Está en la página 1de 3

Luján, Juan David (2012). El arte de la propia condición.

Etnicidades; ¿formas emergentes en el campo


del arte. Creadores (6), pp. 32-33. ISSN: 2145-9665.

El arte de la propia condición


Etnicidades ¿a manera de emergencias en el campo del arte?

Juan David Luján villar


LEA. Licenciatura en Educación Artística
Universidad Distrital Francisco José de Caldas

En la actualidad la revitalización de la noción de “arte” se hace cada más explícita por parte
de cierto tipo de artistas, que no conformes con las dinámicas socio-históricas del discurso
nacional del arte, buscan la articulación de narrativas desde y con las voces, que han sido
omitidas en tales espacios de participación expresiva. El concepto de etnicidad o grupo
étnico, aparece en 1931 a cargo del zoólogo Julian Huxley1 en contra posición del –hasta el
momento usual– termino «raza». Y solo hasta mediados de los años cincuenta la Unesco lo
sugiere tímidamente de manera ambigua, bajo sugerencia de algunos antropólogos y
biólogos (Coquery, 2005: 816-817). En este contexto el término «raza» se proyectó como
telón de fondo a la etnicidad, ya que sus su uso, fue frecuente en materia de análisis teórico-
político dentro de la concepción académica, ligada a la institución estadounidense
(Restrepo, 2012: 154). Así entendida la etnicidad por fuera de los discursos biológicos y
sus referentes –en este espacio– la situamos, como: “pertenencia cultural” (Hall, 2010:
609). Desligado de cuadros comparativos culturales y diferenciales que fijan y regulan de
manera inherente, características de grupos poblacionales que en el imaginario colectivo
perduran como “marginales” sencillamente anclados en su marginalidad.

La necesidad de expresión, el indiscutible deseo de “contar” y la urgencia de la revisión


histórica, crea la emergencia de esa “plurivocidad” de la que habla Derrida. La
regeneración de esa memoria que está en continuo proceso de revitalización, se debe
entender dentro del complejo campo de la creación y comprender de manera fundamental
en el campo artístico. Según Hall (1991) dicha comprensión –la de la “etnicidad”–;

Es, por ende, el sitio o el espacio necesario desde el cual la gente puede hablar. El
nacimiento y el desarrollo de los movimientos locales y marginales que han
transformado los últimos veinte años es, en consecuencia, un momento importante: el
momento del redescubrimiento de las etnicidades propias. (Hall, 1991 en Restrepo et.
al. 2010: 516).

1
Julian Huxley, Africa View, Chatto & Winders, Londres, 1931, cap, XXXIII «Racial Chess»: 395.
Luján, Juan David (2012). El arte de la propia condición. Etnicidades; ¿formas emergentes en el campo
del arte. Creadores (6), pp. 32-33. ISSN: 2145-9665.

En nuestro caso estos posicionamientos étnicos lejos de insistir en el “diferencialismo


cultural” o racial, proponen situar de manera propia las complejidades del orden autoral, la
imposición institucional o el multiculturalismo rapaz e inconexo. Desligado de
absolutismos de cualquier tipo, el campo étnico crea perspectivas descentralizadas, como
esa posibilidad de la subversión de lo canónico. En la deconstrucción de ese canon poético
que a manera de estéticas prestadas ha operado en nuestro contexto nacional, encontramos
como un excelente ejemplo el estudio de Ferrer (2010) sobre la poética del Luis Carlos “El
Tuerto” López (Cartagena, 1879-1950). Su trascendencia dentro de la poética nacional, en
la primera parte del siglo XX, radica en su uso de una construcción autónoma en la
gestación de su versificación, al crear de múltiples modos poéticos –procaces, abyectos,
sátiros, irónicos, burlones, críticos, territoriales –, de manera genuina (y un lenguaje
figurado) y étnico en su léxico, la subversión de tal canon, desde una visión propia del
Caribe Colombiano.

La condición étnica a manera de crítica antiesencialista lejos de ser una pretensión, se


manifiesta en su uso “político”, dado lo que en nuestra contemporaneidad, tales
comunidades denominadas como “étnicas” –según la legislación–, perviven alrededor de un
complejo campo de “negociaciones culturales”. Tal condición que transita en el marco de
una avasallante globalidad o “globaritarismo” parafraseando a Trouillot (2011), se inscribe
dentro del entramado de las políticas públicas de inclusión cultural, lo cual hace parte del
modelo económico neoliberal actual. La viabilización de la no-homogenización que
efectivamente ha situado al “arte” en un sinfín de “sin salidas” o lógicas artísticas, esto
significa que; o se trabaja y se “crea”, bajo la lógica brutal del mercado corporativo o se
hace parte de la institucionalización en sus versiones más conservadoras, (vigilantes de la
diferencia). Así lo étnico como dispositivo de aplicación artístico, alimenta la discursividad
y la contextualización histórica que facilita la comprensión de esas “situacionalidades”
propias de poblaciones específicas, lo cual se inscribe como posibilidad de expresividad
contextualizada y pertinente.

Encontramos al respecto una voz de alerta, en el significativo triunfo del artista plástico
afrodescendiente Fabio Melecio Palacios (Barbacoas, 1975), ganador del VI premio Luis
Luján, Juan David (2012). El arte de la propia condición. Etnicidades; ¿formas emergentes en el campo
del arte. Creadores (6), pp. 32-33. ISSN: 2145-9665.

Caballero (2011). Su instalación (582 machetes colgados del techo) acompañada de video y
de una acción performatica, manifiesta mediante claros vectores étnicos la problemática
histórica de los corteros de caña de azúcar del Valle del Cauca, que vio su génesis en la
temprana época colonial. La fuerza de la propuesta es en sí, un sencillo ejercicio político,
que escenifico la sutileza y profundidad de la vida diaria, en una población oprimida y
olvidada por la historiografía nacional.

La búsqueda de un leguaje –ordinario o no–, reclama un suelo que lo sustente y recree, a


través del gesto material, en este caso convertido en “obra de arte”. La trasformación como
ese principio básico de la igualdad participativa, encuentra en la condición propia, maneras
de desestabilizar la quietud que aceptaba la cruel realidad como “normal” o producto de la
suerte histórica propia del devenir de los tiempos. La expresión artística entonces es por
consiguiente, la manera predilecta del humano por superar el mismo eje de la realidad así
como su totalidad, desafiándola a toda costa, a esto quizá se deba la infinita capacidad de
asombro que genera el “arte”.

Bibliografía

Coquery- Vidrovitch, Catherine (2005). El postulado de superioridad blanca y de la


inferioridad negra. En. Ferro, Marc (Coord.) ([2003] 2005). El Libro Negro Del
Colonialismo. Siglos XVI Al XXI: Del Exterminio Al Arrepentimiento (pp. 771- 820).
Madrid: La Esfera de los Libros S.L.

Ferrer, Ruiz, Ferrer (2010). La poética de Luis Carlos López. Bogotá: Universidad del
Atlántico, Universidad de Cartagena.

Restrepo, Eduardo (2012). Intervenciones en teoría Cultural. Popayán: Editorial


Universidad del Cauca.
Restrepo, Eduardo, Walsh, Catherine y Vich, Victor (Eds.) (2010). Trayectorias y
problemáticas en estudios culturales. Stuart Hall. Buenos Aires: Clacso, Universidad
Andina Simón Bolívar, Pontificia Universidad Javeriana.

Trouillot, Michel-Rolph ([2003] 2011). Transformaciones Globales. La antropología y el


mundo moderno. Popayán, Bogotá: Universidad del Cauca, CESO-Universidad de los
Andes.

También podría gustarte