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Hace dos meses, Mongabay Latam recogió testimonios, publicó documentos y

solicitó versiones de funcionarios del Estado chileno con el fin de poner en


evidencia las graves prácticas financieras y administrativas que afectan al Parque
Nacional Rapa Nui, uno de los principales destinos turísticos de Chile.

En la publicación se mostró como en un año y ocho meses, unos 360 millones de


pesos ($US 566 347 – al cambio de junio 2018) fueron a parar a manos de las
empresas y familiares directos de Camilo Rapu, el presidente del directorio de Ma’U
Henua, la comunidad indígena encargada de administrar el Parque.

Desde el 2016, los habitantes de la isla, todos Rapa Nui, venían denunciando serios
problemas en la administración de la comunidad y no solo financieros, sino también
vinculados al acaparamiento del poder por parte de Rapu y su equipo. En abril de
este año miembros de Honui interpusieron una demanda formal ante la fiscalía por
fraude al fisco, valiéndose de los antecedentes aportados por la investigación de
este medio. Actualmente la Unidad Regional Anticorrupción de la fiscalía, en la
ciudad de Valparaíso, se encuentra investigando el caso y asegura que la pena
«depende del monto de dinero sustraído y puede ir en abstracto desde 541 días a
cinco años de presidio”.

Paralelamente a la investigación en curso, Camilo Rapu fue destituido de su cargo


por votación popular de Ma’U Henua, lo que fue ratificado por la Corporación
Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), el organismo estatal chileno encargado
de asuntos indígenas. El lugar de Rapu es ocupado ahora por Nancy Rivera, pero
el entramado político en Rapa Nui está lejos de desenredarse. Rapu se niega a
entregar el poder y acusa al Estado de intervencionista, mientras tanto la asunción
al cargo de la nueva directiva aún está por verse.

¿Quién dirige el Parque?

El 30 de diciembre de 2018, Honui —un grupo conformado por los representante


de las familias Rapa Nui quienes, según la tradición, son los encargados de
comunicar, ante los gobernantes, la voluntad de la familia a la que pertenecen—
convocó a todos los miembros de la comunidad Ma’U Henua a una asamblea para
votar la censura de Camilo Rapu como director. Según los estatutos de la
comunidad, Honui, como ente fiscalizador de las funciones del directorio de Ma’U
Henua, está autorizado a llamar a dicha asamblea y por eso, el 30 de diciembre,
se aprobó la censura en una votación. Según un documento del Tribunal Electoral,
ese día votaron 533 socios de Ma’U Henua de un total de 1960.

El 12 de marzo, poco más de dos meses después, Nancy Rivera fue elegida como
nueva directora. A los días, la Conadi validó la elección y, en respuesta, Camilo
Rapu interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de
Valparaíso aludiendo intervención por parte de funcionarios del Estado.

Habitantes de Rapa Nui en manifestación contra la administración de Camilo Rapu


Para Rapu se trataría de un intento del Gobierno por “quedarse con la
administración del parque Rapa Nui”, cosa que fue desmentida por la Comisión de
Desarrollo de Isla de Pascua (CODEIPA), entidad estatal que depende de la
CONADI y que tiene a su cargo la fiscalización de la administración del Parque. La
CODEIPA aseguró a través de un comunicado que “es absolutamente falso que
con esto los Rapa Nui pierden su derecho legítimo a su territorio y menos que se
esté vulnerando su derecho legítimo a la autonomía”. Así mismo llamó a la calma
asegurando que «el pueblo Rapa Nui es titular de derechos colectivos que una vez
reconocidos no se pueden retrotraer”.

El pasado lunes 22 de abril, sin embargo, el destituido directorio volvió a la carga.


Esta vez se valió de que el Tribunal Electoral dictaminó que el proceso de censura
no había cumplido con las normas establecidas en los estatutos, por lo que la
votación de una directiva no tendría que haberse podido llevar a cabo. Nancy
Rivera, sin embargo, cuestionó la decisión tomada por el tribunal electoral: “ha
hecho una mala interpretación de los estatutos”. Por eso adelantó que
interpondrán un recurso de reposición para que corrija lo que considera una
equivocación.

Se acumulan las denuncias

Desde la fiscalía señalaron a Mongabay Latam que, desde que empezó el


conflicto entre las dos directivas, se han interpuesto cinco nuevas denuncias en
contra de la administración de Rapu por promover el desorden público, por
apropiación indebida, amenazas y usurpación, todos ellos delitos que están siendo
investigados hoy por la fiscalía de Isla de Pascua.

Según dos denuncias interpuestas por Nancy Rivera en Fiscalía, luego de que
fuera ratificada la elección del nuevo directorio, la administración de Rapu se
mantuvo ejerciendo sus funciones sin permitir que los nuevos directores
asumieran sus cargos.

Otro de los puntos denunciados por Rivera, probablemente uno de los más serios,
es que todo el dinero que ingresa a la comunidad, por la venta de entradas, no
está siendo depositado en la cuenta corriente bancaria de Ma’U Henua.
“Actualmente, a diferencia de lo que ha ocurrido siempre, los cobros se realizan
solo en dinero en efectivo o con cheques abiertos, sin permitir utilizar tarjetas
bancarias ni cheques nominativos”, precisa la denuncia. Y agrega también que la
administración de Rapu se dirigió a distintas agencias de turismo “solicitando que
los cheques que se encuentran a nombre de la comunidad indígena sean
cambiados por cheques abiertos, con el objeto de cobrarlos directamente por
dinero en efectivo en el banco y no ser depositados en la cuenta corriente”.

Todo ello a pesar de que la directiva electa decidió, el 14 de abril último, “liberar de
todo cobro la entrada al Parque».

Por otra parte, Iovani Rano, presidente del sindicato de trabajadores de Ma’U
Henua, señala que han interpuesto denuncias por acoso laboral ante la Inspección
del Trabajo, organismo en Chile encargado de velar por el cumplimiento de los
derechos de los trabajadores. Según Rano, Camilo Rapu estaría amedrentando a
los trabajadores del Parque que no están alineados con él y que los ha acusado
de ser “mentirosos» y de querer «hundirle el barco”.

Rapa Nui. Foto: Michelle Carrere


“No nos sentimos seguros en nuestro lugar de trabajo”, dice Rano, quien explica
que existiría “un pequeño grupo de matones”, conformado por un grupo de 30 a 40
personas, a las que “Camilo les pasa vehículos, radio y todo lo que
necesitan”. “Los trabajadores tienen miedo a que les peguen porque son
violentos”, señala.

Desde la gobernación aseguran que no es posible desalojar a las personas que se


encuentran ocupando las dependencias de la administración del Parque mientras
la Corte de Apelaciones no se pronuncie respecto al recurso de protección
presentado por Rapu.

Las observaciones de Bienes Nacionales

En julio de 2018, la comunidad indígena Ma’U Henua, mediante su cuestionado


presidente Camilo Rapu, comprometió la realización de un nuevo plan de manejo
acorde a la nueva administración del Parque. Sin embargo, el Ministerio de Bienes
Nacionales, con quien la comunidad Ma’U Henua tiene firmado el contrato de
concesión del Parque, asegura que a la fecha no se ha informado ningún avance
sobre la realización del mismo y que “es perentorio contar con el nuevo
instrumento a la brevedad”.

Más de 20 observaciones realizó el Ministerio de Bienes Nacionales a la última


rendición de cuentas entregada por Ma’U Heuna. Entre ellas destaca que «no se
indica un saldo inicial» en la cuenta bancaria de Mau Henua, por lo que “no es
posible saber cuál es el estado financiero actual del Parque”, precisa Nancy
Rivera.
El parque nacional Rapa Nui, creado en 1966, fue declarado Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco en diciembre de 1995.
Según Bienes Nacionales, 217 millones de pesos ($US 321 440) corresponden a
gastos rendidos en el ítem “otros”, sin que se cuente con el detalle sobre el uso de
ese dinero. Por otra parte indica que “hay una gran cantidad de variaciones
mensuales en los gastos que no tienen una explicación lógica”, que no existe
información que permita justificar los gastos declarados, incluso los
correspondientes a remuneraciones puesto que no se presentaron contratos ni
recibos por honorarios. Esto último, según indica el Ministerio, es de especial
importancia considerando que más de 1000 millones de pesos ($US 1 481
353) fueron gastados en salarios entre diciembre 2017 y junio 2018.

Por todo ello, el Ministerio de Bienes Nacionales señaló que considerando la


responsabilidad que le cabe al Estado en la preservación de las áreas protegidas y
los deberes contractuales contraídos por la comunidad Ma’U Henua, “parece
pertinente analizar una eventual modificación del contrato de concesión. Ello, en
orden a establecer normas que garanticen un mayor control de la gestión del
Parque Nacional, y asegurar así un mayor grado de transparencia lo que pueda
redundar en una adecuada administración del área protegida, que cumpla con los
estándares de conservación y preservación”.

Mongabay Latam se contactó con Camilo Rapu para tener sus impresiones acerca
de las observaciones de Bienes Nacionales. Sin embargo, hasta la publicación de
esta nota, no entregó respuesta a nuestras preguntas.

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