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5º Juz.

Civil
Expte: 4.672
Fojas: 181

San Rafael, 30 de julio de 2019.


Y VISTOS:
Estos autos N° 4.672 caratulados "LEYES, GLADYS SILVANA C/
MUNICIPALIDAD DE SAN RAFAEL P/ DAÑOS y PERJUICIOS", de los
que
RESULTA:
a) Que a fs. 38/48 se presenta la Sra. Silvana Gladys Leyes, por derecho
propio, promoviendo demanda de indemnización por daños y perjuicios en
contra de la Municipalidad de San Rafael, por la suma de $ 550.000 y/o lo que
en más o en menos resulte de la prueba a rendirse en autos, con más sus
intereses y costas hasta su efectivo pago.
Expresa que en fecha 20/03/2016 aproximadamente a las 11:30 horas en
circunstancias en que fue al cementerio de Cañada Seca, junto a su esposo, para
visitar la tumba de su mamá, y mientras estaba limpiando la misma, pisó el
cordón de la tumba de al lado, la cual estaba cubierta sólo la mitad con una losa,
sin estar cercada con las medidas de seguridad, tropieza y cae sobre ella,
generándose el quiebre de la mitad de la tapa, cayendo en el fondo de la tumba a
una distancia aproximada de 4 a 5 mts., golpeando con el costado de su cuerpo y
cabeza en el filo de la fosa.
Refiere que perdió el conocimiento y su marido trató de auxiliarla, que
fue rescatada cerca de las 11:55 por los bomberos, fue trasladada por la
ambulancia al Hospital Schestakow y luego quedó internada.
Manifiesta que la falta de señalización adecuada y precariedad de la obra
pública son causa eficiente del accidente ocurrido y en virtud del cual la
Municipalidad de San Rafael es responsable de la reparación del daño, por el
vicio o mal estado de todo lo que corresponde al dominio público, lo que es
competencia de la comuna local en su calidad de titular del dominio público de
tales bienes. Cita doctrina y jurisprudencia.
Agrega que ha padecido innumerables problemas de índole físicos,
psíquicos y económicos que han afectado el normal desenvolvimiento de su
vida. Reclama daño emergente en concepto de incapacidad resultante del
accidente en la suma de $500.000, daño moral en la suma de $ 50.000 e
indemnización en concepto de gastos médicos y futuros, cuyo monto deja
librado a apreciación judicial. Ofrece pruebas y funda en derecho. Peticiona que
al resolver se haga lugar a la demanda en todas sus partes, con costas.
b) Corrido traslado de rigor (dec. fs. 50), a fs. 55/56 comparece la
demandada Municipalidad de San Rafael, contesta demanda negando los hechos
invocados por la actora, solicitando el rechazo de la presente demanda, con
costas.
c) A fs. 71/76 toma participación Fiscalía de Estado y niega los hechos
invocados en la demanda. Refiere que el hecho, de haber existido, se debe a la
propia culpa de la víctima, quien debió haber transitado por arriba de la tapa del
nicho y lo rompió con su peso. Agrega que se trata de un “hecho de la víctima”
o de un “tercero por quien no debe responder” y ello opera como interruptor del
nexo adecuado de causalidad. Señala que en el caso resulta aplicable las normas
de responsabilidad contenidas en el nuevo C.C.C. o en su defecto la Ley
Nacional 26.944 o Ley Provincial n° 8.968. Niega la existencia del hecho
conforme lo relata la contraria. Niega e impugna los rubros reclamados, ofrece
pruebas y solicita el rechazo de la demanda incoada por la actora.
d) A fs. 107 se lleva adelante audiencia inicial y a fs. 157/158 la
audiencia final, quedando los presentes autos en oficina para alegar,
cumplimentando en derecho las alegaciones la parte actora según consta a fs.
165/168, la Municipalidad de San Rafael a fs. 172/173, quedando los presentes
autos en estado de dictar sentencia según llamamiento firme de fs. 180 y
CONSIDERANDO:
I) Que la actora Sra. Gladys Silvana Leyes demanda a la Municipalidad
de San Rafael, por la suma de $ 550.000 a raíz de un accidente sufrido en el
Cementerio de Cañada Seca, en fecha 20/03/2016, donde refiere que se
encontraba limpiando el nicho de su madre, pisa el cordón de la tumba de al
lado, cae sobre la tapa de la fosa, la cual se quiebra, por lo que cae adentro de
una fosa de 4 metros que se encontraba abierta, lo que le produjo daños físicos,
daño moral y gastos médicos.
Por su parte, la Municipalidad de San Rafael, se opone el progreso de la
demanda, negando la existencia del hecho y refiere que en caso de haber
ocurrido el mismo se trata de un “hecho de la víctima” o de un “tercero por
quien no debe responder”, lo que configura un eximente de responsabilidad.
II) En principio, es preciso destacar que la demandada Municipalidad de
San Rafael rechazó el reclamo de la actora mediante Resolución Nro.794 de
fecha 08/08/2016, obrante en el expediente n° 8250 de la Municipalidad de San
Rafael, con lo que queda expedita la vía judicial.
Analizadas las constancias de autos y la prueba aportada, la ocurrencia
del accidente con las circunstancias de tiempo y lugar ha sido debidamente
acreditada conforme las actuaciones sumariales N° P 90229/18 “Fiscal c/NN P/
Lesiones leves dolosas – Art- 89”, ofrecidas como prueba, donde consta
conforme acta de fs. 01 que el día 20 de marzo de 2016, aproximadamente a las
11:40 hs., el personal policial se desplazó hacia el Cementerio de Cañada Seca,
donde una persona de sexo femenino, mayor de edad, se encontraba en el
interior de una fosa. En el lugar estaba presente el Sr. Hernández Ollarce, quien
manifiesta que la persona que se encuentra en el interior de la fosa es su esposa,
Sra. Silvana Gladys Leyes Ortiz. Luego se presenta el personal de bomberos
voluntarios quienes rescataron a la ciudadana del interior de la fosa. En el acta se
agrega que la fosa tenía una profundidad aproximada de 4 metros, que en
inmediaciones de la misma se encontraba un trozo de cemento en muy mal
estado, “el cual sería que se habría desmoronado”. También en el acta se deja
constancia de la existencia de una escalera dentro de la fosa.
En cuanto a las fotografías aportadas por la actora, las cuales obran a fs.
25/28, se observa que las mismas han sido tomadas el día que ocurrió el hecho,
en el momento en que la actora se encontraba adentro de la fosa, que fue asistía
por personal de Bomberos y también cuando logran sacar a la actora de adentro
de la fosa, todo lo cual resulta coincidente con el relato que efectúa la actora en
su reclamo. Dichas fotografías han sido publicadas, junto con la noticia, por
diarios locales.
Por otro lado, se ofreció como prueba inspección ocular en el lugar de
ocurrencia del hecho, la cual fue realizada a fs. 137/139, el Oficial de Justicia se
constituyó en el lugar y el encargado del Cementerio le indicó dónde se
encuentra la sepultura y constata que “se observa una bóveda tapada (con dos
tapas de cemento, superpuestas sobre la superficie de la mencionada bóveda), la
cual está vacía. En este momento y lugar dichas tapas (dos) superpuestas están
sin sellar. La distancia que existe entre bóveda es de aproximadamente cuarenta
centímetros. Que la bóveda que está en dirección al sur no tiene placa de
identificación y que la que se encuentra en dirección norte, se observa dos placas
con nombre de “Pía” y “Silverio Garay”. Ambas en forma colindante a la
bóveda tapada, con dos tapas de cemento superpuestas y sin sellar”.
Es preciso destacar que el Oficial de Justicia refiere que existe una
profundidad de dos metros y medio, lo cual no es coincidente con lo establecido
en el acta policial, donde se determina que la profundidad de la fosa es de
aproximadamente 4 metros.
En cuanto a la forma de ocurrencia del hecho, conforme a lo detallado
por la actora al interponer la demanda y el acta de procedimiento n° 203/16, se
puede determinar que la fosa en cuestión no estaba en optimas condiciones, que
se encontraba un trozo de cemento en muy mal estado adentro de la fosa, el cual
sería el que se había desmoronado, lo que me permite inferir que el accidente
habría ocurrido producto del deficiente estado de la tapa de la fosa. Además si
bien Fiscalía de Estado refiere que el hecho ocurrió por culpa de la víctima o de
un tercero por quién no debe responder, no se ha probado en autos cómo habría
ocurrido ello, ya que de encontrarse la tapa en condiciones óptimas, aunque la
actora se hubiera subido arriba de la misma, no debería haber ocurrido el
quiebre.
Los testigos ofrecidos en autos, si bien no vieron el momento exacto del
accidente, los mismos manifestaron que cuando llegaban al Cementerio de
Cañada Seca, vieron salir la ambulancia y que el Sr. Hernández les dijo que su
esposa era quien iba en ella.
Conforme la prueba valorada, encontrándose debidamente acreditado la
ocurrencia del accidente, es clara la responsabilidad de la Municipalidad de San
Rafael que tiene a su cargo el mantenimiento y conservación de los cementerios
públicos, debiendo reunir las condiciones de seguridad tales para evitar peligros
dentro de ellos, teniendo a su cargo una obligación de seguridad que ante su
incumplimiento, debe responder.
Conforme Ley 1079, ley orgánica de municipales, refiere en el Art. 80
que corresponde al Concejo la conservación y reglamentación de los
cementerios y servicios de pompas fúnebres.
Es preciso destacar que una fosa, de las dimensiones que refiere el acta
policial (4 metros de profundidad) es una fuente generadora de riesgos, por lo
que se observa una omisión a la obligación de seguridad de la Municipalidad de
San Rafael ante la falta de conservación, mantenimiento o elementos de
señalización de que la fosa se encontraba semi tapada, vulnerando de esta forma
el deber de diligencia para evitar daños a terceros.
Al respecto nuestro Máximo Tribunal Provincial ha dicho que: "Los
bienes del dominio público deben estar en condiciones de ser utilizados sin
riesgo, teniendo el Estado la obligación de la señalización vial este es un deber
insoslayable en cabeza de quien tiene a su cuidado el mantenimiento y
conservación de los caminos y rutas en condiciones de segura y confiable
transitabilidad. La existencia de un bache, en la vía pública, determina la
responsabilidad objetiva, resultando aplicable lo dispuesto por el art. 1.113 C.C.,
y el titular o guardián de la vía pública debe responder cuando transgrede o viola
su obligación de mantenerla en condiciones de ser utilizada sin riesgos para la
circulación. La existencia de un bache, pozo o zanja en la vía pública, constituye
un escollo inesperado, cuya tolerancia en el lugar hace responsable al titular del
dominio público - arts. 2339 y 2340, inc. 7 C.C., por los daños causados".
(Expte.: 93885 - URBIETA ROLANDO A. Y OTS. EN J: 151.571/39.570
URBIETA RO-LANDO Y OT. C/ DIRECCION GENERAL DE VIALIDAD
P/ D. Y P. S/ INC. CAS. Fecha: 20/04/2009 - SUPREMA CORTE - Ubicación:
LS400-101).
A su vez, la jurisprudencia es conteste en considerar que: “Por más que
se entienda que el Municipio ha delegado en los frentistas, la responsabilidad
por la construcción y mantenimiento de la vereda y aún cuando exista en la
misma una obra de una empresa prestadora de servicio de agua y cloacas, ello
no excluye la responsabilidad que en el caso tiene la demandada frente a la
víctima que sufrió una caída en la acera como consecuencia de su mal estado,
pues en su carácter de propietaria de dicho espacio perteneciente a su dominio
público tiene el deber de velar porque la vereda tenga una razonable
conformación que la haga apta para que se pueda transitar sin peligro por ellas.”
(Expte.: 30226 - NÚÑEZ, FELISA ESTELA C/MUNICIPALIDAD DE
GODOY CRUZ P/D. Y P.Fecha: 01/08/2007 – SENTENCIA. Tribunal: 4°
CÁMARA EN LO CIVIL - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN Magistrado/s:
GONZALEZ-SAR SAR-BERNAL. Ubicación: LS195-029). Por lo que si la
Municipalidad es objetivamente responsable por los daños sufridos por un
peatón que circulaba caminando por la vereda y sufrió una caída, con mayor
razón resulta responsable frente a la falta de mantenimiento y/o cuidado de una
fosa abierta o con su tapa en mal estado en un cementerio de su jurisdicción,
como es el caso de autos.
En conclusión, existe una directa relación entre el daño ocasionado y la
cosa de que se servía o tenía a su cuidado la demandada, lo que pone en
funcionamiento la responsabilidad objetiva prevista por los arts. 5, 6, 7, 8 y
concs. de la ley provincial 8968.
De lo expresado puede establecerse que la Municipalidad de San Rafael
no ha cumplido con su deber objetivo de brindar seguridad a los vecinos del
municipio y de adoptar las medidas necesarias para limitar, restringir o anular,
las situaciones de riesgo de distinta índole que puedan originarse dentro de sus
límites territoriales para los ciudadanos o transeúntes, lo que importa además
una omisión antijurídica que ha violado la ley 1079 que, en sus distintos
artículos, impone a los municipios el deber de conservación de los cementerios,
siempre resguardando la seguridad de los vecinos, por lo que resulta responsable
del evento dañoso.
III) Resuelta la responsabilidad en el accidente conforme a la mecánica
del mismo, corresponde determinar la procedencia de los rubros reclamados y su
cuantificación.
La reparación del daño debe ser integral resultando éste constituido por
la diferencia entre el estado patrimonial del damnificado después del hecho
ilícito y el que tendría en caso de no haber ocurrido éste.
Enseña Orgaz que para el código el daño significa el menoscabo de
valores económicos o patrimoniales (daño material) o la lesión o menoscabo a
las afecciones legítimas (daño moral). Que cuando existe el daño causado nace
la responsabilidad civil extracontractual porque como elemento tal
responsabilidad es menester que se pruebe en forma indubitable su existencia y
magnitud a fin de que el reclamo no se convierta en una fuente de
enriquecimiento ilícito.
Ello quiere significar que el resarcimiento es una reparación en la medida
del daño.
a) Daño emergente en concepto de incapacidad resultante del accidente:
La actora refiere que como consecuencia del accidente sufrió una
minusvalía física del 50% de incapacidad. Que padeció trastornos físicos que se
vieron exteriorizados en la dificultad notoria para la realización de actividades
laborales habituales. Refiere que ella es masajista y auxiliar de kinesiología y
que como consecuencia del accidente no sabe si puede volver a trabajar algún
día. Reclama la suma de $ 500.000 y/o lo que en más o en menos surja de la
prueba a rendirse.
Se ha sostenido que el cuadro de valoración de la disminución de
aptitudes "baremo"; significa sólo una referencia de primordial jerarquía; pero
condicionada con otros elementos de juicio en cada caso; como ser: las
condiciones personales de la víctima y su vida en relación; no pudiendo
considerarse la incapacidad con un criterio puramente tarifario; sino con un
sentido humano. Tampoco puede y por idéntica razón; admitirse la aplicación de
criterios matemáticos rígidos para la determinación del "quantum", sin que por
supuesto se reconozca su primordial importancia; ni se pregone su
descalificación "per se"; pues puede suceder; incluso; que a través de ella en
algunos supuestos se arribe a lo justo concreto. (Cam. Civil 4º; Primera Circ.
Jud.; LS 141-pag.258).
En principio, en el expediente penal surge que la actora fue diagnosticada
con Luxación de hombro derecho, quedando internada en el Hospital
Schestakow.
En la pericia médica de fs. 146/150 efectuada por el Dr. Eduardo Maure,
refiere que la Sra. Leyes sufrió en el accidente ocurrido el día 20/03/2016,
politraumatismos: “Luxación de hombro derecho con fractura de acromion,
traumatismo de columna lumbar y de columna cervical con rectificación de la
lordosis y contusión con entorsis de rodilla izquierda, lesión de menisco externo
y subluxación de patella.” Agrega que ello le dejó una disminución de la
funcionalidad del hombro derecho y de su miembro superior derecho,
cervicobraquialgias y lumbociatalgias post trauma, coxigodinea, gonalgia con
disminución de la funcionalidad de rodilla derecha.
El perito refirió que la Sra. Leyes fue atendida en la guardia del Hospital
Schestakow por el Dr. Carayol, quien le redujo la luxación del hombro, debió
usar cabestrillo, quedó internada hasta el día siguiente y luego fue atendida por
el Dr. Talio y Dr. Ripa. El Dr. Ripa la operó en mayo de 2016 del tendón
supraespinoso y en septiembre le dieron de alta de su hombro. Las lesiones en la
rodilla izquierda fueron tratadas por el Dr. Camiletti en mayo de 2017, quien le
realizó lifting de la rótula y realineación de la misma. También sufrió y continúa
padeciendo lumbociatalgias y coxigodinia que se manifestaron luego del
accidente.
Es preciso destacar que conforme surge de la prueba ofrecida, al ser
intervenida quirúrgicamente del hombro derecho, se le colocaron elementos de
osteosíntesis.
Finalmente, el perito médico concluye en la existencia de una
incapacidad parcial y permanente de la total obrera y para su vida de relación la
de un 45 % de la Sra Leyes.
También en autos encontramos las declaraciones testimoniales de las
Sras. Ledesma y Blanco, quienes refirieron que la actora antes del accidente
trabajaba como masajista y que luego del accidente no pudo trabajar más.
Entrando pues al análisis de este rubro, sin perjuicio de las conclusiones
formuladas en la pericia, más allá de un porcentual numérico, siempre inexacto
y relativo, sobre todo si lo debemos contrastar con las consecuencias dañosas
sufridas por una persona, tanto en su cuerpo como en su vida cotidiana,
encuentro acreditado que la Sra. Gladys Silvana Leyes vio afectada su vida en lo
físico, viendo reducidas sus capacidades funcionales para sus tareas habituales,
en un primer momento padeciendo una total inmovilización por varios meses, lo
que sin dudas también repercutió en sus actividades cotidianas, tanto familiar,
social, como recreativa, hasta que tuvo su recuperación parcial, ya que quedó
con una incapacidad parcial y permanente de un 45%.
Estas secuelas fueron expuestas por las testigos que declararon en autos,
las que fueron coincidentes en relación a la imposibilidad de la actora de
efectuar su actividad laboral que realizada antes del accidente.
Asimismo, considero que la disminución en su capacidad motriz
repercute directamente en las menores posibilidades de acceder a un trabajo en
el futuro, lo que también tiene consecuencias patrimoniales.
Respecto al rubro incapacidad, la jurisprudencia ha dicho que: “Si bien el
rubro en cuestión comprende, a los efectos de una reparación plena, la lesión en
sí misma, como ofensa a la integridad corporal del individuo (incapacidad física)
al detrimento que ello produce en su aptitud de trabajo (incapacidad laboral)
debe agregarse el menoscabo a su vida de relación toda, al dificultar y amenguar
sus interrelaciones con los otros en el plano social, cultural, deportivo, íntimo,
etc. Lo decisivo para fijar el quantum no es el porcentaje de incapacidad que se
adjudique, sino su incidencia en la situación actual de la víctima y en sus
posibilidades futuras, máxime cuando ésta sigue desarrollando su actividad
habitual. Si el actor reclamante no tiene disminución de los ingresos, y sigue
desempeñándose en la misma empresa donde estaba cuando acaeció el
accidente, la incapacidad a que se alude en el dictamen pericial, debe repararse
en sí misma, mediante una indemnización prudencial, pero sin referencias a
necesarias ganancias o pérdidas que no existen, o a índices de incapacidad
genérica que aparecen como divorciados de la concreta realidad que se juzga”.
Expte.: 24875 - OLIVERA, RAMóN FLORENCIO GENTILUCCI, NALDO
DAñOS Y PERJUICIOS Fecha: 02/02/2000 – SENTENCIA Tribunal: 3°
CÁMARA EN LO CIVIL - PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN- Magistrado/s:
STAIB-BARRERA-GARRIGOS - Ubicación: LS087-116.
En nuestro caso, debemos tener en cuenta que la Sra. Leyes ha
acreditado que era masajista, auxiliar de kinesióloga, conforme certificados
acompañados en autos, aunque no ha acreditado cuándo cobraba mensualmente
al momento del accidente efectuando dichas labores.
Debe tenerse en consideración que las lesiones sufridas han dejado
secuelas invalidantes importantes conforme lo señalara el perito, con
importantes limitaciones para realizar varias tareas.
También debe considerarse que la actora no ha vuelto a reinsertarse
laboralmente, siendo evidentes las dificultades que encontrará en el mercado
laboral, dada la incapacidad padecida y la creciente oferta laboral de personas
que tiene óptimas capacidades físicas para desarrollar tareas tales como las que
venía realizando la Sra. Leyes.
Asimismo, en la indemnización a otorgar debe considerarse además de la
repercusión que su incapacidad le produce en lo laboral, la trascendencia de su
incapacidad en el ámbito de su vida familiar, social y de recreación, teniendo en
cuenta especialmente su edad al momento del accidente, que era de 39 años.
Por todo lo expresado, teniendo en cuenta las secuelas físicas sufridas
por la Sra. Leyes, con luxación de hombro derecho, y fue intervenida
quirúrgicamente del tendón supraespinoso y tuvo que ser tratada por las lesiones
en la rodilla, las secuelas que de dicho trauma le han quedado, especialmente
para realizar la mayoría de las actividades físicas, la incapacidad determinada,
teniendo presente además que dada su edad al momento del evento dañoso y la
expectativa de vida, la eventual edad jubilatoria, como también las mayores
dificultades que pueda tener para acceder a la obtención de un nuevo trabajo,
con las limitaciones físicas apuntadas por el perito médico, sus dificultades
actuales y futuras, este rubro indemnizatorio, haciendo una equivalencia entre el
valor de la vida humana y el de una incapacidad importante como la padecida,
sin perder de vista que no se han acreditado ingresos concretos, aunque tomando
como referencia el salario mínimo vital y móvil informado por el Consejo del
Salario, el que actualmente es de la suma de $ 12.500, teniendo en cuenta el
tiempo transcurrido desde el hecho hasta el presente y el poder adquisitivo del
dinero, justiprecio como razonable y prudente, conforme los precedentes de este
tribunal en casos similares, adecuar el presente rubro al momento de esta
sentencia, a la suma de pesos SEISCIENTOS CINCUENTA MIL ($ 650.000)
por incapacidad parcial y permanente, todo ello, conforme la sana crítica, según
lo autoriza el 90 inc. 7° del C.P.C.C. y T..
b) Daño moral:
La actora reclama por las afecciones morales sufridas la suma de
$50.000 y/o lo que en más en menos se determina conforme a la prueba a
rendirse.
Se ha definido al daño moral como: "toda consecuencia perjudicial de
una acción u omisión ilícita que, en relación causal adecuada con ésta hace sufrir
a una persona en sus valores no patrimoniales, actuales o posteriormente
previsibles".."comprende el dolor o sufrimiento que causa a la víctima o a su
familia en su caso; los hechos ilícitos contra la vida o la integridad corporal...(
ALFREDO OR-GAZ; "El Daño Resarcible"; Ed. Córdoba; Bs. As; 1980;
pag.210/211).
El suscripto comparte el criterio de la tesis mayoritaria que ve en la
reparación de éste agravio no una pena al ofensor; sino un resarcimiento.
Frente a tales premisas, se ha comprobado en autos, que la actora sufrió
un accidente en el Cementerio de Cañada Seca, donde cayó violentamente
adentro de una fosa, de aproximadamente 4 metros de profundidad, que
permaneció en el lugar un largo rato hasta que los bomberos la sacaron. Que
como consecuencia del accidente sufrió politraumatismos varios, luxación del
hombro, por lo que fue necesario la intervención quirúrgica, a su vez necesito de
tratamiento en la rodilla, y afrontó un período de recuperación, todo ello
conforme lo dictaminado por el perito médico y las constancias de la historia
clínica.
Asimismo, la pericia psicológica señala que la actora como consecuencia
del accidente padece de indicadores de intensa ansiedad frente a situaciones
cotidianas y habituales, reforzamiento de evitación y temores asociados. El
hogar de la actora es el único lugar en que se siente segura y dejó de realizar
actividades sociales y recreativas que disfrutaba. Agrega que el padecimiento
psíquico producido por el hecho de marras no ha sido tramitado de manera
reparatoria por la actora, persistiendo luego de tres años la sintomatología
psíquica y malestares somáticos. Concluye determinando que la actora presenta
un trastorno por estrés postraumático crónico, que guarda nexo de causalidad
directa con el hecho de autos, y determina un porcentaje de incapacidad física
del 15%. Aconseja un tratamiento psicológico de un año, con una frecuencia de
una sesión semanal con un costo estimado por sesión de $ 500 al mes de marzo
de 2019.
Conforme a los elementos valorados, cabe señalar que resulta indudable
por un lado los fuertes dolores padecidos a partir del momento mismo del
accidente, la situación de incertidumbre vivida en dicha oportunidad, sobre todo
el hecho de encontrarse adentro de una fosa donde van colocadas las personas
fallecidas lo que le generó que se activaran las fantasías de muerte, la cantidad
de tiempo que se encontró en la misma, el ulterior traslado en ambulancia hasta
el hospital y primera internación, luego el proceso de rehabilitación, todo lo cual
tiene claramente una gran entidad que permite considerar la existencia de un
importante daño moral.
De esta manera se evidencia la existencia de los padecimientos sufridos
por la actora en su ánimo y espíritu, que se diferencian del rubro admitido por
incapacidad sobreviniente, encontrando total autonomía y siendo por demás
clara su entidad.
En este sentido, la jurisprudencia ha dicho: “No puede discutirse que el
accio-nante ha experimentado, como consecuencia del accidente, una
incapacidad parcial permanente que indudablemente debe provocar una
perturbación en su espíritu. No puede pensarse otra cosa respecto a una persona
que sabe que sufre una disminución física definitiva.” (Expte.: 97061 -
CAMAYA, ORLANDO JOSé SCATRAGLI DAñOS Y PERJUICIOS-Fecha:
11/08/1992 – SENTENCIA-Tribunal: 2° CÁMARA EN LO CIVIL -
PRIMERA CIRCUNSCRIPCIÓN -Magistrado/s: CASO-VARELA DE
ROURA-SARMIENTO-Ubicación: LS081-364.
En cuanto a la suma solicitada como daño moral, entiendo que la misma
ha sido prudente y debe adecuarse a la realidad económica actual, por lo que
justiprecio razonable al momento de esta sentencia, por los padecimientos y
sufrimientos por la Sra. Gladys Silvana Leyes, que se admita el rubro daño
moral hasta la suma de PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000), conf. art. 90
inc.7º del C.P.C.C. y T., al momento de esta sentencia.
c) Indemnización en concepto de gastos médicos y farmacéuticos:
Refiere que el resarcimiento del daño causado debe integrar los gastos
médicos y de farmacia devengados, solicitando expresamente que al momento
de dictar sentencia se determine conforme a criterio del tribunal el monto que
corresponde en tal concepto.
Sobre la procedencia de estos rubros y su cuantificación nuestro Máximo
Tribunal ha dicho que: "Los gastos médicos y de farmacia y de sepelio y
servicio fúnebre, deben admitirse sin demasiada rigurosidad, siempre que
guarden razonable vinculación con la clase de lesiones producidas y aunque no
se pruebe acabadamente su importe, desde que es normal que de muchos de
estos gastos no se conserven comprobantes". Expte.: 98373 - CASALE DE
GONZALEZ MARIA DANIELA Y OT. EN J 163.465/32.256 CASALE DE
GONZALEZ MARIA DANIELA Y OTS. C/ CONS. DE PROP. VISTALBA
COUNTRY CLUB P/ D. Y P. S/ INC. Fecha: 29/11/2010-SENTENCIA.-
Tribunal: SUPREMA CORTE DE JUSTICIA. Magistrados: NANCLARES-
ROMANO-Ubicación: LS420 – 193.
En autos se ha acompañado en copia constancia de atención en el
Instituto de Miembro Superior por el Dr. Ripa, así como también una factura por
la compra de tornillo canulado por la suma de $ 4.800 en julio de 2016 (fs. 15).
A su vez, conforme a las lesiones padecidas por la parte actora, atento la
importancia de las mismas, pericial médica y las constancias de la historia
clínica acompañada, resulta justificado otorgar una suma prudente a tal concepto
ya que resulta lógico que ante la seriedad de las lesiones sufridas y el tiempo de
internación de la actora, debió haber tenido que afrontar tales gastos.
En definitiva, considero que dicho rubro debe ser admitido, graduando el
mismo en función a las lesiones sufridas, la necesidad de transporte y consultas
médicas, entre otros gastos que resultan de la gravedad de las lesiones
padecidas.
En este sentido, teniendo en cuenta el poder adquisitivo del dinero y la
razonabilidad de otros gastos que se presume que la actora debió incurrir, acorde
al tipo de lesiones padecidas por lo que el presente rubro se admite al momento
de esta sentencia en la suma de PESOS TREINTA MIL ($ 30.000), conforme
art. 90 inc. 7° del C.P.C.C. y T..
IV) Intereses:
Es doctrina reiterada y pacífica de este Tribunal que para que la
reparación sea integral, es preciso efectuar el reajuste incluyendo los intereses.
Que por tanto y habiendo sido oportuna su petición los mismos resultan
procedentes.
En cuanto a los rubros indemnizatorios fijados al momento de la
sentencia, corresponde aplicar a los mismos los intereses previstos en la ley
4087 y actual ley 9041, esto es, la tasa del 5 % anual desde el día del hecho
hasta la fecha de la presente resolución.
Asimismo, a partir de esta sentencia se devengarán los intereses hasta su
efectivo pago a la tasa establecida por la ley 9041 correspondiente a la evolución
porcentual que experimente la Unidad de Valor Adquisitivo (U.V.A.) que
publica el Banco Central de la República Argentina.
V) Las costas se imponen a la Municipalidad de San Rafael, por resultar
vencida. (art.36 C.P.C.yT).
VI) Los honorarios devengados por los profesionales intervinientes por
la actora, se regulan a tenor de lo pautado por arts. 2, 4 y concordantes de la ley
9131 y conforme etapas cumplidas por cada profesional.
En relación a los profesionales que representaron y/o patrocinaron a la
Municipalidad de San Rafael y Fiscalía de Estado, atento lo establecido por la
ley 5.394, al no mediar costas a cargo de la contraria se omite la regulación de
los honorarios de los mismos.
VII) Los honorarios de los peritos intervinientes se regulan a tenor de lo
normado por el art. 184 del C.P.C.C. y T. (4%)
En mérito de todo lo expuesto y normas legales citadas,
RESUELVO:
1°) HACER LUGAR a la demanda interpuesta a fs. 38/48 por la Sra.
GLADYS SILVANA LEYES; en consecuencia, condenar a la
MUNICIPALIDAD DE SAN RAFAEL para que en el término de DIEZ DIAS
(10) de ejecutoriada la presente abone a la parte actora la suma de PESOS
OCHOCIENTOS OCHENTA MIL ($ 880.000), en concepto indemnización con
más los intereses admitidos, conforme lo establecido en los considerandos
precedentes.
2°) Imponer las costas a la parte demandada.
3°) Regular los honorarios de la Dra. PAOLA LOVAGLIO en la suma
de PESOS CINCUENTA Y DOS MIL OCHOCIENTOS ($ 52.800) y Dra.
MARIA H. AGÜERO en la suma de PESOS CIENTO CINCO MIL
SEISCIENTOS ($ 105.600), omitiendo la regulación de los profesionales de las
reparticiones públicas, conforme lo establecido en los considerandos
precedentes.
4°) Regular los honorarios de los peritos intervinientes para el Dr.
EDUARDO MAURE y Lic. MARIA ANGÉLICA MARTÍNEZ en la suma de
PESOS TREINTA Y CINCO MIL DOSCIENTOS ($ 35.200), para cada uno.
NOTIFIQUESE POR CEDULA DE OFICIO.
Fdo: Dr. Pablo Augusto Moretti - Juez

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