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Armand Mattelart

Utopía y
realidades
del vínculo
global.Para una
crítica del
tecnoglobalismo

Profesor investigador de la Université Paris 8 - Francia


Dirección: 7, rue Payenne, 75003 París. Teléfono: (332) 99361021
Fax: (332) 99141588

diálogos de la comunicación

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Utopía y realidades del vínculo global

Armand Mattelart
La interconexión generalizada de esfera transfronteriza. El fin de
las economías y de las socie- la tensión bipolar ha excitado
dades mediante las redes técni- este ascenso de las relaciones
cas de información y de comu- mercantiles en la configuración
nicación señala un salto cualita- del espacio-mundo. El empalme
tivo en la trayectoria secular de de los Estados-nación con las
la idea “prebabeliana” de “comu- normas de las redes planetarias
nidad universal”1. Durante mu-
Para una crítica del tecnoglobalismo
es el preludio de una mutación
cho tiempo, el proyecto de espa- profunda del modelo económico
cio jurídico como obra exclusiva y social, es decir de las formas
de actores estatales ha esfuma- de organización del conjunto de
do el rol que desempeñaba en la las relaciones sociales en cada
formación del nexo “internacio- sociedad. Para el enfoque de ese
nal” el proyecto de “taller único” nuevo momento de la historia de
y de “República mercantil uni- la integración mundial ha apa-
versal” formulado por Adam recido la noción de globaliza-
“Organizar una entidad que abar- Smith desde 1776. La palabra ción. Tomada ella misma tam-
ca el planeta no es una empresa “internacional” prestada de la bién del idioma inglés, la ambi-
baladí (...) Twirl, cuya inteligen- lengua inglesa, aparece precisa- ción de esta palabra es cubrir el
cia era lúcida, observó que el mente por la pluma de especia- proceso de unificación del cam-
Congreso presuponía un proble- listas del derecho de gentes en po económico y por extrapola-
ma de índole filosófica. Planear vísperas del siglo XIX. El desa- ción abusiva, dar cuenta de la
una asamblea que representase a rrollo del nacionalismo moder- situación general del planeta y
todos los hombres era como fijar no, que hace del territorio el fun- de su porvenir. Ciertamente,
el número exacto de los arque- damento de la soberanía y de nadie puede negar que el tér-
tipos platónicos, enigma que ha
una comunidad imaginaria, así mino globalización recubre una
atareado durante siglos la per-
como las formas adoptadas por serie de realidades nuevas llama-
plejidad de los pensadores. Sugi-
la dominación imperial de las das a cambiar profundamente
rió que, sin ir más lejos, don
potencias europeas, luego de Es- los modos de vida. Pero también
Alejandro Glencoe podía repre-
tados Unidos, y sobre todo la remite a una ideología. Forma
sentar a los hacendados, pero
Guerra fría, son algunos de los parte de esos términos trampo-
también a los orientales y también
a los grandes precursores y tam- factores que han privilegiado sos que se han naturalizado con

bién a los hombres de barba roja una visión geopolítica de la in- las lógicas mercantiles y que
y a los que están sentados en un tegración mundial como resulta- contribuyen a disimular lo que
sillón. Nora Erjford era noruega. do de una concertación entre se pone en juego en la compleji-
¿Representaría a las secretarias, potencias gubernamentales. dad de las nuevas formas de
a las noruegas, o simplemente a interacción y transacción a nivel
todas las mujeres hermosas? Orientándose durante los años planetario. Retomar la genealo-
¿Bastaba un ingeniero para ochenta hacia los fundamentos gía del término revela ser impor-
representar a todos los ingenieros, institucionales de los Estados- tante si se desea que no crezca
incluso los de Nueva Zelanda?” nación, las lógicas de construc- la dificultad para distinguir qui-
ción del macrosistema tecno- meras de realidades en un cam-
J.L.Borges, “El Congreso”,
financiero han modificado la po de representaciones ya am-
El Libro de Arena.
topología de los actores de la pliamente abierto a la mitología.

diálogos
de la comunicación
Paralelamente la geopolítica em- sin embargo va a movilizar en los
prende, con Zbigniew Brzezinski, años setenta numerosas teorías
I. LA SIMBOLICA DE LA COMUNIDAD GLOBAL

La tesis de los ocasos futuro consejero del Presidente y movimientos críticos de la he-
Carter para asuntos de segu- gemonía americana- puesto que
El sintagma “global” de- ridad nacional y fundador de la sus industrias culturales y sus
buta tímidamente en su Comisión Trilateral encargada modas se han hecho naturalmen-
trayectoria civil desde fi- de contener la crisis de “gober- te universales, y proponen mo-
nes de los años sesenta. nabilidad de las democracias delos de vida, de comporta-
Hasta entonces era el occidentales”, la tarea de pensar miento y de organización que
feudo de los estrategas la evolución del enfrentamiento imitar. La “sociedad global” -ex-
militares del Pentágono, entre bloques bajo el efecto de presión inaugurada en ese enton-
que lo aplicaban a la su- la revolución tecnotrónica, fruto ces, será la extrapolación del ar-
perpotencia soviética, “el de la convergencia de la com- quetipo nacido y logrado en los
enemigo global” por exce- putadora, de las telecomuni- Estados Unidos.

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lencia. Los satélites de in- caciones y de la televisión.3 Su
formación encargados de argumento central: la unificación De hecho, Brzezinski capitaliza
supervigilarlo serán bau- del mundo se ha acelerado sin- las tesis sobre los “ocasos” o “fi-
tizados como Global Posi- gularmente bajo el efecto de la nes” que desde hace unos diez
tioning System. Con oca- expansión de las redes de infor- años vende la ciencia política
sión de la guerra de Viet- mación y de comunicación; el americana -sobre todo en Politi-
nam el mediólogo cana- dominio de los dispositivos de cal Man (1959) de Seymour Mar-
diense Marshall McLuhan información y de cultura tiene el tin Lipset y The End of Ideology
lanza la expresión “Aldea rol cada vez más estratégico en (1962): fin de lo político, fin de
global”. Esta primera gue- la definición de una “potencia la ideología, fin de las clases, fin
rra televisiva en directo mundial”, puesto que la “diplo- de los enfrentamientos.
demuestra, según él, la macia de las redes “está sustitu-
potencia de la imagen yéndose a la “diplomacia de la En el mundo de los negocios el
electrónica para hacer cañonera”, el planeta va a deve- papa del management ameri-
historia. Gracias a la capacidad nir entonces en “sociedad glo- cano, Peter Drucker, prefería
de convocatoria de la televisión, bal”, pero hasta ahora el único desde inicios de los setenta a la
un “verdadero comunismo pla- país que por su poder de irradi- nueva era de expansión de las
netario” está instaurándose, mu- ación merece el nombre de “so- grandes unidades económicas la
cho más auténtico que aquél rei- ciedad global” es Estados Uni- edad del Global Shopping Center,
vindicado por los regímenes pre- dos, puesto que “comunica más cuya prefiguración veía en la
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tendidamente comunistas. De que cualquier otra sociedad”; redes de producción y de distri-
ahora en adelante el conductor por esta madurez la sociedad bución de la empresa IBM.4 A lo
del reacomodo político del pla- americana se ha tornado en el largo de la década los profetas
neta es el imperativo tecnoló- faro que alumbra el camino de transnacionales de la globali-
gico. La complejidad de las las otras naciones. En términos zación empresarial no han deja-
culturas y de las sociedades en políticos esto quiere decir que do de señalar al Estado-nación
las que los mensajes aterrizan de ahora en adelante ya no se como el principal, realizando así
cargan con el pasivo de esta puede hablar de imperialismo una inversión a largo plazo. La
tecno-utopía. cultural de Estados Unidos fren- World Business Class o Global
te al resto del mundo -tema que Business Community -pues tal es

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Utopía y realidades del vínculo global el nombre que escogerá en los
años noventa para identificarse-
haber realizado la interconexión
generalizada de sus actividades
es extrapolada como fundamen-
to de la reorganización del plane-
percibirá los dividendos cuando y de sus redes de información y ta, y por consiguiente presenta-
vengan las desregulaciones -otra de comunicación en tiempo real. da como conforme al interés de
palabra con trampa, puesto que Antes de acabar esa década, esta todos. Y es así que, repetida a lo
no se trata más que de un nuevo visión nacida en el corazón del largo de una vasta red transn-
modo de regulación en que el planeta de la geofinanza habrá acional de enseñanza de ciencias
de la gestión, de best sellers
Para una crítica del tecnoglobalismo
Estado se deshace de algunas de impregnado al conjunto de los
sus funciones y arregla el marco sectores de la geoeconomía y ha- sobre el reengineering gerencial,
del dejar hacer comercial- en brá masificado sus audiencias. de workshops, de lobbying y de
serie de las telecomunicaciones organizaciones corporativas, la
y de los sistemas audiovisuales. Retrospectivamente los teóricos Global Business Class se cons-
El Estado-nación es atacado por de la gestión reivindican haber truye como elite mundial y no
dos flancos: cuestionado por ser estado en los orígenes de la idea. deja de naturalizar nociones que
demasiado grande para los Escuchemos a uno de ellos ex- sirven a cualquiera para nom-
pequeños problemas, también se presarse en el diario Le Monde brar al mundo. Ironía de la his-
le critica ser demasiado pequeño en febrero de 1997 con ocasión toria: ¡Es uno de los pocos gru-
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para los grandes problemas. del Foro Económico de Davos pos sociales que todavía osa
(Suiza) que reune anualmente a reivindicar la calidad de “clase”!
Estas sedimentaciones son los directivos de las empresas de
esenciales para comprender el las grandes compañías llamadas La edad de las redes sucede al
depósito de creencias que sub- globales en torno al destino del modelo jerarquizado del fordis-
yace a los usos contemporáneos planeta: “desde hace tiempo el mo y sobre la vía a la “empresa-
de la palabra. gran proyecto de las empresas red”. La firma global y “relacio-
que operan a escala interna- nal” responde a una estructura
cional es la mundialización, y orgánica en la que cada parte
son ellas las que, sobre el te- supuestamente sirve al todo.
La empresa-red: una visión rreno, arman el discurso sobre Garante de la fluidez, la comuni-
cibernética del mundo la globalización (...) Este trabajo cación -interna, como hacia el
tiene diez años para las grandes exterior- debe estar omnipre-
La entronización de la noción de empresas. Para ellas, el término sente. Toda falta de “interopera-
globalización no ocurrirá sino en globalización no es sólo un bilidad” entre las partes, toda
los años ochenta, bajo los aus- concepto intelectual, sino una ausencia de intercambio de flu-
picios de la geoeconomía, y no realidad cotidiana. Lo que es jos conlleva el riesgo de atascar
bajo los de la geopolítica, bajo nuevo, es que hoy en día son los al sistema. La comunicación es
el timón del pragmatismo del políticos y los pensadores quie- ennoblecida al juntarse con las
mercado y no bajo las especu- nes toman la posta para con- teorías de la organización. Un
laciones de sociólogos o poli- ceptualizar ese fenómeno de lema rige esta lógica de la
tólogos. La ocasión se debe a la mundialización”. empresa, la “integración”. Tra-
vez a una evolución de la gestión duce la visión cibernética que
de ciertas empresas trans- El marco global inspira una tienen del mundo los gerentes.
nacionaels y a la globalización de doctrina de la organización de la Integración de escalas geográ-
la esfera financiera, único sector empresa en la edad de las redes. ficas, pero también de la concep-
económico internacional en Es esta doctrina corporativa que ción, de la producción y del

diálogos
de la comunicación
consumo, incluso entre esferas mercado mundial: “Vivimos una evolucionar de la misma manera,
de actividad separadas. Pensan- era de comunicaciones globales. ya se hable de Coca Cola, de mi-
do, por ejemplo, en la búsqueda Científicos y tecnólogos han croprocesadores, de jeans, de
desenfrenada de sinergias entre realizado lo que desde hacía películas, de pizzas, de produc-
las industrias del continente y tiempo los militares y los po- tos de belleza o de máquinas
las del contenido, el hardware y líticos habían intentado estable- fresadoras”.7 Lo que permite el
el software. Lo local, lo nacional, cer sin lograrlo: el imperio glo- advenimiento de esta converging
lo internacional ya no son bal (...) Mercado de capitales, commonality, este espacio de
niveles compartimentados, sino productos y servicios, gerencia intercambios comerciales homo-
interactivos. El consumidor y técnicas de fabricación se géneo, es el InfoTech, base de la
pierde su carácter de agente tornan en globales por natu- “República de la Tecnología”. No
pasivo para ser promovido al raleza. Resultado, las empresas se niega la existencia de mer-
rango de “co-productor” o “pro- ven que deben competir cada cados segmentados, de merca-
sumidor”, en revelador matrimo- vez más a través del mundo dos compuestos por grupos so-

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nio semántico. entero en el global marketplace. cial, económica y demográfi-
Este nuevo desarrollo emerge en camente diferentes. Pero se pos-
el mismo momento en que las tula que esos segmentos corres-
tecnologías avanzadas transfor- ponden más a una lógica global
El estilo de vida global man la información y la comu- que a lógicas nacionales. Grupos
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nicación”. Más allá de la mega- de personas similares residentes
Los grandes grupos de comu- lomanía de esta afirmación, se en países distintos pueden tener
nicación han contribuido am- juega la suerte de una batalla por las mismas necesidades y las
pliamente a la construcción del la interpretación de la historia en mismas demandas por los mis-
tecnoglobalismo a lo largo de los torno a esta noción de “globa- mos productos. Hay más seme-
años ochenta, periodo bendito lización”. janzas entre grupos que viven en
de florecimiento del mito comu- ciertos barrios de Milán, París,
nicacional. A través de su visión Hechos explícitos por un teórico Sao Paulo, Nueva York que entre
experimental de la cultura ha del marketing y de la gerencia, un habitante de Manhattan y uno
comenzado a tener sentido un los presupuestos que subyacen del Bronx. De ahí vino la decisión
discurso sobre la convergencia a esta prosa creadora de la ima- de elaborar tipologías trans-
“cultural” y el fin de la hetero- gen del desempeño de una firma fronterizas de estilos de vida o
geneidad cultural -declive del son: “Lejos está el tiempo de las de “mentalidades socio-cultu-
discurso de los “fines” (de lo so- diferencias regionales o nacio- rales” que agrupan y clasifican a
cial, de lo político, de la historia, nales (...) Las diferencias debi- los individuos en consumption
de la ideología). das a la cultura, a las normas, a communities (comunidades de
las estructuras son vestigios del consumo) en base a sus con-
Citemos a modo de ilustración pasado (...) La convergencia, ten- diciones de vida, sistemas de
un extracto de la literatura pro- dencia de cada cosa a volverse valores, prioridades, gustos y
mocional de los discursos que como las otras, empuja al mer- normas. Segmentación y globa-
han acompañado a estos grupos cado hacia una comunidad glo- lización aparecen por lo tanto
globales en sus sagas de con- bal”. O más explícito todavía: como dos facetas de un mismo
quista (a menudo jalonadas por “Cada vez más en todos lados, proceso que llevan al mundo
fracasos estentóreos cuyo em- los deseos y los comportamien- hacia esta commonality de la que
blema es el grupo Maxwell) del tos de los individuos tienden a hablábamos más arriba. Nada

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Utopía y realidades del vínculo global sorprendente en esto, cuando se
sabe que desde sus primeras
Toronto. Un fenómeno que viene
a culminar la multiplicación de
neses, fruto de una contracción
entre lo local y lo global. Pero en
aplicaciones bajo el fordismo de flujos alimentados por los viajes esta querella casuística no está
los años veinte, el marketing se de negocios, el turismo, la coci- el centro del problema. Después
definió como una operación tác- na, la moda o la decoración de de todo, lo que separa a unos de
tica de división y recorte del interiores. Pero según los de- otros no son más que divergen-
mercado y de los blancos por to- fensores de la idea globalitaria, cias en cuanto al ritmo de la
Para una crítica del tecnoglobalismo
car a fin de alcanzar el objetivo “el factor más importante en la construcción de este espacio
estratégico de cubrir el íntegro aceleración del desarrollo de un global y de las modalidades por
de un territorio. La segmenta- estilo de vida global único (single seguir para acceder a él. Con ese
ción del campo del consumo -lo global lifestyle) sigue siendo la término se está también apos-
que llamo la taylorización del lengua inglesa, agente de homo- tando a que la oscilación entre
consumo- progresa a medida que geneización por excelencia, que lo macro y lo micro, entre la
se perfeccionan la banca y las es impuesta como lengua univer- lógica de los grandes conjuntos
bases de datos informatizadas y sal”.9 Subrayada por casos que y las lógicas de proximidad
otras técnicas del mapping o crean escuela, la epopeya de tal permanecerá todavía mucho
cartografía socio-económico-cul- o cual empresa o marca global - tiempo como un rasgo consti-
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tural de los blancos. Coke, Marlboro, Levi-Strauss, tutivo del proceso de construc-
Pepsi, IBM, McDonald’s, Nike - ción del mercado mundial in-
La denominada cultura global pero también Adidas o Nestlé- tegrado. La “masificación” alter-
busca “universales”. El discurso deviene así en el gran relato de na con “desmasificación”, con la
sobre el “mercado único de la ubicuidad de un estilo de vida segunda contribuyendo a hacer
imágenes” se apoya en la “capita- cuya globalización es enfatizada retroceder los límites de la pri-
lización de las referencias y de por la expansión vertiginosa de mera, a vencer las resistencias a
los símbolos universalmente las redes de información y la “estandardización universal”.
reconocidos”. Si hay “conver- comunicación. Las pan-televisiones tipo CNN se
gencia cultural de los consumi- han dado cuenta rápidamente
dores” o confluencia de actitu- Otros teóricos de este campo se “descentralizando” sus emisio-
des y comportamientos hacia un muestran más cautelosos. Pues nes globales. Y no hablemos de
“estilo de vida global” es por que la mayoría de los fracasos de las las redes globales de publicidad
antes ha habido inversiones en estrategias globales -anotan és- que son maestras en combinar lo
“educación del consumidor” des- tos- vienen precisamente de una macro con lo micro. La aproxima-
tiladas a través de los años en la falta de sensibilidad cultural, de ción unificada en el nivel estra-
publicidad, en películas y en pro- reconocimiento de valores, o de tégico se conjuga con las modali-
gramas, especialmente los de actitudes que hacen que una es- dades tácticas de una autonomía
Estados Unidos considerados trategia exitosa en un país revele capaz de enlazar los pliegues y
“soportes naturales de univer- ser nefasta en otro. Así ha nacido repliegues de territorios y de
salidad”. la idea de la necesidad de tomar contextos particulares.
en cuenta los diferentes niveles,
Esta alfabetización mediática local, regional, internacional, y La objeción más pertinente al
con un gran denominador plane- pensarlos simultáneamente. Es- tecnoglobalismo viene de los
tario ha planteado las premisas te imperativo es designado por economistas críticos. “La empre-
de la “Aldea global”, que se reto- el neologismo glocalización, lan- sa global (y por consiguiente la
ma obviamente del profesor de zado por los especialistas japo- economía global que supues-

diálogos
de la comunicación
tamente conduce) es un proyec- intereses de la Global Business rentes a la expansión de los espa-
to más que una realidad”, nos Community que entiende reducir cios publicitarios y la consti-
dice Robert Boyer, quien preci- a la “comunidad global” a su ú- tucion de bancos de datos sobre
samente titula su artículo “Las nica definición. La mirada es- perfiles socio-culturales indivi-
palabras y las realidades” en el tratégica de los actores globales duales, esenciales para el mar-
que pasa revista a los señuelos del mercado no deja de modifi- keting de segmentación de públi-
del pensamiento gerencial afilia- car las reglas de juego en materia co-objetivos y cuya expansión
do a la totalidad mundial.10 Aña- de regulación de las redes de mundial tropieza con el principio
damos por nuestro lado que por comunicación. Como prueba, las del respeto a los datos perso-
ser incompleto (y forzosamente tomas de posición y las acciones nales. La protección de los datos
por las incertidumbres que de lobbying de sus organizacio- personales ha sido en efecto
resultan del futuro del proceso), nes corporativas para orientar objeto de una “directiva” de la
el discurso sobre la globaliza- para sí las estrategias de regu- Unión Europea que Washington
ción constituye una pieza clave lación pública de los flujos cul- juzgó ser inadmisible.

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en el dispositivo de la gestión turales. El desplazamiento del
simbólica del modelo económico debate sobre ese asunto esencial Una enseñanza mayor de esas
y social ligado a la nueva fase de hacia el GATT (Acuerdo General controversias es la que aporta la
la desterritorialización de los sobre Tarifas Aduaneras y Co- tensión aparecida entre una
mercados. Todo ocurre como si merciales, rebautizado en 1994 concepción de la libertad de
“comunicar” (es ahora una fun- OMC u Organización Mundial de expresión trasladada a “libertad
ción reconocida como “geren- Comercio) como sede institu- de expresión comercial”, y la
cial” por la empresa) provocase cional de la controversia es re- libertad de expresión definida
el advenimiento de la realidad, velador. El hecho que la cultura por la declaración de los
como si el efecto del anuncio sea considerada en este orga- derechos humanos. De un lado,
apurase el acontecimiento. El nismo técnico de Naciones Uni- el derecho de dejar a la auto-
imaginario gerencial tiene por das como un rubro de los flujos disciplina y la autoregulación de
función “levantar” el proyecto inmateriales e invisibles catalo- los actores la responsabilidad de
dándole a realidades parceladas gado “servicios” pone de mani- determinar los espacios sociales
la coherencia de un orden fiesto la centralidad adquirida susceptibles de ser abiertos a la
denominado global. por la concepción economicista expansión de la razón publi-
de los intercambios culturales en citaria. Del otro, la concepción
simbiosis con el tecnogloba- de la libertad de expresión como
lismo. condición de existencia de una
La libertad de expresión esfera pública y de instancias de
comercial Las posiciones que se enfren- control democráticas. Es en este
taron en el seno del GATT y en contexto que ha emergido la
Lo que confiere a esas visiones las discusiones entre la Unión noción neopopulista de global
empresariales del futuro del Europea y los Estados Unidos democratic marketplace, pieza
mundo su importancia estraté- desde los años ochenta en torno clave de legitimación del libre-
gica, es el lugar hegemónico que a los flujos de información y de cambismo. Sólo el libre arbitrio
el actor Empresa ha adquirido en comunicación son una lección del consumidor en el mercado de
la vida social. La doctrina ge- política. No hablo aquí sólo so- la oferta libre debe regir la circu-
rencial es una maquinaria de bre los debates de productos au- lación de los flujos culturales. En
guerra política al servicio de diovisuales, sino de los refe- los debates en el seno del GATT

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Utopía y realidades del vínculo global acerca de la necesidad de una
regulación de los flujos de pro-
Bruselas por primera vez en
torno a la cuestión de la “socie-
la capacidad de las naciones
para cooperar entre ellas (...)
gramas, este axioma sobre la dad global de la información”, de Veo una Nueva Edad ateniense
“soberanía absoluta del consu- remitirse a los actores del mer- de la democracia que se forjará
midor” ha llegado a la boca de cado para construir esta infraes- a través de los foros que la GII
Jack Valenti, presidente de la tructura “vial” informatizada es cree”.13
MPEEA (Motion Picture Export más que una seria advertencia.12
Para una crítica del tecnoglobalismo
Association of America): “Déjen- Tanto más cuando se sabe que Esta relación mítica entre la red
los ver lo que quieran. Denles la la sociedad civil organizada es a y la democracia directa no data
libertad de apreciar. Demos lo sumo una convidada de pie- por cierto de hoy. En cada ge-
confianza a su buen sentido. La dra en esas reuniones. neración técnica, desde el telé-
única sanción aplicada a un pro- grafo óptico y el ferrocarril, esta
ducto cultural debe ser su fraca- creencia de connotación fran-
so o su éxito en el mercado”. O camente religiosa se ha reci-
más aún: “Déjenlos determinar lo La tecnología redentora clado. La comunicación ha com-
que quieren ver, así como de- partido siempre con la religión
terminan por quien van a vo- A la tecnología se le pide redimir la misma función de religare,
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tar”. La mímesis de la lengua de al mundo. Celebrada en tanto decían los discípulos de Saint-
la mercancía en la de la esfera creadora de una “nueva agora”, Simon en el siglo XIX. 14 ¿La
pública es completa. Las obje- anuncia el fin de los grandes invocación a la “gran familia hu-
ciones que se tiene derecho a desequilibrios sociales y eco- mana” no ha dado acaso sus
hacer a esta concepción mer- nómicos del planeta. Punto de primeros pasos bajo el signo de
cantil de la libertad son de in- convergencia de la geopolítica y la escatología de la Iglesia de
mediato calificadas por los lob- del discurso gerencial de la geo- Roma?
bies de tentativas de establecer economía, esta concepción re-
la censura. dentora de las redes impregna el Pero a proximidad del tercer
proyecto de las autopistas de la milenio, estamos lejos del tiem-
Semejantes argumentos hacen información, bautizado por su po en que la profecía podía aún
caducar los numerosos debates conceptor, Albert Gore, vicepre- aparecer como monopolio de
sobre la necesidad de formular sidente de los Estados Unidos, reformadores o de francotira-
políticas públicas en este campo Global Information Infrastructure dores. La tecno-utopía se ha con-
y y dan nueva vida a la vieja (GII). En su discurso a los delega- vertido en un arma ideológica de
doctrina del free flow of informa- dos de la Unión Internacional de primer orden en los tráficos de
tion. Es a partir de esos argumen- Telecomunicaciones (UIT) reu- influencia, con miras a natu-
tos que los organismos empre- nidos en Buenos Aires, dijo en ralizar la visión librecambista del
sariales se han tornado en partí- 1994: “La GII va a ofrecer una co- orden mundial. La elaboración
cipes esenciales de la prepa- municación instantánea a la gran de escenarios futuristas se ha
ración de los expedientes y de la familia humana(...) No será sólo tornado en profesión lucrativa.
toma de decisiones en el modelo una metáfora de la democracia Como dicen los expertos, hay
de implantación de los macro- en marcha: en realidad estimu- que cuidar el “arte de propagan-
sistemas de información y de lará el funcionamiento de la de- dizar (propagandize) el futuro”.
comunicación. La decisión his- mocracia aumentando la parti- Todos los grandes gurús de la
tórica tomada en febrero de 1995 cipación de los ciudadanos en la informática tienen su propio
por los países del G7 reunidos en toma de decisiones. Favorecerá “think tank” que vende ese tipo

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de servicios profesionales. Aquél está moribundo, esto se cree y una definición igualmente uti-
en el que participa el profesor no se atribuye más importancia litarista del intelectual, que de
del MIT Nicholas Negroponte, al rol que asume en la reestruc- paso exhibe su connivencia con
accionista de la revista Wired, turación de las industrias infor- la vulgaridad de un anti-intelec-
biblia de los conectados, se lla- macionales de la defensa en los tualismo característico del popu-
ma simplemente Global Business grandes países industriales, co- lismo mercantil.
Network. Pero dura es la caída mo tampoco en las evoluciones
del angelismo. El último discurso de la doctrina militar de segu-
de la administración americana ridad nacional en función del

II. LAS GRIETAS DE LA HISTORIA.


en julio de 1997, ha cambiado la nuevo contexto de la compe- La comunicación-mundo
idea de los El dorados de la tencia en el mercado. La regla en
democracia numérica por la del este terreno es la opacidad. “La globalización significa
espacio digitalizado del libre que usted nunca más se
intercambio de mercancías. El Contra el aburrimiento y la me- verá obligado a pedir

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imaginario del planeta segmen- diocridad: ¡Gerentes e Intelec- disculpas”, ha escrito el
tado de las comunidades virtua- tuales, unidos en la misma pelea! escritor y teórico de las
les se junta con el pragmatismo ¿Cómo interpretar de otro modo culturas populares mexi-
de las consumption communities el alegato vigoroso lanzado en cano Carlos Monsiváis.
globales, predilectas de los 1993 por Peter Drucker en favor Símbolo del proceso gen-
especialistas del marketing. de una vasta alianza alrededor eral de despersonaliza-
de la edificación de la “sociedad ción y de desnacionali-
Esta naturalización de los post-capitalista”, o como Bill zación, el vínculo está va-
modelos económicos del neo- Gates de un “capitalismo libera- ciando al mundo de sus
liberalismo conlleva forzosa- do de fricciones”: “Sus puntos de actores sociales. A fuerza
mente amnesia. Se omite que los vista se oponen, pero se oponen de pensarse como socie-
laboratorios de la economía de como dos polos indisociables, dades de responsabilidad
mercado a los que hoy en día ha- no contradictorios, afirma. (...) limitada, gestionarias de
cen referencia los países que Cada uno tiene necesidad del la totalidad social, y de preten-
quieren arrimarse al primer mun- otro (...) El intelectual, si no es der regularla dándole confianza
do no eran seguramente mode- complementado por el gerente, a la autodisciplina del mercado,
los de democracia, puesto que crea un mundo en el que cada las grandes unidades de la eco-
eran propulsados por los más uno hace lo que quiere, pero en nomía mundial se han tornado
feroces regímenes autoritarios. el que nadie hace nada. El mundo en sociedades desresponsabi-
Se olvida que, dado su costo so- del gerente, si no es comple- lizadas. Al terminar los años cin-
cial inconmensurable, el modelo mentado por el intelectual se cuenta, Roland Barthes hablaba
global de reorganización pone el torna en una burocracia de un de la burguesía como “sociedad
precio del refuerzo de la “segu- gris embrutecedor en el que anónima”. 16 Hoy en día es la
ridad” (de clase, a escala nacio- manda el hombre de la orga- World Business Class que convie-
nal, como internacional) y que la nización. Pero si encuentran su ne aplicar esa patente. El aplo-
lógica pesada del ghetto seguri- equilibrio, pueden entonces na- mo aparente de su proyecto
tario participa tambén ella en la cer la creatividad y el orden, el prometeico esconde en verdad
creación del uso de las nuevas sentido de la misión y del lo- una fuga hacia adelante. Para
15
tecnologías de la información. A gro”. Instrumental, la noción de callar sus propias incertidum-
fuerza de oir decir que el estado cultura en la era global remite a bres, los ideólogos del globalis-

16 17
Utopía y realidades del vínculo global mo plantean como verdades
científicas el resultado de un pro-
técnica y sus redes no han ce-
sado desde el inicio del siglo XIX
teras comerciales -escribe- la
explosión de las telecomunica-
ceso cuyo futuro dista mucho de de cavar la separación entre el ciones, las autopistas de la infor-
estar inscrito en letras de már- mundo “desarrollado” y la otra mación, el potencial de los
mol. En nombre del imperativo parte del planeta. Eso es lo que mercados financieros, los acuer-
categórico geo-tecno-financiero, han demostrado bien Fernand dos internacionales de libre co-
las sociedades se ven intimi- Braudel y Emmanuel Wallerstein mercio, todo ello contribuye a
Para una crítica del tecnoglobalismo
dadas por la orden de aceptar la en sus análisis sobre la forma- destruir a los estados-nación.
18
desreglamentación del estado de ción de la economía-mundo. Paradójicamente, la mundia-
derecho como inexorable. Esta ley del intercambio desigual lización produce un mundo frag-
sigue un dato esencial para ana- mentado, hecho de comparti-
A fuerza de martillar que la lizar las relaciones entre las eco- mientos estancos apenas unidos
interdependencia creciente en- nomías, las sociedades, las cul- por puentes económicos. Un
tre las naciones, la multiplica- turas. Es de esas lógicas de ex- mundo de espejos trizados que
ción de los actores y de las pues- clusión que trata de dar cuenta reflejan la inútil unidad mundial
tas en juego y el así llamado de- ahora la noción de “comunica- del rompecabezas neo-liberal.” Y
bilitamiento de las jerarquías en ción-mundo” una noción que re- prosigue: “Es una de las para-
19
el espacio mundial hace a tal trotrae a la historia a la escena. dojas de lo que llamo la cuarta
punto a la noción de poder “com- Nuevas formas de competencia guerra mundial: destinada a
pleja, volátil e interactiva”, que por doquier oponen a los terri- eliminar las fronteras y a unir las
se vuelve inconsistente y se torios entre sí y generan usos naciones, provoca una multipli-
17
evade de todo análisis. Las res- diferenciados. El proyecto de cación de las fronteras y una
ponsabilidades en el sistema glo- globalización es portador de una pulverización de las naciones.
bal se diluyen al punto que ya no geografía social de dos veloci- Pero el neo-liberalismo no
hay medio de identificar a sus dades. “La guerra contra los po- fragmenta sólo al mundo que
actores, y por lo tanto no es posi- bres e incluso el genocidio de los quisiera unificar, produce igual-
ble ni necesario contemplar una pobres está a la orden del día de mente al centro político-econó-
respuesta al proyecto globali- la modernidad”, decía el geopo- mico que dirige esta guerra. Urge
tario. Así se termina de oscure- lítico Joxe en un coloquio convo- hablar de la megapolítica.”21
cer la puesta en juego del poder cado por el centro de estudios
que implica la reorganización del interdisciplinarios de la UNAM Es sobre este mapa caótico de
20
orden mundial que empezó bajo en enero de 1997. El horizonte fragmentaciones que se ins-
el signo de la “Aldea global”, considerado insuperable es el criben las nuevas modalidades
como manera de negar las del “tecno-apartheid global” o de de oposición a la Realpolitik neo-
diferenciaciones entre socieda- la “economía de archipiélago” liberal. Lo que Marcos llama
des y la perdurabilidad de la con sus megalópolis de excelen- “bolsones de resistencia”. Es
relaciones de fuerza y del interés cia tecnológica. Es ésta la reali- igualmente sobre este mapa que
colectivo. dad que pintaba con lucidez el trazan sus líneas lo que he lla-
comandante Marcos en agosto mado las “redes parasitarias” y
De la creencia globalista se de1997 al referirse a la guerra lo que los geopolíticos bautizan
desprende una visión de la así generalizada contra los “deshe- como “nuevos frentes planeta-
llamada sociedad de comunica- chables” del planeta neo-liberal rios del desorden”, los “espacios
ción como sociedad transparen- que abría la “cuarta guerra mun- sombríos”, los “anti-mundos”.
te e igualitaria. En realidad, la dial”: “La supresión de las fron- Circuitos de la economía

diálogos
de la comunicación
subterránea, redes mafiosas y la complejidad del sistema rencia Kenichi Ohmae.24 La idea
tráficos ilícitos (desde las drogas económico concreto. de progreso “necesario” definido
hasta pedofilia pasando por el exclusivamente a partir de la ex-
contrabando electrónico), fren- El globalismo niega esas grietas periencia euro-americana de la
tes del integrismo, frentes de las de las historias desfasadas. Pe- modernidad ha hecho crisis pre-
sectas, flujos transnacionales de ter Drucker escribe: “El hombre cipitando interrogantes acerca
diásporas clandestinas. educado de mañana deberá de los procesos de apropiación
contar con vivir en un mundo por culturas y territorios singula-
globalizado, que será un mundo res de los flujos globales. Las
23
occidentalizado”. Revisadas y nuevas interrogantes en torno a
Un sistema barroco corregidas por el nuevo dar- la alquimia de los cruces entre
winismo neo-liberal, vuelven a lo “moderno” y lo “tradicional”
La representación tecnogloba- aflorar las viejas doctrinas difu- quiebra esta imagen de un ar-
lista es construida sobre una no- sionistas sobre el progreso lineal quetipo de modernidad produc-

A.Mattelart
ción de historia que recicla la formuladas por la etnología clá- to del logocentrismo occiden-
vieja ideología del progreso. “El sica del siglo XIX y actualizadas tal.25 De Río a Bombay, de Tokio
sentido de la historia está por las sociologías de la a Singapur, de Seul a México, la
amenazado a cada paso de des- modernización/westernization al antropología cultural descubre
viarse y necesita ser incesan- siglo siguiente en la batalla con- expresiones de modernidades
temente reinterpretado”, escri- tra el “subdesarrollo” de los años mestizas que fuerzan los anti-
bía en 1955 Merleau-Ponty, refu- sesenta y setenta. Los modelos guos polos de una modernidad
tando el “esquema de la ma- culturales de la modernidad sólo única a lanzar otra mirada sobre
duración histórica” de la histo- pueden irradiar del centro hacia su propia historia. Este cuestio-
ria-modernidad-progreso o con- la periferia. La modernidad del namiento de un tipo ideal de mo-
cepción de la historia “en taja- primero cumple el rol de anti- dernidad lleva a ampliar la ob-
da”, como dirá más adelante cipación del porvenir de la se- servación a un abanico más an-
Braudel. “La corriente principal gunda a condición que ésta siga cho de emisores de flujos globa-
no deja nunca de tener contraco- fielmente las fases canónicas de les. No sólamente se toman en
rrientes o torbellinos. Ni siquiera la evolución por las cuales han cuenta las redes mediáticas, cre-
se da como un hecho. Se revela pasado las naciones adultas. adoras de mediascapes, según la
sólo a través de asimetrías, so- expresión del antropólogo hindú
breviviencias, diversiones, regre- Las nuevas modalidades críticas Arjun Appadurai calcada del
siones; es comparable al sentido de aprehender la formación de término inglés landscape, o pai-
de las cosas percibidas, a esos la modernidad que han emergido saje, sino el conjunto de redes
relieves que cobran forma sólo en los ochenta contrabalancean que cortan el globo en ethnos-
desde cierto punto de vista y precisamente esta teoría de una capes, technoscapes, finanscapes
jamás excluye absolutamente cultura de sentido único que le- e ideoscapes. 26 Piénsese por
22
otros modos de percepción”. El gitima la hegemonía ejercida en ejemplo a los flujos y a los inter-
filósofo pionero de la fenomeno- la economía global por el “poder cambios culturales y financieros
logía social responde a una vi- triádico” (América del Norte, U- desarrollados por las múltiples
sión compacta y abstracta del nión Europea, Japón), otra ex- diásporas -constantes o esporá-
sistema económico con la no- presión de la concepción segre- dicas- legales o ilegales que
ción de “sistema barroco”, más gacionista del mundo consagra- modelan los ethnoscapes trans-
adecuada para rendir cuenta de da por el teórico nipón de la ge- fronterizos. El contrapunto de

18 19
Utopía y realidades del vínculo global los nuevos paisajes mestizos, pe-
ro ligadas inextricablemente a la
separa las promesas de inte-
gración con estilo de vida global
“imaginación sociológica” que
reclamaba Wright Mills. Si bien
misma reconstrucción de los de las situaciones de exclusión acoge tentativas críticas que lo
procesos identitarios en la edad en la vida concreta. trabajan desde dentro y hacen
de los flujos globales, hay insu- olvidar las connotaciones de su
rrecciones de la singularidad cul- El retorno de las lógicas de origen gerencial, es también la
tural que responden a la amena- reterritorialización de los flujos puerta por la cual ingresan los
Para una crítica del tecnoglobalismo
za de homogeneización median- globales es obviamente ambi- discursos marcados por el com-
te la recusación de la alteridad. valente. El peligro reside en pre- promiso con las lógicas estruc-
conizar a partir de ellas un rela- turantes del orden global. Protei-
Estas vías de reflexión explora- tivismo cultural que se aviene forme, sir ve sin embargo de
torias sobre la fragmentación y con la argumentación sobre el panacea. Se le comprende a Alain
la heterogeneidad del planeta in- libre arbitrio del individuo con- Touraine, que en un coloquio
dican, si fuese necesario, los sumidor. Alérgico a toda idea de sobre globalización y democra-
límites del mediocentrismo que determinación social en nombre cia organizado en Sao Paulo en-
caracteriza la tendencia a redu- del principio de la autorre- tre las actividades del Congreso
cir la ecuación cultural a un pro- gulación, el relativismo cultural latinoamericano de sociología en
blema de cultura de masa, y a mostrado por el nuevo liberalis- agosto de 1997, decía a manera
inducir, a partir de la pan-difu- mo niega la necesidad de inter- de provocación “La gloabliza-
sión de sus productos y de los vención reguladora de parte de ción es el imperialismo con otro
global events, la fusión de las las autoridades públicas como nombre, purgado de la tensión
culturas bajo un coeficiente co- de la sociedad civil en los asun- ideológica que el concepto
mún de agrupamiento. Nunca se tos de los actores de la geoeco- expresaba”. 27 Tanto más com-
repetirá lo suficiente: por un nomía. Ese relativismo ha revela- prensible la irritación del soció-
lado, sólo el deseo es universa- do ser paradójicamente un logo francés cuando desde los
lizable, y no los bienes y los mo- aliado objetivo de las profesio- años noventa han proliferado los
dos de vida que esas redes de nes de fe que refutan la univer- ensayos que reiteran como des-
ubiqüidad comercial reflejan a salidad de los derechos huma- de una antena liberadora: “El
diario a través de las vitrinas de nos en nombre de la diferencia imperialismo ha muerto. ¡Viva la
los medios; por otro, es ilusorio cultural. Así, el discurso del globalización!”, sobreestimando
pensar que existe un isomor- oportunismo gerencial acerca el poder de un consumidor sobe-
fismo de la emisión y la recep- del respeto a las idiosincrasias ranamente libre en sus movi-
ción. El tiempo en que las socio- culturales se ha vuelto el sésamo mientos y subestimando el peso
logías de la modernización, cal- para la apertura de los nacio- de las determinaciones que le
cadas sobre la teoría matemática nalismos económicos al global son ajenas en la nueva configura-
de la información -formulada por democratic marketplace. ción del planeta. 28 En suma,
un ingeniero en telecomunica- problematizando el tópico cen-
ciones- exaltaban a los medios tral de la reformulación de las
como agentes de la “revolución formas de control de los afectos
de las expectativas crecientes” La guerra semiótica y los impulsos en las grandes
ya pasó. En el horizonte se per- multitudes que requiere la ex-
fila el espectro de la “revolución El término globalización sigue pansión del capitalismo mundial
de las frustraciones crecientes”, siendo una noción gelatinosa. integrado. A modo de respuesta
producto de la distancia que Por cierto no rinde honor a la a esta nueva forma de confor-

diálogos
de la comunicación
mismo que a menudo toma aires permanecido al margen de la en el término mundialización
de “radicalismo elegante”, nada valoración capitalista. Es lo que pesa sin embargo una memoria
vale más que la ironía corrosiva Antonio Gramsci llamaba el pro- histórica relacionada con la
de Carlos Monsiváis citada más ceso de formación de intelec- historia de las redes sociales, in-
arriba: “La globalización significa tuales orgánicos, esa categoría cluso si este aspecto es escasa-
que usted nunca más se verá que parece interesarle tanto a mente mencionado en virtud de
obligado a pedir disculpas”. Peter Drucker. que se le ignora. En efecto, la
noción data del comienzo de
La confusión nace de la a-topía Será necesario aplicar algún día este siglo y nació al medio de los
social de las palabras que nos las técnicas de la bibliometría debates en torno a la necesidad
sirven para nombrar al mundo. para evaluar los asincronismos de instaurar una “comunidad de
El impulso actual de la ingenie- de la penetración de la semán- naciones” que tradujese nuevas
ría social y cultural, lo que tica de lo “global” en las diversas solidaridades entre los pueblos.
Lazarsfeld llamaba “investiga- realidades. Francia es uno de los Globalización connota unifica-

A.Mattelart
ción administrativa”, que acerca pocos países en donde la palabra ción; mundialización reivindi-
a la investigación (y a las teorías) no está en olor de santidad. Se caba unión. La diferencia es
a la demanda operativa de los ha optado masivamente por la grande. En todo caso, algo es
actores económicos y da uso palabra “mundialización”. Sin seguro: las grandes huelgas y
acrítico a nociones lanzadas des- hacerme militante de esto (por manifestaciones masivas france-
de el mercado ahonda más la algo hablo de “comunicación- sas de fines de 1995 de los dife-
ambigüedad. ¿Quién se atrevería mundo”), tendería sin embargo rentes sectores de los servicios
a negar que las lógicas tecni- a encontrarle al término “mun- públicos (transportes, telecomu-
cistas y gerenciales sobrecargan dialización” dos cualidades. Por nicaciones, educación, hospi-
cada vez más nuestro campo de un lado, a diferencia del vocablo tales, electricidad), primera
estudio? ¿Quién puede negar que desencarnado de globalización, rebelión de un país del G7 con-
el corolario es la disminución de nacido a la sombra de las teorías tra el globalismo teleguiado por
los espacios desde donde ejercer de organización de los sistemas, los mercados financieros, han
la crítica de las instituciones se refiere explícitamente a la hecho más para legitimar la no-
existentes? Sólo el cinismo o el palabra “mundo”. Esta presencia ción de mundialización que to-
refugio en una torre de marfil es importante, pues nos dice que dos los tratados académicos.
académica pueden impedir que en esta nueva fase de la historia
se admita que la market menta- de la “asociación” de las socie- “Mal nombrar a las cosas es
lity, según el término del histo- dades humanas, no hay medio añadir a la infelicidad del mun-
riador Karl Polanyi, se ha vuelto de pensarse ni de pensar a la do”, decía el novelista Albert
insidiosa en nuestra interdisci- nación sin pensar al mundo. Es Camus. Es muy probable que
plina y que es una de las causas lo que hace decir al antropólogo estemos condenados por mucho
del retorno de múltiples formas Marc Augé: “Todo individuo ha tiempo a comunicarnos entre
de emprirismo. A falta de poder tomado conciencia de perte- nosotros usando y abusando del
cambiar el mundo, uno se con- necer al planeta. Todos son con- sintagma global. Pero como dice
tenta con describirlo. La integra- temporáneos, pero en el seno de Marcos, la “cuarta guerra mun-
ción también está ahí a la orden una pluralidad. ¿Cómo pensar dial” apenas empieza, y, añade,
del día. El nuevo modelo econó- juntos esta unidad del planeta y esta guerra es también una
mico exige la captación de vi- esta diversidad de mundos que “guerra semiótica” contra todas
veros de materia gris que habían lo constituye?”29 Por otro lado, los discursos estereotipados.

20 21
Utopía y realidades del vínculo global Entre los numerosos términos
que, además del de globaliza-
El positivismo optimista de los
profetas del ciberespacio, que
tal nos parece ser uno de los de-
beres prioritarios del trabajo in-
ción, figuran a mi parecer con suponen que toda actitud crítica telectual crítico. Despejar la am-
rango de blancos en una guerra sólo puede ser “pesimista” (y bigüedad generada por esas
declarada para la reconquista por lo tanto “tecnófoba”), tradu- fuertes tendencias que empujan
del sentido, habrían tres nocio- ce un pensamiento maniqueo. El a muchas investigaciones, a ve-
nes que en este último tiempo proceso contradictorio de cons- ces sin saberlo, hacia el rol legi-
Para una crítica del tecnoglobalismo
han sido manoseadas por los trucción de los usos sociales de timador de un sistema global de
metadiscursos de la globaliza- las tecnologías digitales desa- “dominación” (pues hay que de-
ción: la complejidad, el Todo, la parece para dar lugar a un evo- jar de ser pusilánime frente a ese
resistencia. Tres nociones indis- lucionismo rudimentario. término, como de paso lo era
pensables para volver a comen- Michel de Certeau que hablaba
zar a “hablar de megapolítica”. • El Todo. No dejar la inter- del consumidor como del “domi-
He aquí algunas notas de trabajo pretación de la historia del nado”).32 Se necesita cierta va-
a este respecto de las cuales he mundo sólo al marco de la to- lentía para preguntarse acerca
hecho línea de conducta en mis talidad mercantil. Tratar de jun- de la tendencia a ubicar exclusi-
propias investigaciones. tar, de establecer “redes de signi- vamente la “resistencia” en el
ficaciones sociales” (de Cer- interfaz individuo/programa que
• La complejidad. No usarla teau). Intentar regresar de lo par- revelan muchos estudios etno-
como coartada. Hay que darle a ticular, de lo local, de lo frag- gráficos sobre audiencias. Si sólo
la idea toda su fuerza heurística, mentario al “Todo”. El problema se puede festejar la importante
la que permite superar la cau- no es por cierto de retomar los ruptura que significó a partir del
salidad unilineal e integrar la flui- esquemas de las totalidades abs- final de los setenta el paradigma
dez y la incertidumbre, sustitu- tractas deifinidas por los Macro- de la recepción en relación al
yendo al paradigma disyunción/ sujetos Poder/ Estado/ Sociedad funcionalismo de la recepción
reducción el paradigma disyun- que marcaron las explicaciones fatal de las relaciones de suje-
30
ción/conjunción. Hacerle la englobantes de antes de las rup- ción a un orden social y pro-
guerra a los “discursos embudo” turas con las concepciones mo- ductivo, hay que atreverse tam-
que especulan profusamente nolíticas del poder que ocurrie- bién a descalificar sus deriva-
sobre la creciente complejidad ron a partir del fin de los setenta. ciones hacia el empirismo. Si no,
de nuestras sociedades pero en Ese trabajo es indisociable de un hay un riesgo de achatamiento
la práctica alumbran una ecua- retorno a la historia de larga du- de las problemáticas de la co-
ción de primer grado. La tesis ración. Lo que implica tomar dis- municación. Pioneros del estu-
tecnoglobalista es un ejemplo de tancia frente a esta carrera por lo dio de audiencias, como David
la perversión de la noción. Reite- actual en la que se han compro- Morley en su último libro, en que
rando que “las sociedades huma- metido las ciencias de la infor- se asocia con un geógrafo, invita
nas son cada vez más comple- mación y de la comunicación. por otro lado a esa reevalua-
jas”, el discurso de sus opera- ción.33 Resistir es tomar en cuen-
dores permanece clasificador y * La r esistencia. Retirar la ta el hecho que, a diferencia de
unidimensional. “I am optimistic” noción de resistencia del univer- lo que nos quiere hacer admitir
clama Nicholas Negroponte, so de la inconsistencia teórica y la doctrina del mercado sobre la
goloso de complejidad en un del metabolismo neo-darwiniano libertad del individuo-átomo,
capítulo llamado “la edad del de la adaptación necesaria, sig- una amplia parte de la interio-
optimismo” de su Being Digital.31 nos de capitulación del intelecto, ridad de la persona le es exterior,

diálogos
de la comunicación
empedrada como está de rela- que comenzaron a replantear del saber de los actores del mun-
ciones sociales e históricas. sus interrogaciones acerca de do social. Al discurso de la expe-
audiencias y géneros televisivos rticia comercial y a los cantos de
En 1986, en la obra Penser les en la puesta a punto de sirena de los gurús conviene
médias, escrita con Michèle metodologías pedagógicas oponer un nuevo tipo de de rela-
36
Mattelart y traducida al cas- activas. ción con esos actores. Para resis-
tellano al año siguiente, tir, reflexionar y realizar, hay que
señalábamos ya las fuentes La palabra Resistir cubre poco si aceptar el desafío de la ruptura.
posibles de ambivalencia del no se le conjuga con las palabras
nuevo paradigma de la Reflexionar y Realizar. Nunca Cómo combatir el empobreci-
“postlinealidad” y del retorno al olvidar la serie de las tres R. miento de las palabras que desig-
sujeto ordinario sobre todo a Reflexionar, es tratar de pensar nan al mundo es también poner-
través de sus usos de los medios: una “cultura de la responsa- se en contra del olvido. Por mi
“Cosas que no se pueden bilidad”, la única que puede ayu- parte, quisiera exhumar de la lar-

A.Mattelart
comprender y vivirse sino a la dar a repoblar a la sociedad de ga historia de las redes sociales
luz de la reconciliación entre el sus múltiples actores, en sus que se opusieron desde inicios
hombre pragmático del que contradicciones. Una cultura del siglo XIX a los doctrinas in-
hablaba Kant, con la felicidad del que combine los dos cabos de la dustrialistas y tecnicistas, la ex-
hombre concreto, pero también cadena. De una parte, toma de presión “cosmopolitismo demo-
el inicio de negociaciones conciencia de la dimensión mun- crático”. Apareció en 1842, bajo
infinitas, es decir sin fin y sin dial de los problemas planteados la pluma de la pionera del femi-
finalidad, puesto que nacieron por el dispositivo de la comu- nismo Flora Tristán, que cinco
allá en donde acaban las nicación subyacente al proyecto años antes del Manifiesto de
34
utopías”. Ahora bien, no hay de un nuevo orden para el pla- Marx y Engels lanzó la idea de la
democracia posible sin neta. Pensar en términos de re- necesaria internacionalidad de
esperanza. La libertad del des de solidaridad y de asocia- los oprimidos. Pionera del femi-
consumidor o del usuario no es ción más allá de las fronteras. De nismo en el cruce de dos cultu-
una cosa dada, como lo pretende otra parte, seguir anclándose en ras, pues era de madre francesa
el naturalismo neo-darwiniano; un territorio concretamente si- y padre peruano, vivió hasta el
ésta se construye. Mejor aún, se tuado. Porque, salvo prueba en agotamiento las tensiones de la
conquista. Es lo que nos contrario, ese territorio perma- solidaridad y de la intercultu-
recuerda oportunamente nece como el primer lugar de ralidad. “Cosmopolitismo demo-
Philippe Breton al hacer ejercicio de la ciudadanía y del crático”, he ahí una idea y un ide-
epistemología: “La construcción contrato social. No jugar con la al por los cuales parece ser toda-
de las normas que garantizarían noción de sociedad civil na- vía posible luchar más de ciento
la libertad de recepción (de la cional o internacional haciendo cincuenta años más tarde.
comunicación mediatizada) de ella el sitio ideal de liberación
depende fundamentalmente de de todas las espontaneidades y Traducido del francés
por Javier Protzel.
una reflexión viva que sólo tiene de la comunicación perfecta,
lugar en el seno de la cultura, es contrastada frente al Leviathan
decir de los sistemas de estatal, sino pensarla en su rela-
educación, de enseñanza y de ción conflictual con el Estado.
35
investigación.” Ese es el desafío Realizar es tratar de llenar el va-
que recogen las investigaciones cío que separa a los productores

22 23
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lizadas en América Latina son desde
ese punto de vista ricas en enseñan-
zas. Véase sobre todo: CENECA.
Educación para la comunicación.
Manual latinoamericano de educa-
ción para los medios de comuni-
cación. Santiago de Chile, UNESCO/

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