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Declaración de urgencia manifiesta por el departamento para

socorrer a los municipios e incremento del presupuesto

Introducción
El presente ensayo, tiene como fin, dar respuesta a dos interrogantes
respecto de la contratación pública; En primer lugar, ¿es viable decretar
la urgencia manifiesta por parte del gobernador o debe ser desde cada
municipio? Y seguidamente, ¿se puede adicionar o no a un contrato por
un valor superior al 50% del mismo?
Dichos cuestionamientos, surgen de un componente factico, donde
varios municipios de un departamento le dicen al gobernador que tienen
problemas por una ola invernal, ya que los municipios quedan
incomunicados y con el presupuesto de los municipios no les es posible
solucionar los inconvenientes, adicionalmente, en el contrato se hablaba
de un presupuesto de 5000 mil millones de pesos, pero ese dinero no
alcanzó y paulatinamente le fueron “adicionando” hasta quedar por un
valor aproximado de 42.000 mil millones de pesos.
Por lo tanto, realizando una exhaustiva búsqueda de información
encontramos diferentes decretos, documentos y conceptos, que nos
fueron de ayuda para dar solución a los planteamientos.
Teniendo en cuenta la calamidad pública que se presentó en los
Municipios del caso presentado en la clase de Contrato de Obra,
Concesión y Prestación de Servicios, el Gobernador tiene la
responsabilidad de poder garantizar el efectivo cumplimiento de la
acción de la Urgencia Manifiesta siguiendo la normatividad pertinente, la
cual para este caso sería el artículo 43 de la ley 80 de 1993, en la cual
manifiesta cuáles son las probables circunstancias en que se puede
decretar la “Urgencia Manifiesta”, de igual manera presenta el
procedimiento y requisitos que se deben cumplir para realizarse de
manera legal.
Respecto a la Ola Invernal por la cual está atravesando el Departamento,
se puede optar por declarar la Urgencia Manifiesta en el Departamento,
pues la población está sufriendo varias consecuencias, lo que sucede en
los Municipios aledaños es una consecuencia negativa de las lluvias,
pues no se puede garantizar una movilidad con seguridad, cuando las
carreteras están en un mal, estado, y por ende muchos sectores
productivos, laborales y académicos deben frenar sus normales
actividades. Tanto el Estado como los Entes Gubernamentales tienen la
obligación de proteger y garantizar los derechos fundamentales de toda
la Población Colombiana, con el objetivo de trabajar por la ciudadanía,
cuando se presentan las olas invernales en Colombia, genera un
colapso, pues no solo son las inundaciones sino también que todos los
trabajos frenan, y de esta manera la productividad se ve afectada en
gran medida, disminuyendo notoriamente la economía territorial.
Dentro del procedimiento de la Urgencia Manifiesta, los respectivos
entes de control juegan un papel muy importante, pues son quienes
deben estar vigilando que el proceso haya sido el pertinente y garantice
la adecuada utilización de la Contratación bajo la Urgencia Manifiesta, y
en caso de que no hubiese sido así, se deba iniciar con la investigación a
los responsables, pues no es solo el presupuesto del Estado el que está
de por medio, sino también que se garanticen los derechos
fundamentales de la población.
Siendo más concretos y de acuerdo a lo que manifiesta el Consejo de
Estado en el Expediente 14275 del 27 de Abril del año 2006, “la
contratación por la vía de urgencia no puede ser una contratación
abusiva, contraria a los principios de la contratación estatal, es decir, se
debe garantizar la transparencia, la selección objetiva, la debida
ejecución del contrato y el cumplimiento de las finalidades del mismo,
esto es, prestar un buen servicio público a los administrados.” De
acuerdo con esto la Gobernación debe seguir todo el procedimiento
adecuado para realizar una Contratación Directa pues es este la
modalidad que se usa en la Urgencia Manifiesta y sí lo puede hacer el
departamento, con el fin de cumplir con los fines esenciales.
Una vez solucionado el primer ítem, procedemos con el segundo
interrogante, así que nos remitiremos a un concepto que dio la sala de
consulta del Consejo de Estado, dicho concepto surgió luego de que el
señor Ministro del Interior, a solicitud del Alcalde del Municipio de
Envigado (Antioquía), formuló consulta ante esta Sala, a fin de conocer
la posibilidad legal de adicionar un contrato de obra en más del 50% de
su valor inicial.
La “ley 80 de 1993 en el parágrafo del artículo 40 inciso segundo, se
establece de manera expresa que Los contratos no podrán adicionarse
en más del cincuenta por ciento (50%) de su valor inicial, expresado
éste en salarios mínimos legales mensuales”, sin embargo, se le puede
dar una interpretación diferente, debido a que los contratos tienen
manejan distintas modalidades de pago, además, que la administración
puede adicionar las cláusulas que considere necesarias para la
satisfacción de los fines o cometidos estatales.
Si entendiéramos que una vez terminado el valor estimado se hubiese
agotado (en nuestro caso los 5000 mil millones de pesos) se podría
interpretar que ambas partes concluyeron con el contrato y que no
podría obligarse al contratista para terminar la obra faltante y se debería
llegar a un nuevo acuerdo de voluntades (contrato)pero en este punto el
contratista tendría una gran ventaja y es que si la administración no
estuviese de acuerdo con el nuevo monto, se vería obligada a iniciar
nuevamente un proceso licitatorio para que alguien concluya con la
obra, afectando la satisfacción de los fines esenciales y si fuese una
urgencia manifiesta, poniendo en riesgo vidas y bienes de las personas.
De esta manera, el Consejo establece que, “en efecto, el error consiste
en pensar que ese precio estimado inicialmente es el verdadero valor
del contrato, pues, sólo es un estimativo pero el verdadero valor se
determinará una vez concluya la obra. Por lo mismo, no se trata de
que se esté adicionando el contrato; no. Sólo se está procediendo
conforme a lo previsto, esto es, aplicando el procedimiento de
precios unitarios a las cantidades de obra ejecutadas y, por
consiguiente, si son más cantidades de obra a las previstas, pues el
valor del contrato es mayor, pero así fue como se convino.
Por lo mismo, no se trata de que exista un "cambio" o "adición" en el
contrato, sino de la aplicación de las reglas contractuales previamente
determinadas en el contrato original. Es una operación matemática y
no más”. (subrayado y negrilla fuera del texto original)1
Posteriormente, se establece que solo existe una verdadera adición
cuando se agrega al alcance físico inicial del contrato algo nuevo, es
decir, cuando existe una verdadera ampliación del objeto contractual, y
no cuando solamente se realiza un simple ajuste del valor estimado
inicialmente del contrato.
En síntesis y para dar una respuesta concreta a la pregunta que se
estableció en la introducción, es posible que el contrato en el cual se
estimó un valor de 5000 mil millones de pesos se haya pactado con la
modalidad de precios unitarios, los contratos en donde se conviene la
remuneración por el sistema de precios unitarios, lo que se acuerda por
las partes es "el precio por unidades o cantidades de obra y su valor
total es la suma de los productos que resulten de multiplicar las
cantidades de obras ejecutadas por el precio de cada una de ellas, por lo
tanto el valor puede ser cambiado a medida que se establezcan las
reales cantidades de obra y en este caso alcanzó un valor de 42.000 mil
millones de pesos. Así que, en primer lugar, no se puede hablar de
“adición” (a menos que se amplíe el objeto contractual); el valor que se
establece es solo estimatorio que se usa para (elaborar presupuesto o
para efectos fiscales); no es legalmente procedente la celebración de un
"contrato adicional", pues en verdad no existe variación o modificación o
"adición" al alcance físico de la obra contratada, por lo tanto si es
posible que cambie el valor inicial de un contrato y que este supere el
50% de lo establecido.

1 http://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=9872

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