Está en la página 1de 11

Diversas opiniones ha enerado el anuncio de la Corte Suprema que

echó por tierra el último de los recursos legales de los opositores del
proyecto energético Parque Eólico Chiloé, que se instalaría al oeste de
la ciudad Ancud, en el sector de Mar Brava.
Los detractores de la iniciativa aseveran que están de acuerdo con
este tipo de energía renovable, no así con el emplazamiento que se le
quiere dar a este complejo, en un lugar que califican de prístino y de
gran potencial turístico que sería “anulado” de llevarse a cabo esta
gran inversión privada de 250 millones de dólares.
Como un rumor comenzó en el 2007 a hablarse de una multimillonaria
iniciativa que aterrizaría en el norte de Chiloé, donde se instalaría una
de las más grandes obras chilenas en energía eólica, prometiendo una
serie de beneficios para la comunidad, lo que incluía -entre otros
aspectos- “energía limpia” que daría “independencia eléctrica” a la Isla
Grande, suministro gratuito para colegios, instalaciones de salud y
edificios municipales de Ancud y más de mil empleos.
El primero en dar a conocer las conversaciones que se sostenían en
privado con la empresa de capitales chileno-suecos, Ecopower, fue el
alcalde de Ancud en ese tiempo, Pablo Ossio (DC), quien confidenció
a La Estrella de Chiloé que se proyectaba un gran proyecto millonario
y que se estaban negociando los beneficios directos para la comuna,
los cuales se verían a corto plazo.
Entre tales efectos directos estaban los puestos laborales, luz gratis
para escuelas, postas y edificios municipales, una nueva
infraestructura portuaria para Quetalmahue y millones de pesos
circulando por la comuna del norte chilote, producto de los servicios
que se entregarían a la firma cuando esta comenzara la construcción
del gigantesco parque eólico, la inversión privada más grande que se
recuerde en la provincia.
Esto, sumado al eterno proyecto del puente sobre el canal de Chacao,
abría las expectativas de quienes aspiraban a un Chiloé más
“conectado” y a un Ancud con más inversión y puestos de trabajo, aun
cuando en lo colectivo la energía eólica era prácticamente un sector
desconocido.
Al comienzo organizaciones ambientalistas incluso tomaron bandos
distintos en torno a su opinión sobre el parque eólico: unos alabando
las bondades de la electricidad limpia y su necesitad para la matriz
energética nacional y así desincentivar o depender cada vez menos de
modos contaminantes o invasivos para la naturaleza al momento de
obtener fuentes energéticas, y los otros ya en ese tiempo se
mostraban firmes en la convicción que el lugar no era el apropiado
para la instalación, por la vocación territorial de turismo y agricultura a
pequeña escala, más las diversas zonas arqueológicas existentes,
entre ellas la de Quilo, catalogada en más de 5 mil años de
antigüedad. Eso sin mencionar una incidencia negativa en la fauna.

A esto se sumaba la desconfianza sobre el discurso de los


promotores de la iniciativa, sobre una autonomía energética
para la zona, que terminaría con los frecuentes apagones que
sufrimos los chilotes durante todas las temporadas del año.
La mayor parte de estos argumentos a favor del parque se
fueron diluyendo o minimizando, tal como los de otros
megaproyectos y, entre ellos, el primero que cayó fue el del
autoabastecimiento de energía, de la cual el propio Julio
Albarrán, gerente general de la empresa Ecopower, clarificó
recientemente que no sería tal, sino que la energía producida
alimentaría el Sistema Interconectado Central (SIC), el que
llega hasta Chi-loé por el sur del país.
Sistema
“Es una potencia máxima de 100 megawats, pero no siempre
es posible obtener esa potencia, o sea, lo normal es alrededor
de un 35% de eso y eso va al Sistema Interconectado
Central, a la nueva línea que hay en Chi-loé”, comentó el
empresario.
Recordó Albarrán que “son aprobadas 42 torres”, sumando
que “hay acuerdos que se tomaron en el estudio de impacto
ambiental (EIA), con compromiso de usar mano de obra
local y darle prioridad a todo lo que sea local y esos son
compromisos que están firmados”.
Recordó la fuente que, si bien van a pasar algunos meses
antes que consigan todos los permisos sectoriales, siempre
que no suijan otros traspiés, comenzaría la construcción
durante este año, y de ahí pasarían cerca de 24 meses como
plazo para terminar la materialización y poner en marcha el
parque.
Ese factor es el que destaca también uno de los dirigentes
territoriales a favor del proyecto, en este caso el cacique
Omar Güentelicán, de la comunidad Huentetique
Antulafquén, que representa además a las comunidades de
Catrumán, Calle y Guabún, quien señaló que “este proyecto
estaba un poco estancado, porque los que están en contra
parece que no quieren un poco de adelanto en la comuna de
Ancud”.
La fuente catalogó que “a nosotros nos beneficia porque con
nuestras comunidades pedimos que cuando ese parque se
lleve a efecto, toda la mano de obra sea de la comuna de
Ancud y, principalmente, la gente de la península de Lacuy,
donde supuestamente va a estar construido el parque”.
Güentelicán sostiene que este factor de empleabilidad sería
uno de los más importantes y que “corno recién se dio luz
verde y hay todavía un proceso de dos o tres meses más, se
va a comenzar a mover más la cosa”. Así respondió ante la
consulta de si sabe si efectivamente existen en Ancud
trabajadores calificados para estas obras.
Sobre los mismos puestos se refiere también el alcalde de
Ancud, Carlos Gómez (indep.), quien apuntó que no
existirían, ya que la municipalidad se ha mantenido al
margen de este proyecto, a la espera de que se pronunciara la
justicia.
“Siempre voy a estar de acuerdo con todos los proyectos que
se ejecuten en la comuna y que cumplan con toda la
normativa vigente”, esgrimió el edil, recordando que “yo
respeto absolutamente el fallo, por que eso me da la
tranquilidad que esta iniciativa cumple con todos los
antecedentes necesarios para ser ejecutada”.
Suma Gómez, sobre los beneficios eventuales para Ancud
con la construcción del complejo energético, que “no es
mucho lo que espero y tampoco he hecho muchas gestiones
al respecto, ya que como institución pública debemos
entregar garantías a todos, tanto a la empresa como a la
comunidad, tanto a quienes están a favor como en contra, y
si nosotros comenzábamos a ver antes que este proceso
terminara, podíamos influir en las decisiones, y somos
completamente imparciales”.
El politico recalcó que se intentará que la empresa tribute en
Ancud y que “vamos a hacer todo para que ojalá quede algo
para la comuna, sobre todo para quienes están dentro del
radio de operación”.
Sobre los anunciados puestos laborales, nombró que es
partidario que las personas que eventualmente puedan
emplearse en el proyecto sean ancuditanas, pero que “hasta
el momento no he querido tener mayor contacto con la
empresa”.
Por su parte, el concejal Rodolfo Norambuena (Poder
Ciudadano), aparte de lamentar la eventual concreción del
parque en Mar Brava, no así que pudiese desarrollarse en
otro territorio de la comuna por estar a favor de este tipo de
energía, acusó que esta decisión fue “sin respetar la vocación
de uso del sector, dejando la puerta abierta a que cualquier
inversión pueda instalarse donde quiera sin generarse
discusiones profundas”, denunciando que esto se debe a la
falta de un ordenamiento territorial y que las decisiones se
siguen tomando desde la capital nacional.
Recordó el periodista que tiempo atrás el Concejo Municipal
de Ancud tomó un acuerdo de manifestar su rechazo al lugar
donde se ubicaría el parque eólico y esto no fue considerado.
Sobre la mano de obra que se ocuparía, la fuente evocó que
“Chiloé tiene historial de promesas de miles de puestos de
trabajo en megaproyectos y luego nos damos cuenta que no
son tales y, en este caso, hace años se prometieron cerca de
mil empleos en esta iniciativa y hay que ver si eso se va a
cumplir, ya que lo contrario ya lo hemos vivido en el
proyecto del Puente Chacao”.
Ambientalistas
Otro opositor al lugar donde se emplazaría el proyecto
energético es el geógrafo Alvaro Montaña, perteneciente al
movimiento Salvemos Mar Brava, quien subrayó que no se
niega a la energía eólica, pero sí a que se desarrolle este
parque en el sector rural mencionado, con torres de 150
metros que irrumpirían en un territorio que califica como
“prístino”, ya que “la visibilidad de día de estos elementos
supera los 30 kilómetros a la redonda”, poniendo énfasis en
el impacto visual.
“Al afectar el paisaje se afecta directamente el valor
turístico, ligado directamente al paisaje y, por otro lado, toda
esa zona es de concentración arqueológica, donde hay 18
sitios catastrados en el propio estudio de impacto ambiental
y uno de ellos es el sitio de Quilo-Mar Brava de más de 5
mil años, así que es evidente que se encontrarán más
lugares”, arguyó el profesional.
Por otro lado, Montaña sumó que el sector es un área de
concentración de aves residentes y migratorias, además de
una heterogeneidad de ambientes y que la vocación de uso
del territorio es de turismo y agricultura familiar,
mayormente.
Apuntó también el profesional que con el proyecto se
estiman 107 torres de alta tensión, desde Mechaico hasta
Aucaco, pasando por Lajas Blancas. “Dará pie a que otros
proyectos se hagan, por ejemplo el de Guabún, que es el
Parque Eólico Pacífico u otros que puedan ver con este la
puerta abierta para realizarse, industrializando este sector de
Chiloé y transformando el territorio que no se ha evaluado
como tal, sino solamente corno impacto ambiental, pero la
discusión no es solo eso, sino de justicia y desarrollo
territorial”.
Mientras tanto, las organizaciones opositoras están
analizando los dictámenes de la Corte Suprema, instancia
que rechazó los recursos presentados contra la construcción
del parque, argumentando diversas razones, siendo
fundamentalmente la última que no hubo mal interpretación
de la ley, ante lo que no se dio luz verde a una casación.
Los activistas anunciaron que recurrirían esta vez a
tribunales internacionales por vulneración de derechos
humanos fundamentales. “Nosotros estamos estudiando el
fallo con nuestro equipo de abogados y ya se ven opciones
para seguir con esto y las vamos a tomar porque ese es el
camino”, sentenció Vanessa Durán, del movimiento
Salvemos Mar Brava.
Etiquetas: Ancud, chiloe, Destacado, Ecopower, parque eolico
Artículos Relacionados

01/02/2019

Balance Ambiental 2018: “Abran las


escuelas, cierren las industrias”
Leer Más
01/02/2019

Documento: “Erosión de suelos y crisis


hídrica: las sombras del modelo
agroexportador de palto”
Leer Más
01/02/2019

La regulación pesquera a través de la


historia: la génesis de un colapso
Leer Más

Comments are closed.

Últimas Noticias

Balance Ambiental 2018: “Abran las escuelas,


cierren las industrias”
01/02/2019

Documento: “Erosión de suelos y crisis


hídrica: las sombras del modelo
agroexportador de palto”
01/02/2019

La regulación pesquera a través de la historia:


la génesis de un colapso
01/02/2019

Documento: “La negligente realidad de la


Bahía de Quintero”
01/02/2019


Habitantes de Cochamó piden conservar el Río
Puelo
01/02/2019

Suscríbase a nuestro Boletín

Ingrese su Correo

Infografías

Infografía: las zonas críticas por escasez de


agua en Chile
17/10/2018

También podría gustarte