecimiento económico, la expansión del
comercio internacional y el incremento de la ayuda otorgada por los países
industrializados). Así lo sugiere Rist (2002: 175) cuando analiza varias
contradicciones en los principios emanados de la institución:
“En un párrafo se proponía ayudar a los países del “Sur” “a realizar un
desarrollo económico autónomo”, mientras en otro se recomendaba “vigilar
para que los países en vías de desarrollo puedan importar la cantidad de
alimentos necesaria sin gravar indebidamente sus recursos y divisas, de
donde cabría deducir que la autosuficiencia alimentaria constituye la base
del “desarrollo económico autónomo”. Por una parte, se querían “promover
las inversiones extranjeras tanto públicas como privadas” y, por otra, se
intentaba regular las actividades de las empresas transnacionales. Se
recomendaba poner a punto las “técnicas locales adecuadas” al tiempo que
se alentaban las transferencias de “técnicas modernas”.
En la práctica el NOEI no tuvo ninguna aplicación. Basta recordar que en
1979 Thatcher y en los 80 Reagan sus gobiernos lideran propuestas claramente
neoliberales que defienden al mercado como eje de la nueva economía mundial.
El paradigma de la dependencia estuvo representado por un grupo de
intelectuales pertenecientes a distintas disciplinas que compartían una sensibilidad
común. En Estados Unidos estaban Paul Baran y Paul Sweezy; en Chile, la
Comisión Económica para América Latina (CEPAL); en Brasil, Fernando
Cardoso, Enzo Faletto y Celso Furtado; en Colombia, Orlando Fals Borda y en
México, Rodolfo Stavenhagen. Más tarde investigadores de otros continentes
defendieron el paradigma, como Samir Amin en África, André-Gunder Frank,
Pierre Jalée, Dieter Senghas y Johan Galtung en Europa. Estos intelectuales
acusaban al capitalismo de impedir o hacer más lento y controlable el desarrollo
económico de los países subdesarrollados, al exigirles la reproducción de las

9
Esta self reliance significa una forma de “cooperación regional, subregional e interregional”; su
contenido había sido definido ya en Bandung.
44

estructuras políticas y socioeconómicas de la Periferia en concordancia con los


intereses de los centros del poder.
No obstante las críticas a este pensamiento llegaron por diferentes vías. Una
de ellas consideraba que si la causa del subdesarrollo se basaba en obstáculos
externos más que internos y, por tanto, era necesario que los países en esa
situación debían disociarse del mercado mundial y optar por una estrategia
autónoma de desarrollo, esa era una posición irreal debido a que existían Países
No Alineados débiles económicamente y estaban demasiado endeudados para
acometer un proyecto autónomo (Servaes, 2000: 13). También se le señalaba de
ser un paradigma prolífico en diagnosticar la realidad que se vivía en esa época,
pero pobre a la hora de plantear modos para superar el subdesarrollo.
A pesar de las críticas, este periodo fue fecundo en planteamientos teóricos,
en pronunciamientos que llamaban la atención sobre un planeta más justo y en
medidas económicas y políticas para, supuestamente, hacer frente a las crisis. De
América Latina surgió el concepto de desarrollismo, que afirmaba que la pobreza
era estructural y, por ende, no podía solucionarse con la industrialización; el
educador Paulo Freire en el Brasil subrayó que para salir del subdesarrollo debía
dejarse en libertad la creatividad de la gente y evitar proyectar la pobreza sobre
ella; en 1973 E. F. Schumacher, asesor económico británico, reaccionó contra la
toma de poder de instituciones impersonales que invadían el espacio de las
personas, presentando su propuesta de que “lo pequeño es bello”; de Nyerere se
forja el socialismo africano basado no en la lucha de clases sino en el
fortalecimiento de las tradiciones y en la protección de la familia como eje de la
sociedad.
En el ámbito de los enfoques o paradigmas se hace énfasis en la importancia
de la causa social como contribución esencial al desarrollo y no como cuota de
sacrificio para alcanzar el crecimiento económico.

2.1.3 Multiplicidad/otro desarrollo, desarrollo sostenible y


contexto histórico
A partir de 1975 los intelectuales de la época cuestionan la división que se
hace de primero, segundo y tercer mundo. También critican la teoría de la
dependencia porque consideran que las relaciones Centro – Periferia se producen
en diferentes grados y no en términos absolutos. En consecuencia, formulan la
posibilidad de tener en cuenta otro desarrollo que incluya la identidad cultural y
la mutidimensionalidad. Esa pretensión fue recogida por la fundación sueca Dag
Hammarskjod y el movimiento político “Verde” de Alemania, aunque sus
postulados también fueron alimentados desde los estudios latinoamericanos.
45

En esta década se promueve el enfoque denominado de “la satisfacción de


las necesidades básicas”, respaldado por varias instituciones internacionales como
el mismo Banco Mundial. El enfoque considera la satisfacción de las necesidades
básicas de las personas como una de las prioridades del desarrollo, de modo que
si los indicadores de las mismas no mejoraban, no podía decirse que se había
avanzado en la consecución del desarrollo.
El otro desarrollo estipula tres principios para su consecución: (1) el otro
desarrollo es generado para la satisfacción de necesidades comenzando con la
erradicación de la pobreza; (2) el otro desarrollo es endógeno y autónomo; y (3)
el otro desarrollo está en armonía con el medio ambiente (Servaes, 2000: 14).
Estos principios se aplican a todas las sociedades, bien sean pobres, ricas,
dependientes, no alineadas, puesto que todas comparten un mal común: “la
sociedad de consumo”, origen de todas sus desgracias junto con el afán por lograr
la modernización.
Este enfoque señala que no existe un modelo único para alcanzar el
progreso, sino que éste depende de las particularidades de cada pueblo o región, e
implica un proceso integral, dialéctico y multidimensional. Pero pese a que
enfatiza en tener en cuenta los elementos específicos de cada región o pueblo, ese
argumento no es óbice para que identifique algunos criterios para el logro del
desarrollo. Estos son:
 Necesidades básicas: para satisfacer necesidades humanas, materiales y no
materiales.
 Endógeno: la sociedad soberanamente define sus valores y visión de futuro.
 Autoconfiable: las regiones confían plenamente en sus propias fortalezas y
recursos, llámense humanos, naturales y culturales.
 Ecología: empleando racionalmente los recursos de la biosfera para que no
queden comprometidos para las generaciones actuales y futuras.
 Democracia participativa: hace hincapié en una verdadera democracia, esto
es, en un gobierno no sólo del pueblo y por el pueblo, sino, fundamentalmente,
para el pueblo.
 Cambios estructurales: se necesitan en el ámbito económico, social, político,
para que propicien las condiciones de autogeneración y participación en la
toma de decisiones por toda la comunidad urbana o rural.
46

Los aportes del otro desarrollo10, junto con resultados de investigaciones y


cumbres mundiales en torno a la degradación del medio ambiente, sentaron los
pilares para la construcción del concepto de desarrollo sostenible. El fin del
concepto no es explicar el desarrollo-subdesarrollo sino plantearse objetivos
diametralmente diferentes a los establecidos por las teorías de la acumulación y el
crecimiento: limitación en vez de expansión. En otras palabras, el desarrollo
sostenible postula lo que no se debe hacer para conseguir el desarrollo, mientras
que los economistas clásicos pregonan lo que se debe hacer para lograr el
crecimiento económico.
Como indica Reinold Thiel (1999) los primeros en hablar de sostenibilidad
fueron los economistas Arthur Pigou y William Kapp, pero el concepto tiene su
origen en el Primer Informe del Club de Roma, en el estudio publicado en 1972
por Denis Meadows sobre los límites del crecimiento y en los casi simultáneos
trabajos de Nicholas Georgescu-Roegen sobre la importancia de la ley de la
entropía para la economía o de “reflexiones ecológicas”. El concepto también se
enriqueció políticamente a través del Informe Brundtland de 1987, del que
proviene la definición según la cual “el desarrollo duradero es aquel que satisface
las necesidades del presente sin correr el riesgo de que las futuras generaciones no
puedan satisfacer las suyas” (Thiel, 1999:19).
Esta posición ecologista fue ratificada con el informe Nuestro futuro común
(1989), que sirvió de base para la Conferencia de Desarrollo y Medio Ambiente,
celebrada en Río de Janeiro en 1992. El principio número 1 de la Conferencia
establece “que los seres humanos son parte fundamental de los principios del
desarrollo sostenible y que, por tanto, tienen derecho a una vida saludable y
productiva en armonía con la naturaleza” (citado en Pakdaman, 1999:63).
En síntesis el desarrollo sostenible se funda en el respeto por todas las
formas de vida sobre el planeta; la visión no antropocéntrica, es decir, el ser
humano no es el único con derecho a usufructuar los recursos sobre la tierra sino
una especie más que, por su capacidad de razonar, posee mayor responsabilidad
sobre los cambios que ocasione al medio ambiente; la defensa de la diversidad
10
América Latina contribuyó con este enfoque gracias al economista Juan Somavía, quien propuso
un desarrollo basado en la satisfacción de las necesidades de las mayorías, mediante enfoques
endógenos y autogestionarios, manteniendo el equilibrio y la armonía con el medio ambiente. Así
mismo, un grupo de estudiosos, bajo la coordinación de Amílcar Herrera, al cobijo de la
Fundación Bariloche de Argentina y con el apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para
el Desarrollo de Canadá, indicó que no había “límites insuperables para el crecimiento y que la
producción debía ser condicionada por las necesidades sociales y no por el afán de lucro. Para ello
tendría que dejar de existir la propiedad, privada o pública, como medio de explotación y de
concentración del poder y privilegio, y la administración debería ser verdaderamente democrática
y descentralizada” (Beltrán, 1995, citado por Contreras, 2000).
47

cultural; y la sostenibilidad para que los procesos se mantengan en tiempo y no


colapsen o se deterioren. Aunque en los últimos años han sido más las personas
que defienden esta perspectiva de progreso, ha habido intelectuales que la critican
por considerar que sólo sugiere una actitud de vida (la limitación del consumo),
pero es incapaz de servir de cimiento para la configuración integral de un modelo
económico que tenga en cuenta las variables macroeconómicas (inflación,
empleo) y que resuelva el enfrentamiento dialéctico entre “desarrollo” y
“preservación y conservación de recursos”.

2.1.4 Neoliberalismo, globalización y contexto histórico


La década de los 80 se caracteriza por la introducción de políticas
neoliberales y por la recesión económica en los países desarrollados, que agudizó
la crisis de las naciones dependientes de sus socios comerciales ricos.
Estancamiento del crecimiento y altos niveles de inflación, así como una
agobiante deuda externa, fueron los síntomas evidentes en el “Sur”. México
suspendió el pago de sus compromisos con sus acreedores; Colombia mantuvo
una economía estable durante la década, pero la caída del sistema de cuotas del
café –con el que se aseguraba un mercado y un precio justo por la libra del grano-,
hace que la economía empiece a tambalear en los 90.
Luis Ramiro Beltrán (1993) caracteriza esta década como la más difícil
después de la Gran Depresión de 1929: las exportaciones crecieron a una tasa de
menos de la mitad de la de las importaciones, limitando por tanto muy seriamente
la participación de la región en el mercado mundial. Altas tasas de interés, fuertes
descensos en los préstamos e inversiones privadas, barreras proteccionistas y una
considerable reducción en la asistencia externa fueron factores agravantes en
concomitancia. En ese periodo aparecen en escenario los gobiernos de Ronald
Reagan y Margaret Thatcher, presidentes de Estados Unidos y Gran Bretaña,
respectivamente, quienes impulsan una nueva política basada en la supremacía del
mercado, la reducción del papel del Estado en la economía (se da paso al gobierno
de las leyes de la oferta y la demanda), el ataque al Estado de bienestar, en
particular, a la provisión de servicios sanitarios, educación, agua, energía y
transporte.
Los países en desarrollo, por su parte, dedicaban los ingresos por concepto
de exportaciones de materias primas –las cuales perdían valor en los mercados
internacionales- al pago de la deuda externa, y si querían solicitar empréstitos para
apagar la alarma social, el FMI y el Banco Mundial les exigían fuertes ajustes
estructurales, como la privatización de empresas estatales, la reducción de
subsidios y el aumento en el valor de los servicios públicos. Maggie Black (2003:
48

59) sintetiza los años 80 como el punto más bajo de la cooperación internacional
para el desarrollo.
“La recesión en el mundo industrializado, los altos tipos de interés, la crisis
de la deuda y la balanza de pagos llovieron sobre los países pobres con
consecuencias funestas. Se dejaron de lado los gastos sociales y en su
lugar llegó la estabilización y un doloroso ajuste estructural. La ayuda quedó
supeditada sin ningún reparo a las agendas de los donantes, a la expansión
de la economía mundial y a protegerla del riesgo financiero. El BM y el FMI
promovieron una agenda macroeconómica conocida como el Consenso de
Washington11, que trataba de políticas fiscales y monetarias prudentes, del
control de la inflación y de dejar que el mercado regulara las cosas. Sus
préstamos globales exigían a los países que recortaran los servicios y
redujeran los salarios. Como consecuencia de ello, dejaron sin trabajo a
millones de personas. Se hizo hincapié por primera vez en los flujos
privados de capital y en crear asociaciones públicas – privadas, lo cual fue
una receta para que las empresas y sus aliados obtuvieran beneficios
privados y un robo público de la base de recursos y medios de vida de la
gente. A partir de 1992 la ayuda llegó al mínimo, 0,25%, porque se pierde el
interés de ayudar estratégicamente al acabarse la guerra fría y porque
países de la Europa del Este pasaron de donantes a receptores”.
La ayuda internacional tenía como propósito esencial superar el
subdesarrollo a través del gasto de dinero. Como compensación, los beneficiados
debían ajustar sus políticas a los dictámenes de las naciones donantes. Esa es,
pues, la relación que se establece con la ayuda internacional: unos hacen el papel
de donantes generosos y otros los de receptores dependientes. Aunque es preciso
reconocer que sin la ayuda los problemas del “Sur” hubieran sido más graves, el
precio que tuvieron que pagar por recibirla implicó la pérdida de autonomía y el
aumento de la dependencia en los órdenes político, económico y cultural.
El desembolso de los dineros buscaba el crecimiento de las economías
nacionales de los pueblos receptores, de manera que se incrementara un mercado
de consumidores modernos, ávidos de tener las mercancías y servicios del
“Norte”. La entrega de los recursos también suponía ajustar el funcionamiento del
Estado de acuerdo con las directrices de los países donantes, los cuales supieron
conquistar los favores de una clase política cleptócrata necesitada de recursos para
mantener su statu quo y perpetuarse en el poder.
Las inversiones que se efectuaban en los países receptores, establecidas por
su clase dirigente, contemplaron la construcción de grandes avenidas y edificios,

11
Otra visión del Consenso de Washington señala que con él se trató de formular un listado de
medidas de política económica para orientar a los gobiernos de países en desarrollo y a los
organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco
Interamericano de Desarrollo) a la hora de valorar los avances en materia económica de los
primeros, al pedir ayuda a los segundos. El consenso se elaboró para encontrar soluciones útiles
sobre la forma de afrontar en la región la crisis de la deuda externa y establecer un ambiente de
transparencia y estabilidad económica (Casilda, 2003: 12).
49

la industrialización en detrimento de la agricultura, al igual que el sostenimiento


de burocracias, con el propósito de alcanzar la modernidad y parecerse a las
ciudades de Occidente, pese a que se hacía a un costo social alto: olvidar a mucha
gente que reclamaba otra modernidad: tener los servicios básicos satisfechos,
educación y oportunidades de empleo12. La ayuda debía tener otras
compensaciones. Por ejemplo, los Estados donantes exigen la consecución de
lucrativos contratos para sus empresas o la compra –con los recursos que ellos
giran- de armas u otros artículos que se elaboran en su territorio.
Estos episodios sucedían con la anuencia del Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional y las Naciones Unidas. Estas entidades que fueron
pensadas para canalizar esos aportes con base en el criterio de neutralidad, al final
reflejaron la ortodoxia, el poder y riqueza imperantes en los asuntos financieros.
Estas políticas neoliberales dieron pie para que los países desarrollados
fueron acuñando el término globalización y, a la postre, imponiéndolo como un
cambio “inevitable” en la forma de establecer relaciones económicas entre las
naciones, de hacer política y de entender la cultura.
La globalización permite que los países intercambien con mayor facilidad
todo tipo de bienes, servicios y culturas, ayudados por los medios de
comunicación y la movilidad del capital financiero. Pero aunque la liberalización
de estos sectores no es nueva –pues desde mediados del siglo XIX hasta la
Primera Guerra Mundial el flujo comercial se hizo sin restricción y abarcó
importantes áreas del planeta-, en las últimas tres décadas ha adquirido
preponderancia por las consecuencias políticas, económicas y culturales para la
humanidad.
La globalización que actualmente conocemos es producto de fenómenos
económicos, políticos e históricos, pero es innegable su base ideológica sustentada
en el neoliberalismo. El neoliberalismo parte del Laissez Faire de la Revolución
Francesa, expresión que propugna por otorgar libertad a la creatividad humana en
todas sus facetas; su evolución teórica se enriquece con los postulados de la
Escuela de Chicago en los años 60 y su relevancia práctica ocurre en los 80 con
los gobiernos de Reagan y Thatcher.
Actualmente y como resultado de años de aplicación, las ideas sobre las que
se sustenta el neoliberalismo, son: lo económico prima sobre lo político, de ahí
que los gobiernos cada vez tienen menos capacidad de maniobra para dirigir
autónomamente sus Estados; el mercado, con su “mano invisible” corrige las
asperezas y disfunciones del capitalismo y muy especialmente los mercados

12
Una explicación amplia de este fenómeno se encuentra en Néstor García Canclini (2001).
50

financieros cuyos signos orientan y determinan el movimiento general de la


economía; la competencia y la competitividad estimulan y dinamizan a las
empresas llevándolas a una permanente y benéfica modernización; el libre
intercambio sin límites, es el factor de desarrollo ininterrumpido del comercio y,
por consiguiente, de la sociedad; la mundialización, tanto de la producción
manufacturera como de los flujos financieros; la división internacional del trabajo
que permite moderar las reivindicaciones sindicales y abaratar los costes salariales
y la moneda fuerte como factor de estabilización (Farré et al.: 2001, 24).
Por su parte, los fenómenos económicos y políticos de la globalización
tienen origen a mediados del siglo pasado, periodo en el que se empieza a
evidenciar un desgaste de los recursos naturales, especialmente en los países
desarrollados, situación que se advierte en el Club de Roma y con la publicación
del Informe Brundtland13; también se observa un estancamiento en el crecimiento
económico, por lo que aparecen las críticas a modelos de desarrollo basados en el
enfoque keynesiano de la economía (intervencionismo del Estado) como lo son la
sustitución de importaciones y el proteccionismo; y, finalmente, después de la
Segunda Guerra Mundial se mantiene la tensión por el probable calentamiento del
conflicto entre los polos comunista y capitalista.
Para evitar una confrontación entre los dos polos y asegurar que las regiones
ricas garanticen un estado de progreso por más tiempo y arrastren con ese
beneficio a otras regiones en vías de desarrollo, se plantea la eliminación de los
Estados Naciones (intercambio comercial sin fronteras mediante nuevos acuerdos
arancelarios para la importación y exportación de productos) que en teoría
garantizan el crecimiento económico sostenido y facilitan la unificación
económica y política (moneda y Constitución Política única para los países
miembros, como lo estipula la Unión Europea). Otros bloques se crean en el
sudeste asiático, en Norteamérica y Latinoamérica, pero sus relaciones se
mantienen asimétricas en relación con los beneficios que deparan a las naciones
que eliminan sus fronteras para el intercambio.
Y el hecho histórico de la globalización podríamos decir está inspirado por
la caída del bloque soviético y la eliminación del muro de Berlín en 198914,
eventos que marcan la apertura de los países de Europa del Este a una economía
de mercado.

13
El informe se cita y explicita en el epígrafe sobre “desarrollo sostenible”, pág. 44-47.
14
Es indudable que existieron distintos eventos históricos que marcaron la globalización, pero
quizás el más importante para el desarrollo del fenómeno en la década de los 90 hay que estudiarlo
en la Caída del Bloque Soviético y del Muro de Berlín (1989).
51

Los aspectos que promueven la globalización tienen, además, diversos


ámbitos económicos en los que se manifiesta el fenómeno, con sus
correspondientes repercusiones en la situación socioeconómica de los países.
Estos son:
 La globalización de bienes y servicios y del capital productivo. La eliminación
de las barreras para el intercambio de mercancías se efectúa a fin de fomentar
la competitividad, expandir mercados y alcanzar el crecimiento económico.
Aunque estas metas en parte se lograron, los precios que tienen que pagar los
países del primer mundo y del tercero son altos. Por un lado, los
industrializados de occidente tienen la oportunidad de extender el radio de
acción de sus empresas, aumentar sus exportaciones, pero al mismo tiempo
que crece la cobertura empresarial, en ellas se presenta el fenómeno de la
deslocalización. Es decir, antes sus empresas poseían su sede en el territorio
de origen, en cambio ahora se trasladan a otras regiones del Tercer Mundo,
especialmente, para aprovechar el abaratamiento de la mano de obra, la cual es
impulsada por los gobiernos a través de reformas laborales. Dichas reformas
se traducen en bajos salarios, eliminación de derechos laborales adquiridos,
recortes a la seguridad social, contratos a término fijo o por periodos que no
superan el año, con o sin posibilidades de renovación.
 La consecuencia inmediata en el “primer mundo” es la tendencia de sus
gobiernos a asemejar el ámbito laboral del “Sur”, con sus correspondientes
repercusiones: disminución real de los salarios, inestabilidad y papel cada vez
más protagónico del Estado de bienestar para solventar las carencias de
quienes no tienen empleo.
 De ahí se deducen, pues, las tres principales desventajas de la globalización
para los países ricos, según Rodrik (1997 y 1998, citado por Bustelo,
2001:39): (1) modifica la correlación de fuerzas entre los empresarios y los
trabajadores en beneficio de los primeros; (2) pone en peligro algunos
derechos sociales, como los laborales y (3) hace más difícil para los Estados
aumentar los impuestos para financiar los gastos sociales, en razón de la
creciente movilidad del capital y del trabajo cualificado.
 El Tercer Mundo, además de la precariedad laboral, tiene que enfrentarse a las
compañías extranjeras que, si bien generan empleo, también compiten en
mejores condiciones de equipos y talento humano, propiciando la desaparición
o absorción de las pequeñas y medianas empresas locales o la venta de
empresas públicas15.

15
Los gobiernos de las naciones en vías de desarrollo venden empresas oficiales a multinacionales,
por considerarlas ineficientes y costosas para su mantenimiento. El costo obedece a que las
52

 Globalización del capital financiero. Un hecho sin precedentes del capital


financiero de tipo especulativo es su movilidad (sin control), cualidad que es
impulsada por los medios electrónicos que permiten en fracción de segundos
ingresar o egresar dinero rompiendo las barreras de espacio y de tiempo. El
inconveniente radica en que no existe control de los Estados sobre esos
capitales o cuando se intenta efectuar para someterlos al régimen fiscal, huyen
con mucha facilidad. El efecto es la incapacidad para gravar sus rendimientos,
sus ganancias, por tanto, el Estado tiene que virar el control fiscal a la clase
trabajadora para poder sufragar los gastos sociales y de inversión en
infraestructura. El dinero circula y se invierte de acuerdo con criterios de
rendimiento y condiciones favorables para la especulación.
 Globalización poblacional. Otro ámbito, a veces descuidado por la ortodoxia
económica, es el de la globalización poblacional. En efecto, los flujos
migratorios internacionales se hacen cada vez más frecuentes de las regiones
pobres o en vías de desarrollo hacia los países occidentales. Pero el fenómeno
no deja de poseer sus contradicciones. Cuando las economías de estos últimos
se encuentran en recesión, las leyes migratorias se hacen más duras para los
que quieren buscar nuevas oportunidades de empleo y de mejorar su calidad
de vida; pero cuando sus economías se encuentran en expansión se flexibilizan
tales leyes para permitir la llegada y regularización de inmigrantes16, la
mayoría de los cuales ocupan puestos que no desean los nacionales. La
aceptación de estas personas en mercados laborales de occidente se hace para
evitar que el envejecimiento de la población haga inviable el modelo
económico y social. Los efectos de la movilidad de las personas por el Norte
son variados: van desde la exclusión - aceptación, hasta el florecimiento de la
interculturalidad.
No menos trascendente resulta ser la influencia de los medios de
comunicación en el proceso, especialmente con la incursión de las Tecnologías de

nóminas son ‘infladas’por políticos y gobernantes que fundan su elección en el trueque de ‘votos
por asignación de cargos públicos’, aunque estos últimos no se necesiten. La consecuencia es que
las empresas estatales tienen que pagar nóminas muy caras a personas que no se requieren y que
están allí en contraprestación de favores electorales.
16
A raíz del análisis positivo, pero más que todo negativo que se suele hacer de la inmigración, ha
surgido el concepto de “codesarrollo”. Este concepto se entiende como el intento de vincular
positivamente la cooperación al desarrollo con las migraciones (Hidalgo, 2002: 5). Desde una
visión social, el “codesarrollo” implica colaborar en la integración de las personas inmigrantes a
través de la corresponsabilidad y la contractualización. La corresponsabilidad consiste en el
compromiso que asume el Estado de origen con el Estado de acogida para que las inversiones de
los inmigrantes estén aseguradas, para que puedan beneficiarse de los frutos de trabajo. El Estado
de acogida recibe mano de obra para asegurar el crecimiento económico y el Estado emisor se
beneficia con el ingreso de las remesas de dinero. La contractualidad permite legalizar o
“regularizar” la situación laboral clandestina de las personas inmigrantes.
53

la Información y la Comunicación (TIC). Aunque en líneas posteriores se


abordará ampliamente sus principales conceptos en un mundo globalizado, es
preciso manifestar –a manera de introducción- que ellos han agilizado los
movimientos comerciales a través de la electrónica y la informática y han creado
un mundo sin fronteras, en el que es más fácil acceder a mayores volúmenes de
información y a estar en contacto con personas de diferente cultura.
En síntesis, la visión positiva u optimista de la globalización describe un
planeta más informado, en permanente contacto y con múltiples opciones para que
la gente consuma. En el escenario económico, a los países, tanto del primero
como del Tercer Mundo, les ha posibilitado acceder a fuentes de crédito, ha
consolidado el comercio como acicate del desarrollo y los consumidores han
disfrutado de precios más bajos como efecto de la mayor competencia en el
comercio internacional (Bustelo, 2001: 39).
La visión negativa o pesimista muestra un mundo en el que existe un mayor
desempleo –o subempleo, en el caso de los países pobres- y una creciente pobreza
a escala orbital, la reducción del tamaño de las clases medias (oscilan entre
descender y, en pocas ocasiones, ascender en la escala social), una cada vez
mayor inseguridad de ingreso y empleo, aumento en la explotación sin escrúpulos
de los recursos naturales no renovables, creación de conflictos internos de
naciones por la disputa de la riqueza, el incremento de la marginación de
diferentes sectores sociales y la preeminencia de actividades financieras altamente
especulativas respecto de las productivas, entre otras desventajas.
Mariona Farré aclara que la concentración de la riqueza y el aumento de la
pobreza no sólo se presentan en el “Sur” sino también en el “Norte”, por lo que la
preocupación por el tema del desarrollo ocupa a todos en general. La autora
agrega que “en la década de los sesenta la población considerada pobre era de
unos 200 millones de personas; en la segunda mitad de los 90 está sobre los 2.000
millones. Este proceso de empobrecimiento se produce sobre todo en los países
del “Sur”; el continente africano es el más castigado, pero se está produciendo en
los países desarrollados, a los que la literatura reciente nombra como cuarto
mundo, la población desheredada que vive en las grandes ciudades de los países
ricos” (Farré et al.: 2001: 27).
Francisco Aldecoa, por su parte, considera que la globalización se puede
entender desde dos enfoques: (1) como un proceso, fundamentalmente económico
y en menor medida político y social; y (2) como un discurso, esto es, como un
concepto que se utiliza retóricamente desde el sistema político, la actividad
empresarial, los medios de comunicación y los movimientos sociales más
dispares, para intervenir en el debate político (Aldecoa, 2001: 23). El autor analiza
54

el fenómeno como proceso y, en consecuencia, establece que si bien la dinámica


propia de la globalización económica propicia la liberación del comercio y los
flujos de inversión a escala global, la globalización social y política constituye
actualmente una realidad mucho menos consolidada. Por eso “no en vano, puede
afirmarse, como respuesta a los importantes desafíos planteados por los procesos
de reestructuración económica que acabamos de esbozar, que están surgiendo dos
modalidades básicas de respuesta política a los desafíos de la globalización, a
saber: el modelo de gobernabilidad global, y el que se ha dado en llamar nuevo
regionalismo (2001: 24).
El modelo de gobernabilidad global se encuentra vinculado al sistema
institucional de las Naciones Unidas, y a su red de organizaciones y programas de
alcance universal, para que a través del multilateralismo se pueda hacer frente a
los problemas de la sociedad internacional (las relaciones comerciales, la
cooperación científica y técnica, los derechos humanos, el medio ambiente, etc.).
El nuevo regionalismo surge como respuesta a desarrollos muy dispares en
los diferentes contextos regionales, provocados por el sistema mundial capitalista,
“que en definitiva consiste en la aceptación de la asignación de recursos a través
del mercado como principio organizativo, funcional y normativo” (Aldecoa, 2000:
208). Las respuestas, no obstante, se dan de forma diferente, según el punto de
partida y las distintas conceptualizaciones sobre el mercado, el sistema político y
la sociedad, y las maneras en que puede concebirse su recíproca articulación. De
ahí que se pueda hablar de respuestas a la globalización desde el punto de vista
asiático, norteamericano, africano, latinoamericano y europeo. Quizás una
característica común del nuevo regionalismo es que está dando un giro hacia el
concepto de geosociedad, “que supone una mayor atención a las dimensiones
sociales de la agenda internacional, así como a las posibilidades de reformular la
política social en el contexto de erosión del papel del Estado como instancia clave
de regulación y gestión” (Aldecoa, 2000: 211).

2.1.5 El desarrollo humano


En este epígrafe se presenta un enfoque sintético acerca del tema del
desarrollo, del desarrollo humano y de la cooperación al desarrollo, a partir de los
conceptos y definiciones de los epígrafes anteriores y de la revisión y análisis de
otros textos. Hemos querido desarrollar los tópicos antes mencionados mediante
los subtemas que a continuación se relacionan, con el ánimo de seguir un orden
sistemático.
 Origen del concepto de desarrollo: se hace énfasis en que no hay una única
definición de desarrollo, puesto que es un concepto que cambia de acuerdo
con los fenómenos históricos y los valores sociales predominantes de la época.
55

 Evolución del concepto de desarrollo en el periodo 1950-1990: se trata de


narrar las variantes y críticas que se le han hecho al concepto de desarrollo
económico, desde la postguerra hasta comienzos de la década del 90.
 La propuesta del desarrollo humano: se intenta mostrar en qué condiciones y
a través de qué aportes teóricos se modifica la percepción de un desarrollo
basado en la adquisición de bienes y servicios a otro sustentado en la
promoción de las capacidades humanas.
 La democracia, sustento del desarrollo humano: se resalta que la libertad de
los individuos es un requisito indispensable para que el enfoque del desarrollo
humano pueda ser una alternativa útil a la sociedad.
 Desarrollo local para crear otra globalización: se plantea que el desarrollo
local se constituye hoy en una alternativa para hacer frente a los efectos
negativos de la globalización.
 Replantear la cooperación al desarrollo: en este subtema se presenta un breve
análisis sobre las prioridades de la cooperación al desarrollo y las dificultades
para que los proyectos de beneficio social, liderados por las ONG´s y otras
instituciones, se pueden llevar a cabo con éxito en los países receptores de las
ayudas al desarrollo.

2.1.5.1 Origen del concepto del desarrollo


Es fundamental precisar cuál es el sentido del concepto de desarrollo. Ante
todo el desarrollo es un concepto histórico, es decir, no hay una definición única
por cuanto a lo largo de los años ha ido evolucionando de acuerdo con el
pensamiento y valores dominantes en la sociedad17. Queremos significar que el
concepto se entiende de una manera diferente hace 50 años a como se comprende
hoy, por ejemplo. Sin embargo, lo importante de este fenómeno es conocer su
trayectoria para determinar qué elementos han influido para que haya habido
distintas definiciones.
Sin el ánimo de simplificar, podemos decir que el concepto de desarrollo
alude a la idea de futuro que cada sociedad se propone como objetivo para el
conjunto de ciudadanos. Cuando hablamos de futuro estamos entendiendo el
desarrollo como una proyección deseable de nuestras vidas en común, por lo
tanto, establecemos prioridades que nos van a conducir a un cierto estado de

17
Se suele señalar a Aristóteles como el filósofo antiguo que se preocupó por conceptuar sobre el
desarrollo. En efecto, en la Ética a Nicómaco, afirma que “la riqueza no es, desde luego, el bien
que buscamos pues no es más que un instrumento para conseguir algún otro fin” (Ética a
Nicómaco, Libro I, apartado 5 citado por Sen, 2000: 30).
56

bienestar. Hay sectores que esconden esta dimensión con el fin de imponer la
visión según la cual el desarrollo viene determinado por leyes externas. En otras
palabras, son aquellos que resultan favorecidos por el actual estado de cosas y no
tienen interés especial en que cambien.
Es normal que el desarrollo se vincule con un estado deseable y algo
legítimo, e inconscientemente se identifica con una percepción positiva. Sin
embargo, en algunas ocasiones en las propuestas de desarrollo subyacen objetivos
muy cuestionables que en vez de conducir a un nivel de bienestar justo responden
a pretensiones de determinados poderes o minorías.

2.1.5.2 Evolución del concepto de desarrollo en el periodo 1950-


1990
Situar el punto donde comienza la evolución del concepto de desarrollo no
es fácil. Sus orígenes suelen ubicarse en el proceso de descolonización, a partir de
los años 50 del siglo pasado, por eso se afirma que el concepto, tal y como hoy se
entiende, nace después de la Segunda Guerra Mundial. Pero la idea que se
identifica con el desarrollo no surge de hacerse la pregunta ¿qué debemos hacer?,
sino que partió de una doble consideración. Por un lado, se da por sentado que el
modelo de desarrollo que se ha de imitar es el de los países industrializados por
los resultados obtenidos en el crecimiento de la renta per cápita y satisfacción de
todo tipo de necesidades (básicas y suntuarias) de gran parte de su población y,
por otro, se ponen de manifiesto las débiles estructuras económicas creadas
durante la época colonial y la dificultad para que éstas prosperasen.
En resumen, la corriente dominante de la economía del desarrolló postuló
que el objetivo era aumentar el volumen de bienes y servicios producidos. El
desarrollo, además, se consideraba como un proceso lineal que unos países habían
comenzado hacía tiempo, y que otros podían alcanzar si eliminaban con eficacia
los obstáculos que se presentaran el camino. Bajo esta perspectiva, la cooperación
al desarrollo adoptó un matiz asistencialista que logró mejorar indicadores en
esperanza de vida, alfabetismo, agua potable y saneamiento básico, pero no pudo
resolver dos problemas esenciales: la pobreza y la desigualdad.
En virtud de lo anterior, en los años 70 se produce una revisión crítica de los
planteamientos ortodoxos. Es la década en la que se cuestionan los planteamientos
de los organismos internacionales basados únicamente en el crecimiento
económico, se reivindica un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), se
promueven estrategias para redistribuir la riqueza con una clara orientación social
y se considera la satisfacción de las necesidades básicas de las personas como una
de las metas del desarrollo.
57

Si bien estas preocupaciones marcaron la década de los 70, en la de los 80


se retorna a posiciones anteriores: se vuelven a delimitar objetivos económicos de
crecimiento y equilibrio macroeconómico como la prioridad de la estrategia de
desarrollo. El Consenso de Washington hizo eco de las políticas de las
organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco
Mundial, que enfatizaban en la dimensión económica del desarrollo.
A finales de los 80 empiezan a aparecer respuestas discordantes con las
políticas del Consenso de Washington que, como hemos dicho en el epígrafe
anterior, supuso fuertes “ajustes estructurales” en las economías en desarrollo.
Una primera respuesta fue la que se presentó con la denominación de “ajuste con
rostro humano” que planteaba la necesidad de incluir medidas de políticas
sociales en los programas de ajuste, y que más tarde se aceptó por los organismos
internacionales como “la dimensión social del ajuste”. La UNESCO, por su parte,
reflexiona sobre los pilares que pueden sostener un progreso social sostenido. En
tal sentido, la institución aboga por valorar equitativamente las variables
cuantitativas y cualitativas del progreso humano.
A comienzos de los 90 también aparecen voces opuestas al modelo
económico dominante. En primer lugar, porque se comienza a percibir que la
naturaleza, el medio ambiente, no permite cualquier modalidad de desarrollo. El
campanazo de alerta ya se había dado en 1972 con las conclusiones del Club de
Roma, y en 1989 con el informe Nuestro futuro común que dio paso a la
Conferencia de Desarrollo y Medio Ambiente celebrada en Río de Janeiro en
1992. Desde esas experiencias, al sustantivo desarrollo se le agrega el adjetivo
sostenible o sustentable, para connotar que se debe hacer uso racional de los
recursos naturales, de modo que puedan ser usufructuados por las próximas
generaciones sin extinguirlos o acabarlos.
En segundo lugar, se cuestiona el concepto mismo de desarrollo que la
sociedad occidental considera deseable. En pocas palabras, se controvierte el
hecho de que en cuanto más bienes y servicios se adquirieran y consumieran y
cuanto mayor fuera la actividad económica, mayor sería el bienestar de las
personas.
En realidad, las críticas tenían fundamento por cuanto entrados los años 90
se percibía que las estrategias de desarrollo, emanadas del Consenso de
Washington en consonancia con las del Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional, no arrojaban los resultados esperados. Por ejemplo, América Latina
no experimentaba altas tasas de crecimiento a pesar de que seguía las políticas de
los organismos internacionales en mención; la experiencia de África subsahariana
y de los países en transición hacía cada vez más patente la necesidad de cambios
58

institucionales más profundos para conseguir el funcionamiento de la economía de


mercado; era evidente la incapacidad para resolver las crisis financieras
internacionales que se habían mostrado con consecuencias devastadoras para los
países en desarrollo; y, por último, no se había podido reducir la pobreza.
Estas reflexiones dieron lugar a que se extrajeran conclusiones luego de
efectuado el análisis de las experiencias de desarrollo entre 1950 y 1990. Algunas
de ellas son las siguientes:
 El desarrollo económico de los países del “Sur” es posible, pero no inevitable.
La historia muestra cómo el despegue hacia nuevas cotas de desarrollo se hace
posible después de la II Guerra Mundial y la experiencia posterior confirma
esa posibilidad. Pero, al mismo tiempo, se advierte que tales procesos pueden
quebrarse e, incluso, revertirse.
 El proceso de desarrollo económico es a la vez multidimensional y altamente
no lineal.
 Las reformas impulsadas por el Consenso de Washington orientadas al
mercado dedicaron escasa atención a las instituciones y a la
complementariedad entre las esferas pública y privada de la economía.
 En última instancia, el desarrollo económico se deriva de una estrategia
surgida dentro de casa y no del mercado mundial.
 El desarrollo económico es viable si se tienen en cuenta otras variables como
la necesidad de conservar y preservar los recursos naturales.

2.1.5.3 La propuesta del desarrollo humano


El Programa de las Naciones Unidas, en el marco del sistema de las
Naciones Unidas, lanzó a finales de los años 80 el enfoque del desarrollo humano
que, a la postre, vino a ser el cambio más significativo en el concepto de
desarrollo. El enfoque o paradigma del desarrollo humano critica la economía del
desarrollo dominante que se caracteriza por proponer el crecimiento como
objetivo. Para el nuevo enfoque, ése no debe ser el objetivo central, sino uno de
sus referentes. Su propuesta supone (1) colocar el centro de la concepción del
desarrollo en el proceso de expansión de las capacidades de las personas, de
manera que puedan elegir su modo de vida; (2) cuestionar que el desarrollo
dependa fundamentalmente de la expansión del capital físico; (3) resaltar la
importancia del capital humano; (4) redefinir el desarrollo, pues se cuestiona la
medición que se hace del mismo a través del Producto Interno Bruto (PIB) y la
renta per cápita pues no son parámetros suficientes para medir variables no
cualitativas del progreso, ya que no evalúan la desigualdad y no estudian a fondo
otros indicadores no económicos relacionados con el bienestar de la gente. De este
59

modo, reemplaza la visión del progreso humano centrado en la producción de


bienes por otra enfocada en la ampliación de las capacidades de las personas18.
En la elaboración de este nuevo enfoque hay que destacar al premio Nóbel
de Economía de 1998, Amartya Sen, cuyas críticas al concepto de bienestar
basado en la acumulación, o en la opulencia, y su propuesta de un bienestar
orientado hacia en el ser humano, han tenido amplio eco. De hecho, el desarrollo
humano impulsado por el PNUD se inspira en sus aportaciones teóricas, como
también en los reclamos del ex ministro pakistaní Mahbud Ui Haq por una mejor
redistribución de la riqueza mundial. Esos dos antecedentes han logrado que el
PNUD publique Informes de Desarrollo Humano desde 1990, los cuales se han
convertido en un referente obligado del debate actual sobre desarrollo. La
principal aportación del programa ha sido la de presentar una propuesta
alternativa a la ortodoxia de las instituciones de Bretton Woods, Banco Mundial y
Fondo Monetario Internacional, quebrando el monopolio que éstas ostentaban en
la definición de las estrategias de desarrollo.
Los informes miden el desarrollo de los pueblos, con base en indicadores
como la esperanza de vida, mortalidad infantil y otros que se han venido
incorporando a los estudios. En dichos informes se valora tanto el crecimiento
económico como el bienestar social, cultural, ambiental y político, y se enfatiza
que la visión económica tradicional del desarrollo reduce al hombre a un mero
consumidor, elector o productor, sin destacar su dimensión humana19.
Durante mucho tiempo la pregunta crucial en torno al desarrollo había sido
¿cuánto produce una nación? Ahora el interrogante es otro: ¿cómo está la gente?
Según nuestro parecer, el concepto de desarrollo también entraña la potenciación
de las capacidades humanas (todo lo que puede hacer el sujeto en su vida de modo
que le satisfaga y contribuya al crecimiento propio sin atentar contra la sociedad),

18 El enfoque permite que la educación se convierta en un sector fundamental para promover el


desarrollo humano, pues se considera que hay un vínculo entre mejora de la calidad de vida
(productividad agrícola, salud, empleo) y la calidad y cantidad de formación que reciben las
personas. Aunque sigue siendo importante construir edificios, carreteras y plataformas
tecnológicas -como lo recomiendan los planificadores y técnicos mundiales-, también lo es formar
adecuadamente a las personas para adaptarlas a las nuevas realidades económicas, políticas y
culturales.
19
Al respecto, Malta destaca que “el error está en buscar un crecimiento a ciegas (inclusive a
ultranza, a como dé lugar, a cualquier costo). O bien hay una confusión en cuanto a creer que el
crecimiento económico es el fin tras el que hay que ir para alcanzar el desarrollo. Y como
resultado de esta trastocada visión del desarrollo es que aun cuando se haya observado crecimiento
económico, en realidad se obtiene una especie de falso desarrollo-enajenante, a partir de que en
aras del crecimiento se acepta pagar un costo excesivamente alto en destrucción de culturas y
sufrimiento humano, creación de miseria, etc. Un costo en desempleo y pobreza. De modo que
ahora con el enorme progreso tecnológico, que aumenta la productividad, son observables muchos
países con un enorme crecimiento económico, pero que a su vez esconden un aumento de la
miseria, la pobreza y el desempleo” (Malta, 1999: 84).
60

que le permiten al individuo reconocerse y ser reconocido como un sujeto de


valor. En este sentido los aportes que se hacen en el Informe de Desarrollo
Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
resultan relevantes. Para el PNUD20 el desarrollo humano significa:
“Crear un entorno en el que las personas puedan hacer plenamente realidad
sus posibilidades y vivir en forma productiva y creadora de acuerdo con sus
necesidades e intereses. Los pueblos son la verdadera riqueza de las
naciones y, por ende, el desarrollo consiste en la ampliación de las opciones
que ellos tienen para vivir de acuerdo con sus valores. Por eso el desarrollo
significa mucho más que crecimiento económico, el cual solamente
constituye un medio, aunque muy importante, para ampliar las opciones de
la población. Un elemento fundamental para la ampliación de esas opciones
es el desarrollo de la capacidad humana, es decir, las múltiples cosas que la
gente puede hacer o ser en la vida. Las capacidades esenciales para el
desarrollo humano son vivir una vida larga y sana, tener conocimientos,
tener acceso a los recursos necesarios para alcanzar un nivel de vida
decoroso y poder participar en la vida de la comunidad. Sin ellas
sencillamente no se dispone de muchas opciones ni se llega a tener acceso
a muchas oportunidades que brinda la vida” (PNUD, 2001: 11).
Sin embargo, promover el desarrollo humano y sostenible en la situación
actual implica lidiar contra estructuras de poder del Tercer Mundo caracterizadas
por copiar modelos de las naciones industrializadas, que dejan a pequeñas élites
en plena modernidad occidental a costa de sacrificar mejores condiciones de vida
para la mayoría de las personas21. Esta es una de las dificultades actuales que
entorpecen la promoción de un progreso endógeno y sostenible. Para Amartya
Sen, premio Nóbel de economía, este obstáculo se puede superar, siempre que
haya cambios profundos en las políticas económicas y se le dé libertad a la gente
para que participe activamente en la toma de decisiones que les afectan
directamente. Por tanto, para Sen desarrollo es libertad y para lograrlo se
necesita…
“la eliminación de las principales fuentes de falta de libertad: la pobreza,
además de la tiranía; las escasas oportunidades económicas, además de la
privación social sistemática; el abandono de las instalaciones públicas,
además de la intolerancia o hiperactividad de los Estados represivos. Sólo

20
Los trabajos del Premio Nóbel de economía, Amartya Sen, sobre la economía del bienestar,
sirvieron de base teórica para la elaboración del primer Informe de Desarrollo Humano del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Según este enfoque, las tres
prioridades individuales son: vivir una vida larga y saludable, tener una educación que permita
elegir entre distintas posibilidades vitales y disponer de unos recursos económicos mínimos que
permitan satisfacer las necesidades materiales más apremiantes (Sánchez et al., 2003: 20).
21
En este caso, la participación ciudadana es importante no sólo porque supone reorganizar el
poder sino porque tiene unas características de gestión, administración y recuperación de los
costos muy útiles. La mayoría de los proyectos comunitarios han dado los frutos esperados en
términos de impacto social y racionalización de recursos, gracias a que se han llevado a cabo con
criterios de descentralización, capacitación y democratización, cualidades imprescindibles para
que el desarrollo sea eficiente, efectivo, equitativo y sostenible.
61

cuando estas libertades estaban aseguradas era posible que la gente


viviera de una manera productiva que les permitiera potenciar su propio
desarrollo social más ampliamente” (Black, 2003: 156).
Otra de las dificultades por las que atraviesa el desarrollo, agrega Black, es
que el término se ha confinado sólo al contexto económico, lo que reduce su
interpretación a una correlación de variables macroeconómicas. De ahí que resulte
muy fácil eludir lo que realmente les está ocurriendo a los pobres, y refuerce la
impresión de que las fórmulas para salir del subdesarrollo sólo las tiene el
paradigma económico clásico defendido y promovido por el Banco Mundial o el
Fondo Monetario Internacional. Este paradigma muchas veces no se adapta a la
realidad de los países del Tercer Mundo, por cuanto no tiene en cuenta sus
economías tradicionales ni ve en ellas la base que les permite a las gentes producir
sus medios de sustento presentes y futuros.
El desarrollo debe ser un proyecto común que se geste desde los mismos
países, con la participación de sus ciudadanos sin ninguna distinción. Ellos deben
verse como sujetos y no como objetos de un proceso que implica mejorar sus
condiciones de vida, con base en sus necesidades, expectativas y cultura, y no
como grupos a los que el progreso les llega inyectado desde fuera, con la visión
particular de planificadores y banqueros. Por eso la definición de desarrollo según
la Comisión del Sur22 (fundada en 1987 bajo la presidencia del presidente de
Tanzania, Julius Nyerere), cobra valor por proponer una perspectiva más integral
y humana del progreso:
“El desarrollo es un proceso que permite a los seres humanos desarrollar su
potencial, fortalecer la confianza en sí mismos y llevar vidas dignas y
plenas. Es un proceso que libera a la gente del miedo a la miseria y a la
explotación. Es un movimiento alejado de la opresión política, económica o
social. La independencia política adquiere su verdadero significado por
medio del desarrollo. Y es un proceso de crecimiento; un movimiento que
surge fundamentalmente de la sociedad que se está desarrollando… La
base para el desarrollo de una nación deben ser sus propios recursos… El
desarrollo tiene que ser, por lo tanto, un esfuerzo de y para la gente. El
verdadero desarrollo tiene que centrarse en la gente”.
The Challenge of the south, de la south comisión, OUP, 1990. Citado por
Black (2003:172).
El desarrollo así concebido recupera la dimensión de futuro y de creatividad
humana, pues es una aventura no escrita, llena de tensiones, en la que hay que
decidir qué bienes y servicios se desean, por qué son importantes, quiénes deben

22
La Comisión Sur se creó con el fin de proponer alternativas de desarrollo para los países no
industrializados. La función primordial de la Comisión consistió en entregar un informe en el que
un grupo de especialistas propuso políticas de desarrollo autónomas para las naciones del “Sur”
fuera del marco impuesto por las organizaciones internacionales y los países del “Norte”. La
iniciativa fue promovida por el Primer Ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, quien convenció
al antiguo presidente tanzano Julius Nyerere para que apareciera como autor epónimo del
documento (Rist, 2002: 228 y 229).
62

ser los beneficiarios de los mismos, etc., pero además implica tener una
concepción ética de cuál es la vida que se quiere construir, cuáles son las
relaciones entre las personas que se consideran más apreciadas. En definitiva,
supone incorporar la preocupación por la justicia, porque sin justicia difícilmente
puede hablarse de un desarrollo realmente humano.

2.1.5.4 La democracia, sustento del desarrollo humano


Si el desarrollo humano es la potenciación de las capacidades del hombre, la
democracia funge como el desarrollo humano en la esfera de lo público, esto es,
con un sistema democrático aumentan las oportunidades de carácter colectivo para
el mejoramiento de la calidad de vida.
Desde ese enfoque se invalida la presunción según la cual cuando los
regímenes autoritarios suprimen los Derechos Humanos y realizan otros
‘sacrificios’ democráticos al coartar los derechos políticos y civiles, estos actos
son necesarios en las primeras etapas del desarrollo. Amartya Sen (2001: 75)
critica esa posición y argumenta que existe un vínculo entre el fortalecimiento de
los derechos políticos y civiles con la prevención de desastres sociales mayores.
Es decir, la promoción y protección de esos derechos es un elemento fundamental
para reorientar políticas inadecuadas de los gobiernos o, en casos más extremos,
sirven para frenar acciones estatales que perjudican a la mayoría de los
ciudadanos.
En ese contexto el concepto de democracia se revalora, pero éste no debe
limitarse a su concepción electoral sino que debe abarcar la democracia ciudadana
y la democracia social. Se entiende la democracia ciudadana como la facultad
que tiene el ser humano de participar y decidir –no sólo con el voto popular- en
los temas que le afectan directamente, así como de obtener equidad en la
administración de justicia, poseer una prensa libre y derecho a la información y
reclamar protección contra la discriminación. La democracia social contempla la
satisfacción de las necesidades básicas (salud, educación) y el cumplimiento de la
dimensión integradora (empleo, distribución equitativa de los recursos).
Sólo el triángulo democracia electoral, ciudadana y social permite que las
personas que carecen de un mínimo nivel de bienestar y sufren las injusticias de la
desigualdad, puedan reclamar, movilizarse y elegir en defensa de sus derechos.
Por eso la democracia y el desarrollo humano guardan un propósito común:
mientras que el desarrollo humano propugna por potenciar las capacidades del
hombre, la democracia es la forma política que asegura ese objetivo. Por el
contrario, cuando la gente carece de un sistema democrático asume
comportamientos informales o, a veces, contra la ley, porque son las únicas
alternativas que el Estado le ofrece para satisfacer sus expectativas individuales y
63

colectivas. En ese caso el Estado es incapaz de solventar esas demandas por falta
de recursos, por estar reducido a burocracias cuyas acciones son colonizadas por
intereses privados23 que no mantienen relación con el interés común o por estar
falto del apoyo popular.
Esas carencias se reflejaron en el libro La democracia en América Latina,
publicado por el PNUD. Según el documento, ha existido un debate incompleto en
torno al Estado: “en los últimos tiempos, el tema del Estado se ha reducido, a la
hora de la discusión y las propuestas públicas, a cuestiones relacionadas con su
capacidad burocrática y su estructura de gastos y recursos, es decir, la cuestión del
déficit fiscal. Ha quedado fuera de la discusión la existencia de Estados con
legalidades truncas, incapaces de monopolizar la coerción, carentes del poder
necesario para llevar a la práctica el mandato electoral y que, en general, han
encontrado serias dificultades para cumplir su crucial responsabilidad de construir
democracia” (PNUD, 2004a: 50).
Y esas falencias estatales, agrega, no deben achacarse a las limitaciones que
le impone la globalización: “finalmente, aunque no debe ser ignorado en sus
importantes consecuencias, la globalización no debería conducir a conclusiones
fatalistas. Los espacios de participación y decisión democráticas son
esencialmente nacionales y si bien la globalización impone fuertes restricciones a
la capacidad de acción de los Estados nacionales, lejos de caer en la impotencia es
preciso centrar el debate sobre el modo de generar nuevos espacios de autonomía
nacional a partir de los ámbitos regionales de cooperación e integración” (PNUD,
2004: 50).
En un Estado, como lo sintetiza la Comisión de Derechos Humanos de la
ONU, se debe velar por el cumplimiento de los derechos a una gestión pública
democrática, entre los cuales figuran: el derecho a la libertad de opinión y de
expresión, de pensamiento, de conciencia y de religión, de asociación y de
reunión pacíficas; a la libertad de investigar y de recibir y difundir informaciones
e ideas por cualquier medio de expresión; el imperio de la ley, incluida la
protección jurídica de los derechos, intereses y seguridad personal de los
ciudadanos y la equidad en la administración de la justicia, así como la
independencia del poder judicial; el derecho al sufragio universal, así como a
procedimientos libres de votación y a elecciones periódicas libres; a la
participación política, incluida la igualdad de oportunidades de todos los
ciudadanos para presentarse como candidatos; a instituciones de gobierno
transparentes y responsables; el derecho de los ciudadanos a elegir su sistema de
23
Los intereses privados están representados por empresas nacionales o, en el ámbito de la
globalización, por capitales transnacionales que escapan del control fiscal con la misma rapidez
con que invierten en los países del “Sur”.
64

gobierno por medios constitucionales u otros medios democráticos; y a tener


acceso, en condiciones de igualdad, a la función pública en el propio país.

2.1.5.5 Desarrollo local para crear otra globalización


Una alternativa que surge para revertir las consecuencias negativas de la
globalización en las regiones pobres, consiste en la promoción y ejecución de
proyectos de desarrollo económico local. El concepto de desarrollo económico
local incorpora aportes del enfoque otro desarrollo y se define como “un proceso
de crecimiento y cambio estructural que, mediante la utilización del potencial de
desarrollo existente en el territorio, conduce a elevar el bienestar de la población
de una localidad o una región. Cuando la comunidad local es capaz de liderar el
proceso de cambio estructural, nos encontramos ante un proceso de desarrollo
local endógeno” (Cepal, 2001: 21).
Así las cosas, se prevé que cuando un sistema productivo local se organiza
en forma de redes empresariales propicia la generación de economías de escala y
la reducción de los costes de transacción y, por lo tanto, mayores rendimientos
económicos. Además, en los lugares donde se ejecutan proyectos de este tipo se
cuenta con la ventaja de una mano de obra con pocas pretensiones laborales,
debido a que es consciente de la fragilidad de este tipo de economía con respecto
a la que se genera en las capitales y grandes centros industriales.
El éxito o fracaso de las iniciativas depende de varios aspectos como la
eficiente utilización del potencial económico local -facilitado por el
funcionamiento adecuado de las instituciones y mecanismos de regulación
existentes en el territorio-, la forma de organización productiva, las estructuras
familiares y las tradiciones locales, la estructura social y cultural, y los códigos de
conducta de la población.

2.1.5.6 Replantear la cooperación al desarrollo


Después de 50 años de vigencia y de muchas lecciones aprendidas, hay
quienes piden replantear la cooperación para el desarrollo para que cumpla con los
objetivos previstos, a tono con los retos que imponen la globalización y las
condiciones del territorio donde se aplica, y con los postulados del desarrollo
humano.
Al respecto, María Luz Ortega (2001) señala que una nueva propuesta debe
establecerse con base en las megatendencias de hoy que se encuentran en el
fenómeno de la globalización, la hegemonía del mercado, la explosión
demográfica, el crecimiento de las grandes urbes, el avance de las altas
tecnologías, los problemas medioambientales y de recursos renovables, la deuda
externa, la consolidación de bloques económicos en el planeta y la pobreza. Desde
65

ese punto de vista, considera que las políticas de cooperación al desarrollo


deberían tener las siguientes prioridades:
 Lucha contra la pobreza: a pesar de que la cooperación ha evitado que miles
de personas se encuentren en condiciones infrahumanas, la pobreza severa
sigue afectando a una cuarta parte de la población. Los esfuerzos deben
encaminarse a la dotación de los recursos mínimos para la subsistencia,
paralelamente con el aseguramiento de fuentes de empleos estables.
 Tener en cuenta todas las dimensiones de la pobreza: en los planes de lucha
contra la pobreza se debe proporcionar tanto ayuda material como otros
factores que apunten a una mejor educación y salud, eliminar la exclusión,
entre otros.
 Promover el desarrollo: concomitante con las dimensiones de la pobreza, el
desarrollo aquí previsto se centra en el hombre al que se le debe suministrar el
sustento vital, promover en él la autoestima, en un clima de libertad para que
pueda potenciar sus capacidades.
 Promover el crecimiento con equidad: el crecimiento económico debe
redistribuirse en forma equitativa entre los sectores menos pobres, a partir de
políticas y acciones que apunten en ese sentido. Pero como el crecimiento
económico no es suficiente para hablar de un verdadero desarrollo, es
necesario que las personas que viven en deficientes condiciones de vida
tengan acceso al mercado y a créditos, así como posibilidades de recibir buena
educación, salud, alimentos, agua potable.
 Promover el buen gobierno: de nada sirve plantear iniciativas para el
desarrollo, si no se cuenta con gobiernos que propicien Estados fuertes, con
políticas orientadas al bienestar de la población y cuyo cumplimiento sea una
meta a la que se le dediquen muchos esfuerzos.
 Promover la participación en condiciones de equidad: los hombres sea cual
fuere su condición deben poseer las mismas oportunidades que ofrece la
sociedad. Para ello los mercados deben estar a disposición de la gente y no la
gente a disposición o explotada por los mercados. Para el logro de este
objetivo se requieren medidas que favorezcan al público, tendientes a que se
pueda disfrutar de las condiciones del mercado en términos de trabajo digno,
alternativas de educación, potenciación de las capacidades, acceso a la
información suficiente, entre otras (Ortega, 2001: 75).
Varias objeciones, no obstante, se le pueden hacer a la propuesta de María
Luz Ortega (2001). Una de ellas es que en la mayoría de los países beneficiarios
de la cooperación y ayuda al desarrollo, especialmente los del ámbito
66

latinoamericano, existen recursos agropecuarios, industriales, forestales, minerales


y humanos para que la población goce de un nivel de vida decoroso y pueda
potenciar sus capacidades. Sin embargo, variables externas e internas impiden que
ese propósito se lleve a feliz término. En el ámbito externo, la deuda contraída con
el BM y el FMI reduce la inversión social en las naciones del Tercer Mundo a tal
punto que gran parte del pastel del PIB ya se encuentra comprometido. Lo peor es
que parte de los ingresos de esos Estados no pagan el capital de la deuda, sino
sólo el servicio de la misma, que se traduce únicamente en el pago de sus
intereses. Otro factor exógeno, tiene que ver con la poca competitividad de los
precios de los productos agropecuarios frente a los que se producen en las
regiones industrializadas, debido a los subsidios que estas últimas garantizan a las
empresas y personas que laboran en el sector rural. Esa política, sumada al
aumento de los aranceles de importación, dificulta el desarrollo de las
exportaciones del “Sur”, sector del que se derivan gran parte de sus ingresos24.
El Informe de Desarrollo Humano del PNUD (2003:11) resume esos
inconvenientes al expresar que la pobreza no cede si se mantienen las limitaciones
estructurales impuestas por las naciones industrializadas: “estas limitaciones
incluyen los aranceles y las subvenciones de los países ricos que restringen el
acceso al mercado para sus exportaciones, las patentes que limitan el acceso a
tecnologías que pueden salvar vidas y la insostenibilidad de la deuda con los
gobiernos y las instituciones multilaterales de los países ricos”.
En el ámbito interno, la corrupción de los funcionarios del Estado, el dinero
de empresarios y latifundistas que penetra en los órganos decisorios de los
gobiernos y las limitaciones de la democracia25, entorpecen cualquier proyecto que

24
Los apartados d al h del parágrafo 2 del artículo III-193 de la Constitución Europea, se
desarrollan elementos de la política de responsabilidad social de la Unión en relación con
diferentes aspectos. Por ejemplo, en el “d” se establece el objetivo de fomentar un desarrollo
económico y sostenible de los países en vías de desarrollo para erradicar la pobreza, y en el “e” se
propone estimular la integración de todos los países en la economía mundial incluso a través de las
restricciones al comercio internacional. Aunque estos objetivos realmente no se han cumplido,
Francisco Aldecoa (2004: 11) señala que existe la voluntad de que no queden en una mera
declaración de intenciones y, por ello, en la Convención Europea se ha debatido la posibilidad de
introducir bases jurídicas para llevarlos a cabo.
25
El informe del Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo sobre La democracia en América
Latina, señala que cerca de un 50 por ciento de la población del subcontinente preferiría un
gobierno no democrático si éste –cualquiera que sea su naturaleza: totalitario o dictatorial- le
resuelve sus problemas económicos. El estudio fue realizado por investigadores independientes en
18 países latinoamericanos. Se entrevistaron 231 líderes de ese territorio y más de 17 mil
ciudadanos, de cuyos testimonios se dedujeron las siguientes conclusiones publicadas en abril de
2004: “en el año 2002, casi la mitad (48,1%) de los encuestados que decían que preferían la
democracia a cualquier otro régimen, prefería igualmente el desarrollo económico a la democracia,
y un porcentaje semejante (44,9%) que decía preferir la democracia estaba dispuesto a apoyar a un
gobierno autoritario si éste resolvía los problemas económicos de su país. Buena parte de las
personas que manifiestan su preferencia por la democracia tienen actitudes contrarias a algunas
67

pretenda mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a partir de una


redistribución equitativa de la riqueza nacional. Las limitaciones de la democracia
son patentes en la medida en que sólo se ha avanzado en una democracia electoral
(el derecho al voto), pero poco se ha ganado en garantizar los derechos civiles
(participación en las decisiones del Estado por la población) y los derechos
sociales (derecho a tener un trabajo digno, seguridad social, etc.).
Por tanto, los recursos destinados por los países ricos en cooperación y
ayuda al desarrollo deben centrarse en despertar en la sociedad civil de los países
del “Sur” el conocimiento de sus derechos–ya que estratégicamente se mantienen
ocultos por las élites y grupos que detentan el poder- y brindar alternativas para
que la gente se movilice en pos de la reivindicación de los mismos. Para ello,
contribuyen iniciativas macro en sectores de sensibilización y educación. Poco
impacto tienen los planes micro en esos sectores, como reconstrucción de
escuelas, dotaciones de material didáctico, labores que el Estado no puede delegar
en ONG, fundaciones o asociaciones.
Por su parte, el tercer sector del “Norte” debe unirse para conformar un
grupo que presione la eliminación de las variables externas (deuda, desbalance
comercial) que impiden a los pueblos subdesarrollados mejorar las condiciones de
vida de sus ciudadanos. Además, esa presión también puede impulsar cambios
radicales en los Estados de los países del “Sur”, con el liderazgo de la sociedad
civil, para que éstos suplan las necesidades apremiantes de la población.

2.1.6 El desarrollo en Colombia


Realizar el seguimiento de cómo ha evolucionado el desarrollo humano en
Colombia es una tarea difícil. Aun así, en este acápite se tratan de resumir los
principales logros y retos que tiene el país para el mejoramiento de las
condiciones de vida de la mayoría y de sus minorías étnicas. Es preciso anotar que
se hará hincapié en la incidencia del conflicto armado interno de Colombia en su
desarrollo humano, para lo que se tendrán en cuenta los referentes consignados en
el Informe de Desarrollo Humano para Colombia del año 2003.

2.1.6.1 El desarrollo económico y humano en los últimos 50 años


El país obtuvo logros en variables asociadas a la mortalidad infantil entre
1978 y 1998, además del aumento de la esperanza de vida de más de cinco años
para las mujeres y de dos para los hombres. El desequilibrio de género en esta

reglas básicas de este régimen. Aproximadamente uno de cada tres opina que la democracia puede
funcionar sin instituciones como el Parlamento y los partidos políticos” (PNUD, 2004a: 137).
68

variable obedece al incremento de la violencia en los últimos años de ese periodo,


que afecta26 a los hombres jóvenes adultos.
El avance en esos indicadores ha sido producto de la ejecución de los planes
de desarrollo, los cuales han oscilado entre la distribución como principal objetivo
de desarrollo y el crecimiento económico como requisito para el desarrollo
humano.
En materia educativa, los planes han pasado de la preocupación por el
analfabetismo al afán por mejorar la educación postsecundaria que permita la
competitividad y del interés por fortalecer el Ministerio de Educación Nacional a
la consolidación de la institución educativa como ejecutora. Los planes han
propiciado la autonomía universitaria y la mejora de la educación básica y
secundaria. Entre 1976 y 1986, el estatuto docente logró que la mayoría de los
maestros llegara a formación universitaria y obtuviera un crecimiento salarial
importante.
En salud, en la década del 50 los esfuerzos se concentraban en la
organización de la higiene pública hacia la prevención y el establecimiento de
centros y subcentros municipales de salud en todo el territorio con personal
calificado, y la realización de campañas contra enfermedades contagiosas. En la
década de los 90 entra en vigencia la Ley 100 de 1993 que permite ampliar la
cobertura mediante la reforma al Instituto de los Seguros Sociales y autorizar la
prestación del servicio por entidades privadas.

2.1.6.2 Evolución del gasto social en los planes de desarrollo


Los Planes de Desarrollo aparecen en Colombia a partir de la década del 70
y hoy se formulan y aplican de acuerdo con el estilo de cada gobierno, de su
grupo de económico y de la presión de organismos multilaterales como el Banco
Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Aunque en ellos se expresan
pensamientos y acciones loables, cuando finaliza su aplicación y se evalúan sus
resultados, éstos son muy limitados. De todos modos sirven para planificar los
sectores económicos, sociales y políticos y recibir la crítica y supervisión de la
ciudadanía.
El primer antecedente de planear la actividad económica surge en 1958, año
en que se busca mejorar la distribución del ingreso y la riqueza; el segundo surge
a partir del Plan Decenal de los años sesenta, con el impulso del programa del
Banco Mundial de 1970 y el tercero con el Plan de las Cuatro Estrategias, en el
que la distribución se subordina al crecimiento económico.

26
Los efectos de la violencia sobre los indicadores clásicos del desarrollo humano se analizan más
adelante (pág. 81).
69

Las décadas de los 50 y 60 se recuerdan por altos niveles de crecimiento,


fundados en la reestructuración del Estado en 1968, la estrategia de promoción de
exportaciones y la bonanza cafetera. La preocupación llegó a finales de los 60 con
el aumento del desempleo y el agotamiento del modelo de sustitución de
importaciones y la creciente urbanización (Informe de Desarrollo Humano de
Colombia, 1998:14). En materia de salud, se crea el Instituto Colombiano de los
Seguros Sociales y en el periodo entre 1969 y 1972 se autoriza la reorganización
del sector y el desarrollo de su infraestructura, para hacer frente al crecimiento de
la población.
Entre 1974 y 1978, periodo presidencial de Alfonso López Michelsen, el
Plan para Cerrar la Brecha le da prioridad al 50% más pobre de la población y
retoma la distribución como problema. Destaca la conexión entre educación,
calificación laboral y desarrollo y adopta el concepto de educación básica de
nueve años. En este cuatrienio se adelanta una campaña contra la desnutrición, se
amplía la cobertura del servicio materno infantil, se procura la disminución de las
enfermedades infecciosas y parasitarias, se trata de reducir la brecha entre la
ciudad y el campo y se establecen mejoras en el funcionamiento de los hospitales.
En materia de acueductos y alcantarillados, se pretende mantener altos estándares
de calidad y cobertura y acceso de los campesinos a las fuentes de agua.
El decenio de los 80, cuando América Latina experimenta la crisis de la
deuda pública, Colombia adelanta el Plan de Integración Nacional (1978-1982)
del presidente Julio César Turbay Ayala, en el que se insiste en la conciliación de
los ámbitos económico y social, en la factibilidad financiera y en la eficiencia de
los programas sociales. Bajo esas circunstancias, se expande el sector de la
educación, se introduce el tema del preescolar, la eficiencia interna en primaria, la
diversificación en secundaria, creación de institutos tecnológicos y mejoramiento
de la dotación en la educación superior. Este plan reconoce los avances en salud y
se propone una mejor asignación presupuestal entre lo urbano y lo rural.
En el periodo del presidente Belisario Betancur (1982-1986) se promueve el
Cambio con equidad, con el que se sientan las bases para la descentralización, la
búsqueda de la paz y la participación ciudadana. En esa época, se lleva a cabo la
campaña de alfabetización Camina y la estrategia de la educación abierta y a
distancia, así como la inversión en investigación universitaria. Propone pasar del
50 al 75% el cubrimiento de los servicios de salud y plantea construir 442.000
soluciones de vivienda, 42.000 de ellas rurales.
En el cuatrienio del presidente Virgilio Barco (1986-1990) se vuelve a la
premisa según la cual el desarrollo social es consecuencia del desarrollo
económico. Esta vez no pone como requisito la distribución para luchar contra la
70

pobreza, sino que estructura las primeras medidas de competencias y recursos


para la descentralización y enfrenta el narcotráfico. Se hace énfasis en la
educación básica, en la inequidad para el acceso a la enseñanza y se propone la
promoción automática, la provisión gratuita de textos, la reestructuración del
financiamiento de la educación superior y la organización y modernización de la
administración, así como el aumento de los recursos para la preservación del
patrimonio cultural y la democratización a su acceso. El gobierno propone
aumentar la cobertura de la atención primaria en salud, ampliar las redes de agua
potable y saneamiento básico, así como mejorar la calidad de vida en el campo a
través de estrategias integrales. Barco crea el Plan Nacional de Rehabilitación
cuyo fin es erradicar la pobreza en 250 municipios con dificultades de
convivencia ciudadana.
La Revolución Pacífica del presidente César Gaviria (1990-1994) señala que
el desarrollo social es consecuencia del desarrollo económico. Es una afirmación
que da soporte a la internacionalización de la economía colombiana y a sus
reformas conexas (reforma laboral, tributaria, monetaria…), las cuales conciben el
Estado como un promotor de la libre competencia, un complemento y no un
reemplazo del mercado, por tanto, sus acciones deben concentrarse en invertir en
infraestructura física y ambiental, en la capacitación del talento humano, el
mejoramiento de las tierras y el impulso al conocimiento tecnológico y científico.
En 1991, a través de una Asamblea Constituyente, se redacta la nueva
Constitución Política que crea mecanismos para una mayor participación
ciudadana.
El gobierno tuvo que hacer frente a la disminución de la esperanza
educativa, la centralización del sector y la falta de coordinación entre las
entidades encargadas, por lo que sus propuestas se sustentaron en alcanzar la
cobertura total de la educación primaria, expandir en forma masiva la secundaria,
aumentar la calidad de la educación en todos los niveles; fortalecer los
mecanismos de complementación entre el sistema educativo formal y las
instituciones de formación profesional; hacer más equitativo y eficiente el sistema
de financiación pública de la educación y ampliar sus servicios. Este periodo
coincide con la apertura económica, lo que incidió en la apertura de nuevos
programas universitarios en cumplimiento de la Ley 30 de 1992 que dio más
autonomía a los centros de educación superior. El agro, por su parte, sufre las
consecuencias de la apertura al competir desventajosamente con productos
importados. En materia de salud, se desarrolla la Ley 100 de 1993 que permite
que instituciones privadas manejen la salud pública, los fondos de pensiones y de
cesantías de los trabajadores.
71

En el programa El salto social del presidente Ernesto Samper (1994-1998)


se da prioridad a la inversión social. Se crea el régimen subsidiado en salud para
que la población de los estratos 1, 2 y 3 tenga acceso a los servicios médicos, de
hospitalización, cirugías y medicamentos a muy bajos costos. Propone un
programa especial para la infancia y los ancianos. En una apartado del plan,
denominado salto educativo, enfatiza en que la escuela se centre en el aprendizaje
del alumno y no en la enseñanza; se adopta una estrategia pedagógica de
mejoramiento de la calidad, que se basa en la medición de los logros de
aprendizaje, de manera que se conozcan los factores que contribuyen a mejorarla;
desaparece la distinción entre educación primaria y secundaria y se habla de
educación básica, proponiendo como meta llegar a una cobertura total de nueve
(9) grados de educación formal. En el nivel superior se impulsa la acreditación de
calidad de los programas universitarios a través del Consejo Nacional de
Educación Superior (CESU).
El plan de desarrollo del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), Cambio
para construir la paz, tuvo que afrontar varias contingencias como el terremoto
del eje cafetero y adoptar medidas drásticas para contener la fuerte recesión y las
crisis sectoriales que se desataron en 1999 (Portafolio, 2004). Pastrana propuso un
severo recorte a la inversión pública, para que fuera suplida por la inversión
privada, especialmente en construcción de infraestructura. El plan iba más allá de
lo económico, pues centró sus objetivos en la consecución de la paz, respetando
los Derechos Humanos, promoviendo la convivencia pacífica y la reconciliación
nacional.
Estados Unidos acompañó a Pastrana en sus iniciativas con la aprobación
por parte del Congreso norteamericano del Plan Colombia, con el que se giraban
recursos para combatir el narcotráfico, los cultivos ilícitos e invertir en los
sectores sociales más vulnerables. El gobierno rompió los diálogos con la guerrilla
de las FARC, después de la realización de esfuerzos propios y ajenos. Pastrana
manifestaba que no se puede crecer económicamente y menos conquistar nuevos
mercados, si no se tenía en el país un clima de paz.
En materia de educación promovió el Plan Decenal para mejorar la calidad
del servicio y el acceso a las nuevas tecnologías a través de los programas Agenda
de la conectividad y Computadores para educar. En salud extendió los beneficios
del régimen subsidiado, aunque su cuatrienio coincidió con la crisis de la red
hospitalaria pública y, en general, con un periodo de recesión económica en todos
los sectores.
El gobierno de Álvaro Uribe Vélez propone el plan denominado Hacia un
Estado comunitario, cuyos objetivos consisten en brindar seguridad democrática,
72

crecer más, distribuir equitativamente el crecimiento y renovar el Estado. Uribe


plantea la necesidad de introducir cambios relacionados con el crecimiento
desordenado del gasto público y la inseguridad expresada en violencia,
narcotráfico y la agudización del conflicto social, así como la urgencia de que
haya más propietarios de vivienda.
La seguridad democrática parte de la idea según la cual la pacificación del
país garantiza las condiciones para el crecimiento económico sostenible,
incluyendo la generación de empleo y la reestructuración del Estado por medio de
la eliminación o fusión de entidades oficiales.

2.1.6.3 El desarrollo humano en el periodo 1985-1999


Este periodo retoma algunos aspectos contemplados en los planes de
desarrollo como la educación y la salud, y aborda otros como el trabajo y la
participación como derecho colectivo. Para la recopilación de los datos, se tiene
en cuenta el Informe de Desarrollo Humano de Colombia (2000), ya que
representa la síntesis de los indicadores de desarrollo humanos contemplados en
los informes mundiales del PNUD, desde 1990 –fecha en que se publicó el
primero de ellos- hasta los de finales del siglo XX. Cabe anotar que los 15 años
contemplados, esto es, desde 1985 y 1999, son clave para entender los avances y
retrocesos del país en materia de desarrollo humano y sirven como preámbulo
para explicar la incidencia del conflicto interno sobre algunos indicadores del
bienestar integral de la población.
En educación, por ejemplo, si en la segunda mitad del siglo XX se registró
la expansión del sector y su diferenciación con respecto a la educación superior, el
aumento en el espectro de instituciones y su especialización y segmentación de
acuerdo con las necesidades del contexto nacional y regional, en la década del 90
se fomentó el desarrollo de la ciencia y la tecnología a través de la Ley de Ciencia
y Tecnología de 1990, de la creación del Sistema Nacional de Ciencia y
Tecnología entre 1991 y 1992 y el diseño de La Estrategia Nacional de
Competitividad en 1995. Además, con la Ley 30 de 1992 se gestaron otras
condiciones para la educación superior, como garantizar plena autonomía
académica, administrativa y financiera de las universidades. Ello supuso que entre
1993 y 1997 el crecimiento anual fuera de 421 programas, es decir, un 15,7% por
año, en tanto que entre 1985 y 1993, el aumento anual fue de 94 programas,
representando un 4,9% por año (Informe de Desarrollo Humano de Colombia,
2000: 41).
En los 15 años estudiados, no obstante, los docentes eran contratados por
hora cátedra y en muy pocas ocasiones aumentó la planta de personal de los
centros de educación superior. A pesar de esas circunstancias, se evidencia un
73

incremento de los profesores que ingresan a estudios de postgrado. En el periodo


entre 1993 y 1997 creció el número de jóvenes entre 18 y 24 años matriculados en
universidades, pero esa tendencia revirtió en 1998 y 1999 a raíz de la crisis
económica: “entre 1985 y 1997 el número de jóvenes de ese rango de edad que
asistían a un establecimiento educativo aumentó de 24 a 28 de cada 100; en 1999,
la tasa disminuyó al nivel de 1993, es decir, a 26 de cada 100” (Informe de
Desarrollo Humano de Colombia, 2000: 52). Entre 1985 y 1998, el gasto público
en educación como proporción del PIB decreció hasta el comienzo del año 1991,
en cambio la tendencia desde 1994 fue de aumentar notoriamente (1.73 puntos del
Producto Interno Bruto en el cuatrienio 1994-1998). Para el total de los 13 años,
su importancia respecto del PIB fue de 1.29 puntos.
En salud, la Constitución Política de 1991 recoge los derechos que en ese
sentido tienen los ciudadanos colombianos. La seguridad social es tema del
artículo 48 y la salud como servicio público a cargo del Estado es abordado en el
49. Los artículos 50 y 366 se refieren a tópicos como la atención de menores y el
mejoramiento de la calidad de vida, en tanto que el artículo 365 considera la
prestación de los servicios públicos como función inherente del Estado, lo cual lo
obliga a dispensarlos de manera eficiente a todos los habitantes del territorio
nacional.
Mediante la Ley 100 de 1993 se da un revolcón a la seguridad social en
Colombia, puesto que abre la posibilidad de que entidades diferentes al Instituto
de los Seguros Sociales y a las cajas de compensación se encarguen del
aseguramiento de los colombianos. Estas nuevas instituciones son de carácter
privado y se denominan Entidades Promotoras de Salud (EPS) para quienes
aplican el régimen contributivo o Aseguradoras del Régimen Subsidiado (ARS)
para las personas que ingresan al sistema subvencionado del Estado. El concepto
de solidaridad se amplía, toda vez que el pago de la seguridad de los trabajadores
sirve para financiar el acceso al servicio de los más pobres.
Los logros de la ley se resumen en que “la proporción de personas afiliadas
se duplica entre 1993 y 1997 al pasar de una cobertura de 24% en el primer año a
otra de 57% en el segundo. Las áreas rurales se han beneficiado en gran medida
del aumento en cobertura ya que, de una participación en la afiliación total
cercana al 7% en el primero de los años, lograron cubrir alrededor de un 48% de
la población total en 1997 (Informe de Desarrollo Humano de Colombia, 2000:
84).
En el periodo objeto de estudio hubo avances significativos en términos de
aseguramiento al sistema de salud, pero a comienzos de 2000 la cobertura se
reduce 4.6 puntos porcentuales por debajo del nivel alcanzado tres años antes. Y a
74

pesar de los progresos antes del año 2000, el sistema registra muchos casos de
inequidad que recaen sobre los grupos de menores ingresos. Aunque el suministro
de esta clase de servicios es un derecho, no pocas personas se han visto abocadas
a la necesidad de exigirlo a través del recurso constitucional de la tutela.
En lo relacionado con el empleo, la Constitución Política prevé en su
artículo 25 que el trabajo será garantizado y protegido por el Estado y que las
personas tienen derecho a una ocupación digna y justa. Sin embargo, en la década
de los 90 esa obligación estatal estuvo lejos de realizarse debido, en parte, a
medidas de ajuste estructural y al conflicto interno. La evolución en materia
ocupacional ha tenido altibajos. Desde 1988 hasta 1994 el empleo se incrementó
en un 14%; en 1997 y 1998 el aumento sólo estuvo por el orden del 5%, y entre
septiembre de 1999 y marzo de 2000 se habían creado 850.000 nuevos puestos, lo
cual significó un aumento del 6% de ese periodo. Pero “en septiembre de 1998 un
12.5% de la Población Económicamente Activa (PEA) de todo el país estaba
desempleada. Para marzo de 2000, la tasa de desempleo continuó su tendencia
ascendente hasta alcanzar un nivel de 16.5% (Informe de Desarrollo Humano de
Colombia, 2000:137).
Durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998) se trazó como meta
crear 1.600.000 nuevos puestos por medio del apoyo a la pequeña empresa y la
capacitación de la fuerza de trabajo, pero al finalizar el cuatrienio sólo se habían
generado 550.000. El empleo informal, caracterizado por la baja productividad,
las deficientes condiciones laborales y la poca contribución al situado fiscal y a la
seguridad social, creció entre 1991 y 1998 a una tasa del 35%, y a marzo de 2000
–en el gobierno de Andrés Pastrana- los trabajadores informales representaban el
40.2% de la fuerza de trabajo.
El presidente Álvaro Uribe recibe el país con una tasa de desempleo del
15.6%, se reduce a 12.3% en el 2003 -con la implementación de una reforma
laboral que, entre otras medidas, amplía la jornada laboral para reducir el pago de
horas extras-, baja a 12.1% en el 2004 y en el 2005 aumenta al 12.5%
(Presidencia, 2005). En el tercer trimestre de 2006 la tasa de desempleo alcanza la
tasa del 12.7% y el empleo informal o subempleo alcanza el 35.4% de una
Población Económicamente Activa (PEA) de 20.177.056 colombianos
(Departamento Administrativo Nacional de Estadística, 2007).
En materia de participación democrática (entendida como la intervención
directa de los individuos o grupos de interés en los procesos económicos, sociales,
culturales y políticos que afectan la vida, con un acceso constante a la adopción de
decisiones y al poder), el Estado colombiano garantiza este derecho en varios
artículos de la Constitución Nacional. El artículo 40 avala la conformación,
75

ejercicio y control del poder político; el 78 especifica como derecho colectivo el


participar en organizaciones de consumidores y usuarios en los ámbitos que les
corresponden; el 57 establece que los trabajadores puedan intervenir en la gestión
y fiscalización de las empresas; y el 369 garantiza la contribución de los entes
territoriales y diferentes sectores de la sociedad en la discusión del plan de
desarrollo.
La participación es importante porque colabora en la definición de
prioridades colectivas de desarrollo. Además, el intercambio de información y su
continuo monitoreo entre los grupos de interés tributa en la transparencia,
gobernabilidad y sustentabilidad de las decisiones, los programas y el gasto
público. En Colombia, los mecanismos de participación política se sintetizan en el
voto, la iniciativa popular, referendo, revocatoria del mandato, consulta popular,
plebiscito y cabildo abierto.
La evolución de la protesta y de las motivaciones de lucha en el país han
cambiado década tras década: en los setenta el incentivo principal era la defensa
de la tierra; en los 80, los servicios públicos; en los 90 las manifestaciones civiles
se han concentrado en exigir soluciones al desplazamiento forzado interno y en lo
que va de comienzos del siglo XXI, las movilizaciones se han caracterizado por
rechazar la violencia y las políticas neoliberales. A partir de 1984 las protestas
estudiantiles han disminuido, pero aún siguen teniendo alguna relevancia para
denunciar la violación a los Derechos Humanos y las consecuencias negativas de
medidas económicas.
Los temas ambientales han tenido preponderancia desde la década del 90 y
en gran medida gracias a la vigencia de la Constitución de 1991. La Carta
Constitucional permitió al país progresos en la formulación de políticas
ambientales, en la consolidación del sistema institucional que las sustenta y en la
financiación de los programas. Sin embargo, los objetivos ambientales todavía se
encuentran en la periferia respecto de las dinámicas económicas y socioculturales
centrales (Informe de Desarrollo Humano de Colombia, 1999:143).

2.1.6.4 Evolución de los ingresos y del desarrollo humano


En los últimos tres informes del PNUD, Colombia ocupó el puesto 68 en el
del 2002, el 64 en el del 2003 y el 73 en el del 2004. En un año perdió nueve (9)
lugares en materia de desarrollo humano27 producto del desplazamiento por la

27
El Índice de Desarrollo Humano mide el promedio de los avances en tres dimensiones básicas:
una vida larga y saludable, educación y un nivel de vida digno. De la primera, se tiene en cuenta la
esperanza de vida al nacer; de la segunda, la tasa de alfabetización de adultos, la tasa bruta de
matriculación (TBM) y; de la tercera, el Producto Interno Per Cápita y por Paridad de Poder
Adquisitivo (PPA). Hay que recalcar que los Informes de Desarrollo Humano toman datos de dos
76

violencia y la caída de criterios educacionales y económicos (Canal Caracol,


2004), pese a que había experimentado un crecimiento sostenido hasta el año
2000 que se interrumpe en el 2002 (ver tabla 1).
En el Informe de Desarrollo Humano del PNUD denominado Cooperación
internacional ante una encrucijada: ayuda al desarrollo, comercio y seguridad en
un mundo desigual 2005, la nación sudamericana recupera cuatro puestos hasta
situarse en la casilla 69 debido a que entre los años 2002 y 2003 mejoró las
coberturas en educación y salud, así como en el ingreso de sus habitantes (El
Tiempo, 2005b). En el informe del 2006, denominado Más allá de la escasez:
poder, pobreza y la crisis mundial del agua, se ubica en el puesto 70, es decir,
pierde un lugar con respecto al año anterior.

Tabla 1. Evolución del IDH en Colombia


Clasificación 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2002 2004
según el IDH
70 Colombia 0,661 0,689 0,706 0,727 0,751 0,771 0,773 0,790

Fuente: Informe sobre Desarrollo Humano-PNUD (2004:144 y 2006: 289).

El crecimiento del PIB per cápita en el periodo 1975-2002 se da de manera


consistente, situación que no ocurre en el periodo 1990-2002 como consecuencia
de la agudización del conflicto interno y de la plena vigencia de políticas
neoliberales. Mientras que en el primer periodo el crecimiento fue de 1,5%, en el
segundo, de 0,4. A juicio de la CEPAL (2005), en el año 2003 el ingreso per
cápita en Colombia descendió a 1.782 dólares estadounidenses y en el 2004 subió
a US 2.136. Según el PNUD (2006: 332) el ingreso per cápita aumentó en 2.176
dólares y a 7.256 por Paridad de Poder Adquisitivo (PPA28)
La población del país, según el censo poblacional del año 2005, es de
42.090.902 habitantes (Departamento Administrativo Nacional de Estadística,
DANE, 2005a), y cuenta con una esperanza de vida de 72.6 años de acuerdo con
los estimativos del Informe de Desarrollo Humano-PNUD (2006: 364). En la
época 1970-1975 la esperanza de vida al nacer era de 61.6 años. Es diciente la

años antes de cada publicación. Eso quiere decir que los datos analizados de la publicación del
2006, realmente corresponden a los suministrados por los países en el 2004 y, algunas veces, en el
2003.
28
Tipo de cambio que refleja las diferencias de precios entre países y permite la comparación
internacional de la cifra real de resultados e ingresos. En la tasa de PPA en USD, 1 USD tiene el
mismo poder adquisitivo en la economía nacional que 1 USD en los Estados Unidos (Informe de
Desarrollo Humano-PNUD, 2004: 273).
77

diferencia entre hombres y mujeres en relación con la probabilidad de sobrevivir


hasta los 65 años: en ellas es de 81 años, mientras que en ellos es de 71 años.
Colombia es el tercer Estado-nación con mayor desigualdad de
Latinoamérica (58.6 en el coeficiente de Gini), si se tiene en cuenta que la
Participación en los Ingresos o Consumo (ODM) es, según la encuesta realizada
en el 2003, de la siguiente forma: el 10% más pobre sólo participa en un 0,7% de
los ingresos o el consumo; el 20% más pobre, en un 2.5%; el 20% más rico, en un
62.7% y el 10% más rico, en un 46.9% (Informe de Desarrollo Humano-PNUD,
2006: 336). Además, entre 1990 y 2004 un 7% de la población vive con 1 dólar
estadounidense diario y 17.8% con dos dólares diarios. A su vez, el 64% de la
población estuvo bajo la línea de pobreza, por lo que el país se ubica en el octavo
más desigual del mundo, hecho que se corrobora con el siguiente dato: el ingreso
de una persona rica en Colombia es igual a lo que ganan 58 personas de las más
pobres.
El crecimiento en el año 2004 fue de 4.12%, sólo por encima de Costa Rica
(3.2%) y Paraguay (3.0%) y por debajo de México (4.4%), Argentina (9.0%) y
Brasil (5.3%) (Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE,
2005). La pobreza en el sector rural subió de un 66.2% en el 2003 a un 68% en el
2004, debido al desempleo y la reevaluación, y el crecimiento de la indigencia
pasó de un 24.9% en el 2003 a un 28.3% en el 2004 (El Tiempo, 2005). En el
2005 el país creció un 5.13% y en el 2006, un 6.4% (Presidencia, 2007a).
Según el censo poblacional del DANE (2005b), el 25.8% de la población
registra necesidades básicas insatisfechas, es decir, las relacionadas con viviendas
inadecuadas, viviendas con hacinamiento crítico, viviendas con servicios
inadecuados, hogares con alta dependencia económica y hogares con niños en
edad escolar que no asisten a la escuela.

2.1.6.5 Evolución de la perspectiva de género


La perspectiva de género con sus implicaciones en el bienestar, pobreza y
calidad de vida de esta población, era un tema relativamente nuevo en la década
de los 90, pero en los primeros cinco años del siglo XXI adquiere un espacio
preponderante.
Como atestigua la bibliografía reciente, Colombia ha avanzado
significativamente en otorgar y defender los derechos de la mujer, a pesar de las
restricciones y de la importancia de los roles tradicionales en la familia. Según el
Informe de Desarrollo Humano de Colombia (1998: 83), durante la década del
sesenta la modernización de la economía impulsó el aumento en el nivel educativo
de la ciudadanía, la reducción de la tasa de fecundidad y de la tasa de mortalidad
78

infantil. Todo ello redundó en que la población femenina mejorara su


participación en el mercado laboral, paralelamente con incrementos en su nivel de
escolaridad, afirmación que se justifica con que la tasa de asistencia a las aulas de
mujeres de 18 a 24 años pasó del 21% en 1985 al 26% en 1999 y la de los
hombres de ese grupo de edad, del 26% al 27% (Informe de Desarrollo Humano
de Colombia, 2000: 53). Inclusive, cuando la recesión económica y financiera
afectó el territorio nacional, disminuyendo la tasa de ocupación, la proporción de
mujeres vinculadas a la actividad económica siguió su ritmo creciente.
En la década de los 80, la población femenina incursiona con mayor ahínco
en los mercados laborales con el fin de que su familia no vea disminuidos sus
ingresos, producto de la crisis de la deuda en América Latina que afligió
tardíamente a Colombia. Al finalizar los años 90 el empleo femenino es más
acelerado que el masculino: “la tasa de ocupación femenina varió de 37.6 en 1990
a 41.7 en 1999, en tanto que la de los hombres se mantiene casi estable. La
participación de las mujeres en el desempleo también ha aumentado en los últimos
años de la década, es decir, la tasa de desocupación femenina es mucho más alta
que la masculina en 1999, y se incrementó la implicación de este grupo en el
trabajo informal (Informe de Desarrollo Humano de Colombia, 2000: 181).
Los avances han tenido como soporte el artículo 43 de la Constitución de
1991, en el que se estipula la igualdad de derechos y oportunidades entre la mujer
y el hombre, se prohíbe toda discriminación hacia ellas, y se provee asistencia
especial cuando se encuentre en estado de embarazo y después del parto.
A pesar de que en Colombia ha habido progresos en la creación de espacios
laborales y cívicos para la mujer y a su representación en las esferas
administrativas y de poder, estos logros no han sido distribuidos de manera
homogénea para todas. La consecución de estas metas depende de factores
socioeconómicos, por lo que la población femenina de más baja calidad de vida
enfrenta con mayor rigor las consecuencias de la pobreza, la desigualdad y la
violencia.
La evolución de los diferentes indicadores de desarrollo humano colocan al
país suramericano en el puesto 56 en el Índice de Desarrollo Relativo al Género,
entendido como el indicador compuesto que mide la desigualdad promedio entre
hombres y mujeres en tres dimensiones básicas que conforman el índice de
desarrollo humano: una larga vida saludable, conocimientos y un nivel de vida
digno, y el puesto 51 en relación con el Índice de Potenciación de Género,
definido como el índice compuesto que mide las privaciones en las tres
dimensiones básicas de potenciación: participación económica y poder de
79

decisión; participación política y poder de decisión; y control sobre recursos


económicos (Informe de Desarrollo Humano–PNUD, 2006: 368).
En el Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) resalta una mayor
esperanza de vida de la mujer frente al hombre: la de ella es de 75,6 años,
mientras que la de él es de 69,6, según datos de 2004. Sin embargo, la desigualdad
de género es palpable en los ingresos percibidos por Paridad del Poder
Adquisitivo (PPA) en dólares (USD) de 2002: las mujeres reciben 5.356 dólares y
los hombres 9.202.
En el Índice de Potenciación de Género (IPG) se registra que un 10.8% del
total de mujeres tiene escaños parlamentarios; un 38% son legisladoras, altas
funcionarias y directivas y un 50% son profesionales y trabajadoras técnicas. Otro
dato relevante para describir el bienestar de la población femenina es el referido a
la tasa total de fecundidad, esto es, el número de hijos que tendría una mujer
durante toda su vida si en cada edad diera a luz en conformidad con las tasas de
fecundidad imperantes en cada edad específica. En Colombia la fecundidad total
en el periodo 1970-1975 era de 5,0 de nacidos por cada mujer y en el periodo
2000-2005 es de 2,6.
La información más reciente sobre la perspectiva de género señala que
Colombia es el segundo país latinoamericano en igualdad de sexo/género (El
Tiempo, 2005a). En efecto, se cita un estudio divulgado en Europa por el Foro
Económico Mundial en el que el país aparece en el lugar 30 de 58 naciones
analizadas: por debajo de Costa Rica (18) y por encima de Italia (45), Suiza (34),
Israel (37), México (52), Brasil (51) y Venezuela (49).
Colombia puntúa muy bien en acceso a la educación –puesto 13 de toda la
lista- y en participación política –puesto 15-. El promedio cae en el acceso a la
salud (52), participación económica (41) que mide el porcentaje de mujeres en el
mercado laboral y la igualdad en materia de remuneración con la que cuentan a la
hora de desempeñar el mismo trabajo que un hombre; lo mismo sucede en
oportunidades laborales (38), entendidas como el porcentaje de técnicas y
profesionales dentro del total de mujeres trabajadoras y las semanas de
maternidad pagadas, entre otros aspectos. El informe se elaboró con base en cifras
proporcionadas por las Naciones Unidas, el Banco Mundial y el propio Foro
Económico Mundial.

2.1.6.6 Evolución de la salud y del saneamiento/sanidad básico


ambiental
El gasto público en salud desde 1990 hasta el 2001 ha aumentado con
respecto a porcentaje del Producto Interno Bruto. En 1990 la inversión en el sector
80

fue de 2.2% del PIB y en el 2003, de 3.8%. La tendencia en el 2003 y en el 2004


siguió en alza gracias a que en esos años se incorporaron 4.809.185 personas al
régimen subsidiado de salud, incluyendo subvenciones parciales (Presidencia de
la República, 2005). En el 2002 el 94% de la población tenía acceso sostenible a
medicamentos esenciales asequibles, y la mayoría de los niños de un año se
encontraban inmunizados contra la tuberculosis y el sarampión.
Pese a los avances en este sector, en el año 2001 un 13% de la población
total presentaba casos de desnutrición, un 14% no tenía acceso sostenible a
saneamiento mejorado en el 2000 y en el mismo año un 9% no contaba con
acceso a fuentes de agua mejorada. La nación mantiene niveles moderados de
enfermedades de transmisión sexual como el sida, casos de paludismo e
incidencia del tabaquismo.
En los últimos años, no obstante, ha habido un incremento en el número de
afiliados al régimen contributivo y al régimen subsidiado del sistema general de
seguridad social en salud. En el régimen contributivo se pasó de 13.805.201 en el
2003 y 14.857.250 en el 2004 a 15.533.582 en el 2005, en tanto que en el régimen
subsidiado la relación fue de 11.867.947 en el 2003, 15.553.474 en el 2004 y
18.581.410 en el 2005.

2.1.6.7 Evolución del sector educativo


En Colombia la tasa de alfabetización de adultos es de 92.8% y la de
jóvenes de 98% en el 2004. Sorprende que en el primer aspecto no se haya
avanzado significativamente puesto que en 1990 había un 88.4% de adultos
analfabetos.
En un lapso de 10 años el gasto en educación como porcentaje del PIB subió
más de dos puntos: en 1990 fue de 2.5% y en el 2002-4 de 4.9%. En el actual
gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez se han creado 1.419.427 cupos de
educación preescolar, básica y media, 95% de la meta del cuatrienio. Con lo
anterior, la matrícula oficial se incrementó en un 27.4% pasando de 7.8 millones a
9.2 millones y la cobertura bruta total de transición, básica y media pasó del 82%
al 90%.
En cuanto a la atención a la población vulnerable en el sector educativo,
entre 2003 y 2006 se han creado 559.500 nuevos cupos para esta población. En
2006 el número de alumnos víctimas del desplazamiento atendidos por el sistema
educativo es de 234.018 (97.5% de la meta). En desarrollo del programa de
alfabetización, entre el 2003 y el 2006 se alfabetizaron 392.560 jóvenes y adultos,
representando el 98% de la meta 20.022.006 (400.000 jóvenes y adultos)
(Ministerio de Educación, 2007). A pesar de ese balance positivo, el 2,4% de las
81

personas viven en hogares donde niños entre 7 y 11 años no asisten a un centro de


educación formal; frente al censo de 1993, ha disminuido en 5,6 puntos (DANE,
2005b).
Se han capacitado a 2.964.799 de personas en el programa de Formación
Profesional Integral (Presidencia de la Republica, 2005). No obstante, son pocos
los jóvenes que siguen accediendo a la educación superior y existe un
desequilibrio entre el acceso y mejoramiento de la educación en el sector urbano y
el rural. En este último, se presenta un rezago educativo que se traduce en la
incapacidad para brindar opciones a la juventud que al final termina engrosando
las filas de la guerrilla o los paramilitares. En Colombia la matrícula en educación
superior en el 2002 fue de 1.000.148 estudiantes, lo que representaba una
cobertura de 20%. En los últimos cuatro años se han creado 301.580 cupos. Un
aspecto para resaltar sobre el acceso a la educación superior es el incremento de la
tasa de absorción del sistema de educación superior medida por la relación entre
los estudiantes que presentan el Examen de Estado y los que efectivamente
ingresan al sistema, la cual pasó de 53.6% en el 2002 al 65.5% en el 2005
(Ministerio de Educación, 2007). También cabe destacar tres aspectos que se
desprenden de la comparación de la matricula 2002 con la preliminar 2006:
 Un incremento de cupos oficiales de 249.066 (incluye 130.227 del Servicio
Nacional de Aprendizaje, SENA29)
 La participación de la matrícula de las Instituciones de Educación Superior
(IES) públicas en la matrícula total pasó de 41.7% a 48.8%.
 El aumento en la participación de la formación técnica profesional y
tecnológica en el total de la matrícula de educación superior, la cual pasó de
18.3% al 25.1%.
 El dinamismo de la matrícula en programas de maestría y doctorado, la cual
aumentó un 82.8% pasando de 7.126 a 13.028 estudiantes.

2.1.6.8 Incidencia del conflicto interno en el desarrollo humano de


Colombia
El conflicto armado de Colombia tiene más de 50 años de duración y se ha
vivido de diversa intensidad dependiendo de la época y la región. Pero es desde
mediados de los años 80, toda la década del 90 y en los años transcurridos del
siglo XXI cuando ha cobrado mayor importancia en la agenda geopolítica
nacional e internacional. La razón es una sola: para el país la guerra es uno de los
principales factores que impide el desarrollo humano al no crear opciones para

29
Institución que se encarga de la formación técnica y tecnológica de la población colombiana.
82

que la gente mejore sus indicadores de bienestar; para el mundo, el


enfrentamiento supone una amenaza a la desestabilización de las naciones vecinas
y un peligro para los intereses de las potencias económicas en Sudamérica
(biodiversidad colombiana, recursos energéticos, Derechos Humanos e
inmigración).
No de forma gratuita el Informe de Desarrollo Humano para Colombia de
2003 se centró en el análisis de la violencia para conocer su naturaleza,
implicaciones para el mejoramiento o desmejoramiento de la condiciones de vida
de las personas, las posibles soluciones a través de políticas o programas
concretos y el replanteamiento del papel que podrían desempeñar el sistema
cultural, la sociedad civil y la comunidad internacional en la resolución de la
confrontación armada.

2.1.6.8.1 Naturaleza y expresión del conflicto


El informe del año 2003 llega a la conclusión de que el problema no ha sido
superado porque el Estado y sus dirigentes han sido incapaces de llevar esta
situación al terreno político, es decir, no lo han considerado grave y profundo,
sino más bien marginal, de simples bandoleros que luchan en la zona rural
(Informe de Desarrollo Humano para Colombia, 2003: 21). En otras palabras, la
solución no se ha pensado en el terreno político sino en el plano militar.
La guerra también ha sido producto de la no presencia del Estado en puntos
distantes de la geografía del país, del débil sentido de lo público de sus
funcionarios, del maltrato de la otra Colombia (campesinos, mujeres, minorías),
sobre todo en etapas de expansión del colonialismo cuando la gente se aventura a
la conquista de nuevas tierras ante la imposibilidad de beneficiarse de los procesos
económicos del centro, usufructuados exclusivamente por las élites. Este ha sido
el origen del fracaso del Estado: no asistir las zonas alejadas mediante la justicia y
la expansión de la ciudadanía social, lo cual da pie para que esos territorios sean la
cuna de guerrillas y paramilitares que fungen como ejércitos privados en defensa
de los intereses de los colonos, terratenientes, esmeralderos y narcotraficantes.
Esos elementos explican el nacimiento de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), grupo que
confronta al Estado por no haber aprobado la reforma agraria en 1972 y haber
desorganizado y reprimido el movimiento campesino de 1975. El Ejército de
Liberación Nacional (ELN30) se crea en la década del 70 de la migración de

30
Sólo se mencionan los dos grupos insurgentes que se encuentran activos. En los 70, 80 y parte
de los 90 también fueron protagonistas el M-19, el Ejército Popular de Liberación (EPL), el
Quintín Lame, entre otros, los cuales entregaron las armas y se reinsertaron a la vida civil y
política, gracias a acuerdos de paz firmados entre 1986 y 1994.
83

intelectuales al sur de Santander, interesados en reivindicar los derechos


campesinos.
Los paramilitares surgen de la codicia, cuando la guerrilla entra a disputar la
riqueza protegida por ejércitos privados; y de la desesperación ya que los grandes
propietarios no encuentran otro modo de enfrentar a los subversivos, o cuando el
militar concluye que no es posible derrotarlos dentro de la ley.
Las hostilidades han tenido varias motivaciones: en los 60 la lucha fue por
las reivindicaciones de los colonos que, a la postre, dieron origen a las FARC;
durante los 70, por la frustración campesina; en los 80, por el boom de los
recursos naturales y desde los 90, por el narcotráfico. Actualmente se siente como
una realidad dolorosa y rutinaria. Es una pelea entre ejércitos privados que lesiona
profundamente a la sociedad civil (Informe de Desarrollo Humano para
Colombia, 2003: 81).
El nuevo contexto nacional e internacional -sustentado en la caída del
bloque socialista, la indiferencia del Estado colombiano en solucionar los
problemas apremiantes de sus ciudadanos y la aplicación del neoliberalismo-, han
cambiado la cara del conflicto, a tal punto de degradarlo. La degradación se
manifiesta en que los grupos bélicos apelan al terror para ejercer dominio
territorial, la perspectiva política se subyuga a la guerra económica, las
convicciones ideológicas cambian para someterse al lucro y el brazo armado de
guerrillas se impone sobre el brazo político.
A pesar de esa lógica beligerante, la confrontación en Colombia no tiene
futuro porque ninguno de los actores en conflicto tiene una alternativa clara de
ganar. La guerrilla no goza del aprecio del pueblo por haber perdido sus ideales
políticos; los paramilitares son vistos como delincuentes y el Estado carece de
legitimidad popular y recursos para derrotarlos.

2.1.6.8.2 Cómo afecta al desarrollo humano


La guerra atenta contra el desarrollo humano porque trunca las opciones de
las personas que la padecen, causa daños físicos y psicológicos e impide que la
gente se sienta segura en su territorio. Por eso el concepto de seguridad humana
es condición para que se dé el desarrollo humano, siempre que también sea el
reflejo de libertades positivas (educarse, ser admirado, tener buena salud) y
libertades negativas (tener la certeza de que nadie va a impedir sus opciones y
propósitos). En concreto, el concepto de seguridad alude a protección, en tanto
que desarrollo, el de realización; uno mira el riesgo, el otro, las opciones; la
seguridad se fija en el núcleo central o los derechos básicos, el desarrollo se
extiende a la gama entera de realizaciones humanas;…la seguridad si se quiere es
84

más apremiante pero el desarrollo no será genuino si no es seguro (Informe de


Desarrollo Humano para Colombia, 2003: 100).
Cuando ocurre lo contrario, esto es, el enseñoramiento de la violencia y la
inseguridad, aparecen los síntomas de un deteriorado desarrollo humano
expresado en la caída de los indicadores de bienestar. Por ejemplo, en Colombia
el conflicto incide negativamente en la esperanza de vida, a tal punto que el país
ha perdido 1, 1 y ½ y 2 puntos de esperanza de vida, que equivalen de 3 a 6 meses
de vida. En educación, la guerra impone la fuerza sobre la razón, el fusil por el
argumento, la coacción por la convicción. En otros términos, ocasiona la
deserción estudiantil, acaba escuelas y promueve el reclutamiento de menores de
edad a las filas guerrilleras o paramilitares. En el ingreso, destruye la riqueza y
desvía los recursos, especialmente para gasto militar (tabla 2).

Tabla 2. Costos brutos del conflicto armado como porcentaje del PIB
(I) (2)
Promedio 1991-1998 2002
Exceso gasto militar 0.91 0.48
Salud 0.007 0.003
Vidas conflicto 0.07 0.04
Ataques infraestructura 0.05 0.27
Desplazados 0.04 0.63
Secuestro, robo, extorsión 0.48 0.50
TOTAL 1.56 1.92

Fuente: (1) Badel (1999: 27), (2) Garay (2002: 333), citados en el IDH para Colombia (2003: 107).

Otra relación importante para comprender la incidencia de la violencia, se


establece entre conflicto y democracia. En Colombia hay una democracia formal,
es decir, se realizan elecciones y los poderes públicos, al menos desde el ámbito
constitucional, están separados, pero la democracia en sentido amplio se encuentra
debilitada por la desigualdad y la exclusión política. Esta situación se expresa con
recorte de derechos civiles y garantías procesales, la ilegalización del Partido
Comunista, la impunidad, o bien cuando los paramilitares y las guerrillas
intervienen en las elecciones, matan a candidatos o promueven los suyos
basándose en la amenaza.
Las víctimas de las hostilidades son en una mínima parte los actores del
conflicto, incluyendo a las Fuerzas Militares; en cambio los civiles tanto en el
campo como en las ciudades son en gran número. En la mayoría de la población,
el conflicto se manifiesta con la incursión de milicias urbanas de los bandos en
choque y con una violencia generada por la delincuencia común, que se gesta por
85

la marginalidad, la pobreza y la escasez de oportunidades para los estratos medios


y bajos. Los civiles se ven forzados a abandonar su lugar de residencia
(desplazados), como consecuencia de luchas territoriales; son víctimas de
secuestros, masacres, desapariciones y torturas, acciones contrarias a los Derechos
Humanos (DH) y al Derecho Internacional Humanitario (DIH) (tabla 3).
86

Tabla 3. Cifras sobre violencia en Colombia 2004, 2005 y 2006


DESCRIPCIÓN ENERO – DICIEMBRE ENERO-
NOVIEMBRE
2004 2005 2006
Víctimas de masacres 263 252 189
Autores de masacres
Desconocido 113 197 139
Delincuencia 13 0 4
FARC 119 47 40
Paramilitares 18 8 6
ELN - - -
Responsables de secuestros
Sin establecer 376 226 193
FARC 316 197 115
ELN 138 89 60
EPL 6 4 6
Paramilitares 120 53 12
Delincuencia 419 214 224
Familiares 57 9 3

Sectores oficiales afectados


Homicidios de sindicalistas 42 14 23
Homicidios autoridades locales
Alcaldes- ex 15 5 5
concejales 18 26 23
Homicidios de indígenas 85 49 42
Responsables de homicidios de indígenas
Autodefensas 15 3 5
Desconocidos 43 25 20
FARC 16 13 10
ELN 2 0 0
Otros 9 8 9
Homicidios maestros 67 43 48
Homicidios de periodistas 3 2 3
Secuestros totales 1440 800 621
Terrorismo
Número total actos de terrorismo 724 611 606
Voladura de oleoductos 98 146 95
Voladura de torres de energía 121 227 225
Voladura torres comunicaciones 2 4 3
Voladura de puentes 7 16 11
Voladura de vías 134 79 157
Ataques a poblaciones 4 5 4
Voladura de acueductos 1 0 2
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la Presidencia de la República (2007b), oficina
de comunicaciones.

Son muchas las estrategias que se plantean para reducir la confrontación o


eliminarla sin que queden remanentes de grupos marginados que originen nuevos
87

movimientos alzados en armas. La base de todas ellas consiste en comprender la


naturaleza del conflicto y las motivaciones de los combatientes, alejándose de
maniqueísmos. Así lo señala el IDH para Colombia (2003:144): “El ciudadano
corriente, los medios masivos y el discurso político expresan ante todo la
indignación merecida por las atrocidades abismales del conflicto. Con razón:
ninguna política pública podría edificarse sin repudiar de entrada las infamias de
cualquier actor armado. Pero el repudio ético no basta para fundar una estrategia
eficaz y productiva: es preciso entender –y entender fríamente- los motivos, las
conductas y (por ende) las estrategias de los involucrados”.

2.1.6.8.3 Las posibles soluciones


Las estrategias para atenuar la lucha armada hasta desaparecerla y evitar
reproducirla, deben estar acompañadas por el cumplimiento de objetivos, como
evitar que el conflicto se extienda a nuevas víctimas, comunidades o regiones del
país; eliminar el reclutamiento y disminuir el número de combatientes ilegales, de
víctimas y de personas afectadas; impedir la degradación ulterior de las acciones;
lograr que se respete el DIH mientras dure el conflicto; resarcir las víctimas
inocentes; castigar a los responsables de conductas criminales (secuestro,
terrorismo, narcotráfico); ampliar el marco político para diálogos y tratados de
paz; luchar contra la corrupción y fortalecer los gobiernos locales; reducir los
efectos dañinos del conflicto sobre el desarrollo humano en sus distintas
dimensiones y determinantes; acortar la duración del conflicto; poner punto final a
las acciones armadas; asegurar que la solución ‘final’ se ciña a los cánones de la
justicia y que la salida militar negociada cause el menor daño y tenga el menor
impacto posible sobre el futuro de Colombia; y lograr que la paz sea “firme y
duradera”, esto es, que los armados se desmovilicen y en su lugar no surjan otros
grupos similares.

2.1.6.8.4 El papel del sistema cultural, la sociedad civil y la comunidad


internacional
En un conflicto tan complejo y desastroso, la violencia termina por influir
en la forma como se piensa, y el modo en que se piensa puede traer más violencia.
Por consiguiente, es necesario modificar los estímulos, las señales que originan
las acciones violentas, especialmente los imaginarios colectivos, porque en ellos
se advierten las representaciones generalizadas sobre el ser y el deber ser de la
sociedad en que vivimos.
Uno de los sistemas que debe aportar a la paz es el sistema educativo. La
educación es clave para alcanzar la reconciliación, pero no es el único
instrumento. La violencia se puede aprender fuera de la escuela, aunque el agente
educador no lo quiera. Sin embargo, la educación en general y la escuela en
88

particular se constituyen en el mecanismo para el aprendizaje, y si la paz es un


aprendizaje, la escuela y la educación son la mejor opción para el aprendizaje.
El contexto en el que se desarrollan los procesos educativos en el campo
colombiano se caracterizan por la deserción estudiantil, la muerte violenta de los
maestros, la destrucción física de los planteles y la polarización dentro del aula.
De ahí surge la necesidad de que haya un rediseño institucional y financiación de
programas de emergencia, acompañados de currículos que enfaticen en el respeto
por el otro, la democracia y el civismo; un cuerpo móvil de profesores y expertos
en educación básica en situación de conflicto; contenidos pertinentes: actividades
lúdicas, reconocimiento del otro y autovaloración del niño y del joven estudiante;
reconstruir y aprovechar espacios: templos y plazas para aplicar, por ejemplo, el
aula abierta; sensibilizar a la comunidad, a través de los medios de comunicación
y de líderes locales, sobre la importancia de proteger la escuela; y subsidios
integrales para la población estudiantil afectada por la violencia.
Como complemento de lo anterior, se requiere llevar a cabo una “campaña
nacional de comunicación. Podría llevarse a cabo una campaña de educación
diseñada con cuidado y en asocio con los medios de comunicación nacionales
(Índice de Desarrollo Humano de Colombia, IDH, 2003: 423), para sensibilizar a
la población, y especialmente a los grupos armados, sobre el significado de la
escuela en tanto “patrimonio común para el futuro” y en tanto bien protegido por
el DIH.
Los medios de comunicación son otros actores preponderantes del sistema
cultural que pueden coadyuvar en el logro de la pacificación del país. No obstante,
en Colombia los mass media han cometido errores en el manejo de la información
sobre el orden público (sucesos), porque –como ocurrió con la dirigencia política-
no estuvieron preparados para afrontar con calidad informativa y con criterio de
servicio público los nuevos acontecimientos. Las equivocaciones se resumen en la
tendencia hacia la reacción y no a la proacción; hacia el interés privado por
encima del interés público y simplificaciones equivocadas. Los medios no fungen
como espacios o vehículos para establecer un diálogo productivo que conduzca a
la paz, entendiéndola como proceso, no como cese de las acciones armadas, ni con
la derrota del contrario. Además, éstos tienden a centrarse en el acontecimiento
violento y no en el contexto, a dar protagonismo a los violadores de los Derechos
Humanos y no a sus víctimas y a moverse según el péndulo de la opinión.
Poco reflexionan en torno a la noticia, porque los periodistas prefieren la
novedad, lo rápido (ayudados por las tecnologías), en detrimento del contexto, de
divulgar causas y consecuencias de la guerra. La protagonista de la noticia en
Colombia no es el contexto de la violencia, su explicación, sus raíces, sino la
89

violencia misma. Entre el gremio existe el ‘sindrome de la chiva’, esto es, ser el
primero en contar algo nuevo, aunque sin rigor periodístico (la urgencia prima
sobre el análisis). En algunas ocasiones, se pasa del hacer saber (la noticia) hacia
el hacer creer (persuasión) y el hacer sentir (sensacionalismo emocional), lo que
puede ocultar lo que sucede, mostrando sólo una parte aunque sea la más
llamativa.
Las situaciones expuestas permiten insistir en que los comunicadores
manejen otros géneros periodísticos para que la información obedezca a
investigación y, por ende, a mayor grado de profundidad. Otro aspecto relevante
es el relacionado con el manejo de las fuentes, concretamente en referencia a la
guerrilla, paramilitares y Fuerzas Militares. El ‘casarse’ con una de ellas atrofia el
libre juicio del periodista, lo lleva a asumir posiciones extremas –a tal punto de
poner en peligro su integridad personal-, a dar protagonismo a los combatientes y
no a las víctimas de sus acciones armadas.
Finalmente, los medios deben asumir las consecuencias de lo que informan
o dejen de informar, deben hacerse responsables de las palabras y de las imágenes
que emiten, para que en las salas de redacción y edición prime el respeto de la
víctima y la defensa del interés público.
A la sociedad civil -que en Colombia destacan la iglesia, las ONG de paz y
derechos humanos, el sector privado y la intelectualidad- le compete corregir sus
falencias: la vaguedad en sus límites, su falta de cobertura y su gran
fragmentación. Para que la sociedad civil efectivamente contribuya a la
reconciliación se requiere que haga más presencia en el contexto nacional,
regional y local, aglutine a las fuerzas vivas de la nación y sus objetivos sean
trazados al mediano y largo plazo.
El futuro de Colombia y del conflicto también depende de las relaciones
internacionales. Todo comienza con tener un diálogo entre iguales con Estados
Unidos para que modere sus pretensiones estratégicas en el país, así como
desarrollar acuerdos no sólo comerciales con los vecinos de Sudamérica y Europa,
sino también en términos de control a la venta ilegal de armas y de precursores
químicos para el procesamiento de estupefacientes y en cooperación judicial e
intercambio de información de inteligencia, entre otros ítems.

2.1.6.9 El desarrollo humano en grupos minoritarios de Colombia


Las comunidades indígenas, las negritudes y los gitanos se constituyen en
los principales grupos minoritarios de Colombia. A continuación se esbozará
brevemente en qué condiciones de desarrollo humano se encuentran.
90

2.1.6.9.1 Población indígena colombiana


Aunque no se tiene una cifra exacta de la población amerindia que habitaba
Colombia antes de la conquista española, algunas investigaciones de demografía
histórica estiman que en dicho territorio se hallaban unos 10 millones de
indígenas. Posteriormente, se han realizado censos y estudios que confirman una
notable disminución de este colectivo, influido por los factores desencadenantes
de una conquista brutal: la resistencia ante los invasores, las enfermedades que
trajeron los europeos y la asimilación diezmaron a esta población. Los primeros
estudios demográficos indican que “hacia 1778 la audiencia de Santa Fe reportaba
en sus censos la existencia de apenas 459 mil indígenas” (Arango y Sánchez,
2004: 32). Del siglo pasado se tienen datos oficiales y no oficiales sobre cómo ha
sido la evolución demográfica de los amerindios, en los que se observa una
tendencia de crecimiento en términos reales, excepto, en los años 1951, 1964 y
1985.

Tabla 4. La población indígena en distintos años según diferentes fuentes


Año Fuente Población
1938 Censo de Población Nacional (DANE) 100.422
1940 Hand Book of South American Indians 165.000
1951 Censo de Población Nacional (DANE) 157.791
1961 Anuario Indígena 250.000
1964 Censo de Población Nacional (DANE) 119.180
1964 Ministerio de Gobierno (Ministerio del Interior) 268.146
1966 Ministerio de Gobierno (Ministerio del Interior) 297.000
1971 Instituto Colombiano de la Reforma Agraria 344.000
1973 Censo Nacional 383.629
1980 Departamento Nacional de Planeación 412.000
1985 Censo Nacional 341.707
1988 Departamento Nacional de Planeación 448.710
1990 Instituto Colombiano de la Reforma Agraria 497.612
1993 Censo de 1993 sin ajustes (DANE) 532.233
1993 Departamento Nacional de Planeación 603.280
1997 DNP, DANE (estudios poscenso de 1993) 701.680
2005 CENSO POBLACIONAL DANE 2005 1.378.884*
Fuente: Arango y Sánchez (2004) y DANE (2005).
* Según el censo poblacional del DANE, la población indígena constituye el 3.4% de la población
colombiana.
Problemas y necesidades de la población indígena
Determinar los niveles de pobreza entre la población amerindia colombiana
no es tarea fácil. La razón: las metodologías que tradicionalmente se emplean para
91

medir esta variable no aplica a este colectivo, del cual no se conocen sus reales
aspiraciones, necesidades y factores de satisfacción. La tarea que falta es
precisamente indagar cuáles son los indicadores que se ajustan a sus realidades,
sin que para ello medie tanto tiempo pues las insatisfacciones y los niveles de
pobreza de esta comunidad en el país saltan a la vista. No obstante, se parte de la
premisa de que la pobreza es estructural y está asociada a desventajas en las
formas de articulación de las economías locales y comunitarias, a los circuitos
comerciales mayores y las inequitativas formas de intercambio entre los productos
agrícolas, forestales, pesqueros y los productos transformados (Arango y Sánchez,
2004: 63).
Los grupos indígenas, además, tradicionalmente han estado excluidos de la
atención que debe brindar el Estado en materia de salud ambiental (saneamiento
básico), a la salud de las personas, los servicios educativos, los servicios de apoyo
a la producción y a la seguridad para el desarrollo de las capacidades de los
miembros de las comunidades.
Frecuentemente se señalaba la precariedad económica como causa de la
emigración del aborigen a la ciudad (Mora y Peña, 1998), pero en la última
década y media el origen de los desplazamientos se encuentra en el conflicto
político colombiano. Se estima que el 5% del total nacional de desplazados
corresponde a personas de comunidades indígenas (12.649), de los 287.581 que
hubo en el país en el 2004. En el primer semestre de 2006 alrededor de 5.773
personas pertenecientes a diversos pueblos indígenas fueron desplazadas en
hechos que prolongan el desalojo y el desarraigo de estas comunidades
(Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, 2006,
citado por Medios para la paz, 2007).
Pero existen otros factores que contribuyen al análisis y comprensión de los
factores y condiciones críticas que inciden en el bienestar de las comunidades.
Estos se pueden discriminar en factores/condiciones relativas a tierras, economía
y cultura.
En tierras, se encuentra la falta de este recurso para la habitación y la
subsistencia, la inseguridad jurídica e ingobernabilidad sobre el territorio y la falta
de acceso al agua y a los sitios sagrados.
En el aspecto económico, las dificultades consisten en tierras insuficientes
por presión demográfica y por deterioro de los suelos y otros recursos naturales;
problemas relacionados con la producción y el mercado (inequidad en los precios
del mercado para los productos indígenas, graves problemas fitosanitarios que
afectan la producción, incapacidad del sector productivo para resolver las
demandas alimenticias de la población, etc.); y articulación inadecuada a circuitos
92

extractivos o productivos externos (economía de cultivos ilícitos, economía


extractiva de productos del bosque, etc.).
En lo cultural, se registran cambios abruptos en las estrategias de
supervivencia (sedentarización forzosa); pérdida de acervos culturales (pérdidas
lingüísticas y de las tradiciones por la desaparición de autoridades espirituales,
ancianos y sacerdotes); y crisis de valores (anomia social e inadecuado sistema
escolar).
En el aspecto social, se evidencian cambios drásticos de la estructura y
composición de la población (por migración de género, por migración
generacional y problemas relacionados con la morbilidad y mortalidad);
desplazamiento forzado; deterioro crítico de la salud humana y conflicto social
(conflicto intra y extraétnico por el acceso a la tierra y los recursos naturales,
conflicto político y social e incapacidad del sistema organizativo para resolver los
conflictos sociales, entre otros) (Sánchez y Arango, 2001).
Las condiciones de salud
Un análisis especial merecen las condiciones de salud de estas comunidades.
Si bien no existen estudios exhaustivos sobre este sector en los grupos amerindios
de Colombia, debido a la dispersión de éstos y a la dificultad del acceso por el
conflicto armado interno, las pequeñas investigaciones realizadas por
universidades –como la de la Universidad Javeriana- indican que el perfil de
morbilidad en estas comunidades ha cambiado. Ello a causa de la movilidad de la
población dedicada a los cultivos ilícitos, los desplazamientos forzosos y la
extensión de la confrontación armada interna; de ahí la dificultad que tienen todo
tipo de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para brindar
asistencia médica.
Los datos disponibles señalan que entre los indígenas colombianos se
detectan enfermedades contagiosas de alta incidencia, enfermedades asociadas a
las condiciones de pobreza como el poliparasitismo intestinal, la enfermedad
diarreica aguda, la infección respiratoria aguda y la tuberculosis. Así mismo, se
han encontrado numerosos casos de hepatitis B y malaria por plasmodium vivax y
plasmodium falciparum. Aunque no hay una evaluación específica, también se ha
hallado una alta incidencia de desnutrición, especialmente en la niñez en las
comunidades, cuyos sistemas productivos se han visto afectados por el
recrudecimiento de la violencia política y la expansión de los cultivos ilícitos.
La etnoeducación
La etnoeducación es una discusión central en las políticas públicas
educativas de Colombia. Su primer impulso real partió de la Constitución de 1991
93

y se desarrolló con la Ley 115 de 1994 (Ley General de la Educación). De esta


última, surgió el Programa Nacional de Etnoeducación, el cual tiene como fin
fortalecer la cultura indígena a través del cumplimiento de varias metas, entre la
cuales se citan:
 Formar maestros y líderes de las comunidades indígenas, con programas
diseñados en procesos de reflexión y participación de las mismas
comunidades.
 Formular las propuestas para la educación formal, no formal e informal de las
comunidades indígenas, con base en los proyectos de vida de cada pueblo.
 Producir material educativo que parta de las necesidades y realidades de los
pueblos indígenas, contando con el aporte de las mismas comunidades en su
diseño y elaboración.
 Realizar investigaciones que enriquezcan el conocimiento de la realidad
educativa y cultural de los pueblos indígenas, enmarcadas en los procesos de
formación y propiciando la participación de las comunidades.
 Promover procesos de reflexión y evaluación en los pueblos indígenas que los
lleven a la valoración y al mejoramiento de su educación.
 Brindar asesoría a los procesos de educación en los pueblos indígenas,
acompañando el seguimiento de los mismos.
 Difundir el conocimiento sobre los pueblos indígenas colombianos en el
ámbito nacional e internacional, a través de materiales diseñados para tal fin.
El programa de etnoeducación se lleva a cabo con logros y tropiezos en 43
grupos étnicos de 24 departamentos del país. Con él se espera la confección de un
modelo educativo que inicie el fortalecimiento cultural propio, evitando la erosión
de los conocimientos ancestrales y la desintegración cultural al asimilar
conocimientos nuevos en detrimento de los tradicionales.
De él también se espera que vaya más allá, en el sentido de que el proceso
de enseñanza aprendizaje se centre no sólo en la escuela sino que comprenda
muchas esferas de la vida del niño, joven y adulto indígena. Por tal motivo, se
plantea la necesidad de que la educación no sea vista desde el punto de vista
funcional al sistema escolar (currículos, profesores, infraestructura), sino desde
todo el entorno del estudiante (familia, autoridades, tradiciones, etc.).
Los pueblos indígenas en los planes de desarrollo nacionales
Los grupos étnicos han reivindicado algunos derechos durante el siglo
pasado con el apoyo de instituciones internacionales, lo que ha llevado a una
nueva relación entre los indígenas y el Estado colombiano.
94

Un primer antecedente se ubica en 1940 con la celebración en México del


Congreso Indigenista Interamericano, con el cual se exigió que el vínculo con los
Estados fuese en términos de desarrollo económico y no de asimilación forzosa.
De ese evento también se propusieron medidas contra la concentración de la
propiedad rural y se plantearon alternativas para ayudar a la economía de la
población aborigen con tierras, aguas, créditos y recursos técnicos.
En Colombia se expidió la Ley 135 de 1961 de Reforma Agraria, con una
clara influencia de los resultados de dicho congreso, que autorizaba la
adjudicación de tierras –donde tradicionalmente habían vivido- en forma de
reservas indígenas. A la postre, terminó en una política de resguardos hacia
mediados de 1980.
Los organismos internacionales como la Organización del Trabajo (OIT), a
través diversos convenios aprobados mediante leyes por el parlamento
colombiano, sirvieron para aceptar a los aborígenes como pueblos autónomos con
derecho a un reconocimiento colectivo de la propiedad de las tierras donde
habitualmente habían permanecido. Con la modificación de la Ley 135 de 1961
por la Ley 30 de 1988, la promulgación de la Constitución Política de 1991 y la
nueva ley de reforma agraria (Ley 160 de 1994), se establece otra relación más
aperturista entre el Estado, la sociedad y los grupos étnicos, en la que las tres
instancias reconocen el carácter pluriétnico de la nación, lo que permite la
creación de políticas sociales y económicas basada en la cultura de cada pueblo.
En ese contexto, y con los cambios generados desde 1980, se han elaborado
planes de desarrollo concebidos como herramientas que guían la acción pública,
concretamente en la atención de la población indígena. A continuación una breve
descripción de los más importantes.

2.1.6.9.1.1 Periodo 1980-1982. Programa de Desarrollo Indígena –PDI-:


Permitió la realización de un diagnóstico para conocer y solucionar las
necesidades prioritarias de este grupo y disminuir la brecha existente entre el
desarrollo del país y de esta población, dentro del respeto de su cultura.

2.1.6.9.1.2 Periodo 1982-1986. Programa Nacional de Desarrollo de las Poblaciones


Indígenas –Prodein:
Tuvo como propósito mejorar los sistemas productivos y la calidad de vida,
por medio del fortalecimiento étnico, la consolidación de nexos territoriales
comunitarios y la adopción libre y participativa de alternativas de subsistencia.
95

2.1.6.9.1.3 Periodo 1986-1990:


Aunque no hubo un programa específico sobre la atención y desarrollo de
los aborígenes colombianos, sí se dio continuidad al reconocimiento de los
derechos territoriales indígenas, con énfasis en la constitución de grandes
resguardos en tierras de regiones selváticas y la preservación y conservación de la
biodiversidad presente en ellos.

2.1.6.9.1.4 Periodo 1990-1994:


En este periodo tampoco hubo políticas específicas en ese sentido, pero se le
dio énfasis a la asignación de recursos públicos para la compra de tierras para la
reestructuración de resguardos de origen colonial.

2.1.6.9.1.5 Periodo 1994-1998. El Plan Nacional de Desarrollo “El salto social”:


Es el primer programa de desarrollo indígena aprobado por ley en el
Congreso de la República. Este plan derivó en la creación del Programa de Apoyo
y fortalecimiento étnico de los Pueblos Indígenas. Se sustentaba en el
reconocimiento y respeto a la diversidad étnica, cultural y regional, como
condición para el desarrollo.

2.1.6.9.1.6 Periodo 1998-2002: El Plan Nacional de Desarrollo “Cambio para


construir la paz”:
Está orientado hacia la defensa, apoyo, fortalecimiento y consolidación de
los derechos étnicos y culturales, consagrados en las normas constitucionales y
legales. Sus objetivos son:
 En materia agraria, continuar con el proceso de dotación de tierras mediante la
constitución, saneamiento y ampliación de resguardos.
 En materia de salud, consolidar las aseguradoras indígenas del régimen
subsidiado de salud, con unos servicios que respeten las prácticas culturales y
la cosmovisión sobre este sector de las comunidades.
 En educación, desarrollar programas de etnoeducación con énfasis en la
educación bilingüe y multicultural.
 En desarrollo institucional, realizar acciones para conseguir los recursos
necesarios que permitan la conformación de los territorios indígenas como
entidades territoriales; el desarrollo de un proceso de capacitación en gestión
político – administrativa de los resguardos y nuevos entes territoriales; y la
formulación de planes de desarrollo o planes de vida y capacitación para la
generación de propuestas legislativas en materia de salud y minas.
96

 En atención a población vulnerable, consolidar mecanismos para la defensa de


los Derechos Humanos de los pueblos indígenas, de atención a la población
desplazada y de desarrollo de estrategias para una rápida inserción en sus
territorios.
 En Derechos Humanos, fortalecer la comisión de Derechos Humanos para la
protección legislativa y administrativa de los pueblos indígenas.
 En la relación Estado-Pueblos Indígenas, mejorar los canales de coordinación
de la política indígena entre los diversos niveles de gobierno, así como entre
las instituciones sectoriales
 En jurisdicción especial indígena, ampliar la cobertura de los instrumentos de
justicia en territorios indígenas, mediante la promoción de las formas
tradicionales de resolución de conflictos y el desarrollo de la jurisdicción
especial indígena.
 En la prevención y atención de desastres, definir y utilizar mecanismos de
verificación de impacto ambiental que puedan afectar a las comunidades
indígenas, contando con su participación en estos procesos.
 En políticas internacionales y de fronteras, promover foros, encuentros y
reuniones que permitan generar acuerdos internacionales de desarrollo,
cooperación, superación de conflictos, conservación de la biodiversidad y la
defensa y promoción de los derechos de la población amerindia colombiana.
Los programas de desarrollo, especialmente los implementados a partir de
1980, y la Constitución de 1991 han tratado de mejorar la situación política,
económica y cultural de los pueblos indígenas. Sin embargo, la realidad sugiere
que aún falta mucho por realizar en esos aspectos.
Las causas para que el impacto de los planes de desarrollo no sean
significativos, son: (1) la excesiva burocracia y centralismo del Estado, hacen que
el desembolso de los recursos de inversión no se haga oportunamente, lo cual
retrasa la implementación de cualquier proyecto. A ello se suma, (2) la escasa
fiscalización que se hace de los dineros públicos, gran parte de los cuales no
llegan a los grupos beneficiarios, sino que llenan los bolsillos de funcionarios a lo
largo de toda la cadena burocrática del Estado. Pero uno de los factores que más
ha influido en los últimos años es (3) el relativo al conflicto armado. Muchas de
las inversiones de cooperación para el desarrollo y de recursos del Estado, no han
podido llegar a los grupos indígenas debido a que las zonas que habitan se
encuentran dominadas por guerrilleros de izquierda y paramilitares de derecha. La
presencia del Estado es prácticamente nula, lo que aumenta la sensación de
desprotección de estas comunidades.
97

Algunos aborígenes se han unido para la defensa de sus derechos y se han


declarado neutrales en la confrontación política, conducta que ha posibilitado una
valiente resistencia, sin armas, a pesar del permanente hostigamiento del los
grupos armados al margen de la ley. No obstante, la actitud valerosa se ha pagado
con la pérdida de vidas humanas. Según Camilo Castellanos (2003: 7) desde 1999
hasta el 2002 habían muerto asesinados 181 líderes indígenas y 44 defensores de
los Derechos Humanos. En el 2003, los homicidios de aborígenes ascendieron a
211 y en el 2004 a 85. En el 2005 habían sido asesinados 49 y en el 2006, 42
(Presidencia de la República, 2005 y 2007).
Actualmente, se busca disminuir la intensidad de la guerra interna con la
desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (paramilitares) en el
gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez, con una política asociada con el
incremento del gasto militar para aumentar la seguridad en las ciudades y,
especialmente, en los campos donde habita la mayoría de los indígenas
colombianos.
Las lenguas indígenas
Raúl Arango y Enrique Sánchez (2004: 225 y 226) siguiendo a Jon
Landaburu, señalan que en Colombia existen 65 lenguas habladas por 400.000
indígenas en 22 de los 32 departamentos con que cuenta el país. Éstas se
reagrupan en 12 familias lingüísticas y 10 lenguas aisladas no clasificadas hasta el
momento. Las familias lingüísticas se agrupan, a su vez, en cuatro secciones:
 Chibcha: de probable procedencia centroamericana.
 Arahuaca, Caribe, Quechua y Tupí: grandes familias sudamericanas.
 Chocó, Guahibo, Sáliba, Macú, Huitoto, Bora, Tucano: son familias
solamente presentes en el ámbito regional.
 Andoque, awa, cuaiquer, cofán, guambiano, kamentsá, páez, ticuna, tinigua,
yagua, yaruro: diez lenguas aisladas.
Los autores, de acuerdo con el estudio realizado por Landaburu, agregan
que es probable que hace dos siglos en Colombia hayan existido más del doble de
lenguas que se conocen hoy. Es decir, que habrían desaparecido unas 70 lenguas.
El mismo investigador indica que en el siglo XX pudieron haberse extinguido –y
de las que queda algún testimonio-, las siguientes: en la Costa Atlántica:
kankuamo (familia Chibcha), de la Sierra Nevada de Santa Marta; en el valle del
río Magdalena: Opón-Carare (familia Caribe) y Pijao (Familia Caribe): en la
Amazonía el Resígalo (familia arahuaca) quedando por averiguar la suerte del
Andakí, del Hurí y del Betoi. Jon Landaburu hace el diagnóstico de las 65 lenguas
habladas actualmente en Colombia (tabla 5).
98

Tabla 5. Evaluación sobre las lenguas indígenas (2001)


Nº de hablantes Nº de Pueblos
Categorías pueblos
Más de 50.000 hablantes 3 Wayúu, Nasa o Páez, Embera
Entre 10.000 y 50.000 8 Guahibo o Sicuani, Guambiano, Arhuaco o Ika,
Inga, Tikuna contando los hablantes de Perú y
Brasil; Tukano contando los hablantes de Brasil,
Tule o Cuna, contando los hablantes de Panamá,
Piaroa contando los hablantes de Venezuela.
Entre 1.000 y 5.000 9 Cuaiquer o Awa, Kogui, Waunana, Puinave,
Uitoto, Kurripako contando los hablantes de
Venezuela; Piapoco contando los hablantes de
Venezuela; Yaruro más que todo presente en
Venezuela; Yuko contando los hablantes de
Venezuela.
Entre 1.000 y 5.000 11 Tunebo o U´wa, Kubeo, Kamëntsa, Wiwa, Barí,
Kofán, Kuiba, Coreguaje, Sáliba, Guayabero,
Yagua contando los hablantes de Perú.
Menos de 1.000 hablantes 34 Totoró, Barasana, Desano, Wanano, Piratapuyo,
Achagua, Andoke, Bara, Bora, Kawiyaría,
Carapana, Karijona, Chimila, Cocama, Hitnu,
Makuna, Cacua, Nukak, Jupda, Yuhup, Miraña,
Muinane, Nonuya, Ocaina, Pisamira, Siona,
Siriano, Tanimuka, Tariano, Tatuyo, Tinigua,
Tuyuka, Yukuna, Yuruti.

Fuente: Cuadro elaborado por Arango y Sánchez (2004: 226) con base en Jon Landaburu.

El mismo autor elabora una escala de riesgo o peligro de las lenguas


indígenas de la siguiente forma:

Tabla 6. Categorías de riesgo de las lenguas indígenas


Categoría Lenguas
En peligro potencial Tunebo (U´wa), Camsá, Wiwa, Barí, Cofán, Cuiba, del
grupo D; Barasano, Caravana, Desano, Wanano,
Piratapuyo, Bará, Macuna, Cacua, Siriano, Tanimuka,
Tatuyo, Tuyuca, Yucuna, Yuruti.
En peligro Coreguaje, Sáliba, Guayabero, del grupo D; Achagua,
Andoke, Bora, Cabiyarí, Hitnu, Miraña, Muinane,
Ocaina.
En serio peligro Chimila, Cocama, Nukak, Siona.
Moribundas Tinigua -2 hablantes-, Nonuya -3 hablantes-, Carijona –
más o menos 30 hablantes pasivos-, Totoró -4 hablantes
activos, 50 hablantes pasivos-, Pisamira –más o menos
25 hablantes.

Fuente: Cuadro elaborado por Arango y Sánchez (2004: 227) con base en Jon Landaburu.
99

2.1.6.9.2 Población afrocolombiana


La globalización, aparte de sus beneficios relativos para las economías, la
cultura y la política, plantea una disyuntiva para los pueblos: la afirmación de la
identidad con la exclusión de otros o imponer un modelo cultural universal sin
tener en cuenta el mundo pluriétnico y pluricultural. Esta disyuntiva impele a la
población negra colombiana no sólo con y desde la apertura de los mercados, el
intercambio de mercancías y el desplazamiento de las personas, sino desde su
explotación como fuerza motriz para sacar adelante las colonias europeas en
América. En Colombia fueron fundamentales para la afirmación espiritual y
material de la república y ejes para la transformación de las economías feudales a
capitalistas.
Hoy mucha gente de Colombia tiene raíces en los primeros africanos y
africanas que llegaron con los conquistadores españoles. Miles de ellos arribaron
en el siglo XVI y desembarcaron en forma legal por Cartagena de Indias e
ilegalmente por Buenaventura, Charambirá, Gorgona y Barbacoas en el Litoral
Pacífico y en Riohacha, Santa Marta, Tolú y el Darién sobre la Costa Atlántica y
Pacífica y en los valles interandinos de la Región del Caribe (departamentos de la
Guajira, Magdalena, Atlántico, Bolívar, Córdoba, Cesar, Sucre y Antioquia),
Costa del Pacífico (departamentos del Chocó y zonas costeras de los
departamentos del Valle del Cauca, Cauca y Nariño), valles interandinos de los
ríos Cauca y Magdalena, incluyendo sus afluentes y el valle transversal del río
Patía; departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina en el caribeño
isleño (Ministerio de Educación Nacional, 2005: 11).
Con base en el censo del Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE) de 2005, la población actual de afrocolombianos y
afrocolombianas se aproxima a 4.261.996, equivalente al 10.5% de la población
total del país.
Problemas y necesidades de la población afrocolombiana
De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo de la población
afrocolombiana de la Dirección Nacional de Planeación (DNP) de 1998 y el
documento del Consejo Nacional de Política Económica y Social, CONPES
número 2909 de 1997 (citado por el Ministerio de Educación Nacional, 2005: 13),
los niveles más bajos de desarrollo humano corresponden a los negros
colombianos, especialmente en educación: presentan analfabetismo, baja
cobertura en primaria (60%, un poco por encima de la mitad de las comunidades
blancas), secundaria (38%, cerca de una tercera parte más baja que el promedio
logrado por las comunidades blancas) y en ingreso a la universidad. También
registran:
100

 Carencia de servicios de salud: 60% para la Costa Pacífica.


 Desempleo: 40%.
 Mortalidad infantil: la Costa Pacífica supera cuatro veces el promedio
nacional (más de 110 niños por mil nacidos vivos).
 Servicio de acueducto: sólo tiene el 48% de la Costa Pacífica.
 Alcantarillado: 10% en las cabeceras municipales, Costa Pacífica.
 Ingreso per cápita: 550 dólares.
 Esperanza de vida: 54 años cuando el promedio nacional es de 72.2 años.
Un problema que agobia a las comunidades negras son los desplazamientos
forzosos, producidos por el conflicto interno. De 1997 al 2002, 170.000
afrocolombianos fueron desplazados forzosamente de sus lugares de origen
(Henao, 2003: 21). Se estima que el 33% de las personas internamente
desplazadas en Colombia (83.650) de las 287.581 que hubo en todo el 2004,
pertenecen a comunidades Afrocolombianas. En el primer semestre de 2006,
8.038 personas afrodescendientes ya habían sufrido los estragos del
desplazamiento (Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento,
Codhes, 2006, citado por Medios para la paz, 2007).
La etnoeducación
La etnoeducación y la cátedra de estudios afrocolombianos propuesta en
1993 por el Ministerio de Educación Nacional en los centros educativos de
Colombia y en proyectos de investigación de docentes, busca rescatar el aporte
material, político y cultural hecho por los afrocolombianos en la construcción de
la nación, así como denunciar el escaso reconocimiento, valoración y retribución
que el país le ha dado a esta comunidad. Así mismo, pretende romper la
invisibilidad política, social y económica y el desbalance en la inversión social y
en recursos productivos para su sostenimiento y desarrollo.
Conquistas legales
Entre las principales conquistas legales de los afrocolombianos se pueden
mencionar las siguientes:
 La Constitución Política de Colombia de 1991, gracias a la cual se reconoce el
carácter multiétnico y pluricultural del país. Específicamente en el Artículo
47: el reconocimiento y proyección de la diversidad étnica y cultural de la
nación colombiana. Artículo 10: oficialización de las lenguas y dialectos de
los grupos étnicos en sus respectivos territorios y obligatoriedad de la
enseñanza bilingüe. Artículo 70: la consideración de la cultura en sus distintas
101

manifestaciones como fundamento de la nacionalidad y la necesidad de su


investigación, desarrollo y divulgación. Artículo 68: establece que los
integrantes de los grupos étnicos tendrán derecho a una formación que respete
y desarrolle su identidad.
 La Ley 70 de 1993, con la que se otorgan títulos colectivos sobre las tierras
tradicionalmente en manos de los negros colombianos. Esta misma ley
reglamenta el artículo 55 transitorio de la Constitución Política, que protege la
identidad cultural y derechos de las comunidades negras y crea la cátedra de
estudios afrocolombianos.
 El Decreto 804 de 1995, que reglamenta la Ley 115 de 1994, establece que “la
educación en los grupos étnicos estará orientada por los principios y fines
generales de la educación… y tendrá en cuenta además los criterios de
integralidad, interculturalidad, diversidad lingüística, participación
comunitaria, flexibilidad y progresividad. Tendrá como finalidad afianzar los
procesos de identidad, conocimiento, socialización, protección y uso de las
lenguas vernáculas, formación docente e investigación en todos los ámbitos de
la cultura” (Ministerio de Educación Nacional, 2005: 5-6).
Las lenguas afrocolombianas
A comienzos del siglo XVII, según el padre Alonso Sandoval, se hablaban
solamente en Cartagena, cerca de 70 lenguas africanas. Actualmente, sólo
sobreviven en Colombia dos lenguas propias: el palenquero y el criollo
sanandresano y una serie de variantes dialectales del castellano en la Costa
Atlántica y Pacífica.

2.1.6.9.3 Pueblo ROM o gitano


La invisibilidad de los Rom o gitanos se ha visto reflejada en las
estadísticas, razón por la cual antes del Censo General 2005 no existían datos
demográficos oficiales sobre su población. De acuerdo con el censo en mención,
suman 4.832 individuos y están ubicados principalmente en los departamentos de
Atlántico, Bolívar, Norte de Santander, Santander, Valle del Cauca y Nariño y en
la ciudad de Bogotá.

2.2 Enfoques teóricos de la comunicación para el


desarrollo
Los enfoques teóricos de la comunicación para el desarrollo han surgido por
la dinámica misma de las teorías del desarrollo. En ese sentido, los enfoques que
han hecho carrera en los últimos 50 años han sido, primero, el que promueve la
capacidad de los medios para cambiar las opiniones de la gente mediante la
introducción de nuevas ideas (difusionismo); segundo, el que establece la
102

planificación como requisito indispensable para la capacitación en franjas


educativas que conduzcan a transformar positivamente la realidad social
(comunicación de apoyo al desarrollo); y tercero, el que incorpora la participación
activa de las personas en todo el proceso de cambio y, en especial, en el uso de los
medios de comunicación (modelo participativo) (Chaparro, 2002: 59-60).

2.2.1 El enfoque difusionista


Este enfoque es congruente con la mencionada teoría de la modernización.
El líder de los postulados del difusionismo es Everett Rogers, quien señala que el
“rol de la comunicación es (1) transferir innovaciones tecnológicas desde las
agencias de desarrollo a sus audiencias, y (2) crear una predisposición para el
cambio a través del logro de un clima de modernización entre los miembros del
público” (Rogers, 1986: 49, citado por Servaes, 2000: 15). Este es un
planteamiento evidentemente elitista o vertical de arriba abajo, puesto que la tarea
de alcanzar el desarrollo la deja en manos de los expertos y el progreso sólo está
garantizado cuando los receptores del mismo aceptan la transferencia de los
beneficios.
El enfoque parte del modelo de comunicación predominante en la década
del 50, denominado modelo de transmisión, el cual fue elaborado por los
ingenieros Shannon & Weaver, y define a la comunicación como un proceso de
transmisión de una cantidad fija de información (McQuail 2000: 95). La
comunicación también se expresa como un proceso lineal que deja de ser
mecánico y netamente tecnológico al agregársele al sistema el componente del
entorno social, donde interactúan los demás elementos (emisor, mensaje, canal,
receptor). El modelo de transmisión se impuso por encima de otros modelos
provenientes de la psicología y la sociología. Los intelectuales que desarrollaron
el modelo de transmisión fueron Lasswell, Hofland, Newcomb, Schramm,
Westley y Mcean.
La proliferación de modelos de comunicación en la época se debe a varias
razones: (1) porque los teóricos concibieron la comunicación como un proceso de
transferencia de información (el estímulo) y eran partidarios de la metodología
empírica, con lo cual se establecían las bases de la comunicología como una
ciencia distinta y legítima. (2) Los teóricos se centraron en estudiar los efectos de
la comunicación (la respuesta) o control de los receptores de acuerdo con unos
intereses previos. Y (3) los modelos se crean con base en la naturaleza y
comunicación mediática, a la cual dotaban de un poderoso sistema de seducción
de las masas.
En síntesis, los estudios de ese periodo se enfocaron en comprender los
efectos de la comunicación y sus medios sobre la gente. De ahí que la teoría de la
103

“aguja hipodérmica”, que plantea que los medios de comunicación de masas, a


través de sus contenidos (propaganda), son capaces de producir los efectos
deseados en las personas (Wolf, 2000:11-12), se convertiría en una rápida y
eficiente solución a múltiples problemas sociales.
En los años 40, durante las elecciones presidenciales en Estados Unidos,
Lazarsfeld y otros teóricos de la comunicación, crearon la idea del flujo de
comunicación en dos pasos, inspirado en el modelo de transmisión. Lazarsfeld
junto a otros autores, consideró que si bien los medios de comunicación eran un
arma potente para convencer al electorado sobre las virtudes de un candidato, la
comunicación interpersonal era más influyente para que el elector votara por un
determinado aspirante a la presidencia o a otro cargo de elección popular.
En otras palabras, la comunicación mediática aún se catalogaba importante
para convencer, sin embargo, sus efectos y potencialidades se limitaban cuando
una persona o un líder de opinión bien informado entran en contacto con la gente
menos activa políticamente para persuadirla de adoptar una idea o una innovación.
Esta situación dio pie para extraer dos conclusiones: (1) que la población estaba
divida entre los que participan activamente (líderes) y los que lo hacen
pasivamente (seguidores) y (2) que existe un flujo o influencia en dos pasos antes
que un contacto directo entre ‘estímulos’ y ‘respuestas’.
Everett Rogers (1962 y 1976 citado por Servaes 2000: 18) concibe a los
media como grandes impulsores de un proceso de difusión y adopción de
innovaciones culturales. Su propuesta, que se funda en la investigación
sociológica de sociedades agrarias, consiste en que es posible alcanzar la
modernización siempre que los individuos transiten de un modo de vida
tradicional a otro más complejo y tecnificado. Esto se logra a través de la difusión
y adopción de innovaciones basadas en la planificación y sistematización de todo
el proceso.
Otros enfoques también contribuyeron a la progresión del modelo
difusionista desde el horizonte psicológico, institucional y tecnológico. En el
plano psicológico la perspectiva conductista o psicosocial de la comunicación y la
modernización se interesan por estudiar los valores individuales y el cambio de
actitudes. La intención fundamental es que mediante un estímulo adecuado las
personas modifiquen sus actitudes, esto es, el cúmulo de creencias que una
persona dispone de un objeto o de su semejante.
Daniel Lerner (1958, citado por Beltrán, 1993) aporta a este enfoque el
concepto de empatía, definido como la capacidad que tiene una persona de verse
en el papel de otra. Esa proyección resulta trascendental para que un individuo
abandone hábitos tradicionales y asuma comportamientos y estilos de la sociedad
104

moderna. El pensamiento de Lerner fue seguido por Wilbur Schramm. Este último
sostuvo en 1962 que los medios masivos de comunicación, desde el plano
mediático e institucional, eran capaces de contribuir a que el “Tercer Mundo”
lograra en pocas décadas lo que los países occidentales habían logrado en varios
siglos: evolucionar de una sociedad tradicional atrasada a una sociedad próspera y
moderna.
Para Schramm los Mass Media son multiplicadores eficaces de ideas que
permiten la movilidad de un estadio tradicional a otro moderno. A los medios
masivos de comunicación los compara con instituciones influyentes como la
escuela y la industria y considera que ellos, en combinación con el contacto cara a
cara, coadyuvan al logro de indicadores económicos y sociales.
En el plano técnico y tecnológico se encuentra el enfoque tecnológico
determinista31, el cual le da un carácter instrumental y autónomo a la tecnología
frente a la cultura y un efecto causal sobre la sociedad. El grado de influencia que
ejerce sobre la sociedad se mide con base en los conceptos de poder (capacidad de
influir y dirigir la audiencia hacia una opinión y conferir legitimidad a actores y
contenidos), integración (capacidad para aumentar y reducir el grado de control y
conformidad social) y cambio (influencia que tienen los medios en las
transformaciones sociales, referidos al poder e integración).
El modelo difusionista es contemplado en Latinoamérica como una
tipología más de la comunicación para el desarrollo. Este modelo es denominado
comunicación de desarrollo en el que los medios de comunicación crean una
atmósfera pública favorable al cambio, requisito fundamental para que las
sociedades transiten rápidamente de una sociedad tradicional a una sociedad
moderna, gracias al progreso tecnológico y al crecimiento económico. En esas
condiciones, los países en vías de desarrollo deben transitar por una serie de
etapas que les permitan acceder, por medio de la asimilación y adopción de ideas,
a una fase evolutiva más próspera y moderna (Contreras, 2000).
Algunas experiencias que se enmarcan en el modelo difusionista tuvieron
éxito a finales de la década de los 40, especialmente en Colombia y en Bolivia. En
Colombia el sacerdote Joaquín Salcedo creó en 1948 una pequeña y rudimentaria
estación de radio llamada Radio Sutatenza para que los campesinos de un pueblo
andino escucharan la doctrina católica y pudieran ser alfabetizados. Esta iniciativa
pronto se convirtió en “Acción Cultural Popular (ACPO)”, institución dedicada a
la educación no formal a distancia y al desarrollo rural. La estrategia didáctica

31
También se encuentra el enfoque del indeterminismo tecnológico, el cual sostiene que la
tecnología está incrustada en la cultura y la sociedad y, por tanto, no tiene autonomía frente a la
cultura ni es causa determinante del cambio social.
105

consistía en la audición colectiva y el debate de programas, con el apoyo de


materiales impresos y de un voluntariado local capacitado.
En Bolivia y en el mismo año, los sindicatos de trabajadores mineros
crearon varias emisoras de radio con el propósito de denunciar sus malos salarios
y condiciones laborales, así como los atropellos estatales. Los mismos
trabajadores eran quienes tomaban el micrófono y producían sus propios
contenidos, los cuales reivindicaban la libre expresión. Pese a la represión militar,
estas radios, que tuvieron mayor auge a partir de 1952, fueron pieza clave para
impulsar reformas en el país sudamericano como la instauración del voto
universal, la reforma agraria y la nacionalización de la minería del estaño.
Pero a pesar de esas experiencias positivas las críticas al enfoque
difusionista no se hicieron esperar, toda vez que en los años 70 el tan esperado
desarrollo/modernización nunca llegó sino que se profundizaron las desigualdades
sociales en las naciones del “Tercer Mundo”. Si bien se menciona el trabajo en
Colombia y Bolivia como resultados loables, otras acciones de ese tipo no dieron
los resultados esperados pese a una notable inversión de recursos provenientes de
las naciones industrializadas. Esta situación fue desvelada principalmente por los
teóricos latinoamericanos y alcanzó su clímax tras la crisis del petróleo en 1973,
la cual repercutió negativamente en el orden económico y social de las naciones
industrializadas y no industrializadas.
En América Latina, principalmente en los años 60, los impulsores de la
teoría de la dependencia señalaban que aunque el continente había superado la
época colonial, donde las naciones europeas ejercieron un dominio territorial para
la extracción de recursos naturales, los medios masivos de comunicación actuales
contribuían a fomentar la dependencia ideológica y cultural, a través de la
imposición de contenidos elaborados tendenciosamente por los emisores.
Según Chaparro (2002: 57-58), el modelo difusionista fundado “en las
perspectivas clásicas de comunicación lineal fracasó ampliamente de la mano de
un modelo desarrollista invasor que no atendía a las realidades locales y generaba
una relación de dependencia. Las teorías difusionistas, además, hacen caso omiso
de las relaciones jerárquicas internas existentes en sociedades que no responden a
los estímulos culturales dominantes y condicionan la decisión de adoptar las
propuestas innovadoras desde intereses y pareceres bien diferentes”.
Para la UNESCO, este enfoque conserva una visión limitada de la
comunicación pues le da un carácter vertical y unilateral y, en cierta medida,
trasgresora de las tradiciones culturales y sociales de las comunidades, lo que
impide que las personas tengan la oportunidad de enterarse mejor, de preguntar,
106

de conocer las causas y de participar en la concepción y puesta en práctica de


ideas que presumiblemente van a lograr el bienestar social.

2.2.2 El modelo participativo


El modelo participativo incorpora los conceptos del enfoque
multiplicidad/otro desarrollo, tiene el punto de mayor aceptación y desarrollo
durante la creación de los Países No Alineados (PNA) y entra en crisis
momentáneamente durante el colapso de los años 80. El modelo resalta la
importancia de las identidades culturales y promueve la participación del receptor
en el proceso de comunicación en todos los niveles: internacional, nacional, local
e individual.
En la literatura sobre la comunicación para el desarrollo se encuentran
fundamentalmente tres vertientes del paradigma participativo. Primera, la que
corresponde a la propuesta pedagógica del brasileño Paulo Freire; la segunda,
referida al proyecto liberalizador de Nyerere y, la tercera, que tiene que ver con la
comunicación como herramienta para la planificación de acciones sociales
propuesta por la UNESCO.
Las tres vertientes coinciden en que el modelo difusionista no es capaz por
sí solo de combatir efectivamente las causas del subdesarrollo, si no toma en
consideración la participación de la gente en todo el proceso de creación, puesta
en marcha y evaluación de iniciativas de desarrollo. El desarrollo se entiende no
exclusivamente desde la perspectiva económica sino que abarca otras facetas del
ser humano como las espirituales, educativas, de salud y recreación. En este caso
“la participación presupone un proceso horizontal, en el cual los grupos locales
examinan y deciden el orden de prioridad en materia de desarrollo, y sugieren el
modo de llevarlo a la práctica” (Berrigan, 1981: 12).
Freire desde su exilio en Chile, al tiempo que condenaba la educación
tradicional ‘bancaria’ (es decir, limitada sólo a transferir contenidos a una mente
supuestamente ‘vacía’ y manipuladora de los individuos para mantener el statu
quo de un minoría), proponía una pedagogía del oprimido para el
autodescubrimiento a través del diálogo libre y la “concienciación” orientada
hacia la emancipación y la democracia. La educación para el pedagogo brasileño
es un proceso que posibilita que la gente dé a conocer sus necesidades, las priorice
y brinde soluciones para satisfacerlas. El ciudadano medio no era para Freire una
hoja en blanco esperanzado en que alguien le escriba ‘conocimientos’ sino una
persona pensante, con capacidad para tomar sus propias decisiones para el bien
propio y el de su comunidad. A partir de esas ideas, los medios de comunicación
fungen como espacios en los que los ciudadanos pueden descubrir sus anhelos
107

más profundos, darlos a conocer y estimular su realización con base en la unión


con otras personas y en la utilización de los pocos recursos de que se dispongan.
Nyerere, por su parte, enfatiza que el rol de la educación es crear hombres
libres, que posean el control de sí mismos, de tal modo que les permita superar
situaciones de dependencia, adaptarse y aprovechar el entorno y no sentirse
víctimas de él.
En cambio, la postura de la UNESCO es el resultado de la interpretación del
artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, según el cual
“todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión”, y del convencimiento de que la planificación de la
comunicación es indispensable para asegurar parte del éxito de programas de
desarrollo.
Los argumentos a favor de la planificación de la comunicación ya fueron
expuestos por Hancock (1981). El autor sostuvo, primero, que los recursos para la
comunicación, especialmente los medios de comunicación, son comparables con
otros recursos materiales y humanos; segundo, que estos recursos son
potencialmente significativos dentro del proceso del desarrollo, como actividades
económicas, sociales y educacionales; tercero, que como tales estos recursos se
beneficiarían de un enfoque planificado e integrado; y cuarto, que las
metodologías y estructuras son necesarias para promover esta integración.
La UNESCO considera que el modelo participativo en los medios de
comunicación adopta la forma de la comunicación comunitaria, puesto que
implica a los sujetos receptores en todo el proceso de producción de contenidos.
Esta implicación, según la Reunión de Belgrado en 1977, se basa en tres aspectos:
acceso, participación y autogestión.
El acceso significa un acercamiento mayor a los sistemas de
comunicaciones, bien sea en el nivel de la elección (disponibilidad para adquirir
los materiales mediáticos y que sean transmitidos de acuerdo con la escogencia y
selección de los receptores), como en el de la retroacción (posibilidad de
mantenerse en contacto permanente con los productores y que éstos acaten las
sugerencias y críticas de los receptores).
La participación involucra la intervención del público en la producción
(producir programas y tener ayuda profesional en algún momento), en la adopción
de decisiones (influir en el contenido de los programas y duración de los mismos)
108

y en la planificación (intervenir en la planificación local, regional y nacional de


políticas de comunicación de servicio público).
La Autogestión es la forma más adelantada de participación. En este caso, el
público tiene la facultad de adoptar decisiones en las empresas de comunicación, e
interviene plenamente en la formulación de los planes y políticas de
comunicación.
Para Luis Ramiro Beltrán (1995, citado por Contreras, 2000) el modelo
participativo dio pie para la construcción de la comunicación de apoyo al
desarrollo y la comunicación alternativa para el desarrollo democrático en
América Latina.
La comunicación de apoyo al desarrollo, en el marco de la propuesta de la
UNESCO, establece que la comunicación planificada y organizada –sea o no
masiva- es una herramienta clave para la realización de proyectos de desarrollo y,
por ende, para la consecución de metas sociales (Beltrán, 1995, citado por
Contreras, 2000). Este enfoque de la comunicación se afianzó en América Latina
y fue rescatada teóricamente por Luis Ramiro Beltrán. Este mismo autor afirma
que cientos de proyectos financiados por organismos internacionales de
financiamiento europeos y norteamericanos, empleando el sistema de las
Naciones Unidas, se aplicaron en los países del Tercer Mundo en campos tan
diversos como salud, educación, agricultura y demografía.
El enfoque se basó en los modelos de Wilbur Schramm y Daniel Lerner.
Ambos académicos aportaron tanto a la problemática de la comunicación de
desarrollo (difusionismo) como a la problemática de la comunicación de apoyo al
desarrollo (planificación). A pesar de que algunos resultados fueron los esperados,
este enfoque chocó con la triste realidad de los años 70 en los países en vías de
desarrollo, en la que se agudizaron los problemas socioeconómicos en la región, al
igual que en otras naciones ‘atrasadas’ o ‘adelantadas’ como consecuencia
también de la crisis del petróleo.
Beltrán (1993) cita experiencias positivas de comunicación de apoyo al
desarrollo. Una de ellas se concentró en Chile y luego en Perú con el respaldo de
la FAO, consistente en el uso del video para la educación campesina no formal y
dentro de los procesos de reforma agraria. La UNESCO y el PNUD respaldaron a
los Ministerios de Educación de los países andinos en el diseño de un proyecto
para utilizar programas televisivos por satélite para la difusión y mejoramiento de
programas educativos en el aula y a distancia. Lamentablemente esta iniciativa
nunca llegó a materializarse.
109

La Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos de


América (USAID) apoyó el uso de la televisión como instrumento para una
amplia reforma educativa en El Salvador. También ayudó a mejorar la calidad de
la enseñanza de las matemáticas en las escuelas nicaragüenses y aplicó estrategias
a otras necesidades educativas en República Dominicana, por medio de la radio
interactiva. Esta misma institución se hizo presente en Honduras, Costa Rica,
Brasil y Colombia con el apoyo de programas de salud y nutrición a través de
contenidos radiales.
La Fundación Adenauer de Alemania colaboró en la creación de la
Asociación Latinoamericana de Televisión Universitaria (ALATU), con sede en
Lima; en tanto que la Fundación Ford, junto con la Federación Internacional de
Paternidad Planificada, contribuyó a establecer y poner en marcha en Costa Rica
el Centro Regional para la Capacitación de Especialistas en Comunicación sobre
Población (CIACOP). México empleó la televisión para la educación secundaria a
distancia. Colombia aplicó este medio de comunicación a la básica primaria, así
como al mejoramiento docente, pero usó la radio para la educación secundaria
Por su parte, la comunicación alternativa para el desarrollo democrático
tiene como función “expandir y equilibrar el acceso y la participación de la gente
en el proceso de comunicación, tanto a niveles de medios masivos como a los
interpersonales de base, el desarrollo debe asegurar, además de beneficios
materiales, la justicia social, la libertad para todos, y el gobierno de la mayoría”
(Contreras, 2000). Esta definición enfatiza en el carácter igualitario y democrático
de los medios de comunicación al propiciar espacios para que el público
intercambie roles y se convierta en emisor activo. Esa implicación del receptor
debe llevar al mejoramiento de las condiciones de vida de la población no sólo en
el aspecto económico sino también en aspectos cualitativos, como la salud, la
educación, la espiritualidad.
Rafael Roncagliolo (1999: 265, citado por Chaparro, 2002: 66) sitúa a los
medios alternativos en la época en que en América Latina había un claro
monopolio estatal de los mass media en las dictaduras militares, y que hoy es más
propicio hablar de medios alterativos que alternativos. Alterativos porque suponen
esfuerzos para alterar la realidad social en una región como Latinoamérica en
permanente conflicto y con evidentes síntomas de desigualdad. El énfasis como
medios alternativos o alterativos de la comunicación para el desarrollo alcanzó
metas en el orden práctico, institucional y teórico, pero la lucha persiste para
globalizar políticas de acceso democrático a los media.
En el orden práctico, son valiosos los aportes del Mario Kaplun, quien
diseñó una estrategia para establecer un diálogo a distancia entre los miembros de
110

cooperativas campesinas de Uruguay, basándose en el uso de foros transmitidos


por casete.
En el Brasil se puso en circulación lo que se denominó ‘prensa enana’:
pequeños periódicos volantes que denunciaban los atropellos de las dictaduras
militares y exigían el retorno a la democracia. En esa nación también se creó la
red de canales de televisión educativa más grande de la región.
En Bolivia grupos de personas arrendaron espacios radiales en emisoras
comerciales para dar a conocer y estimular proyectos como microempresarios.
Ellos se dirigieron a la audiencia en su lengua nativa, el aymara, lo cual se
constituyó en la edificación de una iniciativa democrática y popular.
En países como República Dominicana, Honduras y Ecuador la radio del
pueblo se expandió y experimentó mejoras. Colombia, Venezuela y Costa Rica
recurrieron a los medios de comunicación para llevar educación a distancia a
comunidades marginadas.
En Cuba millares de voluntarios con el apoyo de transmisiones radiales se
movilizaron para pedir mejoras en la educación y en la salud. En Chile se
formalizó la organización del Movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano,
mientras que en México se realizaron esfuerzos para que la telenovela sirviera
como recurso didáctico para campañas de planificación familiar y la promoción
de la salud y la nutrición (Beltrán, 1993).
Otras acciones similares son citadas por Chaparro (2002: 41-42): trabajos de
concienciación colectiva contra las dictaduras en el Brasil, llevados a cabo por el
colectivo brasileño TV Viva o la ONG boliviana Cefrec (Centro de Formación y
Realización Cinematográfica), que mantiene con su solo esfuerzo el Plan
Nacional Indígena Originario de Comunicación Audiovisual, destinado a divulgar
y preservar la cultura de los pueblos originarios. En Europa, específicamente en
Alemania y Suiza, se utilizaron videocasetes comunitarios para la difusión de
información política que motivara debates y opinión pública.
En el orden institucional, la década de los 70 observó el nacimiento de la
Asociación Latinoamericana de Escuelas Radiofónicas (ALER), la cual se
constituyó con la unión de 18 emisoras católicas que se encargaban de alfabetizar
en el campo. Hoy cuenta con sedes en la mayoría de los países latinoamericanos
para el trabajo de comunicación para el desarrollo en varias líneas de acción. En
ese mismo periodo, se creó la Asociación de Periodistas Latinoamericanos que
aglutinaba a trabajadores de la prensa en la región, y la Asociación
Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC). Estas tres
111

entidades se caracterizaron por la defensa de los intereses de la comunicación y la


participación democrática.
Igualmente surgió el Instituto Latinoamericano de Estudios Internacionales
(ILET), que realizó un análisis crítico de las comunicaciones internacionales que
afectaban a la región. En Colombia, Chile, Argentina, Venezuela y Ecuador
abrieron una nueva era de actividad: la educación, la producción y la
investigación de la recepción activa y crítica de los mensajes de los medios de
comunicación, sobre todo de la televisión.
En el orden teórico, hacia mediados de los años 80 se reorientó la
investigación en comunicación para abordarla desde la perspectiva
democratizadora que caracterizaba a la época. En ese sentido, fueron valiosos los
aportes de investigadores de América Latina, algunos de los cuales fueron
verdaderos pioneros de los estudios de comunicación en sus países de origen, y
otros constituyeron la Asociación de Periodistas Latinoamericanos de
Comunicación.
El semiólogo Eliseo Verón analiza los discursos sociales en los medios de
comunicación, al tiempo que estudia el papel de la educación en Argentina. Su
compatriota, Héctor Schmucler, funda la revista Comunicación y cultura, órgano
de difusión que analiza los fenómenos políticos de la región desde diferentes
ámbitos, entre ellos desde la comunicación.
En Chile el sociólogo Patricio Biedman, se caracterizó por su activismo
político en pro de la democracia. Armand Mattelard, investigador belga con
numerosas investigaciones en Chile y en otros países de Latinoamérica, es
conocido por sus estudios culturales, sus análisis de los discursos y su
interpretación de la economía política de los medios.
En Venezuela los periodistas Oswaldo Carriles, Luis Aníbal Gómez, Eleazar
Díaz Rancel, Eduardo Santero y Elizabeth Safar se convierten en los pioneros de
la investigación en Venezuela desde el análisis de los medios hasta el estudio de
políticas públicas de comunicación. Además, son activistas políticos que reclaman
gobiernos realmente democráticos en Venezuela.
En Brasil, José Marques de Melo, es catalogado como el intelectual que
adelanta estudios significativos en torno a la comunicación en su país.
En lo relativo a la lucha por conseguir políticas democráticas para el acceso
y participación en los mass media, ha habido varios antecedentes. Uno de ellos
tuvo origen en Venezuela cuando el entonces presidente Carlos Andrés Pérez
intentó crear un Consejo Nacional de Cultura (CONAC) y el Instituto Estatal para
la Radio y Televisión Educativas y Culturales (RATELVE), pero no tuvieron
112

éxito debido a la fuerte oposición de las empresas privadas de medios y


publicidad.
La UNESCO llevó a cabo en 1974 en Bogotá un encuentro de expertos
latinoamericanos con el propósito de proveer las bases para una cumbre
intergubernamental sobre el tema de las políticas democráticas para los media.
Los expertos recomendaron diseñar políticas para facilitar el acceso de la gente a
los medios masivos y el uso de éstos en programas educativos y culturales. Así
mismo, criticaron a los monopolios privados y estatales de comunicación y, como
consecuencia de ello, los grupos criticados lanzaron una campaña internacional de
desprestigio de este movimiento para atenuar la magnitud de sus propuestas.
No obstante, la UNESCO logró organizar en Costa Rica en 1976 el
encuentro sugerido en Bogotá dos años atrás, donde dirigentes de varios países
firmaron una declaración de democratización de la comunicación y se dieron a
concer 30 recomendaciones para que cada país formulara y aplicara la política
integral que considerara adecuada a sus circunstancias particulares (Beltrán,
1993). Esas loables intenciones no se cristalizaron en ninguna de las naciones
latinoamericanas participantes a causa de la presión de empresarios privados y del
fuerte monopolio estatal de los medios, que en muchos de los casos recaía en
dictaduras militares o gobiernos de facto.

2.2.2.1 Nuevo Orden Informativo Mundial (NOMIC)


En 1976 el grupo de Países No Alineados expresó su intención de crear un
Nuevo Orden Informativo Mundial (NOMIC) así como ya se había propuesto el
Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI).
La Asamblea de las Naciones Unidas apoyó esta iniciativa con la delegación
a la UNESCO de asesorarla técnicamente en lo que fuera posible. Los teóricos
latinoamericanos fueron los impulsores de este proyecto que coincidió con las
críticas que se le venían haciendo al modelo de la modernización. Las críticas
provenían de los defensores de la teoría de la dependencia y de la
multidimensionalidad/otro desarrollo, y de aquéllos que señalaban a Estados
Unidos como el promotor del imperialismo cultural, pues argumentaban que esta
nación invadía los medios de comunicación del “Tercer Mundo” con los
contenidos de su industria cultural.
Hubo varios encuentros y reuniones de expertos en diferentes regiones del
planeta a fin de establecer los principios y estrategias del NOMIC. Fue en Túnez,
con ocasión de un simposio de los Países No Alineados sobre información, donde
nació la idea de un Nuevo Orden Informativo Mundial, para luego oficializarse en
la Conferencia General de Nairobi, en 1976.
113

Los proponentes y oponentes de esta iniciativa discutieron en torno a los


desequilibrios existentes entre los países industrializados y en vías de desarrollo
por los recursos de comunicación y la libertad de prensa. Para atenuar la
confrontación, la UNESCO decidió nombrar una comisión integrada por expertos
y cuyo nombre fue Comisión McBride -en honor a su secretario general irlandés
Sean McBride, fundador de Amnistía Internacional-. Dieciséis personalidades
hicieron parte de la comisión, entre los cuales estaba el economista
latinoamericano Juan Somavía y el escritor colombiano Gabriel García Márquez,
las cuales entregaron un documento en el que establecen las bases para un orden
informativo y comunicativo más equitativo.
El informe estipula la eliminación de desigualdades y desequilibrios en el
campo de la información y de la comunicación, de los monopolios y de la
concentración de medios; una mayor y más democrática difusión de las ideas y
autonomía y libertad de prensa para los profesionales de los medios de
comunicación; la promoción de la autocapacidad de los países en vías de
desarrollo para dotarse de mejores infraestructuras de comunicación; el respeto a
la identidad cultural, los derechos de la colectividad y los grupos étnicos, entre
otras propuestas.
Los resultados del documento recibieron críticas desde dentro y desde fuera.
Desde dentro, las naciones subdesarrolladas consideraron que no ofrecía una
profunda reflexión teórica, no describía con claridad el origen de la desigualdad
informativa y comunicativa y no ofrecía luces sobre cómo avanzar por un orden
más equitativo. Desde fuera, las naciones industrializadas lo cuestionaron por ir
demasiado lejos en la denuncia de la concentración y del control de la
información (Miguel de Bustos, 1996: 16-17), lo que, según dichas naciones, iba
en contravía de la libertad de expresión. Pero pese a las críticas todas las
propuestas se condensaron en una recomendación aprobada por la Conferencia
General de la UNESCO, llevada a cabo en Belgrado, consistente en la aprobación
del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC) para
aumentar la cooperación y la ayuda a favor del desarrollo de las infraestructuras
de comunicación.
La trascendencia del NOMIC, no obstante, fue disminuyendo por varios
factores: la falta de solidaridad y cooperación “Sur – Sur” y la decisión de algunos
de estos países de priorizar sus relaciones internacionales con los países del
“Norte”, así como la retirada de Estados Unidos de la UNESCO (luego lo hicieron
Gran Bretaña y Singapur), dando como resultado la reducción del presupuesto de
la entidad, y la instauración de cambios drásticos en las Unión Soviética, con lo
que se dio paso a un nuevo rumbo del enfrentamiento de posguerra entre esta
114

nación, sus aliados y los países occidentales capitalistas en el control y ayuda a las
naciones emergentes.

2.2.2.2 Influencia de los 80 en la comunicación para el desarrollo


Como se anotó anteriormente, la década de los 80 supuso fuertes ajustes
económicos para América Latina, realizados con el fin de contener los altos
índices de inflación, déficit fiscal y bajos niveles de crecimiento económico. Las
consecuencias de esos ajustes, no obstante, fueron el aumento de la pobreza y la
marginación, de ahí que este periodo se denominara la década perdida en
América Latina.
A pesar de los problemas que se suscitaron, los teóricos latinoamericanos
siguieron esforzándose por liderar campañas de comunicación para el desarrollo,
con el respaldo de instituciones multilaterales. La UNICEF y la USAID
invirtieron dineros para desarrollar programas de salud y nutrición, con el apoyo
de los medios de comunicación. La Academia para el Desarrollo Educativo, junto
con la Universidad de Hopkins, contribuyó con el Proyecto de Educación Básica
en pueblos de Guatemala y con el Programa para la Salud Reproductiva de
Bolivia.
En los 80 se añadió el “mercadeo social” a estrategias de comunicación para
el desarrollo en Honduras y República Dominicana, como también se adelantaron
campañas de prevención contra el SIDA y el cólera en algunos países
latinoamericanos. El Development Associates respaldó técnica y financieramente
programas de prevención del uso indebido de narcóticos empleando estrategias de
comunicación educativa. La UNESCO, a través del Programa Internacional para
el Desarrollo de la Comunicación (PIDC), entregó pequeñas sumas de dinero a
proyectos en el área de comunicación de apoyo al desarrollo, mientras que Radio
Nederland Internacional creó en Costa Rica una sucursal regional de su centro de
capacitación que incrementó en América Central las posibilidades de aprendizaje
de formatos de comunicación alternativa mediante la radiodifusión.
La Fundación Nuevo Cine Latinoamericano fundó en Cuba una escuela
internacional para la producción de películas, y la Fundación Ebert contribuyó
económica e intelectualmente a la CIESPAL para que adelantara talleres
regionales para el mejoramiento de la producción televisiva. Los sandinistas de
Nicaragua lucharon para crear una red de radio participativa, nuevas formas de
prensa democrática y videos comunitarios. Brasil fue pionero en el diseño y
puesta en marcha de un canal obrero de televisión y una asociación nacional para
el uso del video por las organizaciones de base (Beltrán, 1993).
115

En la década de los 80 también nacen otras instituciones: surgió la


Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social
(FELAFACS), fecunda en capacitación, investigación, intercambio y publicación
de temas concernientes a la comunicación. Una labor similar ejecutó el Instituto
para América Latina en el Perú (IPAL), encabezado por el sociólogo y periodista
Rafael Roncagliolo.
En Costa Rica se fundó la Asociación Latinoamericana y del Caribe para la
Radio y la Televisión (ULCRA), que promocionó actividades cooperativas entre
las estaciones de transmisión públicas y las privadas sin fines de lucro. También
se logró la unión de tres entidades católicas, UCLAP (prensa), OCIC (cine) y
UNDA-AL (radio y televisión), las cuales desde sus sedes en Ecuador trabajan
por los ideales de la comunicación alternativa para el desarrollo democrático.
En la construcción teórica de modelos de comunicación democrática,
salieron a la palestra investigadores como Máximo Simpson y María Cristina
Matta, de Argentina; Mario Kaplun, de Uruguay; Rafael Roncagliolo, Juan
Gargurevich, Luis Pereirano y Rosa María Alfaro, de Perú; y Luis Gonzaga Motta
y Regina Festa, de Brasil.
Jesús Martín-Barbero en Colombia, junto con Néstor García Canclini,
propone una nueva tendencia en investigación en comunicación denominada
comunicación popular, con la que se revaloran las viejas solidaridades y diálogos
de las comunidades.

2.2.2.3 La participación en el entorno del nuevo periodista


El concepto de participación en este modelo asume diversos matices. Por un
lado, implica una distribución más equitativa del poder económico y político, a la
que se puede llegar mediante un cambio estructural. En el ámbito de los medios
de comunicación sugiere que los Estados diseñen políticas de comunicación que
permitan un acceso real -sin obstáculos- de la gente en todo el proceso de
producción de contenidos y funcionamiento de los media. Por otro lado, la
participación consiste en concebir a los medios como medios de aprendizaje y de
interlocución de emisores y receptores en igualdad de condiciones, y no de simple
información como ocurre con la información comercial y de explotación del
trabajo intelectual (Evans, 2006: 1).
La comunicación desde la óptica de la comunicación participativa se
interesa más por el proceso y el contexto. En el proceso se revalida la interacción
social como un fenómeno de múltiples significaciones y, en el contexto, se destaca
la importancia de lo local, lo propio, lo comunitario y el intercambio de roles entre
emisores y receptores en línea horizontal.
116

La UNESCO desde la década del 80 elaboró una metodología para hacer


operativa la comunicación para el desarrollo. La metodología, que puede variar o
flexibilizarse dependiendo del contexto, tiene los siguientes pasos:
 Definición de necesidades, lo que significa movilizar a los individuos para que
a través del debate definan una lista de necesidades.
 Formulación concreta de los problemas, es decir, una vez identificados éstos
deben ser reales y susceptibles de ser solucionados.
 Determinación del orden de prioridad, que consiste es escoger los que
suponen mayor importancia para la comunidad local.
 Metodología de resolución de problemas, en la que se incorporan estrategias
formuladas por la gente para la solución de los problemas.
 Acceso a la información, para que la comunidad conozca a través de los
medios de comunicación comunitarios los avances y la información útil para
la resolución de las dificultades.
 Acción, que equivale a la puesta en funcionamiento de las estrategias con el
apoyo de un mass media.
 Proyecto exterior, a través del cual el trabajo local se extiende hacia otras
instituciones con el fin de conocerlo y buscar alianzas para la optimización de
los resultados (Berrigan, 1981: 49).
Estos pasos se complementan con la evaluación de todo el proceso por
cuenta de la población protagonista y beneficiaria del proyecto de desarrollo y la
formación de nuevos líderes para el seguimiento de los logros y el aseguramiento
de la sostenibilidad de los mismos.
Florencia Censi et al. (2004), en vez de proponer una metodología para el
trabajo con las comunidades, plantean unos principios básicos de construcción
comunitaria, con base en unas experiencias positivas que en tal sentido se llevaron
a cabo en barrios marginados de los Estados Unidos. De acuerdo con Censi et al.,
la construcción comunitaria debería (1) estar focalizada en iniciativas específicas
de mejoramiento del barrio, de manera que permita reforzar valores y construir
capital social y humano; (2) ser conducida por la comunidad, con amplia
participación de los vecinos; (3) abarcar el conjunto de los problemas del barrio
con un enfoque estratégico y emprendedor; (4) apoyarse en los activos de la
comunidad; (5) adaptarse a la escala y condiciones del sector; (6) establecer
vínculos de colaboración con la sociedad más amplia, a fin de fortalecer las
instituciones comunitarias y mejorar las oportunidades de los vecinos fuera del
117

barrio; y (7) cambiar conscientemente las barreras institucionales que puedan


crear obstáculos para vincular al barrio con la sociedad en general.
Además enfatizan que estos principios son flexibles, es decir, se ajustan de
acuerdo con el contexto y la naturaleza de la problemática. De igual manera,
destaca dos elementos de esos principios: primero, los conceptos de capital social,
entendido como un activo para el futuro construido por la comunidad que le
permite encarar con fortaleza e independencia tareas de mayor envergadura
gracias al aumento de la confianza en sí mismos, y el de capital humano, que
conlleva a estimular la capacidad de los individuos y familias para superar la
adversidad y crear y aprovechar oportunidades. Y segundo, la importancia de que
desde las comunidades se vayan configurando alianzas con otras instituciones
para que los resultados de las acciones sean de mayor trascendencia e impacto
(Censi et al., 2004).
En todo ese entramado, la función del comunicador social o del periodista
cambia ostensiblemente. Es así porque su formación hace énfasis en el trabajo de
campo donde existe un permanente contacto con el otro. A su vez la relación con
ese otro debe ceñirse bajo los parámetros de la confianza y la igualdad, pero para
llevarlos a la práctica es necesario que el periodista aprenda a escuchar y a valorar
lo que dice el público, conocer sus significados y situarse en su contexto.
El comunicador no debe asociar la comunicación para el desarrollo y la
participación ciudadana como una red de informaciones sin sentido, sin
contextualización, sin historia y sin significado, que no reivindica la palabra ni
promueve la libre expresión ni el aprendizaje. Este profesional, por el contrario,
debe rescatar los hechos que enfaticen en logros comunitarios y del común de la
gente, en esperanzas, en resolución de problemas, en la previsión de atentados, en
reivindicaciones positivas (Contreras, 2002), empleando el debate y la vocación
formadora de los medios de comunicación.

2.2.2.4 Evaluación de la comunicación para el desarrollo


En más de 50 años de travesía de la comunicación para el desarrollo,
especialmente de la alternativa en Latinoamérica, son muchos los aportes que deja
al área de la comunicación social, como también son variados los
cuestionamientos que se le hacen por no alcanzar objetivos de desarrollo más
realistas.
Logros de la comunicación alternativa
En materia de logros, los teóricos latinoamericanos se destacaron por haber
criticado el modelo clásico de comunicación, el modelo difusionista, que estuvo
vigente hasta los años 60, al considerarlo unidireccional, excluyente y no
118

democrático. También es de resaltar la reconceptualización que dichos estudios


ofrecieron a las políticas globales de la comunicación para el desarrollo, con el fin
de perfeccionarlas y trascenderlas a los continentes africano y asiático. Una
contribución menor aunque muy significativa, la han hecho en lo relacionado con
la revisión de los principios legales de la actividad comunicativa a fin de que este
proceso o instrumento no fuera un privilegio de las élites sino que estuviera a
disposición de toda la ciudadanía.
Los teóricos latinoamericanos realizaron esfuerzos intelectuales y prácticos
para reorientar la investigación en comunicación. Vale recordar que ésta se
llevaba a cabo en cualquier nación sin tener en cuenta sus especificidades
culturales, pero con el aporte latinoamericano la investigación se amplió para dar
lugar a nuevos enfoques que tenían en cuenta las características particulares de los
pueblos. Además, ofreció canales de participación para que la gente fuera sujeto y
no objeto de los estudios, con lo cual las ciencias sociales se dotaron de más
argumentos a favor de la acción democrática. Estas nuevas voces traspasaron las
fronteras y se instalaron en el centro de los debates de los académicos
estadounidenses y europeos.
Realmente la comunicación alternativa/participativa de esos años mostró
muchos resultados en la práctica en el ámbito de la salud, la reproducción, la
planificación familiar, la salud, entre otros. Fueron muchas las estrategias que se
diseñaron, no para alimentar disquisiciones teóricas de cómo debían hacerse las
cosas, sino para mejorar las condiciones de vida de las personas en el terreno
propio donde se hallaba la adversidad.
Experiencias positivas con la radio, el video y otros medios convirtieron a
las personas en protagonistas de su desarrollo y no sólo en receptores pasivos de
las acciones para el progreso. A tal punto llegó el compromiso que al final fue el
público el que tomó el control de sus medios de comunicación y los convirtió en
verdaderos artífices del cambio social.
En el orden institucional, las décadas de los 70 y 80 fueron prolijas en la
creación de entidades de distinta naturaleza, públicas, privadas, mixtas, que
contribuyeron a fortalecer la formación en comunicación social de cientos de
personas y a estimular la investigación en el área de acuerdo con las prioridades
de cada región.
Críticas a la comunicación alternativa
Las críticas a la comunicación alternativa para el desarrollo se sintetizan en
términos de alcance e impacto de las soluciones a los problemas. Normalmente las
experiencias positivas tuvieron como destino grupos pequeños de la población,
constituyéndose en algunos casos en simples paliativos al mal pero no su
119

resolución profunda y efectiva. Este tipo de comunicación también ha tenido


dificultades para lograr alianzas significativas, duraderas y basadas en la
confianza con las entidades públicas o estatales, de ahí que los resultados hayan
sido en muchos casos pírricos o, si han sido significativos, han pecado por ser
insostenibles en el tiempo.
Rosa María Alfaro (2000) considera que la comunicación alternativa y la
comunicación popular fueron fructíferas en los años 70 y 80, especialmente en
reflexiones, en algunas acciones y en el compromiso que asumieron con las clases
sociales menos favorecidas, así como en darle protagonismo al hombre común y
corriente, en descubrir la complejidad de la problemática social mediante la
comunicación y en potenciar la vocación formadora y liberalizadora de los medios
de comunicación, según la consigna de Freire.
Lamenta que esos tipos de comunicación se hayan opacado con el
advenimiento de la globalización, debido a que no supieron adaptar sus discursos
y estrategias al nuevo panorama económico, político y cultural. Recalca que
cometieron el error de catalogar a lo colectivo como lo puro, lo autosuficiente e
incontaminado y a las instituciones -con las cuales hubiera podido lograr alianzas
vitales para que los logros en diferentes áreas hubieran trascendido- como las
contaminadas e intransigentes. De igual manera, destaca que se sobrevaloró el
concepto de comunidad, colocándolo por encima de lo individual. En otras
palabras, se enfatizó en el trabajo sobre lo comunitario sin tener en cuenta las
potencialidades y especificidades de los sujetos. Agrega que aun cuando se
avanzó en despertar la conciencia crítica de la comunidad, no se inculcó en ella la
creatividad para que no se quedara sólo en el cuestionamiento del orden
económico y político imperante sino que también incrementara su caudal
propositivo para dilucidar soluciones a los problemas vigentes (Alfaro, 2000).
La investigadora peruana sugiere el tránsito de una comunicación popular a
una comunicación ciudadana que articule las expectativas personales con las
necesidades de su comunidad, de su ciudad y país, y aboga por la reconciliación
entre los investigadores de campo de la comunicación popular y alternativa y las
universidades y sus académicos, a fin de que se fortalezca la investigación en
comunicación.
Ante esas circunstancias, hay quienes proponen replantear la comunicación
para el desarrollo para que no sea inferior al reto de llevar progreso integral a las
comunidades de una manera amplia, consistente y sostenible. Una de esas
personas es Adalid Contreras (2000: 4-6), quien define algunas premisas para que
el desarrollo desde la comunicación sea posible. Estas son:
120

 Intervención activa del Estado en la promoción y definición de los procesos de


comunicación y no dejar esta tarea a los vaivenes del mercado.
 Redefinición de políticas públicas y democráticas de comunicación dirigidas a
promover el desarrollo.
 Mejoramiento de las metodologías y enfoques teóricos de la comunicación de
los centros académicos para que ambos contribuyan a transformar
positivamente la realidad que se vive fuera de las aulas de clase.
 Replanteamiento de la comunicación educativa para que la comunicación no
sea vista exclusivamente con un carácter instrumental (reducida a una especie
de material didáctico propagado artística y amenamente) sino que sea un área
consustancial a todo el proceso de enseñanza aprendizaje.
 Reorientación de las facultades de comunicación social para que no
incorporen la comunicación para el desarrollo en los planes de estudio con
carácter marginal, sino que se convierta en un línea fuerte de formación del
futuro periodista.
 Estímulo a la participación ciudadana pero no sólo desde el ámbito
representativo, sino fundamentalmente desde el ámbito de la democracia
directa.

2.3 Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)


para el desarrollo
La irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC),
fundamentalmente internet y la radio y televisión digitales, coincide con un
estadio avanzado del neoliberalismo como sustrato socioeconómico de finales del
siglo XX y comienzos del XXI. El notorio avance de estos nuevos sistemas de
comunicación ha supuesto el retorno de viejas promesas y tristes realidades de los
mass media a los problemas de desarrollo de los países del “Sur”, tal y como
aconteció con el posicionamiento de la radio y la televisión analógicas en el siglo
XX.
Y así como en esa centuria, la discusión actual también gira en torno a cómo
permitir que la mayoría de las personas en el mundo tenga acceso a las TIC, a
establecer políticas de comunicación democráticas para que todos los países se
beneficien de estas tecnologías y de elaborar contenidos con un carácter educativo
y cultural que haga contrapeso a la información netamente comercial y
consumista. Los resultados aún están por verse. Aun cuando ha habido
experiencias positivas, el fortalecimiento de las TIC como promotores de un
desarrollo humano es y será un camino tortuoso no exento de obstáculos y
121

decepciones. En este acápite se conceptúa alrededor de varios conceptos y


relaciones:
1. El concepto de brecha digital, con sus respectivos matices, enfoques y
relativismos, y las repercusiones que tiene sobre el desarrollo de los pueblos.
2. Otras líneas se dedicarán a reflexionar sobre la relación entre las Tecnologías
de la Información y la Comunicación, y la globalización.
3. Así mismo, se presentarán los argumentos teóricos para pensar en una relación
armónica entre las Tecnologías de la Información y la Comunicación, y el
desarrollo.
4. Luego se abordarán las aplicaciones de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación, con sus fortalezas y dificultades, en las diferentes facetas del
actuar humano,
5. Finalmente, se describirán las principales direcciones y enlaces electrónicos
sobre las instituciones gubernamentales y no gubernamentales que estudian la
comunicación y el desarrollo.

2.3.1 La brecha digital


El desarrollo en un ambiente globalizado y competitivo está notoriamente
ligado al acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Esta es
una lógica que han aprendido los países desarrollados y que ha tratado de imitarse
en el Tercer Mundo con resultados favorables y desfavorables. El concepto de
división o brecha digital se ha extendido debido a que algunos grupos humanos se
han beneficiado con el acceso a las TIC -especialmente a internet- y otros no lo
han hecho o, sin ellas, se han visto marginados de la vida política, económica y
cultural.
Inicialmente el concepto llevó a una posición radical: se tiene o no se tiene
acceso, pero en investigaciones recientes se prefiere afirmar que la división no es
binomial sino gradual, con múltiples situaciones de acceso en los grupos sociales,
culturales y étnicos (Warschauer, 2002, citado por Zabaleta, 2003: 65). Las
investigaciones también indican que la división digital no se refiere sólo al tener o
no tener el hardware, el software o la conexión a internet, sino que conlleva una
serie de carencias o limitaciones en recursos tecnológicos, lingüísticos, culturales
y sociales que conforman la idea de un acceso sostenible y completo a las TIC
desde cada comunidad. Por tales motivos, se suele transformar el término de
división digital, que se refiere a la falta de equipamiento tecnológico, por el de
tecnología para la inclusión social para abarcar la posibilidad de que todos los
grupos participen de los beneficios de las TIC para la construcción de un mejor
destino en la sociedad (Zabaleta, 2003: 65).
122

Fernando Lera López et al. (2003: 121) describen el fenómeno de otra


manera. Existe división digital desde una perspectiva horizontal con una
dimensión geográfica, es decir, diferencias de acceso en el orden mundial entre
países y regiones originadas en relaciones asimétricas en lo comercial y lo
político, como también división desde una perspectiva vertical con una dimensión
socioeconómica para significar que dentro de una nación o región se encuentran
diferencias en las posibilidades de acceso, utilización y aprovechamiento entre
distintos tipos de individuos.
Otra objeción al concepto de división digital proviene de la separación cada
vez mayor entre el ciudadano y el consumidor. En los discursos mediáticos –
tecnológicos se asocia el término consumidor a la persona que simplemente usa
las tecnologías con un carácter exclusivo de consumo cuantitativo32, y no como
ciudadano en el sentido de emplear esas herramientas con fines desarrolladores y
de servicio público.
La otra cara de la moneda ve a las TIC, sobre todo en las naciones del
“Sur”, como instrumentos mágicos con capacidad par resolver todos los
problemas, lo cual hace que la inversión en ellas compita con los recursos
disponibles para suplir otras necesidades prioritarias de la ciudadanía, como el
acceso a servicios sanitarios, educación de calidad, seguridad y empleo. Como
señala Ricardo Gómez et al. (2001: 133) refiriéndose a América Latina, las TIC
en el ámbito del desarrollo tienen que aplicarse con base en “la necesidad
fundamental de aprovechar y dar mayor envergadura a las actuales actividades,
experiencias y conocimientos de desarrollo locales, comunitarias y de la sociedad
civil”.

2.3.2 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación en


el contexto global
La globalización es un fenómeno complejo que, por una parte, ha traído
ventajas al promover las capacidades humanas en diferentes actividades y áreas
del conocimiento humano (avances científicos, estímulo al comercio y a la
inversión de capitales, etc.), pero lamentablemente sus beneficios siguen siendo
usufructuados por las minorías mundiales. Y, por otra, ha permitido el desarrollo
de modernos sistemas de comunicación que, aunque nos ayudan a estar cada vez
más interconectados, amenazan con uniformar las culturas con la imposición del
modelo consumista occidental.

32
En el sistema capitalista se suele usar la denominación consumidor para representar a la persona
con altos ingresos, madura, con un alto puesto en el mercado laboral que se conecta a internet con
el propósito de derrochar tiempo y dinero.
123

Las TIC tienen un papel protagónico en este proceso en la medida en que se


constituyen en el motor que interconecta económica, política, científica y
culturalmente a los hombres, regiones y naciones, creando complejas relaciones
de acercamiento y exclusión. Estas tecnologías también hacen posible que la
movilidad de las finanzas active el comercio sin límites en tiempo real,
ocasionando que los Estados tengan cada vez menos capacidad de maniobra y al
final sus políticas estén notoriamente influidas por lo que proponen los mercados
financieros.
Para Manuel Castells (2002: 91) las Tecnologías de la Información y la
Comunicación y las formas flexibles de organización y dirección están creando
una nueva economía, caracterizada por el progresivo incremento de la
productividad y la competencia global pero de una manera desigual entre las
regiones del planeta. La nueva economía, además, tiene nuevas reglas: es
impulsada por internet; la mano de obra empleada es altamente especializada,
flexible, adaptable, autoprogramable y capaz de innovar; y los mercados
financieros son el núcleo en la realización de valor. Con la nueva economía los
factores de producción se transforman: ya no son la tierra, el trabajo y el capital,
sino factores como el conocimiento, las competencias básicas y los clientes
(Casilda, 2003: 12).
La adquisición, creación y aplicación eficaz del conocimiento es la
herramienta fundamental para la inserción de la empresa en el ámbito
competitivo; las competencias básicas proporcionan capacidades para que las
organizaciones sean rápidas, flexibles y centradas en el cliente, cuyo
comportamiento –dicho sea de paso- ha cambiado de ser un consumidor poco
informado y pasivo a uno más crítico y con mayores posibilidades de elección.
Castells (2002) agrega que, desde una perspectiva social y acudiendo a los
problemas de marginación, pobreza y desempleo por los que están atravesando
tanto el “Norte” como el “Sur”, la desigualdad no es una tendencia ocasionada en
la globalización y en las TIC per se, sino en las condiciones institucionales en las
que se desarrollan esos fenómenos.

2.3.3 Tecnologías de la Información y la Comunicación y el


desarrollo
Los países del Tercer Mundo suelen pensar que la tecnología son
instrumentos a los que sólo pueden ser acceder y usufructuar las capas de la
sociedad con recursos económicos suficientes, pero no en que deberían ser de
utilidad para la mayoría de la gente. Desde la perspectiva del desarrollo humano
lo que se pretende es conciliar la práctica y la teoría, para que los adelantos
tecnológicos sirvan para disminuir la desigualdad y reducir la brecha digital, esto
124

es, la de una minoría que disfruta de sus beneficios y la de gran parte de la


población que resulta marginada. El que haya una reducción de esa distancia entre
los dos colectivos es el propósito que se persigue, aun a costa de que se siga
asociando a los avances tecnológicos como recompensa del progreso alcanzado
por los pueblos, y no como una inversión que se hace para combatir la pobreza y
dotar de mayores oportunidades a las personas. El Informe de Desarrollo Humano
del PNUD (2001: 1), consciente de ello, expresa la necesidad de invertir en
tecnologías para mejorar las condiciones de vida de todas las personas:
“Se suele pensar que la gente tiene acceso a las innovaciones tecnológicas
–medicamentos más eficientes, mejores transportes o conexiones
telefónicas o a la Internet- una vez que tienen mayores ingresos. Esto es
verdad: el crecimiento económico crea oportunidades para que se creen y
difundan útiles innovaciones. Pero también es posible invertir el curso de
ese proceso: las inversiones en tecnología, al igual que las inversiones en
educación, pueden dotar a las personas de mejores instrumentos, de modo
que sean más productivas y más prósperas. La tecnología es un
instrumento y no sólo un beneficio, del crecimiento y del desarrollo”.
Un sin fin de ejemplos se pueden extraer de las ventajas de la tecnología,
pero quizás la que engloba la esperanza del Tercer Mundo –y la que más crítica
suscita actualmente- está relacionada con la posibilidad de que con las nuevas
tecnologías esa parte del planeta logre un desarrollo más rápido, en tanto pueda
pasar rápidamente de la era industrial a la era digital. Al respecto se argumenta
que los costos en equipamiento electrónico y digital para generar dicho cambio
serían muy inferiores –y máximos sus rendimientos- que efectuar procesos de
industrialización.
Armand Mattelart (2003: 123) tiene sus reparos frente a esa afirmación,
dadas las circunstancias actuales del mercado, ya que las empresas
multinacionales sólo ven a las tecnologías como una ventaja competitiva, cuyas
producciones van orientadas a consumidores con altos niveles de ingresos, en
detrimento del beneficio social que ellas puedan representar para capas sociales de
bajos recursos económicos. Esta misma impresión es compartida por el PNUD
(2001: 3): “las tecnologías se crean en respuesta a las presiones del mercado y no
de las necesidades de los pobres, que tienen escaso poder de compra. Las
actividades de investigación y desarrollo, el personal y las finanzas están
concentradas en los países ricos, bajo la conducción de empresas transnacionales
y a la zaga de la demanda del mercado mundial, dominado por consumidores de
altos ingresos”.
No obstante esas críticas, parece haber coincidencia en que la inversión
tecnológica, específicamente en Tecnologías de la Información y la
Comunicación, permite el mejoramiento de las condiciones de vida del hombre y
125

de su comunidad en distintas facetas de la vida, siempre que estén a disposición y


al alcance de todos. Algunas ventajas de la inversión en TIC son:
 Participación e internet: la telefonía móvil celular y otras Tecnologías de la
Información y la Comunicación posibilitan una comunicación instantánea y
acceso a mayores volúmenes de información, así como a niveles más altos de
autonomía para que las personas puedan influir en las decisiones que afectan
sus vidas. Puede lograrse, no obstante, a pesar de los riesgos que entraña en lo
relativo a la pérdida de la intimidad y el tráfico electrónico de hombres,
mujeres y niños.
 Conocimiento: las Tecnologías de la Información y la Comunicación derriban
las barreras espaciales y temporales al ayudar a sus usuarios a acceder, con
bajos costos, a toda la información sobre un tema o área del conocimiento. Si
bien el reto estriba en que esa información se pueda depurar, de modo que
sirva para los más apropiados ideales del ser humano.
 Empleo y crecimiento económico: Las naciones, sobre todo las creadoras,
impulsan sus economías dentro y fuera de sus fronteras con la venta y
comercialización de esos productos, a través de empresas de
telecomunicaciones que generan empleos.
Todo ello apunta a que las TIC, si se les usa en el marco del desarrollo
humano, pueden tener la capacidad de desarrollar las capacidades de las personas
al:
 Eliminar los obstáculos que se oponen al conocimiento: si bien la educación
es indispensable para el estímulo a la actividad cognoscitiva, la información
generada por las TIC dota de contenido al conocimiento.
 Eliminar los obstáculos que se oponen a la participación: las TIC pueden
superar las barreras espacio temporales para que la gente emprenda acciones
colectivas en defensa de valores y derechos.
 Eliminar los obstáculos que se oponen al crecimiento económico: las TIC
permiten a los países en desarrollo aumentar las exportaciones, crear nuevas
fuentes de empleo y diversificar la economía.
En virtud de la trascendencia que pueden tener las Tecnologías de la
Información y la Comunicación, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la
Información (CMSI) hace un llamamiento a todo los dirigentes del planeta para
que adopten normativas adecuadas que permitan conectar todos los pueblos,
estableciendo puntos de acceso comunitario (Florensa, 2003: 10).
126

Si bien es cierto que este es un objetivo loable y su implementación


favorecería a todos los países, especialmente a los que están en vía de desarrollo,
no se debe perder de vista que las Tecnologías de la Información y la
Comunicación por sí solas no contribuyen al desarrollo, sino que se articulan en
planes macro para la consecución de un desarrollo humano y sostenible. Esta
advertencia es válida porque las TIC suelen verse como instrumentos mágicos con
capacidad par resolver todos los problemas, lo cual hace que la inversión en ellas
compita con los recursos disponibles en los países del “Sur” para suplir otras
necesidades prioritarias de la ciudadanía, como el acceso a servicios sanitarios,
educación de calidad, seguridad y empleo.
Como señala Ricardo Gómez y otros autores (2001, 133) refiriéndose a
América Latina, las TIC en el ámbito del desarrollo –y todos los medios
disponibles, agregamos nosotros- tienen que aplicarse con base en “la necesidad
fundamental de aprovechar y dar mayor envergadura a las actuales actividades,
experiencias y conocimientos de desarrollo locales, comunitarias y de la sociedad
civil”.
Según Dubois y Cortés (2005: 10), una propuesta para incorporar las
Tecnologías de la Información y la Comunicación en las estrategias de desarrollo,
desde el enfoque del desarrollo humano, es considerar el conocimiento como un
Bien Público Global (BPG) y, por consiguiente, plantear la política de expansión
de las TIC como un instrumento al servicio de ese objetivo.

2.3.4 Aplicaciones de las Tecnologías de la Información y la


Comunicación
Hoy las TIC aparecen en el horizonte como herramientas fundamentales
para solventar los problemas sociales, políticos e individuales. Es cierto que en
buena parte pueden contribuir, junto con otros medios masivos y alternativos, a
ofrecer salidas a múltiples dificultades, pero sus aplicaciones dependen
igualmente del cumplimiento de dos premisas33: la primera, son las necesidades y
el mejor modo de satisfacerlas, y no las tecnologías, las que deben determinar las
soluciones. La segunda, la propia heterogeneidad del mundo y de las
circunstancias fuerzan a la implementación de soluciones distintas. Y en ese caso,
es necesario que las comunidades locales estén involucradas activamente en el

33
Los autores agregan que cuando las TIC pueden contribuir a que un paciente del sector rural
pueda recibir el concepto de un médico especializado sobre sus síntomas, aunque el galeno se
encuentre a miles de kilómetros o cuando un inmigrante puede comunicarse con su familia o
parientes que se encuentran lejos, entre otros ejemplos, sí es oportuna su aplicación. La inversión
en las Tecnologías de la información y la comunicación adquiere sentido cuando ayudan a
satisfacer necesidades básicas y no cuando compiten con recursos limitados de las naciones en
desarrollo.
127

diseño de las intervenciones (Sánchez et al., 2003: 21). Así las cosas, las
principales aplicaciones que se pueden derivar de las TIC para el desarrollo son
las siguientes.

2.3.4.1 Las TIC para la salud


Las TIC, con una ventajosa relación entre el costo y la eficiencia, pueden
servir para mejorar la salud de la población, especialmente de la población
vulnerable, en apoyo para servicios diagnósticos y terapéuticos, coordinación de
emergencias y evacuaciones, acceso remoto a información médica, acceso a
bases de datos especializadas, capacitación a distancia, apoyo para la toma de
decisiones, gestión automatizada de datos clínicos y epidemiológicos, gestión de
recursos e integración de datos administrativos y clínicos. Entre las aplicaciones
de estas tecnologías a los sistemas de salud se destacan: consulta a distancia y
coordinación de emergencias médicas, epidemiología (recogida y análisis de
información epidemiológica, medición y distribución de resultados, comunicación
de protocolos de apoyo a la toma de decisiones sobre cuestiones de salud pública),
administración (para automatizar datos, gestionar recursos humanos y materiales,
etc.) e información sobre prevención para la población general.

2.3.4.2 Las TIC en la educación


Es cierto que las TIC tienen un enorme potencial para ampliar la cobertura y
mejorar la educación en el planeta, pero también es cierto que la educación a
distancia, y en su variante multimedia por internet, es cara. Igualmente, es preciso
recalcar que en los países en vías de desarrollo el sector educativo tiene grandes
carencias como profesores mal pagados y sin continuidad en su formación,
inexistencia de maestros en el sector rural, pocos libros y material didáctico en
general, instalaciones en ruinas, etc., lo que hace pensar que la inversión en
tecnologías de punta llegue a ser inoficiosa.
No obstante, cuando los costos disminuyan y las aplicaciones de las TIC 34
sirvan para dar respuesta a las necesidades básicas educativas, se podrían emplear
para: apoyo al personal docente, gestión y planificación (aumentar la eficiencia de
los sistemas educativos al facilitar y simplificar la gestión administrativa),
educación a distancia, educación no formal (a través de videos, cursos en CD
ROM o presentaciones audiovisuales) o actualización de profesionales.

34
Moisés López Colomer (2004) clasifica los sistemas en dos grupos, los unidireccionales, que no
permiten una interacción directa del alumno, y los bidireccionales que sí permiten esta
interactividad.
128

2.3.4.3 Las TIC como soporte de las actividades económicas


Las TIC abren nuevas posibilidades de participación y desarrollo del
mercado. ¿Cómo? Un campesino puede consultar los mejores precios que se
pagan por sus productos; un mecánico puede pedir por internet un repuesto para
agilizar el arreglo de una maquinaria y un empresario tiene la oportunidad de
acceder a consumidores de diferentes zonas geográficas. Esas situaciones pueden
ser reales pero no suficientes para crear un mejor entorno económico. También,
desde luego, se requiere que haya buenas carreteras, eficientes medios de
transporte y toda una serie de variables micro y macroeconómicas para poder
conquistar nuevos mercados.

2.3.4.4 Las TIC como herramientas para la participación


ciudadana
Las TIC ofrecen mayores volúmenes de información y facilitan la creación
de foros públicos de discusión e intercambio. Al romper las barreras espacio
temporales, también agilizan las prácticas comunicativas que redundan en nuevas
oportunidades de gestión social, control social horizontal y de participación
ciudadana, en pro de una mayor transparencia social. Sus ventajas se pueden
sintetizar en ser promotoras de la organización social y de denuncia (dar voz a las
reivindicaciones de las personas o grupos discriminados o estimular redes de
solidaridad que protestan contra discursos hegemónicos).

2.3.4.5 Las TIC en el fortalecimiento de la administración pública


o e-gobierno
Luis Guillermo Rivero (2003: 40) señala dos ámbitos en los que las TIC
pueden contribuir al fortalecimiento de la administración pública. En el ámbito
interno, a través de la mejora de la gestión administrativa (eficacia), de la gestión
del empleado público y de la eficiencia y economía presupuestaria. En el ámbito
externo, en la mejora de la atención al ciudadano y de las relaciones de éste con la
empresa, y en el fortalecimiento de la comunicación con otras administraciones
públicas.
Muchos de los experimentos del e-gobierno o democracia electrónica
guardan características comunes: son percibidos por los actores sociales para
revitalizar prácticas democráticas que han ido languideciendo; son asumidos
como una manera de reducir la burocracia; son de carácter local o regional aunque
en muchos casos ligados a políticas nacionales y se basan en infraestructuras
tecnológicas similares, pese a que pueden diferir en sus formas organizacionales
(Finquelievich, 2001: 72).
129

Si bien la aplicación de las TIC en este sector está en pleno auge, existen
reparos en cuanto a sus resultados porque, primero, varias dificultades. Una de
ellas es que a pesar del incremento del número de usuarios en el mundo, la
mayoría de las personas no posee internet. Otra dificultad estriba en la escasa
formación en los ciudadanos para fomentar la transparencia en la administración
pública. Además, el acudir a la democracia electrónica no implica que todos los
males de los gobiernos se eliminen puesto que otras variables como la corrupción
y la negligencia afectan decididamente. Esos males se reparan más con el influjo
de la política y de la legislación y no tanto con el de la técnica.

2.3.5 Comunicación y desarrollo en internet


La rápida extensión que ha tenido la red ha sido aprovechada para la
creación de páginas electrónicas y enlaces de interés que abordan el tema de la
comunicación y el desarrollo. Esos sitios ofrecen capacitación, asesoría y
evaluación de proyectos con miras a ser financiados por instituciones
gubernamentales, fundaciones y ONG, siempre que beneficien a la población
vulnerable de los países en vías de desarrollo.
En el portal La iniciativa de comunicación (2005) se recopilan los enlaces
más importantes que abordan las temáticas de la comunicación y del desarrollo,
desde una perspectiva amplia que incluye la educación, asesoría, capacitación,
suministro de materiales y asignación de ayudas económicas a proyectos sociales
viables y de gran impacto social. A continuación se reseñan las organizaciones
con páginas electrónicas en internet que cumplen con los propósitos antes
mencionados, con el respectivo resumen de sus actividades.
 www.bookaid.org/cms.cgi/site/index.htm: trabaja con otras instituciones de las
naciones del “Sur” a fin de brindar apoyo a tareas de alfabetización,
educación, formación y trabajos de edición, mediante la utilización de
materiales didácticos.
 http://dewey.uab.es/pmarques/dim: se constituye en un portal en el que las
personas pertenecientes al sector educativo intercambian ideas y proyectos,
que mejoran el proceso de enseñanza aprendizaje utilizando las ventajas de las
nuevas tecnologías.
 http://recursos.cnice.mec.es/media/: es un sitio creado por el Ministerio de
Educación y Ciencia de España, con el propósito de aportar materiales y
metodologías para el trabajo con los medios de comunicación en la escuela. El
temario comprende la radio, televisión, prensa, publicidad y cine y los
fundamentos teóricos y prácticos de estos medios de comunicación de masas.
130

 http://scn.org/ip/cds/mpfc/index.htm: contiene más de cien páginas de


materiales gratuitos de adiestramiento para facilitadores comunitarios. Está
dirigido especialmente a personas o cooperantes que trabajan en el terreno, las
cuales tienen la oportunidad de conocer metodologías, políticas, estrategias,
planes de estudio y material de planificación para comenzar o continuar
proyectos de fortalecimiento comunitario.
 http://www.educared.net/ProfesoresInnovadores/index.asp: es un portal en el
que se ofrecen alternativas para que los educadores mejoren el proceso de
enseñanza aprendizaje con la aplicación de ideas relacionadas con las nuevas
tecnologías.
También se encuentran sitios en la red donde se listan fundaciones que se
encargan de apoyar proyectos que busquen el mejoramiento de las condiciones de
vida de la población. Estos son:
 http://www.bernardvanleer.org/: respalda iniciativas dirigidas a la primera
infancia y concentra sus esfuerzos en crear mejores condiciones a los niños
con desventajas económicas y sociales.
 http://www.fundacionchandra.org/: aprovechas las oportunidades de las
nuevas tecnologías, principalmente internet, para aunar esfuerzos con
empresas, asociaciones, ciudadanos e instituciones, que permitan fortalecer a
las ONG que emprenden acciones cívicas y sociales en diferentes regiones.
 http://www.fordfound.org/global/map_flash.cfm: lucha por consolidar los
valores democráticos, reducir la pobreza y la injusticia y promover la
cooperación internacional.
 http://www.fes.de/fesespagnol.pdf: la fundación Friedrich Ebert tiene como
uno de sus objetivos la formación política y social y el acceso de jóvenes a la
educación superior y la investigación por medio de becas.
 http://www.fnpi.org: la fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano es una
institución que capacita a los periodistas del mundo para que encaren con
profesionalidad el trabajo en los medios de comunicación, de acuerdo con las
nuevas realidades políticas, económicas y sociales.
 http://schwabfound.org/: la fundación Schwab para el empresariado social
brinda apoyo al trabajo innovador social.
Así mismo, en Internet se hallan enlaces en los que se relacionan estrategias,
ideas y diversos tipos de ayuda a las comunidades que desean implementar
proyectos con el apoyo de los medios de comunicación. En los portales se pueden
131

encontrar, igualmente, contenidos que tratan sobre el perfeccionamiento del


quehacer en los mass media. Algunos de estos lugares en la red, son:
 http://www.wilac.net/: Wilac, Tecnologías Inalámbricas para el Desarrollo en
Latinoamérica y el Caribe, colabora con personas e instituciones de diversa
naturaleza que adelantan proyectos comunitarios de conectividad inalámbrica.
 http://www.miradas.eictv.co.cu/: es el portal de la Escuela Internacional de
Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, dedicado a temas
relacionados con el mundo audiovisual.
 http://www.culturadepaz.info/: proporciona material educativo que propende
por el activismo por la paz y la resolución de conflictos.
 http://www.obsmedia.amarc.org/site.php?lang=EN: es un sitio desarrollado
por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, AMARC, con el fin de
realizar un seguimiento en línea del progreso de los gobiernos al permitir el
funcionamiento de los medios comunitarios y facilitar el acceso de la sociedad
civil a la radiodifusión.
A continuación se listan los enlaces de entidades multilaterales dedicadas a
la promoción y ejecución de iniciativas de desarrollo.
 http://ybiz.org/yabt/internetwork/directories/esp/entrepreneur/entr_directory_
esp.asp: es un enlace en el que se compilan ideas, estrategias y planes de
jóvenes emprendedores, con el ánimo de fomentar alianzas y la ejecución de
proyectos en común.
 http://publications.worldbank.org/ecommerce/catalog/product?item_id=6316
25: centro de datos sobre el desarrollo y la economía mundial, donde se
publican estadísticas, indicadores de desarrollo y análisis del comportamiento
económico y social de dieciocho regiones del planeta.
 http://fao.org/sd/sdpub_es.htm: en este sitio se pone a disposición del público
en forma gratuita publicaciones sobre género, población, VIH/SIDA,
extensión, desarrollo rural, tenencia de tierras, medios de vida sostenibles,
comunicación para el desarrollo, educación, investigación y tecnología,
energía, geoinformación y política medioambiental.
 http://enredate.org/: este programa se encarga de estimular la participación
infantil y juvenil en el ámbito escolar.
 http://www.unesco.org.ec/redcom: Recursos de la Expresión y los Derechos
en Comunicación para América Latina, REDCom, es un sitio elaborado por la
UNESCO para promover la libertad de expresión y de prensa, los derechos
132

humanos y el fortalecimiento de la comunicación y la información en América


Latina.
En cuanto a enlaces regionales, se encuentran:
 http://fidamerica.cl/index.php: lucha por reducir la pobreza rural en América
Latina y el Caribe por medio de sistemas de gestión e información que eleven
la eficiencia y el impacto de iniciativas de desarrollo agrícola sostenible.
 http://funredes.org/espanol/index.php3: organismo que se encarga de difundir
las ventajas de las nuevas tecnologías, de manera que contribuyan al
cumplimiento de objetivos relacionados con el desarrollo e integración
regional.
 http://indes.iadb.org/que.asp: Instituto Interamericano para el Desarrollo
Social, pionero en la capacitación en el área de gerencia social.
 Algunas ONG’s que trabajan en el campo de la comunicación y el desarrollo
son:
 http://www.bantaba.ehu.es/bantaba/index_es: sitio elaborado por Hegoa,
institución vasca que promociona el desarrollo humano sostenible, dentro del
proyecto de la educación y sensibilización para el desarrollo.
 http://www.ciencytec.com/: es un portal dirigido a personas e instituciones que
comunican, divulgan o informan sobre ciencia y tecnología, en el que se les
ofrece información, recursos y contactos para su trabajo.
 http://www.gdnet.org/online_services/jorunals/gdn_journal_services/documen
t_delivery: es un servicio de envío de documentos diseñado para que el “Sur”
tenga acceso a investigaciones realizadas por la British Library of Develpment
Studies sobre cambio económico y social en los países desarrollados.
Finalmente, se indican otros enlaces de instituciones e iniciativas de
comunicación y desarrollo, como: www.amarc.org, perteneciente a la Asociación
Mundial de Radios Comunitarias; www.eurosur.org, del Foro Internacional para
la Democracia y la Cooperación encargado de suministrar información y
comunicación para el Tercer Mundo; www.emartv.com, sitio de la Asociación de
Emisoras Municipales de Andalucía que incluye el directorio de emisoras de
América Latina donde tiene proyectos de desarrollo; www.cecopal.org, del Centro
de Comunicación Popular y Asesoramiento Legal; www.redtercermundo.org.uy,
establece vínculos y coopera en desarrollo y medio ambiente; www.devmedia.org,
en el que se encuentran estrategias para el uso participativo y comunitario de los
medios de comunicación; y www.librecomunicación.org, perteneciente al grupo
autónomo de colectivos que trabajan en comunicación alternativa y popular.
133

2.4 La televisión comunitaria


Hemos destinado un acápite a la televisión comunitaria pues este sistema,
desde el enfoque participativo de la comunicación, puede, en la medida de sus
posibilidades y funciones, a ayudar en la promoción y fortalecimiento de un
desarrollo endógeno y sostenible. En aras de profundizar sobre la naturaleza y
filosofía de la televisión comunitaria, se exponen los siguientes temas:
 Lo estatal y lo comercial como gestores de la televisión comunitaria.
 La radio abre las puertas a la televisión comunitaria.
 El factor económico en el surgimiento de la televisión y el video comunitario.
 Fundamentos y naturaleza de la televisión comunitaria.
 Dificultades de la televisión comunitaria.

2.4.1 Lo estatal y lo comercial como gestores de la televisión


comunitaria35
La televisión comunitaria debe su origen a tres factores interrelacionados: el
estancamiento de la televisión estatal y el surgimiento de la televisión privada, el
avance tecnológico de los años 80 y 90 que permite bajar drásticamente los
precios de los equipos de producción audiovisual y la influencia de la radio
comunitaria. Sin embargo, en el fondo subyacen dos factores más para que este
tipo de experiencia mediática se reproduzca en todos los continentes: la
desigualdad social y las escasas o difíciles posibilidades para que los ciudadanos y
las comunidades hagan valer su derecho de opinar libremente y de construir su
propio desarrollo. En este primer epígrafe se va a describir el proceso que va
desde el estancamiento de la televisión estatal y la entrada en escena de la

35
Iñaki Zabaleta (2005: 25) señala la presencia de un debate teórico e ideológico alrededor de si la
información periodística es una obra periodística, un producto comercial o un bien de la esfera
pública. Y si en la recepción, la audiencia está compuesta por usuarios, consumidores o
ciudadanos. Para Zabaleta la información periodística es un bien de la esfera pública que sirve a la
sociedad y no sólo a la audiencia; que se elabora como una obra periodística, gracias a la
incidencia de una ética, técnica y teoría adecuadas; y que recibe el tratamiento de un producto
debido a que requiere un proceso productivo empresarial para su elaboración y difusión. En lo
relativo a la recepción, el autor se decanta por la definición de usuario y, en menor medida, por el
de ciudadano, pero no por el de consumidor. En ese debate subyacen criterios importantes para la
distinción entre la TV comercial, la TV estatal y la TV comunitaria. La información periodística en
la TV comunitaria, sigue el mismo esquema, pero se enfatiza que dicha información es un bien de
la esfera pública; que se elabora como una obra periodística con una ética, técnica y teoría
ajustada a la naturaleza de los medios comunitarios (contenidos educativos, culturales, promoción
de valores individuales y colectivos); y que se convierte en un producto por un proceso productivo
asociativo y cooperativo (comunidades organizadas) y cuya naturaleza es sin ánimo de lucro, es
decir, persigue más la rentabilidad social que la económica. En cuanto a la recepción, la
información periodística en la TV comunitaria se inclina por el término ciudadano, más que por el
de usuario y no por el de consumidor.
134

televisión privada, como antecedentes para la organización y funcionamiento de la


TV comunitaria.
En efecto, la televisión comenzó siendo de propiedad del Estado, el cual se
encargaba de su administración y financiamiento hasta entrada la década de los
80. Si bien hubo esfuerzos para que se transmitiera una programación educativa y
cultural que resaltase los valores nacionales, esa iniciativa no tuvo el efecto
esperado por dos razones, una conceptual o de programación y otra económica.
En términos conceptuales la televisión estatal fue en exceso centralista, pues
las imágenes y las voces que allí aparecían reflejaban los intereses y costumbres
de las capitales y las grandes ciudades, desdeñando así la rica cultura de la
periferia, de las pequeñas poblaciones y de sus gentes. Ese carácter centralista fue
el caldo de cultivo de nuevas necesidades de expresión, alimentadas por el
resentimiento que produce el ser marginado. La televisión estatal también se
constituyó en el altavoz de los planes gubernamentales, en el arma mediática de
dictaduras y gobernantes que emplearon el medio a su antojo para perpetuarse en
el poder a costa de la violación de los derechos humanos, como aconteció con
algunos regímenes militares en Latinoamérica y Europa.
En términos económicos, la televisión estatal, con algunas excepciones, ha
sido económicamente inviable debido a que desde su puesta en funcionamiento se
burocratizó, a tal punto que ha resultado extremadamente oneroso pagar con
nóminas y mantenimiento, y a que hoy, con la afluencia de los canales
comerciales, la torta publicitaria, de la que comen la mayoría de los sistemas, se
ha visto cada vez más reducida.
Alfonso Gumucio Dragón (2002) sintetiza las valoraciones antes expuestas
sobre la TV estatal de la siguiente forma: “La televisión estatal o pública, que ha
sobrevivido en casi todos los países a pesar de la eclosión de las redes
comerciales, continúa siendo el púlpito desde el que predican los gobiernos,
aunque algunos han tenido la visión suficiente como para abrir espacios a una
programación cultural y pública que intenta contrarrestar con producción nacional
la abundancia de enlatados de origen norteamericano. En los países
industrializados la televisión pública enfrenta problemas de supervivencia y
legitimidad, más aún en países dependientes donde el estado es demasiado débil y
la cultura no figura en la lista de prioridades”.
Para Zabaleta et al. (1998: 96) la televisión comunitaria guarda semejanza
con la estatal en que ambas tratan temas referentes a la esfera pública, pero la
comunitaria representa una esfera pública heterogénea, con múltiples actores, sin
hallar un grupo preponderante que defina lo que es racional en la opinión pública.
135

En cambio la TV estatal hace televisión estándar, con una opinión pública


idealizada, y representada como uniforme, homogénea y racional.
Por su parte, la televisión comercial nace en gran medida por los malos
manejos administrativos de la TV del Estado y por las presiones de los
conglomerados económicos que deseaban incursionar en el negocio de la
televisión. Estas presiones pujaron para que la televisión pública fuera vista como
aburrida, insostenible, poco plural y represora de la libertad de expresión, defectos
que sólo se podían eliminar con el trabajo ‘eficiente’ y ‘efectivo’ de propuestas
privadas. Fue así como los gobiernos impelidos por las circunstancias reseñadas
empiezan procesos de reestructuración en el ramo de las telecomunicaciones. En
la década de los 70 Europa impone un sistema mixto/privado de administrar
frecuencias de radio, y en los 80 y 90 el fenómeno se extiende a la televisión
(Chaparro, 2002: 70). Transcurridos los años se evidencia cómo el poder
económico ha echado raíces en la televisión.
En Europa se privatizaron los monopolios de las televisiones públicas y se
permitió la creación de monopolios privados, por ejemplo, Francia liquidó TF1,
Antenne 2 y FR3, y concedió licencias de funcionamiento a Canal Plus y otros
conglomerados que tienen influencia sobre el planeta. Italia, Inglaterra y
Alemania hicieron maniobras parecidas al autorizar la eclosión de la televisión
por cable, aunque también dejaron un pequeño porcentaje de la propiedad de los
canales que antes fueron del Estado. En América Latina la televisión estatal
convivió con la TV privada e, incluso, esta última adquirió visos transnacionales
al exportar parte de su programación a otras latitudes como lo hicieron Televisa
de México y la Red Globo del Brasil. En Bolivia, tras el resquebrajamiento del
sistema público, el Estado asignó frecuencias a grupos de inversionistas privados
que desarrollaron su trabajo televisivo sin ningún proyecto comunicativo,
solamente con el deseo de incursionar en un nuevo negocio a fin de especular
(Gumucio, 2002).
En Colombia, los dos canales privados nacionales36 fueron asignados en
1996 a Caracol (Cadena Radial Colombiana, que fuera del grupo Santo Domingo,
hoy pertenece mayoritariamente al grupo Prisa de España) y a RCN (Radio
Cadena Nacional, del grupo Ardila Lulle). Su programación actualmente está
dirigida al entretenimiento fundamentalmente, y son evidentes sus esfuerzos por
manipular la vida política del país pasando por alto los controles de la Comisión
Nacional de Televisión.

36
La Comisión Nacional de Televisión anunció recientemente que en el 2008 abrirá una licitación
pública para adjudicar la licencia de funcionamiento a un tercer canal privado de cobertura
nacional. La idea es que el nuevo canal esté al aire en el 2009 (CNTV, 2007).
136

Los empresarios colombianos vieron en la televisión privada no sólo una


excelente oportunidad para aumentar sus ingresos, sino también un arma política
de doble filo que, por un lado, servía de trampolín para sus propias aspiraciones
electorales y, por otro, en un efectivo medio de presión sobre los gobiernos,
legisladores y sistema judicial para que defiendan y protejan los intereses de las
iniciativas privadas.
Una minoría de ellos también intentó cautivar a la audiencia con programas
educativos y culturales, pero el surgimiento sin control de muchos canales fue
reduciendo la participación de las empresas en la torta comercial, lo que significó
la metamorfosis de una programación más social y cultural a otra ligada al
entretenimiento y al consumo, si bien con menos criterio social pero más barata y
lucrativa.
El aumento en la oferta de canales se mantiene dentro de la línea
estrictamente comercial, sin dar lugar a espacios que enfaticen en contenidos
educativos y culturales y en la difusión de valores individuales y colectivos. Los
nuevos canales así concebidos se suman a la corriente que profesa la uniformidad
y el pensamiento único promovido por el neoliberalismo. Es un enfoque que
procura conservar adormecida a gran parte de la población para que no sea
consciente de males mayores que aquejan a la comunidad, en tanto que
estigmatiza a las personas o grupos que apelan a la controversia y a la crítica del
statu quo imperante.
La televisión comercial sacrifica la credibilidad y el servicio público
expresado en la promoción de valores sociales, educativos y culturales por el
espectáculo, y considera a la audiencia como clientes potenciales para la
adquisición de productos que se atiborran en las pantallas. Así, pues, “se busca lo
fácil y lo trillado, el espectáculo, las noticias atractivas y se subvaloran o se
eliminan las que carecen de imagen. El sentido comercial es incompatible con el
servicio educativo que la sociedad requiere sobre todo en las etapas de mayor
desarrollo de la personalidad. La cuestión radica en cambiar el enfoque. No se
trata de conocer simplemente a la audiencia hasta por su nombre y apellidos, sino
de conocerla para establecer una participación, un intercambio, unos servicios que
ayuden a conocer mejor la realidad” (Cebrián, 2003: 16-17).
El servicio público implica la promoción y el fortalecimiento de valores
como la solidaridad, la honestidad, la convivencia pacífica, los cuales son
fundamentales para el desarrollo humano. Sin embargo, esos objetivos que
deberían ser perseguidos y cumplidos por las televisiones públicas, sólo hacen
parte de propuestas que quedan consignadas en el papel de los planes estratégicos
pero sin el menor atisbo de llevarse a la práctica.
137

En la transición de la televisión estatal a la privada han emergido dos


propuestas para conciliar los intereses educativos y culturales de la primera con
los intereses comerciales de la segunda. Una parte de la noción de fortalecer la
televisión pública mediante el recaudo de impuestos, que permitan la producción
de contenidos educativos y culturales. Y la otra pretende que las organizaciones
privadas de televisión incrementen la producción educativa y cultural por
exigencia del Estado.
En Colombia37, donde la legislación vigente reconoce cinco tipos de
televisión: la pública, privada, regional, local y comunitaria, el Estado conserva el
control sobre la infraestructura nacional de telecomunicaciones, considerada un
sector estratégico, y sugiere que la programación se oriente por criterios
educativos y culturales. En el Brasil, pese a tener la hegemonía de la Red Globo y
de otros canales privados, se cuenta con significativas experiencias en el campo
de la televisión educativa y cultural, principalmente en Sao Paulo y en Porto
Alegre.
En Argentina, México y Venezuela la desregulación de la televisión dio
paso a la iniciativa privada, trayendo como consecuencia la consolidación de los
monopolios privados, sin que de la mano se diera una mejora en la oferta y
calidad de contenidos para que fueran socialmente útiles.
En Chile se cuenta con otra experiencia positiva en materia de televisión
pública, gracias a que, como indica Gumucio (2002), la televisión privada se
autorizó en el año 1989, y a que la Televisión Nacional de Chile (TVN) dejó de
ser un instrumento del gobierno para convertirse en una red pública del Estado,
gobernada por un ente autónomo.
Actualmente, la TV pública en general emite casi en la clandestinidad y sin
una audiencia fiel y atenta, debido a que los programas carecen de calidad técnica
y de contenidos y a que el gusto de los teleespectadores ha sido corrompido por
una programación netamente comercial enfocada hacia el entretenimiento y la
espectacularidad.
La propuesta que busca que tanto la televisión comercial como la pública
tengan como prioridades la educación y la cultura en sus contenidos, requiere –
como se mencionó anteriormente- una legislación que obligue al sector público a

37
El modelo colombiano de TV se describirá más adelante (pág. 153). No obstante, vale anotar
que a pesar de que la legislación colombiana permite una participación amplia de modalidades de
televisión en el sistema abierto y cerrado, esos avances se pueden ver limitados por la firma del
Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia. El TLC estipula que
Colombia cede espacios para la llegada de producción gringa en detrimento de la producción
nacional. Un pormenorizado informe sobre las implicaciones del TLC en la industria cultural
colombiana fue realizado por Reina et al. (2005).
138

transmitir programación bajo esos cánones con el control de organismos


autónomos que no sufran la presión de los gobiernos de turno ni de los
conglomerados económicos.
No obstante, la sola insinuación de esa iniciativa ha sido rechazada por las
organizaciones privadas de televisión, las cuales aducen que viola sus derechos a
la libertad de empresa y de expresión. Ante esa posición Gumucio (2002) afirma
que, si los argumentos para oponerse a la televisión en poder del Estado son que
ésta restringe la libertad de expresión, impide el acceso de los televidentes a
medios plurales, es incapaz de sostenerse económicamente y, sobre todo, carece
de una programación entretenida, la situación actual demuestra que la cantidad de
canales que se oferta no significa en absoluto un mayor acceso de la gente o una
mayor diversidad de voces e imágenes. En síntesis, no se ha creado una televisión
de calidad como lo han prometido los operadores privados de televisión.
Ello es evidente en la clase de contenidos que transmiten las televisiones
privadas y en la forma de relacionarse con el público. Por una parte, el enfoque de
la parrilla de programación se orienta hacia el entretenimiento, la diversión, para
lo cual invierten recursos que les permitan ofertar telenovelas –como es el caso
más usual en Latinoamérica-, películas, música para jóvenes y programas
infantiles y religiosos, y comprar los derechos de los partidos de fútbol y de otras
competiciones importantes que llaman la atención de la audiencia. Esa insistencia
en el campo del entretenimiento se combina con la emisión las 24 horas de
telediarios o noticieros por donde se pasan las imágenes más espectaculares, sin
asomo de contextualización y análisis, y en las que los presentadores se
comportan como vedettes que atraen la atención de los televidentes.
Los programas de los canales comerciales están saturados de información
sobre el espectáculo, la vida de los famosos y sus excentricidades. Los noticieros
son uno de esos espacios cuyos segmentos están entregados a la farándula,
sección que normalmente aparece al final de los informativos y se caracteriza por
mezclar sin ningún pudor el arte, con los conflictos matrimoniales y
extramatrimoniales de artistas, políticos, empresarios y deportistas. El psicólogo
Daniel Goleman, señala en su reciente libro, Inteligencia social, cómo la sociedad
moderna, que glorifica a los semidioses de la fama y la vanidad, puede estar
promoviendo, sin precaverlo, tres enfermedades a las que él llama la “triada
oscura”, esto es, el maquiavelismo, el narcisismo y la psicopatía, las cuales están
íntimamente relacionadas con rasgos poco atractivos cómo el rencor, la
hipocresía, el egocentrismo, la agresividad y la insensibilidad (Goleman, 2006:
163-164). Cabe preguntarse, entonces, hasta qué punto los medios de
comunicación, en especial la televisión, están promoviendo inadvertidamente esos
139

bajos sentimientos en la audiencia, mediante la difusión de información que exalta


las excentricidades, odios y ‘pecados’ de los famosos.
Con las empresas de cable sucede algo semejante: la gran cantidad de
canales que se ofrecen por el sistema no es sinónimo de mayor participación de la
audiencia ni de mejores programas. Entre más opciones tiene la gente para elegir,
menos son las posibilidades de hallar contenidos diferentes, esa parece ser la
moraleja que el televidente extrae al saltar de un canal a otro en el sistema de TV
por cable: “con variantes poco significativas, las empresas de cable ofrecen
paquetes de 60 a 80 canales que son pavorosamente parecidos los unos a los otros.
Un ejercicio de “zapping” –cambiar rápidamente de un canal al siguiente- suele
confirmar que hay muy poco que ver en semejante oferta de canales, a menos que
los niveles de exigencia personal sean muy bajos. Está por demás añadir que la
mayor parte de la población de nuestros países no puede permitirse el lujo de
invertir 30 a 50 dólares mensuales por el servicio de cable” (Gumucio, 2002).
La saturación de canales con temas superficiales y triviales han terminado
por condenar al teleespectador a un papel pasivo frente a lo que pasa en su
entorno. La gratificación que él recibe consiste en dedicar horas y horas de su
tiempo al entretenimiento para alejarse de los conflictos diarios, a costa de
convertirse en un ser humano sin capacidad de reflexión.
Por otra parte, la relación que establecen los canales privados con la
audiencia también consiste en conocer sus hábitos de consumo para bombardearla
con contenidos que aumentan el impulso de comprar cosas aunque a veces no se
necesiten. De hecho, los encargados del marketing y de la publicidad de las
empresas televisivas se esmeran por incentivar en el público una supuesta
participación del televidente mediante llamadas telefónicas, correos electrónicos 38
o mensajes de texto desde móviles, que sólo se limitan a guiarlo subliminalmente
hacia el interés que tiene el anunciante o el medio de comunicación.
Mariano Cebrián (2003: 122), por su parte, resume en siete criterios la
forma como se desarrolla la televisión comercial, concretamente su programación
generalista. Estos criterios involucran tanto el ámbito conceptual y de contenidos
televisivos como su producción técnica:

38 Para ello las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en especial internet y la radio y


televisión digitales, emplean la interactividad para que el televidente asuma un papel
(supuestamente) activo en los contenidos de los programas e incluso en los productos que le son
ofertados (Lara, 2005: 4). El envío de los sms, dicho sea de paso, le conviene a los productores de
televisión puesto que parte del valor del mensaje es transferido al canal o a la productora por parte
de la empresa de telefonía móvil, con lo cual se asegura otra fuente de financiamiento de los
programas diferente de los anuncios.
140

 Popularización de los contenidos de entretenimiento como gancho de


audiencia en detrimento de otros que ayuden a comprender mejor el entorno
de cada ciudadano. Junto al crecimiento de lo espectacular y de la distracción
hay una disminución de los hechos de la vida política, económica, social y
cultural. La televisión tiende a ser instrumento de entretenimiento en lugar de
conocimiento de la realidad.
 Degeneración en la exaltación de determinados personajes de la vida del
famoseo. La televisión engendra estrellas caracterizadas por el escándalo
público o por vicisitudes diferentes a la laboral.
 Enorme debilitamiento de la información como forma de conocimiento de la
realidad. La información pierde fuerza como interpretación rigurosa y
contrastada e incurre en la exaltación espectacular de los hechos y de los
tratamientos narrativos.
 Subversión de los valores de la realidad y de los intereses y preocupaciones de
los ciudadanos. La televisión, y los medios de comunicación en general,
construyen la realidad pública según lo que ellos consideran que son los
intereses de los ciudadanos, pero no los problemas reales de éstos.
 Los contenidos informativos se reducen en el tiempo.
 Los tratamientos desarrollan formas espectaculares y llamativas de la atención
del espectador tanto en el enfoque de planos como en el relato global de los
hechos. Se busca la involucración del espectador mediante detalles anodinos
pero provocativos. Todo el enfoque está en función del espectáculo.
 Se aceleran los ritmos expositivos. Los planos cada vez aguantan menos
tiempo, se modifican sin justificación alguna los ángulos o puntos de vista, se
construyen relatos no tanto por su secuencialidad cuanto por un montaje de
impacto impresionista al estilo de los relatos publicitarios.

2.4.2 La radio abre las puertas a la televisión comunitaria


No es exagerado señalar que los orígenes de la televisión comunitaria, su
filosofía y desarrollo se deben en parte al trabajo realizado por la radio
comunitaria en los países en vías del desarrollo. Radio Sutatenza en Colombia
(1947) y Radios Libres en Bolivia (1944), para citar sólo dos casos, son
antecedentes sustanciales para pensar que los medios de comunicación se
convierten en herramientas importantes para promover el desarrollo desde los
pensamientos, inquietudes y necesidades de la gente.
La radio hizo posible que las grandes mayorías pudieran hablar, justamente
porque la concepción dialógica del medio era esa. La independencia informativa,
141

a favor de los pobres, fue de alguna forma un enlace con la democracia, señala
Rosa María Alfaro (2000). Agrega que “la radio fue el medio que mejor permitió
explorar esta perspectiva. Experiencia que además comprometió a todo el
continente, no sólo usando radios pequeñas de corto alcance sino otras de gran
potencia. Se coincidió desde la práctica con la imagen de las mil voces que
propuso el Informe Mac Bride como Nuevo Orden Internacional de las
Comunicaciones”. La radio fue la que revaloró el concepto de lo comunitario al
poner a la comunicación como el órgano vital que recogía los diagnósticos e
iniciativas de la gente para conocer su propia realidad y darle estímulo a las
acciones para que provocaran cambios profundos en aspectos económicos,
políticos y sociales.
La televisión comunitaria se nutrió del experimento de la radio comunitaria
a tal punto que hoy los fundamentos de este tipo de televisión son prácticamente
calcados de lo que representó y representa la radio para cimentar las bases del
progreso de las gentes, cuando se utiliza con carácter participativo,
autogestionario, liberador, activista y como motor de las transformaciones
sociales. Bajo esa premisa “la experiencia de la radio comunitaria debe ser la que
inspire el desarrollo de la televisión comunitaria, pues no se puede negar ni
olvidar medio siglo de experiencias que, particularmente en América Latina, han
demostrado que la radio comunitaria es un instrumento de la identidad cultural, de
la organización comunitaria y del desarrollo” (Gumucio, 2002).
En el libro Haciendo olas, historias de comunicación participativa para el
cambio social (2001), presentado a la Fundación Rockefeller y dirigido por
Alfonso Gumucio, se reseñan las experiencias más significativas de medios de
comunicación que han tributado para el desarrollo de los pueblos. En el informe
se cita la labor del teatro, la televisión, el video y los telecentros, pero con especial
énfasis la de la radio comunitaria como gestora de procesos encaminados al
progreso y bienestar de la población vulnerable.
Hace 50 años la radio se constituyó en la pionera del concepto moderno de
desarrollo estimulado por un medio de comunicación, debido a sus facilidades
técnicas y baja inversión, así como a la familiaridad y complicidad que tiene con
el oyente. La televisión comunitaria, si bien está llegando a ser mucho más íntima
y personal para el público, tiene en su contra el tener que mantenerse con unos
costos de inversión mucho más altos de los que le supone a la radio. Y Aunque las
radios comunitarias se han extendido por regiones diversas y cuenta con
experiencias positivas en Colombia, país cuyo servicio comunitario de
142

radiodifusión sonora es modelo en el mundo, gracias a que su legislación39 facilita


el acceso de este servicio a toda la ciudadanía incluyendo a las minorías étnicas
(indígenas y afrocolombianos), en otras naciones tienen dificultades legales y
económicas para su normal funcionamiento.

2.4.3 El factor económico en el surgimiento de las televisiones


y videos comunitarios
El surgimiento de la televisión y el video comunitario tiene origen en la
reducción de los costos de los equipos en EE.UU., que se emplean para la
producción audiovisual. Ese es el caso de la televisión comunitaria, cuyo
nacimiento se remonta a los años 80 cuando se produce en Estados Unidos el
suficiente desarrollo tecnológico para permitir un descenso drástico en los precios
de los equipos de producción y transmisión. De esta forma, en Norteamérica y
desde allí a todo el mundo, comienzan a aparecer las modernas antenas
parabólicas con capacidad para transmitir gran cantidad de canales originados en
diferentes países. En América Latina el boom de las antenas parabólicas estimuló
el negocio de las telecomunicaciones, al tiempo que se fueron creando las
condiciones para que emergieran las primeras producciones de televisión propias,
gracias también a la disminución de los costos de las videograbadoras y equipos
de edición.
La proliferación del video independiente o comunitario también fue
provocada por los adelantos tecnológicos, ya que posibilitaron la existencia en un
solo artefacto de la cámara de video y la grabadora a un precio asequible. Las
cámaras se hicieron más livianas y fáciles de trasladar, además de que sus
componentes electrónicos mejoraron junto con la calidad de la imagen.
Las primeras experiencias estuvieron dirigidas a la producción de videos
familiares. Los sindicatos, los grupos de mujeres y jóvenes, las comunidades
indígenas y otros sectores se ‘armaron’ de cámaras de video para documentar su
realidad, tanto en los países industrializados como en los dependientes. El
activismo comunicacional del video ayudó a crear conciencia sobre la libertad de
expresión y de organización, así como a adelantar y sostener proyectos de
desarrollo.
Algunas producciones de relevancia utilizando video son la TV de los
Trabajadores, TV Viva en la ciudad de Recife, o TV Maxambomba en Río de
Janeiro en Brasil, y la TV Serrana de Cuba cuyo grupo gestor produce y difunde

39
La legislación sobre la reglamentación del servicio comunitario de radiodifusión sonora, las
condiciones de la prestación de este servicio así como el otorgamiento de concesiones, está
contemplada en los Decretos 1445, 1446 y 1447 de 1995 y en el Decreto 1981 de 2003 (Ministerio
de Comunicaciones de Colombia, 2006).
143

sus documentales y video cartas en una zona rural olvidada por los medios de
comunicación estatales de Cuba; el Grupo de Video Comunicarte de Guatemala,
cuyas imágenes denunciaron los atropellos del ejército; Video Sewa en la India
para el fortalecimiento de la organización comunitaria y la participación de la
mujer, Video Kaya en Brasil que centró su trabajo en la identidad cultura y la
lucha por los derechos sobre la tierra y Video y Sueños Comunitarios en Egipto
promotor de la salud reproductiva.
Vale anotar que entre la TV y el video comunitario aparecen diferencias
atribuidas al contexto en el que son empleados los dos sistemas. El video tiene un
carácter informal y libertario, es decir, su producción no obedece a las lógicas
organizacionales, sin embargo, en algún momento pueden nutrir la programación
de la televisión en poder de la comunidad; en cambio la televisión comunitaria sí
necesita una base organizacional que se traduce en poseer una infraestructura de
producción y transmisión y de nuevas reglas de juego, como responder a un
horario, a un calendario, a una estructura administrativa que impone tiempos,
ritmos y contenidos.
Gumucio (2002) concluye que la televisión comunitaria posee otras reglas
de juego como producir un mínimo de horas diarias o semanales y estar al aire
todos los días para darle continuidad a su programación. Además, en el aspecto
logístico debe tener en cuenta más y mejores equipos de producción, capaces de
soportar el uso diario e intenso; más personal técnico especializado y
administrativo; vinculación orgánica con las organizaciones comunitarias, con los
dirigentes locales, y con otros factores de poder local; y planes anuales, metas de
producción y difusión.

2.4.4 Fundamentos y naturaleza de la televisión comunitaria


Tradicionalmente se han denominado a los medios de comunicación
participativos y democráticos como libres, populares, asociativos y alternativos,
pero hoy el término “comunitario” es el que ha terminado por acoger al resto,
puesto que resalta la idea de comunidad y destaca el valor democrático de poner
algo en común.
Manuel Chaparro (2002: 66), ubica a estos medios en el tercer sector, y
advierte que poseer la característica de alternativos no se les debe estigmatizar
catalogándolos como marginales. El autor también señala dos vertientes de los
medios de comunicación audiovisuales, cada una con sensibilidades opuestas pero
complementarias en las sociedades democráticas. La primera está referida a los
medios audiovisuales promovidos por la gran industria audiovisual pública y
privada y, la segunda, la perteneciente a los medios del tercer sector, los cuales
son gestionados por organizaciones civiles sin ánimo de lucro con el propósito de
144

democratizar el espacio radioeléctrico, la información que circula por él, y


estimular la diversidad en el discurso (Chaparro, 2002: 26).
En la primera vertiente localiza a los medios audiovisuales de tipo
comercial, enmarcados en el modelo persuasivo, los cuales siguen la línea de
fomentar el consumo y la actitud apática y pasiva del televidente frente a su
propia realidad, pues le apuestan a la hegemonía de un discurso único. Mientras
que en la segunda vertiente ubica a la televisión comunitaria, ya que en ella se
incorpora la relación dialógica, esto es, un intercambio real, efectivo y equitativo
entre los que intervienen en el proceso de la comunicación: el emisor y el
receptor.
Para Alfonso Gumucio (2000: 1) la televisión comunitaria surge como
respuesta al vacío de comunicación creado por los medios de comunicación
tradicionales que no tienen en cuenta las voces locales, y su objetivo no es
imponerse a gran escala ni desatar una lucha sin cuartel por las audiencias, sino
rescatar el pálpito de la comunidad, el pulso de la vida cotidiana. Agrega que la
relación dialógica es un elemento sustancial de la televisión comunitaria, sin
embargo, existen otros factores que moldean sus fundamentos y naturaleza, como
son:
 La participación comunitaria: la televisión comunitaria no debe nacer de un
interés comercial o político, sino de una necesidad sentida de la comunidad.
El medio, por tanto, no le viene impuesto al colectivo sino que éste es su
artífice en todo el proceso de gestación, instalación y gestión del medio de
comunicación. Sólo de esa forma se estaría hablando de “apropiación" de la
televisión comunitaria por parte del grupo al que va dirigido y al que debe su
naturaleza: la comunidad. Si las personas son las que sacan adelante este
medio alternativo están garantizando, en un gran porcentaje, su sostenibilidad
y perdurabilidad. Este tipo de televisión tiene valor real en la medida en que
tiene la facultad de integrar y ser portavoz de las inquietudes comunitarias y
facilitadora de procesos para que la gente luche por obtener mejores niveles de
bienestar, como superar la pobreza, la marginación política y el dominio
cultural. Por tanto, quienes aparecen en la pantalla son todas las personas y no
siempre los políticos, grandes empresarios y líderes sociales.
 Contenidos locales: lo que realmente diferencia a una televisión comunitaria
de una televisión comercial es la emisión de contenidos locales, y el desarrollo
de un lenguaje propio, es decir, una forma particular de ver y contar los
hechos distinta de la que se hace desde el periodismo estándar de la televisión
comercial. Por eso el periodista comunitario establece una relación
comprometida con la comunidad, difícil de lograr por el comunicador de una
145

cadena comercial. Si la televisión comunitaria llena su parrilla de


programación de películas, deportes y farándula internacional, no está
cumpliendo la labor educativa y cultural que se espera de ella. Sus contenidos
deben más bien enfocarse hacia temas de salud, educación, la recuperación de
la memoria histórica de los pueblos, democracia y ciudadanía (derechos y
deberes ciudadanos), convivencia pacífica, medio ambiente, civismo y
organización social, sin dejar de un lado los aspectos lúdicos representados en
las fiestas, música local, etc. Estos tópicos deben ser tratados con amenidad y
contando con la participación de la gente. Luego, a medida que el medio vaya
adquiriendo su propio lenguaje y técnica, y el periodismo que realice se
especialice en comunicación y desarrollo, se puede ir evolucionando hacia
formatos de mayor complejidad como documentales o espacios de ficción.
 Tecnología apropiada: algunas organizaciones audiovisuales comunitarias
suelen subdimensionar o sobredimensionar los aspectos tecnológicos a la hora
de comenzar la producción propia. Los subdimensionan cuando adquieren
equipos de grabación y edición de televisión frágiles, que no aguantan el uso
diario y sostenido. Y los sobredimensionan cuando compran artilugios
demasiado sofisticados, caros y difíciles de cambiar cuando cumplen su vida
útil. Lo ideal es que a la hora de decidir la compra se analice la relación costo
beneficio o que se vayan adquiriendo artefactos fáciles de manejar y
resistentes y se vayan gestionando otros de mejor tecnología a medida que se
logra mayor pericia en el manejo y se mejoran las finanzas de la organización
comunitaria.
 Pertinencia cultural y lengua: esta televisión tiene el compromiso de elaborar
una propuesta estético-televisiva y cultural propia, que sea del agrado de una
audiencia crítica que defienda su televisión y aporte para su mejoramiento. El
centro del asunto estriba en destacar la cultura local, sin que ello implique no
mostrar las otras. Pero la esencia de su programación debe transmitir los
valores y contradicciones del ser de determinado sitio o pertenecer a una
cultura, situación que se debe reflejar en las presentaciones, el decorado, la
expresión, sin caer en la populachería. No es sólo dar a conocer los valores
culturales, sino adquirir la obligación de promover y lograr el desarrollo, el
progreso humano de sus gentes, despertando en ellas las viejas solidaridades
comunitarias como lo afirma Martín Barbero (1987).
 Convergencia: con la eliminación de las fronteras físicas gracias a los avances
tecnológicos, resultaría ilógico que la televisión comunitaria permaneciese
aislada, sin la posibilidad de mostrar sus logros y adelantos al mundo. Para
trascender hoy más que nunca es necesario que esta televisión negocie con
otras experiencias similares y establezca alianzas con diversas instituciones
146

que le aporten a su desarrollo, sin perder su naturaleza participativa y


comunitaria. Internet es un buen medio para alcanzarlo, bien sea como un
servicio adicional de tipo social que se presta a los colectivos o como una
herramienta que permita dar a conocer la programación y filosofía de la
organización audivisual comunitaria y crear redes de apoyo con otras
entidades (Gumucio, 2002).
En síntesis, la televisión comunitaria apunta a despertar la inteligencia del
público, no a adormecerla. Y por el hecho de no perseguir la rentabilidad a
ultranza, tiene la misión de innovar, crear otros géneros diferentes de la televisión
comercial, y ser aceptada popularmente como una televisión de calidad. Sobra
decir que debe ser ampliamente democrática e incentivar la postura crítica,
participativa y propositiva de la audiencia y emplear, cuando sea el caso, formatos
didácticos, pedagógicos y educativos para formar a la comunidad en temas que
son de interés general. La televisión comunitaria debe suministrar información útil
que ayude a resolver problemas prácticos del día a día. Su interés no debe
aumentar la audiencia a costa de lo que sea, como lo hacen las empresas
audiovisuales privadas y comerciales cuando programan contenidos que violan la
intimidad de las personas o explotan el morbo y la sensibilidad colectiva con
imágenes violentas y descontextualizadas.
Gumucio (2007: 206 y 207) señala que los medios alternativos son de gran
importancia para la defensa de los valores humanos y la diversidad de culturas,
idiomas, y creencias. Agrega que éstos tienen que pensar localmente para
consolidar la identidad cultural y reflejar las necesidades de la comunidad, para
hacer frente a la homogenización cultural que promueve la globalización.
Finalmente, sostiene que los medios comunitarios tienen algo en común que debe
ser preservado y desarrollado: la participación y el diálogo. Si existe, puntualiza,
una línea que separa los medios comerciales globalizados de los medios
comunitarios, es precisamente que estos últimos fomentan ampliamente la
participación en sus diferentes formas, y el diálogo para construir alianzas y
coaliciones.

2.4.5 Dificultades de la televisión comunitaria


Una de las dificultades más importantes por la que atraviesan los gestores de
la televisión comunitaria está en sus propios pensamientos, concretamente en
pensar que la comunidad, la gente del común no tiene criterio para el manejo de
los medios de comunicación. Este es un obstáculo que sólo se supera
empoderando a las personas y acompañándolas en ese proceso, bajo los criterios
de organización y participación comunitaria, además del apoyo que pueden
brindar otras instituciones gubernamentales, privadas o no gubernamentales.
147

Entidades de esa naturaleza pueden mejorar el trabajo de las personas que


laboran en la televisión comunitaria mediante procesos de capacitación orientados
a la creación de un modelo periodístico, institucional y de producción de
contenidos orientado la promoción del desarrollo humano. Esta iniciativa debe
contemplar mecanismos que fortalezcan el trabajo comunitario en ambientes
normalmente conflictivos como los que discurren en países en vías de desarrollo,
para que se faciliten la crítica, la participación, los consensos y la toma de
decisiones.
En ese sentido, Miguel Ángel López-Hernández (1997: 4) señala que la TV
comunitaria debe ser un medio de pertenencia colectiva, de patrimonio cultural en
comunidad con todos, y para construirlo se requiere un plan de acercamiento e
intercambios entre todos y cada uno de los sectores que conforman la comunidad.
Con ello se pretende que la fuerza colectiva halle vías de salida y proyección a su
propia creatividad.
Otra dificultad por la que afrontan estriba en la presión que ejercen las
empresas audiovisuales privadas sobre los gobiernos para que no se reconozcan,
reglamenten y promuevan los medios comunitarios. Es una estrategia que se usa
básicamente para evitar que los medios comunitarios progresivamente vayan
ampliando su participación en los índices de audiencia y vayan despertando en el
público la conciencia crítica y propositiva, frente a los temas que los aquejan
diariamente y sobre los que se ejerce cierto veto por cuenta de gobiernos y
conglomerados económicos.
Por tanto, para Gumucio (2006), los medios apropiados por las comunidades
tienen como reto lograr la sostenibilidad económica, institucional y social.
La sostenibilidad económica es el talón de Aquiles de muchas propuestas
comunitarias pues la mayoría no cuenta con los suficientes ingresos perdurables
en el tiempo que hagan posible el funcionamiento continuo del medio de
comunicación. Algunas lo hacen a través de aportes externos pero una vez se
agotan, la iniciativa decae y desaparece. De ahí la importancia de buscar fuentes
de financiación que no sacrifiquen el espíritu independiente de la televisión
comunitaria. En este sentido ha habido propuestas que van desde la financiación
por medio del recaudo de impuestos como sucede en Inglaterra y de la recepción
de recursos provenientes de la cooperación al desarrollo, hasta los aportes de la
comunidad, la contratación de la publicidad y la utilización del voluntariado. Son
alternativas que si no se conciertan con los fundamentos y naturaleza del ser un
medio comunitario, pueden truncar la perspectiva esencial de mejorar las
condiciones de vida de la gente, estimular su participación y el desarrollo de la
comunidad.
148

La sostenibilidad institucional se refiere a la consolidación de un marco que


facilite los procesos participativos. Por un lado, se requiere un marco legal que
regule y establezca políticas nacionales tendentes a garantizar la existencia y
avance de las organizaciones audiovisuales comunitarias. Por otro, no se puede
obviar que para el desarrollo de una iniciativa mediática de esta naturaleza se
necesita generar todo un sistema organizativo, que estipule procedimientos,
relaciones humanas y laborales, democracia interna y mecanismos de decisión y
transparencia de la gestión de la TV comunitaria.
La sostenibilidad social es igualmente importante. Puesto que si la
propuesta audiovisual no está ligada a la participación de los actores sociales, con
el respaldo de la audiencia en términos no sólo de cantidad sino primordialmente
de calidad del compromiso, ésta se condenará al fracaso y hará parte de una
frustración más de las comunidades menos favorecidas.

2.5 Modelos de televisión comunitaria


En la literatura sobre medios comunitarios son abundantes las referencias a
los modelos de la radio comunitaria y no tanto de los de la televisión comunitaria
debido a que estos últimos fueron creados hace pocas décadas y tienen más
dificultades económicas y legales para funcionar. En este acápite, no obstante, se
describirán básicamente los modelos de televisión comunitaria existentes en
algunos países -pues la creación de un modelo de ese medio es el fundamento de
esta tesis doctoral-, y las experiencias positivas que se desarrollan en otras
naciones, aunque no cuenten con un marco legal institucional que las avale.

2.5.1 El modelo norteamericano de televisión comunitaria


La aparición y desarrollo de la televisión comunitaria se debe a los
movimientos cívicos que nacieron en Estados Unidos y Canadá, para pedir la
democratización de los medios de comunicación. La diferencia entre ambos países
radica en que las experiencias en medios comunitarios en Canadá tienden con más
ímpetu a revalorar y proyectar la identidad cultural de los grupos originarios del
territorio, mientras que en Estados Unidos buscan manifestarse a favor de la libre
expresión.
La televisión de acceso público tuvo su origen a finales de los años 60 y
comienzos de los 70 en Estados Unidos y Canadá, mediante el soporte de la
televisión por cable, distinto de la Public Broadcasting Service, PBS. La idea de
los movimientos sociales que propugnaban por mayor acceso a esta televisión,
consistía en lograr la reserva de canales de televisión por cable para usos no
comerciales, y su raíz estuvo en elementos como (1) la alta tecnología de la
149

comunicación de masas (cámaras y magnetófonos portátiles); (2) la comunicación


oral tradicional; y (3) la extensión de los sistemas de cable en las ciudades.

2.5.1.1 El modelo estadounidense


El pionero de la TV de comunidad en EE.UU. fue George Stoney, cineasta y
documentalista, quien en 1971 creó el The Alternate Media Center en New York,
con el propósito de incentivar la participación de la gente del común en la
producción de TV, en especial en la televisión por cable. La televisión por cable,
luego de librar una lucha de intereses con la TV pública estatal en el periodo
1968-1972, puso en marcha y financió el primer canal de acceso público,
denominado Daly City (Virginia), que sólo duró dos años.
Los colectivos de video radical en los años 60 y principios de los 70
también ayudaron a impulsar la TV comunitaria. Estos colectivos surgidos de la
sociedad y fuera de la industria del cable y de las instituciones establecidas, se
manifestaron a favor de la libre expresión, los derechos civiles y la lucha
antibélica.
Con la experiencia del Daly City, una comisión de expertos de New York
concedió a dos operadores de cable, Sterling Information Services y Telepromter
Corporation, las franquicias de Manhattan a cambio de que entregaran dos
canales a los ciudadanos. Eso hicieron los operadores, además de reservar otros
dos para el uso educativo e institucional de la ciudad de New York. Desde este
momento el enfoque comunitario se fortaleció, pero luego fue necesario dotarlo de
buenos programas y contenidos. Para ello se crearon cinco centros de formación y
producción, uno de los cuales fue el Open Channel de Theadora Sklover,
financiado por la fundación Markle.
En 1970, la fundación Alfred Sloan creó una comisión para estudiar el
porvenir de la TV por cable en Estados Unidos y sus relaciones con los canales de
acceso público. Esta comisión sugirió que cada sistema de cable debía de tener al
menos dos canales de acceso público para servir de “voz a la comunidad”, y dio
pie para que en 1972 la FCC aprobara un decreto donde se autorizaban muchas
otras recomendaciones como la de que todos los operadores de cable de los 100
mercados más importantes estuvieran obligados a reservar tres canales de acceso,
no comerciales, a contenidos educativos, de origen gubernamental/municipal, y un
tercero de naturaleza pública para el uso gratuito y sin límite de tiempo de la
comunidad (Zabaleta et al., 1998: 102).
En 1976 se creó la Nacional Federation of Local Cable (NFLCP),
organismo coordinador del movimiento por la televisión de comunidad por cable.
A partir de 1992 ese organismo pasa a llamarse Alliance for Community Media
150

(ACM). A principios y mediados de la década de los años 70 se había vivido una


perfecta comunión entre las empresas de cable y los movimientos sociales, pero a
finales de esa época las cosas comienzan a cambiar cuando una sentencia judicial
dictamina que la FCC no tenía autoridad estatutaria para exigir a los operadores
de cable, concretamente a la Midwest Video Corporation, los canales de acceso
público. Las organizaciones de la industria del cable, reunidas en el Nacional
Cable Television Association (NCTA), siguieron presionando para que se
aprobara una ley que no obligara a estas empresas a ceder sus canales para la TV
de acceso público. La iniciativa fue rechazada por el Congreso.
En los años 80, durante el gobierno de Ronald Reagan, se produce la
desregulación del sector con la Ley de 1984 sobre la televisión por cable, que
daba casi plena libertad a estas empresas para determinar si daban o no canales de
acceso público. Algunas cerraron las puertas a las iniciativas de la gente del
común y otras mantuvieron sus puertas abiertas a la producción televisiva de la
comunidad, gracias a la presión social.
Hubo un programa que se caracterizó por criticar el orden político imperante
en Estados Unidos, mediante un lenguaje informal, no tecnocrático. Fue el espacio
llamado Paper Tigre TV, iniciado en 1981 y dirigido por un grupo de New York
en cabeza de los productores independientes DeeDee Halleck y Leza Bear. Tras el
éxito alcanzado, el grupo de New York puso en funcionamiento otra experiencia
del mismo corte social y democrático. Se trató del proyecto Deep Dish TV, la
primera cadena nacional de acceso público por satélite fundada 1986, que
transmitía programación a los canales de acceso público de todos los sistemas de
cable de los Estados Unidos que lo quisieran.
El tercer proyecto del mismo colectivo fue el Gula Crisis TV Project, en el
que se analizaban las causas y consecuencia de la Guerra del Golfo Pérsico desde
el punto de vista doméstico (al interior de EEUU) y exterior.
A pesar de la buena aceptación de estas tres iniciativas, las mayorías del
partido republicano trataron de disminuir el impacto de la televisión pública
comunitaria, primero, a través de la Ley de 1984 y, luego, con pequeñas
propuestas legislativas que pretendieron beneficiar a los grandes conglomerados
de medios.
En Estados Unidos la televisión privada ha reducido a la marginalidad al
sector radiodifusor público y, por ende, a su audiencia. La Nacional Public Radio
(NPR) y el Public Broadcasting Service (PBS) son los responsables de los medios
públicos “pero, al contrario que las grandes corporaciones europeas, se basan más
en el concepto de red, en el apoyo que le prestan, o que nace, desde los medios
comunitarios o alternativos” (Chaparro, 2002: 77). Estos últimos están
151

diseminados a través de emisoras por todo el territorio federal, pertenecientes a


instituciones y organizaciones sociales sin ánimo de lucro. “En el PBS, el 49% de
las Televisiones Públicas (PTV) son de propiedad de asociaciones ciudadanas; el
31%, de universidades mayoritariamente públicas; el 14% de estados federales, y
el 6%, de municipios (Bertrand, 1992 citado por Chaparro, 2002: 78). El
sostenimiento de estas televisiones depende en un 20% de fondos federales y el
resto de donativos y recursos de la Corporation for Public Broadcasting (CPB),
así como de la misma industria de cable.
Para el acceso a la TV Pública en Estados Unidos, se requiere lo siguiente,
de acuerdo con Riddle (1997, citado por Zabaleta et al., 1998: 96):
 Para que el operador de cable lleve a cabo su negocio necesita instalar el
cableado sobre terreno público y para ello debe recibir una franquicia.
 Las ciudades, a cambio de la franquicia, obtienen del operador un porcentaje
de los ingresos brutos y el control de algunos canales de su sistema para
destinarlos a contenidos educativos, gubernamentales o municipales, y
públicos.
Los canales educativos son empleados por universidades e instituciones
similares para la formación a distancia o para comunicaciones internas. Los
canales de acceso gubernamental son utilizados por ayuntamientos para informar
sobre servicios oficiales disponibles para los ciudadanos y transmitir información
no política. Y los de acceso público son los canales para la participación de la
comunidad, sin control editorial. Los Centros de Comunicación Comunitarios –
Media Community Center- “desde donde se gestionan los canales de acceso
público son regidos por un consejo de directores, formado por representantes de
los organismos cívicos, que no interviene en el control de los contenidos de la
programación” (Zabaleta et al., 1998: 98).
Actualmente en EE.UU., las emisoras de TV comunitaria garantizan el
servicio público a través de la PBC. De acuerdo con la Alliance for Community
Media, organización no gubernamental de los medios de acceso público, 1,2
millones de voluntarios producían más de 20.000 horas de programas en los más
de 3.000 centros de acceso, como el centro de Tucson (Arizona), que funciona con
contrato de la municipalidad, posee cuatro canales por cable y una programación
de 15.000 horas al año. Un ejemplo parecido es el Deep Dish TV, el cual, desde
1986, distribuye por satélite programas a los canales de acceso público de todo el
país.
Sin embargo, la realidad de la TV comunitaria es heterogénea en el país,
puesto que en algunas ciudades como New York existen trabajos significativos en
152

los que la comunidad se ha apropiado del medio de comunicación; en otras ha


perdido intensidad a causa de la debilidad de los mismos movimientos cívicos y
sociales y, por ende, sus logros en materia de democratización de la televisión han
sido insignificantes.

2.5.1.2 El modelo canadiense


El experimento canadiense comenzó con el Challenge for Change,
adelantado por el gobierno en 1966 con el propósito de comunicarse con los
ciudadanos más necesitados, de conocer sus anhelos y de establecer un contacto
directo gobierno-comunidad para aplicar políticas sociales. Este proyecto sentó las
bases filosóficas y experimentales para el posterior surgimiento de los canales de
acceso público en el mundo (Zabaleta et al., 1998: 99).
En el año de 1968 se producen dos fenómenos que dinamizan a la TV
comunitaria: la introducción del equipo portátil de video Portapak de Sony
(cámara y magnetoscopio) y el crecimiento de la televisión por cable en Canadá,
que obtuvo el 25% de penetración de hogares. En ese mismo año también nació el
Canadian Radio-Television Corporation (CRTC). Aunque esta institución
inicialmente se opuso a la legalidad de la TV Comunitaria, hoy se ha constituido
en la autoridad audiovisual que la apoya incondicionalmente y ha servido de
modelo inspirador a la comunidad francófona belga y al CSA francés.
En 1970, la iniciativa Challege for Change auspició el experimento de
televisión de comunidad en Thunder Bay, Ontario, el cual se puede considerar el
primer caso de canal de acceso público, pese a que sólo duró dos años por las
críticas y resistencias del sistema político establecido. Esta propuesta, no obstante,
sirvió de ejemplo para que salieran al aire canales de la misma naturaleza.
Igualmente motivó que el CRTC aprobara en 1971 un informe sobre la televisión
por cable, “Police Statement on Cable Television”, que exigía a los operadores de
cable establecer canales de acceso público.
Hoy en día, como afirma Chaparro (2002: 116), en Québec son una
tradición las televisiones comunitarias de acceso público, y en el resto del país
resalta el trabajo de City TV en Toronto, con un formato original de acceso que le
ha hecho ganar credibilidad.
En términos generales, Canadá ofrece mayor protección a la televisión de la
comunidad que los Estados Unidos, gracias al desempeño del CRTC –que es un
organismo independiente del poder ejecutivo-, pues todo su accionar se destina a
brindar utilidades a la ciudadanía, velando por sus intereses. El CRTC también
interviene para evitar concentraciones y regular un mejor aprovechamiento del
sistema emisor para la audiencia. Además, “para impulsar una mayor pluralidad y
153

garantizar la presencia de colectivos sociales, obliga a los operadores de cable a


intervenir el 5% de sus ingresos en contenidos de carácter comunitario y a ceder
dos canales locales para estos usos” (Chaparro, 2002: 80).

2.5.2 El modelo colombiano de televisión comunitaria


Antes de abordar el modelo de televisión comunitaria de Colombia, se
expondrá la historia, legislación y tipos de televisión en Colombia40. Este conjunto
de temas hace parte del Sistema General de la Televisión Colombiana.
El modelo de televisión comunitaria, por su parte, incluye: orígenes,
normativa, diferencia con otros servicios de televisión, diagnóstico, la relación de
este tipo de televisión con el desarrollo humano y estadísticas sobre el impacto de
la televisión comunitaria en los hogares colombianos.

2.5.2.1 Sistema general de la televisión colombiana


La televisión aparece el 13 de junio de 1954 para celebrar el primer año de
gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla. Las primeras transmisiones se
producen gracias al trabajo de una delegación de ingenieros, técnicos,
camarógrafos y luminotécnicos de Cuba, país que en esos momentos contaba con
todos los adelantos tecnológicos para cumplir la misión de enlazar las cimas de las
montañas colombianas para emitir la primera señal de televisión. La imagen llegó
a los escasos televisores con total éxito, y la gente se aglomeró en la carrera
séptima de Bogotá para verla, a pesar del fuerte aguacero que caía sobre la capital.
A partir de esa fecha, el romance de la audiencia con la televisión ha sufrido
altibajos, debido a los vaivenes de los gobiernos de turno, la imposición de
intereses privados sobre los públicos y la escasa regulación del Estado sobre la
programación y contenidos del medio audiovisual.
En la década del 60, por ejemplo, las finanzas del Estado entran en crisis, lo
que provoca que la explotación del servicio recaiga en inversionistas privados,
aun cuando su propiedad sigue en manos del ente público. La Televisora Nacional
se convierte en el Instituto Nacional de Radio y Televisión (Inravisión) y los
miembros de su junta directiva son nombrados por el gobierno. En 1979 llega la
televisión a color. A mediados de los 80 las directivas de Inravisión son

40
Datos sobre la televisión en Colombia proporcionados por el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística –DANE- señalan que el 93,7% de los hogares (5.138.474) poseen
televisión, de los cuales el 90,9% tiene televisor a color. El 88,2% (20.550.674 personas) ven
televisión y el restante 11,8% no ven televisión (no se estudiaron a los menores de cinco años)
(CNTV, 2005a). Otra investigación llevada a cabo por la Asociación Colombiana para la
Investigación de Medios –ACIM- indica que el consumo de medios en Colombia es de 92,1% para
la televisión; 72,6% para la radio; 40,3% para revistas independientes; 27,2% para la prensa;
26,2% para revistas de prensa; 15,4% para internet; y 4,9% para cine (CNTV, 2005b).
154

cambiadas para dar paso al Consejo Nacional de TV, el cual cuenta por primera
vez, además de los delegados del gobierno, con representantes de la comunidad.
La nueva Constitución Política de Colombia elaborada en 1991 por una
asamblea constituyente, escuchando las demandas de los televidentes y estudiosos
de la televisión y retomando las modernas políticas de otros países para la
regulación del medio y sus contenidos, crea la Comisión Nacional de Televisión
(CNTV), un organismo autónomo, aunque estatal, articulado con las demás
entidades públicas.
La CNTV le da un nuevo impulso a la televisión en Colombia, a pesar de
que sus inicios estuvieron marcados por la crítica debido a que sus gastos de
funcionamiento –incluyendo los sueldos de los comisionados- eran altos y la
inversión en infraestructura poca. La comisión propone un marco de regulación
del servicio basado en el control de monopolios, protección de los consumidores,
creación de estatutos de la competencia, y asignación racional de los recursos
materiales y humanos. Asume el papel regulador con las funciones de sancionar,
fiscalizar y velar por el cumplimiento de los principios sociales de la televisión.
La filosofía de la Comisión se plasma en el Plan de Desarrollo de la
Televisión 2004-2007 y su aplicación en el Plan Operativo 2004. El Plan de
Desarrollo de la Televisión 2004-2007 se estructura en tres dimensiones: bases,
principios y objetivos de la TV.
Las bases establecen que (1) la televisión es una unidad económica, social,
cultural y tecnológica, es decir, es un producto histórico que puede ser examinado
de manera integral; (2) la responsabilidad social de la TV se sustenta en que el
medio contribuya a crear un ambiente educativo y cultural; (3) la televisión es un
servicio público, pues debe configurar un escenario de diálogo intercultural para
la construcción de ciudadanía, democracia y sociedad civil; (4) los derechos del
ciudadano televidente, con los que se pretende concebir a la audiencia no
simplemente como consumidora sino como sujeto participante en el proceso de la
comunicación; (5) la sociedad del conocimiento, que consiste en aprovechar las
potencialidades educativas y culturales para la formación del televidente; (6) el
fortalecimiento de la regulación, para encauzar el servicio conforme a un criterio
social sin que obstaculice los propósitos del mercado en precios, cantidad,
calidad; (7) la televisión se presenta mediante obras audiovisuales protegidas por
derechos de autor; (8) la televisión también es un negocio porque combina
elementos como rating, precio, audiencia, costos fijos, costo de producción,
penetración del mercado, programación de impacto, los cuales son indispensables
para alcanzar la rentabilidad.
155

Los principios estratégicos para un modelo de televisión en Colombia se


orientan a que el medio aporte (1) al ordenamiento democrático mediante la
formación ciudadana y fomento a la discusión pública; (2) a la formación cultural
y el desarrollo económico, esto es, una fusión armónica entre la consecución de
rendimientos y el fortalecimiento del medio con su dimensión socializadora; (3) a
la congruencia entre política pública e intereses colectivos, para preservar los
derechos del ciudadano televidente; (4) a la regulación armónica, confianza y
equidad, que permitan la estructuración de una seguridad jurídica que garantice la
permanencia y desarrollo de los agentes integrantes del servicio; (5) al equilibrio
entre contenidos e infraestructura para que, al dársele igual importancia a los dos
factores, el beneficiario sea el televidente; (6) a que el Estado y los operadores se
hagan responsables de la calidad del servicio y; (7) a la expresión unánime de que
la TV es responsabilidad de todos: gobiernos, operadores, agentes y usuarios.
Los objetivos de la televisión colombiana son tres: (1) construir democracia
y contribuir a la equidad social, que se logra con la creación de un nuevo marco
normativo para el sector de la televisión, el fomento de la calidad de la TV (se
incluye, entre otros, el fomento a las investigaciones académicas y estudio del
medio y su acceso por las minorías), el servicio y acceso universal, control y
vigilancia de la TV; (2) fortalecer la TV pública, a través del mejoramiento de la
gestión y proyección de esta industria, el fomento de la libre y leal competencia y
el desarrollo de los recursos y las tecnologías del sector; y (3) rediseñar el sector
de la TV pública, mediante el reordenamiento de las entidades públicas del sector
con una gestión eficaz, eficiente y transparente.
Las bases, principios y objetivos antes expuestos se elaboran tomando como
referencia los cuatro ejes que determinan la TV contemporánea: la globalización
de las comunicaciones, la transformación de la regulación en el ámbito global, la
convergencia y el derecho a la información. El Plan Operativo, por su parte,
concilia la misión y visión de la CNTV con los objetivos y proyectos estratégicos
para dar cumplimiento al Plan de Desarrollo de la Televisión 2004-2007.
La televisión colombiana, contemplada como industria cultural41, es una
generadora de ingresos para la nación, además de cumplir sus funciones de
entretener, educar e informar. Según el Convenio Andrés Bello (2003) (citado por
Fedesarrollo, 2005: 5 y 8), el sector cultural participa con el 2.1% del PIB de
Colombia, en tanto que la exportación de programas de televisión pasaron de 7.5
millones de dólares en 1997 a US$ 28 millones en el 2001, lo cual equivale a un
crecimiento anual promedio de 29% en esos años.
41
La industria cultural comprende un conjunto determinado de bienes y servicios y abarca el
sector de la televisión, así como la cinematografía y video, fonografía, producción editorial y
radiodifusión.
156

2.5.2.1.1 Legislación
La regulación en el país ha transitado por cuatro etapas, la tercera de las
cuales sirve de base para aumentar la oferta de operadores y canales.
En la primera de ellas, entre 1953 y 1984, la política de la televisión es
diseñada, implementada y regulada por el poder ejecutivo mediante decretos; en la
segunda, el Congreso de la República se vincula con el diseño de las políticas, al
tiempo que el gobierno se encarga de la prestación y regulación del servicio, todo
ello mediante la expedición de la Ley 42 de 198542; en la tercera, teniendo la
Constitución de 199143 como marco legal, se crea la Comisión Nacional de
Televisión (CNTV) mediante Ley 182 de 1985, ente autónomo que debe velar por
el desarrollo de la política de la televisión, la regulación del uso del espectro
electromagnético, la garantía del pluralismo y el control de prácticas
monopolísticas (Plan de Desarrollo de la Televisión en Colombia, 2004-2007: 99).
Paralelamente con el reciente marco legal y la creación de la CNTV, se
produce la apertura en el mercado de ofertas de canales. De 16 canales que
ofrecían programación en 1996, se pasó a 92 en el año 2003. En efecto, en 1996 el
país poseía tres canales nacionales, cuatro canales regionales y cinco canales por
suscripción, en tanto que la oferta del año 2005 la conforman tres canales
públicos, ocho canales regionales, dos canales privados nacionales44, 36 canales
locales sin ánimo de lucro (seis de ellos universitarios), un canal local con ánimo
de lucro, 683 comunidades organizadas con señales incidentales, 106
comunidades con televisión comunitaria, 74 concesionarios de TV por suscripción
y dos licenciatarios de TV satelital (Comisión Nacional de Televisión, 2006).
La comisión asigna a Inravisión el manejo, modernización45, expansión y
mantenimiento de la red; autoriza a Audiovisuales a ser la programadora de la TV

42
Antes de la Constitución de 1991, el sistema de la televisión colombiana comprendía tres
canales nacionales y cuatro regionales en la televisión de operación abierta. Existían, además,
algunas empresas por suscripción y múltiples señales piratas e incidentales que se servían a través
de antenas parabólicas. “Dos de los canales nacionales operaban en un sistema mixto, en el cual
interactuaban empresas privadas con la fuerte presencia del Estado. Bajo este esquema, el Instituto
de Radio y Televisión (Inravisión), empresa industrial y comercial del Estado, era la entidad
encargada del mantenimiento y operación de la red de transmisión nacional. Además, Inravisión
era el instituto encargado de asignar las licitaciones a empresas privadas para desarrollar la
programación de estos canales y la programación del Canal Once (educativo y cultural)”
(Fedesarrollo, 2005: 97).
43
Con la Carta Política terminó el monopolio del Estado en la transmisión de señales de televisión
en operación abierta. Así, cualquier persona puede fundar medios de comunicación, los cuales son
libres pero tienen responsabilidad social. Así mismo, se dispuso que el espectro electromagnético
es inajenable y pertenece al Estado y éste debe garantizar la prestación del servicio de TV a todo el
territorio nacional.
44
En el año 2008 se adjudicará la licitación a un nuevo canal privado. Ibídem pág. 135.
45
La más reciente inversión se hizo para la instalación de más de 600 transmisores de TV en 285
estaciones, la instalación de 140 sistemas de recepción satelital, construcción de 55 torres, se
157

pública; el canal 1 lo convierte en canal mixto, es decir, se permite la inversión


pública y privada en programación; el canal A lo constituye en el medio
institucional por donde se transmiten las sesiones del parlamento46, por ejemplo y;
Señal Colombia se establece como canal educativo. A los canales regionales les
sugiere un énfasis en TV educativa y cultural.
Una cuarta etapa se dio en octubre de 2004 cuando el gobierno, por
sugerencia del Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES),
reorganizó las entidades del sector. Con esa base, se liquidaron las dos empresas
industriales y comerciales del Estado (Inravisión y Audiovisuales) para, en su
lugar, crear una empresa del mismo género (Radio y Televisión de Colombia,
RTVC) que asume las funciones de las empresas liquidadas. RCTV pasa a ser
controlada por el Ministerio de Comunicaciones y la CNTV. En este nuevo
contexto, la producción y programación de la televisión pública se encarga a los
Ministerios de Educación, Cultura y Comunicaciones.
Estos cambios también estuvieron motivados por la escasez de resultados
económicos y captación de publicidad y audiencia de los canales públicos, los
cuales se vieron sorprendidos por el rápido auge de la televisión privada que en
los últimos años ha aumentado sus ganancias y ha concentrado la inversión
publicitaria y de la audiencia, gracias a que generaron una nueva estructura de
producción, comercialización y programación (ilustración 2).

repuso casi en su totalidad el resto de la red de operadores públicos (34 transmisores en total), se
permitió el acceso al satélite a tres canales regionales en banda C, se consiguió la digitalización de
la banda Ku y se aseguró la redundancia triple de la red nacional de transmisión por banda Ku,
banda C y red de microondas (Plan de Desarrollo de la Televisión en Colombia, 2004-2007: 92). A
pesar de la adquisición e instalación de los equipos, 200 municipios del país reciben la señal de TV
con deficiencias.
46
La Comisión Nacional de Televisión autorizó recientemente un canal exclusivo para el
Congreso de la República, por donde se transmiten las sesiones parlamentarias. También avaló la
creación de un canal universitario, en el que se emiten las mejores producciones televisivas de las
universidades del país.
158

Ilustración 2. Participación en la inversión publicitaria–TV abierta en Colombia (2002)

Canales City TV
regionales Señal Colombia 3,1%
10,1% 0,9%
Canal Uno
8%
Canal Caracol
42,3% Canal A
5%

Canal RCN
29,7%

Fuente: Ibope: Equipo de economía y cultura del CAB, citado por Fedesarrollo (2005: 128)

El nuevo marco legislativo que regula el servicio de la televisión


colombiana es, fundamentalmente, el siguiente:
 Artículos de la Constitución Nacional.
 Leyes y decretos.
Los artículos de la Constitución Nacional que se refieren a aspectos de la
televisión son varios:
a) El Art. 20, que "garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir
su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e
imparcial y la de fundar medios masivos de comunicación".
b) El Art. 75, que afirma que "el espectro electromagnético es un bien
inenajenable e imprescriptible sujeto a la gestión y control del Estado. Se
garantiza la igualdad de oportunidades en el acceso a su uso en los
términos que fije la ley. Para garantizar el pluralismo informativo y la
competencia, el Estado intervendrá por mandato de la ley para evitar las
prácticas monopolísticas en el uso del espectro electromagnético".
c) El Art. 76 que dice que "la intervención estatal en el espectro
electromagnético utilizada para los servicios de televisión, estará a cargo de
un organismo de derecho público con personería jurídica, autonomía
administrativa, patrimonial y técnica, sujeto a un régimen legal propio".
d) El Art. 77: "la dirección de la política que en materia de televisión
determine la ley sin menoscabo de las libertades consagradas en esta
Constitución, estará a cargo del organismo mencionado. La televisión será
regulada por una entidad autónoma del orden nacional, sujeta a un régimen
propio. La dirección y ejecución de las funciones de la entidad estarán a
cargo de una junta directiva integrada por cinco (5) miembros, la cual
nombrará al director. Los miembros de la junta tendrán periodo fijo. El
gobierno nacional designará dos de ellos. Otro será escogido entre los
representantes legales de los canales regionales de televisión. La ley
159

dispondrá lo relativo al nombramiento de los demás miembros y regulará la


organización y funcionamiento de la entidad".
e) El Art. 365: "los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del
Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los
habitantes del territorio nacional. Los servicios públicos estarán sometidos al
régimen jurídico que fije la ley, podrán ser prestados por el Estado, directa o
indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares. En todo
caso, el Estado mantendrá la regulación, el control y la vigilancia de dichos
servicios. Si por razones de soberanía o de interés social, el Estado,
mediante ley aprobada por la mayoría de los miembros de una y otra
cámara, por iniciativa del gobierno decide reservarse algunas actividades
estratégicas o servicios públicos, deberá indemnizar previa y plenamente a
las personas que en virtud de dicha ley, queden privadas del ejercicio en
una actividad lícita".
Las leyes y decretos que regulan el sistema general de televisión son:
a) Ley 14 de 1991: dicta las normas del servicio de televisión y radiodifusión
oficial.
b) Ley 182 de 1995: reglamenta el servicio de la televisión y formula
políticas para su desarrollo, democratiza el acceso a éste, conforma la
CNTV, promueve la industria y actividades de televisión, establece normas
para contratación de los servicios y reestructura entidades del sector.
c) Ley 335 de 1996: modifica parcialmente la Ley 14 de 1991 y la Ley 182
de 1995, y crea la televisión privada en Colombia.
d) Ley 506 de 1999: modifica el artículo 58 de la Ley 182 de 1995.
e) Decreto 227 de 2001: reglamenta los literales c) y d) del artículo 1º de la
Ley 335 de 1996.
f) Decreto 590 de 2001: modifica el literal c) del artículo 13 del Decreto 277
de 2001 y se establecen unas disposiciones transitorias.
g) Ley 680 de 2001: reforma las Leyes 14 de 1991, 182 de 1995, 335 de
1996 y dicta otras disposiciones en materia de televisión.
h) Decretos 3550 y 3551 de 2004: por medio de los cuales se suprimen el
Instituto Nacional de Radio y Televisión, INRAVISIÓN, y la Compañía de
Informaciones Audiovisuales, AUDIOVISUALES.

2.5.2.1.2 Tipos de televisión


La televisión colombiana, según la CNTV (citado en Fedesarrollo,
2005:110), se organiza con base en dos categorías: servicios de la televisión
abierta y cerrada, y criterios de transmisión de la señal.
Los criterios de transmisión de la señal son: según el país de origen y
destino de la señal, según su cubrimiento regional, en función de los usuarios,
según la tecnología de transmisión, según la orientación general de la
programación.
a) Según el país de origen y destino de la señal
 Televisión internacional: Aquella cuya señal de televisión se origina fuera del
territorio nacional y que puede ser recibida en Colombia, o aquella que se
origina en esta nación y que se puede recibir en otros países.
160

 Televisión colombiana: aquella cuya señal se origina y recibe dentro del


territorio nacional.
b) Según su cubrimiento territorial
 Televisión nacional de operación pública: es el servicio de televisión abierta
autorizado para cubrir el territorio nacional, operado directamente por el
Estado y programado por éste, o programado por empresas privadas.
 Televisión nacional de operación privada: es el servicio de televisión abierto,
operado y programado en su totalidad por empresas privadas, autorizadas para
cubrir el territorio nacional.
 Televisión regional: es el servicio de televisión abierto operado por empresas
industriales y comerciales del Estado, constituidas por entidades públicas y
que, en consecuencia, tienen calidad de operadores públicos. Están autorizadas
para cubrir un área geográfica determinada, en uno o más departamentos o en
el Distrito Capital, siendo en otro caso inferior al territorio nacional.
 Televisión local: el servicio público de televisión en el nivel de cubrimiento
local es aquel prestado en un área geográfica continua, siempre y cuando ésta
no supere el ámbito de un mismo municipio o distrito, área metropolitana o
asociación de municipios. Este servicio podrá ser prestado con ánimo de lucro
o sin ánimo de lucro.
c) En función de los usuarios
 Televisión abierta: es el servicio de televisión cuya señal puede ser recibida
libremente por cualquier persona ubicada en el área de servicio de la estación.
 Televisión por suscripción: es el servicio de televisión cuya señal está
destinada a ser recibida únicamente por personas autorizadas por el
concesionario.
d) Según la tecnología de transmisión
 Televisión radiodifundida: es aquella cuya señal de televisión llega al usuario
desde la estación transmisora por medio del espectro electromagnético,
propagándose sin guía artificial.
 Televisión cableada y cerrada: es aquella en la que la señal de televisión llega
al usuario a través de un medio físico de distribución, destinado
exclusivamente a esta transmisión, o compartido para la prestación de otros
servicios de telecomunicaciones.
 Televisión satelital: es aquella en la que la señal de televisión llega al usuario
desde un satélite de distribución directa.
161

e) Según la orientación general de la programación


 Televisión comercial: es la programación destinada a la satisfacción de los
hábitos y gustos de los televidentes, con ánimo de lucro, sin que esta
clasificación excluya el propósito educativo, recreativo y cultural.
 Televisión de interés público, social, educativo y cultural: es aquella cuya
programación se orienta en general a satisfacer las necesidades educativas y
culturales de la audiencia.
Los servicios del sector de la televisión son: televisión nacional abierta;
televisión abierta regional; televisión abierta local con ánimo de lucro y sin
ánimo de lucro; televisión cerrada por suscripción -en la que se encuentran la
televisión satelital y por cable-; la televisión comunitaria; y distribución de
señales incidentales (ilustración 3).

Ilustración 3. Estructura de servicios de televisión en Colombia

Nacional

Televisión abierta Regional

Local
Satelital
Por suscripción
Televisión cerrada Cable

Comunitaria

Fuente: Fedesarrollo (2005:112)


a) En televisión abierta
La televisión abierta de Colombia posee tres niveles de cubrimiento: en el
nacional, se cuenta con cuatro canales comerciales, dos operados por particulares
(Canal RCN y Caracol)47 y dos de operación pública programados por el Estado y
por empresas privadas (Canal Institucional y Canal Uno, respectivamente). De

47
Como ya lo indicamos, Colombia tendrá un nuevo canal privado de operación nacional que
estará al aire en el año 2009 (CNTV, 2007). Ibídem, págs. 135 y 156.
162

igual manera, existe un canal de interés público denominado Señal Colombia,


programado por el Estado mediante contratos suscritos con productores
independientes. Recientemente fueron aprobados los canales del Congreso y el
universitario, pero aún no poseen la continuidad ni la cobertura nacional.
Los objetivos de la televisión pública se pueden sintetizar, de acuerdo con la
Ley 182 de 1995, en fortalecer la democracia, la paz, el respeto a los derechos y
deberes fundamentales y servir a las finalidades sociales del Estado. A través de
dicha ley, se fomenta la educación, la cultura, la participación democrática y la
formación de la identidad nacional.

Ilustración 4. Estructura de la televisión abierta en Colombia

Canal Uno

Canal Institucional
Operación
Pública
Televisión nacional Señal Colombia
Operación
Privada RCN

Caracol
Televisión regional 8 canales

City TV
Con ánimo de lucro
Televisión local

Sin ánimo de lucro 36 canales

Fuente: Fedesarrollo (2005:113) y CNTV (2006).

Uno de los requisitos más importantes que deben cumplir los operadores
privados del servicio es el referente a la cuota de pantalla. En ese sentido, el
Artículo 4 de la Ley 60 de 2001 establece que:
 De las 19:00 a las 22:30 horas (triple A o prime time), el 70% de la
programación será de producción nacional.
 De las 22:30 a las 24:00 horas, el 50% de la programación será de producción
nacional.
 De las 00:00 a las 10:00 horas, el 100% de la programación será libre.
163

 De las 10:00 a las 19:00 horas el 50% será programación de producción


nacional.
 En sábados, domingos y festivos el porcentaje de producción nacional será
mínimo del 50% en horario triple A o prime time.
Televisión nacional de operación privada
Los dos canales privados nacionales fueron asignados en 1996 a Caracol
(Cadena Radial Colombiana, perteneciente en esa época al grupo Santo Domingo;
hoy de propiedad del Grupo Prisa de España) y a RCN (Radio Cadena Nacional,
del grupo Ardila Lulle). La concesión es por 10 años prorrogables bajo las
siguientes condiciones económicas: pago por el valor de la concesión de 95
millones de dólares, pago por utilización de frecuencias que es fijado por la
CNTV y aportes para el Fondo Nacional de la TV del 1,5 por ciento de la factura
bruta anual pagaderos trimestralmente (Calero, 1999). La inversión en
infraestructura de transmisión efectuada por las dos cadenas fue de
aproximadamente 150 millones de dólares.
Los operadores privados deben reservar el 5% de su programación para la
presentación de programas de interés público y social. Uno de ellos debe
destinarse a la defensoría del televidente, según el Artículo 11, Ley 335 de 1996.
Televisión nacional de operación pública
La conforman tres canales orientados bajo dos regímenes de operación
diferentes: mixto y el sistema estatal. En el mixto hay participación de capital
privado y público y el régimen que pertenece al Canal 1; el Canal Institucional y
Señal Colombia funcionan bajo el régimen estatal. El Canal Institucional tiene
como propósito difundir temas como la familia, población infantil, desarrollo
sostenible, los Derechos Humanos, participación ciudadana, ciencia y tecnología y
protección del Estado; Señal Colombia comparte esos objetivos, pero se
especializa en programación educativa y cultural.
La nueva empresa comercial del Estado, RCTV, se encarga de la producción
(la cual puede contratar con terceros), programación y operación de la red pública
de radio y televisión (debe contratarla, junto con su mantenimiento, con la
empresa Colombia de Telecomunicaciones48 (Telecom)). La financiación de los
canales se hace a través de los aportes del sector privado y se canalizan por
conducto de RCTV.

48
La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Telecom) fue adquirida por Telefónica, empresa
española de telecomunicaciones.
164

Televisión regional
La televisión regional fue creada mediante Decreto 3100 de 1984, con el
ánimo de promover la identidad cultural, la producción e información de la región
y el pluralismo nacional. Los canales regionales son ocho: Canal Capital,
Teleíslas, Telepacífico, Televisión Regional del Oriente (TRO), Telecaribe,
Teleantioquia, Telecafé y Teleandina.
El servicio en los canales regionales es prestado por organizaciones
regionales de televisión conformadas por entidades públicas estructuradas como
empresas industriales y comerciales del Estado. Este último se reserva el servicio
público de televisión regional. Estos canales tienen la oportunidad de abrir
licitaciones públicas para contratar el servicio de programación; no dependen de
Inravisión o Audiovisuales (hoy RCTV) en las funciones de producción,
programación y comercialización. La cuota de pantalla debe ser del 50% de
producción nacional y parte de su programación debe orientarse a temas de interés
público, conforme al Artículo 55 de la Ley 182 de 1995. Su financiación proviene
de las transferencias hechas por la Comisión Nacional de Televisión, los aportes
de sus socios y los ingresos por su actividad comercial.
Televisión local con ánimo de lucro
La televisión local fue autorizada en 1995 y reglamentada en 1997. Este
servicio lo pueden prestar únicamente particulares y su cubrimiento es local, esto
es, limitado por el área geográfica de un municipio, distrito, área metropolitana o
asociación de municipios. Puede ser prestado por personas jurídicas colombianas
en todas las capitales de departamento y municipios, siempre que la CNTV en
licitación pública adjudique las concesiones respectivas.
La ley 335 de 1996, Art. 24, Parágrafo 1, establece que se aprueba una
concesión para cada capital de departamento y ciudades con población mayor a
100.000 y hasta un millón de habitantes, y dos para cada municipio con población
superior a un millón de habitantes. La concesión tiene una duración de 10 años
prorrogables, cada canal local debe financiar su operación mediante la
comercialización de sus espacios y puede producir su programación o contratarla
con terceros.
El marco normativo de la televisión local con ánimo de lucro es similar a la
de la operación de la televisión privada. La televisión local con ánimo de lucro
puede emitir seis minutos de comerciales por cada media hora de programación;
el 50% de la programación total emitida debe ser de origen nacional; puede recibir
y retransmitir señales incidentales con fines sociales y comunitarios; y podrá
recibir y distribuir señales codificadas acreditando ante la CNTV la autorización
por parte de los titulares de los derechos de autor. El único canal que opera bajo
165

esta modalidad es City TV de Bogotá, perteneciente a la Casa Editorial El


Tiempo49.
Televisión local sin ánimo de lucro
Este servicio de televisión lo pueden prestar en Colombia las comunidades
organizadas, instituciones educativas, fundaciones y corporaciones o asociaciones
sin ánimo de lucro. La CNTV es la encargada de aprobar y expedir por un periodo
de 10 años la licencia necesaria para ser operador de ese servicio.
La televisión local sin ánimo de lucro no puede comercializar sus espacios,
por lo que debe sostenerse con los aportes, auspicios, colaboraciones o patrocinios
que reciba. Lo único que puede emitir son reconocimientos (referencia que se
hace a una persona, a una empresa, un producto o servicios que se haya prestado
al canal local en calidad de aporte, auspicio, etc.) Los reconocimientos se insertan
bien sea al comienzo o al final de un programa, o en una sección en cuyo caso
sólo puede durar cinco segundos como máximo. Cada programa no debe tener
más de tres secciones.
La programación, según el Acuerdo 024 de 1997, debe hacer énfasis en
contenidos sociales y comunitarios. Las comunidades, por su parte, tienen como
fin alcanzar objetivos cívicos, cooperativos, solidarios, académicos, ecológicos,
educativos, recreativos, culturales e institucionales. A través de estos canales no
se debe hacer proselitismo político ni presentar las actuaciones y realizaciones de
entidades públicas o comunitarias como obra personal de sus gestores. Los
concesionarios de la televisión local sin ánimo de lucro pueden contratar
directamente o contratar con terceros la realización de su programación, la cual
debe ser en un 50% de producción nacional.
b) Televisión cerrada
La televisión cerrada en Colombia está dividida en tres subniveles: la
televisión por suscripción (en la que se incluye la televisión satelital y por cable),
la televisión comunitaria y la distribución de señales incidentales. Las TV por
suscripción se presta con fines lucrativos, mientras que la televisión comunitaria y
la distribución de señales incidentales, se prestan sin ánimo de lucro. De acuerdo
con la Encuesta General de Medios, 2006, módulo Televisión, la TV cerrada en
Colombia ha registrado una penetración50 progresiva en los hogares colombianos:
en el 2004 la penetración fue del 58.4%; en el 2005, del 61.09% y en el 2006, del
65.82% (CNTV, 2006c).

49
La compañía Planeta, de origen español, compró recientemente la mayoría de las acciones de la
Casa Editorial El Tiempo.
50
Población colombiana que tiene TV cerrada. En el estudio no se mencionan datos de
penetración, cubrimiento o audiencia de la TV comunitaria.
166

Ilustración 5. Estructura de la televisión cerrada en Colombia

Televisión
por cable
Televisión cerrada Televisión por
con ánimo de lucro suscripción
Televisión
satelital

Televisión
comunitaria
Televisión cerrada
sin ánimo de lucro
Distribución de
Señales
incidentales

Fuente: elaboración propia a partir de Fedesarrollo (2005:147)


Televisión por suscripción
La televisión por suscripción aparece a mediados de los ochenta. En efecto,
con la expedición de la Ley 42 de 1985, el Ministerio de Comunicaciones fue
facultado para dictar las normas tendentes a implementar la televisión por
suscripción, a través de la plataforma de cable o por otro sistema.
Con la reciente promulgación del Acuerdo 010 del 24 de noviembre de
2006, por el cual se reglamenta el servicio de televisión por suscripción, se
establece que tanto el servicio de TV cableada como satelital (denominado DBS),
se consideran servicios de TV por suscripción51. La TV por suscripción se define
como aquella cuya señal independientemente de la tecnología de transmisión
utilizada y con sujeción a un mismo régimen jurídico de prestación, está destinada
a ser recibida únicamente por personas autorizadas por la recepción. Salvo en lo
atinente al otorgamiento de la concesión, a la valoración de ésta y a la expansión
del cubrimiento, el servicio de TV satelital (DBS) se rige por las mismas
disposiciones legales aplicables al servicio de TV por suscripción cableada,
previstas en el Acuerdo 010 del 24 de noviembre de 2006.

51
El artículo 19 del Acuerdo 09 de 2006 define lo que se considera el servicio de televisión por
suscripción, incluyendo el servicio prestado a través de la tecnología digital (DHS) y aquel
servicio prestado a través del cable. Con esto se quiere establecer lo que se conoce como
“independencia tecnológica”, esto es, que sin importar que el servicio se preste usando una red
cableada, un sistema de recepción satelital o cualquier otra tecnología, se entenderá como
televisión por suscripción, si cumple con el primer aparte de la definición.
167

En el Artículo 10 se estipulan las prohibiciones que, según la Comisión


Nacional de Televisión (CNTV), tienen los operadores del servicio público de TV
por suscripción. Es decir, tanto la TV satelital (DBS) como la TV cableada, no
podrán:
 Prestar el servicio en un área diferente a la autorizada en los términos del
presente acuerdo.
 Abrir la señal de sus canales para que sean recibidos por el público en general,
sin la previa autorización de la CNTV.
 Ser titular directamente o por interpuesta persona o en asociación con otras
empresas, de más de una concesión del servicio público de TV por
suscripción.
 Interrumpir a los suscriptores la recepción de los canales colombianos de
televisión abierta, que se sintonicen en el área de cubrimiento, y modificar sin
justa causa la frecuencia en que éstos deben ser transmitidos.
 Ceder la concesión otorgada por la CNTV para la prestación del servicio
público de TV por suscripción.
 Utilizar en forma ilegal equipos para la recepción y transmisión de señales de
televisión.
El Artículo 13 obliga a los concesionarios del servicio público de TV por
suscripción a garantizar, sin costo alguno, la recepción de los canales colombianos
de televisión abierta de carácter nacional y municipal que se sintonicen en UHF,
VHF o por vía satelital en el área de cubrimiento únicamente. También se les
exige emitir como mínimo un canal con cinco horas de producción nacional, con
el objeto de fomentar la industria de televisión colombiana. La concesión se
otorgará por 10 años, prorrogables por términos iguales.
El servicio de TV satelital (DBS) o Televisión Directa al Hogar (TDH)
empezó a ser reglamentado en 1998, pero con el Acuerdo 010 del 24 de
noviembre de 2006 se le hacen modificaciones a la forma como puede operar en
Colombia. Este servicio se define como aquel que permite a los habitantes del
territorio nacional la recepción, para uso exclusivo e individual, de señales de
televisión transmitidas, emitidas, difundidas y programadas desde el extranjero, a
través de segmentos especiales (satélite) de difusión directa, hasta los equipos
terminales de recepción individual. Los concesionarios de este servicio podrán
prestarlo en todo el territorio nacional, de acuerdo con el plan de expansión que
presenten a la Comisión Nacional de Televisión (CNTV).
168

En Colombia hay dos operadores de televisión satelital: Directv y


Telefónico-Telecom, pero próximamente se sumara Elite Entertainment
Televisión. Este último es una sociedad integrada por accionistas colombianos que
estaba dedicada al negocio de producción de contenidos.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Televisión, Colombia cerró el
primer semestre de 2007 con 1,78 millones de abonados a la TV pagada, de los
cuales 122.248 son atendidos por Directv y 28.90 por Telefónica-Telecom (El
Tiempo, 2007).
Televisión comunitaria52
La televisión comunitaria puede ser operada por comunidades organizadas
sin ánimo de lucro y con fines educativos, recreativos y culturales. El servicio
debe ser ofrecido a través de cable a un número no superior a 15.000 asociados.
Actualmente, existen 106 operadores autorizados por la Comisión Nacional de
Televisión.
Distribución de señales incidentales
Este servicio, al igual que la televisión comunitaria, lo pueden prestar las
comunidades organizadas, pero, a diferencia de la antes mencionada, no puede
contratar canales codificados. Anteriormente no se les autorizaba producir
programas propios pero gracias a la Circular 004 del 25 de enero de 2006 las
comunidades organizadas pueden “si así lo estiman originar su propia señal de
televisión, para cumplir el espíritu de la misma, entre otros, alcanzar fines cívicos
y de mutua colaboración, lo cual además redundaría en beneficio de sus miembros
unidos por lazos de vecindad”. La televisión comunitaria debe pagar el 7,5% de
sus ingresos brutos a la CNTV, mientras que los distribuidores de señales
incidentales no están obligados a hacerlo por cuanto el servicio que prestan es
gratuito.

2.5.2.2 La televisión comunitaria de Colombia


A continuación se expone una visión integral de la televisión comunitaria en
Colombia, que contiene:
1. Origen de la televisión comunitaria.
2. Normas que la regulan.

52
El origen, normativa, diferencia con otros servicios, diagnósticos efectuados a la televisión
comunitaria, la relación de esta televisión con el desarrollo humano y los tipos de televidente por
franja, así como su cobertura, calidad de la señal y calidad de la programación, será expuesto en un
acápite aparte.
169

3. Diferencia de este servicio con respecto a otros ofrecidos dentro del sistema de
TV colombiano.
4. Primeros estudios sobre la televisión comunitaria (diagnósticos y propuestas).
5. Relación entre televisión comunitaria y desarrollo humano.
6. Estadísticas sobre el impacto de este medio audiovisual en los hogares
colombianos (estadísticas).
Origen
La televisión comunitaria aparece en los años 80, en vista de la necesidad de
crear canales alternativos de comunicación que propicien la participación, la
identidad y la convivencia ciudadana, y sean el reflejo de los intereses y
prioridades de las comunidades organizadas. Su nacimiento, como lo afirma
Enrique Rodríguez Caporalli en Señales de Humo (1998: 13), es posible “por una
serie de causas que confluyen en torno a los cambios que experimenta el país
hacia finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, cuya principal
evidencia es la constituyente de 1991, pero que desbordan ese ámbito y se
inscriben en una serie de transformaciones de la sociedad colombiana en general
en ese período, cuyos impactos apenas comienzan a ser estudiados”.
Los otros ámbitos que se insertan en un análisis más objetivo de la aparición
de esta televisión son el tecnológico, sociológico, de comunicación y legales.
Tecnológico, porque es consecuencia de la popularización del satélite para
la transmisión de información, la disminución del costo de los equipos para la
producción de video y del aumento de la oferta televisiva en Estados Unidos. Esta
coyuntura dio como resultado que las clases media y media baja de Colombia
accedieran a un servicio de más canales de TV, que eran distribuidos por antenas
parabólicas de propiedad de empresarios que vieron en ellas un importante
generador de recursos económicos. El nuevo panorama mediático motivó a
narcotraficantes a construir infraestructuras paralelas con antenas gigantes y
multifamiliares, las cuales fueron popularizándose a estratos de la población con
menos ingresos, debido –como se ha anotado líneas arriba- a la reducción de la
inversión en equipos. Las nuevas plataformas crearon cambios notorios en el
paisaje urbano, tal y como lo expresa Rodríguez Caporalli (1998:16): “un cambio
drástico en el paisaje urbano constituyó sin duda alguna la arquitectura ostentosa
del narcotráfico, el ensanchamiento desmesurado de la ciudad en multifamiliares
cerrados, las nuevas modalidades de invasión a partir de las migraciones del
campo a la ciudad, y las antenas parabólicas que coronan cuanto nuevo edificio se
construye”.
170

La emisión de diferentes canales cautivó a los nuevos usuarios, pues ahora


pueden disfrutar de una amplia gama de programas y canales de Estados Unidos,
México y Perú, por los que los dueños de las parabólicas no pagaban derechos de
autor. Así, los nuevos canales entraron a competir con clara ventaja sobre los del
sistema nacional, pues este último no tenía una diversa oferta de canales y
programas.
En los aspectos legales, ligados al fenómeno rural, la década del 80 coincide
en el país con la descentralización administrativa que permite que alcaldes y
gobernadores, deslumbrados por la nueva tecnología, cimienten las bases de
modernas infraestructuras de televisión comunitaria con fines proselitistas y
electoreros en los pueblos y zonas rurales. De esta forma, campesinos,
trabajadores, mujeres tienen la oportunidad de interrumpir la emisión de canales
extranjeros para publicar sus mensajes con generador de caracteres o transmitir
imágenes de eventos locales.
En lo sociológico y comunicativo, la explicación de la popularización de
esta televisión se basa en cuatro hipótesis: (1) los canales aparecen como
respuesta a las necesidades de expresión de las comunidades; (2) la antena
parabólica significa la apropiación de una estrategia novedosa para hacer política
en los municipios; (3) la explicación se ubica en la lógica del mercado en la que
los empresarios ven en las antenas parabólicas un lucrativo negocio, y (4) la
televisión local y comunitaria fue “fabricada” por comunicadores sociales que,
ante la dificultad de encontrar trabajo en los medios de comunicación comerciales,
impulsaron el desarrollo de una nueva televisión.
Normativa
La televisión comunitaria de Colombia se regía mediante los Acuerdos 029
del 19 de diciembre de 1997 y el 006 de 1999, los cuales estuvieron vigentes hasta
la expedición del Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006 (anexo 1). Este último
introduce reformas significativas al funcionamiento de las televisiones
comunitarias en el país. Fundamentalmente esta norma fusiona los acuerdos 006
de 1996 y el 006 de 1999 con la legislación sobre la distribución de señales
incidentales. En síntesis, las comunidades organizadas sin ánimo de lucro pueden
distribuir señales incidentales y canales codificados y producir sus propios
programas con carácter social y comunitario y fines educativos, recreativos y
culturales.
No obstante, el Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006 introduce cambios
trascendentales en la forma como operan las televisiones comunitarias en términos
de participación de los televidentes y en el sostenimiento de las mismas. Por
ejemplo, en los acuerdos anteriores sólo se les permitía a las televisiones
171

comunitarias poseer máximo 6.000 abonados, mientras que el acuerdo reciente


estipula que ese número no puede ser superior a 15.000. Sin embargo, la Junta
Directiva de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) puede autorizar un
mayor número de usuarios dependiendo de circunstancias especiales relacionadas
con fines sociales, comunitarios y de interés público. Es decir, la CNTV permite
un incremento de 9.000 nuevos usuarios, con lo cual facilita la proyección de las
televisiones comunitarias en todo el país tanto en lo económico puesto que entre
más asociados más dinero recaudado por la distribución de la señal, como en lo
cultural pues su programación tendrá un mayor impacto en la sociedad.
La CNTV establece que el cubrimiento de la televisión comunitaria abarca
un área geográfica continua como los condominios, conjuntos residenciales,
conjuntos de barrios, ámbitos rurales aledaños dentro de la misma localidad o
municipio unidos por relaciones de vecindad, solidaridad y cooperación mutuas,
para lo cual debe servirse de un sistema de cable para que la señal llegue a sus
destinatarios. Esto supone una contradicción porque al ser de propiedad de las
comunidades debería ofrecerse de manera abierta, sin embargo, está limitada a
difundirse bajo la modalidad de televisión cerrada. Aunque los acuerdos
anteriores señalan tácitamente la importancia de que la comunidad participe en
todo el proceso de producción, evaluación y control de la televisión comunitaria,
el acuerdo reciente, esto es, el 009 del 24 de octubre de 2006, concretamente en
sus artículos 4 y 5, obliga a los operadores de este servicio a democratizar el
acceso a los órganos directivos y a entregar los balances económicos y sociales a
lo usuarios.
El Artículo 4 contempla que “la prestación del servicio de televisión por
parte de las comunidades organizadas sin ánimo de lucro se desarrollará en un
marco participativo donde los miembros de la comunidad podrán elegir mediante
mecanismos democráticos los cargos directivos de las asociaciones prestatarias
del servicio de televisión y podrán ser elegidos en los mismos”. El Artículo 5, por
su parte, señala que el servicio de televisión prestado por las comunidades
organizadas sin ánimo de lucro deberá contar con mecanismos de rendición de
cuentas a los asociados.
El Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006 también ofrece oportunidades
para que las televisiones comunitarias ofrezcan servicios de valor agregado. Así lo
establece el Artículo 7 en su parágrafo 2: “los licenciatarios de la televisión
comunitaria sin ánimo de lucro podrán utilizar su red para prestar servicios de
valor agregado y telemáticos siempre que se encuentren autorizados para el efecto
por la autoridad competente y cumplan con las obligaciones inherentes a los
mismos, previstas en el respectivo régimen legal y reglamentario”. Esto supone
172

que este tipo de televisiones podrán ofertar el servicio de internet de banda ancha,
si cuentan con la tecnología y el aval respectivo.
Los acuerdos anteriores como el actual fijan en siete los canales codificados
que las televisiones comunitarias pueden emitir, pero el acuerdo actual reduce el
pago por compensación que las televisiones tenían que hacerle a la Comisión
Nacional de Televisión. Anteriormente las televisiones comunitarias debían
pagarle el 7,5% de los ingresos brutos mensuales provenientes de los aportes de
los asociados, en cambio ahora sólo pagan el 7% (Artículo 14), a razón de un 1%
por cada canal codificado que emita. Pero también brinda la alternativa de que el
porcentaje del 7% disminuya un 1% por cada canal codificado que no transmita.
Otro cambio trascendental de la norma recientemente expedida consiste en
que no obliga a la transmisión de canales codificados por géneros como sucedía
con los acuerdos derogados. En estos últimos se establece que en caso de
transmitir canales que pagan derechos de autor se debían incluir, a razón de uno,
los géneros educativo, cultural o científico, infantil, noticias, deportes, películas y
musical, pero con el acuerdo más reciente se deja a voluntad del operador de
televisión comunitaria la selección del género.
La Comisión Nacional de Televisión también le pone límite al valor de la
tarifa que los asociados deben pagar al operador de televisión comunitaria por la
prestación del servicio de televisión. En concordancia con ello, el Artículo 13 en
su parágrafo 3 dice que los aportes ordinarios de los asociados no puede superar la
suma equivalente al 0,036853 de un salario mínimo mensual vigente. Y el dinero
recaudado por ese concepto, además de pagar a la CNTV, debe reinvertirse en el
mejoramiento del servicio de televisión.
El Artículo 17 también modifica sustancialmente las horas de producción
propias que las televisiones tienen que ofrecer a las comunidades. Si antes se
exigía la emisión de programación propia de mínimo 14 horas semanales, una de
las cuales debía ubicarse entre las 18:00 y las 23:00 horas, con el actual acuerdo el
número de horas de producción propia por semana disminuye en tanto que está
sujeto a la cantidad de asociados que posea el operador de TV comunitaria y al
número de canales codificados que emita, así:
 Comunidades organizadas con una cobertura reportada a la CNTV inferior o
igual a 2.000 asociados, 1 hora semanal de producción propia.

53
Equivale a 6,2 euros mensuales, aproximadamente. Este es el valor máximo que los asociados
pueden pagar por aportes ordinarios.
173

 Comunidades organizadas con una cobertura mayor a 2.000 asociados y hasta


8.000 asociados, 2 horas semanales de producción propia y media hora
semanal adicional por cada señal codificada que emita.
 Comunidades organizadas con una cobertura mayor a 8.000 asociados, 2 horas
semanales de producción propia, 1 hora adicional por cada mil asociados más
y media hora semana adicional por cada señala codificada que emita, hasta un
total de 10,5 horas semanales.
Es evidente que la CNTV trata de ser flexible con aquellas televisiones
comunitarias cuya cobertura y recursos humanos y técnicos les impide cumplir
con el acuerdo anterior de tener como mínimo 14 horas semanales de producción
propia. Sin embargo, esa flexibilidad puede ser contraproducente puesto que va en
contravía del espíritu de la televisión comunitaria, cual es el de fortalecer la
producción propia de programas con la participación de la comunidad en todo el
proceso.
Por ello, la misma CNTV en el Artículo 17 del Acuerdo 009 del 24 de
octubre de 2006 señala que la entidad “fomentará la cualificación de los
operadores de la televisión comunitaria y la realización de producción propia y
con este propósito emprenderá programas de capacitación integral y destacará
anualmente las tres (3) mejores realizaciones, lo mismo que el canal que en ese
periodo haya producido el mayor número de horas. Las comunidades organizadas
que prestan el servicio de televisión y que realicen producción propia podrán
acceder, bajo la modalidad concursal, a los recursos que para el fomento del
servicio público de televisión destine la Junta Directiva de la Comisión Nacional
de Televisión”. La Comisión también manifiesta que las comunidades organizadas
podrán ofrecer la señal en forma gratuita a entidades educativas, instituciones
públicas, organizaciones sin ánimo de lucro y de bienestar familiar, para cumplir
con el propósito social de la televisión pública (parágrafo único del Artículo 16).
La comercialización de la televisión comunitaria, según el Acuerdo 009 del
24 de octubre de 2006, se regirá bajo los mismos parámetros de la televisión
abierta54, pero advierte que las señales incidentales o codificadas no podrán ser
interrumpidas para emitir anuncios desde territorio colombiano. No obstante, las
comunidades organizadas podrán transmitir mensajes cívicos por cualquiera de

54
La publicidad de la TV abierta se rige mediante el Acuerdo 2 de 2003 y el Acuerdo 1 de 2005.
En ellos se prohíbe, entre otras disposiciones, la emisión de infocomerciales sobre uno o varios
productos, nombres, marcas o servicios, con duración mayor a tres minutos por cada media hora
de programa de televisión, en todos los canales del servicio público de televisión abierta, nacional,
regional o local.
174

sus canales habituales, toda vez que cumplan con los siguientes requisitos
contemplados en el Artículo 20:
 Emplear generador de caracteres u otro sistema de generador de texto.
 Aparecer en la pantalla por superimposición y sin interrumpir la
programación.
 No cobrar suma alguna por la emisión de esos mensajes.
 No transmitir más de dos (2) mensajes por cada media hora de programación
mientras se esté transmitiendo producción propia.
 No ocupar un área superior al quince porciento (15%) de la pantalla mientras
se esté transmitiendo producción propia.
 No contener logotipos, ni menciones a empresas o personas distintas a la
propia comunidad organizada o a las instituciones oficiales que realicen el
mensaje.
 No realizar proselitismo político o religioso a través de esos mensajes.
El Artículo 21 obliga a los licenciatarios de la TV comunitaria a guardar
durante seis meses los archivos fílmicos de la producción propia y de la
publicidad, para facilitar las labores de control de la CNTV. Los Artículos 24 y
25, respectivamente, se refieren a los derechos y obligaciones de las comunidades
organizadas que presten el servicio de televisión comunitaria y de distribución de
señales incidentales. Dichos artículos se constituyen en una síntesis de la forma
como deben funcionar estos sistemas de televisión y de la cual se ha hablado en
los párrafos anteriores. Se destaca la obligación de que las comunidades
organizadas dispongan de canales para la transmisión de los canales de televisión
colombianos de señal abierta que se sintonicen en el área de cubrimiento
autorizada. En el Artículo 26 se enumeran las prohibiciones que tienen los
licenciatarios de televisión comunitaria y de la distribución de señales
incidentales, cuyo incumplimiento está sujeto a sanciones. Estas prohibiciones
son:
 Interrumpir las señales incidentales o las codificadas con comerciales emitidos
desde el territorio nacional o con programación propia, salvo que se trate de
una transmisión especial ordenada por el Gobierno Nacional.
 Transmitir por generador de caracteres mensajes cívicos en condiciones
diferentes a las establecidas en el Artículo 17 del presente Acuerdo o hacer
proselitismo político o religioso a través de estos mensajes.
 Distrubir sus señales en un área o ámbito geográfico de cubrimiento diferente
del autorizado.
175

 Ampliar el área o ámbito geográfico de cubrimiento autorizado, sin la


aprobación de la Comisión Nacional de Televisión.
 Utilizar la red de distribución para prestar servicios diferentes al de televisión
comunitaria sin ánimo de lucro autorizado por la Comisión Nacional de
Televisión, sin ostentar título habilitante expedido por la entidad competente.
 Propiciar, permitir o enmascarar con la calidad de carencia de ánimo de lucro,
actividades lucrativas que generen rendimientos o beneficios económicos,
diferentes a una remuneración adecuada y equitativa por servicios prestados,
para particulares, asociados o directivos de la comunidad.
 Exigir a los asociados, por la instalación del sistema, una suma superior a la
que resulte de dividir el valor de la inversión entre el número total de
asociados.
 Exigir a los asociados aportes no autorizados o que excedan el valor necesario
para cubrir los costos de administración, operación, mantenimiento, reposición
y mejoramiento del servicio.
 Exigir aportes diferenciales entre los asociados por la prestación del servicio.
 Ser titular de más de una licencia para prestar el servicio de televisión en el
nivel territorial que le ha sido asignado o participar en la composición formal
de más de una comunidad organizada para ese efecto.
 Interconectar sus redes con las de otros operadores o prestatarios del servicio
de televisión o utilizar cabeceras de terceros.
 Radio difundir las señales que distribuye.
 Distribuir señales codificadas sin el pago de los derechos de autor respectivos
o exceder el número de siete (7) señales codificadas exigido.
 Utilizar cualquier mecanismo técnico de decodificación o receptores
satelitales que permitan recibir o distribuir señales codificadas sin el previo
pago de los derechos patrimoniales de autor.
 Distribuir programación de contenidos pornográficos o que desconozcan las
previsiones del Acuerdo 017 de 1997, o las normas que lo adicionen o
modifiquen, sobre contenidos de violencia y sexo, o que desconozcan los
principios y fines del servicio de televisión.
 Suspender injustificadamente el servicio por más de un año o paralizar su
prestación, sin haber renunciado a la licencia.
 Prestar el servicio de televisión a personas no asociadas a la comunidad
organizada, salvo la excepción prevista en el presente Acuerdo.
176

El Artículo 27 relaciona las faltas y sanciones con su respectiva gradación


que la CNTV aplicará en caso de que las comunidades organizadas prestadoras
del servicio de televisión comunitaria y de la distribución de señales incidentales
incumplan los artículos del Acuerdo 009 de 2006. Las faltas y sanciones
contemplan medidas como la aplicación de multas, suspensión del servicio y
cancelación de la licencia. Con base en el directorio de operadores de la Comisión
(CNTV, 2006), en Colombia existen 106 televisiones comunitarias reconocidas
legalmente.
Diferencia con otros servicios
A pesar de las distinciones que hace la normativa vigente, se suele confundir
la operación, propósitos y funciones de la televisión comunitaria con la TV local
sin ánimo de lucro y con la TV por suscripción.
De la televisión local se diferencia por el hecho de que la TV comunitaria
opera el servicio bajo la modalidad cerrada (en este caso por cable), además debe
realizar un número determinado de horas dependiendo de la cantidad de asociados
y del número de señales codificadas que emita, no puede superar los 15.000
asociados y tiene derecho a transmitir comerciales y mensajes cívicos. En tanto
que la TV local sin ánimo de lucro, opera bajo la modalidad abierta, esto es, la
CNTV le otorga la licencia y la frecuencia que debe emplear la persona jurídica
autorizada; el nivel de cubrimiento puede ser un municipio, distrito, área
metropolitana o asociación de municipios y no se le permite la emisión de
comerciales, por lo que su sostenimiento se basa en aportes, auspicios,
colaboraciones y patrocinios.
De la televisión por suscripción se distingue por su amplitud, puesto que la
TV comunitaria se presta sin ánimo de lucro y dentro de una cobertura geográfica
restringida, en tanto que la TV por suscripción persigue los rendimientos y puede
llegar a miles de abonados de un país, región, municipio o zona.
Primeros estudios sobre la televisión comunitaria (diagnósticos y propuestas)
María Patricia Téllez Garzón (2003b) hace una síntesis de tres diagnósticos
y un plan de acción que ha tenido la televisión comunitaria desde su puesta en
funcionamiento.
El primer diagnóstico que se hizo sobre la TV local y comunitaria en
Colombia fue publicado en la revista Señales de humo, panorama de la TV local y
comunitaria en Colombia55, por la Fundación Social, el Centro de Investigación y

55
La investigación tiene como cualidades la exhaustividad, y la coordinación de los diferentes
grupos que examinaron la realidad de estos tipos e televisión en todo el territorio nacional. Sin
embargo, a nuestro parecer, se erró en no estudiar por separado las televisión comunitaria y la
televisión local, puesto que cada una de ellas tiene una normativa y filosofía diferentes. Así las
177

Educación Popular (CINEP) y el Ministerio de Comunicaciones. Este trabajo se


realizó con el objeto de recoger información a través de una encuesta sobre el
funcionamiento de los canales a partir de aspectos como ubicación geográfica,
organización interna, infraestructura, programación y personal, entre otros. El
diagnóstico reveló que las televisiones comunitarias proliferan en ciudades
intermedias y pequeñas y con menor frecuencia en las capitales, lo que demuestra
la necesidad nacional de que las minorías puedan verse y escucharse. Así mismo,
descubrió que los canales comunitarios presentan dificultades para sostenerse
económicamente y que los programas que preferentemente son emitidos
pertenecen a los géneros magacines y noticieros, junto con las transmisiones en
directo de eventos culturales y deportivos. El diagnóstico también demostró que la
inversión en capacitación técnica es baja pero se privilegia a ésta por encima de la
capacitación conceptual periodística. (Rodríguez, 1998: 176).
Un segundo estudio de este tipo, se gesta en el 2000 desde la Dirección de
Comunicaciones del Ministerio de Cultura a través de las Mesas de Medios
Ciudadanos y Comunitarios con las que se buscaba establecer políticas que
enriquecieran la formulación del Plan Nacional de Cultura. Uno de los resultados
positivos de esta experiencia fue que el Ministerio en mención catalogara a los
medios comunitarios como productores culturales y no simplemente –como se
veían antes-, como medios por donde circula información cultural (Téllez, 2003a:
40). Así mismo, se destacaron experiencias positivas en diferentes partes del país,
toda vez que se evidenciaron fortalezas en la autogestión de las comunidades, el
vínculo de la comunidad y los bajos costos de producción, pero también se
detectaron falencias relativas al sostenimiento de los canales, la calidad de la
programación, la falta de capacitación en lenguaje televisivo, creación de parrilla
de programación y manejo de equipos, en formulación de proyectos de
comunicación y gestión administrativa. El estudio concluyó que la mayoría de las
televisiones comunitarias no podían producir 14 horas semanales de producción
propia, como lo demandaba la primera legislación (Acuerdos 029 del 19 de
diciembre de 1997 y el 006 de 1999)56.
Un tercer esfuerzo para diagnosticar la situación de este tipo de televisión,
se adelanta desde el Plan de Acción para la TV Comunitaria (2002), liderado por
el Ministerio de Cultura y la CNTV y desarrollado por la investigadora Patricia
Téllez, en el que se incorporan tres estrategias básicas: un diagnóstico con el fin
de actualizar los anteriores –en el que se observan problemas similares a los otros

cosas, los resultados que arrojan, aunque igualmente válidos teniendo en cuenta que es una
investigación pionera en el tema, no permiten conocer por separado las dos realidades mediáticas.
56
Cabe recordar que la legislación vigente está consagrada en el Acuerdo 009 del 24 de octubre de
2006. El Acuerdo exige un número de horas determinado dependiendo de la cantidad de asociados
que tenga el sistema de televisión comunitaria.
178

estudios-, la organización de talleres de capacitación buscando suplir las carencias


detectadas y la entrega a estas televisiones de una maleta de programas culturales
diseñada por el Ministerio de Cultura para fortalecer sus parrillas de
programación.
La televisión comunitaria y el desarrollo humano
La normativa de la televisión comunitaria pretende que ésta se convierta en
una alternativa real para que las comunidades organizadas participen activamente
en la construcción de su municipio, región o país, mediante la producción y
realización de sus propios contenidos con énfasis en lo social y comunitario.
Para ello se plantea la necesidad de que el televidente asuma el
protagonismo del proceso de la comunicación y elabore propuestas educativas y
culturales locales en el medio audiovisual. Esta es una de las características de la
televisión comunitaria que permite deducir su potencial para coadyuvar en la
consecución del desarrollo humano, con la participación activa de las
comunidades. Hemos utilizado el verbo “deducir” porque en la legislación sobre
este tipo de televisión sólo se recalca que debe producir contenidos educativos y
culturales, pero no menciona con qué fin. A nuestro juicio, el objetivo debe ser el
de contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población, produciendo
contenidos sobre salud, fomento de la participación democrática, construcción de
consensos para prevenir la violencia, etc.
No obstante, en la “Declaración de Versalles”, documento elaborado por los
canales locales y comunitarios del Valle del Cauca reunidos en Versalles, (Valle
del Cauca), sí aparece un compromiso de estas televisiones con el desarrollo
humano del país. El documento fue publicado en la revista Señales de humo
(1998: 179) y, en cierta medida, suple la carencia de la legislación sobre el
concepto de desarrollo humano que proponemos en esta tesis:
“Creemos en un desarrollo que privilegia al ser humano sobre las cosas. No
nos interesan los indicadores de la economía tradicional. Creemos en un
desarrollo humano, de sus potencialidades, de su riqueza e identidad
cultural. Y la comunicación es fundamental para dinamizar los procesos de
convivencia. Por eso defendemos la búsqueda de construir una
comunicación más cercana, más respetuosa con la diferencia y que abra
novedosos espacios de encuentro para desarrollar el diálogo de saberes.
Sólo esta comunicación nos dará la posibilidad de recrear y difundir
símbolos, costumbres y tradiciones en un país rico en diversidad cultural y
étnica”.
Por su parte, Jaime Niño Díez (2004), miembro de la Comisión Nacional de
Televisión, expuso algunos elementos que resumen el papel de la televisión
comunitaria en la consecución del desarrollo humano. Su conferencia fue
pronunciada durante el II Foro Nacional de Televisión Comunitaria y en ella
179

habló sobre la contribución que esta TV puede hacer para la reconstrucción del
tejido social de Colombia.
Para el comisionado, la realidad colombiana presenta situaciones complejas
como la agudización del conflicto interno, la influencia cada vez más notoria del
narcotráfico en la vida nacional, los altos índices de corrupción, violación de los
Derechos Humanos, todo ello asociado con el incremento del desempleo, la
marginalidad, la distribución desigual de la riqueza y las deficiencias que algunos
grupos tienen en educación, salud, vivienda, saneamiento básico y seguridad.
El panorama político, agregó, se ha venido agravando paralelo con la crisis
de valores, manifestada en el aumento del individualismo y la desconfianza como
actitudes de vida. Esta situación ha conllevado a que haya dificultades para la
comunicación en la población, pérdida de elementos que cohesionan a los grupos
como la cooperación, la solidaridad y la utilización de espacios colectivos. La
participación ciudadana también ha sido la gran damnificada, por una parte, por la
desarticulación de la comunidad y, por otra, por el ambiente de violencia y
desigualdad que se vive en el país, lo cual genera estigmatizaciones a la legítima
protesta social, temor a la organización civil y al uso de los canales de
participación democrática plasmados en la Constitución Nacional y la ley.
Ante ello, sostuvo que la televisión comunitaria funge como un medio
alternativo en el que se escuchan diversas voces, para clamar por mejores
condiciones económicas, políticas y sociales. Según el comisionado Niño Díez
“son muchas las particularidades que hacen interesante y poderosa la televisión
comunitaria al momento de pensar en estrategias para enfrentar la poca
integración social o comunitaria y el debilitamiento de redes de participación
ciudadana. Una de ellas consiste en que la participación del televidente no se
limita a ser un simple receptor, usuario, consumidor de productos, sino que se
integra por completo al proceso. Los productores y programadores pertenecen a la
misma comunidad y de esa manera ella misma tiene una incidencia directa en
todo el ciclo o cadena de valor de un programa, desde la concepción de la idea
inicial hasta su crítica final” (Niño, 2004).
Así las cosas y según nuestro parecer, este tipo de televisión se concibe
como la verdadera televisión interactiva del futuro en la que la tecnología no es la
única mediadora del rico intercambio entre la audiencia y la confección y
realización de la parrilla de programación, sino también el encuentro cara a cara y
la reunión de la comunidad para expresar necesidades y ejecutar obras.
La televisión comercial, entre tanto, no aspira a fortalecer ese encuentro con
la comunidad, salvo para conocer sus hábitos de vida y convertirlos en
necesidades que han de ser suplidas con los productos que promociona el canal.
180

En cambio, en la televisión comunitaria el objetivo radica en abrir espacios para


que la gente sea oída y para que el muchacho desempleado, la ama de casa
consagrada sólo al hogar, encuentren una oportunidad para expresar su creatividad
y proyectar su identidad a través de los contenidos del medio de comunicación.
En ese contexto, la TV comunitaria promueve la libertad mediante el
reconocimiento de la individualidad, porque las comunidades tienen la posibilidad
de hacer televisión a su manera, con su creatividad, recursos técnicos y
económicos, con su organización, estética y con el modo propio de ver y narrar las
cosas. También crea las condiciones propicias para el reconocimiento de la
diversidad, puesto que abre espacios a más opiniones e interpretaciones de la
ciudadanía sobre los hechos políticos, económicos y culturales.
Las iniciativas comunitarias emergen como la oportunidad de construir
desarrollo propio, humano y sostenible a partir de lo local para hacer frente a la
globalización, con su afán de uniformar la cultura e imponer modos de vida
consumistas. En el plano noticioso, la televisión comunitaria valora y difunde
informaciones con otras narrativas diferentes de acuerdo con las necesidades y
expectativas de la comunidad, sin recurrir a dramatismos y a sensacionalismos
como suele ocurrir con los noticieros de la televisión comercial.
Otros caminos por los que deben y pueden transitar los canales organizados
por las comunidades son: primero, deben promover la recuperación de la memoria
histórica de los pueblos, pues los canales comunitarios son los que entretejen y
construyen los hechos más importantes de la sociedad y al mismo tiempo son los
que los transmiten con carácter masivo. Esa va a ser la otra historia contada, en la
que los héroes, los protagonistas no son sólo las personas consideradas
individualmente sino todo el entramado social que gestó y vivió los principales
acontecimientos de la región o el país. Y segundo, debe incursionar en la
televisión educativa de manera que los contenidos de sus programas, producidos
con una intencionalidad didáctica, sirvan de complemento a la educación formal e
informal.
Darío Ángel Pérez (1998: 25-29) señala tres aspectos hacia los cuales las
TV comunitarias deben dirigirse para que se conviertan en expresión comunitaria
del quehacer cotidiano, incluyendo otra forma de comunicación diferente de las
estéticas transnacionales excluyentes. Esos aspectos son la democratización de la
información pública, para fortalecer una conciencia ciudadana que le abra a la
sociedad civil deliberante una responsabilidad en los asuntos públicos; la
circulación de sentidos de convivencia democrática, para que las comunidades
desde los medios visibilicen sus maneras propias de imaginar el mundo y la vida,
181

y; una mirada de lo global a lo local, de modo que haga posible una televisión
alternativa que promocione la pluralidad creativa.
Para Germán Rey (1998: 75) los canales comunitarios trazan el camino de
una democracia que debe pasar por el diálogo más cercano, por el derecho a
mirarse con ojos e ilusiones propios y por la necesidad de conversar con el de
afuera para no caer en cercos endogámicos.
La televisión comunitaria en los hogares colombianos57
Tipo de televidente por franja
De acuerdo con cálculos del CID, a partir de la Encuesta de Calidad de Vida
2003 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, el 0,3%
de los televidentes (108.937 personas) ve canales comunitarios. La distribución de
los televidentes por franja se presenta de la siguiente forma:

Ilustración 6. Tipo de televidente (estrato-región) – Franja de la mañana (lunes a


viernes). Porcentaje de horas

HORAS
7,6 7,6
8
6,7
7
5,7 5,8
6 5,5 5,1 5,0 5,1
5 4,5 4,5 4,4
Horas

4,1
4 3,5
3,0
3
2 0,9
1
0
Pacífica

Valle
Bogotá
Estrato 1
Estrato 2
Estrato 3
Estrato 4
Estrato 5
Estrato 6

Antioquia
Atlántica
Oriental
Central

San Andrés
Orinoquia y
Población

Estrato y región

Fuente: Cálculos del CID a partir de DANE-Encuesta de Calidad de Vida (2003).

57
A comienzos de 2006 comenzó emisiones TVO, un canal de Bogotá por el que se transmiten
programas de televisiones comunitarias del todo el país durante ocho horas diarias. La idea es que
el trabajo audiovisual comunitario sea conocido en todo el territorio colombiano y, de paso, los
anunciantes de cada uno de esos espacios puedan ofrecer sus productos en el orden nacional. TVO
se sostiene con un porcentaje de esa publicidad que es contratada inicialmente por las televisiones
comunitarias.
182

La televisión comunitaria es vista por los estratos bajos, 1, 2, 3,


pertenecientes a clases sociales de bajos ingresos, lo cual da entender que este tipo
de televisión tiene un potencial enorme para emitir contenidos educativos,
culturales y comunitarios que aporten en calidad de vida a las clases
socioeconómicas menos favorecidas de Colombia. Los televidentes que más horas
le dedican se sitúan fundamentalmente en la región Atlántica y en el archipiélago
de San Andrés y Providencia, aunque en promedio todas las regiones ven esta
televisión más de cuatro horas a la semana de lunes a viernes, franja de la mañana.

Ilustración 7. Tipo televidente (estrato-región) – Franja medio día (lunes a viernes).


Porcentaje de hogares (televisión comunitaria de Colombia)

12,0
9,7 9,8
10,0 8,2 8,4
Hogares

8,0 6,5 6,9 6,9 6,6


5,8
6,0 5,0 5,0 4,6 5,0
4,0 2,8 2,8
2,0 0,7
0,0
n l l á a a a
c ió to 1 to 2 to 3 to 4 to 5 to 6 tica nta ntra ífica got qui alle nci on í
l a tra tra tra tra tra tra lán rie e ac o tio V de a z
b s s s s s s t O C P B n i
Po E E E E E E A A ro v Am
p y
y
é s uía
dr oq
An Orin
n
Sa
Estrato y región

Fuente: Cálculos del CID a partir de DANE-ECV (2003).

El mayor porcentaje de hogares de esta franja que ve la TV comunitaria se


encuentra en los estratos 2 y 3 y, disminuye un poco, en los estratos 1 y 4, para
descender notablemente en los estratos 5 y 6. La región que lidera el porcentaje de
hogares en esta franja es Orinoquia y Amazonia, seguida de Atlántico y el
archipiélago de San Andrés y Providencia.
183

Ilustración 8. Tipo de televidente (estrato-región) – Franja de la tarde (lunes a viernes).


Porcentaje de hogares (televisión comunitaria de Colombia)

35,0 30,1 29,0 27,9


30,0 26,1 27,624,2 27,226,527,0 27,1 28,4
25,0 21,8
Hogares

20,4
20,0 15,3 13,6
15,0 11,2
10,0
5,0
0,0
n l l á a a a
c ió to 1 to 2 to 3 to 4 to 5 to 6 tica nta ntra ífica got qui alle nci on í
l a tra tra tra tra tra tra lán rie e ac o tio V de a z
b s s s s s s t O C P B n i
Po E E E E E E A A ro v Am
p y
y
é s uía
dr oq
An Orin
n
Sa
Estrato y región

Fuente: Cálculos del CID a partir de DANE-ECV (2003).

El porcentaje de hogares en la franja de la tarde es liderado por el estrato 1,


seguido por el estrato 2 y 3. Pacífico lidera el porcentaje por región, con un
repunte importante de otras regiones como Orinoquia y Amazonia, Antioquia y
Central.
184

Ilustración 9. Tipo de televidente (estrato – región) – Franja de la noche (lunes a viernes).


Porcentaje de hogares (televisión comunitaria de Colombia)

90,0 82,0
77,0
80,0 71,0 66,0
70,0 57,0 55,059,0 57,057,059,0 57,057,059,055,0
Hogares
60,0 53,0 51,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,0
0,0
n l l á a a a
c ió to 1 to 2 to 3 to 4 to 5 to 6 tica nta ntra ífica got qui alle nci on í
l a tra tra tra tra tra tra lán rie e ac o tio V de a z
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Po E E E E E E A A ro v Am
p y
y
é s uía
dr oq
An Orin
n
Sa
Estrato y región

Fuente: Cálculos del CID a partir de DANE-ECV (2003).

El porcentaje de hogares que ve televisión comunitaria en la franja de la


noche -la de la mayor audiencia-, cambia radicalmente puesto que los estratos de
mayores ingresos, 4, 5 y 6, aumenta notablemente y disminuye en los estratos 1, 2
y 3. Se registra un aumento del porcentaje de hogares en Bogotá y se mantiene
alrededor del 57 y 59% en las demás regiones, exceptuando Atlántico donde
disminuye y presenta elevados porcentajes en las franjas mañana, medio día y
tarde. En materia de preferencias por tipos de programa, los televidentes de esta
televisión se inclinan por los de entretenimiento en un 56% y por los informativos
en un 44%. La sintonía de los programas informativos aumenta con el nivel
socioeconómico, y son preferidos por los hombres y las personas mayores de 25
años.
Cobertura
Un reto que tiene la televisión comunitaria consiste en ampliar su cobertura
en todo el país, para lo cual tiene como punto a favor el hecho de que resulta ser
más económica para los usuarios que para los de las televisiones satelital y por
suscripción.
185

Ilustración 10. Cobertura de la TV comunitaria en Colombia

100,0
90,0
80,0
70,0
60,0
50,0
91,2
40,0
30,0
20,0
10,0
8,8
0,0
Con cobertura Sin cobertura

Fuente: DANE - Encuesta Calidad de Vida (2003), capítulo Televisión.


Calidad de la señal
Por poseer un sistema cerrado de cable, la señal de la televisión comunitaria
es recibida de manera nítida por los televidentes. Sólo un 23% de los encuestados
afirma que la señal presenta algunos problemas.

Ilustración 11. Calidad de la señal de la TV comunitaria de Colombia

80 73
70
60
Porcentajes

50
40
27
30
20
10
0
Nítida Con problemas
Valoración señal

Fuente: DANE - Encuesta Calidad de Vida (2003), capítulo Televisión.


Calidad de la programación
Cerca de la mitad de sus televidentes considera que la programación es
buena, sin embargo, la otra mitad señala que es regular y mala. Hay que tener en
186

cuenta que la percepción de ser mala es mayor que la de las personas que la
consideran excelente.

Ilustración 12. Calidad de la programación de la TV comunitaria de Colombia

50,0 44,6
45,0
40,0 37,3
35,0
Porcentajes

30,0
25,0
20,0 14,3
15,0
10,0
3,9
5,0
0,0
Excelente Buena Regular Mala
Percepción programación

Fuente: DANE - Encuesta Calidad de Vida (2003), capítulo Televisión.

Los datos recientes


El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) realizó
en el año 2005 la Encuesta Continua de Hogares (ECH) e incluyó en ella un
módulo sobre televisión para darle continuidad a la efectuada en el 2003. En la
Encuesta del año 2005 no aparecen mediciones significativas sobre consumo de
televisión comunitaria. Sólo se registra que (1) un 1% de los hogares con
televisión recibió la señal de televisión a través del medio comunitario; un 48,7%
por antena aérea; un 43,3% por cable; un 6,7% por parabólica; y un 0,9% por
satélite; (2) que el 51,9% de los hogares con televisión tiene televisión por
suscripción o satelital – 2.667.000 hogares, en tanto que sólo, el 7,7% de los
hogares tiene televisión comunitaria –396.000 hogares– (ECH III – 2005); y (3)
que las ciudades con mayor cobertura de la televisión comunitaria son:
Bucaramanga (21,4%), Bogotá D.C. (11,8%), Manizales (7,5%), Medellín (5,4%),
Pereira (5,4%), Armenia (4,3%) (CNTV, 2005a).
En otra investigación denominada Estudio General de Medios (EGM)
Segunda Ola, llevado a cabo por la Asociación Colombiana para la Investigación
de Medios (ACIM), no se miden variables sobre medios comunitarios (CNTV,
2005b).
187

2.5.3 Otros modelos latinoamericanos de TV comunitaria


Además de la TV comunitaria en Colombia, ya expuesta, Latinoamérica en
general cuenta con una rica experiencia en medios comunitarios, producto de las
orientaciones de teóricos de la comunicación que han desarrollado este campo de
la comunicación audiovisual y de movimientos cívicos que han presionado a los
gobiernos para que democraticen el espectro electromagnético. Estas experiencias,
han sido más visibles en la radio comunitaria, debido a que este medio ha tenido
una influencia preponderante en el desarrollo de los pueblos latinoamericanos.
Vasta recordar las experiencias pioneras de las radios mineras en Bolivia en 1944
y Radio Sutatenza en Colombia en 1947 -con las cuales se empezó darle
importancia a la comunicación para el desarrollo-, para comprender el impacto
que el medio tradicionalmente ha tenido en la región en los últimos 60 años.
Aun así la actividad de la televisión comunitaria ha registrado un notorio
avance gracias a la disminución de los costos de los equipos de producción y
emisión y al activismo social de diferentes instancias no gubernamentales. Pese a
que al sector le falta más desarrollo para que pueda competir con las televisiones
comerciales y estatales, en Latinoamérica se destacan los modelos colombiano –
ya visto- y brasileño y, en menor proporción el venezolano. En el resto de países
latinoamericanos este tipo de televisión tiene que enfrentarse a dos fenómenos que
han terminado por quitarle impulso: los procesos de desregulación de los medios
de comunicación y las limitaciones jurídicas para operar.
El proceso de desregulación comenzó en los años 80 en plena extensión del
neoliberalismo, y significó que el monopolio estatal sobre la televisión se fuera
diluyendo para dar paso a proyectos de empresas privadas, lo que significó la
descentralización de la televisión y el otorgamiento de frecuencias a
organizaciones privadas de medios, siempre que reunieran varios requisitos, entre
los cuales el más importante es que tuvieran solvencia económica. Los medios
comunitarios que surgieron con el fin de expresar el sentir popular salieron al aire
paralelamente con un ambiente enrarecido, provocado por las empresas privadas
que veían en ellos unos potenciales competidores, capaces de disminuir
audiencias y rendimientos económicos por concepto de contratación publicitaria.
La limitación jurídica ha consistido en que algunos gobiernos no tienen un
marco jurídico que legitime organizaciones audiovisuales comunitarias. Incluso
algunas de ellas han sufrido la represión de gobernantes quienes, dominados por
la presión privada, han optado por perseguirlas o cerrarlas. En otros casos, los
gobiernos han gestionado un marco jurídico desigual que, aunque reconoce la
existencia de televisiones comunitarias, las obliga a someterse a requisitos
difíciles de cumplir, como subastas o licitaciones públicas. Esta modalidad para
188

otorgar emisoras de televisión está diseñada para favorecer a las organizaciones


privadas de medios, pues coloca como requisito sine qua non el tener altísimos
activos económicos que, desde luego, no poseen las comunidades organizadas, lo
que contradice los criterios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
de la OEA (CIDH), concretamente la Declaración de Principios sobre Libertad de
Expresión aprobada en octubre de 2000 y cuyo artículo 12 dice: “las asignaciones
de radio y televisión deben considerar criterios democráticos que garanticen una
igualdad de oportunidades para todos los individuos en el acceso a los mismos”
(Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 2005).

2.5.3.1 El modelo brasileño58


La televisión comunitaria en el Brasil tiene rica una tradición que comenzó
con pequeñas manifestaciones de lo que se denominó televisión de la calle,
televisión de baja potencia, televisión local hasta llegar al actual modelo de TV
comunitaria por cable. Es decir, antes del surgimiento de los canales comunitarios
de utilización gratuita, el sistema de televisión brasileño conoció otros tipos de
televisión comunitaria. Son experiencias que en estas líneas se rescatan tanto por
sus singularidades como por el papel histórico en cuanto precursoras del modelo
vigente de Canal Comunitario de Televisión. En concreto, se identifican tres tipos
de TV, según Cicilia M. Krohling Peruzzo (2003), para luego describir en detalle
el modelo actual de TV Comunitaria por cable:

2.5.3.1.1 Televisiones Comunitarias en UHF


Funcionan a nivel local, transmiten por el sistema UHF (Ultra High
Frequency) y son repetidoras simultáneas de TV educativas, de las cuales
retransmiten algunos programas mediante convenio. Por eso se les suele llamar
televisiones locales educativas. Se les permite que el 15% de la programación sea
producida localmente, pero no se les autoriza la inserción de comerciales sino,
sólo, de apoyos culturales.
Algunas televisiones de este tipo son Metropolita (Sofocaba-sp), TV Beira
Rio (Piracicaba-SP), TV Buzios (Buzios-RJ), TV Educativa de Barretos (Barretos-
SP) e TV Guarapari (Guarapari-ES). Algunas universidades también llevan a cabo
experiencias como éstas, como es el caso de la Universidad de Caxias del Sur, que
en diciembre de 1994 firmó convenio con una televisión educativa del Estado de
Río Grande para retransmitir su programación por el canal 47/UHF. A pesar de

58
Antes de hablar acerca de la televisión comunitaria, es preciso señalar que la televisión es el
medio hegemónico en el Brasil, pues cubre más del 98% del territorio nacional. La Rede Globo es
la cadena que mantiene el monopolio de la audiencia del país, aunque cadenas como SBT y
Record van erosionando la supremacía de Globo (Capparelli & Dos Santos, 2002: 66 y 113), y a
ese proceso también se han incorporado las televisiones comunitarias.
189

que tienen un enfoque educativo, en el Brasil son criticadas por no abrir amplios
mecanismos de participación a la comunidad y de estar muchas veces dominadas
por intereses políticos y comerciales.
En síntesis, las principales características de las televisiones comunitarias en
UHF son: los programas producidos localmente son limitados a un 15% del
tiempo de la programación; diversidad de patrones de actuación y de programas
dependiendo de sus vínculos con el poder público local, fundaciones o
universidades; gestión burocrática convencional; propiedad privada; pueden sufrir
interferencias de intereses políticos partidarios o comerciales lo que compromete
su línea de actuación comunitaria; retransmiten programas educativos y culturales
de televisiones abiertas (educativas); no se les permite publicidad comercial sino
patrocinios en forma de apoyo cultural; la audiencia es local pero heterogénea; y
los canales están constituidos legalmente.

2.5.3.1.2 Televisiones de baja potencia (VHF)


Estas televisiones, que transmiten por la frecuencia VHF (Very High
Frequency) de aproximadamente 150 watts, atienden comunidades específicas,
pero no están reglamentas por la ley; por tanto, se consideran clandestinas. Todas
ellas buscan ejercitar la libertad de expresión y criticar el sistema de concesiones
de canales de televisión del país, a cuya programación consideran marcada por
intereses mercantiles. De igual manera, tratan de democratizar las técnicas de
producción y transmisión televisiva junto a grupos populares. En síntesis, lo que
pretenden es forzar cambios en la legislación de los medios de comunicación de
masas en el Brasil.
Algunas experiencias de televisiones de baja potencia son TV Livre de
Sofocaba, TV Cubo, TV Lama de Río de Janeiro, TV Vento, TV Canaibal, las
cuales pretenden cuestionar el sistema brasileño de TV vigente.
Otros trabajos tendentes a democratizar las técnicas de producción y
televisión para grupos populares, son los de la Oficina de Capacitación en
Comunicación Comunitaria dentro del proyecto CODAL (Comunicación para el
desarrollo de América Latina), realizado en Brasil a través de la ABVP
(Asociación Brasileña de Video Popular) en convenio con la TV Sala de Espera.
Esta experiencia se llevó a cabo en Belo Horizonte, Minas Gerais.
Las principales características de este tipo de televisión son: participan del
espectro televisivo de la televisión abierta; sus transmisiones son ocasionales, en
rebeldía con la ley; simbolizan una protesta contra el sistema de concesión de
canales de televisión y contra la inexistencia jurídica de canales de baja potencia;
procuran democratizar las técnicas de producción y transmisión audiovisuales;
190

atienden un público local de amplitud restringida a aproximadamente 1,5


kilómetros; la programación es alternativa a los canales convencionales, pudiendo
ser tanto de la esfera irreverente como de la educativa y cultural; y la gestión está
a cargo de grupos autónomos sin mecanismos de representación de instituciones
locales.

2.5.3.1.3 Televisión de la calle


Son realizaciones en video producidas con la participación de la población y
transmitidas en espacios públicos abiertos (plazas o calles) o cerrados (puestos de
salud, guarderías infantiles, escuelas, centros comunitarios, asociaciones de
barrio, sindicatos, gimnasios deportivos, hospitales, etc.) destinados a la recepción
colectiva. Es una especie de TV móvil, más exactamente de video móvil, que con
una video casete, un monitor de televisión, un amplificador de sonido y un
micrófono incorporados a un medio de transporte exhiben producciones en video
en diferentes locales públicos con el fin de promover el debate con base en lo que
plantean los contenidos audiovisuales.
El proceso de producción persigue propósitos educativos con la
participación activa de la gente en la creación de los mensajes. Un ejemplo es
Bem TV, una entidad civil sin fines lucrativos que usa la comunicación como
metodología educacional para promover la ciudadanía de jóvenes y adolescentes.
La televisión de la calle se sostiene principalmente con recursos
provenientes de entidades externas que apoyan trabajos destinados al desarrollo
social. Entre las experiencias más relevantes de TV de la Calle se encuentran: TV
Viva (Recife-Olinda), TV Mocoronga (Santarém-PA), TV Liceu (Salvador-BA),
TV Sala de Espera (Belo Horizonte-MG), TV de los Trabajadores (Río de
Janeiro-RJ), TV Tagarela (Río de Janeiro-RJ), TV Mangue (Recife-PE), TV
memoria Popular (Natal-RN), TV Agua-92 (Río de Janeiro-RJ), TV Mandacaru
(Teresina-PI) y la TV Pinel (Río de Janeiro-RJ).
Otras características de este tipo de televisión son: además de transmitirse
en espacios públicos, eventualmente lo hacen en canales tradicionales de
televisión educativa; la exhibición es itinerante; existe la participación popular en
varias fases de la producción audiovisual; la TV de la calle está ligada y depende
de entidades de corte social, aunque son autónomas en cuanto a su dirección; e
innova el lenguaje audiovisual en relación con la tradicional, con bastante uso del
humor, música y expresiones populares; se inclina por segmentos excluidos de la
población; no tiene fines comerciales sino educativos, culturales y de desarrollo
comunitario local; incentiva la creatividad popular y contribuye al rescate de las
identidades culturales; y no precisa de concesión o permiso de un canal.
191

2.5.3.1.4 Canal comunitario de la televisión por cable


Es la televisión denominada por suscripción que emplea el cable como
medio físico de transmisión. Esta televisión está amparada por la Ley 8.977 del 6
de enero de 1995, luego reglamentada por el Decreto-Ley 2.206 del 14 de abril de
1997, que establece la obligatoriedad de las operadoras de televisión por cable,
beneficiarias de la concesión de canales para disponer de seis canales básicos de
utilización gratuita en su área de prestación de servicios, en el mismo sentido de
los canales de acceso público como son denominados en los Estados Unidos.
El artículo 23 de dicha ley establece que de los seis canales disponibles tres
sean canales legislativos, destinados al Senado Federal, Cámara de los Diputados
y Asambleas Legislativas/Cámaras de los Concejales. Un canal universitario para
uso compartido por las universidades ubicadas en el área de prestación del
servicio, uno educativo cultural reservado para uso de los órganos que tratan el
tema educativo y cultural del gobierno federal, gobiernos estatales y municipales
y uno comunitario abierto para utilización libre por entidades no gubernamentales
y sin ánimo de lucro (Peruzzo, 2003).
Esos canales representan un avance en el ánimo democratizador de los
medios de comunicación de masas de Brasil. Los canales gratuitos se
institucionalizan a medida que transcurren las negociaciones entre varias fuerzas
que controlan los medios de comunicación de masas (gobierno y empresas de
comunicación, parlamentos y entidades de la sociedad civil, entre ellas el Foro
Nacional por la Democratización de la Comunicación).
Los canales comunitarios comenzaron a emitir en 1996, o sea, un año
después de promulgarse la Ley que reglamentó las televisiones por cable con
canales de servicio público. Esto se debió a que la ley se anticipó a las verdaderas
condiciones en que se hallaban los medios del tercer sector, es decir, estos medios
–entre ellos los comunitarios- no tenían las condiciones económicas y financieras
para operar un canal de televisión. Los canales, no obstante, han seguido
emitiendo para no perder la oportunidad de ocupar un espacio televisivo al que
normalmente sí tienen acceso los grandes empresarios y el mismo estado.
Tres estados brasileños se disputan la figuración de ser los primeros en
poner un canal comunitario al aire. Estos son: Río Grande del Sur con El canal
comunitario cuya primera emisión se produjo en agosto de 1996 por el canal 14
del NET Sur (grupo globo); el segundo fue la TV Comunitaria de Río de Janeiro
en octubre de 1996, transmitido por el canal 41 de la NET/Cable Río; y el tercero,
el Canal Comunitario de Sao Pablo que salió al aire en noviembre de 1997 por los
canales 14 de multicanal, 14 de la NET y el 72 de la TVA.
192

Los canales comunitarios de la televisión por cable se diferencian


totalmente de las tres experiencias antes mencionadas. Las principales
características de los canales comunitarios de la televisión por cable son las
siguientes: son canales televisivos y tienen el potencial de ingresar en la casa de
los suscriptores de las televisiones por cable; su operación está garantizada por la
ley; los canales son estructurados y gerenciados por asociaciones de usuarios
formalmente constituidas y regidas por estatuto y reglamento propios; son
espacios de acceso gratuito, destinados a todas las entidades no gubernamentales y
sin ánimo de lucro, sin la tutela del Estado o de los grandes medios; el espacio de
programación, planeación y gestión es abierto; el espacio de la gran programación
es ocupado por un conjunto de entidades, divido entre las asociadas que quieran
transmitir sus programas; su gestión es colectiva con mandato temporal; la
propiedad es de naturaleza privada; las entidades participantes son ampliamente
diferenciadas entre sí, teniendo en común el hecho de ser no gubernamentales sin
ánimo de lucro; la programación es pluralista y ecléctica; el conjunto de la
programación tiene como objetivo central contribuir a la educación, cultura y
desarrollo comunitario; buscan el autosostenimiento financiero mediante
contribuciones de las entidades asociadas, patrocinios y, eventualmente, por la
prestación de servicios; están volcadas a una audiencia amplia y heterogénea; son
medios para canalizar la expresión de los resultados de la movilización de las
personas en el ejercicio de la ciudadanía; democratizan los medios en el Brasil y
no tienen intereses comerciales.

2.5.3.2 El modelo venezolano


La radiodifusión sonora y la televisión abierta comunitarias de servicio
público, sin ánimo de lucro en Venezuela, se reglamenta por medio del Decreto
1.521 del 3 de noviembre de 2001. Esta norma autoriza a las fundaciones
comunitarias a que presten el servicio de radiodifusión sonora y televisión abierta
comunitaria, siempre que garanticen la comunicación libre y plural de las
comunidades y coadyuven a la solución de la problemática de la comunidad.
Las fundaciones comunitarias interesadas deben presentar la solicitud a la
Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL59), entidad que en un
plazo de dos meses define la conveniencia del proyecto para luego ser pasado al
despacho del Ministro de Infraestructura, quien dentro de un mes más da la
respuesta definitiva, esto es, si habilita o no a este tipo de organizaciones a prestar
el servicio de radiodifusión sonora y televisión abierta comunitarias.

59
CONATEL ve el futuro de la televisión venezolana, incluida la televisión comunitaria, bajo el
prisma de la televisión digital. La demanda para este nuevo servicio será, según calcula
CONATEL, de un 98% de los televisores existentes en Venezuela (Bisbal, 2002: 283).
193

Para la obtención de las habilitaciones de dichos servicios, se requiere el


cumplimiento de varios requisitos, como capacidad e idoneidad legal del
solicitante para la realización de la actividad, carácter de fundación comunitaria,
carácter democrático, participativo y plural del proyecto, viabilidad económica y
técnica y sostenibilidad de la iniciativa, disponibilidad del espectro radioeléctrico
y perfil social del proyecto.
Las habilitaciones avaladas no pueden cederse, gravarse o enajenarse por
ningún título, ni se admite la realización de actos que impliquen el
desprendimiento total o parcial de su control. El patrimonio de las fundaciones
comunitarias debe estar constituido por aportes, donaciones o subvenciones, y los
ingresos obtenidos deberán ser destinados a garantizar el funcionamiento y
mantenimiento de las redes de telecomunicaciones, la continuidad en la prestación
del servicio y la realización del objeto para el cual fue constituida la fundación
comunitaria. Esta última debe prever mecanismos democráticos, participativos y
plurales, tanto para la elección como para el ejercicio de las funciones de las
autoridades u órganos de dirección, administración y control.
Sin embargo, las personas que deseen pertenecer a estos órganos no pueden
ser funcionarios públicos que ostenten cargos de alto nivel, militares activos,
dirigentes de partidos políticos o grupos de electores, dirigentes o representantes
de gremios o cámaras, operadores de servicios de radiodifusión sonora y
televisión abierta, los sacerdotes, ministros ordenados o representantes de iglesias
de cualquier credo.
En cuanto a la programación, ésta debe garantizar contenidos educativos,
culturales e informativos que beneficien el desarrollo de la comunidad, así como
coadyuvar en la solución de la problemática social; disponer de espacios que
aseguren la participación directa de los miembros de la comunidad, a fin de
garantizar el derecho de las personas a la comunicación libre y plural; garantizar
el respeto de los valores éticos de la familia y la sociedad venezolana y evitar la
discriminación por razones de creencias políticas, edad, rasgos fenotípicos
externos60, sexo/género, credo, condición social; y abstenerse de transmitir
mensajes partidistas o proselitistas.

60
Preferimos utilizar la expresión “rasgos fenotípicos externos” en lugar de la palabra “raza”,
porque aquélla alude con mayor precisión a las características o rasgos físicos y conductuales de
un organismo, como el ser humano. En nuestro caso, los rasgos fenotípicos hacen referencia,
fundamentalmente, a las manifestaciones físicas de los genes (pelo, piel, ojos, forma de la cara,
etc.) y no a las de las conductas, porque –a nuestro juicio y coincidiendo con las teorías de los
especialistas- estas últimas pueden ser las mismas o similares en cualquier hombre (blanco, negro,
mulato, indio), independientemente de su físico. Un fenotipo se define como la expresión del
genotipo o el contenido genético de un individuo, en forma de ADN (Britannica, 2007). En
cambio, la palabra “raza” nos resulta inadecuada para este estudio, debido a que su origen
194

Los operadores comunitarios deberán destinar como mínimo el setenta por


ciento (70%) de su periodo de emisión diaria a producción comunitaria. Y podrán
transmitir publicidad comercial de pequeñas y grandes empresas domiciliadas en
la localidad donde se presta el servicio, así como promocionar bienes y servicios
que ofrezcan las personas naturales miembros de la comunidad, y de otras
industrias y personas naturales fuera del ámbito de difusión del medio siempre
que no excedan el cincuenta por ciento (50%) del tiempo de transmisión
establecido. En ningún caso el tiempo total de publicidad podrá exceder de cinco
minutos en una hora de emisión.

2.5.3.3 El modelo argentino


A pesar de que el avance de la televisión argentina está ligado a la incursión
del trabajo comunitario en la radiodifusión, la Ley 22.285 sancionada en 1980 por
el gobierno de facto y aún vigente en el año 2000 excluye a las cooperativas y
organizaciones civiles a prestar el servicio de televisión.
En efecto, en los años 70 cuando la señal no llegaba a sitios recónditos o a
poblaciones de pocos habitantes, la gente se agrupó para instalar antenas
comunitarias que permitieran la recepción de la señal originada en las principales
ciudades y redistribuirla localmente, primero a través de una frecuencia de aire y
posteriormente a través de primitivas redes de cable coaxial, dando así inicio a la
TV por cable61. Esta propuesta se originó en pequeñas poblaciones de la provincia
de Córdoba, lo cual coadyuvó a que los habitantes de las pequeñas ciudades
estuvieran a la par con las grandes urbes en cuanto a la recepción de la señal de
televisión.
En vista de que la ley desconocía el esfuerzo de las cooperativas, éstas
optaron por transformarse en sociedades comerciales a fin de obtener licencias y
de esta manera ceñirse a cierta legalidad. Luego, con el desarrollo de los satélites
se dio un fuerte impulso a la tecnología del sistema de cable, lo cual redundó en
que localidades de poca concentración demográfica accedieran a variados canales.

obedece, por una parte, a una construcción netamente social con la que se intenta dividir a las
poblaciones en razón de su capacidad, color de piel, rasgos faciales, etc. y, por otra, a una
estrategia para justificar el dominio económico, político y cultural de unas poblaciones sobre otras,
como lo hizo Europa en África y América con respecto a la esclavización de africanos, e indígenas
amerindios. En síntesis, la expresión “raza”, como la hemos definido, nos resulta imprecisa,
arbitraria, derivada de las costumbres, y no tiene en cuenta muchas las excepciones, gradaciones y
particularidades de cada cultura.
61
Argentina es uno de Latinoamérica donde el cable tiene mayor alcance, sino también una de las
naciones más cableadas en el mundo. En Argentina en 1999, del total de los hogares poseedores de
televisión, el 52% estaba abonado a algún cable. Sin embargo, el crecimiento de esta industria está
en peligro e, incluso, se habla de una drástica reducción en el número de abonados, debido al
desempleo y a la inflación provocada por la devaluación (Mazziotti, 2002: 24 y 58).
195

En los años 90 Argentina se incorpora al ambiente globalizador e inicia un


proceso de desregulación de las telecomunicaciones, generando así las
condiciones para que grandes empresarios y conglomerados ofrezcan los servicios
de televisión tanto a grandes como a pequeñas ciudades. Esta situación en vez de
amilanar a las cooperativas y pequeños empresarios, sirvió para que éstos mismos
respondieran asumiendo un papel protagónico, activo y unificado. Comenzaron a
unirse cooperativas sin distinciones, creando la Cámara Argentina de
Cooperativas, Mutuales y Prestadores Comunitarios de Radiodifusión (CARCO)
que desde el 31 de octubre de 1996 comenzó formalmente a representar y
defender los intereses comunes. Como se deduce de las experiencias comunales
de Argentina, la televisión comunitaria está ligada fundamentalmente a la
creación de empresas encargadas de distribuir la señal de televisión a municipios
que cuentan con pocos habitantes y poco énfasis se le da a la producción y
realización de medios comunitarios.
En ese orden de ideas, la Cooperativa Limitada de Provisión y
Comercialización para Servicios Comunitarios de Radiodifusión (COLSECOR) es
una de las que se encarga de organizar, contratar y transportar programación,
generar contenidos y operar circuitos de radiodifusión comunitaria. Nació en 1995
de la integración de 13 cooperativas de la provincia de Córdoba y desde ese
momento hasta ahora ha agrupado a 110 cooperativas y pymes asociadas,
distribuidas en 12 provincias argentinas. Es la única red de esencia comunitaria y
auténticamente independiente de los grandes operadores que asiste a las pequeñas
y medianas localidades (Tréspidi, 2001). Las cooperativas y pequeñas y medianas
empresas (pymes) asociadas a Colsecor transmiten grillas de programación
nacional e internacional, contratadas unitariamente, las cuales llegan a sumar 83
señales. Sus costos son adecuados, gracias a las economías de escala alcanzadas
en la compra.
Argentina no cuenta, pues, con una legislación que reconozca y fomente la
apropiación de un medio de comunicación por parte de la comunidad para la
producción de contenidos propios y próximos. Si no autoriza a cooperativas a
prestar el servicio de radiotelevisión, mucho menos procura que las comunidades
organizadas se expresen empleando la televisión. Sin embargo, la experiencia de
Colsecor, y de televisiones comunitarias clandestinas como La Comunitaria TV,
alimenta la esperanza de que a futuro los medios del tercer sector tengan su justo
reconocimiento y apoyo. En el caso de La Comunitaria TV, ésta surgió como
necesidad de poseer un medio alternativo de comunicación barrial que construya
un espacio participativo entre los vecinos y vecinas del barrio y las organizaciones
sociales de Claypole. Este espacio se encuentra abierto para que la comunidad se
integre a él y difunda sus problemas cotidianos, sus anhelos, sus esperanzas y
196

haga valer el derecho humano básico: la comunicación entendida como acceso y


participación social en los medios (Colectivo de prensa “Abriendo Caminos”,
2005).
La programación contiene distintos bloques fijos tales como cocina básica
económica, difusión de los talleres solidarios de las distintas organizaciones
sociales, los cortos publicitarios gratuitos a vecinos de la comunidad, y la
transmisión en vivo de recitales de músicos del barrio y de otras actividades
culturales de la zona.

2.5.3.4 Medios comunitarios en otros países de Latinoamérica


Las experiencias más significativas en medios comunitarios se concentran
en El Salvador y Guatemala, países que poseen un fructífero trabajo con radios
comunitarias. En Guatemala existen más de 160 emisoras comunitarias censadas y
representadas en cinco asociaciones que constituyen el Consejo Guatemalteco de
Comunicación Comunitaria, que cuenta con el apoyo de entidades radiofónicas
del orden mundial, agencias de cooperación internacional y ONG (Chaparro,
2002: 103).
En Guatemala se ha estado impulsando un proyecto para reglamentar a los
medios comunitarios, pero esa iniciativa tiene la oposición de los gobiernos y de
la oligarquía de esa nación. A pesar de ello los medios de la comunidad,
especialmente la radio, han contribuido a reivindicar el mundo maya.
En el Salvador, las radios comunitarias han tenido un papel protagónico.
Algunas de ellas tienen cobertura nacional y cuentan con una vasta audiencia en
todo el territorio nacional. Sin embargo, la imposibilidad de conquistar a corto
plazo un marco regulador para las emisoras comunitarias, hizo que la Asociación
de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS) acabara aceptando
que la única opción para disponer de una frecuencia para las radios comunitarias
fuera su compra. En materia de televisión comunitaria, se encuentra la Televisión
Municipal Comunitaria Participativa del municipio de Suchitoto -TMCP-, la cual
busca promover la participación juvenil en los procesos de desarrollo municipal a
través del video. El proyecto inició sus actividades el 12 de junio de 2004 con la
capacitación de 32 jóvenes en técnicas de producción audiovisual. Cada grupo
zonal produce mensualmente un video de entre uno y tres minutos de duración.
Estas producciones son transmitidas por televisión, y a través de la página web en
la que se invita a proponer ideas y problemáticas para ser abordadas y difundidas
en futuros videos (Ishitani, 2005).
197

En el Estado de Chiapas (México62), existen trabajos con video en los que


participan directamente las personas de esa región, al igual que TV Serrana de
Cuba. Claro que en Cuba se cuenta con una amplia y profesional experiencia de
dos canales para televisión educativa, más que en televisión comunitaria, situación
que fue corroborada por el autor de esta tesis en sus visitas a la isla (1999, 2000 y
2004).
En Chile63, se encuentra la Red Nacional de Video Popular y Televisión
Comunitaria. Es una asociación de grupos comunitarios de base dedicada a la
producción y realización audiovisual independientes. Se constituyó en octubre de
1994 para dar respuesta a la necesidad de amplios sectores sociales, en especial
del mundo popular, de buscar y desarrollar sus propias formas de comunicación
para expresar sus problemas, demandas y sueños (Alejandría, 2006). También
existe el Canal Comunitario Señal 3 de la población de La Victoria (población
chilena), medio que nació en 1997, autogestionado, con una malla programática
múltiple y con un radio de transmisión de 9 Km. que le permite llegar a 350.000
hogares y 850.000 personas (Gaudichaud y Gajardo, 2007).
En Bolivia64, la desregulación de la industria de las telecomunicaciones ha
facilitado la ampliación de la televisión comercial, en detrimento de la TV
comunitaria a la que todavía se le niega su reconocimiento por medio de una
legislación apropiada.
En Uruguay, el 25 de noviembre de 2006 se puso por primera vez al aire
una señal de televisión comunitaria. Se trata del Canal 2, el cual surge como
síntesis del trabajo que desde hace más de ocho años un grupo de vecinos
organizados vienen desarrollando en el barrio de Villa Colón con la radio
comunitaria LaVoZ FM 88.7 y el proyecto de Centro Social. Según sus
fundadores, uno de los objetivos de Canal 2 es crear “un espacio de comunicación
donde se genere material que contenga nuestro análisis de la realidad en que

62
En México no abundan casos de televisiones comunitarias. En ese país, según Guillermo Orozco
(2002: 233), la televisión juega un papel político muy importante, especialmente las cadenas
Televisa y Televisión Azteca. Ambas han acumulado tanto poder que han pasado de ser un mero
vehículo de la política mexicana, un escenario “donde se gana o se pierde el poder”, a ser un
protagonista más de ella.
63
En Chile no existe como tal la televisión comunitaria. Según Fuenzalida (2002: 185), “con la
mayor apertura de las concesiones de canales de TV, la TV Abierta chilena se encuentra en un
nuevo escenario hacia fines de los noventa, donde coexisten desde el punto de vista de la
propiedad: canales universitarios, del Estado, y privados. Esos mismos canales, según la cobertura,
pueden ser nacionales, canales regionales, y canales locales”.
64
De acuerdo con informaciones recientes que nos llegan de Latinoamérica, el presidente Evo
Morales quiere promover la creación de medios comunitarios con el apoyo económico de su
homólogo venezolano, Hugo Chávez Frías. Sin embargo, aún no se conocen resultados concretos
para el cumplimiento de esa iniciativa.
198

vivimos y que tantas veces es excluido o intencionalmente mal interpretado en los


medios de comunicación comerciales” (Indymedia, 2007).
Recientemente se ha dado a conocer el proyecto de cooperación solidaria
denominado Noticiero internacional de barrio: otra forma de mirar y contar, en
el que participan organizaciones de América Latina y Europa, cuyo eje es la
comunicación. Esta iniciativa ve a la comunicación no de manera instrumental
sino como un proceso esencial de la organización social. Actualmente forma a
vecinos y vecinas de barrios populares de Bolivia, Venezuela, Colombia, Brasil,
Bélgica y España, en nociones básicas del lenguaje audiovisual, para que se
conviertan en sujetos activos de la comunicación mediática mediante la
producción de documentales (Chocarro, 2006: 21 y 22). Estas obras audiovisuales
luego se unen en un programa de televisión: el Noticiero Internacional de Barrio,
el cual es transmitido en todo el mundo.

2.5.4 El modelo europeo de televisión comunitaria


Los medios de comunicación públicos aún gozan de la protección de
algunos países europeos, sin embargo, la importancia que a éstos otorgan desde la
perspectiva democrática y participativa depende de la conciencia social de los
gobiernos.
Manuel Chaparro (2002: 81) asegura que Europa se debate entre dos
modelos. Uno, en el que predomina el laissez faire, es decir, en el que se autoriza
la existencia de los medios comunitarios, como la televisión, pero su
sostenimiento se deja al arbitrio del mercado y, el otro, en el que se destinan
fondos significativos para el mantenimiento y desarrollo de experiencias de
medios de comunicación de la comunidad.

2.5.4.1 El modelo holandés


Holanda es otro de los países que se ha interesado por la regulación de los
medios de comunicación comunitarios. En su territorio hace presencia la
Organisatie van Lokale Omropeen Nederland (OLON), entidad que agrupa a
emisoras de radio y televisión y subvenciona a seis canales que ofrecen los
servicios de radiotelevisión de carácter local y comunitario. OLON, que surgió en
1974 por iniciativa gubernamental, agrupa a 376 emisoras de comunidades, de las
cuales unas 100 brindan el servicio conjunto de radio y televisión y otras 100
hacen lo propio con los servicios de teletexto y prensa online.
Estas emisoras llegan a cerca de 14 millones de habitantes de los 15
millones con que cuenta el país. Emplean a 500 personas y tienen la participación
de 20.000 voluntarios. En el caso concreto de la televisión, en Holanda se obliga a
los operadores de cable –cuyo cubrimiento alcanza al 99% de los hogares- a
199

entregar canales para el manejo de la comunidad, lo cual le ha permitido


consolidar un gran número de emisoras de televisión de carácter local-
comunitario. Aunque el servicio de televisión también se puede ofrecer por ondas
hertzianas, como quedó contemplado en 1988.
Los logros que ha tenido Holanda en la consolidación de los medios
comunitarios se deben al trabajo de promoción realizado por OLON y por las
políticas aperturistas de los gobiernos holandeses. OLON fue capaz de presionar
para que se aprobara la Ley de Medios de Comunicación (Media Act), con la cual
se garantiza el sostenimiento de los medios comunitarios con fondos públicos.
El modelo holandés estipula que sólo las organizaciones sin ánimo de lucro
pueden emitir localmente. Aunque la ley permite que los programas tengan una
cobertura municipal, en algunos casos esos espacios pueden ser recibidos en
varios municipios. En términos de veeduría y control ciudadano a la
programación, “la ley holandesa obliga, además, a la creación de un organismo de
participación comunitario, compuesto por representantes de los diferentes sectores
sociales, culturales, políticos y religiosos, encargado de establecer y supervisar las
líneas generales de programación” (Chaparro, 2002: 86).
En Holanda, los medios de comunicación comunitarios no sólo están
circunscritos a radio, sino que las comunidades organizadas pueden incursionar en
la televisión por cable o irradiada por ondas hertzianas, la prensa online y el
teletexto y en otras tecnologías, siempre que estén al alcance de estos colectivos.
Los datos de audiencia revelan que más de un 80% de los ciudadanos
sintoniza estos canales y que su audiencia acumulada diaria es del 12%. Cabe
recalcar, sin embargo, que estos medios de comunicación son más populares en
las poblaciones de menor número de habitantes, dado que los contenidos de los
canales generalistas no reflejan los intereses y expectativas de los moradores de
estos municipios. El sostenimiento de estos medios es posible con los subsidios
que otorgan los gobiernos locales, además del euro anual que los ayuntamientos
están autorizados a cobrar por cada abonado a las redes de cables.
Holanda constituye un modelo exitoso de medios de la comunidad, por
enfatizar en el ámbito conceptual (el compromiso para que los colectivos se
expresen libremente) y en el ámbito económico (mayor garantía para asegurar su
sostenimiento).

2.5.4.2 El modelo belga


En Bélgica se ha desarrollado un modelo de televisión comunitaria de tipo
mixto público-asociativo, que ha sido ejemplo en Europa por su carácter
participativo. Al comienzo estos canales se organizaron en forma de red en torno a
200

Videotrame, una institución encargada del intercambio de programas y la


coproducción. A partir de 1976 y gracias al estímulo gubernamental, el país posee
12 canales definidos como de acceso para los grupos sociales, agrupados en la
Fédération des Télévisions Locales.
El modelo de televisión belga tiene como antecedente el ejemplo de la
comunidad de Québec, así como del Grupo de Reflexión sobre el Audiovisual,
dedicado a estudiar las posibilidades de desarrollo de la comunidad francófona.
Los estudios desembocaron “en la subvención de proyectos de televisión
comunitarios inspirados desde las premisas básicas de pertenecer a una
organización sin ánimo de lucro, tener producción propia y no emitir publicidad
(Chaparro, 2002: 118).
En 1987 el marco legal que sustentaba a las televisiones comunitarias belgas
sufrió algunas transformaciones, que le permitieron asegurar su papel relevante
como medios de información de proximidad. A estos medios se les obliga a tener
como objetivos la información, el desarrollo local y la formación, y una
producción propia de un tercio del total de las horas emitidas; deben crear un
comité de programación y tener un periodista profesional de planta responsable de
la información difundida. Estas emisoras de televisión se sostienen con la ayuda
pública de la Communauté Française, los poderes locales y la publicidad. Los
fondos públicos provienen del gobierno de la Comunidad Francófona, de los
municipios y las provincias y del Fondo de Ayuda Interdepartamental para el
Empleo. La comunidad flamenca tiene su propio modelo de televisión, pero tiene
serias limitaciones económicas debido a que se sostiene por concepto de ingresos
publicitarios, lo cual condiciona la calidad de su programación.

2.5.4.3 El modelo alemán


Alemania también tiene experiencias en la promoción y desarrollo de los
medios comunitarios, aun cuando no de forma tan significativa como Holanda y
Bélgica. Esa situación se debe, en parte, a que no tiene un alto porcentaje de
implantación del sistema de cable, lo cual reduce las posibilidades de recepción de
canales ciudadanos y comunitarios.
No obstante, se presume que Alemania posee 34 canales de iniciativas de la
comunidad, distribuidos en ocho regiones (ländern). Y el sistema que ofrece
consiste en el proyecto denominado de canales abiertos (Offener Kanal), en el que
se transmiten programas realizados por actores que trabajan a título individual o
respondiendo a la inquietud de los colectivos locales. “Actualmente, 12 de las 16
regiones (länder) han previsto normativas para permitir la participación de la
sociedad civil en estos medios, donde el objetivo es propiciar el desarrollo de la
libertad de expresión. Las expectativas creadas en torno a las posibilidades de
201

estos canales se han visto defraudadas; la participación es escasa, la mitad de los


hogares con opciones de recibir un canal abierto no lo hace nunca y sólo entre el 1
y 2% lo hace regularmente (Kleinsteuber y Thomas, 1999, citado por Chaparro,
2002: 117).
La experiencia alemana más notoria en TV de la comunidad es la Offener
Kanal Berlin, que inició emisiones en 1985 en una fábrica del barrio de Wedding.
Este sector se ha convertido en epicentro de la caída del Muro de Berlín, y el
edificio donde funciona el medio de comunicación es vecino de las instalaciones
de la Deutsche Welle, Reuter Television y otras empresas mediáticas.
El 30% de los contenidos televisivos se emite en lengua extranjera, debido a
que los usuarios del canal provienen de 30 países diferentes (la mayoría turcos).
En el canal permanecen 15 técnicos especialistas quienes cumplen la misión de
capacitar y entrenar a los usuarios para que produzcan sus propios programas, a
los que se les garantiza los derechos de autor y la responsabilidad personal sobre
los contenidos transmitidos. La franja de emisión de los espacios va desde las 16 a
las 24 horas (84 horas a la semana). La Offener Kanal se financia del canon por
hogar que ayuda a sufragar el sistema público de radio y televisión. A pesar de
este experimento positivo, en Alemania crece la sensación de que estos canales
tienen poco impacto a causa de que sus audiencias son residuales.
Según Chaparro (2002: 117), desde 1997 hay en el norte de Alemania una
iniciativa en la que cooperan canales abiertos –Bremen, Bremenhaven, Hannover,
Oldenburg, Rostock, Berlín, Hamburgo…-, que intercambian producciones con
interés regional. Alemania fue sede en 1997 de la IV Convención de Canales
Abiertos, evento en el que se acordó la creación de la Coalición Europea para el
Desarrollo de los Medios de Comunicación Ciudadanos, cuyo objetivo primordial
es estimular la democratización de los medios y la promoción de iniciativas
europeas que incorporen medios de comunicación comunitarios.

2.5.4.4 El modelo sueco


Suecia también fundamenta su sistema emisor sobre el reconocimiento de
los medios de base y el derecho de la sociedad a organizarse y gestionar radios y
televisiones de carácter local-comunitario. La televisión alternativa en Suecia se
presta a través de los operadores de cable y es producida y realizada por cualquier
organización civil interesada en este canal de expresión.
Las primeras experiencias de la televisión participativa datan de 1977 y la
Ley de Cable que aprobó los canales abiertos se promulgó en 1985, aunque la
norma no garantiza la financiación, ni el acceso a las inversiones necesarias para
hacerlos operativos. Ha habido propuestas tendentes a lograr subvenciones
202

provenientes del canon de los medios públicos audiovisuales, pero no se han


concretado. Recientemente, se ha conseguido un compromiso de financiación con
el gobierno por un importe de 200.000 euros (Mobius, 2002, citado por Chaparro,
2002: 118).
Los tres principales canales abiertos son Estocolmo, Malmö y Gotemburgo
y están conectados entre sí, alcanzando una audiencia potencial de 13 millones de
espectadores (Arvidson y Bernat, 1999, citado por Chaparro, 2002: 117).

2.5.4.5 El modelo danés


En Dinamarca los movimientos civiles y comunidades organizadas sin
ánimo de lucro pueden disponer de emisoras de televisión. Los canales no pueden
emitir publicidad, por tanto, se sostienen de fondos propios y principalmente de la
ayuda pública. En un convenio firmado entre el gobierno y las emisoras de radio y
televisión asociativas se logró que el primero distribuyera anualmente 50 millones
de coronas (68% a las televisiones), además de otros diez millones de coronas
para subvencionar televisiones experimentales locales y proyectos educativos de
escuelas con los medios de comunicación. Actualmente, 41 televisiones
asociativas reciben fondos en función de sus coberturas y presupuesto.

2.5.4.6 El modelo francés


El Conseil Superieur Audiovisual (CSA) es la autoridad audiovisual
francesa que le apuesta al mantenimiento del concepto de servicio público en la
radio y la televisión. Este organismo tiene como funciones imponer estándares de
calidad a los medios públicos y privados y no entrega licencias si el medio de
comunicación no demuestra coherencia en la programación y autosuficiencia
financiera que le evite caer en manos de un conglomerado de medios de
comunicación.
Como afirma Manuel Chaparro (2002: 83) “esta es la razón de que existan
pocas emisoras comerciales locales de televisión por ondas hertzianas, el CSA las
considera poco viables”. Sólo a partir de 1992 con la incursión del cable han
aparecido numerosas experiencias de televisión en la modalidad de Open TV,
algunas de ellas amparadas por los municipios. Pero es con las Telès Libres con
las que la CSA tiene el desafío de regular el espectro electromagnético a estas
emisoras de televisión de tipo asociativo. Quienes apoyan estos proyectos han
consultado al gobierno francés para definir un mapa de frecuencias para las
televisiones ciudadanas o de proximidad y un plan de subsidios económicos
parecidos a los que se otorgan a las radios asociativas, mediante el fondo de
soutien.
203

En el año 2000, gracias a las presiones de los movimientos sociales, las


televisiones asociativas fueron legalizadas mediante la Ley sobre la
Comunicación Audiovisual o Ley Trautmann. Esta ley estipula que la cobertura
de estos medios audiovisuales puede trascender lo local, es decir, pueden llegar a
tener una cobertura regional o nacional, y confiere a la CSA la discrecionalidad
para autorizarles emisiones a través del satélite, cable, ondas hertzianas analógicas
o digitales. Para la TV hertziana, el CSA convocará a licitación a los interesados y
procederá a la selección de las mejores ofertas. Ese mismo organismo también
tiene que velar porque se cumpla el espíritu de la Ley Trautmann: que cumplan
una misión de comunicación social de proximidad, entendiendo ésta como el
intercambio entre los grupos sociales y culturales, la expresión de los diferentes
actores socioculturales, el sostenimiento del desarrollo local, la protección del
medio ambiente o la lucha contra la exclusión.
En total el movimiento de Telès Libres cuenta con 24 televisiones
asociativas. Todas ellas han solicitado al gobierno que cumpla la Ley Trautmann,
en la cual se establece la creación de un fondo de financiación para la TV privada
no comercial, que reciba recursos de las televisiones públicas y privadas, de las
empresas audiovisuales y de los operadores de telefonía móvil.
La televisión bandera del movimiento de las Telès Libres es Zalea TV, la
Televisión para la Libertad de Expresión Audiovisual, que emite por ondas
hertzianas en París Île-de-France y distribuye contenidos por cable satélite a otras
zonas del país, y se define como una televisión de programación al servicio de la
ciudadanía. Sus espacios son realizados y propuestos por ciudadanos y colectivos
organizados, deben cumplir las normas vigentes y velar por la protección a la
infancia y la juventud, así como combatir el racismo, el sexismo, la homofobia y
la xenofobia. La financiación de la TV local-comunitaria se hace mediante el
cobro por conexión al cable, y por los contratos de publicidad los cuales se
autorizaron a partir de 1992.

2.5.4.7 Los medios comunitarios en otros países europeos


En Gran Bretaña, Irlanda, Suiza, Italia, Austria y algunas regiones de
Alemania se reconoce el derecho de las comunidades organizadas a manejar sus
propios medios de comunicación, pero dichos países no tienen una política de
apoyo concreta a esas iniciativas. Por lo tanto, no se puede hablar propiamente de
modelos sino de potenciales proyectos comunitarios que no tienen el respaldo
gubernamental suficiente en términos de legislación y subvenciones. Cabe anotar
que la mayoría de las propuestas de medios de la comunidad en las naciones en
mención se basan en la posesión de emisoras radiales y no tanto de estaciones de
televisión.
204

En general, el principal condicionante que tienen es que su subsistencia


depende de la arbitrariedad de los mercados, es decir, se incluyen en el paradigma
del laissez faire, como se anotó en la introducción de los modelos europeos, en el
que los contenidos y todo el funcionamiento del medio de comunicación
dependen de la publicidad contratada.
España se constituye en un caso único europeo. Según Manuel Chaparro
(2002: 88) “la Ley 41/95, aprobada para favorecer las inquietudes de los actores
locales, se ha convertido, por voluntad del gobierno del Partido Popular y los
grandes grupos, en papel mojado”. Agrega que en Cataluña, Madrid o Andalucía
se realizaron experiencias de TV local con un alto y comprometido componente
de participación de la sociedad civil, pero el proceso de desregulación del sector
dio al traste con ese proceso democratizador de los medios de comunicación. La
TV del tercer sector en España es prácticamente insignificante; sólo se cuenta con
actividades reseñables en algunos canales públicos municipales, algún modelo
mixto en Cataluña y proyectos asociativo-cooperativos como los de Tele K en
Madrid. Los protagonistas de estos escasos modelos se han fortalecido trabajando
tres propuestas en red: el Circuit de Televisions Locals de Cataluña, la red Onda
Local Andalucía de la Asociación de Emisoras Municipales de Andalucía Radio y
Televisión (OLA) y la Asociación de Televisión Educativa Iberoamericana
(ATEI). La televisión de algunas Comunidades Autónomas de España, no
obstante, sí registra un desarrollo notable que se expresa tanto en contenidos como
en impacto. Una de ellas es la Comunidad Autónoma del País Vasco, donde su
radio y su televisión se han esmerado por rescatar el idioma y la cultura vascas.
En concreto, la televisión no sólo ha ayudado a incrementar el número de
hablantes del euskera, sino también a normalizar su uso en los campos de la
economía, la política, la cultura, el deporte, entre otros; además se ha convertido
en un proyecto cultural y, aun más, ha servido de catalizador de la industria de la
TV y el cine con el fomento de la producción de películas, cortometrajes,
doblajes, series de televisión, etc. (Garitaonandía y Casado, 2007: 140 y 147).

2.5.5 El modelo de Oceanía de TV comunitaria


En la literatura consultada sobre TV comunitaria en este continente figura el
modelo australiano.

2.5.5.1 El modelo australiano


En 1993, el gobierno australiano otorgó las licencias para Community
Television (C.T.V.). A partir de ese año, la "súper carretera" a través de cables de
fibra óptica comenzó un intento de desarrollo bajo algunas calles urbanas del país
(Spangaro, 1994). El desarrollo del modelo de televisión comunitaria inició con
seis frecuencias de televisión otorgadas para difusión terrestre en toda Australia:
205

las cinco redes existentes y otra que ahora pertenece a la televisión comunitaria -
UHF-31.
Australia actualmente cuenta con gobiernos que suministran pequeñas
subvenciones a iniciativas de televisión comunitaria además de la voluntad
política para fortalecer a los medios en poder de las comunidades. El proyecto
Community TV tiene reservado el canal 31 para la emisión exclusiva de este tipo
de medio audiovisual, de manera que cualquier comunidad puede solicitar una
frecuencia para la CTV.
Las ayudas del gobierno no son tan onerosas pero sirven para el
sostenimiento de estos proyectos de televisión comunitaria, pero los grandes
operadores de televisión también han correspondido a ese esfuerzo con la
inclusión de contenidos locales de TV de la comunidad en sus paquetes de oferta,
lo que significa un nuevo recurso económico para reforzar las estructuras del
medio comunitario.
Las experiencias más relevantes en Australia se refieren a la televisión
indígena y el Canal 31. Para los medios de comunicación indígenas, la televisión
ofrece la oportunidad de concienciar a la población en general sobre la
importancia de la cultura y la política de los nativos, fortalecer el diálogo sobre
los problemas locales, y proporcionar vías de expresión ciudadana. El Canal 31,
por su parte, ofrece una programación ecléctica (música, comedia, deportes,
conocimientos locales e historias de vecindarios, entre otros espacios), que cuenta
con una amplia audiencia (Rennie, 2007: 23-25).

2.5.6 Los medios de comunicación comunitarios en África y


Asia
En África existe una significativa tradición en radios comunitarias,
auspiciadas por Agencias Internacionales de Cooperación y ONG, pese a las
trabas continuas que han colocado algunos gobiernos al no crear el marco jurídico
que reconozca y haga viables este tipo de propuestas mediáticas. Por ello, en
noviembre de 1995 se celebró en Nairobi, Kenya, un taller acerca de Medios de
Comunicación Comunitarios en África Oriental y África Meridional. El grupo de
expertos participante resaltó la necesidad de:
 Crear un ambiente político favorable para asegurar que las estaciones de radio
tengan sus licencias y que se les permita funcionar abiertamente.
 Fomentar una conciencia acerca y a favor del trabajo de los medios de
comunicación en el desarrollo.
 Programar capacitaciones para que las personas adquieran habilidades y
recursos en cuanto al manejo de los medios de comunicación comunitarios.
206

 Crear fondos a partir de fuentes tradicionales y alternativas para subvencionar


a los medios alternativos.
 Realizar una campaña a favor de los medios de comunicación comunitarios en
la región.
 Destinar el equipo apropiado, con posibilidades de adaptación y asequibles,
que sirva de apoyo y fortalezca el desarrollo tecnológico en África (López-
Hernández, 1997: 19).
Asia, por su parte, se ha interesado en los últimos años por promover las
radios y televisiones comunitarias, lo cual dio pie para que la Asociación Mundial
de Radios Comunitarias de América Latina y el Caribe se planteara la realización
de su octava Asamblea Mundial en Katmandú (Chaparro, 2002: 114). En los años
80 había en este continente una predilección por respaldar e incentivar lo local
sobre lo comunitario, pero en la década de los 90 se ha evidenciado una
revaloración de los contenidos comunitarios debido a que los locales no han
respondido a las expectativas del pueblo asiático.
Aun así en dicho continente asiático sigue predominando la producción de
contenidos locales y la implementación de medidas restrictivas, para hacer frente
a la producción televisiva global. Algunos países, como Kasakistán, han cedido a
las presiones del mercado para crear políticas de medios de comunicación, sin
tener muy en cuenta los aspectos distintivos de su cultura (Barlybaeva y
Rusetmova, 2007). En Singapur, se ha venido incorporando el término “medios
comunitarios” dentro del sistema nacional de televisión, proceso que ha sido lento
y cauteloso, y no ha estado exento de la censura y del paternalismo del Estado
debido al temor estatal por el grado de participación y libertad que este tipo de
medios ofrece a los ciudadanos (Fuller, 2007: 130 y 131).

2.6 La televisión comunitaria y otras televisiones


La televisión comunitaria funge como una alternativa para que las
comunidades hagan un uso racional y efectivo del medio de comunicación para la
defensa de sus intereses comunes y la creación de estrategias para la solución de
los problemas más acuciantes. Pero como alternativa que aspira a tener un
carácter universal, legítimo y orientado hacia el desarrollo humano, no puede
dejar de relacionarse con otras televisiones que la pueden nutrir, expandir y
fortalecer. La televisión comunitaria no sólo recibe la influencia de las otras
televisiones, sino que ésta también está en capacidad –como se indica a través de
los siguientes binomios- de mejorar otros enfoques y sistemas televisivos, como la
TV de calidad, la TV digital, la TV cultural y la TV educativa.
207

2.6.1 Binomio televisión comunitaria/televisión de calidad


La televisión de calidad y la televisión comunitaria no son dos sistemas que
se deban enfrentar, es decir, no se trata de conocerlas cada una en paralelo o en
contraposición sino en identificar sus rasgos principales para determinar cómo se
nutren e influyen para que el producto televisivo que emiten cumpla con las
funciones de entretener, informar y educar, entre otras.
En ese orden de ideas, la TV comunitaria debe tener como aspiración el
producir y transmitir programas de calidad, entendidos como aquéllos que
promueven la participación, respetan al ser humano en su dignidad, estimulan la
ciudadanía, brindan información útil e imparcial y muchos adjetivos más. Al
respecto Gumucio (2002: 15) señala que “no basta que la televisión comunitaria
sea democrática, sino que además debe ser popular, es decir, ampliamente
apreciada por su calidad técnica y artística”. Y en cuanto a su calidad artística
supone que “los medios comunitarios hagan un esfuerzo por ser originales y
específicos. Esta especificidad se traduce en atender los diferentes temas que
afectan a la comunidad, y ofrecer respuestas prácticas a las preocupaciones
cotidianas de la audiencia”. Claro está que a esa aspiración pueden apuntar
siempre que avancen en fortalecer las competencias expresivas en televisión, las
finanzas y la administración de un canal comunitario.
La TV de calidad, por su parte, debe aprovechar el carácter popular de las
televisiones comunitarias para que el mensaje llegue con más fuerza a una
audiencia amplia y diversa. Lamentablemente, la calidad de la televisión
normalmente suele concebirse como el mejoramiento de la señal técnica que va a
los receptores o el aumento en el número de canales que se oferta, pero no como
un servicio público, orientado hacia la educación y la cultura. También ocurre que
cuando la televisión produce contenidos educativos y culturales de calidad, existe
la tendencia a verla como una televisión aislada o recibida sólo por un grupo
selecto.
Por eso Rafael Camacho Ordóñez (2005: 30) considera que la calidad es un
instrumento con vocación mayoritaria, por lo que la TV de calidad “no puede ni
debe entenderse como la diseñada para una selecta minoría, no puede ser elitista,
ni puede ser una minoría la que tenga en monopolio la facultad de expedir los
certificados de calidad en la televisión. Debe haber una apreciación mayoritaria de
la calidad y ello se consigue con la calidad de la producción, de la realización, de
los formatos y las ideas, de los guiones, de la escenografía, de los conductores/as
de un programa… y, sobre todo, aplicando los principios, los valores cívicos y un
código ético y profesional”. Lograr esos principios, no obstante, implica una
inversión económica alta, una situación financiera estable y, aunque se cumpla
208

con estos requisitos, renunciar a corto plazo al aumento de la audiencia y a la


rentabilidad inmediata.
Otros autores consideran que para que la televisión emita contenidos de
calidad es prioritario que se tengan en cuenta las siguientes condiciones:
 Servir las demandas básicas del público de información, entretenimiento y
ocio.
 Respetar la pluralidad de las creencias, opiniones, tradiciones étnicas, etc.
 Estimular positivamente la imaginación de los espectadores.
 Respetar la legalidad de la cultura nacional.
 Fomentar el conocimiento e intercambio de las tradiciones culturales.
 Presentar trabajos de arte (novelas, dramas, óperas, etc.) de reconocida calidad
(Gutiérrez, 2000, citado por Marín, 2005: 226).
A estas condiciones debería agregarse la orientación de la TV de calidad y
de la TV comunitaria en el cumplimiento de indicadores de desarrollo humano.
En palabras más sencillas, en coadyuvar a la solución de los problemas de la
sociedad para que las comunidades mejoren sus condiciones de vida en las esferas
económica, política y social.
Así las cosas, un punto de confluencia entre las televisiones antes
mencionadas está en la necesidad de que el sistema televisivo en la era de la
comunicación global comience la construcción de un nuevo modelo, orientado al
servicio público. Así lo deja entrever Carme Mayugo i Majó (2005: 92-93) al
plantear un modelo sustentado en tres pilares: (1) en la incorporación de la
sociedad como agente activo y decisivo en la conformación de las nuevas
televisiones, lo que implica resaltar uno de los rasgos esenciales del tercer sector
audiovisual (comunitario); (2) en sustituir la separación existente entre emisores y
audiencias por una verdadera y más que posible interacción; y (3) en aventurarse
en el campo de la educación en comunicación (EC) como espacio para el diseño
de políticas y experiencias de base que contribuyan a reconstruir y reformular el
sistema televisivo actual y, por encima de todo, a alfabetizar en los medios a todos
los sujetos sociales sin excepción.
Estos pilares plantean lógicamente cambios en formatos y contenidos para
que la programación a la vez que sea amena y entretenida, también contribuya a la
formación en valores y en ciudadanía. Pensar más en la educación de la audiencia
que en el aumento de la sintonía a cualquier costo y producir espacios dirigidos a
mayorías y minorías, se constituye en el primer paso para hacer del medio
audiovisual una alternativa de socialización para la gente.
209

Esa misión no conlleva solamente el mantener verazmente informado al


público, sino también estimular en él la cultura cívica y su educación de manera
profunda y universal. Implica igualmente extender pautas de conducta en campos
como la sanidad, la prevención de accidentes, la atención a los sectores más
vulnerables de la sociedad y la educación a distancia (Caffarel, 2005: 24).
La TV de calidad se expresa fundamentalmente en el manejo de la
información, en entretener con dignidad, en educar en valores y en el estímulo al
debate y la participación ciudadana. Reunidos esos tres campos y aprovechando el
sentido popular y alternativo de las televisiones comunitarias, se cultiva un campo
fértil para la consecución de indicadores de desarrollo humano.
En el orden informativo, una TV de calidad debe procurar independencia
frente a los gobiernos de turno y a las presiones del mercado publicitario. Sus
periodistas deben trabajar con rigor, con tiempo suficiente y recursos para
informar con pluralismo. Supone, entonces, garantizar la libertad de expresión, de
difusión, de informar y de ser informado, que son derechos fundamentales de los
ciudadanos (Camacho, 2005: 31). Entre tanto, los programas informativos en la
televisión comunitaria deben democratizar la información pública, para que
diversas voces sean escuchadas.
Estimular el debate y la participación ciudadana, no significa solamente que
los teleespectadores den su opinión sino también que ellos accedan a todo el
proceso de producción de formatos y contenidos, como lo sugiere el espíritu de las
televisiones comunitarias o del tercer sector. Esto se logra mediante la
democratización del medio y el acercamiento del mismo a las verdaderas
necesidades y expectativas de las comunidades. En el entretenimiento, la
televisión comunitaria puede aportar mediante espacios que reproduzcan la propia
cultura, respetando la dignidad humana, los rasgos fenotípicos externos,
orientaciones sexuales, la feminidad y las ideologías. Es más, el género del
entretenimiento puede convertirse en un instrumento valioso para concienciar a
las personas sobre campañas de prevención en salud, educación y desarrollo
urbano y rural. En el orden educativo, además de pensar en la formación en
valores y en ciudadanía, una televisión de este tipo puede utilizarse para el
visionado didáctico de programas televisivos, el análisis crítico y creativo de sus
mensajes, el conocimiento del medio en todas sus etapas de producción y emisión
y la observación de películas con fines formativos y lúdicos (Pavón, 2005: 223-
224). La esencia de la TV comunitaria es precisamente esa: volcar sus contenidos
a la esfera educativa y cultural, sin abandonar el entretenimiento y la información.
Algunos modelos de TV de calidad son reconocidos por especialistas en la
materia y gozan de una buena acogida por audiencias nacionales e internacionales.
210

Es el caso de la televisión japonesa NHK, la cual subraya tres líneas de acción


para la consecución de la calidad: la familiaridad, la profundidad y la diversidad.
Para los japoneses la calidad se constituye en un “valor que se espera que
contribuya al desarrollo de la cultura, incluyendo en ello la transmisión de
tradiciones, la creación de nuevas formas culturales y la promoción de actividades
educativas, culturales y deportivas” (Gutiérrez, 2006).
La BBC de Londres apuesta por la cobertura informativa completa e
imparcial de asuntos de interés nacional, en favorecer las manifestaciones
culturales y en ofertar una programación que cree oportunidades para la
educación.
En Suecia la calidad no puede reducirse a un único criterio, sino que, por un
lado, el sistema en su conjunto debe esmerarse en la búsqueda y evaluación de la
calidad de los programas y, por otro, debe formular y fomentar un amplio espectro
de los diversos tipos de excelencia a los que los realizadores pueden aspirar.
En España se destaca el trabajo del Consell de l’Audiovisual de Catalunya
(CAC) que basa el logro de calidad mediante el cumplimiento de indicadores
como variedad programática general, diversidad informativa, pluralismo político y
social, valores, audiencia –en cuantía y diversidad-, éxito de target, innovación en
programas, géneros y formatos, saturación publicitaria, y motor de la industria
audiovisual (Camacho, 2005: 30).
En Chile es relevante la labor desempeñada por la Televisión Nacional de
Chile, uno de los mejores canales de TV estatal de América Latina, cuyo director
de programación es Valerio Fuenzalida.
Además de esos modelos, se proponen enfoques y perspectivas de análisis
para investigar y evaluar la calidad en televisión. Charo Gutiérrez Gea (2006)
relaciona varios criterios para investigar, evaluar y medir la calidad en el medio
televisivo, como son: la diversidad, la capacidad descriptiva de un programa y la
capacidad de representación de la realidad, el punto de vista del espectador y del
personal del medio televisivo.
Hasta ahí y sobre el papel, muchos principios de la TV de calidad se pueden
cumplir en la teoría, sin embargo, la práctica conlleva a la conclusión de que hacer
este tipo de televisión es difícil porque es costosa y requiere hacer frente a
políticas económicas globales en las que prima el rendimiento económico por
encima del rendimiento social.
Desde este panorama, el obstáculo que se divisa en el horizonte es la
competencia feroz de las televisiones comerciales que, a fuerza de costumbre, han
venido imponiendo unos hábitos de recepción pasiva, una parrilla de
211

programación en la que predomina la espectacularidad, el sensacionalismo y la


intromisión irrespetuosa de la intimidad, con el fin de aumentar el número de
televidentes sin importar a qué costo cultural y social se haga. Lo hacen a
sabiendas de que se escudan en la ‘libertad de expresión’, concepto que las
televisiones comerciales y privadas han estirado para justificar la emisión de
contenidos que van en contra de la promoción de los valores humanos.
Su influencia abarca también el mundo educativo. En realidad este tipo de
televisiones educan pero en direcciones equivocadas, buscando llenar el tiempo de
ocio de las personas con programaciones banales que incentivan el consumo de
productos que no se necesitan y no dejando espacio suficiente para que se
reflexione en torno a lo que se debe ver o se debe dejar de ver. Francisco Pavón
Tabasco (2005: 222), sintetiza esa orientación supuestamente educadora en estos
términos: la televisión privada crea un “modelo educativo que no es patente, no es
discutido, filtrado, regulado por ninguna institución social, sancionado por nadie,
sino que está únicamente determinado por la lógica del mercado, por la tiranía de
las audiencias, y las encuestas no expresan lo que la gente quiere ver sino lo que
la gente ve”.
La relación hombre cultura es otra de las facetas que las televisiones
privadas han deformado. Al individuo se le reconoce como un potencial
consumidor y, de hecho, los espacios televisivos tienden a fabricar consumidores
desde tempranas edades para asegurar los dividendos económicos de las empresas
fabricantes de artículos y del sistema televisivo mediante la contratación de
publicidad. Y la cultura ha sido relegada a un tercer o cuarto plano de los
informativos, principalmente, y ha tenido que convivir con informaciones de
farándula, triviales y superficiales que desdibujan su sentido antropológico y
artístico (Reig, 2005: 64).
En el orden informativo, lo que prima es la sublimación de la violencia por
sí misma sin análisis y sin contexto, la connivencia con los desafueros de los
políticos, la espectacularidad del entorno sexual del ser humano, y la especulación
como base para contar historias íntimas de la vida de los famosos. Ante ese
panorama los televidentes, a través de una recepción activa y crítica, son los que
pueden poner freno a los atropellos mediáticos de las televisiones privadas. Esta
es una labor que no deja de tener sus sinsabores, pues, los teleespectadores no
poseen las competencias suficientes para cuestionar el medio y, por ende, es cada
vez más difícil concienciarlos sobre su situación de consumidores y su actitud
pasiva frente a los contenidos aparentemente inofensivos como son los del género
entretenimiento (Boza, 2005: 110 y 111).
212

Para Verónica Marín Díaz (2005: 227) la familia y los centros escolares, los
poderes políticos y los responsables de las cadenas de televisión deben buscar la
calidad de la televisión, pero en el actual ambiente global a los dos primeros
actores, esto es, familia y centros escolares, les compete la tarea de potenciar en
las personas una recepción activa y crítica del medio. Y todo ello va unido a la
necesidad de conformar veedurías ciudadanas o consejos populares de medios que
opinen y actúen eficazmente en la regulación de los contenidos audiovisuales.
En este sentido, las televisiones comunitarias pueden hacer un aporte
sustancial para el mejoramiento de la calidad televisiva. En otras palabras, el
carácter participativo e incluyente de éstas permite que los televidentes, no sólo
viendo los programas desde el sillón sino interviniendo directamente en su
elaboración, sean conscientes de la utilidad social y cultural de los contenidos.
La filosofía de la televisión comunitaria establece la necesidad de formar
alianzas con otras instituciones. Así, la unión con escuelas y universidades sirve
para ejercer un mayor control sobre los espacios televisivos y tener a la mano la
posibilidad de adelantar planes de capacitación en alfabetización en medios que
lleguen a toda la población. Este tipo de televisión también puede aspirar a ser una
televisión de excelencia, entendiendo este concepto igualmente desde lo local, es
decir, como una búsqueda permanente del medio por lograr su mejoramiento
continuo de acuerdo con el establecimiento de indicadores de calidad, algunos de
ellos propuestos por las comunidades.
La televisión comunitaria desde la esfera de la TV pública debe comenzar a
realizar actividades para configurar un medio audiovisual, cuya programación se
oriente hacia el mejoramiento continuo. Entre esas actividades se pueden
mencionar: (1) la identificación de los criterios de calidad con base en su vocación
comunitaria; (2) debatir los logros y deficiencias de sus parrillas de programación
y apuntar hacia una gama de programas que incorporen tantos criterios de calidad
como le sea posible; y (3) disponerse a dilucidar, mediante la investigación,
aquello que los espectadores y los productores entienden como indicadores de
calidad.
Pero para adelantar dichas acciones es necesario crear una serie de
condiciones, a saber: una sólida seguridad financiera; tiempo para la producción
de productos televisivos; una importante dotación de personal de talento;
profesionalidad y motivación de los equipos de producción; posibilidad de
creación y desarrollo de iniciativas de las personas asociadas con el medio
televisivo; libertad para alejarse de la obligación de maximizar los índices de
audiencia; orientarse por el criterio de la excelencia; y una legislación televisiva
adecuada que ayude a los responsables del medio de comunicación a potenciar la
213

calidad. Otros criterios hacen referencia a contar con personal con un alto nivel de
profesionalidad, con productores bien formados; poseer la habilidad para asumir
riesgos y fracasar sin que esto conlleve una pérdida notable de ingresos y de
expectativas; y que los equipos de producción se orienten hacia la calidad y que
tengan la convicción de que deben educar a la nación, en vez de entretenerla como
único objetivo (Gutiérrez, 2006).
La televisión de calidad no debe verse solamente desde el ámbito de la
emisión: los periodistas, productores, realizadores no son los únicos que elaboran
los programas y las parrillas de programación, sino también los teleespectadores.
Pero estos últimos no se conciben como consumidores o simples
retroalimentadores de información, sino como personas cuya participación en todo
el proceso de difusión del medio audiovisual es trascendental para transitar hacia
una televisión de calidad. En este aspecto la filosofía de las TV comunitarias es
clara: el medio funciona cuando es apropiado por la comunidad. ¿De qué vale,
entonces, producir TV de calidad si el televidente no se siente pieza clave de todo
el engranaje de producción, o si los contenidos están bien estructurados pero están
desvinculados del entorno comunitario?
Como se indicó al comienzo de este acápite, la TV de calidad y la TV
comunitaria son mutuamente dependientes. La televisión comunitaria aspira a ser
de excelencia y la televisión de calidad, a llegar a bastas audiencias con
programas bien elaborados, empleando, cuando sea el caso, narrativas y estéticas
populares de los medios de comunicación comunitarios. A esa afirmación hay que
agregarle que las dos tienen la misión de moldear los gustos del público, que en
este entorno global y competitivo han sido pervertidos por la influencia de las
televisiones privadas.

2.6.2 Binomio televisión comunitaria/televisión digital e internet


Como afirma Iñaki Zabaleta (2005: 25) la transición analógico-digital que
se está produciendo puede afectar a la información periodística de la televisión y
la radio, sobre todo en los procesos productivos y organigramas y en los roles de
los periodistas65 y equipos profesionales que intervienen. La transición, por
supuesto, también transformará la forma como se produce la televisión
comunitaria, en caso de que ésta asuma el reto de incorporarse a las ventajas que
genera la digitalización de la señal de televisión.
En esta transición la televisión comunitaria tiene que adaptarse a los nuevos
requerimientos tecnológicos, al menos en cuatro situaciones: (1) en la tecnología

65
Los cambios en la estructura organizacional de las empresas periodísticas y en los roles de los
periodistas serán abordados en el epígrafe que trata sobre el binomio periodismo comunitario/
periodismo digital o ciberperiodismo (pág. 241).
214

periodística en televisión, lo que implica la adquisición de equipos digitales; (2)


en la técnica periodística, puesto que supone modificaciones conceptuales para la
producción y edición televisiva, por ejemplo; (3) en la organización para la
producción digital, esto es, nuevas funciones que se introducen en todo el
entramado organizativo y productivo de la televisión comunitaria en el espacio
digital; y (4) en la convergencia multimedia66, lo que quiere decir que la televisión
en manos de la comunidad puede emplear la red para presentarse ante públicos
variados y dispersos (es lo que se denominaría una convergencia multimedia de
los medios clásicos como la televisión –en este caso-, la prensa y la radio) o puede
crear un cibermedio aparte, que compita, comparta o complemente la información
de la televisión, mediante descargas de audio y video en el sitio de internet
(cibermedios exclusivos).
En síntesis, entre la televisión digital y la televisión comunitaria debe existir
una relación de correspondencia, mediada por los avances tecnológicos y, gracias
a ellos, por el acceso universal a la información tanto por el emisor como por el
receptor. Es decir, la tecnología puede ayudar a la televisión comunitaria a salir de
la marginalidad para darse a conocer al mundo, con las respectivas ventajas que
ello trae, y aprovechar las herramientas interactivas de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación para fortalecer su actividad educadora y la
participación de los públicos.
Iñaki Zabaleta (2005: 380-391) también ofrece alternativas para la
organización del departamento de información en televisión que, en la transición
analógico-digital, son de relevancia para pensar en el futuro de las televisiones
comunitarias. Los modelos organizativos planteados comprenden cuatro aspectos:
organigrama general de las estaciones de televisión, modelos de organización del
departamento de información, plano de distribución de una redacción digitalizada
y el factor de corresponsalías en la cobertura informativa.
En el organigrama general de las estaciones, se parte de la base de que con
la digitalización de las estaciones y las tecnologías, existe una tendencia hacia la
multifuncionalidad de los profesionales, quienes se responsabilizan de llevar a
cabo multitareas. Los nuevos organigramas igual valen para estaciones de TV
pequeñas, medianas y grandes.

66
El término multimedia tiene una amplitud semántica tal que a veces resulta difícil diferenciarlo
de otros términos del ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Sin
embargo, en este acápite se utilizará en relación con dos aspectos que pueden contribuir al
desarrollo de la televisión comunitaria, como la convergencia multimedia de los medios clásicos y
la creación de cibermedios exclusivos.
215

En los modelos de organización del departamento de información, el autor


en efecto plantea tres modelos: modelo temático (tradicional), modelo editor y
modelo editor-temático.
En la distribución física y funcional de la redacción digital en televisión,
enfatiza que la mayoría de las televisiones aún están en un proceso de transición,
lo que significa que no se ha realizado una digitalización completa en la que se
encuentre una red bidireccional de banda ancha “transparente” (compatible).
Y en el factor de corresponsalías en la cobertura informativa, analiza las
corresponsalías –que poseen fundamentalmente las estaciones de TV de tamaño
medio y grande- desde varios puntos de vista: tipos de corresponsalías según los
ámbitos (internos y externos) y corresponsalías según su permanencia (fijas y
temporales).
Según Cebrián (1998ª), la radiotelevisión digital se está imponiendo en los
países industrializados porque ofrece mayores ventajas en cuatro áreas frente a la
tradicional radiotelevisión analógica: en producción, transporte, difusión y
recepción.
En producción, la televisión digital ofrece mayores posibilidades de
manipulación de la señal (codificación, compresión y efectos especiales), sin
ninguna pérdida de calidad en copias sucesivas o generaciones del producto
original. En transporte, se refiere a la distribución/contribución de la señal digital
entre estudios o centros de producción, tanto fijos como móviles, y en
transmisiones internacionales de estación a estación, en un sistema punto a punto,
en general. La transmisión suele ser mejor, sólo que para lograrlo requiere de un
gran ancho de banda. En difusión, trata de la difusión de la señal al público. La
calidad del audio y de la imagen puede ser mejor que la analógica, de acuerdo con
el grado y la norma de compresión empleados. El sistema digital es incompatible
con los sistemas actuales de radiotelevisión, esto es, PAL, SECAM y NTSC. En
recepción, los usuarios pueden disponer –para ello requieren comprar un nuevo
receptor o descodificador- de mejor calidad de imagen y sonido, mayor número de
canales, entre otras ventajas.
Para Moragas (2005: 13), la comunicación digital modifica las formas de
producción, y con ella la creación de nuevos espacios locales y globales, pero
también produce una nueva forma de “gestión de la información”, que permite el
almacenamiento y recuperación automática de los contenidos por los receptores.
En esencia la distinción de la TV digital con respecto a la TV analógica
estriba en que la primera puede ofrecer la interactividad, objetivo al que siempre
la han apuntado los medios electrónicos, especialmente la televisión. Este
216

concepto supone un equilibrio entre emisores y receptores en el proceso de la


comunicación o cuando menos una participación real y actual de los televidentes
en la producción de contenidos audiovisuales. Así, la televisión interactiva es un
concepto clave en la tecnología de la información y la comunicación, pero
lamentablemente se abusa de él hasta el punto de sobredimensionar sus alcances o
de definirlo de maneras que se prestara a confusión. Por eso, se ha tratado de
delimitar el campo del concepto de interactividad a través de cinco parámetros:
interactividad según su dirección, según su grado, según el canal, según su
naturaleza y según la actividad del usuario67.
Básicamente, la interactividad en la televisión digital se presenta en
diferentes escalas, conforme a la capacidad de los interfaces: televisión interactiva
mínima: el usuario envía al operador sus órdenes sobre selección de programas;
televisión interactiva media: el usuario, en este caso, además de la interactividad
anterior, recibe servicios interactivos ofrecidos por el operador a través de
potentes servidores digitales o discos duros donde almacena todos los contenidos
(los servicios pueden ser guías electrónicas de televisión, información sobre el
estado del tiempo, etc.); y televisión interactiva alta: además de las anteriores, el
usuario puede navegar por internet y recibir servicios y contenidos especiales
preparados y /u ofrecidos por el operador, para lo cual cuenta con un receptor o
descodificador, un módem, un disco duro donde almacena la información, y un
canal de retorno.
La interactividad es una realidad y es producto de la aparición de internet y
de la digitalización de la señal analógica en su proceso de emisión, transmisión y
recepción en diferentes sistemas (cable, satélite y terrestre). Pero como toda
relidad tiene sus momentos positivos y negativos que se pueden matizar desde la
perspectiva con que se mire la tecnología.
Es positivo cuando nos permite ensoñar en un planeta en el que los
verdaderos reguladores de la televisión sean los espectadores y no los Estados o
los legisladores, que puedan decidir y valorar los nuevos canales hasta lograr que
las programaciones den un vuelco definitivo hacia la calidad. De esta manera el
productor y realizador de los espacios televisivos dejará la arrogancia, el facilismo
y tendrá que especializarse en contenidos realmente interesantes con la ayuda de
la técnica, para obtener la aceptación no del receptor sino del cliente que paga por
ver formatos distintos.
Es negativo en el instante en que la tradición se impone sobre la novedad:
más de 50 años de recepción totalmente pasiva frente al televisor, promovida por
una sociedad basada en el consumo, hace que la anhelada bidireccionalidad de la

67
Los cinco parámetros se encuentran ampliamente explicados en Zabaleta (2003: 36).
217

comunicación, con un emisor y receptor en igualdad de condiciones para decidir,


tambalee. Como afirman Peñafiel y López (2000: 187-189 y 2002: 111-112) es
una interactividad real, no efectiva, esto es, el usuario podrá bajar una película
para observarla cuando le plazca (pay per view o video on demand) o votará en
contra del actor que debe marcharse del reality show, pero su opinión poco
afectará cambios de fondo y estructurales en los contenidos televisivos.
Eso por un lado. Por otro, hay que pensar hasta qué límite es pertinente la
democracia. No siempre el gobierno de la mayoría ha resultado benéfico para las
comunidades a las que se espera dirigir, y así puede ocurrir con el futuro de la
televisión, como órgano de difusión que orienta o es el reflejo de la sociedad.
¿Acaso la interactividad, concebida como canal democrático rápido, estimule la
selección de programación ligera, trivial destinada a la diversión y no permita
reflexionar sobre otras consideraciones prioritarias para la cohesión y la
convivencia social, por ejemplo?
Quizás la controversia no sea tan extrema, pero sí da pie para discernir un
terreno neutral donde la gente mantenga su derecho al entretenimiento, a espacios
útiles, al tiempo que exija a los productores y realizadores 68 la creación de
contenidos que busquen el interés común, defiendan el pluralismo, la convivencia
y demás valores constitucionales (Cebrián, 2001).
Teniendo en cuenta esas características, la televisión comunitaria debe
transitar hacia la tecnología digital, y puede aprovechar los nuevos medios
digitales para potenciar su influencia y cobertura. En cierta medida, Garitaonandía
et al. (1999) al subrayar la importancia de la descentralización de la TV en la
Unión Europea, nos habla de la oportunidad de desarrollo que pueden tener los
medios locales y regionales en el “ámbito digital”. Los autores señalan que “en
esta nueva ecología de las comunicaciones, contraria a las previsiones iniciales, la
demanda de "comunicación de proximidad" es una nueva realidad que ofrece a los
proveedores de las estaciones de televisión un potencial competitivo en el nuevo
contexto marcado por la multiplicación de los canales y programas que están muy
lejos de las experiencias concretas de sus televidentes”.
En resumen, la televisión puede aumentar su cobertura e influencia desde
dos enfoques: primero, empleando internet para que su programación, logros y
proyectos salgan del aislamiento zonal o comunal y se proyecten al exterior para
dar a conocer su trabajo audiovisual y comunitario y, al mismo tiempo, tenga más
posibilidades de establecer alianzas con instituciones del orden nacional e

68
Aunque Mariano Cebrián (2001: 153) se refiere a los periodistas de la radio digital,
consideramos que el mismo perfil se aplica a los productores-realizadores de contenidos de
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
218

internacional que respalden muchas iniciativas de TV comunitaria. Esto tiene aun


más valor en la “sociedad del conocimiento”, pues “la cultura local multiplica por
millones sus posibilidades de difusión y es capaz de transformarse, desarrollando
su imaginación, frente a las culturas globales. Es decir, para estas culturas locales,
la mejor manera de sobrevivir es ejercer y utilizar sus posibilidades de adaptación
al nuevo escenario, sin abandonar la dinámica de la globalización” (Ortiz, 2005:
81).
Segundo, con las herramientas interactivas de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación, concretamente en la televisión digital, puede
crear nuevos canales de comunicación para que la gente acceda, participe y
autogestione la televisión de la comunidad, y reciba programas con una
orientación más didáctica y personalizada. Pero la participación debe ser
sustancial, dirigida al mejoramiento de las condiciones de vida propia y de la
comunidad, con un énfasis social, educativo y cultural, y no simplemente bajo un
parámetro económico y consumista como lamentablemente parece presentarse la
televisión digital.
A pesar de ello, entre la TV digital y la TV comunitaria no pueden generarse
exclusiones por el hecho de que la primera tienda a una visión global de la cultura
y de las relaciones políticas y económicas, en tanto que la segunda haga énfasis en
lo local. De hecho, como lo afirma Miguel Ángel Ortiz (2005: 80) en la aldea
global los medios de comunicación tienen la responsabilidad de redefinir la
arquitectura institucional y democrática de nuestra sociedad. Si la TV digital
desea democratizarse, es decir, ser ejemplo de pluralismo, debe ofertar algunos
canales con transmisión de contenidos comunitarios, para que la gente también
vea representados sus intereses locales.

2.6.3 Binomio televisión comunitaria/televisión cultural y


educativa
La televisión cultural y la televisión educativa son consustanciales a la
televisión comunitaria. ¿Por qué? Porque la televisión en poder de las
comunidades sólo tiene razón de ser (1) si es gestionada por los colectivos
organizados y (2) si toda su programación (musicales, informativos, magazines,
etc.) se guía por parámetros educativos y culturales.
La primera afirmación tiene su sustento en que la televisión comunitaria
tiene sentido en la medida en que es expresión de las comunidades locales en su
quehacer cotidiano (Pérez, 1998: 23), en tanto que la segunda insiste en que la
televisión pública, incluyendo la experiencia de la TV comunitaria, “no debe ser
un canal donde la cultura o la educación o el medio ambiente o la salud o la
educación primaria o los valores o la formación audiovisual sean un contenido o
219

una franja de programas sino que estas temáticas y campos sociales se convierten
en los horizontes expresivos y los escenarios de pensamientos que deben guiar el
flujo de programas” (Martín Barbero et al., 2000).

2.6.3.1 Televisión comunitaria/televisión cultural


Si la televisión cultural se entiende como un sitio donde se construyen
imaginarios sociales y las identidades culturales, convirtiéndose en proyecto para
contribuir en el ejercicio cotidiano de una cultura democrática y en el
reconocimiento de la multiculturalidad de una nación, la televisión comunitaria
sigue esos mismos criterios desde lo local, apoyándose en la participación de las
comunidades en todo el proceso de producción de la programación. Trabajar
desde lo local implica ampliar los espacios para que la gente exprese sus
inquietudes y defienda la diversidad de idiomas y culturas (Ruano, 2006), para
evitar que la homogenización creciente y la prepotencia de las culturas únicas y
consumistas de la globalización, terminen por reducir a la marginalidad y el
olvido las manifestaciones culturales de los pueblos y las minorías étnicas.
En esas circunstancias, las televisiones comunitarias persiguen la
rentabilidad sociocultural en vez de la rentabilidad económica. La rentabilidad
sociocultural significa la integración de la ciudadanía en torno al conocimiento de
sus deberes y derechos y al desarrollo de sus capacidades para mejorar sus
condiciones de vida.
Para Martín Barbero et al. (2000)69, el nuevo ecosistema comunicativo
“obliga pensar que la cultura hoy se refiere más a cómo los ciudadanos
desarrollan una comprensión de su país que les capacite para ayudar a
transformarlo, que a eventos de contenido artístico o culturalista”. El autor
contempla una nueva televisión pública en la que lo cultural, lo educativo y lo
comunicativo se incorporen a un proyecto ético de nación y comunidad deseada:
en el caso colombiano, para formar ciudadanos competentes para convivir con el
otro y actuar en el horizonte de la paz y la diversidad cultural. También establece
algunos criterios para que la televisión pública “gane la dinámica del flujo y la
diversidad cultural”. Nosotros consideramos que los criterios que Martín-Barbero
expone, son aplicables a la televisión comunitaria, toda vez que ésta hace parte del
sistema de televisión púbica y debe perseguir objetivos enmarcados en el
desarrollo humano. Esos criterios son:

69
Jesús Martín Barbero et al. (2000) mencionan los criterios para el desarrollo de la televisión
cultural desde la televisión pública, pero también señalan que para construir una cultura
democrática y reconocer la multiculturalidad de un país, es necesario crear una red nacional de
televisión cultural que ponga a circular y dialogar las producciones de la televisión pública de
carácter nacional con las de los canales regionales, locales y comunitarios.
220

 El medio ambiente se debe integrar a la programación pero no como temática


sino como perspectiva de encuentro entre lo humano y lo natural, entre lo
cultural y lo educativo, entre la memoria y la juventud. En el plano
comunitario, la televisión debe abarcar tanto los problemas ambientales como
sus soluciones, creando conciencia de la necesidad de mantener una relación
armónica entre los hombres y entre los hombres y el entorno.
 La salud no es una temática que se hace televisión sino que aparece como
estilos de vida saludables y productivos que se deben promover a lo largo de
la programación. En lo comunitario, es vital que el tema de la salud se salga de
la esfera patológica, para que se exprese como un hábito de vida saludable
preventivo tanto en los programas como en los anuncios publicitarios.
 Los niños no deben ser temática construida desde los adultos sino campo
expresivo, con voz propia y autoridad de sentido. Los niños deben ser
concebidos como actores sociales y no como simple contenido. En la
televisión comunitaria, los niños hacen televisión y se ven reflejados en ella
mediante la vinculación de las escuelas y colegios y organizaciones en las que
hacen parte.
 El maestro no es un sujeto a “educar” sino a integrar con los medios de
comunicación, un trabajador de la cultura en cuanto se vincula desde su oficio
a la construcción del nuevo ciudadano. El maestro en el medio audiovisual
comunitario establece lazos entre la institución educativa y el canal
comunitario; también participa en él en la producción de los programas o
como garante de que la parrilla se ajuste a criterios culturales y educativos.
 Lo cultural no es un tema para hablar de las bellas artes y el folklore sino un
campo para generar sentido público y reconocimiento como nación plural y
diversa. Esto significa que no hay programas culturales sino un canal que
construye un paisaje común y diverso para toda una comunidad nacional. Lo
comunitario sigue esa misma línea pero la trabaja en forma descentralizada, es
decir, desde lo local, para fortalecer los rasgos culturales que acercan y
distancian a las pequeñas poblaciones del centro, de las capitales, con un
carácter democrático y tolerante.
Finalmente, Martín Barbero et al. sintetizan esta nueva comprensión de lo
cultural desde la televisión pública teniendo en cuenta varios factores, los cuales
se acercan al espíritu y filosofía de la televisión comunitaria, con la salvedad de
que esta última parte de lo local y vincula activamente a las personas en el
proceso de producción y gestión de la parrilla de programación. Los factores son:
221

 Que la televisión pública deje de lado la secuencia lineal –que encadena


unidireccionalmente programas por contenidos y audiencias- para pasar a una
programación más descentrada, de flujo y plural en géneros y formatos. En la
TV comunitaria se sigue el precepto de conducir toda programación desde lo
cultural y educativo, pero con un carácter desarrollador. Eso significa no
expresar la cultura y la educación per se, sino buscando que estos conceptos
atraviesen la dinámica de todos los espacios para buscar soluciones a los
problemas comunitarios y de esa forma mejorar la condición de vida de las
personas, promoviendo la organización, el conocimiento de la esfera pública y
la convivencia.
 Que funcione como lugar de encuentro de las diversidades estéticas, étnicas,
de sensibilidad y ambientales. La TV comunitaria destaca las costumbres,
estéticas locales y comunitarias sin excentricidades ni de manera estrafalaria
sino buscando sus potencialidades y desarrollos para el bienestar e
identificación de las comunidades.
 Que sea escenario de memoria para comprender la ciudadanía en estos
tiempos comunicativos del olvido. La TV comunitaria contempla la
ciudadanía como la participación de las personas no sólo en la gestión de un
canal comunitario sino también en la apropiación que hace del medio para
exigir el reconocimiento de derechos políticos ante las entidades públicas.
 Que recupere para la televisión cultural el ritual, la socialización, el juego, el
goce propio de la escuela más que los contenidos, los expertos, los textos de
salón de clase. La televisión comunitaria hace eco a ese factor, pero recalca la
importancia de reconocerse desde lo local mostrando las fortalezas culturales
propias, analizando sus debilidades y contando con la expresión de los
miembros de la comunidad.
A pesar de que se ha creado un choque entre televisión y cultura, bien
porque el medio -motivado por la presión comercial, banaliza la expresión cultural
o incorpora valores como la violencia y el sexismo- o bien porque la cultura se ha
circunscrito a las artes y los museos, lo realmente importante -como lo destaca
Carmen Alborch (1995: 13)- es saber utilizar las potencialidades de la televisión
para promocionar conductas y valores y favorecer la educación y la cultura.
En el enfrentamiento entre la televisión y la cultura, del cual habla Carmen
Alborch, han surgido tres tendencias. La primera, en la que se encuentran los
detractores de la televisión porque consideran que el medio es poco apto para
transmitir la cultura o, cuando intenta hacerlo, es el causante de la perversión de
222

esos temas que trata70. Además, quienes la atacan afirman que las imágenes no
alcanzan la suficiente profundidad y riqueza para expresar el espíritu y naturaleza
de la cultura, sino que convierten el objeto cultural en un elemento trivial y
superficial que fomenta la pasividad y resignación del televidente.
En la segunda, se destacan los defensores de la televisión pues afirman que
este medio tiene una presencia muy fuerte en la sociedad y se ha convertido en un
instrumento muy importante para el seguimiento de la cultura por una gran masa
social. Francisco Rodríguez Pastoriza (2003: 38) resume la posición de los
defensores con estos términos: “la televisión es un importante medio para la
educación y la información; una escuela paralela y complementaria al sistema
educativo tradicional”. En ese marco de referencia, la televisión se concibe como
un producto de la cultura, a la vez que productora y transmisora de cultura.
En la tercera tendencia, se encuentran los que tratan de limar las asperezas
entre la cultura de la palabra –a la que los intelectuales dan la etiqueta de ser la
que realmente es capaz de producir y transmitir cultura- y la cultura de la imagen,
colocando entre ellas un vínculo de compatibilidad y complementariedad. Este
grupo intermedio sugiere que el antagonismo entre esas culturas no es la
existencia misma de la televisión sino lo que se hace con ella y, por ende, la
solución debe pasar por profundizar en el conocimiento de la cultura de la imagen.
La televisión comunitaria puede integrar una visión más optimista de la
relación entre televisión y cultura si encara el tema desde una perspectiva de
servicio público, alejada, por supuesto, de la perspectiva tradicional del mercado y
el consumo, y si destina sus esfuerzos a integrar las diferentes variantes de la
cultura que se manifiestan en las sociedades modernas (Rodríguez, 2003: 22),
como la cultura popular, la culta y la de masas.

2.6.3.2 Televisión comunitaria/televisión educativa


Resulta difícil separar la naturaleza y fines de las televisiones educativas y
culturales, pues de hecho en el concepto de cultura suele incluirse la formación, el
conocimiento, investigación e innovación científica como rasgo que identifica a
un pueblo. Una situación parecida suele ocurrir al comparar la televisión
comunitaria con la televisión educativa y cultural, puesto que la programación de
la primera lleva implícita una orientación educativa y cultural. Por tanto, creemos

70 Lamentablemente a los media también se les considera, en particular a la televisión, como


instrumentos a partir de los cuales se crea un nuevo modelo de estructura cultural denominada “en
mosaico”, consistente en su propio desorden (Rodríguez, 2003: 16) y en la fragmentación del tema
cultural en pedazos aparentemente inconexos.
223

conveniente afirmar que entre las dos televisiones se guarda más una relación de
complementariedad que de división.
En ese orden de ideas y como se anotó en el binomio TV comunitaria/TV
cultural, la televisión educativa no puede incorporarse a la programación de
acuerdo exclusivamente con audiencias y programas especializados en educación,
sino que debe guiar todo el flujo de la parrilla de programación y la misma actitud
con que los periodistas y directivos del canal comunitario abordan la producción
televisiva de la comunidad. En otras palabras, no deben existir sólo espacios de
contenido educativo sino que toda la programación tiene una intencionalidad
formativa dentro del proyecto de nación.
Jesús Martín Barbero et al. (2000), le dan un giro a la educación en
televisión para concebirla no como la que pasa por la escuela, lo escolarizado,
sino la que construye ciudadanos y forma para la convivencia pacífica y el
encuentro con el otro en la vida cotidiana. Y agrega que la educación por
televisión debe perseguir tres objetivos: “formar recursos humanos, construir
ciudadanos y desarrollar sujetos autónomos”.
Mariano Cebrián (2003) señala los métodos como deben analizarse los
textos visuales y las utilidades que tiene la televisión en el ámbito educativo,
desde los géneros educativos mismos hasta los tipos de programas que pueden
coadyuvar a propósitos formativos.
En el análisis de los textos audiovisuales, considera que “habrá que partir,
primero, del reconocimiento de los códigos en su funcionamiento en la realidad a
la que pertenecen o representan en todas sus manifestaciones sígnicas: auditivas,
visuales y plenamente audiovisuales naturales así como en las incorporadas por la
cultura a lo largo de la historia. En segundo lugar, del reconocimiento de los
códigos sociales, jurídicos, éticos y estéticos que las diversas culturas hayan
creado y sirvan de relaciones de comportamiento y comunicativas. Y en tercer
lugar, del reconocimiento y dominio de los códigos incorporados por la mediación
técnico-retórica de cada uno de los componentes audiovisuales y la mediación
humana” (Cebrián, 2003: 87).
Esta posición busca que las personas cada vez tengan más habilidades y
competencias para desentrañar los mensajes que subyacen en los programas
televisivos, algunos de los cuales conllevan contravalores que dan al traste con la
educación que se brinda en las aulas. Sin embargo, Mariano Cebrián también es
consciente de las plenas utilidades que brindan los medios audiovisuales a los
estudiantes bien sea desde la educación formal e informal, pues el medio como tal
emplea recursos didácticos y creativos para llegar a los públicos.
224

A esta conclusión llega Mar de Fontcuberta (2005: 10), cuando esboza la


historia de la educación en medios. Al respecto señala que inicialmente los
educadores vieron con recelo a los medios de comunicación, casi como una
amenaza. Por eso originalmente la educación en medios comenzó adoptando un
espíritu defensivo: se trataba de proteger a los niños y, en consecuencia, era
menester denunciar los mensajes mediáticos y los valores erróneos que
transmitían para que los jóvenes aprendieran a rechazarlos. Actualmente, la
perspectiva es otra: se busca “preparar al niño a comprender la cultura que le
rodea y a participar activamente en ella. En ese sentido el objetivo es la
comprensión, el análisis crítico y, progresivamente, la producción de medios
realizada por el propio alumno”.
Patricia Castillo y Luciana Gastaldi (2005: 14) destacan la importancia que
tiene la educación en medios desde varias perspectivas: la comprensión del medio,
que abarca la forma como opera y la funcionalidad que tiene la comunicación
masiva en la sociedad; la necesidad de adquirir competencias para usar los medios
para comunicarse con otros; y el análisis crítico y producción creativa de los
mismos.
En cuanto a las utilidades que tiene la televisión en el ámbito educativo,
Cebrian (2003) sostiene que este servicio se presta desde la aplicación de géneros
específicos hasta la distinción de programas que tienen intencionalidad didáctica,
pedagógica, los que sólo sirven de complemento o apoyo y programas generales
con un planteamiento educativo o antieducativo.
En la primera categoría, identifica dos tipos de géneros específicos: La
lección televisada y la telelección. La lección televisada, consiste en la grabación
y transmisión de una lección o sesión pedagógica desarrollada en un aula para
alumnos presenciales y que se transmite para otros situados a distancia. La
telelección, comprende la oferta de unos contenidos configurados como una
lección curricular o con una estructuración pedagógica para cubrir parte de un
programa tratados conforme a planteamientos manifiestamente televisivos en los
que se introducen cápsulas que desarrollan determinados aspectos o videos para
mostrar situaciones o declaraciones de expertos (Cebrián, 2003: 99).
En la segunda categoría, ubica a tres tipos de programas: programas de
funcionalidad curricular, los cuales están concebidos para la enseñanza–
aprendizaje de contenidos formales presentes en los currículos oficiales según los
diversos niveles. Programas de apoyo o complementarios, que con un tratamiento
pedagógico adecuado tratan de ayudar a la enseñanza reglada con enfoques
motivadores, aportación de recursos válidos para su integración en el currículum.
Y programas generales aprovechables para la educación, en los que cualquiera
225

de ellos puede ser empleado para la educación parcial o totalmente, en unos casos
para el análisis crítico y en otros como ejemplo de una situación o de
escenificación de una realidad (Cebrián, 2005: 113-114).
Joan Ferrés (1995), por su parte, ofrece un diagnóstico pormenorizado de la
televisión como herramienta educativa y de las implicaciones sociológicas,
artísticas, comunicativas, psicológicas y culturales del medio de comunicación en
los televidentes. Para ello, menciona las potencialidades del medio para el
desarrollo de las capacidades del público, al tiempo que advierte sobre los malos
usos de la televisión, la visión fragmentada de la realidad que muestra y la crisis
que experimenta la escuela71 como eje sobre el cual giraba la educación hasta hace
unas décadas.
El diagnóstico que elabora Ferrés se encuadra en el análisis de la televisión
como agente de consumo -y en este tema coloca como objeto de estudio a la
publicidad-, como gratificación sensorial, mental y psíquica y como medio de
socialización, entre otros aspectos. Y la terapia que propone para convertir al
medio en una herramienta eficaz para el aprendizaje consta de varios parámetros:
la necesidad de una formación integral sobre la televisión, la importancia de
despertar el espíritu crítico en el teleespectador y de dosificar el consumo de los
programas televisivos, para evitar la teledependencia y contrarrestar los
contenidos violentos. Según Ferrés (1995: 106) “educar para la reflexión crítica
supone ayudar a tomar distancias respecto a los propios sentimientos, saber
identificar los motivos de la magia, comprender el sentido explícito e implícito de
las informaciones y de las historias… y, sobre todo, ser capaces de establecer
relaciones coherentes y críticas entre lo que aparece en la pantalla y la realidad del
mundo fuera de ella”.
Otros aspectos que aborda para desarrollar la terapia, estriban en educar en
medios en la escuela y en la familia. Ambos escenarios resultan relevantes porque
en el primero aún se centra parte de la formación de la sociedad y en el segundo
porque gran parte de la vida se invierte en la interacción con los miembros del
núcleo familiar, interacción que en este caso está mediada por la tecnología de la
televisión.

71
José Ignacio Aguaded Gómez (2005: 26) hace hincapié en que la escuela que durante muchos
años había sido el único espacio para el control y difusión de la racionalidad y progreso, no ha
permanecido ajena a los nuevos parámetros culturales y sociales. Ahora ha perdido su hegemonía
como transmisora del conocimiento, el cual fluye con más rapidez por otras vías. El autor arguye
que los nuevos escenarios audiovisual y tecnológico han propiciado cambios en el ámbito
educativo, a tal punto que han motivado crisis y contradicciones que se reflejan en malestar
docente, reformas, desorientación y desmotivación del alumnado. Aguaded Gómez se lamenta de
que la institución escolar se resiste aún a dar respuestas globales para una integración de los
medios de comunicación audiovisuales y las tecnologías en sus aulas.
226

La educación en la escuela, agrega, debe pasar por dos dimensiones


formativas: educar en televisión, implica que el medio sea objeto de estudio, para
desentrañar sus recursos técnicos, económicos, ideológicos y para el análisis
crítico de los programas. Y educar con la televisión, sugiere que se incorpore al
aula, en todas las áreas y niveles de la enseñanza para perfeccionar el proceso de
enseñanza aprendizaje (Ferrés, 1995: 121-122).
La educación en la familia parte de la premisa de crear un ambiente
favorable para que todos sus miembros, en especial los niños, tengan la
oportunidad de hacer un uso racional y creativo del medio de comunicación, para
lo cual se requiere conocer su funcionamiento, dosificar su consumo y estimular
el diálogo en la familia para darle contexto y principios de realidad a las imágenes
que transmite la televisión.
Ahora bien, una vez esgrimidos los fundamentos de la TV educativa, es
preciso establecer de qué forma pueden ser aprovechados por la TV comunitaria
para que cumpla con su misión educativa desde el ámbito práctico y comunitario.
A la televisión comunitaria le compete enseñar a ver televisión a los
miembros de la comunidad mediante capacitaciones técnicas, mediante la
interpretación de códigos visuales e ideológicos y el conocimiento de las finanzas
y legislación que sostiene y regula al canal, para que, por ejemplo, los padres de
familia acompañen a sus hijos y les establezcan criterios para el visionado. Eso
por un lado, por otro, debe promover la participación de la comunidad en el
control de la producción y emisión de los programas, así como de la organización
interna del canal, para evitar desafueros periodísticos, empresariales, y que vayan
en contravía de una programación educativa y cultural. Es lo que Jesús Martín
Barbero (2000) establece como criterio de acción para la televisión pública, que
igual es válido para la televisión de la comunidad: crear “sistemas claros y
participativos de orientación del canal”.
La educación, como se indicó anteriormente, debe conducir la filosofía de
toda la programación y no limitarla a un programa o fraccionarla por una franja o
un horario como ocurre con la educación escolar, que se circunscribe a
contenidos, niveles, módulos y grados. Ahora bien, cuando la parrilla tiene la
orientación pedagógica y didáctica, en suma educativa, también implica darle
oportunidad a maestros, padres de familia, alumnos e instituciones para que
participen en esa orientación bien sea conceptuando sobre temas, estableciendo
criterios de evaluación y control y produciendo programas.
Mariano Cebrián (2003: 149) señala que la educación y participación en
medios es más allá de la simple recepción. Para él un verdadero aprendizaje
implica “apreciar el funcionamiento de la información audiovisual mediante la
227

producción de la misma, es decir, aprender haciendo las cosas objeto de


aprendizaje. Se trata de preparar usuarios de los medios para expresarse cuando se
necesite: con fotografías, con videos, con magnetófonos, con el teléfono, con el
correo electrónico, con la web para dar información de sí, o con los chat para
entrar”.
Así mismo, es fundamental que los canales comunitarios establezcan
alianzas con diversas instituciones, especialmente con escuelas, colegios y
universidades, que permitan retroalimentarse permanente y positivamente del
trabajo que todas realizan. A las universidades, por ejemplo, les sirve para cumplir
la función de extensión universitaria, de divulgar sus investigaciones y de
interactuar con la sociedad para conocer sus demandas, en tanto que el canal
comunitario se alimenta de enfoques educativos y de servicio público que, al
incorporarse a formatos televisivos pueden tener un impacto positivo en la
comunidad.
En la praxis, la televisión comunitaria coadyuva a la formación de los
jóvenes y a su desarrollo humano por medio del uso de géneros educativos
específicos como las lecciones televisadas, que permiten a los estudiantes repasar
-en un espacio y tiempo diferente de las aulas- temas no comprendidos y a
comunicarse con los docentes por vía telefónica u otros medios para despejar
dudas. Las televisiones comunitarias también pueden contribuir produciendo
videos para instituciones escolares en los que se resalte la historia, geografía, artes
y costumbres locales, para que complementen la formación curricular, mucha de
la cual viene diseñada por pedagogos de las capitales que desconocen las
necesidades culturales y educativas de las pequeñas localidades.
A su vez la televisión educativa debe aprovechar las potencialidades de la
televisión comunitaria. Una de estas potencialidades consiste en que tiene
delimitada y conocida una parte de la población que quiere que se le eduque y, por
ende, los contenidos difundidos pueden tener un impacto masivo y positivo en la
formación de los ciudadanos.

2.6.4 Televisión comunitaria/televisión alternativa


La televisión comunitaria y la televisión alternativa comparten objetivos
como el de empoderar a las personas para que asuman una posición activa frente a
los temas que los inquietan directamente. Sin embargo, la televisión comunitaria
trasciende ese objetivo para incorporar otros relacionados con el actual momento
histórico. En pocas palabras, la TV alternativa fue la génesis de la TV comunitaria
y esta última ha evolucionado hasta convertirse en una televisión que tiene en
cuenta fenómenos como la globalización, el avance de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) y la caracterización del desarrollo humano.
228

La TV alternativa comprende una coyuntura histórica bien particular. En


Europa, los movimientos sociales de 1968 y, en América Latina, la lucha contra
las dictaduras marcan un periodo fértil para la televisión contestataria, que busca
convertirse en el contrapoder de los medios de comunicación dominantes y
hegemónicos. Claro está que múltiples experiencias también se llevaron a cabo
durante y después de la Segunda Guerra Mundial como la Radio de los Mineros
Libres en Bolivia (1944) y Radio Sutatenza en Colombia.
Lo curioso es que normalmente no se establece una diferencia clara entre las
dos. Por ejemplo, Manuel Chaparro señala que el término comunitario terminó
por agrupar a los medios populares y alternativos, puesto que se refiere a poner
algo en común. Lo común en este caso es que los medios alternativos, populares,
comunitarios o del tercer sector son gestionados por organizaciones sin ánimo de
lucro con el fin de democratizar el espacio radioeléctrico y promover la diversidad
en el discurso (Chaparro, 2002: 26).
Para Mattelard y Piemme (1981: 62) resulta difícil definir el mismo
concepto de comunidad, pero se atreven a atomizarlo sólo como la idea de
consenso que subyace en el intercambio social. A los medios alternativos, no
obstante, los catalogan como instrumentos que permiten contrarrestar el modelo
de comunicación dominante de la burguesía por uno alterno que, como ocurrió
con Radio Empleo de Bélgica, ayuda a la gente a ser consciente de sus propios
problemas, a restablecer la comunicación consigo misma y con el exterior, a
desarrollar las capacidades individuales y los recursos colectivos y a llevar
progresivamente a la población a asumir la solución de algunas de sus
dificultades.
Es interesante la definición que hace Tracy (2007) de los medios
alternativos, labor que de por sí resulta bastante compleja debido a la misma
diversidad y especificidad de este tipo de medios. Para este autor los medios
alternativos son componentes esenciales para cultivar una conciencia colectiva
que permite emerger a movimientos sociales a través de sus capacidades para
transformarse de espectadores a participantes activos de los hechos y eventos que
afectan sus vidas; en resumen, de resolver la ruptura entre la comunicación y la
cultura a través del activismo por la autodeterminación económica y política. En
síntesis, este tipo de medios se caracterizan por:
 Estimular una aprehensión creativa de los multitudinarios factores que
influyen cada día en la existencia individual y comunal.
 Modelar el campo de la movilización y ser en sí mismo un potencial para el
activismo político.
229

 Incentivar un proyecto de comunicación emancipatoria.


 Convertir a un hombre en más que un sujeto y construir una más autónoma y
comprensiva relación con la realidad.
 Promover la revolución social mediante la construcción del entendimiento
social en la conciencia discursiva.
Carpentier et al. (2007: 220-231), por su parte, proponen cuatro
aproximaciones multiteóricas para definir los medios desde el enfoque
comunitario.
Enfoque 1: el servicio a una comunidad: en este enfoque hay un fuerte
énfasis en el concepto de “comunidad”. Sin embargo, los aspectos geográficos se
destacan de manera explícita, aunque otros tipos de relación entre el medio y la
comunidad son frecuentemente mencionados. En este último caso, se puede
mencionar la comunidad que surge gracias a internet y que se suele llamar
“grupos de usuarios”. Claro que el concepto de “comunidad” se refiere,
fundamentalmente, a un colectivo de personas que participan en una serie de
relaciones que le dan identidad al grupo.
Enfoque 2: los medios comunitarios como alternativa a los medios
dominantes: este enfoque define a los medios comunitarios con base en el
concepto de medios alternativos, introduciendo una distinción entre medios
comunitarios y medios dominantes. Así, los primeros se conciben como (1) de
pequeña escala y orientados hacia comunidades específicas, posiblemente hacia
grupos marginados, respetando su diversidad; (2) independientes del Estado y del
mercado; (3) horizontalmente estructurados, facilitando el acceso y participación
de la audiencia dentro del marco de la multiplicidad y la democratización; (4)
emisores de discursos y representaciones no dominantes (posiblemente
contrahegemónicos), que enfatizan la importancia de la autodeterminación. Los
segundos, por su parte, se conciben como (1) de gran escala y orientados hacia
audiencias grandes y homogéneas; (2) de propiedad de organizaciones estatales o
compañías comerciales; (3) organizaciones verticalmente estructuradas dirigidas
por profesionales; y (4) transmisores de discursos y representaciones dominantes.
Enfoque 3: los medios comunitarios vinculados a la sociedad civil: la
independencia de los medios comunitarios con respecto al Estado y al mercado
supone la articulación de éstos como parte de la sociedad civil, situación que es
crucial para la viabilidad de la democracia. Aunque su naturaleza puede variar en
naciones y continentes, el concepto de sociedad civil es relevante en la mayoría de
las sociedades contemporáneas y puede ser visto como un lugar importante para la
230

expansión y profundización de la democracia con el apoyo de medios de


comunicación que mejoran el nivel de participación.
Enfoque 4: los medios comunitarios como rizoma: este enfoque se
construye sobre la importancia atribuida a la sociedad civil y la democracia; aquí,
el énfasis principal consiste en describir a los medios comunitarios no en su rol
como parte de la esfera pública, sino el rol catalizador que ellos pueden jugar
como ejes donde la gente de diferentes tipos de movimientos pueden reunirse y
colaborar (estudiantes, mujeres, grupos antirracistas, pacifistas, etc.).
Estas características y enfoques permiten darle una personalidad propia a la
TV alternativa y la TV comunitaria y, asimismo, identificar algunas diferencias
entre los dos estilos de televisión. En especial, resulta preponderante destacar que
aunque el espíritu de la TV alternativa fue el de crear un discurso nuevo a partir
de las verdaderas realidades sociales, su campo de acción terminó
circunscribiéndose al quehacer de los grupos políticos. Es decir, este medio fue
tomado como bandera por algunos movimientos para dar a conocer algunas ideas
que chocaban contra las ideas dominantes de los Estados, o de gobiernos que, en
su época, detentaban el poder. Por tanto, el concepto de bienestar social estaba
más ligado a una participación directa y decidida de la población en los temas
políticos, empleando la palabra y las imágenes como armas subversivas y
contrahegemónicas.
De su carácter revolucionario, se infiere que de este medio audiovisual se
encuentra fuera del sistema de televisión público, el cual es normatizado por el
Estado. De hecho, un rasgo que identifica a la TV alternativa es su empeño por
desencajar de los marcos centralistas y normatizados de las entidades oficiales, en
cuya responsabilidad está el manejo del espacio radioeléctrico.
En estas condiciones, la TV alternativa y todos los medios de esa
característica tienden a desplazarse hacia la clandestinidad o la automarginación.
Por ello Rosa María Alfaro señala que a pesar de que la comunicación alternativa
asumió el compromiso de ser la voz de los menos favorecidos, al final fue incapaz
de adaptarse a los nuevos retos políticos, económicos y sociales. Uno de los
errores cometidos consistió en concebir lo colectivo como autosuficiente e
incontaminado y a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales -con
las que hubiera podido lograr alianzas vitales para que los logros en diferentes
áreas hubieran trascendido- como las contaminadas e intransigentes. Agrega que
aun cuando se avanzó en despertar la conciencia crítica de la comunidad, no se
inculcó en ella la creatividad para que no se quedara sólo en el cuestionamiento
del orden económico y político imperante sino que incrementara su caudal
propositivo para plantear soluciones a los problemas (Alfaro, 2000).
231

En cambio, la televisión comunitaria no se limita sólo a representar la voz


de un grupo político contrario a los movimientos que poseen el poder político y,
por tanto, el discurso dominante. Es decir, su campo de acción es mucho más
amplio, pues aunque tiene como pilar la participación directa y decisiva de la
comunidad en los aspectos políticos, enfatiza en la necesidad de que las personas
empleen la televisión para mejorar sus condiciones de vida. No significa una
visión instrumental de la comunicación, sino en aprovechar las potencialidades
del medio para concienciar a la gente sobre la realidad social que viven, despertar
la creatividad para la solución de los problemas, establecer alianzas con diversas
instituciones y la sociedad civil para definir planes de acción y, en últimas,
promover el desarrollo humano desde el ámbito local.
Finalmente, la TV comunitaria se enmarca en el sistema de televisión
pública de los Estados. Al menos los modelos consolidados de este tipo de medio,
como los de Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Holanda, Brasil, Colombia y
Venezuela, siguen esta lógica. También es justo anotar que en otras latitudes las
televisiones comunitarias fungen como medios alternativos en una primera fase de
desarrollo, puesto que todavía luchan por ser reconocidos y legalizados.

2.7 Periodismo comunitario y otros enfoques


periodísticos72

En las últimas décadas el área de la comunicación social o ciencias de la


comunicación ha visto cómo han surgido nuevas tendencias para el ejercicio
periodístico. La tradicional, la enmarcada en la filosofía liberal de la cual se
hablará más adelante, creó el periodismo estándar, es decir, aquél que pregona la
objetividad, la veracidad y la imparcialidad como cánones irrefutables. El
periodista se concibe con un profesional imparcial que mantiene una distancia
prudencial con sus fuentes, en tanto que el público es considerado como un grupo
de espectadores al que se le sirve todos los días un menú de noticias preparado
desde las salas de redacción.
Pues bien, esa tendencia ha sufrido cuestionamientos a tal punto que
muchos investigadores y comunicadores, que han abordado la profesión desde la
teoría o la práctica, han concluido que ese periodismo estándar no responde a

72
En Zabaleta (2005: 34) se esbozan tipos de periodismo, según la teoría normativa (periodismo
de calidad o responsable, periodismo sensacionalista, periodismo de investigación, periodismo
manifiesto, periodismo ocultado), según la participación comunitaria (periodismo cívico) y según
la convergencia tecnológica y productiva (sistema analógico y digital). Pero para efectos de este
trabajo se han combinado algunos de dichos tipos –aunque se ha preferido el término “enfoque”
por su mayor carga conceptual en el periodismo- y se han agregado otros que complementan y
aportan a la esencia del periodismo comunitario, como el periodismo ciudadano, el periodismo
cultural y el periodismo educativo.
232

circunstancias especiales y específicas del acontecer humano. Mariano Cebrián


(2003: 39) es uno de los que controvierte el periodismo estándar que se suele
enseñar en las universidades y cuyos principios son deformados en el mercado de
la competencia informativa. El autor lo expresa en estos términos:
“El periodismo actual ha creado su propio discurso, ha generado su mundo
informativo independientemente a veces de lo que preocupa realmente a la
sociedad. Los medios se ocupan de sus temas como si fueran los temas
que preocupan a la sociedad. Es lo que los profesionales piensan que
interesa a la sociedad y que con frecuencia se comprueba que hay grandes
discrepancias. La televisión dedica mucho tiempo al deporte, a la política de
los conflictos entre gobernantes y partidos de la oposición, a los rifirrafes de
los personajes considerados de la vida pública y muy poco a la política de
los asuntos que realmente interesan a la sociedad: terrorismo, paro,
inseguridad ciudadana”.
Así es. Los tratamientos noticiosos de hoy están más cargados de emociones
que de información que aporte al conocimiento, y la agenda informativa de la
prensa siempre termina siendo diseñada desde el escritorio del editor o grupo de
periodistas, aun cuando en los estados occidentales se pregona la necesidad abrir
canales democráticos para que la gente se exprese. Por eso las experiencias de los
medios de comunicación con los colectivos sociales, con sus encantamientos
(formación de opinión pública) y desencantamientos (la pérdida de credibilidad de
los medios), han abonado el terreno para que se generen nuevos estilos de hacer
periodismo o, cuando menos, han insistido en la importancia de que el periodismo
moderno se especialice en campos que son fundamentales para la convivencia y el
desarrollo de los pueblos.
Entre los nuevos estilos que han incursionado en el panorama mediático se
encuentran el periodismo comunitario, el periodismo cívico, el periodismo
ciudadano, el periodismo de calidad, y en la frontera de las especializaciones se
abren paso el periodismo cultural y el periodismo educativo.
En este acápite se tomará como centro de estudio el periodismo
comunitario, del cual no se cuenta con suficiente bibliografía debido a que su
surgimiento reciente, fundamentalmente en los países latinoamericanos, aún
tiende a confundirse con otros estilos de periodismo. Para establecer diferencias
entre uno y otro y la forma como se complementan e influyen, se definirán las
características y fundamentos del periodismo comunitario con base en una
comparación binomial con los periodismos cívico, ciudadano, de calidad,
educativo y cultural.

2.7.1 Periodismo comunitario/periodismo cívico


Como se mencionó anteriormente, el periodismo comunitario suele
confundirse con otros estilos y enfoques, entre ellos, con el periodismo cívico. Así
233

se deduce de la definición que Marcio Fernández (2005), citando al periodista


Carlos castillo, hace del periodismo cívico: “por periodismo cívico, comunitario,
de contacto con la comunidad o de interés público, se entiende la acción de
“retomar contacto con la comunidad, descubriendo lo que los lectores quieren y
abriendo espacios para charlas de temas de interés público”.
La tesis que se mantendrá en este escrito consiste en que el periodismo
comunitario comprende una visión más integral y democrática de la comunicación
que el periodismo cívico, en relación con las temáticas que abordan y el papel que
juega el receptor en todo el proceso comunicativo. Pero antes de argumentar esa
idea, es pertinente conocer el origen, fundamentos y características del periodismo
cívico, para tener un marco de referencia amplio y que a la vez sea útil para
establecer los puntos de convergencia y divergencia con el periodismo
comunitario.
El origen del periodismo cívico se sitúa en el año 1988 en Estados Unidos,
fecha en la que George Bush y Michael Dukakis protagonizaban la contienda
electoral para convertirse en presidente de la república. La deficiente calidad del
debate político de ese entonces llevó a pensar a varios periodistas que la prensa
podría tener responsabilidad frente a ese hecho. Uno de ellos fue Davis Merritt,
director del diario Wichita Eagle, quien se propuso analizar el fenómeno y
plantear una solución a la falta de motivación de la gente por escuchar las
propuestas de los candidatos y al poco entusiasmo que despertaba el debate
electoral entre la ciudadanía.
Merritt concluyó que la gente carecía de los medios suficientes para hacer
cambios en la sociedad si la prensa se limitaba a darle información siguiendo el
modelo tradicional del periodismo (Cambio cultural, 2003). Por ello, diseñó una
metodología para consultar a la gente los temas que consideraba prioritarios, y
que fueran incorporados a las campañas de los aspirantes, para evitar caer en la
tentación de hacerlo de la manera rutinaria, esto es, preguntarles a los candidatos
cuáles eran sus propuestas.
El director de Wichita Eagle contrató la aplicación de 500 encuestas para
determinar cuáles eran los problemas principales de la región. Se seleccionaron
los más mencionados y se utilizaron como guía para la cobertura informativa. Los
periodistas del diario realizaron informes en profundidad y crearon cuadros
comparativos para que los votantes pudieran diferenciar las propuestas de Bush y
Dukakis en temáticas como educación, desarrollo económico, medio ambiente,
delincuencia, agricultura. El medio trabajó de la mano con una emisora local de
televisión y con el consejo electoral para promover el registro de votantes. Al
234

final, en el área de influencia del diario la concurrencia de los electores fue la más
elevada en el resto del Estado de Kansas.
La crisis en que se sumió el debate electoral en 1988 -de la que era
responsable la prensa- y los problemas que tiene actualmente el periodismo como
lo señaló Mariano Cebrián párrafos más arriba, tienen su sustento en la filosofía
liberal del siglo XVIII. Así lo infiere Ana María Miralles (2002). Para esta
comunicadora social “el periodismo exclusivamente informativo está basado en el
modelo filosófico liberal. Sobre la premisa que la información es vital para el
funcionamiento de la democracia, se crearon los mitos de la objetividad, el
distanciamiento, la ausencia de un modelo político explícito, la falta de
compromiso y demás rasgos de la fórmula liberal de la información que desde
hace ya casi dos siglos han sido considerados “principios sagrados” del
periodismo. Y sí. La información es vital para la democracia pero no es sólo
insuficiente sino que los procedimientos para recabarla y difundirla pueden llegar
a producir el efecto contrario al de la causa democrática: cinismo, indiferencia,
confusión, abstencionismo, privatización, apatía”.
El periodismo cívico73 nace, en parte, como respuesta al modelo filosófico
liberal que parte del supuesto de que el periodista extrae y selecciona información
para difundirla de manera aséptica a las masas. Se supone, igualmente, que lo que
se transmite siempre suele ser de interés para el público receptor.
Para Sabrina Carrasco (2003) el periodismo cívico es un movimiento
renovador que estimula la participación ciudadana en la definición de la agenda y
en la búsqueda activa de soluciones a los problemas de la sociedad. De ahí que sus
funciones sean primordialmente incentivar la actitud despierta del ciudadano para
que delibere sobre los temas de interés común, se comprometa con la vida
pública, intervenga en proyectos de la sociedad civil e influya en el diseño y
ejecución de políticas. El periodista en este caso es quien establece los nexos entre
los actores sociales y coordina y modera el debate público. Igualmente, es el
profesional que se dirige a la gente como ciudadanos, participantes potenciales en
asuntos públicos, más que como víctimas o espectadores; ayuda a la comunidad a
actuar, no sólo a aprender sobre sus problemas; y mejora el clima de la discusión
pública, en vez de limitarse a ver cómo se deteriora.
Desde otro punto de vista, el periodismo cívico es más que una nueva
modalidad profesional para el tratamiento de la información; no es una innovación

73
También se le conoce como periodismo público, sin embargo, la expresión más extendida es
periodismo cívico, que fue acuñada por el Centro Pew, con sede en Washington. Se prefiere el
término “cívico” porque se confunde menos con la mera información sobre los asuntos públicos y
porque connota el objetivo básico de fomentar el compromiso cívico (Carrasco, 2003).
235

que se da en el campo periodístico ni se puede entender como una estrategia para


captar audiencias. Este periodismo hace una invitación a superar el modelo
tradicional del periodismo en el que la agenda informativa es confeccionada desde
las salas de redacción de los medios de comunicación. El periodismo cívico se
compromete con la esfera de la deliberación pública, en vez de quedarse con el
registro de los hechos que cuentan políticos y empresarios.
En el periodismo tradicional el que define la agenda informativa diaria es el
medio de comunicación con su plantilla de periodistas; en el periodismo cívico
quienes diseñan la agenda informativa son las personas mediante la confrontación
de las ideas en un ambiente tolerante y democrático.
En estas condiciones, el concepto de “objetividad” se replantea. El
periodismo tradicional se esmera porque la información sea el ‘espejo de la
realidad’, aunque en la práctica sea imposible suprimir las valoraciones del
reportero al momento de redactar informaciones. La ‘objetividad’ de la que
todavía hoy se habla en las facultades de comunicación social o ciencias de la
información privilegia la redacción en forma expositiva y el distanciamiento de
los periodistas con los hechos. Todo ello se traduce en “ausencia de compromiso
frente a los mismos, al menos en apariencia, y la sensación de que tras el modelo
liberal de la información no hay un proyecto político, que se trata de un modelo
neutral, cuando en realidad no lo es. En primer lugar, hay que decirlo a las claras:
la objetividad es imposible, más si se tiene en cuenta que el periodismo se ocupa
de los hechos sociales que son dinámicos y que se leen con más acierto como
procesos. En segundo término, el modelo liberal de la información sí está
comprometido con la teoría liberal de la ciudadanía, con una esfera pública de
expertos, con un esquema representativo y con una opinión pública anclada en el
ámbito privado, debido a la radical separación de lo público/privado que supone
esta teoría” (Miralles, 2003).
La razón de ser del periodismo cívico se orienta básicamente a formar
ciudadanos, en vez de consumidores o espectadores. Para ello, se construye un
público deliberativo, con capacidad de autogestión que vea a los medios de
comunicación como canales expeditos donde puede expresar sus opiniones y
propuestas por ser un actor social que conoce y siente de primera mano los
problemas de la sociedad y busca el bien común.
En síntesis, como anota Ana María Miralles, la tarea fundamental del
periodismo cívico es construir ciudadanía. Y para lograrlo es fundamental que la
deliberación pública sea considerada como participación ciudadana. Para la
autora, la idea de bien común se construye por medio de la deliberación, lo cual
quiere decir que no se parte de la presunción de un “bien común pre-establecido y
236

por eso de cierto modo se trata de una búsqueda abierta de los consensos básicos,
la misma en la que está empeñada el periodismo cívico, que no pretende imponer
los contenidos de la agenda ciudadana sino facilitar su configuración, cualquiera
que sea la orientación que tenga”.
Ahora bien, una vez llegado a este punto es preciso establecer hasta qué
punto los fundamentos, funciones y características de este periodismo convergen
o los separa del periodismo comunitario. Como se indicó al inicio de este acápite,
se parte de la concepción de que este último tiene una visión más integral en lo
relativo a temas y participación amplia y activa del receptor en todo el proceso
comunicativo.
El periodismo cívico ofrece canales de participación para que la gente se
exprese y plantee soluciones sobre temas públicos, mientras que el periodismo
comunitario amplía la gama de temas atravesándola con un enfoque netamente
cultural y educativo (Barbero et al., 2000). Aunque son múltiples las experiencias
en periodismo cívico -como lo registra el grupo Cambio Cultural (2003)-, los
casos más representativos se refieren a participación y protagonismo de los
electores en comicios, en tanto que el periodismo en poder de la comunidad
desborda los tratamientos y enfoques de los temas, que van desde el
entretenimiento hasta la política, la convivencia, la organización social. Gumucio
(2002), al referirse a los medios comunitarios, lo enuncia de esta forma: “los
programas comunitarios abordan cuestiones de salud, imparten consejos prácticos,
se hacen eco del punto de vista de los consumidores, ofrecen información sobre
precios de los productos rurales en los mercados urbanos, se convierten en un
espacio de negociación entre la comunidad y las autoridades de gobierno, y
reafirman la cultura e identidad local”.
De igual manera, existen dos distinciones que hacen que ambos tipos de
periodismo tengan personalidad propia. Una de ellas, estriba en que, como lo
sugiere Ana María Miralles, en el periodismo cívico se presenta una tensión entre
la deliberación y la acción, inclinándose más por la primera (el debate sobre
cuestiones públicas). En tanto que en el periodismo comunitario se concilian las
dos esferas, promoviendo la deliberación y estimulando la presentación de
soluciones locales por medio de alianzas con diversas instituciones.
Y la otra distinción –que resulta esencial- consiste en que el periodismo
cívico ayuda a configurar la agenda informativa de los medios de comunicación;
en cambio en el periodismo comunitario el periodista alienta a la comunidad a que
participe en todo el proceso de producción informativo, bien sea proponiendo
contenidos, opinando sobre ellos, creando sus propios espacios con unas estéticas
237

y narrativas propias74 o administrando medios comunitarios. Diversas


legislaciones sobre medios amparan esa última propuesta, como la Constitución
Política de Colombia (1991), concretamente en su artículo 20: “se garantiza a toda
persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de
informar y recibir información veraz e imparcial y la de fundar medios masivos de
comunicación”.
Pero también existen variados puntos de convergencia entre ambos
periodismos: los dos le dan prelación a las voces e iniciativas de la gente por
encima de las típicas voces e iniciativas de los políticos y empresarios; no
estigmatizan a la comunidad, sobre todo, a la marginada asignándoles motes de
‘pobres’, ‘ignorantes’, ni sólo hablan de ella cuando algo negativo o escandaloso
ocurre en su entorno; ambos periodismos destacan las ventajas del debate y la
organización de las personas a pesar de los disensos que pueden presentarse para
la toma de decisiones; van al fondo de los problemas, no se quedan con la
apariencia de los mismos, sino que comprenden que para que éstos se presenten
deben existir unas ‘causas objetivas’; no insisten en la noticia del día a día sólo
con base en boletines de entidades oficiales, sino que definen la agenda
informativa con base en las prioridades de la gente y dedican tiempo y energías
suficientes para que las temáticas abordadas sean profundas y contextualizadas.
El periodismo comunitario particularmente es un promotor social integral,
puesto que no sólo abre espacios para que las personas expresen sus inquietudes,
necesidades y propuestas, sino también tiene una vocación por educar en ámbitos
como la política, la organización social y la convivencia, entre otros. El periodista
comunitario es consciente de que el derecho a informar no es un derecho que él
tiene en exclusiva. Por eso da a conocer el medio de comunicación
(funcionamiento, sostenimiento, lógicas de producción), para que los ciudadanos
valoren sus contenidos y se arriesguen a producir sus propios programas.

2.7.2 Periodismo comunitario/periodismo ciudadano


Desde que en 1992 The Chicago Tribune publicó una versión integral de su
contenido en línea, la forma y el interés por el periodismo varió sustancialmente.
Si antes el comunicador trabajaba en una sala de redacción respaldado laboral y
financieramente por una empresa de medios, hoy este profesional tiene que
competir con la proliferación de reporteros informales y formales que haciendo

74
Luis Fernando Barón Porras (1998: 35) ilustra esa afirmación al señalar que “cuando un grupo
de jóvenes, que quizá estaba destinado a engrosar las cifras de desempleados del país, y por ello
posiblemente a dedicarse a actividades informales o delincuenciales, decide realizar un programa
musical en el garaje de una casa y aprende a manejar cámaras y a contar historias con el lenguaje
audiovisual, los destinos de algunos de ellos están cambiando. Se están transformando órdenes
económicos, culturales y sociales”.
238

uso de las herramientas de internet, se aventuran a informar ‘profanando’ el


territorio sagrado de la prensa tradicional.
A esta modalidad, enfoque o estilo periodístico se le ha dado el nombre de
periodismo ciudadano, cuyo principio fundamental es que el ciudadano o grupo de
ciudadanos asuma un papel activo en el proceso de recogida, análisis y difusión de
noticias e información. Básicamente este periodismo pretende incorporar la
participación de los individuos en todo el proceso de producción de la
información, de manera que se cree opinión pública frente a los temas de interés
general.
En esta definición subyace la intención de que a través del periodismo
ciudadano se formen públicos deliberantes, objetivo que puede confundirse o
compartirse con el periodismo cívico. Al respecto Meso Ayerdi (2005) señala que
la diferencia entre los dos consiste en que el segundo se concibe como un
periodismo que asume su responsabilidad en los procesos sociales, que reflexiona
sobre su papel en el devenir social y que se preocupa por la búsqueda de
soluciones. En otras palabras, el periodismo cívico tiene un mayor grado de
compromiso con la sociedad mediante la motivación al debate público y a la
incitación a la acción para resolver problemas, mientras que el periodismo
ciudadano se centra en el derecho que poseen las personas no sólo de ser
informadas sino también de informar.
El periodismo ciudadano se origina en los años 90 en Norteamérica y se
extendió a América Latina y a Europa gracias a internet y concretamente por
medio de una de sus herramientas, las bitácoras o weblog, las cuales constituyen
un formato de publicación online centrado en el usuario y en los contenidos, no en
la programación o el diseño gráfico, que permiten a los usuarios estar en la red
con contenidos propios, actualizados, sin intermediarios y de gran visibilidad para
los buscadores75. También se definen como un espacio de escritura en internet, un
diario online, un lugar que una persona emplea para escribir periódicamente.
Como ocurre en un diario, cada artículo (post) tiene fecha de publicación, de tal
forma que el escritor (webloger) y los lectores pueden seguir un camino de todo lo
publicado y archivado (Orihuela, 2005). Esta nueva tendencia de hacer
periodismo que cuestiona el viejo modelo de Lasswell (quién, dice qué, por qué
canal, a quién y con qué efecto) al incorporar una participación activa del receptor
en el proceso de comunicación, tiene sus defensores y detractores.

75
Las bitácoras o weblogers tienen aplicación en la educación, puesto que se constituyen en una
plataforma de trabajo para alumnos de doctorado, grupos dispersos de investigadores, gestión de
proyectos de investigación, difusión de resultados de investigación, publicación de noticias,
referencias de interés de las diversas unidades y centros educativos y taller de escritura individual
y en colaboración.
239

Los que la defienden argumentan que refresca el mediatizado mundo


periodístico, cuyos reporteros se estaban acostumbrando a que la única voz para
informar era la profesional e institucionalizada76, al tiempo que crea las bases para
que el ciudadano se convierta en un protagonista real para editar, filtrar y producir
información con un rasgo esencial: la inmediatez. Así, el ciudadano puede cubrir
un hecho antes que los medios tradicionales, porque dispone de los equipos para
el registro, edición y colocación en la red de manera que sea revisada por miles de
internautas.
Los detractores afirman que el exceso de libertad para informar sin una
formación ética y profesional, puede conducir a que lo publicado carezca de rigor
periodístico y, por tanto, se atente contra la verdad o el buen nombre de las
personas y las instituciones.
Entre las dos posiciones, no obstante, han surgido los que consideran que el
periodismo ciudadano77 es una oportunidad para que los medios tradicionales se
acerquen y aprovechen la producción informativa de sus públicos para
complementar la información que se genera de las salas de redacción.
Obviamente, agregan, el material recogido de las audiencias debe pasar por el
proceso de verificación y confrontación de los datos.
Hasta ahora se ha presentado un marco general sobre los fundamentos de
este nuevo periodismo, pero ¿en qué momento converge o se diferencia del
periodismo comunitario? Para resolver ese interrogante se debe señalar que el
periodismo ciudadano se ha consolidado en los años 2003 y 2004 (Orihuela,
2004) con el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC), y en la medida en que se facilite el acceso a las nuevas tecnologías por las
clases populares más significativa será la influencia del periodismo ciudadano
sobre el periodismo comunitario, cuya base es más popular, especialmente en los
países de América Latina.
Cuando ello ocurra, el periodismo comunitario se puede nutrir del
periodismo ciudadano desde varios puntos de vista: primero, porque implicaría
que el periodista comunitario o la comunidad misma aprovechen las
potencialidades de internet para crear contenidos comunitarios que tengan como

76
Autores como María Elena Gronemeyer (2005), señalan que el origen del periodismo ciudadano
hay que ubicarlo en la pérdida de confianza del público en el trabajo de los periodistas y a la
cultura de las salas de prensa, que con arrogancia desprecian las críticas y sugerencias de la
audiencia y se cierran a la fiscalización del trabajo periodístico por parte de la opinión pública.
77
OhMyNews, de Corea del Sur, es el diario digital que actualmente sirve de modelo de
periodismo ciudadano. El medio de comunicación es visitado en promedio por dos millones de
personas al día, a las que se les permite no sólo seleccionar las noticias que quieren leer, sino
también escribirlas.
240

objetivo mejorar las condiciones de vida de los colectivos sociales. Una


experiencia de esa índole se lleva a cabo en Estados Unidos con Goskokie.com,
un medio ciudadano hiperlocal, desarrollado por estudiantes de la Escuela de
Periodismo Medill en Skokie, una ciudad de 63.000 habitantes. La intención de
los estudiantes es convertir a los propios vecinos en productores de la información
más pegada a la vida e intereses cotidianos de la comunidad, llegar a donde los
medios tradicionales no pueden extender su cobertura informativa e involucrar a
los vecinos en la producción de los contenidos a través de herramientas digitales
(Varela, 2004). Segundo, porque en un futuro cercano el periodista comunitario
podría servirse de los contenidos producidos por los ciudadanos para
complementar las noticias locales, realizándoles los correspondientes procesos de
verificación y confrontación de datos, como lo demandan los cánones del
periodismo.
Y la convergencia entre el periodismo comunitario y el periodismo
ciudadano estriba en que la irrupción constante de nuevas tecnologías, los obliga a
mantener un diálogo permanente con el público y a tratarlo como un actor
trascendental en la producción informativa, que busca expresarse y transformar la
realidad.
Lo local también emerge como punto de convergencia, pues ambos
periodismos deben promover la producción informativa más cercana y próxima de
las comunidades la cual no suele ser cubierta por los medios tradicionales, a
menos que contenga tintes espectaculares y sensacionalistas que les sirvan para
aumentar inescrupulosamente las audiencias.
El periodismo ciudadano se diferencia del periodismo estándar y del
periodismo comunitario en que no tiene el carácter institucional. Es decir, el
periodismo comunitario no cumple forzosamente horarios ni periodicidad puesto
que se realiza de manera libre por parte de las personas. En cambio, tanto el
periodismo estándar como el periodismo comunitario funcionan porque existe un
acuerdo tácito entre los periodistas y la sociedad para que los medios de
comunicación donde se desarrollan ambos tipos de periodismo cumplan con el
derecho y deber de informar a la ciudadanía. Por tanto, obedecen a la lógica de los
medios institucionalizados: establecen horarios y existe periodicidad.
241

2.7.3 Periodismo comunitario/periodismo digital78


El periodismo comunitario alcanza un nuevo cariz, debido a la digitalización
de los medios tradicionales (radio, prensa y televisión) y a la presencia cada vez
más apabullante de internet en el entorno de los nuevos medios. De este fenómeno
de los últimos 20 años, surge el periodismo digital o electrónico, una nueva forma
de informar que, sin duda, influye en otros estilos periodísticos, como el
periodismo comunitario.
¿Qué implica ser reportero digital o electrónico y en qué medida influye
sobre el periodista comunitario? El periodista digital se enfrenta a unos nuevos
retos informativos, para lo cual tiene que aprender nuevas habilidades que le
permitan responder a las nuevas demandas del público y de la sociedad en
general. Por su parte, el periodista comunitario tiene, igualmente, que incorporar
nuevas habilidades para que la labor que realiza desde lo comunitario tenga un
desarrollo en los nuevos medios, como internet y la televisión digital.
El periodismo digital debe su origen básicamente a internet y,
concretamente, a la aparición de los primeros periódicos electrónicos. Aunque se
mencionan experiencias previas como el audiotex, la popularización del CD y del
CD Rom, es a finales de los 80 y comienzos de los 90 cuando se desarrolla este
tipo de periodismo en la red. Así lo reconocen Jesús Canga Larequi et al. (1999:
24-25), cuando afirman que en ese periodo empresas como Wall Street Journal,
los grupos Knight Ridder, Gannett, Time Mirror, Hearst, Washington Post y
algunas cabeceras importantes como la del WSJ, se encuentran entre los pioneros,
así como otras no tan conocidas, como San Francisco Chronicle o el San
Francisco Examiner.
El paso de los medios analógicos a los medios digitales supone cambios en
el ejercicio profesional del periodismo, fundamentalmente, en cuatro aspectos: (1)
en las rutinas y formas de organización del trabajo a causa de la superación de las
barreras espacio temporales - que sí están presentes en la radio, televisión y prensa
escrita tradicionales- y en la ruptura de la secuencialidad; (2) en la relación con el
público, debido a la utilización de las herramientas interactivas que permiten una
participación inmediata e influyente de las personas respecto a la labor del
periodista y del medio de comunicación; (3) en el lenguaje periodístico, como
consecuencia de las herramientas multimediáticas o la fusión en un solo medio del
78
El periodismo digital también se denomina “periodismo electrónico”, “periodismo en la red” y,
últimamente, ha cobrado fuerza el término “ciberperiodismo” que se origina de la raíz griega
“ciber” y cuyo significado es “pilotar”. El ciberperiodismo se define como la especialidad del
periodismo que emplea el ciberespacio (ámbito artificial creado por medios informáticos) para la
elaboración y difusión de contenidos periodísticos (Parra & Álvarez, 2004: 48). En esta tesis se
utilizarán indistintamente “periodismo digital”’ y “ciberperiodismo”.
242

audio, imágenes y texto, lo que lo obliga a comunicarse de un modo diferente con


los receptores; y (4) en la selección y confrontación de fuentes a causa de una
abundancia de éstas y de datos, con lo que se pone a prueba la calidad de las
informaciones del periodista y, por ende, la credibilidad del medio de
comunicación donde labora.
En el primer aspecto, en las rutinas y formas de organización del trabajo,
internet fundamentalmente revolucionó la forma como se lleva a cabo el ejercicio
periodístico, pues gracias a esta tecnología es posible renovar permanentemente
informaciones, acción que, con algunas excepciones, no pueden realizar los
medios tradicionales, específicamente la prensa escrita. A este aspecto Parra &
Álvarez (2004: 105) denominan instantaneidad y se concibe como la capacidad
de la escritura de competir en términos temporales con la imagen y el sonido,
lenguajes con los que converge en los medios digitales. Claro está que esa noción
de actualidad tiene otras características que la hacen única en el espacio digital,
puesto que es acumulativa, y no sustitutiva, sucesiva y secuencial como ocurre en
la radio, prensa y televisión convencional.
Un usuario puede estar frente a la pantalla de su ordenador para revisar un
periódico electrónico y de esa manera estar al tanto de las noticias las 24 horas del
día, puesto que los periodistas digitales son capaces de colgar en la red
informaciones sobre acontecimientos que acaban de ocurrir. Es lo que Javier Díaz
Noci (2001: 93-94) llama la ruptura de la periodicidad que afecta sobre todo a los
periódicos impresos, ya que las notas de prensa que se colocan actualizadas en
internet llegan prácticamente muertas al diario de papel, poniendo en entredicho el
futuro económico de la prensa impresa.
A la ruptura de la periodicidad contribuye el hipertexto y el hipermedia. El
hipertexto permite que la lectura de textos no sea lineal como ocurre con el libro
común y corriente, sino de acuerdo con los intereses del lector, gracias a que toda
la información está vinculada a través de nodos a los cuales se accede dando clic
en una frase o palabra clave. Con esta herramienta los escritos, además de
mantener una lectura libre, supuestamente deben ganar en profundidad porque se
dispone de más espacio virtual para estructurar y presentar los datos. Para Inma
Martín Herrera (2005) la prensa electrónica carece de limitación espacial, lo cual
se traduce en un mayor volumen informativo y en una oferta más completa de
contenidos.
El hipermedia reúne esa misma cualidad pero no sólo de los textos sino
también del audio y de las imágenes, pues posibilita una lectura basada tanto en
las palabras como en el lenguaje audiovisual. En otras palabras, lo más común en
el hipermedia es que los diversos tipos de información (textual, sonora y visual)
243

estén integrados en un sistema y, por ende, establezcan vínculos de forma


combinada entre ellos (Díaz, 2001: 89).
En el segundo aspecto, esto es, en la relación con el público o, si se quiere,
en el cambio de actitud del receptor pasivo a uno activo, juega un papel
importante la interactividad. Gracias a esta herramienta el usuario puede
interactuar con el periodista o el medio de comunicación bien sea para establecer
un diálogo en cuyo contenido haya exigencias, críticas, demandas o bien para
seleccionar y profundizar información.
El público, por tanto, deja de ser pasivo; ha cobrado vida con la actividad y
puede obtener su información de cientos y diversas fuentes de todo el mundo. Se
puede tener la noticia desde diferentes perspectivas, situada en un rico contexto
histórico, y divulgada mediante diversas modalidades comunicativas (Pavlik,
2005: 64). El lector, entonces, puede confeccionar su propio periódico a la carta,
ya que dispone de variados itinerarios de lectura y puede escoger y acceder en
cualquier momento a la información que le interesa (Herrera, 2005).
En el tercer aspecto, en el lenguaje periodístico, subyace la potencialidad
del hipermedia para la creación de nuevos géneros periodísticos, como la
entrevista online liderada por cibernautas, el teleforo, la infografía interactiva,
reportaje multimedia, entre otros.
Y en el cuarto aspecto, la selección y confrontación de fuentes de internet se
constituye en una de las habilidades primordiales que debe incorporar el
periodista digital. Ante la gran cantidad de datos, escritos y comentarios en la red,
es imprescindible que el reportero sepa cribar, evaluar y confrontar el mar de
información disponible para que lo que publique, además de informar, contribuya
a generar un conocimiento útil para los usuarios. Lo que está ocurriendo, según
María Rubio Lacoba (2004), es que la sobreabundancia de información en la red
lejos de cooperar en la construcción de una sociedad con más y mejor información
y, por tanto, con más y mejor conocimiento está ocasionado graves problemas de
desinformación.
Ante ese panorama la autora propone una readaptación de la documentación
al periodismo digital, que se lograría por medio de reinterpretaciones y cambios
en las funciones de los servicios documentales. Entre estas se mencionan la
función crítico-verificadora que consiste en la confrontación de las fuentes
digitales, optando por aquéllas autorizadas y reconocibles; la función previsora
por medio de la cual el servicio de documentación “puede prever ciertos
acontecimientos y anticiparse a las necesidades de los periodistas, ofreciéndoles
recordatorios, agendas de eventos y dossier documentales sobre acontecimientos
previstos (Rubio, 2004); y la función gestora de la documentación informativa que
244

busca gestionar el caos informativo en la red que permita separar la información


sensible, analizarla, organizarla y mantenerla disponible para el momento de su
uso.
Parra & Álvarez (2004: 104) agregan otro aspecto: la universalidad, cuya
influencia estriba en que la información se transporta rápidamente, a la velocidad
de la luz y puede llegar a cualquier punto del planeta, toda vez que exista una
conexión al ciberespacio.
Por su parte, Iñaki Zabaleta (2005: 39-42) considera que la convergencia
multimedia y la mercantilización, son dos de los desafíos del periodismo actual.
En lo concerniente a la convergencia multimedia, su impacto en el ejercicio del
comunicador se funda en:
 Renovación en las profesiones: se renuevan las clásicas profesiones
periodísticas y se crean otras como el media manager de las redacciones
digitales de televisión; el editor en línea, encargado del diseño del interfaz
gráfico para el usuario en servicios en línea y fuera de línea; el autor
multimedia, cuya función consiste en producir contenidos para varias
plataformas; y el infoagente (info-broker), que investiga los medios
multimedia para las empresas dedicadas a aspectos legales, comerciales, etc.
(Schorr, 2003: 20-21 citado por Zabaleta, 2005: 39-40).
 Reestructuración o integración de las redacciones: es el área de convergencia
multimedia más evidente, puesto que el periodista o equipos de profesionales
elaboran la noticia para varias plataformas (prensa escrita, radio, televisión y/o
internet). Un rasgo fundamental de estas redacciones o centros integrados
consiste en que se trabaja de manera cooperadora para la elaboración de
productos distintos sobre el mismo tema para que se difundan por diversos
medios.
 Cambios en los contenidos de las noticias: los medios online, internet sobre
todo, están haciendo que las noticias sean ubicuas y contemplen rasgos
particulares como la interactividad y la configuración personal.
 Cambios en las relaciones entre los medios periodísticos y su audiencia: las
audiencias se pueden transformar en comunidades de intereses, ya que
modifican sus relaciones con los nuevos medios.
En lo relativo a la mercantilización, el autor prevé tres retos a los que debe
enfrentarse el periodismo:
 La mercantilización de la información: la información convertida en un
producto de consumo que se inserta en las leyes de la oferta y la demanda en
un mundo globalizado.
245

 La concentración y control corporativo de los medios: empresas,


multinacionales que se apropian de medios de comunicación con un afán más
comercial y rentístico que buscando la calidad de la información.
 Confusión en el papel del periodista y el intrusismo: el campo de acción del
periodista se verá entorpecido por la intrusión de otros profesionales ajenos al
periodismo como los presentadores, comentaristas, debido a la flexibilización
de los géneros periodísticos y de los formatos televisivos.
Ahora bien, la conjunción entre el periodismo comunitario y el periodismo
digital se produce en varios términos. Primero, el periodista comunitario no puede
mantenerse al margen de las nuevas tecnologías por cuanto ellas están
modificando el trabajo del periodista y, desde luego, de los medios de
comunicación tradicionales. De manera que el periodista comunitario, si labora,
por ejemplo, en la televisión en poder de las comunidades, debe adquirir
habilidades que le permitan dominar las nuevas tecnologías para incorporarlas a
sus rutinas informativas y a las de la empresa en general. La adquisición de
habilidades debe tener como centro el dominio de las herramientas más comunes
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), particularmente
de internet y la televisión digital, como la utilización de buscadores para acceder,
seleccionar y valorar la información y el uso de los mecanismos interactivos.
Eso por un lado. Por otro, internet y las convergencias con otras tecnologías,
como señaló Gumucio (2002), pueden ser utilizadas por el medio comunitario
para darse a conocer, para traspasar fronteras, fomentar alianzas, y en este proceso
es indispensable que el periodista comunitario conozca el lenguaje digital para
divulgar el trabajo, necesidades, expectativas y logros de los medios de la
comunidad.
El periodista comunitario también puede aprovechar la herramienta
interactiva de la red y de la televisión digital para acercarse más a sus públicos,
para crear un diálogo provechoso que repercuta en el aumento de su
profesionalidad y en el posicionamiento del medio de comunicación como un
órgano informativo participativo. En tales circunstancias, el periodista
comunitario, al igual que el periodista digital o ciberperiodista, debe desarrollar la
capacidad de autoformación, de “aprender a aprender”, pues no basta la educación
reglada para absorber el cúmulo de conocimientos que se generan para el manejo
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Las escuelas de
periodismo pueden responder a este reto desarrollando un alto grado de
experimentalidad y estar abiertas a continuas innovaciones tecnológicas si quieren
formar profesionales de la comunicación que hagan frente con éxito a los desafíos
que impone la digitalización de los medios.
246

En este proceso es vital la confección de contenidos locales, pues son más


próximos a las realidades comunitarias y de esa forma se podría contar con una
participación activa de las personas en todo el proceso de producción informativa
para los nuevos medios. Como afirma John V. Pavlik (2005: 62) una función
primordial de los medios digitales consiste en que la mayoría de las personas
entran en la red para conectar con las noticias de su comunidad, ya sea geográfica
o espiritualmente.
En síntesis, los medios electrónicos se convierten en un complemento de los
periodistas y medios comunitarios, porque les permite trascender e interconectarse
con otros medios e instituciones; les suministra información –que deben verificar
y valorar- para complementar, analizar y contextualizar las informaciones locales
y comunitarias; les pone a disposición herramientas interactivas para que la
comunidad conozca e intervenga en todo el proceso de producción del medio
comunitario79; y les pone a su alcance una nueva tecnología, que supera las
barreras espacio temporales, para la difusión de contenidos educativos y culturales
que cohesionen y mejoren las condiciones de vida de las comunidades.

2.7.4 Periodismo comunitario/periodismo cultural y educativo


Separar los linderos entre el periodismo cultural y educativo resulta difícil
por cuanto los aspectos formativos, pedagógicos y educativos en general hacen
parte de un contexto cultural determinado. Pasa lo mismo con la cultura: ella
forma parte inexorablemente de los procesos de enseñanza aprendizaje, pues de la
cultura se extrae una parte que debe ser conocida y aprehendida por el sujeto. Aun
así en este acápite se intentará establecer las relaciones de mutua dependencia
entre el periodismo comunitario y el periodismo cultural y educativo, de forma
que se visualicen sus semejanzas y diferencias.

2.7.4.1 Periodismo comunitario/periodismo cultural


La larga y rica trayectoria del periodismo cultural ha permitido que esta
forma de ejercer el periodismo se haya ido especializando y goce de un espacio y
tiempo exclusivo en los medios de comunicación. Sin embargo, el ámbito en el
que se desarrolla la información cultural abarca un amplio abanico de temas (cine,
gastronomía, música, costumbres), muchos de los cuales son de difícil tratamiento
para el periodista medio por no contar con la formación adecuada. Este

79
Si bien la interactividad que proporciona internet y la TV digital se puede aprovechar para
estimular la participación del público, para que ello se produzca es necesario que los medios
comunitarios, especialmente en Latinoamérica, tengan más posibilidades de acceso a las nuevas
tecnologías. Por ahora, no obstante, los principales canales de participación tienen que ser ideados
y fortalecidos por el periodista comunitario con base en las potencialidades de los medios
tradicionales.
247

profesional tiene que enfrentarse a una información múltiple, de una gran


dificultad de comprensión e interpretación, con constantes aportaciones de nuevos
valores, nuevos protagonistas, nuevas tendencias y nuevas denominaciones, que
exigen una constante actualización y puesta a punto, y una labor de
documentación superior a la de cualquier otro orden informativo (Rodríguez,
2006: 14).
Al periodismo comunitario se le plantea un reto parecido: sus periodistas
deben tender a la especialización de los temas comunitarios, para diferenciarlos de
otros muy relacionados con el ámbito de la comunidad, e ir desarrollando
competencias para que el tratamiento de éstos se haga con profesionalidad y en
procura del progreso de los colectivos sociales.
El punto de diferencia y encuentro de los dos enfoques periodísticos estriba
en que el periodismo cultural cobija todas las manifestaciones artísticas, las
costumbres, tradiciones y el entorno humano en general, las cuales son abordadas
desde una sección especializada, la cultura, en los medios de comunicación
tradicionales. Mientras que el periodismo comunitario, aunque trata los mismos
temas, no los circunscribe a una sección sino que el concepto de cultura –desde
las artes hasta la cultura popular- guía toda la programación de los medios de
comunicación comunitarios. El periodismo comunitario abarca las temáticas
referentes al arte (música, cine, artes plásticas, etc.), pero da el mismo valor a la
expresión artística popular -que se visibiliza a través de la artesanía, las fiestas, los
valores, las formas de sentir y pensar de las personas y de las sociedades-, sin
ridiculizarla o sobredimensionarla.
Con todo esto, los dos enfoques tienen un proyecto futuro importante:
volver a darle la trascendencia que tiene la cultura como generadora de
conocimiento y eso se logra creando nuevas estéticas y narrativas y
especializando a sus periodistas tanto en las temáticas de las artes formales como
de la cultura popular. Cuando el reportero no está capacitado para esa labor,
produce información cultural sin atractivo y termina subordinada a la
información, política, económica o deportiva. Por eso, como afirma Emy
Armañanzas (1999), “el objetivo prioritario para satisfacer honestamente al
público es que una determinada firma que escribe en un periódico 80 tenga al
público perfectamente informado de lo que ocurre en torno a la cultura, interprete
correctamente ese acontecer, enjuicie con conocimiento de causa y dé su opinión
sobre su significado”.

80
Hay que establecer una diferencia entre el periodista cultural y el crítico. Al primero le interesa
divulgar la actividad artística, cultural que se expresa en la sociedad, en tanto que al segundo se le
exige una clara y fundada interpretación de las expresiones culturales sobre las que ejerce su
crítica.
248

De acuerdo con ese contexto, el periodismo cultural se define como un


enfoque que canaliza la información relacionada con la cultura, le da un
tratamiento homogéneo como especialidad en un medio de comunicación y
transmite la información con el fin de que llegue a los consumidores habituales o
no de otro tipo de noticias. Para ello, el reportero se vale pautas de producción y
mecanismos de narración propios (Rodríguez, 2006: 10).
Lamentablemente, la información cultural que hoy llega a las personas no se
da en forma neutra como lo sugiere la anterior definición. La sección de cultura ha
sido desplazada por las notas políticas, de sucesos, económicas o deportivas, hasta
situarla en un punto marginal de la programación de los media. Y el tratamiento a
esa información carece de contexto y en muchas ocasiones es mezclada con
noticias de farándula o del corazón, lo cual termina por volverla superflua.
Además, lo que se destaca de la cultura no siempre obedece a criterios de calidad
sino a las lógicas mercantiles que convierte a la expresión cultural en un producto
que debe venderse, “y lo hace a través de la cultura de la distracción y el
entretenimiento, cuando no de la banalidad, convirtiendo a la cultura en un
mecanismo de evasión y no en un espacio de enriquecimiento intelectual y de
sensibilidad” (Rodríguez, 2006: 14).
El periodista también se ve enfrentado a dos problemas para el manejo de la
información cultural. Una de ellas tiene relación con la dificultad que experimenta
para ilustrar información sobre poesía o literatura a través de un medio
audiovisual, situación que no ocurre tanto con otras expresiones que sí poseen
imágenes y sonidos como la música, el teatro, el cine. Y la otra, se refiere a la
incapacidad de definir los parámetros para valorar los hechos culturales en un
medio de comunicación, pues hay que tener en cuenta que lo que es noticia para la
economía, los sucesos, la política, el deporte depende de lo imprevisible,
sorprendente o extraordinario, mientras que para la cultura los criterios son
diferentes: debe primar la gratificación, el conocimiento y los valores que los
hechos culturales promueven en la sociedad.
Con base en estos criterios, Francisco Rodríguez Pastoriza (2006: 81-86)
menciona los factores que, a su juicio, influyen en la consideración de
“noticiabilidad” de un hecho informativo relacionado con la cultura:
 Interés informativo: se trata de aquello que afecta a la audiencia o de lo que
tiene mayor necesidad informativa. En el ámbito de la cultura, ese interés se
rige por el del servicio o de satisfacción que a la audiencia le puede
proporcionar el conocimiento de la información de un hecho cultural.
249

 Actualidad/reactualización: se trata de la vigencia o presencialidad temporal


que el hecho informativo cultural tiene en el momento de la
emisión/recepción.
 Novedad o rareza: en el ámbito de la cultura es habitual incorporar noticias
cuyo interés reside exclusivamente en la excepcionalidad de las imágenes que
aportan y que, de no existir éstas, nunca hubieran figurado como noticias o en
el programa. También se pueden incluir en este apartado los ya señalados
comportamientos heterodoxos, rebeldes, sorprendentes o inesperados de los
protagonistas de la información cultural81.
 Utilidad: el servicio público es una de las características más marcadas de la
información cultural, sobre todo cuando se trata de orientar a los lectores o a la
audiencia acerca de las alternativas para el empleo y el enriquecimiento del
tiempo libre.
 Conflictividad: la información cultural abarca los choques de intereses entre
personas, instituciones o grupos sociales, así como reclamaciones de derechos
de autor, valoraciones y/o autentificaciones de obras culturales, polémicas
literarias y artísticas, concesiones de premios, piratería de productos
culturales, robos de obras de arte82… y especialmente los diferentes criterios
de la crítica ante una misma obra cultural.
 Emotividad: la utilización de fotografías en los medios impresos, así como la
de músicas, imágenes y efectos sonoros en los medios audiovisuales para
reforzar los efectos estéticos o para dramatizar los contenidos informativos,
facilita la provocación de emotividad de las audiencias.
 Proximidad: la relación de cercanía con los receptores de la noticia está
también presente en la información de la cultura.
 Familiaridad, prominencia, celebridad: relacionado con el epígrafe anterior,
se trata ahora de la proximidad afectiva con personas, grupos e instituciones.
En la práctica se trata de promocionar, incentivar y destacar la labor de artistas
y cultores.

81 Sin embargo, en este factor es preciso aclarar que en la información cultural no se debe hacer
hincapié en este tipo de conductas, porque una información reiterada en ellas puede influir en que
los rasgos de carácter de un artista pasen a un primer plano, en lugar de valorar su obra de arte o
producción intelectual.
82
Nosotros creemos que los robos de obras de arte y temas conexos relacionados con actos
punibles, se corre el riesgo de transformar la información cultural en información de orden público
o sucesos.
250

 Entretenimiento: la inclusión de géneros como espectáculos y variedades


genera en esta área el interés por la información cultural83.
 Disponibilidad/accesibilidad: tiene que ver con las peculiaridades que tiene en
la información cultural, la capacidad de aproximación de los informadores a
las fuentes.
 Duración y extensión: la extensión y la situación en la página de la noticia en
los medios impresos, así como los tiempos de duración en radio y televisión,
constituye un importante factor de valoración.
 Situación y orden de emisión: en la información cultural, la frecuencia de
terminar los programas informativos y los telediarios con noticias del ámbito
de la cultura persigue casi siempre el efecto relajante de un final feliz.
 Enfoque: todas las informaciones, también las culturales, pueden tener varios
puntos de enfoque, de desarrollo de sus contenidos. De este enfoque depende
muchas veces desde su interés y atractivo hasta la propia aceptación de la
noticia.
 Imagen: en los medios impresos, la utilización de fotografías para acompañar
noticias culturales eleva el rango de importancia que se les concede a éstas. En
la radio, el sonido ambiente llevado a un papel protagonista de la información
actúa muchas veces como una verdadera “imagen” de los contenidos
informativos. En cuanto a los medios audiovisuales, las noticias culturales con
más probabilidades de ser incluidas en un informativo de televisión son
aquellas que disponen de imágenes para ser ilustradas.
 Empresa: los intereses comerciales, económicos e ideológicos de la empresa
informativa, influidos por la demanda de los lectores y la audiencia y la
situación competitiva del mercado, es otro de los criterios que deben ser
tenidos en cuenta por los medios audiovisuales y escritos a la hora de elaborar
la información cultural.
El periodismo comunitario tiene unos rasgos que le dan identidad propia en
lo concerniente al tratamiento de la información cultural desde el enfoque
comunitario. Ello por varias razones: el empoderamiento de las comunidades para
el manejo del medio de comunicación, lo cual produce unas nuevas estéticas y
estilísticas narrativas; la importancia que desde lo comunitario se le da
fundamentalmente a la cultura popular, sin obviar las artes formales si son

83
Es necesario, no obstante, que el periodista delimite con precisión la información cultural de
entretenimiento de la información de farándula o del corazón. En caso de que no lo haga se suele
correr el riesgo de convertir los hechos culturales en hechos triviales y superficiales que en nada
aportan al conocimiento del público.
251

llevadas al terreno de la comprensión e interpretación de las comunidades; el


papel que se le asigna al periodista comunitario como impulsor y promotor de la
creación artística de las personas en el ámbito cultural y mediático; y el carácter
no estrictamente lucrativo del medio comunitario.
En ese orden de ideas, el periodismo comunitario debe ceñirse a unos
criterios informativos para enlazar la actividad cultural con la actividad de las
comunidades y de la información comunitaria. Estos criterios son:
 El periodista comunitario debe elaborar y promover la elaboración de
información cultural local que resalte los valores comunitarios, el talento de
las gentes y recupere las voces y relatos de las personas que sirven para
conocer la historia y tradiciones propias.
 El periodismo comunitario no aborda el tema de las artes formales como algo
fino y diferenciador social, sino que lo lleva al espacio de lo público y facilita
su comprensión e interpretación como un bien colectivo.
 El periodismo comunitario trata las actividades lúdicas, como las fiestas, los
carnavales y bazares, como expresiones populares que le dan el aspecto
singular a las comunidades, pues gracias a ellas es posible conocer sus
tradiciones y costumbres. Pero también critica aquellas manifestaciones -como
las peleas, las agresiones- que, guareciéndose en el paraguas del
entretenimiento y del tiempo libre, generan antivalores que atentan contra la
cohesión y la convivencia social.
 El periodismo comunitario también cubre las situaciones conflictivas que se
generan en las comunidades producto de choques culturales y de convivencia,
pero se vale del diálogo y la concertación para que el resultado de estas
situaciones cree nuevos espacios para la tolerancia y el entendimiento.
 El periodismo comunitario puede hacer un llamamiento a las instituciones de
distinta índole, especialmente las de fomento a la cultura, para que dirijan sus
políticas y acciones al estímulo y comprensión de las diversas expresiones
artísticas que son captadas o se originan en las comunidades.
 Toda la producción del periodista comunitario tiene una orientación cultural,
entendida como la promoción y fortalecimiento de los valores que cohesionen
a la comunidad.

2.7.4.2 Periodismo comunitario/periodismo educativo


Resulta casi improcedente deslindar o comparar el periodismo comunitario
del periodismo educativo, puesto que este último hace parte de la esencia misma
de la construcción de medios de comunicación desde la perspectiva comunitaria.
252

Sin embargo, sí se puede hacer una aproximación para describir los puntos de
complementariedad y de sutil diferencia entre los dos conceptos.
Del periodismo educativo se puede decir que es un enfoque del periodismo
especializado que pretende informar sobre todas las áreas del ámbito educativo de
una manera más profesional, que suscite el interés y revalore el campo de la
formación como un aspecto imprescindible para el desarrollo de los pueblos. El
periodismo educativo también se concibe en el marco de la “educación para toda
la vida”, como originalmente lo expresa la UNESCO, que no es otra cosa que
apoyar procesos de formación a toda la ciudadanía en todo momento, sin importar
edades, ni condiciones socioeconómicas.
El periodismo comunitario se alimenta de la misma línea, es decir, si todos
los escenarios y tiempos de la vida son potencialmente educadores, la labor
periodística desde lo comunitario funda toda su producción (en la prensa escrita,
radio, televisión o los nuevos medios) en la formación de las personas, no sólo
divulgando contenidos académicos, sino también promoviendo valores clave para
la sociedad. Las ideas expuestas tienen sentido en la medida en que se conocen los
fundamentos del periodismo educativo, por eso es menester conocerlos y
relacionarlos con las potencialidades que tienen los medios comunitarios para
hacerlos trascendentes.
A partir de mediados del siglo XX se viene hablando del periodismo
educativo. En esa época se refería exclusivamente al tratamiento de la
información educativa aparecida en los diarios y, luego, se le vincula con la
información publicada en revistas académicas y boletines. Hoy todavía se le
concibe desde esos enfoques y desde la posibilidad de encargarse de las
actividades pedagógicas, en las que se incluye lo escolar y educomunicativo.
Así las cosas, es factible acercarse a una definición del periodismo
educativo, como la que señala Guillermo Raigón Pérez de la Concha (1999). Para
el autor “es, antes que nada, producción y distribución de mensajes informativos
de actualidad que logren interesar a un público determinado. El contenido de tales
mensajes es la vida humana haciéndose en todas partes y bajo todas las
circunstancias”. “La vida humana” como contenido esencial de los mensajes,
connota nada más ni nada menos que concebir toda la evolución del ser humano
con disponibilidad para aprender.
La UNESCO lo corrobora al vincular la “educación para toda la vida” con la
noción de “sociedad educativa”, en la que “todo puede ser ocasión para aprender y
desarrollar las capacidades del individuo tanto si se trata de brindar una segunda o
tercera ocasión educativa o la de satisfacer la sed de conocimientos, de belleza o
de superación personal como de perfeccionar y ampliar los tipos de formación
253

estrictamente vinculados con las exigencias de la vida profesional, comprendidos


los de formación práctica”. Esta cita, además, deja entrever que la responsabilidad
de educar y transmitir el conocimiento no es sólo de las escuelas, universidades e
instituciones escolares públicas y privadas. También lo es de los medios de
comunicación, para lo cual se requiere que los periodistas adopten las
competencias necesarias para llevar a cabo esta misión.
Lamentablemente lo que evidencia la cotidianidad es que la información
educativa se ha limitado a mostrar los factores anecdóticos y rutinarios de la vida
escolar, como las huelgas de profesores, los conflictos entre docentes, estudiantes,
padres de familia y la sociedad misma, dejando de lado otros hechos más
profundos que contribuirían a revalorar el sistema educativo, a evitar la
descolarización psicológica de los estudiantes y a recuperar el rango de
profesionalidad de la docencia (Raigón, 1999). Por ello la información educativa
en esencia tiene que contemplarse como una actividad periodística cuyo objetivo
es el de contribuir a que la sociedad conozca objetivamente, de forma veraz, sin
presiones partidistas, ni fobias, ni filias, lo concerniente a los ámbitos de la
educación, enseñanza, formación, cultura reglada, no reglada, en todos los niveles
académicos y etapas de la vida (Bartolomé, 2005: 10).
El campo de acción del periodista educativo, por tanto, tiene que extenderse
a las áreas profesional, técnica y pedagógica. Se entiende el área profesional como
la información publicada en la prensa (gacetillas, problemas institucionales,
huelgas) y los boletines gremiales y periódicos gremiales que se utilizan para
informar a sus afiliados sobre políticas, orden interno, elecciones, para la cual se
necesita la competencia de periodistas profesionales.
El área técnica abarca el ámbito universitario donde se confeccionan
revistas académicas que contienen ensayos, artículos científicos, la organización
de congresos, destinadas a grupos específicos como profesores, profesionales y
alumnos. El área pedagógica incorpora el concepto de educación, esto es, la
aplicación del periodismo como recurso pedagógico mediante la vinculación de
los medios de comunicación en el ámbito educativo (alcances, críticas y
funcionamiento de éstos) y el desarrollo del periodismo escolar, entendido como
la utilización pedagógica de los contenidos periodísticos, utilización de sus
géneros para talleres de escritura, la creación de un periódico escolar, etc.
Donaciano Bartolomé Crespo (2005: 15) menciona algunas características
que debe tener la información educativa para que sea considerada de calidad y
especializada, de las cuales se destacan las siguientes:
 Ser innovadora tanto en lo referente a los contenidos como a las fuentes, los
medios, los destinatarios y la presentación.
254

 Conectar con todos los públicos a quienes se dirige este tipo de informaciones.
 Hacer atractivas las noticias mediante la abundancia de ilustraciones,
caricaturas, fotografías, etc.
 Buscar temas originales dentro del mundo de la educación y la enseñanza e
innovar en los temas y en las fuentes informativas que se emplean.
 Informar de otros temas vinculados más o menos directamente con esta
sección y a los que se suele dejar de lado como el cine, el teatro, todas las
actividades relacionadas con el ocio, el tiempo libre y la cultura.
 Intentar buscar investigaciones en lo referente a la educación, abandonando
así los repetitivos temas que se suelen utilizar.
En ese contexto, el periodista educativo puede realizar diversas funciones,
como verificar que efectivamente se cumple el derecho a una educación formal de
calidad y si la escuela realmente avanza en el objetivo de formar ciudadanos de
bien y de responder a los requerimientos de la nación y de la sociedad en general.
De igual manera, es el encargado de difundir los logros educativos sin sectarismos
y tergiversaciones maliciosas, para “detener la creciente sensación de que estamos
sumidos en un caos cada vez mayor, del que ciertas fuerzas desconocidas y
poderosísimas tienen la clave de su interpretación y gestión” (Raigón, 1999). Este
último autor señala, igualmente, los conocimientos de los que ha de disponer un
periodista para afrontar con éxito los propósitos informativos:
 Revisión de las fuentes del periodismo a la luz de los de la educación para
toda la vida.
 Nociones de historia de la educación: ideales pedagógicos y prácticas
docentes, discentes e institucionales.
 Protagonistas de la educación contemporánea: profesionales (docentes o no),
alumnos, padres y sociedad civil.
 Fuentes del periodismo educativo (entre las documentales, las de
programación, especialmente).
 Nuevos canales para la información educacional: agendas de noticias
especializadas, internet, radio y televisión temáticas.
 Dimensiones estéticas y políticas de la información educacional: el periodista
ante una democracia que pretende garantizar un estado del bienestar en el que
se incluye la educación inicial y continua. Concepto de calidad en la
educación.
255

 Construcción de la agenda mediática sobre educación: introducción a métodos


de observación de este temario.
 La educomunicación: alfabetización mediática y usos didácticos de los
medios. Misión de los periodistas en las instituciones educativas: observación
y asesoramiento (incluida la formación del personal alfabetizador).
De acuerdo con los fundamentos del periodismo educativo se deduce que el
periodismo comunitario se puede constituir en un aliado de las diferentes áreas de
la educación. ¿De qué forma? Teniendo en cuenta la vocación educativa de los
medios comunitarios. Así mismo, en la producción periodística en temáticas
noticiosas, culturales o de entretenimiento, por ejemplo, debe subyacer la
intención educadora. En caso de que el reportero comunitario tenga que registrar
un accidente o graves alteraciones de orden público (sucesos), el tratamiento de
ese hecho debe alejarse de lo sensacionalista, anecdótico o amarillista para extraer
una lección que sirva para que situaciones como esas no se vuelvan a presentar o,
al menos, que ocurran con menos frecuencia.
El periodismo comunitario también tiene la propiedad de servir como
profesión que crea y fortalece la integración de la comunidad escolar. Es decir, si
en la educación intervienen padres de familia, estudiantes, profesores,
profesionales y la sociedad en general, los medios de comunicación comunitarios
y quienes allí trabajan deben velar porque, por un lado, la información que se
transmita represente los intereses y expectativas de esos sectores y, por otro, se
logre la participación activa de los colectivos en todo el proceso de producción
mediático, bien sea en la radio, la prensa, la televisión o internet. En otras
palabras, el periodista comunitario tiene la misión de incentivar el conocimiento
de los medios en las aulas y de propiciar las condiciones académicas para que
desde la escuela se les aprenda a manejar, con lo cual se lograría que la
información institucional escolar trascienda a públicos cada vez más grandes y
diversos.
El periodismo y los medios comunitarios tienen otra aplicación enfocada a
crear otras estéticas y formatos para la divulgación de información educativa. Si
en los medios tradicionales las conferencias, los logros académicos, las
realizaciones de la comunidad estudiantil cuentan con poco espacio y tiempo, en
los medios comunitarios se les puede dar mayor despliegue y creatividad para que
la formación que se quiere proyectar llegue con interés y profundidad a la
audiencia.
256

2.7.5 Periodismo comunitario/periodismo de calidad


El periodismo comunitario debe aspirar a ser periodismo de calidad y, para
ello, debe definir indicadores de excelencia que le permitan abordar la
información comunitaria con profesionalidad. Pero si el periodismo comunitario
no define sus fronteras con otros enfoques periodísticos, y si éste se desarrolla
como una actividad marginal, podría desaparecer o, en el mejor de los casos,
transformarse en un periodismo estándar, propio de los medios comerciales.
El periodismo de calidad le aporta principios informativos para el desarrollo
general de la profesión, pero le corresponde al periodismo comunitario aplicarlos
en el ámbito de actuación económico, político y cultural de la comunidad. Los
principios son los que siempre se han repetido en las universidades, en los
congresos de comunicación social, pero que en la práctica muy pocas veces se
traducen en informaciones de calidad. Es decir, esas informaciones carecen de
veracidad, actualidad, interés público, comprobación, contraste de fuentes,
pluralismo y rigor (De Pablos & Mateos, 2004: 341).
El periodismo de hoy se encuentra contaminado por las presiones
mercantiles del mercado, la ausencia de controles y la escasa formación de los
reporteros. Por consiguiente, no puede dar respuesta a un periodismo comunitario
de calidad. El problema para el periodismo comunitario radica en que tiende a
copiar las rutinas de un periodismo comercial, orientado más a obtener rápidos
rendimientos económicos que a formar ciudadanos.
Para superar este error De Pablos & Mateos proponen un mayor
acercamiento, una comunión -como etimológicamente corresponde al término
comunicación- entre el periodista y la sociedad, no sólo para conocer qué es lo
que quiere la audiencia sino también para contar con la participación de ella en el
control de los medios de comunicación social, para que éstos cumplan con el
mandato de ser plurales, rigurosos con la información, plenamente responsables
de lo que dicen o dejan de decir y bien documentados. Los mismos autores
también señalan que la audiencia, por su parte, demanda algunas acciones del
periodista, para que las informaciones que produzcan sean de calidad. Estas son:
 Que cuenten lo que ven o lo que les dice quien lo vio o lo sabe. Y que lo
hagan con respeto hacia los intérpretes de los hechos. Hacia el periodismo, en
suma.
 Que si no lo entienden, lo analicen, lo estudien, lo contrasten, lo fundamenten,
lo consulten. Se aclaren antes de transmitirlo.
257

 Que procuren consultar con quien está capacitado, reconocido y autorizado


por sus conocimientos y su demostrada fiabilidad (especialistas, estudiosos,
expertos, institutos, bases de datos, etc.).
 Que cuando cuenten lo que les cuentan digan expresamente quién se lo ha
contado. No vale la fuente anónima sin más.
 Que si no pueden decir quién se lo ha contado, digan por qué no lo pueden
decir.
 Que cuando sólo cuenten lo que les ha contado una fuente, lo adviertan,
adviertan que están ofreciendo una versión, no una verdad fruto del cruce de
varias versiones.
 Y que cuando quien les informa a ellos tiene intereses en lo contado, los
expresen, detallen esos intereses (De Pablos & Mateos, 2004: 345).
El Proyect for Excellence in Journalism de la Universidad de Columbia de
New York (2001) se une a ese sentir al establecer cinco criterios para que el
periodismo se convierta en producto de calidad que sea apreciado por el público.
Estos criterios son: mayor cobertura de la comunidad, mayor elaboración,
profundidad y esfuerzos periodísticos, mejores fuentes, mayor número de noticias
largas y menor de noticias cortas, contratar más periodistas y darles más tiempo
para su trabajo.
Para Mariano Cebrián (2003: 66), el periodismo de calidad debe transitar de
un periodismo de información a uno interpretativo, porque el primero “aborda las
noticias en su aspecto aislado, como unidad nuclear, sin relaciones con otras
noticias; se exponen los hechos y datos de actualidad sin referencia a otros” “(…)
Sin embargo, en este estadio es informar a medias, no es contar toda la
complejidad del hecho; es una información parcial y, por tanto, con múltiples
riesgos de desinformación ya que no aporta datos de vinculaciones”. En cambio
con el segundo, con el periodismo interpretativo, se relacionan unos hechos con
otros, se les brinda mayor contextualización mediante una profundización de las
causas, previsión de las consecuencias, documentación sobre antecedentes,
situaciones similares, lo que genera una visión más integral y completa del
fenómeno noticioso. Cebrián enfatiza en que no se debe confundir interpretación
con opinión, puesto que la interpretación se hace a un nivel de análisis de hechos,
de datos, y se queda en la exposición de los mismos sin sacar conclusiones o
aportar la visión personalizada.
Otro factor que obstaculiza la realización de un periodismo de calidad es el
trabajo dependiente de las fuentes formalizadas, como los gabinetes de prensa,
desde los cuales se organiza la información para que sea publicada por los medios
258

de comunicación. El mal no proviene de la existencia misma de los gabinetes de


prensa, puesto que éstos sólo dan pistas para que el reportero termine de rastrear y
profundizar la noticia, sino de la mala costumbre que ha asumido el periodista –
alcahueteado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC, y
presionado por el tiempo y los ínfimos salarios- de transcribir los datos tal cual
aparecen en el boletín de prensa, sin detenerse a reflexionar sobre esa información
para ampliarla, contrastarla y, de esa forma, ofrecer a la audiencia un producto
informativo de excelencia.
Ante ese panorama y con miras a sentar las bases para un periodismo de
calidad, De Pablos & Mateos (359-365) proponen avanzar en la ejecución de una
estrategia, cuyos pilares fundamentales son: (1) las etiquetas de calidad; (2) los
consejos de calidad informativa; (3) los observatorios de medios; y (4) la
activación de los lectores.
Con las etiquetas de calidad buscan controlar tres índices de los aspectos
que frecuentemente resultan invisibles: el índice laboral, mediante el cual se
mediría las condiciones de las plantillas de redacción (número suficiente,
productividad adecuada, cualificación profesional actualizada, especialización
acorde con los contenidos de la publicación, normas, conflictividad laboral,
salario justo, turnos y jornadas de dedicación racionales y vacaciones y tiempo
libre del personal del medio homologables). El índice periodístico, con el que se
mediría la calidad de las informaciones (pluralidad de fuentes actualizadas y
citadas, frecuencia de uso de fuentes corporativas, uso de bases documentales
primarias, porcentaje de temas propios, grado de cumplimiento normativo,
porcentaje del periodismo de investigación, libertad de la redacción de sus
cometidos, continuidad de las informaciones ofrecidas y grado de corrección
lingüística). El índice empresarial, que contabilizaría el papel del empresario ante
la información (composición de interés accionariales insertados en el diario,
cuenta de resultados publicada y bien a la vista, no escondida; datos de
distribución y ventas expuestos a los lectores en el propio periódico).
Con los consejos de calidad informativa pretenden regular la calidad de lo
que en el mercado editorial circula como periodismo. Estos consejos estarían
compuestos por especialistas independientes que van a controlar –por y para el
público- si el medio de comunicación cumple con un periodismo de excelencia.
Entre sus funciones tendrían las de analizar los productos, averiguar los elementos
que se emplean en el proceso de elaboración, vigilar el cumplimiento de las
normas éticas y de autorregulación, hacer análisis comparativos de medios, medir
los indicadores de calidad.
259

Con los observatorios de medios plantean el funcionamiento de


asociaciones de especialistas, con intervención libre de la audiencia concienciada
del valor primario de los medios informativos e interesados por la permanencia de
la prensa de calidad. Los fiscales son los encargados de dirigir los observatorios y
de emitir informes sobre el desenvolvimiento de los medios de comunicación,
luego de un análisis exhaustivo de sus contenidos. Estos informes se colgarían en
un sitio electrónico para que sea consultado libremente tanto por las periodistas y
empresas periodísticas objeto de fiscalización como por todas las personas
interesadas en ello.
Con la activación de los lectores piden incorporar a la audiencia a nuevas
líneas de activismo mediático, que deben ser propuestas por las empresas
periodísticas o por los observatorios de los medios. Operarían mediante la
realización de foros de discusión sobre tratamientos noticiosos, red de usuarios de
correos electrónicos por donde se difunden observaciones a las informaciones
publicadas en distintos medios de comunicación.
El periodismo comunitario comparte en gran medida esos criterios para la
obtención de un periodismo de calidad, sin embargo, por su naturaleza comunal es
necesario identificar y clasificar otros indicadores que permitan el logro de la
excelencia en las informaciones y acciones que se emprenden entre un medio de
comunicación comunitario y las comunidades.
Uno de ellos podría medir la calidad, cantidad y líneas de participación de la
comunidad en todo el proceso de producción de los media comunitarios, es decir,
si intervienen como emisores-productores, creando opinión, controlando o
debatiendo sobre los temas planteados. Y si existe una participación significativa,
también sería oportuno medir hasta que punto la gestión comunitaria favorece
alianzas con instituciones gubernamentales y no gubernamentales para la
resolución de problemas concretos que afectan a los colectivos.
En materia de fuentes, sería importante medir con qué grado y relevancia
aparecen fuentes como líderes comunales, organismos sociales, culturales y
educativos. Y en términos de contenidos, valdría evaluar hasta qué punto los
contenidos elaborados por los periodistas tienen la orientación educativa y cultural
que se les asigna a los medios de comunicación comunitarios, para la formación
ciudadana, la promoción de la convivencia y el fortalecimiento del activismo y la
organización social.

2.7.6 Periodismo comunitario/periodismo alternativo


El periodismo comunitario y el periodismo alternativo comparten el interés
en dar protagonismo a las personas, no sólo para valorar su propia realidad
260

política, económica y social sino también para emplear los medios de


comunicación para el cumplimiento de unos objetivos determinados. De hecho,
los dos periodismos se esmeran por otorgar un papel equitativo a emisores y
receptores en el proceso de la comunicación, lo cual significa que el receptor
asuma con mucha frecuencia el rol de emisor. No obstante, el periodismo
alternativo tiene algunas peculiaridades que se desprenden de la coyuntura
histórica (1970-1980) en que nacen y evolucionan los medios alternativos. Entre
ellas podemos citar las siguientes:
 El periodismo alternativo pretende concienciar a las personas sobre sus
problemas y la situación que ocupan en la sociedad, ofreciéndole en algunos
casos pautas para la acción bajo el prisma de los movimientos contestatarios y
con la ayuda de los modernos medios de comunicación.
 Este estilo se desarrolla desde el periodismo crítico, de ahí que su pretensión
sea la de despertar una conciencia crítica en las personas a partir del análisis y
producción de la información.
 El periodismo alternativo funge en ciertas ocasiones como un periodismo de
propaganda política orientado a denunciar los discursos dominantes, aunque
también dota a los colectivos de herramientas conceptuales y prácticas para la
resolución de problemas.
Según Don Hazen (2007: 49-52) en The Grassroots Discusión Panels at the
2007 ICA Conference, es difícil lanzar una definición sobre periodismo
alternativo, sin embargo, se atreve a decir que es la presentación de hechos,
opiniones, y narrativas influidas por un determinado punto de vista y distribuidas
por canales no corporativos. Para el autor la importancia de este tipo de
periodismo radica no tanto en establecer una definición estándar, sino en
comprender que el desafío actual consiste en identificar el campo, alcance e
impacto de las diversas facetas del periodismo alternativo de hoy; entender cómo
ha cambiado con el advenimiento de internet; y valorar cuál ha sido el efecto de
los cambios de los medios de comunicación sobre el potencial del periodismo
alternativo, y su influencia sobre el cambio social.
Nosotros consideramos que la influencia de internet y de las Tecnologías de
la Información y la Comunicación, así como la globalización y la explosión de
nuevos y dinámicos movimientos sociales, han contribuido a que se dé una
transición del periodismo alternativo hacia el periodismo comunitario.
Desde es marco de referencia, el periodismo comunitario pese a que
también despierta la conciencia crítica de las personas para el conocimiento de su
entorno, trata de que la comunidad adquiera una comprensión amplia de los
261

fenómenos económicos, políticos y culturales, sin las limitaciones que muchas


veces impone una ideología, así no sea ésta la dominante. Por eso, este estilo se
enmarca más en un periodismo interpretativo -en el que se realizan conexiones
entre unos hechos y otros- más que en un periodismo crítico y contestatario. Este
periodismo se preocupa por estar en y con la comunidad no sólo para diagnosticar
problemas sino, fundamentalmente, para promover acciones que sirvan para la
búsqueda del desarrollo humano sostenible desde lo local, con el apoyo de los
medios de comunicación manejados y gestionados por las comunidades.
El periodista comunitario ante todo busca un diálogo útil entre las
comunidades y entre éstas y las instituciones de diversa índole, para que en forma
conjunta se lleguen a soluciones reales y efectivas a las necesidades sociales. Por
último, el periodismo comunitario tiene una vocación formadora en el sentido de
desarrollar las capacidades expresivas de la gente, y de fomentar en ella el análisis
de los mensajes y la producción de contenidos audiovisuales que tengan una
orientación educativa y cultural.
262
3 Aplicaciones del corpus teórico
Hemos revisado el concepto de desarrollo y su evolución para entender
mejor el alcance del desarrollo humano porque consideramos que este último se
puede convertir en la referencia de los medios de comunicación comunitarios, en
este caso de la televisión comunitaria.
Lo que queremos decir es que el desarrollo humano puede ser parte de un
objetivo ambicioso de la televisión comunitaria, siempre que este enfoque sirva
para desarrollar las capacidades de la gente en dos sentidos; por un lado,
incentivando las destrezas comunicativas y organizacionales de las personas para
que participen en la elaboración de los programas y en el control y la gestión del
medio comunitario; por otro, creando las condiciones para que los contenidos de
los programas y la gestión del medio contribuyan al cumplimiento de indicadores
de desarrollo humano, esto es, al mejoramiento de las condiciones de vida de la
población vulnerable (que es parte de su audiencia), con el apoyo de la sociedad
civil e instituciones gubernamentales y no gubernamentales.
En la práctica, el enfoque del desarrollo humano nos aporta a la
estructuración de esta tesis. En concreto, ayuda a definir los métodos de
investigación para el análisis de la televisión comunitaria en los niveles de
producción, programación y audiencia y, con base en los resultados obtenidos, a
intentar proponer un modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano.
En el nivel de la producción, el enfoque del desarrollo humano nos sirve
como marco de referencia para indagar de qué forma los periodistas y directivos
de la televisión comunitaria conciben el desarrollo y la ayuda que el medio puede
suministrar para conseguirlo. En el nivel de la programación, el enfoque nos
permite establecer un sistema de categorías para analizar si los segmentos de los
programas informativos de la TV comunitaria (noticieros, magacines y programas
de entrevistas) contribuyen o no a promover el desarrollo humano a través de
valores como la justicia, libertad, conservación del medio ambiente, etc. Nosotros
264

queremos subrayar que la consecución de los valores84 es una meta que se ha de


alcanzar para acercarnos al ideal del desarrollo humano. En el nivel de la
audiencia, el enfoque también nos sirve como marco de referencia para
preguntarle a los teleespectadores si el canal comunitario propicia la participación
de la gente en todo el proceso de producción, control y gestión y si la
programación de la TV comunitaria realmente contribuye al desarrollo de la
comunidad.
Así mismo, hemos incluido una síntesis de la evolución del desarrollo en
Colombia durante los últimos 50 años, de manera que nos permita –si es el caso-
elaborar una propuesta de programación y formación de periodistas para dicho
país, con base en el análisis de su televisión comunitaria.
Ahora bien, ¿por qué escoger a la televisión comunitaria como laboratorio
donde puede incardinarse el desarrollo humano? La selección de la televisión
comunitaria y no de otros sistemas estriba en varias razones, que se deducen de la
evolución que han tenido los medios de comunicación alternativos después de la
Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días -sobre la base del modelo
difusionista y el modelo participativo de la comunicación-, caracterizados por el
dominio del modelo neoliberal y la incursión de nuevas tecnologías de la
información y la comunicación en la sociedad.
La primera razón es que la filosofía de este tipo de televisión consiste
precisamente en democratizar la labor informativa y comunicativa, es decir, que
las personas participen activamente en la elaboración de los programas y en el
control y gestión del medio de comunicación.
La segunda, la televisión comunitaria, surge después de la Segunda Guerra
Mundial con el fin, justamente, de convertirse en un nuevo discurso con un
carácter más social que haga frente al discurso hegemónico de la época.
Respecto a los términos “comunitario” y “alternativo” queremos aclarar
que, a nuestro juicio, el adjetivo “alternativo” es propio de finales de la década del
40 y finales de los 80 y fue incorporado por los medios (la mayoría de ellos
marginales y clandestinos) para reivindicar más participación política de las bases,

84
En esta línea de pensamiento se mueve Kyong-Dong (1994: 12-18) al afirmar que los valores de
la vida deben estar presentes en nuestras concepciones del desarrollo, y se deben convertir en
objetivos cuyo cumplimiento debe realizarse a través de medios moralmente correctos. Para ello
se requiere el diseño de organizaciones y estructuras sociales flexibles que posibiliten el paso de
una “cultura del desarrollo” a una idea de “desarrollo culto avanzado”. Kyong-Dong define a la
“cultura del desarrollo” como el estado de bienestar alcanzado por algunas sociedades, basado en
la adquisición y uso de bienes materiales, en cambio el “desarrollo culto avanzado” lo define como
la promoción y consolidación de valores espirituales y sociales como las buenas relaciones
humanas, la benevolencia, la compasión, la rectitud y la justicia, así como una relación armoniosa
con el medio ambiente.
265

en momentos en que América Latina dominaban las dictaduras o los gobiernos de


facto y la pobreza se extendía, en parte, por la estrategia de desarrollo
economicista. A finales de los 90 se empieza a acuñar el adjetivo “comunitario”
para destacar la importancia de los consensos y de poner algo en común que
movilice a las personas tras determinados fines. Por ello, la televisión comunitaria
defiende reivindicaciones más amplias del discurso alternativo, como la igualdad
de género, el respeto de las minorías, el pacifismo y la defensa del medio
ambiente, y en muchos casos se incorpora al sistema nacional de televisión de los
países (es legal), aunque también puede estar fuera de él (es ilegal o hay un vacío
jurídico que le impide ser reconocida).
La tercera razón es que la televisión comunitaria tiene una cobertura
netamente local, es decir, en la mayoría de los modelos en el mundo funciona en
comunidades de barrio, ciudades, pueblos que se organizan para que el medio de
comunicación contribuya expresar un pensamiento político, a exigir una
reivindicación social, a difundir los valores de una cultura minoritaria, a defender
el medio ambiente, etc. En cierta medida, lo que buscan es que sean escuchadas,
reconocidas y atendidas sus peticiones, aprovechando su cercanía con los
gobiernos locales. En un marco más amplio, buscan que los intereses
comunitarios y locales sirvan para el diseño de las políticas nacionales y la
creación de otra globalización que tenga en cuenta las particularidades de cada
sociedad y de cada cultura.
La cuarta razón estriba en que este tipo medio, dado su enfoque educativo y
cultural y carácter sin ánimo de lucro, puede ser el más idóneo para la promoción
y consolidación de valores sociales que nos permitan acercarnos a la noción de un
desarrollo realmente humano.
Una vez escogida la televisión comunitaria como objeto de nuestro análisis,
hemos querido conocer más de sus características con base en las experiencias de
medios de comunicación comunitarios, recopiladas por Alfonso Gumucio (2001,
2002, 2006 y 2007), en los aportes teóricos que nos suministran otros autores ya
reseñados y en los modelos de este tipo de televisión vigentes en Norteamérica,
Sudamérica y Europa Occidental, principalmente. El análisis de todos estos
recursos, de la evolución de los enfoques del desarrollo y de la comunicación
desde la posguerra, nos ha posibilitado adelantar otra fase de la tesis, consistente
en comparar la televisión comunitaria con otras televisiones, y al periodismo
comunitario con otros estilos de periodismo, con el fin de establecer algunos
parámetros teóricos y metodológicos de nuestro análisis de la televisión
comunitaria de Colombia y proponer un modelo de televisión comunitaria para el
desarrollo humano, algunos fundamentos de lo que nosotros llamaríamos
266

periodismo comunitario, y una propuesta de programación y de formación de


periodistas en Colombia.
Estas propuestas, en síntesis, son la expresión de nuestra propia concepción
de lo que puede hacer la televisión comunitaria en esta época de rápidos y
profundos cambios políticos, económicos y culturales. A nuestro parecer, este tipo
de medios debe incorporarse a una estrategia integral de desarrollo de las
naciones, puesto que a través de su programación, de su carácter participativo y
democrático, puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas
siempre que se articule armónicamente con diversas instituciones y se adapte a los
nuevos adelantos tecnológicos. El hecho de que la televisión comunitaria persiga
como objetivo el desarrollo humano bajo un enfoque educativo y cultural no sólo
le permite asumir un enfoque crítico frente a la realidad sino también un enfoque
propositivo, muy vinculado con las necesidades y expectativas de las
comunidades.
4 Cuestiones de investigación e hipótesis
La investigación sobre medios de comunicación adopta una variedad de
enfoques y métodos. Por un lado, hay estudios exploratorios que, planteando
cuestiones de investigación fundamentales, intentan hacer una primera
aproximación al conocimiento de un nuevo medio o campo comunicativo. Por
otro, existen investigaciones de mayor complejidad en las que se debe partir de
una fundamentación teórica y un planteamiento de cuestiones rigurosamente
formuladas. En ambos casos, no obstante, se deben considerar dos opciones
metodológicas en cuanto a la formulación de las interrogantes: cuestiones de
investigación y/o hipótesis.
Según Wimmer y Dominick (1996: 27, 238 y 239), la diferencia entre las
dos consiste en que las hipótesis tienen como cualidad la predicción y la
comparación, mientras que las cuestiones de investigación, no. Las cuestiones de
investigación se emplean cuando los investigadores analizan problemas sin la
intención de alcanzar resultados de probada significación o generalización
estadística, o bien se utiliza en terrenos en los que apenas se ha investigado. En
cambio, las hipótesis85, y en concreto las hipótesis de investigación, entendidas
como una proposición formal relativa a la relación entre unas variables,
comprobables directamente, proporcionan un rumbo, un punto de mira que se ha
de seguir para que el estudio no se pierda o disgregue en el proceso de

85
En general, las hipótesis se pueden clasificar en: a) hipótesis teóricas, con difícil comprobación
empírica ya que se fundamentan en la metodología crítica y el análisis teórico-argumentativo; b)
hipótesis de investigación, que se pueden comprobar en la realidad por medio de mediciones
cuantitativas, pruebas y relaciones entre variables, pero sin poder determinar con rigor técnico una
generalización estadística; y c) hipótesis estadísticas, similares a la variedad anterior, pero con la
característica de que se establecen y emplean para realizar estrictamente pruebas y
generalizaciones estadísticas partiendo de muestras pertinentes (Donohew y Palmgreen, 1981).
268

investigación. Las hipótesis se formulan una vez se ha hecho una recopilación


bibliográfica y análisis de antecedentes del fenómeno que se ha de estudiar.
La investigación de la televisión comunitaria de Colombia tiene tres
antecedentes: la investigación realizada por el Centro de Investigación y
Educación Popular (CINEP), cuyos resultados fueron publicados en la revista
Señales de humo (1998); el estudio dirigido por la Dirección de Comunicación del
Ministerio de Cultura (2000) y el diagnóstico y plan de acción efectuado por la
comunicadora Patricia Téllez (2002). Las tres investigaciones tienen como
aspectos comunes el interés por diagnosticar la realidad de las televisiones
comunitarias en términos de infraestructura física, programación, ubicación
geográfica y personal; evaluar la aplicación y pertinencia de la normativa de la
televisión comunitaria de Colombia y proponer alternativas a los problemas
encontrados principalmente en capacitación del personal y fortalecimiento de la
producción propia de televisión. Sobre esa base, en esta investigación decidimos
formular tanto cuestiones de investigación como hipótesis.
La formulación de cuestiones de investigación se realizó para el análisis de
la actividad productora de periodistas y directivos, por cuanto los tres estudios
antes citados no abordaron dicho tema y porque, a partir de ello, se busca tener
datos iniciales, aunque rigurosos, sobre la relación entre la producción de TV
comunitaria y el desarrollo humano.
Las cuestiones de investigación también se formularon para el análisis de la
audiencia, concretamente la percepción que ésta tiene acerca de los canales y la
programación de la televisión comunitaria. Este enfoque tampoco había sido
revisado en las tres investigaciones que sirven como antecedentes, por lo cual se
decidió conocerlo de manera preliminar en esta investigación, empleando los
métodos que más adelante se reseñan.
Las hipótesis se plantearon en el área del análisis de la programación de la
televisión comunitaria, por tres razones. Primero, porque en las tres
investigaciones anteriores (la de Señales de humo, la del Ministerio de Cultura y
la de la comunicadora Patricia Téllez) se había realizado una evaluación
preliminar a la programación, y con esa base, sumada a la recopilación
bibliográfica sobre el tema y a la prueba piloto llevada a cabo en la televisión
comunitaria Asucap San Jorge de Ocaña, era posible establecer hipótesis y hacer
predicciones sobre los resultados del trabajo. Segundo, porque mediante el
método empleado para el análisis de la programación (análisis de contenidos) es
factible comprobar y comparar cuantitativamente las hipótesis propuestas.
Tercero, porque el análisis de contenidos realizado permitió hacer una
comparación entre la programación de la TV comunitaria y la TV privada, esta
269

última representada en los canales RCN y Caracol. Para ello fue necesario, desde
luego, realizar análisis de contenidos a la programación de las dos estaciones en
mención y al contenido del noticiero de RCN. Por tanto, la investigación pretende
responder a interrogantes establecidas alrededor de tres áreas:
1. Producción: sobre la actividad productora de los periodistas y directivos de la
televisión comunitaria de Colombia.
2. Programación: sobre la programación de la televisión comunitaria de
Colombia y su comparación con la de la televisión privada generalista de
cobertura nacional.
3. Audiencia: sobre la percepción que la audiencia tiene de la televisión
comunitaria de Colombia.
Las tres áreas se escogieron teniendo en cuenta los elementos básicos del
modelo tradicional de comunicación86 (emisor, mensaje y receptor), con el fin de
analizar de forma general el proceso comunicativo que da lugar a la televisión
comunitaria de Colombia.

4.1 Área 1: Cuestiones de investigación sobre la actividad


productora de los periodistas y directivos de la
televisión comunitaria de Colombia
El interés estriba en conocer el trabajo diario de los periodistas y el
conocimiento que éstos y el directivo del canal tienen sobre el concepto de
desarrollo y la forma como ese conocimiento lo reflejan periodísticamente en la
producción de programas informativos (noticieros, magacines, programa de
entrevistas) y en la confección de la parrilla de programación de la televisión
comunitaria de Colombia.

4.1.1 Cuestiones de investigación sobre la labor de los


periodistas
Los métodos que se emplean para responder a estas cuestiones de
investigación son la entrevista en profundidad y la observación directa no
participante del trabajo de campo de los periodistas.
Con la entrevista en profundidad se pretende responder a las siguientes
preguntas o cuestiones:
4. ¿Qué conocimiento tienen sobre el concepto de desarrollo?

86
Evidentemente, somos conscientes de que ese modelo de comunicación no es suficiente para
describir la diversidad de la comunicación, pero, de todas formas, resulta oportuno para este
trabajo.
270

5. ¿De qué manera establecen el vínculo entre la teoría y la práctica del


periodismo y el desarrollo?
6. ¿Qué clase de formación creen que deben tener para que la labor periodística
aporte al desarrollo de la comunidad?
7. ¿De qué manera el periodista y los objetivos de su programa de TV
comunitaria aportan al desarrollo de la audiencia?
8. ¿Cómo es y cómo les gustaría que fuese la participación de la audiencia en
todo el proceso de producción de TV comunitaria?
Con la observación directa, como parte del trabajo de campo, sobre la
actividad de los periodistas en la televisión comunitaria, se busca responder a las
siguientes cuestiones de investigación:
9. ¿Cómo seleccionan, buscan y valoran los temas y fuentes que sirven de
insumo para la producción, edición y realización de los programas
informativos (noticieros, magacines, programa de entrevistas)?
10. ¿Qué criterios tienen en cuenta para motivar y valorar la participación de la
audiencia en los programas informativos (noticieros, magacines, programas
de entrevistas) de la televisión comunitaria?
11. ¿Con qué infraestructura física y recursos tecnológicos cuentan para la
producción de los programas informativos (noticieros, magacines,
programas de entrevistas) de la televisión comunitaria de Colombia?

4.1.2 Cuestiones de investigación sobre la labor de los


directivos
El método que se emplea para analizar estas cuestiones de investigación es
la entrevista en profundidad. Con ella se pretende responder a las siguientes
cuestiones:
12. ¿Qué conocimiento tienen sobre el concepto de desarrollo?
13. ¿Qué aportes puede hacer un canal comunitario al desarrollo de la comunidad?
14. ¿Cómo debe prepararse un canal comunitario para aportar al desarrollo de la
comunidad?
15. ¿Cuáles son los objetivos del canal comunitario que Usted dirige?
16. ¿Cómo contribuye el canal y su programación propia al desarrollo de la
comunidad?
271

4.2 Área 2: Cuestiones de investigación e hipótesis sobre


la programación de la televisión comunitaria de
Colombia
El método que se emplea para responder a estas cuestiones de investigación
es el análisis de contenidos de la programación general, por un lado, y de los
programas informativos (noticiero, magacín y programa de entrevistas), por otro.
Con respecto a estos últimos, los ítems o segmentos que los componen (noticias,
entrevistas, segmentos de magacín, etc.) permiten el análisis de los temas, el
tratamiento de la información, los protagonistas y los valores periodísticos y de
desarrollo humano presentes en los mismos.
En aras de comparar la programación de la TV comunitaria con los canales
privados de TV RCN y Caracol de Colombia, también se llevó a cabo el análisis
de contenidos de estas dos estaciones privadas de cobertura nacional.

4.2.1 Cuestiones de investigación sobre el tipo de programa y


temporalidad de producción de la programación de las
televisiones comunitarias
17. ¿Qué tipo de programa (infantil, magacín, noticiero, etc.) se encuentra en la
programación de las televisiones comunitarias, qué porcentajes representan
y cuáles predominan en las respectivas parrillas de programación de la
televisión comunitaria de Colombia?
18. ¿Qué tipo de temporalidad de producción impera en la programación de la
televisión comunitaria de Colombia (directo, diferido o la combinación de
ambos) y qué valor cuantitativo tiene cada uno de los tres tipos?
Los aspectos anteriores permiten acercarse a la definición de la
"personalidad" de la televisión comunitaria y conocer los recursos y métodos de
producción que emplean para que los programas salgan al aire.

4.2.2 Hipótesis de investigación sobre el tipo de programa de la


programación de las televisiones comunitarias
Hipótesis 1. En la parrilla de programación de la televisión comunitaria de
Colombia predominan los programas informativos (noticieros, magacines y
programa de entrevistas) y de cultura sobre otros tipos de programas orientados
hacia el entretenimiento, mientras que en la TV privada de Colombia predominan
los programas orientados hacia el entretenimiento (ficción) sobre los programas
orientados hacia la información y la cultura.
272

4.2.3 Cuestiones de investigación sobre los contenidos de los


programas informativos (magacín, noticieros y programa
de entrevistas)
19. Cuestión de investigación (QUÉ 1): ¿Qué grandes temas o categorías de
contenidos predominan cuantitativamente en los programas informativos de
la televisión comunitaria de Colombia, que puedan perfilar o influir en
posibles inclinaciones del medio hacia determinadas fuentes o hacia
aspectos que pueden ser de interés o desinterés para la comunidad (política,
economía, deporte, cultura, orden público y espectáculo)? ¿Qué conclusión
podemos extraer de la comparación entre el noticiero de televisión
comunitaria y el noticiero de una estación privada de Colombia de cobertura
nacional?
20. Cuestión de investigación (QUÉ 2): ¿qué subtemas o subcategorías de
contenidos pertenecientes a la política, la economía, el deporte, la cultura, el
orden público y espectáculo predominan cuantitativamente en los programas
informativos de la televisión comunitaria colombiana? ¿Qué resultado se
infiere de la comparación entre el noticiero de televisión comunitaria y el
noticiero de una estación privada de Colombia de cobertura nacional?
21. Cuestión de investigación (QUÉ 3): en concreto, ¿qué tipo de subtema o
subcategoría de contenidos87 son los más frecuentes en los programas
informativos de la TV comunitaria colombiana? ¿Qué conclusión podemos
extraer de la comparación entre el noticiero de televisión comunitaria y el
noticiero de una estación privada de Colombia de cobertura nacional?

4.2.4 Hipótesis de investigación sobre la estructura y


contenidos de los programas informativos (magacín,
noticieros y programa de entrevistas)
Hipótesis 2. La estructura de los bloques informativos de los noticieros de
la televisión comunitaria de Colombia y el orden de sus segmentos tienen una
gran similitud con la de los noticieros de las estaciones privadas de cobertura
nacional.
Hipótesis 3. Los noticieros de la televisión comunitaria dan a la
información política, y en especial a la gubernamental, una preponderancia similar
a la que ofrecen los noticieros de las estaciones privadas de cobertura nacional.

87 Política gubernamental y comunitaria, de sectores económicos, servicios públicos y


macroeconomía, deportes reglados, deportes autóctonos y deportes alternativos, de arte, entorno
humano y temas educativos y de conflictos armados internos, violencia doméstica y delincuencia
común.
273

Hipótesis 4. Los noticieros de la televisión comunitaria se asemejan a los


noticieros de las estaciones privadas de cobertura nacional en la presencia
porcentual de contravalores tanto periodísticos (sensacionalismo, superficialidad,
etc.) como de desarrollo humano (guerra, injusticia, etc.).
Hipótesis 5. Los magacines y programas de entrevistas de la televisión
comunitaria se esmeran por dar cumplimiento a la legislación y filosofía de este
tipo de televisión al dar prelación al tema cultural y educativo y a equilibrar la
presencia de las personas (protagonistas), en función de su género. En cambio, los
noticieros dedican gran parte de sus segmentos al tema político y de conflicto
armado interno y a darles protagonismo a los hombres.
22. ¿Cuáles son los géneros o tipos88 que presentan una mayor frecuencia
cuantitativa dentro de los macrogéneros de información, opinión y
educación en la televisión comunitaria de Colombia?
23. ¿Cómo se comparan dichos resultados con respecto a los del noticiero de
una estación privada de Colombia de cobertura nacional?

4.2.5 Cuestiones de investigación sobre los valores y


contravalores periodísticos
24. ¿Cuáles son los valores y contravalores periodísticos que predominan en los
programas informativos de la televisión comunitaria de Colombia?
25. ¿Se percibe alguna diferencia entre los valores y contravalores periodísticos
que generan los noticieros de la televisión comunitaria y los noticieros de
una estación privada de Colombia de cobertura nacional?

4.2.6 Cuestiones de investigación sobre los valores y


contravalores de desarrollo humano
26. ¿Cuáles son los valores y contravalores de desarrollo humano que
predominan en los programas informativos de la televisión comunitaria de
Colombia?
27. ¿Qué conclusión se puede extraer de la comparación entre los valores y
contravalores de desarrollo humano presentes en los noticieros de televisión
comunitaria y los de una estación privada de Colombia de cobertura
nacional?

88
Noticia, reportaje, crónica, entrevista e informe especial dentro del macrogénero de la
información; editorial, encuesta, comentario y crítica dentro del macrogénero de la opinión; y
telelección y lección televisada dentro del macrogénero de la educación.
274

4.2.7 Cuestiones de investigación sobre las características de


los protagonistas de los programas informativos
(magacín, noticiero y programa de entrevistas)
28. ¿Cuáles son los protagonistas y sus características (origen, oficio u objeto
social, género y naturaleza jurídica, edad y rasgos fenotípicos externos89)
presentes en los programas informativos de la televisión comunitaria de
Colombia? ¿Qué resultado se infiere de la comparación entre el noticiero de
televisión comunitaria y el noticiero de una estación privada de Colombia de
cobertura nacional?
Con ello se pretende determinar posibles favoritismos o discriminaciones en
razón a la valoración que se haga de los protagonistas/personas, por rasgos
fenotípicos externos, género, edad, o, en caso de los protagonistas/instituciones,
por su objeto social y naturaleza pública, privada o mixta.

4.3 Área 3: Cuestiones de investigación sobre la audiencia


de la televisión comunitaria de Colombia
En el estudio interesa conocer la percepción que la audiencia tiene sobre el
canal comunitario y la programación propia de la televisión comunitaria, teniendo
en cuenta variables como frecuencia de visionado, calidad de la programación y
de la señal técnica, imagen ética de los periodistas, contribución de la
programación al desarrollo de la comunidad, preferencia por tipos de programas y
formas de participación de la audiencia.
Los métodos que se emplean para analizar estas cuestiones de investigación
son el cuestionario y el grupo de discusión. El cuestionario sirve para que el
usuario de televisión comunitaria seleccionado escriba sus respuestas y, luego,
proceda a discutirlas con los demás miembros del grupo.

4.3.1 Cuestiones de investigación sobre frecuencia de


visionado, calidad de la programación y de la señal,
imagen ética de los periodistas, contribución de la
programación al desarrollo humano y formas de
participación de la audiencia
Con el cuestionario y la discusión de grupo se pretende responder a los
siguientes interrogantes:
29. ¿Con qué frecuencia ve la audiencia la programación propia del canal
comunitario?

89
Como lo dijimos anteriormente preferimos utilizar la expresión “rasgos fenotípicos externos” y
no la palabra “raza”. Ibídem (pág. 193).
275

30. ¿Qué percepción tiene la audiencia de la calidad de la programación propia


y de la calidad técnica de la señal del canal comunitario?
31. ¿Qué percepción ética tiene la audiencia de la labor de los periodistas del
canal comunitario?
32. ¿De qué manera cree la audiencia que el canal comunitario contribuye al
desarrollo de la comunidad?
33. ¿Qué tipo de programas desearía que se produjeran en el canal comunitario?
34. ¿De qué formas le gustaría participar en todo el proceso de producción de
TV comunitaria?
276
5 Métodos
5.1 Métodos empleados y su idoneidad
Para responder a las cuestiones de investigación y comprobar las hipótesis
se ha optado por la aplicación de métodos cuantitativos (análisis de contenidos y
cuestionario) y cualitativos (entrevista en profundidad, la observación directa en
trabajo de campo y la discusión de grupo).
Para Jensen y Jankowsky (1993: 58) la investigación cualitativa es una
forma de observación de primera mano, acompañada estrechamente del fenómeno
que está en estudio, y la investigación se representa en un escenario naturalista
que resalta el comportamiento cotidiano. En ese contexto, los métodos
cualitativos, como la entrevista en profundidad, la observación directa en trabajo
de campo y la discusión de grupo, tienen como base una metodología
interpretativa para conocer los motivos que llevan al individuo a realizar
determinadas acciones. Estos métodos resultan fundamentales en la investigación
en comunicación, pues permiten comprender los sentimientos o razones que
llevan a que una persona asuma una conducta específica en el proceso
comunicativo. Para esa comprensión, el investigador se vale de la interpretación
subjetiva puesto que ella pone en evidencia los motivos que inducen ciertos
comportamientos generados en la interacción entre los hombres (García &
Berganza, 2005: 32).
Los métodos cuantitativos, como el análisis de contenidos y el cuestionario,
parten del paradigma positivista de que se puede “medir la realidad con razonable
validez”, aunque sin exhaustividad, mediante el establecimiento de un orden, una
frecuencia y unos valores numéricos. Los métodos cuantitativos en la
investigación en comunicación son ampliamente utilizados por cuanto permiten
calcular, contabilizar las acciones y comportamientos de los sujetos en el proceso
comunicativo y, a partir de esa cuantificación, intentar establecer relaciones de
278

significación entre las variables, con el objeto de buscar un cierto grado de


causalidad o, mejor dicho, efecto, con el fin de que los resultados y conclusiones
se puedan aplicar a universos más amplios.
La pertinencia de estos métodos estriba en que la aplicación conjunta tanto
de los métodos cuantitativos como cualitativos posibilita una comprensión más
integral y rigurosa del proceso de comunicación que da lugar a la televisión
comunitaria, en los niveles de producción, contenidos y audiencia. Es lo que,
según afirman García & Berganza (2005: 34), se constituye en una triangulación
metodológica, puesto que se emplean al menos dos técnicas de investigación
(cualitativa y cuantitativa) o dos metodologías diferentes para conocer, analizar y
medir un mismo objeto de la realidad.
Los métodos cualitativos como las entrevistas en profundidad y la
observación directa en trabajo de campo son eficaces en el análisis de la
televisión comunitaria en la medida en que, mediante la indagación a directivos y
periodistas de la TV comunitaria, facilitan la comprensión real del conocimiento y
aplicación del concepto de comunicación y desarrollo en la confección de la
parrilla de la programación y en la producción de los programas informativos. La
aplicación de la discusión de grupo para el análisis de la audiencia de la TV
comunitaria, resulta idónea para conocer la opinión y percepciones que ésta tiene
sobre el funcionamiento del canal comunitario y los contenidos de los programas
de la TV comunitaria.
Los métodos cuantitativos (análisis de contenidos y cuestionario), por su
parte, permiten cuantificar, primero, los tipos de programas que se producen y,
segundo, la recurrencia con que aparecen ciertos temas, géneros periodísticos,
valores periodísticos y de desarrollo humano y protagonistas en los programas
informativos (noticieros, magacines y programa de entrevistas) de la televisión
comunitaria de Colombia.
La fiabilidad y validez (externa e interna) de los métodos en mención se
perfeccionó mediante la realización de una prueba piloto que tuvo lugar en los
meses de septiembre y octubre de 2005 en la televisión comunitaria de la
Asociación de Usuarios de la Antena Parabólica San Jorge de Ocaña, Colombia.
La fiabilidad se cumple cuando la repetida utilización de un instrumento, inclusive
por varios investigadores, produce bajo las mismas circunstancias los mismos
resultados (Vinuesa, 2005: 199). La validez externa consiste en establecer si los
resultados obtenidos pueden generalizarse al resto de la población y, la validez
interna, estriba en conocer si el estudio examina realmente la pregunta crucial
inicialmente propuesta (Wímmer & Dominick, 1996: 34 y 39).
279

5.2 Métodos del área 1 sobre actividad de periodistas y


directivos: entrevista en profundidad y observación
directa no participante
Las entrevistas se constituyen en un método cualitativo por excelencia para
conocer detalles sobre el pensamiento, aptitudes y emociones del entrevistado, a
través del sistema de pregunta-respuesta. Para Roberto de Miguel (2005: 252), las
funciones que cumplen las entrevistas en un contexto comunicativo son las
siguientes:
 Obtener información acerca de las entidades comunicativas (emisores,
receptores, canales o medios de comunicación).
 Facilitar el análisis de las relaciones existentes entre varias de esas entidades.
 Influir en el conocimiento de aspectos de la conducta comunicativa
(opiniones, sentimientos, motivaciones, etc.) que resultan opacos a través de
otros métodos de indagación científica.
 Ejercer un efecto clarificador en los procesos de inducción y deducción
analíticos.
Las entrevistas en profundidad, según Wimmer & Dominick (1996: 158),
son una variante de las entrevistas personales individuales, pero se diferencian de
éstas porque generalmente utilizan muestras más pequeñas, aportan un
conocimiento detallado sobre las motivaciones o razones de las respuestas
específicas de los encuestados, ofrecen información pormenorizada sobre los
valores, motivaciones, experiencias y sentimientos de quienes responden, facilitan
la observación en profundidad de las relaciones implícitas o no verbales de los
sujetos estudiados, suelen ser de larga duración, se acomodan al encuestado en
particular y pueden verse influidas por el ambiente de la conversación.
La observación directa de campo es un método adecuado tanto para la
recopilación de información como para la formulación de hipótesis y teorías
(Wimmer & Dominick, 1996: 146). Se emplea fundamentalmente para la
descripción y explicación de un fenómeno comunicativo que de su medición y
cuantificación. El tipo de observación que se utilizará para esta investigación es la
observación directa no participante, en la que el observador se encarga de
recopilar datos, con base en un cuestionario y otras técnicas de interpelación, y,
para ello, cuenta con el aval voluntario y consciente del sujeto observado.
La pertinencia de la elección de dos métodos cualitativos (entrevista en
profundidad con observación directa para el análisis de la actividad productora de
periodistas) consiste en que la observación directa permite comprobar si las
opiniones de los periodistas en el plano teórico de la comunicación y el desarrollo
280

se llevan a la práctica en el trabajo de campo para la producción de programas


informativos (noticieros, magacines, programas de entrevistas) de la TV
comunitaria. En ese mismo sentido, la literatura científica señala que la entrevista
ha sido empleada en el área de la comunicación social de masas principalmente
para estudiar en profundidad a las audiencias y a las organizaciones mediáticas, y,
en el caso de las entrevistas en profundidad realizadas a profesionales de los
medios (redactores, locutores, guionistas, productores, directores), los
entrevistadores recogen información en el seno de la organización o ente
mediático combinándolas con observaciones y documentación textual (de Miguel,
2005: 260) para optimizar los criterios de fiabilidad y validez.

5.2.1 Entrevistas en profundidad a periodistas


Las entrevistas en profundidad buscan develar el conocimiento que el
periodista tiene acerca de la comunicación y el desarrollo, la forma como ese
conocimiento se plasma en los contenidos de los programas informativos propios
(noticieros, magacines, programas de entrevistas) y en las estrategias para
fomentar la participación de la audiencia en el proceso de producción de la
televisión comunitaria. Se eligió este método para el caso particular de la
actividad productora de periodistas por las mismas razones expuestas
anteriormente sobre la entrevista en profundidad, esto es, porque aporta una
riqueza de detalles en torno a los conceptos que estos profesionales poseen sobre
la conjunción comunicación y desarrollo y la forma como los llevan a la práctica
en su trabajo como periodistas o comunicadores de la televisión comunitaria de
Colombia.

5.2.1.1 Fiabilidad y validez


La fiabilidad del método se corroboró mediante una prueba piloto realizada
a tres periodistas de la TV Comunitaria de la Asociación de Usuarios de la Antena
Parabólica San Jorge de Ocaña (Colombia). La prueba piloto permitió obtener que
la misma cuestión planteada a otra persona con las mismas características diera
los mismos resultados o cierta consistencia en las respuestas de los entrevistados.
Una vez comprobada la fiabilidad -con el consiguiente ajuste de las preguntas de
la entrevista en profundidad-, se realizó la prueba de validez con base, igualmente,
en la misma prueba piloto. La validez interna, por ende, es patente en la entrevista
en la medida en que la pregunta realmente examina lo que interesa conocer del
fenómeno comunicativo, y la validez externa es evidente porque las respuestas
permiten generalizar los resultados al análisis de la actividad productora a todos
los periodistas de la TV comunitaria.
281

5.2.1.2 Universo
El universo lo constituyen todos los periodistas de las 106 TV comunitarias
registradas en la base de datos de la Comisión Nacional de Televisión de
Colombia. De acuerdo con el análisis y la observación preliminar de la estructura
básica de la nómina de 10 TV Comunitarias, frecuentemente cuentan con tres
periodistas de planta, algunos de los cuales cumplen con la función tanto de
reporteros como de directores de un mismo programa. En esas condiciones, se
puede hablar de un universo de 318 periodistas de la TV comunitaria de
Colombia.

5.2.1.3 Muestra
Como afirma Roberto de Miguel (2005: 256) la selección de los
entrevistados no se lleva a cabo generalmente bajo parámetros probabilísticos (o
estrictamente aleatorios), pero sí resulta conveniente que los individuos escogidos
formen parte de un colectivo específico, puesto que sus respuestas han de ser
generalizables. Para el referente de esta investigación, el colectivo específico está
representado por periodistas de la TV comunitaria de Colombia. De los 318
periodistas que laboran en este medio audiovisual, se seleccionó una muestra de
12 periodistas atendiendo los siguientes criterios estratégicos:
 Que se encargaran de la dirección o trabajo periodístico de programas
informativos: noticiero, magacín y/o programa de entrevistas (ver muestra de
contenidos) o que alternaran las dos actividades.
 Que fueran trabajadores contratados o de planta de cada medio analizado (ver
muestra de medios) o que mantuvieran una regularidad laboral comprobada
(de seis meses o más de trabajo continuo) en la producción del programa
informativo de la TV Comunitaria.

5.2.1.4 Indicadores temáticos de la entrevista en profundidad


Se tendrán en cuenta los siguientes indicadores, con sus respectivas
preguntas:
Primer indicador: comunicación y desarrollo
1. ¿Qué entiende por comunicación para el desarrollo?
2. ¿Qué preparación debe tener un comunicador/periodista para dedicarse a la
comunicación para el desarrollo?
3. ¿En qué medida un periodista puede aportar al desarrollo de una comunidad?
Segundo indicador: contenidos y desarrollo
282

4. ¿Cuáles son los objetivos que persigue el programa de televisión comunitaria


donde Usted trabaja?
5. ¿En qué medida el programa de TV comunitaria contribuye al desarrollo de la
comunidad?
Tercer indicador: participación de la audiencia
6. ¿De qué manera la comunidad o el televidente participa en el programa de TV
comunitaria donde Usted trabaja?
7. ¿Cómo le gustaría que fuese la participación del televidente en el programa de
televisión comunitaria donde Usted trabaja?

5.2.2 Observación directa no participante de la actividad de los


periodistas
La observación directa no participante en trabajo de campo se centra en
analizar y cualificar todo el proceso comunicativo que va desde la
selección/producción/edición hasta la realización de los programas informativos
(noticieros, magacines, programas de entrevistas) de la televisión comunitaria,
incluyendo los recursos humanos, físicos, profesionales y técnicos que se emplean
para ello.
Los criterios para la elección de este método obedecieron a que, primero, se
constituye en un método que complementa la información dada por los periodistas
mediante las entrevistas en profundidad, por cuanto permite contrastar el concepto
periodístico alrededor de la comunicación y el desarrollo, con la aplicación real de
ese concepto en el trabajo práctico del periodismo. Segundo, sirve para describir y
explicar un fenómeno comunicativo en un contexto específico y, tercero, facilita
la recopilación de información en el mismo momento en que está ocurriendo la
acción comunicativa para la selección, producción, edición y realización de los
programas informativos (noticieros, magacines, programas de entrevistas) de la
televisión comunitaria, gracias al uso de una adecuada guía de observación.
En ese sentido, Wimmer & Dominick (1996: 148) opinan que el estudio de
observación resulta idóneo para el conocimiento de los procesos de selección
informativa en las redacciones de una televisión, dada la dificultad de cuantificar
ese proceso, y para acceder a grupos que por cualquier otra vía resultarían muy
difíciles de abordar.

5.2.2.1 Fiabilidad y validez


La fiabilidad del método quedó demostrada con la realización del estudio
piloto en la TV Comunitaria de la Asociación de Usuarios de la Antena Parabólica
San Jorge de Ocaña (Asucap San Jorge), y concretamente con la sistematización
283

del método, que en este caso debe realizarse siguiendo un procedimiento que sea
susceptible de ser replicado (repetido en idénticas condiciones) por otro
investigador. Una forma de sistematizarlo fue mediante el esquema propuesto por
de Miguel (2005: 277):
 Qué se va a observar: la selección, producción, edición y realización de los
programas informativos (noticieros, magacines, programa de entrevistas) de la
televisión comunitaria de Colombia.
 A quién observar: a los periodistas encargados de la elaboración de los
programas informativos (noticieros, magacines, programas de entrevistas) de
la televisión comunitaria de Colombia.
 Dónde observar: la observación se llevó a cabo en el trabajo de campo de los
periodistas, es decir, en el momento mismo en que se selecciona, produce,
edita y realiza el programa informativo de televisión comunitaria, que incluye
escogencia de las fuentes, recolección de los datos y transformación de los
mismos en un producto informativo.
 Cuándo observar: se observará en intervalos que van desde el 1 de septiembre
de 2004 al 1 de marzo de 2006, periodo que coincide con la recopilación de
las muestras de contenidos de los programas informativos de televisión
comunitaria (ver universo temporal de contenidos).
 Cómo se observará: el observador poseerá unidades de observación con sus
correspondientes preguntas guía, para sistematizar y tabular la información
recogida por medio de la observación directa no participante del trabajo de
campo de los periodistas.
La validez interna de la observación directa en trabajo de campo se
comprueba en la medida en que las guías o indicadores de observación realmente
examinan las conductas y comportamientos de los periodistas que intervienen en
la selección, producción y realización de los programas informativos (noticieros,
magacines, programas de entrevistas) de la televisión comunitaria de Colombia.

5.2.2.2 Universo
El universo está compuesto por los periodistas de las 106 televisiones
comunitarias con registro legal ante la Comisión Nacional de Televisión de
Colombia. Conforme al análisis y observación preliminar de 10 televisiones
comunitarias, cada una de ellas en promedio cuenta con tres periodistas de planta,
algunos de los cuales cumplen la función de periodistas o directores de un mismo
programa o alternan las dos actividades en uno o varios espacios televisivos. En
esas condiciones, se puede hablar de un universo de 318 periodistas de la
televisión comunitaria de Colombia.
284

5.2.2.3 Muestra
Según Wimmer & Dominick (1996: 150) en la observación de campo el
concepto de muestreo resulta mucho más ambiguo que en otras estrategias de
investigación, por cuanto no existe una norma que permita determinar el número
de personas o de grupos que se han de observar. Al final, una decisión al respecto
depende de la naturaleza de la investigación.
Para De Miguel (2005: 281 y 282) la determinación muestral en la
observación no posee carácter probabilístico, como sí ocurre con la recogida de
datos de las técnicas cuantitativas, sin embargo, el mismo autor señala que
cualquier investigador puede seleccionar las unidades de análisis siguiendo varios
procedimientos: muestreo asistemático exploratorio, muestreo sistemático-
temporal y muestreo de datos específicos. Para efectos de esta investigación, se
escogió el muestreo de datos específicos, pues con él sólo se registran los indicios
de conducta que el observador considere importantes de cara a los objetivos del
estudio.
En cuanto al número de periodistas objeto de investigación, se seleccionará
la misma muestra empleada para las entrevistas en profundidad, esto es, 12
periodistas, con el fin de confrontar las opiniones que dan en la entrevista con lo
que se aprecie en las observaciones de campo. Para la selección de la muestra (12
periodistas) también se tienen en cuenta los siguientes criterios estratégicos:
 Que el director y/o periodista del programa informativo (noticiero, magacín
y/o programa de entrevistas (ver muestra de contenidos), realice trabajo de
campo, es decir, intervenga activamente en la selección, producción y
realización del espacio televisivo.
 Que fueran trabajadores contratados o de planta de cada medio analizado (ver
muestra de medios) o que mantuvieran una regularidad laboral comprobada
(de seis meses o más de trabajo continuo) en la producción del programa
informativo de la TV comunitaria.

5.2.2.4 Unidades de observación


Se tendrán en cuenta las siguientes unidades de observación:
Primera unidad de observación: selección, búsqueda y valoración de los
temas y fuentes que sirven de insumo para la producción, edición y realización de
los programas informativos (noticieros, magacines y programa de entrevistas).
Dicha unidad está integrada por las siguientes guías de observación.
1. Criterios para la selección de los temas y las fuentes de información en la
elaboración de informativos y de otros programas.
285

2. Búsqueda, consulta de las fuentes y tratamiento de la información.


3. Valoración y jerarquía de las obras audiovisuales.
4. Valoración de la edición y montaje de las obras audiovisuales.
5. Valoración de la idoneidad ética y profesional del periodista en el desempeño
de su trabajo.
6. Valoración del conocimiento que tiene el periodista sobre la comunicación
para el desarrollo en su trabajo profesional.
Segunda unidad de observación: cuáles son los criterios que se tienen en
cuenta para motivar y valorar la participación de la audiencia en los programas
informativos propios (noticieros, magacines, programas de entrevistas) de la
televisión comunitaria. Dicha unidad está integrada por las siguientes guías de
observación.
7. Criterios para definir la participación de los televidentes o de la comunidad.
8. Valoración de la participación de los televidentes o de la comunidad en los
programas y sus obras audiovisuales.
Tercera unidad de observación: infraestructura física y recursos
tecnológicos con que se cuentan para la producción de los programas informativos
(noticieros, magacines, programas de entrevistas) de la televisión comunitaria de
Colombia. Dicha unidad está integrada por las siguientes guías de observación.
9. Recursos técnicos empleados para la elaboración de los programas de
televisión comunitaria.
10. Valoración de las instalaciones físicas, y recursos tecnológicos del canal,
específicamente del departamento de producción y edición audiovisual.

5.2.3 Entrevistas en profundidad a directivos


Las entrevistas en profundidad pretenden identificar el conocimiento que el
directivo posee sobre la conjunción comunicación y desarrollo, la forma como ese
conocimiento se plasma en la programación del canal comunitario y cómo, a
través de la programación, se promueve el desarrollo de la comunidad.

5.2.3.1 Fiabilidad y validez


La fiabilidad y validez del método se obtuvieron mediante una prueba piloto
realizada en la Asociación de Usuarios de la Antena Parabólica San Jorge de
Ocaña (Asucap San Jorge), la cual permitió, luego de los ajustes pertinentes, que
las respuestas del colectivo indagado (directivos de TV comunitaria) fueran
consistentes (fiabilidad), que las preguntas realmente examinaran lo que se
286

deseaba conocer de la actividad productora de los directivos (validez interna) y


que se pudieran extrapolar los resultados a todo el universo de directivos de la
televisión comunitaria de Colombia (validez externa).

5.2.3.2 Universo
El universo lo constituyen todos los directivos de las 106 TV comunitarias
registradas en la base de datos de la Comisión Nacional de Televisión de
Colombia. De acuerdo con un análisis y observación preliminar de la estructura
básica de la nómina de 10 TV Comunitarias, una sola persona figura como
directivo del canal comunitario aunque el cargo tenga la denominación de
coordinador general, gerente, director o presidente del canal comunitario o de la
asociación o comunidad organizada en propiedad de la personería jurídica del
medio. En esas condiciones, se puede hablar de un universo de 106 directivos de
la TV comunitaria de Colombia.

5.2.3.3 Muestra
Como se indicó anteriormente la selección de los entrevistados para una
entrevista en profundidad no se efectúa generalmente bajo parámetros
probabilísticas (o estrictamente aleatorios), sin embargo, sí es necesario que los
sujetos elegidos formen parte de un colectivo específico, pues sus respuestas han
de ser generalizables. Para el referente de esta investigación, el colectivo
específico está representado por directivos de la televisión comunitaria de
Colombia. Y de los 106 directivos existentes en dicho medio de comunicación de
Colombia, se seleccionó una muestra de 4 directivos atendiendo los siguientes
criterios estratégicos:
 Que el cargo que ocuparan en la TV comunitaria tuviera el rango directivo, en
cuyo caso la denominación que se tenía en cuenta podía ser la de coordinador
general, gerente, director o presidente del canal comunitario o de la asociación
o comunidad organizada en propiedad de la personería jurídica del medio.
 Que fueran trabajadores contratados o de planta del canal comunitario
analizado (ver muestra de medios) o que mantuvieran una regularidad laboral
comprobada (de seis meses o más de trabajo continuo) en la dirección del
canal comunitario.

5.2.3.4 Indicadores temáticos


Se tendrán en cuenta los siguientes indicadores, con sus respectivas
preguntas:
287

Primer indicador: canales comunitarios y desarrollo


1. ¿Qué entiende por comunicación para el desarrollo?
2. ¿En qué medida un canal de televisión comunitaria puede aportar al desarrollo
de una comunidad?
3. ¿De qué forma debe prepararse un canal comunitario para aportar al desarrollo
de una comunidad?
Segundo indicador: organización de la TV comunitaria, programación y
desarrollo.
4. ¿Cuáles son los objetivos que persigue el canal comunitario?
5. ¿En qué medida el canal y su programación comunitaria contribuyen al
desarrollo de la comunidad?

5.3 Método del área 2 sobre programación: análisis de


contenidos
En este epígrafe vamos a detallar todos los aspectos metodológicos
diseñados para el estudio de la programación y sus contenidos: planos de análisis,
fiabilidad intercodificadora y validez, universos y muestras de contenidos,
unidades de análisis y medición, y sistemas de categorías empleados en la
codificación.
La definición más conocida del análisis de contenidos, propuesta por
Kerlinger (1986, citado por Wimmer & Dominick, 1996: 170), comporta tres
palabras claves que son la esencia de este tipo de método: el análisis de
contenidos es un método de estudio y análisis de la comunicación sistemático,
objetivo y cuantitativo, cuyo fin es medir un corpus de comunicación a través de
un sistema de categorías que permitan establecer un conocimiento de orden y
frecuencia en la realidad estudiada. Es sistemático puesto que los contenidos que
se analizan se eligen de acuerdo con unas reglas explícitas y persistentemente
aplicadas: “la selección de la muestra tiene que seguir un procedimiento
normalizado y cada uno de los elementos ha de tener idénticas posibilidades de
ser incluido en el análisis (Wimmer & Dominick, 1996: 170). Es objetivo porque
se evita a toda costa los sesgos del investigador mediante la acción de un analista
que al repetir el proceso debe llegar al mismo resultado. Es cuantitativo pues el
objetivo de este método es tener una medida, una representación precisa de los
mensajes estudiados.
Para Sánchez Aranda (2005: 213) “el análisis de contenido supone aplicar
sistemáticamente unas reglas fijadas previamente que sirvan para medir la
frecuencia con que aparecen unos elementos de interés en el conjunto de una masa
288

de información, que hemos seleccionado para estudiar algunos de los aspectos que
nos parecen útiles conforme a los propósitos de nuestra investigación”.
Las cualidades esbozadas sobre esa técnica, esto es, su carácter sistémico, su
objetividad y cuantificación para el estudio y frecuencia con que ocurren los
mensajes en el proceso de la comunicación, son aprovechadas para determinar la
clase de programación y la temporalidad de su producción y el tratamiento que el
canal comunitario le da a los programas, sus segmentos y sus protagonistas desde
el enfoque del periodismo y del desarrollo humano.
En concreto la pertinencia del análisis de contenidos para el estudio de la
programación y de los programas informativos (noticieros, magacines, programas
de entrevistas) de la TV comunitaria de Colombia, estriba en que establece con
claridad cuáles son los programas, temas y protagonistas que predominan en este
tipo de televisión, así como el tratamiento periodístico y de desarrollo humano
que se le da a los tres ítems anteriores. El análisis de contenidos también permite
realizar inferencias sobre si la TV comunitaria contribuye o no al desarrollo
humano de Colombia e, igualmente, proponer alternativas para que la
contribución sea mayor o esté alineada a los criterios de desarrollo humano que
requiere el país.

5.3.1 Planos de análisis


La programación y los programas informativos de las cuatro televisiones
comunitarias se analizarán desde tres planos: en primer lugar el lenguaje de la
programación, en segundo lugar el lenguaje audiovisual y los rasgos periodísticos,
y en tercer lugar los valores de desarrollo humano presentes. Como es
comprensible, el concepto de "lenguaje" que empleamos aquí tiene un sentido
relativamente amplio (el sentido usual en los medios audiovisuales) y "se aplica
en la construcción y análisis de mensajes y discursos creados por diversos
sistemas de comunicación, aunque estos sistemas no cumplan exactamente con
todos los rasgos que, supuestamente, desde el punto de vista de la lingüística, son
pertinentes para todo lenguaje" (Zabaleta, 2005: 547-548), esto es, la finitud de
signos y estricta determinación de reglas combinatorias y de articulación (García
Jiménez: 17-18) que están presentes en el lenguaje humano.
El lenguaje de la programación permite examinar los programas del canal
comunitario junto con su género y temporalidad de producción. El plano del
lenguaje audiovisual y los rasgos periodísticos (Zabaleta, 2003), por su parte, se
refiere al estudio de las "obras audiovisuales" individuales (noticias, reportajes,
etc.) que se encuentran en los programas desde varias perspectivas: el tema de que
trata (política, economía, etc.), los protagonistas que intervienen y la imagen que
289

se proyecta de ellos, el género periodístico al que pertenece, y el valor/contravalor


periodístico que sobresale (ética, responsabilidad, etc.).
El tercer plano de análisis se interesa por conocer los valores o
contravalores del desarrollo humano presentes en las obras, según la
interpretación/inferencia que realiza el investigador, tras la revisión bibliográfica
y las oportunas definiciones teóricas y operativas y, así mismo, las pruebas piloto
de fiabilidad codificadora.

5.3.2 Fiabilidad intercodificadora y validez


Siguiendo con los criterios estrictos del análisis de contenidos, se realizó un
test de fiabilidad intercodificadora, consistente en que varios codificadores
independientes codificarán una muestra del contenido televisivo con el fin de que
hubiera una consistencia y coherencia científicas. Para ello se empleó la fórmula
de fiabilidad de Holsti (1969).
Fiabilidad= 3M / (N1 + N2 + N3), donde M es el número de decisiones
codificadoras en las que coinciden los codificadores (en este caso tres) y N el
número de codificaciones realizadas por cada uno de ellos. N1 es el autor y N2 y
N3 son dos codificadores independientes. De acuerdo con la literatura
internacional, se considera que si existe una coincidencia igual o superior al 90%,
las definiciones operativas y el proceso codificador son fiables.
En este caso, la prueba de fiabilidad tras el análisis de una muestra del
estudio piloto efectuada a la programación de la Asociación de Usuarios de la
Antena Parabólica San Jorge de Ocaña (Asucap San Jorge) y, después de los
oportunos ajustes definitorios de las categorías, se obtuvo un índice de fiabilidad
en torno al 93%.
La validez, entendida como la capacidad que tiene el instrumento para
medir lo que exactamente pretende calcular, está configurada a partir de la
selección de la muestra y la definición de las categorías para el análisis de los
programas informativos de la TV comunitaria de Colombia (ver muestra de
contenidos y sistema de categorías).

5.3.3 Definición de universos

5.3.3.1 Universo de medios de TV comunitaria


El universo de medios está comprendido por las 106 televisiones
comunitarias de Colombia, con registro legal ante la Comisión Nacional de
Televisión de Colombia (CNTV, 2006).
290

5.3.3.2 Universo de contenidos de TV comunitaria


El universo de contenidos está comprendido por la programación propia de
las 106 televisiones comunitarias en Colombia (anexo 2) que, de acuerdo con el
Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006 de la Comisión Nacional de Televisión,
están obligadas a emitir programación propia durante un número determinado de
horas que depende de la cantidad de asociados y del número de canales
codificados que emita, así:
 Comunidades organizadas con una cobertura reportada a la CNTV inferior o
igual a 2.000 asociados, 1 hora semanal de producción propia.
 Comunidades organizadas con una cobertura mayor a 2.000 asociados y hasta
8.000 asociados, 2 horas semanales de producción propia y media hora
semanal adicional por cada señal codificada que emita.
 Comunidades organizadas con una cobertura mayor a 8.000 asociados, 2 horas
semanales de producción propia, 1 hora adicional por cada mil asociados más
y media hora semanal adicional por cada señala codificada que emita, hasta un
total de 10,5 horas semanales.

5.3.3.3 Universo temporal de TV comunitaria


El análisis de contenidos de la programación de la televisión comunitaria de
Colombia comprenderá un periodo de un año, 12 meses, desde el 2 de noviembre
de 2004 al 19 de diciembre de 2005. Se considera que el universo temporal de un
año es suficiente para conocer el perfil y realidad de la televisión comunitaria
estudiada. Además, con base en el sondeo realizado por el autor en algunas
televisiones comunitarias, el periodo de 12 meses coincide con el tiempo en que
las televisiones comunitarias de Colombia iniciaron el proceso de archivo de los
documentos audiovisuales, para facilitar la búsqueda y reutilización de los
programas grabados y emitidos y dar cumplimiento así a lo exigido en el Artículo
20 del Acuerdo 009 de 2006 de la Comisión Nacional de Televisión.

5.3.3.4 Universo de cadenas de televisión de cobertura nacional y


programación generalista
Con el objeto de situar la programación y los noticieros de la televisión
comunitaria en el contexto general de la TV en Colombia, decidimos que era
conveniente comparar dicha programación y noticieros con los de la televisión de
cobertura nacional y programación generalista, esto es, con la televisión estándar
que recibe la mayor parte de la audiencia televisiva. De esta forma, se podrían ver
las posibles diferencias entre ambos modelos de televisión, si existen.
291

Por tanto, el universo de la televisión de cobertura nacional y programación


generalista está formado por cuatro cadenas nacionales: Señal Colombia, pública;
Canal Uno, propiedad mixta (pública y privada); Cadena Radial Colombiana
(CARACOL), privada; y Radio Cadena Nacional (RCN), privada90. Además de
estas cuatro, existe otra cadena pública con una programación más especializada
y/o tematizada, que es el Canal A, también conocido como Canal Institucional.

5.3.4 Definición de muestras

5.3.4.1 Muestra de medios de TV comunitaria


Se emplearán dos tamaños de muestras para el análisis de contenidos de la
programación de la televisión comunitaria de Colombia, según se investigue la
parrilla de programación o bien los programas informativos.
Muestra para la parrilla de programación: diez estaciones de TV
comunitaria
La muestra para el análisis de la parrilla de programación consta de las
siguientes diez televisiones comunitarias:
(1) Asociación de Usuarios Comunitarios de la Antena Parabólica, San
Jorge, de Ocaña (Norte de Santander).
(2) Asociación de Copropietarios de La Antena Parabólica de San Gil,
Asoparsa, de San Gil (Santander).
(3) Asociación para la Producción y Distribución de TV Comunitaria,
Asapadiasan, de Bucaramanga (Santander).
(4) Asociación de Copropietarios Antena Parabólica de las Comunas del
Sur, Acoapacos, de Bucaramanga (Santander).
(5) Estación de Televisión Comunitaria Tele Envigado de Envigado
(Antioquia).
(6) Asociación de Abonados Antena Parabólica del Socorro, Paso TV, del
Socorro (Santander).
(7) Asociación de Usuarios Copropietarios de TV Comunitaria, Arenales TV,
de Girón (Santander).
(8) Asociación de Usuarios Paracircunvalar, TV Circuvanlar, de
Barrancabermeja (Santander).
(9) Asociación de la Antena Parabólica de los Barrios Centrales,
Paracentral, de Barrancabermeja (Santander).
(10) Radio Televisión de Pamplona, RTP, (Norte de Santander).
La selección de la muestra se efectuó con base en los siguientes criterios:
 Registro oficial: que las televisiones comunitarias estén debidamente
registradas ante la Comisión Nacional de Televisión de Colombia.

90
Como ya lo indicamos en el corpus teórico (págs. 135 y 156), en el año 2008 se adjudicará la
licitación a un nuevo canal privado. La idea de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV, 2007)
es que el nuevo canal esté al aire en el 2009.
292

 Programación propia: que cada una de ellas posea una producción propia de
televisión de acuerdo con lo estipulado en el Acuerdo 009 de la Comisión
Nacional de TV de 2006, que obliga a producir determinado número de horas
semanales de programación propia dependiendo de la cantidad de asociados y
del número de canales codificados que emita. Este criterio dejaba fuera a
diversas estaciones que no cumplían debidamente el requerimiento legal.
 Reconocido desarrollo del sector de la TV comunitaria: en la muestra se
han incluido nueve (9) estaciones de los departamentos de Norte y Sur de
Santander, puesto que según la CNTV (2006ª) en el comunicado número 95
del 19 de octubre de 2006, es en donde más se ha desarrollado la TV
comunitaria en el país (anexo 3). Además, Bucaramanga, la capital del
departamento de Santander, es la ciudad con mayor cobertura de TV
comunitaria en el país (21,4%), según el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE, 2005ª). Una más corresponde a Teleenvigado
del departamento de Antioquia, la cual fue seleccionada por ser la única en
Colombia que posee su propia página electrónica.
 Disponibilidad: Una vez aplicados los criterios anteriores, se hizo una
selección razonada de las diez estaciones de TV comunitaria desde el
argumento de la disponibilidad para este investigador tanto en la recogida de
datos como en las opciones de viaje.
Muestra para los programas informativos: cuatro estaciones de TV
comunitaria
La muestra para el análisis de los programas –sus segmentos y
protagonistas– consta de las siguientes cuatro televisiones comunitarias: (1) la
Asociación de Usuarios Comunitarios de la Antena Parabólica, Asucap San Jorge,
de Ocaña (Norte de Santander); (2) la Asociación de Copropietarios de la Antena
Parabólica de San Gil, Asoparsa, de San Gil (Santander); (3) la Asociación de
Usuarios Copropietarios de Televisión Comunitaria, Arenales TV, de Girón
(Santander) y (4) Radio Televisión de Pamplona, RTP Pamplona91 (Norte de
Santander). Estas cuatro televisiones forman parte del grupo de diez empleado en
el análisis de la programación (véase apartado anterior). Para la selección de las
cuatro, además de los parámetros citados previamente (registro oficial,

91
En el directorio de operadores de la TV comunitaria figura la Asociación de Usuarios de
Televisión Comunitaria de Pamplona, “Asutv COPAM”, como la única TV Comunitaria de
Pamplona. Al momento de recoger la muestra de programas informativos, se trató de establecer
comunicación telefónica y personal con esta asociación, pero nadie dio razón de ella. Todo parece
indicar que no funciona, pero sí lo hace, en su lugar, RTP Pamplona que, aunque no figura así en
el directorio de operadores, asumió el papel de televisión comunitaria en esa población de
Colombia.
293

programación propia, distribución geográfica y disponibilidad), también se han


empleado los siguientes criterios:
 Tamaño población: con el objeto de que garantizar una equivalencia en los
tipos y características de los programas estudiados, se han seleccionado
estratégicamente cuatro televisiones comunitarias pertenecientes a cuatro
poblaciones de tamaño medio, que no superan los 150.000 habitantes (Anexo
5). Este criterio tiene sustento en el hecho de que “los canales se dan más en
ciudades intermedias y municipios pequeños que en las grandes urbes”
(Téllez, 2003b y Rodríguez Caporalli, 1998: 137).
 Reconocido desarrollo del sector de la TV comunitaria: las cuatro
estaciones pertenecen a la región colombiana de los santanderes: Santander
del sur (Asoparsa San Gil y Arenales TV de Girón) y Santander del norte
(Asucap San Jorge de Ocaña y RTP Pamplona). Se seleccionó a esta región
porque, según la CNTV (2006ª) en el comunicado número 95 del 19 de
octubre de 2006, es en donde más se ha desarrollado la televisión comunitaria
en el país.
 Vida de emisión: que estuvieran emitiendo durante más de un año, sin
interrupciones, programas informativos (ver muestra de contenidos).
 Archivo: que dispusieran de un archivo de programas informativos con una
antigüedad superior a un año92, para facilitar la selección de las muestras de
contenidos, siempre que ese año estuviera contemplado en el universo
temporal de esta investigación (2005-2006).
 Disponibilidad: la selección también tuvo como criterio que la ubicación
geográfica de las cuatro TV comunitarias facilitara la recogida de datos y las
opciones de viaje del investigador.

5.3.4.2 Muestra de contenidos


La muestra de contenidos comprende el análisis de programas informativos
de los cuatro canales de televisión comunitaria de Colombia anteriormente
citados: Asucap San Jorge de Ocaña, Asoparsa de San Gil, Arenales Televisión de
Girón, y RTP de la ciudad de Pamplona.
Los tipos de programas informativos estudiados son el noticiario/noticiero,
el magacín y el programa de entrevistas de cada uno de dichos canales, los cuales

92
Aunque en el Artículo 17 del Acuerdo 029 del 19 de diciembre de 1997 se pide a los
concesionarios del nivel comunitario mantener los archivos fílmicos y la publicidad emitida por el
canal propio sólo durante seis meses, en esta investigación se pudo obtener los archivos de más de
un año. Sin embargo, esa labor no estuvo exenta de dificultades debido a que algunos archivos
estaban incompletos o deteriorados por haberse almacenado en formato de cinta VHS.
294

reciben la denominación genérica de "programas informativos" por tener las


siguientes características, argumentadas por el autor de esta investigación y
Zabaleta (2005: 316). Para Zabaleta, los programas informativos se pueden
clasificar atendiendo a los siguientes criterios: periodicidad, estructura, contenido,
destinatario, modalidad de producción (directo-diferido), pero al final todos ellos
se pueden agrupar en unos géneros o formatos comunes:
 Programas de noticias y reportajes.
 Programas dialógicos de entrevistas y debates.
 Programas combinados que incluyen los dos géneros anteriores.
El criterio periodicidad se refiere no sólo a una periodización de la realidad
que hace el periodista/editor, sino, sobre todo, a la emisión o difusión de la
información. En el criterio estructura se encuentran los programas informativos
de noticias y reportajes, dialógicos e híbrido o magacín. El criterio según sus
contenidos se relaciona con programas de información general y programas de
información temática. El criterio según sus destinatarios se refiere a programas
informativos diseñados y emitidos para audiencias específicas, aunque es un
hecho poco frecuente. En el criterio según la simultaneidad entre realización y
emisión se tienen en cuenta los programas en directo y programas en diferido.
Entre tanto, para el autor de esta investigación los programas informativos
también tienen las siguientes características:
 Son espacios televisivos en los que se transmite información sobre
acontecimientos relativamente actuales o recientes que deben ser de interés
para la comunidad.
 Son programas que, además de informar, eventualmente pueden educar y
entretener y tener la capacidad de generar reflexión, debate y gestión pública.
 Son programas que no están destinados a un grupo de personas en particular,
en razón de nivel educativo, rasgos fenotípicos externos, posición social,
económica o política, sino que pueden ser vistos por todo tipo de público.
 Son espacios televisivos en los que cabe la participación de todo tipo de
personas, en razón a que poseen diferentes secciones, emplean diversos
géneros periodísticos y pueden cubrir una amplia gama de temas.
La selección de los programas informativos de los cuatro canales de
televisión también obedeció a los siguientes criterios estratégicos, ya mencionados
en el apartado anterior:
 Que tuvieran más de un año de estarse emitiendo sin interrupciones o que si
alguno tuviera menos tiempo hubiera sido reemplazado por otro del mismo
295

género hasta completar el año de transmisión. Por ejemplo, si un magacín se


hubiera emitido por seis meses los otros seis meses los hubiera cubierto en su
reemplazo otro magacín.
 Que cada uno de los programas informativos de los canales de televisión
comunitaria de Colombia tuvieran un archivo disponible y actualizado con las
emisiones de más de un año del noticiero, magacín o programa de entrevistas,
siempre que ese año estuviera contemplado en el universo temporal de esta
investigación.
Otro factor que influyó para la selección de programas informativos tuvo
que ver con el hecho de que, según la investigación sobre TV local y comunitaria
y publicada en la revista Señales de humo, los magacines son el segundo
programa más destacado en las parrillas de programación de esas televisiones,
pues ellos se constituyen en “el espacio local para mostrar la vida y las cosas
curiosas e importantes de la localidad” (Señales de humo, 1998: 157), además de
que es un formato de fácil elaboración.
Los noticieros, por su parte, también sobresalen en las parrillas de
programación, pues se considera que sin ellos no hay canal comunitario. Para los
productores de los informativos, éstos “hablan de la necesidad y el deseo de
reafirmar y conocer mejor los entornos cercanos, la gestión pública de diversos
actores (políticos, culturales, religiosos) y los núcleos sociales donde se desarrolla
su vida” (Señales de humo, 1998: 159 y 176).
La selección del programa de entrevistas obedeció a que cumple con las
características de los programas informativos y, principalmente, a que, de acuerdo
con sondeo realizado a las parrillas de programación de las televisiones
comunitarias de Colombia, se producen con mucha frecuencia debido a la
flexibilidad del formato y a que no demanda muchos recursos técnicos y
periodísticos para su elaboración.

5.3.4.3 Muestra temporal


Se emplearán dos tipos de muestras temporales de probabilidad: muestra
aleatoria sistemática por semanas compuestas para la codificación de los
noticieros, y muestra estratificada por meses para el estudio de los programas
magacín y programa de entrevistas. La razón para el empleo de dos tipos distintos
de muestras reside en que se trata de contenidos con diferente frecuencia de
emisión.
Muestra aleatoria sistemática de semanas compuestas para noticieros
El uso de la muestra aleatoria sistemática, construida con semanas
compuestas, como es conocido, tiene una amplia literatura y argumentación
296

científica en torno a su validez para investigar los contenidos de los medios de


comunicación social, tanto impresos como audiovisuales. El hecho de que se
emplee la sistematización por semanas compuestas evita la "periodización" de los
contenidos, riesgo que podría estar presente si se utilizara la muestra aleatoria
simple93.
Según Riffe et al. (1993 y 1996), quienes hicieron una serie de comparativas
entre distintos tipos y tamaños de muestras para periódicos diarios y noticieros de
televisión con el fin de determinar qué tipo y tamaño era el más conveniente y
fiable, una muestra de dos semanas compuestas es suficiente para conocer con
significativa validez el contenido de un periódico diario durante un año. En
cambio, en televisión, concluyeron que tanto una muestra aleatoria de 24 días,
estratificada por meses (2 días por mes), así como una muestra de cuatro semanas
compuestas, constituida por 20 días (semanas de cinco días, de lunes a viernes)
eran idóneas para estudiar los contenidos de los noticieros televisivos. De todas
formas, otros autores como Gebner (1969)94 o Stempel (1952), en sus
investigaciones, han empleado muestras aleatorias sistemáticas más reducidas,
formadas por una sola semana compuesta para el mismo periodo de un año. Por
tanto, de acuerdo con la literatura científica, parece razonable utilizar muestras
entre una y cuatro semanas compuestas para conocer con significativa validez los
contenidos anuales de los medios de comunicación. Ahora bien, en ningún caso
parece acertado el uso de una semana continua como tipo y tamaño de muestra
(Zabaleta, 1997).
En el caso de este estudio, teniendo en cuenta las aportaciones anteriores y
otras consideraciones específicas, para el análisis del contenido de los programas
informativos y sus segmentos se ha empleado un tamaño intermedio de dos
semanas compuestas, formadas por cinco días cada una, incluyendo los
informativos de lunes a viernes. La razón de que la semana compuesta construida
vaya de lunes a viernes deviene del hecho de que tres de las cuatro televisiones
sólo emitían informativos durante esos cinco días, y la cuarta estación lo hacía de
lunes a sábado. Por tanto, creemos que el tipo y tamaño de las muestras
preparadas tienen una suficiente validez científica a la luz de los trabajos citados.
Además, es necesario subrayar que ha habido notables dificultades operativas95
para obtener los datos de las muestras debido a que el sector de la televisión
comunitaria en Colombia, y quizá también en otras partes, es un sector con una

93
Por ejemplo, que hubiera muchos lunes en la muestra, con lo que algunos tipos de noticias -
como las deportivas- podrían presentar una frecuencia superior a la normal.
94
Quien durante años investigó la violencia presente en la televisión.
95
Los investigadores de la TV local y comunitaria también mencionan el sinnúmero de
dificultades que tuvieron que afrontar para llevar a cabo el estudio. Todas ellas aparecen descritas
en la revista Señales de humo (1998: 134 y 135).
297

organización y gestión administrativas poco desarrolladas, donde el servicio de


documentación y archivo de los programas emitidos es con frecuencia bastante
incompleto96.
Refiriéndonos ahora a la construcción técnica de la muestra, ésta se ha
realizado eligiendo aleatoriamente una fecha de inicio, que resultó ser el 2 de
noviembre de 2004. A partir de ese momento, con el objeto de evitar el artefacto
de la periodicidad, se construyeron dos semanas compuestas empleando el
intervalo "n" de 29 días, lo que aseguraba que los días de la muestra se
extendieran por todo el año. Este rasgo permite dar mayor validez a los resultados
puesto que los programas analizados pertenecen a los distintos meses. He aquí la
relación de fechas de las tres semanas compuestas, en tanto que muestra aleatoria
sistemática.

Tabla 7. Fechas de la muestra de semanas compuestas para noticieros

Número Día Fecha elegida Variación de la muestra

1 martes 02/11/2004

2 miércoles 01/12/2004

3 jueves 30/12/2004

4 viernes 28/01/2005

5 lunes 28/02/2005

6 martes 29/03/2005

7 miércoles 27/04/2005

8 jueves 26/05/2005

9 viernes 24/06/2005 viernes, 01/07/2005*

10 lunes 25/07/2005

Fuente: elaboración propia.

* Nota: el noticiero con fecha viernes 24/06/2005 no se hallaba archivado en la TV Comunitaria


Arenales TV, por consiguiente, fue reemplazado por el archivo con fecha 01/07/2005.

A partir de esta relación de fechas que aparece en la tabla, se fue a las


televisiones comunitarias seleccionadas y se obtuvieron copias de los programas

96
En realidad, el problema de la organización de las televisiones comunitarias no es una
responsabilidad exclusiva de las propias estaciones, sino también de la "Comisión Nacional de TV
de Colombia", organismo gubernamental que está deficientemente equipado para gestionar dicho
sector.
298

para su posterior codificación, excepto en el caso de Asucap San Jorge de la


ciudad de Ocaña que se codificó en la propia estación. Cabe anotar que fue muy
difícil tener a la mano los archivos de los programas, debido a que no estaban
organizados y a que estaban grabados en formatos obsoletos como BETA y VHS.
Por tales razones, si en alguna de las fechas de la muestra no hubiera una copia
del programa en el servicio de documentación y archivo –como se señala en el pie
de la tabla anterior-, se decidió seleccionar un programa equivalente del mismo
día de la semana siguiente, respetando así el concepto de semana compuesta, tal y
como se muestra en la tabla anterior. Este criterio metodológico suele ser
considerado aceptable en el campo de la comunicación de masas.
Muestra estratificada por meses para magacines y programas de entrevistas
Para el estudio de los programas magacines y de entrevistas no era
conveniente el uso de la muestra de semanas compuestas puesto que la frecuencia
de tales programas es variable en las distintas televisiones. En unas era semanal,
en otras dos veces por semana e, incluso, en otras diarias. Ante esta situación, se
consideró que metodológicamente lo más correcto era el empleo de la muestra
estratificada por meses, útil en este tipo de situaciones. El diseño teórico de las
muestras se hizo a partir de los siguientes criterios: un programa bimestral o cada
dos meses, de modo que con una muestra de seis programas alternado de dicha
forma abarcáramos todo el año, partiendo de diciembre de 2004 hasta diciembre
de 2005.
De todas formas, ese diseño metodológico no se pudo cumplir estrictamente
debido a la realidad de la televisión comunitaria colombiana, con una
programación parcialmente irregular y un servicio de documentación y archivo
insuficiente e incompleto. Ante ello, el investigador se vio obligado a construir
con cierta diversificación las siguientes muestras de programas y fechas en cada
una de las televisiones, respetando en todo caso los criterios de la aleatoriedad y la
estratificación. En la TV de Ocaña se analizaron 9 programas magacín, y en las
otras tres televisiones seis programas en cada una de ellas.
299

Tabla 8. Fechas de la muestra estratificada para magacines*


Año TV Ocaña TV Pamplona TV San Gil TV Arenales
diciembre-04 1
enero-05 1 1
febrero-05
marzo-05 1 1
marzo-05 1
abril-05 1 1
mayo-05 1 1
junio-05 1
julio-05 1
agosto-05 1 1 1
agosto-05 1
agosto-05 1
septiembre-05 1 1 1
septiembre-05 1
octubre-05 1 1
noviembre-05 1 1
diciembre-05 1 1
TOTAL 9 6 6 6

Fuente: elaboración propia.

* Nota: en vista de las dificultades metodológicas y operativas hubo necesidad de modificar


algunas fechas de las muestras, respetando los parámetros de la aleatoriedad y la estratificación por
meses.

Para el análisis de los programas de entrevistas se construyeron las


siguientes muestras, respetando lo máximo posible los parámetros de la
aleatoriedad y la estratificación por meses, aunque con las citadas limitaciones
metodológicas y operativas. El resultado fue que se codificaron los programas de
seis días en cada una de las cuatro televisiones. En definitiva, tiene una cierta
equivalencia cuantitativa con el valor de una semana compuesta, considerada
aceptable con respecto a su validez externa. Hay que tener en cuenta que la
frecuencia de emisión de los programas de entrevistas en las cuatro estaciones es
de una vez por semana. Veamos su relación.
300

Tabla 9. Fechas de la muestra estratificada para programas de entrevistas*


Año TV Ocaña TV Pamplona TV San Gil TV Arenales
diciembre-04 1 1 1
enero-05
febrero-05 1 1 1
marzo-05 1
abril-05 1 1 1 1
abril-05 1
mayo-05 1
mayo-05 1
junio-05 1 1 1
julio-05
agosto-05 1 1
septiembre-05
octubre-05 1
noviembre-05 1 1
diciembre-05 1
diciembre-05 1
TOTAL 6 6 6 6

Fuente: elaboración propia.

Nota: en vista de las dificultades metodológicas y operativas hubo necesidad de modificar algunas
fechas de las muestras, respetando los parámetros de la aleatoriedad y la estratificación por meses.
Muestras empleadas para el análisis de los protagonistas en noticieros,
magacines y programas de entrevistas
En el caso de los noticieros se analizaron los protagonistas que aparecían en
todas las noticias de los informativos de una semana compuesta. En cambio, en
los programas de entrevistas y magacines, se consideró suficiente codificar los
personajes que aparecían en tres programas, pertenecientes a la muestra
estratificada ya citada.

5.3.4.4 Muestra de TV nacional con programación generalista


Como hemos señalado en el subcapítulo anterior, dedicado a la “definición
de universos”, hemos decidido seleccionar una muestra de cadenas de televisión
nacional con programación generalista para hacer el análisis de contenido de su
programación y noticieros, con el objeto de comparar sus resultados con los de las
TV comunitarias.
301

 Para el estudio de la programación en general, se han seleccionado dos


cadenas: Radio Cadena Nacional (RCN) y Cadena Radio Colombiana
(CARACOL)97.
 Para el análisis de los noticieros, se ha considerado suficiente estudiar el
noticiero de Radio Cadena Nacional (RCN)98.
De esta forma, podremos definir básicamente el perfil programador e
informativo de la televisión nacional generalista y ver qué diferencias tiene con el
de la televisión comunitaria. De cualquier modo, debemos advertir que este
planteamiento está pensado, sobre todo, para conocer mejor la realidad de la TV
comunitaria y no para profundizar en la realidad de la televisión nacional.

5.3.5 Unidades de análisis y medición


En muchas investigaciones, la unidad de análisis y la unidad de medición
suelen ser coincidentes, pero en otras situaciones no. Por ello, es importante
definir ambos conceptos. Algunos autores denominan a la unidad de análisis como
"unidad de contexto" y a la unidad de medición, por su parte, como "unidad de
registro" o, incluso, "unidad de análisis”99. La definición operativa de ambos
conceptos es la siguiente:
 Unidad de análisis: se refiere al elemento o ítem de contenido que se analiza
como unidad y se registra en la base de datos. En el análisis de los noticieros,
por ejemplo, cada noticia es una unidad de análisis y, por tanto, si hay un total
diez noticias, habrá diez ítems o unidades a analizar.
 Unidad de medición: se refiere a la unidad que se emplea para la medición y
extracción de resultados, en función del sistema de medición empleado
(nominal, ordinal, de intervalo y de ratio). En muchos casos de análisis de
contenidos audiovisuales (televisión, por ejemplo), la unidad de medición es la
propia noticia como ítem, por lo que se emplea el sistema de medición
nominal, esto es, se cuentan los ítems en cada categoría y con dicha
contabilización se calculan sus valores porcentuales y, si hubiera lugar, se
aplica algún test estadístico. Otras veces, si se considera oportuno
metodológicamente, se emplea el sistema de medición denominado "de ratio",
en el que la unidad de medición es el espacio o el tiempo ocupado por el ítem
que se ha de investigar (la noticia, por ejemplo). En este caso, se podría medir
el tiempo que dura cada noticia y con sus valores se obtienen los

97
La programación de las cadenas Caracol y RCN corresponde a la que estaba vigente en febrero
de 2006.
98 La muestra temporal del noticiero RCN corresponde a las emisiones del 18 al 22 de septiembre
de 2006 (muestra de semana continua).
99
Cf. Zabaleta (1997: 205).
302

correspondientes resultados. También se puede emplear un tercer sistema, el


de "medición de intervalo", en el que se consideran escalas de valores con
intervalos equivalentes y, por tanto, la unidad de medición son los valores
presentes en dicha escala. Por ejemplo, las noticias se pueden clasificar en
grandes, medianas y pequeñas, dándoles los valores de 3, 2, y 1. En tal caso, la
obtención de resultados no se hace por medio de la contabilización de ítems,
sino por la suma de valores (Wimmer & Dominick, 1996: 54 y 55).

5.3.5.1 Unidades de análisis empleadas


En este proyecto se han empleado tres tipos de unidades de análisis: una
corresponde a la parrilla de programación, otra a los segmentos de los programas
informativos (noticias, entrevistas, etc.), y una tercera a los protagonistas de los
tales segmentos informativos.
 Unidad de análisis en la parrilla de programación: la unidad de análisis de
la parrilla de programación es el propio programa, de modo que cada
programa (noticiero, programa magacín, de entrevistas, etc.) es una unidad, un
ítem que se codifica por un determinado sistema de categorías (programa
informativo, infantil, cultural, etc.).
 Unidad de análisis de los segmentos en los programas informativos: la
unidad de análisis de los programas informativos es cada uno de los
segmentos, obras audiovisuales o unidades informativas que se incluyen en los
programas informativos, de forma que cada noticia y segmento del noticiero,
cada segmento del magacín y cada entrevista del programa de entrevistas es
una unidad que se evalúa en función de su lenguaje audiovisual, su estilo,
valores y contravalores periodísticos y sus valores y contravalores de
desarrollo humano.
 Unidad de análisis de los protagonistas en los programas informativos: la
unidad de análisis de los protagonistas de los programas informativos es cada
uno de los personajes que aparecen en las obras audiovisuales o unidades
informativas que se incluyen en los programas informativos, de forma que
cada protagonista de la noticia, del magacín y del programa de entrevistas es
una unidad que se evalúa en sí misma en torno a sus rasgos (género, profesión,
edad, etc.). Es de observar que en una sola noticia puede haber varios
protagonistas, por lo que es necesario construir una base de datos específica
para su tratamiento estadístico.
303

5.3.5.2 Unidades de medición empleadas


Tras las oportunas explicaciones ofrecidas en un párrafo anterior sobre sus
tipologías, se concretará ahora las unidades de medición empleadas en esta
investigación.
 Unidad de medición en la parrilla de programación: la unidad de medición
es el propio programa, que se contabiliza empleando el sistema nominal de
medición. Los resultados, por tanto, corresponden a la suma del número de
programas existentes en cada categoría que después se presentan en forma de
valores porcentuales. Creemos que este sistema de medición, muy empleado
por otra parte, es adecuado, y los resultados presentados en esta tesis se
refieren a este sistema. De todas formas, al preparar la base de datos, también
se ha realizado un esfuerzo codificador adicional, codificando toda la
programación en función de una escala referida a la duración de cada
programa. Dicha escala se ha preparado con los siguientes valores: 1 punto
para los programas que duren entre 1 y 15 minutos; 2 puntos para los de 16 a
30 minutos; 3 puntos para los de 31 a 60 minutos; y 4 puntos para los de más
de 60 minutos.
 Unidad de medición de los segmentos en los programas informativos: la
unidad de medición de los segmentos en los programas informativos es
también el propio segmento, de forma que se cuenta el número de segmentos
existentes (sistema de medición nominal) y se calculan los porcentajes.
 Unidad de medición de los protagonistas en los programas informativos:
la unidad de medición de los protagonistas en los programas informativos es el
mismo protagonista, que se contabiliza empleando el sistema de medición
nominal y se calculan los porcentajes. La definición de protagonista se hace en
el epígrafe de los sistemas de categorías (véase más adelante). En cualquier
caso, de forma general y obvia, se entiende por protagonista a cada persona
que interviene en un segmento bien aportando un testimonio u opinión, bien
en su nombre o el de una institución u organismo. También se incluyen las
personas fallecidas o accidentas en caso de que su registro sea protagonista.

5.3.6 Sistema de categorías de la programación (tipo y modo)


En este epígrafe se van a definir constitutiva y operativamente las categorías
que se emplearán en la codificación, tanto en torno a los tipos de programas como
sobre su modo de producción (directo, diferido, etc.). Para la preparación de este
sistema de categorías se ha realizado previamente un estudio piloto y una prueba
de fiabilidad intercodificadora que han permitido ajustar las definiciones y
subsanar ambigüedades.
304

Para la preparación del siguiente sistema de categorías, con las


correspondientes definiciones constitutivas y operativas, se han empleado
numerosas fuentes bibliográficas que han permitido resumirlas en breves
conceptualizaciones: Zabaleta (2003 y 2005)100, Cebrián (2003) Bartolomé
(2005), Ferré (1995), Pastoriza (2003), Raigón Pérez (1999), PNUD e Informe de
Desarrollo Humano de Colombia (2003).

5.3.6.1 Sistema de categorías sobre el tipo de programa


En este sistema se detallan los distintos tipos o categorías de programas que
existen en la programación de la televisión comunitaria101. Su relación aparece en
la siguiente tabla.

Tabla 10. Tipo de programas

Tipo de programa Abreviatura empleada

Noticiero ntc

Programa de entrevistas pen

Cultural cul

Religioso rel

Magacín mag

Deporte dep

Musical mus

Infantil inf

Comedia com

Concurso con

Cocina coc

Miscelánea mis

Otros otr

Fuente: elaboración propia

100
Los géneros de programas para el estudio de la televisión comunitaria colombiana fueron
adaptados de los géneros televisivos según la empresa española Sofres, Audiencia de Medios,
citados por Iñaki Zabaleta (2005: 287 y 288). Cabe anotar que se eliminaron algunos géneros y se
agregaron otros para ajustarlos a la realidad de la televisión de Colombia.
101
Al momento de codificar, se han empleado las abreviaturas que aparecen entre paréntesis.
305

Definiciones constitutivas y operativas sobre el tipo de programa


Se denominan definiciones constitutivas a las definiciones teóricas que los
miembros de una comunidad científica establecen en un campo del conocimiento.
Son el marco conceptual en el que se apoyan las definiciones operativas
empleadas en una investigación concreta como la que aquí se presenta.
 Noticiero (ntc).- Definición constitutiva: programa destinado a informar a la
audiencia a través de la utilización de diferentes géneros periodísticos, como
crónicas, reportajes, noticias, entrevistas. Programa de televisión cuyo fin es
informar y crear opinión -empleando diversos géneros periodísticos como
noticia, crónica, reportaje, informe especial, entrevista, entre otros- sobre los
hechos y actuaciones de personajes que directa e indirectamente afectan a la
comunidad. Definición operativa: se codifica como noticiero el programa de
TV comunitaria en el que se informa sobre los acontecimientos de actualidad,
mediante la utilización de diversos géneros periodísticos o de expresión. Para
efectos de codificación, no se tendrán en cuenta los flashes, boletines ni
avances informativos de los noticieros.
 Programa de entrevistas (pen).- Definición constitutiva: programa que busca
informar y generar opinión empleando exclusivamente el género de entrevista.
Así, el moderador o periodista invita a uno o varios personajes para que a
través del formato pregunta–respuesta, el público se entere del acontecer
político, social, económico, cultural. Definición operativa: se codifica como
programa de entrevistas el espacio donde sólo se emplea el género entrevista
para extraer información relevante a uno o varios entrevistados. Se acepta la
utilización de la voz en off siempre que sea breve y sirva para introducir a los
personajes. En esta categoría no se codifican otros géneros dialógicos como el
talk show.
 Cultural (cul).- Definición constitutiva: programa que muestra y resalta el
conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo
artístico, científico, industrial, en una época o en un grupo social. Programa
que muestra y resalta las actividades culturales, como la danza, el teatro, el
cine, la literatura, la pintura, la escultura y la música, así como las costumbres,
tradiciones, gastronomía, oficios y modos de actuar de quienes hacen parte de
la comunidad. Es decir, se abordan temas de la cultura tanto en su sentido
tradicional relacionado con el cultivo de las artes como en su sentido
antropológico (historia, costumbres de grupos humanos, etc.). También se
incluye el enfoque educativo, entendido como el nivel de conocimiento que se
tiene sobre la realidad próxima y lejana y como el sistema de valores que se
van fomentando en la comunidad a través de estrategias de comunicación
306

educativa y pedagogía en medios de comunicación. El enfoque debe tener una


intencionalidad didáctica y servir al cumplimiento de objetivos pedagógicos.
Definición operativa: se codifica como programa cultural aquél que transmita
contenidos relacionados con la cultura formal (las artes) y la cultura desde la
perspectiva antropológica (costumbres, lo popular), y con la educación
(actividades escolares, eventos académicos, etc.), empleando diversos
formatos televisivos.
 Religioso (rel).- Definición constitutiva: programa en el que se transmiten y
promocionan los valores, representaciones y creencias de un determinado
culto religioso. Programa de televisión que muestra las celebraciones, culto y
representaciones de determinados grupos religiosos al igual que las creencias
populares y paganas. Definición operativa: se codifica como programa
religioso el espacio en el que se dan a conocer o promocionan celebraciones,
cultos y creencias de determinadas religiones. Por ejemplo, la transmisión de
misas, sermones, cultos paganos y populares, etc.
 Magacín (mag).- Definición constitutiva: programa en el que se trata un tema
desde diferentes enfoques o diversos temas de manera inconexa o mezclada,
empleando diversas formas de presentación y distintos géneros periodísticos.
Definición operativa: se codifica como magacín el programa comunitario en
el que se presenta de manera menos formal que el noticiero situaciones de la
vida cotidiana y de actualidad, empleando diversos géneros periodísticos y de
expresión en cada uno de los segmentos. Su interés estriba tanto en informar
como en entretener.
 Deporte (dep).- Definición constitutiva: programa en el que se informa sobre
el acontecer de diversas disciplinas deportivas regladas, especialmente de
aquéllas que transcurren en un ambiente competitivo. Definición operativa:
programa de televisión comunitaria que informa y resalta las disciplinas
deportivas regladas y deportes autóctonos y alternativos con carácter
competitivo y recreativo.
 Musical (mus).- Definición constitutiva: programa destinado a la presentación
de artistas y grupos musicales tanto en el plató de producción como en otros
escenarios. Programa de televisión que resalta con carácter recreativo,
promocional y comercial la actividad artística de cantantes y grupos
musicales; también incluye la presentación de video clips, programados por el
grupo realizador del espacio o por la audiencia a través de llamadas
telefónicas u otros canales, así como lista de éxitos, retransmisiones,
conciertos. Definición operativa: se codifica como programa musical el
espacio cuyo fin sea exclusivamente promocionar artistas, transmitir sus
307

canciones o videoclips, conciertos, bailes y que eventualmente incentive la


participación de la audiencia mediante diferentes canales de comunicación.
 Infantil (int).- Definición constitutiva: programa dirigido a los niños en el que
se combina educación y diversión para complementar la formación que se
brinda a los infantes en la familia, la escuela y otras instituciones. En estos
espacios se busca educar a través de métodos didácticos audiovisuales y
entretener a los infantes acudiendo al humor, las historias, entrevistas a
personajes y las aventuras. Definición operativa: se codifica como programa
infantil el espacio televisivo que está dirigido a niños hasta los 12 años de
edad y combina secciones elaboradas por el equipo de producción, incluyendo
marionetas, juegos, enseñanzas, presentaciones musicales, dibujos animados.
 Comedia (com).- Definición constitutiva: programa que muestra las facetas de
la sociedad con carácter humorístico, a fin de causar placer, risa y
entretenimiento a la audiencia. Programa de televisión que reproduce las
vivencias populares y cotidianas de una sociedad con un carácter humorístico
y sarcástico. Acude también a la burla, la ironía para denunciar, ridiculizar y
reproducir la propia cultura en la que sobresalen los hechos anecdóticos y
divertidos. Definición operativa: se codifica como comedia el programa que
tenga como fin divertir mediante la ridiculización y exposición humorística de
la propia cultura. En este programa se incluyen chistes, presentaciones de
obras humorísticas, caricaturas, cámaras escondidas, etc.
 Concurso (con).- Definición constitutiva: programa en el que se promueve la
competencia entre personas o grupos en términos intelectuales o de habilidad
física, motivada por la consecución de un premio o reconocimiento. Programa
de televisión comunitaria que pone a prueba los conocimientos y/o habilidades
físicas y manuales entre personas y grupos. Los concursantes se ciñen a reglas
para el buen desarrollo del programa y para la obtención de premios y
reconocimientos previstos por los realizadores. Definición operativa: se
codifica como programa de concurso el espacio en el que a través de
diferentes pruebas se evalúa las habilidades físicas e intelectuales de los
participantes, a cambio de recibir premios. Se incluyen los concursos de
cultura general, las competiciones físicas entre personas y grupos o la
combinación de ambas modalidades. Los Reality Show no se codifican como
programas de concurso.
 Cocina (coc): Definición constitutiva: arte o manera especial de guisar en
cada país y de cada cocinero. Son programas de TV en los que se describe la
preparación de una receta de cocina, bajo la orientación de un especialista en
temas culinarios y la utilización de los recursos narrativos y técnicos de la
308

televisión . Definición operativa: se codifica como programa de cocina el


espacio donde un chef, con ayuda de otras personas o invitados, describe la
forma como se prepara un plato de comida. Se codifica como programa de
cocina siempre que el programa esté destinado enteramente a describir y
mostrar a los televidentes la preparación de una receta de cocina.
 Miscelánea (mis).- Definición constitutiva: programa variado compuesto de
diferentes géneros. Definición operativa: se codifica como programa
miscelánea los espacios que mezclen distintos formatos y tipos de televisión,
como humorísticos, magacín, cultural, talk show, con el fin primordial de
entretener a la audiencia.
 Otros (otr).- Definición constitutiva: programas que no encajan en las
definiciones anteriores. Definición operativa: programas de televisión
comunitaria que no encajan en los anteriores, como infoshow, televentas y de
ficción.

5.3.6.2 Sistema de categorías sobre el modo de producción


En este sistema se detallan los distintos modos de producción empleados en
la programación de la televisión comunitaria colombiana102. Su relación es la
siguiente.

Tabla 11. Programas y temporalidad de producción de la programación

Modo de producción Abreviatura

Directo dir

Diferido dif

Mixto mix

Otro otr

Fuente: elaboración propia


Definiciones operativas sobre el modo de producción
A continuación se registran las definiciones operativas del modo de
producción de los programas de la televisión comunitaria de Colombia.
 Directo (dir).- Definición operativa: se codifica como programa en directo
aquél en el que tanto la presentación como las obras audiovisuales se
transmiten en el momento mismo en que se producen. Por ejemplo,

102
Al momento de codificar, se han empleado las abreviaturas que aparecen entre paréntesis.
Ibídem, pág 304.
309

transmisiones deportivas, noticias de última hora. Se obvian los falsos vivos y


directos con los que productores y realizadores muestran una aparente
inmediatez.
 Diferido (dif).- Definición operativa: se codifica como programa en diferido
cuando tanto la presentación como las obras audiovisuales se han grabado
previamente, para luego ser emitidas en un horario establecido en la parrilla de
programación. Por ejemplo, los magacines que tienen presentaciones y obras
audiovisuales grabadas en un solo bloque, para ser transmitidas en un horario
posterior a su producción. Los falsos vivos y directos se incluyen en esta
categoría.
 Mixto (mix).- Definición operativa: se codifica como programa de
producción mixta aquél que combina la emisión en directo con la de diferido.
Por ejemplo, las presentación en directo y las noticias grabadas de los
noticieros de televisión.
 Otro (otr).- Definición operativa: el programa se produce empleando otros
procedimientos que no se ajustan a las definiciones anteriores.

5.3.7 Sistemas de categorías de los segmentos de programas


informativos (tema y tratamiento)
En este epígrafe se van a definir teórica y operativamente las categorías que
se emplearán en la codificación de los segmentos de los programas informativos
(noticias, programas de entrevistas, magacines). Como se ha señalado antes, para
la preparación de este sistema de categorías también se han realizado previamente
un estudio piloto y una prueba de fiabilidad intercodificadora, con el objeto de
afinar las definiciones operativas y lograr una coherencia en la codificación.
Para la preparación de las definiciones constitutivas se han utilizado
diversas fuentes bibliográficas que han permitido resumirlas en breves
conceptualizaciones: Bartolomé (2005), Benítez (2002), Black (2003), Cebrián
(2003), Chaparro (2002), Evans (2006), Ferré (1995), Malta (1999), Muñoz
(2002), Ortega (2001), Pastoriza (2003), PNUD Colombia Informe de Desarrollo
Humano (2003), PNUD Informe de Desarrollo Humano (2004b y 2006), Raigón
Pérez (1999), Rey et al. (2000), Rodríguez Betancur (1999), Sen (2000),
Vivanco (2000), Wolf (2000), Zabaleta (2005).
310

5.3.7.1 Sistema de categorías de los temas de los programas


En este sistema se detallan los distintos temas que existen en los segmentos
de los programas informativos de la televisión comunitaria colombiana103. Su
relación es la siguiente.

Tabla 12. Sistemas de categorías y subcategorías de los segmentos de


programas informativos (tema 1, tema 2 y tema 3)

Tema 1 (qué 1) Tema 2 (qué 2) Tema 3 (qué 3)

Política (pol) Gubernamental (gub) Disposiciones legales (del)

Obras públicas (opu)

Corrupción (cor)

Gestión proyectos (gpr)

Proselitismo y elecciones (pel)

Comunitario (cio) Activismo (act)

Proyectos (pro)

Problemas (pba)

Obras comunitarias (ocu)

Proselitismo y elecciones (pye)

Economía Sectores económicos (sec) Agropecuario (agr)

(eco) Industria (ind)

Transporte (tra)

Comercio (coc)

Pesca (pes)

Finanzas (fin)

Servicios públicos (sep) Agua (agu)

Luz (luz)

Teléfono (tel)

Alcantarillado (alc)

Basuras (bas)

Macroeconomía (mac) Empleo (emp)

103
Ibídem, págs 304 y 308.
311

Precios (pre)

Deporte (dep) Deportes reglados (dre) Fútbol (fut)

Microfútbol (mic)

Ciclismo (cic)

Ciclomontañismo (cim)

Atletismo (atl)

Baloncesto (bal)

Voleibol (vol)

Ajedrez (aje)

Patinaje (pat)

Deportes autóctonos (dau) Tejo (tej)

Bolo criollo (bol)

Deportes alternativos (dal) Aeróbicos (aer)

Caminatas (cam)

Ciclovías/rutas (cvr)

Cultura (cul) Arte (art) Cine (cin)

Escultura (esc)

Pintura (pin)

Literatura (lit)

Música (mus)

Danza (dan)

Teatro (tea)

Entorno humano (ehu) Personajes populares (ppo)

Costumbres/identidad (cid)

Educativo (edu) Eventos académicos (eac)

logros escolares (les)

Proyectos escolares (pes)

Formación (for)
312

Orden público (orp) Conflicto armado interno (cai) Capturas (cap)

Enfrentamientos (enf)

Medidas judiciales (mju)

Reinserción (rei)

Secuestros/liberaciones (sli)

DH y DHI (dhi)

Amenazas/terrorismo (ate)

Violencia doméstica (vdo) Agresión sexual (ase)

Agresión física (afi)

Agresión psicológica (aps)

Suicidios (sui)

Violaciones (vio)

Atracos (atr)

Delincuencia común (dco) Robos (rob)

Secuestros (sec)

Homicidios (hom)

Narcotráfico (nar)

Espectáculo (esp) Farándula local (flo)

Conciertos (con)

Fiestas (fie)

Otro Otro (otr) Otro (otr)

Fuente: elaboración propia


Definiciones constitutivas y operativas del "Tema 1"
A continuación aparecen cada uno de los grandes temas de la televisión
comunitaria colombiana con sus definiciones constitutivas y operativas.
 Política (pol): Definición constitutiva: arte de gobernar buscando el bien
común a través de personas idóneas para dirigir los asuntos públicos o a través
del ciudadano dando a conocer su opinión, voto o de cualquier otro modo.
Tema que se concibe como todo lo que atañe a las decisiones de la
administración pública, esto es, a la incidencia de informaciones del ámbito
nacional, regional y local sobre el ámbito comunitario. Se tienen en cuenta las
actuaciones tanto del poder ejecutivo como del poder legislativo, este último
313

representado en parlamento, asambleas departamentales y concejos. A su vez,


la política también se concibe en otra vía, como la participación de la
ciudadanía, organizada o no, en la cosa pública, a través de demandas y de
otras acciones legales. Definición operativa: se codifica como política los
procedimientos y acciones que se llevan a cabo en el poder ejecutivo
(alcaldías, institutos descentralizados, gobernaciones, gobierno nacional), en el
poder legislativo (concejos, asambleas y parlamento) y en el poder judicial
(especialmente mediante demandas y otras acciones legales que emprenden
los ciudadanos contra los miembros de los poderes ejecutivo y legislativo). Se
tiene en cuenta especialmente la incidencia de los procedimientos y acciones
en el orden comunitario. Por ejemplo, la ejecución de una obra municipal que
beneficia a un vecindario.
 Economía (eco): Definición constitutiva: conjunto de bienes y actividades
que integran la riqueza de una colectividad o un individuo y que requieren de
una administración eficaz y razonable. Es un tema que versa sobre los
procesos económicos en los diferentes sectores de la producción, así como en
la concepción macro de la economía y su influencia en el ámbito comunitario
y en el desarrollo de la economía que transcurre por fuera del control de los
gobiernos, sin ser estrictamente ilegal. Definición operativa: se codifica como
economía los procesos económicos que se llevan a cabo en los sectores
económicos, así como sus problemas, y el trabajo que realizan las personas en
esos sectores, con o sin una base legal. Por ejemplo, el trabajo de
transportadores informales. Las normas legales expedidas por los gobiernos
para reglamentar los sectores económicos se codifican como tema político y
no como tema económico.
 Deporte (dep): Definición constitutiva: actividad física, ejercida como juego o
competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas. Es un
tema que puede estar incorporado formal o informalmente en los contenidos
de los programas. Formalmente, cuando está definido en una sección o
informalmente cuando se refiera a una práctica de ejercicio que esté ligada a la
recreación, el tiempo libre y la salud. Abarca los deportes reglados más
practicados con carácter recreativo o competitivo al igual que los deportes
autóctonos nacidos y practicados como resultado de un bagage cultural
acumulado por la comunidad. Definición operativa: se codifica como deporte
las disciplinas regladas tradicionales con más incidencia en Colombia (fútbol,
ciclismo, patinaje, baloncesto, etc.), las disciplinas autóctonas (tejo, bolo
criollo) y las disciplinas alternativas (aeróbicos, caminatas), que se practiquen
tanto en un ambiente competitivo como recreativo.
314

 Cultura (cul): Definición constitutiva: conjunto de modos de vida, costumbres


y desarrollo artístico y científico que caracteriza a un colectivo. El tema de la
cultura se limita al cultivo de las artes (abarca obras y representantes), y a
resaltar el trabajo, costumbres, desarrollo científico y actitudes del hombre en
un entorno específico. Definición operativa: se codifica el tema cultural desde
tres ámbitos: el cubrimiento que hace la TV de las artes, las costumbres y
oficios populares, y la educación.
 Orden público (orp): Definición constitutiva: sucesos que alteran la
tranquilidad ciudadana por estar cargados de peligro, violencia y de actos
relacionados con el incumplimiento de las leyes para la convivencia social. El
tema se refiere a lo que se denomina sucesos en el argot periodístico español,
es decir, los eventos judiciales relacionados básicamente con el procedimiento
penal así como con los hechos puntuales relacionados con la violencia al
interior de un hogar. Esta categoría también recoge la información sobre el
conflicto interno colombiano, teniendo en cuenta el accionar bélico de los
actores del conflicto armado en el marco de los Derechos Humanos y del
Derecho Internacional Humanitario. Definición operativa: se codifica como
orden público las manifestaciones de la violencia política (enfrentamientos,
violación de las normas de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional
Humanitario), la violencia intrafamiliar o doméstica (agresiones sexuales,
psicológicas) y la violencia referida a delitos comunes punibles (robos,
atracos, narcotráfico).
 Espectáculo (esp): Definición constitutiva: función celebrada en distintos
escenarios y a través de diferentes medios, capaz de atraer la atención y
ofrecer deleite y diversión al público. Tema en el que predomina el afán por
divertir, llamar la atención utilizando los espectáculos musicales, conciertos,
bailes con carácter comercial y promocional y la vida de los famosos.
Definición operativa: se codifica como espectáculo los bailes, conciertos, vida
de los famosos, fiestas y celebraciones populares.
 Otro (otr): Cualquier otra categoría no incluída en las anteriores. Definición
operativa: otro tema que no se ajuste a las categorías antes definidas.
Definiciones constitutivas y operativas del "Tema 2"
A continuación aparecen cada uno de los subtemas de la televisión
comunitaria colombiana con sus definiciones constitutivas y operativas.

Política
 Gubernamental (gub): Definición constitutiva: Organización sujeta a la
gestión de los servicios y a la ejecución de las leyes en una esfera política
315

determinada. El tema tiene tres vertientes: una, el gobierno como tal a través
del cual se ejecutan las disposiciones, se llevan a cabo proyectos y acciones en
pro de sus gobernados, pero tomando en consideración también sus vicios,
irregularidades y malos procedimientos de sus funcionarios desde el punto de
vista disciplinario y penal. Dos, teniendo en cuenta la influencia de las
disposiciones del ente legislativo, esto es, parlamento, asambleas
departamentales y concejos en el ámbito ciudadano, sin descuidar también los
vicios e irregularidades de los representantes de la ciudadanía y servidores
públicos. Y tres, la promoción de candidaturas y elecciones de candidatos a
cargos públicos. Definición operativa: se codifica el subtema gubernamental
como las actividades reglamentarias, ejecuciones públicas, problemas en las
administraciones públicas, tanto en la esfera ejecutiva como legislativa, y el
proselitismo y elecciones para cargos públicos.
 Comunitario (cio): Definición constitutiva: tomar parte en la sociedad
empleando diferentes métodos y estrategias para hacer valer los derechos de
una comunidad o de un grupo organizado ante el Estado y otras sociedades. El
protagonismo se centra en el ciudadano con sus posibilidades de denunciar,
exigir, participar y ser elegido, de manera que su influencia se cada vez sea
más decisiva para la dirección de la sociedad y el logro del beneficio común.
Definición operativa: se codifica como comunitario las actividades propias de
organizaciones comunitarias como la gestión para elaborar proyectos y
ejecutar obras y el proselitismo y elecciones a cargos comunitarios. También
se tienen en cuenta los problemas de las comunidades y de sus miembros, así
como los accidentes de tránsito o la falta de recursos para obras comunitarias.

Economía
 Sectores económicos (sec): Definición constitutiva: división de la actividad
económica del Estado. El tema se centra en los procesos económicos de cada
actividad de los sectores primario, secundario y terciario. Se codifica el
desarrollo de cada una de las actividades y de los sectores, abarcando sus
crisis, soluciones y expectativas. Definición operativa: se codifica como
sectores económicos lo atinente a las actividades del comercio, la industria, la
pesca y otros sectores económicos, sin tener en cuenta las disposiciones
legales emanadas de los gobiernos para reglamentar dichos sectores.
 Servicios públicos (sep): Definición constitutiva: actividad llevada a cabo por
la administración o, bajo un cierto control y regulación de ésta, por una
organización, especializada o no, y destinada a satisfacer necesidades de la
colectividad. Definición operativa: el tema se centra en conocer el desarrollo
316

en la prestación de los servicios públicos básicos a la comunidad (agua, luz,


teléfono, alcantarillado) por parte del gobierno, entidades privadas o mixtas.
 Macroeconomía (mac): Definición constitutiva: rama de la economía
especializada en el análisis de variables agregadas, como la producción
nacional total, la renta, el desempleo, la balanza de pagos y la tasa de
inflación. Definición operativa: aborda dos temas básicos de la
macroeconomía: el empleo y los precios, pero considerándolos de manera
general e independiente de los sectores económicos. Por ejemplo, la
publicación de las tasas de desempleo o del incremento de los precios de los
productos de la canasta familiar.

Deportes
 Deporte reglado (dre): Definición constitutiva: actividad física que se realiza
de manera recreativa o competitiva, pero con la característica de desarrollarse
sujeta a normas o reglas establecidas por ligas o asociaciones de cada
disciplina en el mundo. Son aquellas disciplinas reconocidas
internacionalmente que se practican en una región o localidad de manera
competitiva y recreativa, pero con énfasis en la primera. Definición operativa:
se recalca el trabajo de los deportistas, sus participaciones, logros, vicisitudes
y expectativas, el estado de los diferentes escenarios deportivos, así como la
información proveniente de las respectivas ligas o comités.
 Deporte autóctono (dau): Definición constitutiva: actividad física que se
realiza de manera recreativa o competitiva, ligada a las costumbres y
tradiciones de una región o de un pueblo. Suelen tener normas, pero la
disciplina como tal no es reconocida en la esfera deportiva internacional.
Definición operativa: son disciplinas íntimamente ligadas con la cultura y
tradiciones de los pueblos; de ahí que sean reconocidos en un ámbito
geográfico limitado. Poseen reglamentos pero no son avalados por organismos
internacionales y se pueden practicar con carácter competitivo y/o recreativo.
 Deporte alternativo (dal): Definición constitutiva: actividad física que se
realiza de manera recreativa o competitiva, pero con mayor énfasis en la
primera y en pro de la salud y del aprovechamiento del tiempo libre. Algunos
están reglados y otros no tienen normas, porque están destinados al disfrute y
al esparcimiento de personas de diferente condición física. Definición
operativa: son actividades que se organizan más con el propósito de ocupar el
tiempo libre, la recreación y la salud, que con el ánimo de competir. Por
ejemplo, las caminatas, ciclovías, aeróbicos.
317

Cultura
 Arte (art): Definición constitutiva: manifestación de la actividad humana
mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta
lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
Manifestación humana aparentemente sin un interés utilitario o comercial,
sino con el afán de expresar e interpretar el mundo bajo una perspectiva
particular, empleando diferentes recursos. Hace parte del ámbito artístico, con
las correspondientes divisiones del arte. Definición operativa: se codifica
como arte los eventos, obras, problemas, biografía de artistas y sus proyectos
referidos a la literatura, escultura, pintura, etc.
 Entorno humano (ehu): Definición constitutiva: tema en el que el hombre es
el protagonista de la historia bien sea por su oficio, costumbres y tradiciones,
por su relación con los otros y por la forma como construye la identidad de su
pueblo o región. El centro de atención es el hombre común o popular con sus
tradiciones, costumbres, oficios, anécdotas y curiosidades, que configuran la
personalidad y la identidad de unos rasgos fenotípicos externos o de un grupo
social. Definición operativa: se codifica como entorno humano las obras
audiovisuales en las que se destaca el oficio, costumbres de las personas y
todos aquellos rasgos que le dan identidad al ser humano: idioma,
gastronomía, artesanía, vestimenta.
 Educativo (edu): Definición constitutiva: relativo a la formación de las
cualidades más estables de la personalidad; actividades y resultados de los
entornos educativos en los centros educativos y científicos. También se
incluye la educación, que abarca la producción intelectual y experimental de
estudiantes, profesores, teniendo en cuenta sus proyectos y logros personales o
en representación de alguna institución educativa. Definición operativa: se
codifica como educativo las actividades que ejecutan los directivos, profesores
y estudiantes en escuelas, colegios y universidades, así como en centros de
investigación. Por ejemplo, la organización de eventos académicos, la
publicación de investigaciones, etc.

Orden público
 Conflicto armado interno (cai): Definición constitutiva: confrontación
armada entre dos o más grupos en el interior de un país o región, originada por
intereses políticos, económicos, sociales o culturales con una participación
directa o indirecta de la población no combatiente. Son las acciones bélicas de
los actores del conflicto armado colombiano (paramilitares, guerrilleros y
Estado), incluyendo sus causas, modalidades, desarrollo, y consecuencias para
la sociedad civil, como los desplazamientos forzados. Definición operativa: se
318

codifica como conflicto armado interno todo lo que implica una guerra de
origen político: combates, secuestros de combatientes, capturas de rebeldes,
desplazamientos forzosos, violación de los Derechos Humanos y del Derecho
Internacional Humanitario.
 Violencia doméstica (vdo): Definición constitutiva: actos violentos cometidos
en el hogar entre miembros de la familia. Violencia que se ejerce entre los
miembros de una familia, bien sea ésta de naturaleza física o psicológica, y
que suelen ser denunciadas ante las autoridades competentes. Se incluyen las
agresiones sexuales entre miembros del núcleo familiar, y el suicidio como
forma de violencia que se ejerce contra sí mismo y que afecta a la familia.
Definición operativa: se codifica como violencia doméstica aquellos
contenidos periodísticos en los que se registren ataques verbales, físicos, entre
miembros de una familia. Los suicidios también se codifican dentro de esta
categoría.
 Delincuencia común (dco): Definición constitutiva: colectivo de personas que
delinquen fundamentalmente por causas ajenas a la consecución de un fin
político o ideológico. Su acción es tipificada como delitos frecuentes y usuales
en la sociedad actual. Se agrupan en esta categoría personas o bandas –
algunas organizadas, otras no- que comenten delitos movidas más por
intereses económicos, por crear estupor, que por intereses ideológicos o
políticos. Los actos ilícitos versan sobre robos, tráfico de estupefacientes,
atracos, es decir, los más comunes tipificados por el código y procedimiento
penal, pero que atraen la atención por afectar directamente la tranquilidad
ciudadana. Definición operativa: se codifica como delincuencia común los
delitos punibles usuales en las sociedades: robos, atracos, tráfico de drogas,
tráfico de armas, homicidios, cometidos por personas o bandas.

Espectáculo
 Farándula (flo): Definición constitutiva: tema en el que se describe la vida
íntima, nocturna y personal de los famosos. Mundillo de la vida íntima,
cotidiana y nocturna formado por figuras de los negocios, el deporte, la
política y el espectáculo. Esas situaciones son presentadas con humor e ironía.
Definición operativa: se codifica como farándula informaciones triviales e
íntimas de los famosos: problemas sentimentales, reuniones sociales, moda,
proyectos personales y profesionales de los famosos, etc.
 Concierto (con): Definición constitutiva: función de música en la que se
ejecutan composiciones sueltas. Suele ser la presentación de un grupo musical,
acompañado de baile y espectáculos paralelos, en un escenario pequeño
(entonces, el evento se denomina baile, como el que se lleva a cabo en clubes
319

sociales) o grande, capaz de albergar a gran cantidad de público. Definición


operativa: se codifica como concierto las presentaciones musicales que se dan
con carácter culto o popular en escenarios como estadios, coliseos, recintos
cerrados, etc.
 Fiestas (fie): Definición constitutiva: celebraciones por diferentes motivos
planeadas por pueblos, religiones o personas del común. Son todas aquellas
celebraciones organizadas por pueblos, gobiernos, religiones, que contienen
múltiples manifestaciones de acuerdo con la cultura y naturaleza de la fiesta.
Fundamentalmente buscan la diversión y el regocijo. Definición operativa: se
codifica como fiestas los bailes populares, ferias de pueblos, cabalgatas,
carnavales.
 Otro (otr): Definición constitutiva: otras categorías que no se incluyen en los
subtemas anteriores. Definición operativa: toda aquella actividad que no
encaje en las categorías de los subtemas antes definidos.
Definiciones constitutivas y operativas del "Tema 3"
A continuación aparecen cada uno de los contenidos concretos de que tratan
los subtemas de la televisión comunitaria colombiana con sus definiciones
operativas. En este sistema de categorías obviamos algunas veces las definiciones
constitutivas por su bajo grado de abstracción.

Gubernamental
 Disposiciones legales (del): Definición operativa: se codifica como
disposiciones legales las normas, decretos, acuerdos, resoluciones,
ordenanzas, leyes que sean emanadas de las instancias gubernamentales.
 Obras públicas (opu): Definición operativa: se codifican como obras
públicas las inauguraciones de carreteras, escuelas, programas sociales, etc.,
adelantadas por los gobiernos para el beneficio comunitario.
 Corrupción (cor): Definición operativa: se codifica como corrupción los
procesos disciplinarios y penales en los que estén envueltos funcionarios,
personas naturales y servicios públicos. Por ejemplo, malos manejos de los
dineros públicos, chantajes, desviación de fondos, evasión de impuestos, etc.
 Gestión proyectos (gpr): Definición operativa: se codifica como gestión
proyectos los proyectos y anuncios que hacen los funcionarios y servidores
públicos para conseguir recursos o adelantar obras para la ciudadanía. Por
ejemplo, la entrega de proyectos al gobierno nacional para obtener dineros que
permitan pavimentar carreteras.
320

 Proselitismo y elecciones (pel): Definición constitutiva: actividad consistente


en ganar partidarios o prosélitos con el fin de que voten a favor de una
aspiración de cualquier tipo. El proselitismo se entiende como la exposición
de ideas, la promoción de personalidades y perfiles de quienes desean obtener
o mantener un cargo de elección popular dentro de la estructura burocrática
del Estado. Cubre aquellas actividades que buscan ganar seguidores o
prosélitos a través de debates, discursos en la plaza pública o visita de lugares
donde se encuentran potenciales votantes. Las elecciones se convierten en el
momento en que transcurren las votaciones (organización de los comicios,
conteo de los votos, divulgación de los ganadores y las primeras impresiones
de estos últimos). Definición operativa: se codifica como proselitismo y
elecciones la promoción de los programas que hacen candidatos a diferentes
cargos y el desarrollo mismo de una elección. Por ejemplo, los candidatos en
plazas públicas o recintos cerrados exponiendo sus propuestas, y el conteo de
votos y publicación de los ganadores en unos comicios.

Comunitario
 Activismo (act): Definición constitutiva: dedicación intensa a una
determinada línea de acción en la vida pública. Son las acciones que la
comunidad o representantes de la misma realizan –sin ser parlamentarios,
funcionarios o servidores públicos- con el fin de defender una causa, exigir el
cumplimiento de los derechos de la comunidad o rechazar una medida o
acción que vaya en contra de los intereses de la comunidad. Definición
operativa: se codifica como activismo las protestas de las personas, los
mítines y las huelgas.
 Proyectos (pro): Definición operativa: se codifica como proyectos los planes
planteados por la comunidad para mejorar las condiciones de vida de un
colectivo, que se expresan a través de informes, planos, pronunciamientos,
reuniones, etc.
 Obras comunitarias (ocu): Definición operativa: se codifican como obras
comunitarias los trabajos hechos por la comunidad para el bienestar común,
como la construcción de una escuela, la realización de bazares para recaudar
fondos, brigadas de limpieza para embellecer el vecindario, etc..
 Problemas (pba): Definición operativa: se codificacan como problemas las
necesidades comunitarias, las vicisitudes por las que atraviezan los miembros
de una comunidad: accidentes de tránsito, domésticos, terremotos, huracanes,
inundaciones, la falta de escuelas y epidemias.
 Proselitismo y elecciones (pye): Definición operativa: se codifica como
proselitismo y elecciones la promoción de candidatos a algún cargo de
321

representación popular, la exposición de propuestas de los candidatos en


diferentes sitios y todo lo que acontece en las votaciones para elegir a los
representantes (organización de los comicios, conteo de votos, etc.).

Sectores económicos
 Agropecuario (agr): Definición operativa: referido al cultivo de la tierra, la
época de cosecha, problemas de los campesinos, insumos, mercados y
competencia. También cubre la crianza de animales de diferente tipo con fines
lucrativos, bien sea para consumo humano, reproducción, crianza y sacrificio;
abarca también las enfermedades, vacunas, mercado y competencia.
 Industria (ind): Definición operativa: se codifica como industria las
actividades productivas de pequeñas, medianas y grandes empresas e
industrias. Por ejemplo, informaciones sobre las ganancias de las
microempresas regionales o sobre el lanzamiento de un nuevo producto
elaborado por una industria de la región.
 Transporte (tra): Definición operativa: se codifica como transporte el
transporte urbano e intermunicipal en diferentes vehículos, así como el estado
de las vías y las relaciones laborales en el gremio.
 Comercio (coc): Definición operativa: se codifica como comercio el
intercambio de productos, bienes y servicios, construcción de infraestructuras
comerciales, relaciones laborales del gremio.
 Finanzas (fin): Definición operativa: se codifica como finanzas las
actividades bursátiles, las realizadas por bancos, corporaciones y cooperativas
de ahorro y crédito. Incluye relaciones laborales del gremio.
 Pesca (pes): Definición operativa: se codifica como pesca las temporadas de
pesca, situación de los pescadores, acceso a mercados.

Servicios públicos
 Agua (agu): Definición constitutiva: recurso natural que se potabiliza y
suministra, a través de acueductos, a las cabeceras municipales para el
consumo humano. Forma de suministro y pago del servicio. Medidas tomadas
por la empresa encargada de que el recurso sea recibido por la comunidad.
Definición operativa: se codifica como agua las informaciones referidas a
reparaciones de acueductos y tuberías, tarifas y reclamaciones de los usuarios.
 Luz (luz): Definición constitutiva: suministro de energía eléctrica a las
viviendas, edificios e industrias proveniente de diferentes fuentes. Se tiene en
cuenta el suministro de energía eléctrica a las viviendas, edificios e industrias
proveniente de diferentes fuentes. Definición operativa: se codifican
322

situaciones como tarifas, daños, reclamaciones de los usuarios y reparaciones


de la empresa generadora y/o distribuidora de energía.
 Teléfono (tel): Definición constitutiva: conjunto de aparatos e hilos
conductores con los cuales se transmite a distancia la palabra y toda clase de
sonidos por la acción de diversas fuentes de energía. Contempla el servicio de
telefonía fija y telefonía celular brindado tanto en el casco urbano, como en
zonas rurales aledañas. Definición operativa: se codifica como teléfono
informaciones sobre tarifas, problemas en el servicio, reclamaciones de los
usaurios, ofertas de consumo.
 Alcantarillado (alc): Definición constitutiva: acueducto subterráneo, o
sumidero, fabricado para recoger las aguas llovedizas o negras y darles paso.
Definición operativa: se codifica como alcantarillado la expansión y
reparación de redes, así como problemas y reclamos de los usuarios en el
suministro del servicio.
 Basuras (bas): Definición constitutiva: desperdicios orgánicos, inorgánicos y
sanitarios generados en industrias, viviendas y otros lugares. Definición
operativa: se codifica como basuras informaciones sobre la disposición final
de basuras, cantidad de las mismas y procesos de selección y reciclaje y tarifas
del servicio de recolección.

Macroeconomía
 Empleo (emp): Definición operativa: se codifica como empleo las obras
audiovisuales relacionadas con tasas de desempleo y subempleo, estrategias
para la producción de empleo productivo, evolución de salarios y medidas
para la protección de la estabilidad laboral de los trabajadores.
 Precios (pre): Definición operativa: se codifica como precios la información
general sobre incrementos o disminución de los precios de los productos de la
canasta familiar y de otros productos, datos sobre inflación y poder adquisitivo
de los consumidores.
Deportes reglados
 Fútbol (fut): Definición operativa: se codifica como fútbol informaciones
sobre competencias, fichajes de jugadores, estado de los escenarios deportivos
e información generada de la liga o comité de este deporte.
 Microfútbol (mic): Definición operativa: se codifica como microfútbol la
información sobre competencias, escenarios deportivos, fichajes de jugadores
e información generada de su liga o comité.
323

 Ciclismo (cic): Definición operativa: la codificación de la categoría ciclismo


incorpora las competiciones, trazados, pruebas, ciclistas, participaciones de los
ciclistas en todas las categorías al igual que las informaciones generadas por
su liga o comité.
 Ciclomontañismo (cim): Definición operativa: la codificación incorpora las
competiciones, trazados, pruebas, desempeño de los ciclistas en todas las
categorías al igual que las informaciones generadas por su liga o comité.
 Atletismo (atl): Definición operativa: se tiene en cuenta todas las pruebas de
atletismo de manera competitiva o recreativa, es decir, sus diferentes
distancias, categorías y modalidades, así como las disciplinas que se realizan
en pista o en carretera. Asimismo, se codifica la participación de atletas y sus
resultados, estado de los escenarios deportivos e información generada de la
liga o comité.
 Baloncesto (bal): Definición operativa: abarca la participación de los
jugadores de baloncesto, sus resultados en todas las categorías y modalidades
e información sobre su liga o comité, así como el desarrollo de partidos
recreativos y el estado de los escenarios deportivos.
 Voleibol (vol): Definición operativa: se codifica la participación de los
jugadores de voleibol, sus resultados y el desarrollo de la competencia en
todas las categorías y modalidades e información sobre su liga o comité y el
estado de los escenarios deportivos.
 Ajedrez (aje): Definición operativa: se codifica como ajedrez datos sobre el
escalafón, participaciones de los ajedrecistas, categorías, resultados,
competencias o el desarrollo de este deporte de forma recreativa, escuelas de
formación, además de la información divulgada por la liga o comité de esta
disciplina.
 Patinaje (pat): Definición operativa: se codifica como patinaje las
competiciones, categorías, resultados de los patinadores, estado de los
escenarios deportivos y la información originada en la liga o comité de este
deporte.

Deportes autóctonos
 Tejo (tej): Definición constitutiva: juego tradicional en el que los jugadores
lanzan un tejo (esfera metálica) a una base inclinada de barro arcilloso donde
se encuentran unos triángulos de pólvora. Quien con el tejo golpee alguno de
los triángulos hace ‘mecha’ y, por consiguiente suma puntos. Definición
operativa: se codifican la realización de campeonatos, la participación de los
324

jugadores y el entorno de este deporte autóctono, así como la información


generada por sus dirigentes o líderes.
 Bolo criollo (bol): Definición constitutiva: juego en el que los jugadores
lanzan una bola contra pines localizados a mediana distancia. Gana quien
tumbe más pines en las oportunidades que tenga para ello. Definición
operativa: se codifican el desempeño de jugadores de este deporte autóctono
en diversos torneos y copas, el ambiente en que se desarrolla, la información
generada por sus dirigentes o líderes y competencias.

Deportes alternativos
 Aeróbicos (aer): Definición constitutiva: el aeróbico es un sistema de ejercicio
diseñado para mejorar las condiciones cardiovasculares. Tradicionalmente se
realiza en grupo bajo la guía de un especialista, quien dirige los ejercicios al
ritmo de la música que suena en el recinto o en espacios abiertos. Definición
operativa: en la codificación se consideran el entorno de este deporte, el
escenario donde se lleva a cabo (al aire libre o en gimnasio), los tipos de
participantes y las modalidades para su práctica.
 Caminatas (cam): Definición constitutiva: actividad recreativa que consiste
en organizar rutas en las que los participantes se desplazan a pie hasta un
destino específico, con el fin de mejorar la salud, contemplar el medio
ambiente e integrarse con la naturaleza y con otras personas. Definición
operativa: se contemplan los trayectos, la organización y la participación de
las personas.
 Ciclovías/rutas (cvr): Definición constitutiva: modalidad de ciclismo de
turismo o aficionado. La primera se lleva a cabo en ciudades, donde se
delimitan unas calles para la circulación exclusiva de bicicletas y de todo tipo
de velocípedos. La segunda se realiza en carreteras, principalmente
intermunicipales, con numerosos ciclistas que van guiados y protegidos por
carros. Definición operativa: en la codificación se tienen en cuenta los
trayectos, la organización de estas modalidades de ciclismo recreativo,
participación y ambiente en las que transcurren.

Artes
 Cine (cin): Definición operativa: en la codificación se tiene en cuenta la
proyección de películas, los cineforos, el escenario de proyección, festivales,
la crítica de las cintas, el análisis de las mismas en sus diferentes modalidades
y géneros, así como el entorno de sus productores, cineastas, actores y
cinéfilos.
325

 Escultura (esc): Definición operativa: la codificación comprende la labor de


los artistas, estilos, exposiciones, concursos y proyecciones y expectativas de
este arte.
 Pintura (pin): Definición operativa: se valoran los estilos, la labor de los
artistas, críticas, exposiciones, concursos y muestras, así como el ambiente en
que se desarrolla este arte.
 Literatura (lit): Definición operativa: contempla la producción literaria en
todos los estilos y géneros. La actividad literaria de los escritores, los
concursos, muestras y ferias.
 Música (mus): Definición operativa: se tiene en cuenta la organización de
eventos alrededor de este arte, la vida y obra de compositores y músicos,
modalidades y géneros. La producción musical como representación de una
cultura y su expresión culta o popular.
 Danza (dan): Definición operativa: se consideran los eventos organizados
bien sea con carácter promocional o de concurso. Así mismo, las modalidades,
géneros y la vida y obra de arreglistas, coreógrafos y bailarines.
 Teatro (tea): Definición operativa: se abordan las piezas teatrales, obras con
sus géneros, vida y obra de creadores y actores, presentaciones, festivales y
concursos.

Entorno humano
 Personajes populares (ppo): Definición operativa: el protagonista es el
hombre común o la persona que ostenta un cargo de representación, aunque se
hace énfasis en el primero. Se ausculta la personalidad, las virtudes, el perfil
humano y la relación de sus triunfos y fracasos.
 Costumbres/identidad (cid): Definición constitutiva: rasgos habituales de un
grupo de personas que lo caracterizan frente a las demás colectividades. Este
subtema considera la comunidad como reproducción y desarrollo de las
costumbres y de la cultura. Sus formas de concebir su entorno y la forma
como es vista por otras comunidades. Definición operativa: se codifican como
costumbres/identidad la gastronomía de la localidad o la región, el habla, la
arquitectura de la ciudad, la organización característica de la familia y de la
comunidad, etc.

Educativo
 Eventos académicos (eac): Definición constitutiva: situación importante y
programada en la que se divulgan aspectos relacionados con la enseñanza
formal e informal, para elevar el conocimiento del público sobre un tema
326

específico. Son actividades importantes y programadas que versan sobre


diferentes áreas del conocimiento a las que asisten personas motivadas por
diferentes intereses, entre ellos los de aumentar sus conocimientos y establecer
contactos profesionales, etc. Definición operativa: se codifican como eventos
académicos los congresos, seminarios, talleres, simposios, que son
organizados tradicionalmente por instituciones educativas gubernamentales o
privadas.
 Logros escolares (les): Definición operativa: la codificación como logros
escolares se refiere a informaciones sobre la divulgación de investigaciones y
descubrimientos, la obtención de premios por personas o por instituciones en
el ámbito educativo formal o informal.
 Proyectos escolares (pee): Definición operativa: se codifican como proyectos
escolares la información acerca de planes de construcción de infraestructura
escolar, como la dotación de laboratorios, la presentación de proyectos de
investigación, anuncios sobre inversión en material didáctico, contratación de
profesores, etc.
 Formación (for): Definición operativa: se codifica como formación las obras
audiovisuales destinadas a promover un conocimiento determinado en la
audiencia, con un claro enfoque didáctico. Por ejemplo, un segmento del
programa destinado a pasar un video en el que se educa para prevenir
enfermedades del corazón.

Conflicto armado interno


 Capturas (cap): Definición constitutiva: aprehender a alguien que es o se
reputa delincuente, y no se entrega voluntariamente. Es el registro de
aprehensiones de actores del conflicto armado en el momento de la comisión
del ilícito o mediante orden de captura proferida por autoridad judicial
competente, aunque sea posterior a la realización del hecho punible.
Definición operativa: se codifican como capturas las realizadas a
paramilitares, guerrilleros y miembros de la Fuerza Pública, que intervienen
en el conflicto armado colombiano.
 Enfrentamientos (enf): Definición operativa: se codifica como
enfrentamiento el registro de acciones armadas entre los tres actores del
conflicto antes mencionados, que pueden ocurrir en áreas urbanas o rurales.
 Medidas judiciales (mju): Definición operativa: se codifican como medidas
judiciales las medidas de Estado de Sitio o de Excepción, por medio de las
cuales las fuerzas legítimas del Estado pueden asumir funciones de policía
327

judicial y reglamentar la permanencia de los jóvenes en sitios públicos para


salvaguardarlos de un peligro latente.
 Reinserción (rei): Definición constitutiva: volver a integrar en la sociedad a
alguien que estaba condenado penalmente o marginado. Consiste en la
reincorporación de combatientes a la vida civil a través de tratados de paz y
amnistías. Definición operativa: se codifica como reinserción las entregas de
combatientes de los grupos en conflicto (paramilitares, guerrilleros) realizadas
voluntariamente, por tratados de paz o forzadas mediante recompensas
ofrecidas por el Estado.
 Secuestros/liberaciones (sli): Definición constitutiva: retener indebidamente
a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines. Son las
retenciones ilegales por parte de un grupo armado ilegítimo a cambio de una
prerrogativa política o económica. En este tema también se incluyen las
liberaciones de secuestrados por acción de las Fuerzas de Seguridad del
Estado o porque se pagó un rescate o se otorgó un privilegio político.
Definición operativa: se codifican como secuestros/liberaciones las
retenciones de los combatientes que participan en el conflicto armado interno.
 DH y DHI (dhi): Definición constitutiva: normas relativas a los Derechos
Humanos y Derecho Internacional Humanitario. El primero promueve el
respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales y el segundo
establece pautas de acción humanitarias en las guerras y conflictos. Normas
relativas a los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. Las
acusaciones en el conflicto armado pueden versar sobre el incumplimiento de
los Derechos Humanos y violación de las libertades fundamentales o la
violación de los derechos de los combatientes y no combatientes (Derecho
Internacional Humanitario). Definición operativa: se codifica como DH y DHI
los pronunciamientos de representantes de instituciones defensoras de esos
derechos sobre el conflicto armado interno, que incluyan denuncias contra el
Ejército y grupos armados ilegales, etc.
 Amenazas/terrorismo (ate): Definición constitutiva: situación de orden
público consistente en dar a entender con actos o con palabras la intención de
hacer el mal a alguien. El terrorismo se expresa como la sucesión de actos que
pretenden infundir terror. Situación de orden público en el que sobresale la
intención de hacer daño a alguien a través de acciones o con palabras. Con el
terrorismo se busca causar terror en una comunidad ejecutando actos
violentos, la mayoría de los cuales tienen una amplia difusión por los medios
de comunicación. Definición operativa: se codifican como
amenazas/terrorismo actos como llamadas o envío de notas amenazantes
328

contra personas o instituciones, estallido de petardos, bombas y atentados


armados contra múltiples objetivos, que buscan horrorizar a la población civil
y debilitar a las instituciones del Estado.

Violencia doméstica:
 Agresión sexual (ase): Definición constitutiva: realización del acto sexual
empleando la fuerza, la coacción, sin el consentimiento de la otra persona.
Acto sexual abusivo, no consentido entre los miembros del núcleo familiar.
Definición operativa: se codifica el abuso sexual de menores de edad y entre
parejas.
 Agresión física (afi): Definición constitutiva: ataque a otra persona con
objetos contundentes o armas que pueden herirla o causarle la muerte. Ataque
que se realiza a otra persona propinándole golpes o utilizando armas
contundentes, cortopunzantes, de fuego, hasta dejarla herida o causarle la
muerte. Definición operativa: se codifica como agresión física el ataque que
se hace a miembros de la familia mediante golpes y armas de fuego,
contundentes y cortopunzantes.
 Agresión psicológica (aps): Definición constitutiva: ataque que no se realiza
de manera física sino empleando gestos, palabras y algunas acciones con el fin
de ofender o bajar la estima de otras personas. Ataque que se hace a otra
persona con el fin de disminuir su autoestima, ofenderla o humillarla
empleando gestos, palabras u otros medios que no conlleven la agresión física.
Definición operativa: se codifica como agresión psicológica los insultos, los
gritos, humillaciones y desprecios entre los miembros de la familia.
 Suicidios (sui): Definición operativa: se codifican los intentos de suicidio, las
secuelas causadas en el suicida, las modalidades de suicidio, estadísticas de
suicidio, etc.

Delincuencia común
 Violaciones (vio): Definición constitutiva: tener acceso carnal con alguien en
contra de su voluntad o cuando se halla privado de sentido o discernimiento.
Definición operativa: se codifican las agresiones sexuales a menores de edad,
hombres y mujeres, fuera del ámbito intrafamiliar o doméstico.
 Atracos (atr): Definición operativa: se codifica como atraco la piratería
terrestre, los asaltos que se hacen intimidando a la víctima con armas de fuego,
cuchillos o amenazas de diversa índole.
 Robos (rob): Definición operativa: se codifican como robos aquéllos que se
hacen sin intimidar a las víctimas con armas o amenazas. Por ejemplo, los
329

robos en viviendas deshabitadas o en establecimiento comercial sin la


presencia de los dueños.
 Secuestros (sec): Definición constitutiva: retener indebidamente a una
persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines. Lo realizan
bandas armadas, algunas bien organizadas otras no. El secuestro simple
también se tipifica como delincuencia común, pues ocurre cuando un miembro
de la familia, bien sea la madre o el padre, secuestra a su propio hijo para
ganar su tutela por la fuerza. Definición operativa: se codifica como secuestro
la retención ilegal de civiles por parte de grupos al margen de la ley o de
delincuentes comunes con fines políticos o extorsivos. También se codifica
como secuestro el realizado por los padres a quienes se les ha negado la tutela
de sus hijos.
 Narcotráfico (nar): Definición operativa: se codifica como narcotráfico el
cultivo, procesamiento, transporte, distribución y consumo de alcaloides, así
como la captura de narcotraficantes.
 Homicidios (hom): Definición operativa: se codifican como homicidios
aquéllos que se producen fuera del conflicto armado interno. Por ejemplo, se
codifican los homicidios por riñas callejeras.
 Otro (otr): Definición operativa: otras categorías que no encajan en el sistema
de categorías antes expuesto.

5.3.7.2 Sistema de categorías de los macrogéneros de información,


opinión y educación
En este epígrafe investigamos los macrogéneros de información, opinión y
educación que existen en los programas informativos de la televisión comunitaria
colombiana. Recordemos que hablamos de los noticieros, programas de
entrevistas, y magacines.
En cuanto a los noticieros, el objetivo es comparar su realidad (estructura,
estilo y técnica) con la de los noticieros de la televisión privada de cobertura
nacional, ya que el conocimiento básico que tenemos como telespectadores
cotidianos tanto de los noticieros comunitarios como privados nos permite
hipotetizar que se podrían encontrar muchas semejanzas entre ellas, con lo cual se
podría deducir, si los datos lo confirman, que los programas informativos de la
televisión comunitaria "copian", o al menos se asemejan, a los privados de
cobertura nacional y, por consiguiente, aún no han desarrollado su propia
personalidad, tanto en la estructura como en el estilo y la técnica periodísticos.
330

Categorías de los dos macrogéneros periodísticos: información y opinión


Para el desarrollo del sistema de categorías de los géneros periodísticos
empleado aquí se consultó una amplia y diversa bibliografía, entre la que
podemos mencionar a Hohenberg (1960-1983), Benito (1973: 71 y 72, y 1982),
De Foncubierta (1993: 102-104), Dovifat (1959), Martínez Albertos (1974),
Borrat (1981, 1989), Grijelmo (2002), Bartolomé (2005), Benítez (2002), Cebrián
(2003), Ferré (1995), Muñoz (2002), Pastoriza (2003), PNUD Colombia Informe
de Desarrollo Humano (2003), Raigón Pérez (1999), Rey et al (2000), Rodríguez
Betancur (1999), Wolf (2000) y Zabaleta (2005).
Los argumentos expuestos en esos textos evidenciaron que existen
diferentes perspectivas teóricas para la clasificación de los géneros
periodísticos104, por lo que hay que tomarlas como marcos abiertos de
interpretación. Debido a ello, la definición de cada género periodístico es
igualmente diversa y distinta. Inclusive, en la década de los ochenta se abrió un
debate sobre la idoneidad de los géneros periodísticos, situación que, parcialmente
al menos, sigue vigente. En esa época, por ejemplo, había académicos que
validaban a los géneros, aun reconociendo sus limitaciones, mientras que otros
consideraban que no tenían validez, argumentando que diariamente se
transgredían en la práctica de los medios.
No obstante, en este estudio reconocemos su validez teórica y académica,
pues permiten delimitar una rica área de investigación en los medios de
comunicación y establecer unas categorías, aunque a veces no muy claras, para
que el profesional y la audiencia conozcan diferentes maneras de dar a conocer los
datos que se extraen de la realidad. Por ello, hemos juzgado conveniente, primero,
enfatizar cuáles son los géneros de televisión y, segundo, incorporar tres grandes
macrogéneros –información, opinión y educación–, cada uno de ellos constituido
por una serie de categorías. Con respecto al macrogénero de la interpretación,
señalado por algunos de los autores anteriormente mencionados (Vidal, 2002 y
Grijelmo, 2002), no se ha considerado necesaria su inclusión toda vez que todo
contenido periodístico es interpretativo (Vidal 2002: 171) y no se vislumbran de
manera clara sus rasgos, como lo han advertido otros autores (Zabaleta 2005:
144).
Las razones de este criterio metodológico se fundan en la búsqueda de una
operatividad en la codificación que nos permita obtener resultados cuantitativos
válidos. De todas formas, como hemos indicado, numerosos autores como

104
Géneros según el eje información-opinión; géneros según la presencia evidenciada del
periodista; géneros según las funciones retóricas, lingüísticas y/o discursivas; y géneros según la
práctica profesional en los propios medios (Zabaleta 2005: 139).
331

Hohenberg (1960-1983), Benito (1973: 71 y 72, y 1982), De Foncubierta (1993:


102-104), Dovifat (1959), Zabaleta (2005), Martínez Albertos (1974), Borrat
(1981, 1989), Grijelmo (2002) y Cebrián (2003), ofrecen otros enriquecedores
ejes y taxonomías.
En el macrogénero de la información se han incluido los géneros noticia,
reportaje, entrevista, informe especial y crónica. Si bien todos ellos tienen ciertos
niveles de opinión e interpretación –como ocurre con mucha frecuencia con la
crónica y la entrevista–, en su estructura predomina la intención de informar
(Zabaleta, 2005: 64).
En el macrogénero de la opinión se han incluido los géneros que gran parte
de la comunidad científica ha catalogado de forma unánime como de opinión, esto
es, el editorial, el comentario y la crítica. A éstos nosotros hemos agregado la
encuesta, ya que consideramos que es un género en el que se busca la
participación de las personas en forma de opinión, aunque con la salvedad de que
se quiere mostrar una inclinación hacia un determinado tema, que se procesa
periodísticamente con el fin de acercarse a una tendencia estadística.
El tercer macrogénero: el género de la educación
Un tercer macrogénero, que se podría añadir a los de información y opinión,
es el de la educación, en el que incluimos los géneros telelección y lección
televisada. El género telelección se refiere a aquellos segmentos de los programas
informativos en los que sobresale su carácter educativo y didáctico, por encima de
los de la información y opinión, y se sustenta en el modo de enseñanza y
aprendizaje metódico y formal a través de la televisión. La lección televisada
consiste en la grabación y transmisión de una lección o sesión pedagógica
desarrollada en un aula para alumnos presenciales y que se transmite para otros
situados a distancia (Cebrián, 2003: 99). También hemos concebido el género
lección televisada como la transmisión de metodologías coloquiales como foros,
mesas redondas, paneles, congresos, etc., que puedan estar presentes en los
segmentos.
En virtud de lo anterior, y teniendo en cuenta que la televisión comunitaria
colombiana tiene fines educativos –de hecho, se ha utilizado para la transmisión
de clases de matemáticas para los niños de una comunidad y de programas
didácticos con una función netamente educadora–, se han creado los géneros
telelección y lección televisada. Así las cosas, la relación de este sistema de
categorías de los macrogéneros antes mencionados es el siguiente.
332

Tabla 13. Macrogéneros de información, opinión y educación (cómo 1)

Macrogénero de Abreviatura Macrogénero Abreviatura Macrogénero de Abreviatura


la información de la opinión la educación

Noticia not Editorial edi Telelección tle


Lección
Reportaje rep Encuesta enc televisada lte
Crónica cro Comentario com

Entrevista ent Crítica cri

Informe especial inf

Otro otr Otro otr Otro otr

Fuente: elaboración propia


Definiciones operativas y constitutivas
A continuación se presentan las definiciones constitutivas y operativas de
los géneros que integran los macrogéneros de información, opinión y educación.

Macrogénero de la información
 Noticia (ntc): Definición constitutiva: la noticia es un relato de un hecho o
suceso de interés, y sus características fundamentales son la objetividad y la
imparcialidad. Debe ser breve, expositiva, secuencial y no debe incluir la
opinión del autor. La noticia en televisión sigue siendo el relato de un hecho
novedoso, de interés general, expresado con los criterios éticos de la profesión
del periodista: imparcialidad, objetividad y con las cualidades del buen
escribir: claridad, precisión, concisión, sencillez, coherencia. La redacción de
la noticia responde a los interrogantes básicos del periodismo, esto es, el
quién, qué, cómo, cuándo y dónde. En la televisión de hoy normalmente duran
poco tiempo, se presentan ya grabadas (a menos que sea un acontecimiento de
última hora), con voz en off o con la lectura en directo del presentador del
informativo. Definición operativa: se codificará como noticia la obra
audiovisual que responda básicamente a los interrogantes de quién, qué, cómo,
cuándo y dónde. En otras palabras, que sea predominantemente informativa.
También se tiene en cuenta que sea corta, es decir, que no dure más de 1
minuto 30 segundos e incluya testimonios de menos de tres personas.
 Reportaje (rep): Definición constitutiva: el reportaje combina la información
y la investigación y tiene un estilo literario más personal y cuidado que la
333

noticia, porque no se ha escrito con la premura de ésta y porque su autor


escribe de algo que cree y vive como de interés universal. El reportaje se basa
en la investigación y en la información lo más cercana a la objetividad. El
lenguaje utilizado para su redacción puede ser directo, aunque el periodista
también puede emplear el lenguaje literario para llamar la atención del
receptor. El periodista tiene la posibilidad de ampliar los datos y los detalles
por tener más tiempo para su confección, a fin de que el texto ofrezca un
repertorio de interpretación más fecundo y completo. En la televisión suelen
durar más tiempo que la noticia y en su producción se pueden usar diversas
formas de presentación y distintos elementos técnicos. La elección del tema
del reportaje es libre, pero el periodista queda comprometido a profundizarlo.
Definición operativa: se codifica como reportaje la obra audiovisual que dure
más de 1 minutos y 30 seguidos, incluya más de tres testimonios y emplee
diversos recursos técnicos, literarios y estéticos para profundizar en la
información.
 Crónica (cro): Definición constitutiva: relato secuencial y, frecuentemente
cronológico, de un hecho que suscita el interés del público. Es una
información interpretativa, valorativa de hechos noticiosos, actuales o
actualizados, donde se narra algo al tiempo que se juzga lo narrado. La crónica
periodística se diferencia de la crónica histórica en que ésta valora los hechos
en cambio aquélla cuenta de manera cronológica y fidedigna los hechos tal y
como son vistos o experimentados por el cronista. La crónica periodística no
narra un hecho novedoso o de actualidad; simplemente puede traer uno del
pasado y recrearlo en el presente con nuevos datos, nuevas fuentes y nuevas
interpretaciones. En la televisión, la crónica abarca un tiempo mayor que el de
la noticia y suele utilizar diferentes recursos técnicos. Definición operativa: se
codifica como crónica la obra audiovisual que sea más extensa que la noticia,
es decir, que sobrepase 1 minuto y 30 segundos. Además, que en su
producción se evidencie un relato cronológico de los hechos reciente o pasado,
la presencia de diversos testimonios (más de tres testimonios) y la opinión o
interpretación del periodista sobre el acontecimiento.
 Informe especial (inf): Definición constitutiva: artículo periodístico en que el
reportero se esmera por hallar el por qué de un hecho, basándose en la
consulta de diversas fuentes y en la interpretación de cifras, estadísticas y otras
pruebas que refuercen sus afirmaciones. El informe especial mantiene la
rigurosidad de una noticia, respondiendo interrogantes básicos, pero
fundamentalmente profundizando en el por qué. Aunque su redacción es libre,
lo que interesa en este género es ofrecer pruebas, datos y declaraciones
contrastadas de múltiples fuentes para esclarecer un hecho, que en la mayoría
334

de los casos es de actualidad. En la televisión suelen presentarse informes


especiales sobre situaciones novedosas, desde luego con mayor duración e
investigación que una noticia, empleando recursos técnicos y gráficos.
Definición operativa: se codifica como informe especial la obra audiovisual
que como el reportaje y la crónica dura más de 1 minuto y 30 segundos, pero
que a diferencia de las dos anteriores, ofrece mucha más diversidad de fuentes,
un lenguaje más técnico y directo y estadísticas y cifras, para corroborar las
informaciones.
 Entrevista (ent): Definición constitutiva: conversación que se establece con el
fin de extraer una información. La entrevista es una actividad fundamental
para extraer información y se aplica en diferentes contextos: desde la
sociología, la medicina, la psicología hasta el periodismo. En el periodismo, la
entrevista es un ritual que se establece entre dos personas: el entrevistado y el
reportero, con la mediación de preguntas inteligentes, debidamente
preparadas. En esa relación, se deben tener en cuenta pautas tanto para no
intimidar al que suministra la información como para que el periodista consiga
obtener los testimonios reales, que le permitan acercarse a la verdad. En la
televisión, se entenderá la entrevista como un todo, esto es, los datos extraídos
se obtienen con la totalidad de la entrevista. No se tendrán en cuenta como
entrevista, los extractos de la misma que se emplean para la configuración de
otros géneros. También se tendrá en cuenta que si la información posee los
rasgos de noticia (novedad, interés general) pero es desarrollada sólo con una
entrevista, se codificará como esta última, es decir, como entrevista.
Definición operativa: se codifica como entrevista la obra audiovisual en la que
predomina el diálogo o intercambio de preguntas y respuestas entre el
periodista y una o varias personas, con el fin de extraer información relevante.
No se codifica como entrevista los segmentos que combinen voz en off, a
menos que sea una breve presentación del o de los entrevistados.

Macrogénero de opinión
 Editorial (edi): Definición constitutiva: posición que asume un medio
periodístico acerca de un hecho de actualidad y de vivo interés para el público.
Consiste en la exposición oficial del medio periodístico sobre un tema de
actualidad, que suscita el interés del público. Suele estar escrito de manera
clara, con el fin de que los argumentos a favor o en contra de un hecho sean
contundentes y lleguen a crear opinión. En la televisión, el editorial no ha sido
desterrado como género separado de las noticias, sino que se ha incorporado
soterradamente en informaciones supuestamente exentas de opinión, actuación
que desprestigia al periodista y al medio de comunicación. Definición
operativa: se codifica como editorial la obra audiovisual en la que de forma
335

abierta se está expresando una opinión del medio, a favor o en contra de una
campaña social, ciudadana, o la posición editorial frente a un tema político,
económico, etc.
 Encuesta (enc): Definición constitutiva: conjunto de preguntas tipificadas
dirigidas a una muestra representativa, para averiguar estados de opinión o
diversas cuestiones de un hecho. La encuesta se define como un conjunto de
preguntas previamente preparadas para obtener una información específica de
las personas o encuestados. En televisión, la encuesta puede hacerse de
manera más científica cuando se procede con un cuestionario muy bien
elaborado, para ser aplicado a una muestra representativa; pero también se
convierte en sondeo cuando la intención de las preguntas es simplemente
mostrar una tendencia y no un resultado objetivo que obedezca a los cánones
de la metodología de la investigación científica. Definición operativa: se
codifica como encuesta la obra audiovisual en la que se consultan en forma
seguida, sin interrupciones, las opiniones de las personas sobre un tema
propuesto. Son testimonios breves, cada de los cuales no dura más de 30
segundos.
 Crítica (cri): Definición constitutiva: examen y juicio acerca de alguien o algo
y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro,
una obra artística, etc. La crítica hace parte de los géneros de opinión, pues
consiste en divulgar argumentos a favor o en contra de la producción artística,
especialmente. Definición operativa: en televisión, se hacen críticas a libros,
pinturas, festivales de teatro, películas, a los que se les otorga –en la mayoría
de las veces- una calificación de uno a cinco, de uno a diez u otro tipo de
valoración como estrellas (una, dos, tres, cuatro o cinco).
 Comentario (com): Definición constitutiva: juicio, parecer, mención o
consideración que se hace, oralmente o por escrito, acerca de alguien o algo.
Tiene similitudes con el editorial, pero se diferencia de este último en que el
comentario no suele ser la formulación de conceptos exclusivamente del
medio de comunicación sobre un tema de viva actualidad, sino los argumentos
a favor o en contra de cualquier tema sea o no de actualidad, expresados por
un analista o un versado en la materia. En televisión, el comentario puede estar
separado de la información y la interpretación periodística o, como sucede con
el editorial, puede estar camuflado en los géneros de información. Definición
operativa: se codifica como comentario la obra audiovisual en la que de forma
abierta o subrepticia se expresa fundamentalmente la opinión del periodista o
de un comentarista invitado. El comentario se diferencia de la crónica en qué
ésta lleva un alto componente informativo y la utilización de más recursos
técnicos y narrativos.
336

Macrogénero de la educación
 Género telelección (tle): Definición constitutiva: es un género cuyo objetivo
es educar al telespectador empleando un método y estructura didácticos para la
enseñanza/aprendizaje de cualquier área del conocimiento. Definición
operativa: se codifica como género telelección la obra audiovisual en la que
se presenta un contenido o información utilizando un enfoque didáctico y
variados recursos audiovisuales.
 Género lección televisada (lte): Definición constitutiva: consiste en la
emisión y grabación de una sesión o clase de cualquier área del conocimiento,
que ha sido desarrollada en un aula para estudiantes presenciales y que se
transmite para otros situados a distancia. Definición operativa: se codifica
como género lección televisada la transmisión de una clase o sesión
pedagógica tal y como se desarrolla en un aula, sin emplear otros recursos
expresivos de la televisión, así como la emisión de congresos, foros, mesas
redondas, paneles, etc.

5.3.7.3 Sistemas de categorías de los valores y contravalores


periodísticos
A continuación se presenta el sistema de categorías con sus respectivas
definiciones constitutivas y operativas de los valores y contravalores periodísticos
hallados en los segmentos de los programas informativos de la televisión
comunitaria colombiana.
Los valores y contravalores periodísticos se deducen de los cánones
tradicionales del periodismo. Vale anotar, por una parte, que uno de los valores
elegidos es el de la ética, que aunque engloba la mayoría de los valores, se emplea
como antónimo del contravalor sensacionalismo. Por otra, se utilizan los valores
de la bidireccionalidad y la multidireccionalidad, así como su contrario, el
contravalor de la unidireccionalidad, toda vez que la televisión comunitaria,
según su filosofía y legislación vigente, debe producirse con un alto grado de
participación de la comunidad en todo el proceso de producción. Veamos el
sistema de categorías de los valores y contravalores periodísticos.
337

Tabla 14. Análisis del enfoque periodístico (cómo 2)

Análisis enfoque periodístico (cómo 2)

Valores periodísticos* Contravalores periodísticos

Imparcialidad (imp) Parcialidad (pad)

Análisis (ana) Generalidad (gen)

Contextualización (cot) Superficialidad (sup)

ética (eti) Sensacionalismo (sen)

Responsabilidad (res) Irresponsabilidad (irr)

Servicio público (spu) Servicio privado (spr)

Bidireccionalidad y/o multi direccionalidad (bym) Unidireccionalidad (uni)

Otro (otr) Otro (otr)


Fuente: elaboración propia.

Nota: (*) Cuando no exista un valor o contravalor periodístico, se colocará “ningún


valor/contravalor” y se tabulará normalmente en las tablas dinámicas como si fueran espacios en
blanco.
Definiciones de los valores y contravalores periodísticos
Valores
 Imparcialidad (imp): Definición constitutiva: falta de designio anticipado o
de prevención en favor o en contra de alguien o algo, que permite juzgar o
proceder con rectitud. Actuación del periodista y del medio de comunicación
consistente en juzgar un hecho con equilibrio y ecuanimidad. Implica no
tergiversar los datos para defender una posición, argumento o personaje que es
de los afectos del medio de comunicación o del periodista. La tendencia debe
ser aproximarse a la neutralidad siendo honesto con el público y con los
principios personales, con lo cual se está obrando con rectitud. Definición
operativa: se codifica como imparcialidad la obra audiovisual en la que el
periodista presenta las diversas versiones de un hecho, sin que se note su
inclinación a favor o en contra por una de ellas. La sensación que queda al
observar el segmento es que hay equilibrio informativo, es decir, que no faltan
testimonios de personajes u opiniones o cifras para contrastar la información.
 Análisis (ana): Definción constitutiva: distinción y separación de las partes de
un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos. Significa
descomponer una información para brindársela al público, de manera que éste
tenga una visión completa y clara de lo que se informa. Supone esfuerzo
338

intelectual y dedicación exhaustiva, para buscar todos los componentes y


cabos sueltos de un hecho que ha suscitado el interés de la audiencia.
Definición operativa: se codifica como análisis la obra audiovisual en la que
el periodista descompone todos los elementos de la información empleando
argumentos basados en testimonios, cifras, estadísticas y documentos, para
explicar un hecho informativo.
 Contextualización (cot): Definción constitutiva: entorno físico o de situación,
ya sea político, histórico, cultural o de cualquier otra índole, en el cual se
considera un hecho. La contextualización en el ámbito periodístico es
antónimo de la apariencia y del simple registro de unos datos que se redactan
con prisa y con el fin de llamar la atención, de explotar la curiosidad, en vez
de informar. Definición operativa: se codifica como contextualización la labor
del periodista y del medio de comunicación consistente en ofrecer las causas y
consecuencias de un acontecimiento informativo, esto es, hallar los orígenes e
implicaciones de la información en lo social, económico y político.
 Ética (eti): Definción constitutiva: conjunto de principios y pautas que rigen
el comportamiento humano. Conjunto de normas y principios para el cabal
ejercicio del periodismo. La ética también se refiere a informar procurando la
objetividad. Definición operativa: Se codifica como ética la obra audiovisual
en que se informa sin sensacionalismo, sin causar estupor o resaltar el
escándalo o las emociones para conquistar audiencias.
 Responsabilidad (res): Definción constitutiva: capacidad existente en todo
sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un
hecho realizado libremente. En términos periodísticos significa que desde que
se reúne la información, se selecciona y emite, tanto el medio de
comunicación como sus reporteros son conscientes del valor de ese proceso y
de las repercusiones que puede tener. En caso de que las repercusiones o
efectos no se hayan medido o sean contrarios a los previstos, los dos deben ser
capaces de reconocer, aceptar y remediar en lo posible el posible daño causado
a la sociedad. Esa cualidad es la que se denomina responsabilidad social.
Definición operativa: se codifica como responsabilidad la obra audiovisual en
los que el medio de comunicación o el periodista anuncian que a pesar del
interés que suscita la información por el impacto de sus imágenes, prefieren no
emitirlas o editarlas para no incurrir en faltas a la moral, las buenas
costumbres o la intimidad de las personas. También se refiere a la capacidad
del medio de retractarse públicamente cuando ha publicado una informacción
errada.
339

 Servicio público (spu): Definción constitutiva: deber que tienen las


instituciones, principalmente del Estado, de contribuir al desarrollo social de
los hombres, sin ningún tipo de distinción. El concepto se entiende de dos
formas: por un lado, el de interés publico que consiste en seleccionar aquella
información relevante para el público, que no viola sus derechos
fundamentales. Y, por otro, el de servicio público que se centra en un sistema
de valores sociales, educativos y culturales y demás valores constitucionales:
solidaridad, defensa de los derechos humanos y libertades públicas para
fomentarlos a través de los medios de comunicación. Definición operativa: se
codifica como servicio público la obra audiovisual en la que el interés del
periodista estriba simplemente en informar sobre un hecho sin ofrecer
interpretaciones o en dar a conocer datos útiles a la audiencia para resolver
problemas cotidianos como transitar por carreteras alternas cuando hay
problemas de circulación por una vía principal, por ejemplo.
 Bidireccionalidad y multidireccionalidad (bym): que se desplaza en dos o
más sentidos. Cuando la información se desplaza entre emisor y receptor o
entre emisor y receptores, de manera que en algún momento los papeles se
intercambian para que se origine una verdadera comunicación con la
participación de los involucrados en el proceso. Definición operativa: se
codifica como bidireccionalidad y multidireccionalidad la obra audiovisual en
la que la audiencia interviene activamente en la producción de la obra
audiovisual, mediante labores de presentación, edición, redacción, grabación
de imágenes, etc.

Contravalores
 Parcialidad (pad): Definción constitutiva: designio anticipado o prevención
en favor o en contra de alguien o algo, que da como resultado la falta de
neutralidad o insegura rectitud en el modo de juzgar o de proceder. Consiste
en acomodar la información para tomar partido y así inclinarse directa o
soterradamente a favor o en contra de una ideología o de la opinión de una
persona. Definición operativa: se codifica como parcialidad la obra
audiovisual en la que sea demasiado notoria la inclinación del periodista o del
medio de comunicación hacia la ideología, argumentos, opiniones de una
persona o un grupo. La parcialidad se hace evidente cuando sólo aparece una
versión de los hechos o cuando se destina más tiempo a recoger la opinión de
una persona o grupo en detrimento de otros individuos y colectivos.
 Generalidad (gen): Definción constitutiva: vaguedad o falta de precisión en
lo que se dice o escribe. En términos periodísticos significa informar con un
carácter vago e impreciso, sin descomponer en partes el mensaje y, por tanto,
340

sin ofrecer un marco de referencia amplio para el conocimiento y comprensión


del hecho. Definición operativa: se codifica como generalidad la obra
audiovisual en la que la información sea incompleta o falten interrogantes por
contestar (qué pasó, dónde pasó, etc.) y, por tanto, resulta ser muy general
para que el televidente tenga un marco de análisis amplio.
 Superficialidad (sup): Definción constitutiva: aparente, sin solidez ni
sustancia. Frívolo, sin fundamento. ofrecer solo la apariencia de una
información; es lo frívolo, lo que aparece sin fundamento, sin sustancia.
Consiste en no profundizar en las causas y consecuencias de un fenómeno.
Definición operativa: se codifica como superficialidad la obra audiovisual en
la que predomina el aspecto superficial y frívolo de la información y no se
destaca su valor profundo en lo social, cultural, económico, político. Por
ejemplo, destacar los elementos anecdóticos de los conflictos raciales y de otra
índole sin penetrar en sus causas e implicaciones culturales.
 Sensacionalismo (sen): Definción constitutiva: tendencia a producir
sensación, emoción o impresión, con noticias, sucesos, etc. Consiste en
centrarse sólo en los elementos espectaculares de una información para
despertar la curiosidad, el estupor y el morbo de la audiencia, desechando
otros datos que pueden ofrecer mayor grado de objetividad e interpretación del
hecho. El sensacionalismo busca aumentar la audiencia, en detrimento de la
reflexión de lo que se informa. Definición operativa: se codifica como
sensacionalismo la obra audiovisual en la que se transmiten textos e imágenes
que pretenden despertar emociones, estupor, morbo y rechazo en la audiencia.
Las imágenes de personas muertas, accidentes, ejecuciones; los primeros
planos en los que se observa el sufrimiento, el llanto, en los que prima la
espectacularidad y no la información, se codifican como sensacionalistas.
 Irresponsabilidad (irr): Definción constitutiva: cuando se adoptan decisiones
sin la debida meditación y sin calcular sus consecuencias. Cuando ni el medio
de comunicación ni el periodista aceptan, reconocen o tratan de remediar las
consecuencias funestas de un suceso, provocado por la divulgación errónea de
una información. Definición operativa: se codifica como irresponsabilidad la
obra audiovisual en la que el periodista o el medio de comunicación
conscientes de lo inoportuna que puede ser una información, persisten en
transmitirla. Por ejemplo, emitir informaciones sobre hechos basándose en
especulaciones, sospechas.
 Servicio privado (spr): Definción constitutiva: contribución que busca el
beneficio de una persona, un sector o grupo de la sociedad. Se entiende como
la selección y emisión de informaciones que no son de interés público, como
341

la transmisión de informaciones que pretenden congraciarse o defender directa


o soterradamente los intereses propios o de un grupo económico, social, etc.
Definición operativa: se codifica como servicio privado la obra audiovisual en
la que el periodista o el medio de comunicación es claramente utilizado por
políticos, empresarios para aumentar el protagonismo de estas personas,
mediante la transmisión de eventos privados (condecoraciones, alagos,
adhesiones políticas), sin interés comunitario real.
 Unidireccionalidad (uni): Definción constitutiva: que se desplaza en un
sentido. Consiste en informar en una sola dirección (frecuentemente de
manera vertical) bajo los criterios del periodista o medio de comunicación sin
dar lugar a que el público o la audiencia participen en igualdad de condiciones
en la producción del programa informativo. Definición operativa: se codifica
como unidireccionalidad la obra audiovisual en la que la audiencia
comunitaria no participa en el proceso de producción del segmento, ni siquiera
aportando testimonios o declaraciones.
 Otro (otr): Definición operativa: otros géneros empleados en la televisión que
no encajen en las categorías antes definidas.

5.3.7.4 Sistema de categorías de los valores y contravalores de


desarrollo humano
A continuación se presenta el sistema de categorías con sus respectivas
definiciones constitutivas y operativas de los valores y contravalores de desarrollo
humano hallados en los segmentos de la televisión comunitaria colombiana.
Los valores con sus respectivos contravalores han sido extraídos de la
literatura relacionada con la comunicación para el desarrollo y el desarrollo
humano. En ese contexto, han sido importantes las aportaciones de Vivanco
(2000), Malta (1999), PNUD, Informe de Desarrollo Humano (2004ª, 2004b,
2002, 2005 y 2006), Servaes (2000), Alfaro (2002), Beltrán (1993), Barbero et al.
(2000), Ortega (2001), Evans (2006), Kyong-Dong (1994), Rist (2002), Chaparro
(2002), Sen (2000), Gumucio (2007) y Black (2003).
Un valor se define como una guía de acción que permite el desarrollo
individual y el de una sociedad para la conquista de metas loables. En esta
investigación se eligen valores universales que pueden propiciar el desarrollo
humano, siempre que sean aceptados y apropiados por las comunidades. Los
valores, como se ha mencionado anteriormente, se deducen de la literatura
concerniente al desarrollo humano y a la comunicación para el desarrollo, y su
selección también se realiza teniendo en cuenta la realidad informativa de la
televisión comunitaria de Colombia y las condiciones políticas, económicas y
342

culturales del país. Los contravalores fungen, desde luego, como guías
equivocadas que, en este caso, pueden obstaculizar la consecución del progreso de
una sociedad.
Con base en las definiciones operativas de los valores y contravalores, se
codifican los segmentos, géneros u obras audiovisuales de los programas
informativos. En algunas circunstancias, el manejo de la noticia, el reportaje, la
entrevista puede no evidenciar un valor o contravalor de desarrollo humano, por
lo que se opta por colocar la abreviatura ‘nvdh’ ningún valor de desarrollo
humano o ‘ncvdh’ ningún contravalor de desarrollo humano. En otras ocasiones,
por el contrario, la obra audiovisual producida por los periodistas o por el
conjunto de las personas que laboran en el programa informativo puede evidenciar
una tendencia a producir valores como la solidaridad, la conservación, etc., o
contravalores como la exclusión, el egoísmo, la guerra, etc. Por tanto, en aras de
precisar la codificación de los segmentos se ha elaborado el presente sistema de
categorías, con las respectivas definiciones constitutivas y operativas de los
valores y contravalores de desarrollo humano.

Tabla 15. Análisis del enfoque para el desarrollo humano (cómo 3)

Análisis enfoque para el desarrollo humano (cómo 3)

Valores de desarrollo humano* Contravalores de desarrollo humano

Solidaridad (sol) Insolidaridad (ins)

Justicia (jus) Injusticia (inj)

Participación (par) Exclusión (exc)

Libertad (lib) Represión (rep)

Conservación (con) Destrucción (des)

Cooperación (coo) Egoísmo (ego)

Convivencia (cov) Guerra (gue)

Otro (otr) Otro (otr)


Fuente: elaboración propia.

* Nota: Cuando no exista un valor o contravalor de desarrollo humano, se colocará “ningún


valor/contravalor” y se tabulará normalmente en las tablas dinámicas como si fueran espacios en
blanco.
343

Definiciones operativas y constitutivas de los valores y contravalores de


desarrollo humano
Valores
 Solidaridad (sol): Definición constitutiva: adhesión circunstancial a la causa
o a la empresa de otros. Alcanzar el desarrollo humano es posible con la unión
y contribución de personas y grupos para el logro de metas concertadas de
calidad de vida que beneficien a todos. Supone adhesión a una causa, el
fomento de sinergias para el encauzamiento de acciones que permitan cumplir
indicadores de desarrollo humano, establecidos de acuerdo con las prioridades
de cada región. Definición operativa: se codifica como solidaridad la obra
audiovisual en la que se destaca el apoyo de una persona o de una comunidad
hacia una campaña de diferente índole. Por ejemplo, las personas que recogen
firmas para buscar la revocatoria del mandato de un gobernante.
 Justicia (jus): Definición constitutiva: constante y perpetua voluntad de dar a
cada uno lo que le corresponde. Se transita hacia el desarrollo en la medida en
que cada persona o grupo es igual ante la ley, bien sea para reconocer y
defender sus derechos o bien para ser juzgado. Definición operativa: se
codifica como justicia la obra audiovisual en la que se resaltan las acciones
que procuran el bienestar e igualdad de derechos y oportunidades de las
personas, especialmente de las más necesitadas. Por ejemplo, en los segmentos
donde se absuelve a una persona acusada injustamente o se le entrega a una
comunidad un terreno que por derecho le pertenecía.
 Participación (par): Definición constitutiva: tener la libertad para tomar parte
en algo, bien sea a través de opiniones, decisiones y actos. Para el
establecimiento de metas de desarrollo humano y, en general, para influir en
las decisiones que afectan la vida personal, familiar y de la comunidad, se
requiere que cada persona sin distingo de rasgos fenotípicos externos, credo,
religión o situación económica tenga voz y voto. Supone participar,
respetando la diferencia, pero también teniendo espacio para la sustentación de
argumentos en pro o en contra de un tema de interés. Definición operativa: se
codifica como participación la obra audiovisual en la que aparece la
contraparte o la otra versión de un hecho informativo, así como los
testimonios, opiniones de todo tipo de personas y de minorías étnicas, etc. Por
ejemplo, las declaraciones de los miembros de un grupo indígena sobre un
proyecto de adjudicación de tierras.
 Libertad (lib): Definición constitutiva: facultad natural que tiene el hombre
de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de
sus actos. Se define como el estado personal o las condiciones generadas
344

interna (individuo, comunidad) y externamente (Estado, gobiernos) para que el


hombre o la comunidad a través de su propia gestión alcance metas de
desarrollo humano referidas, por ejemplo, a la salud, la educación y acceso a
nuevas tecnologías. Se expresa con resultados positivos en torno a indicadores
de desarrollo humano, como los señalados anteriormente. Definición
operativa: se codifica como libertad la obra audiovisual en la que se destaca la
creación de condiciones para la gestión, proyectos y obras de personas o
comunidades. Por ejemplo, una ley que autoriza a cooperativas o asociaciones
comunitarias el manejo de la salud pública.
 Conservación (con): Definición constitutiva: mantener algo en un estado
ideal, con lo cual se garantiza su duración por más tiempo. Concepto que
tributa para el desarrollo humano sostenible y para la relación del hombre con
otros seres y con su entorno. Para su codificación, se van a tener dos
acepciones: el de conservar como tal, es decir, mantener un recurso o valor
espiritual (honestidad, lealtad) de cualquier tipo que está en vías de extinción o
de deteriorarse, y el de preservar, tomado como la posibilidad de aprovechar
ese recurso o valor espiritual sin acabarlo, de modo que pueda ser
usufructuado por las futuras generaciones. Definición operativa: se codifica
como conservación la obra audiovisual que se refiera a temas de conservación
y preservación ambiental y a la promoción y reforzamiento de valores
individuales y sociales como la honestidad, la responsabilidad, etc. Por
ejemplo, un ciudadano que dedica su tiempo libre a sembrar árboles.
 Cooperación (coo): Definición constitutiva: obrar con otros para alcanzar una
meta o librar una causa común. Concepto que encaja en los parámetros del
desarrollo humano, por cuanto implica que dos o más personas de manera
organizada suman fuerzas, gestiones y obras para la consecución de objetivos
comunes, que intentan redundar en el mejoramiento de las condiciones de vida
de todos. Definición operativa: se codifica como cooperación cuando se
resalta la ayuda mutua, el trabajo conjunto para cumplir objetivos que
benefician a un colectivo. Por ejemplo, el trabajo comunitario para construir
una escuela en el vecindario.
 Convivencia (cov): Definición constitutiva: vivir en compañía de otro u otros.
Es un concepto del desarrollo humano que consiste en la capacidad que tienen
las personas de vivir con otro u otros en un ambiente de tolerancia, diálogo y
respeto a pesar de los conflictos que emergen de las distintas personalidades y
formas de concebir el mundo. Definición operativa: se codifica como
convivencia la obra audiovisual en la que se destacan informaciones sobre
reconciliación entre enemigos, proyectos encaminados a lograr la convivencia
intrafamiliar y procesos de paz entre y dentro de países o regiones.
345

Contravalores
 Insolidaridad (ins): Definición constitutiva: que no se adhiere o respalda la
empresa o causa de otras personas. Intentar basar el desarrollo humano de
manera egoísta, sin tener en cuenta el mejoramiento de los otros sino el
propio. Concentrar las energías de manera individual y sin el apoyo y
compromiso de un equipo, para la consecución de metas de desarrollo
humano. Definición operativa: se codifica como insolidaridad la obra
audiovisual en la que el enfoque periodístico enfatiza en la indiferencia o se
cuestiona el apoyo mutuo para adherirse a causas comunes, como campañas
contra la guerra o la represión.
 Injusticia (inj): Definición constitutiva: acción contraria a los criterios de
justicia. Cuando se aprovecha una posición económica, política, social o
cultural para inclinar la balanza de la justicia a favor de una persona o grupo, y
en detrimento del bienestar de los otros. Definición operativa: se codifica
como injusticia la obra audiovisual en la que el enfoque periodístico se centra
en proteger los derechos de particulares por encima de los de la mayoría. Por
ejemplo, la privatización de servicios sociales para que sean manejados por un
grupo empresarial con fines lucrativos y no con fines sociales.
 Exclusión (exc): Definición constitutiva: quitar a alguien o algo del lugar que
ocupaba o negar la posibilidad de alcanzar un objetivo. Sacar u obstaculizar la
participación de otro o de otros en el logro de indicadores de desarrollo
humano, que serían fundamentales para acceder al bienestar de quienes hacen
parte de una comunidad. Definición operativa: se codifica como exclusión la
obra audiovisual en la que no se permite la participación de personas o grupos
para expresar sus opiniones, argumentos y proyectos. Por ejemplo, cuando
deliberadamente no se tienen en cuenta las declaraciones de un grupo indígena
frente a una determinación gubernamental relativa a una reforma agraria.
 Represión (rep): Definición constitutiva: acto, o conjunto de actos,
ordinariamente desde el poder, para contener, detener o castigar con violencia
actuaciones políticas o sociales. Impedir utilizando la coacción física o
psicológica o cerrar los caminos para que las personas o comunidades no
puedan, a través de su propia gestión, la consecución de metas de desarrollo
humano que mejoren la calidad de vida. Definición operativa: se codifica
como represión la obra audiovisual en la que el periodista o medio de
comunicación justifica el empleo de la violencia o la coacción fisica de
personas o grupos, sin tener en cuenta los argumentos de la contraparte
reprimida. Por ejemplo, justificar la coacción de movimientos campesinos con
346

el argumento de que las Fuerzas Militares aseguran que en la manifestación


hay infiltrados integrantes de grupos subversivos.
 Destrucción (des): Definición constitutiva: ruina, asolamiento, pérdida grande
y casi irreparable. Dejar acabar los recursos o los valores espirituales y no
garantizar el aprovechamiento racional de éstos por las futuras generaciones.
Definición operativa: se codifica como destrucción la obra audiovisual que sin
reflexión informa sobre la destrucción del medio ambiente o consciente o
inconscientemente promueve un contravalor social diferente de los que
aparecen en este sistema de categorías. Por ejemplo, anunciar el éxito de la
fumigación de bosques con herbicidas para destruir las plantaciones de coca.
 Egoísmo (ego): Definición constitutiva: inmoderado y excesivo amor a sí
mismo, que hace atender desmedidamente el propio interés, sin cuidarse del de
los demás. Se considera el desbordado amor por sí mismo, por sus proyectos,
expectativas y riquezas materiales, incluso a costa del sufrimiento de los
demás. Consiste en la imposición de sus propios criterios para el
mejoramiento individual o de un grupo al que se pertenece, sin tener en cuenta
las necesidades y derechos de otras personas y grupos. Definición operativa:
se codifica como egoísmo la obra audiovisual en la que el periodista o el
medio de comunicación informa sin reflexión sobre una acción que beneficia a
un grupo, en detrimento de las condiciones de vida de otro colectivo o de la
mayoría. Por ejemplo, cuando se alaga el oportunismo de un grupo
empresarial al adquirir un bien público, como una empresa social del Estado,
sin analizar las consecuencias sociales de la privatización.
 Guerra (gue): Definición constitutiva: lucha, pugna o combate en armas o de
carácter moral entre dos o más bandos. No es sólo el enfrentamiento en armas
o el conflicto moral, sino también la persistencia en crear un ambiente
conflictivo por el simple hecho de llamar la atención, estimular el estupor, el
escándalo, sin considerar la resolución de los problemas por la vía del diálogo
o del consenso. Definición operativa: se codifica como guerra la obra
audiovisual en la que se transmiten hechos violentos por sí mismos, sin
reflexionar sobre ellos, sino buscando despertar emociones en la audiencia.
Por ejemplo, mostrar bombardeos, ataques, homicidios, sin respetar el
sufrimiento de las víctimas y sin explicar por qué ocurren.
 Otro (otr): Definición operativa: otros valores y contravalores de desarrollo
humano que no encajan en las categorías antes definidas.
347

5.3.8 Sistema de categorías de los protagonistas y su


tratamiento en los programas informativos (quiénes y
cómo)
En este epígrafe se definen constitutiva y operativamente las categorías que
se emplean en la codificación de los protagonistas y el tratamiento que se les da a
éstos en los programas informativos (personas, instituciones, académicos,
comunitarios, iguales, fracasados, etc.), desde los preceptos del desarrollo
humano. Como se ha señalado antes, para la preparación de este sistema de
categorías también se han realizado previamente un estudio piloto y una prueba de
fiabilidad intercodificadora con el objeto de afinar las definiciones operativas y
lograr una coherencia en la codificación. Para la preparación de las definiciones
constitutivas y operativas se han utilizado diversas fuentes bibliográficas que han
permitido resumirlas en breves conceptualizaciones: PNUD, Informe de
Desarrollo Humano Colombia (2003), Vivanco (2000), Malta (1999), PNUD,
Informe de Desarrollo Humano (2004b, 2005, 2006, 2004ª y 2002), Ortega
(2001), Evans (2006), Rist (2002), Chaparro (2002), Kyong-Dong (1994),
Gumucio (2007), Sen (2000) y Black (2003).

5.3.8.1 Sistema de categorías para los protagonistas de los


programas informativos
En este sistema se detallan los distintos protagonistas que existen en los
segmentos de los programas informativos de la televisión comunitaria
colombiana105. El protagonista se define como una persona que interviene
aportando una opinión o un testimonio sobre un hecho determinado. En algunas
oportunidades, la declaración se hace en nombre de una institución, por lo cual la
codificación se realiza tomando al organismo como protagonista. Para establecer
la diferencia entre persona e institución, es clave la presentación o introducción
que hace el periodista o el presentador/a del protagonista en el programa
informativo. También se incluyen a las personas fallecidas o accidentadas en caso
de que su protagonismo informativo sea evidente. Así las cosas, la relación del
sistema es el siguiente.

105
Ibídem, págs. 304, 308 y 310.
348

Tabla 16. Protagonistas de los segmentos de los programas informativos


(quién 1, quién 2, quién 3, quién 4 y quién 5)

Quién 1* Quién 2 Quién 3 Quién 4 Quién 5

Persona (per) Político (pol) Hombre Niño (niñ) Negro (neg)

Comunitario (com) (hom) Adolescente Blanco (bla)

Empresario (emp) Mujer (muj) (ado) Mestizo

Deportista (dep) Joven (jov) (mes)

Artista (art) Adulto (adu) Indígena

Anciano (anc) (ind)


Agresor (agr)

Académico (aca)

Institución Gobierno (gob) Pública (pub)


(ins) Organismo social (oso) Privada (pri)

Organismo empresarial Mixta (mix)


(oem)

Fuente: elaboración propia.

* Nota: Las categorías de Quién 1, Quién 2, Quién 3, Quién 4 y Quién 5 que no encajen en las
previstas en la tabla, se codificarán como ‘otro’ y se especificará el tipo de ‘otro’.

5.3.8.2 Definiciones constitutivas y operativas de los protagonistas


de los segmentos
A continuación aparece cada una de las categorías referentes a los
protagonistas de los programas informativos con sus definiciones constitutivas y
operativas. Algunas veces obviamos las definiciones constitutivas debido a su
bajo grado de abstracción.

Quién 1
 Persona (per): Definición operativa: se codifica al protagonista que es una
persona natural y no lo hace en representación de una institución. También se
codifican como protagonistas las personas muertas o accidentadas.
 Institución (ins): Definición constitutiva: organismo creado por los hombres
con el ánimo de cumplir unas funciones sociales, económicas, políticas,
culturales, educativas, etc. Se le otorga protagonismo a un organismo social,
político, económico, cultural cuando son sus empleados o funcionarios los que
349

hablan por ella. Lo que predomina en este caso es el nombre del organismo y
lo que él representa en la sociedad. Definición operativa: se codifica como
institución cuando el protagonista es una institución, bien sea porque aparezca
un símbolo que la identifique o una persona que hable en su nombre.

Quién 2
 Político (pol): Definición operativa: se codifica como político el personaje
que trabaja como funcionario en la dirección de un organismo estatal, servidor
público en concejos, asambleas y parlamentos, representante elegido por voto
popular y las personas que en época de elecciones presentan su candidatura a
un cargo de elección popular, dentro de la estructura burocrática del Estado.
 Comunitario (com): Definición constitutiva: conjunto de personas vinculadas
bajo características e intereses comunes y, por tanto, forman una comunidad,
como la comunidad del barrio, de la iglesia, etc. También se considera al
sujeto que representa los intereses de esa comunidad o defiende los derechos
de la misma. En esta categoría también se codifica como comunitario al
trabajador, a la ama de casa, entre otros. Definición operativa: se codifica
como comunitario a las personas que trabajan en diferentes oficios, las amas
de casa, los desempleados y las que realizan acciones de diferente índole en
asociaciones, barrios, organizaciones cívicas, etc.
 Empresario (emp): Definición operativa: se codifica como empresario al
director de una empresa con o sin ánimo de lucro, que ostenta el cargo de
gerente, propietario, presidente, director, jefe, etc. Los gerentes o directores de
organizaciones sociales también se codifican como empresarios.
 Deportista (dep): Definición operativa: se codifica como deportista el que
compite, disfruta, entrena y dirige deportes reglados (fútbol, ciclismo, etc.),
autóctonos (bolo criollo, tejo, etc.) y alternativos (caminatas, ciclovías, etc.), y
el que disfruta de actividades físicas para el aprovechamiento del tiempo libre
y la conservación de la salud. Por ejemplo, el monitor de aeróbicos se
considera deportista.
 Artista (art): Definición operativa: se codifica como artista a los literatos,
teatreros, cómicos, artesanos, caricaturistas, escultores, músicos, bailarines,
pintores, curadores, gestores artísticos.
 Agresor (agr): Definición operativa: se codifica como agresor al que se ataca
(sucidio), o ataca con palabras, acciones fraudulentas, gestos o armas. Por
tanto, en esta categoría se incluyen a los suicidas, combatientes, delincuentes
comunes y políticos corruptos, y los que agraden en el entorno familiar.
350

 Académico (aca): Definición operativa: se codifica como académico a la


persona que está ligada con la ciencia, la tecnología o la educación bien como
investigador, docente, estudiante, técnico, tecnólogo, profesional o
especialista.
 Gobierno (gob): Definición operativa: se codifica como gobierno a la
institución que detenta el poder y administra los bienes públicos por decisión
popular o por delegación de un gobierno anterior. Por ejemplo, concejos,
alcaldías.
 Organismo social (oso): Definición operativa: entidad que atiende las
necesidades de la gente, con fines solidarios. Los centros de beneficencia, por
ejemplo.
 Organismo empresarial (oem): Definición operativa: se codifica como
organismo empresarial las organizaciones que tienen una estructura
administrativa y persiguen fines sociales o lucrativos. Por ejemplo, los
comercios, los transportes, las industrias, los centros de rehabilitación social.

Quién 3
 Hombre (hom): Definición operativa: perteneciente al género masculino. El
homosexualismo no se incluye porque no pertenece a la categoría de género
sino a la de orientación sexual.
 Mujer (muj): Definición operativa: perteneciente al género femenino. El
homosexualismo no se incluye porque no pertenece a la categoría género sino
a la de orientación sexual.
 Público (pub): Definición operativa: se codifica como público las entidades
del estado en las que, por ley, es posible la veeduría de los ciudadanos.
 Privado (pri): Definición operativa: se codifica como privado a las
instituciones pertenecientes a una persona o grupos de personas o accionistas,
por lo cual no es posible el escrutinio abierto de la ciudadanía, sino de las
entidades públicas de control.
 Mixto (mix): Definición operativa: empresas que tienen gobierno y capital
público y privado, como ocurre con algunas empresas prestadoras de servicios
públicos en Colombia.

Quién 4
 Niño (niñ): Definición operativa: se codifica como niño la figura del menor de
los 0 a los 12 años de edad.
 Adolescente (ado): Definición operativa: se codifica como adolescente la
figura del adolescente entre 12 y 18 años de edad.
351

 Joven (jov): Definición operativa: se codifica como joven la figura de hombre


o mujer entre 18 y 30 años.
 Adulto (adu): Definición operativa: se codifica como adulto a hombres y
mujeres entre los 30 y 60 años.
 Anciano (anc): Definición operativa: se codifica como anciano a los hombres
y mujeres de más de 60 años.

Quién 5106
 Negro (neg): Definición operativa: se codifica como negro a la persona que
socialmente es considerada de ese color de piel, como consecuencia de una
construcción cultural en torno a ese concepto, aunque no lo es de hecho.
 Blanco (bla): Definición operativa: se codifica como blanco a la persona que
socialmente es considerada de ese color de piel, como consecuencia de una
construcción cultural en torno a ese concepto, aunque de hecho no lo es.
 Mestizo (mes): Definición operativa: se codifica como mestizo a las mezclas
raciales como los sambos, morenos, mulatos.
 Indígena (ind): Definición operativa: se codifica como indígena a la persona
con rasgos indígenas y que dice pertenecer a una comunidad indígena
precolombina.
 Otro (otr): Definición operativa: otro protagonista que no se incluya en las
categorías antes definidas.

5.3.8.3 Sistema de categorías del tratamiento de los protagonistas


en los segmentos
En este sistema se detalla el tratamiento o imagen que se proyecta de los
protagonistas en los segmentos de los programas informativos de la televisión
comunitaria colombiana107. En la mayoría de ellas se define una categoría o
imagen positiva del personaje con su respectiva imagen negativa, con el fin de
demostrar los contrastes con que son presentados los protagonistas en los
segmentos de los programas informativos, según el criterio del periodista o grupo
de personas encargado de producir la obra audiovisual. Este es el caso de las
categorías igual-desigual, exitoso-fracasado, estimado-subvalorado.
En otra categoría se emplea el contraste víctima-victimario, pero ambas
aluden a características o imágenes negativas de los protagonistas. Aun así se
utilizó porque de acuerdo con el PNUD, Informe de Desarrollo Humano de

106
A veces resulta difícil su codificación debido a que en la pantalla no se puede discernir con
claridad su supuesto color de piel.
107
Ibídem, págs 304, 308, 310 y 347.
352

Colombia (2003) y la experiencia del autor de esta investigación, es usual que los
medios de comunicación de Colombia, incluidos los comunitarios, se transmitan
las declaraciones de los victimarios (paramilitares, guerrilleros) y las de las
víctimas, o se omitan los testimonios de estas últimas, lo cual genera un
cuestionamiento ético a ese proceder periodístico. Con base en esas categorías, es
posible inferir en qué medida el acento sobre las imágenes negativas o positivas
de los protagonistas puede interferir o propiciar el desarrollo humano a partir de la
percepción que la televisión comunitaria tiene de las personas o las instituciones.
Así las cosas, la relación del sistema es el siguiente.

Tabla 17. Tratamiento de los segmentos de los protagonistas en los segmentos


de los programas informativos (cómo 1 y cómo 2)

Cómo*

Cómo 1 Cómo 2

Igual (igu) Desigual (des)

Víctima (vic) Victimario (vio)

Exitoso (exi) Fracasado (fra)

Estimado (est) Subvalorado (sub)

Otro (otr) Otro (otr)

Fuente: elaboración propia

* Cuando no exista Cómo 1 o Cómo 2, se codificará como “ningún cómo 1 ó 2” y se tabulará


normalmente en las tablas dinámicas como si fuera un espacio en blanco.
Definiciones constitutivas y operativas del tratamiento de los protagonistas
Tratamiento
Cómo 1
 Igualdad (igu): Definición constitutiva: principio que reconoce a todos los
ciudadanos capacidad para los mismos derechos. El protagonista aparece
disfrutando de los mismos derechos que otra persona, así esta última posea
más dinero, posición política o social. De esta forma, el protagonista participa
activamente en los temas que le afectan directamente a él o a su comunidad.
Definición operativa: se codifica como igual al protagonista que en
comparación con otro sujeto en la misma obra audiovisual se le trata
informativamente con la misma consideración. Por ejemplo, cuando se le
ofrece el mismo tiempo y se guarda el respeto debido a la declaración de un
353

indígena frente a la declaración de los políticos o de las personas de rasgos


fenotípicos de tez blanca, sobre un tema de interés común.
 Víctima (vic): Definición constitutiva: persona que padece daño o muerte por
culpa ajena o por causa fortuita. El protagonista es aquél que ha sido lesionado
o asesinado por culpa de otra persona o de manera accidental. Se incluyen los
que soportan guerras, ataques por delincuentes comunes, los que deciden
quitarse la vida y los que padecen enfermedades terminales. Definición
operativa: se codifican como víctimas las personas que padecen agresiones
como los desplazados por la violencia, madres e hijos maltratados, los que han
sido objeto de insultos, robos y homicidios sin importar su filiación política o
ideológica. También se incluyen como víctimas los suicidas y los que padecen
y fallecen por enfermedades infecto contagiosas o epidemias. Por ejemplo, los
enfermos de SIDA.
 Exitoso (exi): Definición constitutiva: resultado feliz de un negocio, un oficio,
una profesión. El protagonista aparece por sus triunfos, logros personales o
profesionales. Se destaca la forma como obtuvo los resultados positivos y las
consecuencias que tuvieron en un contexto determinado. Definición
operativa: se codifica como exitoso a la persona que recibe premios por sus
acciones positivas, por haber ganado un concurso, independientemente de la
simpatía o no que inspire esa persona. Por ejemplo, el político que inaugura
una obra y recalca la gestión que él hizo para que el trabajo se hubiera llevado
a cabo.
 Estimado (est): Definición constitutiva: apreciar a alguien por sus virtudes y
hasta por sus defectos. El protagonista goza del aprecio de sus familiares o en
general de otras personas vinculadas por pertenecer a la misma región o por
ser las destinatarias de sus buenas obras. Definición operativa: se codifica
como estimado la persona que proyecta simpatía, no sólo por sus triunfos, sino
por su personalidad. Por ejemplo, las personas que se dedican voluntariamente
a ayudar a enfermos.

Cómo 2
 Desigual (des): Definición constitutiva: que no se guarda el mismo rigor para
la defensa y aplicación de derechos entre todos los ciudadanos. Cuando el
protagonista se muestra como una persona a la que han vulnerado sus
derechos o que no goza de ellos en las mismas condiciones en que sí lo hacen
otros individuos. Por tanto, su participación es limitada en los temas que le
afectan directamente a él y a su comunidad. Definición operativa: se codifica
como desigual cuando a una persona se le da un trato periodístico inferior
frente a otra, en función de sus rasgos fenotípicos externos, posición
354

económica, oficio o profesión. Por ejemplo, cuando se destaca la profesión de


un economista y se subvalora el oficio del servicio doméstico.
 Victimario (vio): Definición constitutiva: aquella persona que se convierte en
el agresor y causa heridas o muerte a otros. El protagonista es el que inflinge
daño, crea terror o causa la muerte, y no su víctima. Es frecuente que en la
información judicial, por ejemplo, se destaque el accionar violento del
victimario, su personalidad o su pertenencia a una banda en vez de valorar las
consecuencias de esos actos en los ciudadanos. Definición operativa: se
codifica como victimario a la persona sindicada de algún delito punible. Por
ejemplo, cuando un paramilitar es entrevistado por un periodista para justificar
sus acciones criminales.
 Fracasado (fra): Definición constitutiva: persona desacreditada por la falta de
resultados positivos en sus actividades. El protagonista es aquel cuyos malos
resultados lo convierten en una persona desacreditada, vencida y, a veces,
incapaz de haber conseguido las metas por no haber dado más de sí misma.
Definición operativa: se codifica como fracasado al protagonista que aparece
vencido o cuestionado por no haber alcanzado un objetivo. Por ejemplo,
cuando en una noticia se cataloga como fracaso, vergüenza o falta de
pundonor a un seleccionado local o regional por haber perdido un torneo local
o regional de cualquier deporte.
 Subvalorado (sub): Definición constitutiva: herir el amor propio o la dignidad
de alguien. El protagonista es aquel que aparece poco estimado o es
presentado en unas condiciones indignas bien sea por su pobreza, bajo nivel de
educación o no tener estatus social. Definición operativa: se codifica como
subvalorado al protagonista que no goza de simpatía por los rasgos de su
personalidad o por su condición de pobreza, marginación, rasgos fenotípicos
externos. Por ejemplo, cuando se ridiculiza la personalidad y costumbres de
las personas de rasgos fenotípicos externos diferentes (a los afrodescendientes,
por ejemplo).
 Otro (otr): Definición operativa: otra categoría que no encaje en las
definiciones anteriores.

5.4 Métodos del área 3 sobre análisis de la audiencia:


cuestionario y discusión de grupo
El método central que se empleará es la discusión de grupo y como
complemento de éste, el cuestionario, con el ánimo de conocer la percepción que
tiene la audiencia sobre el funcionamiento del canal comunitario y la
programación de la televisión comunitaria de Colombia.
355

La discusión de grupo resulta idónea por cuanto está encaminada a


comprender los motivos del comportamiento y actitudes de la audiencia o los
consumidores (Wimmer & Dominick, 1996: 154). En tal sentido, este método
contribuye a comprender las razones subyacentes por las cuales la audiencia
valora el canal y la programación de la televisión comunitaria de Colombia, en
términos de calidad de la programación, calidad técnica de la señal, imagen ética
de los periodistas, relación de los contenidos emitidos con la función de servicio
público de la TV comunitaria y las maneras en que a la audiencia le gustaría
participar en todo el proceso de producción de los programas.
El cuestionario se estructuró con preguntas cerradas y de escogencia
múltiple, pero con apertura, con el propósito de tener datos cuantitativos de tipo
orientador para el desarrollo de la discusión de grupo. Una variante de esta
combinación de métodos es denominada grupo de discusión ampliada, según
Wimmer & Dominick (1996: 155), y consiste en que antes de la realización del
grupo de discusión se pide a los participantes del mismo que rellenen un
cuestionario para forzarlos a tener una posición por escrito sobre las cuestiones
que más adelante se van a discutir.

5.4.1 Fiabilidad y validez


La fiabilidad de la discusión de grupo se produce con la realización de una
prueba piloto con usuarios de la Asociación de Usuarios de la Antena Parabólica
San Jorge de Ocaña (Asucap San Jorge), que permitió ajustar las preguntas y la
forma de dirigir la discusión, de manera que al replicar la misma prueba en otros
grupos de audiencia se mantuviera cierta consistencia en las respuestas.
La validez del método se demuestra en la medida en que las preguntas
realmente examinan la cuestión planteada (validez interna) y los resultados
permiten extrapolarse a la audiencia de las televisiones comunitarias de Colombia
(validez externa).

5.4.2 Universo
El universo está integrado por todos los abonados de las 106 televisiones
comunitarias de Colombia, debidamente registradas como tales en la base de datos
de la Comisión Nacional de Televisión de Colombia. De acuerdo con la
Subdirección Administrativa y Financiera de la Comisión Nacional de Televisión,
la televisión comunitaria de Colombia cuenta con 93.090 usuarios o abonados,
según informe reportado en junio de 2006 (anexo 4). Así las cosas, el universo lo
componen 93.090 usuarios o abonados.
356

5.4.3 Muestra: grupos de discusión y cuestionario


Como señalan Wimmer & Dominick (1996: 154) la discusión de grupo se
desarrolla formulando preguntas de manera simultánea a entre 6 y 12 personas
dirigidas por un moderador en un ambiente de discusión relativamente
espontáneo, en torno a un tema central.
En esta investigación se optó por seleccionar una muestra de 48 personas, en
razón de 12 personas por cada medio (ver muestra de medios). La selección de los
participantes en la discusión de grupo, según Roberto de Miguel (2005: 271), no
responde a criterios estadísticos, sino estructurales. Fundamentalmente, cada
grupo recogía características tanto homogéneas (que los individuos de cada grupo
compartan algún rasgo en general) como heterogéneas (opuestos, o al menos
diferentes) con respecto al resto de grupos formados. En ese caso la muestra se
obtuvo teniendo en cuenta los siguientes criterios estratégicos:
 Que los participantes al momento de la discusión hubieran estado abonados,
durante seis meses o más tiempo, a la correspondiente televisión comunitaria
de su ciudad.
 Que las edades de los participantes seleccionados oscilaran entre los 12 y 65
años.
 Que se mantuviera cierto equilibrio en el género de los participantes
seleccionados, es decir, se buscó que la presencia de hombres y mujeres
llegase a un equilibrio cercano al 50 y 50% en cada grupo.
Cabe anotar que a los participantes se les orientó con un cuestionario de
siete preguntas para que antes de iniciar la discusión asumieran una posición
frente a los temas planteados.

5.4.4 Cuestionario y cuestiones de discusión


El cuestionario se basa en siete preguntas cerradas con escogencia múltiple
(escala). Seguidamente, se abre la discusión par profundizar en las respuestas
aportadas y en sus matices.
1. ¿Con qué frecuencia ve la programación propia de su canal de televisión
comunitaria?
Siempre Algunas veces Casi nunca Nunca

Tema de discusión: frecuencia de visionado de la programación


2. ¿Cómo juzga la calidad de la programación propia de su canal de televisión
comunitaria?
Excelente Buena Regular Mala
357

Tema de discusión: calidad de la programación


3. ¿Cómo evalúa la calidad técnica de la señal del canal de televisión
comunitaria que llega a su televisor?
Excelente Buena Regular Mala

Tema de discusión: calidad técnica de la señal


4. ¿Qué imagen conserva de los periodistas de su canal de televisión
comunitario, en términos de ética (informar con objetividad, de manera
imparcial), responsabilidad social y apoyo al desarrollo de la región (búsqueda
del bienestar y de mejorar la calidad de vida)?
Una imagen positiva Me es indiferente
Una imagen negativa No tengo una opinión al respecto
Tema de discusión: percepción ética del trabajo de los periodistas.
5. ¿Cómo contribuye la programación del canal comunitario a su bienestar y al
desarrollo de la comunidad?
En brindar educación
En la prevención de enfermedades y adquisición de hábitos saludables
En exhortar a la libre expresión, la crítica y el debate
En brindar información útil
En establecer diálogos para resolver los conflictos
En apoyar programas de seguridad y conciencia ciudadana
En ofrecer diversión
En mantenernos informados sobre nuestra realidad comunitaria y local
Todos los anteriores
Ninguno de los anteriores
Otro: Cuál:

Tema de discusión: aportes de la TV comunitaria al desarrollo


6. ¿Qué clase de programas le gustaría ver en su canal de televisión comunitaria?
Noticieros
De salud para prevenir enfermedades y tener hábitos de vida saludables
De cocina
De mi religión
358

De deportes
De educación para niños, jóvenes y adultos y mejorar el rendimiento en
escuelas, colegios y universidades
De cultura
De la alcaldía y entrevistas a políticos y dirigentes
De espectáculos como musicales, conciertos, farándula
De economía local, precios, empleo
Otro Cuál

Tema de discusión: preferencia por tipos de programas de TV comunitaria.


7. ¿De qué manera le gustaría participar en esos programas?
Proponiendo los temas de cada programa
Produciendo directamente los programas (entrevistando, escribiendo,
presentando).
Llamando para opinar o debatir sobre los temas que propongan los
productores
No me gustaría participar
Otra: Cuál:

Tema de discusión: preferencias de participación de la audiencia


6 Resultados
Este es el compendio de los resultados obtenidos del análisis de la televisión
comunitaria de Colombia en los niveles de producción, programación y audiencia,
tras la aplicación de diversos métodos: entrevistas en profundidad, observación en
trabajo de campo, análisis de contenidos, cuestionario y discusión grupal.

6.1 Resultados del análisis de la actividad productora de


periodistas y directivos
En este epígrafe se resumen las respuestas dadas por los periodistas y
directivos de las cuatro televisiones comunitarias seleccionadas, a las preguntas
formuladas en la entrevista en profundidad.

6.1.1 Resultados de las entrevistas en profundidad a


periodistas de TV comunitaria
La entrevista en profundidad se llevó a cabo a los directores de los
programas informativos (noticieros, programas de entrevistas y magacines) de las
televisiones comunitarias Arenales Televisión de Girón, Radio Televisión de
Pamplona, Asucap San Jorge de Ocaña y Asoparsa de San Gil.
Cabe anotar que tres de los directores, los de Asucap San Jorge, Asoparsa de
San Gil y Arenales Televisión de Girón, cumplen al mismo tiempo las labores de
directores y periodistas. Sólo el directivo de RTP Pamplona cumple
exclusivamente con la función directiva y no lleva a cabo trabajos de reportería.
Así mismo, dos de los directores, los de Asucap San Jorge y Asoparsa San Gil,
cumplen con la función directiva y de periodista en dos de los programas
informativos (noticiero y programa de entrevistas).
La entrevista en profundidad busca desvelar el conocimiento teórico que
tienen sobre la comunicación para el desarrollo y determinar si ese concepto, tal y
como lo interpretan los directores y periodistas, lo llevan a la práctica en la
producción de los programas informativos.
360

6.1.1.1 Comprensión del concepto de comunicación para el


desarrollo
Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
Tres de los entrevistados tienen una idea aproximada del concepto de
comunicación para el desarrollo, cuando afirman que los medios de comunicación
y la comunicación en general deben permitir la participación de la gente en los
medios de comunicación, a fin de que se diseñen estrategias y metodologías para
mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía. Sólo uno de los entrevistados
considera el concepto desde el ámbito económico, pues señala que la
comunicación para el desarrollo consiste en orientar la televisión hacia el apoyo
de una actividad económica de la población. En general, no obstante, asocian la
comunicación para el desarrollo con la ayuda que pueden brindar los medios de
comunicación para aumentar el bienestar de las personas, aunque no especifican a
qué tipo de bienestar se refieren.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
Los entrevistados consideran que la comunicación para el desarrollo
consiste en emplear los medios de comunicación para velar por el respeto de los
derechos de las comunidades ante las instituciones gubernamentales. También
señalan que la comunicación para el desarrollo está implícita en la misma
televisión comunitaria, es decir, utilizar la televisión para que las comunidades -
especialmente las marginadas- se expresen, se enteren de lo que ocurre a su
alrededor y den a conocer sus necesidades.
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Dos de los entrevistados consideran que la comunicación para el desarrollo
consiste, primero, en crear espacios para hacer partícipes a los usuarios en la
producción de los medios de comunicación y, segundo, en permitir que los
colectivos utilicen los medios de comunicación para promover y estimular
procesos de desarrollo social. Los otros dos entrevistados afirman que la
comunicación para el desarrollo es un concepto relacionado con la objetividad
periodística y una asignatura para la formación de los periodistas profesionales, y
con el impulso que le debe dar el medio de comunicación a una actividad
económica de la comunidad.
361

6.1.1.2 Preparación del periodista para dedicarse a la


comunicación para el desarrollo
Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
Tres de los entrevistados dicen que la capacitación debe ser en forma
integral. Es decir, debe combinar la formación académica del periodismo y la
comunicación para el desarrollo con un incremento de prácticas en el terreno
social, pues sólo de esa forma es posible diagnosticar y actuar sobre la realidad
para transformarla. También afirman que es imprescindible que el periodista
forme alianzas con otras instituciones, como las juntas de acción comunal y
entidades gubernamentales, para que el trabajo en los medios de comunicación
sirva para solucionar diferentes problemática sociales. El otro entrevistado
considera que la formación debe enfocarse hacia lo humano y lo social, pero no da
mayores detalles sobre esa respuesta.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
Los entrevistados coinciden en que el periodista de la televisión comunitaria
debe capacitarse en distintos temas para que pueda cumplir con la misión de
defender los intereses comunitarios. Las áreas del conocimiento que más citan son
la ética, la administración pública, legislación sobre participación comunitaria,
economía, sociología y psicología social. Agregan que esos conocimientos deben
combinarse con actitudes como sensibilidad social y compromiso comunitario.
Uno de ellos enfatiza que el periodista comunitario debe tener una formación
universitaria, puesto que el trabajo con las comunidades requiere el aprendizaje de
nuevas competencias para relacionarse y motivar la participación de la gente en
los medios de comunicación.
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Los entrevistados consideran que la formación debe orientarse al
conocimiento del entorno y, específicamente, de los temas que son abordados con
los entrevistados, pero sin que el periodista sea el protagonista de la información
sino simplemente el que canaliza los datos brindados por el invitado mediante la
entrevista. También dicen que el periodista debe prepararse en áreas como la
ética, en la que se enfatice la importancia de ser veraz, objetivo y no tratar la
información de manera sensacionalista. Además, sugieren que la capacitación del
periodista debe incluir temas como la política, la ética, la didáctica y el manejo de
la información cultural y social.
362

6.1.1.3 Contribución del periodista al desarrollo de la comunidad


Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
Los entrevistados son conscientes de la importancia que tiene el periodista
para coadyuvar al desarrollo de la comunidad, pero no señalan en qué aspectos en
concreto es real esa contribución. Algunos afirman que se puede aportar al
desarrollo de un colectivo comprometiéndose con la solución de un problema
específico, otros dicen que impulsando una actividad económica o cultural de la
gente a través de los medios de comunicación o sirviendo de mediador y
propiciador del diálogo entre la comunidad y los organismos competentes, para
que éstos últimos se comprometan a resolver los problemas de las comunidades.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
El periodista contribuye al desarrollo de la comunidad al establecer un
diálogo fluido entre la comunidad, y los gobiernos y los dirigentes para que la
primera sea escuchada y le sean resueltos los problemas por los segundos. El
periodista, en otros casos, sirve como vocero de los problemas y proyectos de las
personas, con miras a que sean estudiados por las autoridades y entidades
correspondientes. En síntesis, perciben al periodista como un profesional que
canaliza la expresión popular ante las altas esferas públicas.
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Según los entrevistados, el periodista contribuye al desarrollo de la
comunidad coadyuvando en la formulación de proyectos que permitan mejorar la
calidad de vida de los colectivos. El periodista también aporta al desarrollo al
vincularse comprometidamente en la resolución de los problemas sociales, al
educar a la teleaudiencia sobre diversos temas pero con criterio didáctico y al
servir de vocero de la comunidad ante las entidades del estado.

6.1.1.4 Objetivos de los programas informativos


Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
Tres de los entrevistados señalan que el objetivo del noticiero comunitario
es simplemente el de informar sobre acontecimientos de interés general y el de
acostumbrar a los ciudadanos a ver la televisión de su localidad. Sólo uno de ellos
considera que el objetivo del noticiero es el de crear mecanismos de participación
para actuar y mejorar la realidad de las comunidades, a partir de la investigación
de su cultura.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
Los objetivos de los magacines, según sus directores y periodistas, son los
de dar a conocer las ejecutorias y logros de las personas para que sirvan de
363

ejemplo a la audiencia, educar a la población teniendo en cuenta la cultura propia,


ayudar al progreso de la comunidad (aunque el entrevistado no argumenta lo que
quiere decir con progreso) y brindar información, educación y entretenimiento
con la presentación de temas “frescos” (actuales) relacionados con la salud, la
cultura y la gestión comunitaria.
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Los objetivos de los programas de entrevistas son los de contribuir al
desarrollo brindando espacios para que los líderes comunales participen opinando
y demostrando su autonomía y capacidad para gestionar y realizar obras de
beneficio comunitario. Otros objetivos están encaminados a ofrecer información
útil para que la gente la emplee en la solución de las dificultades cotidianas,
difundir la cultura, afianzar los valores sociales y ampliar el registro de conceptos
sobre los hechos cotidianos para que la ciudadanía comprenda su realidad.

6.1.1.5 Aporte del programa al desarrollo de la comunidad


Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
El noticiero, según los entrevistados, aporta al desarrollo de la comunidad al
crear una tribuna para el libre pensamiento y sano debate sobre los temas que
interesan a las personas. También contribuye a fomentar la participación de la
comunidad para conocer su realidad a través de la televisión y diagnosticar y
proponer soluciones a los problemas que la aquejan, y a exigir a los dirigentes y
mandatarios el cumplimiento de los derechos y deberes de los ciudadanos. Uno de
los entrevistados señala que el medio coadyuva al desarrollo social al impulsar
una actividad económica o cultural de la comunidad.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
Los magacines aportan al desarrollo de la comunidad al darles participación
a todas las personas, sin discriminación alguna, y al resaltar el trabajo comunitario
y no sólo el que ejecutan otros personajes, como los políticos. Los magacines
también contribuyen al desarrollo de la comunidad al informar y educar a las
personas sobre la importancia de ciertas medidas, por ejemplo, la necesidad de
acudir a jornadas de vacunación, y al difundir valores (honestidad, solidaridad,
etc.) presentes en la vida y obra de cualquier persona (artistas, artesanos, líderes
comunales).
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Los programas de entrevistas contribuyen al desarrollo de la comunidad al
brindarle la posibilidad de comprender temas de interés general (seguridad social,
derechos civiles, etc.), a partir de las declaraciones de los expertos. Dichos
programas también aportan al desarrollo comunitario entreteniendo, resaltando lo
364

autóctono, afianzando valores, estimulando el sano debate sobre diferentes


tópicos, y brindando herramientas para que las personas formulen proyectos de
desarrollo social.

6.1.1.6 Participación actual de la comunidad en los programas


informativos
Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
Según los entrevistados, la participación de la comunidad se centra en dar su
opinión sobre un tema y denunciar situaciones irregulares que suceden en su
entorno, como la inoperancia de los organismos estatales, corrupción o malos
manejos de los dirigentes comunales.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
La participación de la comunidad en los magacines se centra en proponer
temas y personajes para las secciones del programa, en comunicarse por teléfono
para participar en los espacios que se producen en directo, en promover campañas
sociales lideradas por las personas (por ejemplo, solicitando dinero para la
operación de un niño cuya familia no tiene recursos económicos) y en sugerir que
se destaquen las iniciativas empresariales que generan empleo y traen desarrollo a
la región. También se expresa a través de sondeos realizados en la calle para
preguntar a las personas acerca de temas cotidianos de interés general y de
entrevistas a gente común y corriente, como artesanos, niños, ancianos.
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Tres de los consultados dicen que la comunidad participa al recomendar al
director posibles candidatos a ser entrevistados, al opinar o formular preguntas a
los invitados a través de sondeos y comunicación telefónica, y cuando sus
miembros -no sólo líderes comunitarios sino personas comunes y corrientes:
trabajadores, deportistas, artistas-, son entrevistados en el programa. Otro de los
entrevistados afirma que la comunidad no participa por dos razones: porque es
indiferente a los temas comunitarios o porque el programa no ha creado canales
para incentivar su participación.

6.1.1.7 Participación ideal de la comunidad en los programas


informativos
Respuestas de los directores y periodistas de los noticieros
Uno de los entrevistados afirma que la participación ideal de la comunidad
sería la de realizar directamente su propio programa de opinión, de tal manera que
le permita supervisar las gestiones y actividades de diverso tipo que ejecutan las
entidades y asociaciones comunitarias. Los demás dicen que la participación ideal
365

consistiría en dar a conocer con más frecuencia sus inquietudes y necesidades,


opinando con pleno conocimiento de los temas propuestos y haciendo llamadas al
aire para preguntar u opinar sobre distintas temáticas.
Respuestas de los directores y periodistas de los magacines
A los directores de los magacines les gustaría que la participación de la
comunidad se tradujera en dar a conocer con más frecuencia sus proyectos y en
comunicarse telefónicamente para expresar opiniones, inquietudes, etc., durante la
transmisión en directo del programa. También les gustaría que la gente común y
corriente se vinculara en el proceso de producción del programa presentando las
secciones, cumpliendo las funciones de camarógrafo y entrevistador.
Respuestas de los directores y periodistas de los programas de entrevistas
Uno de los entrevistados no concibe cómo puede participar la comunidad,
pues argumenta que tiene barreras técnicas para que ello se logre. La barrera
técnica consiste en que el programa es pregrabado y, por tanto, no es posible que
la gente llame para opinar sobre los temas o para preguntar al invitado. Los demás
dicen que les gustaría que la participación de la comunidad fuera con comentarios
más críticos sobre la realidad que está exponiendo el entrevistado y proponiendo
conversatorios en los que además de diagnosticar problemas, formule proyectos
para solucionar problemáticas sociales.

6.1.2 Resultados de la observación directa en el trabajo de


campo de los periodistas
La observación directa en trabajo de campo de los periodistas se orientó
hacia el análisis de tres aspectos de la labor que cumplen estos profesionales de la
televisión comunitaria de Colombia: la búsqueda y valoración de temas y fuentes
para la producción, edición y realización de los programas informativos, los
criterios para motivar y valorar la participación de la audiencia y la infraestructura
física y recursos tecnológicos con que cuentan para la producción de los
programas informativos.

6.1.2.1 Búsqueda y valoración de temas y fuentes para la


producción, edición y realización de los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia
Normalmente los periodistas de los noticieros llegan al canal comunitario de
8:30 a 9:30 de la mañana, después de haber trabajado en emisoras de radio, de
haber escuchado los noticieros de ese medio o de haber leído la prensa escrita.
Los directores de los noticieros comunitarios arriban un poco más tarde, de modo
que no existe un contacto entre los miembros del equipo de trabajo, para definir
un calendario y objetivos informativos del día o de la semana. En algunos casos,
366

el director del noticiero no funge como tal, sino como director comercial o gerente
del canal comunitario.
Al no existir una reunión previa entre periodistas y directivos de los
informativos, el periodista sale a buscar las noticias sin la debida preparación y
orientación. De ahí que queden muchas preguntas por formular a los personajes,
para que las respuestas le permitan darle contexto y análisis a lo que informa.
Incluso, la falta de reflexión, sumado a la copia del formato y lenguaje de otros
medios de comunicación del orden local y nacional, impide que la noticia u otro
género periodístico tengan una orientación comunitaria. En esas condiciones, los
programas informativos de la televisión comunitaria de Colombia se circunscriben
a colocar imágenes en movimiento a los datos que suministran la prensa escrita y
la radio y a seguir el lenguaje de las televisiones que cubren todo el país.
Las fuentes empleadas, como se deduce, depende de lo que digan la radio y
la prensa escrita, aunque también se tienen en cuenta los datos que proporcionan
las personas del común, gabinetes de prensa y funcionarios municipales. En
ciertas ocasiones, el acceso a las fuentes se efectúa sin conocer las causas de los
acontecimientos y sin respetar la intimidad de los individuos a quienes se les pide
declaraciones. En el primer caso, se evidencia que los reporteros sólo ven la
apariencia de lo ocurrido –pues no hay una investigación y reflexión previa sobre
lo que se va a preguntar y divulgar-, con lo cual el resultado periodístico va a ser
la producción de noticias fragmentarias, generales y superficiales. Y en el
segundo caso, por el afán de conseguir la exclusiva, los aspectos morbosos y
sensacionalistas de un hecho calamitoso, trágico y conflictivo (como los de orden
público o de sucesos) y la imagen del accidente o del muerto o asesinado, se
atropella a la persona que puede dar esa información con preguntas que buscan el
detalle, sin tener en cuenta el momento doloroso por el que está atravesando.
Producto del hábito y la rutina, las notas son editadas con mucha agilidad -
pese a no contar con los equipos y el personal suficiente para tal labor-
permitiendo que el noticiero salga al aire con regularidad con una duración que
oscila entre los 20 y 50 minutos cada día, de lunes a viernes. Sin embargo, por la
rapidez y falta de orientación, los comunicadores, la mayoría de los cuales no
tiene un título profesional como periodista, incurren en errores de redacción en
algunas noticias. La valoración y ubicación de las noticias en el conjunto del
noticiero depende de varios factores: de acuerdo a como hayan sido grabadas en el
casete de la videocámara, se privilegia las informaciones de orden público o
sucesos, las políticas y, excepcionalmente, las de tipo comunitario.
En los magacines se aprecia diversidad de temas, muchos de ellos
vinculados a los aspectos culturales y educativos de la ciudad y de la comunidad.
367

La selección de las temáticas está vinculada estrechamente a los eventos artísticos,


deportivos y educativos que organizan diferentes instituciones y que son
aprovechados por la TV comunitaria para difundirlos. Cuando no ocurre así, el
reportero busca las informaciones con base en lo que se va encontrando al
momento de recorrer la ciudad con el camarógrafo. En otras oportunidades, ante
la falta de informaciones para completar el tiempo de emisión, se opta por pasar
videos musicales que proporcionan las casas disqueras.
Es loable el esfuerzo que realizan los periodistas y todo el personal técnico
de las televisiones comunitarias para producir magacines con ciertos indicadores
de calidad. No obstante, en muchos casos reina la improvisación, la carencia de
objetivos claros sobre por qué tiene sentido realizar ese tipo de programas y la
falta de equipos (que suelen estar ocupados en los noticieros) y de personal. Ante
esa situación, los directores transmiten una sola nota o varias con extensas
entrevistas e imágenes sin texto para cumplir con la duración estipulada en la
parrilla de programación. Las fuentes consultadas en los magacines son diversas,
pero con una inclinación por aquéllas no oficiales, para darle prelación a las voces
de académicos, trabajadores, mujeres y personajes populares.
En los programas de entrevistas, los invitados y los temas se seleccionan
con base en las noticias relevantes de la semana o por la visita a la localidad de
alguna personalidad importante. Las fuentes son igualmente variadas, pero en
pocas oportunidades son entrevistadas personas del común, sino individuos que
ostentan un rango, un papel directivo, una representación popular o un trabajo
social de relevancia. Al ser una entrevista larga, se logra profundizar en los temas,
pero a veces se evidencia que el entrevistador no tiene idea sobre el tema que se
va a desarrollar, por lo cual formula preguntas obvias que el entrevistado responde
por simple cortesía.
En general, Los productores y realizadores del noticiero, magacín y
programa de entrevistas, no tienen contacto. Si lo hubiera, lo más seguro es que se
coordinarían las acciones para la producción de material conjunto que permitiría
el ahorro de tiempo y esfuerzos técnicos y humanos.

6.1.2.2 Criterios para valorar y motivar la participación de la


audiencia
La participación del televidente en los programas informativos se limita a
dar declaraciones o, en casos excepcionales, a recomendar la búsqueda de una
información de interés general. Es curioso porque en la redacción es constante que
el comunicador diga: “la comunidad expresa, señala”, “la comunidad se siente
afectada” con el fin de encubrir su posición frente al hecho, sin que se haya
consultado realmente la opinión de las personas aludidas. Realmente los
368

colectivos no poseen un papel protagónico en el proceso de producción de los


noticieros, como lo demanda la legislación colombiana sobre televisión
comunitaria. En otras palabras, aunque la norma contempla que la comunidad se
apropie de los medios de comunicación, la televisión en particular, no existe ni se
propicia el ambiente para que eso ocurra.
La participación comunitaria sólo se incentiva mediante anuncios en los que
se pide que la gente llame al canal para que denuncie alguna situación anómala
que se está presentando en el barrio. En ese sentido, es justo reconocer que los
reporteros acuden al sitio de los acontecimientos para grabar las imágenes y tomar
las declaraciones pertinentes.
En los magacines ocurre lo mismo, salvo que hay más oportunidad para que
los líderes comunales, la gente del común aparezca en pantalla. Además, en los
magacines se suele resaltar la cultura y personajes populares, a través de noticias y
otros géneros periodísticos.
En los programas de entrevistas, se invitan personas que tienen un
reconocimiento social por ser dirigentes, funcionarios, líderes comunales…, pero
poco se entrevista a personas del común. En una de las televisiones comunitarias,
sí existe esa buena tendencia pero no es una regla sino más bien la excepción. En
los programas de este tipo, tampoco se descubren canales de comunicación que se
ofrezcan a los televidentes para que participen preguntando, proponiendo temas,
por ejemplo. Es decir, raras veces el entrevistado hace un llamamiento para que se
comuniquen vía telefónica o por medio de otro sistema.

6.1.2.3 Infraestructura física y recursos tecnológicos para la


producción de los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia
De los cuatro canales comunitarios analizados, dos de ellos (Asucap San
Jorge Ocaña y Asoparsa San Gil) habían remodelado la infraestructura física y
adquirido nuevos equipos tecnológicos para mejorar la producción de televisión
comunitaria. Habían construido estudios de grabación y de edición, además de
oficinas para el desarrollo de procedimientos administrativos, comerciales y de
atención al público. Habían invertido dinero para la compra de cámaras digitales
mini DV, editoras no lineales, y una de ellas estaba pensando seriamente en
incursionar en el negocio de internet, ofertando la conexión a la red a sus usuarios
y creando su propia web para la promoción de sus servicios y programación. En
Asucap San Jorge de Ocaña, el talento humano está vinculado mediante contrato
de prestación de servicios por un año avalado por la junta directiva del sistema de
televisión, con la posibilidad de renovarse por 12 meses más, en tanto que en
Asoparsa de San Gil, el personal está afiliado a una cooperativa, por medio de la
369

cual se contrata el servicio de producción de televisión. Estos adelantos son


posibles gracias a una administración del canal más sólida y funcional, y a la
prestación de un buen servicio de televisión por el que sus usuarios pagan una
tarifa bimestral108. Esto permite acumular ganancias económicas que luego se
reinvierten en la compra de equipos, pago del personal y remodelación de la
infraestructura física.
En cambio, en los otros dos canales comunitarios (Arenales Televisión de
Girón y RTP Pamplona) la inversión en infraestructura y equipos es mínima. Se
cuenta con pequeños estudios mal acondicionados para la grabación, realización y
edición, y la inversión en equipos como cámaras, editoras, luces, entre otros, es
escasa. El talento humano no tenía contrato, sino que se le remuneraba con base
en la publicidad vendida por el departamento comercial o por el mismo reportero,
camarógrafo, presentador. Todo eso hace suponer que estos dos canales le dan
prioridad a la cuestión comercial (ventas de anuncios comerciales, oferta de
nuevos canales nacionales e internacionales109) por encima de la producción de
televisión propia.

6.1.3 Resultados de las entrevistas en profundidad a directivos


de canal comunitario
Las entrevistas en profundidad se aplicaron a los cuatro directivos de
canales comunitarios de Colombia (Arenales Televisión de Girón, RTP Pamplona,
Asucap San Jorge de Ocaña y Asoparsa de San Gil). Los cuatro fungen como
representantes legales del sistema ante la Comisión Nacional de Televisión y
como presidentes o gerentes ante la asociación de usuarios del canal comunitario.
La entrevista en profundidad busca precisar el conocimiento que el directivo tiene
de la comunicación y el desarrollo y la forma como ese concepto es llevado a la
práctica para el funcionamiento del canal y la producción de la parrilla de
programación.

6.1.3.1 Comprensión del concepto de comunicación para el


desarrollo
Los entrevistados no tienen un concepto claro sobre lo que significa la
comunicación para el desarrollo. Uno de ellos lo ve como el simple acto de

108
El pago bimestral que los usuarios hacen corresponde al servicio de televisión que reciben. Este
incluye 20, 30 ó 40 canales, de los cuales uno es comunitario, algunos son codificados y el resto,
de señal incidental (en abierto). La capacidad de transmitir canales depende de los recursos que
perciba la asociación de televisión autorizada por la Comisión Nacional de Televisión para la
prestación del servicio.
109
El sistema de parabólica es el más empleado por los canales comunitarios para la recepción de
los canales. Éste consiste en que recibe la señal satelital por medio de parabólicas y luego las
distribuye por cable instalado en la red externa del sistema eléctrico de las viviendas.
370

comunicar entre dos o más personas, y otro de los directivos lo relaciona con
“objetividad”, “capacitación” y “orientación”, términos que implican que el
periodista se convierta en un profesional que informe de acuerdo con un código de
ética y que permanentemente esté actualizando sus conocimientos para brindar un
mejor producto televisivo. Los otros dos entrevistados consideran que la
comprensión del concepto de comunicación para el desarrollo gira en torno a la
información. Es decir, el concepto está ligado íntimamente con el deber que tiene
el canal de informar y con el derecho que tiene la comunidad de ser informada.
Para ellos, sin embargo, la información también tiene la posibilidad de brindar
soluciones para el crecimiento de los colectivos sociales, de manera que les
permita vivir en mejores condiciones socioeconómicas.
En síntesis, los cuatro entrevistados tienen aproximaciones al concepto, pese
a que todos ellos no tienen una formación específica en comunicación para el
desarrollo, pero sí poseen una amplia experiencia en el trabajo comunal. En este
último aspecto, aun cuando permanentemente están trabajando con comunidades
no reconocen el papel protagónico que ésta tiene en el proceso de creación,
producción y desarrollo del canal y de la televisión comunitaria.

6.1.3.2 De qué forma pueden contribuir los canales comunitarios


al desarrollo de la comunidad
El concepto de comunicación para el desarrollo no es claro, pero en el plano
práctico los entrevistados dejan entrever que la comunicación y el canal
comunitario aportan al desarrollo de la comunidad elevándole el nivel cultural,
intelectual y profesional y cultivando en las personas valores útiles a la sociedad.
Para ello, mencionan la importancia de fortalecer la programación orientada a los
temas culturales y educativos. Otras respuestas indican que la comunicación y el
canal comunitario generan conocimiento del contexto donde se vive. Por ejemplo,
la programación sirve para reflejar la vida diaria y dar a conocer los problemas de
la comunidad en materia de salud pública, sanidad, medio ambiente, etc., para que
las instituciones correspondientes tomen medidas para solucionarlos. Uno de los
entrevistados también menciona la función democratizadora del canal comunitario
al transmitir las sesiones de los concejos donde se discuten temas de interés para
la comunidad, pues de esa forma se contribuye a democratizar la administración
pública.
A pesar de que sí existe más claridad sobre los aportes que hacen los canales
comunitarios al desarrollo de los colectivos, no se recalca el papel protagónico de
la comunidad para ser gestora de proyectos y soluciones a los problemas sociales,
empleando la comunicación y los medios masivos como la televisión comunitaria.
Los entrevistados tampoco señalan contribuciones más puntuales y comprobables
371

del canal para el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad, es decir,


acciones constantes del canal con otras instituciones gubernamentales o no
gubernamentales y con la gente del común, para promover proyectos que busquen
resolver problemas que impiden a la gente poseer una mejor calidad de vida.

6.1.3.3 Preparación específica de los canales comunitarios para


que aporten al desarrollo de la comunidad
Las respuestas de los entrevistados son diversas pero mantienen como
elemento común la necesidad de que el canal comunitario se prepare capacitando
a su personal, fortaleciendo principios comunitarios y estableciendo alianzas con
otras instituciones. En lo relativo a la capacitación, consideran que es esencial que
los periodistas y todos los que trabajan en el canal comunitario tengan una
formación más cualificada que les permita crear vínculos más estrechos con la
comunidad, para que el canal conozca sus necesidades y así pueda contribuir
efectivamente a mejorar las condiciones sociales de la gente. En lo atinente a la
creación de principios, uno de los entrevistados opina que el canal debe fortalecer
principios cooperativos para que la programación del canal comunitario oriente a
la gente en la elaboración de proyectos que ayuden a crear fuentes de empleo,
empresas y organizaciones civiles, de acuerdo con las condiciones sociales,
económicas y culturales de la región. Otro de los entrevistados hace hincapié en la
importancia de que el canal comunitario se prepare en la búsqueda de alianzas con
centros educativos y organizaciones sociales que procuren el bienestar social.
En todas las respuestas es evidente que los directivos reconocen con
claridad cuáles son los puntos en los que se tienen que preparar los canales
comunitarios para dar cumplimiento a la misión de coadyuvar al bienestar de las
comunidades, empleando el servicio público de la televisión y la emisión de
programas educativos y culturales.

6.1.3.4 Objetivos del canal comunitario


Los entrevistados afirman que los objetivos que deben perseguir los canales
comunitarios deben orientarse a informar de manera objetiva, veraz, transparente,
pretendiendo siempre la convivencia en el tejido social. También señalan como
objetivos integrar a la comunidad en el desarrollo de las comunicaciones de la
región para que a través de éstas se promueva la identidad y la creación de valores
educativos y culturales. Otros objetivos los encaminan a trabajar con dedicación
para producir buenos programas que mantengan informados y entretenidos a los
usuarios. Una vez analizados esos propósitos, es notorio que todos ellos pretenden
fortalecer la programación de los canales comunitarios para que los programas
372

aporten a la convivencia pacífica y promuevan valores sociales, mediante un


manejo ético de los medios de comunicación.

6.1.3.5 Cómo contribuyen los canales comunitarios al desarrollo


de la comunidad
Cuando se les preguntó a los entrevistados sobre las aportaciones concretas
del canal comunitario al desarrollo de la comunidad, respondieron que los canales
han permitido que las comunidades vean reflejada su realidad en la televisión y
tomen conciencia crítica de los problemas y de la necesidad de solucionarlos con
la ayuda de diversas instituciones. También señalaron que a través de la televisión
se ha podido analizar los hechos que transcurren día a día y a partir de ese análisis
se ha generado un nuevo conocimiento sobre la realidad, lo que ha permitido
actuar sobre ella para cambiarla cuando ha sido nefasta para las comunidades.
Otras opiniones giran alrededor de la importancia que le ha dado el canal
comunitario a la comunicación y educación cívica para la formación de mejores
ciudadanos y a la participación de la comunidad en la producción de los
programas.
En los testimonios es palpable que cada uno de los directivos menciona
acciones del canal comunitario que han procurado el bienestar de la población, sin
embargo, no hablan de logros tangibles o que sean susceptibles de medirse o
comprobarse, ni relacionan alianzas con otras instituciones que han permitido
solucionar un problema social en concreto.

6.2 Resultados del análisis de la programación de la


televisión comunitaria de Colombia
Los resultados del análisis de la programación de la Televisión Comunitaria
de Colombia están estructurados en cinco ejes temáticos: (1) resultados del tipo y
duración de programa y temporalidad de su producción, (2) resultados de los
contenidos informativos propios, (3) resultados de los macrogéneros de
información, opinión y educación empleados, (4) resultados de los valores y
contravalores periodísticos y de desarrollo humano que imperan en los programas
informativos y (5) resultados de las características de los protagonistas y la forma
como éstos son presentados en los programas informativos desde el ámbito del
desarrollo humano.

6.2.1 Resultados del tipo de programa, duración y temporalidad


de producción
Los resultados del tipo de programa, duración y temporalidad de producción
se expresan en las siguientes tablas:
373

6.2.1.1 Tipo de programa de la TV comunitaria


En este apartado se establecen los tipos de programas que predominan en la
TV comunitaria y se comparan con los tipos de programas de los canales privados
Radio Cadena Nacional (RCN) y Cadena Radial Colombiana (Caracol) de
Colombia.

Tabla 18. Tipo de programa de la TV comunitaria


CANAL rel pen ntc mus mis mag inf dep cul coc Total

A. San Jorge 0,0% 0,0% 16,7% 16,7% 0,0% 8,3% 0,0% 16,7% 41,7% 0,0% 100,0%

Acoapacos 6,3% 6,3% 0,0% 6,3% 0,0% 18,8% 0,0% 6,3% 56,3% 0,0% 100,0%

Arenales TV 0,0% 11,1% 11,1% 22,2% 11,1% 22,2% 0,0% 0,0% 22,2% 0,0% 100,0%

Asoparsa 0,0% 15,4% 7,7% 0,0% 0,0% 7,7% 7,7% 7,7% 53,8% 0,0% 100,0%

Aspadiasan 11,8% 0,0% 0,0% 11,8% 0,0% 35,3% 0,0% 5,9% 29,4% 5,9% 100,0%

Paracentral 16,7% 16,7% 0,0% 0,0% 0,0% 16,7% 0,0% 0,0% 50,0% 0,0% 100,0%

Paso TV 11,1% 0,0% 5,6% 0,0% 0,0% 0,0% 5,6% 5,6% 66,7% 5,6% 100,0%

RTP Pamplona 0,0% 21,4% 14,3% 14,3% 7,1% 14,3% 0,0% 7,1% 21,4% 0,0% 100,0%

Teleenvigado 0,0% 18,2% 9,1% 18,2% 9,1% 18,2% 0,0% 0,0% 27,3% 0,0% 100,0%

TV Circunvalar 0,0% 22,2% 11,1% 0,0% 11,1% 0,0% 0,0% 0,0% 55,6% 0,0% 100,0%

Total 4,8% 9,6% 7,2% 8,8% 3,2% 14,4% 1,6% 5,6% 43,2% 1,6% 100,0%

N= 128 programas de las 10 TV comunitarias.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de las parrillas de programación de las 10 TV
comunitarias. Convenciones: ‘rel’ religioso, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘ntc’ noticiero, ‘mus’
musical, ‘mis’ miscelánea, ‘mag’ magacín, ‘inf’ infantil, ‘dep’ deportes, ‘cul’ cultura, ‘coc’ cocina.

El tipo de programa que predomina en las parrillas de programación es el


cultural (43.2%). Hay que tener en cuenta que esta categoría abarca los temas
educativos, científicos y culturales (artes y entorno humano). También son
frecuentes los programas informativos: magacín (14.4%), programa de
entrevistas (9.6%) y noticiero (7.2%). Los musicales registran un porcentaje
relativamente alto en las parrillas (8.8%), debido a que no requieren demasiados
recursos técnicos y humanos para su producción. Los programas infantiles son
muy escasos, pues sólo representan el 1.6% de la programación, en tanto que los
espacios de deportes y religiosos mantienen porcentajes medios (5.6 y 4.8%,
respectivamente).
374

6.2.1.2 Tipo de programa de los canales RCN y Caracol

Tabla 19. Tipo de programa de los canales RCN y Caracol

com con cul dep fic inf mag mis ntc pen rea rel tal Total

Caracol 10,0% 3,3% 3,3% 3,3% 60,0% 0,0% 3,3% 3,3% 3,3% 3,3% 3,3% 0,0% 3,3% 100,0%

RCN 4,2% 4,2% 0,0% 4,2% 37,5% 4,2% 16,7% 8,3% 4,2% 8,3% 0,0% 4,2% 4,2% 100,0%

Total 7,4% 3,7% 1,9% 3,7% 50,0% 1,9% 9,3% 5,6% 3,7% 5,6% 1,9% 1,9% 3,7% 100,0%

N= 54 programas.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de las programaciones de los canales Caracol y
RCN. Convenciones: ‘com’ comedia, ‘con’ concurso, ‘cul’ cultura, ‘dep’ deportes, ‘fic’ ficción,
‘inf’ infantil, ‘mag’ magacín, ‘mis’ miscelánea, ‘ntc’ noticiero, ‘pen’ programa de entrevistas,
‘rea’ reality, ‘tal’ talk show.

Los tipos de programas en los canales RCN y Caracol difieren en algunas


categorías de las estipuladas para los programas de TV comunitaria en Colombia.
Por ejemplo, en RCN y Caracol se encuentran con bastante frecuencia los
espacios pertenecientes al género ficción (50%) que integra las series, telenovelas
y películas. Los programas informativos tienen una frecuencia relativa en la
programación de RCN y Caracol: magacines (9.3%), noticieros (3.7%) y
programas de entrevistas (5.6%), aunque inferior a la parrilla de programación de
las televisiones comunitarias: magacín (14.4%), programa de entrevistas (9.6%) y
noticiero (7.2%). En los canales privados RCN y Caracol se destaca la poca
presencia de programas culturales (1.9%) y la ausencia de musicales y de
programas de cocina. Los deportes se registran con un 3.7%, inferior al que
aparece en las TV comunitarias (5.6%). En RCN y Caracol sí se producen
comedias (7.4%), realitys (1.9%) y talk show (3.7%).

6.2.1.3 Duración de los programas de la TV comunitaria


A continuación se menciona la duración de los programas de la TV
comunitaria de Colombia.
375

Tabla 20. Duración de los programas de la TV comunitaria


1 2 3 4 Total

rel 0% 0,7% 5,0% 0,0% 5,7%

pen 0% 6,0% 3,0% 0,0% 9,0%

ntc 0% 4,7% 1,0% 1,3% 7,0%

mus 0% 2,7% 7,0% 0,0% 9,7%

mis 0% 2,0% 0,0% 1,3% 3,3%

mag 0% 8,0% 6,0% 0,0% 14,0%

inf 0% 1,3% 0,0% 0,0% 1,3%

dep 0% 2,0% 4,0% 0,0% 6,0%

cul 0% 24,1% 17,1% 1,3% 42,5%

coc 0% 1,3% 0,0% 0,0% 1,3%

Total 0% 52,8% 43,1% 4,0% 100,0%

N= 128 programas de las 10 TV comunitarias.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de las parrillas de programación de las 10 TV
comunitarias. Convenciones: ‘rel’ religioso, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘ntc’ noticiero, ‘mus’
musical, ‘mis’ miscelánea, ‘mag’ magacín, ‘inf’ infantil, ‘dep’ deportes, ‘cul’ cultura, ‘coc’ cocina,
‘1’ punto para los programas de 0 a 15 minutos, ‘2’ puntos para los programas de 16 a 30 minutos,
‘3’ puntos para los de 31 a 60 minutos, ‘4’ puntos para los de más de 60 minutos.

Nota: no se registraron casos de un ‘1’ punto.

En las 10 TV comunitarias analizadas prevalecen los programas de 16 a 30


minutos de duración (52.8%), seguidos muy de cerca por los de 31 a 60 minutos
(43.1%). Los programas de más de una hora (4.0%) son escasos. En esta última
escala encontramos la transmisión de misas, programas culturales (emisión de
festivales musicales, conferencias, etc.) y programas miscelánea.
Respecto al tipo de programa que más tiempo abarca, se mantiene la
tendencia de la tabla anterior referida al tipo de programa: los programas
culturales (42.5%) son los que más tiempo de duración registran en el total del
tiempo dedicado a la parrilla de programación. En segundo lugar se encuentran
los programas informativos: magacines (14.0%), programas de entrevistas (7.0%)
y noticieros (7.2%). También figuran los musicales (9.7%). Muy poco tiempo
tienen los programas infantiles y de cocina dentro de la parrilla de programación
(1.3% en ambos casos), en tanto que los de deportes y religiosos registran
porcentajes medios (6.0 y 5.7%, respectivamente).
376

Una vez conocidos estos resultados, consideramos que no ameritan una


explicación detallada por cuanto los porcentajes de la duración de los programas
coinciden con los porcentajes de los programas que con más frecuencia se
producen. En otras palabras, existe una equivalencia entre la duración y
frecuencia de los programas culturales, noticieros, magacines y programas de
entrevistas. Si el resultado hubiese sido dispar, lo hubiéramos contemplados como
respuesta a una de las cuestiones de investigación o hipótesis, pero en este caso,
como lo hemos visto, no será así, ni tampoco se comparará con los resultados que
en esta variable pudieran arrojar los programas de la parrilla de televisión de los
canales privados RCN y CARACOL.

6.2.1.4 Temporalidad de producción de la TV comunitaria


En la tabla se expresan la temporalidad de producción de la TV comunitaria
para luego comparar sus porcentajes con la temporalidad de producción de los
canales privados RCN y Caracol de Colombia.
Tabla 21. Temporalidad de producción de la TV comunitaria
CANAL dif dir mix Total

A. San Jorge 33,3% 16,7% 50,0% 100,0%

Acoapacos 87,5% 0,0% 12,5% 100,0%

Arenales TV 100,0% 0,0% 0,0% 100,0%

Asoparsa 100,0% 0,0% 0,0% 100,0%

Aspadiasan 5,9% 5,9% 88,2% 100,0%

Paracentral 83,3% 0,0% 16,7% 100,0%

Paso TV Socorro 88,9% 11,1% 0,0% 100,0%

RTP Pamplona 50,0% 0,0% 50,0% 100,0%

Teleenvigado 83,3% 16,7% 0,0% 100,0%

TV Circunvalar 88,9% 11,1% 0,0% 100,0%

Total 68,8% 6,3% 25,0% 100,0%

N= 128 programas de las 10 TV comunitarias.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de las parrillas de programación de las 10 TV
comunitarias. Convenciones: ‘dif’ diferido, ‘dir’ directo, ‘mix’ mixto.

La producción en diferido (68.8%) es la que predomina en los programas de


las televisiones comunitarias analizadas, mientras que la producción en directo
representa un porcentaje bajo (6.3%). Ello en parte se explica por las dificultades
técnicas y económicas de estas televisiones para la transmisión en vivo y en
377

directo de sus espacios, pues la mayoría de ellas no cuentan con transmisores ni


con el cableado instalado en la ciudad. No obstante, es relativamente alto el
porcentaje que se destina para la producción mixta, es decir, que combina la
transmisión en directo y en diferido. Fundamentalmente se pasan en vivo las
intervenciones de los presentadores de los programas, como sucede con los
noticieros, magacines y musicales, y éstas se mezclan con las notas o segmentos
ya grabados. De los canales estudiados se destacan Asucap San Jorge y Tele
Envigado por transmitir en directo (16.7% en ambos casos). En el otro extremo
están las estaciones donde predomina el 100% de la producción en diferido, como
Asoparsa San Gil y Arenales TV de Girón.

6.2.1.5 Temporalidad de producción de los canales RCN y


Caracol

Tabla 22. Temporalidad de producción de los canales RCN y Caracol


dif dir mix Total

Caracol 83,3% 13,3% 3,3% 100,0%

RCN 79,2% 12,5% 8,3% 100,0%

Total 81,5% 13,0% 5,6% 100,0%

N= 54 programas.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de las programaciones de los canales Caracol y
RCN. Convenciones: ‘dif’ diferido, ‘dir’ directo, ‘mix’ mixto.

Los programas de los canales RCN y Caracol se producen, en su mayoría,


en diferido (81.5%), un poco más que en las televisiones comunitarias (68.8%),
pero las dos estaciones privadas emplean más la temporalidad de producción en
directo (13%) frente a la de la TV comunitaria (6.3%). La producción mixta es
mucho menor en RCN y Caracol (5.6%) que en la televisión comunitaria (25%).

6.2.2 Resultados de los contenidos de los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia y
del noticiero RCN
Los resultados de los programas informativos de la televisión comunitaria
tienen como base el análisis de:
 Los grandes temas y categorías (Qué 1), de los subtemas y subcategorías de
contenidos (Qué 2) y de la concreción de los subtemas y subcategorías de
contenidos que predominan en los programas informativos (Qué 3).
378

 Los macrogéneros de información, opinión y educación utilizados en los


programas informativos.
 Los valores y contravalores periodísticos que imperan en los programas
informativos.
 Los valores y contravalores de desarrollo humano que imperan en los
programas informativos.
El análisis de estas variables también se lleva a cabo en el noticiero RCN,
con el fin de comparar sus resultados con los expresados en los programas
informativos de la TV comunitaria, particularmente con los noticieros de la TV
comunitaria de Colombia.

6.2.2.1 Grandes temas y categorías de contenidos que predominan


en los programas informativos de la televisión comunitaria
de Colombia (QUÉ 1)
Se analizan los programas informativos noticiero, magacín y programa de
entrevistas, para determinar cuáles grandes temas y categorías de contenidos
predominan en sus contenidos.

Tabla 23. Grandes temas y categorías de contenidos de los programas


informativos de la TV comunitaria de Colombia
pol orp esp eco dep cul otr Total

ntc 46,8% 5,0% 5,7% 10,0% 12,9% 17,9% 1,7% 100,0%

mag 14,1% 0,0% 7,0% 1,4% 2,8% 74,6% 0,0% 100,0%

pen 29,2% 4,2% 0,0% 12,5% 12,5% 41,7% 0,0% 100,0%

Total 41,4% 4,3% 5,6% 8,9% 11,5% 26,8% 1,4% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘pol’ política, ‘orp’
orden público, ‘esp’ espectáculo, ‘eco’ economía, ‘dep’ deporte, ‘cul’ cultura, ‘otr’ otros.

En los noticieros se evidencia una preferencia por los temas políticos


(46,8% de los segmentos analizados), seguidos de los tópicos culturales (17,9%) y
deportivos (12,9%). En general, el orden y jerarquía de los bloques informativos
de los noticieros de la televisión comunitaria es casi igual a los de los noticieros
del orden nacional e internacional. Es decir, comienzan con información de orden
público (sucesos), continúan con la información política, luego con la económica
379

y la deportiva. En el último bloque, no obstante, se aprecia un alto porcentaje de


información cultural y en menor porcentaje de notas sobre el espectáculo, aunque
a veces los dos ítems aparecen mezclados en la sección de farándula.
En los magacines se invierte la tendencia, pues es mayor el número de
segmentos dedicados a la cultura (74,6%) que en el de la política (14,1%), lo cual
cumple con la normatividad y la naturaleza educativa y cultural de la
programación de la televisión comunitaria de Colombia.
En los programas de entrevistas, se tiende a equilibrar los tópicos políticos y
culturales, pero aun así este último es el que con más frecuencia se emite (41,7%
de los segmentos analizados) comparado con el 29, 2% de política.
En general, los programas informativos dan prelación a tópicos relacionados
con la política (41,4%) y la cultura (26,8%). Los temas económicos se registran
en los tres programas informativos en un 8,9%. No ocurre lo mismo con el tema
de orden público, donde sólo está presente en los noticieros (5,2%) y en los
programas de entrevistas (4,2%), y el tema de espectáculos, pues sólo aparece en
noticieros (5,7%) y magacines (7%).

6.2.2.2 Grandes temas y categorías de contenidos que predominan


en el noticiero de la estación de TV Radio Cadena Nacional
(RCN) de Colombia (QUÉ 1)

Tabla 24. Grandes temas y categorías de contenidos del noticiero RCN de


Colombia
pol orp esp eco dep cul Total

RCN noticias 42,0% 15,2% 15,9% 6,8% 14,0% 6,1% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del informativo de RCN.
Convenciones: ‘pol’ política, ‘orp’ orden público, ‘esp’ espectáculo, ‘eco’ economía, ‘dep’
deporte, ‘cul’ cultura.

Tanto el noticiero de RCN como el de la TV comunitaria mantienen la


misma jerarquía para la presentación de las secciones informativas. Ambos le dan
prelación al orden público, pero la cantidad de segmentos dedicados a ese gran
tema en el noticiero de RCN es superior (15.2%) al que destina el noticiero de la
TV comunitaria (5%). Los dos noticieros coinciden en la importancia que le dan a
la información política (42% de los segmentos del noticiero RCN y 46.8% de los
segmentos de los noticieros de la TV comunitaria). Sin embargo, es muy bajo el
380

porcentaje que el informativo de RCN le dedica a la cultura (6.1%), en


comparación con el que destinan los informativos de la TV comunitaria (17.9%).
En el noticiero RCN son relativamente significativos los porcentajes de segmentos
dedicados al espectáculo (15.9%) y los deportes (14%).

6.2.2.3 Subtemas y subcategorías de contenidos que predominan


en la política, economía, deporte, cultura, orden público y
espectáculo de los programas informativos de la televisión
comunitaria de Colombia (QUÉ 2)

Tabla 25. Subtemas y categorías de los contenidos de los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia
otras
sec gub fie ehu edu dre dco cio art sep cat. Total

ntc 6,7% 28,9% 3,1% 5,3% 9,5% 11,7% 2,9% 17,9% 3,1% 2,4% 8,6% 100,0%

mag 0,0% 1,4% 5,6% 22,5% 31,0% 1,4% 0,0% 12,7% 21,1% 0,0% 4,2% 100,0%

pen 12,5% 12,5% 0,0% 20,8% 12,5% 12,5% 0,0% 16,7% 8,3% 0,0% 4,2% 100,0%

Total 6,0% 24,3% 3,3% 8,4% 12,6% 10,3% 2,3% 17,1% 5,8% 1,9% 7,8% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘sec’ sectores
económicos, ‘gub’ gubernamental, ‘fie’ fiestas, ‘ehu’ entorno humano, ‘edu’ educativo, ‘dre’
deportes reglados, ‘dco’ delincuencia común, ‘cio’ comunitario, ‘art’ arte, ‘sep’ servicios públicos
y ‘otras cat.’ otras categorías.

Los porcentajes más significativos de los grandes temas o categorías de


contenidos de los noticieros se hallan en la categoría política en la que es mayor la
transmisión de cuestiones gubernamentales (28,9% de los segmentos analizados)
que de cuestiones comunitarias (17,9%), situación que se asemeja más a la
filosofía de las televisiones nacionales que de la TV comunitaria. De lo anterior
también se deduce la preferencia de los periodistas de la TV comunitaria por las
fuentes gubernamentales de carácter oficial. El tópico económico se expresa en la
subcategoría de sectores económicos (6,7%) y es prácticamente nula la referencia
que se hace a otros hechos económicos como precios o empleo, por lo que fue
necesario reunirlos en otras categorías.
En los magacines, el tema cultural se desarrolla preferentemente en lo
relacionado con lo educativo (31% de los segmentos), aunque hay valores
igualmente significativos en el entorno humano (22,5%) y las artes (21,1%).
381

Nótese que el magacín opta por los subtemas o subcategorías de contenidos


educativos y de entorno humano que por la subcategoría de arte, lo cual evidencia
una concepción amplia de la cultura. En lo referente al tema político, en el
magacín se prefiere la información relativa a lo comunitario (12,7%) que a la
gubernamental (1,4%).
En el programa de entrevistas, es mayor el énfasis que se da al entorno
humano (20,8% de los segmentos) que a lo educativo (12,5%) y las artes (8,3%),
para referirse a la cultura. Y se mantiene una pequeña diferencia a favor de la
subcategoría de contenidos comunitarios (16,7%) que de la subcategoría
gubernamental (12,5%), para abordar el tema político.
Los deportes reglados son los preferidos en los tres programas, aunque con
más notoriedad en el programa de entrevistas (12,5% de los segmentos
analizados), seguido en los noticieros (11,7%) y el magacín (1,4%). El tema del
orden público sólo aparece registrado en los noticieros (2,9% de los segmentos)
bajo la subcategoría de contenidos delincuencia común y es menor la proporción
de segmentos que se dedican en todos los programas informativos al orden
público referente a casos de violencia doméstica (0,4%) y conflicto armado
interno (1,4%), por lo que fue necesario contabilizarlos en otras categorías. En
general, los programas informativos producen más segmentos relacionados con lo
gubernamental (24,3%) y lo comunitario (17,1%), ambos pertenecientes a la
categoría de política. Dentro de la categoría cultura, el subtema que predomina es
el educativo (12,6%).

6.2.2.4 Subtemas y subcategorías de contenidos que predominan


en la política, economía, deporte, cultura, orden público y
espectáculo del noticiero RCN de Colombia (QUÉ 2)

Tabla 26. Subtemas y subcategorías de contenidos del noticiero RCN de


Colombia
vdo sec mac gub flo dre dco cio cai Total

RCN noticias 0,8% 3,5% 2,7% 29,2% 15,8% 14,2% 8,8% 13,5% 5,8% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del informativo de RCN.
Convenciones: ‘vdo’ violencia doméstica, ‘sec’ sectores económicos, ‘mac’ macroeconomía, ‘gub’
gubernamental, ‘flo’ farándula local, ‘dre’ deportes reglados, ‘dco’ delincuencia común, ‘cio’
comunitario, ‘cai’ conflicto armado interno.
382

En el noticiero RCN se le da prelación al subtema gubernamental (29,2%)


frente al comunitario (13,5%), ambos incorporados al tema político. En los
noticieros de la TV comunitaria los valores de esos subtemas se expresan de
manera similar: gubernamental (28,9%) y comunitario (17,9%). Es notorio, sin
embargo, los altos porcentajes que el informativo de RCN le dedica a la
delincuencia común (8,8%) y al conflicto armado interno (5,8%), los dos
incluidos en la categoría de orden público. En el informativo de la TV comunitaria
sólo se registra el ítem delincuencia común con un porcentaje menor (2,9%).

6.2.2.5 Concreción del tipo de política gubernamental y


comunitaria, del tipo de sectores económicos, servicios
públicos y macroeconomía, del tipo de deporte reglado,
autóctono y alternativo, del tipo de arte, entorno humano y
temas educativos y del tipo de conflictos armados internos,
violencia doméstica y delincuencia común, presentes en los
programas informativos de la televisión comunitaria de
Colombia (QUÉ 3)

Tabla 27. Tipo de subtema o subcategoría de contenidos de los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia

act cid del eac for fut gpr mus ocu opu pba ppo cor pro Total

ntc 4,1% 2,8% 9,9% 3,0% 4,6% 4,8% 6,1% 0,8% 3,8% 8,6% 6,6% 2,8% 1,8% 4,6% 100,0%

mag 0,0% 16,7% 0,0% 7,6% 19,7% 0,0% 0,0% 13,6% 3,0% 1,5% 0,0% 7,6% 0,0% 3,0% 100,0%

pen 0,0% 12,5% 4,2% 0,0% 8,3% 0,0% 4,2% 0,0% 4,2% 4,2% 8,3% 8,3% 0,0 0,0% 100,0%

Total 3,3% 5,2% 8,2% 3,5% 6,8% 3,9% 5,2% 2,5% 3,7% 7,4% 5,8% 3,7% 1,4% 4,1% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘act’ activismo, ‘cid’
costumbres/identidad, ‘del’ disposiciones legales, ‘eac’ eventos académicos, ‘for’ formación, ‘fut’
fútbol, ‘gpr’ gestión proyectos, ‘mus’ música, ‘ocu’ obras comunitarias, ‘opu’ obras públicas,
‘pba’ problemas, ‘pel’ proselitismo y elecciones, ‘ppo’ personajes populares, ‘cor’ corrupción.

En los noticieros, los subtemas gubernamentales de la política


fundamentalmente se expresan mediante disposiciones legales (9,9% de los
segmentos analizados), obras públicas (8,6%) y gestión de proyectos (6,1%).
Cuestiones como corrupción recibieron un tratamiento insignificante (1,4%),
mientras que el subtema comunitario obtuvo despliegue a través de problemas
383

comunitarios (6,6%), activismo (4,1%) y obras comunitarias (3,8%). De esos


porcentajes se desprende que cuando se citan aspectos comunitarios, es frecuente
que a los colectivos se les vea como poseedores o generadores de problemas y en
menor medida como gestores de soluciones. En los noticieros, la formación
(4,6%) es el eje sobre el que gravita el subtema educativo, seguido de los eventos
académicos (3,0%), en tanto que las costumbres/identidad y personajes populares
(ambos ítems con un 2,8%) son la base de la subcategoría de contenidos sobre el
entorno humano. La música (0,8%) es el tipo de arte que más se muestra en los
noticieros, al igual que el fútbol (4,8%) con respecto a los deportes reglados.
En los magacines, se redime el subtema comunitario al expresarlo a través
de obras comunitarias (3% de los segmentos), mientras que el subtema
gubernamental se desarrolla en un mínimo porcentaje mediante obras públicas
(1,5%). El subtema educativo, por el contrario, se evidencia con porcentajes
significativos en formación (19,7%) y eventos académicos (7,6%), al igual que el
subtema entorno humano en costumbres/identidad (16,7%) y personajes
populares (7,6%). La música (13,6%) sigue obteniendo –incluso aumenta
significativamente- el porcentaje más alto del cubrimiento que se hace del
subtema arte.
En los programas de entrevistas, se destaca las costumbres/identidad (12,5%
de los segmentos) con el mayor porcentaje de temas culturales, concretamente al
subtema de entorno humano, seguido de los personajes populares (8,3%), en tanto
que la formación (8,3%), ocupa mayor espacio en la subcategoría de contenidos
educativos. El subtema gubernamental se expresa con los mismos porcentajes en
ítems como disposiciones legales, gestión proyectos y obras públicas, los tres con
4,2%, y el subtema comunitario se muestra con mayor constancia en problemas
(8,3%) y obras comunitarias (4,2%).
En general, en los programas informativos se transmite con más frecuencia
el tema de las disposiciones legales (8,2% de los segmentos), perteneciente a la
subcategoría gubernamental, y el de los problemas comunitarios (5,8%) incluido
en la subcategoría comunitario.
384

6.2.2.6 Concreción del tipo de política gubernamental y


comunitaria, del tipo de sectores económicos, servicios
públicos y macroeconomía, del tipo de deporte reglado,
autóctono y alternativo, del tipo de arte, entorno humano y
temas educativos y del tipo de conflictos armados internos,
violencia doméstica y delincuencia común, presentes en el
noticiero RCN (QUÉ 3).

Tabla 28. Tipo de subtema o subcategoría de contenidos del noticiero RCN


de Colombia
act ate cor del gpr nar ocu pba pro sec Total

RCN noticias 7,3% 4,6% 20,2% 22,9% 4,6% 3,7% 0,9% 22,0% 0,9% 8,3% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del informativo de RCN.
Convenciones: ‘act’ activismo, ‘ate’ atentados/terrorismo, ‘cor’ corrupción, ‘del’ disposiciones
legales, ‘gpr’ gestión proyectos, ‘nar’ narcotráfico, ‘ocu’ obras comunitarias, ‘pba’ problemas,
‘pro’ proyectos, ‘sec’ secuestro.

La cantidad de segmentos dedicados a los problemas y al activismo


comunitario son divergentes en el noticiero de RCN y en los de la TV
comunitaria. En RCN los problemas comunitarios ocupan un 22% y el activismo
un 7,3%, en tanto que en la TV comunitaria esta relación es inferior: 6,6% para
problemas comunitarios y 4,1% para el activismo. Resulta significativo el hecho
de que el noticiero RCN contenga más información sobre corrupción 20,2%. En
cambio ese ítem se aborda muy poco en los informativos de la TV comunitaria
(1,8%).

6.2.3 Resultados de los macrogéneros de información, opinión


y educación empleados en los programas informativos de
la televisión comunitaria de Colombia
Más adelante se presentan los resultados de la frecuencia con que son
usados los macrogéneros de información, de opinión y de educación en los
segmentos de los programas informativos: noticieros, magacines y programas de
entrevistas.
385

Tabla 29. Género empleado en los programas informativos de la televisión


comunitaria de Colombia
rep not inf ent enc edi tle cro cri com otr Total

ntc 4,5% 79,5% 0,2% 5,0% 0,7% 2,4% 0,0% 0,5% 0,0% 3,1% 4,1% 100,0%

mag 7,0% 29,6% 0,0% 16,9% 15,5% 0,0% 5,6% 11,3% 1,4% 2,8% 9,9% 100,0%

pen 0,0% 0,0% 0,0% 100,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 100,0%

Total 4,7% 68,9% 0,2% 11,1% 2,7% 1,9% 0,8% 1,9% 0,2% 2,9% 4,7% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘rep’ reportaje, ‘not’
noticia, ‘inf’ informe especial, ‘ent’ entrevista, ‘enc’ encuesta, ‘edi’ editorial, ‘doc’
didáctico/coloquial, ‘cro’ crónica, ‘cri’ crítica, ‘com’ comentario, ‘otr’ otro.

En los noticieros el macrogénero de la información está representado en


gran medida por la noticia (79% de los segmentos analizados), seguido con un
porcentaje mucho menor por la entrevista (5%) y el reportaje (4,5%). En el
macrogénero de la opinión los porcentajes más representativos se hallan en el
comentario (3,1%) y en el editorial (2,4%). En síntesis, los noticieros no poseen
una riqueza expresiva tal que permita informar empleando diversos géneros
periodísticos para profundizar, matizar o generar opinión en torno a un
acontecimiento determinado.
En los magacines, el macrogénero de la información está constituido
cuantitativamente por noticias (29% de los segmentos), la entrevista (16,9%),
crónica (11,3%) y reportaje (7%). Sólo la encuesta (15,5%) tiene un porcentaje
significativo como elemento del macrogénero de opinión. Aunque en los
magacines se enfatizan los aspectos culturales y educativos, el género telelección,
perteneciente al macrogénero de educación, alcanza un porcentaje modesto
(5,6%).
En los programas de entrevistas impera, por obvias razones, el género
periodístico entrevista (100%), el cual permite amplitud de detalles y
contextualización de la información.
Se infiere que los géneros periodísticos o educativos que demandan más
trabajo e investigación, como el informe especial, la telelección, la crónica y el
reportaje, son muy poco utilizados tanto en los noticieros como en los magacines.
Algo parecido ocurre con el editorial, comentario y crítica, géneros periodísticos
que requieren grandes dosis de información, reflexión y autoridad científica e
intelectual. En general, en los programas informativos predomina la noticia
386

(68,9%) y la entrevista (11,1%), dentro del macrogénero información. El


reportaje y la crónica, géneros con los que se permite amplitud de detalles,
presentan valores ínfimos (4,7% y 1,9%, respectivamente). El comentario (2,9%)
y la encuesta (2,7%), ambos dentro del macrogénero opinión, son los únicos
géneros que tiene alguna representación en los programas informativos. El
macrogénero de educación sólo está representado por la telelección (0,8%).

6.2.4 Resultados de los macrogéneros de información, opinión


y educación empleados en el noticiero RCN de Colombia

Tabla 30. Género empleado en el noticiero RCN de Colombia


rep otr not ent edi cro cri com Total

RCN noticias 0,8% 28,3% 63,4% 1,5% 0,4% 1,1% 1,1% 3,4% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN de Colombia.
Convenciones: ‘rep’ reportaje, ‘otr’ otro, ‘not’ noticia, ‘ent’ entrevista, ‘edi’ editorial, ‘cro’
crónica, ‘cri’ crítica, ‘com’ comentario.

Es muy diciente el hecho de que el macrogénero de información en el


noticiero de RCN esté mayoritariamente representado por noticias (63,4%), posea
escasos porcentajes de reportajes (0,8%), crónicas (1,1%) y entrevistas (1,5%), y
aumente la categoría de otros (28,3%). Esta última categoría se refiere a breves
noticiosas de 10 segundos de duración aproximadamente y, por consiguiente, con
escaso valor informativo. El macrogénero de opinión tiene porcentajes mínimos
en los géneros comentario (3,4%) y editorial (0,4%) En los noticieros de la TV
comunitaria la cantidad de noticias es igualmente alto (79,5%) por obvias razones,
es decir, por ser un noticiero, pero sí llama la atención el que se destinen
porcentajes más altos en entrevistas (5%) y reportajes (4,5%) que en el noticiero
de RCN. También es de resaltar que en el macrogénero de opinión, el noticiero de
la TV comunitario registra porcentajes similares en el género comentario (3,1%
en el noticiero comunitario y 3,4% en el noticiero de RCN), situación que no
ocurre en el género editorial puesto que su frecuencia es mayor en el noticiero
comunitario que en el noticiero RCN (2,4% frente a 0,4%).
387

6.2.5 Resultados de los valores y contravalores periodísticos


que prevalecen en los programas informativos de la
televisión comunitaria de Colombia y en el noticiero RCN
A continuación se registran los resultados de los valores y contravalores
periodísticos hallados en los segmentos de los programas informativos: noticiero,
magacín y programa de entrevistas.

6.2.5.1 Valores periodísticos en la TV comunitaria

Tabla 31. Valores periodísticos hallados en los programas informativos de la


televisión comunitaria de Colombia
spu res imp eti cot bym ana nv Total

ntc 62,8% 3,3% 1,4% 5,3% 12,2% 1,2% 0,0% 13,8% 100,0%

mag 64,8% 1,4% 0,0% 1,4% 22,5% 2,8% 0,0% 7,0% 100,0%

pen 37,5% 0,0% 4,2% 0,0% 45,8% 0,0% 8,3% 4,2% 100,0%

Total 61,9% 2,9% 1,4% 4,5% 15,2% 1,4% 0,4% 12,5% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘spu’ servicio
público, ‘res’ responsabilidad, ‘imp’ imparcialidad, ‘eti’ ética, ‘cot’ contextualización, ‘bym’ bi,
multidireccionalidad, ‘ana’ análisis y ‘nv’ ningún valor periodístico.

En la mayoría de los segmentos de los noticieros predomina el valor


periodístico del servicio público (62,8%), entendido simplemente como el trabajo
de informar sobre algún hecho de interés general, aportando en algunos casos
datos útiles. No obstante, también se evidencia un porcentaje relativamente alto de
ningún valor periodístico (13,8%), debido a que el contenido es vago, impreciso,
sin profundidad o equilibrio informativo. La contextualización de la información
también aparece con un 12,2%, pero no así el análisis (0%) y de manera muy
escasa la bi y multidireccionalidad (1,2%), que debería ser uno de los valores con
mayor porcentaje, dado el carácter participativo de la televisión comunitaria.
En los segmentos de los magacines, se registra una tendencia parecida a la
de los noticieros, esto es, un porcentaje alto del valor del servicio público
(64,8%), aunque con un incremento de la contextualización (22,5%) y de la bi y
multidireccionalidad (2,8%), debido a que los magacines emplean un poco más
macrogéneros de información, opinión y educación, como la crónica, el reportaje,
388

la telelección y la entrevista, que le brindan más profundidad y contexto a la


información.
En el programa de entrevistas, el género periodístico entrevista registra un
porcentaje significativo de contextualización (45,8% de los segmentos
analizados), gracias a que se dispone de más tiempo para formular y esperar
respuestas de los entrevistados. El programa de entrevistas también presenta un
porcentaje alto del valor de servicio público (37,5%), puesto que el entrevistado
ofrece más detalles y puede profundizar en los hechos.
En general, en los programas informativos sobresalen los valores
periodísticos del servicio público (61,9%), relacionado fundamentalmente con el
suministro oportuno de información a la audiencia, y de contextualización
(15,2%), aunque en un porcentaje menor a pesar de la gran cantidad de segmentos
analizados. Otros valores de suma importancia para la TV comunitaria como la bi
y multidireccionalidad (1,4%) y el análisis (0,4%) poseen porcentajes
insignificantes.

6.2.5.2 Valores periodísticos hallados en el noticiero RCN de


Colombia

Tabla 32. Valores periodísticos en el noticiero RCN de Colombia


spu res nv imp eti cot bym ana Total

RCN noticias 47,0% 1,9% 40,2% 0,8% 1,1% 8,0% 0,8% 0,4% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘spu’ servicio público, ‘res’ responsabilidad, ‘nv’ ningún valor periodístico, ‘imp’
imparcialidad, ‘eti’ ética, ‘cot’ contextualización, ‘bym’ bi y multidireccionalidad, ‘ana’ análisis.

Tanto en el noticiero de RCN como en los de la TV comunitaria el valor


periodístico que sobresale es el de servicio público (47% y 62,8%,
respectivamente). Sin embargo, en ambos son preocupantes los escasos y nulos
porcentajes en los que los segmentos son objeto de análisis (0,4% en RCN y 0%
en la TV comunitaria). Lo curioso es que la bi y multidireccionalidad es poca en
los segmentos, es decir, los informativos no incorporan la participación activa de
la audiencia en la elaboración de las noticias (0,8% en RCN y 1,2% en la TV
comunitaria), aunque es más preocupante que ello no ocurra en el canal
comunitario que se debe destacar por su naturaleza participativa. También es
preocupante, en el caso del informativo de RCN, que en un 40,2% de sus
segmentos, no se halle valor periodístico alguno.
389

6.2.5.3 Contravalores periodísticos en la TV comunitaria

Tabla 33. Contravalores periodísticos hallados en los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia
gen irr ncv pad sen spr sup uni Total G.

ntc 39,1% 0,7% 11,5% 8,8% 2,6% 6,0% 18,6% 12,6% 100,0%

mag 32,4% 0,0% 38,0% 2,8% 0,0% 1,4% 15,5% 9,9% 100,0%

pen 20,8% 0,0% 4,2% 4,2% 0,0% 4,2% 0,0% 66,7% 100,0%

Total G. 37,4% 0,6% 14,8% 7,8% 2,1% 5,3% 17,3% 14,8% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘gen’ generalidad,
‘irr’ irresponsabilidad, ‘ncv’ ningún contra valor, ‘pad’ parcialidad, ‘sen’ sensacionalismo, ‘spr’
servicio privado, ‘sup’ superficialidad, ‘uni’ unidireccionalidad.

En los segmentos de los noticieros predominan los contravalores


periodísticos de la generalidad (39,1%) y la superficialidad (18,6%). La
generalidad se entiende como aquella información vaga, imprecisa, que no ofrece
datos suficientes para conocer el hecho noticioso, mientras que la superficialidad
hace referencia al dato aparente y frívolo. Dichos contravalores tienen su origen
en la persistencia por la noticia, género periodístico que hoy en la televisión se
caracteriza por elaborarse de forma rápida e improvisada y sin profundizar en los
aspectos trascendentales de la información. El contravalor de la
unidireccionalidad (12,6%) también es patente en los noticieros, debido a que
faltan otras voces y testimonios que equilibren la información, especialmente
cuando de trata de la voz y declaraciones de los miembros de la comunidad que
no ostentan altas posiciones políticas y económicas. Un porcentaje igualmente
significativo corresponde a los contravalores de la parcialidad (8,8%) y del
servicio privado (6%). Esta última categoría se evidencia cuando la noticia se
parece más a una publinoticia pagada o deliberadamente influida por personas o
empresas con poder político o económico. Lo contrario ocurre con el contravalor
del sensacionalismo (2,6%), que prácticamente no se percibe en los segmentos
analizados.
En los magacines la tendencia es muy similar: generalidad (32,4% de los
segmentos analizados), superficialidad (15,5%) y unidireccionalidad (9,9%), a
pesar de que hay un leve incremento en la utilización de géneros que implican
mayor profundización y contexto de la información. La explicación a esta
390

aparente contradicción estriba en que si bien existe un uso de la crónica, reportaje


y del género telelección, en ellos se aprecian errores de redacción, falta de fuentes
o contrapartes y de coherencia. No obstante, en los magacines no se perciben
contravalores como el del sensacionalismo (0%), irresponsabilidad (0%) ni
notables inclinaciones por ser parcial en la información (2,8%) o poner el
programa al servicio privado (2,4%) de personas o instituciones.
En el programa de entrevistas son notorios los contravalores de la
unidireccionalidad (66,7% de los segmentos analizados), puesto que la audiencia
en ningún momento interviene en alguna fase de elaboración del programa, ni
siquiera participando mediante preguntas a los entrevistados vía telefónica, y la
generalidad (20,8%), debido a que se percibe en el entrevistador la inexperiencia
o escasa preparación para sacar provecho de los conocimientos y declaraciones
del entrevistado. El programa de entrevistas, sin embargo, no presenta porcentajes
en contravalores de superficialidad (0%), sensacionalismo (0%) ni
irresponsabilidad (0%), pero sí el de servicio privado de la información (4,5%) y
de la parcialidad (4,2%).
Los contravalores periodísticos que con mayor frecuencia aparecen en los
programas informativos son el de la generalidad (48,2%) y la superficialidad
(22,4%), lo cual puede tener origen en la falta de equilibrio en la utilización de los
macrogéneros de información, opinión y educación.

6.2.5.4 Contravalores periodísticos hallados en el noticiero RCN


de Colombia

Tabla 34. Contravalores periodísticos en el noticiero RCN de Colombia


gen irr ncv pad sen spr sup uni Total

RCN noticias 36,6% 2,6% 16,6% 0,4% 5,7% 6,4% 29,8% 1,9% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘gen’ generalidad, ‘irr’ irresponsabilidad, ‘ncv’ ningún contravalor, ‘pad’
parcialidad, ‘sen’ sensacionalismo, ‘spr’ servicio privado, ‘sup’ superficialidad, ‘uni’
unidireccionalidad.

Tanto en el noticiero de RCN como en los de la TV comunitaria sobresalen


los contravalores de la generalidad y la superficialidad (36,6% y 29,8% en RCN,
y 49,1% y 23,4% en la TV comunitaria). Es curioso que en los informativos de la
TV comunitaria existan porcentajes más altos en el del servicio privado (7,5%
frente a 6,4% en RCN) y la unidireccionalidad (15,9% frente a 1,9% en RCN).
391

Este último valor se refiere a la falta de fuentes que equilibren la información o la


escasa participación del público en la elaboración de las noticias.

6.2.6 Resultados de los valores y contravalores de desarrollo


humano que prevalecen en los programas informativos
de la televisión comunitaria de Colombia y en el noticiero
RCN
Se presentan los resultados de los valores y contravalores de desarrollo
humano hallados en los programas informativos: noticiero, magacín y programa
de entrevistas, con base en el análisis de sus segmentos.

6.2.6.1 Valores de desarrollo humano en la TV comunitaria

Tabla 35. Valores de desarrollo humano en los programas informativos de la


televisión comunitaria de Colombia
sol par lib jus cov coo con nvdh Total

ntc 6,2% 17,4% 17,2% 3,8% 11,5% 10,0% 13,8% 20,0% 100,0%

mag 1,4% 38,0% 12,7% 0,0% 5,6% 8,5% 33,8% 0,0% 100,0%

pen 0,0% 8,3% 45,8% 0,0% 8,3% 12,5% 25,0% 0,0% 100,0%

Total 5,3% 19,8% 17,9% 3,1% 10,5% 9,9% 17,1% 16,3% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘sol’ solidaridad,
‘par’ participación, ‘lib’ libertad, ‘jus’ justicia, ‘cov’ convivencia, ‘coo’ cooperación, ‘con’
conservación, ‘nvdh’ ningún valor de desarrollo humano.

En un 20% de los segmentos analizados de los noticieros no se encuentran


valores de desarrollo humano, es decir, el mal enfoque dado a los géneros de
información, opinión y educación, especialmente a la noticia, no crea aspectos
positivos que tributen al mejoramiento colectivo desde la perspectiva humana. Sin
embargo, en otros segmentos del informativo sí se hallan valores de desarrollo
humano como la participación (17,4%) para opinar, sugerir y dar a conocer las
diversas caras de la información, la libertad (17,2%) para exponer libremente los
proyectos, iniciativas, y la conservación (13,8%) del medio ambiente y de los
valores sociales.
En los segmentos de los magacines, predomina el valor de la participación
(38%) y la conservación (33,8%) y en todos los segmentos se evidencian valores
de desarrollo humano.
392

En el programa de entrevistas, los valores de la libertad (45,8%) y la


conservación (25%) alcanzan los más altos porcentajes. La cooperación (12,5%),
entendida como la ayuda mutua, el trabajo conjunto para cumplir objetivos que
benefician a un colectivo, también registra un porcentaje significativo, y en todos
los programas de entrevistas aparecen valores de desarrollo humano.
En general, son tres los valores de desarrollo humano que con mayor
frecuencia se registran en los programas informativos: la participación (19,8%), la
libertad (17,9%) y la conservación (17,1%).

6.2.6.2 Resultados de los valores de desarrollo humano que


imperan en el noticiero RCN de Colombia

Tabla 36. Valores de desarrollo humano en el noticiero RCN de Colombia


con coo cov jus lib nvdh par sol Total

RCN noticias 4,2% 4,2% 2,3% 7,2% 14,1% 46,4% 17,5% 4,2% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘con’ conservación, ‘coo’ cooperación, ‘cov’ convivencia, ‘jus’ justicia, ‘lib’
libertad, ‘nvdh’ ningún valor de desarrollo humano, ‘par’ participación, ‘sol’ solidaridad.

En el noticiero de RCN y en los de la TV comunitaria prevalecen los valores


de desarrollo humano libertad y participación. En RCN la participación se
encuentra en un 17,5% de los segmentos y la libertad en un 14,2%, en tanto que
en los informativos de la TV comunitaria la participación representa 17,4% y la
libertad un 17,2%, aunque también es relevante el porcentaje que en la televisión
comunitaria se le dedica al valor conservación (13,8%). Ningún valor de
desarrollo humano aparece porcentualmente en RCN (46,4%) y en la TV
comunitaria (20%), lo cual significa que en los segmentos de los informativos
comunitarios se incorporaran más valores de desarrollo humano.
393

6.2.6.3 Contravalores de desarrollo humano en la TV comunitaria

Tabla 37. Contravalores de desarrollo humano en los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia
des ego exc gue inj ins rep ncvdh Total

Ntc 7,2% 2,4% 38,4% 3,1% 7,4% 0,7% 2,1% 38,7% 100,0%

Mag 3,8% 1,5% 35,9% 0,8% 3,8% 0,0% 0,0% 54,2% 100,0%

Pen 0,0% 0,0% 66,7% 0,0% 4,2% 4,2% 0,0% 25,0% 100,0%

Total 6,1% 2,1% 39,0% 2,4% 6,4% 0,7% 1,6% 41,6% 100,0%

N= 574 segmentos de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘des’ destrucción,
‘ego’ egoísmo, ‘exc’ exclusión, ‘gue’ guerra, ‘inj’ injusticia, ‘ins’ insolidaridad, ‘rep’ represión y
‘ncvdh’ ningún contravalor de desarrollo humano.

En los programas informativos es común que existan porcentajes


significativos de no haber hallado contravalores de desarrollo humano (ncvdh)
en todos los segmentos: en los noticieros (38,7%), magacines (54,2%) y
programas de entrevistas (25%).
Sin embargo, en los tres tipos de programas también es evidente que el
contravalor de desarrollo humano de la exclusión alcanza porcentajes altos,
especialmente en el programa de entrevistas (66,7%), y en menor medida en el
8,4% de los segmentos analizados de los noticieros y el 35,9% de los magacines.
Eso se debe a que no hay canales para la participación de la audiencia en el
proceso de producción de los espacios o a que faltan voces y declaraciones de
personas que permitan equilibrar el hecho informativo, para evitar inclinaciones
hacia las ideas y acciones de determinados grupos y personas.
En general, en los programas informativos se presenta con mucha frecuencia
el contravalor de desarrollo humano de la exclusión (39%), aunque también se
registra un porcentaje levemente superior en la categoría de ningún contravalor de
desarrollo humano (41,6%).
394

6.2.6.4 Contravalores de desarrollo humano en el noticiero RCN


de Colombia

Tabla 38. Contravalores de desarrollo humano en el noticiero RCN de


Colombia
des ego exc gue inj ncv rep sub Total

RCN noticias 17,7% 3,0% 16,6% 9,1% 3,8% 47,9% 1,5% 0,4% 100,0%

N= 265 segmentos del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘des’ destrucción, ‘ego’ egoísmo, ‘exc’ exclusión, ‘gue’ guerra, ‘inj’ injusticia,
‘ncv’ ningún contravalor, ‘rep’ represión, ‘sub’ subvalorado.

Los contravalores que prevalecen en el noticiero de RCN son los de la


exclusión (16,6%), la destrucción (17,7%) y la guerra (9,1%), mientras que en la
TV comunitaria aparece un preocupante porcentaje del contravalor de desarrollo
humano de la exclusión (38,4%) –que coincide con el alto porcentaje del
contravalor periodístico de la unidireccionalidad (15,9%)- y, en menor medida de
los contravalores de la injusticia (7,4%) y la destrucción (7,2%). Se deduce, en
parte al menos, la presencia de un porcentaje alto del contravalor de la guerra
(9,1%) y la destrucción (17,7%) en el noticiero RCN, debido a que este medio
dedica más segmentos al tema del orden público (15,2%).

6.2.7 Resultados de las características de los protagonistas de


los programas informativos de la televisión comunitaria
de Colombia y del noticiero RCN
Los resultados de las características de los protagonistas de los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia, se basan en el análisis de:
 Origen del protagonista (persona o institución).
 Oficio de la persona u objeto social de la institución.
 Género de la persona o naturaleza jurídica de la institución.
 Edad de la persona.
 Rasgos fenotípicos externos110 de la persona.

110
En el análisis de las características de los protagonistas de los programas informativos se
utilizará la expresión “rasgos fenotípicos externos” en vez de la palabra “raza”. Ibídem (pags. 193
y 274).
395

El análisis de estas variables también se lleva a cabo en el noticiero RCN,


con el fin de comparar sus resultados con los expresados en los programas
informativos de la TV comunitaria, particularmente con los noticieros de la TV
comunitaria de Colombia.

6.2.7.1 Origen (persona/institución) de los protagonistas de la TV


comunitaria

Tabla 39. Origen de los protagonistas de los programas informativos de la


televisión comunitaria de Colombia
per ins Total

ntc 64,3% 35,7% 100,0%

mag 84,2% 15,8% 100,0%

pen 100,0% 0,0% 100,0%

Total 74,3% 25,7% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘per’ persona, ‘ins’
institución.

En los noticieros, magacines y programas de entrevistas es usual que los


protagonistas de las informaciones sean más las personas que las instituciones. En
otras palabras, de los protagonistas analizados en los noticieros el 64,3% son
personas y el 35,7%, instituciones. En los magacines, hay un aumento
considerable del protagonismo de las personas (84,2%) en comparación con un
15,8% de las instituciones. En los programas de entrevistas el protagonismo es
total en las personas (100%). En general, los programas informativos dan
prelación a las personas (74,3%) que a las instituciones (25,7%).
396

6.2.7.2 Origen de los protagonistas del noticiero RCN de


Colombia

Tabla 40. Origen de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia


per ins Total

RCN noticias 79,9% 20,1% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘per’ persona, ‘ins’ institución.

En el noticiero RCN el protagonismo lo encabezan las personas (79,9%)


frente a las instituciones (20,1%). Esa tendencia es menor en los informativos de
la TV comunitaria: el protagonismo de las personas se registra en el 64,3% de los
segmentos y el de las instituciones en el 35,7%.

6.2.7.3 Oficio (persona) u objeto social (institución) - TV


comunitaria

Tabla 41. Oficio u objeto social de los protagonistas de los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia
oso oem gob pol emp dep com art aca Total

Ntc 16,0% 6,1% 13,6% 14,6% 6,8% 5,8% 26,9% 2,7% 7,5% 100,0%

Mag 11,9% 1,1% 2,8% 6,8% 1,7% 0,0% 48,6% 4,0% 23,2% 100,0%

Pen 0,0% 0,0% 0,0% 10,9% 4,3% 6,5% 37,0% 0,0% 41,3% 100,0%

Total 13,2% 3,9% 8,7% 11,6% 4,8% 3,9% 35,2% 2,9% 15,9% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘oso’ organismo
social, ‘oem’ organismo empresarial, ‘gob’ gobierno, ‘pol’ político, ‘emp’ empresario, ‘dep’
deportista, ‘com’ comunitario, ‘art’ artista, ‘aca’ académico.

El organismo social (16%) es el que posee el protagonismo dentro de las


instituciones que aparecen en los noticieros; le sigue de cerca las entidades
gubernamentales o de gobierno (14,6%). En tanto que en la categoría de personas,
quienes se registran con mayor frecuencia son los comunitarios (26,9%) y, en
segundo lugar, los políticos (14,6%).
397

En los magacines, el organismo social es el que más veces aparece con un


16% de todos los protagonistas analizados y se reduce considerablemente la
participación de las entidades gubernamentales o de gobierno (2,8%). En el caso
de las personas, los comunitarios encabezan con un 48,6% de registros y después
los académicos con un 23,2%.
En los programas de entrevistas, las personas son las que tienen todo
protagonismo, especialmente los académicos (41,3%), en segundo lugar los
comunitarios (37%) y en tercer puesto los políticos (10,9%).
En los tres programas informativos se observa un interés por mostrar a los
organismos sociales (13,2%), los académicos (15,9%) y a los comunitarios
(35,2%), para dar cumplimiento a la normativa y filosofías de las televisiones
comunitarias en el sentido de dar cabida a otras voces diferentes de las
instituciones públicas o de los sujetos que ostentan el poder político o económico.
Aun así, la presencia de los políticos (11,6%) y de los organismos
gubernamentales (8,7%) o de gobierno es relativamente constante, principalmente
en los noticieros y, en menor medida, en los programas de entrevistas.

6.2.7.4 Oficio u objeto social de los protagonistas del noticiero


RCN de Colombia

Tabla 42. Oficio u objeto social de los protagonistas del noticiero RCN de
Colombia
pol oso oem gob emp dep com art Agr aca Total

RCN noticias 25,5% 5,3% 4,8% 9,8% 1,9% 13,8% 23,7% 9,0% 1,6% 4,5% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘pol’ político, ‘oso’ organismo social, ‘oem’ organismo empresarial, ‘gob’
gobierno, ‘emp’ empresario, ‘dep’ deportista, ‘com’ comunitario, ‘art’ artista, ‘agr’ agresor, ‘aca’
académico.

En el noticiero de RCN, las personas que cobran mayor protagonismo son


los políticos (25,5%), seguidos por los comunitarios (23,7%). En lo relacionado
con las instituciones, las que más se registran en pantalla son las instituciones
gubernamentales (9,8%). En los informativos de la TV comunitaria la relación es
inversa en lo concerniente a las personas: 26,9% de los segmentos en los que
aparecen los comunitarios y 14,6%, los políticos. En el ámbito de las
instituciones, son más frecuentes las apariciones de las organizaciones sociales
(16%) que las gubernamentales (13,6%). Todo indica que la TV comunitaria trata
398

de dar prelación a los intereses comunitarios y sociales, aunque a veces el


cumplimiento de ese objetivo tropieza con la preferencia por los intereses
gubernamentales.

6.2.7.5 Género (persona) o naturaleza jurídica (institución) - TV


comunitaria
Tabla 43. Género y naturaleza jurídica de los protagonistas de los programas
informativos de la televisión comunitaria de Colombia
pub pri mix muj hom Total

ntc 27,2% 7,8% 0,7% 20,1% 44,2% 100,0%

mag 13,0% 2,8% 0,0% 42,9% 41,2% 100,0%

pen 0,0% 0,0% 0,0% 34,8% 65,2% 100,0%

Total 19,9% 5,4% 0,4% 29,2% 45,1% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘pub’ público, ‘pri’
privado, ‘mix’ mixto, ‘muj’ mujer, ‘hom’ hombre.

En los noticieros, la presencia de las instituciones públicas (27,2%) es lo


predominante; y en el caso de las personas, quien se registra como protagonista es
mayoritariamente el hombre (44,2%), mientras que la mujer (20,1%) sólo aparece
como tal en menos de la mitad de las veces que el hombre.
En los magacines, el protagonismo sigue estando en las instituciones
públicas (13%) y en el caso de las personas hay porcentajes prácticamente iguales
en hombres (41,2%) y mujeres (42,9%).
En los programas de entrevistas, el protagonismo de los hombres (65,2%) es
mayor con respecto a las mujeres (34,8%), las cuales solo contabilizan un poco
más de la mitad de los registros que los hombres.
En general, en los programas informativos se les da mayor protagonismo a
los hombres (45,1%) que a las mujeres (29,2%), lo cual evidencia un desequilibrio
en la representación del género, y existe una tendencia a presentar con más
frecuencia a las instituciones públicas (19,9%).
399

6.2.7.6 Género y naturaleza jurídica de los protagonistas del


noticiero RCN de Colombia

Tabla 44. Género y naturaleza jurídica de los protagonistas del noticiero


RCN de Colombia
hom mix muj pri Pub Total

RCN noticiero 59,2% 0,3% 20,8% 5,1% 14,7% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘hom’ hombre, ‘mix’ mixto, ‘muj’ mujer, ‘pri’ privado, ‘pub’ público.

Ambos noticieros, el de RCN y los de las televisiones comunitarias, dan


mayor protagonismo a los hombres que a las mujeres, aunque en RCN este
desequilibrio es porcentualmente más alto. En RCN la relación es 59,2% a 20,8%,
mientras que en la TV comunitaria la relación es 44,2% a 20,1%, lo cual
evidencia una desigualdad de género notoria, expresada en una
infrarrepresentación de la mujer tanto en la TV privada como en la TV
comunitaria. En RCN se consultan con mayor frecuencia las instituciones
públicas (14,7%); esa tendencia se repite en la TV comunitaria pero con un
porcentaje mayor (27,2%).

6.2.7.7 Edad (persona) - TV comunitaria

Tabla 45. Edad de los protagonistas de los programas informativos de la


televisión comunitaria de Colombia
niñ jov anc adu ado Total

ntc 0,0% 7,9% 4,8% 84,1% 3,2% 100,0%

mag 4,0% 22,1% 2,7% 57,0% 14,1% 100,0%

pen 0,0% 4,3% 6,5% 87,0% 2,2% 100,0%

Total 1,6% 13,0% 4,2% 74,0% 7,3% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘niñ’ niño, ‘jov’
joven, ‘anc’ anciano, ‘adu’ adulto, ‘ado’ adolescente.
400

En los tres programas informativos los protagonistas suelen ser en su


mayoría los adultos. El porcentaje es del 84,1% en los noticieros, se reduce en un
57% en los magacines y aumenta en un 87% en los programas de entrevistas.
Otros porcentajes relativamente significativos, se dan en los magacines en los que
del total de los protagonistas analizados el 22,1% son jóvenes y el 14,1% los
adolescentes. Estos dos últimos grupos tienen apariciones poco frecuentes en los
noticieros y en los programas de entrevistas. Pero la situación es más negativa con
los niños, los cuales sólo aparecen en los magacines (4%). Los ancianos se
registran en los tres programas pero con porcentajes muy bajos: noticieros (4,8%),
magacines (2,7%) y programa de entrevistas (6,5%). Los programas informativos
mantienen la tendencia a mostrar con más frecuencia o dar protagonismo a los
adultos (74% se registran en los segmentos analizados) y a los jóvenes (13%),
mientras que otros grupos de edad como los niños (1,6%), adolescentes (7,3%) y
ancianos (4,2%) no tienen una aparición constante.

6.2.7.8 Edad de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia

Tabla 46. Edad de los protagonistas del noticiero RCN de Colombia


niñ jov anc adu ado Total

RCN noticiero 2,3% 19,9% 4,3% 73,2% 0,3% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘niñ’ niño, ‘jov’ joven, ‘anc’ anciano, ‘adu’ adulto, ‘ado’ adolescente.

El noticiero de RCN resalta por tener un porcentaje un poco más elevado de


protagonismo de los jóvenes en los segmentos informativos (19,9%), frente al que
le da la televisión comunitaria a este grupo de personas (7,9%). Sin embargo,
siguen siendo cuantitativamente superiores los porcentajes de protagonismo de los
adultos en los dos informativos: 73,2% en el noticiero de RCN y 84,1%, en los
noticieros de la TV comunitaria. Los otros grupos de edad como los niños,
adolescentes y ancianos registran bajas apariciones en los dos informativos.
401

6.2.7.9 Rasgos fenotípicos externos (persona) - TV comunitaria

Tabla 47. Rasgos fenotípicos externos de los protagonistas de los programas


informativos de la televisión comunitaria de Colombia
bla mes neg otr ind Total

inf 55,0% 44,4% 0,0% 0,5% 0,0% 100,0%

mag 35,6% 61,7% 2,7% 0,0% 0,0% 100,0%

pen 47,8% 52,2% 0,0% 0,0% 0,0% 100,0%

Total 46,6% 52,1% 1,0% 0,3% 0,0% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘bla’ blanco, ‘mes’
mestizo, ‘neg’ negro, ‘otr’ otro, ‘ind’ indígena.

En los tres programas, el protagonismo es compartido tanto por blancos


como por mestizos. De ello dan fe los siguientes porcentajes: en los noticieros los
mestizos tienen un registro del 44,4% y los blancos del 55%; en los magacines los
mestizos aparecen en un 61,7% y los blancos en un 35,6%; en los programas de
entrevistas los mestizos son los personajes centrales en un 52,2% del total de los
protagonistas analizados y los blancos en un 47,8%. Hay valores poco
significativos para las minorías negra –que sólo se registran en los magacines con
un porcentaje del 2,7%- y son nulas las apariciones de los indígenas en los
programas informativos, a pesar de que en algunas ciudades de las TV
comunitarias estudiadas –como el caso de Asucap San Jorge Ocaña- hay presencia
de comunidades aborígenes. Cabe anotar, no obstante, que la codificación de esta
categoría se dificultó por la imprecisión con que son registrados los tonos de piel
en la televisión. Además es preciso aclarar que Colombia es un país pluriétnico,
con población negra concentrada en la costa Atlántica y Pacífica y con población
indígena en determinados departamentos. Como ya se ha indicado, la muestra de
las TV comunitarias analizadas corresponde a Norte y Sur de Santander,
departamentos donde predominan los rasgos fenotípicos externos de población
blanca y mestiza.
402

6.2.7.10 Rasgos fenotípicos externos de los protagonistas del


noticiero RCN de Colombia

Tabla 48. Rasgos fenotípicos externos de los protagonistas del noticiero RCN
de Colombia
bla ind mes neg Total

RCN noticias 60,8% 1,0% 33,6% 4,7% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘bla’ blanco, ‘ind’ indígena, ‘mes’ mestizo, ‘neg’ negro.

Los noticieros de RCN y de la TV comunitaria muestran con mayor


frecuencia a las personas de rasgos fenotípicos externos de población blanca
(60,8% en RCN y 55% en la TV comunitaria) y mestiza (33,6% en RCN y 44,4%
en la TV comunitaria). Los negros (4,7%) y los indígenas (1%) (minorías
étnicas), se aprecian con poca frecuencia en el noticiero de RCN, a pesar de que
en algunas regiones representan una población numerosa.

6.2.8 Resultados de la forma como son presentados los


protagonistas de los programas informativos de la
televisión comunitaria de Colombia y del noticiero RCN,
desde el ámbito del desarrollo humano
Los resultados de la forma como son presentados los protagonistas de los
programas informativos propios de la televisión comunitaria, se basan en el
análisis del:
 Cómo 1:
 Cómo 2:
403

6.2.8.1 Valores (Cómo 1) de la TV comunitaria

Tabla 49. Cómo 1 en los protagonistas de los programas informativos la TV


comunitaria
vic igu exi est nc1 Total

ntc 14,3% 21,4% 19,4% 40,1% 4,8% 100,0%

mag 3,4% 51,4% 18,1% 24,3% 2,8% 100,0%

pen 13,0% 15,2% 23,9% 47,8% 0,0% 100,0%

Total 10,4% 31,1% 19,3% 35,4% 3,7% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘vic’ víctima, ‘igu’
igual, ‘exi’ exitoso, ‘nc1’ ningún cómo 1.

Los noticieros proyectan fundamentalmente una imagen de estimados


(40,1%) de los protagonistas de sus segmentos, es decir, que gozan del aprecio de
quienes les rodean por sus buenas obras; siguen las imágenes de iguales (21,4%),
o sea que gozan de los mismos derechos y oportunidades que otros colectivos, y
exitosos (14,3%) porque se reconocen sus triunfos, aunque algunos aparecen con
la etiqueta de víctimas (14,3%) por sufrir agresiones de diverso tipo.
En los magacines, la imagen que prevalece es la de iguales (51,4%), junto
con la de estimados (24,3%) y exitosos (18,1%) y en menor porcentaje aparecen
con la imagen de víctima (3,4%).
En los programas de entrevistas, la imagen que se proyecta de los
protagonistas es la de estimados (47,8%), exitosos (23,9%) e iguales (15,2%). La
imagen de víctimas alcanza un porcentaje del 13%.
En general, en los programas informativos los protagonistas suelen
registrarse como estimados (35,4%) e iguales (31,1%), características que hacen
parte de una valoración positiva en el marco del desarrollo humano. Una vez
realizado el análisis de esta categoría (cómo 1) consideramos que aporta muy
pocos elementos para describir la forma como son presentados los protagonistas
en el marco del desarrollo humano. La razón para ello es que los personajes se
toman en forma general, es decir, se incluyen instituciones, personas, hombres,
mujeres, niños, adolescentes, etc., por lo cual es imposible determinar, por
ejemplo, si los hombres son presentados como más exitosos que las mujeres.
Aunque con la modificación de los datos de la tabla se hubiera podido presentar
404

ésta y muchas otras relaciones de las variables estudiadas, decidimos no hacerlo


porque desbordan los objetivos de esta tesis. Por tanto, este resultado no se tendrá
en cuenta como respuesta o verificación de una cuestión o hipótesis de
investigación.

6.2.8.2 Resultados de la forma como son presentados los


protagonistas del noticiero RCN de Colombia, desde el
ámbito del desarrollo humano

Tabla 50. Cómo 1 en los protagonistas del noticiero RCN de Colombia


est exi fra igu nc1 vic Total

RCN noticias 23,8% 16,7% 0,3% 28,6% 20,9% 9,8% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘est’ estimado, ‘exi’ exitoso, ‘fra’ fracaso, ‘igu’ igual, ‘nc1’ ningún cómo 1, ‘vic’
víctima.

En los segmentos del noticiero RCN se destacan a las personas con valores
de estimados (23,8%) e iguales (28,6%); los informativos de la TV comunitaria
también las resaltan con los mismos valores: estimados (40,1%) e iguales
(21,4%). Sorprende el hecho de que en RCN es menor el valor de víctimas que se
les da a las personas (9,8%) que el dado en la TV comunitaria (14,3%), en la que,
se supone, se deben resaltar aspectos que contribuyan al desarrollo de las
potencialidades de la gente y no sus tragedias.
405

6.2.8.3 Contravalores (Cómo 2) de la TV comunitaria

Tabla 51. Cómo 2 en los protagonistas de la TV comunitaria de Colombia


vio sub fra des nc2 Total

ntc 2,4% 10,2% 4,1% 6,1% 77,2% 100,0%

mag 0,0% 4,0% 0,6% 1,1% 94,4% 100,0%

pen 2,2% 13,0% 4,3% 0,0% 80,4% 100,0%

Total 1,5% 8,3% 2,9% 3,9% 83,4% 100,0%

N= 517 protagonistas de los programas informativos.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos de los programas informativos.
Convenciones: ‘ntc’ noticiero, ‘mag’ magacín, ‘pen’ programa de entrevistas, ‘vio’ victimario,
‘sub’ subestimado, ‘fra’ fracasado, ‘des’ desigual, ‘nc2’ ningún cómo 2.

Es evidente que a los protagonistas de los programas informativos, en la


mayoría de las ocasiones, no se les asigna una imagen negativa que los ponga en
desigualdad frente a otros grupos o personajes. Por ejemplo, el 77,2% de los
protagonistas analizados no tiene valoraciones perjudiciales (nc2) en los
noticieros, tampoco el 94,4% en los magacines ni el 80,4% en los programas de
entrevistas. Sólo aparecen dos criterios negativos de los protagonistas de los
noticieros relacionados con la subestimación (10,2%), porque algunos personajes
se registran en condiciones indignas, y la desigualdad (6,1%) porque los
personajes no gozan de los mismos derechos y oportunidades que otros sujetos o
grupos; en los magacines la subestimación (4%) también es la categoría que
presenta un porcentaje significativo, al igual que en el programa de entrevistas
(13%).
En general, en los programas informativos los protagonistas suelen
registrarse como subestimados (8,3%%) característica que hace parte de una
valoración negativa en el marco del desarrollo humano. Vale precisar, no
obstante, que en la mayoría de los segmentos no se registraron valoraciones
negativas (83,4%). Así como ocurrió con la categoría anterior (cómo 2), en esta
categoría también coincidimos en que aporta muy pocos elementos para describir
la forma como son presentados los protagonistas en el marco del desarrollo
humano. La razón para ello es que los protagonistas se toman en forma general, es
decir, se incluyen instituciones, personas, hombres, mujeres, niños, adolescentes,
etc., por lo cual es imposible determinar, por ejemplo, si los jóvenes son más
subvalorados que los ancianos. Aunque con la modificación de los datos de la
tabla se hubiera podido presentar ésta y muchas otras relaciones de las variables
406

estudiadas, decidimos no hacerlo porque desbordan los objetivos de esta tesis. Por
tanto, este resultado no se tendrá en cuenta como una cuestión o hipótesis de
investigación que se ha de responder o verificar.

6.2.8.4 Contravalores (Cómo 2) del noticiero RCN

Tabla 52. Cómo 2 en los protagonistas del noticiero RCN de Colombia


des fra nc2 sub vio Total

RCN noticiero 4,0% 7,4% 73,8% 6,9% 7,4% 100,0%

N= 378 protagonistas del noticiero.

Fuente: elaboración propia a partir del análisis de los contenidos del noticiero RCN.
Convenciones: ‘des’ desigual, ‘fra’ fracasado, ‘nc2’ ningún cómo 2, ‘sub’ subestimado, ‘vio’
victimario.

En el noticiero de RCN, las personas usualmente son presentadas con


valores negativos como el del fracaso (7,4%) y la subestimación (6,9%), y en
otras ocasiones se les de voz y presencia a los victimarios (7,4%). En los
informativos de la TV comunitaria sólo se destaca el valor negativo de la
subestimación (10,2%), muy relacionado con la propensión a destacar a las
personas como víctimas (14,3%). En RCN, por su parte, la gran cantidad de
segmentos en los que aparecen los victimarios (7,4%) tiene estrecha relación con
la inclinación del medio a mostrar los hechos violentos representados en la
categoría de orden público o sucesos (15,2%). Claro que también es preciso decir
que en el noticiero RCN (73,8%) y en el de la TV comunitaria (77,2%) son
mayoritarios los segmentos en los que no se destaca una representación negativa
de los protagonistas.

6.3 Resultados del análisis de la audiencia de la TV


comunitaria
Los resultados se basan en la aplicación del cuestionario y la realización de
sesiones grupales a 48 personas que poseen el servicio de TV comunitaria en sus
respectivas ciudades: Ocaña, San Gil, Girón y Pamplona.
407

6.3.1 Resultados de la frecuencia de visionado de la televisión


comunitaria de Colombia

Tabla 53. Frecuencia de visionado


Siempre Casi siempre Algunas veces Casi nunca Nunca Total Nº Total %

Nº % Nº % Nº % Nº % Nº %

2 4,2 10 20,8 27 56,3 9 18,8 0 0,0 48 100,0

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.

Los programas de los canales comunitarios estudiados son vistos algunas


veces en una proporción significativa (56,3%), aunque también aparecen
porcentajes un poco menores entre los que los observan casi siempre (20,8%) o
casi nunca (18,8%). En la discusión grupal, los televidentes afirman que no los
siguen con más frecuencia debido a que los contenidos son deficientes, faltan
buenos temas, no motivan y los espacios y el conjunto de la programación se
repiten continuamente o no aparecen con regularidad. El noticiero es el tipo de
programa que más se ve y sobre el cual recae el peso de la programación, puesto
que les permite enterarse de lo que ocurre en la localidad.

6.3.2 Resultados de la calidad de la programación de la


televisión comunitaria de Colombia

Tabla 54. Calidad de la programación


Excelente Buena Regular Mala Total Nº Total %

Nº % Nº % Nº % Nº %

4 8,3 23 47,9 20 41,7 1 2,1 48 100,0

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.

La programación de los canales comunitarios es percibida como buena


(47,9%) y regular (41,7%). En mínimos porcentajes hay quienes la consideran
excelente (8,3%) o mala (2,1%). Los teleespectadores argumentan que la
programación es variada y reivindica lo local, lo propio, aunque se debe aumentar
las informaciones sobre las necesidades e inquietudes populares. Los noticieros o
informativos permiten a las personas conocer lo que acontece en su entorno y son
de buena calidad si se tienen en cuenta los escasos recursos técnicos y humanos
con los que cuenta el canal. Sin embargo, a las noticias les falta investigación y a
los periodistas capacitación para cubrir los hechos de una forma más profesional.
408

6.3.3 Resultados de la calidad de la señal técnica de la


televisión comunitaria de Colombia

Tabla 55. Calidad de la señal técnica


Excelente Buena Regular Mala Total Nº Total %

Nº % Nº % Nº % Nº %

10 20,8 24 50,0 13 27,1 1 2,1 48 100,0

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.

La calidad técnica de la señal es mayoritariamente buena (50%) y excelente


(20,8%) y en menor frecuencia regular (27,1%). Esto indica que las TV
comunitarias cumplen en gran parte las normativas técnicas de funcionamiento
que exige la Comisión Nacional de Televisión. Los televidentes manifiestan que
en general la señal es nítida, no presenta interferencias, y que cuando la imagen
llega lluviosa, granulosa o con problemas de audio, los técnicos de los canales
comunitarios van a las casas y solucionan los problemas.

6.3.4 Resultados de la percepción ética del trabajo de los


periodistas de la TV comunitaria

Tabla 56. Percepción ética del trabajo de los periodistas


Una imagen Una imagen Total Total
positiva negativa Me es indiferente No tengo opinión Nº %

Nº % Nº % Nº % Nº %

29 60,4 9 18,8 5 10,4 5 10,4 48 100,0

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.

La percepción que tiene la audiencia sobre la labor de los periodistas se


enmarca en un alto porcentaje en la categoría imagen positiva (60,4%) y en un
porcentaje inferior en la categoría una imagen negativa (18,8%). Algunas
personas contestaron que me es indiferente (10,4%) o no tengo una opinión al
respecto (10,4%), porque suele ocurrir que no conocen a los reporteros,
periodistas y directivos de los canales comunitarios o no realizan un análisis
crítico de la labor de estas personas.
Los que dicen tener una imagen positiva argumentan que los periodistas se
esfuerzan por hacer las cosas bien dentro de sus limitaciones y poca experiencia, y
tratan de actuar con profesionalismo. De ellos también se destaca su entrega y
compenetración con lo local (siempre hacen presencia en cualquier evento) y la
409

preocupación por lo que le sucede a la gente. Los que manifiestan tener una
imagen negativa arguyen que les falta preparación, capacitación, más estudios
para que puedan trabajar correctamente en la TV comunitaria. Esa carencia, por
tanto, les impide investigar, decir la verdad, narrar los hechos sin errores
gramaticales y de sintaxis, y evitar la improvisación, el sensacionalismo y estar a
merced de los que detentan el poder.

6.3.5 Aportes de la televisión comunitaria al desarrollo

Tabla 57. Aportes de la TV comunitaria al desarrollo


VARIABLE Nº %

En brindar educación 1 2,1

En la prevención de enfermedades y adquisición de hábitos saludables 3 6,3

En exhortar a la libre expresión, la crítica y el debate 7 14,6

En brindar información útil 7 14,6

En establecer diálogos para resolver conflictos 0 0,0

En apoyar programas de seguridad y conciencia ciudadana 1 2,1

En ofrecer diversión 4 8,3

En mantenernos informados sobre nuestra realidad local y comunitaria 22 45,8

Todos los anteriores 6 12,5

Ninguno de los anteriores 4 8,3

Otro Cual 0 0,0

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.

Un 45,8% de las personas expresaron que el canal comunitario contribuye al


desarrollo de la comunidad manteniéndola informada sobre la realidad local y
comunitaria y también señalan que el canal les brinda información útil (14,6%).
De esa respuesta se infiere que el beneficio que le proporciona el canal
comunitario gira en torno al concepto de información, que en este caso puede ser
de registro (actualización sobre lo que ocurre alrededor: eventos, orden público
(sucesos), noticias de todo tipo, turismo, etc.) o de utilidad, porque ayuda a
resolver dificultades o solventar necesidades del día a día. Hay quienes afirman
que el medio exhorta a la libre expresión, la crítica y el debate (14,6%), porque
permite que haya diversidad de criterios, que la gente diga lo que piensa sin
censurarla.
410

Es significativo que el canal comunitario, según la percepción de la


audiencia, poco contribuye en brindar educación (2,1%), establecer diálogos
para resolver conflictos (0%) y apoyar programas de seguridad y conciencia
ciudadana (2,1%), los cuales son algunos de los pilares sobre los que se sustenta
la televisión comunitaria. No obstante, algunas personas contestaron que
contribuye en todas las categorías, aunque en un porcentaje relativamente bajo
(12,5%). Algunos teleespectadores sugieren que exista un enfoque educativo en la
programación y otros señalan que se continúe ofreciendo información sobre
prevención en salud (6,3%). Los que dicen que el canal no aporta nada al
desarrollo de la comunidad se sitúan en el 8,3%.

6.3.6 Preferencia por tipos de programas de la televisión


comunitaria de Colombia

Tabla 58. Preferencia por tipos de programas


VARIABLE Nº %

Noticieros 2 4,2

De salud para prevenir enfermedades y tener hábitos de vida saludables 4 8,3

De cocina 2 4,2

Infantil 7 14,6

De mi religión 2 4,2

De deportes 5 10,4

De educación para niños, jóvenes y adultos y mejorar rendimiento… 7 14,6

De cultura 11 22,9

De la alcaldía y entrevistas a políticos y dirigentes 1 2,1

De espectáculos como musicales, conciertos, farándula 7 14,6

De economía local, precios, empleo 6 12,5

Otro Cual (miscelánea-3; juvenil-1; películas-1; telenovela-1) 6 12,5

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.

Hay cuatro tipos de programas que a la teleaudiencia le gustaría que se


produjeran en la TV comunitaria: de cultura con el 22,9% de las preferencias y
luego infantil (14.6%), de educación para niños, jóvenes y adultos y mejorar el
rendimiento en los planteles (14,6%) y de espectáculos como musicales,
conciertos, farándula (14,6%). El público sugiere que en los programas de cultura
se invite a artistas, se promuevan y fortalezcan los valores y se conciencie a la
411

gente de la necesidad de respetar las normas, como las relacionadas con el tránsito
de vehículos. En el caso de los espacios infantiles, recomiendan que tengan un
enfoque educativo; en los programas de educación para niños, jóvenes y
adultos…, piden que se les dé más participación a los jóvenes y que los
contenidos enfaticen en la prevención de la drogas y en la formación en temas
como sexualidad y todos aquéllos que tributen al desarrollo de la juventud; en los
de espectáculos, quieren programas en los que se hable de los artistas reconocidos
y se transmitan sus recientes canciones y video clips.
Otros porcentajes, unos más significativos que otros, tienen representación
en las categorías de economía, precios, empleo (12,5%) para estar enterados de
los movimientos económicos locales, posibilidades de empleo y fomento de las
empresas de la región; en la categoría otros (12,5%) prefieren programas
miscelánea para la presentación de temáticas variadas tratadas con amenidad; de
deportes (10,4%) pero que se haga hincapié en las disciplinas locales y en la
promoción del deporte base que se practica en escuelas de formación deportiva;
de salud (8,3%) para la prevención de enfermedades; de mi religión (4,2%) para
que se difundan los eventos que organizan las religiones católica y evangélica,
entre otras; de cocina (4,2%), pero siempre que haya variedad de recetas; de
noticieros (4,2%) y de la alcaldía y entrevistas a políticos y dirigentes (2,1%)
para que se busque la verdad sobre las decisiones que toman los que detentan el
poder y se analicen los beneficios y perjuicios de las disposiciones legales. Nótese
que las dos últimas categorías registran porcentajes bajos y son las que
básicamente se refieren al suministro de información a la audiencia, lo cual hace
suponer que las personas desean otro tipo de programación que no sólo se limite a
dar noticias o información sobre lo que acontece en el ámbito local.

6.3.7 Preferencias de participación de la audiencia de la


televisión comunitaria de Colombia

Tabla 59. Preferencias de participación de la audiencia


VARIABLE Nº %

Proponiendo los temas de cada programa 14 29,2

Produciendo directamente los programas (entrevistando, escribiendo…) 12 25,0

Llamando directamente para opinar o debatir sobre los temas propuestos 19 39,6

No me gustaría participar 7 14,6

Otra 0 0,0

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del cuestionario.


412

Los porcentajes indican que la gente en su mayoría desea participar en todo


el proceso de producción de TV comunitaria, aun cuando el grado y forma de
participación varía de acuerdo con diversos factores. Por ejemplo, los que
participarían proponiendo los temas de cada programa (29,2%) afirman que les
gustaría sugerir a los periodistas temas de diversa índole, como deportes, política,
para denunciar situaciones anómalas del ámbito local, música, seguridad
ciudadana, de las necesidades del barrio; otras personas acudirían al servicio
telefónico u otro medio para opinar o debatir sobre los temas propuestos
(39,6%), los cuales representan el porcentaje mayor de intención de participación;
y un porcentaje un tanto menor de personas pero igualmente significativo dice que
les gustaría participar produciendo directamente los programas (25,%), como
escribiendo piezas teatrales o guiones. En el extremo opuesto, se hallan los que no
les gustaría participar por distintos motivos (14,6%).
Hay quienes desean participar en la TV comunitaria produciendo
directamente los programas, pero recalcan que no tienen el tiempo, el
conocimiento y las competencias suficientes para trabajar en televisión. Opiniones
de ese tipo también se encuentran entre los que no les gustaría participar, aunque
estos últimos agregan que no les interesa o que los encargados del medio de
comunicación no tienen en cuenta los aportes de la teleaudiencia.
7 Conclusiones
7.1 Introducción y nota metodológica
En todo proyecto de investigación, el capítulo de las conclusiones,
generalmente complejo de elaborar, requiere un método que, creemos, se puede
resumir en tres grandes avenidas de pensamiento: (1) síntesis de los resultados
más significativos, exponiendo sus posibles mutuas relaciones; (2) reflexión
personal sobre las implicaciones de dichos resultados y sobre las aportaciones que
realizan al tema general de la investigación y a la comunidad científica, así como
discusión argumentada con los resultados y conclusiones de otras investigaciones
y autores; y (3) exposición de los puntos débiles, aspectos que pueden necesitar
mejora, así como propuestas para futuras investigaciones. Teniendo este esquema
metodológico en mente, hemos redactado las conclusiones.
Por tanto, en este capítulo se presentan las conclusiones del análisis de la
televisión comunitaria en los niveles de (1) producción, (2) programación y (3)
contenidos. En virtud de la gran cantidad de resultados hemos querido recoger
aquí los más relevantes, ordenarlos en epígrafes y extraer las conclusiones
pertinentes en los temas relacionados con la comunicación para el desarrollo, los
contenidos de la televisión comunitaria y el desarrollo humano. Así mismo,
hemos agregado un cuarto (4) acápite sobre reflexiones y propuestas de la
televisión comunitaria para el desarrollo humano, con el objeto de proyectar
posibles investigaciones sobre este tema, plantear mejoras a la investigación
realizada en esta tesis y proponer futuras líneas de investigación para los que
deseen profundizar en áreas como la comunicación para el desarrollo, la TV
comunitaria y el desarrollo humano.

7.2 Conclusiones del área de la producción


Las conclusiones del área de la producción se refieren fundamentalmente al
conocimiento que periodistas y directivos de la televisión comunitaria tienen
414

sobre la comunicación para el desarrollo y al diagnóstico de las necesidades de


capacitación del personal que labora en este tipo de televisión.
Conocimiento de los periodistas y directivos de la televisión comunitaria
sobre comunicación para el desarrollo
Los periodistas y directivos de la televisión comunitaria tienen pocas
nociones estructuradas, poco “conocimiento”, sobre el concepto de comunicación
para el desarrollo, según se concluye en esta investigación. Probablemente por
ello, en parte al menos, se evidencia una tendencia a compartir más los rasgos del
periodismo estándar de los medios de comunicación generales en su trabajo
profesional diario que del periodismo comunitario. Por ejemplo, en las entrevistas
a profundidad se suele asociar el concepto de comunicación para el desarrollo con
“la objetividad” y “el suministro de información veraz e imparcial” e, igualmente,
con “el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas”. Todo ello
apunta a que la TV comunitaria no ha alcanzado la madurez suficiente para
cumplir con su naturaleza participativa y demostrar un compromiso real y sincero
con las necesidades y proyectos comunitarios.
Necesidades de capacitación de los periodistas y directivos de la televisión
comunitaria
Tanto periodistas como directivos de la TV comunitaria, como se desprende
de los resultados de las entrevistas en profundidad, coinciden en que no están
suficientemente capacitados para cumplir con los objetivos de los programas
comunitarios y del canal comunitario en general. Los periodistas desean
formación en ética, administración pública, economía y formulación de proyectos
para establecer alianzas con otras instituciones, en tanto que los directivos
prefieren formación que les permita vincularse de manera real y efectiva a las
necesidades y expectativas comunitarias.
La observación del trabajo de campo y el análisis de contenido de los
programas informativos demuestran que los periodistas y directores de programas
no reflexionan sobre las informaciones del día a día y no existe una preocupación
por investigar a profundidad los hechos, para que las noticias tengan un mayor
nivel de calidad, esto es, mayor contextualización y análisis. No es casual, pues,
que en los segmentos de los programas informativos se observen altos porcentajes
de los contravalores periodísticos de la generalidad (48,2%) y la superficialidad
(22,4%). A este fenómeno se suma las insuficiencias que presentan los directores
de los programas informativos, especialmente de los noticieros, para orientar
adecuadamente a sus periodistas a la hora de abordar los temas del día, sobre todo
aquéllos que afectan enormemente la sensibilidad de la audiencia, como los de
orden público (sucesos) y los políticos. En efecto, una de las conclusiones de la
415

observación en trabajo de campo es que los periodistas salen a las calles a buscar
información sin datos suficientes, sin tener claridad de las fuentes que se deben
consultar y sin la preparación idónea para abordar temas delicados que
intranquilizan a la ciudadanía, como los asesinatos, accidentes mortales y las
consecuencias trágicas del conflicto armado interno.
Aunque los periodistas y directivos de la televisión comunitaria relacionan
los objetivos de los programas informativos y del canal comunitario en general
con el desarrollo comunitario (estimular el debate, ampliar el marco de
comprensión de los temas políticos, económicos, culturales, etc.), en la práctica
no se descubre un método coherente y sistemático para alcanzar esas metas. A
esta conclusión se llega tras examinar los resultados de la observación directa en
trabajo de campo de los periodistas de la TV comunitaria. En efecto, con este
método se detectó improvisación, rutinización, insuficiencias para trabajar en
equipo, para investigar y analizar la información, y escasa capacidad para cumplir
los fundamentos de la TV comunitaria. Por ello, es cada vez más necesario que los
periodistas se capaciten en las sinergias que deben existir entre la TV comunitaria
y la comunicación para el desarrollo y que la comunidad asuma un papel más
activo en la fiscalización o veeduría de la producción.
Los resultados de las entrevistas en profundidad permitieron concluir que
los directores y periodistas de los programas informativos no tienen suficiente
claridad sobre los aportes que ellos y sus programas pueden hacer para el
desarrollo de la comunidad. En realidad las respuestas de los directores y
periodistas de los programas informativos (noticieros, magacines y programas de
entrevistas) son disímiles debido, en parte, a la amplitud con que entienden el
concepto de “desarrollo”. Algunos opinan que un periodista puede ayudar a la
comunidad “promocionando una actividad económica que lidere un colectivo,
mediando entre los gobiernos y la comunidad para resolver conflictos sociales,
siendo vocero de las necesidades e iniciativas comunitarias o ayudando en la
formulación de proyectos de beneficio social”. Si bien estas respuestas tienen
pretensiones de validez, también evidencian toda una diversidad de conceptos
contrapuestos que no permiten determinar la naturaleza y principios del
periodismo comunitario y la forma como este periodismo puede contribuir al
desarrollo de las comunidades.

7.3 Conclusiones del área de la programación


Las conclusiones del área de la programación hacen referencia a tres temas:
(1) el análisis de la programación y contenidos de los programas informativos de
la televisión comunitaria, (2) el análisis de sus contenidos y su relación con
indicadores no económicos del desarrollo humano, y (3) el estudio de la
416

frecuencia con que son utilizados los macrogéneros de la información, la opinión


y la educación en los programas informativos.
Así mismo, se presentan algunas conclusiones sobre la forma como los
noticieros comunitarios y los noticieros de la televisión privada de cobertura
nacional estructuran la información y abordan temas relacionados con indicadores
no económicos del desarrollo humano.
Creación de una programación y un lenguaje propios en la televisión
comunitaria para el desarrollo
La programación de la televisión comunitaria, por una parte, produce
contenidos educativos, culturales y comunitarios como lo exige la normativa de la
Comisión Nacional de Televisión111, y, por otra, también tiene preferencia por la
producción de magacines y noticieros y la transmisión en directo de eventos
culturales y deportivos, como lo evidenció la investigación del CINEP en Señales
de humo (2008). Frente a dichas premisas, no obstante, consideramos necesario
hacer dos precisiones.
La primera, en el sentido de que la Comisión Nacional de Televisión en
parte se equivoca al concebir la cultura, la educación y los temas comunitarios
como módulos o espacios que se “desarrollan” independientemente de los
informativos, musicales, programas de cocina, etc., ya que consideramos que, si
esas áreas humanas se proyectaran como horizontes expresivos que guiaran a toda
la programación, se estaría construyendo un lenguaje propio de la televisión
comunitaria; es decir, esta televisión tendría una forma particular de ver y narrar
los hechos. La segunda precisión se refiere a que no siempre la TV comunitaria
programa de acuerdo con los gustos e intereses de la audiencia, ya que, si
aplicáramos un “principio de paridad” aproximado entre los porcentajes de
programación temática y los porcentajes de preferencias de la audiencia sobre
dichos géneros112, veríamos que en varias áreas relevantes existe una escasez de
oferta. Así, mientras observamos que en los temas educativos y culturales la
oferta está equilibrada, ya que la programación es del 43,2% y la
preferencia/petición de la audiencia es del 37,5% (cultura, 22,9%; educación,
14,6%) en los temas infantiles se observa un desequilibrio del mencionado
principio de paridad, debido a que la oferta (infantil, 1,6%) es notablemente

111
“Las comunidades organizadas sin ánimo de lucro pueden distribuir señales incidentales y
canales codificados y producir sus propios programas con carácter social y comunitario y fines
educativos, recreativos y culturales”, Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006.
112
Efectivamente, en la línea expuesta por Zabaleta (2005: 288-292), planteamos la adecuación del
clásico “principio de paridad” empleado por los programadores de la televisión comercial estándar,
en el sentido de que se comparen la oferta de programación con las preferencias expresadas por la
audiencia, y no con los índices de audiencia (rating, share).
417

inferior a la demanda de la audiencia (infantil, 14,6%), según se desprende de los


resultados de la encuesta y de las sesiones grupales.
La parrilla de programación de las TV comunitarias en Colombia posee dos
aspectos positivos que han de resaltarse. Uno de ellos concierne a la madurez que
está experimentando al producir una programación propia de casi dos horas
diarias en promedio, a pesar de las limitaciones económicas, de personal y de
equipos de televisión. En sus inicios solía emitir películas en formato BETA o
VHS para “rellenar” las horas de programación, lo cual contradecía el espíritu de
las televisiones comunitarias en lo relativo a la independencia y fomento de la
producción propia. El segundo aspecto tiene que ver con la emisión de programas
culturales (el 43,2% de la parrilla está integrada por este tipo de espacios),
porcentaje bastante significativo si lo comparamos con el porcentaje de parrilla
que los dos canales privados de cobertura nacional RCN y CARACOL dedican en
promedio a los programas culturales (1,9%).
Utilización equilibrada de los macrogéneros de información, opinión y
educación como referencia para una televisión comunitaria para el desarrollo
humano
Un aspecto adicional que influye en la profundización, contextualización y,
en general, en la calidad de las obras audiovisuales de los programas informativos,
tiene que ver con la utilización de los macrogéneros de información, opinión y
educación. En efecto, la interpretación de los resultados del análisis de contenidos
a los segmentos de los programas informativos (noticiero, magacín y programa de
entrevistas) nos permiten concluir que la inexistencia de un uso equilibrado de
dichos macrogéneros puede estar directamente relacionado con la generación de
contravalores periodísticos y de desarrollo humano. En otras palabras, la
abrumadora preferencia por la noticia (68,9%) dentro del macrogénero
información, y la poca utilización de otros géneros pertenecientes a los
macrogéneros de opinión (editorial, comentario, encuesta y crítica) y educación
(telelección y lección televisada), pueden estar íntimamente relacionados con una
presencia significativa de determinados contravalores periodísticos como los de la
generalidad (48,2%), superficialidad (22,4%) y unidireccionalidad (19,1%) y del
contravalor de desarrollo humano de la exclusión (39%). Ello se debe,
fundamentalmente, a la brevedad temporal de las noticias, que no permiten la
necesaria profundización, y a la ausencia de contraste de fuentes, principio
esencial de un periodismo de calidad. Es probable, pues, que la noticia influya de
esa manera en los contenidos de las obras audiovisuales debido a que su duración
suele estar comprendida entre los veinte segundos (20’’) y un minuto y treinta
segundos (1’ 30’’), lo que no permite profundizar, interpretar y, en muchas
418

ocasiones, contrastar la información con otras fuentes para que la audiencia tenga
un marco de referencia amplio y contextualizado de los hechos.
Todo lo anterior nos permite inferir que se podría lograr una mayor
presencia de valores periodísticos y valores de desarrollo humano en los
programas informativos por medio del empleo de una estructura flexible de
bloques informativos; una presencia equilibrada de los macrogéneros de
información, opinión y educación; y una mayor participación de fuentes y
diversidad de temas. Por el contrario, la reducción del número y diversidad de
fuentes, la concentración en unos cuantos temas, y la preferencia por el género de
la noticia breve son aspectos que pueden estar vinculados a un aumento
porcentual de contravalores periodísticos y contravalores de desarrollo humano en
los programas informativos. Esta conclusión parece confirmar, en parte, la
señalada en el Proyect for Excellence in Journalism de la Universidad de
Columbia de New York (2001), según la cual es necesaria “una mayor cobertura
de la comunidad, una mayor elaboración, profundidad y esfuerzos periodísticos,
mejores fuentes y más diversas, mayor número de noticias largas, contratar más
periodistas y darles más tiempo para la realización de su trabajo”, con el fin de
elaborar un periodismo de calidad.
Política y comunidad en los programas informativos: diferencia de cobertura
entre la televisión comunitaria y la televisión nacional privada
Los resultados del análisis de contenidos permiten concluir que los
programas informativos de la televisión comunitaria tienden a mostrar de modo
preferente los temas políticos (41,4%) y a presentar con mayor frecuencia el
subtema gubernamental (24,3%) que el subtema comunitario (17,1%). Los
programas informativos de esta televisión también tienden a mostrar con mayor
frecuencia los problemas de la comunidad (5,8%) y, en menor porcentaje, el
activismo (3,3%) y las obras comunitarias (3,7%). Si nos detenemos en esas
cifras, podemos interpretar que la TV comunitaria no destaca el papel protagónico
que tiene la comunidad como gestora y promotora de proyectos que busquen el
cambio social, como lo demanda el Acuerdo 009 de 2006 de la Comisión
Nacional de Televisión y los fundamentos del desarrollo humano expuestos en el
corpus teórico. Por el contrario, hay una inclinación por asociar información
comunitaria con las dificultades de las comunidades y con la escasa participación
de éstas en las decisiones políticas y económicas. Esta situación es más evidente
en el noticiero RCN, puesto que los problemas comunitarios alcanzan un 22% de
los segmentos dedicados a la información política comunitaria.
419

La información en la TV comunitaria y su relación con indicadores no


económicos del desarrollo humano
Los productores de los programas informativos de la televisión comunitaria
no son conscientes de la importancia de buscar la igualdad de género, de destacar
las necesidades y proyectos de los niños, adolescentes y de tratar éticamente las
nuevas realidades sociales (violencia de género, violencia intrafamiliar o
doméstica, desplazamiento interno forzado, etc.), para avanzar hacia el desarrollo
humano del país. Así los demuestran los porcentajes resultantes del análisis de
contenidos de los programas informativos y de la observación directa en trabajo
de campo. En los programas informativos de la TV comunitaria, por ejemplo, los
adultos tiene una excesiva presencia (74%), mientras que los niños (1,6%),
adolescentes (7,3%), jóvenes (13%) y ancianos (4,2%) tienen un protagonismo
muy inferior; el contravalor de la exclusión está presente en el 39% de los
segmentos de dichos programas; y la mujer (29,2%) tiene una presencia en
pantalla significativamente inferior a la del hombre (45,1%).
Los resultados del análisis de contenidos de los programas informativos de
la televisión comunitaria nos permiten concluir que los magacines y los
programas de entrevistas tienden a destacar los temas educativos y culturales,
como lo demanda la legislación de la TV comunitaria de Colombia, y a equilibrar
la presencia de las personas en función de su género. Por tanto, se confirma una
presencia razonable de la cultura, la educación y el género en dichos formatos de
programación. Ahora bien, no ocurre lo mismo con los noticieros comunitarios,
debido a que en éstos prevalecen cuantitativamente las noticias de política y de
orden público (sucesos). Así mismo, en cuanto al género, destaca el excesivo
protagonismo de los hombres, en detrimento de las mujeres, que se ven
llamativamente marginadas.
Estas conclusiones se ven refrendadas por los siguientes datos. Los
magacines dedican un 74,6% de sus segmentos al tema cultural, un 14,1% al
político y un 0% al de orden público; los programas de entrevistas le dan el 41,7%
de participación a la cultura, el 29,2% al político y el 4,2% al de orden público.
En cambio, los noticieros destinan el 17,9% de sus segmentos a la cultura, 46,8%
a la política y 5% al de orden público.
Los magacines también equilibran el protagonismo de las mujeres (42,9%) y
los hombres (41,2%) en sus segmentos, situación que no ocurre en los programas
de entrevistas (34,8% mujeres y 65,2% hombres) y en los noticieros (20,1%
mujeres y 44,2% hombres).
420

La información en los noticieros comunitarios y en los de la TV privada de


Colombia y su relación con indicadores no económicos del desarrollo
humano
Un aspecto en el que coinciden los noticieros (un género de los programas
informativos) de la TV comunitaria con los de la televisión privada de cobertura
nacional, es precisamente el no tener conciencia de otros indicadores de desarrollo
como la igualdad de género y el adecuado manejo de la información sobre
violencia. Parece que ambos modelos de noticieros siguen la línea de informar sin
tener en cuenta qué tipo de personas y con qué frecuencia aparecen como
protagonistas, y sin reflexionar sobre el tratamiento que les deben dar a
informaciones en las que están en juego la intimidad, el dolor y la dignidad
humana.
En tal sentido, los resultados de la comparación entre los dos estilos de
noticieros dejan entrever una tendencia a mostrar a los hombres como los
protagonistas de los segmentos, en detrimento de la mujer. Así, la presencia del
hombre y la mujer en los noticieros comunitarios es del 44,2% (hombres) y 20,1%
(mujeres), y en el noticiero RCN, del 59,2% y 20,8%, respectivamente.
Orden público (sucesos) y corrupción: diferencia de cobertura entre los
noticieros comunitarios y los noticieros privados de Colombia
Siguiendo con el análisis de los noticieros, sus resultados revelan diferencias
en los porcentajes con que se presentan los temas del conflicto armado interno y
de la política. El subtema sobre el conflicto armado interno –incluido en el gran
tema de orden público- alcanza un porcentaje equivalente al 15,2% en el noticiero
RCN y del 5% en los noticieros comunitarios; el subtema corrupción aparece con
más frecuencia en el noticiero de RCN (20,2%) que en los noticieros comunitarios
(1,8%). Es probable que la mayor presencia de esos temas en el noticiero privado
nacional que en el comunitario se deba a su mayor capacidad de recursos
humanos, económicos y tecnológicos, así como a una mayor libertad y seguridad
de los periodistas para abordar temas delicados como el de la corrupción.
También debemos destacar la similitud con que son abordadas las temáticas
relacionadas con la intimidad, el dolor y la dignidad humana en los resultados de
de los dos modelos de noticieros. En síntesis, tanto la televisión comunitaria
como la nacional privada tratan esos asuntos sin realizar una investigación
profunda, sin dar a conocer las causas y consecuencias de los conflictos y sin
respetar la dignidad de las personas, como ya lo había diagnosticado el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo, a través del Informe de Desarrollo
Humano de Colombia (2003): “Los medios no fungen como espacios o vehículos
para establecer un diálogo productivo que conduzca a la paz, entendiéndola como
proceso, no como cese de las acciones armadas, ni con la derrota del contrario.
421

Además, éstos tienden a centrarse en el acontecimiento violento y no en el


contexto, a dar protagonismo a los violadores de los Derechos Humanos y no a
sus víctimas y a moverse según el péndulo de la opinión”.
Los noticieros privados de cobertura nacional y su relación con el desarrollo
humano
No deja de resultar preocupante que los canales privados de cobertura
nacional RCN y Caracol, evidencien cierto desdén por producir programas que
tengan una orientación más educativa y cultural y que, por tanto, tributen para
mejorar indicadores de desarrollo humano en Colombia, país profundamente
afectado por el conflicto armado interno, la corrupción y la pobreza113. Si
revisamos los resultados del tipo de programa de las estaciones privadas de
televisión, nos damos cuenta de que el 50% de la parrilla está destinada al género
ficción –que incluye telenovelas, películas y series dirigidas a cumplir la función
de entretenimiento– mientras que sólo un 1,9% de la parrilla se refiere a
programas culturales.
Otro aspecto que se ha analizado es el relacionado con los contenidos de los
noticieros privados, concretamente con los del noticiero RCN que fue tomado
como objeto de análisis en esta investigación. ¿Qué se puede esperar de un
noticiero de cobertura nacional en cuanto a la generación de valores de desarrollo
humano, que destina el 15,8% de sus segmentos a la información relacionada con
el subtema farándula local, porcentaje apenas superado por el subtema de política
gubernamental (29,2%)? Para responder a esta pregunta, basta con recordar las
palabras de Daniel Goleman (2006: 163-164) sobre lo que él denomina la “triada
oscura” (el narcisismo, maquiavelismo y psicopatía): “No estaría de más que nos
familiarizásemos con estas tres modalidades (ligadas a rasgos como el rencor, la
hipocresía, el egocentrismo, la agresividad y la insensibilidad), aunque sólo fuese
por conocerlas mejor, ya que la sociedad moderna, que glorifica las motivaciones
egoicas e idealiza a los semidioses de la fama y la vanidad, puede estar
promoviendo inadvertidamente su florecimiento”.

7.4 Conclusiones del área de la audiencia


Las conclusiones de esta área se refieren a la percepción que la audiencia
tiene de la calidad de la programación de la TV comunitaria. Se entiende por
calidad la evaluación de variables -como los aportes de la programación al
desarrollo de las comunidades y la participación real de las personas en la
producción de los programas-, realizada a partir de la revisión bibliográfica sobre
comunicación para el desarrollo y TV comunitaria.

113
La evolución del desarrollo en Colombia fue expuesta en el corpus teórico (pág. 67).
422

Percepción de la audiencia sobre los aportes de la televisión comunitaria al


desarrollo humano
La audiencia, tal y como se ve en los resultados del cuestionario y las
sesiones de grupo, considera que el principal aporte que hace la TV comunitaria al
desarrollo comunitario está vinculado a “informar sobre nuestra realidad local y
comunitaria”, y así lo expresa el 45,8% de las personas consultadas. En cambio,
esa misma audiencia opina que otros indicadores relacionados con el desarrollo
humano señalados por la comunidad científica, y sintetizados en nuestro corpus
teórico, no están presentes en los contenidos de los programas de la televisión
comunitaria. Entre aquellos podemos citar, por ejemplo, el indicador del
“establecimiento de diálogos para resolver conflictos” (0%) y el del “apoyo a
programas de seguridad y conciencia ciudadana” (2,1%).
La audiencia tiene una “imagen positiva de los periodistas” (el 60,4% de las
personas consultadas así lo manifiesta), pero también señala que les falta
preparación porque son evidentes los errores de redacción, la nula investigación
de los temas y la propensión a estar a merced de los que detentan el poder político
y económico. Como se puede observar en el capítulo de resultados, tanto los
periodistas, como los directivos y la propia audiencia son conscientes de la
importancia de la capacitación conceptual más que de la capacitación técnica de
los periodistas. Lamentablemente la Comisión Nacional de Televisión (CNTV)
insiste en la última, es decir, en la capacitación técnica, como en su época lo
diagnosticó el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP) en la revista
Señales de humo (1998): “La inversión en capacitación es muy baja y se
privilegia la formación en aspectos técnicos”. Ese sesgo también se evidencia en
la reciente convocatoria realizada por la CNTV para la capacitación del personal
de la TV comunitaria, donde dice que “el diplomado tendrá una duración de 100
horas y se desarrollará en los siguientes módulos: Gramática audiovisual; Estética
audiovisual, como instrumento para la televisión comunitaria; Fotografía, cámara
e iluminación; El audio en la televisión comunitaria, Edición y montaje en
postproducción…”, pero ningún módulo formativo sobre comunicación y
televisión comunitaria para el desarrollo.
Otro argumento a favor de la propuesta de una capacitación que combine la
formación técnica con la conceptual, se deriva de la percepción que tiene la
audiencia sobre la calidad de los programas de la televisión comunitaria. En
efecto, la programación es percibida como “buena” (47,9%), “regular” (41,7%) y,
con porcentajes inferiores, “excelente” (8,3%) y “mala” (2,1%). Los
teleespectadores afirman que la programación es “variada y reivindica lo local, lo
propio”, pero agregan que se deben aumentar las informaciones sobre “las
423

necesidades e inquietudes populares, e investigar con profundidad los hechos


noticiosos”.
De acuerdo con los resultados del análisis de la audiencia, los programas de
la televisión comunitaria son vistos “algunas veces” (56,3%), “casi siempre”
(20,8%) o “casi nunca” (18,8%). Según las personas que respondieron el
cuestionario y participaron en las sesiones grupales, estos bajos niveles de
audiencia se deben a que los “contenidos son deficientes”, “faltan buenos temas”,
“no motivan” y “los espacios y el conjunto de la programación se repiten
continuamente o no aparecen con regularidad”. Estos datos nos revelaron que,
primero, es muy necesaria la capacitación del personal tanto en los aspectos
técnicos como conceptuales de la producción de la televisión comunitaria y de su
relación con el desarrollo humano para mejorar la calidad de los programas y,
segundo, es igualmente importante promocionar con eficacia la parrilla de
programación y todo el trabajo de la televisión comunitaria. Aunque este tipo de
televisión persigue la rentabilidad social -más que aumentar a cualquier costo los
índices de audiencia-, eso no excluye que la calidad de los programas vaya en
paralelo con un mayor número de televidentes.
La parrilla de la programación, ante todo, debe promocionarse con la
emisión de programas de calidad, pero en vista de la gran cantidad de canales
temáticos y generalistas que ofertan otros sistemas de televisión, ésta no es una
labor suficiente. En consecuencia, la TV comunitaria tiene que diseñar una
estrategia publicitaria para dar a conocer sus programas en el ámbito local donde
tiene cobertura, y expandir su campo de acción en escuelas y asociaciones
comunitarias, mediante diversas estrategias: producción de material audiovisual
con un componente netamente formativo; realización de programas didácticos de
alfabetización en medios; vinculación a proyectos de desarrollo adelantados por
Organizaciones Gubernamentales y No Gubernamentales; y puesta a disposición
de los recursos físicos y técnicos del canal –cuando se pueda- a los estudiantes,
profesores y los miembros de las comunidades, con el fin de que puedan
emplearlos para fines educativos y culturales.
Un paso trascendental que se está dando para promocionar los programas de
la televisión comunitaria de Colombia es la creación del canal TVO114, cuya señal
es recibida por las antenas parabólicas ubicadas en todo el país. Los propietarios
de esta estación retransmiten los mejores programas producidos por las
televisiones comunitarias, a cambio de que se le permita recibir un porcentaje de
los ingresos por concepto de la venta de anuncios dentro, al comienzo y final de
cada espacio. La importancia de esta iniciativa consiste en que proyecta la parrilla

114
TVO comenzó emisiones en enero de 2006.
424

de programación al ámbito nacional y destaca el talento de los productores y


realizadores de la TV comunitaria y la organización de las comunidades que
tienen bajo su cargo el funcionamiento de este tipo de televisión.
La participación de la audiencia en la televisión comunitaria desde la
perspectiva del desarrollo humano
La audiencia manifiesta su intención de participar activamente
“proponiendo los temas de los programas” (29,2%), “produciendo directamente
los espacios televisivos” (25%) y “llamando para opinar o debatiendo los temas
propuestos” (39,6%), tal y como se concluye de los resultados del cuestionario y
de las sesiones grupales. De modo análogo, los periodistas, en las entrevistas en
profundidad, reconocen la profunda diferencia existente entre la participación real
que tiene la comunidad en la producción de la TV comunitaria y la participación
que debería tener. Igualmente, los directivos desean buscar canales de
participación más expeditos para que las personas se vinculen de manera directa al
canal.
Por tanto, hay intención de hacer partícipe a la comunidad en el proceso,
pero no hay metodologías, ni mecanismos, ni canales, para que esas acciones se
lleven a cabo, y se cumpla con uno de los principios de la televisión comunitaria:
la participación. El origen de esta dificultad reposa en la incapacidad del emisor
(periodistas y directivos del medio comunitario) para compenetrarse y
comprometerse con el trabajo de la comunidad, para conocer sus expectativas,
para estimular las habilidades comunicativas de los colectivos y, en última
instancia, para promover el cambio social.

7.5 Reflexiones y propuestas sobre la televisión


comunitaria para el desarrollo humano
En este acápite se sintetizan las principales reflexiones sobre el presente y el
futuro de la televisión comunitaria, creadas a partir de la revisión bibliográfica y
el análisis de los resultados que hemos obtenido en esta tesis sobre este tipo de
televisión en los niveles de producción, programación y audiencia. De igual
manera, se exponen algunas propuestas de modelos y líneas de investigación para
quienes deseen profundizar en las áreas de la comunicación para el desarrollo,
televisión comunitaria y desarrollo humano.
Reflexiones sobre la investigación pionera de la televisión comunitaria en
Colombia
La investigación denominada “Panorama de la televisión local y
comunitaria en Colombia”, realizada en 1998 por el Centro de Investigaciones y
Educación Popular (CINEP), se constituye en un antecedente obligado de consulta
425

para conocer los orígenes y desarrollo de estos tipos de televisión en el país. El


grupo investigador integrado por 50 personas se dio a la tarea de describir las
condiciones en que se produce la televisión local y comunitaria en diferentes
regiones de Colombia, empleando la encuesta y la observación directa como
métodos de indagación. Los resultados obtenidos se constituyen en un marco de
referencia general sobre la forma como han nacido y desarrollado estos sistemas
de televisión. Sin embargo, nosotros consideramos que la investigación citada
incurrió en varios errores que, aunque pudieron ser plenamente justificados en
1998 –fecha en que se llevó a cabo el estudio-, deben ser revisados y actualizados.
El primer error, a nuestro juicio, consistió en investigar con una misma
metodología y un mismo corpus teórico y marco legal las televisiones locales y
comunitarias, puesto que la ley desde un principio siempre estableció diferencias
entre los dos sistemas: la televisión local tiende a emparentarse con la televisión
comercial desde el ámbito local, mientras que la televisión comunitaria parte del
supuesto de que es producida y realizada por organizaciones comunitarias, con el
fin de transmitir contenidos educativos, culturales y de interés comunal. El
segundo error se evidencia en la publicación del estudio en la revista Señales de
humo. En ella los resultados no se registran con la debida sistematización y no se
aclara con exactitud qué tipo de metodología se utilizó y por qué.
De la investigación realizada por el CINEP resultó un diagnóstico acerca de
la forma como se trabajan las televisiones locales y comunitarias. Este diagnóstico
fue de mucha utilidad para el estudio que nosotros realizamos, ya que, por un
lado, reúne los primeros intentos por conceptuar acerca de los principios de la
televisión comunitaria y, por otro, los resultados expuestos sirven para conocer el
desarrollo de este tipo de televisión en los últimos 10 años. En este sentido, las
dos investigaciones, la del CINEP denominada “Panorama de la televisión local y
comunitaria en Colombia” y la nuestra “Modelo de televisión comunitaria para el
desarrollo humano” llegan a la conclusión de que esta televisión ha tenido un
desarrollo lento en el país. Por ejemplo, ambos estudios coinciden en afirmar que
(1) el personal que trabaja en los canales comunitarios no recibe capacitación
conceptual sobre el periodismo sino en aspectos técnicos de la profesión; (2) la
parrilla de programación se sostiene básicamente por la emisión de noticieros,
magacines y transmisiones de tipo cultural115; y (3) se mantienen las limitaciones
financieras, técnicas y de personal para que la programación de las TV
comunitarias avance hacia la consecución de indicadores de excelencia.

115
En nuestra investigación, como ya lo hemos señalado, los programas del género cultura ocupan
el 43,2% de la parrilla de programación; los magacines, el 14,4% y los noticieros, el 7,2% (pág.
373). A esta misma conclusión llega la investigación del CINEP, aunque no presenta porcentajes
que la sustenten de manera cuantitativa.
426

En el diagnóstico presentado por el CINEP se hace énfasis en la importancia


de organizar programas de capacitación del personal de las TV comunitarias en
áreas conceptuales del periodismo y de la técnica periodística. Esta es una
propuesta obvia si tenemos en cuenta las deficiencias que los investigadores
detectaron en la forma como se produce y realiza la TV comunitaria en Colombia.
A nuestro juicio, dicha propuesta hubiera cobrado más valor si el grupo
investigador hubiera diseñado un programa didáctico o, al menos, identificado las
áreas conceptuales en las que se debería desarrollar la formación del personal para
que la producción audiovisual comunitaria sea de calidad.
Este mismo sesgo es evidente en la investigación realizada por la
comunicadora Patricia Téllez, quien, por una parte, diagnostica la TV comunitaria
y llega a las mismas conclusiones del estudio del CINEP y de nuestra
investigación (falta capacitación al personal de la TV comunitaria, las
limitaciones técnicas, financieras y de personal, entre otras), pero no plantea una
propuesta de capacitación sustentada en módulos o áreas de formación específica
para los periodistas comunitarios.
Por otra parte, a pesar de ser consciente de las insuficiencias conceptuales
para el desarrollo de este tipo de periodismo, Patricia Téllez opta por proponer la
producción de videos con contenidos culturales para “reforzar las parrillas de
programación de las televisiones comunitarias”. De acuerdo con las visitas que
efectuamos a varias TV comunitarias de Colombia, esos videos fueron recibidos y
emitidos por el canal comunitario, pero luego se archivaron y no se volvieron a
transmitir porque los contenidos culturales versaban sobre otras regiones del país
y no sobre la realidad cultural de la localidad donde tiene asiento el canal
comunitario. Por tanto, opinamos que la propuesta, si bien sirvió para generar
empleo a productores de televisión de Bogotá, en el fondo el mensaje que difunde
a los medios comunitarios es que, primero, no son capaces de producir contenidos
propios y, segundo, que la cultura nacional es más importante que la local.
Aportes a una posible reforma del Acuerdo 009 de 2006 sobre televisión
comunitaria en Colombia
El Acuerdo 009 de 2006 sustituyó a la anterior legislación de la TV
comunitaria plasmada en los Acuerdos 029 de 1997 y 006 de 1999. Los cambios
introducidos en el nuevo acuerdo benefician a las televisiones comunitarias en
varios aspectos. Por ejemplo, (1) permite que el número de suscriptores del
servicio pase de 6000 a 15.000; (2) exige que la comunidad participe en todo el
proceso de producción de la televisión comunitaria; (3) entrega ayudas,
representadas en recursos tecnológicos, a los canales comprometidos con la
producción propia comunitaria; (4) permite que las estaciones comunitarias
427

ofrezcan servicios de valor agregado -como internet- si disponen de la tecnología


adecuada; y (5) disminuye el porcentaje de dinero que debían pagarle a la
Comisión Nacional de Televisión por concepto de ingresos brutos (antes se les
pagaba el 7,5% de los ingresos brutos mensuales, en cambio ahora pagan un 1%
por cada canal codificado que emitan). Estas modificaciones introducidas en el
Acuerdo 009 de 2006 sin duda alivian la carga tributaria de las televisiones
comunitarias, e incentiva la participación comunitaria en la producción de
programas con una orientación educativa y cultural.
Según nuestras indagaciones, la expedición del Acuerdo 009 de 2006 estuvo
motivada por las críticas que desde diversos sectores se le venían haciendo a la
Comisión Nacional de Televisión, en el sentido de que sus disposiciones legales
otorgaban ventajas a los canales privados de cobertura nacional y a la televisión
por cable y perjudicaba a las televisiones comunitarias. Ante esta situación, hubo
sectores sociales y políticos que pidieron al Gobierno Nacional la reestructuración
o, si fuera necesario, la eliminación de la Comisión Nacional de Televisión116,
entidad de la que opinan, además, protege los intereses de la televisión privada en
detrimento de la pública y comunitaria, y no cumple con la función de velar por la
calidad de la programación que los canales públicos y privados ofrecen a la
audiencia.
Nosotros consideramos que la Comisión Nacional de Televisión es un
organismo indispensable para vigilar y orientar el servicio de televisión en
Colombia hacia objetivos que favorezcan el desarrollo de las comunidades,
siempre que mantenga su independencia de los poderes políticos y económicos y
expida disposiciones legales que garanticen un trato equitativo a las iniciativas
privadas y públicas de televisión –sean estas del ámbito nacional, regional, local o
comunitario–, y realice un control efectivo a aquellos programas que por su
contenidos van en contravía de los valores de desarrollo humano de la
población117. Con respecto a la televisión comunitaria, creemos conveniente que
en una futura reforma del Acuerdo 009 de 2006 se avance en varios aspectos: (1)
que el Estado se comprometa a subvencionar a los canales comunitarios que
demuestren una estructura organizacional sólida y, por ende, garanticen la
sostenibilidad del proyecto en el largo plazo; (2) que la CNTV ejerza un mayor
control y veeduría de la programación de las televisiones comunitarias para evitar
que caigan en poder de grupos políticos, económicos o religiosos que ignoren los

116
A la fecha, esa propuesta está en trámite de ser discutida en el Congreso de la República. La
propuesta estipula que la CNTV se reestructure o desaparezca, y que sus funciones sean asumidas
por el Ministerio de Comunicaciones.
117
En la página de la CNTV (www.cntv.gov.co) se están publicando sanciones a los canales
privados de cobertura nacional por emitir telenovelas con un alto contenido sexual en el horario
infantil.
428

intereses comunitarios y no se preocupen por la consecución del desarrollo


humano; y (3) que se obligue a la Comisión Nacional de Televisión a programar
capacitaciones periódicas e integrales sobre periodismo, televisión comunitaria y
comunicación para el desarrollo humano y que en ellas se asegure una amplia
participación del personal de los canales comunitarios.
La televisión comunitaria y su aporte al desarrollo humano de Colombia
La revisión bibliográfica sobre las teorías del desarrollo, la caracterización
del desarrollo de Colombia en los últimos 50 años y los resultados de esta tesis en
torno al análisis de la televisión comunitaria en los niveles de producción,
programación y audiencia nos permiten inferir que la consecución del desarrollo
humano de los pueblos no es una labor exclusiva de los gobiernos, sino una
acción integral de sus ciudadanos, de su sistema educativo, de su sistema de
valores culturales y de sus medios de comunicación. Lamentablemente
observamos que estos últimos, en especial la televisión privada de cobertura
nacional, no contribuye a superar las crisis del país sino a enmascararla con
información trivial o con contenidos orientados hacia el entretenimiento. Nosotros
creemos que la TV comunitaria, en cambio, puede convertirse en un instrumento
que, junto a comunidades organizadas y entidades gubernamentales y no
gubernamentales, puede orientar su programación y sus actividades
(alfabetización en medios o producción de videos educativos) a la búsqueda del
bienestar del conjunto de la población.
Un paso que puede dar en ese sentido es, sin duda, en la confección de una
parrilla de programación cuya estructura y contenidos obedezcan a una planeación
y a un diagnóstico de necesidades de desarrollo de las comunidades. Según los
resultados que hemos obtenido sobre el análisis de la TV comunitaria en los
niveles de producción, programación y audiencia, lo que se observa es que la
parrilla de programación no se diseña teniendo en cuenta los criterios
mencionados sino otros, tales como los beneficios económicos derivados de los
programas por concepto de patrocinios y contratación de anuncios, las ideas
unilaterales de periodistas y directivos y la racionalización de los recursos
económicos, tecnológicos y de personal para la producción de los espacios, entre
otros.
Efectivamente, hemos relacionado constantemente a la televisión
comunitaria con el desarrollo humano por varias razones. Una de ellas consiste en
que la TV comunitaria encaja dentro de los principios de la comunicación para el
desarrollo, toda vez que permite que las comunidades participen activamente en el
proceso de la comunicación y, por ende, pueden desarrollar sus capacidades
expresivas. Otra razón estriba en que el enfoque educativo y cultural que debe
429

guiar a la programación de la TV comunitaria se constituye en el principal insumo


para que las personas cambien su forma de pensar y actuar, condición
indispensable para buscar el desarrollo de las capacidades individuales y
colectivas. Y una tercera razón es que el concepto de desarrollo humano no se
limita al crecimiento económico. Por consiguiente, los medios de comunicación,
en especial la televisión comunitaria, tienen la facultad para generar sinergias con
otras instituciones que permitan alcanzar niveles de bienestar no necesariamente
vinculados con elevar los ingresos económicos sino con la libertad para participar
y decidir en las políticas públicas, y la libertad para exigir el respeto de los
derechos de las minorías, derecho a exigir educación y servicios sanitarios, etc.
Nos preocupa el hecho de la Comisión Nacional de Televisión no sea
consciente de la importancia que tiene hoy el concepto de desarrollo humano ni de
sus implicaciones en la teoría social y económica y, fundamentalmente, en el
funcionamiento de los medios de comunicación de servicio público. Resulta
extraño que ese sesgo sea tan evidente en la legislación sobre la televisión
comunitaria. Por ejemplo, la CNTV afirma – con base en el Acuerdo 009 de
2006- que la programación de este sistema de TV debe enfatizar los contenidos
educativos, culturales y comunitarios. Sin embargo, no señala cuál es la finalidad
de que se desarrollen ese tipo de temas o contenidos. Nosotros creemos que el
énfasis educativo, cultural y comunitario debe tener un objetivo. Y ese objetivo no
es otro que el de contribuir al cumplimiento o mejoramiento de indicadores de
desarrollo humano de los habitantes de una localidad.
Sólo Jaime Niño Díez (2004), ex comisionado de la CNTV, sostiene que
hay una fuerte relación entre la producción de televisión comunitaria y el
bienestar de las gentes. Niño Díez no menciona el concepto de desarrollo humano
pero lo deja entrever en sus declaraciones cuando afirma que “son muchas las
particularidades que hacen interesante y poderosa la televisión comunitaria al
momento de pensar en estrategias para enfrentar la poca integración social o
comunitaria y el debilitamiento de redes de participación ciudadana. Una de ellas
consiste en que la participación del televidente no se limita a ser un simple
receptor, usuario, consumidor de productos, sino que se integra por completo al
proceso. Los productores y programadores pertenecen a la misma comunidad y de
esa manera ella misma tiene una incidencia directa en todo el ciclo o cadena de
valor de un programa, desde la concepción de la idea inicial hasta su crítica final”.
En la “Declaración de Versalles”, documento elaborado por los canales
locales y comunitarios del Valle del Cauca reunidos en Versalles, (Valle del
Cauca), sí aparece un compromiso de estas televisiones con el desarrollo humano
del país. El documento fue publicado en la revista Señales de humo (1998: 179) y
señala que:
430

“Creemos en un desarrollo que privilegia al ser humano sobre las cosas. No


nos interesan los indicadores de la economía tradicional. Creemos en un
desarrollo humano, de sus potencialidades, de su riqueza e identidad
cultural. Y la comunicación es fundamental para dinamizar los procesos de
convivencia. Por eso defendemos la búsqueda de construir una
comunicación más cercana, más respetuosa con la diferencia y que abra
novedosos espacios de encuentro para desarrollar el diálogo de saberes.
Sólo esta comunicación nos dará la posibilidad de recrear y difundir
símbolos, costumbres y tradiciones en un país rico en diversidad cultural y
étnica”.
Alfonso Gumucio es uno de los autores que identifica algunas
características de la televisión comunitaria como los contenidos locales, la
participación de la audiencia en el proceso de producción y la proyección del
medio empleando las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Gumucio es un boliviano que trabaja en el campo de la comunicación para el
desarrollo y que recopila las experiencias mundiales en materia de radio
(principalmente), televisión y video comunitarios. Nosotros nos hemos nutrido de
sus aportes para elaborar parte del modelo de televisión comunitaria, propuesta
que en cierta medida es la concepción que Alfonso Gumucio tiene de cómo puede
funcionar un medio comunitario. Este autor, no obstante, sólo identifica algunas
de las características de los medios comunitarios -que ya mencionamos-, pero no
procede a sistematizarlas para la creación de un modelo. También creemos que
Gumucio sólo define al medio comunitario como una plataforma sobre la que la
gente puede opinar y proponer, pero no sugiere la posibilidad de que el medio
comunitario establezca alianzas con otras instituciones para promover el cambio
social y oriente sus acciones (programación con un enfoque educativo y cultural y
extensión comunitaria) a la consecución del desarrollo humano desde lo local.
Evidencias de un crecimiento notorio de la televisión comunitaria en América
Latina
En su libro Haciendo olas, historias de comunicación participativa para el
cambio social (2001), Alfonso Gumucio revela que hay un crecimiento sostenido
de medios comunitarios en América Latina y en otros continentes, debido, en gran
parte, al dinamismo de nuevos actores sociales como las comunidades
organizadas y Organizaciones No Gubernamentales, entre otros, que han exigido a
los gobiernos una legislación apropiada para legalizar este tipo de experiencias
mediáticas. Nosotros hemos descrito los modelos de televisión comunitaria
vigentes en Sudamérica (en Centroamérica las experiencias son dispersas),
haciendo énfasis en que los de Brasil y Colombia son los más desarrollados.
Venezuela recientemente ha decidido fomentar la producción de la TV
comunitaria alentado por el giro que el actual gobierno de Hugo Chávez ha
tomado hacia la izquierda. Argentina y Chile aún no han dado el salto definitivo
que les permita ser identificados como promotores de los medios comunitarios,
431

pues, al parecer, la iniciativa privada tiene un gran peso en el desarrollo de los


Mass Media en esos países.
Recientemente, Bolivia anunció políticas de fomento a la radio y televisión
comunitarias, gracias a la contribución económica del gobierno venezolano.
Nosotros consideramos que aun cuando es saludable que este tipo de experiencias
sean subvencionadas o cuenten con el respaldo legal de los gobiernos sean estos
de izquierdas o de derechas, también es cierto que con el tiempo se corre el
peligro de que terminen siendo la plataforma ideológica de movimientos políticos
que, escudándose en una supuesta defensa de los derechos de los ciudadanos,
busquen perpetuarse en el poder y censurar a otros medios de comunicación que
actúen de manera independiente. De ahí la importancia de que las comunidades
adquieran un mayor grado de autonomía que les permita, entre otras cosas,
analizar y rechazar, cuando sea el caso, los discursos hegemónicos y
antipluralistas.
Propuesta de estructuración y jerarquización de los noticieros en una
televisión comunitaria para el desarrollo humano
Los noticieros de la televisión comunitaria y los de la televisión nacional
privada, ejemplificada en el programa informativo de Radio Cadena Nacional
(RCN), mantienen una idéntica estructuración y jerarquización de los bloques
informativos, como se concluye de los resultados del análisis de contenidos. En
efecto, ambos noticieros estructuran y jerarquizan los bloques informativos de la
siguiente forma: orden público o sucesos, política, economía, deportes, cultura y
espectáculo. Las diferencias entre los dos estriban en los porcentajes que cada uno
de los noticieros asigna a las obras audiovisuales pertenecientes a los grandes
temas antes expuestos. Por ejemplo, los noticieros comunitarios destinan un
26,8% de los segmentos a información cultural, en tanto que el noticiero de RCN
sólo destina un 6,1% de sus segmentos a dicho contenido. El parecido entre los
dos noticieros se registra en los porcentajes destinados a la información política:
el noticiero comunitario le dedica un 41,4% de sus segmentos y el noticiero de
RCN, un 42%.
Por todo ello, consideramos necesario que la televisión comunitaria, además
de avanzar en la construcción de un lenguaje propio que tenga como pilares el
enfoque educativo, cultural y de desarrollo humano para ver y narrar los hechos,
avance también en la reestructuración de sus bloques informativos para que
establezca una diferencia periodística conceptual y de estilo con los noticieros
privados de cobertura nacional. Para tal efecto, proponemos un esquema flexible
en el que se busque un uso equilibrado de los macrogéneros de información,
opinión y educación, y cuyos contenidos estén orientados bajo los criterios
432

educativos, culturales y de desarrollo humano. Un ejemplo de ese esquema puede


ser el siguiente.

Ilustración 13. Estructura de los bloques informativos de un noticiero comunitario

Crónica, reportaje o informe Entrevista o Telelección o


Breve
especial encuesta, lección
bloque de
editorial, televisada
noticias
crítica y
comentario

Macrogénero de información Macrogéneros Macrogénero


de información de educación
u opinión

Fuente: elaboración propia

La estructura propuesta plantea la producción de tres bloques informativos,


cada uno de los cuales puede elaborarse como crónica, reportaje o informe
especial, pertenecientes al macrogénero de la información, con el fin de
profundizar y contextualizar los hechos más relevantes que, desde luego, van al
comienzo del noticiero. Un cuarto bloque está destinado a la emisión de una serie
de noticias de poca duración en la que se destaque los acontecimientos noticiosos
del día. El quinto bloque alternaría entre una entrevista, perteneciente al
macrogénero de información, y una encuesta, editorial, crítica y/o comentario,
estos últimos géneros pertenecientes al macrogénero de la opinión. La entrevista
serviría para contextualizar aún más el hecho divulgado mediante los géneros de
información. Por su parte, los géneros de opinión que acabamos de mencionar
tendrían la función de brindar más elementos de juicio a la audiencia para que
extraiga sus propias conclusiones sobre un hecho determinado. Un bloque final se
dedicaría a suministrar información sobre un tema de interés con una
intencionalidad netamente formativa. Para ello, el medio emplearía un método
didáctico, como el que aportan los géneros de telelección o lección televisada, del
macrogénero de educación, en el que la audiencia participe de manera activa
respondiendo a preguntas, proponiendo temas y, en algunos casos, produciendo
directamente los contenidos. Queremos resaltar que el esquema es flexible, es
decir, que se le pueden efectuar modificaciones siempre que se equilibre la
utilización de los macrogéneros de información, opinión y educación.
433

Propuesta de un modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano


La sistematización del corpus teórico y los resultados del análisis de la
televisión comunitaria en los niveles de producción, contenidos y audiencia nos
permitieron definir las principales características de la TV comunitaria y, a partir
de ellas, establecer fronteras un poco más claras entre este tipo de televisión y
otros modelos como, por ejemplo, las denominadas televisión ciudadana, cívica y
alternativa. Con ello queremos enfatizar que la televisión comunitaria tiene una
personalidad propia basada en una amplia participación de la audiencia en todo el
proceso de producción y una orientación educativa y cultural de toda su
programación, aunque también comparte algunos rasgos con esos otros modelos
de TV mencionados.
Creemos que en la evolución y madurez que ha experimentado la televisión
comunitaria en los últimos 20 años han influido factores políticos, económicos y
culturales recientes como la globalización, la reformulación del concepto de
desarrollo, la presencia cada vez más notable de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación en la economía y la cultura, y el surgimiento de
nuevos y dinámicos movimientos comunitarios que abogan no sólo por hacer más
transparente la participación política sino también por demostrar una
preocupación por el medio ambiente, las reivindicaciones de las minorías y la
descentralización administrativa de los Estados, entre otros temas.
Por tales motivos, consideramos necesario que las características de la
televisión comunitaria se sistematicen en un modelo que permita entender el
funcionamiento y proyección de este tipo de medio en el contexto global actual.
El modelo puede utilizarse en el futuro para la confección de la parrilla de
programación de la televisión comunitaria, la elaboración de planes de estudio
encaminados a la formación de los periodistas comunitarios y la producción y
realización de contenidos que, con un enfoque educativo y cultural, contribuyan a
la identificación y cumplimiento de indicadores de desarrollo humano propuestos
por las comunidades.
La televisión comunitaria se suele ver como la “hermana menor” de la
televisión nacional y de la TV regional generalista e, incluso, hay quienes la ven
como un medio de comunicación marginal, cuyos programas poseen muy poca
audiencia y, por ende, poco impacto social. Nosotros consideramos que la
televisión comunitaria tiene otra lógica, muy diferente de la oferta televisiva de
los grandes medios de comunicación privados o públicos de cobertura nacional o
regional. Si la gente espera que la televisión la entretenga e informe
superficialmente del acontecer diario, la televisión privada, que se inserta en la
lógica del mercado y, por ende, su objetivo es aumentar audiencia, cumple con
434

esas funciones. Pero si las personas esperan que la TV les despierte la conciencia
social y política, les permita participar en su producción y les sea útil en la
construcción de un proyecto colectivo de cambio social, la TV comunitaria está en
camino de cumplir esas expectativas. ¿Por qué razón? Porque propone un modelo
de televisión en el que sus programas deben estar guiados por un enfoque
educativo, cultural y participativo, y así sus contenidos pueden tributar para el
mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades. En última instancia,
es un modelo que puede involucrarse en proyectos que busquen el cumplimiento
de indicadores de desarrollo humano sostenible.
Interacción entre los medios de comunicación, escuela y familia para el
desarrollo individual y colectivo
Los resultados que hemos obtenido del análisis de la televisión comunitaria
en los niveles de producción, contenido y audiencia también nos permiten
concluir que aunque este tipo de televisión está en una etapa de desarrollo medio,
puede servir en el futuro para la creación de un modelo televisivo de carácter
nacional que, junto con la escuela y la familia, contribuya al desarrollo individual
y social de los ciudadanos. En el orden individual puede ayudar a las personas a
participar y a decidir desde una perspectiva ética; y en el orden social, a que la
sociedad se encamine hacia la consecución del desarrollo humano sostenible. La
interacción entre la familia, la escuela y los medios de comunicación es
fundamental para avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida de las
personas en los ámbitos social e individual. Las tres piezas (familia, escuela y
medios de comunicación) deben interactuar en forma coordinada para que los
contenidos educativos, informativos y lúdicos que ofrecen busquen el desarrollo y
consolidación de valores individuales y colectivos.
Propuestas para futuras investigaciones en torno a la televisión comunitaria y
el desarrollo humano
Las investigaciones futuras sobre la comunicación para el desarrollo y la
televisión comunitaria deben orientarse a la creación de una metodología que
permita a periodistas, comunicadores sociales y a la comunidad identificar
indicadores de desarrollo humano, cuyo cumplimiento o mejoría dependa no sólo
de factores económicos, políticos y culturales, sino también de la producción y
realización de una televisión de calidad. Lo que queremos significar es que la
televisión comunitaria además de transmitir los problemas sociales y avances de
los pueblos en materia de desarrollo, de igual modo debe involucrarse en
estrategias macro de carácter endógeno y sostenible que contribuyan a elevar el
bienestar de las personas.
435

En ese mismo sentido, vale anotar que una tarea que se puede desprender de
esta investigación puede ser la identificación de indicadores de calidad para la
televisión comunitaria. Aun cuando en esta tesis propusimos algunos de ellos (la
ampliación de los protagonistas y temas comunitarios en los programas
informativos, por ejemplo), éstos no son suficientes ni están del todo sustentados
científicamente como para que se pueda iniciar un trabajo coordinado y coherente
que permita avanzar en la consecución de una televisión comunitaria de calidad.
Lo que sí hicimos fue establecer las condiciones para que este tipo de televisión
contribuya a la consecución o mejora de indicadores de desarrollo humano, lo
cual podría convertirse, si los resultados de otras investigaciones así lo concluyen,
en un indicador de calidad de la producción televisiva.
Nuestra investigación, denominada “Modelo de TV comunitaria para el
desarrollo humano”, ha codificado los segmentos de los programas informativos
(noticieros, magacines y programas de entrevistas), con base en la definición de
categorías de valores y contravalores de desarrollo humano. La intención no ha
sido otra que evaluar si el contenido y enfoque del segmento u obra audiovisual ha
contribuido o no a consolidar un valor de este tipo o, por el contrario, ha tendido a
perpetuar un contravalor.
Este trabajo de codificación no ha sido una tarea fácil, debido a que el
contenido o enfoque del segmento u obra audiovisual podía tener uno o varios
valores o contravalores de desarrollo humano y, en algunas ocasiones, no era claro
que existiera alguno de ellos. Por tal motivo, consideramos que en un futuro, es
necesario afinar las categorías de valores y contravalores de desarrollo humano
para que la codificación de los segmentos u obras audiovisuales de los programas
informativos se haga con más precisión. Uno de los pasos que se puede dar en ese
sentido es, a nuestro parecer, la creación de un grupo interdisciplinario (sociólogo,
comunicador y psicólogo, entre otros profesionales) que tenga como misión
ajustar dichas categorías -y proponer otras, si es el caso- para que el contenido de
un segmento se pueda codificar con mayor claridad como valor o contravalor de
desarrollo humano. En definitiva, ha sido un primer intento de codificación de
valores y contravalores de desarrollo humano en el periodismo comunitario que
necesita ser mejorado.
Con respecto a los protagonistas, los resultados del análisis de contenidos
nos revelan que existen diferencias notables en la frecuencia con que aparecen
algunos tipos de éstos en los segmentos de los programas informativos. Como
hemos señalado anteriormente, los adultos se registran en un 74% de los
segmentos, los niños en un 1,6%, los adolescentes en un 7,3%, los jóvenes en un
(13%) y los ancianos en un 4,2%. De igual modo, la mujer (29,2%) tiene una
presencia en pantalla significativamente inferior a la del hombre (45,1%) en los
436

segmentos de los programas informativos. Con los datos obtenidos del análisis de
contenidos también es posible determinar el tratamiento que se le da a la mujer o
al hombre, al adulto o al anciano, al blanco o al negro, según algunas categorías
del desarrollo humano que dedujimos de la revisión bibliográfica, y si éstos son
vistos como estimados, iguales, víctimas, victimarios, entre otras opciones. Si
bien los resultados generales sobre los protagonistas aparecen en su
correspondiente capítulo, no hemos querido entrar en un análisis minucioso de los
mismos, ya que excede los objetivos de esta tesis. No obstante, esta labor podría
llevarse a cabo en una siguiente fase de esta investigación, enmarcada en el
estudio de la comunicación y el género, la comunicación y los grupos de edad, la
comunicación y el racismo.
Propuesta de investigación sobre comunicación organizacional
Los resultados de la observación de trabajo de campo de los periodistas y de
las entrevistas en profundidad a directivos y periodistas de la televisión
comunitaria, nos permitieron concluir que la producción y realización de una
televisión de calidad debe partir de una mejora de los procedimientos de trabajo,
pues de esa forma se pueden optimizar los recursos humanos, técnicos y
financieros de que se disponen. Fue notorio observar cómo es prácticamente
inexistente un trabajo en equipo que contribuya a coordinar acciones para el
cumplimiento de objetivos de la empresa en materia no sólo de la producción
televisiva sino también en materia de organización empresarial. Por tal motivo,
consideramos que los canales televisivos comunitarios son un campo fecundo para
la realización de investigaciones de acción participativa en el área de la
comunicación organizacional o empresarial, que ayuden a diagnosticar la
eficiencia y eficacia con que se llevan a cabo los procesos administrativos y el
trabajo periodístico diario, y estimulen la presentación de propuestas de
mejoramiento continuo por parte de la comunidad vinculada al canal.
Rasgos del periodismo comunitario
La revisión de la literatura sobre la comunicación para el desarrollo y los
medios comunitarios, así como el análisis de la televisión comunitaria en los
niveles de producción, programación y contenidos, nos permitieron identificar
algunos principios del periodismo comunitario, con el objeto de diferenciarlo de
otros estilos periodísticos como el periodismo alternativo, ciudadano, cívico,
cultural y educativo. Ese trabajo, si bien contribuye a establecer algunas
características propias del periodismo comunitario (la vocación formadora,
periodismo compartido con la comunidad, la interpretación como eje de la
función informativa, entre otras), no fue suficiente para la creación de un modelo
que definiera con mayor precisión las fronteras entre este periodismo y los antes
437

mencionados y visualizara su desarrollo como una de las ramas del periodismo


moderno. Por ello, consideramos que la concreción de un modelo de periodismo
comunitario, que tenga en cuenta las realidades económicas, políticas y culturales
actuales (globalización, reformulación del concepto de desarrollo, influencia de
las Tecnologías de la Información y la Comunicación y la gestación de nuevos y
dinámicos movimientos sociales), puede ser un tema de investigaciones futuras
para quienes quieran profundizar en áreas como la comunicación participativa y
la comunicación para la cooperación al desarrollo.
La televisión comunitaria y su relación con las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TIC)
La introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) en gran parte de las actividades humanas es una realidad de la cual no
escapa la televisión comunitaria. Esta afirmación cobra más vigencia en el
discurso mediático actual, toda vez que se está hablando de la digitalización de la
señal de televisión para que el medio ofrezca más servicios a la audiencia. De este
modo, y de acuerdo con los conceptos expuestos en el corpus teórico de nuestra
investigación, consideramos que la TV comunitaria puede aprovechar las ventajas
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en varios sentidos.
Primero, potenciando la participación de la gente en diferentes grados, esto es,
empleando las herramientas interactivas de la televisión digital y de internet para
que la audiencia no sólo se conforme con votar por un tema determinado, sino que
opine sobre los contenidos de los programas de la TV comunitaria y colabore en
el diseño de proyectos televisivos que contribuyan al fortalecimiento de la
comunidad. Segundo, proyectando el trabajo del medio comunitario en otras
latitudes con la publicación en internet, por ejemplo, de los contenidos de los
programas y de las experiencias comunitarias en la producción y gestión del
medio, etc. Tercero, estableciendo contactos con otras organizaciones para
realizar un trabajo colaborativo que permita el intercambio de ideas y recursos
para el desarrollo de proyectos comunes y la generación de un conocimiento
nuevo (Casadiego y Gómez, 2002: 12-22).

7.6 Conclusión general final


Esta tesis doctoral ha sido producto de tres años y medio de indagación
sobre cómo la televisión comunitaria puede contribuir a mejorar la calidad de vida
de las personas, especialmente en una país como Colombia, aquejado por la
violencia política, la marginalidad de gran parte de la población y la falta de
canales de participación democrática. En el tiempo dedicado a la investigación
atravesamos por varias dificultades para acceder a los archivos de los programas
informativos de la TV comunitaria, pero al final a base de constancia y gracias a
438

la colaboración de periodistas y directivos de este tipo de medio fue posible contar


con la muestra idónea para analizar los contenidos.
De todos modos, la sumatoria de las dificultades nos sirvió para formarnos
como investigadores no sólo en los aspectos formales del estudio (metodología,
tabulación e interpretación de resultados, etc.) sino también en los aspectos
relativos a la naturaleza humana como la perseverancia, la intuición, la
sensibilidad social, la responsabilidad, la honestidad y la ética. Aun así, también
somos conscientes de que el resultado de esta tesis es apenas un pequeño aporte
que intentamos poner a consideración de la comunidad científica, pues en el fondo
cursar un doctorado no es más que ratificar el principio socrático de que sólo
conocemos la apariencia de las cosas.
Aun así, nosotros tratamos de profundizar un poco en la realidad de la
televisión comunitaria en Colombia en los niveles de la producción, programación
y audiencia, y en los aportes que ésta puede hacer para mejorar o cumplir
indicadores de desarrollo humano. No obstante, somos conscientes de que el
modelo propuesto para la TV comunitaria y el desarrollo humano es sólo un
intento de sistematizar los aportes teóricos y las prácticas de comunicación e
información de la TV comunitaria. Esperamos, eso sí, que del modelo surjan
nuevas inquietudes científicas y que de él se puedan derivar otras propuestas más
amplias e impactantes que las que describimos en esta tesis (los fundamentos del
periodismo comunitario, la parrilla de programación para el desarrollo humano
y el programa didáctico para la formación de periodistas comunitarios).
Por ahora nos satisface que –luego del análisis de la televisión comunitaria
en los niveles de producción, programación y audiencia– la lectura de esta tesis
transmita claramente la idea que deseamos expresar: que el modelo de TV
comunitaria se constituye en una herramienta que tienen a disposición las
comunidades y los periodistas para influir significativamente en el mejoramiento
de la calidad de vida de las personas, siempre que haya una interacción entre sus
diferentes componentes: participación, desarrollo humano, programación,
alianzas estratégicas y proyección.
8 Propuesta de modelo de televisión comunitaria
para el desarrollo humano
8.1 Introducción
La propuesta que hacemos para un modelo de televisión comunitaria 118 para
el desarrollo humano toma como base los resultados presentados a lo largo de esta
tesis y, así mismo, los aportes que diversos autores han realizado en torno a los
medios de comunicación comunitarios.
La sistematización de toda esa información ha hecho posible la
identificación y articulación de un modelo y una serie de componentes y valores
en los que se fundamenta la televisión comunitaria para que funcione con criterios
de calidad y se inserte en proyectos sociales que colaboren en el mejoramiento de
las condiciones de vida de la población.

Por tanto, esta propuesta se articula en torno a un modelo central de TV


comunitaria y tres elementos complementarios (periodismo, programación y
formación periodística):
1. Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano: está
constituido por los componentes de la participación, desarrollo humano,
programación, alianzas estratégicas y la proyección por medio del uso de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
2. Periodismo: aquí se estudian los fundamentos para un periodismo comunitario
de calidad.

118
Consideramos que aunque el modelo se sustenta en los resultados del análisis de la televisión
comunitaria de Colombia, éste tiene un grado de abstracción y riqueza conceptual que permite
aplicarse a otros contextos, siempre que se tengan en cuentan sus especificidades culturales y
sociales.
440

3. Programación de televisión: consideramos que la parrilla de programación y


los programas que contenga deben incardinarse en procesos de beneficio
social y comunitario que contribuyan al mejoramiento de indicadores de
desarrollo humano de Colombia.
4. Educación: esta área se centra en la creación de un programa didáctico para
la formación del periodista comunitario, a nivel de especialización119. Está
basado en el desarrollo de habilidades y competencias que ayuden en la
consecución de la excelencia del periodismo comunitario orientado hacia el
desarrollo humano.

8.2 Propuesta de “Modelo de televisión comunitaria para


el desarrollo humano”
La televisión comunitaria posee unas características que le dan personalidad
propia y, por tanto, permiten distinguirla de otras televisiones. Las características
se pueden dividir en cinco componentes de la televisión comunitaria: en el
componente de la participación, en el componente de la programación, en el
componente de las alianzas estratégicas, en el componente del desarrollo humano
y en el componente de la proyección.

119
El programa didáctico también da la posibilidad de que se desarrolle a nivel de diplomado para
las personas que no tienen estudios de pregrado, siempre que se le hagan las adaptaciones del caso.
441

Ilustración 14. Modelo de televisión comunitaria para el desarrollo humano

ENTORNO SOCIOCULTURAL
INFLUEN
CIA
BIDIRECC
IONAL

Componente de
la participación Componente
del desarrollo
humano
In al
te
gr loc
id llo
ad rro
esa
D

Dinámica y
adaptabilidad TV
comunitaria Re
cip
roc
ida
d
Componente de
la proyección

Programación
propia con enfoque
educativo y cultural
Componente de
las alianzas
estratégicas
IN
BID FLU
IR ENC
EC IA
CI
ON
AL
Componente de
la programación

ENTORNO SOCIOCULTURAL

Fuente: elaboración propia

Cada uno de esos componentes, a su vez, influye directamente sobre la


televisión comunitaria, para que ésta cumpla con su filosofía y funciones. El
componente de la participación implica que la comunidad participa de forma
integral en la televisión comunitaria, esto es, en las fases denominadas de acceso,
intervención activa, autogestión y formación.
En el componente de la programación, la televisión comunitaria actúa como
productora de programas propios, con una orientación educativa y cultural. Con
ello se pretende que dicha orientación sea la base para la construcción de un
lenguaje propio de este tipo de televisión y sirva para obtener de las audiencias
una rentabilidad social y no estrictamente económica. La rentabilidad social de las
audiencias supone que los telespectadores cambien su forma de pensar,
comprendan de manera amplia de los fenómenos culturales, políticos y
económicos y actúen como comunidad en la consecución del mejoramiento de la
calidad de vida o en el cumplimiento de indicadores de desarrollo humano.
En el componente de las alianzas estratégicas, se pretende que la TV
comunitaria establezca relaciones de cooperación con la sociedad civil y las
instituciones gubernamentales y no gubernamentales, con el objeto de sumar y
coordinar esfuerzos que conduzcan al mejoramiento de las condiciones de vida de
la comunidad. Estas alianzas se basan en la reciprocidad de compromisos y
442

acciones entre las partes comprometidas (TV comunitaria y organizaciones


gubernamentales y no gubernamentales), para la consecución de objetivos que
contribuyan al bienestar social.
En el componente del desarrollo humano, la televisión comunitaria tiene en
cuenta los principios del desarrollo humano (endógeno, sostenible y democrático)
y los lleva a la práctica mediante la potenciación de las acciones locales, esto es,
estimulando las capacidades de la comunidad para liderar y realizar cambios
estructurales de beneficio común.
En el componente de la proyección, la televisión comunitaria aprovecha las
ventajas de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), para (1)
darse a conocer nacional e internacionalmente y, de esta forma, facilitar la
consecución de alianzas estratégicas; (2) para fortalecer la participación de la
comunidad a través de mecanismos interactivos; y (3) para ofrecer servicios de
valor agregado si cuenta con la red adecuada y con la autorización de la autoridad
competente. La televisión comunitaria también se proyecta efectuando programas
de formación en alfabetización en medios en escuelas, y facilitando –cuando se
pueda- su personal e instalaciones para la realización de actividades programadas
por la comunidad.

8.2.1 El componente de la participación


El componente de la participación es el que más identidad le imprime a la
televisión comunitaria. Si bien la televisión en general tiene la característica
intrínseca de buscar la participación del televidente, en la televisión comunitaria
la participación es integral y consiste en que la gente intervenga real y
efectivamente en los procesos de organización, producción, realización y gestión
de este medio. Mencionamos la palabra integral para enfatizar que la intervención
de las personas se puede dar en una o varias etapas, pero lo ideal es que la
participación comunitaria se lleve a cabo en todas ellas.
Las etapas que a continuación se relacionan (acceso, intervención activa,
autogestión y formación) tienen como sustento teórico los criterios adoptados por
la reunión de Belgrado en 1977 (Berrigan, 1981), las normativas y modelos120 de
las televisiones comunitarias en todo el mundo y las conclusiones extraídas por el
autor a partir de la literatura sobre el tema y de los resultados de nuestra
investigación de la televisión comunitaria de Colombia en los niveles de
producción, programación y audiencia.

120
Los modelos se encuentran expuestos en el corpus teórico (pág. 148).
443

Acceso
El acceso es una etapa relacionada con la posibilidad de que la comunidad
pueda acercarse a los sistemas de información y comunicación de una manera
libre y espontánea. Esta etapa presenta tres niveles: elección, suministro y
retroalimentación.
El nivel de la elección se constituye en la opción que tiene la comunidad de
(1) ver u oír los programas que desee, seleccionados de una gama amplia de
espacios que cubra sus necesidades informativas, educativas y de entretenimiento;
y (2) solicitar que se transmitan los programas en los horarios que se ajusten a sus
posibilidades.
El nivel del suministro se refiere a poder obtener información, educación y
entretenimiento que cumpla con las características de la veracidad, la pertinencia,
la profesionalidad y la oportunidad.
El nivel de la retroalimentación implica la existencia de (1) una fecunda y
permanente interacción entre los productores y la comunidad en la definición de
los contenidos, a fin de que la comunidad pueda proponer los temas o exponga
problemas comunitarios de todo tipo cuya solución requiera de los servicios del
sistema de televisión; (2) la participación directa del público en la transmisión de
los programas bien sea en la producción técnica o a través de la opinión de sus
miembros en calidad de invitados; y (3) el derecho a formular comentarios,
sugerencias y críticas de manera personal o empleando otros canales como
llamadas telefónicas, cartas, etc.
Intervención activa
La intervención activa de la comunidad también significa –como en la etapa
del acceso- operar en tres niveles: en la organización o adopción de decisiones, en
la producción y realización televisiva y en la planificación.
En el nivel de la organización o adopción de decisiones, la comunidad
participa en la dirección, administración, financiación y veeduría de las
organizaciones de televisión comunitaria, lo que supone conocer las relaciones
que éstas mantienen con los organismos estatales de control de la televisión
(ministerios, comisiones, etc.), y ejercer control sobre los contenidos, horarios,
recursos audiovisuales, económicos y de personal a través de la conformación de
comités o consejos de origen comunitario.
En el nivel de la producción y realización televisiva, se busca la creación de
(1) oportunidades, sin restricción alguna, para que la comunidad (grupos o
individuos), produzca y realice programas; y (2) disponga para ello de
instalaciones y recursos y medios técnicos audiovisuales.
444

En el nivel de la planificación la participación entraña el derecho de la


comunidad a contribuir en la formulación de planes administrativos y de
comunicación del canal para el fortalecimiento de la televisión comunitaria.
Autogestión
La autogestión es una forma avanzada de participación que supone la
oportunidad y capacidad de la comunidad de gestionar recursos de todo tipo
(económicos, tecnológicos, de asesoría, etc.), a través del establecimiento de
alianzas estratégicas con diversas instituciones, sin que se comprometa la filosofía
y el carácter de servicio público de la televisión comunitaria.
Formación
En el nivel de la formación la comunidad tiene derecho a disponer de ayuda
profesional para llevar a cabo las funciones de producción y realización de
programas, veeduría, planificación y autogestión. En cuanto a la función de
producción y realización de programas, la formación debe hacer hincapié en la
creación de un lenguaje televisivo que explore nuevas formas de ver y contar los
hechos mediante un enfoque educativo cultural, de acuerdo con los conocimientos
previos de la comunidad, su propia escala de valores individuales y colectivos y
sus necesidades de desarrollo.

8.2.2 El componente de la programación


El componente de la programación define las características que tienen los
programas de la televisión comunitaria. De acuerdo con la normativa y modelos
de este tipo de televisión en el mundo y los aportes de Martín Barbero et al.
(2000), Cebrián (2002 y 2005), Chaparro (2002), Gumucio (2000 y 2002), Niño
(2004), Pérez (1998), Pavón 2005 y Ferrés (1995), la parrilla de programación de
la televisión comunitaria tiene tres características esenciales e interdependientes:
la producción de contenidos locales, la orientación educativa y cultural y la
búsqueda de la rentabilidad social.
Contenidos locales
La producción de contenidos locales y el desarrollo de un lenguaje
televisivo que vea y cuente los hechos de una forma particular (el enfoque
educativo y cultural) es lo que identifica a la televisión comunitaria de otras
televisiones. Con los contenidos locales se resalta, primero, lo propio, lo
autóctono -sin que ello signifique mostrar otras costumbres y culturas-, para
contrarrestar la homogenización cultural proveniente de la televisión comercial y,
segundo, los temas internacionales, nacionales y regionales se contextualizan para
conocer sus implicaciones en el ámbito local y comunitario.
445

Los contenidos locales se expresan a través de una variedad de géneros de


programas y temas. En los géneros se incluyen el noticiero, el magacín, el
programa de entrevistas, musicales, infantiles, comedia etc., los cuales son
producidos con una participación real y efectiva de la audiencia. En los temas se
cuentan aquéllos referidos al fomento de la democracia y la ciudadanía, a la
conservación y preservación del medio ambiente, al fortalecimiento de la
organización comunitaria, a la recuperación de la memoria histórica de los
pueblos, a la resolución de los conflictos, la conservación de la salud y al fomento
de hábitos saludables y los que atañen a la infancia y la juventud, entre otros.
Enfoque educativo y cultural
El enfoque educativo y cultural se entiende como los horizontes expresivos
que guían toda la producción de los programas y no como simples espacios
delimitados por horarios, fechas o módulos en los que se transmite información
referida a la educación y la cultura. En otras palabras, la producción de
magacines, noticieros y programas de entrevistas, los programas infantiles,
deportivos, musicales, etc., deben tener, en esencia, un enfoque educativo y
cultural.
Pero ¿qué significa orientar la parrilla de programación con ese enfoque?
Para responder, es necesario precisar los términos educación y cultura porque con
la amplitud con que se manejan se corre el peligro de que cualquier actividad
pueda encajar en los dos conceptos.
El enfoque cultural en la televisión comunitaria consiste (1) en rescatar y
consolidar los valores individuales y colectivos que se gestan a partir de
mecanismos de interacción social; (2) en reflejar esos valores en la producción de
la televisión, por ejemplo, en el decorado de los plató, sin caer en la chabacanería;
y (3) en cultivar un campo para generar sentido público y reconocimiento como
comunidad con identidad propia y, al mismo tiempo, respetuosa de la diversidad y
pluralidad étnica y cultural.
El enfoque educativo tiene una función amplia en la televisión comunitaria,
pero esencialmente busca coadyuvar a la formación de ciudadanos y al desarrollo
de seres humanos autónomos. Claro está que el enfoque educativo, como se anotó
anteriormente, debe atravesar todo el flujo de programas y no limitarse a
transmitir contenidos educativos en un programa como si fuera un módulo aislado
del conjunto de la programación.
El enfoque educativo también adquiere otros matices. Se puede educar en
televisión lo que supone buscar estrategias pedagógicas y didácticas para que la
comunidad asuma una posición activa y crítica frente al medio. En este sentido, es
fundamental acercar la televisión comunitaria a las escuelas y a la familia para
446

que conozcan su funcionamiento y los códigos que emplea para comunicarse con
el público. También se puede educar con televisión cuando el medio se incorpora
en todas las áreas y niveles de la enseñanza para perfeccionar los procesos de
enseñanza aprendizaje en el aula. Cabe recalcar que la televisión comunitaria
tiene una amplia experiencia en contribuir al desarrollo de procesos de enseñanza
aprendizaje, a través de la emisión de lecciones televisadas o la producción de
programas, con un énfasis netamente didáctico, para la enseñanza de contenidos
en la educación formal e informal.
Una última consideración sobre el enfoque educativo trata sobre la
dimensión participativa de la televisión en los centros escolares, que no es otra
cosa que vincular a los maestros, estudiantes y padres de familia en la producción
y realización de espacios televisivos, y en la conformación de organismos de
control –como consejos, comités y veedurías- que velan por la calidad de los
contenidos y por la buena marcha administrativa y financiera del canal.
Rentabilidad social
La televisión comunitaria no tiene como objetivo único y definitivo
imponerse a gran escala por encima de otros sistemas de televisión ni desatar una
lucha feroz por las audiencias, transmitiendo programas de poca utilidad social
que corrompan el gusto de los televidentes. Eso no implica renunciar a tener una
audiencia más numerosa para que el impacto del medio de comunicación sobre su
público sea más significativo. Pero ése no es su único fin.
Lo que realmente le interesa es crear rentabilidad social. El concepto abarca
la función de la televisión comunitaria para (1) estimular una participación
decidida y permanente de la comunidad en el manejo y control del medio; (2)
sensibilizar a las personas sobre la importancia de cambiar viejos pensamientos y
actitudes que no conducen al bienestar comunitario; (3) fomentar y resaltar las
acciones comunitarias que busquen el mejoramiento de la mayoría; y (4) aunar
esfuerzos con otras instituciones para que las acciones conlleven al cumplimiento
de los objetivos planteados como, por ejemplo, cumplir indicadores de desarrollo
humano (salud, educación, activismo, etc.).

8.2.3 El componente de las alianzas estratégicas


En este componente se argumentan las condiciones en que la televisión
comunitaria puede establecer alianzas estratégicas con la sociedad civil y diversas
instituciones, que permitan canalizar y dar solución a las necesidades y
expectativas comunitarias en temas políticos, económicos y culturales. Para ello
han sido valiosos los aportes de Berrigan (1981), Beltrán (1993), Alfaro (2000),
Gumucio (2007), Martín Barbero (2000) y Ortega (2001), como también el
estudio de los modelos de televisiones comunitarias en el mundo y los resultados
447

de nuestro análisis de la televisión comunitaria de Colombia en los niveles de la


producción, programación y audiencia.
Este componente es relevante si se tiene en cuenta que los medios de
comunicación sólo se convierten en herramientas eficaces para acometer
transformaciones sociales, siempre que estén acompañados de cambios en la
estructura política, económica y social de las naciones y estén articulados
armónicamente a proyectos de diversa índole. En otras palabras, el trabajo aislado
de un medio de comunicación tiene una repercusión limitada si no se combina con
otros recursos. También se ha comprobado que la participación de la comunidad
no sólo es importante porque significa reorganizar las estructuras de poder, sino
porque el proceso tiene unas características muy útiles de gestión, administración
y recuperación de costos.
Pero armonizar las necesidades de desarrollo y las gestiones comunitarias
con la ayuda que pueden brindar los medios de comunicación y otras instituciones
no es una tarea fácil. Para que se logre una aportación recíproca se requieren
fundamentalmente dos condiciones: establecer relaciones de colaboración y no
de imposición y fomentar el compromiso de los actores en la planificación, las
acciones y los resultados.
Relaciones de colaboración y no de imposición
Tradicionalmente la percepción que tienen las instituciones
gubernamentales y no gubernamentales y los medios de comunicación sobre las
potencialidades de la comunidad, no ha sido la mejor. Algunas instituciones
gubernamentales y no gubernamentales, por ejemplo, suelen percibir a las
comunidades como entidades incapaces de diagnosticar su realidad y de
emprender acciones eficaces para liderar proyectos y resolver problemas. Los
medios de comunicación, por su parte, piensan que los integrantes de la
comunidad no tienen las competencias suficientes para manejar y controlar a los
media. Esas percepciones han terminado por generar relaciones asimétricas entre
las partes mencionadas, caracterizadas por la imposición de pensamientos y
acciones de las instituciones y los medios de comunicación sobre las
organizaciones comunitarias.
En el componente de las alianzas estratégicas es importante partir de que la
comunidad tiene unos conocimientos adquiridos fruto de la experiencia del día a
día, que deben ser tenidos en cuenta por las instituciones encargadas de aportar a
la canalización o solución de las necesidades y expectativas de la gente. Sólo
cuando existe un diálogo entre iguales es posible que la colaboración mutua o el
intercambio de saberes den como resultado el cumplimiento de objetivos.
448

Compromiso en la planificación, las acciones y los resultados


Muchos proyectos sociales elaborados con la participación activa de las
comunidades y el apoyo de las instituciones no llegan a desarrollarse, debido a
que una de las partes no se siente comprometida. Cuando ello ocurre el medio,
concretamente la televisión comunitaria, no debe limitarse sólo a cumplir con la
función de emitir contenidos, de acuerdo con los parámetros establecidos por los
encargados de los proyectos. También es su función definir estrategias de
comunicación que permitan producir sentido de pertenencia y cohesionar las
acciones de los actores involucrados en los proyectos, para que éstos puedan
desarrollarse y culminarse.
Así, las relaciones con las instituciones gubernamentales y no
gubernamentales pueden traer resultados benéficos para las partes. A continuación
se exponen algunas consideraciones adicionales sobre la relación ideal entre la
televisión comunitaria, la comunidad y los gobiernos, las ONG y los centros
educativos.

a) Relaciones con instituciones gubernamentales


La relación que han mantenido las instituciones gubernamentales con la
comunidad y los medios de comunicación ha sido más de desconfianza que de
mutua colaboración. La experiencia particular en los medios de comunicación, ha
llevado a que extraiga esa conclusión. Por una parte, los organismos
gubernamentales se han aprovechado de las necesidades comunitarias para
manipularla, so pena de no gestionar sus peticiones o de no invertir los recursos
respectivos para suplir carencias de todo tipo. Esta actitud, desde luego, es
totalmente arbitraria y va en contra de la ética y los derechos ciudadanos. Por otra,
es constatable que también presionan a los medios de comunicación a que
transmitan información que las beneficie y omitan aquélla que daña su imagen, a
cambio de contratar con ellos pauta publicitaria.
Pero igualmente cierto es que los medios de comunicación suelen ejercer
cierta presión para su propio beneficio y pueden requerir a los gobiernos para que
contraten publicidad a cambio de que las instituciones tengan un trato informativo
preferente.
Una alianza estratégica adecuada entre estos tres actores debe cimentarse
bajo los parámetros de la confianza, la ética, el trabajo y la colaboración mutuos.
Supone, entonces, que la comunidad tenga en la televisión comunitaria un
instrumento que refleje sus expectativas, denuncias y prioridades de desarrollo y
que el medio sirva de puente para canalizarlas a los despachos gubernamentales
que son los autorizados para destinar los recursos correspondientes.
449

La televisión comunitaria puede realizar seguimiento a los compromisos


adoptados y fortalecer la comunicación entre las partes, antes que motivar el
conflicto mediante informaciones precipitadas. Este tipo de televisión también
puede asignar horarios de transmisión a los programas realizados por los
gobiernos, específicamente aquéllos que tengan como fin sensibilizar a la
comunidad sobre campañas educativas o de salud y siempre que estén articulados
a una participación amplia de la comunidad y sean sometidos al escrutinio de los
ciudadanos.

b) Organizaciones No Gubernamentales (ONG)


La mediación de la televisión comunitaria entre las Organizaciones No
Gubernamentales (ONG) y la comunidad debe basarse en la colaboración mutua,
sin que una de las dos partes pierda su autonomía. Una Organización No
Gubernamental puede liderar proyectos sociales, toda vez que cuenten con la
participación, aceptación y adaptación a las condiciones comunitarias, y tengan un
carácter sostenible. La televisión comunitaria puede abrir espacios para que la
comunidad se entere de esas iniciativas y se comprometa a participar activamente
en ellas siendo plenamente consciente de sus beneficios.
Las ONG pueden emplear diversas estrategias para despertar en las
comunidades el conocimiento de sus derechos y brindar alternativas para que la
gente se movilice en pos de la reivindicación de los mismos. Para ello,
contribuyen iniciativas macro en sectores de sensibilización y educación, que
pueden llevarse a cabo con el apoyo de la programación de la televisión
comunitaria.

c) Centros educativos
Usualmente los centros educativos de nivel superior emplean la televisión
comunitaria para enviar estudiantes en práctica o para transmitir programas
institucionales que promocionan una imagen positiva de la organización
educativa. Lo ideal es que las universidades se vinculen mediante cursos de
formación a quienes hacen parte de la televisión comunitaria y a la comunidad
misma para que el trabajo de gestión, administración y manejo del medio se
realice bajo el criterio del mejoramiento continuo.
Por su parte, la televisión comunitaria puede aportar a que la universidad
cumpla la labor de extensión por medio de la transmisión de programas que
eduquen o conciencien a la comunidad sobre la necesidad de que participe en los
proyectos universitarios, siempre que se lleven a cabo con carácter democrático,
sostenible y potenciando las capacidades comunitarias. La televisión comunitaria
también puede llevarse a las aulas de las universidades, escuelas y colegios para
450

que sirva como soporte a procesos de enseñanza aprendizaje en las diferentes


áreas del conocimiento.

8.2.4 El componente del desarrollo humano


El desarrollo humano es el marco general en el que actúa la televisión
comunitaria y, en el ámbito particular, en el desarrollo local, dado el nivel de
cobertura que tiene este tipo de televisión. Aun cuando en párrafos anteriores
hemos enfatizado en la necesidad de aplicar el enfoque educativo y cultural
(lenguaje propio de la TV comunitaria) como eje transversal de la programación
de este tipo de televisión, también consideramos que dicho enfoque debe tener un
objetivo, un “para qué”. El objetivo, a nuestro juicio, no es otro que el de
colaborar en el cumplimiento o mejoramiento de indicadores de desarrollo
humano de la comunidad (salud, educación, participación democrática, activismo,
etc.).
Ahora bien, en aras de alcanzar una mayor precisión hemos sintetizado los
elementos más importantes de los conceptos de desarrollo humano y de
desarrollo local y la forma como se incorporan al modelo de la TV comunitaria.
El desarrollo humano
La versión moderna del enfoque del desarrollo humano ha contado con los
notables aportes de Amartya Sen (1998) y de los Informes de Desarrollo Humano
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se vienen
publicando desde el año 1990.
No obstante, para la adaptación de los enfoques de desarrollo humano y
desarrollo local en la TV comunitaria también han sido importantes las
contribuciones de la CEPAL (2001), Black (2003), Niño (2004), Pérez (1998),
Rist (2002), el estudio de los modelos de televisión comunitaria en el mundo y
nuestro análisis de la televisión comunitaria de Colombia.
El desarrollo humano se constituye en una nueva tendencia que concibe el
progreso, no simplemente como una tarea orientada al crecimiento económico y a
la acumulación de bienes, sino como un camino tendente a la consecución de
objetivos sociales y al fortalecimiento y promoción de las capacidades del
hombre. Por eso enfatiza el logro de variables cualitativas (salud, educación, etc.),
y no exclusivamente en las cuantitativas que durante mucho tiempo han sido
defendidas por los planificadores de la economía clásica. En sentido amplio,
entonces, el desarrollo humano supone que el individuo pueda desarrollar sus
capacidades, perfeccionarse y realizarse como hombre, gracias a una mayor
libertad para conseguir sus metas y exigir del Estado un ambiente económico,
político y cultural más democrático.
451

Para Amartya Sen (1998) la clave para obtener cambios profundos en las
políticas económicas estriba en darle libertad a la gente para que participe
activamente en la toma de decisiones. Y precisamente la libertad se consigue
eliminando las principales fuentes de la represión y el miedo: la pobreza, la
tiranía, la privación social sistemática, la intolerancia y la escasez de
oportunidades económicas. De hecho, cuando el ciudadano se libera de tales
ataduras estará construyendo los cimientos para fortalecer la confianza en sí
mismo y llevar una vida plena y digna. Claro que para la edificación del
desarrollo así pensado se requiere la unión de esfuerzos comunitarios para que su
impacto trascienda de la esfera privada a la pública.
Esas premisas dan pie para considerar a la democracia como un pilar
fundamental para el desarrollo humano, puesto que con ella aumentan las
opciones de carácter colectivo para el mejoramiento de la calidad de vida. Pero la
democracia no se limita sólo a su concepción electoral, sino que abarca el
ejercicio de la ciudadanía para participar y decidir, para exigir equidad en la
administración de la justicia, recibir protección contra la discriminación, expresar
opiniones sin temer a la coacción y poseer medios de comunicación libres e
independientes. La democracia también es la base sobre la cual las personas
pueden desarrollar acciones conducentes a resolver los asuntos sociales, como la
satisfacción de las necesidades básicas (salud, educación, entretenimiento) y el
cumplimiento de la dimensión integradora (empleo, seguridad y distribución
equitativa de los recursos).
En síntesis, el desarrollo humano se gesta en un ambiente democrático en la
faceta electoral, ciudadana y social, aunque también se requiere que (1) sea
promovido por las mismas personas que han tenido la posibilidad de diagnosticar
sus problemas y de discutir sus soluciones (carácter endógeno del desarrollo); (2)
tenga carácter sostenible para que se lleve a cabo por largo tiempo y no colapse
perjudicando a las próximas generaciones (sostenibilidad); y (3) asuma al ser
humano como el sujeto y no el objeto de las acciones de progreso.
Sólo de esa forma, y en algunos casos con apoyo de la sociedad civil y las
Organizaciones gubernamentales y No gubernamentales, se estará potenciando las
capacidades de la gente en todas las facetas humanas y se estará dando lugar a que
el individuo y las comunidades se reconozcan y sean reconocidos como sujetos de
valor. Fundamentalmente el desarrollo humano tiene como pilares permitir que las
personas vivan una vida larga y saludable, accedan a la información y a una
educación de calidad, tengan recursos económicos suficientes y puedan
expresarse sin coacción para influir en las decisiones colectivas.
452

Como señalamos al comienzo de este acápite, la televisión comunitaria


actúa en el marco general del desarrollo humano, pero dada su naturaleza,
filosofía y cubrimiento, este tipo de televisión destina todos sus esfuerzos a la
promoción y fortalecimiento del desarrollo local, a través de la elaboración de una
parrilla de programación y de unos contenidos televisivos que promuevan las
capacidades de la comunidad para liderar cambios estructurales de beneficio
común.
El proceso hacia el desarrollo local
La televisión comunitaria se inspira en los principios el desarrollo
humano121, pero dado que su ámbito de actuación se circunscribe a una región o
localidad, actúa fundamentalmente en la promoción y consecución del desarrollo
local.
El desarrollo local se concibe de diversas maneras. Por ejemplo, como un
cambio en la estructura de producción que permite la innovación y la
competitividad en las localidades para insertarse en los procesos comerciales en la
globalización; como un proceso endógeno que desde las fortalezas locales tiene la
capacidad de transformar el sistema socio-económico y desarrollar habilidades
para reaccionar a desafíos externos; y como empoderamiento de la sociedad local
para que las personas tengan más herramientas y competencias para la toma de
decisiones sobre el tipo de desarrollo que necesitan (Boisier, 2005: 52-55).
Para ello la televisión comunitaria emplea toda su producción y otras
actividades de extensión a la comunidad para (1) fomentar un proceso de
crecimiento y cambio estructural que, por medio del uso del potencial de
desarrollo de la región, conduzca a elevar el bienestar de la gente, (2) concienciar
a la comunidad sobre la capacidad que posee para llevar a cabo cambios positivos
para todos y (3) incentivar el aprecio y valor de lo propio, respetando la
características de otras culturas y etnias, para contrarrestar las imposiciones
culturales de la globalización y el consumismo.

8.2.5 El componente de la proyección


La televisión comunitaria puede garantizar su permanencia y evolución,
siempre que se dé a conocer en el orden nacional e internacional mediante el uso
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), desarrolle
proyectos de alfabetización en medios y fortalezca su función de extensión a la

121
Este tipo de desarrollo posibilita que la gente puede hacer realidad sus posibilidades de vivir en
forma productiva y creadora, conforme a sus necesidades y proyectos; permite ampliar las
libertades y oportunidades para que las personas vivan de acuerdo con sus valores, estimulen sus
capacidades para vivir una vida larga y sana, participen en la vida de la comunidad, y accedan al
conocimiento y a los recursos necesarios para alcanzar un nivel de vida decoroso (véase el capítulo
2: corpus teórico donde se profundiza en el concepto de desarrollo humano, pág. 54).
453

comunidad. Las tres acciones se reúnen en lo que hemos denominado componente


de la proyección. A continuación se argumentan cada una de ellas, para lo cual
han sido relevantes los aportes de Hazen (2007), Gumucio (2002), Casadiego y
Gómez (2002), Caffarel (2005), Zabaleta (2005 y 1998), Ferrés (1995) y los
resultados de nuestro análisis de la televisión comunitaria de Colombia en los
niveles de producción, programación y audiencia.
Proyección mediante las Tecnologías de la Información y la Comunicación
Es indudable que la transición analógica digital está produciendo cambios
en la forma como la televisión y la radio desarrollan sus funciones informativas,
educativas y de entretenimiento. Por tanto, la televisión comunitaria no puede
mantenerse al margen de esta nueva realidad, so pena de aislarse y marginarse
dentro del espacio mediático mundial.
Con el apoyo de las TIC, especialmente internet y la radio y televisión
digitales, la televisión comunitaria (1) puede dar a conocer al exterior su
programación, proyectos y logros audiovisuales y comunitarios, de manera que
salgan del anonimato o del aislamiento zonal; (2) puede establecer alianzas con
instituciones gubernamentales y no gubernamentales que avalen y apoyen sus
iniciativas, toda vez que haya habido un proceso de difusión de sus acciones
mediáticas y comunitarias; (3) puede establecer contactos con otras
organizaciones para realizar un trabajo colaborativo que permita el intercambio de
ideas y recursos para la generación de un conocimiento nuevo; (4) puede
aprovechar los tipos de interactividad que ofrecen las TIC para fortalecer el
componente de la participación integral de la comunidad; (5) puede conquistar
nuevas y variadas audiencias con la producción de contenidos de calidad; (6)
puede convertirse en una herramienta que permite enfrentar el control de la
información por unos pocos conglomerados de medios; y (7) puede utilizar su red
para prestar servicios de valor agregado y telemáticos siempre que cumpla con los
requisitos legales para ello.
Alfabetización en medios
La televisión comunitaria también puede proyectarse hacia los centros
educativos, la familia y la comunidad mediante la realización de proyectos de
alfabetización en medios, que apunten hacia tres direcciones: (1) adelantado
jornadas de formación sobre análisis y recepción crítica de contenidos
audiovisuales; (2) llevando a cabo cursos de formación en producción, edición y
realización de programas de televisión; y (3) elaborando videos sobre historia,
geografía y otros temas locales que sirvan de apoyo a los planes de estudio de la
educación formal y no formal.
454

Extensión comunitaria
En realidad todos los componentes antes reseñados pretenden que la
televisión comunitaria logre una mayor vinculación de la comunidad con el medio
y un mayor aporte de éste en el bienestar de los colectivos. Sin embargo, en este
epígrafe se sugieren otros aspectos que aparentemente pueden resultar triviales,
pero que a la hora de la verdad son esenciales para que la comunidad sienta a la
televisión comunitaria como propia. Estos aspectos son: visitas guiadas a las
instalaciones de la estación de televisión comunitaria y habilitación de espacios
físicos para el encuentro de las comunidades.
Una forma para que las comunidades no vean a las televisiones
comunitarias como entes distantes, a las que se tiene acceso restringido, es
mediante la realización de visitas guiadas a sus instalaciones. Con ellas se busca
que las personas conozcan la filosofía de este tipo de televisión, así como a los
periodistas, personal administrativo y técnico que permiten que la señal de
televisión comunitaria llegue hasta los hogares.
Otra forma consiste en habilitar un espacio físico y recursos técnicos y
tecnológicos -cuando se disponga de ellos-, para que la comunidad realice eventos
como reuniones de juntas de acción comunal, cursos de capacitación en áreas
diferentes a la mediática, etc. De esta forma, se abona el terreno para que la
comunidad adquiera un sentido de pertenencia y compromiso hacia el canal de
televisión comunitaria.

8.3 Propuesta de “Fundamentos del periodismo


comunitario”
El periodismo comunitario posee unas características particulares que lo
diferencian de otros tipos de periodismo. Una de ellas –y quizás la fundamental
puesto que de ella se derivan las demás– es la singular relación que este
profesional establece con las comunidades. En efecto, la relación “periodista–
comunidad”, en el componente de los medios comunitarios, es mucho más
estrecha y se desarrolla bajo los criterios de la comprensión amplia de los hechos
sociales, la reciprocidad y la adopción equitativa de los roles de emisor y
receptor.
Esos criterios también permiten establecer la primera distinción con
respecto al periodista tradicional. El periodista comunitario no es sólo un vocero
comunal y mediador entre las instituciones y la comunidad -aunque en algún
momento puede asumir esas funciones-, sino que su labor es mucho más
profunda, puesto que asume un compromiso y vinculación más fuertes con los
colectivos, para promover con y en ellos cambios estructurales en la sociedad.
455

En este acápite se expondrán las principales características del periodismo


comunitario y, a partir de ellas, se proponen los fundamentos para este tipo de
periodismo (la promoción de la participación comunitaria, la interpretación
como eje de la función informativa, la vocación formadora, la proyección y el
periodismo comunitario de calidad), para lo cual han sido importantes los aportes
de Miralles (2002), Zabaleta (2005), Gumucio (2002), Martín Barbero (1987 y
2000), Carrasco (2003), Barón (1998), Meso (2005), Varela (2004), Cebrián
(2003), Raigón (1999), The Proyect for Excellence in Journalism de la
Universidad de Columbia (2001) y Pavlik (2005), así como los resultados del
análisis de la televisión comunitaria de Colombia.
Periodismo comunitario y participación comunitaria
El periodismo comunitario conmina al periodista a una labor de campo más
estrecha y permanente en las comunidades, y no a una relación distante, lejana o,
en algunos casos, sólo mediada por los artefactos tecnológicos (teléfono, páginas
electrónicas, etc.). Es decir, el periodista comunitario tiene la función de acercarse
a la comunidad en el lugar donde ésta produce hechos culturales, para conocer de
primera mano sus inquietudes, necesidades y proyectos. Pero su trabajo no radica
sólo en conocer lo que la comunidad demanda o proyecta porque en ese caso el
comunicador sólo está cumpliendo con las funciones de recoger información y
difundirla, las cuales también corresponden al periodismo estándar.
A nuestro juicio el papel fundamental del periodista comunitario consiste en
promover la participación significativa de la comunidad en todo el proceso de
producción de la televisión comunitaria y apoyar cambios estructurales para el
beneficio social, valiéndose de múltiples herramientas, entre ellas las de producir
información útil y de calidad. El trabajo de promoción y apoyo se desarrolla a
partir de actividades como:
 Estimular el debate y la deliberación pública sobre temas que directa o
indirectamente afectan a la comunidad.
 Propiciar un ambiente en el que prime el diálogo y la tolerancia para el
diagnóstico de la realidad comunitaria y la definición de acciones para la
solución de problemáticas comunales.
 Canalizar las demandas y propuestas comunales hacia las instituciones que
pueden atenderlas y responderlas, a través del trabajo informativo de la
televisión comunitaria.
 Realizar seguimiento a las informaciones que se difunden hacia esas
instituciones, para verificar su tramitación y respuesta.
456

Interpretación como eje de la función informativa del periodismo


comunitario
El periodismo comunitario cuestiona el modelo liberal de la información
que data de la Revolución Francesa y que asegura que la información debe estar
desprovista de subjetividad. Es decir, para el periodista comunitario los hechos no
son asépticos, puros y, por tanto, no se transmiten de manera “objetiva” ni
distante, puesto que él debe mantener una vinculación y compromiso estrechos
con la comunidad para canalizar y dar solución a las demandas sociales.
En esas condiciones, la labor informativa en el periodismo comunitario no
se limita sólo a difundir datos y a mantenerse al margen de los acontecimientos
políticos, económicos y culturales, pues con ello estaría distanciándose de la
realidad comunitaria a la que este periodismo debe su razón de ser. En su lugar, el
periodismo comunitario opta por un estilo informativo en el que prevalece la
función interpretativa, lo que significa que el periodista relaciona unos hechos
con otros, profundiza en los antecedentes, causas y consecuencias de los
comportamientos individuales y sociales, y no los califica a priori; ofrece un
marco amplio de análisis de los sucesos, sin extraer su visión personalizada, sino
brindando elementos para que el público reflexione sobre los mismos, los
comprenda y saque sus propias conclusiones.
Periodismo comunitario y vocación formadora
El periodismo comunitario tiene una vocación formadora que se expresa
básicamente mediante dos aspectos: educación y cultura transversal, y
periodismo compartido.
Hay vocación formadora cuando el periodismo comunitario no concibe la
educación como una lista de fuentes -referidas a expertos en esa área o a centros
de educación en los diferentes niveles (primario, básico o superior)-, a las que hay
que consultar para resaltar el trabajo de la docencia, la investigación, las
metodologías de enseñanza aprendizaje, etc., sino como una línea de expresión
que atraviesa a todas las temáticas bien sean políticas, de orden público, deportes,
economía u otras. En otras palabras, la difusión de cualquier tipo de información
se realiza bajo un enfoque educativo y cultural transversal. Es educativo cuando,
a través de la interpretación del hecho, por ejemplo, se busca la moraleja, la
lección que se debe aprender para evitar un comportamiento o acción que vaya en
contra de los derechos de todos. Y es cultural, no cuando se destacan las fuentes
relacionadas con el arte (pintores, escultures, literatos…) sino cuando el marco de
análisis de ese hecho tiene en cuenta el contexto en el que se origina el
acontecimiento: las costumbres y actitudes de los protagonistas, las relaciones que
se establecen entre ellos, etc.
457

El otro aspecto, el periodismo compartido, estriba en que el periodista no


monopoliza la función informativa, sino que brinda la oportunidad para que los
miembros de la comunidad asuman ese rol con responsabilidad. Y para ello es
preciso que por medio de un proceso de enseñanza aprendizaje logre que la
comunidad tenga elementos para el análisis y comprensión de los mensajes
informativos, la producción, realización y edición de esos mensajes en la TV
comunitaria, y la evaluación de esos mensajes desde la ética periodística y la
consecución del desarrollo de la comunidad, esto es, si se ajustan a los criterios
de actuación del ejercicio periodístico y si contribuyen al cumplimiento o
mejoramiento de indicadores de desarrollo humano.
Periodismo comunitario de calidad
El hecho de que el periodismo comunitario sea ejercido por los miembros de
las comunidades organizadas no implica que sea un periodismo marginal y/o
carente de calidad técnica y conceptual. Este tipo de periodismo también aspira a
ser de excelencia, sin embargo, los indicadores de calidad para el periodismo
comunitario deben ajustarse a la propia naturaleza participativa y no deben ser
únicamente los que se estipulan para el periodismo estándar.
Hemos querido establecer tres indicadores con sus respectivos matices que
sirvan como una aproximación preliminar al estudio y desarrollo de éstos u otros
indicadores de calidad para el periodismo comunitario. Estos son: cobertura
comunitaria, creación de nuevos recursos expresivos y vinculación a proyectos de
desarrollo.
 La cobertura comunitaria incluye (1) variedad de fuentes comunitarias
consultadas y (2) mayor participación cuantitativa y cualitativa de las personas
en el proceso de producción de contenidos.
 La creación de nuevos recursos expresivos implica que el periodismo
comunitario ofrezca profundidad para abordar la tarea informativa de temas
diversos de interés comunitario y explore nuevos formatos y géneros
televisivos para narrar los acontecimientos.
 La vinculación a proyectos de desarrollo significa que el periodismo
comunitario tenga la capacidad de (1) establecer alianzas con instituciones
para la formulación y realización de iniciativas en pro del desarrollo humano
que cuenten con el apoyo de la comunidad y (2) contribuir a que se produzcan
cambios estructurales en la sociedad susceptibles de ser medidos y
corroborados. Por ejemplo, que con el apoyo del periodismo y la televisión
comunitaria el número de niños vacunados en un año supere las expectativas y
proyecciones de la institución que lidera este tipo de campaña de salud
pública.
458

Proyección del periodismo comunitario


El periodismo comunitario debe emplear las nuevas herramientas que
ofrecen las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para
proyectarse al exterior y fortalecer la producción local de contenidos. Lo que se
pretende es que el periodista comunitario adquiera habilidades y competencias
para el uso de las herramientas de internet y, a futuro, de la radio y televisión
digitales que le permitan (1) buscar, seleccionar y valorar la información que se
encuentra en la red para emplearla a la rutina periodística propia, esto es, que
ayude a contextualizar y profundizar los contenidos locales; (2) fomentar la
participación integral de la comunidad mediante las herramientas interactivas que
ofrecen los nuevos medios; y (3) trasladar o ajustar los contenidos propios del
trabajo periodístico comunitario a la red, de manera que sean conocidos en otras
latitudes.

8.4 Una propuesta de “Parrilla de programación para el


desarrollo humano de Colombia”
“La parrilla de programación para el desarrollo humano de Colombia” se
basa en el análisis de la evolución del desarrollo en Colombia y del modelo de
televisión comunitaria propuesto, pero también se sustenta en los conceptos
acerca de la parrilla de programación como unidad y coherencia de contenidos
(Cebrián, 2004: 61). Estos resultados vienen a integrar, junto con los indicadores
de desarrollo humano del país y otros datos de diversas fuentes, la justificación
científica y social de la propuesta de parrilla de programación.
La propuesta audiovisual que sugerimos se sustenta en la adopción del
enfoque educativo y cultural para la producción y realización de los programas
que se desprendan de cuatro ejes temáticos principales: convivencia, democracia y
ciudadanía, experiencias comunitarias e infancia y juventud. Más adelante se
exponen en detalle cada una de las partes que conforman la propuesta, la cual, en
aras de seguir un orden sistemático, la hemos dividido en dos epígrafes:
1. El lenguaje de la programación.
2. Parrilla de programación de la televisión comunitaria, justificación
científica y social.

8.4.1 Lenguaje de la programación


Para Cebrián (1978: 169-188) la programación de los medios audiovisuales
está constituida en una obra global, unitaria. Es unitaria aunque compuesta de
múltiples programas mosaico y permanentemente abierta pues forma un
continuum de mensajes. El autor también señala que la programación de
televisión es un “superlenguaje” puesto que por ella se transmiten el resto de artes
459

y lenguajes (cine, teatro, ópera, etc.) “y, en todos ellos, deja una marca de su
personalidad, modelándolos a través de una serie de modificantes: la empresa, los
presentadores o conductores de programas” (Cebrián, 1978: 169-188, citado por
Zabaleta, 2005: 270-273).
Zabaleta considera que existen dos niveles de narración de la programación:
 Narración del programador: corresponde al macrodiscurso que crea el
programador televisivo mediante la parrilla de programación y su posterior
emisión.
 Narración del realizador: es el discurso relativo al propio programa, o la
serie, desde la perspectiva de su realización como obra audiovisual.

8.4.1.1 Tipos de programación


Las tipologías de programación se fundan en parámetros como: contenido,
codificación, sistema, cobertura y temporalidad.
 Programación según el contenido: en esta tipología se encuentran la
programación generalista y la temática. La primera consta de la suma de
contenidos a lo largo de la jornada dirigidos a toda la audiencia y, la segunda,
está dedicada a un género televisivo (informativo, infantil, científico, etc.), a
un sector social (a las personas que les gusta el deporte, los temas económicos,
culturales) o a un objetivo televisivo (televentas, entretenimiento, informativo
y educativo).
 Programación según la codificación: la programación puede ser de libre
acceso122 o codificada.
 Programación según el sistema de transmisión: esta programación puede
transmitirse por el sistema de cable, satélite y terrestre.
 Programación según la cobertura: la programación puede estar dirigida para
un público local, regional, comunitario, nacional o internacional.
 Programación según la temporalidad: este tipo de programación,
especialmente la generalista, puede dividirse de acuerdo con la estructura de
la semana (fines de semana, festivos, días laborables), franjas horarias
(infantil, triple A o Prime Time, etc.) y por temporada del año (Navidad,
vacaciones, invierno, verano).

122
En Colombia se suele llamar señal incidental.
460

8.4.2 Parrilla de programación para el desarrollo humano de


Colombia, justificación científica y social
La parrilla de programación propuesta consta de cuatro ejes temáticos
(convivencia, democracia y ciudadanía, infancia y juventud y experiencias
comunitarias), derivados del análisis de los indicadores de desarrollo humano de
Colombia y del modelo de TV comunitaria antes expuesto.
Los ejes temáticos se constituyen en una guía para la producción de los
programas que pretendan coadyuvar al cumplimiento o mejoría de indicadores de
desarrollo humano del país. En ningún momento buscan ser ejes únicos sino
propuestas de contenidos que pueden tenerse en cuenta o modificarse, de acuerdo
con las peculiaridades socioeconómicas de las poblaciones donde existe TV
comunitaria e intereses y necesidades de las comunidades.
No queremos significar que la programación de la TV comunitaria es capaz
de resolver los problemas o mejorar por sí solos los indicadores de bienestar, pero
sí creemos que debidamente articulada a los proyectos sociales de entidades
gubernamentales y no gubernamentales el impacto de su programación puede ser
notable en aras del bienestar comunitario. Tampoco deseamos encasillar la parrilla
propuesta en una programación generalista o temática. Más bien, la parrilla de
programación para el desarrollo humano comparte elementos comunes tanto de la
una como de la otra. De la generalista, porque va dirigida a un público amplio y,
de la temática123, porque tiene macrotemas de los cuales se puedan derivar
programas (con temas específicos y dirigidos a públicos concretos) para cumplir
objetivos de beneficio comunitario.
De ese modo, la parrilla de programación pretende asumir un compromiso
con los televidentes en tres sentidos: (1) priorizar los aspectos informativos y
formativos para que el medio de comunicación obtenga una rentabilidad social 124
de su público (Chaparro, 2002: 25 y 26); (2) concebir la televisión no sólo como
un negocio sino como una televisión pública que tiene una responsabilidad social
con una clara y necesaria influencia en la formación de los gustos (Cebrián, 2004:
61); y (3) convertir la televisión comunitaria en una herramienta que contribuya al
desarrollo humano, porque empodera a la comunidad para que dinamice los
procesos de convivencia y ciudadanía (Señales de humo, 1998: 79) y estimula la

123
De todos modos, no sobra destacar que en Colombia la producción propia se vislumbra como la
mejor oportunidad para el futuro. Según Eduardo Noriega de la Hoz (2007), ex comisionado de la
CNTV, en televisión cerrada hay una tendencia clara a canales temáticos, con calidad en los
programas, contenidos alternativos y nichos de audiencia propios, factores que son fortalezas de la
televisión comunitaria.
124
La rentabilidad social se refiere a lograr que los teleespectadores no sólo vean los programas
sino que, gracias a ellos, cambien su forma de pensar y los movilice a realizar acciones que vayan
en beneficio propio y de la comunidad, en materia de educación, salud, participación política, etc.
461

participación del televidente para que se integre a todo el proceso de producción


de la televisión (Niño, 2004).

Ilustración 15. Parrilla de programación para el desarrollo humano de Colombia

ENFOQUE EDUCATIVO Y CULTURAL

Democracia y Infancia y Experiencias


Convivencia
Influencia ciudadanía Influencia juventud Influencia comunitarias
mutua mutua mutua
• Comunicación y • Gobernabilidad. • Hábitos • Gestión
conflicto. saludables. comunitaria.
• Institucionalidad.
• Comunicación y y administración • Información y • Cooperación
familia. pública. apoyo a la y desarrollo.
formación.
• Comunicación y • Civismo y • Medios
género. desarrollo • Ocio y tiempo comunitarios
humano. libre.

Fuente: elaboración propia

El enfoque educativo y cultural se convierte en el horizonte que guía todos


los contenidos y el flujo de programas de la parrilla de la TV comunitaria. Cada
eje temático, convivencia, democracia y ciudadanía, infancia y juventud y
experiencias comunitarias, se influyen mutuamente puesto que algunos temas se
pueden desarrollar en forma conjunta o complementaria.
El eje temático de la convivencia enfatiza la necesidad de que el medio
contribuya a crear un diálogo productivo para la resolución de los conflictos. El
eje de la democracia y ciudadanía pretende concienciar a los miembros de la
comunidad sobre la importancia de intervenir en las decisiones económicas,
políticas y culturales, empleando los mecanismos de participación, y conociendo
los deberes y derechos ciudadanos y las funciones y responsabilidades de las
entidades estatales. El eje de la infancia y juventud tiene como objetivo involucrar
a los niños, adolescentes y jóvenes en la producción de los programas y
proporcionarles contenidos que complementen o apoyen la formación recibida en
la escuela y la familia. Y el eje de las experiencias comunitarias busca visibilizar
el trabajo comunitario y convertirlo en un elemento fundamental para el
cumplimiento de indicadores de desarrollo humano.

8.4.2.1 Enfoque educativo y cultural


El desarrollo de los programas en cada uno de los ejes temáticos de la
parrilla de programación para el desarrollo humano de Colombia debe tener un
enfoque educativo y cultural. El enfoque no se entiende como creación de una
462

franja de programas referidos a la cultura y la educación, sino como un proceso


que convierte esos campos sociales en los horizontes expresivos y los escenarios
de pensamientos que deben guiar el flujo de programas” (Martín Barbero et al.,
2000), bien sean éstos de los géneros de entretenimiento, musicales, ficción, etc.
La triada cultura, educación y comunicación, debe incorporarse a un proyecto
ético de nación y comunidad deseada, para formar ciudadanos colombianos
autónomos, críticos y propositivos capaces de convivir con el otro y de actuar en
el horizonte de la paz y la diversidad cultural.
El enfoque cultural
El enfoque cultural se expresa desde la creación de una propuesta estético-
televisiva propia hasta el conocimiento de las personas de su propia realidad local,
de manera que les capacite para transformarla, y estimular la consolidación de
valores de convivencia. En resumen, este enfoque propugna por:
 Una programación que transmita los valores y cultura del lugar, lo cual se
debe reflejar en las presentaciones, decorado y narrativa televisiva (Gumucio,
2001: 1).
 Fortalecer la mirada y el conocimiento de lo local para evitar la
homogenización de lo propio por culturas hegemónicas y consumistas, sin
desconocer o anular las manifestaciones culturales ajenas (Ruano, 2006).
 Perseguir la rentabilidad sociocultural entendida como la integración de la
ciudadanía en torno al conocimiento de sus deberes y derechos, y mejorar la
calidad de vida de la gente.
 Promover la tolerancia a partir de la riqueza de lo propio en el mundo cultural
diverso.
El enfoque educativo
El enfoque educativo abarca desde la formación en valores y en ciudadanía -
aprovechando todo tipo de programas-, hasta la utilización del medio para el
visionado didáctico de espacios televisivos, el análisis crítico y creativo de sus
mensajes y el conocimiento del medio en todas sus etapas de producción (Pavón,
2005: 223-224). En concreto este enfoque pretende:
 Que toda la programación tenga una contextualización formativa dentro de un
proyecto de nación.
 Que los programas coadyuven a la construcción de ciudadanos capaces de
vivir en comunidad, en encuentro con el otro en la vida cotidiana, y al
desarrollo de un pensamiento autónomo (Barbero et al., 2000), crítico y
propositivo.
 Que el flujo de programas motive el análisis crítico y creativo de los mensajes.
463

 Que la programación tenga una finalidad didáctica, no sólo desde el punto de


vista escolarizado, sino fundamentalmente como potenciadora de aprendizajes
desde diversas temáticas (orden público o sucesos, economía, deportes, etc.) y
escenarios (calles, parques, museos, etc.).

8.4.2.2 Ejes temáticos


Los indicadores de desarrollo humano, el modelo de TV comunitaria y
nuestros estudios en televisión comunitaria, permitieron establecer cuatro ejes
temáticos (convivencia, democracia y ciudadanía, experiencias comunitarias e
infancia y juventud) para la parrilla de programación de TV comunitaria para el
desarrollo humano de Colombia. Dichos ejes no son unidades aisladas, sino
espacios abiertos que se complementan y se influyen mutuamente.
Convivencia
El conflicto interno colombiano, dada su creciente complejidad,
generalización y progresiva degradación, es difícil de explicar y resolver. Así lo
han expresado diversos estudios sobre la violencia colombiana, entre ellos el que
publica el Instituto de Medicina legal y Ciencias Forenses y el Fondo Nacional de
Prevención Vial (2005). La complejidad creciente se refiere a la diversidad de
factores y actores implicados en el origen, la dinámica, las manifestaciones y
consecuencias de la confrontación armada; la generalización tiene que ver con
que el fenómeno violento penetra en la casi totalidad de los espacios, el tiempo y
los escenarios de la vida individual y social; y la progresiva degradación hace
referencia al desbordamiento de los límites de los combatientes para hacer
prevalecer sus ideas y acciones.
En ese contexto los medios de comunicación, como lo señala el Informe de
Desarrollo Humano de Colombia (2003: 423), han cometido errores en el manejo
de la información sobre el conflicto. Las equivocaciones se resumen en la
tendencia hacia la reacción y no a la proacción; hacia el interés privado por
encima del interés público y simplificaciones equivocadas; y tienden a centrarse
en el acontecimiento violento y no en el contexto, a dar protagonismo a los
violadores de los Derechos Humanos y no a sus víctimas y a moverse según el
péndulo de la opinión. En consecuencia, -consideramos nosotros- han generado
una información subdesarrollada que, a juicio de Javier Erro Sala (2002: 12), es
aquella idea de información “fruto de las formas simples, maniqueas y
monolíticas de interpretar la realidad, y que se corresponde con la que hemos
heredado de la sociedad moderna”.
El manejo del conflicto supone el desarrollo de unas habilidades que no se
logran simplemente con el vivir el día a día informativo, sino adoptando un
compromiso permanente para conocer a fondo las coyunturas bélicas, de tal
464

manera que la información que reciba el público lleve una buena dosis de
contextualización. Lamentablemente, lo que se observa en los cubrimientos de las
guerras internas y externas es que los medios muestran imágenes impactantes que
poco o nada dicen de las raíces de la confrontación o a veces olvidan o simplifican
la situación social de la población civil (Sendra, 2005: 79).
La dimensión del conflicto colombiano amerita un trato diferente en los
mass media. Por eso en la parrilla de programación de la televisión comunitaria
para el desarrollo humano hemos considerado pertinente proponer la convivencia
como uno de los cuatro ejes temáticos. De dicho eje se derivan tres subtemas:
comunicación y conflicto, comunicación y familia y comunicación y género.
Comunicación y conflicto: según Saúl Franco Agudelo (2005: 35) son tres
los detonantes de la guerra actual en Colombia: la iniquidad, la intolerancia y la
impunidad, los cuales se interrelacionan con el fenómeno económico
(neoliberalización del Estado), el conflicto político militar y el problema del
narcotráfico. Estos factores han dado origen a que en el año 2005 haya habido
17.331 homicidios (1.557 menos que el año anterior), y se haya perdido más de
565.000 años de vida potenciales (AVPP)125.
Ante tal evidencia, sugerimos que el tema del orden público o sucesos se
informe bajo estos criterios: (1) que el medio comunitario promueva espacios para
establecer un diálogo productivo que conduzca a la paz, entendiéndola como
proceso y no simplemente como cese de acciones armadas o derrota del contrario;
(2) es necesario emplear otros géneros periodísticos distintos de la noticia como el
reportaje y la crónica para darle mayor contexto a la información y se pueda
profundizar en las raíces y consecuencias de la confrontación; (3) la TV
comunitaria debe darle protagonismo a las víctimas (y no a los actores armados),
para conocer y tramitar sus necesidades y problemas ante las autoridades
competentes; (4) este tipo de TV debe darse tiempo para profundizar en las causas
y consecuencias de los conflictos, así como en los intereses que hay de por medio,

125
En los resultados de nuestro análisis de la TV comunitaria de Colombia (ver anexo), el tema del
orden público ocupa un 5% de los segmentos de los noticieros y un 4,2% del contenido de los
magacines. En la TV comunitaria suele dársele prioridad al orden público por encima de la
información política y económica y, tal como lo descubrimos en la observación directa en trabajo
de campo, reina la improvisación, la falta de contexto y la simplificación del dolor de las víctimas
en la elaboración del material periodístico relativo a este tópico. Es probable que las insuficiencias
para abordar con profesionalidad y ética el tema del orden público tengan una conexión directa
con los altos porcentajes del contravalor periodístico de la generalidad, que se encuentra en el
49,1% de los segmentos de los noticieros y en el 64,8% de los segmentos de los magacines.
Además, la audiencia de la TV comunitaria comenta que la programación no “establece diálogos
para ayudar a la resolución de conflictos”. Esta es una conclusión que comparten las 48 personas
que hicieron parte de las sesiones de grupo.
465

para evitar la superficialidad en la información; y (5) los hechos violentos se


pueden dar a conocer sin idealizarlos, sin incitar su realización y evitando
convertir las acciones violentas en un espectáculo mediático (Blázquez, 2002:
215).
Comunicación y familia: el Instituto de Medicina Legal y el Fondo Nacional
de Prevención Vial dictaminaron 61.482 casos de violencia intrafamiliar o
doméstica durante el año 2005, de los cuales 37.660 (61.2%) corresponden a
maltrato de pareja; 13.644 (22%) de maltrato entre otros familiares y 10.178
(16.6%) a maltrato infantil. Según las mismas fuentes, se perdieron el equivalente
a 80.221 Años de Vida Saludable (AVISA), representando no sólo una sobrecarga
en el sistema de salud, sino que evidencia cómo se afectan las oportunidades
laborales en términos de una pérdida significativa en las edades productivas
(Cortés y Soriano, 2005: 114 y 115). Esta violencia aparece cuando no hay formas
prácticas para solucionar los conflictos respetando los principios de dignidad,
responsabilidad, solidaridad y lealtad126.
La TV comunitaria debe abordar este tipo de violencia, puesto que puede
ser el detonante de la violencia política (intolerancia) y el germen para que los
niños maltratados reproduzcan el maltrato en la vida social. De ahí la importancia
de que el medio (1) haga visible la violencia intrafamiliar o doméstica y la aborde
con profundidad, detallando sus causas y sus consecuencias para el bienestar de la
gente; (2) adopte, con el apoyo de instituciones versadas en el tema, una
pedagogía para la presentación de la violencia intrafamiliar para evitar el
sensacionalismo periodístico y la intromisión en la vida íntima de las personas;
(3) concentre los contenidos y enfoques de los programas en la prevención de la
desintegración familiar (Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 2005:
108); y (4) respete con el mayor cuidado el dolor, la intimidad y el anonimato de
la víctima de la agresión doméstica o intrafamiliar.
Comunicación y género: Colombia ha mejorado progresivamente los
indicadores de perspectiva de género, sin embargo, a juzgar por el ambiente de
violencia que se percibe, la mujer sigue sufriendo los estragos de la violencia. Por
ejemplo, los homicidios en el país cobran la vida de muchas mujeres, aunque en
un porcentaje menor que en el hombre. Según el Instituto de Medicina Legal
(2005: 29) el 8% de los homicidios en el 2005 afectaron al colectivo femenino, y

126
Los resultados de nuestro análisis de la TV comunitaria de Colombia (ver anexo), demuestran
que este medio soslaya la violencia intrafamiliar o doméstica o poco se informa sobre ella, debido
a que los otros tipos de violencia- conflicto armado interno y delincuencia común- son los que
tienen prelación en los programas informativos. Por ejemplo, la violencia intrafamiliar o
doméstica sólo hacía parte de un 0,4% de los segmentos de los programas informativos, mientras
que el conflicto armado interno representaba un 1,4% y la delincuencia común un 2,3%.
466

estuvieron asociados al conflicto armado interno, violencia de género y otros


factores.
La dimensión de género en los medios de comunicación 127 se refiere a la
representación que se hace de ambos sexos/géneros, hombres y mujeres, y al
diferente tratamiento que reciben unos y otras. Todos estos datos apuntan a que
tanto la invisibilización de la mujer como su infravaloración en la vida cotidiana y
en los medios de comunicación, no contribuyen a alcanzar mejores niveles de
desarrollo. En tal sentido, Juana Gallego señala que “la repetición mecánica y
acrítica de unos estereotipos en declive o ya en desuso, la perpetuación de unos
roles desigualmente atribuidos a mujeres y a hombres, la infrarrepresentación
sistemática de las actividades llevadas a cabo por las mujeres o la representación
deformada, peyorativa e incluso discriminatoria que se propone de éstas no ayuda
en nada a la conformación de una sociedad más justa e igualitaria” (Gallego,
2005: 55).
Por eso es importante que la TV comunitaria aborde con profesionalidad el
tema de la igualdad de género. Para ello es necesario que la información se guíe
por estos parámetros periodísticos: (1) tratar de manera equitativa a los dos
sexos/géneros en entrevistas o perfiles; (2) ampliar los escenarios de
representación de la mujer no sólo desde el poder sino también en otras facetas
humanas en las que tradicionalmente han sido discriminadas; (3) incluir la
perspectiva de género para analizar y denunciar las desigualdades, en razón a la
posición que ocupa la mujer con respecto al hombre en diferentes áreas; (4)
presentar los logros de la mujer como un hecho natural y no excepcional; (5)
profundizar en el papel que ella juega en el mantenimiento de la familia, en el
desarrollo y en la consecución de la paz en el país; y (6) evitar la proyección de
imágenes negativas o degradantes de la feminidad y su vinculación publicitaria
con el consumo (Aznar, 2005: 252).
Democracia y ciudadanía
El conflicto armado colombiano es, en parte, producto de la corrupción
estatal y de la incapacidad de los gobiernos para canalizar efectivamente la
participación ciudadana. En materia de corrupción, el país se sitúa en posiciones
intermedias, en concreto en el puesto 59 de 163 naciones de las que se dispone de
datos (Transparencia internacional, 2006). Una de las principales conclusiones a
la que llega Transparencia internacional es que la corrupción tiene una relación
127
De acuerdo con los resultados de nuestro análisis a la TV comunitaria (ver anexo), la mujer
tiene una escasa representación. El protagonismo de las mujeres (aparición y voz) en los noticieros
es del 20,1% y el del hombre es del 44,2%; en los programas de entrevistas la relación es 34.8% a
65,2%, mientras que en los magacines la relación se equilibra: 42,9% para ellas y 41,2% para
ellos.
467

íntima con los niveles de pobreza, es decir, a mayor corrupción más personas
entran en la fila de la marginalidad.
En el componente de la participación ciudadana, Colombia ha
experimentado avances con la promulgación de la Constitución Política de 1991,
la cual crea mecanismos para la implicación de la gente en los temas públicos. Sin
embargo, el enrarecido ambiente de violencia ha provocado una disminución de la
protesta y el activismo, debido a que los manifestantes temen que sean etiquetados
como guerrilleros o paramilitares.
Además, la falta de un periodismo de investigación128 –como lo enfatiza
Transparencia internacional- y la escasez de canales para que las personas
participen, son los agravantes para que la democracia tambalee. El panorama,
según el PNUD (2004: 35)
“se torna aun más complejo si se tiene en cuenta que varios factores
indispensables para la gobernabilidad democrática, tales como una prensa
libre, sólida protección de los derechos humanos, un Poder Judicial
independiente y vigoroso, requieren todavía ser sustancialmente
fortalecidos. Y muchos grupos tradicionalmente excluidos no tienen acceso
al poder a través de los canales formales y, por ende, manifiestan sus
frustraciones por vías alternativas, en algunas ocasiones, por medio de
expresiones violentas”.
Por todo ello consideramos que en la programación de la televisión
comunitaria debe haber un espacio para el fomento y fortalecimiento de la
democracia y la ciudadanía. El espacio que proponemos está articulado en tres
subtemas:
Gobernabilidad: aunque diversos artículos de la Constitución Política de
1991 estimulan la participación de la ciudadanía, la realidad es que muchas
personas desconocen sus derechos y, por tanto, no exigen cuentas a los
gobernantes. Por ejemplo, el artículo 40 avala la conformación, ejercicio y control
del poder político; el 78 especifica como derecho colectivo el poder participar en
organizaciones de consumidores y usuarios en los componentes que les
corresponden; el 57 establece que los trabajadores puedan intervenir en la gestión
y fiscalización de las empresas; y el 369 garantiza la contribución de los entes
territoriales y diferentes sectores de la sociedad en la discusión del plan de
desarrollo.
Conscientes de que la participación es importante porque colabora en la
definición de prioridades colectivas de desarrollo y que el intercambio de
información y su continuo monitoreo entre los grupos de interés tributa en la

128
Los resultados de nuestro análisis de la televisión comunitaria de Colombia (ver anexo)
registran un porcentaje insignificante de segmentos sobre corrupción: sólo un 1,8% de los
segmentos del noticiero y nulo en los magacines y programas de entrevistas.
468

transparencia, gobernabilidad y sustentabilidad de las decisiones, los programas y


el gasto público (Informe de Desarrollo Humano de Colombia, 2000),
consideramos oportuno que la programación de la televisión comunitaria129
desarrolle el tema de la gobernabilidad para que (1) las personas conozcan sus
derechos y los procedimientos para hacerlos efectivos; (2) el medio diseñe canales
de comunicación que faciliten las interacciones positivas entre los actores
(comunidad e instituciones), la definición de procesos viables y la puesta en
marcha de acciones eficaces (Corporación Andina de Fomento, 2006); y (3) la
televisión comunitaria realice seguimiento a las acciones comunitarias y sea
portavoz de los logros y frustraciones como resultado de la interacción entre las
instituciones y la comunidad.
Institucionalidad y administración pública: el reto actual que tienen los
periodistas comunitarios130 y la comunidad consiste en conocer el funcionamiento
básico de las instituciones del Estado, para que la participación de las personas
sea efectiva. Por ello juzgamos necesario que estos temas sean abordados por la
televisión comunitaria para que (1) la participación de los colectivos en los temas
del Estado se haga con conocimiento de causa y, por ende, sea efectiva y eficaz; y
(2) el cubrimiento de este tema no se convierta en un mero registro de las acciones
estatales, sino en un estudio y evaluación profunda de las mismas.
Civismo y desarrollo humano: es conveniente que las acciones comunitarias
se adelanten en el marco del desarrollo humano, pero para eso es necesario que la
televisión comunitaria establezca los nexos entre la gestión y trabajo comunal y el
logro de indicadores de bienestar y progreso individual y colectivo.
El civismo es la representación de las conductas y de las acciones de los
individuos en la sociedad, cuando han hecho de la libertad y del cumplimiento de
sus deberes las herramientas para avanzar hacia el bienestar común. La
democracia se constituye en un pilar fundamental para la consecución del
desarrollo humano, pues en la medida en que la gente pueda ejercer su ciudadanía
para participar y decidir, obtendrá equidad en la administración de la justicia y
garantías para expresar sus opiniones en medios de comunicación libres e
independientes.

129
Los resultados de nuestro análisis de la TV comunitaria (ver anexo), evidencian un porcentaje
ínfimo de segmentos en los noticieros dedicados al activismo de la comunidad (4,1%). Las obras
comunitarias también presentan porcentajes en los tres programas informativos (un 3.8% en los
noticieros, 3,0% en los magacines y 4,2% en los programas de entrevistas).
130
Este es un punto trascendental, puesto que los periodistas de la TV comunitaria dicen que “el
poco conocimiento sobre administración pública y mecanismos de participación es un obstáculo
para que ellos puedan gestionar y apoyar el bienestar de la comunidad”.
469

La falta de civismo en Colombia causa gran parte de los accidentes de


tránsito. Por ejemplo, en el año 2005 se presentaron 5.418 muertes, con una leve
disminución del 1.2% con respecto al 2004131.
Así las cosas, los programas de la televisión comunitaria132 deben estimular
el civismo y la libertad con responsabilidad para la participación efectiva en los
temas públicos, en aras de alcanzar una sociedad más justa y equitativa. A nuestro
juicio los parámetros bajo los cuales deben ceñirse los programas son los
siguientes: (1) incentivar valores democráticos como la tolerancia, la solidaridad y
el respeto a las normas básicas de convivencia133; (2) promover la capacidad de
negociación en las comunidades, la construcción de consenso, y valoración del
medio ambiente (Corporación Andina de Fomento, 2006); y (3) establecer
permanentemente conexiones entre la participación, el civismo y el mejoramiento
de indicadores de desarrollo humano.
Infancia y juventud
Según el DANE (2005), la población infantil en Colombia (de 0 a 14 años)
suma el 35% del total de habitantes (42.090.992), la juvenil (de 15 a 29 años)
asciende al 29%. De los 16 millones de colombianos menores de 18 años, 6,5
millones viven en la pobreza y más de un millón se halla en situación de miseria.
También se estima que, de acuerdo con la Organización Internacional de
Migraciones (OIM) (citado por Medios para la Paz, 2007ª), el 26% de los niños y
niñas entre 6 y 11 años no asisten a la escuela y los/las jóvenes entre los 12 y 17
años tampoco lo hacen.

131
1.893 de los fallecimientos (34.9%) fueron peatones, 1.308 motociclistas (24,1%), 809
pasajeros (14,9%), 458 ciclistas (8,5%) y 348 conductores (6,4%) (Castaño y Hernández, 2005:
229).
132
En los resultados de nuestro análisis de la televisión comunitaria (ver anexo) se registran
porcentajes relativamente altos del contravalor de desarrollo humano de la exclusión (66,7% de los
segmentos en el programa de entrevistas, 35,9% en los de los magacines y 8,4% en los de los
noticieros). La exclusión se entiende como la falta de equilibrio informativo al no presentar
contrapartes de la información, o cuando no se tiene en cuenta la participación de personas que
pueden proporcionar datos para una comprensión amplia y equilibrada de los acontecimientos. El
contravalor de la destrucción, aunque registra valores menores, también se encuentra en los
segmentos de los programas informativos: 7,2% en el noticiero y 3,8% en los magacines. La
categoría de la destrucción se concibe como la información en la que predominan valores
negativos como la eliminación o contaminación del medio ambiente, la falta de civismo, o la
pérdida de valores sociales como la honestidad, la responsabilidad, etc.. Además la audiencia
señala que la programación de la TV comunitaria escasamente “apoya programas de seguridad y
conciencia ciudadana”. Sólo un 2,1% de las personas consultadas dijeron que lo hace en alguna
medida, aunque de manera insuficiente.
133
Con el respeto a las normas no queremos significar que el ciudadano asuma una posición
sumisa frente al Estado, sino que respete aquéllas que garantizan la convivencia y evitan peligros
para la integridad personal. Por ejemplo, el respeto por las normas de tránsito y de los niveles de
ruido tolerables, entre otras.
470

Con respecto a la televisión, en el estudio Los niños como audiencia


realizado en 1998 – con el respaldo del Convenio por el Buen Trato y la edición
de Jesús Martín Barbero y Maritza López de La Roche de la Universidad del
Valle-, el 84% de los infantes afirmaba que la televisión era su fuente
fundamental de información seguida muy de lejos por la radio, los padres y el
colegio o la escuela. El papel de los padres solo representó el 7,6% (Uribe, 1998).
El estudio también evidencia que el miedo prevalente en los niños de todo el país
es hacia los animales (22%) y le siguen el conflicto armado y la delincuencia con
todas sus manifestaciones (16,6%). El 26% le tema a la guerrilla y el 19% al
secuestro.
La ocurrencia de estos fenómenos permite concluir que la televisión
comunitaria de Colombia134 debe atender diversas áreas para coadyuvar al
cumplimiento de metas de desarrollo, que tengan un impacto significativo en la
calidad de vida de niños, adolescentes y jóvenes. Para llevar a cabo una empresa
de este tipo es necesario que, como lo afirma Martín-Barbero et al. (2000), “los
niños no sean temática construida desde los adultos sino campo expresivo, con
voz propia y autoridad de sentido”. En síntesis, los niños deben ser concebidos
como actores sociales y no como simple contenido. La televisión comunitaria
debe desarrollar programas que sean atractivos y complementen la formación que
la escuela y la familia les brinda a la juventud. Además debe vincular a los
jóvenes en la creación y montaje de los espacios televisivos, para que lideren
campañas de prevención contra las drogas, por ejemplo, y asuman como propio el
medio de comunicación. Desde esta perspectiva, consideramos que el eje temático
infancia y juventud debe contener las áreas: hábitos de vida saludables,
información y apoyo a la formación, y ocio.
Hábitos de vida saludables: el consumo de drogas en Colombia, según el
programa presidencial Rumbos (2002), es una actividad en aumento. Mientras en
1996 se calculó que el 0,9% de la población entre 10 y 24 años había consumido

134
Los resultados de nuestro análisis de la televisión comunitaria de Colombia (ver anexo) revelan
que los programas infantiles solo representan el 1.6% de la parrilla de programación de las 10
estaciones estudiadas, pese a que la audiencia desea que se produzcan programas infantiles
(14,6%). Ese mismo porcentaje (14,6%) se da para las preferencias por programas de “educación
para niños, jóvenes y adultos…” Y “de espectáculos como musicales, concierto y farándula”. Los
anteriores programas sólo son superados por los programas de cultura (22,9%), que ocupan el
primer lugar de preferencia de la audiencia. La TV comunitaria da poco espacio al protagonismo o
la representación de los niños y los adolescentes. Los niños nunca aparecen en los noticieros
dando declaraciones o siendo protagonistas de un hecho (0,0%), al igual que en los programas de
entrevistas (0,0%). Sólo se registran en un 4.0% de los segmentos de los magacines. Los
adolescentes también presentan porcentajes poco representativos en los segmentos de los
programas informativos: 3,2% en los noticieros, 14,1% en los magacines y 2,2% en los programas
de entrevistas. Estas cifras contrastan con el protagonismo de los adultos: 84,1% en los noticieros,
57% en los magacines y 87% en los programas de entrevistas.
471

cocaína alguna vez en la vida, en 1999 esta proporción ascendía a 3,5%, y para el
año 2001 llegaba al 4,5%. El consumo de marihuana presenta un comportamiento
similar135.
La televisión puede contribuir a tomar conciencia sobre la salud, siempre
que no se aborde como una temática que se hace televisión sino como estilos de
vida saludables y productivos que se deben promover a lo largo de la
programación. En lo comunitario, es vital que el tema de la salud se salga de la
esfera patológica, para que se exprese como hábitos saludables tanto en los
contenidos de los programas como en el de las publicidades.
Información y apoyo a la formación: hoy la televisión aparece divorciada de
las escuelas y los colegios, puesto que sus contenidos no están estructurados de tal
manera que apoyen o refuercen la asimilación de valores, habilidades y
competencias en los estudiantes/televidentes. Un ejemplo de este divorcio se
observa entre la excesiva y caótica oferta sexual de la televisión y la educación
sexual que se enseña en los planteles. En efecto, a pesar de los esfuerzos de los
profesores colombianos por llevar a cabo procesos efectivos de enseñanza
aprendizaje en educación sexual, las estadísticas difundidas por Profamilia (2005)
revelan que el embarazo adolescente sigue en aumento al pasar del 19 al 21%
entre el año 2000 y el 2005. Lo anterior significa que una de cada cinco
adolescentes entre los 15 y 19 años de edad está o ha estado alguna vez
embarazada. Esto sólo por citar el caso de la educación sexual. En otros
componentes, como la crianza de los hijos hay datos que aseguran que 361 niños
y niñas de cada mil sufren algún tipo de maltrato.
La televisión comunitaria debe crear espacios que, al emplear diversas
estrategias mediáticas y pedagógicas (Cebrián, 200: 99-114), contribuyan a (1) la
difusión de los derechos de los menores y la repercusión de su incumplimiento en
el desarrollo humano; (2) la difusión de eventos y oportunidades de estudio y
capacitación para la juventud; (3) la creación de programas para el encuentro
entre niños, adolescentes y adultos, que permitan establecer pautas de crianza; y
(4) el diseño de estrategias mediáticas y didácticas para que los estudiantes y
establecimientos educativos aprendan a ver, hacer y aprovechar la televisión
comunitaria.
Ocio y tiempo libre: los contenidos de ocio de la televisión suelen verse
enfrentados con los contenidos escolares. Por un lado está la oferta del
entretenimiento y el placer desarticulada de las pautas para el crecimiento
saludable de la población infantil y joven y, por otro, se encuentra la escuela

135
Para 1996 un 5,4% de los colombianos la había probado al menos una vez en su vida, y para
1999 lo había hecho el 9,2%, cifra que permaneció constante hasta el 2001.
472

brindando alternativas para que el tiempo libre no se asocie con drogas,


promiscuidad sexual, etc.
El informe del programa Rumbos (2002) indica que el consumo de
sustancias psicoactivas legales como el tabaco, el alcohol y los tranquilizantes
creció en proporciones similares al consumo de estupefacientes. Al parecer, la
escasez de alternativas de ocio y de utilización del tiempo libre, sumada a la oferta
televisiva de opciones lúdicas sin control, provocan que adolescentes y jóvenes se
inclinen por el consumo de drogas ilegales, y de aceptación social como el licor.
La TV comunitaria colombiana juega un papel importante en este tema
puesto que a través de sus programas y publicidades puede (1) promover espacios
lúdicos alternativos para la población infantil y joven del país, en cooperación con
entidades oficiales y no gubernamentales dedicadas a programas de
aprovechamiento del tiempo libre; y (2) brindar la oportunidad para que esta
población lidere propuestas televisivas encaminadas a la promoción del ocio
alternativo.
Experiencias comunitarias
La palabra comunitario resalta la idea de comunidad, es decir, de grupo de
personas que guiado por valores democráticos comparte algo en común. En
consonancia con lo anterior, la televisión comunitaria se funda en la idea de que la
comunidad participe en todo el proceso de producción y realización de programas
y en la planeación, gestión y control de este medio, para la consecución de
diversos fines, entre ellos los de alcanzar mejores niveles de bienestar. No es
gratuito, pues, que a este tipo de televisión se le encaje en la categoría de los
medios del tercer sector, para destacar que éstos son gestionados por
organizaciones civiles sin ánimo de lucro con el fin de democratizar el espacio
radioeléctrico, la información que circula por él, y estimular la diversidad en el
discurso (Chaparro, 2002: 26). Como es apenas obvio, la televisión comunitaria136
debe hacer visible las necesidades, proyectos y realizaciones comunitarias, pues

136
Los resultados de nuestro análisis de la televisión comunitaria de Colombia (ver anexo)
permiten afirmar, por una parte, que en el 6,6% de los segmentos de los noticieros y el 8,3% de los
de los programas de entrevistas se prefiere el cubrimiento de hechos relacionados con problemas
comunitarios, y no tanto con sus logros. En efecto, las obras comunitarias aparecen en menor
proporción en los segmentos de los noticieros (3,8%), magacines (3%) y programas de entrevistas
(4,2%). Por otra parte, las respuestas de la audiencia sobre la forma como le gustaría participar en
la producción de la TV comunitaria y en el tipo de programas que prefiere, son reveladores: el
12,5% de las personas a las que se les aplicó el cuestionario y participaron en la sesión grupal,
consideran que es necesario que haya programas de economía, precios, empleo “para estar
enterados de los movimientos económicos locales, posibilidades de empleo y fomento de las
empresas de la región”. Y el 25% de ellas les gustaría participar produciendo directamente los
programas de la TV comunitaria.
473

así se demuestra que la acción social es una herramienta eficaz para alcanzar
metas comunes.
De este modo, creemos conveniente que el eje temático experiencias
comunitarias debe atender tres áreas: gestión comunitaria, cooperación y
desarrollo, y experiencias comunitarias.
Gestión comunitaria: la televisión comunitaria puede apoyar la gestión
comunitaria, entendida como el trabajo que realizan los colectivos para alcanzar
metas de interés común, (1) impulsando los procesos de desarrollo local,
endógeno y sostenible originados de las dinámicas económicas (mediana y
pequeña empresa), políticas y culturales propias; (2) estimulando las fórmulas
asociativas a través de las diversas figuras jurídicas; (3) contribuyendo a la
formación de líderes comunales para un desempeño eficaz de su trabajo en los
escenarios de la vida política, económica y cultural (Corporación Andina de
Fomento, 2006); y (4) difundiendo las realizaciones comunitarias relacionadas
con el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas en los ámbitos
económico, político y cultural.
Cooperación y desarrollo: la cooperación y el desarrollo es un área
imprescindible en el eje temático experiencias comunitarias, por varias razones.
(1) porque es una las formas de llevar a la práctica un componente esencial del
modelo de TV comunitaria propuesto como lo es el de las alianzas estratégicas;
(2) porque promueve valores como la ayuda mutua, el trabajo en equipo y la
solidaridad; y (3) porque ofrece pautas de acción para que diversas instituciones y
la televisión comunitaria trabajen en el cumplimiento o mejoramiento de
indicadores de desarrollo humano.
Lamentablemente, según Javier Erro, lo que se observa es que ha habido un
divorcio entre los medios de comunicación y las Organizaciones No
Gubernamentales para el Desarrollo (ONGd). A esto se suma el hecho de que
pese a la trascendencia que tienen las ONGd en el contexto internacional
“los medios137 no se han preparado para abordar con seriedad y rigor el
tema de la cooperación para el desarrollo, donde apenas se cuenta con
profesionales especializados. No han aprovechado esta disposición de la
opinión pública para mejorar sus informaciones relativas al desarrollo, como
han hecho con otros temas. Subdesarrollo se identifica con desastre,
violencia o desorden” (Erro, 2002: 72).
La cooperación y el desarrollo es una temática que debe estar presente en la
parrilla de programación de la televisión comunitaria y su abordaje debe (1)
137
No obstante, en los resultados de nuestro análisis de la televisión comunitaria se identifican
segmentos de los programas informativos en los que se resalta el valor de desarrollo humano de la
cooperación (10% en los noticieros, 8,5% en los magacines y 12,5% en los programas de
entrevistas) y el de la solidaridad (6,2% en los noticieros y 1,4% en los magacines) (pág. 391).
474

enfatizar el conocimiento de acciones y funciones de las entidades e instituciones


no gubernamentales, fundaciones, etc., que se dedican a la cooperación y el
desarrollo; (2) difundir las condiciones (legales, metodológicas, etc.) en que las
instituciones gubernamentales y no gubernamentales pueden establecer alianzas
con las comunidades; (3) concienciar a la comunidad sobre los problemas
mundiales, sus causas su repercusión local –exclusión, pobreza, marginación a
minorías étnicas, deterioro ambiental- y las estrategias y acciones que desde lo
local se pueden emprender para atenuarlos; (4) los contenidos televisivos deben
velar por evitar toda clase de discriminación (religiosa, racial, sexual, cultural,
socioeconómica, etc.); y (5) evitar las imágenes generalizadoras y reduccionistas,
ya sean idílicas o miserablistas, de comunidades en precarias condiciones
socioeconómicas (Aznar, 2005: 114 y 125).
Medios comunitarios: esta área permitiría que las personas tuvieran
conocimiento sobre las potencialidades de los medios de comunicación para
fortalecer el trabajo comunitario. En este caso, los contenidos estarían
encaminados a (1) conocer las estrategias metodológicas que se utilizan para que
las comunidades pongan los medios de comunicación al servicio del desarrollo
local; (2) establecer criterios conceptuales para que las personas hagan una lectura
crítica de los medios de comunicación; y (3) definir los mecanismos para que la
gente participe en la producción y realización de contenidos, en el marco de la
ética, el periodismo comunitario, la cooperación y el desarrollo humano.

8.5 Una propuesta de “Programa didáctico para la


especialización/diplomado en Información y
producción de televisión comunitaria para el
desarrollo”
La cuarta parte de la propuesta consiste en elaborar un “programa didáctico
para la especialización/diplomado138 en Información y producción de televisión
comunitaria para el desarrollo humano”. La propuesta se deriva del modelo de
televisión comunitaria ya expuesto y de los resultados de nuestro análisis de la TV
comunitaria de Colombia en los niveles de producción, programación y audiencia.
En efecto, los resultados de las entrevistas en profundidad a periodistas y
directivos, del análisis de contenidos a los programas informativos y de las
sesiones de grupo con la audiencia, nos permiten concluir que existen

138
De ahora en adelante se mencionará la palabra especialización/diplomado para hacer hincapié
en que el programa didáctico propuesto es a nivel de especialización, pero con la opción de que
también se desarrolle a nivel de diplomado.
475

insuficiencias en la forma como se piensan, producen y realizan los programas de


la televisión comunitaria139.
Por tanto, el programa didáctico que proponemos ofrece elementos de juicio
y recursos para que las personas que intervienen en todo el proceso de
producción, realización y dirección de la televisión comunitaria sean capaces de
orientar este tipo de televisión al desarrollo humano y al fomento de la
participación comunitaria. Esta iniciativa también busca que periodistas,
reporteros, directivos del canal y personal en general que intervienen en la
grabación, producción y realización televisiva adquieran nuevas habilidades y
competencias, que les permitan seguir los ejes temáticos de la parrilla de
programación que anteriormente expusimos, o diseñar la propia con base en las
necesidades de desarrollo humano de los municipios del país.
En aras de profundizar en la propuesta, hemos dividido este capítulo en
cinco secciones: la justificación legal y social de la propuesta, los antecedentes de
formación de comunicación y televisión para el desarrollo, los fundamentos
teóricos de la especialización/diplomado en Información y producción de
televisión comunitaria para el desarrollo humano, el diagnóstico de las
necesidades de formación de los periodistas comunitarios y concreción de
contenidos, objetivos, habilidades y competencias del programa didáctico.

8.5.1 Justificación de la propuesta


Hemos decidido que el nivel de formación que se requiere para los
periodistas comunitarios es el de postgrado, concretamente el de especialización,
con la posibilidad de que también –con los debidos ajustes metodológicos y de
contenidos- se imparta a nivel de diplomado para que las personas que no tienen
título profesional accedan a los estudios, aunque con un menor grado de exigencia
y sistematización. En realidad, la justificación para que se opte por la realización
de una especialización/diplomado y no de otro postgrado o programa de
educación continuada, se debe a tres razones: una legal, otra relacionada con el
nivel de formación de los periodistas comunitarios y una tercera referida a la
expansión de la televisión comunitaria en Colombia.

Justificación legal

139
Las insuficiencias detectadas se expondrán en el acápite sobre “Diagnóstico de las necesidades
de capacitación” (pág. 488).
476

La Ley 30 de 1992 establece la autonomía universitaria como un elemento


indispensable para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. En tal sentido, los
artículos 3 y 4 señalan:
Artículo 3º. “El Estado, de conformidad con la Constitución Política de
Colombia y con la presente Ley, garantiza la autonomía universitaria y vela
por la calidad del servicio educativo a través del ejercicio de la suprema
inspección y vigilancia de la Educación Superior”.
Artículo 4º. “La Educación Superior, sin perjuicio de los fines específicos de
cada campo del saber, despertará en los educandos un espíritu reflexivo,
orientado al logro de la autonomía personal, en un marco de libertad de
pensamiento y de pluralismo ideológico que tenga en cuenta la
universalidad de los saberes y la particularidad de las formas culturales
existentes en el país. Por ello, la Educación Superior se desarrollará en un
marco de libertades, de enseñanza, de aprendizaje, de investigación y de
cátedra”.
La misma ley, en los artículos 7 y 11, también identifica los campos de
acción de la educación superior y define a los programas de especialización.
Artículo 7º. “Los campos de acción de la Educación Superior, son: El de la
técnica, el de la ciencia el de la tecnología, el de las humanidades, el del
arte y el de la filosofía”.
Artículo 11º. “Los programas de especialización son aquellos que se
desarrollan con posterioridad a un programa de pregrado y posibilitan el
perfeccionamiento en la misma ocupación, profesión, disciplina o áreas
afines o complementarias”.
En síntesis, es potestad de la universidad decidir qué tipo de formación y en
qué nivel la ofrece a la comunidad, siempre que esté sustentado en una necesidad
social.

Nivel de formación de los periodistas comunitarios


Un criterio que se tiene en cuenta para la elección del programa de
especialización/diplomado es la gran cantidad de profesionales de la
comunicación y de profesiones afines que se encuentran trabajando en las
televisión comunitarias que tomamos como muestra. Consideramos que la
situación laboral de estas personas que detallamos en la siguiente tabla, se puede
extrapolar a todas las televisiones de este tipo en el país.
477

Tabla 60. Nivel de formación del personal que labora en las televisiones
comunitarias de Colombia.
Bachilleres con
Profesional en Formación en otras cursos/experiencia en
periodismo profesiones periodismo TOTAL

Arenales TV Girón 1 0 2 3
Aspadiasan
Bucarmanga 1 0 2 3

RTP Pamplona 12 0 2 14

Asoparsa San Gil 1 2 22 25

Paso TV del Socorro 1 0 6 7

Teleenvigado 3 0 3 6
TV Circunvalar de
Barrancabermeja 4 0 3 7
Paracentral de
Barrancabermeja 3 0 0 3
Asucap San Jorge de
Ocaña 4 1 8 13
Acoapacos de
Bucaramanga 1 0 5 6

Nº TOTAL 31 3 53 87

% TOTAL 35,6% 3,4% 60,9% 100%

Fuente: elaboración propia.

Los datos indican que la mayoría de las personas que trabajan en el campo
del periodismo de la televisión comunitaria son fundamentalmente bachilleres o
trabajadores que tienen cursos de periodismo o experiencia en dicha profesión
(60,9%). El resto de personal tiene una formación superior en el área del
periodismo (35,6%) o en otras profesiones (3,4%), como administradores de
empresas o abogados. Lo anterior nos permite inferir que en las televisiones
comunitarias hay un potencial alto de personas que podrían matricularse en la
especialización en Información y producción en televisión comunitaria para el
desarrollo humano o, en su defecto, también existe una gran cantidad de
potenciales alumnos, que al haber culminado sólo el bachillerato o haber realizado
cursos de periodismo, podrían adelantar el diplomado en Información y
producción en televisión comunitaria para el desarrollo humano.
478

Expansión de la televisión comunitaria


La tercera razón, esto es, la expansión de la televisión comunitaria de
Colombia es un hecho evidente pues, según la Comisión Nacional de Televisión
(CNTV, 2006), en el país existen 106 televisiones comunitarias autorizadas, sin
embargo, ese número está en permanente ascenso, y la tendencia es que siga el
incremento dado que el Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006 establece que los
canales con señales incidentales puedan convertirse en televisiones comunitarias.

8.5.2 Antecedentes de formación en comunicación y televisión


para el desarrollo
A finales del siglo XIX en París y en 1908 en Estados Unidos (Shorr, 2003:
21) comienzan formalmente los programas académicos sobre periodismo para
contrarrestar la vertiente empírica que se hacía cargo de los medios de difusión de
la época. Según H. Niven (1961), ha habido tres tipos de planes de estudio sobre
esta rama del saber: el liberal que privilegia una introducción teórica al campo de
la información/radiotelevisión; el práctico que se inclina por asignaturas
dedicadas a la formación práctica y profesional que prepare a los estudiantes para
un rápido ingreso a la industria periodística; y el liberal-profesional140 que
combina armónicamente una formación humanística y profesional.
Según Jesús Martín-Barbero (1988) y Daniel Prieto (1988) los estudios de
periodismo en América Latina han sido de tipo liberal en los años 60; crítico de
los discursos hegemónicos en los 80; práctico en los 80 y liberal-profesional en
los 90. En los años 90 también ha habido una incorporación de nuevos énfasis en
la comunicación social, como los de la publicidad, la comunicación
organizacional, las relaciones públicas y la comunicación para el desarrollo.
Aunque este último ya se había dado en los 70, en la actualidad ha cobrado
vigencia debido a fenómenos como la globalización, la reformulación de la
cooperación al desarrollo, el avance de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) y la publicación de los Informes de Desarrollo Humano por
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Algunos planes de estudio de comunicación social de Colombia se han
orientado hacia la comunicación para el desarrollo. Ese es el caso de la
Universidad de Pamplona -de donde proviene el autor de esta tesis doctoral-, cuyo

140
Para el programa didáctico de la especialización/diplomado en Información y producción de
Televisión comunitaria para el desarrollo humano consideramos pertinente el desarrollo de un
plan de estudios liberal-profesional, puesto que éste facilita el desarrollo de habilidades y
competencias en un personal de TV comunitaria que se caracteriza por su heterogeneidad: algunas
personas con pocos conocimientos teóricos y otras con muchas horas de práctica periodística y
viceversa.
479

departamento de comunicación social enfatiza en la formación de los


comunicadores en aspectos de la comunicación, el desarrollo y el medio ambiente
(Programa de comunicación social, Unipamplona, 2004)141.
En lo relacionado con la formación de los periodistas y de todo el personal
de las televisiones comunitarias, ésta siempre se ha visto como una necesidad y
una prioridad. Sin embargo, en la práctica han sido escasas las capacitaciones y,
algunas de ellas, han privilegiado la enseñanza técnica de la producción, edición y
realización de programas, en vez de la formación conceptual del periodismo
comunitario y de la función que tienen las televisiones comunitarias de colaborar
en la consecución del desarrollo humano. Así se ha corroborado en los resultados
de la presente investigación y en otras investigaciones que sirven como
antecedentes a los estudios sobre televisión comunitaria. Por ejemplo, en el
Programa de la televisión local y comunitaria de Colombia, investigación
realizada por la Fundación Social y otras instituciones y publicada en la revista
Señales de humo (1998: 176-177), se destaca que:
“La inversión en la capacitación es muy baja y se privilegia la formación en
aspectos técnicos. La formación es identificada por los canales como una
de las necesidades más apremiantes pero no intervienen para superarlas.
Aunque algunas experiencias desarrollan proyectos autónomos de
formación, se reconoce la urgencia de desarrollar programas integrales que
consideren su relación con procesos y actividades sociales.
La administración, el manejo financiero, el mercadeo y el conocimiento de
los entornos sociales son considerados por la mayoría de canales como los
temas más importantes a integrar en los procesos de formación que se
requieren para su estado actual de desarrollo.
En este sentido los canales piden a los organismos competentes del Estado
que lideren el desarrollo de programas de formación independientes y otros
que se puedan realizar desde los colegios, universidades y organismos
como el SENA142 (Servicio Nacional de Aprendizaje)”.
Finalmente, el Plan de Acción para la TV Comunitaria (2002), liderado por
el Ministerio de Cultura y la CNTV y desarrollado por la investigadora Patricia

141
Por su parte, los postgrados en Iberoamérica mencionan la relación entre comunicación,
televisión y de desarrollo. Por ejemplo, La Universidad Central de Venezuela ofrece la
especialización en Información y comunicación para el desarrollo, cuyo objetivo es el de
“contribuir a la formación de profesionales capaces de producir cambios y desarrollar
innovaciones en los procesos del conocimiento, de la información y de la comunicación con la
aplicación de nuevas tecnologías” (Universidad Central de Venezuela, 2006). En Colombia, la
Universidad Autónoma del Caribe oferta la especialización en Comunicación para el desarrollo
regional (Universidad Autónoma del Caribe, 2006), y en el módulo del II semestre se incluye el
seminario Consultoría de radio y televisión local y comunitaria. En Chile, el Instituto de la
Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile promociona el diplomado en Comunicación
audiovisual para el desarrollo, con base en la pedagogía masiva Audiovisual a fin de producir
mensajes de carácter pedagógico en contextos de desarrollo urbanos y rurales” (Universidad de
Chile, 2006).
142
El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) es una institución pública colombiana encargada
de la formación técnica y tecnológica en diferentes áreas del conocimiento. Ibídem, pág. 81.
480

Téllez, plantea la organización de talleres de capacitación para suplir las carencias


detectadas (poca calidad de programas, dificultades de gestión y administración,
etc.) y la entrega de una maleta de programas culturales diseñada por el Ministerio
de Cultura para fortalecer sus parrillas de programación143 (Téllez, 2003b).
Recientemente la Comisión Nacional de Televisión anunció en su portal
(www.cntv.gov.co) la realización de un plan piloto de capacitación para la
televisión comunitaria. El comunicado es el número 95 del 19 de octubre de 2006
(CNTV, 2006ª) (anexo 3), y el texto es el siguiente:
“La Comisión Nacional de Televisión, CNTV, en asocio con la Corporación
Educativa Instituto de Educación Superior, ITAE, de Bucaramanga, lanzó el
Primer Programa de Capacitación Académica dirigido a la formación
profesional y técnica de quienes hacen televisión comunitaria en el país.
Se trata del Diplomado en Producción y Gestión de Televisión Comunitaria,
que tiene como objetivo fortalecer una cultura académica a través del
desarrollo de competencias laborales específicas en el campo de la
producción audiovisual, que involucren interpretación, diseño, narrativa,
argumentación, pre-producción y post producción en los campos
disciplinarios de audio y video para TV.
El diplomado tendrá una duración de 100 horas y se desarrollará en los
siguientes módulos: Gramática audiovisual; Estética audiovisual, como
instrumento para la televisión comunitaria; Fotografía, cámara e iluminación;
El audio en la televisión comunitaria, Edición y montaje en postproducción;
Multimedia y animación; Marco jurídico y político de la televisión y de la
televisión comunitaria; Gestión, planeación, financiación y evaluación de
televisión comunitaria, y Actividades prácticas.
La Comisión Nacional de Televisión escogió a Bucaramanga como sede de
este programa piloto de capacitación, por ser Santander144 el
departamento con mayor crecimiento en la televisión comunitaria en los
últimos años”.
La Comisión Nacional de Televisión tiende, pues, a convocar
capacitaciones en los aspectos técnicos y no conceptuales del periodismo y del
desarrollo humano, con lo que –como se evidencia en los resultados de nuestra
investigación- sólo se alcanza un nivel poco significativo de calidad, puesto que

143
El autor tuvo la oportunidad de confirmar la existencia de las maletas de programación cultural
en los archivos de las TV comunitarias estudiadas, pero aunque éstas sirvieron para fortalecer
temporalmente las parrillas de programación, con ellas también se desconoció la naturaleza de las
televisiones comunitarias, como la producción propia de sus programas. Lamentablemente
también certificó que luego de publicarse las tres investigaciones antes reseñadas no ha habido
capacitaciones técnicas y conceptuales del periodismo dirigidas al personal de la televisión
comunitaria.
144
Santander (del sur) es el departamento situado en el nororiente de Colombia, cuya capital es
Bucaramanga. La palabra “departamento” equivale al de “comunidad autónoma” en España. Vale
destacar que también existe el departamento Norte de Santander, cuya capital es Cúcuta. De ambas
entidades territoriales se tomaron televisiones comunitarias para realizar esta tesis doctoral (anexo
6).
481

con este tipo de formación la TV comunitaria tiende a copiar los formatos de la


televisión nacional y a contribuir escasamente al desarrollo local145.

8.5.3 Fundamentos teóricos de la especialización/diplomado en


Información y producción de televisión comunitaria para
el desarrollo humano
La universidad y la comunidad son dos entidades cuya interrelación sirve
para la generación de un conocimiento útil que mejore la calidad de vida de las
personas y ayude a comprender los fenómenos sociales.
La comunicación y el periodismo entran en el campo de las ciencias
sociales, ramas del saber que se profundizan y desarrollan en las aulas de clase
con base en la propia dinámica social. Precisamente la formación de nuevos
comunicadores sociales y periodistas comprometidos con su comunidad y con el
desarrollo humano de su región, es una responsabilidad de la universidad por
cuanto ella está facultada para introducir y promover los adelantos de la ciencia el
arte y la tecnología y conservar la identidad nacional, el medio ambiente y la
integridad humana en cada país. Para ello, la educación universitaria debe
estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales: aprender a conocer,
aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser.
El aprender a conocer se refiere a la adquisición de procesos y estrategias
cognitivas y, en resumen, a aprender a aprender; el aprender a hacer destaca la
adquisición de habilidades y competencias que preparen al individuo para aplicar
estrategias a situaciones disímiles en los contextos cultural y social; el aprender a
convivir supone el desarrollo de habilidades de comunicación e interacción social
como el trabajo en equipo, la tolerancia, la solidaridad; y el aprender a ser se
orienta hacia el desarrollo de las actitudes de responsabilidad personal,
compromiso profesional y la búsqueda de la integridad de la personalidad
(Fuentes, 2002: 2).
Las escuelas de periodismo y comunicación social en América y Europa han
influido para que la labor informativa vaya adquiriendo el relieve que hoy se le
otorga en la sociedad, especialmente en estos tiempos en los que fenómenos como
la globalización y la irrupción de las Tecnologías de la Información de
Comunicación (TIC) llaman la atención sobre la necesidad de efectuar cambios en
los perfiles profesionales y ocupacionales de los futuros comunicadores.
Por todo ello De Moragas señala que en la formación profesional en la
sociedad de la información lo principal es que, primero, la persona aprenda a

145
Estas afirmaciones están sustentadas en el capítulo de los resultados del análisis de la televisión
comunitaria en los niveles de producción, programación y audiencia (pág. 359).
482

aprender, por tanto, se debe evitar la enseñanza prefabricada y utilitaria que


reemplaza el debate y la discusión en grupo por los dictados de los profesores
(Moragas, 2005). Y, segundo, que los planes de estudio deben incrementar “la
optatividad de los alumnos, la organización de esta optatividad en algunos
itinerarios especializados, y la reestructuración de las titulaciones clásicas
(periodismo, publicidad, audiovisuales, etc.) por nuevas formas que den cabida a
una formación para unas aplicaciones todavía inciertas y ante las cuales la
necesidad de aprender se impone sobre la práctica del saber hacer” (Moragas,
2000).
La especialización/diplomado en Información y producción de televisión
comunitaria para el desarrollo humano que proponemos encaja en el campo de la
educación para el desarrollo, si consideramos a este tipo de educación como
aquélla que abarca la formación en temáticas que influyen en el “Norte” y el
“Sur” por tener un carácter global, como la convivencia pacífica, la solidaridad, el
medio ambiente, la interculturalidad, la democratización de la información, etc.
En síntesis, la educación para el desarrollo pone a disposición de los
individuos y los colectivos procesos de enseñanza aprendizaje con el fin de que
las personas transformen su forma de pensar, sentir, entender y actuar en el
mundo complejo de hoy, de manera que entre todos se construya un planeta más
justo y solidario en el que los ciudadanos compartan de forma sostenible el acceso
a los recursos y al poder.
Del mismo modo, la especialización/diplomado en Información y
producción de televisión comunitaria y desarrollo humano comparte tres de los
objetivos que, Según la UNESCO etxea et al. (2004: 10), persigue la educación
para el desarrollo.
 Facilitar la comprensión de las relaciones que existen en nuestras propias
vidas y las de otras personas del mundo. Para ello, se promueve el desarrollo
de una conciencia sistémica y en perspectiva, que nos permite adquirir una
visión holística de nuestras capacidades y potencialidades y aumentar nuestra
receptividad ante otras formas de entender y actuar en el mundo.
 Dotar a las personas y a los colectivos de recursos e instrumentos –cognitivos,
afectivos y actitudinales- que les permitan incidir en la realidad para
transformarla.
 Favorecer el desarrollo humano sostenible en los tres niveles que afectan a las
personas: individual, comunitario-local e internacional.
La educación para el desarrollo se sustenta en cuatro corrientes teóricas: la
pedagogía crítica (Giroux, Apple, Mclaren), el modelo de investigación-acción
483

participativa (Fals Borda, Lewin, Carr, Kemmis), la educación popular (Paulo


Freire) y el modelo constructivista del aprendizaje (Piaget, Vigotsky, Luria,
Ausubel, Novak, Bruner). Sin embargo, dos de ellas, la educación popular y el
modelo constructivista del aprendizaje, resultan particularmente ejemplarizantes
para desarrollar el programa didáctico de la especialización/diplomado en
Información y producción de televisión comunitaria para el desarrollo humano,
por las siguientes razones:
La educación popular porque ante todo busca la formación crítica de las
personas (Fueyo, 2003: 47), para que aprendan a reconocer los discursos
hegemónicos que les impiden salir del subdesarrollo. Y el modelo constructivista
porque señala que aprender se convierte en una experiencia netamente social que
se produce gracias a la interacción con los demás, y dicha interacción origina e
impulsa el progreso intelectual debido al proceso que implica; para el
constructivismo existe una dependencia directa del desarrollo cognitivo con
respecto a las condiciones sociales de producción y las relaciones sociales que las
caracterizan146.
La especialización/diplomado también toma el enfoque de la educación
global de la educación para el desarrollo, el cual plantea la necesidad de fortalecer
la democracia, la participación y el desarrollo comunitario, y abordar tópicos
como la diversidad cultural, la cuestión de género, la paz, los Derechos Humanos,
las migraciones, el medio ambiente y los conflictos.
Ahora bien, el desarrollo de los contenidos de la especialización/diplomado
obedece a un proceso de sistematización científico que se plasma en un programa
didáctico. Para la elaboración de este último se toma como referencia el Modelo
holístico configuracional, cuyo principal presupuesto es que los procesos
universitarios son sistemas de procesos conscientes, holísticos y dialécticos. El
modelo toma a la didáctica como ciencia que tiene como objeto el proceso de
formación integral de los estudiantes tanto de pregrado como de postgrado, para
lo cual dispone de un sistema conceptual de leyes y categorías y de un método
general que debe ser instructivo, educativo y desarrollador (Fuentes et al., 2002:
17 y 20).
Es oportuno detenernos en el concepto de “didáctica” para precisar aún más
el alcance del programa didáctico propuesto. Para nosotros la “didáctica” se
divide en diseño curricular y dinámica. El diseño curricular se ocupa del proceso

146
En efecto, la especialización/diplomado en Información y producción de televisión comunitaria
para el desarrollo humano pretende, entre otros objetivos, concienciar a los estudiantes sobre las
repercusiones del “subdesarrollo” en la calidad de vida de las comunidades y adelantar un proceso
de enseñanza aprendizaje en el que haya una permanente interacción entre el medio de
comunicación comunitario y la cultura de cada región.
484

de concepción del estudiante de pregrado o postgrado y la estructuración de los


programas académicos para su formación en los niveles de carrera o postgrado,
área, semestre, asignatura y tema, mientras que la dinámica del proceso de
formación de los estudiantes se encarga de las leyes, regularidades y metodologías
que permiten establecer y predecir el movimiento del mismo, desde el nivel de
tema hasta las situaciones de aprendizaje más elementales.
El diseño curricular, en esencia, transita por dos dimensiones
cualitativamente diferentes: el macrodiseño curricular y el microdiseño
curricular. El macrodiseño curricular es el que se efectúa a nivel de carrera o
postgrado y tiene como objetivo el diseño del modelo del profesional, especialista,
magíster o doctor que se aspira a formar. Para ello se elabora el plan de estudios,
que está constituido por la estructura de la carrera o postgrado, disciplina o áreas
que la integran, objetivos generales del profesional o postgraduado y estrategias
de formación. El microdiseño curricular comprende el proceso de elaboración de
los programas de las áreas, asignaturas o módulos y también el diseño de los
temas, a partir de competencias específicas del área o disciplina docente que se
concretan en los contenidos.
Para la elaboración del programa didáctico de la especialización/diplomado
en Información y producción de televisión comunitaria para el desarrollo
humano sólo se va a contemplar su diseño curricular y no su dinámica ni
evaluación. Consideramos que la dinámica y la evaluación curricular, al igual
que el diseño curricular de las asignaturas o módulos y temas, es una etapa
posterior que se debe realizar por las comisiones de postgrados de la universidad
que desarrolle el proyecto. Además, el programa didáctico de la
especialización/diplomado sólo tendrá en cuenta parte del macrodiseño curricular,
es decir, sólo las categorías referentes al problema profesional y del área, el
objeto de la especialización/diplomado, el objetivo de la
especialización/diplomado y de las áreas, las competencias profesionales y de las
áreas, y los núcleos de conocimientos, habilidades generalizadas y valores
profesionales, para lo cual se seguirán los pasos contemplados en la metodología
del modelo curricular por competencias profesionales. Este último se muestra en
esta ilustración.
485

Ilustración 16. Niveles de sistematicidad del diseño curricular de la


especialización/diplomado en Información y producción de televisión comunitaria para el
desarrollo humano, con fundamento en el modelo curricular de competencias.

ESPECIALIZACIÓN

Problema de Objeto de la Objetivo de la


especialización especialización especialización

COMPETENCIAS DEL ESPECIALISTA

ÁREA

Problema COMPETENCIAS ÁREA Objetivo

Núcleos de Habilidades Valores


conocimientos generalizadas profesionales

Fuente: Fuentes et al (2002: 106)

Es importante destacar el valor del concepto de sistema o sistematicidad por


cuanto en él se funda el desarrollo de los componentes que aparecen en el modelo
de diseño curricular con base en competencias. Un sistema se entiende como un
conjunto de componentes de un objeto, que se encuentran separados del medio.
Los componentes son autónomos pero al mismo tiempo están interrelacionados
para que el sistema como tal funcione para el cumplimiento de objetivos.
El problema de la especialización/diplomado es la categoría que manifiesta
la necesidad de que el especialista intervenga sobre una situación dada y la
transforme. El problema es la configuración que caracteriza al proceso en su
vínculo con la necesidad social y, por tanto, es el punto de partida del mismo.
El objeto de la especialización es la delimitación del objeto de la cultura,
como categoría que expresa aquella parte del objeto de la ciencia, la tecnología, el
arte, tradiciones o creencias que debe ser incorporado al proceso de formación de
los especialistas (Fuentes et al., 2002: 99).
El objetivo del especialista se refiere al resultado ideal del proceso de
formación, es decir, la aspiración de formar en las instituciones de educación
superior a un especialista integral que responda con calidad al encargo social
cuando actúa sobre el objeto de la profesión.
486

Las competencias147 son configuraciones didácticas que expresan las


cualidades formadas sobre la base de la síntesis del ser, el saber y el hacer del
sujeto al desenvolverse tanto en la sociedad como en el objeto de la profesión. El
desarrollo de las competencias conlleva a la formación de destrezas y capacidades
en el estudiante, que le van a ser útiles para desempeñarse en el futuro como
profesional o postgraduado. Una competencia, según Homero Fuentes et al.
(2002: 101), es la capacidad total de un sujeto para realizar tareas que exigen
activar una serie de recursos que le permitan la solución de situaciones
profesionales, sociales y personales. En cada área es necesario precisar los
conocimientos más generales o esenciales que, en calidad de núcleos, subyacen en
la bases de toda la estructura del sistema y de los que se infiere el resto de
conocimientos de carácter particular y singular sobre el objeto de estudio.
Las habilidades generalizadas se constituyen en habilidades de un alto
grado de perfeccionamiento, abstracción y generalización que le facilitan a la
persona desenvolverse ante múltiples objetos, sujetos y situaciones particulares.
Por su generalidad adquieren un carácter cualitativamente superior, pues le
posibilitan la flexibilidad necesaria para la transferencia del conocimiento ante
diversas circunstancias, incluso no previstas. En el proceso mismo de apropiación
de contenidos y habilidades se van creando los valores. Los valores son los que
permiten al profesional o postgraduado asumir con verdadera responsabilidad y
sentido ético sus competencias profesionales.

8.5.4 Diagnóstico de las necesidades de formación de los


periodistas comunitarios
El diagnóstico de las necesidades de formación de los periodistas
comunitarios parte del análisis de la TV comunitaria en los niveles de producción,
contenidos y audiencia. De dicho análisis se infiere que existen carencias
cognitivas y metodológicas para un mejor desempeño del periodista comunitario
en el campo de la comunicación y el desarrollo humano. Las carencias aparecen
reseñadas en los siguientes epígrafes:

147
El término competencia fue acuñado originalmente por Hymes (1971 y 1972) para hacer
referencia a una capacidad del hombre en determinada área o actividad. Para Hymes la
comunicación lingüística es un sistema gramatical que se usa para la comunicación y es parte de la
cultura. Pero para lograr la comunicación lingüística, es preciso que dominar la competencia
comunicativa, entendida un conjunto de habilidades y conocimientos que permiten que los
hablantes de una comunidad lingüística puedan entenderse, interpretar y emplear apropiadamente
el significado social de las variedades lingüísticas, desde cualquier circunstancia, en relación con
las funciones de la lengua y con las suposiciones culturales en la situación de comunicación. De
aquí podemos derivar, también, la competencia periodística que puede suponer desde la capacidad
para el dominio de un idioma hasta el dominio de las técnicas para la creación, producción y
distribución de información.
487

Confusión en la conceptualización de la comunicación para el desarrollo


No hay una conceptualización clara alrededor de la comunicación para el
desarrollo. Si bien los periodistas y directivos de la TV comunitaria asumen que
la comunicación es una herramienta potente para coadyuvar al mejoramiento de la
calidad de vida de las comunidades, no precisan cuáles son las estrategias de las
que se pueden valer para que dicha acción sea efectiva y cuente con la
participación de las personas. Algunos comparan la comunicación para el
desarrollo con temáticas como “la objetividad periodística” y “la promoción de
actividades económicas de las clases populares”.

Necesidad de capacitación
Tanto periodistas como directivos de la televisión comunitaria consideran
vital la capacitación en temas conceptuales del periodismo y la TV comunitaria,
para un mejor desempeño profesional. Enfatizan que los temas de formación
deben encaminarse hacia áreas sociales (economía, sociología, política)
vinculadas con el periodismo comunitario y no con formación exclusiva en el área
técnica de la televisión.

No hay amplios ni permanentes canales de participación comunitaria


Los periodistas y directores de los programas informativos de la televisión
comunitaria se esmeran por dar voz a las comunidades, así como por resaltar sus
necesidades para que sean atendidas por las instituciones gubernamentales. Sin
embargo, no son plenamente conscientes de que la comunidad debe participar en
todo el proceso de producción del medio comunitario y que ésta no se debe limitar
a que sus miembros sólo den declaraciones u opinen sobre diferentes tópicos.

Escaso compromiso con el desarrollo comunitario


Los periodistas y directores de programas no tienen un concepto claro de
desarrollo. Suelen verlo como un proceso ajeno, del que no tienen responsabilidad
y que está ligado con el bienestar económico de las personas. Saben que trabajan
en una televisión comunitaria, pero la conciben como una televisión estándar que
sólo se limita a difundir informaciones y a entretener, y no como una televisión
comprometida con el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.

Escasa planeación del trabajo periodístico


Los directores de los programas informativos, especialmente, no promueven
el trabajo en equipo de periodistas, técnicos y directivos para optimizar los
recursos técnicos, financieros y humanos. Prevalece el trabajo individual -sujeto a
las orientaciones que dictan las informaciones aparecidas en otros medios de
488

comunicación como la radio-, y la tendencia a improvisar o elaborar contenidos


informativos sin reflexión ni análisis.

Falencias en investigación y en el tratamiento de informaciones de orden


público (sucesos)
Los periodistas no reflexionan sobre las informaciones del día a día ni existe
el hábito de investigar para que las noticias tengan un mayor grado de
contextualización, análisis e interpretación148.

Ausencia de un lenguaje narrativo propio


La televisión comunitaria se esmera por dar prelación a los programas
culturales, por convertir a la comunidad en la protagonista de algunos contenidos
informativos y por promover algunos valores de desarrollo humano, pero si la
comparamos con la TV estándar se evidencia que las formas de ver y narrar los
acontecimientos son muy similares. En la falta de un estilo propio, puede estar la
explicación para que la televisión comunitaria149 no se haya consolidado como una
alternativa audiovisual en un país que requiere encaminarse hacia el desarrollo
humano apelando a las potencialidades de sus gentes.

No hay conciencia de indicadores no económicos del desarrollo humano


En los programas informativos de la televisión comunitaria no se tiene
conciencia plena de la importancia de la igualdad de género, de la visibilización
de los niños, los adolescentes y los jóvenes en las pantallas, del tratamiento ético
de las nuevas realidades sociales (violencia de género, intrafamiliar,
desplazamiento interno forzado, etc.), para que un país avance hacia el desarrollo
humano impulsado por las acciones locales150.

148
No deja de sorprender que en los segmentos de noticieros y magacines de la televisión
comunitaria no haya análisis (0%) y que sólo exista en un porcentaje mínimo en los programas de
entrevistas (8,3%) (pág. 387). Asimismo, los comunicadores abordan el tema del orden público
(desplazamientos forzosos, enfrentamientos armados, accidentes fatales, etc.) motivados por la
primicia y no por el respeto de las víctimas y el fortalecimiento de los valores sociales (pág. 366).
149
En otras palabras, la TV comunitaria aún sigue los criterios de la televisión privada de
cobertura nacional para la estructuración de los bloques informativos (orden público/sucesos,
política, economía, deportes, farándula/cultura), para jerarquizar la información (preferencia por el
orden público (5%) y por la política (46,8%); y para narrar los hechos desde una perspectiva
“objetivista” (pág. 378).
150
Por ejemplo, en los noticieros comunitarios la violencia intrafamiliar o doméstica no se hace
visible (0%) (pág. 381), a pesar de que es un fenómeno frecuente (en Colombia se dictaminaron
61.482 casos de este tipo de violencia en el año 2005, según el Instituto de Medicina Legal y
Ciencias Forenses) y los niños son infrarrepresentados en los magacines (4%) (pág. 399). La
indiferencia o desconocimiento hacia esas nuevas realidades también es evidente en los noticieros
privados de cobertura nacional, pues la violencia intrafamiliar o doméstica sólo se registra en un
0,8% de los segmentos, lo cual permite inferir que éstos mantienen una influencia notoria en la
forma como se observan y cuentan los hechos en los noticieros comunitarios (págs. 381).
489

No hay claridad sobre las funciones educativa y cultural de la TV


comunitaria
La normativa de la televisión comunitaria de Colombia exige que los
contenidos tengan una orientación educativa y cultural. Quienes trabajan en este
tipo de televisión interpretan la norma como la obligación de crear programas y
culturales que funcionen independientemente de espacios informativos, infantiles,
musicales, etc., y no conciben lo educativo y cultural como horizontes temáticos
que guían todo el flujo de programas.

No hay equilibrio en la utilización de los macrogéneros periodísticos


Nuestro análisis de la televisión comunitaria en los niveles de producción,
programación y audiencia evidencia un marcado desequilibrio en el uso de los
géneros periodísticos en los programas informativos, fundamentalmente en los
noticieros y magacines151.

Divergencias entre la programación y las preferencias de la audiencia


Aunque la televisión comunitaria goza de buenos comentarios por parte de
la comunidad en materia de calidad de la programación, percepción ética de los
periodistas, entre otras variables, se observa que los programas producidos no
siempre son los que desean los televidentes152.

151
La preferencia por la noticia (79,5% en los noticieros y 29,6% en los magacines), perteneciente
al macrogénero de información (pág. 385), así como por el enfoque sin reflexión, análisis e
interpretación que se le da a los segmentos, puede estar causando que en forma inadvertida se
promuevan contravalores periodísticos y de desarrollo humano. Por ejemplo, se encuentran
contravalores periodísticos como el de la unidireccionalidad en el 72,7% de los segmentos del
programa de entrevistas, la generalidad en el 49,1% de los segmentos del noticiero y la
superficialidad en el 26,2% de los segmentos de los magacines (pág. 389); y es significativo el
contravalor de la exclusión en los noticieros (38,4%), magacines (35,9%) y programas de
entrevistas (66,7%) (pág. 393).
152
Los televidentes, por ejemplo, quieren que se produzcan programas infantiles (14,6%) (pág.
405), pero en las TV comunitarias estos espacios escasamente se tienen en las parrillas de
programación (1,6%) (pág. 373). La divergencia también se nota en el impacto de la programación
en el desarrollo de las comunidades. Mientras que los periodistas y directivos de la TV
comunitaria opinan que los programas aportan a las comunidades mediante la promoción del
debate, el estímulo a las actividades económicas, etc. (págs. 362 y 372), la audiencia considera que
el beneficio está básicamente ligado al hecho de informar del acontecer local (45,8%) (pág. 409).
Otra divergencia se observa en la predisposición del público a participar de diversas maneras en la
producción de la TV comunitaria y en la incapacidad de la televisión comunitaria de canalizar de
forma efectiva y real la participación de las personas en la producción televisiva (el 25% de las
personas indagadas afirma que le gustaría producir sus propios programas) (pág. 411).
490

8.5.5 Concreción de contenidos, objetivos, habilidades y


competencias del programa didáctico
Para la elaboración del programa didáctico se tienen en cuenta los niveles de
sistematicidad del diseño curricular de la especialización/diplomado en
Información y Producción en la Televisión Comunitaria para el Desarrollo
humano, con fundamento en el modelo curricular de competencias. Así las cosas,
la especialización/diplomado se estructura de esta forma:
491

Tabla 61. Programa didáctico de la especialización en Información y producción de la televisión comunitaria para el desarrollo
humano
Especialización en Información y Producción Televisión Comunitaria para el Desarrollo Humano

Problema de la especialización Objeto de la especialización Objetivo de la especialización


Las insuficiencias que presentan los periodistas y Enseñanza y aprendizaje de los procesos, Que los especialistas sean capaces de
directivos para convertir la TV comunitaria en un medio competencias y destrezas de la comunicación, el perfeccionar su trabajo periodístico en la
eficaz que contribuya al desarrollo humano de las periodismo y la televisión comunitaria, y la televisión comunitaria, de manera que
comunidades. manera como pueden contribuir al desarrollo contribuyan al desarrollo humano de las
humano de las comunidades. comunidades.
Competencias: - Capacidad para fomentar e incorporar la participación de las comunidades en la producción de la
televisión comunitaria.
- Capacidad para analizar e interpretar de manera amplia los fenómenos sociales.
- Capacidad para elaborar programas y contenidos con énfasis educativo y cultural, que contribuyan a
la consecución del desarrollo humano.
- Capacidad para valorar la información desde los ámbitos de la ética y del servicio público.
- Capacidad para emplear las nuevas tecnologías para perfeccionar el periodismo comunitario.

ÁREA BÁSICA

Área 1. Fundamentos de la comunicación para el desarrollo


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas y Capacidad para promover la participación Que los especialistas sean capaces de comprender
directivos de la televisión comunitaria para comunitaria en el diagnóstico y solución de los los alcances y potencialidades de la comunicación
conceptuar y aplicar los fundamentos de la problemas, con el apoyo de la comunicación y la para el desarrollo y de la televisión comunitaria en
comunicación para el desarrollo. televisión comunitaria. el mejoramiento de las condiciones de vida de las
Capacidad para utilizar la televisión comunitaria comunidades.
como herramienta que contribuye a la consecución
de metas de desarrollo humano.
492

Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales


Fundamentos de la comunicación para el desarrollo. Precisar y asimilar los conceptos de comunicación Responsabilidad y compromiso social.
Enfoques de la comunicación para el desarrollo. para el desarrollo.
Experiencias positivas de la comunicación y la Aplicar los fundamentos de la comunicación en la
televisión comunitaria en el mejoramiento de las solución de problemas sociales.
condiciones de vida de las comunidades. Analizar el papel de la comunicación y de la
televisión comunitaria en el mejoramiento de las
condiciones de vida de las comunidades.

Área 2. Fundamentos del desarrollo humano


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas y Capacidad para vincular el desarrollo humano Que el especialista sea capaz de valorar el
directivos de la televisión comunitaria para (endógeno y sostenible) con el bienestar desarrollo humano (endógeno y sostenible, y no
comprender la incidencia del desarrollo humano comunitario y la promoción y fortalecimiento de las
sólo desde el ámbito económico), como un enfoque
sostenible en el bienestar de las personas en el destrezas del hombre. que estimula las capacidades del hombre y de las
ámbito comunitario o local. comunidades.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Desarrollo humano y crecimiento económico. Identificar y valorar indicadores de desarrollo Sensibilidad social y respeto por el medio ambiente
Democracia y desarrollo humano. humano. y el conocimiento popular.
Desarrollo local endógeno y sostenible.
493

Área 3. Fundamentos de la televisión comunitaria


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas y Capacidad para vincular los fundamentos de la Que el especialista sea capaz de identificar a la
directivos para comprender y relacionar los televisión comunitaria con los del desarrollo televisión comunitaria como una herramienta que
fundamentos de la televisión comunitaria con los humano. puede contribuir al cumplimiento o mejoramiento
del desarrollo humano. Capacidad para determinar la acción de la televisión de indicadores de desarrollo humano.
comunitaria en pro del desarrollo humano.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Fundamentos legales y conceptuales de la televisión Comprender los fundamentos de la TV comunitaria. Justicia, ética y solidaridad.
comunitaria. Incorporar los fundamentos de la televisión
Modelos de televisión comunitaria. comunitaria al ejercicio periodístico.
Televisión comunitaria y desarrollo humano. Establecer cuáles son los aportes que la TV
comunitaria puede hacer al logro del desarrollo
humano.

ÁREA PROFESIONAL

Área 4. Producción de la televisión comunitaria para el desarrollo humano


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presenta la televisión comunitaria Capacidad para elaborar la programación con un Que el especialista sea capaz de crear un lenguaje
para producir programas con un énfasis educativo y enfoque educativo y cultural y con una orientación propio de la televisión comunitaria que tenga como
cultural, y orientados hacia la consecución del hacia la consecución del desarrollo humano. pilares el énfasis educativo, cultural y la orientación
desarrollo humano. Capacidad para crear nuevos formatos de televisión hacia la consecución del desarrollo humano.
comunitaria con un estilo narrativo propio.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Producción, edición, realización y postproducción Analizar y evaluar los programas de la televisión Autocrítica y cooperación.
de la televisión comunitaria y creación de nuevos comunitaria.
formatos televisivos. Automatizar y crear nuevos formatos y lenguajes en
El enfoque educativo y cultural como soporte de la la televisión comunitaria.
programación de la televisión comunitaria.
494

Área 5. Periodismo comunitario de calidad


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas de la Capacidad para desarrollar aptitudes comunicativas Que el especialista sea capaz de dominar la técnica
televisión comunitaria para aplicar los principios en y con la comunidad. de los macrogéneros del periodismo comunitario y
del periodismo comunitario y emplear de manera Capacidad para ver y contar los hechos empleando de realizar un periodismo compartido con la
acertada y equilibrada los macrogéneros de de manera acertada y equilibrada los macrogéneros comunidad.
información, opinión y educación. de información, opinión y educación.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Fundamentos del periodismo comunitario. Caracterizar los macrogéneros de información, Responsabilidad y compromiso social.
Macrogéneros de información, opinión y educación. opinión y educación.
Identificar estrategias de participación comunitaria.
Crear obras audiovisuales con la participación de la
comunidad.

Área 6. Retos éticos y sociales del periodismo comunitario


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias de los periodistas de la televisión Capacidad para analizar e interpretar los fenómenos Que el especialista sea capaz de definir pautas de
comunitaria para manejar éticamente información sociales en el marco de la ética y los valores. acción informativas para el manejo ético de los
relacionada con los nuevos fenómenos sociales. Capacidad para valorar y aplicar códigos nuevos fenómenos sociales.
deontológico y de ética periodística.
Capacidad para evaluar, corregir o reformular las
líneas editoriales e informativas de la televisión
comunitaria.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Información sobre desarrollo. Analizar e interpretar los fenómenos sociales. Ética y sensibilidad social.
Información sobre violencia y terrorismo. Analizar e interpretar los códigos deontológico y de
Información sobre derecho a la intimidad. ética.
Información sobre muerte y dolor humano. Establecer pautas para la producción de obras
Información sobre infancia, juventud y género. audiovisuales enmarcadas en la ética y los valores
de desarrollo humano.
495

ÁREA COMPLEMENTARIA

Área 7. Comunicación y gobernabilidad


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas de la Capacidad para analizar e interpretar la información Que el especialista sea capaz de producir mensajes
televisión comunitaria para informar sobre los referente al funcionamiento y responsabilidad de los que permitan concienciar a la comunidad sobre la
derechos y deberes ciudadanos, el civismo y las organismos del Estado y al respeto y cumplimiento importancia de los derechos ciudadanos, el civismo
funciones y responsabilidades de la administración de los derechos y deberes ciudadanos. y funciones y responsabilidades del Estado, para el
pública. Capacidad para producir mensajes audiovisuales fortalecimiento de la democracia y el mejoramiento
que despierten la conciencia ciudadana. de la calidad de vida de las comunidades.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Elaboración de campañas cívicas en medios. Analizar, interpretar y comprender información. Civismo y responsabilidad social.
Fundamentos de la administración pública. Automatizar y crear mensajes audiovisuales.
Mecanismos de participación ciudadana, deberes y
derechos ciudadanos.

Área 8. Comunicación, tercer sector y cooperación al desarrollo


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas para Capacidad para diagnosticar, formular, planificar y Que el especialista sea capaz de establecer alianzas
vincular a la TV comunitaria y a la comunidad a ejecutar proyectos de comunicación y desarrollo. sólidas y equitativas con diversas instituciones
proyectos de comunicación y desarrollo. Capacidad para establecer alianzas con instituciones mediante proyectos de comunicación y desarrollo.
gubernamentales y no gubernamentales.
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Tratamiento de la información sobre el tercer sector Analizar contextos de comunicación y desarrollo. Solidaridad, cooperación, empatía y sensibilidad
y la cooperación al desarrollo. Valorar situaciones de comunicación y desarrollo. social.
Elaboración, formulación, planeación y ejecución Planear y evaluar actividades.
de proyectos de comunicación y desarrollo. Sistematizar y redactar información.
496

Área 9. Tecnologías de la Información y la Comunicación como apoyo al periodismo y a la televisión comunitaria


Problema Competencias Objetivo
Insuficiencias que presentan los periodistas de la Capacidad para valorar las potencialidades de las Que el especialista sea capaz de utilizar las
televisión comunitaria para emplear las Tecnologías de la Información y la Comunicación herramientas de las Tecnologías de la Información y
herramientas de las Tecnologías de la Información y (TIC) para el desarrollo humano. la Comunicación (TIC) para proyectar el medio
la Comunicación (TIC) como apoyo al ejercicio Capacidad para Identificar las funciones y comunitario y perfeccionar el trabajo periodístico.
periodístico y a la proyección de la televisión operaciones de las Tecnologías de la Información y
comunitaria. la Comunicación con el ejercicio periodístico.
Capacidad para hacer diseños básicos de páginas
web (redacción online y edición de sonidos y
audio).
Núcleos de conocimientos Habilidades generalizadas Valores profesionales
Tecnologías de la Inf. y la Com. (TIC) para la Analizar y comprender textos sobre nuevas Ética, responsabilidad y sensibilidad social.
inclusión social. tecnologías.
Las TIC como apoyo al ejercicio periodístico. Relacionar los avances tecnológicos con el
Elaboración de páginas web. periodismo y el desarrollo humano.
Valorar los elementos del diseño web.
Fuente: elaboración propia.
497

El programa didáctico propuesto para la especialización/diplomado en


Información y producción de la televisión comunitaria para el desarrollo humano
se presenta como un proyecto preeliminar sobre una futura formación de
periodistas comunitarios, interesados en contribuir al mejoramiento de la calidad
de vida de las comunidades. Por tal razón, está abierto a sugerencias y
recomendaciones que seguramente se presentarán en la dinámica misma de la
planeación y ejecución del programa de postgrado (especialización) o de
formación continuada (diplomado).
498
9 Corolario
Con la honestidad y necesaria relatividad que debe tener cualquier obra
científica, esta tesis ha intentado hacer una serie de contribuciones a la ciencia del
periodismo, en las áreas de la televisión comunitaria y el desarrollo humano.
Nosotros consideramos que las aportaciones fundamentales de esta
investigación están dirigidas (1) a conocer el estado actual y real de la televisión
comunitaria de Colombia, (2) a reflexionar sobre su producción y sobre los
aportes teóricos y prácticos que otros autores han hecho a este medio de
comunicación, (3) a conocer la evolución de la televisión alternativa a la
televisión comunitaria y (4) a proponer un modelo de televisión comunitaria para
el desarrollo humano, del cual se derivan otras propuestas como: los fundamentos
del periodismo comunitario, la parrilla de programación para el desarrollo
humano de Colombia y el programa didáctico de la especialización/diplomado en
Información y producción de televisión comunitaria para el desarrollo humano.
En total han sido cuatro años dedicados a la planeación, desarrollo y
revisión de la tesis, tiempo que además nos sirvió para conocer en forma
presencial la realidad de la televisión comunitaria en los municipios de Ocaña,
Girón, San Gil, Pamplona y Bucaramanga y establecer un contacto amistoso y
profesional con las personas que diariamente invierten horas y horas de trabajo en
producir y realizar la programación de la televisión comunitaria y en sacar
adelante el canal comunitario.
En cualquier caso, este estudio y sus aportaciones deben ser valorados por
otros miembros de la comunidad científica, cuyos aportes y valoraciones –dicho
sea de paso- serán bien recibidos, pues el objetivo de todos ellos es común a
nuestro propósito: lograr que la televisión comunitaria pueda contribuir al
desarrollo humano de las comunidades.
Bilbao, 28 de noviembre de 2007.
500
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524
11 Anexos
526
527

11.1 Anexo 1.
Acuerdo 009 del 24 de octubre de 2006, por medio del cual se reglamenta el
servicio de televisión comunitaria de Colombia.
528
529

11.2 Anexo 2.
Listado de televisiones comunitarias autorizadas por la Comisión Nacional
de Televisión de Colombia (CNTV).
530
531

11.3 Anexo 3.
Capacitación técnica en televisión preparada por la Comisión Nacional de
Televisión (CNTV) y reseña sobre desarrollo de la televisión comunitaria en el
departamento de Santander (Colombia).
532
533

11.4 Anexo 4.
Número de usuarios de la televisión comunitaria de Colombia, según la
Comisión Nacional de Televisión de Colombia (CNTV).
534
535

11.5 Anexo 5
Población de las ciudades de Ocaña, Pamplona, Girón y San Gil, de acuerdo
con el Censo Poblacional del Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE).
536
537

11.6 Anexo 6:
Ubicación en el territorio nacional colombiano de las 10 televisiones
comunitarias empleadas como muestra para el análisis de contenidos de la
programación y de los programas informativos (noticieros, programas de
entrevistas y magacines).

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