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El Romanticismo en España: José de Espronceda (1808-1842)

Canción del Pirata

Con diez cañones por banda,


Viento en popa, a toda vela,
No corta el mar, sino vuela
Un velero bergantín:
Bajel pirata que llaman
Por su bravura el Temido,
En todo el mar conocido
Del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
En la lona gime el viento,
Y alza en blando movimiento
Olas de plata y azul;
Y ve el capitán pirata,
Cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, a otro Europa,
Y allá a su frente Estambul (3).
«Navega, velero mío,
Sin temor,
Que ni enemigo navío,
Ni tormenta, ni bonanza
Tu rumbo a torcer alcanza,
Ni a sujetar tu valor.
»Veinte presas
Hemos hecho
A despecho
Del inglés,
Y han rendido
Sus pendones
Cien naciones
A mis pies.
»Que es mi barco mi tesoro,
Que es mi Dios la libertad,
Mi ley, la fuerza y el viento,
Mi única patria la mar.

1
El Estudiante de Salamanca, José de Espronceda

Descripción de Elvira:

Bella y más segura que el azul del cielo 140


con dulces ojos lánguidos y hermosos,
donde acaso el amor brilló entre el velo
del pudor que los cubre candorosos;
tímida estrella que refleja al suelo
rayos de luz brillantes y dudosos, 145
ángel puro de amor que amor inspira,
fue la inocente y desdichada Elvira.
Elvira, amor del estudiante un día,
tierna y feliz y de su amante ufana,
cuando al placer su corazón se abría, 150
como el rayo del sol rosa temprana;
del fingido amador que la mentía,
la miel falaz que de sus labios mana
bebe en su ardiente sed, el pecho ajeno
de que oculto en la miel hierve el veneno. 155

Descripción de D. Félix:

Grandiosa, satánica figura,


alta la frente, Montemar camina,
espíritu sublime en su locura, 555
provocando la cólera divina:
fábrica frágil de materia impura,
el alma que la alienta y la ilumina,
con Dios le iguala, y con osado vuelo
se alza a su trono y le provoca a duelo. 560
Segundo Lucifer que se levanta
del rayo vengador la frente herida,
alma rebelde que el temor no espanta,
hollada sí, pero jamás vencida:
el hombre en fin que en su ansiedad quebranta 565
su límite a la cárcel de la vida,
y a Dios llama ante él a darle cuenta,
y descubrir su inmensidad intenta.

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