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La meta cognición es una alternativa viable para formar estudiantes autónomos, sobre la base de
una educación que potencia la conciencia sobre los propios procesos cognitivos y la autorregulación
de los mismos por parte de los estudiantes, de manera tal, que les conduzca a un “aprender a
aprender”, es decir, a auto dirigir su aprendizaje y transferirlo a otros ámbitos de su vida.
INTRODUCCION
Se hace cada vez más necesario que niños, adolescentes y jóvenes mejoren sus potencialidades a
través del sistema educativo formal “aprendiendo a aprender” y “aprendiendo a pensar”, que éste
trascienda más allá de las aulas y lograr que los estudiantes sean capaces de auto dirigir su
aprendizaje y transferirlo a otros ámbitos de su vida.
Para lograr los objetivos, en los últimos años se ha revelado como especialmente eficaz la formación
de los educandos en la adquisición y utilización oportuna de estrategias de aprendizaje cognitivas,
entre las cuales se destacan las orientadas al autoaprendizaje y al desarrollo de las habilidades meta
cognitivas.
Existen tres tipos de conocimiento, a saber: conocimiento científico o disciplinar, compilación del
conocimiento en un área de la realidad más o menos extensa; conocimiento representacional que,
desde una perspectiva individual, es el conjunto de representaciones de la realidad almacenadas en
la memoria y, conocimiento construido, en este caso, el conocimiento, es el producto de una
construcción social.
El aprendizaje por descubrimiento, el estudiante debe descubrir el material por sí mismo, antes de
incorporarlo a su estructura cognitiva, puede ser guiado por el profesor o ser autónomo por parte
del estudiante.
El aprendizaje memorístico (mecánico o repetitivo) supone una memorización de los datos, hechos
o conceptos con escasa o nula relación entre ellos.
El aprendizaje significativo se genera cuando las tareas están relacionadas de manera congruente y
el sujeto decide aprender. Cuando el estudiante construye nuevos conocimientos a partir de los ya
adquiridos, pero, los construye porque está interesado en hacerlo.
Según Ausubel, las condiciones básicas del aprendizaje significativo son: la disposición del sujeto a
aprender significativamente y que el material a aprender sea potencialmente significativo. Según
Glaser (1994), la meta cognición es una de las áreas de investigación que más ha contribuido a la
configuración de las nuevas concepciones del aprendizaje y de la instrucción. Flavell (1976: 232),
afirma que la meta cognición, se refiere “al conocimiento que uno tiene acerca de los propios
procesos y productos cognitivos o cualquier otro asunto relacionado con ellos. Carretero (2001), se
refiere a la meta cognición como el conocimiento que las personas construyen respecto del propio
funcionamiento cognitivo.
A partir de estas afirmaciones es posible inferir que el aprendiz competente emplea sus
conocimientos meta cognitivos para autorregular eficazmente su aprendizaje y, a su vez, la
regulación que ejerce sobre su propio aprendizaje. La importancia de la meta cognición para la
educación radica en que todo niño es un aprendiz que se halla constantemente ante nuevas tareas
de aprendizaje. En estas condiciones, lograr que los estudiantes “aprendan a aprender”, que lleguen
a ser capaces de aprender de forma autónoma y autorregulada se convierte en una necesidad. Uno
de los objetivos de la escuela debe ser, ayudar a los estudiantes a convertirse en aprendices
autónomos; va acompañado de otra nueva necesidad, la de “enseñar a aprender”.
Pozo (1996) afirma que la adquisición de nuevas estrategias para aprender es una de las nuevas
exigencias formativas que nuestras sociedades están generando.
Todo esto, con el propósito de fortalecer en los estudiantes las capacidades que intervienen en el
juicio y la acción moral, con el fin de ser capaces de orientarse de forma autónoma en situaciones
de conflicto de valores y tomar posturas y decisiones de las que se hagan responsables (Magendzo
2003).
Aprender a aprender es crucial para continuar leyendo, aprendiendo y estudiando a medida que
aparezcan las necesidades y las oportunidades (Ministerio de Educación 2000, 2001).
ESTRATEGIAS COGNITIVAS Y METACOGNITIVAS.
Definiremos las estrategias meta cognitivas de aprendizaje como “el conjunto de acciones
orientadas a conocer las propias operaciones y procesos mentales (qué), saber utilizarlas (cómo) y
saber readaptarlas y/o cambiarlas cuando así lo requieran las metas propuestas”
Las estrategias cognitivas apuntan a aumentar y mejorar los productos de nuestra actividad
cognitiva, favoreciendo la codificación y almacenamiento de información, su recuperación posterior
y su utilización en la solución de problemas.
Las estrategias meta cognitivas, en cambio, se emplean para planificar, supervisar y evaluar la
aplicación de las estrategias cognitivas, las estrategias meta cognitivas constituyen un apoyo para
las estrategias cognitivas.
Plantearemos dos criterios que pueden orientar la enseñanza de las estrategias meta cognitivas.
-Según el grado de conciencia sobre las estrategias (Burón 1990). – Entrenamiento ciego. Se llama
así porque los estudiantes no perciben la importancia de lo que se les solicita o la razón para hacerlo.
En consecuencia, no es fácil que la apliquen cuando tengan la opción de decidir cómo hacer el
trabajo. De este modo, la instrucción mecánica puede ser útil para aprender, pero no para “aprender
a aprender”.
– Entrenamiento informado o razonado. Tiene lugar cuando a los estudiantes se les pide que
aprendan o trabajen de un modo determinado y, además, se les explica por qué deben hacerlo,
resaltando su importancia y utilidad.
B) Según el nivel de ayuda que ofrece el profesor o grado de autonomía que otorga al estudiante
(Mateos 2001). Una alternativa metodológica que puede emplearse para lograr los objetivos de la
instrucción meta cognitiva, inspirada básicamente en la filosofía de la transferencia gradual del
control del aprendizaje, concibe al profesor en el papel de modelo y guía de la actividad cognitiva y
meta cognitiva del estudiante, llevándole poco a poco a participar de un nivel creciente de
competencia y, al mismo tiempo, retirando paulatinamente el apoyo que proporciona hasta dejar
el control del proceso en manos del estudiante.
– Instrucción explícita. Mediante este tipo de instrucción, el profesor proporciona a los alumnos de
modo explícito, información sobre las estrategias que después van a ser practicadas. Puede
ofrecerse a través de: a) Explicación directa, que debe dar cuenta explícitamente de las estrategias
que se van a enseñar y de cada una de sus etapas. La explicación debe procurar conocimientos
declarativos (saber qué), procedimentales (saber cómo) y condicionales (saber cuándo y por qué).
b) Modelado cognitivo. En forma complementaria a la instrucción que se ofrece a través de la
explicación del profesor, éste puede modelar la actividad cognitiva y meta cognitiva que lleva a cabo
durante la tarea.
– Práctica guiada. Esta práctica se realiza con la colaboración del profesor quien actúa como guía
que conduce y ayuda al estudiante en el camino hacia la autorregulación. La característica distintiva
de esta práctica es el diálogo entre profesor y estudiante, cuyo fin es proporcionar al estudiante
ayuda y guías suficientes para alcanzar metas que quedan fuera de sus posibilidades sin esa ayuda.
– Práctica individual. Para aumentar la responsabilidad del estudiante se puede proponer un trabajo
individual que puede apoyarse mediante guías de auto interrogación, conteniendo las preguntas
que uno mismo debe plantearse para regular su propia actuación durante la tarea.
A MANERA DE SINTESIS
La meta cognición es un camino viable para lograr un desarrollo más pleno de la autonomía de los
estudiantes, reflejándose éste, entre otros aspectos, en un aprendizaje que trasciende en el ámbito
escolar para proyectarse en la vida de los estudiantes, en un “aprender a aprender”.
Es necesario formar estudiantes más conscientes y autónomos en sus aprendizajes, sin olvidar el
aspecto motivacional y el contexto apropiado, en el desarrollo de las estrategias de aprendizaje.
Es preciso destacar el papel decisivo que juegan los profesores en el proceso. En pos del
cumplimiento de esta meta, los docentes deben adecuar sus prácticas pedagógicas en el aula,
siendo conscientes de sus potencialidades y limitaciones, planificando, controlando y evaluando, en
primer lugar, sus propias actuaciones docentes. Es el camino más prometedor para que los
profesores lleguen a regular de una manera eficaz sus estrategias de enseñanza, y puedan
aproximarse al objetivo de “enseñar a aprender” a sus estudiantes, orientando el proceso educativo
hacia una autonomía que les conduzca a “aprender a aprender” y favorezca la transferencia de sus
aprendizajes a la cotidianeidad de su vida.