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Yo Simio PDF
Yo Simio PDF
Sergio Gómez
Yo, simio
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E S P A C I O
A B I E R T O
YO, SIMIO
Yo, simio
Sergio Gómez
1I NTRODUCCIÓN
depende en buena medida de la imagen
que tienen los demás. ¿Cómo vieron los
blancos europeos a los negros africanos,
a los indios americanos? ¿Como sus igua-
Desmond Morris, el autor del famoso li- les? En la mayoría de los casos, no.
bro El mono desnudo, afirma que obser- ¿Cómo vemos a los inmigrantes que
var cómo los simios dan sus primeros llegan a nuestras ciudades procedentes de
pasos hacia la tecnología nos recuerda lo otras tierras con culturas y lenguajes di-
cerca que estamos de ellos. ferentes a las nuestras? Sin duda, pode-
Esa idea está presente en este libro, y mos leer esta novela como una defensa de
nos lleva a reflexionar sobre la propia los grandes simios, tan cercanos evoluti-
condición humana. Contemplar nuestra vamente a nosotros; podemos recorrer
actividad a través de los ojos de los ani- sus páginas reflexionando sobre lo que
males es un recurso frecuente en la lite- cada día damos por supuesto en nuestras
ratura, de los cuentos infantiles a las actividades. Pero seguramente sea nece-
fábulas, pasando por la mitología. sario también abordarla pensando seria-
Pero es posible hacer otra lectura de mente en «los otros».
las memorias de este simio que trabaja y Un aspecto más de este relato de final
sueña entre los hombres: ¿y si no fuera melancólico pero amable es su vincula-
sino un símbolo de todos aquellos que ción con ciertas facetas sombrías, casi
son considerados como extraños dentro kafkianas: ¿qué delito ha cometido el po-
de una sociedad? Es bien sabido que la bre animal preso en el zoo?, ¿por qué se
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celebraba El proceso del autor checo? Si película Blade Runner son más personas
en La metamorfosis un hombre se descu- algunos androides que los hombres y las
bría convertido en insecto, en esta obra mujeres que aparecen…
es un simio el que se humaniza. No hay como verse con la mirada del
Todos aquellos que se han acercado a otro para darse cuenta de nuestras mise-
la vida de los primates han quedado sub- rias y para encontrar el camino hacia
yugados por su «humanidad», no en va- nuestras grandezas. En esta novela, es un
no Frans de Waal tituló uno de sus libros simio quien explora nuestro mundo de
La política de los chimpancés, y ¿qué hay bípedos implumes. Veremos hasta qué
más humano que la política? Ya dijo punto le agrada.
Aristóteles que éramos animales políti- Este es un libro de memorias; la vida
cos. Y la otra definición famosa, «bípe- del narrador comenzó en prisión, en la
dos implumes», ¿no deja también un jaula de un zoológico, sin más compañía
margen de ambigüedad? que la de un cruel cuidador y la incom-
Sin duda, la dificultad estriba en en- prensión de los visitantes.
contrar lo que hace diferente a las perso- Todo cambia cuando una mujer, M.,
nas. John Stuart Mill lo hizo refiriéndose empieza a leerle libros desde el otro lado
a un concepto también central en esta no- de los barrotes. Gracias a sus palabras, el
vela, «la libertad»: «Según Mill, lo que simio comprende que debe escapar al
distingue al hombre del resto de la natu- precio que sea, y ella, que debe ayudar a
raleza no es ni su pensamiento racional ni su peludo amigo, aunque solo puedan co-
su dominio sobre la naturaleza, sino la li- municarse con la mirada. Así, una noche
bertad de experimentar y de escoger» logra huir a la ciudad.
(Berlin, Isaiah, Cuatro ensayos sobre la Una vez vestido de jardinero, ¿quién le
libertad). niega que él es también un hombre? Una
acaudalada dama le ofrece trabajo en su
mansión, y allí pasa una gran parte de su
2A RGUMENTO
vida.
Las lecturas de M. suponen un primer
paso en su evolución; su convivencia con
los humanos y la observación atenta de
Cervantes hizo que dos canes dieran la lo que le rodea van puliendo su desarro-
medida de lo humano en El coloquio de llo. Cuando aprende a leer, todo cambia
los perros; Apuleyo convirtió en asno a ya definitivamente; la realidad se amplía
su protagonista en El asno de oro; los ro- infinitamente, también, la tristeza; el co-
bots de Lem se interrogan continuamen- nocimiento tiene muchas caras; no en va-
te sobre lo que los hace artificiales; en la no así lo narra la Biblia en el Génesis, y
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3A UTOR M.
Es la joven que ayuda al simio a escapar
del zoológico. Ella solía detenerse fren-
Sergio Gómez nació en 1962 y es uno de te a su jaula, se sentaba en el banquillo
los escritores chilenos con más proyec- y leía en voz alta; las visitas se repetían
ción internacional. Actualmente, escribe diariamente: «… abría su cartera, extra-
en diarios y revistas y elabora guiones de ía un libro distinto en cada ocasión y
cine y de televisión. Es autor de numero- comenzaba a leer en voz alta. El timbre
sas obras de ficción narrativas y dramáti- de su voz quedaba vibrando en mi cere-
cas. Recientemente, recibió el premio bro» (pág. 17). M. es una muchacha lu-
Lengua de Trapo por su novela La obra chadora, profundamente sensibilizada
literaria de Mario Valdini. Ha escrito dos con la naturaleza y defensora de los ani-
novelas juveniles: Quique Hache detecti- males.
ve y Cuarto A.
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Palmines
Es uno de los guardias del zoo, Palmines
el grande; es quien maltrata al simio
mientras se encuentra encerrado en la
5V ALORES
jaula. ❑ El filósofo Julián Marías suele decir
que siempre queda algún margen de li-
El mendigo bertad, al menos la que uno se toma.
El primer amigo del simio, el Duque, así La libertad es una conquista. Lo es en
le llamaban los demás: «… volvía de sus la vida de todos, no hace falta tener que
rondas por la calle siempre cargado de escapar de una jaula. La libertad por la
alimentos o monedas que cambiaba por que no se trabaja no existe.
buenos platos y que, incluso, repartía en- Por eso, cuando el simio escapa del zoo
tre nosotros» (pág. 32). Había trabajado aún tiene mucho por hacer: ¿cómo consi-
en una mina y había perdido su empleo gue su verdadera libertad? Sabiendo mi-
a causa de una enfermedad en los pul- rar y sabiendo escoger. ¿Cómo logra
mones. Trabajó, después, como portero esto? Escuchando las palabras de los
de un edificio, y, finalmente, el alcohol lo otros hombres y mujeres, primero, y le-
arruinó. yendo, después, es decir, a través del co-
nocimiento.
La señora dama
«La dama era una elegante señora, en ❑ Aprendizaje a veces lleno de márgenes
una edad madura; era pequeñita pero sin luz, como la misma realidad huma-
enérgica, acostumbrada a dirigir y a dar na. Él mismo lo dice tras su larga expe-
órdenes» (pág. 43). riencia: «Nunca he comprendido, hasta
el día de hoy, en que estoy más viejo y
El mayordomo he vivido muchas cosas, qué lleva a los
Un hombre frío, incapaz de sonreir. Su humanos a compartir tan distintos sen-
actidud era siempre lejana y deseñosa. timientos: la solidaridad y el odio, y có-
«Cada vez que me encontraba con el mo ambas actitudes sobreviven en la
mayordomo, me observaba con una mi- misma especie y con la misma insisten-
rada extraña que me dejaba temblando» cia» (pág. 49).
(pág. 53).
❑ Gracias a las memorias del simio, los
Otros personajes de la novela lectores podemos ver a través de los ojos
La cocinera, la amable sirvienta, Leonor, de otro y reflexionar sobre la necesidad
y su novio Joao, joven alegre y entusias- de hacer de ello un ejercicio cotidiano.
ta.
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A C T I V I D A D E S
A continuación, se ofrecen
unas actividades de animación ANTES
previas a la lectura del libro, DE LA LECTURA
para suscitar el interés,
y posteriores a ella, PROYECTO GRAN SIMIO
para recrear los Por grupos se investigarán diferentes
distintos aspectos de su aspectos relacionados con los grandes
simios:
contenido y fomentar la
creatividad de los lectores. ❑ La teoría evolutiva: elaboración de un
cartel que refleje el puesto de los prima-
tes en nuestro árbol genealógico.
❑ Actualidad: dossier de prensa con las
noticias relacionadas con los primates
que aparezcan en los periódicos.
❑ Los primates en la gran pantalla: se-
lección de algunas películas en las que
estos animales sean protagonistas. Or-
ganización de un cine fórum posterior.
❑ Los primates en la Tierra: mural con
un mapa que indique la distribución de
las diferentes especies en nuestro planeta
y las condiciones de supervivencia en ca-
da región.
❑ Campaña de sensibilización: carteles,
eslóganes, conferencias…; para alertar a
la comunidad educativa de los problemas
de estos amenazados parientes.
NUESTROS ANTEPASADOS
Leeremos el texto de la contraportada y
debatiremos sobre las diferencias entre
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FOTOGRAFÍAS
En la contraportada se nos dice que una
de las aficiones de nuestro personaje va a
ser la fotografía. Sin duda, su mirada
sobre las ciudades de los hombres va a
ser muy peculiar.
Sugeriremos que, por grupos, recorran
las calles de sus pueblos o ciudades y que
traten de fijarse en aquellas realidades en
las que no suelen detenerse, que traten de
ponerse en el lugar de nuestro personaje,
¿qué llamaría su atención? De todo ello
tomarán fotografías. Con todas las imá-
genes organizaremos una exposición titu-
lada «Con otros ojos».
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EL HÁBITO Y EL MONJE
DESPUÉS Para mezclarse con los humanos, el simio
ha de adoptar sus formas de vestir. Entre
todos, recopilaremos fotografías (de
DE LA LECTURA revistas, de folletos, de catálogos de tien-
das de moda…) en las que aparezcan per-
CARTAS A M. sonas vestidas de diferentes maneras.
El simio y M. no vuelven a encontrarse, Analizaremos detenidamente esas imáge-
pero ¿y si se hubieran carteado? Por nes, teniendo en cuenta cuestiones como:
parejas, inventaremos esa corresponden-
cia. ❑ ¿Puede ser la moda un medio de ex-
presar una postura frente a la sociedad?
OTRAS VIDAS ❑ ¿Qué comunican los uniformes?
En las memorias del simio se intercalan ❑ ¿Qué trabajos están relacionados con
las historias de las vidas de algunos per- modos de vestir característicos?
sonajes: M., el librero, el mayordomo ❑ ¿Tiene relación la moda con las rela-
Magallanes, el mesero, los mendigos. ciones entre los sexos?
¿Quiénes son?, ¿qué les ha pasado?
Pediremos a los lectores que elijan a uno Sugeriremos que se formen grupos y
de estos personajes, que se pongan en su que cada uno cree un anuncio de ropa,
lugar y que escriban sus memorias. teniendo en cuenta las estas reflexiones.
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