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Inicio Neurociencia Arco reflejo: componentes, tipos y funciones
• Psicología
• Neurociencia
tipos y funciones
Por
Lorena Ortega
El arco reflejo es una vía neuronal que se encarga de producir
movimientos automáticos e inconscientes, conocidos como actos reflejos. A
diferencia de la mayoría de vías neuronales, en casi todas las especies
animales las de este tipo no pasan por el cerebro. Por el contrario, las
respuestas se crean en la médula espinal.
Esto permite que los actos reflejos se lleven a cabo de manera mucho más
rápida que las respuestas más elaboradas. Debido a ello, están implicados
en situaciones en las que la supervivencia o la ausencia de daño necesitan
de una acción rápida. Sin embargo, esto tiene también algunas
desventajas.
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Fuente: Pixabay.com
El arco reflejo, la estructura neuronal que se encarga de llevar a cabo estos
actos, puede ser más o menos compleja en función de cuál estemos
hablando. Así, algunos son conocidos como arcos reflejos simples, y otros,
como compuestos. Por otro lado, pueden implicar tanto órganos internos
como los sensoriales.
Índice [Ocultar]
• 1 Componentes
• 1.1 Receptor sensitivo
• 1.2 Neurona aferente o sensitiva
• 1.3 Neurona eferente o motora
• 1.4 Centros integradores
• 1.5 Órgano efector
• 2 Tipos
• 2.1 Arcos simples vs. Arcos compuestos
• 2.2 Arcos autónomos vs. Arcos somáticos
• 3 Funciones
• 4 Ejemplos de reflejos en los seres humanos
• 4.1 Dilatación pupilar
• 4.2 Movimiento involuntario al tocar un objeto caliente o frío
• 4.3 Toses y estornudos
• 4.4 Reflejo de prensión
• 4.5 Reflejo rotuliano
• 5 Referencias
Componentes
Receptor sensitivo
•
•
•
Cerebro y médula espinal
Los receptores sensitivos son órganos o estructuras que se encargan de
transformar la información ambiental en impulsos nerviosos, que pueden
ser interpretados por el Sistema Nervioso Central o SNC. Básicamente
existen dos tipos: internos y externos.
En los arcos reflejos simples, este papel lo lleva a cabo una sola neurona;
mientras que en los arcos reflejos compuestos, existe una cadena de
neuronas que realizan esta función.
Las neuronas intermedias que conectan la aferente con las eferentes y con
los centros integradores, dos de los componentes de los arcos reflejos, son
conocidas como interneuronas.
La neurona eferente es la parte del arco reflejo que se encarga de llevar las
órdenes elaboradas en la médula espinal y los centros integradores hasta
los órganos que van a llevar a cabo la respuesta.
Centros integradores
Los centros integradores son la parte del arco reflejo en la que se conectan
las neuronas aferentes con las eferentes, haciendo posible la transmisión
de información de la una a la otra y la llevada a cabo de la respuesta
automática. Las neuronas que forman parte de este componente son
conocidas como interneuronas.
Órgano efector
Tipos
Funciones
Los seres humanos tenemos una gran cantidad de arcos reflejos diferentes.
La mayoría de ellos se encargan de funciones que o bien son necesarias
para nuestra supervivencia ahora mismo, o bien fueron importantes en un
pasado evolutivo cercano, permitiendo a nuestros antepasados sobrevivir y
replicarse con éxito.
Dilatación pupilar
frío
Toses y estornudos
Reflejo de prensión
El reflejo de prensión pertenece a la categoría de los que tenían sentido en
nuestro pasado evolutivo pero que hoy en día ya no cumplen ninguna
función.
Reflejo rotuliano
Sumario
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• 1 Sistema nervioso central
• 2 Estructura microscópica de los ganglios vegetativos o autónomos y su comparación
con otros ganglios
• 3 Características morfofuncionales de la división simpática
• 3.1 Características de las sinapsis. Neurotransmisores. Receptores postsinápticos.
Enzimas
• 4 Características morfofuncionales de la división parasimpática
• 4.1 Estructura
• 4.2 Función general
• 4.3 Receptores postsinápticos
• 4.4 Enzima
• 5 Funciones
• 5.1 Sistema Nervioso Simpático
• 5.2 Sistema Parasimpático
• 5.3 Médula espinal
• 6 Fuente
La división simpática del sistema nervioso autónomo tiene una poción central y una
periférica. La porción central está constituida por una serie de núcleos situados en las
astas laterales de la médula espinal desde TI hasta L II y la porción periférica por los
troncos simpáticos (formados por una cadena de ganglios interconectados por fibras y
situados a ambos lados de la columna vertebral), además ganglios prevertebrales
como el celíaco, el mesentérico superior e inferior, plexos y nervios. Constituye la
mayor parte del SNV, incluyendo en su porción periférica los dos troncos simpáticos
ganglionares, sus ramos, plexos y ganglios de segundo y tercer orden. Tiene una más
amplia distribución que el parasimpático pues inerva todas las glándulas sudoríparas
de la piel, los músculos piloerectores, las paredes musculares de la mayoría de los
vasos sanguíneos, el corazón, los pulmones y otras vísceras. Su distribución es
universal. La división simpática tiene salidas toracolumbares a ganglios a lo largo de
la médula espinal. Las neuronas preganglionares simpáticas tienen su cuerpo en las
astas laterales (o intermedio laterales) de la médula espinal, del segmento T1 al L23
(segmentos medulares torácico o dorsal1 a lumbar23). Los axones de estas neuronas
abandonan la médula por las raíces ventrales y luego con el nervio espinal. Pueden
hacer sinapsis con las neuronas postganglionares simpáticas que se encuentran en la
cadena ganglionar simpática, a ambos lados de la médula espinal, o en tres ganglios
prevertebrales o en las neuronas diferenciadas en células endocrinas de las médulas
suprarrenales. Los axones de las preganglionares dejan la médula al nivel específico,
pero pueden inervar ganglios contiguos, rostral y caudalmente, viajando por los
troncos nerviosos que conectan a los ganglios. La mayoría de las preganglionares son
pequeñas fibras mielínicas, lentas. Cada preganglionar establece sinapsis con
muchas postganglionares en diferentes ganglios. La relación es de 1 a 10, por lo que
existe una gran divergencia. Las postganglionares son no mielínicas y dejan el ganglio
por un ramo comunicante no mielínico. Desde el punto de vista de la estructura
macroscópica, la porción periférica del sistema simpático está constituida por una
larga cadena doble de ganglios situados a cada lado de la columna vertebral unidos
por unos cordones finos, los troncos simpáticos y una serie de ganglios prevertebrales
como los ganglios celíacos, el ganglio mesentérico superior y el ganglio mesentérico
inferior, entre otros de menos importancia. La cadena simpática cervical está
conformada por 3 ganglios: 1) ganglio cervical superior, el mayor a nivel de 2a y 3a
vértebras cervicales; 2) el ganglio cervical medio, a veces ausente, a nivel de la 6a
vértebra cervical o en las proximidades de la arteria tiroidea inferior cuando ésta
aborda la glándula tiroides por su polo inferior; 3) el ganglio cervical inferior, que
generalmente se fusiona con el primer ganglio torácico recibiendo el nombre de
ganglio cervicotorácico, o ganglio estelar. Se localiza por delante de la cabeza de la
costilla, en la vecindad del origen de la arteria vertebral. El sistema simpático presenta
además de la cadena simpática, 2 nervios simpáticos puros, el nervio esplácnico
mayor originado por ramos provenientes de los ganglios torácicos del 6 al 9 y el nervio
esplácnico menor originado por ramos provenientes de los ganglios torácicos 10 y 11,
ambos nervios reunidos o por separado, atraviesan el diafragma (porción lumbar) y
terminan en el ganglio celíaco correspondiente. Inervan en general, la musculatura
lisa y los vasos sanguíneos del intestino delgado y grueso. La cadena simpática
toracolumbar presenta aún 4 ganglios lumbares definidos, una porción pelviana con
ganglios sacros, mediales a los agujeros sacros anteriores y al final un ganglio
coccígeo impar delante y a veces debajo del cóccix.
Las sinapsis del sistema simpático son más complejas que las del sistema
parasimpático, ofreciendo al mismo tiempo más posibilidades de acción específica
farmacológica sobre ellas. La neurona preganglionar simpática tiene iguales
características que la parasimpática: ambas liberan acetilcolina. Además, a esta
acetilcolina corresponden también receptores nicotínicos y la misma
acetilcolinesterasa. Por tanto, se puede afirmar que la sinapsis en el ganglio del
sistema simpático es funcionalmente la misma que en el parasimpático. Las neuronas
postganglionares simpáticas liberan en general noradrenalina,excepto algunas pocas
que inervan las glándulas sudoríparas y vasos sanguíneos musculares; en estas
estructuras se libera acetilcolina (simpático colinérgico). Las médulas suprarrenales,
que puede considerarse como un ganglio simpático diferenciado en glándula
endocrina, libera las hormonas adrenalina y en menor cantidad, noradrenalina.
Consecuentemente, la mayoría de las neuronas postganglionares simpáticas se
denominan adrenérgicas (noradrenérgicas), porque liberan noradrenalina en sus
terminaciones. Los receptores adrenérgicos, son clasificados en dos tipos: el alfa,
afines a la adrenalina, pero principalmente a la noradrenalina y el beta, afines casi
exclusivamente a la adrenalina. A su vez, cada tipo se puede subdividir en los
subtipos correspondientes. La enzima de la sinapsis en el ganglio es la
acetilcolinesterasa. En las sinapsis adrenérgicas, existen dos tipos de enzimas que
degradan la noradrenalina y la adrenalina: la monoaminooxidasa (MAO), que se
localiza en las terminaciones nerviosas simpáticas y destruye a la noradrenalina que
es recaptada, así como en los efectores, donde destruye a ésta y también a la
adrenalina que penetran; y la catecolortometiltransferasa (COMT), que se encuentra
en todos los tejidos, pero en especial, el hígado. La estimulación del simpático
provoca respuestas de dilatación pupilar, aumento de al frecuencia cardiaca y la
fuerza de contracción del corazón, disminuye la secreción y contracción de glándulas
y músculos del tubo digestivo, dilata los bronquios y provoca sudoración, así como
respuestas metabólicas que proporcionan energía. Siendo la estimulación simpática
generalmente "en masa", involucra la estimulación de ambas médulas suprarrenales,
resultando en un aumento de la liberación de las hormonas adrenalina y
noradrenalina, las que llegarán a los tejidos diana con cierta demora en relación con
los efectos de la noradrenalina liberada en las terminaciones nerviosas, haciendo los
efectos de la estimulación simpática más enérgicos y duraderos. Además, estas
hormonas pueden llegar a tejidos que poseen receptores adrenérgicos, pero no
inervación simpática. En conclusión, las hormonas suprarrenales potencian los
efectos de la estimulación simpática haciéndolos más duraderos y enérgicos y
permiten que llegue a lugares que de otra manera no recibirían esta influencia
reguladora. Por otra parte, su hormona principal, la adrenalina, tiene efecto
predominante sobre los receptores beta (que son los más abundantes en el corazón),
determinando que la estimulación cardiaca reciba una contribución importante de las
suprarrenales. Esto tiene importancia médica práctica, pues en los transplantes
cardíacos el corazón no puede ser reinervado, pero el sistema simpático puede seguir
regulando en parte su función a través de la actividad suprarrenal.
Estructura
Las neuronas preganglionares parasimpáticas tienen su cuerpo en los núcleos del
tronco encefálico correspondientes a los pares craneales III, VII, IX y X. (Fig. 6) y en
las zonas laterales de la médula sacra, segmentos S2 a S3 (en ocasiones comprende
S1 y S4). Los axones de estas neuronas abandonan el SNC y establecen sinapsis con
las neuronas postganglionares parasimpáticas ubicadas en ganglios o plexos
periféricos que se encuentran en la vecindad o en la propia pared de los órganos que
inervan. Estos órganos se localizan fundamentalmente en la parte media del cuerpo
(cabeza y tronco). A diferencia del SS, los axones de las neuronas preganglionares
parasimpáticas son largos, mientras que los axones de las postganglionares son
cortos.
Los núcleos craneales parasimpáticos ya han sido estudiados al analizar los nervios
craneales, solo se debe recordar los componentes autónomos en ellos. Los ganglios
implicados en los nervios craneales III, VII, IX y X.
Función general
La función reguladora del SPS está generalmente asociada a actividades digestivas y
de evacuación, cuya estimulación promueve usualmente la conservación de energía o
reacciones de síntesis en el organismo. Por esto en ocasiones se afirma que el
sistema nervioso parasimpático es un sistema regulador anabólico. Su actividad es
generalmente de tipo discreta, esto significa que es capaz de regular una función con
relativa independencia de las otras. Ej. La activación del reflejo de la micción se
realiza independientemente de los reflejos digestivos regulados por el sistema
nervioso parasimpático.
Receptores postsinápticos
Estos receptores, aunque específicos a la acetilcolina (colinérgicos), son diferentes
dependiendo de su localización. Los que están en el ganglio son estimulados también
por la nicotina, por lo que son llamados receptores nicotínicos, siendo casi iguales a
los encontrados en la placa motora. En cambio, los receptores en los efectores son
estimulados por la toxina muscarina siendo por ello llamados receptores
muscarínicos. Debe indicarse que la nicotina y la muscarina NO son sustancias
naturales del organismo; sino toxinas que se utilizan experimentalmente.
Enzima
La enzima, tanto en la sinapsis ganglionar como en el efector es la acetilcolinesterasa.
La estimulación parasimpática produce contracción del esfínter pupilar, lo que produce
miosis, y del músculo ciliar, lo que produce acomodación de la visión cercana.
Disminuye la frecuencia cardiaca, aumenta la secreción lagrimal, salival y del tubo
digestivo, así como la motilidad digestiva, produce bronco constricción.
Funciones
El Sistema Nervioso Autónomo realiza dos funciones muy importantes que se
complementan, una para acelerar y otra para frenar las actividades internas del
cuerpo. Esto es muy importante porque si no fuera así, el cuerpo podría perder el
control. Por ejemplo, al hacer ejercicio el corazón se acelera para llevar
más oxígeno y nutrimentos a losmúsculos, pero el corazón no puede llevar ese ritmo
todo el tiempo porque “explotaría”, por lo que la otra función de este sistema es la de
frenarlo cuando se deja de hacer ejercicio y permitir que recupere su ritmo normal. El
funcionamiento de todo el organismo depende del Sistema nervioso en su conjunto,
ninguno de los órganos y “sistemas” que lo conforman trabaja aislado, si uno falla,
fallan los demás. Las funciones involuntarias las coordina el Sistema Nervioso
Autónomo, que a su vez se divide en dos sistemas:
• El Sistema Nervioso Simpático
• Sistema Parasimpático
Sistema Parasimpático
El Sistema Nervioso Parasimpático, (SPS) (o craneosacro). Las fibras del
parasimpático craneales, en especial los nervios de los nervios craneales III, VII, IX y
X, pasan a los ganglios y plexos situados dentro de varios órganos.El Sistema
Parasimpático en cambio, almacena y conserva la energía y mantiene el ritmo normal
de los órganos y glándulas del cuerpo. Después de un susto, trauma, dolor intenso o
cualquier situación especial del cuerpo, el Parasimpático se encarga de que todo
vuelva a la calma y normalidad. De estos dos, obviamente el Parasimpático es el más
importante para sobrevivir, porque si no normalizara las funciones, el cuerpo no podría
soportalas. Los nervios simpáticos tienen su origen en diferentes partes de la médula
espinal mientras que los parasimpáticos se originan en los nervios craneales y en los
raquídeos. La mayoría de las fibras nerviosas parasimpáticas se encuentran en un
nervio llamado “vago” que llega a todos los órganos internos del cuerpo. Entre
algunas de las funciones que realizan estos dos sistemas están:
• El simpático abre la pupila del ojo, el parasimpático la cierra.
• El simpático estimula la producción de saliva, el parasimpático la inhibe.
• El simpático hace que el corazón lata muy aprisa y fuerte, el parasimpático
disminuye los latidos y su intensidad.
• El simpático relaja el músculo para que puedas orinar o defecar, el parasimpático
los contrae para que cierren.
Médula espinal
La médula espinal es aquella parte del sistema nervioso central que se encuentra
situada por el interior de la columna vertebral. Se trata de una especie de cordón que
se extiende desde el bulbo raquídeo, lugar donde se une al encéfalo, hasta el inicio de
la región lumbar. La médula consta de una gran cantidad de neuronas de forma
alargada. Todos estos elementos (encéfalo y médula espinal) aparecen rodeados de
las meninges, que son unas membranas de función protectora. El conjunto de nervios
que salen del encéfalo y de la médula espinal y que se reparten por todo el cuerpo
constituyen el sistema nervioso periférico. Los nervios pueden ser de dos tipos, los
sensitivos o sensoriales y los motores. Los primeros son la vía de conducción de los
impulsos nerviosos que trasmiten la información precedente de los órganos de los
sentidos con destino al sistema nervioso central. Una vez allí la información es
interpretada convenientemente, elaborándose una respuesta que es conducida por los
nervios motores hasta los músculos o los órganos encargados de ejecutarla.
El sistema nervioso autónomo representa un sistema de control de efectores viscerales,
involuntario, que junto con el sistema endocrino y el hipotálamo mantiene la homeostasis. Para
cumplir esa tarea, este sistema maneja mecanismos de realimentación negativa que se ejercen
principalmente sobre el hipotálamo.
En la actualidad se consideran tres divisiones en la organización morfo-funcional del sistema
nervioso autónomo: la simpática, la parasimpática y la entérica. Sin embargo, esta última suele
considerarse bajo el control de la división parasimpática.
Anatómicamente, las divisiones simpática y parasimpática se originan del sistema nervioso central
y representan la vía eferente a través de la cual él se comunica con los efectores viscerales. Esta
vía esta formada por dos neuronas. La primera se ubica en la médula espinal. Su axón sale y se
contacta con la segunda neurona ubicada en un ganglio periférico. Es el axón de esa segunda
neurona el que inerva a los efectores. Las primeras neuronas son colinérgicas. Las segundas son
noradrenérgicas (simpático) y colinérgicas (parasimpático). Sin embargo, algunas segundas
neuronas simpáticas también son colinérgicas.
Desde el comienzo se definió al sistema nervioso autónomo como una subdivisión del sistema
nervioso dotada de una gran independencia, a tal punto, que se le ha considerado como un
sistema que se autorregula. Ello se explica en parte, por qué se considera a la actividad refleja
como la base de su funcionamiento de este sistema. Es el reflejo autonómico, cuya base
anatómica (arco reflejo) ha sido bien caracterizada en la mayoría de los casos.
Las vías aferentes se originan en receptores sensitivos ubicados en las vísceras y los axones que
las constituyen viajan al sistema nervioso central por vías que pertenecen a la parte periférica del
sistema nervioso autónomo y donde también se encuentran fibras motoras ya sea simpáticas o
parasimpáticas pero que son eferentes. Se presenta, entonces, a nivel anatómico una interacción
entre ambos sistemas.
Así, por ejemplo, una descarga simpática hacia afectores cardiovasculares puede provocar una
elevación de la presión sanguínea mediado por taquicardia y/o vasoconstricción. Esta perturbación
(elevación de la presión) es detectada por barorreceptores ubicados en los vasos sanguíneos.
Esos receptores son fibras nerviosas que se dirigen al sistema nervioso central incorporados al
nervio vago (por definición como fibras parasimpáticas) y llevan la información a centros nerviosos
vagales, que al ser excitados, generan por la vía parasimpática vagal (ahora eferente) que inerva al
corazón actividad inhibidora sobre el corazón, bradicardia, lo cual provoca un descenso de la
presión. Se maneja así, con esta forma de interacción, una regulación automática, refleja,
inconsciente de la presión.
Pero en el sistema nervioso central, las neuronas motoras autonómicas se encuentran no solo
influenciadas por señales periféricas. También están reguladas por centros de control
supraespinales ubicados en el tronco y en los hemisferios cerebrales. El bulbo raquídeo, el puente
y el hipotálamo son las estructuras más comprometidas con esta función.
El uso de trazadores de vías nerviosas, que permiten seguir su trayectoria desde los receptores
viscerales hasta los centros nerviosos, ha permitido conocer la organización central del sistema
encargado del control visceral. Se trata de un circuito neuronal llamado sistema viscero-motor
central o red central autonómica. Esta red presenta múltiples relevos sinápticos y comprende
además del hipotálamo a estructuras del sistema límbico, en especial a la amígdala. Estos datos
explican la natural relación que existe entre cierto tipos de respuestas viscerales y las conductas
emocionales.