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DUALIDAD

Y CONOCIMIENTO
DEL SER HUMANO

MARTIN SORIA
Este ensayo es un resumen de la experiencia docente de Martin
Soria y del análisis constante sobre el comportamiento humano.
Martin es un investigador de los fundamentos esenciales de la
naturaleza y ha encontrado algunos de los dictámenes esenciales
para la sana convivencia, y convencimiento humano que hacen
posible el comportamiento adecuado entre personas. Es un texto
muy interesante y garantizo que si están interesados en
descubrirse a si mismos, encontraran de su interés este
importante documento.

DUALIDAD Y CONOCIMIENTO
DEL SER HUMANO

MARTIN SORIA
Este ensayo es un resumen de la experiencia docente de Martin
Soria y del análisis constante sobre el comportamiento humano.
Martin es un investigador de los fundamentos esenciales de la
naturaleza y ha encontrado algunos de los dictámenes esenciales
para la sana convivencia, y convencimiento humano que hacen
posible el comportamiento adecuado entre personas. Es un texto
muy interesante y garantizo que si están interesados en
descubrirse a si mismos, encontraran de su interés este
importante documento.

DUALIDAD Y CONOCIMIENTO DEL SER
POR MARTIN SORIA
El ser humano contemporáneo se diferencia en poco al modelo
tradicional legado por la historia. Los aciertos y los errores en la
convivencia, en el convencimiento o en el comportamiento de los
pueblos primitivos, se asemejan a los aciertos y errores cometidos por
los pueblos de cualquier siglo y de cualquier cultura. Todos ellos
carentes en el comportamiento humano vincular afectivo, desprovistos
del convencimiento en las razones o normas naturales y ajenos a la
sana convivencia con sus coetáneos, conviven en sus luchas, en sus
ingenios particulares y en sus costumbres hasta nuestros días. La
sociedad ausente e ignorante del biotipo estándar de humanidad
normal, sigue siendo un constante y angustioso gravamen en la
conciencia humana adolescente.
El ideario imaginado por el humano no ha logrado descubrir su
identidad original. Sin comprender su identidad, difícilmente puede
reconocer su razón de ser o su finalidad original.

Ideales artificiales
Se dice que filosofía es el estudio de la sabiduría, pero la sabiduría, no
es exclusiva de una minoría privilegiada. Es un estado al que tiene
derecho a acceder, cualquier humano interesado en su conquista.
¿Quién no se ha peguntado alguna vez, cuál es la naturaleza del
universo? o ¿qué es el bien y qué es el mal? En algún momento de
nuestra vida, nos preguntamos si existe vida después de la vida o si
nuestro proceso está designado por algún tipo de predestinación.
Todos nos preguntamos estas cosas. Y nos lo preguntamos, no solo
porque sean socialmente compartidas, o porque sean temas de
interés, sino, porque son necesarias. El ideal humano es la idea que
ideó a la especie, con la finalidad especifica de esa especie y esa
finalidad y su razón de ser, han de ser descubiertas por el intelecto
humano, por la inteligencia de cada uno, para realizarse
responsablemente en ella. Por eso es de interés constante en el
tiempo y compartida por todos los humanos, en algún momento de sus
vidas.
Los padres comienzan a preguntarse, qué es la educación y qué tipo
de educación es realmente eficiente para sus hijos, cuando están en el
periodo de su desarrollo, porque observan que la educación
contemporánea académica, técnica o profesional que se les entrega,
resulta insuficiente. No existen normas de comportamiento decente, ni
normas de comportamiento social respetuosas, ni normas de
comportamiento familiar, o tribal y consecuentemente no se establecen
ni el respeto mutuo, ni la confianza en el convencimiento compartido ni
los vinculas familiares o sociales. Debido a la diversidad de
planteamientos educativos. Otros piensan, que existen seres
extraordinarios, con una inteligencia superior que en algún momento,
nos orientaran el desarrollo intelectual en su verdadero sentido. Sea
como sea, todos pensamos como filósofos. La diferencia entre ellos y
nosotros, reside en su determinación y concentración en cada tema.
El filósofo analiza y dispone de más recursos de comparación. Pero
cualquiera que indague en el significado de la razón, encontrará
aquella que se justifica válida y bajo esa perspectiva, estará siendo
filósofo de su sabiduría. La historia humana está llena de aportes
indicativos, de lo que cada filósofo consideró su justa razón a los
diversos misterios del pensamiento. Ideas, que aclaran o aproximan al
conocimiento de diferentes aspectos. Pero, se necesita el
conocimiento competo del fundamento de la naturaleza, para poderlo
comprender en su totalidad. El ejemplo de los cuatro filósofos
estudiando al elefante, desde los cuatro puntos cardinales, explica lo
ocurrido con la filosofía. El que está frente al elefante, al preguntarle
¿qué es el elefante? responde: dos grandes orejas, dos colmillos y
una trompa, sujetas por dos patas. Pero el filósofo de atrás,
contrapropuso esa teoría, con: el elefante son dos grandes patas y un
corto rabito. Y los filósofos de los lados se opusieron a estas versiones
con sus particulares aportes. Pero, ninguno de ellos, fue capaz de
comprender al elefante en su totalidad. El estudio de la totalidad exige
de una mentalidad también total y madura. Desgraciadamente el
hombre carga con una tradición de disfunciones mentales, que impiden
reconocer la justa razón de las cosas desde el plano del observador
completo. Y se debe, a que nadie se ha cumplido en la superación de
los trastornos de personalidad, que nos impiden la comprensión
completa de la naturaleza humana y de su entorno natural
fundamental. Pensar que un ser va a conocer todo, es una idea sin
sentido, pero si se puede comprender el fundamento esencial de la
totalidad, sus leyes y sus errores, así como también se pueden
comprender nuestros trastornos. Los trastornos son excesos o
insuficiencias en el afecto, en el conocimiento o en el comportamiento,
que generan errores. Excesos o insuficiencias que desvirtúan la
facultad de la naturaleza humana, por lo mismo, deshumanizan al
individuo y lo transforman en el artificio disfuncional de una sociedad
desconectiva, anormal, desconfiada, insegura y deshumanizada.
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD.- En la mente del que pretende o
propone la dinámica de una relación interpersonal, aparecen en su
actitud, dos tipos de sensaciones frente a su receptor: una confiada y
otra dudosa.
La sensación confiada, proviene y se deriva, de la expectativa a ser
bien recibido. Esa expectación, se basa en la asunción de estar frente
a un ser humano normal: responsable, confiable y generoso. Todo
humano espera a un ser normal y el ser normal, no es narciso, no
miente y no agrede o rechaza, todo lo contrario conecta, concuerda y
comparte. La expectación dudosa surge de la inseguridad, fruto de
comprender que el receptor es libre y cabe la posibilidad, de que su
estado de madurez sea insuficiente y responda en forma descortés,
contraria o agresiva.
Expectativa confiada: Se espera una respuesta agradable, ajustada y
adecuada, que convenza.
La expectativa del confiado es natural, porque se espera del
inmediato, una respuesta natural normal humana. Pero, con la idea de
ponerlo todo en duda hasta encontrar la razón justa (método
descartiano-socrático) o con el bombardeo publicitario de que todo es
relativo hemos transformado la conciencia del sentido común del
hombre contemporáneo, en una conciencia reducida por el
convencionalismo social de la defensa del criterio narcisista particular
de cada individuo. Y por eso se duda de todo.
Expectativa dudosa: Se dudará de la respuesta, se desconfía y no
convence.
¿Por qué se duda de las personas? La sociedad contemporánea y sus
propuestas cívico-educativas disfuncionales, en la actualidad, no
garantizan la seguridad emocional de las personas. Sabemos,
consciente o inconscientemente, que la civilización contemporánea no
es madura. Si todos tuviéramos conocimiento del comportamiento
maduro conectivo, no existiría ese temor por la respuesta del contrario,
porque la respuesta del contrario, sería siempre respetuosa. Lo único
que garantiza la contestación respetuosa, es el grado educativo de la
persona, el nivel de su conciencia social. Pero estamos en un universo
disfuncional paralelo al natural, que no disfruta de la naturaleza
humana conectiva. No se disfruta, debido a los trastornos de
personalidad, sufridos a lo largo de la historia y que provocan: crisis de
identidad, crisis vocacional y crisis existencial.
Al ignorar el origen causal de su existencia, la integridad de la
identidad, y la finalidad humana, o qué función debe cumplir para
madurar en la normalidad, el individuo disfunciona. La disfunción
humana es un artificio habitual y creemos que por ser habitual, la
disfunción y el artificio humano son normales, pero no es así. Lo
generalizado, no por ser generalizado adquiere la cualidad de ser
normal. En algún momento en la historia se generalizó la esclavitud y
no por eso, ser esclavo, es una condición humana normal. Lo normal
es ser normado, ajustarse a las normas o reglas de comportamiento
lícito natural. Ser disfuncional, es obrar contra la finalidad de la función.
La finalidad humana, no es producto de una ilusión particular, es un
deber natural.
Todo humano, es responsable de descubrir su finalidad natural normal,
para superar la carencia del conocimiento del que adolece en su
adolescencia. El humano perdido en sus propias fantasías, ajeno a las
normas naturales, produce desconfianza a la naturaleza humana
original, que reside en la conciencia de la razón pura de cada
individuo. Por eso, cuando nos relacionamos con algún desconocido,
aparece la duda ante nosotros: ¿Será, o no será maduro? Esta duda
existencial provoca la inseguridad entre personas y obliga a habituarse
a disponer de una actitud defensiva frente al inmediato. Así se
desconecta, desvincula y desconfía del prójimo. Vivir en un estado de
desconfianza, desconexión y rechazo provoca patologías físico-
mentales.
Convencionalismos.
La sociedad contemporánea, es un cúmulo de eclécticas convicciones
ajenas a la razón pura de la naturaleza humana. Unos creen que son
hijos de un increíble e indemostrable misterio, sacado de la
imaginación de un excéntrico y enigmático nivel de fantasía. Se trata
de un ser paranormal, que, como fantasma interestelar, cruza los
límites de lo infinito para vigilar a los miles de millones de individuos de
cada especie. Y está siempre presente y consciente de todo lo que
ocurre en el universo, tanto a nivel mental, como a nivel fisiológico.
Algo, que como toda quimera, solo se comprende dentro del campo de
la ficción, o fantasía. Se cree en un ser supremo sobrenatural, (más
allá de la naturaleza) con una inteligencia suprema y
extraordinariamente desarrollada, capaz de reconocer las razones que
superan los ajustes de la concordancia, pero incapaz de comprender la
voluntad, de lo que el minúsculo individuo humano determina; e
incapaz también, de solucionar los problemas de conducta de los
seres más extraordinarios de su creación. Un ser tan perfecto y
responsable que cumple las necesidades más allá de lo debido. Un
ser, que es amor, solo y siempre amor; pero que no puede conectarse
con sus amados hijos, porque espera de cada uno de ellos, una fe
ciega, (que el individuo, no ve hacia dónde dirigirla) una devoción
absoluta a un ser desconocido, (fanatismo) y obediencia al
cumplimiento de una misión imposible, (sometimiento devocional)
puesto que, con su nivel de desarrollo intelectual “insuficiente e
inmaduro”, al humano promedio, le resulta imposible de descubrir y
descifrar. Ese “ser”, completamente desconocido por sus criaturas y
recreado al gusto de cada humano. Imaginado e imaginario; que ama
bajo la condición de que lo amen, porque si no, los manda a sufrir
eternamente en las llamas sin combustible de un terrible infierno, es
un “macro -padre- celestial”.
Pero, se dice que su gran amor (infinito) es incondicional por nosotros,
a pesar de lo inmensamente pequeños y mermados que somos en la
inmensidad de la naturaleza de este ser. Algo tan extraordinario, que la
restringida mentalidad del ordinario, nunca va a entender. Algo, a lo
que se le debe devoción absoluta, aun sin conocerlo. Se promueve la
adhesión a los milagros, sin explicar ni comprender que: milagro es
todo aquello imposible de comprender. Uno se pregunta: Si por
misterio se entiende a lo desconocido, si es desconocido, ¿cómo es
posible afirmar que existe y es verdad? ¿Cómo es posible depositar
tanta confianza en un misterio ignorado e incomprensible? ¿De qué
sirve afirmar que existe el “k22” si el “k22” es incomprensible? ¿De qué
serviría afirmar que detrás de la naturaleza, existe un mundo extra
natural al que se le debe devoción, por ser superior a nuestra
naturaleza? Si por naturaleza se entiende a la totalidad de las cosas
¿cómo se puede afirmar que existe algo exclusivo y excluido de la
totalidad? ¿Cuantas naturalezas o totalidades hay? Y la pregunta del
millón, ¿qué es un misterio?
Otros, convencidos de que la humanidad es subproducto de un
proceso operativo sin fronteras, sin origen ni finalidad, obligan a
reunirse en torno a un determinado centro, llamado –estado socialista-,
que pretende dirigir a la especie humana, en su proceso de desarrollo
sin destino, al azar. A la espera de que ciertas mutaciones entren a
formar parte de dicho proceso sin dirección, para que, luego de
millones de años, surja por casualidad, algo inesperado y distinto pero
mejor que lo anterior. ¡Curiosa visión! Habría que preguntarles, qué
entienden por azar, que entienden por mutación y como pueden
demostrar la continuidad de un proceso por azar, de miles de millones
de años, indemostrables, puesto que el ser humano, se originó, según
la misma ciencia que defiende los miles de millones de años, hace solo
cuarenta mil años. Y el punto más importante… ¿cómo es, que por
casualidad o por azar, las especies se adaptan a lo mejor y no a lo
peor, o a lo mayor y no a lo menor? ¿Por qué, si es por azar, en lugar
de unirse con sus parejas, no las rechazan y buscan parejas de
cualquier otra especie? Y ¿por qué por azar, las vacas no paren
mariposas? ¿Cómo es posible que por azar sucedan tantas cosas en
continuos procesos? ¿Cómo mejora por si sola la calidad de una
determinada especie, hasta transformarse en otra –especie- superior?
¿Cuál es la cualidad que determina una u otra especie? ¿Cuál es el
proceso de transformación al azar, de una branquia en pulmón, o de
una molleja en estómago? Estas dudas no buscan contestaciones
antojadizas, exigen razones justas que demuestren los procesos de
desarrollo para comprenderlos. La verdad no se cree, se sabe y
porque se comprende se aplica. Si es verdad y ocurre… ¿Por qué no
somos capaces de realizar una sucesión evolutiva? Y ¿cómo puede
una evolución por azar, ser continuada en pro de otra mejor? Y la
pregunta del millón, ¿qué es el azar? Hemos tergiversado el
significado de desarrollo con un concepto cuya significación es otra. El
desarrollo es un proceso de mejora de las capacidades emocionales,
intelectuales o conductuales de un ser. Evolución es la transformación
de unas capacidades en otras diferentes. Las capacidades sensibles,
cognoscitivas o productivas no pueden superar su máximo de plenitud,
verdad o cumplimiento de sus funciones. Pensar que la sensibilidad
puede superar su máxima de plenitud es imposible, ninguna sensación
supera la plenitud o el coma. Pensar que la inteligencia puede
reconocer una razón superior a la verdad absoluta es imposible, no
existe razón superior al juicio justo o a la verdad, ni inferior a la
ignorancia. Pensar que existe una posibilidad de superar el
cumplimiento de una función es imposible. Ningún deber puede
superar el nivel de su completo cumplimiento, ni ser inferior a la
inoperancia o inactividad. Imaginar, se puede, pero no todo lo
imaginado es razonablemente cierto.
Existe el otro sector de individuos que consideran el intercambio de
valores económicos, superior al intercambio de valores humanos y
fijan su atención en el ideal de la autorrealización, al gusto de cada
uno en la conquista del éxito. Se transforman en profesionales, en
empresarios, doctores, abogados o ingenieros ajenos al fracaso. Y se
consideran felices en su realización, por ser reconocidos, admirados o
imitados por sus coetáneos, Se dicen realizados con el éxito en la
acumulación, pero, carecen de humanidad en su comportamiento
adquisitivo. Podríamos decir que: ¿son reconocidos similares por su
naturaleza humana? ¿Qué es el éxito para el que acumula, más allá
de una conquista? Y, la pregunta del millón ¿Qué es la realización?
Para que esto, a nivel de desarrollo humano, suene convincente, se
necesita más fe que la de San Pablo. Si lo anterior parecía extraño,
esto parece un novelón. Aun así son muchos los que están dispuestos
a perder su tranquilidad por la defensa de estas convicciones. Pero
“ser natural”, es para todos ellos, un verdadero misterio. Ninguno
puede explicarlo.
Se defienden los credos, pero cuando no existe un fundamento
demostrativo, el credo se transforma en opinión, y el que opina en
opinólogo. Estamos acostumbrados a lo superficial. Vemos noticias en
los medios de comunicación, de lugares en los que nunca hemos
estado, e imaginamos que deben ser del modo que se nos antoja.
Escuchamos opiniones de famosos a los que no conocemos e
imaginamos que deben ser según los imaginamos. Vemos soluciones
a problemas que nunca hemos tenido y se nos olvidan porque no las
aplicamos. Nuestras mentes están repletas de imaginación. Vivimos en
un mundo imaginado, por seres imaginarios que imaginan de acuerdo
con su imaginación. Pero la realidad es otra distinta a la imaginada.
La realidad.
La realidad es como es y debemos aprender, a ver cómo es la realidad
aislada de nuestra fantasía. Creer no es de sabios, creer no es saber;
lo que se sabe, se puede realizar o demostrar, lo que se cree, no tiene
fundamento que lo certifique o justifique, ni prueba alguna que lo
demuestre, solo se justifica en la mentalidad de quien lo cree. Se cree
mientras se encuentra lo considerado justo o existente. Mientras lo
considerado es un misterio, se cree en ello, cuando el misterio se
resuelve, ya no se cree, se sabe. Hace un par de horas creía que iba a
ganar el Club de Futbol Barcelona al Real Madrid, lo creía,
lógicamente no tenía cómo demostrarlo, ni podía justificarlo. Se cree
antes de conocer, es una esperanza, se espera que pase y por eso se
considera deseado y se cree. Ahora se terminó el partido y el
Barcelona goleó al Madrid por 4 a 0. Ahora –conozco- el resultado del
partido, ahora no necesito creer, ya sé y puedo demostrarlo con
videos, noticias, testigos, etc. ese resultado pasa a ser historia
compartida por quien se interese en conocerlo. Los credos no son
permanentes, vienen y van, se olvidan cuando se descubre su realidad
o fantasía. Creer y defender la existencia de lo inexistente, porque
nadie lo ha visto, extra-espacial, porque nadie ha estado, o extra-
temporal porque nunca ha pasado, es solo expectación, y no digo que
no se necesite de las expectativas para crear nuevas propuestas, pero
no se pueden defender hechas, hasta no ser conquistadas y
demostradas existentes.
Es lógico que exista un origen creador de todo acto, en base a la
comprensión de que toda causa es a su efecto y todo efecto es en su
causa. Es lógico pensar que existen los procesos en base al
conocimiento de la energía, que implica orientación en dirección, pero,
hacer la defensa de lo que ocurrirá en el futuro, sin demostrar los
pormenores del proceso, es algo fuera de contexto. El futuro es un
adverbio de tiempo, que, hasta no presentarse y ser presente, no se
puede defender que es realidad. Pensando un poco más, el principio
de causa y consecuencia no se aplica en lo eterno, ni en el infinito.
¿Cuál sería la causa y el efecto en lo eterno? ¿Cuál es la causa de lo
eterno? Y ¿Cuál es el efecto de lo infinito? Bajo esta perspectiva, lo
causal y consecuente son atributos de una particularidad, pero no de la
totalidad. Causas particulares infinitas y efectos particulares infinitos,
dentro de la totalidad eterna e infinita. De donde se deduce que, la
naturaleza de la totalidad no es la causa originaria de las
particularidades, sino que, dentro de la totalidad, el origen causal de
cada particularidad es también particular. Pero ha de existir cierta
conectividad en el actuar originario de cada particularidad, con la
totalidad eterna e infinita, que motiva a dicha particularidad a la
permanencia en el tiempo y a la extensión en el espacio. Esa
condición existe en cada especie en su celo reproductivo. El celo
reproductivo existe en pensamiento y en los sentidos. Reproducimos
estructuras de pensamiento (idea e imagen) y estructuras moleculares
(gene y generaciones).
Curiosamente, la reproducción de ideas en imagen, necesitan del
poder de la conquista, así como la reproducción del gene en
generación, también exige de conquista. La conquista es un ánimo que
anima a obrar en pro de la unidad y en la totalidad, cada particularidad
existe unida a la totalidad. Ese ánima que anima, es el poder de una
fuerza motriz. Fuerza que contiene en su empuje: orientación,
velocidad y recorrido. Tres aspectos entre dos puntos, el inicio y el
final. Inicio y final existen conectados por el poder de la fuerza que ha
cumplido tres aspectos fundamentales: orientación, velocidad y
recorrido. Del mismo modo en la conectividad humana, existen dos
aspectos complementarios (masculino femenino) que precisan de la
maduración de la emoción, del intelecto y de la voluntad, para lograr la
meta de su completa maduración. La realidad de la realización
humana no es singular, es dual.
Realidad dual Ser consciente de que toda causa es a su efecto y no
existe efecto sin una causa originaria, no es algo fácil de comprender.
No es fácil admitir que no existe magia, ni milagro creativo, ni lo
originado por la nada, porque toda consecuencia tiene un origen, todo
es originado por una causa, independiente de que se la conozca o se
la ignore. Y la magia o el milagro, solo se sostienen sobre la premisa
de ser productos de un origen desconocido. No es fácil comprender
que el agua y la sed son complementos, o que toda acción implica una
reacción. Asimilar que todo valor contiene el deber de establecerlo y el
beneficio de disfrutarlo, no es algo simple de descubrir, a pesar de
experimentarlo en cada cosa que se hace. Se necesita del ejercicio de
una sensibilidad profunda para descubrir la dualidad de las cosas.
En toda acción existen pretensión y propósito y en todo actuar existe
un emisor y un receptor. La naturaleza de las cosas, no se percibe
cuando el individuo se acostumbra a descubrir lo superficial de los
sucesos. Lo superficial de las cosas son los hechos, no los procesos,
su intención, finalidad y su estructura, eso no se ve, el hecho sí, eso es
fácil de ver. Conocer los hechos no significa que los comprendes.
Todos vemos y conocemos el televisor, pero, no por eso todos lo
comprendemos, solo comprenden el televisor, aquellos que lo pueden
realizar. Se debe comprender que, todo acto, contiene intencionalidad
causal originaria y consecuencias o efectos producidos, mediante un
sujeto creador del acto, que pretende o propone el objetivo, mediante
procesos y estructuras de consecución. La estructura del acto es
complicada, cuando no se la analiza en su completa dimensión. No, no
es fácil admitir que no se sabe cómo se originan las cosas. Y no es
fácil admitirlo, porque se debería conocer. Esa es la responsabilidad
del ser humano. Por eso somos responsables. La responsabilidad
humana, contiene en sí, el deber de realizarse, para lo cual, ha de
captar y descubrir, su identidad y función original, lo que obliga a
descubrir cuál es su origen, o causa originaria. Todo humano debe
descubrir su origen, identidad y propósito, por eso, cuando se interroga
a cualquiera sobre estos temas, responden tonterías, pero todos
responden algo. Claro que lo que responden, no corresponde con las
leyes de la naturaleza creativa del ser humano, pero igual opinan, a
ver si el otro los reafirma, o cesa con su interrogatorio. Porque se
supone que lo deberían saber. A nadie le gusta que lo reconozcan
egoísta, majadero o desinteresado y flojo o vago, por no haber
descubierto su función. Buscar la función del ser persona, requiere de
mucho esfuerzo y concentración y en lugar de asumir el sacrificio de
esa indemnización, se prefiere, lo que los ingleses llaman: “personal
exclusión”, en otras palabras, excluirse frente a la responsabilidad de
descubrir la función que nos realiza humanos. Se debe hacer la
distinción entre conocimiento y comprensión, conocer implica
únicamente que se es testigo de lo que fue, o de lo que se ve, pero se
desconoce el origen o por qué de lo que ocurre, y su finalidad o para
qué. Se conoce el qué y se comprende el por qué, el qué y el para
qué. Uno conoce la tiza, cuando la ve, y la comprende cuando
descubre que, con carbonato de calcio o yeso y un poco de
tragacanto, mezclado con agua, en un cilindro de papel, permite
endurecer un cilindro que sirve para graficar sobre la pizarra. Se
conoce aquello que se ve, se oye, se huele, se olfatea, o se toca y se
comprende aquello que uno puede realizar, justificar o demostrar.
No es fácil llegar a la conclusión de que toda actividad responde
siempre, a la necesidad que la provoca o produce, propone o
pretende. No es fácil comprender que todo lo creado contiene
intencionalidad, selectividad y poder. Cuando se asume esta
convicción, se termina la comprensión lineal que comienza en lo
singular y se inicia un nuevo modo de pensamiento dual trinitario. Las
cosas ya no son una, son duales, son productos de una causa
originaria contenida en ello y esa causa, es satisfecha con la actividad,
por lo tanto, indica que todo acto es causa, consecuencia y valor. Tres
aspectos en uno: causa, consecuencia y valor. Luego, la unidad es una
dualidad trinitaria. Esto se debe al entendimiento de la
complementariedad universal. Complemento significa que se necesita
para completar o cumplir al otro y viceversa. “Cumple” viene de
completar y –mentar- viene de aludir, alude a completar. Se dice que
completa al otro, eso es lo que complementario significa. Si
consideramos complementario, el genital femenino al masculino y este
al femenino, es porque juntos pueden cumplir la tarea generativa, pero
aislados, no generan y con otro objeto u objetivo, que no sea su
complemento, degeneran. Esto, es algo muy claro de comprender,
sobre la base del entendimiento de las palabras. Lo difícil, es llegar a
comprender que todo lo creado, absolutamente todo, contiene tres
atributos y por lo mismo, no son elementos singulares, aunque
nosotros así los denominemos. Todo acto contiene intencionalidad,
selectividad y poder. Absolutamente todo. La singularidad
independiente no existe. Toda existencia es el complemento de otra.
Pensar que el fuego es independiente del combustible, que el hielo es
independiente de la temperatura, o que el interés es independiente del
conocimiento es imposible. ¿Cómo justificar que el arte es
independiente de la naturaleza de lo supremo o que la creación es
independiente del creador?
Lo inmutable y lo variable.
En la naturaleza de la creación, existen dos categorías de aspectos
fundamentales: Inmutabilidad y variabilidad. Lo inmutable y lo variable
se complementan en la unidad. Lo incambiable es constante,
inmanente y conectivo. Lo variable es inconstante, particular y no
necesariamente conectivo, aunque también existen aspectos variables
conectivos. Lo inmutable es previsible y lo variable imprevisible. El
individuo, ha de ser el artista que conjugue lo variable con lo
inmutable. En la creación de objetos, el creador es inmutable en la
consecución de su idea, y los recursos para su conquista son aspectos
variables. El líder social, ha de ser inmutable en la persecución del
bien común y variable en los procesos y estructuras de consecución
del bien común. El maestro, ha de ser inmutable en la conquista del
educado y variable en los procesos y estructuras de consecución del
educado. La ignorancia de esta dualidad, necesaria para la unidad, en
la consecución del bien común, ha producido muchos trastornos. La
invariabilidad y variabilidad es una dualidad inexcusable, por lo tanto,
el dicho popular de: “Todo es relativo” es falso. En este dicho se afirma
la dualidad, cuando se dice: “Todo” (cantidad) es relativo (calidad). Si
existe la dualidad absoluta en todo, el valor de la calidad, también
posee el elemento dual de ser particular o relativo y completo o total y
absoluto. Lo inmutable es absoluto y lo variable es particular. Pensar
que lo que es bueno, puede ser malo al mismo tiempo y en el mismo
lugar, para el mismo observador, es imposible. El valor no puede al
mismo tiempo, en el mismo lugar y para el mismo observador, valer y
no valer; o vale y es valor o no vale y no lo es. La dualidad natural es
inexcusable. Morfológicamente hablando, la mayoría de los seres vivos
son simétricos o asimétricos en una continua progresión (simetría
radial). Pero la dualidad existe en todos y cada uno de ellos. Toda
especie contiene una naturaleza directiva y un proyecto a construir. Se
producen y se reproducen, nacen y mueren, reciben y ofrecen, se
ubican en un lugar y durante un tiempo. Y podríamos llenar la página
de aspectos duales en cada especie. Pero la dualidad no existe
aislada o por sí sola, existe conectada por un centro que la realiza o
complementa, ese centro es su finalidad. La dualidad existe -en
función de y para cumplir a-. Ejemplos de dualidad, podemos
encontrar, desde la polaridad positiva negativa de la energía, hasta la
dualidad cósmica de la compensación que mantiene el orden, pasando
por la dualidad físico química contenida en la materia, o la dualidad
mente y cuerpo del ser humano. Como dije anteriormente, toda
dualidad complementaria, existe por y para el cumplimiento de una
determinada finalidad y esta finalidad, es la que justifica la existencia
de la complementariedad dual (cada uno de los complementos). La
dualidad masculino femenina, existe para reproducir, la dualidad
hambre y alimento, existe para nutrir, la dualidad dentro o fuera, existe
para ubicar, finalidad y función, existen para completar o cumplir, el
pasivo, más el capital contable, producen el activo de una economía,
etc. La filosofía tradicional ha cometido el error de estudiar la
naturaleza de las cosas, aislada de las cosas y a las cosas, aisladas
de su naturaleza. Descartes habla de la sustancia independiente de
cualquier otra cosa. Hobbes, aísla las cosas y dice que son cuerpos en
movimiento, pero independientes de su finalidad. Francis Bacon,
separaba la religión de la filosofía y pensaba que el universo está
compuesto de cuerpos individuales. Spinoza dice que la “pasta” o
sustrato del universo es enteramente independiente de todo porque es
el todo (Dios). Tomas Reid explica que las cosas, existen
independiente de nuestras ideas. Curiosamente, estos mismos
filósofos, pensaron contrariamente a sus propuestas, que toda causa
es a su efecto, pero se interesaron por la defensa de lo independiente,
por sobre la defensa de la dualidad. Berkeley por ejemplo, afirma que
toda existencia ha debido ser evaluada por los sentidos para justificar
su existir. En este caso se reconoce la complementariedad, pero
generalmente hablando, la filosofía se ha dedicado al estudio de
particularidades aisladas o independientes. La religión también ha
cometido el mismo error, al independizar al hombre de Dios,
considerando que Dios es independiente del hombre. Pero ocurre lo
mismo que con los filósofos, también explican que Dios existe en cada
uno de nosotros. Si Dios y el hombre son complementarios, el hombre
ha de complementar a Dios y Dios al hombre. La ciencia también
comete el mismo error, estudia los cuerpos aislados de la totalidad,
pero también admiten que forman parte del todo. La razón de porqué
ocurre esto es debida a la ignorancia de los fundamentos de la
totalidad. La ciencia piensa que es imposible comprenderlo todo, por
lo tanto, no estudian los fundamentos del todo. La religión piensa que
es imposible comprender a Dios, por lo mismo, no estudia los
fundamentos de Dios y la filosofía piensa que la sabiduría es infinita,
por lo tanto no estudia los fundamentos del saber; este es un grave
error, porque al no comprender la dualidad complementaria de la
naturaleza, se analizan únicamente los aspectos por separado y no se
llega a comprender la finalidad de los mismos. Se sabe mucho de
aspectos y poco de la totalidad. Incluso existe una actitud despectiva
de lo absoluto, se tiende a tildar de impositivo en lugar de comprender
que todo lo particular se justifica en la función que cumple, dentro de la
totalidad absoluta y eterna.
La consecuencia es siempre y por algo realizada.
Toda actividad, responde siempre, a la necesidad que la pretende,
propone o produce. Pretender, proponer y disponer, son tres aspectos
en uno. No se puede proponer ni pretender, aquello de lo que no se
dispone, ni se dispone de aquello que no fue propuesto y todo lo
propuesto ha sido pretendido. Se pretende, ser satisfecho, algo que se
ajuste a criterio, y lo completo, de donde se deduce que se pretende
un valor. Se propone aquello que se ajusta a la idea, por lo mismo, se
espera cumplir aquello que satisface. Podemos deducir que toda
necesidad espera la conquista del valor.
CAUSA VALOR CONSECUENCIA
Toda actividad responde siempre a la necesidad que la formula o
establece. Busquemos ejemplos de actividad. La actividad económica,
por ejemplo, existe y se mantiene en función del precio que establece,
el ajuste entre oferta y demanda. Es imposible pensar en una actividad
económica en donde no exista oferta, demanda y mercancía.
Imposible sería la actividad económica sin los acuerdos, ajustes y
encuentros de unidad, entre productor y cliente. La actividad industrial,
por ejemplo, existe y se mantiene mientras exista la transformación de
recursos naturales en productos elaborados y un mercado que los
necesite. Sin mercado, sin recursos y sin trasformación, es imposible
mantener una industria. Pero sin la correlativa unidad entre dirigentes y
empleados, tampoco se podría mantener la actividad empresarial. La
actividad educativa es otro ejemplo, sin aprendices, docentes y
conocimiento, sería imposible establecer la actividad educativa. Y sin
la similitud entre aprendiz y docente, no sería posible establecer
educación. Actividad inflamable, sin chispa, oxígeno y combustible,
sería imposible la actividad del fuego, lógicamente el fuego existe,
gracias a la combustión. La actividad química, necesita de al menos
dos componentes para realizar la transformación. Cualquier cosa que
observemos responde a una razón y contiene una dualidad trinitaria. Si
conocemos la proporción aurea, nos damos cuenta de que la mayor
parte de la geometría de lo creado, opera en base a ciertos números o
proporciones exactas. Proporción entre dos extremos. ¿Cómo es
posible que animales, plantas, moléculas, átomos y partículas
respondan a ciertas razones de predador o presa, o enlaces poli
fileticos, por el equilibrio de las especies o, de mediador en el
cumplimiento de alguna función y el ser humano, no tenga función
alguna que cumplir, si cuando muere le decimos difunto o que no
funciona? Todo lo que funciona ¡cumple una función! Toda función, se
inicia en una necesidad y se termina al ser esta satisfecha. Porque se
inicia en una necesidad, podemos afirmar que toda actividad pretende
un bien, porque espera aquello que satisface a la necesidad que lo
formula u origina. Si toda actividad pretende un bien, ¿Por qué se duda
frente al otro en una relación interhumana? Porque se ha trasformado
la dualidad original, en bipolaridad y la trinidad en triunfalismos. Por
triunfar por sobre el otro, se adoptan posturas bipolares, acordes al
ejercicio de triunfar. Actitudes variables, cambiantes, imprevisibles e
inexplicables, como la arrogancia, la insolencia, o la desfachatez. Este
tipo de respuestas, es imposible que generen respeto alguno. Una
gran cantidad de individuos, esperan aprovecharse del otro, ocultarles
algo o utilizarlos y dejarlos después. El egoísmo contemporáneo es
muy fuerte, siempre lo ha sido. Por eso nos hemos olvidado de la
dualidad; de pensar y obrar por el bien común. Las respuestas
irrespetuosas, desajustadas y emocionalmente irritantes, han
generado la actitud de duda frente al otro, independientemente de
cómo responda. Esa tensión, (ansiedad o angustia), provoca
alteración en el ánimo y genera una respuesta defensiva en el otro.
Eso agrede. La humanidad, no ha sido capaz de controlar la agresión,
porque ignora los fundamentos de la naturaleza humana. Ignora que el
humano debe controlar las virtudes de la prudencia, firmeza y
templanza; debe controlar los instintos de protección, conservación y
reproducción y debe controlar el celo emocional, intelectual y
motivacional, para evitar que se transforme en recelo. Y por último, el
humano maduro, debe responder siempre voluntaria e
incondicionalmente al cumplimiento del máximo deber valido para
todo. Al ignorar cual es la función de la naturaleza humana, la
ignorancia del individuo, no lo determina a resolver, solucionar o
satisfacer, la máxima necesidad válida para todo, y lo expone a la
descalificación, acusación o reclamo. Y eso, ansia y angustia. Cumplir
con el deber que se debe, ansia. Y no haberlo cumplido, angustia. El
instinto de protección alarma frente al peligro con tensión, a esa
tensión se la denomina ansiedad; y responde frente a la incapacidad
con otra tensión, a la que se denomina angustia. Angustia la falta de
alimentos, agua, seguridad, etc. Y ansía por encontrarlos. La suma de
ansiedad y angustia produce miedo. El humano maduro debe controlar
el miedo. El celo es un servidor custodio de la unidad que en sus
extremos se transforma en recelo. El humano maduro, debe controlar
el recelo. Eso evita la actitud defensiva que provoca la agresión.
La falta de comprensión dual en las relaciones humanas Las
relaciones humanas, provocan y producen trastornos, derivados de la
falta de empatía y similitud en el entendimiento de las funciones
interpersonales. Y por falta de continuidad en el ejercicio de lo
correcto.
Una correcta relación se inicia por el bien común, por el bien de todo:
atendiendo, entendiendo y estando atento a las necesidades
fundamentales del otro. Seduciendo con afecto, persuadiendo con la
razón y motivando con el ejemplo de lo correcto. De este modo el otro,
responde motivado, convencido y respetado. De no cumplirse esta
condición, el otro, reclama, acusa o se enfrenta, rechazando al que
inicia la relación o la conversación.
Trastornos.
Al ignorar cual es la función a cumplir en una relación, la relación, en sí
misma defunciona. Las disfunciones interhumanas se derivan de
síntomas egosintónicos o tensiones extremas de ansiedad o angustia.
Por ansiedad o angustia, se tiende a sobreproteger o ser indiferente;
a arrogar o a ignorar, a agredir o defender. Estas seis
caracterizaciones son los fundamentos esenciales de los trastornos de
personalidad. (Sobreprotección, indiferencia, arrogancia, ignorancia,
agresividad y a la defensiva). Tanto la ansiedad como la angustia, son
actitudes egocéntricas, sobreprotectoras. Se ansia lo que se espera,
con sobre expectación; angustia lo imposible de realizar o conseguir,
cuando se necesita, interesa o desea. Este tipo de actitudes orientadas
en la defensa del individuo, provocan desajustes, desacomodos y
desconexiones. Se debe comprender que en una relación, se espera la
similitud inter-sensorial o inter-sensitiva (sensaciones similares), la
similitud inter-racional (entre razones justas) y la similitud inter-
cooperativa (por el bien común). La falta de correlatividad, similitud y
adecuación, genera tensión.
Una sensación de desagrado, desagrada al otro. Lo mismo ocurre con
las sensaciones de agrado, se contagian. ¿Quién no ha visto alguna
vez que cuando un niño llora, lloran también los que están cerca de él,
o cuando alguien se ríe, motiva al próximo a reírse? Lo mismo ocurre
con la verdad y la mentira. La verdad provoca confianza, la mentira
provoca lo desconfianza. Lo bien hecho motiva a repetirlo, lo mal
hecho, desmotiva. Estas cosas tan comunes, se nos pasan por delante
cada día y por no analizarlas, quedamos sin comprenderlas.
Los trastornos originados por la ignorancia de lo normal, provocan
actitudes mentales que somatizan en patologías que derivan en
enfermedades de distinto grado, dependiendo de hasta qué extremo
se las magnifique. Todo tipo de conductas o pensamientos producen
sensaciones, pero existen trastornos originados por sensaciones
inadecuadas, otros por pensamientos o razones injustas y otros, por
comportamiento inapropiado.
Trastorno, es un estado de descontento, desajuste y desequilibrio y
puede ser algo momentáneo o continuo. Cuando el desequilibrio, el
desajuste o el descontento se sostienen y repiten en el tiempo,
producen trastornos conductuales, por la falta de equilibrio; trastornos
intelectuales por los desajustes continuados y trastornos emocionales
por el continuo descontento. Es lógico pensar que un desequilibrado,
sea imprudente, destemplado e indeterminado para realizar cualquier
labor o para cumplir cualquier responsabilidad. Lógico es también,
pensar que el desajustado a la razón, imagine, crea o fantasee con la
realidad, hasta el extremo de ser imposible confiar en él. Y es lógico
también, que el disgustado, produzca en su entorno el mismo
descontento, obligando a la desconexión de quienes lo perciben y a la
somatización de las tensiones, derivadas del disgusto.
Los trastornos de personalidad son derivados de tres grandes áreas
fundamentales: El área emocional intelectual y motivacional o
conductual, derivado de la actitud voluntaria de cada uno. Trastorno es
una conducta repetida, que se transforma en habitual, o en costumbre
en el individuo que la repite y que produce en quien la recibe:
desagrado, desacuerdos y discordia. Los trastornos surgen en la
desconexión. Los trastornos de personalidad (excluyendo los casos
extremos) no son enfermedades propiamente tal; se trata de
desequilibrios que surgen en las relaciones entre personas, pero que
provocan la ruptura de la armónica dinámica de la relación. En una
relación existe el activo emisor que pretende o propone el objetivo de
la relación y el receptor o persona que responde a la propuesta del
emisor. El trastorno se produce cuando el receptor no está de acuerdo,
no concuerda o no coincide con el objetivo propuesto por el emisor. En
ese caso, el emisor, siente su insuficiencia, pero al provocarlo en el
otro, considera al otro, causal de la agresiva defensa. Por eso resulta
difícil aceptar dicho trastorno en uno. Por ejemplo:
El sobreprotector siente que es necesario proteger y que su
protección es adecuada, pero cuando el sobreprotegido, reclama,
acusa o rechaza, esa actitud de ser sobreprotegido, por considerarla
excesiva, el sobreprotector, asume la defensa de su protección,
reclamando, culpando o acusando al que reclama, por su rechazo. No
puede aceptar que reniegue de su actitud sobreprotectora.
Lo mismo ocurre con el indiferente. Asume que no es necesario
atender, entender o estar atento a su inmediato y por eso no actúa.
Cuando el inmediato, lo reclama, acusa o rechaza, el indiferente
defiende su postura culpando al inmediato por su rechazo. Y responde
¿para qué, me necesitas? O ¿por qué no me lo pediste?
El arrogante opera del mismo modo. Asume la defensa de su
persona, por sobre la defensa de la razón y cuando el compañero,
reclama, acusa o rechaza su arrogancia, el arrogante culpa al
compañero por su rechazo. Los trastornos de personalidad operan
todos de igual manera. El trastornado no reconoce falla en su trastorno
porque a él no le afectan, el afectado es el otro.
El ignorante de lo fundamental, asume que no es necesario saber
cuál es su función, porque a él en particular, no le interesa, pero
cuando se enfrenta a las preguntas fundamentales de sus hijos y este
muestra su ignorancia, los hijos reclaman, acusan o rechazan la
ignorancia del padre; y este, responde culpando a los hijos por su
rechazo. ¿Tengo que saberlo todo?
El agresivo impositivo, asume que es necesario enfatizar con
vehemencia o imposición ante el contrario. Y cuando este, reclama
acusa o rechaza su arrebato por considerarlo una actitud agresiva, el
agresivo, culpa a la víctima por su rechazo. El que se impone justifica
su enfática imposición en alguna razón, sin comprender que está
privando al otro de su libertad, de su autonomía o de su
responsabilidad.
El defensivo inactivo asume que no debe actuar y cuando el
necesitado reclama, acusa o rechaza su actitud insuficiente o
irresponsable, el defensivo inactivo, culpa al urgido por su rechazo. En
ningún caso el trastornado aceptara su trastorno, a no ser que sea
educado en las consecuencias de su actuar y reconozca que es el
afectado el que determina si tu conducta es o no es suficiente,
concordante o adecuada. Cuando el individuo reconoce que es el
habitante de la casa el que certifica al arquitecto, que es el alumno el
que califica al maestro y que es el hijo el que valida o invalida a los
padres, ese nivel de desarrollo humano, puede reconocer sus ajustes
o trastornos en las respuestas de sus inmediatos.
La dinámica del desajuste, es sutil y difícil de reconocer en una
relación, pero es el mecanismo originario de los trastornos. Es
importante reconocer el mecanismo de lo reciproco, de lo ajustado y
de lo correlativo, para establecer relaciones ajenas a los trastornos.
Los trastornos, provienen de la desadaptación en tres grandes áreas.
1-Del área emocional. Trastornos afectivos por sensaciones de
desagrado, rechazadas también con desagrado. Este tipo de
trastornos emocionales suceden generalmente en el mutuo
desencuentro, por descontento. Son muchas y variadas las
consecuencias que las originan. Desde el simple dejar de comunicarse
por flojera, hasta el odio a muerte por acumulación de experiencias
desagradables. El desadaptado emocional, que no descubre las
necesidades prioritarias y no cumple diligentemente su responsabilidad
de resolverlas, califica insensible ante la naturaleza del deber. No se
complementa.
2-Del área intelectual. Trastornos cognitivos por desajustes en el
criterio y comprensión de las cosas. Desajustes que en su extensión
obligan a enfáticas explicaciones que en su extensión, derivan en la
insolencia o arrogancia. El desajustado intelectual, que no descubre y
reconoce las máximas razones justas, de sus objetos de interés y no
cumple diligentemente la responsabilidad de compartirlas y ajustarse
en ellas, califica ignorante ante la naturaleza de la razón pura. No se
complementa.
3- Del área conductual. Trastornos por comportamiento irresponsable
o inoperante. No cumplir con el deber, disfunciona al responsable y se
le pierde el respeto. El deshabituado conductual, que no domina
siempre su actitud de entrega voluntaria, al cumplimiento del máximo
deber y no cumple o completa sus iniciativas o proyectos, califica
irresponsable ante la naturaleza de las necesidades. No se
complementa.
La necesidad, se complementa en la satisfacción. La razón se
complementa en la comprensión. El deber se complementa en el
cumplir. Si el individuo no cumple, no comprende y no satisface, no
madura satisfecho, no desarrolla su intelecto y no se realiza. Todo
humano necesita cumplirse, completando su proceso de desarrollo
conectivo, cognoscitivo o cooperativo, hasta establecer los vínculos
emocionales, intelectuales y debidos de cumplir por el dictamen de la
naturaleza humana.
El desarrollo de la sensibilidad, se establece captando las máximas
necesidades en importancia y prioridad. El desarrollo del intelecto se
establece, reconociendo la máxima razón justa y el desarrollo de la
voluntad, se establece respondiendo al cumplimiento del máximo
deber necesario que beneficie a todo. El hábito constante a este
ejercicio, desarrolla las capacidades humanas. Si a este compromiso
se le añade el desarrollo de la prudencia en la elección de alternativas
válidas, la firmeza en la determinación a terminar los proyectos,
objetivos o pretensiones y la templanza en el equilibrio de las
diferencias, el humano se educa en los aspectos fundamentales de su
desarrollo humano. El líder, maestro o padres de este sujeto deben
cooperar fiscalizando el desarrollo correcto que evite los traumas y
trastornos de personalidad.
Hemos confundido la igualdad de derechos con el derecho a la
igualdad, para no ser evaluados y con ello, no se puede devaluar
aquello que no contiene valor, lo que obliga a permitir y tolerar todo lo
contrario a lo que vale. Esta premisa, sustituye el aprendizaje con la
escolarización, suficiente para conseguir su triple ideal: autonomía,
tecnología y facilidad. La educación es un proyecto colectivo y
conectivo, que incluye al interesado a su familia, su escuela y la
sociedad. Cuando la sociedad, la escuela y la familia no responden al
cumplimiento del deber de orientar, compartir y rectificar las conductas
contrarias a los valores de plenitud, justicia y responsabilidad, el
aprendiz, carece de protección y orientación educativa. El alumno sin
dirección licita y decente, se desvincula de su propia realización y no le
queda más remedio que revelarse o aceptar su ignorancia e
insatisfacción. Algunos jóvenes, los valientes, transforman esa
experiencia en “no ser como sus pares o sus padres” y se revelan,
convirtiéndose en ocasiones en “los padres de sus padres” originando
así, la descalificación de los mismos y el desencanto, desajuste y
desencuentro familiar que desvincula el núcleo familiar e impide su
sano desarrollo normal. Se piensa que la educación es una tarea del
ministerio de educación. Una gran cantidad de padres, delegan en el
ministerio de educación el desarrollo de los hijos, sin darse cuenta de
que el ministerio, se fundamenta en postulados o ideales políticos y en
ocasiones, esos ideales políticos no tienen nada que ver con la
maduración del ser persona. En algunos países eliminaron la
enseñanza y cuidado de las virtudes. Al docente le importa poco si su
alumno es prudente o no, si es templado o no, o si es firme o no, lo
único que hace ese docente, es bajar la nota por el incumplimiento de
la tarea, pero no le importa que su alumno desarrolle las habilidades
humanas, porque el estado no se lo exige. El derecho a la libertad, ha
logrado que el alumno exija su derecho a no educarse. Los correctivos
de conducta ya ni existen, un alumno puede llegar a clase y ponerse a
dormir sin que el profesor pueda despertarlo porque el alumno podría
exigir su derecho a la libertad. En muchos colegios se les priva del
uniforme porque discrimina, en otros el alumno llega a la hora que
quiere, sin que el docente pueda dar una explicación sobre el respeto
al grupo, o sobre el respeto a la normalización responsable.
El término “discriminación” no tiene límites. ¿Dónde se pone el límite
entre la diferencia y la discriminación? Se discrimina cuando se daña
la integridad del otro, pero una simple diferencia puede ser tomada por
el otro como objeto de rechazo. Por ejemplo, la expresión que muchas
veces escucho: “Ah, eres español” puedo tomarla por honrosa,
pensando que significa que vengo de un país desarrollado, o puedo
tomarla como agresiva, si entiendo que implica ser originario de un
imperio opresor, ladrón, asesino, promotor de la inquisición y de la
destrucción de los nativos americanos. Me puedo sentir bien o pésimo
frente a esa afirmación. ¿Tendría derecho a sentirme discriminado?
Educar es madurar en el respeto a las máximas necesidades
humanas. El respeto al más experto, al más maduro, al más sabio.
Respeto a la experiencia desarrolla la voluntad creativa, respeto a la
sabiduría, desarrolla la inteligencia y respeto al más maduro desarrolla
la conectividad vincular. En la actualidad el respeto se ha transformado
en tolerancia y se tolera todo, lo productivo y lo destructivo. Se tolera al
corrupto, al irresponsable, al inoperante, al mentiroso, a todos ellos se
les “respeta”, es decir, se les tolera. Eso no es respeto. Respeto es
responder al cumplimiento del deber con el deseo de imitarlo. Y lo
máximo a imitar es el establecimiento vincular entre personas. Nuestro
momento histórico es muy particular. El derecho a la libertad permite la
expansión en todas sus facetas. Somos testigos de la expansión del
conocimiento, gracias a los medios de comunicación e internet, de la
expansión turística y demográfica, gracias a los medios de transporte y
facilidades de construcción. El derecho a la libertad, facilita la
expansión, pero en el cosmos, la expansión existe sometida a los
límites del electromagnetismo. Nada se sale de esos límites, pero
nuestro sentido de libertad actual, no tiene límites. Se piensa que vivir
en un sistema democrático, garantiza la libertad del individuo, pero en
realidad no es así. Democracia es un sistema electoral, no es un ideal
compartido, sino todo lo contrario, es un sistema de apertura a la
diversidad de ideales. Ese es un grave problema y lo hemos
experimentado en varias ocasiones, desde la libre y democrática
elección de Hitler en Alemania, hasta la democrática elección de
Chávez en Venezuela, pasando por tantas otras. La promulgación de
la libertad de ideas contrarias a la norma del respeto por las leyes
naturales, ha creado un ecléctico teatro, en donde cada actor
representa su guion particular y que nada tiene que ver con el del otro.
El problema surge cuando el guion particular, contrario al beneficio de
los demás, adquiere la adhesión de la mayoría. En esos casos la
democracia se transforma en demagogia ingobernable. El sistema
electoral, es útil, cuando el electorado es maduro en la comprensión
del respeto, de la confianza y del respeto por la naturaleza humana.
Cuando comprenden que la finalidad es vincular.
Este concepto debe ser explicado, porque se tiende también a pensar
que el vínculo es una especie de arrimo entre amiguetes, algo así,
como una cierta atracción mutua o compartida. El vínculo no es nada
de eso.
¿Qué es el vínculo? Es necesario comprender la diferencia entre la
atracción mutua y el vínculo. Dos personas pueden atraerse
mutuamente y no estar vinculadas. Pero cuando están vinculadas, se
necesitan el uno al otro, porque se confían y se respetan. El vínculo se
compone de estas tres condiciones, respeto confianza y necesidad
compartida, la atracción mutua se basa únicamente en expectativas,
no en conquistas. La conquista del establecimiento vincular no solo
hace que las personas se atraigan entre sí. El vínculo, crea la
necesidad de estar unidos, de saber de cada uno y de preocuparse por
el mutuo bienestar. Por lo mismo, si no te preocupa el bienestar de tu
pareja, si no te interesa saber qué piensa, qué espera, o qué sabe y si
no sientes la necesidad de estar con ella, entonces, te puedo asegurar
que no estás enamorado de esa persona. Los vínculos afectivos,
cognoscitivos o consuetudinarios, se establecen luego de un proceso
de desarrollo. No son automáticos o inmediatos. Se debe conocer que
en el proceso de construcción del vínculo, la primera etapa es la de
respeto. El respeto se deriva de la experiencia del cumplimiento del
deber. Se respeta al responsable y este se trasforma de este modo, en
respetable. Sin respeto no se puede establecer la segunda etapa de
construcción del vínculo, la etapa de confianza. Con-fiar es fiarse de,
por ser sincero, honrado, honesto. Pero no se puede confiar en quien
no responde al cumplimiento de los deberes. ¿Cómo fiarse de quien
no cumple? Por eso es necesario comenzar cumpliendo los deberes o
las obligaciones por completo, para ganarse la confianza y sobre la
honestidad, sinceridad y confianza, se establece la necesidad por esa
persona. Cuando la necesidad es mutua, se cierra el vínculo completo
y ambos vinculados, se conectan por completo en la unidad afectiva.
Se tiende a pensar, que se está vinculado con quienes se pretenden,
atraen o nos gustan, eso no es vínculo, eso es expectación y
espectáculo. El vínculo exige del protagonista que lo establezca, no del
espectador que lo espera. La vida exige del protagonista, del líder, del
creador. Solo creando, se comprende la naturaleza del creador. El
espectador es pasivo, observa y espera ver la escena, el protagonista
la crea y por lo mismo, la disfruta. El observador coparticipa de la obra,
pero no adquiere la experiencia de realizarla. Y por lo tanto, no se
realiza en ella. El vínculo exige su construcción, hasta lograr el
establecimiento del respeto, confianza y unidad completa, e
inquebrantable. Invulnerable, tanto en lo emocional, como en lo
intelectual y en lo conductual. Se debe distinguir entre el atractivo, el
deseo, el apetito y el vínculo. Nos puede gustar alguien, podemos ser
muy buenos amigos, pero no por respetarnos o atraernos nos
vinculamos. El vínculo es un estado de interconexión, necesidad,
confianza y respeto mutuo, constante y permanente y que se
considera inquebrantable. En el vínculo se enlazan los tres aspectos,
emocional, intelectual y conductual, se comparten: tradición,
pensamiento y finalidad. Cabría decirse que en el vínculo, los tres
poderes del estado se enlazan por completo, tanto el ejecutivo el
legislativo y el judicial, los tres en pro del bien común.
En la mayoría de los casos, los trastornos manifiestan un
comportamiento extremo o carente de las tres áreas, las tres van
siempre de la mano, pero en el tiempo, se acumulan y ahí es donde se
diferencia el sensible, del intelectual o creativo. De todos modos, no
existe creativo irracional, ni racional insensible, ni sensible irracional.
Las tres áreas operan al unísono. La desconexión de estas tres áreas
es la que provoca trastornos, en todos los sentidos. La desconexión
entre el ejecutivo con el legislativo y judicial, provoca trastornos
sociales, la desconexión entre conductas o comportamiento,
conocimiento y finalidad familiar, provoca trastornos familiares y la
desconexión entre lo que se siente necesario, su comprensión y su
falta de cumplimiento provoca trastornos de personalidad. Es común
sentir la necesidad de eliminar la contaminación ambiental, pero la
misma persona que siente esa necesidad celebra entusiasmado su
parrillada antes del partido. Es lógico pensar que se debe cooperar con
el necesitado, pero el mismo que piensa eso, no sacrifica sus
vacaciones en Miami, por ayudar a quien lo necesita. Son muchos los
que consideran que el capitalismo es un abuso de consumo, pero los
mismos que piensan de ese modo, usan camisas polo y zapatillas
Nike. Son muchos los que discriminan a los que discriminan. Y todo
esto, sucede por la desconexión entre lo que sienten, comprenden y
realizan. Cuando la emoción, el intelecto y la voluntad se desconectan,
originan descontentos, desajustes y desencuentros, o sea, trastornos.
Las relaciones humanas, deben establecerse sobre la base del respeto
mutuo, de la confianza y de la unidad, atendiendo, entendiendo y
estando atentos a las necesidades fundamentales de la relación;
seduciendo con afecto, persuadiendo con verdad y motivándose con el
ejemplo de lo bien hecho, para establecer una dinámica motivante,
confiable y respetable. Respondiendo siempre y en todo momento, al
cumplimiento de la máxima necesidad válida para todo. Esa máxima
debe ser descubierta, reconocida, cumplida y compartida.
La falta de -sentido de prioridades- frente a las preferencias. Lo
principal o prioritario, en ocasiones, no tiene nada que ver con
nuestras preferencias personales; incluso en ocasiones, las contraría,
llegando a ser completamente opuestas. ¿A quién no le ha ocurrido
algo inesperado o contrario a lo que deseaba, que tiene que resolverlo
por sobre todas las cosas? Las preferencias son siempre personales.
La prioridad es una necesidad establecida. Por ejemplo: un rayo,
prendió fuego el árbol que está junto a la casa y obliga al dueño, a
tener que sofocarlo, eso es prioritario. Pero el dueño de la casa,
prefiere huir asustado; eso, es preferido. La disociación entre prioridad
y preferencia, genera siempre trastornos. La condición responsable del
ser humano, obliga a este, a ligarse –voluntariamente- al sentido de
prioridad. Para eso, debe distinguir entre lo que es inmediato o urgente
y lo que no tiene esa caracterización de urgencia. El individuo debe
establecer una escala de valores o de importancia en el cumplimiento
de sus deberes humanos. El humano debe estar siempre dispuesto a
resolver, satisfacer y remediar la máxima necesidad que beneficie a
todo. En otras palabras, el humano se debe, por sobre todas las cosas,
a ordenar, ajustar y resolver, cualquier necesidad que surja donde se
encuentre. El humano es, por sobre todo, un servidor público. Eso no
significa que sea un burócrata del estado, no. En este caso, servidor
público, significa que se debe al bien común y al ordenamiento
ecológico. Y para eso, debe entregarse voluntariamente al
cumplimiento del máximo deber necesario por ser válido para todo. Si
todos los miembros de una comuna, disponen de la actitud de
responder al cumplimiento de lo necesario, y lo resuelven, solucionan
o cumplen, sin reclamar, acusar o rechazar dichas obligaciones, cada
humano de esa comuna, dispondría de todo el tiempo y libertad para
crear sus propias cosas. Si todos y cada miembro de la comunidad,
responde voluntaria e incondicionalmente al cumplimiento del máximo
deber valido para todos, al beneficiar siempre a todos, no perjudica
nunca a nadie y de ese modo, se establece el orden mundial. Piensen
en cómo tendrían su propia casa, si todos los miembros de la familia,
ordenan, recogen, limpian y se entregan por el establecimiento de un
ambiente de amabilidad, confianza, cooperación y respeto al bienestar
del hogar. Si no reclaman, acusan o rechazan a nadie por sus
insuficiencias, desconocimiento o insatisfacción, porque asumen la
responsabilidad de satisfacer, resolver y realizar todo lo necesario para
el bienestar del grupo y del lugar. En ese lugar, con ese tipo de actitud
y comportamiento, ni la casa, ni los miembros de la familia padecerían
ningún tipo de trastornos.
Determinando la escala de jerarquía de prioridades. En todo momento
ocurren cosas a nuestro alrededor. El entorno determina las
necesidades del individuo frente al mismo. Y el individuo decide si
responde a dichas necesidades prioritarias o a sus propias
preferencias. En ocasiones, las preferencias personales, superan las
prioridades de un momento y en otras, sucede lo contrario, que las
prioridades superan a las preferencias. El juez ante esta dinámica, es
cada individuo. Pero para ser justo, el juez debe conocer muy bien las
leyes y normas de la naturaleza, por eso es de suma importancia,
estar bien educado en ellas. Prioridad y preferencia, deben
posicionarse en ese orden, la prioridad es primero y la preferencia
después.
¿Dónde y cómo se inician los trastornos? Los trastornos son errores y
se inician todos en el mismo lugar, en el intelecto humano. El intelecto
genera actitudes y cuando estas, son contrarias a la normalidad,
somatizan o bajan las defensas y provocan enfermedades físicas,
dolor de cabeza, hipertensión, depresión, etc. El intelecto es un
tribunal sicológico, en donde entre fiscal y defensor, convencen al juez
a dar su veredicto, de lo que se considera o no, un error. El error en la
naturaleza de las especies no existe. Solo existe en la mentalidad
humana, en su intelecto. El animal que muere porque comió una fruta
dañina, no es considerado errático por ningún otro animal. Es normal
que ese alimento no sea comido por ese animal y si se lo come, se
transforma en alimento para sus depredadores y no hubo error natural
por ningún lado. Bajo la perspectiva de la naturaleza, todo vale y lo
que no vale para uno, vale para todo. Dicho esto, debemos
comprender también que los errores, van a depender en exclusiva de
cada uno de nosotros. Por ejemplo: Salpicar un Ferrari nuevo con
pintura, puede ser considerado un error por uno y una obra de arte por
otro. Entonces… ¿qué es un error? El error es una mera consideración
humana y particular a cada individuo, de algo contrario a lo esperado.
Algo que no es ni bueno ni malo, porque su valor potencial no varía,
pero es algo considerado contrario a lo esperado. Esa contrariedad
desagrada, desajusta y destruye o no construye lo esperado y frustra.
La sensación de frustración, desagrada y el individuo reclama, acusa o
rechaza esa sensación. Rechazar la sensación es diferente a rechazar
a quien la produce. Esquivar un puñetazo puede poner fin a la pelea.
Lógicamente si insiste en golpear, hay que evitar al que lo produce. A
nivel emocional e intelectual, en una relación, bastaría con asumir el
error del otro y evitarlo. Pero lo justo, exige al ajustado y para ajustarse
se necesita al ajustable. No todos se muestran siempre ajustables y
por lo mismo, no es fácil ajustarlos. Encontrar juiciosos ante el juicio
justo, que se ajusten en la justa razón y que tengan la actitud
ajustable, de buscar la razón justa, no es fácil, en un medio ambiente
contrario a la justicia y orientado en la defensa egosintónica de cada
uno. Hemos llegado a pensar, que lo habitual es lo normal y no es así.
La naturaleza es un mandato obligado para el instinto y voluntario para
la conciencia. Porque supone una obligación voluntaria, el humano,
sufrido por las obligaciones instintivas o institucionales y fuera del
contexto de la conciencia natural, duda asumir el cumplimiento de su
deber, aun intuyendo que es mejor. Duda porque el ambiente no es el
esperado, es el que se ha creado, ajeno a la voluntad natural de ser
normado. En un hospital psiquiátrico, el más extraño es el doctor. Los
trastornos de personalidad, son errores en el comportamiento, en el
pensamiento y en el intercambio emocional entre personas, pero,
afectan directa o indirectamente al resto de las especies. El trastorno
es en sí mismo una decisión repetida por el individuo. La
sobreprotección por ejemplo, es un cuidado extremo repetido y que
solo desajusta a quien lo sufre, pero no al sobreprotector, porque
asume que debe cuidarlo. Por eso es tan difícil restaurar esos
trastornos, porque el trastornado no siente que es excesivo. Asume
que es necesario. Por eso opera de ese modo. El indiferente, por
ejemplo, actúa de ese modo, por alguna razón que lo justifica
independiente de ese deber. Tuvo algo que hacer más importante o
inmediato, o pensó que lo iba a hacer otro. Pensamientos estos que
justifican su, no responder. El arrogante enfatiza porque el otro, no
entiende algo que es evidente. El ignorante no necesita saber eso. El
agresivo debe terminar con esa amenaza y el defensivo debe
protegerse. Todos justifican sus extremos en alguna razón, por eso
existen. Cuando se comprenden las consecuencias de los extremos o
carencias, se puede tomar la actitud de controlar los extremos o
carencias, pero, cuando no se conocen las consecuencias de estos
trastornos, no se intenta corregirlos. No suponen problema alguno.
Cuando no existe la ley, cualquier cosa es legal, pero cuando existe y
se ignora, se considera negligencia, no exonera. La naturaleza
humana está compuesta por principios naturales, normas o leyes que
el humano tiene la responsabilidad de descubrir y cumplir para
agraciarse en ellas. Si no las cumple su negligencia lo castiga con algo
a lo que se denomina desgracia. El desgraciado, no es un exonerado
de la ley, es un negligente ante la misma. Puede que esto suene
carente de compasión, consideración o de empatía por los
desgraciados, pero, ni la compasión, ni la consideración agracian o
eliminan su desgracia. Pongamos un ejemplo para verlo con más
claridad. Imaginemos a una persona, que se opone a la regulación
urbana y construye una vivienda en un lugar prohibido por la oficina de
urbanismo de su comuna. A este individuo, le gusta el lugar porque
está cerca de su trabajo y a pesar de estar prohibido, decide construir
su casa en él. La jefatura de urbanismo prohibió la construcción en la
zona porque es considerada zona de peligro. Después de construir su
casa, un temporal provocó una avalancha y la vivienda se vino abajo
con las inundaciones. En este caso, la negligencia del personaje
provoco su desgracia. Cuando el ser humano contradice, se opone o
contraria las normas de la naturaleza, debe indemnizar su error. La
naturaleza no perdona, no tiene compasión, ni tolerancia. Aquel que
por ejemplo, no respeta la dualidad complementaria de género, y se
niega a aceptar esa dualidad complementaria, se arriesga a contraer
SIDA, y eso lo desgracia. El único modo de restituir su condición
anormal, sería indemnizando su error con medicamentos químicos o
lentos y costosos tratamientos. Un borracho, por ejemplo, debe
indemnizar su error, (beber demasiado) con sus mareos y la pérdida
de 8 horas de sueño que lo permitan recuperarse. Todo error, genera
una desgracia (ya sea perdida, dolor, duelo, daño) La indemnización
de todo error, es el único modo de vencer la desgracia que del mismo
se deriva. El error de acercarse demasiado a una fiera, puede costar el
precio de su mordedura y eso implica una dolorosa indemnización, en
tiempo, recursos terapéuticos y dolor. Romper una taza, obliga a pegar
todas las piezas y ese es el modo de indemnizar su recuperación
como taza. Todo error ha de ser restaurado mediante el pago de cierto
esfuerzo y recursos de indemnización. Los errores de figuras
centrales en la historia, las malas decisiones de los líderes, han debido
ser indemnizadas por sus descendientes, o generaciones posteriores.
Toda pretensión genera consecuencias y no se recibe lo mismo, al
construir que al destruir lo necesario. Construir lo necesario beneficia,
destruir lo necesario, perjudica. El beneficio motiva, asegura y
satisface; el perjuicio, desmotiva, desajusta y duele. Tanto la
motivación, como el dolor, son fuerzas. Una, el dolor se sufre. La otra
la motivación, se disfruta. La energía de disfrutar proviene del deber
que se ha cumplido. La energía de la dolencia, se deriva del
cumplimiento de lo indebido. Lo debido se paga con el esfuerzo del
proceso de su realización. Lo indebido se indemniza. Indemnizar es un
pago extraordinario, porque implica el esfuerzo de restituir más el
esfuerzo de construir. Por ejemplo, si quiero tomar un café y hago lo
que se debe, caliento el agua, lleno la taza, echo el café y el azúcar, lo
mezclo con la cuchara y lo tomo. El esfuerzo que pago es el necesario
para tomar el café, y luego de tomarlo, disfruto de ese esfuerzo que
nunca sentí, porque esperaba tomármelo. Pero, si quiero tomar café y
se me caen el platito y la taza al suelo y se rompen; en ese caso,
debo buscar cada piececita, ajustarlas (tiempo y esfuerzo adicional)
salir y comprar pegamento, pegarlas y esperar que sequen para poder
preparar el café. Ese esfuerzo adicional es indemnización. Lo mismo
ocurre cuando se tiene un desencuentro, un desajuste o un
descontento con otra persona, se tiene que pagar la indemnización del
tiempo de separación, y las condiciones necesarias para recuperar de
nuevo la confianza. Ese pago de indemnización, es necesario para la
restitución de cada trastorno de personalidad que se sufre o que se
padece. Indemnizar exige al que lo elije: Tiempo y Condiciones.
Contracultura
Cuando se habla de cultura, se tiende a pensar que la integridad
cultural de un país, se debe a las caracterizaciones que diferencian a
una sociedad de la otra. Diferencias por: tradiciones, lenguaje, folklore,
costumbres culinarias etc, pero eso, más que cultura, es la
diferenciación del ser humano de su naturaleza humana original.
Pensar que es cultural el hecho de que en España exista la centenaria
tradición de las corridas de toros, es aceptar que esa tradición es
normal en consecuencia con el beneficio natural de las especies y eso,
no es así. Pensar que es cultural el fomento y mantenimiento de
lenguas diferentes, va contra la conectividad natural y lo que provoca,
es confusión y no facilita la comunicación. Cultura es la suma de
sensibilidad, conocimiento y comportamiento humano y cuando la
sensibilidad es madura y capta las máximas necesidades, cuando la
inteligencia reconoce la integridad humana y cuando el
comportamiento de la sociedad es responsable, en ese caso
podríamos hablar de cultura. A nadie se le ocurriría decir que alguien
vulgar, irresponsable, ignorante e insensible es un tipo culto. Se dice
culto al sensible, inteligente y responsable que ha cumplido grandes
proyectos importantes para el beneficio de la humanidad. Por lo
mismo, no debemos confundir lo que es cultura con la contracultura,
que sería el comportamiento vulgar que diferencia a los pueblos de su
naturaleza responsable, inteligente y sensible. Curiosamente se dice
culto al individuo que se diferencia por la singularidad y calidad de sus
valores y al mismo tiempo, se dice también cultura, a la suma de
preferencias comunes, sencillas y vulgares.
¿Qué se entiende por naturaleza? Naturaleza es un término que se
utiliza para significar varias cosas. Significa un modo de proceder, de
actuar, de obrar y de crear. Significa la integridad de lo integral.
Significa un modelo de justicia en los ajustes de cada especie.
Significa una estructura de procesos integrados en la consecución de
un orden, al que denominamos natural o normal, por ser normado en
consecuencia. Significa todo. Todo lo existente es natural excepto las
decisiones humanas contrarias al ordenamiento natural. La naturaleza
es conectiva, ese es su fundamento esencial. La conectividad obliga
por mandato natural a todas las especies a coordinarse en el
ordenamiento cósmico. Todas las especies, excepto la humana,
cooperan en la conectividad cósmica, por instinto o por un tipo de
naturaleza directiva inherente. El instinto es una norma natural, es ley.
Obliga a todo ser a coordinarse con el ordenamiento natural. La
especie humana posee algo que el resto de las especies no posee,
está dotada con responsabilidad. Responsabilidad es la capacidad de
responder –voluntariamente- ante ciertos deberes. Voluntariamente
implica libertad. La especie humana es libre de responder o no, a la
normativa natural. Para responder ante la norma, la debe conocer,
para comprenderla ha de descubrirla. Esa necesidad o deber de
descubrir, es responsabilidad humana. Antes de esperar realizarse
profesional, el ser humano, debe descubrir la naturaleza humana, para
realizarse natural y coordinarse con el ordenamiento natural. Esta
norma de la conectividad, no se ha conocido a lo largo de la historia,
por eso hemos sufrido los embates de la desconectividad, luchas,
guerras, descontentos, desajustes y descoordinación. Cualquier
Constitución, debería tener por principio la norma de la conectividad
como primer requisito. Sobre la base de la conectividad, el paso
siguiente es el respeto por las diferencias. Y como tercer requisito, la
conquista del valor. Estas tres normas son la base del ordenamiento
cósmico. Las especies se conectan, respetan sus diferencias y buscan
todas, el bien común. De ese modo crecen, se multiplican y ejercen el
dominio de sus respectivas áreas, bajo la dirección y la custodia del
instinto. La especie humana, por instinto, ejerce el mismo ejercicio,
pero la conciencia de la razón, cuando no reconoce las normas
naturales, se enfrenta a las diferencias, en lugar de conciliarlas. Ese
enfrentamiento debe ser corregido. La naturaleza humana es el
coordinador de las especies en su totalidad. Cualquier desajuste
ecológico debe ser corregido por el hombre para el sano
funcionamiento de las especies. A lo largo de la historia, la especie
humana ha deforestado, eliminado especies y contaminado la biosfera,
alterando la biodiversidad natural. La culpable de estos errores es
únicamente la inconsciencia de la especie humana. La humanidad ha
de restituir y restaurar su comportamiento y recuperar la consciencia
de su naturaleza original. ¿Cómo recuperar la naturaleza cuando se la
desconoce? Obviamente eso es imposible. Es imposible ser legal
cuando se ignora la ley, del mismo modo no se puede ser normal
cuando se ignora la norma. En el universo, norma es ley. Universo es
uno en lo diverso, ese uno se debe a lo diverso y por lo mismo, la
naturaleza de lo diverso o de lo total, se debe a lo uno, a la totalidad,
los fundamentos de esa totalidad, se deben descubrir. Cosmos es
orden y si hay orden nos debemos ordenar. Hemos descubierto leyes
de gravitación, leyes de causa y efecto, leyes de polaridad, etc etc,
pero, las leyes del universo, las leyes que conectan a lo particular con
la totalidad, se desconocen y esas son las que se deben descubrir.
Hemos descubierto que todo es conectivo, que todo es en uno y que
en ese uno, existen todos. La totalidad de las partes se debe a la
unidad de las mismas para construir un orden. El principio de
conectividad es constante, absoluto y eterno. Obliga a eliminar nuestra
naturaleza ego diferenciada. Obliga a la incondicionalidad por el
cumplimiento del máximo deber valido para todo. Puede llamarse
determinismo o como se le quiera llamar, pero es norma y obliga a ser
cumplida. El no cumplimiento de esa norma declara negligente a quien
se la opone, no solo negligente, lo desgracia en el padecimiento de los
trastornos que se derivan de ese actuar. El individuo es libre de
responder o de no responder a sus obligaciones naturales, pero no
puede exigir el derecho al beneficio de lo cumplido, cuando no lo
cumple. Existe la costumbre a exigir derechos, el derecho a la libertad
de expresión, el derecho al libre pensamiento, el derecho a la
propiedad, el derecho a la felicidad, etc. derechos que solo pueden
disfrutarse, luego del cumplimiento del deber de cumplir con la
necesidad que los satisface. Libertad de expresión es un derecho
natural, pero para poder disfrutar de ese derecho es necesario cumplir
con el deber de ser sincero, justo y adecuado. Imaginemos a dos
mitómanos dialogando falacias. El derecho a la libertad del que explica
una mentira, atenta contra el que escucha, porque le priva de su
derecho a ser feliz. La mentira produce desconfianza y eso agrede a la
conciencia justicia del receptor. Imaginemos a un emisor que haciendo
uso de su derecho a la libertad de expresión, agrediendo verbalmente
al receptor. Está privándole de su derecho a la felicidad, lo tensa. El
derecho a la libertad de expresión solo se logra cuando se cumple con
el deber de ser sincero, justo y adecuado. El derecho al libre
pensamiento también se desprende del cumplimiento del deber de
pensar lo adecuado. Imaginemos que un individuo piensa en
apoderarse de lo que no es suyo. Estaría abriendo la posibilidad de ser
ladrón. Si no lo ha hecho, no lo es, pero, si piensa en hacerlo y ve que
es posible, es más fácil que lo acabe haciendo que antes de tener la
idea de hacerlo. Lo mismo ocurre con los pensamientos de temor. Al
miedo no se le elimina, solo se le enfrenta y se supera. Y es mejor no
permitirlo a nivel mental o de pensamiento. Pensar en algo que aún no
ocurre y temerlo no es lo correcto. Pero no solo no es correcto para
uno, tampoco es lo correcto para el inmediato, porque el inmediato
frente a la sensación temerosa del individuo que tiene miedo se tensa.
La actitud defensiva agrede. El derecho al beneficio de la libertad de
pensamiento, se deriva del individuo que controla y domina su pensar.
El derecho a la propiedad proviene del cumplimiento del deber de
realizarlo. Un producto creado genera el beneficio de su conquista,
pero ese beneficio es un valor emocional, intelectual o motivacional, en
ningún caso proviene de la materia que se ha modificado. La materia
no la crea el hombre, por lo tanto no le da derecho a apropiarse de
ella. La propiedad de las cosas no es correcta porque las cosas, en
tanto son sustancias u objetos naturales, no son pertenecientes al
individuo, solo son un medio para la conquista del beneficio de su
transformación. Por eso el resto de las especies no poseen las plantas
que utilizan para sus nidos, ni poseen ni coleccionan los huesos de lo
predado. El derecho a la pertenencia de los objetos naturales es un
robo a la naturaleza a la cual le pertenecen. El ser humano únicamente
tiene derecho al beneficio de la transformación que realiza con los
objetos naturales, los objetos vuelven siempre a la naturaleza a la cual
pertenecen. Y el derecho a la felicidad proviene del establecimiento
vincular, basado en el respeto, la confianza y la unidad completa que
se haya establecido con el complemento similar vertical, padres e hijos
u horizontal entre hermanos o cónyuges. La felicidad no se entrega, no
es un paquete que se envía o se recibe, es un valor establecido por
quien lo conquista. Luego, el derecho a la felicidad lo tienen todos los
seres, en proceso de conquistar sus conexiones. Todo ser vivo existe
para ser feliz. El derecho a la conectividad, a la confianza y al respeto
es inalienable. Ese derecho proviene del cumplimiento del deber de
ser humano. No confundamos la realización del ser persona, con el
éxito laboral o la realización de la independencia económica, eso no es
lo que se debe y por lo mismo no implica derecho alguno que lo
garantice, porque no produce la máxima felicidad. Por mucho que un
hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre.
¿Qué es lo que trastorna el ordenamiento natural? El egoísmo, la
ignorancia y la insensibilidad del humano adolescente e inmaduro, son
los actores fundamentales de todos los trastornos existentes en la
naturaleza. Vamos a hurgar un poco en cada uno de estos tres actores
del trastorno. Examinemos primero, qué es el egoísmo. Se dice que
egoísta es quien se aísla del grupo para su propio bienestar. El
egoísmo es una actitud y actitud es un estímulo que decide cómo
actuar. Los impulsos son un extremo de estímulos provocados por el
exterior o por el interior de la conciencia humana. Nos estimulamos al
ver una mujer bonita y ese estímulo al ser continuado nos impulsa a
actuar de una u otra manera. Estímulo e impulso son similares al celo
y al recelo, el celo se transforma en recelo en sus extremos y el
estímulo se transforma en impulso en sus extremos. Pero todo impulso
es provocado por un estímulo. El impulso de la actitud egoísta,
proviene del estímulo a preferirse por sobre preferir al grupo humano o
al todo. El estímulo de atender, entender o estar atento a las
necesidades fundamentales del otro, proviene de la expectativa en
recibir un beneficio. Cuando no se establece esa expectativa, se
invalida la intención de pretender o proponer. El egoísmo se origina en
la invalidez del beneficio de las expectativas. Si se asume que del otro,
no vas a recibir nada bueno, no surge motivación alguna por preferirlo.
Y al no pretender nada bueno del otro, lo mejor es quedarse con uno
mismo, eso es egoísmo. El egoísmo es algo provocado por el exterior
y por el interior. Cuando del otro no se recibe beneficio alguno, se
prefiere no atenderlo, no entenderlo o no estar atento a sus
necesidades, ese es un tipo de egoísmo producido por el exterior. Pero
cabe la posibilidad que, del otro, se espere un beneficio, y luego de
evaluarlo, se prefiere el beneficio de lo que uno prefiere por sobre lo
que el otro beneficia. Ese es un tipo de egoísmo provocado por el
interior de cada uno.
El egoísmo impide el reconocimiento público, la persona egoísta es
declarada antisocial o acomplejada. El egoísmo siembra la egosintonía
que es la defensa del individuo dentro de un grupo apartado de lo
natural. La egosintonía produce egosistemas de mantenimiento que,
aparentemente, son altruistas porque operan en pro del beneficio del
grupo, pero, como el grupo es un egosistema, basado en la
egosincronía, el beneficio del grupo, perjudica el bienestar de todo.
Esta es una manifestación indirecta del egoísmo. Podríamos
denominarla: egoísmo compartido. Es curioso que el término que usan
los partidos políticos, sea ese: “partido”. No entero.
El egoísmo se manifiesta en muchos modos, desde el fanatismo
ideológico del terrorista, pasando por la defensa sobreprotectora de los
núcleos afectivos, hasta el extremo del autismo voluntario. El egoísta,
no siente que lo es, porque está protegiéndose a sí mismo y esa
protección, lo justifica válido. Su mente cuida a su cuerpo, cuida su
persona, y esa es una actitud de entrega, por eso no percibe ser
egoísta, porque se entrega a sí mismo. Sí mismo, es asumido en este
caso, como el otro yo. Convencer a un anoréxico, bulímico,
cleptómano, mitómano, o a quien padece el síndrome de Diógenes, de
que se equivoca, es muy difícil, porque sienten que necesitan ser
como son y siendo como son, se justifican felices. Pero son distintos
modos de egoísmo extremo.
La ignorancia es el otro factor originario de los trastornos sociales que
originan los trastornos del ecosistema. Ignorar la función del ser
humano es la causa de su desconexión con la norma que declara su
normalidad o anormalidad. Sin el reconocimiento y comprensión de las
normas naturales, es imposible ser normal. El humano puede ignorar
procesos de desarrollo de otras especies, pero no debe ignorar el
proceso de maduración de su propia identidad. Se habla de la
integridad, de educación integral, de términos sin significado adecuado
por ignorar su función y eso, crea diversidad, eclecticismo, e
incertidumbre que deriva en la polémica controversia sobre las
normas naturales y que, genera un ambiente de multiplicidad de
observadores (opinólogos) en torno a la verdadera naturaleza humana.
Al no comprender las normas de la naturaleza, la especie humana
carece del biotipo natural humano y sin el modelo estándar de lo
natural, es imposible establecer la verdadera funcionalidad humana.
La insensibilidad humana es el tercer causal de su disfunción. Se
tiende a pensar que la sensibilidad es una especie de sensiblería,
manifiesta mediante muestras de debilidad, que derivan en actitudes
indiferentes o defensivas. Se considera sensible al “pobrecito” al que
amerita compasión. Cualquier individuo que muestre debilidad por la
bebida, debilidad por la moda, debilidad frente al cumplimiento de sus
responsabilidades es un “sensible”. Opera de ese modo, porque siente
sensaciones intensas y eso, le provoca ser cómo se manifiesta, a –
esolo denominan sensible. Nada más apartado de lo que naturalmente
es ser sensible. Emoción es la capacidad sensible que nos permite
captar las máximas necesidades fundamentales y responder al
cumplimiento de las mismas. Sensible es quien descubre las normas,
las leyes, los fundamentos y responde al cumplimiento de los mismos,
eso es sensible en su más amplio sentido. ¿Cómo podemos justificar
que es sensible el que se entrega al padecimiento de su sensaciones?
Si consideramos la sensibilidad de ese modo, la sociedad
contemporánea es perfecta como está. Si cada habitante, se entrega
al disfrute o padecimiento de sus sensaciones, y eso, decimos que es
ser sensible, nuestra sociedad actual es, en ese sentido, muy sensible.
Pero todos sabemos que eso no es así. La sensibilidad madura, capta
las máximas necesidades, no solo las mínimas. Y cuando responde al
cumplimiento o solución de esas máximas necesidades, decimos que
es madura, o responsable. El mayor responsable, es el que cumple los
máximos deberes, el más inteligente, es el que resuelve los máximos
problemas y el más sensible es el que capta las máximas
necesidades. Madurar en este aspecto exige del entrenamiento
constante y continuo. El hábito a terminar lo que se inicia, a resolver lo
que interesa, y a satisfacer lo insatisfecho, en el tiempo, madura a
quien lo practica. Maduro, no es quien, horas después de cumplir los
dieciocho años, adquiere ser persona jurídica con responsabilidades
sociales, no. Maduro es un estado que se debe conseguir y establecer,
luego de haber satisfecho las necesidades fundamentales de las
normas del proceso de maduración natural, desarrollando las
capacidades emocionales intelectuales y motivacionales, hasta
establecer la secuencia conectiva, de sentir la necesidad, reconocer
que su razón de ser es justa y responder al cumplimiento del deber de
realizarla . Las capacidades humanas son infinitas en proyección y
finitas en su conquista. La capacidad emocional es infinita en la
cantidad de sensaciones pero es finita en su intensidad. Ninguna
experiencia emocional agradable, supera la sensación de plenitud y
ninguna sensación desagradable supera el desmayo del vacío. La
capacidad intelectual es infinita en la cantidad de juicios pero es finita
en tanto no existe razón superior a la que se ajusta a lo justo y no
existe desconocimiento superior a la ignorancia. La capacidad
motivacional es infinita en la cantidad de experiencias, pero es finita en
tanto, no existe experiencia creativa superior a lo cumplido o lo
completo y no existe experiencia destructiva, superior al exterminio. Lo
cumplido y el exterminio, el juicio justo y la ignorancia y la plenitud y el
vacío son los límites de las capacidades: emocional, intelectual y
motivacional. Pensar que existe sensibilidad superior, capaz de sentir
sensaciones superiores a la sensación de plenitud, inteligencia
superior a la comprensión del juicio justo o voluntad, capaz de realizar
algo superior a lo completo, es imposible. No existe inteligencia
superior a otra inteligencia, ni sensibilidad superior a otra sensibilidad
ni voluntad superior a otra voluntad. Las capacidades humanas
saludables, son humanas para cada humano saludable, ni más, ni
menos. Únicamente quien ignora la naturaleza de las capacidades,
puede pensar que existe, sensibilidad superior, a la captación de la
máxima necesidad; inteligencia superior a la justa razón o voluntad
superior al cumplimiento del máximo deber valido para todo. Lo
sobrenatural no existe, no hay nada más allá de la naturaleza
fisiológica y mental, o espiritual y física. De existir algo más allá de la
naturaleza, la naturaleza humana físico-mental, sería incapaz de
reconocerlo porque está fuera del alcance de las capacidades de
nuestra naturaleza. Se piensa en posibilidades, se piensa que no todo
lo que se conoce es lo que existe, se piensa en algo mejor, más allá de
lo conocido, pero el juez, para determinar una sentencia, no puede
decirse justo hasta no disponer de las pruebas que demuestren que su
veredicto se ajusta a la naturaleza del delito. ¿Quién no ha subido a
una cumbre pensando que su camino fue el más corto? Sólo se ve el
camino más corto hacia la cumbre cuando estas en ella.
El peligro derivado de la ignorancia La falta de comprensión,
concentración y compromiso en el descubrimiento de las normas que
posibilitan el sano funcionamiento natural, enferma a la humanidad
amenazando su extinción. Ignorar angustia y al mismo tiempo ansia.
Cuando se ha tenido la experiencia de ansiar algo esperado de
importancia y no se sabe cómo, cuándo o dónde encontrarlo, se
comprende el nivel de angustia que causa la ignorancia. (Imaginen el
nivel de angustia del padre o madre que busca a un hijo perdido en
un parque de diversiones y no sabe dónde, cómo o cuándo lo van a
encontrar) Y cuando se comprende que el desarrollo de la realización,
la maduración del ser humano, es lo más importante para cada uno, y
no se descubre o comprende la normalización del ser, la angustia por
ignorarlo es enorme. La más dolorosa y destructiva pandemia, es la
ignorancia del ser normal, e ignorar las leyes de la naturaleza humana.
La naturaleza es conectiva, ese es su principio fundamental. La
conectividad exige dualidad. No puede establecerse la unidad si no es
con dos. Por eso existe el fundamento de causa y consecuencia. Si
toda causa es a su efecto así como este corresponde con la causa que
lo origina, entre ambos, existe conectividad. Este detalle, no lo captó
Descartes, tampoco lo descubrió Santo Tomás, ni Aristóteles; que no lo
hayan descubierto ellos, no justifica nuestra ignorancia, porque todos y
cada uno de nosotros, somos responsables por descubrirnos.
Es común escuchar el “conócete a ti mismo” incluso siendo reiterativo
conócete y a ti mismo, aun así, no se advierte en ello la dualidad
conectiva entre conocer y ser persona. Pero para que exista
conectividad, se precisa de un centro conectivo. Ese centro es el valor.
Estos dos aspectos añadidos a la lógica del pensamiento causa y
efecto, completan su funcionamiento. Si declaramos evidente la
realidad de causa y consecuencia, debemos exigir cual es la razón de
su existencia. Y su existencia se justifica en el valor que las declara
necesarias. Ese valor es el inyector benefactor y beneficiario de la
actividad dual. Por lo tanto, la conectividad existe porque beneficia,
sirve o satisface una necesidad, en este caso, la necesidad de existir.
Si comprendemos estas tres existencias en la dualidad sujeto objeto o
en la dualidad causa y consecuencia, podemos deducir que, para que
sea posible cualquier existencia, se requiere de tres fundamentos: la
unidad, la dualidad y el valor. Por eso, la religión intuye la necesidad
trinitaria. Cuando el objeto es maduro, asemeja al sujeto que lo origina
y entre ambos se establece el valor de la unidad. En ese caso, el
sujeto es maduro, el objeto es maduro y lo maduro se realiza; tres
estados en uno, tres maduros comparten la naturaleza madura. Por
eso, si el hombre madura a su complemento femenino y logran
madurar a su hijo: el hijo es humano maduro, el padre es humano
maduro y la madre es humana madura: tres humanos distintos y un
solo estándar compartido, la madurez o humanidad. Esta lógica
intuida, no se ha logrado descifrar hasta ahora, por eso padecemos los
trastornos derivados de su ignorancia. Cuando se pretende un
proyecto y se conquista, consigue o se cumple, el beneficio (valor) de
lo conseguido, conquistado o cumplido, satisface al proyecto realizado,
a la pretensión que lo necesitaba y al sujeto que lo deseaba, por lo
mismo, en cualquier acto, existen tres aspectos distintos y un solo
valor compartido. La naturaleza del valor es trinitaria. El valor es
imposible sin la dualidad que lo establece. Beneficio exige un
benefactor (objeto que beneficia) y un beneficiado (sujeto beneficiado).
Amor exige lo amado (persona, objeto o cosa) y el enamorado (sujeto
que ama). La justicia exige lo ajustado a la ley, lo legal (conducta
decente) y la ley (normativa legal, código, estatuto, regla etc.). Pensar
que se hizo al hombre y para que no se aburriera, se hizo después a
la mujer (para entretenerlo) es demasiado peyorativo para aceptar que
es cierto. En especial si eres mujer. La razón de porqué existe el
hombre y la mujer, se justifica únicamente en una razón, la
complementariedad necesaria para el mantenimiento y permanencia
saludable, licita y madura de la especie. Ni el hombre, ni la mujer
pueden madurar sin la conquista de su complemento.
Las normas de la naturaleza son nuestro inyector operativo. Si
educamos a nuestros descendientes en la absoluta conectividad
afectiva vincular, respetando las diferencias del otro y orientándolo, en
la naturaleza de la actividad normada, podremos en próximas
generaciones, disfrutar de un ambiente natural normado. Si logramos
restaurar las normas de convivencia y orientarlas en la conectividad
absoluta, lo podremos conseguir, pero mientras continúe la defensa
de las diferencias, el eclecticismo ideológico y la defensa de la
individualidad, no se logrará dicha meta. Existen grupos por la defensa
de la unidad, pero sin base filosófica o científica en donde
fundamentarse, por eso, no se logra establecer un modelo de sociedad
ejemplar maduro. Es necesario educar en los fundamentos de la
naturaleza, para que irradie la ejemplaridad. Para que se ejemplifique
el modelo estándar de madurez humana natural y normal. El mayor
desafío al que se enfrenta el ser humano, es superar las barreras de
la incertidumbre de su propia integridad. La salud física está
garantizada por la custodia del instinto, la salud mental es
responsabilidad voluntaria de la conciencia natural del individuo. Si
educamos a nuestros descendientes en la absoluta conectividad
afectiva vincular, respetando las diferencias en el desarrollo del otro y
orientándolo, en la naturaleza de la actividad normada, podremos en
próximas generaciones, establecer un ordenamiento global conectivo.
Educar a nuestros descendientes en la absoluta conectividad vincular,
es algo fácil de decir, pero muy difícil de cumplir. ¿Qué significa eso?
Significa que se debe orientar, persuadiendo en la verdad, a los
descendientes, en el conocimiento de las normas naturales. Significa
que se debe motivar al descendiente, al encuentro con la unidad de las
especies, mostrando ejemplos de conectividad. Explicando cómo se
unen los átomos, las moléculas, las sustancias, los vegetales, los
animales y las personas. Explicando, cuales son los fundamentos de la
unidad interpersonal; explicando que atendiendo, entendiendo y
estando atento a las necesidades fundamentales y repito esto,
fundamentales, del otro, el otro, responde motivado, convencido y
seducido. El otro siente atracción por quien se preocupa por su
bienestar, se siente confiado con quien entiende sus necesidades
básicas, y se motiva a unir con quien responde al cumplimiento de los
deberes naturales. Respetar las diferencias, es el otro tema a tratar.
Respeto es una palabra enmascarada con significados extraños a su
verdadera cualidad; respetar, no es tolerar cualquier comportamiento,
cualquier pensamiento o cualquier actitud. Respeto es responder al
cumplimiento del deber máximo válido para todo. Respetar las
diferencias de género, significa responder al cumplimiento genital
natural decente. Respetar las diferencias de pensamiento, significa
templarse frente a los desajustes del otro, pero, con la intención de
corregirlo, seduciendo con afecto, persuadiendo con verdad o lo
ajustado y motivando con el comportamiento ejemplar natural. Nada
fácil, pero necesario. La actividad normada es muy sencilla, lo único
difícil es superar el egoísmo para poderla establecer. La actividad
natural es la de entregarse voluntariamente al cumplimiento del
máximo deber necesario por ser válido para todo. Solo eso,
entregarse a solucionar y disfrutar del máximo bien, nada más que
eso. Pero ¿Quién puede tener esa actitud constantemente?... ¡Ese es
el tema! La Identidad fracturada contemporánea, acostumbrada a
robar, mentir y preferir el beneficio egoísta del individuo, por sobre el
bien común, en sus extremos, transforma a la ciudadanía en
cleptómanos, mitómanos e inhumanos. La sociedad contemporánea
es el producto de una revolución industrial, que polarizó la
caracterización social en dos clases, la burguesa (que tiene más) y la
proletaria (que tiene menos). Producto de la ilustración que también
polarizó la caracterización social en dos, la clase distinguida y
arrogante de la nobleza (que sabe más) y la ordinaria e ignorante (que
ignora, no se tome por despectivo) masa trabajadora (que sabe
menos). Y es producto también, de la revolución democrática, que a su
vez, polarizó a la sociedad en dos clases: la clase exitosa o exitista
(que puede más) y la clase fracasada o looser (que puede menos).
Esta realidad diferenciada en cantidad y calidad, pero observada
únicamente bajo la perspectiva de cantidad, es la que origina la
bipolaridad no complementaria, ajena a la dualidad porque es entre
opuestos y por eso es bipolar y no dual; no contiene elementos en
común de calidad, solo contiene elementos antagónicos (lo bueno o lo
malo). Y se manifiestan mediante la aserción de la lucha como
elemento integrante del desarrollo. Lucha de opuestos, lucha de
clases, la misma competitividad, entendida como enfrentamiento para
terminar con el competidor es trasformada en lucha. Los campeonatos
de futbol, programas como Master Chef, Concursos de Talentos, etc.
Todas estas “cosas tan comunes” que admitimos ser normales,
contienen grandes dosis de tensión antinatural contraria a la unidad.
Se compite de un modo horizontal, por superar al otro, en ser mejor
(bueno) y transformar al otro en peor (malo), no de un modo vertical
por superarse a sí mismo. De ese modo, el superado es marginado y
rechazado, por ser reducido a un nivel inferior. Eso causa trastornos.
Basta con observar la violencia en los partidos de futbol, producto de la
lucha por la ignorancia de los fundamentos de la competitividad.
La sociedad contemporánea, es un conglomerado de trastornos
interpersonales; hemos creado mercados de valores económicos,
dependientes de intereses particulares, desviando la atención de los
verdaderos intereses naturales. Curiosamente, se valora más, la
adrenalina que produce ver una pelea entre boxeadores, que tiene una
duración de 3 a 5 minutos, que la permanente adrenalina que se deriva
de los vínculos afectivos. Se pone más atención al partido de futbol,
que al corazón partido del hijo abandonado por su mejor amigo. Ni se
conoce el nombre del mejor amigo del hijo, pero si se conoce el
nombre de los 24 jugadores del equipo de futbol favorito. Vemos en
las escuelas, el punteo de la nota comparativa con el promedio de los
otros, en lugar de evaluar el esfuerzo y superación individual de cada
uno. En las empresas vemos lo mismo, se evalúa la cantidad de
trabajo producido, en lugar de la calidad del trabajador. Los
trabajadores son tratados como medios de producción y no como
personas con derecho a ser felices. En líneas generales se compite
por tener más en cantidad, para dar a entender, que por tener más se
es más que el otro. Se piensa que con un auto caro y una casa en la
playa (que generalmente le pertenece al banco) se ha cumplido la
finalidad de ser bueno o de haberse desarrollado. Desgraciadamente,
en la conciencia de estas personas, existe un enorme vacío de poder,
vacío intelectual y vacío emocional. Todo esto ocurre, por el escaso
significado y falta de comprensión de la integridad humana. La
ignorancia del verdadero significado de ser humano, carga en ella, las
diferentes actitudes erráticas que diversifican los caminos de la
realización normada, por lo mismo, confunden a la población
contemporánea y los priva del verdadero disfrute de la felicidad
vincular afectiva, en la confianza y el respeto por las normas de la
naturaleza.
¿Qué es la integridad y la integración? Integridad es un concepto con
un amplio significado. Integridad viene de integro o integral, e
integración o integrado, pero… ¿integrado en qué? Integral es aquello
que integra en el ordenamiento natural del ser normal. Para integrarse
es necesario comprender en que se integra. Las escuelas utilizan
mucho el término integral, para decir que su proceso educativo es
integral o que la educación ha de ser integral y lo único que hacen es
integrar nuevos procesos o materias, pero ninguna explica a qué se
integra, al que se pretende integrar. No lo explican porque no lo saben.
La integridad humana existe en la naturaleza. A la naturaleza humana
no le falta ni le sobra nada, es integra porque lo integra todo. En la
naturaleza se integran todas las especies, funciones, procesos y
finalidades del sistema. El humano integral, sería el integrado dentro
de las normas de la naturaleza. Por eso, es necesario que descubra y
comprenda dichas normas, para realizarse normal en ellas. Al estar
maduro en la naturaleza normal, el individuo sería un ser integro. Pero
no puede considerarse integro, si no se integra a todo lo natural y si no
integra a todos en la naturaleza. Cuando se encuentre a un hombre
integrador e integrado, se sabrá lo que es un ser completamente
integral. Estamos expuestos a un indefinido, amorfo y disforme,
mercado intelectual, cuyas ofertas, aparentemente inteligentes,
contrarían la integración en la inteligencia de lo justo o ajustado. La
actitud consuetudinaria actual, trastorna al integral en sus tradiciones y
costumbres absurdas. Si leemos autores literarios, podemos ver que,
muchos tienden a llenar sus frases con acotaciones bibliográficas, que
corroboren sus pensamientos, lo que nos hace pensar que, si lo dijo
otro antes que yo, justifica que por eso, el pensamiento expuesto es
cierto. En cierto aspecto es como decir: …” ¡si no lo digo yo, lo dijo el
otro!”. Y de ese modo, si el escritor se equivoca, se libra del posible
reclamo. Es una manera de seudo enmascarar al autor y liberarlo del
posible enfrentamiento; en el fondo, es un acto consciente o
inconsciente de cobardía. La imitación de ritmos tradicionales y su
repetición ecoica en la música, ligado a su facilidad de expansión en
las redes sociales, parecen motivar a los jóvenes, cuando en realidad,
son carentes de creatividad armónica. Lo mismo ocurre con las artes
plásticas, se pretende crear un estilo repitiendo hasta el infinito los
mismo colores, las mismas formas, sin darse cuenta, de que no se
está creando arte, sino un producto de mercado, a lo que se denomina
“arte mercancía”.
La inconsciencia individual multiplicada, produce la inconsciencia
colectiva que arrastra al grupo humano por el fango resbaloso de los
extremos y carencias. La carencia de inteligencia provoca los
pensamientos extremos; las palabras y los actos extremos nos llevan
al exterminio. La finalidad del extremismo, es el exterminio. No existe
teoría sin clínica, ni clínica sin teoría, decía S. Freud. Toda actitud
extrema, obliga al extremismo y en su continuidad, los extremistas
exterminan el equilibrio. En toda relación es necesario mantener el
equilibrio, la compensación, y la conciliación, el equilibrio es una
compensación de pesos, masas, fuerzas, intensidades, actitudes, etc.
Ese es el secreto para mantener las relaciones interpersonales,
adecuadas. La conciliación es solo posible, en la compensación de
facultades entre uno y otro miembro de la relación.
La falta de comprensión filio-paternal, es causal de numerosos
trastornos, así como la descoordinación fraterno-conyugal. El padre
ignorante del deber de madurar al hijo, sufre las consecuencias de
tener un hijo inmaduro. Madurar al hijo en el reconocimiento de la
función paterna. Los padres suelen crear una distancia con sus hijos,
porque consideran que no comprenden los problemas de los adultos o
por cualquier otra razón, y precisamente los niños necesitan entender
a los adultos desde pequeños. Esa marginación crea trastornos en el
proceso de la adolescencia de los jóvenes. La participación familiar ha
de ser completa, todos para todo. Una gran cantidad de adolescentes
no comprenden que comen, se visten, se comunican y se educan
gracias al esfuerzo diario de sus padres. No se dan cuenta de que las
vacaciones en la playa o en la montaña las tuvieron que trabajar sus
padres, que, los esquíes o la moto de agua, la tuvo que trabajar su
padre. Que la protección medica de la que se sirven cuando están
enfermos, la tuvo que trabajar su padre. Sencillamente no se dan
cuenta del esfuerzo y sacrificio que eso supone, porque no lo han
experimentado, o porque los padres no lo compartieron con ellos, a lo
largo de sus vidas. A los hijos hay que integrarlos en el orden, desde
que nacen. Tener un hijo y hacer un hijo son dos cosas diferentes. El
verbo ser y el verbo estar, significan dos cosas diferentes. Tener un
hijo en casa, porque está ahí, no es igual que haber madurado las
capacidades de ese ser que se considera por eso, realizado o maduro;
eso es distinto de estar compartiendo cama y macarrones. Se
considera que tener un hijo, es todo. Se tiene y el hijo por lo tanto, es.
Y ¡ya esta! No hay nada más que hacer, solo cuidarlo y cuidarlo
significa: darle de comer, asistirlo si se enferma, lavar su ropa, ordenar
su habitación, pagar su colegio y comprarle un celular o una bicicleta.
Y cuando cumple los 18, ¡ya está maduro! Y ¡eso es todo! Eso es lo
que convencionalmente se considera que los padres deben hacer.
Pero cumpliendo responsable y cabalmente este proceso, aun así, los
hijos se sienten insatisfechos. Ninguno de ellos se siente, certifica o se
dice, públicamente, maduro. ¿Por qué? Porque tratamos de evitar la
responsabilidad de descubrir nuestro destino. Tratamos de evitar la
comprensión de fundamentos, quedamos satisfechos con cualquier
cosa, hasta que sentimos el dolor de las desgracias y eso obliga a
pensar en lo fundamental. A veces, encontramos nuestro destino, en el
camino que tratamos de evitar. En Chile, el 60% de los jóvenes, confía
más en sus amigos que en sus propios padres. Se sienten más
atraídos por sus parejas, que por sus padres y se preocupan más del
cuidado y bienestar de sus compañeros de escuela o trabajo que de
sus padres. ¿A qué se debe esto en un país en donde la mayoría de
los padres se consideran responsables? Sencillamente a eso, se
consideran, pero no se saben responsables. La mayoría de los adultos
se sienten responsables, inteligentes y suficientes para sus hijos. Esa
actitud soberbia o arrogante, crea un vacío en los adultos, me refiero al
vacío del aprendizaje. Un hijo que observa al padre desinteresado por
aprender, adopta el modelo ejemplar del adulto y pierde su interés por
aprender. En una casa en donde los padres no leen, difícilmente leerán
los hijos. En una casa en donde los padres delegan el orden, la
limpieza, la cocina o la alimentación de las mascotas en la nana,
difícilmente van a ver que los hijos asuman el cuidado de esas cosas.
En una casa en donde los temas de conversación son las noticias o
programas televisivos y en donde no se conoce filosofía alguna,
difícilmente se verán a los hijos hablando de temas trascendentales.
La responsabilidad de integrar a los jóvenes en la naturaleza humana,
es de los padres. Los padres deben despertar el interés de sus hijos
por los aspectos fundamentales. Los hijos deben interesarse en
comprender, pero los padres deben conducir la orientación del interés
de los hijos. Las típicas expresiones de los alumnos en las aulas que
tanto se repiten: “Ese profe no nos motiva” “se necesita innovación
educativa” etc. Se piensa que la innovación y la motivación han de ser
entretenidas, pero la entretención no es propia de una escuela,
pertenece al circo. La educación exige amabilidad, similitud en lo
ajustado y responsabilidad en el cumplimiento de los procesos de
desarrollo. Estas expresiones indican que el aprendiz, carece de un
modelo ejemplar maduro a imitar. Un modelo ejemplar en la
integración del individuo con la naturaleza original humana.
¿Cómo se establece el estado de madurez en los padres y en los
hijos? Los hijos deben ser realizados por los padres, los hijos deben
reconocer maduros, justos y normales a sus padres, pero no basta con
decir: ¡Sí! Los reconozco maduros. Eso no certifica la madurez. Deben
reconocerlos, después de haber cumplido con la responsabilidad de
realizar al descendiente, en el control y dominio de sus facultades
físicas y mentales. Maduro es un estado, al igual que justo y natural.
Los padres logran ese estado con sus hijos, cuando estos, durante los
8 años comprendidos entre los 10 y 18 años de edad, se entregan
siempre voluntariamente, al cumplimiento del máximo deber necesario,
por ser válido para todo. Y cuando los hijos, comprenden las leyes de
la naturaleza y han completado su curso de educación en ellas,
durante sus primeros 18 años. Y cuando, son bendecidos por sus
padres, luego de haberlos respetado, confiado y entregado
completamente al bienestar de ellos, durante los primeros 18 años de
su desarrollo. (Recordemos que los padres son autores de sus
descendientes, son sus apoderados y recordemos, que estamos
refiriéndonos a los padres naturalmente maduros, no al modelo de
padres disfuncionales). Cuando el padre reconoce en el hijo su respeto
absoluto, su confianza absoluta y su unidad absoluta, puede
declararse vinculado con él o ella y declararlo maduro sobre ese
fundamento establecido. ¿Por qué es necesario ser reconocido,
respetuoso, confiable y atrayente por los padres, para ser calificado
maduro? Porque una persona irrespetuosa de lo preferente, de lo más
importante, es una persona imprudente, imprevisible y eso causa,
trastornos en la sociedad. Porque una persona desconfiada de lo
principal, confunde en el ordenamiento de prioridades en la justicia
social. Porque una persona desmotivada a la conectividad con sus
expertos, maestros, superiores, jueces o padres, es una persona
indiferente a la jerarquía de valores y confunde o trastorna a la
sociedad. La persona inmadura en el cumplimiento de su
responsabilidad, por falta de respeto, al cumplimiento del máximo
deber social, es un antisocial. ¿Podríamos calificar maduro al
antisocial? El padre que logra vincular a sus hijos en virtud del respeto
absoluto, de la confianza absoluta y de la absoluta unidad, califica
maduro. Cuando hablamos de respeto, confianza y unidad entre padre
e hijo, estamos asumiendo que se trata de entre padres e hijos, por lo
mismo, el respeto, la confianza y la unidad, ha de establecerse
también entre hermanos, entre cónyuges y entre abuelos y nietos. Ese
es el establecimiento del verdadero núcleo familiar maduro. Ese tipo
de familia es una familia funcional. Esa familia unida, confiada y
respetada, se transformaría en el modelo ejemplar, para el resto de las
generaciones y conciudadanos. Sin ese modelo de familia establecido,
no tenemos semilla para generar la verdadera especie humana. Eso lo
sabemos todos, porque todos lo esperamos. Todo humano espera al
ser prudente, firme y templado en su comportamiento. Todo humano
espera al compañero o compañera que lo atienda, entienda y esté
siempre atento a sus necesidades fundamentales. Todo humano
espera que el otro cumpla con el máximo deber valido para todo.
Absolutamente todo humano, trastornado o no, espera que el otro sea
maduro para respetarlo, confiar en él y motivarse a ser su yunta. El
dilema es que todos esperan y ninguno asume la responsabilidad de
cumplir, con lo que se espera de nosotros. Ante el criterio de cada uno,
cada uno se considera maduro, pero ante el criterio y la justicia natural,
el uno, no es suficiente. Uno debe negarse por ser con todo, por ser y
estar unido con las normas de la naturaleza. Repito, que la norma
fundamental de la naturaleza es la conectividad. La segunda norma es
la dualidad, que implica diferencias a respetar en función de los
valores de plenitud, justicia y cumplimiento del deber. Esos valores son
absolutos, por ser máximos y por todos esperados. No existe valor
emocional que supere el estado de plenitud, no existe valor superior
que supere el estado de ajuste o justicia y no existe valor superior al
cumplimiento del máximo deber, por esa razón, estos valores son
absolutos. La negación de los valores absolutos proviene de la
ignorancia de quienes los ignoran. Cualquiera que comprenda la
importancia y caracterización de los valores de plenitud, justicia y
cumplimiento, reconocerán que existen siempre y en toda expectativa
y por ser por todos siempre pretendidos califican ser absolutos. La
plenitud satisface a la sensibilidad, porque la sensibilidad espera
sentirse plena, lo ajustado se justifica en la justicia porque la justicia
espera al ajustado y lo cumplido, realiza todo deber, porque se debe
siempre cumplir. Esto que suena tan evidente, obvio, o lógico, cuando
se ignora, parece ser ficticio, porque la inmensa mayoría de los
humanos, opera ajeno a esta comprensión. Los padres e hijos deben
orientarse en el establecimiento del cumplimiento del deber de ser
justos para sentirse plenos. ¿Por qué la gente no se valora lo
suficiente? Porque ignora su verdadera naturaleza humana.
Comprender la naturaleza humana, da sentido al proceso de desarrollo
humano. Todos sentimos la necesidad de desarrollarnos, pero no se
sabe en qué. Se piensa que estudiando, se aprende, pero no se sabe
qué se debe aprender. Existen intelectuales, bibliotecarios, lectores
asiduos que estudian mucho pero, eso no garantiza su felicidad.
Existen muchos intelectuales, aislados de sus familiares, divorciados o
en solitario, porque son incapaces de establecer relaciones humanas
con similares en sus estudios. Se piensa que experimentando se
desarrolla, pero no se sabe qué experiencias se deben y qué
experiencias no se deben tener. Existen viajeros que han tenido
muchas experiencias pero eso no garantiza su felicidad. Se piensa que
siendo idealistas, líderes populares, políticos o representantes
sociales, se desarrollan, pero ¿a cuántos políticos o líderes sociales se
conocen que disfruten de un estado de felicidad ejemplar? El
desarrollo de la emoción, intelecto y voluntad, desarrolla al individuo y
facilita el camino de la conquista de madurar. Recordemos que –
maduro- es un estado, no un proceso. La sociedad contemporánea
piensa que madurar es acumular años, como si se tratase de una
cuenta de ahorros de tiempo. Todo ser humano acumula tiempo, unos
más, otros menos, pero ni el más rico en tiempo, o sea el más viejo, ha
podido convertirse en modelo ejemplar de humanidad original. Ni se
dice o declara biotipo humano de la normalidad. Estudiar una
profesión, encontrar trabajo, ganar lo necesario para mantener una
cuenta de ahorro, casarse y conservar la protección alimentación y
educación profesional de los hijos, no significa que con eso se madura.
En esa situación existen y han existido, miles de millones de personas.
Pero ninguna de ellas puede ser tomada por modelo a imitar en la
normalidad. Los judíos piensan que el antiguo testamento es ejemplar,
pero, ni imitando el comportamiento de Abraham, ni de Jacob, ni de
Moisés, alcanzan la madurez. Los cristianos consideran a Jesús un
modelo ejemplar, pero ni imitando su actuar ha llegado ningún cristiano
a ser y declararse maduro en la normalidad. El Islam tiene a sus
profetas como modelos ejemplares, pero, tampoco existe un discípulo
de esos profetas, capaz de asegurarse maduro en las normas
naturales. Ni budistas, confucionistas, sintoístas, vedas, agnósticos,
ateos o desinteresados en filosofía, ninguno de ellos se declara
humanamente maduro, o ajustado a la norma de la naturaleza
humana. ¿Cómo es posible que un mamífero cualquiera sea maduro
en el momento en el que se reproduce o es capaz de reproducirse y
los humanos, todavía, después de tantos siglos y generaciones, no
sepan en qué consiste madurar? ¿Qué es lo que impide al hombre
reconocer su integridad humana? La respuesta es simple, en primer
lugar el egoísmo, en segundo lugar la superficialidad y el eclecticismo
filosófico y en tercer lugar, la ignorancia o desconocimiento de las
Leyes de la Naturaleza. La ciencia, la religión y la filosofía, deben
orientarse en el estudio de las normas de la naturaleza.
Leyes de la Naturaleza Hemos conversado mucho sobre las leyes de
la naturaleza, pero no las he explicado en su totalidad, solo he
mencionado tres fundamentales, vamos a estudiarlas en detalle.
1-Ley de conectividad La naturaleza es esencialmente conectiva. Todo
lo creado en el universo o en el cosmos, existe con y para otro
complementario. La unidad se fundamenta en dos unidos. Dos unidos
que se necesitan mutuamente para completarse, porque se
complementan, por ejemplo: sin un electrón no existe protón alguno y
no existe electrón posible sin un protón. De esto se deduce que el
átomo es una singularidad dual, trinitaria. Átomo, es el producto de la
suma entre un protón y un electrón. Lógicamente dentro del átomo,
existen otras particularidades, pero dentro de la compensación o
complementación de sus valencias positivas y negativas. Las
moléculas también están compuestas del complemento anión y catión,
lógicamente contienen muchos otros elementos, pero sobre la base de
la compensación y complementación de esta dualidad positiva o
negativa. Los vegetales también están compuestos del complemento
pistilo y estambre, lógicamente están compuestos por una multitud de
otros elementos, dentro de la dinámica inter complementaria entre su
dualidad, pistilo estambre que posibilita la permanencia y reproducción
de las plantas. Lo mismo ocurre con los animales, sin la dualidad
complementaria, entre el macho y la hembra, ninguna especie animal
sería capaz de mantener su existencia. En la naturaleza, la ley de
conservación de las especies, se fundamenta en la conectividad
complementaria entre los atributos de masculinidad y femineidad
complementaria. Y no solo en las especies naturales. La verdad es la
conexión entre razón y criterio, la bondad es la conectividad entre
beneficio y beneficiado. El amor es conectividad entre uno y otro. Valor
es el resultado conectivo entre deber y derecho, solo se tiene
derecho a disfrutar del beneficio de lo que se ha cumplido. La
conectividad es el centro sostenedor del universo. Todo existe
conectado a algo, la posición al espacio, el momento al tiempo, el
objeto al sujeto que lo reconoce, etc.
De esta norma se deduce, que todo humano, debe conectarse siempre
y en todo. Conectarse con las normas naturales, con la naturaleza
humana, con su origen familiar, con sus inmediatos familiares y
sociales y con el establecimiento vincular en el respeto, confianza y
unidad que garantiza la felicidad del grupo en el cual se inserta.
2- Ley de la dualidad complementaria. Esta norma existe inserta en la
conectividad, puesto que no es posible conectar sin la existencia de
dos o más que se conecten. Hemos visto ya, que la naturaleza es dual,
y que todo espacio es la distancia entre dos puntos y el tiempo es la
distancia entre dos momentos, el conocimiento es resultante entre
criterio y razón, lo legal es aquello que se ajusta a la justicia, lo grande
existe entre dos extremos igual que lo pequeño, lo alto o lo bajo. Todo
centro existe entre dos puntos. La energía es fuerza en dirección, la
fuerza es poder y recorrido. Las manifestaciones de la dualidad
complementaria en la naturaleza, es constante e inmanente. No existe
beneficio sin un beneficiado. De esta norma, se deduce que todo
humano debe respetar la integridad de cada ser, asumiendo las
diferencias en edad, raza, género, conocimiento, experiencia y
sensibilidad de cada individuo y del resto de las especies.
3-Ley del dominio sobre el centro. La conectividad se debe al centro
conectivo que la motiva y la disfruta, ese centro conectivo es valor, el
valor conquista y disfruta, pretende y propone, se debe y beneficia. La
plenitud es el centro entre la captación y conquista. La justicia es el
centro entre la ley y lo legal. El cumplimiento es el centro entre deber y
lo cumplido. Valor es el centro benefactor y constructor de toda
actividad. Porque valor es el centro de toda actividad y todo lo creado
existe en constante actividad, decimos que, el centro domina toda
actividad. Ese dominio sobre el centro es norma en la naturaleza.
De esta norma se deduce que todo humano, ha de orientar su
actividad en la conquista de valor. Todo acto ha de lograr el
sentimiento de plenitud, justicia y cumplimiento del deber. De ese
modo, el individuo se libera de todo reclamo, acusación o rechazo. Lo
satisfecho, ajustado y cumplido o completo, no deja espacio para
reclamo, acusación o rechazo.
4- Ley de repulsión. No todo lo que se rechaza, se deja a un lado
porque sea despreciable, no necesariamente lo que no se toma, se
deja con un sentimiento de desprecio o menos precio. Se deja porque
se prefiere algo mejor. En cada opción por una alternativa, quedan
otras sin elegir y no por eso las no elegidas, son malas, feas o
despreciables. Debemos entender que las decisiones son siempre
sobre la base de ciertas preferencias y eso transforma a lo no preferido
en no elegido. Esta norma del actuar sobre la base de preferencias,
declara en todo caso, la repulsión de lo no elegido. Es lógico pensar
que en toda opción se deja a un lado alguna alternativa, a este
mecanismo del actuar se lo califica como repulsión, (en ese sentido
únicamente), sin la dosis aditiva de rechazo por despreciarlo.
De esta norma se deduce que, todo lo que el ser humano elija, va a
dejar a un lado algo, que no por ser dejado, debe ser despreciado. En
las relaciones humanas es necesario que todo humano entienda esto y
pueda controlar el celo, derivado de ver cómo alguien prefiere a otro
por sobre uno. De este modo evitaríamos envidias y demás trastornos.
5- Ley del proceso en 3 etapas. Todo proceso de desarrollo de
cualquier pretensión o propósito, implica inicio, medio y término del
desarrollo. Sin estos tres periodos de tiempo fundamentales, no se
puede completar ningún proceso. Sabemos que todo existe en
constante y permanente actividad, lo que nos demuestra que todo lo
activo existe inserto en procesos de tres etapas. Etapa de formación,
de crecimiento y de cumplimiento.
De esta norma se deduce que todo humano ha de ubicarse dentro de
los procesos de desarrollo, respetando la finalidad de los mismos y
cooperando en el cumplimiento completo de cada uno. El ser humano
debe ser cíclico en sus rutinas, debe terminar todo lo que empieza,
porque la naturaleza opera de ese modo.
6- Ley del número 6. Esta norma es quizá la más difícil de comprender
porque es una norma enteramente espiritual, a pesar de que se intuye.
Incluso en el proceso de la creación, se habla de 6 periodos o eras,
como estados del desarrollo. En toda creación existe un periodo de
separación de lo que se está haciendo en ese momento, antes de
pretender la nueva pretensión. Pretender es similar a tener fe en la
propuesta o en lo que se espera o desea. La etapa siguiente a la fe del
pretender, es la unidad con lo pretendido. A continuación se reparte el
trabajo entre el emisor y el receptor, entre sujeto y objeto y se dividen
entre ambos, el proceso de la realización. Una vez sujeto y objeto se
reparten o dividen funciones, el emisor se cautiva en la conquista de lo
esperado, y una vez establecida esa cautividad, se establece el tiempo
de preparación para la unidad con lo propuesto o pretendido. Todo
proceso de construcción, exige en el constructor estas seis actitudes:
separación, fe, unidad, división, cautividad y preparación para la
unidad.
De esta norma se deduce que todo humano que pretenda o proponga
cualquier cosa, deberá comprender que necesita de ciertas actitudes
en el proceso del desarrollo de su conquista. Ver el siguiente estudio
que corrobora esta norma.
https://es.scribd.com/doc/95096987/SIGNIFICADO-DE-LA-HISTORIA-
HUMANA
7- Ley de responsabilidad. Todo se cumple luego de cumplidas todas
las circunstancias previas. Porque hablamos de creación y crear es un
impulso derivado de un estímulo intencional, decimos que el
cumplimiento de dicho desarrollo es un acto de responsabilidad.
Responsabilidad sin libertad es imposible. Libertad sin el cumplimiento
de la responsabilidad, también es imposible. Hacer lo que no se debe
hacer, declara ilícito a quien lo hace. Si lo realiza voluntariamente
contra la ley, se declara culpable y merece la acusación, el reclamo y
el rechazo de la ley y si lo realiza sin conocimiento de la ley, se declara
negligente y meritorio de reclamo, acusación o rechazo. En ambos
casos, pierde su libertad, puesto que resulta ser perseguido por la ley.
Puesto que el ser humano es libre, frente a las normas, existe siempre
el anormal (no es un insulto, es aquel que obra fuera de la norma).
Todos tienen la razón, cuando la razón solo se imagina. Cuando se
ignora la verdad, cualquier razón puede ser justa. Pero cuando se
conoce o descubre la verdad, solo una razón es la que se ajusta. Se
dicen muchas cosas, pero solo lo ajustado permanece. La verdad es
constante e inmanente, no cambia, no varía, no se interpreta, se
ajusta. Imaginen que preguntan a quién desconoce dónde está
cualquier cosa, la lógica nos dice que puede estar en cualquier lugar,
porque no se sabe dónde está. Pero cuando se sabe que esa cosa
está en ese lugar, el resto de los lugares pierden la posibilidad de ser
donde se encuentra la cosa. El trabajo siempre lleva implícito un
esfuerzo pero el trabajo mental es el más duro. Se dice a los jóvenes
que cuando maduren comprenderán lo que es importante, esta frase
contiene todo lo que aquí hemos explicado. Para reconocer lo más
importante, es necesario madurar, pero se madura en el
reconocimiento de lo importante. Lo importante es válido, no solo para
uno, sino para todo. Y lo que nos impide descubrirlo es la ira que se
siente frente a lo frustrante, a lo que nos hace daño, pero la ira es un
viento que apaga la llama de la mente, y se debe aprender a
controlarla. El más listo es siempre aquel que ofrece mejores
soluciones y resuelve lo más complicado. Aquí se ve lo necesario que
es captar siempre las máximas necesidades y cumplir los máximos
deberes. Todos quieren a los vencedores y se apartan de los vencidos,
aunque frente a la naturaleza humana, hasta los exitosos, se sienten
fracasados. Te he enseñado todo lo que sabes, pero no todo lo que yo
sé, eso, lo debes descubrir tú solo.
¿Somos o no somos libres? Se dice que no se dispone de libertad,
porque esta está determinada por la alternativa, pero eso es como
decir que no existe el valor, porque está determinado por el beneficio.
Todo lo creado, como ya hemos explicado, es dual, es interactivo; no
existe lo absolutamente independiente. Cuando se desconoce esta
realidad se tiende a poner, lo uno a un lado e independiente de lo otro
y eso no es así. El hombre se califica hombre porque existe la mujer, la
silla porque existe quien se sienta en ella, la mesa porque existe quien
come en ella, la libertad porque existe responsabilidad, la
responsabilidad, porque existe libertad. En este caso se entiende
mejor que en el caso de la libertad, porque se ha creado la falacia de
que libertad es hacer cualquier cosa, a favor o en contra de la
naturaleza y ahí está el meollo de la cuestión. Libertad implica
alternativas, pero existen alternativas ajustadas al funcionamiento
natural, ecológico, biológico o psicológico y existen alternativas
contrarias al bien común. Lo contrario al bien común, es común
también que se castigue, o que se rechace (que es otro tipo de
castigo) ir contra el bien común es ir contra la norma de conectividad
absoluta y eso, daña y por lo tanto, duele. Pensar que no se tiene
libertad porque esta, es condicionada por la alternativa, es similar a
decir que no existe el hambre, porque está condicionado por los
alimentos. El hambre existe y los alimentos también, del mismo modo
que existen posibilidades y existe libertad. La una se complementa en
la otra. Libertad es la capacidad de optar, pero se puede optar por lo
bueno o por lo malo, por lo justo o por lo desajustado y por lo grato o
por lo ingrato. Lógicamente lo agradable, lo justo y lo bueno producen
bienestar y lo ingrato, lo desajustado y lo malo producen desagrado.
Las alternativas existen para la opción y la opción existe para la
alternativa, pero la decisión de optar por una u otra alternativa proviene
de la elección y elegir, es un acto de libertad. Eso declara la existencia
de libertad. Se eligen alternativas necesarias porque se debe optar por
ellas y se eligen alternativas innecesarias cuando se deciden
preferidas, esa alternativa solo existe en la condición del ser humano.
Los animales, optan por instinto y únicamente optan por lo que sus
instintos dictaminan necesario. El ser humano controla los instintos.
¿Existe o no existe el amor? El amor existe, pero no como se suele
entender. Estar enamorado, no necesariamente implica amor, en el
verdadero sentido de la palabra. El amor es un valor y como tal,
contiene pretensión y beneficio. El amor se desea y se disfruta, estas
dos cualidades se ligan en el beneficio, pero implican deber y derecho,
el deber de establecerlo y el derecho a disfrutarlo. Esta facultad no ha
sido comprendida hasta ahora, a pesar de ser por todos intuida. Todo
humano sabe que el amor debe establecerse, pero la mayoría espera
únicamente disfrutarlo. El amor implica el compromiso a realizarlo. En
la especie humana existen dos activos fundamentales en el disfrute del
amor, el placer y el beneficio. Placer es producto del proceso y
beneficio es el resultado del establecimiento. Podemos ver esto en la
comida, complace comer algo rico, pero su finalidad es el beneficio de
la alimentación. Disfrutar de un alimento que no alimenta, adelgaza el
cuerpo hasta su exterminio, por ejemplo el tabaco. La persona que
solo fuma por disfrutar del placer del proceso de inhalar y exhalar, se
muere, no lo alimenta. Lo mismo ocurre con el disfrute del placer del
amor por el placer, si solo se pretende disfrutar del placer del amor sin
su complemento vincular, se termina, no complementa al otro, o a la
otra. Por eso las relaciones sexuales que buscan únicamente disfrutar
del placer, se terminan. El enamoramiento, contiene dos posibilidades:
una es la de esperar del otro una respuesta placentera, y otra es la de
asumir el compromiso de vincularse con el otro. Cuando se pretende
vincular al otro, o a la otra y se asume el compromiso de respetarla,
comprenderla y unirse con ella, para el bien común, se establece el
amor y se disfruta del beneficio y del placer en paralelo, pero cuando
se pretende solo disfrutar del otro o de la otra, ese -pretender disfrutar-
, solo beneficia a quien lo espera y bajo esa perspectiva, el otro o la
otra, se sienten utilizados y se desunen. En la actualidad existen
términos confusos que, aparentemente suenan ajustados, pero que
nada tienen que ver con el amor, como por ejemplo “hacer el amor”. El
amor no se hace en la cama, aunque la cama sea un medio para el
establecimiento del amor. Si basamos el amor únicamente en la cama,
no funciona. “Estar enamorado” es otro término muy usado. El amor no
es estar a la espera de o dependiendo de, el amor es un valor que se
establece sobre la base del respeto, la confianza y la unidad. Decir que
se está enamorado, contiene más atributos de pretensión que de
conquista. No se escucha decir a los padres que están enamorados de
sus hijos, porque saben que el amor entre padres e hijos, no se
espera, se establece. Pero, parece como si el amor de pareja fuese
algo diferente al amor entre padres e hijos, y el amor es amor en uno u
otro caso. Si los padres saben que el amor de su hijo, lo deben trabajar
cada día, deberían también los cónyuges, aprender que el amor es un
compromiso y no una expectativa. Los padres aman a sus hijos
cuando son pequeños, porque saben que si los maduran
correctamente, van a disfrutar de ellos. El amor conyugal es
exactamente igual. Se espera que si se respetan mutuamente, si se
confían y se ligan emocionalmente, lo van a disfrutar, pero no se suele
ser consciente de esta realidad. El padre o el hijo que no se respetan,
que no se confían o que no se unen en lo emocional, no pueden decir
que se aman. Podrían decirlo pero no es amor. Cuando se comprende
el amor, no se dice estar enamorado, se dice que está cumpliendo el
compromiso de establecer el respeto, la confianza y la unidad con su
complemento de género, para establecerlo y disfrutar del beneficio del
amor. Cuando la motivación y la determinación a establecer el vínculo,
sobre el establecimiento del respeto mutuo, de la confianza y de la
máxima unidad posible, se está bien orientado hacia la meta del
disfrute del placer y del beneficio del vínculo afectivo y eso es amor.
Cuando la motivación es otra que el establecimiento vincular sobre la
base del respeto, la confianza y la unidad, se pueden mantener juntos
toda una vida y no disfrutar del beneficio del amor, a pesar de disfrutar
del placer de los momentos. Creo que es obvio, a pesar de que cuesta
mucho entenderlo y ponerlo en práctica. Es necesario comprender que
el amor es la fuerza más poderosa del universo. Amor es la fuerza que
une, y esa es la primera norma fundamental de la naturaleza, la
conectividad. Existen mariposas que solo viven lo necesario para
reproducirse, un solo día. Pero por eso viven. No existe especie alguna
incapaz de reproducirse. Porque es fundamental, el amor debe ser
completamente descubierto y comprendido. Nos hemos dedicado en
extremo a orientar el amor hacia la meta de la sensualidad y hemos
abandonado la comprensión del compromiso natural que toda especie
tiene de mantener su especie. El amor es algo fundamental, no es un
capricho, si no se comprende no se debería intentar establecerlo
porque el fracaso en el amor, tiene consecuencias sociales
desastrosas. La ruptura entre dos enamorados, afecta en sus inicios
únicamente a la pareja, pero en el transcurso del tiempo, cuando los
familiares entran en la escena vincular, la ruptura afecta a todos los
involucrados. El amor es una tarea responsable. Ignorar esa
responsabilidad es abrir las puertas a la desgracia. Generalmente, el
joven que inicia su exploración amorosa, carece de las consecuencias
que resultan del amor no vincular. Quizá las vio, o las escuchó en
otros, pero eso es distinto de sufrirlas en su propia carne. Ver a alguien
quejándose del dolor de muelas no es lo mismo que sufrir el dolor.
Cuando vemos a los divorciados, se tiende a pensar que es mejor
estar divorciados que en un ambiente negativo, pero los errores que
crean las relaciones interpersonales, no son nada comparables con la
sensación de insuficiencia, inoperancia o fracaso que cargan ambos
divorciados. Un divorcio de a dos no es tan grave como un divorcio de
a tres, el tercero, generalmente un inocente en la situación de los dos
divorciados, pierde a la familia. Adquiere padrastros, que pueden ser o
n ser de su agrado. Adquiere seudo abuelos, que pueden o no ser de
su agrado. Adquiere seudo hermanos, seudo tíos, seudo primos y por
otro lado pierde en la mayoría de los casos a sus verdaderos primos,
abuelos y tíos. Pero al tercero, afectado por todo esto, nadie le
preguntó si quería tener esos seudo familiares y perder a sus
familiares o no. Si el divorcio fuese únicamente entre dos, sería algo,
incluso dentro de lo legítimo, pero ¿qué culpa tiene el tercero? El amor
hay que asumirlo con todas sus consecuencias. No es un capricho.
Alguno de ustedes que defiende el divorcio ¿podría hacerse cargo de
resolver la situación de los terceros? Y ¿pueden decirme cómo
recupera el tercero la vinculación de sus padres, cuando estos se
divorcian? Ya hemos explicado lo que significa vincular: respeto,
confianza y unidad. Quien considere que lo mejor en una relación con
problemas, es el divorcio que se divorcie, pero que no reclame por las
consecuencias. Se debe tener conciencia de la importancia del
compromiso conectivo. Sin esa conciencia madura, es fácil opinar y
justificar lo opinado con algún tipo de pensamiento, pero cuando se
dispone de una conciencia conectiva madura, cualquier tipo de
desconexión, sea cual sea, es siempre considerado un tremendo error.
La incompatibilidad en la conexión es imposible en la naturaleza. En la
naturaleza, todo acto contiene valor, todo vale, para algo y eso implica
que existe conexión entre el origen del acto, su función y su finalidad.
Cuando se comprende el origen del amor, la identidad del amor y la
finalidad del amor, se comprende que el divorcio es fruto o
consecuencia de, una insuficiencia, un desajuste y un acto de cobardía
o irresponsabilidad. Todo divorcio es producto de carencias o de
excesos y siempre parte de uno de los dos involucrados. El originario
del descontento, de la discordia o del desajuste que origina el divorcio,
se declara insuficiente ante la norma de la conectividad. Quizá pueda
justificar a otros su decisión de terminar el compromiso asumido con
su pareja, pero ante la naturaleza conectiva, no se puede justificar,
porque en la conectividad no existe desconexión alguna capaz de
sostenerse válida.
¿Cómo se llega a las conclusiones? ¿Cómo llega uno a deducir,
determinar, juzgar o evaluar algo? Se valida o invalida, en base a
ciertos procesos de averiguación. Averiguar es llegar al conocimiento,
por vía inductiva o deductiva. Por vía inductiva, algo que existe
siempre en todo lo particular, porque existe siempre y en todo, es
verdad para la totalidad. El método deductivo es lo contrario, si todos
los humanos son mortales y yo soy un humano, soy mortal. Se aplica a
cada porción de la totalidad Lo particular y la totalidad son medios en
estos dos casos para llegar a la razón, si cada humano se muere, es
lógico pensar que la humanidad es mortal y si la humanidad es mortal
en obvio que todo humano muere.
El meto deductivo es del todo a lo particular y el inductivo es de lo
particular a la totalidad. El método inductivo es para declarar leyes,
normas etc y el deductivo es para ajustes con la ley o con las normas.
En realidad, son dos modos similares de conocimiento; si todo es en
uno y uno es en todo, eso es entonces cierto, justo y completo. El
método es muy simple, pero ha de incluir ambas partes, por lo mismo,
es dual. La consideración de la dualidad conlleva el ejercicio de
comprobar lo particular en lo general y aplicar la general a lo particular.
El sistema de pensamiento objetivo, es el encuentro entre ambos
complementos: general y particular. Se debe excluir del sistema de
pensamiento lo individual o independiente, puesto que todo es
conectivo. Por lo mismo, si creo conocer la casa, aislada de sus
habitantes, resultaría imposible, puesto que la casa, posee los
elementos necesarios para sus habitantes, por eso tiene cocina, baño,
dormitorios y lugares de descanso. Acostumbrarse a pensar en
complementos, permite la posibilidad del conocimiento ajustado.
Pensar que los extraterrestres tienen narices, en un espacio sin
atmosfera, no se ajusta a la realidad. Cuando se conozca la existencia
de una atmosfera similar a la nuestra, podremos afirmar que la nariz
del extraterrestre se justifica. Pensar que la evolución es al azar,
cuando se indica que su desarrollo es a mejor, tampoco se justifica,
puesto que lo mejor es un valor y no es azar. Pensar en hacerse
millonario sin conocimiento del mercado es otra falacia. Si hay
mercado (demanda) la oferta se justifica. El pensamiento dual es un
nuevo paradigma que debe ser educado en los colegios, en la
sociedad y en el hogar de cada uno. Se debe terminar con el falso
individualismo. Nada existe aislado en la individualidad, en forma
singular e independiente de su complemento, absolutamente nada.
El tema de los valores Existen valores absolutos y valores relativos al
nivel de desarrollo de lo absoluto. Se tiende a pesar que todo es
relativo, pero esta afirmación, no podría justificarse si fuese relativa
(cierta y falsa o buena y mala al mismo tiempo) o se ajusta o no se
ajusta, ese es el modo de afirmar si algo es, o no es cierto. Ahora que
comprendemos la naturaleza dual de las cosas, podemos afirmar que
existe el valor absoluto, para todo y el valor relativo a cada porción del
todo. El sentido de que todo es bueno y malo al mismo tiempo, es algo
absurdo. Es como decir que para establecer un orden la única regla a
respetar, es la de que no hay reglas; eso es obsoleto. Proviene de la
dialéctica de Hegel que teorizó el supuesto, de que toda afirmación
contiene al mismo tiempo una negación en sí misma, eso es imposible,
porque, afirmación y negación son opuestas, no complementarias o
inserta una en la otra. Bajo el nombre de la teoría de los opuestos,
Hegel trató de demostrar que existe una tesis (propuesta) y una
antítesis (contrapropuesta) y la contrapropuesta, puede, eliminar a la
propuesta, cuando esta, contiene una negación, superada por la
afirmación de la contrapropuesta. A nivel intelectual, suena lógico; a
nivel valórico, no tiene sentido. Ninguna propuesta contiene una
afirmación y una negación porque cuando se niega la propuesta, no se
realiza, se rechaza. Y ninguna contra propuesta contiene una
afirmación y una negación, porque si contiene una afirmación no sería
contrapropuesta. Valor es la cualidad contenida en el objeto que
satisface, justifica y cumple; en ningún caso es insuficiente, injusto o
incompleto. Y lo que Hegel trata de explicar, es que en el valor, existe
una cualidad opuesta al mismo. Eso no se ajusta a la naturaleza del
valor. Pero sus devotos, repitieron tantas veces a lo largo de los años,
que toda afirmación contiene una negación, que, al entendimiento del
ignorante de los valores absolutos, suena licito, por ser presentado por
un filósofo. Eso ha confundido a un amplio sector social. En ocasiones
depositamos nuestra confianza en la categoría del maestro, en lugar
de examinar la veracidad de su contenido. Es una realidad que ha
ocurrido y ocurre frecuentemente. El geocentrismo, por ejemplo, fue
considerado valido durante siglos, desde que lo propuso Aristóteles,
hasta que Galileo propuso el heliocentrismo. ¡Cómo negar las
explicaciones de un filósofo, tan prestigioso como Aristóteles! Pero sin
duda estaba equivocado. Lo mismo ocurre en la actualidad, se confía
en la opinión del científico por ser científico, no por evaluar y justificar
su postulado. Los valores humanos de plenitud, justicia y cumplimiento
son máximas pretendidas por todo ser. Cada individuo busca la
felicidad, y la máxima felicidad se deriva de sentirse pleno. Cada
individuo busca la confianza y la confianza se deriva del juicio justo, de
lo ajustado. Cada individuo espera ser respetado y el respeto se deriva
del cumplimiento del deber. Existen otros valores relativos a la
caracterización propia del actuar, del pensar o del sentir, como por
ejemplo el placer. Placer es un valor derivado del proceso de
consecución del sentimiento de plenitud. La complacencia del placer
es grata pero no se puede comparar con el sentimiento de plenitud,
son dos categorías distintas. Existe también lo justo particular, como
que en el celular existe una calculadora y se puede decir que el celular
sirve para calcular. Siendo esto cierto, la razón del celular no es
calcular, es comunicar, por lo mismo, el valor del teléfono de comunicar
es más importante que la propiedad de calcular, siendo las dos válidas,
porque lo que justifica al celular es la comunicación. Y podemos decir
que es bueno comer, pero sin duda alguna, lo mejor es alimentarse.
Vemos que los valores relativos a lo particular son múltiples, pero los
absolutos son únicamente tres: lo pleno, lo justo y lo completo. El
término relativo se debe de cambiar por el término proporcional.
Existen valores proporcionales a la conquista, no genera la misma
satisfacción la conquista de pintar un cuadro que la conquista de la
pareja, pero en ambos casos se recibe un beneficio que nos vale y en
ambos casos se siente la satisfacción de la conquista. Pero no se debe
afirmar que por ser uno mayor que el otro en importancia el
sentimiento de satisfacción es relativo, porque en ambos casos se
sintió la misma sensación de satisfacción. La satisfacción es un
sentimiento personal, la plenitud es un establecimiento total. El término
plenario se refiere a la junta general que organiza una entidad,
reuniendo a todos sus representantes o integrantes. Lo pleno incluye a
todo. Para que uno se sienta pleno ha de haber cumplido toda su
función y en cada estructura del proceso de su cumplimiento, debe
haberse sentido siempre satisfecho. Si la finalidad humana es vincular,
para sentirse pleno el ser humano ha de sentirse en todo momento,
satisfecho con el cumplimiento de cada etapa de su proceso. Si
pensamos un poco en la autoestima del individuo, y analizamos cómo
se desarrolla la autoestima, comprenderemos que, para desarrollar la
autoestima, el individuo ha de sentirse satisfecho de sí mismo y de
todas sus iniciativas, objetivos o proyectos. El valor de la plenitud es el
máximo pretendido por todos y cada uno de nosotros. Y el camino
para lograrlo es el hábito a la satisfacción, por eso es importante
reconocer, en cada etapa del desarrollo de cualquier acto, que ese
acto, es válido siempre y para todo. La vida es corta, muy corta. La
mujer pretende, el hombre propone y la naturaleza dispone. La mujer
pretende y espera ser madre. El hombre propone hacerla madre y la
naturaleza dispone si serán o no serán padres. Desde nuestra
concepción pasamos solo tres meses hasta completar nuestro periodo
ovular, otros tres meses sobran para completar nuestro periodo
embrional y solo otros tres, para cumplir nuestro periodo fetal. En solo
nueve meses, en 40 semanas se completa el ciclo pre-terrestre. El
periodo terrestre si lo comparamos con el pre-terrestre es un poco más
largo, pero es muy corto si se compara con el tiempo de la historia.
Pensemos que el sol, tarda en dar una vuelta a la galaxia, 230 millones
de años. La luz emitida por el centro de nuestra galaxia tarda 23000
años en llegar a la tierra. Nuestra vida es muy corta. A los tres meses,
los niños ya se independizan de lo estrictamente mecánico, fijan su
visión, reconocen sonidos y controlan algunos movimientos. A los seis
meses se independizan de la lactancia y comienzan a comer colados,
independientes de la madre y a los nueve meses, el bebé ya pesa 10
kilos y mide 70 centímetros. Es el momento de ponerse de pie y
caminar. En solo nueve meses el niño se independizó de su madre,
comenzó a descubrir el ámbito terrestre y se transformó en un ser
autónomo. En solo nueve meses. Al año de vida, el niño exige
sociabilidad, busca compañía. A los 15 meses comienza su periodo
sensible al lenguaje. A los dieciocho meses comienza el desarrollo de
sus capacidades emocionales, intelectuales y motivacionales, el niño
comienza a sentirse y saberse diferente. Ha pasado tres periodos de
tres meses cada uno, tres en el vientre de la madre (9 meses) tres,
dependiendo del cuidado materno (9 meses) y tres periodos de
autonomía (9 meses) A los 3 años, el niño espera al ejemplar para
imitarle en todo. Este periodo sensible a la imitación durará varios
años, pero se inicia en esa etapa. A los seis años se inicia su
desarrollo intelectual. El niño ya comprende, siente la importancia de
las máximas necesidades y discierne. Su carácter y actitudes, están ya
desarrolladas. A los 12 años, comienza su pubertad y a los 18 años
tiene todas las facultades para ser maduro. Maduro individual, a los 18,
maduro familiar a los 36 y maduro social a los 54 Ese es el ciclo, muy
simple y sencillo, pero muy corto al mismo tiempo. Una vez cumplidos
los ciclos pre-terrestre en el vientre de la madre y el terrestre en el
vientre de la tierra, el siguiente ciclo es el extraterrestre en el vientre
espiritual. Pasando por las etapas de espíritu de formación, espíritu
vital y espíritu cumplido. El proceso es muy corto, la finalidad es muy
larga. Reconocer los tres estados de la naturaleza del valor no es tarea
fácil. El valor pretende, propone y dispone. Porque dispone, puede
proponer y para proponer ha de pretender. Estos tres aspectos de la
naturaleza, son los organizadores del orden cósmico, cuando se ubica
cada uno en su posición y asumen su importancia, se establece la
jerarquía vertical que hace posible la operatividad horizontal. Porque
se dispone, se propone y porque se dispone se pretende. Pretender y
proponer deben estar a disposición del disponer. La naturaleza
dispone de recursos, la naturaleza masculina propone, emite,
insemina, siembra. La naturaleza femenina pretende que la siembren,
que la inseminen y la transformen en madre. Los humanos tenemos
muchos vicios intelectuales, acostumbramos a fragmentar y parcializar
el conocimiento. No nos damos cuenta, de que cuando se pretende
algo, ese algo, ¡ya es! y se dispone de él, o de ello. Y que ese él o ello,
fue propuesto para poder ser. Por eso es necesario asumir la trinidad
contenida en la dualidad de cualquier unidad de pensamiento. El valor
es siempre trinitario en su unidad dual. Todo acto o existencia,
contiene intencionalidad, selectividad y poder. Por eso existe.
Debemos acostumbrar a nuestras generaciones futuras a pensar en
unidad dual trinitaria. La singularidad independiente de las diferencias
no se ajusta a la realidad complementaria de la naturaleza. En la
diversidad no se encuentra la complementariedad. Dejemos la
diversidad en su sitio y analicemos el estudio de lo preferente, lo
importante, constante e inmanente. La individualidad origina oposición.
La defensa de la individualidad obliga a pensar en las diferencias por
sobre las afinidades y lógicamente, en la defensa de lo diferente sin la
comprensión de lo similar, se es distinto al otro contrario y por ser
contrario se le opone. Entre opuestos no hay unidad posible y lo
opuesto a la unidad es la lucha. Esta dinámica entre opuestos,
propuesta por los marxistas, es la que ha originado los trastornos
sociales que conocemos en los países afiliados a ese credo. La
individualidad intelectual, desemboca en la defensa del individuo por
sobre la defensa de la razón y transforma esa actitud en arrogancia. Y
la individualidad del cobarde, acaba por defender al individuo. Esa
actitud defensiva es propia del egoísta. A la historia humana le faltan
muchas respuestas a temas sin resolver. La ciencia piensa que tiene la
razón porque es demostrativa, pero todo conocimiento empírico,
termina siendo conocido y el conocimiento, pertenece a la rama de la
filosofía. A la filosofía del conocimiento se le denomina epistemología y
la ciencia debería mostrarse más humilde y asumir que sin la filosofía,
la ciencia es imposible y que la filosofía sin la ciencia es
indemostrable, pero ambas, cometen el mismo error al defender su
individualidad y sus distinciones, por sobre el encuentro de la
conectividad.
Temas filosóficos a resolver 1-El problema de la realidad del ser. 2-El
problema del conocimiento. 3-El problema del hombre. 4-El problema
de Dios. 5-El problema del fundamento de la moralidad 6-El problema
del fundamento político de la sociedad. 7-El problema del papel de la
filosofía en el conjunto del saber. Estos siete temas deber ser resueltos
para ordenar al hombre en el contexto natural. Vamos a examinar cada
uno de ellos y analizarlos hasta lograr aproximarnos a su comprensión.
1-El problema de la realidad del ser. Comencemos aclarando a que se
denomina “ser”. Para entenderlo debemos pensar en la posibilidad
opuesta al ser, me refiero al “no ser”. Del “no ser”, no se sabe, del “ser”
se sabe, el “no ser” no está, el “ser”, está y el “no ser” no beneficia,
satisface o justifica, el “ser” se justifica, por lo tanto, satisface y
beneficia a quien lo aprecia, de donde se deduce que vale. El “ser” por
lo visto existe, el no ser no existe. Así llegamos a la conclusión de que
“ser” es una existencia. Ahora vamos a entender lo que es existencia
mediante el mismo mecanismo. Lo “no existente” no puede ser
evaluado, lo “existente”, sí. Algo que existe, se afirma existiendo
porque ha sido por alguien evaluado. Luego, toda existencia es aquella
capaz de ser evaluada. De donde se deduce que todo ser existe
siempre y cuando haya sido evaluado. Según este raciocinio, la
defensa de la existencia de lo desconocido es imposible. La existencia
de lo desconocido, solo se justifica en quien lo conoce. Podemos decir
que no conocemos china, pero sabemos que existen chinos y eso
valida la existencia de china, independiente de que uno no la conozca.
Pero la existencia de la contra naturaleza, no la ha conocido nadie y
por lo tanto, de nada sirve justificar su defensa. Todo aquello que se
aprecia, (entendiendo por apreciar, dar o recibir valor) podemos afirmar
que existe. ¿Qué es entonces ser? Ser es todo aquello capaz de ser
evaluado.
2-El problema del conocimiento. Conocer es fruto de evaluar, para
evaluar es necesario criterio y significado. Sabemos que todo “ser”
contiene información. Existe información contenida e información
reconocida. Para reconocer cualquier información, es necesario
conocer antes lo reconocido. A ese tipo de conocimiento a priori lo
denominamos noción de prototipo o proto imagen. Todo lo que se
imagina ha sido previamente concebido. Y fue concebido a nivel de
proto-imagen, porque es posible. Todo lo posible existe contenido en la
naturaleza, por lo tanto contiene y participa de intencionalidad,
selectividad y poder. Para conocer, es necesario reconocer y para
reconocer es necesario conocer. De esto se deduce que todo
conocimiento es producto de la correlatividad, similitud y concordancia,
entre una información contenida a priori, con una información a
posteriori. De esa concordancia, similitud o correlatividad se produce el
conocimiento. Todo ser dispone de conocimiento a priori, a nivel de
prototipo de felicidad, de justicia y del deber, por eso cuando cumple
siente beneficio, cuando sabe lo justo confía y cuando siente
sensaciones de agrado lo satisfacen. Se tiene noción de espacio y por
eso se determinan distancias. Se dispone de noción de tiempo, por
eso se determinan momentos. Se tiene noción de cálculo y por eso
calculamos, etc. El conocimiento se establece al reconocer lo
conocido, por eso se dispone de criterio y se desarrolla este criterio, en
base a lo reconocido.
3- El problema del hombre. Lo humano conocido, dista mucho de lo
naturalmente humano. El ser humano actual dista mucho del natural.
Humano es quien responde libre y voluntariamente al máximo
cumplimiento del deber, por eso es el único ser responsable de la
creación. El verdadero humano maduro controla y domina, las virtudes,
los instintos y el celo. Veamos el caso contrario. ¿Se diría maduro el
humano, que no controla las virtudes de la prudencia, firmeza y
templanza? ¿Sería maduro el inestable, imprudente, destemplado e
irresponsable? ¿Sería ejemplar para sus hijos o maduro, el individuo
que padece parafilia o perversión sexual? O ¿confiaríamos nuestra
despensa al maduro con síndrome de descontrol alimentario? Maduro
no es ser anciano, es ser capaz de funcionar naturalmente.
¿Podríamos decir maduro al individuo que no controla la ansiedad o la
angustia? Y ¿al temeroso agresivo o defensivo? El ser humano no es
solo el conjunto de órganos o circunscripción morfológica o anatómica
humana, el ser humano es una categoría establecida sobre la base de
la maduración. Y ser humano maduro es aquel que se ofrece siempre
y en todo voluntariamente al cumplimiento del máximo deber, para lo
que necesita de control y dominio del celo, los instintos y las virtudes.
4- el problema de Dios. ¿Qué es Dios? Analicemos antes que no es
Dios. Si les pregunto ¿qué otra cosa existe más allá de la naturaleza?
Cualquier contestación que me entreguen sería solo ficción porque no
se puede apreciar algo más allá de la naturaleza. La naturaleza, el
cosmos y el universo son tres calificativos para la totalidad de las
cosas y algo externo a la totalidad no tiene cabida en la totalidad. El
todo lo involucra a todo y lo sobrenatural, estaría inserto en la
totalidad. Más allá del todo no cabe posibilidad de existir porque el
todo es infinitamente inclusivo. Al no tener fin, no puede existir nada
ajeno al todo infinito. Por lo mismo, si existe un Dios, debe estar
incluido dentro de lo que comprende la totalidad, no puede ser externo
a la infinita totalidad. Bajo ese punto de vista, no existe nada
sobrenatural, ni infra natural. Dios no es un ser sobrenatural, porque lo
sobrenatural no existe. Por lo mismo, ha de ser natural. Si decimos
que Dios es absoluto, debemos precisar el significado de absoluto.
Absoluto es aquello que está siempre y en todo. Porque está siempre y
en todo, no varía y si es invariable, no puede unir y desunir. El cosmos
es un orden y dentro de todo orden existe unidad. Se dice también que
Dios es amor y el amor es la fuerza que une. Si Dios es la fuerza que
une, y es absoluto, no tiene como desunir, despreciar o rechazar. De
ser así, Dios no puede, ni perdonar ni castigar, ni enfrentarse, ni
mucho menos enviar a nadie al infierno. Ese tipo de Dios no se ajusta
a lo absoluto. Se dice que Dios es masculino; si únicamente es
masculino, ¿Dónde se origina lo femenino? Si decimos también que
Dios es absoluto, ¿cómo puede ser únicamente masculino, cuando lo
masculino no es en todo y siempre? La dualidad es absoluta, porque
es en todo y siempre pero lo femenino o lo masculino son dos
aspectos particulares de lo absoluto dual. Por lo tanto, Dios no podría
ser solo masculino. ¿Qué es entonces Dios? Si es absoluto está
siempre en todo y en todo existen dos cualidades, lo energético y lo
directivo. En todo existe una naturaleza directiva inherente que hace
posible la existencia de las partículas, átomos, moléculas, vegetales,
animales y el hombre. Esa naturaleza directiva es funcional en el caso
de las partículas, átomos y moléculas, es vegetal en el caso de las
plantas; instintiva en el caso de los animales y mental en el caso de los
humanos. Los humanos tienen mente y cuerpo y son duales en lo
masculino y en lo femenino. Los animales están compuestos por
instinto y cuerpo, macho y hembra. Las plantas contienen una mente
vegetal y una dualidad, pistilo y estambre. Las moléculas átomos y
partículas contienen una naturaleza directiva inherente y catión y anión
o valencias positiva y negativa. En todo ser creado existe la dualidad
masculina femenina, positivo negativa o naturaleza directiva inherente
y forma externa o cuerpo. Si cada porción de lo que está compuesto
todo, contiene esa dualidad masculino femenina y estructura externa
dirigida por una naturaleza directiva inherente, es lógico pensar que el
origen de cada particularidad de la que se compone todo, sea en sí
mismo: naturaleza directiva y estructura. Toda naturaleza directiva de
lo creado, contiene intencionalidad, selectividad y poder y todo está
compuesto de energía. Si se acepta esta realidad, debemos deducir
que el origen Dios, es en sí mismo energía intencional, selectivo
poderosa.
Todo poder, selección e intención pretende y propone cuerpos de
unidad, por lo tanto, la intencionalidad, selectividad y poder del origen
de la creación, está siempre y en todo enfocada en la unidad. La meta
ultima y absoluta de la creación es la unidad. Unidad es valor. El valor
se manifiesta en lo cumplido o completo, en lo justo y en lo
satisfactorio. El valor contiene deber y derecho al beneficio del
cumplimiento del deber. La unidad se debe establecer para disfrutar
del beneficio de su cumplimiento. Lo originario de la creación espera la
unidad. Y por ser máximo en potencia, lo originario de la creación
espera la máxima unidad, la completa. El responsable del
establecimiento de esa máxima unidad completa es el ser capaz de
comprenderla, ese ser es el humano. Por lo mismo, el potencial del
máximo valor está en cada ser humano. Si cada humano se entregara
voluntariamente al cumplimiento del máximo deber, descubriría la
esencia del Dios que opera en él. Vamos a analizarlo desde otro punto
de vista. Cuando hablamos de creación, hablamos de un origen.
Origen implica a dos: lo originario y lo originado. Lo originado puede
ser creado por cualquiera de las siguientes categorías existentes: 1-La
humana. 2-La animal. 3-La vegetal. 4-La molecular. 5-La atómica. 6-La
subatómica o partículas. 7-La energía. Se tiende a pensar en un origen
teocrático creador, morfológico y mental, que se imagina
sobrehumano, sin darnos cuenta de que todos los atributos que le
damos a este “ser”, existen contenidos en la base fundamental del
universo, que es la energía. La energía posee información, poder e
intención. Pero resulta más fácil imaginar a “alguien” similar al humano
(porque se supone que la inteligencia, la sensibilidad y el poder
creativo, existen únicamente en la categoría del ser humano) y este
“ser” originario, debe superar al humano. Se imagina a una especie de
super man, sobrenatural, viejo y barbudo, pero con cuerpo de
campeón de halterofilia que habita en las nubes. Pero resulta que el
máximo poder, la máxima información y la máxima selectividad,
existen contenidas en la categoría de lo más pequeño, es decir, en la
energía. Ningún poder humano supera a la fuerza nuclear. No existe
sabio o científico alguno capaz de descubrir la naturaleza de la energía
y la variedad de posibilidades de la energía, supera a toda creatividad
humana. La energía es eterna, absoluta e incambiable en su
transformación de constantes variaciones. Es omnipotente, inmanente,
omnipresente, e infinita. Todos estos atributos se indica existen
contenidos en ese “Dios” del que todos conversamos. Si existen en lo
mínimo y en lo máximo, es lógico pensar que el originario de lo
originado sea la energía, y no un anciano barbudo aburrido observador
sobre una nube. La energía ni se crea ni se destruye, pero se
transforma, es decir, crea. Si es eterna, significa que no se crea, no fue
originada, pero transforma y eso si origina. Pero no es un tipo de
energía cinética, térmica, nuclear, eléctrica, eólica, radiante, química,
sonora, geotérmica, hidráulica, etc, etc. esas son meras estructuras de
algo más profundo. Si nos preguntamos cual es la razón que justifica a
todas estas manifestaciones de energía, llegaremos siempre y en cada
una de ellas a la misma conclusión, todas ellas satisfacen una
determinada necesidad. Si no hay viento no existe posibilidad de
establecer el ciclo fluvial que alimenta las plantas. Sin energía térmica
es imposible la existencia de minerales, etc etc. Si todas estas
manifestaciones de la energía satisfacen una necesidad, se puede
deducir que la energía contiene valor. Valor implica deber de
establecerlo y derecho a disfrutar del beneficio de lo establecido. Esa
es la razón que justifica la transformación de la energía. El valor
estimula e impulsa a la conquista del beneficio que motiva la
transformación. La energía es un circuito creativo que en su conducta
circular (hacia sí misma) establece la dualidad de dar y recibir, acción
reacción. Se da por el cumplimiento del deber, para disfrutar de recibir
el beneficio de lo cumplido. La imagen de Dios, es la estructura
creativa y el fundamento esencial de Dios es el valor. Podemos afirmar
que Dios es valor y energía. En el valor existen deber (poder) y
derecho al beneficio (satisfacción), de donde se deduce que en el valor
existen voluntad y emoción, pero, lo que satisface a la emoción es el
cumplimiento del deber máximo y esa es la razón que justifica el
bienestar, luego, en el valor existe contenido un elemento intelectual
que justifica el actuar creativo. De este modo tenemos la imagen
completa de Dios. Origen sensible, inteligente, poderoso,
omnipresente, infinito y eterno, valor y energía. 5-El problema del
fundamento de la moralidad. Este si es un tema interesante. Moral,
¿qué se entiende por moral y qué diferencia existe entre la moral y la
ética? Estos puntos deben ser aclarados. Si por moral se entiende
todo aquello que colabora en el crecimiento natural del individuo,
podríamos averiguar la conducta, pensamiento e intenciones
naturalmente decentes. Pero si por moral se entiende el planteamiento
ideológico de una determinada convicción, entonces, habría que
conocer en profundidad el proyecto de dicha ideología. Moral se
entiende al comportamiento que beneficia la naturaleza del individuo, y
ética es el tipo de comportamiento que tiene que ver con el
establecimiento de sanas relaciones interpersonales. Esta diferencia
entre el sano bienestar individual moral y la sana convivencia son dos
aspectos del bien común que se distinguen con los adjetivos de moral
y ética.
El comportamiento moral es aquel que beneficia al individuo en su
desarrollo. Si el individuo asume la responsabilidad de responder
siempre y en todo, al cumplimiento de la máxima necesidad válida
para todo, controlando y dominando las virtudes de la prudencia,
firmeza y templanza.; controlando el celo extremo emocional,
intelectual y conductual y controlando o dominando sus instintos de
protección, conservación y reproducción, se puede afirmar que este
individuo es un ser moralmente normal y decente.
El comportamiento ético sano, tiene que ver con el cómo se establecen
las correctas relaciones humanas, si el individuo que pretende o
propone una relación, la orienta en el beneficio compartido, o sea que
beneficie a ambos por el bien de todo y establece la relación,
atendiendo, entendiendo y estando atento a las máximas necesidades
fundamentales de la relación; seduciendo con afecto, persuadiendo
con la verdad y motivando con el ejemplo de lo correcto, el receptor,
respondería motivado, confiado y atraído por el emisor y se
establecería una correcta relación ética. En esta dinámica, no existe
razón, ni para el reclamo, ni para la acusación, ni para el rechazo. Eso
indica que establece una ética correcta.
El comportamiento estético tiene que ver con el dominio sobre las
conductas responsables. Estético es lo bien hecho, que por el nivel de
excelencia que manifiesta, goza de los máximos atributos de bienestar,
ajuste y satisfacción. El dominio de los procesos de desarrollo de las
capacidades y de las habilidades es lo que entendemos por naturaleza
de la estética. El dominio del proceso de desarrollo de la capacidad
sensible, exige captar siempre las máximas necesidades válidas para
todo. El hábito a captar las máximas necesidades válidas para todo,
sensibiliza cada vez más la capacidad emocional del individuo. El
dominio del proceso de desarrollo de la capacidad intelectual, exige el
reconocimiento de la justa razón, o del juicio que por ser constante e
inmanente, es siempre para todos valido. El hábito a reconocer el juicio
justo, en toda circunstancia, desarrolla la inteligencia de la persona
que almacena en su memoria conocimientos siempre ciertos y
ajustados. Ese es el mecanismo del desarrollo de la inteligencia. El
dominio del proceso de desarrollo de la voluntad, exige responder
siempre al cumplimiento del máximo deber necesario, que por ser
válido para todo, no perjudica nunca a nada. La rutina en esta
disposición, desarrolla la voluntad incondicional del individuo. El
desarrollo de las habilidades, va ligado al desarrollo de las
capacidades. El más prudente, firme, constante y templado,
lógicamente repetirá sus ejercicios con más precisión y efectividad que
el imprudente, inconstante o destemplado. Estas técnicas,
(recordemos que técnica es un hábito repetido y oficio, es el dominio
de una técnica) garantizan el desarrollo de la estética. Las cosas
extraordinarias exigen de un dominio extraordinario sobre los procesos
de consecución.
6- El problema del fundamento político de la sociedad. Constitución
Universal
El universo social contemporáneo se encuentra polarizado en dos
grandes bloques sin respuestas adecuadas a las necesidades
naturales del ser humano. Ni los sistemas autocráticos ni los
democráticos disponen del recurso conectivo educativo para la
realización del ser humano. La mayoría de las constituciones actuales
son productos de estudios estadísticos de conductas, pensamientos y
sentimientos de una inmensa mayoría inmadura, que determinan la
orientación social de normas que, ni satisfacen, ni ajustan al hombre
contemporáneo con su naturaleza humana. La ignorancia del derecho
natural verdadero obliga al individuo a cumplir ciertos deberes, que por
no ser los verdaderos, desajustan a sociedades con sociedades, a
familias con otras familias y a las personas con sus semejantes.
Cuando la humanidad asuma, que el fundamento esencial de la
naturaleza, es su conectividad y se construyan procesos de desarrollo
basados en la conectividad, sobre esa base, podremos todos, volver a
establecer una sociedad universal anti-desconectiva, igualitaria y libre.
1-Odiar, mentir o no cumplir con el deber de responder al cumplimiento
de la máxima necesidad válida para todo, destruye la esperanza, la
confianza y la productividad respetuosa y responsable. Destruye el
equilibrio en las relaciones humanas, y con ello, la estabilidad familiar y
social. Para evitar estos traumas, se debe responder siempre al
cumplimiento completo del deber de resolver, realizar o satisfacer a la
máxima necesidad válida para todo; se deben callar los juicios
prematuros, apresurados o sin fundamento y decir solo la verdad, nada
más que la verdad y aquello que por ser constante o inmanente es
siempre y para todo valido, justo y cierto. Y se debe estar siempre
dispuesto a resolver y responder voluntaria e incondicionalmente, al
cumplimiento de las máximas necesidades fundamentales, que
garantizan el bienestar del otro para que beneficie al Todo.
2-La Constitución Universal Natural, se fundamenta en el
ordenamiento normado y consecuente con los Principios de la
Creación, con las Leyes de la Naturaleza y en consecuencia, con las
conductas adecuadas al cumplimiento natural de la autenticidad de
cada especie.
3-La Constitución Universal, en sus estatutos, debe priorizar estas
conductas para el beneficio de la humanidad y del equilibrio ecológico
y biológico global. Este mandato, ha de ser el fundamento preferencial
prioritario de la Verdadera Constitución, evitando así, todo tipo de
trastornos de identidad, personalidad, familiares y sociales. Hasta no
ser por todos compartida esta normativa, el ser humano seguirá
padeciendo los trastornos derivados de esta carencia: crisis de
identidad, crisis existencial y crisis motivacional.
4-La Constitución Universal Natural debe liberar al hombre de su
dependencia del instinto y de su desubicación y falta de control del
celo, que le permita superar el egoísmo, enemigo supremo de la
naturaleza.
Articulo1Todo humano es Libre, Autónomo, y Responsable.
Libre de optar por la máxima alternativa válida para todo o por la
alternativa mínima válida para uno. La verdadera elección Libre, es
aquella que beneficia siempre a Todo.
Autónomo es una palabra compuesta por la raíz –auto-, de -uno
mismo- y el desinema –nomo- que significa – ley: “ Ser uno mismo con
la Ley Natural”. No significa ser exclusivamente independiente. El ser
humano es, en ese sentido, autónomo porque puede por sí solo,
reconocer el Juicio Justo en la Naturaleza de la Razón que justifica
una realidad constante o actual, transcendente o intranscendente.
Responsable, porque responde voluntaria e incondicionalmente al
cumplimiento del Deber Máximo exigido por Naturaleza de la Máxima
Necesidad Válida.
1-Porque por Naturaleza es Libre, debe obrar en libertad optando
siempre y en todo lugar por la elección de la Máxima Alternativa Válida
para Todo.
2-Porque por Naturaleza es Autónomo, debe descubrir y razonar
siempre y en todo el Juicio Justo.
3- Porque por Naturaleza es Responsable, debe cumplir siempre el
Máximo Deber Válido para Todo.
Estos tres Deberes Humanos son el Fundamento del Orden Social.
Todo humano es Libre Autónomo y Responsable, por lo tanto, tiene el
deber de responder siempre al cumplimiento de la Máxima Necesidad
Válida para Todo. Responsable no es aquel que responde a cualquier
cosa innecesaria, ¡No! Hay mucha gente “responsable” en cumplir las
necesidades de su empresa y cero responsable en el cumplir con las
necesidades familiares vinculares. O gente responsable con su familia
e irresponsables con su empresa, o responsables con su empresa e
irresponsables con su Naturaleza. Responsable no es aquel que se
pasa toda su vida respondiendo al cumplimiento de sus propios
deseos y que no responde a ninguna de las necesidades familiares o
sociales. ¿Cómo se le llama al individuo “responsable” que pasó toda
su juventud respondiendo a las necesidades de su familia, trabajando
responsablemente todos los días y cumpliendo con todas las
necesidades laborales y familiares, pero que, cuando vienen a
atacarles los vecinos del país limítrofe, se rehúsa al llamado de la
nación a defender su integridad? Creo que es algo entre cobarde,
desleal y traidor, o entre antisocial e irresponsable, podéis ponerle el
término que más os guste, pero el sentido de irresponsabilidad es de
sobra manifiesto en él.
Siguiendo con la Constitución Universal, decíamos que todo humano
nace Libre Autónomo y Responsable, y por lo tanto, tiene el Deber de
responder siempre al cumplimiento de la Máxima Necesidad Válida
para Todo. Tiene el Deber de descubrir y reconocer (por sí solo, para
calificarse responsable) los Valores Absolutos y los Principios de la
Creación (sus fundamentos) junto con el Ideal de las Especies y la
Verdadera Normativa Natural de las relaciones interpersonales.
Además, tiene el Deber de dominar sus conductas afectivas,
pensamientos, juicios y sensaciones, para evitar todo trastorno de
personalidad en sí mismo y en el otro, o en los otros. De su
cumplimiento obtiene el Derecho a la Felicidad, Sabiduría y Libertad
creativa en toda su extensión.
Si todo humano, opta voluntariamente por cumplir, resolver o satisfacer
la máxima necesidad válida para todo; si reconocen todos, la razones
justas que justifican toda realidad y si responden todos,
incondicionalmente, al cumplimiento del máximo deber necesario que
beneficia a todo, nadie perjudicaría nunca a nadie, ni a nada. Cumplir
con estas tres obligaciones naturales, garantiza el respeto mutuo, la
confianza y el máximo bienestar global. El respeto mutuo garantiza la
protección, seguridad y creatividad de las personas. La confianza
facilita el desarrollo de la inteligencia, de la autoestima y de la
productividad. La unidad facilita la cooperación y participación
voluntaria en el mejoramiento del ambiente.
Artículo 2Todo Humano tiene el Derecho al reconocimiento y desarrollo
de su propia identidad, tanto de género, como de función.
Reconociéndose a sí mismo complemento filial, fraternal, conyugal y
parental, lo que obliga a todo humano, a garantizar, proteger y
promover la unidad vincular intrafamiliar (Con los miembros de su
familia) e interfamiliar (con otras familias).
1-Todo Humano Debe, por sobre todas las cosas, proteger la
integridad familiar vincular. Sin familia no hay modelo máximo de
Valores Absolutos de Plenitud, Justicia y Cumplimiento valórico moral,
ético y estético. No hay modelo del afecto incondicional parental
máximo, no hay modelo de confianza máxima ajustada a la
incondicionalidad normal responsable, y no hay modelo del respeto
responsable en la lealtad al cumplimiento del Ideal Familiar, núcleo
esencial de la especie humana y garantía del modelo de rol masculino
y femenino. Por eso, el segundo de los artículos de la Constitución
Universal es el de que Todo Humano debe establecer una Familia
Vinculada en el Afecto Incondicional Maduro. Y de su cumplimiento,
obtiene el Derecho al beneficio del afecto que se deriva del
cumplimiento de esta condición.
Nótese que unidos implica a dos, unidad no es singularidad, sino
dualidad o pluralidad recíproca ligada (uni- 1, dos- 2). La familia es el
núcleo gestor de los valores humanos. Nadie puede evaluar la
intimidad del comportamiento, del pensamiento o de las expectativas
de los individuos como sus propios padres y hermanos, con quienes
comparten diariamente sus intimidades emocionales, intelectuales o
conductuales. La familia es la escuela de la prudencia, firmeza y
templanza. La escuela del desarrollo afectivo, cognoscitivo y
productivo. Es donde se adquieren las características del rol masculino
y femenino y el respeto a las prioridades del más experto, más
inteligente o más creativo. La familia facilita el modelo de maduración
en la conducta ejemplar de los padres y hermanos mayores. Por lo
tanto, la familia ha de ser constituida, sobre la base de la calificación
de ser maduros, en la superación de los apetitos del instinto y en el
control del celo extremo. Maduros en el entendimiento de las normas
naturales y en la comprensión de los roles masculinos y femeninos. La
familia ha de constituirse sobre la base del amor responsable, que
sume el compromiso de atender, entender y estar atento siempre a las
necesidades fundamentales de los padres, del cónyuge y de los hijos,
seduciendo con afecto, persuadiendo con la verdad y motivándolos
con el ejemplo de lo correcto en todo y siempre.
Artículo 3-Todo Humano está dotado con capacidades emocionales,
intelectuales y motivacionales, así como con habilidades sensoriales,
comunicativas y creativas, por lo tanto, debe permitir la libertad en
creación, en expresión y en afecto al semejante, por ende, tiene el
Derecho al beneficio del ejercicio responsable, verdadero y válido del
semejante. La descalificación, la acusación y el reclamo, junto con el
odio, o rechazo al otro, no restituyen las insuficiencias, por lo mismo,
frente al reclamo, se debe responder con soluciones adecuadas, frente
a la acusación se debe responder con juicio justo, y frente a la
insuficiencia se debe responder con el cumplimiento del deber. 1-Todo
Humano debe evitar los reclamos, la acusación y el rechazo a sus
semejantes.
En una sociedad sin reclamos, no existe posibilidad de ofensa, en una
sociedad sin acusaciones, no existe posibilidad de prejuicios y en una
sociedad sin rechazos, no existe posibilidad de discriminación.
Se reclaman, acusan o rechazan aspectos de exceso o carencia en
calidad y cantidad, así como el desorden, el error o el delito. Reclamar,
acusar o rechazar, son tres aspectos de lo mismo, el repudio por el
desorden, error o delito. Cuando se reclama un error, se acusa el error
y se repudia el error. Reclamar, acusar y rechazar, son tres formas de
manifestar un dolor o daño. Reclamar, acusar o rechazar son formas
de negar algo o de negarse frente a algo. Reclamar, fuerza al otro a
restituir y por lo mismo, acusa culpabilidad en el hecho desordenado,
desajustado o indebido. Acusar imputa la culpa o responsabilidad en el
hecho que se considera indebido, inadecuado o desordenado.
Rechazar, imprime una resistencia o negación ante el hecho indebido.
Estas tres formas restrictivas, coactivas o coercitivas, imponen en el
reclamado, acusado o rechazado, la obligación de restaurar el hecho,
privándolo de su libertad o voluntariedad. Esa es la razón por la que el
acusado, tiende a negarse a restaurarlo. Ni el reclamar, acusar o
rechazar restituyen el dolor o el daño, por lo mismo, no pueden
considerarse correctivos. Corregir, en estos casos es la tarea de
sensibilizar, persuadir y motivar al otro a ordenar, ajustar o restaurar su
error, desorden o delito. La eliminación de los desórdenes sociales e
individuales, de los errores sociales y personales y de los delitos
morales o sociales, es sola y exclusiva responsabilidad del sistema
educativo operativo en cada momento y lugar. Por eso, es necesario
reconocer las Normas de la Naturaleza y sus deberes.
Artículo 4-Todo Humano para Madurar, ha de superar la tentación del
apetito intergenital prematuro, estableciendo el matrimonio sobre la
base de la máxima lealtad filio-paternal incondicional y recibiendo la
bendición de sus padres sobre el reconocimiento y la aceptación de
su condición de ser Maduro en el dominio del celo y los instintos. Solo
sobre esta base, puede liberarse de la acusación del celo y del
dominio sobre el instinto. Por lo mismo, es necesario que los padres
sean Maduros en el dominio de las condiciones anteriormente
mencionadas: control del celo y dominio sobre el instinto.
1-Todo Humano debe contraer matrimonio sobre la base de haber
demostrado a sus padres o apoderados, ser capaz de controlar y
dominar los instintos y el celo, reconociendo las Leyes de la Creación y
asumiendo el compromiso y la determinación de respetar la
Constitución Universal y de estudiar diariamente el desarrollo de las
capacidades y habilidades humanas.
El cumplimiento de estos artículos es suficiente fundamento para
establecer una sociedad humana normal. Sociedad en unidad civil,
religiosa, política, económica, consuetudinaria; sin fronteras y con un
lenguaje y cultura común. La sociedad libre, donde todos captan
siempre la máxima necesidad. La sociedad autónoma porque todos se
ajustan siempre al juicio justo de la razón y la sociedad creativa,
porque una vez satisfechos los deberes de la totalidad, se dispone de
todo el tiempo y recursos necesarios para embellecerla. Esa sociedad
humana, igualitaria en los procesos de educación, confraterna en la
actitud de mejorar al otro en el ordenamiento natural y sin más límites
que los que su propia libertad y respeto le restringen, sería la imagen
del fantaseado reino de los cielos. El reino de la Naturaleza. Solo en
ese reino, el ser humano adquiere su integridad y desarrollo humano.
Para cumplir esa meta es necesario iniciar una verdadera familia en
nuestra falsa realidad social. Alguien ha de iniciarse en el estudio de
los fundamentos de la Naturaleza y ejercer el control completo sobre el
celo y los instintos antes de contraer matrimonio. Alguien ha de
restaurar el verdadero afecto filio-paternal y paterno-filial, antes de
reproducirse para disponer del calificativo que certifique el desarrollo y
maduración del candidato al matrimonio. En este momento, Sin “hijos
espirituales” no se califica para tener hijos naturales. Una vez se
disponga de una sociedad madura, cualquiera califica. La
trasformación de nuestra sociedad actual a una sociedad madura, es
una tarea, que se debe realizar en las familias, Hasta crear una
Organización Mundial de Familias, sobre la base de unos Padres
Verdaderos.
Para establecer una sociedad natural, el universo de la población debe
cumplir los deberes de la normalización humana. Debe cumplirlos de
manera voluntaria sin ser impuestos por fuerza alguna, pero ante la
negativa al cumplimiento del deber, el que se niegue, perderá el
derecho al beneficio de disfrutar del bienestar de quien o quienes lo
cumplan.
Deberes Humanos:
1-Porque por Naturaleza, el ser Humano es Libre, el humano debe
obrar en libertad optando, en todo lugar, por la elección de cumplir
siempre la Máxima Alternativa Válida para Todo.
2-Porque por Naturaleza el ser Humano es Autónomo, Debe descubrir
y razonar siempre y en todo el Juicio Justo.
3- Porque por Naturaleza el ser humano es Responsable, debe cumplir
siempre el Máximo Deber Válido para Todo.
4-Todo Humano Debe, por sobre todas las cosas, proteger la
Integridad Familiar Vincular.
5-Todo Humano Debe evitar los reclamos, la acusación y el rechazo a
sus semejantes.
6-Todo Humano Debe contraer matrimonio sobre la base de haber
demostrado a sus padres o apoderados, ser capaz de controlar y
dominar los instintos y el celo, reconociendo las Leyes de la Creación y
asumiendo el compromiso y la determinación de Respetar la
Constitución Natural y estudiar diariamente el desarrollo de las
capacidades y habilidades humanas, hasta ser capaz de orientar,
educar y madurar completamente en la normalidad a la totalidad de
sus descendientes.
Estos seis Deberes Humanos son el fundamento que garantiza el
Orden Social Natural. Si todos los humanos cumplen completamente
estos deberes, la Humanidad podrá disfrutar del Verdadero Derecho al
Beneficio de la Felicidad. Una Verdadera Constitución no debe tener
prohibiciones, en su lugar, ha de disponer de los recursos educativos
que maduren al insuficiente en suficiencia, al inseguro en seguridad, al
indiferente en lo afectivo. Debe ordenar los Deberes Naturales y
Normales que determinan las Normas de lo Natural, pero nunca
prohibiciones, castigos o multas. Ni las multas, castigos o
prohibiciones restituyen al error, ni al que yerra.
ORGANIZACIÓN SOCIAL Como bien dijo Aristóteles, existen formas
de gobierno que persiguen el bien común y formas de gobierno que
persiguen el interés propio del gobernante o del grupo que este
prefiere. Aristóteles denomina Realeza o Monarquía, al gobierno
unipersonal que persigue y gobierna por el bien común y Tiranía al
gobierno unipersonal que persigue el interés de quienes gobiernan o
del propio del gobernante. También admite la posibilidad de ser
gobernados por una minoría y en este caso también divide la
posibilidad en dos, a las que denomina, Aristocracia u Oligarquía. La
Aristocracia compuesta por los más maduros en experiencia,
conocimiento y sensibilidad y por Oligarquía, define aquella forma de
gobierno que gobierna por enriquecer a la minoría gobernante. Por
otro lado, propone una tercera posibilidad, la de ser gobernados por la
mayoría. Cuando la mayoría está educada y gobierna por el bien de
todos, lo denomina Politeia o República. Y por el contrario, cuando la
mayoría, escasa en recursos y sin educación gobierna a la totalidad al
amparo de decisiones desgraciadas, lo llama Demagogia o
Democracia. Estas posibilidades son alternativas para un determinado
sistema de gobierno, pero todos sabemos que la finalidad del gobierno
es el ordenamiento natural que beneficie siempre a todo. Y para que
todo sea beneficioso, todos tienen que beneficiar. Ya hemos explicado
cómo todos pueden beneficiar a la Naturaleza Humana y hemos
determinado que se debe responder voluntariamente al máximo
cumplimiento del deber válido. De ese modo, en una sociedad en
donde todos y cada uno de los miembros de que se compone,
responde siempre al cumplimiento del máximo deber que beneficia
siempre a todo, no perjudica nunca a nada. Ese, ha de ser el primer
mandato legislativo de la Constitución Natural. En una sociedad en
donde todos responden al beneficio de la totalidad, lo único que se
debe organizar son las responsabilidades de la jerarquía familiar y
social. La “eunomia”, o buen orden se compone de “genos” o familias
que en su extensión forman “fratrias” o clanes de los que se compone
una “Fileas” o tribu. El responsable de la “eunomia”, de la tribu, ha de
ser el más anciano en experiencia, conocimiento y sensibilidad, en
otras palabras el más maduro.
Esa posición del más anciano, es inviolable e intransferible. Pero cabe
la posibilidad que alguien de su mismo clan lo supere en conocimiento,
sensibilidad o experiencia, en cuyo caso, el superior en sensibilidad,
discernimiento o experiencia debe orientar y asesorar al anciano,
nunca suplantar su posición. La posición del anciano es la de ser el
responsable de su clan y en caso de insuficiencia, deberá ser
orientado y educado por los expertos. La actitud del anciano
insuficiente ha de ser siempre la de aprender del experto, no la de
rechazar aquellos valores que por ser superiores a los suyos lo
descalifiquen. Nadie en una sociedad natural descalificará, despreciará
o desestimará al inferior en experiencia, conocimiento o actitud. Todo
lo contrario. En esos casos se atenderá, entenderá y se estará más
atento al desarrollo del insuficiente. Este anciano experto, educado y
responsable se transforma en delegado de acción social de su tribu, en
el delegado de la orientación moral, ética y estética de sus
representados (familiares) y es el juez moderador de las conductas,
conocimiento y creatividad de sus vinculados. La sociedad debe
establecer concilios de ancianos responsables de cada tribu para
informar de las necesidades y los aportes de sus respectivas tribus. La
conectividad e intercambio de habilidades, descubrimientos y
productos que beneficien a la totalidad, será evaluada en dichos
concilios, compuestos por 360 miembros que elegirán un
representante hasta que 360 representantes elijan a su delegado y así
sucesivamente. 360 representantes se repartirán en 3 grupos de 120
cada uno y estos en tres grupos de 40, de forma que el análisis de las
circunstancias, puedan ser analizados y estudiados en detalle y
resueltos del mejor modo posible. Las reuniones de 40 ancianos tienen
por objeto analizar los aciertos y errores, los emprendimientos y
beneficios y la disposición y habilidades de los miembros de cada tribu.
Estas reuniones se celebran cada 120 días, lo que posibilita el
desarrollo de los ancianos, la cooperación entre todos y la repartición o
cooperación para solucionar, resolver o satisfacer las máximas
necesidades de la comunidad. En una sociedad natural, nadie está
solo. Todos tienen un padre espiritual y natural. Todos tiene una familia
vincular indivorciable. Todos tienen un clan y una tribu amable, justa y
responsable, en donde todos los miembros de la misma, atienden,
entienden y están siempre dispuestos, a estar atentos a las
necesidades máximas de cada uno. Esta sociedad Natural y generosa,
estricta en su disciplina educativa, desarrolla la santidad, la genialidad
y la heroicidad. En una sociedad compuesta por santos, genios y
héroes, no existen problemas sin solución, ni necesidades
insatisfechas ni misterios sin resolver. Esa es una sociedad celestial,
una sociedad normalizada. Toda necesidad provoca y motiva a la
satisfacción, de donde se deduce, que, si a la satisfacción la
denominamos “Dios”, en cada necesidad satisfecha existe el Dios que
la satisface. De este modo, la presencia de Dios en toda necesidad
satisfecha, es evidente. Si cada humano reconoce los Principios
Fundamentales de su Naturaleza Humana y cumple con ellos,
lógicamente se realizaría en Plenitud, Justicia y Autenticidad. Si todos
los humanos reconocen que odiar o rechazar al otro, que acusar al
otro o, descalificar al otro, no soluciona la insuficiencia del otro y se
comprometen a responder al cumplimiento de la insuficiencia, a ajustar
al injusto y a vincular al desvinculado, a completar al inmaduro,
lógicamente se lograría la estabilidad emocional, intelectual y
motivacional de las personas. Si cada humano asume el compromiso
de orientar, educar y conducir al inmaduro, no tendremos adolescentes
perdidos, no tendremos familias disfuncionales, ni sociedades
arbitrarias o disfuncionales. Cuando se comprendan los valoras
absolutos y particulares y se diferencien el afecto y el defecto,
podremos entender el momento en la eternidad del tiempo y lo finito en
el espacio infinito.
Comienza desde mañana mismo, el estudio diario los fundamentos de
la educación y de la naturaleza humana, con la gente que más quieres.
La única manera de superar el egoísmo, es entregándose
voluntariamente al cumplimiento del máximo deber valido para todo.
7-El problema del papel de la filosofía en el conjunto del saber.
La filosofía es el amor por la sabiduría y bajo este fundamento, la
filosofía debería siempre buscar el conocimiento sabio o certero. En
nuestra realidad contemporánea, tanto la filosofía, como la ciencia o la
religión, están perdiendo confiabilidad, puesto que no responden a las
inquietudes actuales, o necesidades fundamentales del ser humano. Ni
la filosofía, ni la religión ni la ciencia, han descubierto nuestro origen,
identidad y propósito. El eclecticismo ideológico actual, obstaculiza la
posibilidad de descubrir la idea fundamental del ser persona, porque al
existir tantos postulados distintos se ha perdido la fe en una solución o
respuesta adecuada.

Martin Soria nace en Muñana, provincia de Ávila el 25 de noviembre


del 1955. Las dificultades respiradas en el ambiente de postguerra,
obligaron al joven campesino a responderse muchas interrogantes. La
iglesia, la escuela, los filósofos y los científicos de los alrededores no
tenían respuestas claras sobre la naturaleza humana, ni sobre la
identidad del ser humano.
Martin, entre sus juegos, alimentaba su máxima obsesión: descubrir
los fundamentos de la Naturaleza. Durante treinta años analizó el
comportamiento humano y sus errores, así como sus virtudes hasta
llegar a descubrir la identidad del ser persona. Su constante estudio
permitió llegar a la conclusión de que existen siete leyes naturales que
fundamentan la existencia de lo creado. Y en base a estas leyes se
puede comprender cómo debe ser el comportamiento decente para la
integridad del hombre.
Además, Martin Soria ha descubierto los contenidos esenciales de la
energía. Desarrollando una demostración del recurso motriz que
posibilita la transformación de la estimulación en impulso y de la
repetición del impulso en materia. Estos y algunos descubrimientos
más, hacen muy interesante el estudio del postulado del maestro
Martin Soria.

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