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Voces: COMPETENCIA ~ COMPETENCIA ORIGINARIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA

NACION ~ DAÑOS Y PERJUICIOS ~ INMUNIDAD DIPLOMATICA ~ MINISTRO PLENIPOTENCIARIO


Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación(CS)
Fecha: 06/06/1877
Partes: Basavilbaso, Rufino c. Barros Arana, Diego Ministro Plenipotenciario de la República de Chile sobre
indemnizacion de daños y perjuicios
Publicado en: La Ley Online;
Cita Online: AR/JUR/27/1877

Sumarios:
1. La Corte Suprema carece de jurisdicción para conocer y resolver sobre una demanda de indemnización de
daños e intereses ocasionados por un incendio y cumplimiento de un contrato de locación porque, siendo el
demandado un ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de otro país, no renunció al privilegio que le
concede el derecho de gentes, el cual lo exime de la jurisdicción del país en el cual reside.

Texto Completo: Caso.- D. Rufino Basavilbaso demandó por daños y perjuicios causados por incendio
sucedido en la casa de su propiedad contra el Dr. D. Diego Barros Arana, Ministro Plenipotenciario de la
República de Chile, que la ocupaba como locatario.

La Suprema Corte remitió la demanda con oficio al Ministro de R. E., y este á su vez la comunicó al Dr.
Barros Arana, quien en contestacion manifestó no reconocer la jurisdiccion de los Tribunales Arjentinos.

VISTA DEL PROCURADOR GENERAL

Suprema Corte:

Buenos Aires, Mayo 12 de 1877.

La ley del 63, dice que la Corte conoce en primera instancia de las causas concernientes á Embajadores, ú
otros Ministros Diplomáticos estranjeros, del modo que una Corte de justicia puede proceder con arreglo al
derecho de gentes.

El derecho consuetudinario mas admitido en las naciones civilizadas, considera á los Ministros fuera del
territorio; y es una consecuencia de esta ficcion el que no puedan ser justiciables sinó ante los tribunales de su
país.

No ofreciendo la ley, como acaba de verse, sinó la proteccion del derecho de gentes, culpa será de los que
traten con dichos Ministros, les vendan mercaderías ó alquilen sus casas, si no pueden obtener fácil justicia.

Tampoco puede decirse que el privilegio espresado ofende la tolerancia, desde que está acordado
universalmente por altos intereses internacionales, como la inviolabilidad de los Diputados en el régimen
interior, á nombre de iguales intereses políticos.

Pero esto, como todas las ficciones, tiene á veces que ceder á la verdad ó á necesidades mayores; y en la
práctica, así se ha visto en los delitos comunes cuya, impunidad conmovería fundamentalmente la justicia sin ser
realmente exigida por el ejercicio independiente de las funciones del Ministro, y en los políticos que pueden dar
lugar por su gravedad, á una espulsion ó prision provisoria.

En las obligaciones civiles, el privilegio ha sido limitado igualmente en los casos en que el Ministro mismo
demanda, ó cuando descendiendo de sus funciones comercia, ó cuando es demandado y buenamente se
desprende de su inmunidad, haciendo honor á su palabra.

La parte de Basavilbaso no se halla en los dos primeros casos. No ha sido demandado, para poder
reconvenir, ni un contrato de arrendamiento es un acto de comercio que envuelva renuncia tácita. Su demanda
solo seria admisible mediando renuncia espresa, y todavia, antes de hacerse esta, el:Ministro que no tiene
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relaciones oficiales sinó con el Ministerio de Relaciones Esteriores no puede ser tratado como demandador,
ordinario citándosele por el Ugier.

En mi opinion, pues, solo puede aceptarse en este concepto la gestion de Basavilbaso, llevándola á
conocimiento del plenipotenciario de Chile por medio del Ministerio correspondiente Cárlos Tejedor.

Fallo de la Suprema Corte.

Buenos Aires Junio, 6 de 1877.

Atenta la demanda entablada ante esta Suprema Corte de Justicia, por Don Rufino Basavilbaso, contra el
Señor Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario de la República de Chile, Don Diego Barros Arana,
sobre indemnizacion de daños é intereses ocasionados por un incendio, y cumplimiento de un contrato de
locacion.

Y considerando:

Primero. Que esta Suprema Corte, solo puede conocer de las causas concernientes á Embajadores ú otros
Ministros diplomáticos, del modo que una Corte de Justicia, puede proceder con arreglo al derecho de gentes,
segun lo dispuesto por el artículo primero, inciso tercero de la ley de catorce de Setiembre de mil ochocientos
sesenta y tres, sobre jurisdiccion y competencia de los Tribunales Nacionales.

Segundo. Que los Ministros diplomáticos están exentos por el derecho de gentes, de la jurisdiccion del país
en que residen.Tercero. Que aunque pueden renunciar á este privilegio con autorizacion del Gobierno que
representan, y someterse á la jurisdiccion local; en el presente caso, el Señor Ministro de Chile no está dispuesto
á hacer esa renuncia, ni á admitir la demanda interpuesta, segun se infiere claramente de su nota de veinte y tres
de Mayo último al Señor Ministro de Relaciones Exteriores de esta República, en contestacion á la que este le
dirigió trascribiéndole la de esta Suprema Corte por la que se le daba conocimiento con ese objeto de dicha
demanda.Por estos motivos, y de conformidad con el precedente dictámen del Señor Procurador General, se
declara que esta Suprema Corte de Justicia no tiene jurisdiccion para conocer y resolver sobre el presente
asunto. Satisfechas en consecuencia las costas, y repuestos los sellos, archívese. — José Barros Pazos. — J. B.
Gorostiaga. — J. Dominguez. — S. M. Laspiur.

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