Diócesis de Sololá-Chimaltenango
Guía Pastoral
X Febrero
2019 Año de la Comunión
Llamados a V ivir en C omunión
« Que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea » ( Jn 17, 21 )
E l deseo de Dios está inscrito en el
corazón del hombre, porque el hombre
ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios
no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo
en Dios encontrará el hombre la verdad y la
dicha que no cesa de buscar (Catecismo de
la Iglesia Católica, 27).
«La razón más alta de la dignidad humana
consiste en la vocación del hombre
a la unión con Dios. Desde su mismo
nacimiento, el hombre es invitado al diálogo
con Dios. Existe pura y simplemente por el
amor de Dios, que lo creó, y por el amor de
Dios, que lo conserva. Y sólo se puede decir
que vive en la plenitud de la verdad cuando
reconoce libremente ese amor y se confía
por entero a su Creador» (Gaudium et spes,
19, 1).
El hombre está hecho para vivir en
comunión con Dios, en quien encuentra
su dicha (Catecismo de la Iglesia Católica,
45). “Cuando yo me adhiera a ti con todo mi
ser, no habrá ya para mí penas ni pruebas,
y mi vida, toda llena de ti, será plena” (San
Agustín, Confessiones, 10,28,39).
Muchos son, los que hoy día se desentienden
del todo de esta íntima y vital unión con Dios
o la niegan en forma explícita o inconsciente.
Ante la tentación, muy presente en la cultura
actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas
búsquedas espirituales individualistas,
afirmamos que la fe en Jesucristo nos
llegó a través de la comunidad eclesial y
ella “nos da una familia, la familia universal
de Dios en la Iglesia Católica. La fe nos
libera del aislamiento del yo, porque nos
lleva a la comunión”.
DIÓCESIS Esto significa que una
DE SOLOLÁ-CHIMALTENANGO
Santuario del Sagrado Corazon de Jesus.
2019
Año 4 - No. 28
de los Discípulos Misioneros en la Iglesia
dimensión fundamental del acontecimiento
cristiano es la pertenencia a una comunidad
concreta, en la que podamos vivir una
experiencia permanente de discipulado
y de comunión con los sucesores de los
Apóstoles y con el Papa (Documento de
Aparecida, 156).
Jesús, al inicio de su ministerio, elige a los
doce para que estuvieran con Él, y para
enviarlos a predicar (cf. Mc 3, 14). Los
discípulos de Jesús están llamados a vivir
en comunión con el Padre (1 Jn 1, 3) y
con su Hijo muerto y resucitado, en “la
comunión en el Espíritu Santo” (2 Co 13,
13).
u El misterio de la Trinidad es la fuente,
el modelo y la meta del misterio de la
Iglesia.
La comunión de los fieles y de las Iglesias
Particulares en el Pueblo de Dios se sustenta
en la comunión con la Trinidad. (Documento
de Aparecida, 155).
Al recibir la fe y el bautismo, los cristianos
acogemos la acción del Espíritu Santo que
lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios y a
llamar a Dios “Abbá, Padre” (Gal 4, 6). Todos
los bautizados y bautizadas, estamos
llamados a vivir y transmitir la comunión
con la Trinidad, pues “la evangelización
es un llamado a la participación de la
comunión trinitaria”. (Documento de
Aparecida, 157).
u No hay discipulado sin comunión.
La vocación al discipulado misionero es
con-vocación a la comunión en su Iglesia
˜™
(DocumentoAñode Aparecida,
4 - No. 28 156). 1
 Parroquia de San Juan Comalapa.
X
u La Iglesia “Casa y Escuela de Comunión”
La comunión de la Iglesia se nutre con
el Pan de la Palabra de Dios y con el Pan
del Cuerpo de Cristo. La Eucaristía, es la
expresión más perfecta y el alimento de
la vida en comunión. La Iglesia que celebra
la Eucaristía es “casa y escuela de comunión”
(Documento de Aparecida, 158).
u La Iglesia “Comunidad de Amor”.
Está llamada a reflejar la gloria del amor
de Dios que, es comunión, y así atraer a las
personas y a los pueblos hacia Cristo. “Que
también ellos vivan unidos a nosotros para
que el mundo crea” (Jn 17, 21). La Iglesia
crece no por proselitismo sino “por
‘atracción’: como Cristo ‘atrae todo a
sí’ con la fuerza de su amor”. La Iglesia
“atrae” cuando vive en comunión, pues los
discípulos de Jesús serán reconocidos si se
aman los unos a los otros como Él nos amó
(cf. Rm 12, 4-13; Jn 13, 34). (Documento de
Aparecida, 159).
La Iglesia es comunión en el amor. Esta
es su esencia y el signo por la cual está
llamada a ser reconocida como seguidora de
Cristo y servidora de la humanidad. El nuevo
mandamiento es lo que une a los discípulos
entre sí, reconociéndose como hermanos
y hermanas, obedientes al mismo Maestro,
miembros unidos a la misma Cabeza y, por
ello, llamados a cuidarse los unos a los otros
(Col 3, 12-14). (Documento de Aparecida,
161).
u La Comunión es misionera y la misión
es para la Comunión.
En el pueblo de Dios, “la comunión y la misión
están profundamente unidas entre sí… La
comunión es misionera y la misión es para
la comunión”. En las iglesias particulares,
todos los miembros del pueblo de Dios,
según sus vocaciones específicas, estamos
convocados a la santidad en la comunión y
la misión (Documento de Aparecida, 161).
2 Año 4 - No. 28 ˜™
1
¿POR QUÉ UN AÑO DE LA
COMUNIÓN?
€€ Para presentar a nuestra
contemplación y adoración la vida
divina del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Una vida de comunión
y de amor perfecto, origen y meta de
todo el universo y de toda criatura.
€€ Porque debemos reconocer el
Modelo de Iglesia, en la que
estamos llamados a amarnos como
Jesús nos ha amado. Y el amor es
señal concreta que manifiesta la fe en
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y el
amor es el distintivo del cristiano.
€€ Porque estamos llamados a
testimoniar y a anunciar el mensaje
que “Dios es amor”. Dios no
está lejano o insensible a nuestras
situaciones humanas. Él está siempre
a nuestro lado, camina con nosotros
para compartir nuestras alegrías y
nuestros dolores, nuestras esperanzas
y nuestras fatigas.
2 ¿PARA QUÉ UN AÑO DE LA
COMUNIÓN?
€€ Para expresar nuestro deseo de ser
un pueblo “reunido en la unidad del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
€€ Para estimular y fomentar la
unidad, y la comunión eclesial.
«Permaneced en mí, y yo en vosotros»
(Jn 15, 4). Un solo pan, un solo cuerpo.
«Un solo corazón y una sola alma»
(Hch 4, 32).
€€ Para tener un lenguaje común de
la fe, normativo para todos y que
nos una en la misma confesión de fe
(Catecismo de la Iglesia Católica, 185).
DIÓCESIS DE SOLOLÁ-CHIMALTENANGO

X
3 ¿QUÉ DEBEMOS HACER EN EL
AÑO DE LA COMUNIÓN?
€€ Recibir con alegría e ilusión
esta invitación, durante este año,
para que a nivel personal, familiar,
comunitario, parroquial y en todas
nuestras realidades, podamos estar
atentos y vigilantes.
€€ Fomentar con generosidad la
“Comunión” de manera que todas
nuestras palabras, actitudes y acciones
contribuyan a la unidad y la comunión
eclesial. Recordar que la “Comunión
es un don de Dios y una tarea de la
Iglesia”.
€€ Buscar la unidad, a nivel personal,
familiar, comunitario y parroquial.
€€ Adquiere tu Guía Pastoral cada
primer domingo del mes y
caminemos juntos en redescubrir y
vivir la dimensión de la Comunión
como verdaderos Discípulos
Misioneros de Jesucristo.
€€ Incluye en tu oración personal y
o
comunitaria la siguiente intención:
S
eñor, te damos gracias
por tu presencia
entre nosotros, que nos
fortalece y nos anima
en nuestro camino.
Haznos conscientes de
tu presencia en nosotros y
haz que seamos sensibles a
tu voluntad en todas nuestras
acciones. Concédenos sabiduría y
humildad para que podamos reconocer
tu presencia en nuestros hermanos
y hermanas. Señor, haz que seamos
verdaderamente uno. Amén.
l de la Profesión de fe de nuestro Bautismo.
DIÓCESIS DE SOLOLÁ-CHIMALTENANGO
Santuario del Sagrado Corazon de Jesus.
¿Qué es la comunión?
Comunión es «aquel don del Espíritu
por el cual el hombre no está ya solo ni
alejado de Dios, sino llamado a participar
de la misma comunión que une entre sí al
Padre, al Hijo y al Espíritu y tiene el gozo
de encontrar en todas partes, sobre todo
en los creyentes en Cristo, hermanos con
quienes comparte el misterio profundo de
su relación con Dios»
La comunión, por su raíz y origen trinitario,
se abre a la historia, al ser recibida por el
hombre, esa comunión rompe desde lo más
profundo su soledad haciéndolo hijo de Dios
y hermano de los hombres.
u La comunión posee una base y una
expresión sacramental.
El bautismo, inicio de la comunión, porque
hace participar en el misterio pascual y regala
la nueva filiación en Cristo por el Espíritu; es
la apertura de un dinamismo que alcanza
su ratificación y plenitud en la eucaristía, en
cuanto inserción en el Cuerpo del Señor
En el día de nuestro Bautismo, toda nuestra
vida fue confiada “a la regla de doctrina”
(Rm 6,17), acogemos el símbolo de esta
fe nuestra que da la vida. Por eso, recitar
con fe el Credo es entrar en comunión
con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, es
entrar también en comunión con toda
la Iglesia que nos transmite la fe y en el
seno de la cual creemos (Catecismo de la
Iglesia Católica, 197).
El “Amén” final del Credo recoge y confirma
su primera palabra: “Creo”. Creer es decir
“Amén” a las palabras, a las promesas, a los
mandamientos de Dios, es fiarse totalmente
de Él, que es el Amén de amor infinito y
de perfecta fidelidad. La vida cristiana de
cada día será también el “Amén” al “Creo”
(Catecismo de la Iglesia Católica, 1064).
˜™ Año 4 - No. 28 3
 Parroquia de San Juan Comalapa.
«Que tu símbolo, de fe, sea para ti como un
espejo. Mírate en él: para ver si crees todo
lo que declaras creer. Y regocíjate todos los
días en tu fe» (San Agustín, Sermo 58, 11, 13:
PL 38, 399).
u La comunión no despoja de los dramas
individuales y colectivos.
Viviendo de y para la comunión el cristiano
participa también en los sufrimientos de
Cristo aunque experimente sus consuelos
(Flp 3,10; 2 Cor 1,5-7).
La dimensión salvífica de la comunión no
debe alejarnos de la realidad y del cosmos,
que es el hogar de los hombres y el escenario
de su historia. La comunión es don y tarea
hasta el momento de la plenitud.
1 solo corazón
1 sola misión
Xu La comunión es dinámica.
La comunión es siempre abierta, es
comunicación e integración. No puede ser
de otro modo en la medida en que arranca
del misterio del Dios trinitario que engloba
a todo y a todos. La comunión por tanto
abre a la misión universal.
u La comunión genera el anuncio y el
testimonio.
El anuncio, proclama un mensaje: la gloria
de la salvación que Dios comunica a raíz del
acontecimiento pascual. Como gesto de
alegría, invita a la comunión, a compartir
y a celebrar en común.
El testimonio, muestra la capacidad
transformadora de la novedad cristiana, y
por ello se convierte en fuerza de atracción
y de fascinación. El testimonio y el anuncio
son exigencias de la misma dinámica de
la comunión (cf. 1 Jn 1,1 ss).

San Juan Comalapa.

Tel. 5459-1953
F Lemas del Año de la Comunión F
Junto con el tema generador, cada año nuestra Parroquia, nos propone un lema. El lema
nos comunica una idea central, nos motiva y anima, es una invitación y un compromiso,
para comprender lo que debemos alcanzar a lo largo del año. En este año 2019, por

sxs
gracia de Dios, tendremos dos lemas, que nos mostrarán el desafío que debemos
alcanzar y la tarea que debemos cumplir.

Operatio Dei
Primer Lema:
“Discípulos Misioneros de Jesucristo, llamados a vivir en Comunión”
Nos ilumina y anuncia, sobre la tarea de la Comunión de los discípulos misioneros de
Jesucristo. Durante el primer semestre, conoceremos la dimensión y el compromiso de
la Comunión.
Segundo Lema:
“Discípulos Misioneros en comunión, testimonio para la Misión”.
Editorial

Nos muestra la exigencia de la coherencia de fe y vida; nos compromete a vivir en

comunión para dar paso a la misión. Durante el segundo semestre, debemos esforzarnos
para realizar acciones concretas que hagan posible vivir la “Comunión”, a nivel personal,
Edición e Impresión:

familiar, comunitario y parroquial.

Intención de Oración del Papa para el Mes de Febrero 2019

Por la acogida generosa de las víctimas de la trata de
personas, de la prostitución forzada y de la violencia.
4 Año 4 - No. 28 ˜™ DIÓCESIS DE SOLOLÁ-CHIMALTENANGO