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Según una conocidísima leyenda persa recogida por poetas con diferentes versiones,
Farhad era un picapedrero-escultor de origen humilde, extraordinariamente fuerte.
Estaba enamorado de Shirin, una de las esposas del rey sasánida Josrow II, o una
futura esposa, según las versiones. El rey era un personaje altivo e iracundo. Llegó
a sus oídos que Farhad se había enamorado de Shirin y para alejarlo le ordenó una
misión imposible: cavar un canal que atravesara una enorme montaña. Farhad
emprendió el trabajo con entusiasmo, trabajaba sin parar y llegaban noticias de sus
increíbles progresos. Un día Shirin quiso ir a ver como avanzaba la obra. Emprendió
un largo viaje y llegó donde estaba Farhad agotada debido a lo duro del camino. Al
verla en aquellas lamentables condiciones, Farhad levantó en hombros a Shirin y a
su caballo y los devolvió a palacio, sin que ella tuviera ni siquiera que desmontar. Sin
que él tocara ni su vestido. La devolvió a su marido, el rey, el mismo que lo había
castigado tan duramente. El final de la historia acaba mal, con la muerte de los dos
personajes. Josrow engaña a Farhad haciéndole llegar la noticia de que Shirin ha
muerto y él, desesperado, se mata. Cuando lo sabe Shirin, también acaba con su
vida.
Farhad se ha convertido en el símbolo de la lucha del pueblo ante un poder estatal
despótico. Es el símbolo de la perseverancia y de la gente humilde que no se resigna.
En Irán hoy en día hay muchos hombres que se llaman Farhad en honor al
picapedrero enamorado.
Farhad es un legendario personaje romántico de la literatura persa, especialmente
conocido gracias al poeta Nezamí Ganjaví (siglo XII). Antes que él, otros poetas
habían tratado esta leyenda con versiones diferentes. En el gran poema épico persa
Shahnameh, escrito por Ferdowsí en el siglo XI, Farhad aparece de manera
secundaria sin episodio propio. Shirin, en muchas de las versiones es una princesa
armenia, cristiana. Josrow es el rey de reyes persa, zoroastriano, cuyo reinado se
sitúa entre 591 y 628.
La influencia de la leyenda de Farhad no solo se circunscribe a la literatua sino que
llega a toda la cultura persa, que incluye el arte, el folclore, la música e incluso el
cine y la fotografía, y alcanza una extensa zona de influencia que va del Próximo
Oriente a Pakistán e India, y hasta las ex repúblicas soviéticas del norte de Irán. Un
ejemplo interesante es la interpretación que hace el fotógrafo iraní Babak Kazemi de
esta popular leyenda adaptada al mundo actual, como se puede ver en las tres
fotografías que inician esta entrada.
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18.8.13
El Shahnameh o "Libro de los reyes", poema épico y libro de
caballerías persa
Hace mil años un hombre, Ferdowsí, tuvo una idea genial, escribir la historia de los reyes persas desde el
comienzo de los tiempos y hacerlo en lengua persa. Con ello marcaba una inflexión en el proceso de
suplantación de la lengua persa por el árabe de los conquistadores y daba alas a la identidad persa.
El Shahnameh o “Libro de los Reyes” es el poema más largo que jamás un solo hombre ha escrito. Su autor
es Abu’l-Qasim Hasan Ferdowsí. Se trata de un poema épico que narra la historia de Irán (Persia) desde
el primer rey Kayumars, que reinó en la aurora de los tiempos, hasta las invasiones de los musulmanes
árabes que conquistaron Persia a comienzos del S. VII d.C. El Shahnameh contiene aproximadamente 50
mil versos dobles (bayts, cada uno de los cuales está formado por dos hemistiquios, misra’) y su autor
dedicó unos 35 años en completar la obra. En ella incorporó materiales de fuentes orales y escritas. La
intención del poema es la de celebrar las glorias de Irán. Su vocabulario persa es a veces arcaico incluso
para su época pues hay una clara intención de recuperar el máximo de palabras posibles y usar muy pocas
palabras árabes.
Parece ser que Ferdowsí nació en Tus, al noreste de Irán, en el año 940 d.C. y que por ser un pequeño
terrateniente gozaba de cierta independencia económica, lo que le permitió empezar con su afición
literaria. Sin embargo, necesitó apoyo económico y lo obtuvo del gobernador samánida de Tus. Cuando
la dinastía Samánida fue derrotada por Mahmud-e-Ghazní en el 999, buscó ayuda con los nuevos
gobernantes y fue incluso a la corte de Ghazní para presentar su proyecto en persona. Aunque al principio
gozó allí de una cierta popularidad las cosas se torcieron, o porque se fueron sus protectores, o debido a
calumnias, o también se dice, porque el rey era suní y no le gustaba tener a un literato chií como era
Ferdowsí. Según relata otro poeta de la época, Nizam Aruzí, Mahmud-e-Ghazní le pagó a Ferdowsí una
cantidad irrisoria por su poema. Ferdowsí, en el epílogo del Shahnameh, dice ser un hombre viejo que ha
dedicado toda su vida en completar esta obra. La finalizó en el año 400 de la Héjira, el 1010 de nuestra
era.
Después volvió a Tus donde murió hacia 1020. Nizam Aruzí cuenta que el rey Mahmud se arrepintió de
haber pagado tan mal al poeta y le mandó una caravana de camellos cargados con índigo. La caravana
entró por una puerta de la ciudad al mismo tiempo que salía el cuerpo de Ferdowsí por la otra. La hija del
poeta rechazó el regalo por considerarlo un pago demasiado tardío.
En su obra, Ferdowsí incorpora unos 1000 dobletes del poeta Daiqiqi que había empezado el proyecto
sobre la historia de los reyes persas pero fue asesinado.
Se conservan varios manuscritos del Shahnameh, de diferentes longitudes y varía su estado de
conservación. Algunos solo son partes o incluso páginas sueltas. El primer manuscrito que se conoce del
1217 contiene solo la primera mitad y no tiene ilustraciones. Se conserva en Florencia.
En el prefacio Ferdowsí loa a Dios y a su creación, al profeta Mahoma y a Alí (el primer imam chií),
menciona a Daqiqi por iniciar el trabajo, y loa a Abu Mansur y a Mahmud, sus mecenas.
La narrativa épica explica los reinados de los reyes persas y las hazañas de sus paladines desde el comienzo
de la civilización hasta el fin de los reinos persas con la invasión árabe musulmana. Su fundamento moral
se basa en el zoroastrismo: Los actos humanos, tanto en lo nacional como en lo personal representan la
lucha entre el bien y el mal. La deidad se nombra en términos generales por lo que un lector musulmán
no se sentirá excluido. A veces aparece un espíritu angélico, Surush. El mal o el diablo es el Ahriman
zoroastriano. El poder del destino coexiste con estas fuerzas. El rey es el representante de Dios en la tierra
y la legitimación del poder es una cuestión recurrente. Los reinados enmarcan las secuencias de las
acciones pero los príncipes y los paladines son más activos que los reyes.
Los valores heroicos son reconocidos y premiados (valentía,
coraje, lealtad, perseverancia y, a veces, sabiduría)
El Shahnameh consta aproximadamente de 50000 versos dobles y está dividido en tres partes, mítica la
primera, legendaria y mitológica la segunda e histórica la tercera. La primera incluye la formación de la
sociedad humana, la domesticación de los animales y la definición del territorio iranio frente al de los
vecinos. La extensa parte central incorpora las leyendas referentes al héroe Rustam y a su familia y las
interminables guerras con el eterno enemigo de Turan (en lo que hoy es Asia Central)
La parte histórica empieza con Alejandro Magno. Es sorprendente que no se mencione a los reyes
aqueménidas como Ciro el Grande o Darío que precedieron a la llegada de Alejandro. Luego sigue con los
arsácidas y los partos y, finalmente, con la dinastía Sasánida cuyos reinados empiezan en el 226 d.C. El
último capítulo describe la muerte del último rey sasánida y el castigo de su asesino. La obra concluye
con el lamento por la muerte del magnífico héroe Rustam a manos de un general árabe y unas sombrías
predicciones que de este acontecimiento se derivarán.
El Shahnameh contiene mitos, leyendas, ficción y no ficción. Se dice que su autor murió sin un centavo y
que dedicó toda su vida y toda su fortuna a la aventura de escribir esa ingente obra, y lo hizo
cuatrocientos años después de la caída del Imperio Persa y de la llegada del Islam. Con ello inmortalizó la
lengua persa moderna, la que se habla hoy y el glorioso pasado iranio en el momento en que la cultura
árabe y el dominio político turco podían borrarlos de la memoria.
No se sabe cuándo fue ilustrado el Shahnameh por primera
vez, pero parece ser que no fue en época de su autor sino bastantes años después, por encargo de los
reyes timuridas descendientes de Gengis Khan y de Tamerlán, como Shah Rukh cuya corte renacentista
en Herat, ciudad situada hoy en Afganistán, acogía a unos excelentes miniaturistas a comienzos del S. XV.
Después fueron los emperadores mogoles de la India los que encargaron ejemplares iluminados.
Posteriormente algunos de esos ejemplares fueron a parar a manos británicas cuando la Compañía de las
Indias Orientales se estableció en India y luego cuando Gran Bretaña añadió esas tierras a su imperio. Las
primeras copias ilustradas datan del siglo XIV y su producción siguió hasta bien entrado el S.XIX cuando la
litografía sustituyó al trabajo manuscrito.
Las historias o cuentos que aparecen en el Shahnameh son muy populares no solo en Irán, sino también
en otros países de Oriente Medio, en la India y en Asia central. Hay historias de guerras y de venganzas
pero también preciosas historias de amor. Y los iraníes que se sienten orgullosos de su historia antigua,
ponen a sus niños y niñas los nombres de los héroes y las heroínas de este popular poema épico, Shirin,
Arezoo, Manijeh, Khoshro, Bahram, Sohrab, Bijan…
Shahnameh Project: http://shahnama.caret.cam.ac.uk/new/jnama/page/
adorar a Al-lah
Este ayuno tatawwu’ tiene grandes virtudes y una gran recompensa. En
un hadiz qudsi, Abu Huraira, que Al-lah esté complacido de él, relata que
realiza el ser humano por Al-lah tienen una recompensa multiplicada por
diez y hasta por setecientas veces, y Al-lah dijo: ‘Excepto el ayuno, que
el mes de Ramadán y luego le sigue con seis días del mes de Shawwal,
que la persona realiza buenas obras, los más queridos para Al-lah son
estos –los primeros diez días de Dhul Hiyya–”; le dijeron: “Profeta de Al-
lah, ¿ni siquiera el yihad por la causa de Al-lah?” Dijo: “Ni siquiera el
yihad por la causa de Al-lah, excepto alguien que ofrezca su propia vida y
al peregrinaje, y se trata del noveno día del mes de Dhul Hiyya. Dijo el
Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “El ayuno del día de ‘Arafa es tan
considerado por Al-lah que perdona los pecados del año anterior y los del
‘Ashura’ expía los pecados del año anterior” [Lo citó Muslim].
Sobre el origen de este ayuno nos relata Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté
Medina y vio que los judíos ayunaban el día de ‘Ashura’. Dijo: ‘¿Qué es
esto?’ Le dijeron: ‘Es un día bueno; este día Al-lah salvó a los bani Israil
de sus enemigos y este día lo ayunó Moisés’. Así que dijo: ‘Nosotros
ayunó y mandó que se lo ayune” [Lo citó Al Bujari], y Muslim registra que
dijo: “Si sigo con ustedes al año siguiente ayunaré desde el día
luna llena.
de los días blancos y decía: “Ayunarlos es como ayunar todo el tiempo” [Lo
sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, dijo: “Los lunes y los jueves se exponen las
obras (de la gente), así que quiero que mis obras se expongan mientras
ayunaba día por medio. Dijo ‘Abdul-lah ibn ‘Amru, que Al-lah esté
8. El ayuno de Sha’ban
Usama ibn Zaid, que Al-lah esté complacido de él, dijo: dije: “Profeta de
Al-lah, no veo que ayunes otro mes más de lo que ayunas en Sha’ban.
los mundos, así que quiero que mis obras se eleven estando yo