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Cantos PDF
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2.-Salve, Salve
Sé nuestra protectora
pedimos con fervor
y danos oh Señora tu maternal favor.
4 .-Te Aclamamos
Te aclamamos, abogada
Madre amada del Creador.
Blanco lirio de belleza, de pureza sin rival, que perfuma con su escucha, la existencia del
mortal.
Y ese Niño que tú amabas, que cuidabas con ardor; ese Niño admirado fue llamado Redentor.
Blanco lirio consagrado, salpicado de Jesús, con la sangre que brotará en el arca de la cruz.
Flor de flores candorosa tierna rosa del Señor; que ostentaba la hechicera primavera del dolor.
A la vista del Calvario, del sudario del pesar; ¡Ah! Cubierta suspirabas comenzabas a llorar.
María, cuyo nombre, como conjuro santo ahuyenta con espanto la saña de Luzbel,
escríbeme en el pecho tu nombre omnipotente,
porque jamás intente aposentarse en él.
María, cuyo nombre la divinal justicia al pecador propicia se inclina a perdonar, tu nombre sea
cuando la eternidad se abra la ultima palabra que exhale al expirar.
6 .- ¡Oh María!
Salve júbilo del cielo, del excelso dulce imán, salve hechizo de este suelo triunfadora de Satán.
De sus gracias tesorera, la nombró su Hacedor, con tal Madre y medianera, no temas pues
pecador.
Jardín valle de dulzuras, en mi pecho el Hacedor, en el broten flores puras, frutos de tu santo
amor...
7 .- Gracias Madre
10 .- Señora de la Paz
Señora de la paz
y de la libertad
enséñanos a amar
enséñanos a amar
De nuestra tristeza
libéranos con tu alegría
de nuestras angustias
libéranos con tu paz.
De nuestros temores,
Libéranos con tu esperanza
Libéranos Señora de la paz.
De nuestras miserias
libéranos con tu riqueza
de nuestra hambre
libéranos con tu paz.
Al alma sedienta
libéranos con tu agua,
libéranos, Señora de la paz
De nuestro cansancio,
libéranos con tu entrega;
de nuestra soberbia,
libéranos con tu humildad
de nuestro egoísmo
libéranos con tu entrega
libéranos, Señora de la paz.
11 .- Venimos a Ti María
Venimos a ti María
Madre del alma, venimos a confiarte nuestra plegaria.
Porque tú eres la Madre
que escucha,
porque tú eres la Madre que ama,
porque tú eres la Madre que atiende y
nunca nos falla.
Yo quiero estar en
las manos del Señor
como tú, para amar en las
Manos del Señor como tú. (Bis)
13 .- MADRE DE DIOS
Escuchaste la llamada del Señor,
Aceptaste sin reserva su Palabra,
Fuiste fiel en los momentos de alegría,
Fuiste fuerte en los momentos de dolor.
Comprendiste que el camino del amor, tiene flores, tiene rosas, tiene espinas, fecundaste con
palabras de silencio, tus minutos de dolor e incomprensión.
Madre de Dios, Madre de amor, haznos como tú, mensajeros de la nueva luz.
Madre de Dios, Madre de amor, haznos comprender el dolor gozoso de la cruz.
Te llenaste del Espíritu de Dios, para ver el horizonte de la vida, escogiste ser esclava y
servidora porque así te lo dictaba el corazón.
Quien será la mujer que a tantos inspiró, poemas bellos de amor, le rinden honor la música, la
luz, el mármol, la palabra y el color. Quien será la mujer que el rey y el labrador invocan en su
dolor, el sabio, el ignorante, el pobre y el señor, el santo al igual que el pecador.
María es esa mujer que desde siempre el Señor se preparó, para nacer como una flor en el jardín que a Dios
enamoró.
¿Quién será la mujer radiante como el sol, vestida de resplandor? La luna a sus pies, el cielo en
derredor y ángeles cantándole su amor.
Quien será la mujer humilde que vivió en un pequeño taller, amando sin milagros, viviendo de
su fe, la esposa siempre alegre de José.
Eres Madre muy sencilla criatura del Señor. Virgen pobre, Madre mía, llena de gracia y Amor.
Fuiste arcilla entre sus manos y el Señor te modeló, aceptaste ser su esclava siempre dócil a su
voz.
No entendías sus palabras pero respondes con fe dejas que el Señor te guíe confiados siempre
Él.
Con su Espíritu de vida, te dejaste transformar, te abandonaste en sus manos para hacer su
voluntad.
Santa María Reina del cielo no te olvides de mí, haz de mis labios oración de verdad haz que
mis ojos nunca miren el mal
Aléjame de aquel lugar, de aquel lugar en el que tu no estés, a lo que es tuyo acércame y no me dejes nunca más.
Te ofrezco mis pobres lágrimas a cambio de un poco más de fe Oh Reina de los Ángeles Oh Reina del Amor
Haz que mis manos nunca toquen el mal, haz de mis brazos una Cruz sin final.
Siempre que digo Madre es que digo María. Siempre que digo Madre voy cantando tu Amor, digo tu nombre y
nombro a mi mejor amiga. * María madre mía y Madre del dolor (bis)
Siempre que yo te canto es mi canto esperanza, siempre que yo te rezo es signo mi oración.
Siempre que yo te hablo es mi voz alabanza * y tu nombre yo llevo siempre en el corazón (bis)
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar Madre mía del cielo, si en mi alma hay dolor busco
apoyo en tu Amor y hallo en ti mi consuelo.
Porque tienes a Dios, (Porque tienes a Dios), Madre todo lo puedes, soy tu hija también (soy tu
hija también) y por eso me quieres.
Dios te quiso elegir (Dios te quiso elegir) como puente y camino que une al hombre con Dios
(que une al hombre con Dios), en abrazo divino.
Porque eres Madre de Dios todo lo puedes, porque eres nuestra Madre siempre nos acoges, en tu corazón María
Dios y el hombre (bis)
En Caná quisiste socorrer a los novios que no tenían vino. Suplicaste a tu Hijo Omnipotente por
tus otros hijos
En la cruz tu Hijo te pidió, que ensancharas tu corazón de Madre a tu lado nos tienes a nosotros,
a tus otros hijos.
Al nacer la Iglesia en Pentecostés a lo largo del tiempo y del camino, ha sentido muy dentro tu
presencia y tu amor de Madre.
Buena Madre veo en ti a la Mujer llena de Dios, buena Madre por la fe sabes vivir la oscuridad.
Mira a tus hijos caminar buscando luz. Mira la angustia y el dolor danos tu fe acógenos
Eres maría el amor, eres la luz de mi fe ese milagro que nace y que crece dentro de mi corazón, eres la estrella que
alumbra mis sueños eres mi voz y mi canto pequeño una promesa de amor eres María.
Vienen a ti los que sufren, vienen buscando tu paz. Vienen a ti los que lloran y tu consuelo les
das, tú nos abres las puertas del cielo, nos enseñas a amar a Jesús. Madre.
Vienen a ti los pequeños, vienen los grandes también repartes tus bendiciones y no miras la
condición, tu nos llevas a Dios nuestro Padre, tu nos guías en nuestro vivir. Madre.
Eres tú la esperanza del amanecer, eres tú el camino que nos lleva a Dios. Madre
Hoy te traigo ante tu altar una oración de paz, escucha mi plegaria Oh Madre de bondad, tú eres
la alegría de los pobres, refugio de los pecadores, tu eres esa estrella que nos conduce hacia
Dios.
Eres tu Maria la presencia del amor de Dios, eres Madre del que sufre del que vive en soledad. Eres tu María el
regazo donde encuentro paz porque eres mi consuelo. Madre vuelvo a ti.
Hoy traigo ante altar todo mi corazón, con todos mis fracasos y mi ilusión de amar, y pongo
entre tus manos mis anhelos, mis deseos de triunfar y Tu siempre me acompañas eres Madre de
bondad.
Voy en busca de un tesoro, voy n busca de un manantial, en tu regazo lo encontré en ti Señorea de la paz.
Tú serás para mí oh gran Señora Madre de la humildad, Madre del amor, yo seré para ti en el Carmelo hijo de la
humildad y hermano en el amor.
Eres Madre de nuestra fe en el silencio y la oración hermana nuestra en el Carmelo don de Dios
esposa fiel. Tú me enseñas a vivir la Palabra del Señor.
Me revelas la sencillez mujer pobre de Nazareth, tú compartes con el débil con el triste y el
enfermo acompaña el caminar del que a ti te invocará.
Te confiamos nuestra inquietud de servir hasta la cruz, vive en medio de nosotros hermosura del
Carmelo, no podemos avanzar si en silencio tú no vas.
Quiero dulce María tus glorias hoy cantar entonando mis labios tu gran nombre invocar.
Ave María...
Quien podrá Virgen pura tus gracias ensalzar con bellísimas flores tu frente circundar.
En tu amor oh Señora arde mi corazón, al despuntar la aurora dame tu bendición.
Sed oh Madre del Carmelo, nuestro faro luminoso. Sed nuestro amparo amoroso en la tierra y
en el cielo.
Sed nuestra dicha y encanto en este mísero suelo, cobíjanos con tu manto que es nuestro amparo
y consuelo.
Serás único consuelo hasta el ultimo quebranto del triste que lora y te implora con anhelo.
Ha mirado la bajeza de su sierva, muy dichosa me dirán todos los pueblos porque en mí ha
hecho grandes maravillas Él que todo puede cuyo Nombre es Santo.
Su clemencia se derrama por los siglos, sobre aquellos que le temen y le aman; desplegó el gran
poder de su derecha, dispersó a los que piensan que son algo.
Derribó a los potentados de sus tronos y ensalzó a los humildes y a los pobres. Los hambrientos
se saciaron de sus bienes y alejó de sí vacíos a los ricos.
Demos gloria Dios por que Él es nuestro Padre y a su Hijo que murió para salvarnos y al
Espíritu que habita en nuestras almas por los siglos infinitos. Aleluya.
Con gozo canta mi alma al Señor porque por amor miró su pequeñez. Y grandes maravillas Él
obró, por que es inmenso su poder.
Dichosas todas me dirán de edad en edad, porque su amor no tiene fin, no quiere esclavitud, que
grande es nuestro Dios, grande es Él.
Con los humildes que temen a Dios mostró compasión y los enalteció y al ambicioso de poder y
honor logró derribar, nos da la libertad.
Sació al hambriento con su pan de gozo lo llenó y al que quería tener más vacío lo dejó, como lo
prometió a Abraham, oh sí.
A todos los cautivo liberó les dio con su amor, ser libres sin temor; al que es soberbio Él los
rechazó, miró y acogió al que sufre opresión.
Den gloria a nuestro Padre Dios, que ha su Hijo nos mandó y al Espíritu de amor que sus dones
nos dio.
29.- PROCLAMA MI ALMA
Porque Dios a mirado la humillación de su esclava, dichosa me llamarán todos los pueblos del
mundo
El Todopoderoso ha realizado obras grades y Santo le aclamarán todos los pueblos del mundo
Auxilia a su siervo Israel su elegido, al pobre ensalzará entre los pueblos del mundo. Y su
misericordia derramará entre sus fieles su Nombre respetarán, todos los pueblos del mundo
Al pobre enaltece, humillará a los soberbios, felices te alabarán todos los pueblos del mundo
Gloria demos al Padre, al Hijo y al Santo Espíritu por siempre jamás amén, todos los pueblos
del mundo.
Mi alma canta el gesto de amor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador; pues Él se fijó en la
sencillez y humildad de su sierva.
Su brazo es fuerte y justo su obrar dispersa a los hombres de mal corazón; derroca al poderoso,
levanta al humilde, llena al pobre de bienes.
Mi alma canta al Señor y me gozo en Dios mi único Rey Salvador, porque ha fijado sus ojos en
mi humildad, soy tu sierva Señor.
Desde hoy feliz me dirán, porque Tú has obrado, en mí; Justo e Inmortal, lleno de amor,
muestras tu bondad a la humanidad Santo es Dios.
Hizo grandes proezas dispersó con su brazo a los que no buscan su amor, a los sencillo y
humildes los colma de bienes y aleja a los ricos de sí.
El auxilia a su pueblo recordando la alianza que hizo a favor de Abraham demostrando el cariño
y la fidelidad que guarda a su siervo Israel.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, Trinidad de amor como fue en el principio ahora y
siempre por los siglos. Amén.
32.- EL MAGNIFICAT
Puso sus ojos en su humilde esclava sin fijarse en su condición y por siempre me llamarán
bienaventurada escogida por su gran amor. Siempre dará su misericordia a quines le saben
alabar, sustituye al grande y orgulloso, derriba a reyes de sus tronos y con su brazo poderoso a
los humildes levantará, a los sencillos los colmará de paz.
Siempre dará de su misericordia a quienes le saben adorar, su siervo Israel vio su promesa y se
gozó de toda su grandeza. Y su pueblo en la tierra por siempre contemplará que su reino jamás
terminará.
Mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en Dios mi salvador; porque ha
mirado en su hija la humildad, toda las naciones me felicitarán.
Levanta a los pequeños les colma de su amor, al fuerte y orgulloso le cambia el corazón.
Cumple su promesa como prometió; su amor está presente por siempre durará.
No solo el vino y pan te venimos a ofrecer, queremos darte algo más, te entregamos nuestro ser
como lo hizo María que en su mensaje escuchó y dijo un sí generoso para aceptar su misión.
Quedan sobre este altar nuestras vidas oh Señor, haz que sepamos escuchar para conservar tu
amor.
Madre del Carmelo oh Reina de paz, ruga por nosotros al Dios de bondad.
Rosa pura, luna hermosa, virginal María, firmamento claro, vida y esperanza, luz del alma mía.
Cantad avecilla en la rama verde, cantad las espumas en el agua clara, tejed las estrellas un
manto de oro, que llega la Virgen con la luz del alba.
La niebla del valle que sube a los cielos, la flor del romero que el viento voló, las aves que
cruzan las aves cantando no corren oh Madre como a ti mi amor.
Porque miró con bondad la pequeñez de su servidora(Bis) en adelante todas las gentes me
llamarán feliz, me llamarán feliz, me llamarán feliz.
Derribó del trono a los poderosos y elevó a los humildes colmó de bienes a los hambrientos y
despidió a los ricos con las manos vacías, mi alma canta la grandeza del Señor y mi espíritu se
estremece de gozo en Dios mi Salvador.
Mi alma engrandece al Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, pues miró la humildad
de su esclava desde ahora dichosa me dirán todos los siglos.
Maravillas hizo en mí el Poderoso y Santo es su Nombre por siglos y siglos su amor, con
aquellos que le temen.
Desplegó el poder de su brazo y deshizo los proyectos del soberbio corazón. Derribó dl trono al
poderoso y elevó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos, a los ricos rechazó. Acogió a Israel su servidor según lo
tenia prometido a nuestros Padres.
Recordando su amor por Abraham, y su raza a lo largo de siglos y siglos. Gloria al Padre y a
Cristo el Señor y al Espíritu que habita en nosotros. Amén.
39.- MADRE
Junto a ti como en niño quiero estar, tómame en tus brazos guíame en mi caminar.
Quiero que me eduques que me enseñes a rezar hazme transparente lléname de paz.
Gracias Madre mía por llevarnos a Jesús, haznos más humildes tan sencillos como Tú. Gracias
Madre mía por abrirme el corazón porque nos entregas y nos das tu amor.
Cuantas veces siendo niño te recé con mis besos te decía que te amaba, poco a poco con el tiempo alejándome de ti, por
caminos que se alejan me perdí(Bis)
Hoy he vuelto Madre a recordar cuantas cosas dije ante tu altar y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar.
Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas, en la mesa la comida aun
caliente y el mantel y tu brazo en mi alegría de volver.
Auque el hijo se alejara del hogar una Madre siempre espera su regreso que el regalo más
hermoso que a los hijos da el Señor es su Madre y el milagro de su amor.
En tu canto de alabanza, retrataste a nuestro mundo donde siempre los pequeños del Señor
preferidos.
Quiero ser pequeño como Tú, María como Tú, pequeño esclavo del Señor, para decir sí siempre
a mi Señor.
Quiero orar como Tú, María como Tú orar con el corazón para estar siempre en la presencia de
mi Señor.
Ave María Madre de Dios, Madre de la Divina Misericordia. Ave María Madre de Dios, Madre del buen
amor.
Quiero ser humilde como Tú, María como Tú humilde esclavo del Señor para hacer siempre la
voluntad de mi Señor.
Quiero ser servicial como Tú, María como Tú servicial ante el Señor para ver en el rostro de mis
hermanos el rostro de mi Señor.
43.- SALVE
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia; Vida dulzura y esperanza nuestra. Dios te Salve,
a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de
lágrimas.
Óyenos, Señor, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de
este destierro muéstranos a Jesús, **fruto bendito de tu vientre(Bis)
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
44.- LA ELEGIDA
Una entre todas fue la escogida, fuiste Tú María la elegida, Madre del Señor, Madre del
Salvador.
María llena de gracia y consuelo, ven a caminar con tus hijas Madre del Carmelo eres Tú (Bis)
Ruega por nosotros pecadores de la tierra, ruega por el pueblo que en su Dios espera. Madre del
Señor, Madre del Salvador.
Eres como una flor que ha nacido en el fango, escogida por Dios para darnos la luz y poder
caminar.
Entre cardos y espinas nos lleva este mundo, si el camino es muy largo y Tú estas con nosotros
podremos llegar.
Madre nuestra oye mis ruegos llegue a ti este nuestro clamor, Madre del Redentor Virgen llena de amor, ábrenos tu
corazón(Bis)
Eres fuerte mujer frente al odio y al miedo, Tú viste crecer en tu vientre al Mesías a nuestro
Salvador, haz que vuelva mis ojos a verle de nuevo, estando junto a ti es un paso triunfal hacia
nuestro creador.