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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Bicentenario de Aragua.


Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales.
Núcleo San Joaquín – Turmero.
Escuela de Psicología.

Obesidad

Profesor: Acosta Andrea.


Arquímedes Guarirapa Gutiérrez Julianne.
Hernández María José.
Zarrelli Anna.

San Joaquín de Turmero Mayo de 2019.

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Índice.

Introducción…………………………………………………... 3

Definición………………………………………….…………... 3

La obesidad en el ámbito psicológico………………….... 4

La obesidad y la actividad física……………….………….. 5

Consecuencias………………………………….…………….. 7

Recomendaciones y prevenciones………………………... 8

Conclusión……………………………………….…………….. 9

Bibliografía……………………………….……………………. 10

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Introducción.
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano siempre ha tenido la tendencia
de ponerse en acción gracias a las necesidades. Una de estas es la más
importante, la comida. Sin embargo, hoy en día la comida, además de poseer
una extensa variedad de preparaciones y tipos, está a un fácil alcance. Cabe
destacar que, gracias a esta variedad y facilidad que nos brinda los tiempos
de hoy, trajo consigo un puñado de graves trastornos y enfermedades
crónicas. Como lo es la obesidad, teniendo avance a nivel mundial constituye
una amenaza cada vez más importante. Nace de un pequeño descuido o
descontrol de la comida que se ingiere, volviéndose perjudicial para el
cuerpo, llegando a un punto en el que los mecanismos que regulan, están en
su punto máximo y cesan su trabajo. Dando paso a otra rama de
enfermedades cardiovasculares, cáncer y patologías graves.

Definición.
La obesidad es una enfermedad crónica tratable que aparece cuando existe
un exceso de tejido adiposo (grasa) en el cuerpo.
Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen
porque actúa como un agente que acentúa y agrava a corto plazo y de forma
muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las
complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e
incluso algunos tipos de cáncer, como los gastrointestinales.
"La obesidad es una enfermedad crónica porque una vez que los
mecanismos se estropean cuando uno acumula grasa en exceso, realmente
no se curan, siempre hay que estar vigilando, es decir, que una persona que
por la razón que sea se ha puesto obesa, ha perdido el control de los
millones de mecanismos que le van a regular por dentro el cuerpo. Cuando
eso se pierde, no se va arreglar, siempre hay que estar detrás vigilando para
que ese peso no vuelva. Por tanto, la obesidad es una enfermedad crónica”.
Señaló Susana Monereo, secretaria de la Sociedad Española para el Estudio
de la Obesidad (SEEDO) durante su participación en #MásQuePacientes
Obesidad.
La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o
excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple
de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de
una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros.
Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con
un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. El sobrepeso y
la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas,

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entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el
cáncer.

Obesidad en el ámbito psicológico.


Si bien la obesidad puede darse por problemas hormonales o endocrinos, es
importante tomar en cuenta que su origen puede ser debido a algún trastorno
psicológico, tales como depresión, ansiedad, entre otros. Las personas que
sufren ésta enfermedad crónica por un problema secretorio o glandular,
deben ser vistas principalmente por médicos; mientras que otros casos son
atendidos por médicos, psicólogos, nutricionistas y psiquiatras. Esto nos
indica que se trata de un problema serio para quien lo padece, y no es solo
un simple caso de sobre peso.
Por lo general, las causas que provocan la obesidad suelen ser comórbidas,
lo que quiere decir que cabe la existencia de más de un trastorno en el
individuo; o bien, lo puede provocar como consecuencia.
Los psicólogos suelen asociar la obesidad con problemas emocionales, o
algún trastorno que se haya presentado con anterioridad. El trabajo de estos
profesionales respecto a estos problemas, vendría siendo el de investigar e
intervenir en la vida de su paciente, pues debe buscar la manera de ayudarlo
a mejorar su calidad de vida, ya sea mejorando su autoestima como
cambiando su manera de ver el mundo; pues hay que recordar que en
muchos casos, la obesidad se puede dar por problemas en su vida diaria, e
incluso debido a algún trauma de la infancia, por mencionar algunas de las
miles de posibilidades.
La obesidad, además, puede causar a su vez más problemas en la salud. Se
sabe que en las mujeres puede ocasionar problemas en su sistema
reproductivo, además de aumentar notablemente el riesgo de muerte, esto
último tanto en hombres como mujeres.
Los casos de obesidad pueden dañar al individuo incluso en el ambiente
social, pues si se sufre de bullying o no se recibe el apoyo necesitado, se
puede ver envuelto en depresión, la cual suele ser, a su vez, otro factor que
puede provocar obesidad. Así como el estrés y la ansiedad, los cuales
además de motivar a la persona a comer compulsivamente y descuidar su
salud, también podrían ser extremadamente riesgosos, pues si el paciente no
resiste su situación, en el peor de los casos, podría incluso llevarlo al
suicidio.

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La obesidad y la actividad física.

El sobrepeso fomenta un inicio más precoz de enfermedades crónicas y a


una menor actividad, lo que contribuye a tener baja fuerza muscular y aptitud
cardiovascular, así como mayores declives en el rendimiento corporal.

La obesidad podría llevar al desgaste de articulaciones, a una reducción en


la capacidad de ejercicio y a un mayor índice de enfermedades crónicas
como enfermedades cardiovasculares, diabetes y artritis, que originan la
discapacidad física.

Por eso, es muy importante tomar consciencia de que la obesidad es un


factor de riesgo muy importante para muchísimas enfermedades graves, y
que no nos ayudará a envejecer con salud. No podemos olvidar tampoco el
factor estético que nos provocará una baja autoestima, menos confianza en
uno mismo, menos relaciones con los demás y en muchos casos la obesidad
es acompañada, con frecuencia, de la depresión y una puede ocasionar e
influir sobre la otra.

Además es importante tener una rutina de ejercicio físico para así evitar la
pérdida de masa muscular en la etapa de pérdida de peso ya que cuando se
hace dieta, por cada 4 kilos de peso perdido 1 corresponde a músculo.
También es importante para evitar la disminución del metabolismo basal y
por tanto la recuperación del peso perdido, mejora la fuerza y la flexibilidad, y
aumenta la autoestima y la sensación de bienestar.

¿Cuál ejercicio es el más idóneo?

La mayoría de los estudios apuestan por la realización de ejercicios


aeróbicos para ayudar a reducir los niveles de obesidad. Dichos estudios
afirman que los ejercicios apropiados para esta patología son los ejercicios
aeróbicos, ejercicios repetitivos o de larga duración que requieren el trabajo
de grandes grupos musculares. Hills y Parker (1988) han demostrado con un
programa de 16 semanas, que con 20 minutos de actividad aeróbica, con
una frecuencia de 3-4 veces por semana, además de un asesoramiento
nutricional, se reduce los niveles de obesidad y el tejido adiposo en 20 de los
sujetos obesos, comparado con otro grupo que recibió solo asesoramiento
nutricional.

Un estudio realizado por Hayashi y cols (1987), señalaron que el peso


corporal se redujo significativamente después de un año de intervención con
ejercicio en niños obesos. Por el contrario, un grupo de niños con peso

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normal que participaba regularmente en sus clases de Educación Física
ganó peso después del año, posiblemente, a causa del aumento de la masa
corporal. Este estudio no incluyó a los sujetos obesos inactivos.

Gutin y cols (2002) demostraron con un programa de 4 meses duración, que


contenía 40 minutos de ejercicio aeróbico durante 5 días a la semana, que
los niveles de obesidad disminuyeron en un 4.1% en obesos de entre 7 y 11
años.

Owen y cols (1999) examinaron los efectos en 4 meses de entrenamiento


aeróbico durante 5 días a la semana en 74 niños obesos de entre 7-11 años.
Este programa de entrenamiento consiste en 40 minutos de ejercicio
aeróbico con una intensidad aproximada entre el 70-75% de la frecuencia
cardíaca máxima. Comparado con un grupo inactivo, se demostró que este
entrenamiento físico redujo considerablemente los niveles de grasa corporal
y el tejido abdominal subcutáneo.

En resumen, podríamos establecer un patrón general de ejercicio físico en


relación con la obesidad:

Tipo Ejercicios Aeróbicos

Intensidad 60 – 75% de la Fc. Máx.

Frecuencia 2-5 días a la semana.

Volumen 30-50 minutos de actividad.

Efectos del ejercicio físico.

El ejercicio físico produce ciertas mejoras en relación con la obesidad,


algunas de las cuales son las siguientes:

 El ejercicio físico ejerce un efecto beneficioso sobre la composición


corporal. Ayuda a reducir el índice de grasa corporal.

 El ejercicio físico aeróbico se asocia con una mejora en el consumo


máximo de oxígeno, produciendo a su vez una mejora de la capacidad
pulmonar y esto se traduce en una mayor capacidad para realizar
esfuerzos.

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 Mejora de la función cardiovascular, reduciendo así el riesgo de
padecer enfermedades tales como la hipertensión arterial o el infarto
de miocardio, disminuyendo así las tasas de mortalidad por
enfermedades de este tipo.

 Reduce los niveles de colesterol en sangre, disminuyendo así los


niveles de “LDL” o colesterol malo, y aumentando los niveles de “HDL”
o colesterol bueno.

 Reducción de los pliegues cutáneos, produciendo así una reducción


de la grasa corporal.

 El ejercicio puede mejorar o reducir la existencia de anormalidades


asociadas a la obesidad, como la sensibilidad a la insulina, la
intolerancia a la glucosa o el perfil de lípidos en sangre.

Consecuencias.
Físicas:
Los principales problemas de salud asociados a la obesidad y el exceso de
peso son:
• Diabetes de tipo 2.
• Enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
• Enfermedades respiratorias (síndrome de apnea del sueño).
• Algunos tipos de cáncer.
• Osteoartritis (lesiones degenerativas e inflamatorias articulares).
• Baja calidad de vida "La obesidad predispone a quien la padece, a
varios factores de riesgo cardiovascular, entre ellos la hipertensión, elevados
niveles de colesterol en sangre y triglicéridos".
El grado de riesgo depende entre otras cosas de la cantidad relativa de
exceso de peso, la localización de la grasa corporal, cuánto se ha subido de
peso durante la edad adulta y la cantidad de actividad física. La mayoría de
estos problemas pueden mejorarse adelgazando un poco (entre 10 y 15%),
especialmente si también se aumenta la actividad física.
Psicológicas:

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 Autoestima baja
 Depresión
 Ansiedad
Son las consecuencias psicológicas más frecuentes producidas por la
obesidad. Esto se debe al trato que se le da a las personas con esta
enfermedad, las críticas y comentarios asociados a su condición va haciendo
mella en el autoestima, el cual, a medida que la autoestima baja puede
terminar en problemas de depresión y ansiedad.
Tanto el sobrepeso como la propia obesidad en sí es uno de los problemas
más comunes no solo en mujeres y en hombres, sino también en los más
pequeños, siendo la propia obesidad infantil uno de los trastornos que más
preocupan a muchos médicos y autoridades sanitarias.
Se sabe, tal y como han demostrado una gran variedad de estudios al
respecto, que la obesidad puede llegar a provocar una autoestima baja,
debido principalmente a que determinadas personas que padecen sobrepeso
u obesidad no se sienten del todo seguras y a gusto con su cuerpo.

Prevenciones y Recomendaciones.
Según los expertos, la prevención desde la infancia es imprescindible para
reducir las cifras de esta pandemia. Sin embargo, la mejor manera de
prevenir la obesidad es incluir un cambio de hábitos en la alimentación y en
la actividad física.
Comer bien es uno de los pilares principales para evitar la obesidad. Entre
los errores que se cometen con más frecuencia está seguir una dieta:
“Hay que evitar estar eternamente a dieta porque el efecto yoyo al final
siempre acaba en obesidad. La mejor manera de acabar gordo es ponerse a
dieta a destiempo, mal aconsejado y sin tener claro qué quieres cambiar en
tu vida”, advirtió la especialista, Susana Monereo.
Los expertos recomiendan ponerse en manos de un especialista para que les
ayude a aprender de nuevo a comer, ser capaces de distinguir los distintos
tipos de alimentos y en qué medida son necesarios en cada una de las
comidas del día. Las personas con obesidad tienen que comer de forma más
saludable, reducir la ingesta calórica y adecuarla al gasto que hacen. Deben
primar los alimentos bajos en calorías como fruta y vegetales, pero sin
abandonar el equilibrio alimentario con alimentos ricos en proteínas hidratos
de carbono y grasas.
Una dieta equilibrada debe consistir en:

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Los hidratos de carbono nos aportarán al menos un 55-60 % del aporte
calórico total.
Las proteínas un 15 % del aporte calórico total, no siendo nunca inferior la
cantidad total de proteínas ingeridas a 0,75 gr/día y de alto valor biológico.
Las grasas no sobrepasarán el 30 % de las calorías totales ingeridas.
Los hidratos de carbono sirven como material combustible o energético
inmediato, por ello debe de tomarse antes de hacer ejercicio, es frecuente el
comer pasta antes de ejercicios intensos. Lo que no se consume de ellos se
trasforma en grasa por ello es importante calcular el gasto de energía para
saber cuántos hidratos de carbono son necesarios.
En cuanto de actividad física se habla, debe ser la adecuada y bien ajustada
a cada individuo o paciente, ya que si no está guiada por un profesional, se
puede caer en el error de no llegar a la medida de los ejercicio necesarios.

Conclusión.
Con la intención de profundizar la información que se posee sobre un
trastorno y enfermedad crónica como este, despierta la consciencia en el ser
humano que claro está, es muy vulnerable y propenso y hoy en día más que
todo, a verse involucrado en este tipo de complicaciones.
Por otro lado, si bien la obesidad es una enfermedad que evoluciona muy
rápido, es tratable. Por supuesto, con la ayuda de un especialista, una
alimentación adecuada y un ejercicio ideal que se ajuste a cada sujeto, pero
sobre todo con un apoyo de amigos y familia, que ayude a fortalecer la
estabilidad mental, se puede progresar considerablemente.

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Bibliografía.

https://www.desportesalud.com/deporte-salud-el-deporte-y-la-obesidad-
consejos-y-beneficios.html
https://psicologíaymente.com/clinica/obesidad-factores-psicologicos-
sobrepeso.
https://salud180.com/adultos-mayores/obesidad-provoca-riesgos-de-
discapacidad-fisica
https://omicrono.elespanol.com/2015/05/la-importancia-del-deporte-en-la-
obesidad/
https://www.susmedicos.com/OBESIDAD/
Art_Importancia_Ejercicio_Obesidad.htm
https://www.efdeportes.com/efd150/la-relacion-entre-la-obesidad-y-el-
ejercicio-fisico.htm
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/digestivas/obesidad.html
https://www.who.int/topics/obesity/es/
https://www.sanitas.es/santitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-
salud/dieta-alimentacion/adelgazar-sobrepeso/san005082wr.html
https://www.natursan.net/las-consecuencias-psicologicas-de-la-obesidad-
depresion-autoestima-baja/

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