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Capítulo 16—El peligro de las malas

lecturas
Cuando me doy cuenta de los peligros que
hacen correr a la juventud las malas lecturas, no
puedo menos que insistir en las advertencias que
me han sido dadas acerca de este gran azote. 5TS
90.1

Los males que amenazan a los obreros cuando


tienen que manejar impresos de carácter dudoso
no son comprendidos suficientemente. La
atención de los empleados es atraída y su interés
despertado por los temas que pasan bajo sus
ojos; hay frases que se imprimen en la memoria;
les son sugeridos pensamientos. Casi
inconscientemente, el lector siente la influencia
del escritor; su espíritu y carácter reciben de ella
una impresión maléfica. Hay quienes tienen poca
fe y poco dominio propio, y les es difícil desterrar
los pensamientos que les sugieren tales
escritos. 5TS 90.2
Antes de aceptar la verdad presente, algunos
tenían la costumbre de leer novelas.
Otras obras, que no son tan corruptoras, deben,
sin embargo, evitarse también si engendran
desagrado por el estudio de la Biblia. La Palabra
de Dios es el verdadero maná. Repriman todos el
deseo de leer lo que no es alimento real para el
espíritu.

Sea la verdad de Dios el objeto de nuestra contemplación y meditación. Leamos la Biblia y considerémosla como la
voz de Dios que nos habla directamente. Entonces hallaremos una inspiración y una sabiduría que provienen de
Dios.

El 6 de junio de 1863 me fueron mostrados algunos de los peligros que corre la juventud. Satanás está dominando
las mentes de los jóvenes y extraviando sus pies inexpertos. Ellos ignoran sus designios, y en estos tiempos
peligrosos los padres deben despertar y trabajar con perseverancia y laboriosidad para rechazar el primer ataque del
enemigo. Deben instruir a sus hijos, cuando salen, cuando entran, cuando se levantan y cuando se sientan, dándoles
renglón tras renglón, precepto tras precepto, un poco aquí y un poco allá. 3TS 61

Satanás tienta a los niños a ser reservados con


sus padres, y a elegir sus confidentes entre sus
compañeros jóvenes e inexpertos; entre aquellos
que no les pueden ayudar, sino que les darán
malos consejos. Los niños y las niñas se
reunen, y conversan, ríen y bromean, y
ahuyentan a Cristo de sus corazones y a los
ángeles de su presencia por sus insensateces. La
conversación ociosa, relativa a los actos ajenos,
las habladurías acerca de ese joven o de aquella
niña, agostan los pensamientos y sentimientos
nobles, arrancan del corazón los deseos buenos y
santos, dejándolo frío y destituído del verdadero
amor hacia Dios y su verdad. 3TS 62.2

Padres, el ángel registrador escribe toda palabra


impaciente e irritada que decís a vuestros
hijos.Cada vez que dejáis de darles las
instrucciones debidas y de mostrarles el carácter
excesivamente grave del pecado, y el resultado
final de una conducta pecaminosa, ello queda
registrado frente a vuestro nombre.Cada palabra
que decís descuidadamente delante de ellos,
aunque sea en broma, cada palabra que no es
casta y elevada, queda anotada por el ángel como
una mancha sobre vuestro carácter
cristiano. Todos vuestros actos quedan
registrados, sean buenos o malos. 3TS 69.2

La tendencia que prevalece en el mundo, es la


de dejar a los jóvenes seguir la inclinación
natural de sus propias mentes. Y los padres dicen
que si los jóvenes son muy desenfrenados en su
adolescencia se corregirán más tarde, y que
cuando tengan dieciséis o dieciocho años
razonarán por su cuenta, abandonarán sus malos
hábitos, y llegarán por fin a ser hombres y
mujeres útiles. ¡Qué error! Durante años
permiten al enemigo que siembre en el jardín del
corazón; permiten que se desarrollen en él malos
principios, y en muchos casos todo el trabajo que
se haga para cultivar ese terreno, no servirá de
nada. Satanás es un obrero astuto y perseverante,
un enemigo mortífero.Cuando quiera que se
pronuncie una palabra descuidada para perjuicio
de la juventud, sea en adulación, o para hacerle
considerar un pecado con menos aborrecimiento,
Satanás aprovecha de ello y alimenta la mala
semilla, a fin de que pueda arraigar y producir
abundante cosecha. Algunos padres han dejado a
sus hijos adquirir malas costumbres, cuyos
rasgos podrán verse a través de toda la vida.Los
padres son responsables de este pecado. Esos
hijos pueden profesar ser cristianos, pero sin una
obra especial de la gracia en el corazón, y una
reforma cabal en la vida, sus malas costumbres
pasadas, se verán en toda su experiencia y
manifestarán precisamente el carácter que sus
padres les permitieron adquirir. 3TS 73.2
La juventud recibe poder para
vencer, 14 de mayo
Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer
tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda
en los caminos de tu corazón y en la vista de tus
ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te
juzgará Dios. Eclesiastés 11:9. RP 145.1
Al someternos a Dios, obtendremos grandes
ventajas. Si tenemos debilidades de carácter,
como de hecho pasa con todos, debemos unirnos
a Uno que es poderoso para salvar. Nuestra
ignorancia se unirá a la sabiduría infinita,
nuestra fragilidad a la potencia perdurable y, a
semejanza de Jacob, todos podemos llegar a ser
príncipes con Dios. Al relacionarnos con el Señor
Dios de Israel, recibiremos el poder de lo alto que
nos capacitará para ser vencedores y, como
depositarios del amor divino, tendremos acceso
al corazón de la gente. Aunque trémulos,
necesitamos aferrarnos al trono del Infinito para
decirle: “No te dejaré, si no me
bendices”. Génesis 32:26. RP 145.2
En medio del pecado y del crimen que nos
rodea, la única seguridad para los jóvenes reside
en tener una relación personal con Dios. Deben
aprender a buscarlo para poder ser investidos
con el Espíritu Santo, y actuar sabiendo que una
hueste celestial está observándolos, dispuesta a
asistirlos con toda solicitud en tiempo de peligro
y necesidad. La juventud debe estar cercada con
las barricadas de las amonestaciones e
instrucciones que hay contra la
tentación. Necesita ser enseñada a saber en qué
consiste el estímulo que proporciona la Palabra
de Dios. Los jóvenes deben tener un claro
concepto de los peligros que implica dar un paso
en la senda del mal. Tienen que ser educados
para estimar los consejos que Dios tiene en sus
sagrados oráculos. Hay que enseñarles a tomar
decisiones en contra del mal, y a adoptar la
determinación de no entrar en ninguna senda en
la que no puedan esperar la compañía de Jesús o
que su bendición los sostenga.—The Review and
Herald, 21 de noviembre de 1893
Orar para mejorar nuestro carácter
En medio de los peligros de estos últimos días,
la única seguridad para la juventud está en la
vigilancia y la oración siempre crecientes. El
joven que halla su gozo en leer la Palabra de Dios
y en la hora de la oración, será constantemente
refrescado por los sorbos de la fuente de la
vida.Logrará una altura de excelencia moral y
una amplitud de pensamiento que otros no
pueden concebir. La comunión con Dios estimula
los buenos pensamientos, las aspiraciones
nobles, la percepción clara de la verdad y los
elevados propósitos de acción. Los que así se
ponen en comunión con Dios, son reconocidos
por él como sus hijos e hijas. Se elevan
constantemente obteniendo más claros
conceptos de Dios y de la eternidad, hasta que el
Señor hace de ellos conductos de luz y de
sabiduría para el mundo. Or 220.2

Dios acepta la oración mental


El Señor aceptará aun la petición silenciosa de
un corazón abrumado.—Comentario Bíblico
Adventista 2:1008. Or 221.3
Mensajes a los jóvenes acerca de sus
objetivos al leer—Cuando me doy cuenta de
los peligros que hacen correr a la juventud las
malas lecturas, no puedo menos que insistir en
las advertencias que me han sido dadas acerca de
este gran azote. HC 378.4
Los males que amenazan a los obreros cuando
tienen que manejar impresos de carácter dudoso
no son comprendidos suficientemente. La
atención de los empleados es atraída y su interés
despertado por los temas que pasan bajo sus
ojos; hay frases que se imprimen en la memoria;
les son sugeridos pensamientos. Casi
inconscientemente, el lector siente la influencia
del escritor; su espíritu y carácter reciben de ella
una impresión maléfica. Hay quienes tienen poca
fe y poco dominio propio, y les es difícil desterrar
los pensamientos que les sugieren tales
escritos.18 HC 378.5
¡Ojalá los jóvenes reflexionaran acerca de la
influencia que tienen sobre la mente las historias
excitantes! ¿Podéis abrir la Palabra de Dios
después de una lectura tal, y leer con interés las
palabras de vida? ¿No encontráis insípido el
Libro de Dios?El encanto de aquella historia de
amor pesa sobre la mente, la excita e impide que
concentréis vuestro espíritu en las verdades
importantes y solemnes que conciernen a vuestro
interés eterno. Pecáis contra vuestros padres al
dedicar a un propósito tan malo el tiempo que les
pertenece, y pecáis contra Dios al emplear así el
tiempo que debierais dedicar a la devoción a
él.19 HC 379.1
Niños, tengo un mensaje para vosotros. Estáis
decidiendo ahora vuestro destino futuro, y el
carácter que edificáis es tal que os excluiría del
paraíso de Dios.... ¡Cuánto se entristece Jesús, el
Redentor del mundo, al mirar una familia cuyos
hijos no aman a Dios ni respetan su Palabra, sino
que están todos absortos en la lectura de
cuentos. El tiempo empleado de esta manera os
quita el deseo de haceros eficientes en los
deberes domésticos; os descalifica para
encabezar una familia, y si persistís en esa
práctica os iréis enredando cada vez más en los
lazos de Satanás.... Algunos de los libros que leéis
contienen principios excelentes, pero leéis tan
sólo para seguir la historia. Si obtuvieseis de los
libros que recorréis lo que podría ayudaros en la
formación dé vuestro carácter, esa lectura os
beneficiaría en algo. Pero cuando abrís vuestros
libros y los recorréis página tras página, ¿os
preguntáis: ¿Qué objeto tiene mi lectura? ¿Estoy
procurando obtener un conocimiento
substancial?No podéis edificar un carácter recto
poniendo en los cimientos madera, heno y
paja.20 HC 379.2

4TS 198.2

Joven, si rechazas a Satanás con todas sus


tentaciones, podrás andar en las pisadas de tu
Redentor, y tener la paz del cielo, los goces de
Cristo. No puedes ser feliz en la complacencia
del pecado. Puedes lisonjearte de que eres feliz,
pero no puedes conocer la verdadera felicidad. El
carácter se deforma si uno se entrega al pecado.

Orar por los jóvenes de la iglesia


Vigilen los que tienen más experiencia a los más
jóvenes, y cuando los vean tentados, llámenlos
aparte y oren con ellos y por ellos.—Mensajes
para los Jóvenes, 17. Or 296.1
No hay tiempo para vacilaciones—La
pureza de la vida y un carácter plasmado según el
Modelo divino no se obtienen sin ferviente
esfuerzo y principios bien determinados. Una
persona vacilante no tendrá éxito en alcanzar la
perfección cristiana. La tal será pesada en
balanza y hallada falta. Como un león rugiente,
Satanás busca a su presa. Ensaya sus trampas en
cada joven desprevenido. . . . Satanás dice a los
jóvenes que hay tiempo suficiente todavía, que
pueden complacerse en el vicio y el pecado esta
sola vez y nunca más. Pero esa sola complacencia
envenenará toda su vida. No os aventuréis ni una
vez en terreno prohibido. En este peligroso día
del mal, cuando las tentaciones al vicio y la
corrupción están por doquiera, elévese al cielo el
ferviente y cordial clamor de la juventud: “¿Con
qué limpiará el joven su camino?” Y ojalá se
abran sus oídos y su corazón se incline para
obedecer la instrucción dada en la respuesta:
“Con guardar tu Palabra”.—Testimonies for the
Church 2:408, 409. CN 439.1
Los ángeles de Dios están tratando de guiar a
estos jóvenes para que clamen al Señor con
sinceridad: “Sé tú el guiador de mi
juventud”. Los ángeles los están invitando, y
tratando de sacarlos de las trampas de
Satanás. El cielo puede ser de ellos si procuran
obtenerlo. Recibirán una corona de gloria
inmortal si dan todo por el cielo. 3TI 251.3
La batalla por cada ser humano
Vi a ángeles malos que luchaban por las almas,
y ángeles de Dios que los resistían. El conflicto
era recio. Los ángeles malos se amontonaban
alrededor de los hombres, corrompiendo la
atmósfera con su influencia venenosa y
adormeciendo su sensibilidad. Los ángeles
santos observaban ansiosamente a estas almas y
aguardaban la oportunidad para hacer retroceder
a la hueste de Satanás. Pero no es tarea de los
ángeles buenos manejar las mentes contra la
voluntad de los individuos.Si ceden al enemigo y
no hacen ningún esfuerzo por resistirle, poco
más pueden hacer los ángeles de Dios que
contener las huestes de Satanás para que no
destruyan, hasta que los que están en peligro
reciban conocimiento adicional que los haga
despertar y dirigir la vista al cielo en procura de
ayuda. Jesús no comisionará a los santos ángeles
a que saquen de apuros a los que no hacen
esfuerzo alguno por ayudarse a sí mismos. MJ 37.1

Hay que evitar las tentaciones


innecesarias
“Pero Dios es fiel, y no os dejará ser tentados
más de lo que podáis resistir.Antes, junto con la
tentación os dará también la salida, para que
podáis soportar”.1 Y también a nosotros nos toca
una parte que realizar. No nos hemos de colocar
innecesariamente en el camino de la
tentación. Dios dice: “Salid de en medio de ellos,
y apartaos [...]. No toquéis lo impuro, y yo os
recibiré. Y seré vuestro Padre, y vosotros seréis
mis hijos e hijas”.2¿Cómo podemos esperar que
Dios nos guarde de caer, si por la asociación con
los mundanos en busca de placer, por nuestra
conformidad con prácticas mundanales, por la
unión de nuestros intereses con los incrédulos,
colocamos nuestros pies en la senda de la
tentación y el pecado? MJ 57.1
Es un hecho lamentable el que los siervos de
Dios, ante las trampas de Satanás, no ejercen ni
la mitad del cuidado que debieran ejercer. En vez
de resistir al diablo para que huya de ellos,
muchos están inclinados a transigir con las
potencias de las tinieblas. 3TS 142.1
*****
Debe leerse la Biblia cada día. Una vida de
religión, de devoción a Dios, es el mejor escudo
para los jóvenes expuestos a la tentación en su
trato con otros mientras se educan. La Palabra de
Dios dará la correcta norma de lo bueno y lo
malo, y de los principios morales. El fijo
principio de la verdad es la única salvaguardia
para la juventud.

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