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Alimento prebiótico

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No debe confundirse con alimento probiótico.

Los prebióticos son una clase de alimentos funcionales, definidos como ingredientes de la
comida no digeribles que son utilizados por la microbiota intestinal estimulando el
crecimiento de una o más cepas de las bacterias presentes en el tracto intestinal,
modificando su composición y actividad, logrando una mejora en la salud y el bienestar del
huésped.123

El concepto de prebiótico data de los años 1980, época en la que se identificaron fibras de
la dieta compuestas por hidratos de carbono no digeribles por el humano, tales como el
almidón resistente, polisacáridos no almidonados (celulosas, hemicelulosas, pectinas,
gomas y mucílagos) y oligosacáridos tales como los fructooligosacáridos (FOS, subgrupo
de la inulina con un grado de polimerización menor o igual a diez), galactooligosacáridos
(GOS, con un grado de polimerización de entre dos y ocho) y xilooligosacáridos (XOS con
un grado de polimerización entre dos y diez) que promueven el desarrollo de determinadas
bacterias del tracto intestinal.45

Los prebióticos son capaces de enriquecer la microbiota intestinal con cepas de bacterias
pertenecientes a los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium.67

Características
Las características fundamentales que deben cumplir los alimentos para considerarse
prebióticos son:13

 Ser resistentes a la acidez gástrica, no ser hidrolizados por las enzimas


gastrointestinales.
 No ser absorbidos en el tracto gastrointestinal.
 Estimular selectivamente una o un número limitado de cepas de bacterias
beneficiosas.
 Alterar la composición y actividad de la microbiota intestinal.
 Mejorar la inmunidad local o sistémica frente a la invasión de patógenos.

Aquellos microorganismos intestinales que contribuyen a la salud y bienestar se denominan


probioticos. Es así que los prebióticos estimulan a los probióticos y estos confieren
beneficios a la salud del hospedador.

Función
La microbiota intestinal, a partir de los prebióticos, genera productos fermentados tales
como ácidos grasos de cadena corta (acetato, ácido propiónico, ácido butírico).4
En general los prebioticos son hidratos de carbono, sin embargo existen recientes
evidencias de que ciertos polifenoles podrían poseer características de prebióticos. Uno de
los mejores hidratos de carbono 'no digestibles' investigados es la lactulosa (se trata de un
azúcar compuesto por los azúcares naturales fructosa y galactosa). La lactulosa es en sí
misma una sustancia prebiótica. En esta categoría de alimentos prebióticos se encuentran
las fibra alimenticia, los fructooligosacáridos y la inulina. Todas estas moléculas pueden
formar parte de la composición intrínseca de los alimentos o añadirse a los mismos
(alimentos funcionales). Los alimentos prebióticos que mejor definen esta función son los
hidratos de carbono similares a la inulina y se usan en la industria alimentaria como
sustitutos de azúcares y grasas; suelen aportar a los alimentos textura, estabilizan la
formación de espuma, mejoran las cualidades sensoriales (propiedades organolépticas) de
los productos lácteos fermentados, galletas, mermeladas, el pan y la leche. La estructura
molecular de la inulina resiste a la digestión en la parte superior del intestino, lo que evita
su absorción y le permite continuar su recorrido intestinal hasta que llega al colon, donde se
convierte en alimento para las bacterias allí presentes.

Consejos sobre el consumo de prebióticos y probióticos


Como parte de una dieta equilibrada y acompañados de un estilo de vida saludable, el
consumo de probioticos y prebióticos ofrece la posibilidad de mejorar la salud y/o prevenir
ciertas enfermedades, pudiendo resultar especialmente beneficiosos en los grupos de
población con necesidades nutricionales especiales como niños, mujeres embarazadas y
ancianos.

Es una buena práctica consumir probióticos (yogures, leches fermentadas) de forma


regular, como parte de nuestra dieta diaria.

En cuanto al consumo de alimentos a los que se han añadido prebióticos, cobra interés en el
caso de que, por diversos motivos, no pueda llevarse a cabo una alimentación rica en
verduras y hortalizas, frutas, cereales y legumbres.

El consumo de estos u otro tipo de alimentos funcionales, en ningún caso debe sustituir
una dieta equilibrada. Con una dieta variada y equilibrada rica en frutas, verduras,
hortalizas, cereales integrales, legumbres, lácteos y pescados, estaremos tomando esos
mismos nutrientes funcionales que se añaden a los nuevos alimentos y que, en definitiva,
siempre encarecerán innecesariamente la cesta de la compra.

Sus efectos beneficiosos en el organismo son:

- Previenen el estreñimiento y la diarrea.


- Disminuyen la presión sanguínea y el colesterol plasmático.
- Favorecen la mineralización ósea.
- Tienen propiedades protectoras frente al cáncer colorrectal.

● Los probióticos son ingredientes alimentarios constituidos por microorganismos


vivos (lactobacilos, bifidobacterias), iguales a los que forman parte de nuestra flora
intestinal que, ingeridos en cantidad suficiente a través de los alimentos que los contienen,
producen efectos beneficiosos en la salud.

Entre estas acciones cabe destacar el efecto de los probióticos en la mejora de la


composición de la flora intestinal y en el mantenimiento de su equilibrio, la mejora de la
intolerancia a la lactosa, la reducción de las actividades de ciertas enzimas que intervienen
en la generación de productos mutagénicos y una cierta estimulación del sistema inmune.

Estos microorganismos son capaces de resistir la acidez gástrica y el efecto de las sales
biliares y, por tanto, capaces de atravesar el estómago y de sobrevivir en el intestino, lugar
donde van a ejercer diversas acciones que van a tener un efecto beneficioso sobre la
fisiología intestinal.

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