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Derecho Penal
Derecho Penal
DERECHO PENAL
“El Derecho Penal -Sustantivo o Material- es la rama del Derecho compuesta por
un conjunto de normas establecidas por el Estado que determinan los delitos y
fijan las penas y/o las medidas de seguridad que han de aplicarse a quienes los
cometen”.
devolverse al delincuente un mal mayor que el inferido a su víctima -ojo por ojo,
diente por diente- reconociendo así el grupo o la colectividad que el ofendido sólo
tenía derecho a una venganza de igual magnitud al mal sufrido; de tal manera que
“no toda venganza puede estimarse como antecedente de la represión penal
moderna, solo tiene relevancia como equivalente de la pena actual la actividad
vengadora que contaba con el apoyo de la colectividad misma, mediante la ayuda
material y el respaldo moral hacia el ofendido, reconociendo su derecho a
ejercitarla”. Además de la Ley del Talión, aparece como otra limitación de la
venganza privada la “composición” a través de la cual el ofensor o su familia
entregaban al ofendido y los suyos cierta cantidad par que éstos no ejercitaran el
derecho de venganza.
Período humanitario
La excesiva crueldad de la época de la venganza pública dio como resultado
un movimiento a favor de la humanización no sólo de las
penas sino del procedimiento penal, toda vez que en la época de la venganza
pública se iniciaron las torturas, los calabozos y toda clase de tormentos con al
finalidad de castigar y obtener confesiones. La etapa humanitaria del Derecho
Penal comienza a fines del siglo XVIII con la corriente intelectual de “Iluminismo” y
los escritos de Montesquieu, D Alambert, Voltaire y Rousseau, pero es indiscutible
y aceptado unánimemente que su precursor fue el milanés César Bonnesana, el
Marqués de Beccaria, que en el año 1764 publicó su famosa obra denominada
“Del Delliti e Delle Pene (De los Delitos y de las Penas), en la cual se pronunció
abiertamente contra el tormento de la pena para castigar los delitos cometidos; el
fin de las penas dijo, no es atormentar y afligir a un ente sensible, ni deshacer un
delito ya cometido, el fin no es otro que impedir al reo causar nuevos daños a sus
ciudadanos, y retraer a los demás de la comisión de otros iguales, luego deberán
ser escogidas aquellas penas y aquel método de imponerlas que guardada la
proporción, hagan una impresión más eficaz y más durable sobre los ánimos de
los hombres y la menos dolorosa sobre el cuerpo del reo. El tormento resulta el
medio más eficaz para absolver a los robustos malvados y condenar a los flacos
inocentes. Consideró que la pena es tanto más justa y útil cuanto más pronta y
más vecina al delito cometido se encuentre; es más justa porque evita en el reo
los inútiles y fieros tormentos de la incertidumbre que crece con el vigor de la
imaginación y la propia flaqueza, y es más útil porque cuando es menor la
distancia de tiempo que pasa entre la pena y el delito, tanto es más fuerte y
durable en el ánimo la asociación de las ideas, delito y pena, de tal modo que
funcionan el uno como causa la otra como efecto consiguiente y necesario.
De esta manera pues, la brillante obra del noble milanés de
Beccaria, se ha dicho, tiene mérito de haber cerrado un capítulo del Derecho
Penal, que podríamos pensar fue el primero y que le han llamado “antiguo” y de
abrir otro que los especialistas han denominado
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“Edad de Oro del Derecho Penal”, a esto hay que agregar que Eugenio Florián
dio a Beccaria la gloria de haber elevado a la dignidad de Ciencia al Derecho
Penal, ya que hasta es época aún no podía hablarse de un verdadero Derecho
Penal Científico.
Etapa científica
Podemos decir que se inicia con la obra de César Bonnesana, el Marqués
de Beccaria, y subsiste hasta la crisis del Derecho Penal Clásico con el
aparecimiento de la Escuela Positivista. La labor de sistematización que realizaron
Francesco Carrara y los demás protagonistas de la Escuela Clásica, llevaron a
considerar al Derecho Penal como una disciplina única, general e independiente,
cuyo objetivo era el estudio del delito y de la pena desde el punto de vista
estrictamente jurídico. Luego de la Escuela Clásica aparece la Escuela Positiva
del Derecho Penal, con ideas totalmente opuestas, al extremo de que Enrico Ferri,
consideró que el Derecho Penal debía desaparecer totalmente como ciencia
autónoma para convertirse en una rama de la Sociología Criminal, auxiliándose,
para su estudio, del método positivista o experimental, contrapuesto al lógico
abstracto de la Escuela Clásica. En este período del Derecho Penal sufre una
profunda transformación a causa de la irrupción de las ciencias penales. Enrico
Ferri estudia la etiología de la delincuencia y pone de relieve el influjo de los
factores individuales, antropológicos, físicos y sociales en los que se condensa la
etiología de la criminalidad; de esta manera se deja de considerar el delito como
una entidad jurídica, para convertirse en una manifestación de la personalidad del
delincuente; la pena deja de tener un fin puramente retributivo y se convierte en un
medio de corrección social o de defensa social.
Luego de esta etapa, Eugenio Cuello Calón, considera que surge el
llamado “Derecho Penal Autoritario” producto de la aparición de regímenes
políticos totalitarios, con rasgos netamente peculiares que
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Época moderna
Actualmente existe unidad de criterio en toda la doctrina en cuanto a que el
Derecho Penal es una ciencia eminentemente jurídica, para tratar los problemas
relativos al delito, al delincuente, a la pena y a las medidas de seguridad; mientras
que las ciencias penales o criminológicas, que tienen el mismo objeto de estudio,
lo deben hacer desde el punto de vista antropológico y sociológico. Es más,
algunos especialistas sostiene que el Derecho Penal debe circunscribirse con
alguna exclusividad a lo que se denomina “Dogmática Jurídica Penal” que consiste
en la reconstrucción del Derecho Penal vigente con base científica, alejándolo,
incluso, de las consideraciones filosóficas y críticas.
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denominarle “la crisis del Derecho Penal Clásico”, por cuanto que hicieron caer
a nuestra ciencia en una desubicación que duró casi más de medio siglo.
La corriente positiva del Derecho Penal, representada por Cesare
Lombroso, Rafael Garófalo y Enrico Ferri, justificados por haber comprobado la
inutilidad de los principios clásicos para la reforma del delincuente, la ineficiencia
de las penas para contener la delincuencia, el aumento de la criminalidad, de la
reincidencia y la delincuencia infantil y advirtiendo el peligroso contraste entre los
datos psiquiátricos y “las teorías místicas de la imputabilidad moral del hombre”,
plantearon una nueva corriente conformada de investigaciones antropológicas,
psiquicas, sociales y estadísticas que apartaron a la disciplina penal del carácter
especulativo que había tenido en la corriente Clásica convirtiéndola en una
disciplina experimental que formaba parte de las ciencias naturales o fenómeno-
lógicas.
Según explicaciones del profesor argentino Juan Ramos, la Escuela
Positiva del Derecho Penal evolucionó en tres etapas: La primera etapa
“Antropológica”, está representaba por Cesare Lombroso, y, dentro de ella, la
preocupación dominante es el estudio del delincuente en sus particularidades
anatómicas, o morfológicas. Pero, en tal época se ignoraba al Derecho Penal,
puesto que Lombroso era Médico y sentía por el Derecho “el desapego habitual de
quien no lo entiende”.
La segunda etapa “Jurídica” está representada por Rafael Garófalo quien,
como jurista y magistrado, se preocupó de injertar en el Derecho las teorías
anatómicas lombrosianas. La tercera se preocupó de hacer notar la influencia del
medio social sobre el delincuente apartándose ya de la tesis del “Delincuente
Nato” creada por Lombroso.
El notable jurisconsulto y remembrado profesor de nuestra Carolingia, don
Rafael Cuevas del Cid, al analizar las bases generales del Derecho Penal en la
Escuela Positiva, explica que mientras la Escuela Clásica había excluido al
delincuente de su construcción sistemática, la
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del Derecho Penal, iniciando así una nueva etapa en el estudio de nuestra ciencia
que podrían catalogarse como antecedentes del Derecho Penal contemporáneo,
que principia a perfilarse en los primeros años del siglo XX.
2. Fuentes formales
Se refiere al proceso de creación jurídica de las normas penales y a los órganos
donde se realiza el mencionado proceso legislativo que de acuerdo a la
organización política del Estado de Guatemala, corresponde al Congreso de la
República básicamente, con participación del Poder Ejecutivo, que en última
instancia ordena su publicación.
3. Fuentes directas
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Son aquellas que por sí mismas tienen la virtud suficiente para crear normas
jurídicas con carácter obligatorio, son aquellas de donde emana directamente el
Derecho Penal. La ley es la única fuente directa del Derecho Penal, por cuanto
que sólo ésta puede tener el privilegio y al virtud necesaria para crear figuras
delictivas y las penas o medidas de seguridad correspondientes. Las fuentes
directas suelen dividirse en fuentes de producción y fuentes de cognición del
Derecho Penal.
4. Fuentes indirectas
Son aquellas que sólo en forma indirecta pueden coadyuvar en la proyección
de nuevas normas jurídico penales, e incluso pueden ser útiles tanto en la
interpretación como en la sanción de la Ley Penal, pero no pueden ser fuente de
Derecho Penal, ya que por sí solas carecen de eficacia para obligar, entre ellas
tenemos: La costumbre, la jurisprudencia, la doctrina y los principios generales del
derecho.
a. La costumbre: Como fuente del Derecho General, no es más que
un conjunto de normas jurídicas, no escritas, impuestos por el uso.
Actualmente aceptar la costumbre como fuente de derecho punitivo,
sería entrar en franca
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Asúa
d) Ciencias de la Pesquisa
1. Criminalística
2. Policía Científica o Judicial
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1. Estadística Criminal
2. Medicina Forense o Legal
3. Psiquiatría Forense
Antropología Criminal:
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La Psicología Criminal:
La Psicología Criminal se ocupa del estudio del delito como un acto en el
estado normal del hombre entro de las regularidades de su vida psíquica, dejando
el estudio de lo anormal y de los anormales para el campo de la Psiquiatría.
Sociología Criminal
Fue creada por el Sociólogo Enrico Ferri durante la época de la Escuela
Positiva del Derecho Penal, a pesar de que Rousseau ya había hablado del factor
social sobre el crimen, y se ocupa del estudio del delito, la pena y la criminalidad
como un fenómeno puramente social. En principio Ferri planteó la desaparición
del Derecho Penal como una ciencia autónoma y propuso pasara a ser una rama
de la denominada “Sociología Criminal”; sin embargo eso no llegó a suceder; y
actualmente el Derecho Penal es una ciencia eminentemente normativa, mientras
la Sociología Criminal es una ciencia eminentemente causal- explicativa, que
tienen el mismo objeto de estudio desde distintos puntos de vista.
La Penología:
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El Derecho Penitenciario:
Es una ciencia jurídica compuesta por un conjunto de normas que tienden a
regular la aplicación de las penas y medidas de seguridad y velar por la vida del
reo dentro y muchas veces fuera de la prisión.
El Derecho Penal:
Es una ciencia eminentemente jurídica, que regula el deber ser de las
personas en la sociedad, y cuando se reduce al campo de la Dogmática Jurídica
Penal, no es más que la reconstrucción del Derecho Vigente con base científica,
desprovisto de su aspecto filosófico, histórico, crítico, etc.
La Política Criminal:
Basada en la Antropología Criminal, en la Sociología Criminal y en la
Ciencia Penitenciaria, la Política Criminal se encamina hacia su fin, que es la lucha
y prevención consciente contra el delito; ella debe ser la maestra y la guía del
legislador en la lucha contra el delito.
La Criminalística:
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Estadística Criminal:
Que es un método para las investigaciones sociológico-criminales, y sirve
para revelar la influencia de los factores externos, físicos y sociales, sobre el
aumento o disminución de la delincuencia.
La Psiquiatría Forense
Como auxiliar del Derecho Penal, al igual que la Psicología Forense, tiene
por objeto establecer el estado de salud mental del procesado o reo.
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UNESCO, Las Ciencias Sociales en al Enseñanza Superior, “Criminología”: 13.
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Prevención.
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LA LEY PENAL
La facultad de castigar que corresponde con exclusividad al Estado (Jus
Puniendi), se manifiesta para la aplicación a través de un conjunto de normas
jurídico-penales (Jus Poenale), que tienden a regular la conducta humana en una
sociedad jurídicamente organizada; ese conjunto de normas penales que tienen
un doble contenido: la descripción de una conducta antijurídica (delictiva) y, la
descripción de las consecuencias penales (penas y/o medidas de seguridad),
constituyen lo que denominamos la ley penal del Estado, y decimos del Estado,
porque la ley penal es patrimonio únicamente del poder público representado por
el Estado (como ente soberano), y a diferencia de otros derechos, sólo el Estado
produce Derecho Penal.
En nuestro país, la ley del Estado se manifiesta ordinariamente en el
Código Penal (Decreto 17-73 del Congreso de la República), y en otras leyes
penales de tipo especial.
El principio de legalidad
El principio de legalidad en materia penal, ha sufrido a lo largo del tiempo
transformaciones que caracteriza la más sólida garantía conferida a la libertad
individual dentro de un Estado de régimen democrático. Este principio está
expresamente proclamado en el Artículo 17 de la Constitución (No son punibles
las acciones u omisiones que no estén calificadas como delito o falta y penadas
por ley anterior a su perpetración).
Su primer sentido: nullum crimen nulla poema sine lege, deriva en el nullum
crimen nulla poema sine lege previa. En esta idea, ya se reconocen las ideas
garantistas del principio de retroactividad de la ley penal incriminadota y del de
retroactividad de la ley penal más benigna, siendo ambos fases, cuando no
efectos del principio de legalidad.
Con el desdoblamiento hacia el nullum crimen nulla poena sine lege stricta
se descarta la elección consuetudinaria de comportamientos
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penales típicos. No tardó en asomar un tercer principio: nullum crimen nulla poena
sine lege stricta, que prohibe el empleo de la analogía para crear figuras delictivas
o justificar, fundamentar o agravar las penas.
Más recientemente se ha desenvuelto por la doctrina la prohibición de
incriminaciones nuevas e indeterminadas a través del principio nullum crimen nula
poena sine lege certa o principio de taxatividad.
Con la actuación del principio de legalidad se busca impedir la actuación del
Estado de forma absoluta y arbitraria, reservándose al individuo una esfera de
defensa de su libertad cuya garantía inicial da la ley.
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Puig Peña, 1959: volumen I, 139.
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7
Palacios Motta, 1980: 99.
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Abrogar: Abolición total de una ley.
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Derogar: Abolición parcial de una ley.
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Los decretos leyes: Son disposiciones jurídicas que emanan con carácter
de leyes del Organismo Ejecutivo, cuando por cualquier razón no se
encuentra reunido o no existe el Congreso de la República. Estos decretos
leyes nacen regularmente en un estado de emergencia o en un gobierno de
facto.
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legislaciones penales como las de Rusia, Dinamarca, Rumania, Albania, China Popular, Corea del
Norte y Hungría.
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A primera vista.
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descrito por la ley principal, y por esa razón, la ley principal absorbe a la ley
subsidiaria.
4. Principio de consunción, absorción o exclusividad (Lex consumens
Derogat Legi Consumtae): Surge cuando un hecho previsto por la ley o
por una disposición legal está comprendido en el tipo descrito en otra, y
puesto que ésta es de más amplio alcance, se aplica con exclusión de la
primera. En este caso, el precepto de mayor amplitud comprende el hecho
previsto por otro de menor alcance, y en consecuencia debe prevalecer
para su aplicación el precepto más amplio.
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La extradición
Es el acto en virtud del cual el gobierno de un Estado entrega al de otro, un
sujeto a quien se le atribuye la comisión de un determinado delito, para someterlo
a la acción de los tribunales de justicia de éste.
Su importancia y naturaleza
La extradición, como una institución jurídico penal internacional, juega un
papel de primer orden por cuanto los países del mundo cada vez tienden a no
ejecutar las sentencias extranjeras, por un lado, y por
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Clases de extradición
1. Extradición activa: Se da cuando el gobierno de un Estado, solicita al otro,
la entrega de un delincuente (extradición propia).
2. Extradición pasiva: Se da cuando el gobierno de un Estado, mediante la
solicitud de otro, entrega a un delincuente para que sea juzgado en el país
requirente (extradición propia).
3. Extradición voluntaria: Se da cuando el delincuente voluntariamente se
entrega al gobierno del Estado que lo busca para someterse a la justicia
penal (extradición impropia).
4. Extradición espontánea: Se da cuando el gobierno del Estado donde se
encuentra el delincuente, lo entrega espontáneamente sin haber sido
requerido para ello con anterioridad.
5. Extradición en tránsito: No es más que el “permiso” que concede el
gobierno de un Estado para que uno o más delincuentes extraditados
pasen por su territorio, por lo que el Código de Bustamante lo considera
como un mero trámite administrativo (Art. 375)12
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El tránsito de la persona extraditada y de sus custodios por el territorio de un tercer Estado
contratante se permitirá mediante la exhibición del ejemplar original o de una copia auténtica del
documento que concede la extradición.
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Fuentes de extradición
a) Derecho interno: Dentro de este derecho, la extradición tiene su fuente en
los Códigos Penales (Art. 8) y en las leyes penales especiales.
b) Derecho internacional: Dentro de este derecho tenemos:
I. Los tratados de extradición: Constituyen la más importe fuente
ordinaria, que consiste en acuerdos o convenios que se llevan a cabo
entre los gobiernos de diferentes Estados, y por el cual se obligan
recíprocamente a entregarse determinados delincuentes previo a
cumplir ciertos trámites; y
II. Las declaraciones de reciprocidad: Generalmente surgen cuando
no existen tratados de extradición, en las cuales se conviene en que el
Estado demandante (de la extradición), se compromete con el
requerido conceder la extradición cuando exista un caso análogo.
Principios que rigen la extradición que son comunes a todos los tratados
1. La no entrega de nacionales (por razones de dignidad, salvo pacto de
reciprocidad).
2. La exclusión de faltas o contravenciones, es decir, sólo opera para los
delitos o crímenes.
3. La exclusión de los delitos políticos o comunes conexos.
4. La exclusión de delincuentes político-sociales.
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5. La exclusión de desertores.
6. La no aplicación de pena distinta al extraditado, de la que dice la ley penal
interna.
Los países que han celebrado tratados de extradición con Guatemala son los
siguientes: Bélgica, España, Estados Unidos, México y las Repúblicas
Centroamericanas.
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DEL DELITO
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por consiguiente, es muy posible que lo penado ayer como delito se considere hoy
como lícito y viceversa. Es pues, inútil buscar una noción del delito en sí.
Para tratar de establecer la naturaleza del delito es menester remontarnos a
los postulados de las dos más importantes Escuelas del Derecho Penal que han
existido, ya que siendo éstas el conjunto de doctrinas y principios que tienen por
objeto investigar, entre otras cosas, la naturaleza del delito y las condiciones que
influyen en su comisión, pueden orientarnos en un marco teórico conceptual para
ubicar de alguna forma la naturaleza del delito.
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objeto de la criminología mientras que el delito como norma y como acción punible
es objeto del Derecho Penal. La criminología estudia al criminal como un individuo
antisocial, el Derecho Penal estudia al crimen como delito; con este razonamiento
dejamos clara la independencia del Derecho Penal y la necesidad de su estudio,
aparte de las demás disciplinas que componen la Enciclopedia de las Ciencias
Penales, y como consecuencia entendemos que el delito no debemos estudiarlo
únicamente como un fenómeno natural o social resultante de la personalidad
humana, sino también como un fenómeno jurídico.
El planteamiento de la Escuela Clásica, basado sobre la construcción
carrariana que concibe el delito como un ente jurídico, producto de la relación de
contradicción, entre la conducta del hombre y la ley del Estado, plantea desde ya
una concepción netamente legalista, por cuanto circunscribe a la existencia de la
ley penal toda la dogmática del delito, intentado fijar, como muchas veces se ha
dicho el límite eterno de le ilicitud. Esta concepción ha sido drásticamente criticada
por no considerar los elementos que determinan y producen el hecho antijurídico
que son ajenos a la ley penal del Estado; sin embargo ante la imposibilidad de
encontrar una noción filosófica del delito, que sea satisfactoria y valedera para
todas las corrientes de pensamiento dentro del campo del Derecho Penal, es
recomendable tener presente la concepción de la Escuela Clásica, que si bien es
cierto, no constituye una noción filosófica, sí es esencialmente formal, ya que en
todas las legislaciones penales del mundo, el delito está supeditado a la ley; al
respecto el notable penalista español Pedro Dorado Montero sostiene que todos
los delitos son artificiales, la idea y la noción del delito viene de la ley, de modo
que, suprimida ésta, el delito quedaría suprimido.
En idéntica forma razona Eugenio Cuello Calón, cuando dice que
una noción verdadera del delito la suministra la ley al destacar la amenaza penal,
sin la ley que lo sancione no hay delito, por muy inmoral y socialmente dañosa
que sea una acción, si su ejecución no ha sido
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prohibida por la ley bajo la amenaza de una pena, no constituiría delito. Claro está
que el hecho de supeditar el delito a la ley, es reconocer el monopolio de la ley
para la creación de los delitos, con lo cual se está sellando el destino de la
concepción jurídica del delito, como bien lo plantea el extinto catedrático de
Derecho Penal de la Universidad Complutense de Madrid, José María Rodríguez
Devesa, al sostener que el principio de legalidad (Nullum Crimen, Sine Poena,
Sine Lege), predetermina todo el sistema posterior, ya que una vez admitido como
axioma inconcuso, que sin ley no hay delito, y que las conductas que quedan fuera
de la ley son impunes, sólo se pueden averiguar lo que el delito es, interrogando a
la misma ley, es decir, no queda otra posibilidad que la de un concepto legal. Claro
está, circunscribir el delito a los que castiga la ley no significa, ni puede significar
la renuncia a la crítica.
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“El delito es una acción típicamente antijurídica y culpable, a la que está señala
una pena.” José María Rodríguez Devesa.
“El delito es una acción típicamente antijurídica, culpable y adecuada a una figura
penal.” Sebastián Soler.
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Estado de necesidad
Legítimo ejercicio de un derecho
Causas de inculpabilidad
Miedo invencible
Fuerza exterior
Error
Obediencia debida
Omisión justificada
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Pluralidad de delitos
Pluralidad de delitos denomina la doctrina científica a lo que nuestra legislación
penal conoce como “Concurso de Delitos”, y surge cuando el mismo sujeto activo
ejecuta varios hechos delictuosos, de la misma o de diferente índole, en el mismo
o en distinto momento.
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Circunstancias modificativas
Las circunstancias modificativas son elementos accidentales nominados o
innominados dentro de la estructura del delito que influyen en la determinación de
la pena. Su carácter accidental implica que no
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la acción del sujeto activo, cuando esta conducta se ajusta a la descripción legal.
El bien jurídico tutelado o protegido es de vital importancia para la
constitución de las figuras delictivas, a tal extremo que no se puede concebir un
delito que no pretenda la protección de un bien jurídico, todos los delitos tienen un
interés jurídicamente protegido.
Desde otro punto de vista, el objeto jurídico protegido por la norma penal y
que resulta lesionado o puesto en peligro por el sujeto activo, sirve como elemento
directriz de ordenación de las figuras delictivas o tipos penales dentro de un
Código Penal sustantivo en su parte especial, tal es el caso de nuestro Código
Penal vigente en el cual las figuras delictivas están agrupadas atendiendo al bien
jurídico protegido, de la manera siguiente:
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Autoría
Del artículo 36 del Código Penal se desprende que el autor es quien ha
realizado el tipo de injusto definido en la ley como delito y cuando el hecho no se
hubiere consumado, es decir, cuando haya quedado en grado de tentativa, el
autor es quien ha realizado todos aquellos actos que suponen evidentemente un
principio de la ejecución del mismo.
Teorías
Objetivas: La teoría formal objetiva afirma que es autor quien realiza un
acto de ejecución, mientras que es cómplice quien realiza un acto
preparatorio.
Objetiva material: Considera también importancia el concepto material de
realización del tipo, la más importante es la del dominio del hecho.
Clases
1. Directa: El autor realiza personalmente el hecho.
2. Mediata: El autor se sirve de otro y otros, que son quienes lo realizan.
3. Coautoría: El dominio del hecho lo tienen diversas personas, que asumen
la responsabilidad de su realización.
4. Accesoria: Varias personas provocan un resultado típico,
independientemente unas de otras.
Actos preparatorios
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La participación puede ser: necesaria, propia, impropia.
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Complicidad
Cómplice es el que con su contribución no decide el sí y el cómo de la
realización del hecho, sino sólo favorece o facilita que se realice.
Actos de ejecución
Cuando se pasa a los actos de ejecución, los preparatorios quedan
absorbidos por éstos. Los actos de ejecución son la tentativa y la consumación.
Tentativa: Se tienen que dar los requisitos exigidos por el tipo respecto a
sujetos, objeto, etc., pero lo determinante es que no se hayan practicado todos los
actos de ejecución que debiera producir el delito.
Coautoría
Se caracteriza por la intervención igualitaria, más o menos, de dos o más
personas, todas como autores inmediatas, sin que sus conductas dependan de la
acción de un tercero, bien que realicen las mismas acciones, o bien que se dividan
las necesarias para la comisión del hecho.
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La Acción
La acción es todo comportamiento derivado de la voluntad, y la voluntad
implica siempre una finalidad. El contenido de la voluntad es siempre algo que se
quiere alcanzar, es decir, un fin; la acción es siempre el ejercicio de una voluntad
final.
La dirección final de la acción se realiza en dos fases, una intern ay otra
externa; ambas fases de la acción es lo que se ha conocido como “iter criminis”,
es decir, el camino del crimen hasta su realización final.
a) Fase interna: Ésta ocurre siempre en la esfera del pensamiento del autor,
en donde se propone la realización de un fin. Para llevar a cabo el fin
selecciona los medios necesarios; la selección sólo ocurre a partir de la
finalidad; cuando el autor está seguro de lo que quiere decide resolver el
problema como lo quiere.
b) Fase externa: Después de la realización interna del autor realiza la
actividad en el mundo externo, ahí pone en marcha conforme a su fin sus
actividades, su proceso de ejecución del acto.
Teorías de la acción
La teoría de la causalidad se subdivide fundamentalmente en dos grandes
corrientes: la de la equivalencia de las condiciones y la de la causalidad
adecuada. La equivalencia obedece a una acción ciega (causa causae est causa
causati) y se le considera sin interferencia alguna de nociones valorativas o
subjetivas.
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Ausencia de acción
Cuando la voluntad falta, no hay acción penalmente relevante, como en los
siguientes casos:
a) Fuerza irresistible: Nuestro código vigente14 indica que la fuerza irresistible
es una causa de inculpabilidad; o sea que este caso lo toma como ausencia
de voluntad, cuando en realidad lo que hay, es que para el Derecho Penal
no tiene ninguna importancia la acción realizada, y en consecuencia no es
válido el examen de la
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Que sigue la teoría causalista.
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Formas de la acción
a) La acción y el resultado: Al realizarse una acción penalmente relevante,
generalmente se modifica una situación en el mundo exterior. Así la acción
como manifestación de la voluntad, produce siempre un resultado en el
mundo externo. Cuando el resultado no se produce, a pesar de la voluntad
y los medios puestos en ello, se da solamente la tentativa. La distinción
entre acción y resultado tiene gran importancia; la acción es simple
manifestación e la voluntad, resultado, es la consecuencia externa derivada
de la manifestación de la voluntad. En los delitos de acción, o simple
actividad no tiene importancia la relación de causalidad, pero en los de
resultado sí.
b) La imputación objetiva: En los delitos de resultado siempre hay una
relación de causalidad entre acción y resultado, es decir, una relación que
permite, en el ámbito objetivo, la imputación del resultado producido al autor
de la conducta que lo causa. O sea que la relación entre acción y
resultado se denomina imputación
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objetiva del resultado. Tiene que haber una relación de causalidad en los
delitos de resultado que permita la imputación del autor. La relación de
causalidad entre acción y resultado es la imputación objetiva; y es el
presupuesto mínimo para exigir responsabilidad, por eso es un elemento
del tipo, especialmente de resultado.
c) Teorías sobre la relación de causalidad: Para resolver los problemas de
la causalidad hay muchas teorías. Las dos mas importantes son:
a. Equivalencia de condiciones. Todas las condiciones de un
resultado son equivalentes.
b. Adecuación. Sólo es condición aquella generalmente
adecuada para producir el resultado.
La Omisión
En general, el ordenamiento jurídico ordena en las normas penales, que los
ciudadanos se abstengan, sin embargo, hay algunas normas que ordenan
acciones, y la omisión de las mismas pueden producir resultados. Es decir, el
ordenamiento penal, sanciona en algunos casos, la omisión de algunas acciones
determinadas. El autor de una omisión, debe estar en condiciones de realizarla;
esto es, la omisión no es un simple no hacer nada, como en el caso del paralítico
que no ayuda a alguien que se ahoga.
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puede dirigir los distintos actos de su actividad de tal modo que oriente al
acontecer causal exterior a un fin y así loase finalmente. Actividad final es un obrar
orientado conscientemente a un fin, mientras que el saber causal no está dirigido
desde el fin, sino que resulta de los componentes causales de cada caso.
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El Iter Criminis
En Derecho Penal se conoce con el nombre de “Iter Criminis” a la vida del
delito desde que nace en la mente de su autor hasta la consumación. El Iter
Criminis o camino del crimen que se traduce en el “vía crucis” del delincuente, está
constituido por una serie de etapas desde que se concibe la idea de cometer el
delito hasta que el criminal logra conseguir lo que se ha propuesto, dichas etapas
pueden tener o no repercusión jurídica penal.
Fase interna
Está conformada por las llamadas “voliciones criminales” que no son más que
las ideas delictivas nacidas en la mente del sujeto activo, que mientras no se
manifiesten o exterioricen de manera objetiva, no implican responsabilidad
penal, ya que la mera resolución de delinquir no constituye nunca un delito. La
primera etapa del iter
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Si se tratare de la concurrencia de varias acciones, deberá entenderse que se refiere a la que,
esencialmente o en última instancia haya sido causa directa del resultado [Hurtado Aguilar, 1974:
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La plena determinación del lugar de comisión del delito juega un papel muy importante en cuanto
a la delimitación de la competencia de los tribunales de justicia para juzgar los delitos cometidos.
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La Tipicidad en el Delito
La tipicidad es la encuadrabilidad o adecuación de la conducta humana a la
descripción abstracta que contiene una norma penal.
Naturaleza y función
Respecto a su naturaleza, tradicionalmente se ha aceptado en toda la
doctrina dominante, que la tipicidad es un elemento positivo del delito.
Con respecto a su función, la tipicidad siempre ha sido un requisito formal
previo a la antijuricidad, es decir que, para que una conducta humana pueda ser
considerada como antijurídica en el Derecho Penal sustantivo, ésta tiene que ser
típica, lo cual quiere decir que sin la tipicidad la antijuricidad penal no existe. Pero
la tipicidad si puede existir aún sin antijuricidad, cuando en la comisión del hecho
delictivo ha imperado una causa que legalmente lo justifique, como en el caso de
la legítima defensa, el estado de necesidad y el legítimo ejercicio de un derecho.
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No confundir con el desistimiento procesal.
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Tipicidad y tipo
Los tipos penales tienen prevista la forma general en que un
comportamiento puede estar sujeto a una sanción penal. La tipicidad es la
adecuación de un hecho cometido, a la descripción que de ese hecho en la ley
penal. El tipo es un concepto, describe una conducta prohibida que lleva a la
imposición de una pena. Tipicidad es cualidad, es atribuir a un comportamiento
determinado tipo, subsumirlo en el supuesto de la norma penal.
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Clases de Tipos
Tipos activos dolosos (aspecto objetivo)
Conforme el concepto completo del tipo, el tipo doloso tiene dos aspectos,
uno objetivo y uno subjetivo.
Toda conducta tiene una manifestación en el mundo físico. Al individualizar
una conducta, el legislador a veces se vale del requerimiento de un resultado
(causar la muerte), pero a veces se limita a describir la conducta, advirtiendo que
el resultado sea cualquiera con tal que afecto el bien jurídico (prevaricato).
La causalidad debe admitirse en el tipo, con un punto de vista realista. La
relevancia penal de la causalidad se halla limitada, dentro de la misma teoría del
tipo, por el tipo subjetivo, es decir, por el querer del resultado.
Hay tipos que solo pueden ser cometidos por una persona, unisujetivos
(aborto propio). Otros que deben ser cometidos necesariamente por varios,
plurisubjetivos. Hay tipos que individualizan acciones que pueden cometerse en
cualquier contexto circunstancial, así aluden a circunstancias de tiempo (traición),
lugar (allanamiento), modo (ensañamiento), etc.
Hay tipos penales que no solo contienen elementos descriptivos, sino
también normativos, es decir, aquellos para cuya precisión se hace necesario
acudir a una valoración ética o jurídica.
Tipos activos dolosos (aspecto subjetivo)
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Hay tipos subjetivos que se agotan en el dolo y otros que reconocen otros
elementos. Todos los tipos dolosos exigen que haya una cierta congruencia entre
sus aspectos objetivo y subjetivo. Hay tipos doloso que requiere únicamente que
su aspecto subjetivo contenga el querer la realización del tipo objetivo, el homicidio
solo requiere que el autor quiera la muerte de un hombre.
Dolo
El dolo es el querer del resultado típico. La voluntad realizadora
del tipo objetivo. Dolo es una voluntad determinada que presupone un conocimiento
determinado.
El delito es doloso, cuando el resultado ha sido previsto o cuando, sin
perseguir ese resultado, el autor se lo representa como posible y ejecuta el acto.
Aspecto cognoscitivo
El dolo requiere conocimiento efectivo, la sola posibilidad de conocimiento
no pertenece al dolo. El querer matar a un hombre, dolo del tipo de homicidio, no
se integra con la posibilidad de conocer que se causa la muerte, sino con el
efectivo conocimiento de que se causa, sin ese conocimiento no puede hablarse
de voluntad homicida. El dolo requiere siempre cierto grado de actualización del
conocimiento.
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Clases de dolo
En el dolo directo el sujeto quiere realizar precisamente el resultado
prohibido en el tipo. El autor quería matar y mata (dolo en primer grado). También
existe el dolo en que el autor no quiere una de las consecuencias pero la admite
como unidad al resultado final; es decir, prevé una consecuencia accesoria, la
acepta como necesaria y la incluye en su voluntad (dolo de segundo grado).
También se conoce el dolo eventual que consiste en que el sujeto se
representa el resultado como probable producción.
El delito imprudente
“El delito es culposo, con ocasión de acciones u omisiones lícitas, se causa una
mal por imprudencia, negligencia o impericia” (Art. 12 CP).20
Componentes del tipo de injusto del delito imprudente:
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El delito imprudente apareció como delito culposo en la época del derecho canónico. Durante el
derecho romano la culpa solo existió en materia civil.
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La Preterintencionalidad
Una tercera fuente de imputación, distinta a la dolosa y a la imprudente, es
la responsabilidad por el resultado que nuestra legislación denomina
preterintencionalidad y que puede definirse como la circunstancia atenuante
consistente en que el resultado del hecho delictivo es más grave que el querido
por el delincuente.. Su origen se encuentra en el principio versari in re illicita que
procede del derecho canónico medieval; conforme a tal principio se confería
responsabilidad al autor de un hecho aunque el resultado del mismo fuera
totalmente alejado de la finalidad que perseguía.
La Antijuricidad en el Delito
Básicamente puede definirse la antijuridicidad desde tres puntos de vista:
Tomando en cuenta su aspecto formal
Tomando en cuenta su aspecto material
Tomando en cuenta la valoración (positiva) o desvaloración
(negativa) que se hace de su aspecto formal o material
Desde el punto de vista formal se dice que antijuridicidad “es la relación de
oposición entre la conducta humana y la norma penal” o bien “la contradicción
entre una conducta concreta y un concreto orden jurídico establecido previamente
por el Estado”.
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Desde el punto de vista material se dice que es “la acción que encierra una
conducta antisocial que tiende a lesionar o a poner en peligro un bien jurídico
tutelado por el Estado”.
El tercer punto de vista sostiene (en sentido positivo) que es un juicio de
valor por el cual se declara que la conducta no es aquella que el derecho
demanda; y en sentido contrario (negativo) es un juicio desvalorativo que un juez
penal hace sobre una acción típica, en la medida en que ésta lesiona o pone en
peligro, sin que exista una causa de justificación, el interés o bien jurídicamente
tutelado.
Naturaleza de su función
Plantear la naturalaza de la función de la antijuricidad desde el punto de
vista formal en virtud de que la antijuricidad formal es consecuencia del principio
de legalidad, supone que donde aquel rija, la determinación de lo antijurídico se
estará basando en la antijuridicidad formal y solo podrá hacerlo sobre la material,
cuando no exista principio de legalidad, lo que viene a significar que para
determinar si una conducta es penalmente antijurídica, habrá necesariamente que
indagar en la ley penal.
La Culpabilidad en el Delito
Para la imposición de una pena no es suficiente que el hecho constituya un
injusto típico; esto es que sea típico y antijurídico. Es necesaria la presencia de
una tercera categoría, que debe encontrare en todo hecho delictivo, que es la
culpabilidad. La culpabilidad es la conciencia de la antijuricidad de la conducta, es
decir, supone la reprochabilidad del hecho ya calificado como típico y antijurídico,
fundada en el desacato del autor frente al derecho por medio de su conducta,
mediante la cual menoscaba la confianza general en la vigencia de las normas.
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Elementos de la culpabilidad
1. Imputabilidad o capacidad de culpabilidad: Capacidad de ser sujeto del
Derecho Penal, esto es, madurez tanto física como psíquica para poder
motivarse conforme la norma penal; sin ellas no puede hablarse de
culpabilidad.
2. Conocimiento de la antijuridicidad: Si el individuo puede conocer aunque
sea a grandes rasgos el contenido de las prohibiciones, el individuo
imputable puede motivarse. Si el sujeto no sabe que su hacer está
prohibido, tampoco puede motivarse conforme a la norma.
3. Le exigibilidad de un comportamiento distinto: Hay ciertos ámbitos de
exigencia fuera de los cuales no puede exigirse responsabilidad alguna.
La Imputabilidad en el Delito
Es imputable todo aquel que posea al tiempo de la acción las condiciones
psíquicas exigidas, abstractas e indeterminadamente, por la ley; para poder
desarrollar su conducta socialmente, todo el que sea apto e idóneo jurídicamente
para obserar una conducta que responsa a las exigencias de la vida en sociedad.
Naturaleza de su función
Actualmente podríamos decir que ha reinado la teoría de la voluntad, por
cuanto los penalistas modernos han decidido rechazar el antiguo problema del
libre albedrío y el determinismo, por considerar que dicho problema no pertenece
al campo jurídico, sino al campo moral y religioso. Aseguran que en el Derecho
Penal no hay por qué discutir, si la conducta humana actúa libremente o está
predeterminada, basta con que la conducta humana sea voluntaria, es decir, que
para que un sujeto sea responsable penalmente, basta que haya ejecutado el
delito con voluntad, consciente y libre; esta concepción no investiga si la voluntad
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La Punibilidad en el Delito
En la doctrina existen dos corrientes con respecto a la punibilidad, una que
la considera como elemento del delito y otra que la considera como consecuencia
del mismo:
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ilícito del hecho o de determinarse de acuerdo con esa comprensión, salvo que el
trastorno mental transitorio, haya sido buscado de propósito por el agente.
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sujeto tenga que saber y querer hacer lo que hace (dolo), o que de no
haberlo sabido y querido, hubiera tenido al menos la posibilidad de prever
el carácter típicamente antijurídico de la acción por él realizada (culpa).
4. Obediencia debida: Esta se materializa en el marco de la relación de
dependencia que puede dar en muchos ámbitos, sin embargo para que la
obediencia se considere debida debe reunir los siguientes requisitos:
o Que haya subordinación jerárquica entre quien ordena y quien
ejecuta el acto.
o Que la orden se dicte dentro del ámbito de las atribuciones de quien
la emite y esté revestida de las formalidades legales.
o Que la ilegalidad del acto no sea manifiesta.
5. Omisión justificada: Cuando el sujeto se encuentra materialmente
imposibilitado para hacerlo, queda exento de responsabilidad penal por una
causa de inculpabilidad.
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La pena
Etimológicamente al término “pena” se le han atribuido varios significados
en la historia del Derecho Penal, así se dice que la misma se deriva del vocablo
Pondos que quiere decir peso, otros consideran que se deriva del sánscrito
Punya, que significa pureza o virtud (valores espirituale que debía alcanzar el
delincuente a través del sufrimiento por
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el delito cometido); algunos otros creen que se origina del griego Ponos que
significa trabajo o fatica; y por último se considera que proviene de la palabra
latina Poena que significa castigo o suplicio.
Definición
Es una consecuencia eminentemente jurídica y debidamente establecida en
la ley, que consiste en la privación o restricción de bienes jurídicos, que impone un
órgano jurisdiccional en nombre del Estado, al responsable de un ilícito penal.
Características de la pena
1. Es un castigo: Partiendo de la idea de que la pena se convierte en un
sufrimiento para el condenado al sentir la privación o restricción de sus
bienes jurídicos (su vida, su libertad, su patrimonio), sufrimiento éste que
puede ser físico, o moral o espiritual, aunque filosóficamente se diga que es
un bien para él y la sociedad.
2. Es de naturaleza pública: Debido a que solamente al Estado corresponde
la imposición y la ejecución de la pena, nadie más puede arrogarse ese
derecho producto de la soberanía del Estado.
3. Es una consecuencia jurídica: Toda vez que para ser legal, debe estar
previamente determinada en la ley penal y sólo la puede imponer un órgano
jurisdiccional competente al responsable de un ilícito penal y a través de un
debido proceso. Las correcciones públicas o privadas, en atención a sus
fines particulares, no pueden constituir sanciones penales, es decir, no
pueden reputarse como penas.
4. Debe ser personal: Quiere decir que solamente debe sufrirla un sujeto
determinado; solamente debe recaer sobre el condenado, en el entendido
que nadie puede ser castigado por hechos delictivos de otros; la
responsabilidad penal no se hereda.
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5. Debe ser determinada: Toda pena debe estar determinada en la ley penal
y el condenado no debe sufrir más de la pena impuesta que debe ser
limitada.
6. Debe ser proporcionada: Si la pena es la reprobación a una conducta
antijurídica, ésta debe ser en proporción a la naturaleza y a la gravedad del
delito, atendiendo indiscutiblemente a los caracteres de la personalidad del
delincuente, valorados objetiva y subjetivamente por el juzgador en el
momento de dictar la sentencia condenatoria.
7. Debe ser flexible: En el entendido que debe ser proporcionada, y poder
graduarse entre un mínimo y un máximo, esto requiere indiscutiblemente
una capacidad científica en los juzgados penales.
8. Debe ser ética y moral: Significa esto que la pena debe estar encaminada
a hacer el bien para el delincuente; si bien es cierto que debe causar el
efecto de una retribución, no debe convertirse en una pura venganza del
Estado en nombre de la sociedad, porque no es concebible que a la
antijuridicidad del delito, el Estado responda con la inmoralidad de la pena;
debe tender a reeducar, a reformar o rehabilitar al delincuente.
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La punibilidad
Es la conminación de privación o restricción de bienes del autor del delito,
formulada por el legislador para la prevención general, y determinada
cualitativamente por la clase de bien tutelado y cuantitativamente por la magnitud
del bien y del ataque a éste. Es decir que la punibilidad es la abstracta descripción
de la pena que plasma como una amenaza de prevención general, el legislador en
la ley penal.
La punición
Es la fijación de la particular y concreta privación o restricción de bienes al
autor del delito, realizada por el juez para reafirmar la prevención general y
determinada cuantitativamente por la magnitud de la culpabilidad. La punición es
la medida de punibilidad impuesta por el juez a quien considere culpable de un
delito o, en otros términos, es la imposición judicial de una pena.
La pena
Es la real privación o restricción de bienes del autor del delito, que lleva a
cabo el órgano judicial para la prevención especial, determinada en su máximo por
la culpabilidad y en su mínimo por la repersonalización.
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3. Atendiendo a su magnitud
a. Penas fijas o rígidas: Son aquellas que se encuentran muy bien
determinadas en forma precisa e invariable en la ley penal, de tal
manera que el juzgador no tiene ninguna
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1. Penas principales
a. La pena de muerte: Tiene carácter extraordinario en nuestro país, y
sólo se aplicará en los casos expresamente
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El Código Penal anterior en nuestro país (1936) contenía este tipo de penas.
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2. Penas accesorias
a. La inhabilitación absoluta: Según nuestra legislación penal,
consiste en la pérdida o suspensión de los derechos políticos, la
pérdida del empleo o cargo público que el penado ejercía, aunque
proviniere de elección popular; incapacidad para obtener cargos,
empleos o comisiones públicos, la privación del derecho de elegir y
ser electo, y la incapacidad de ejercer la patria potestad y de ser
tutor o protutor.
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Los delitos que tienen señalada la pena capital como sanción en nuestra legislación penal son:
el parricidio, el asesinato, la violación calificada, el plagio o secuestro y el magnicidio (Art. 131,
132, 132bis, 175, 201 u 383 CP; y el caso de muerte en la ley contra la narcoactividad).
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3. La conmuta
No es precisamente una pena, sino más bien un beneficio que se otorga al
condenado, por medio de la cual la pena de prisión, cuando ésta no exceda
de cinco años, y la pena de arresto en todos los casos; se puede trocar 24
por pena de multa.
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Cambiar.
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Artículo 86 del Código Penal.
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Clasificación legal
a) El internamiento en establecimiento psiquiátrico.
b) El internamiento en granja agrícola, centro industrial u otra
análogo.
c) El internamiento en establecimiento educativo o de
tratamiento especial.
d) La libertad vigilada.
e) La prohibición de residir en lugar determinado.
f) La prohibición de concurrir a determinados lugares.
g) La caución de buena conducta.
Sustitutivos Penales
Son medios que utiliza el Estado, a través de los órganos jurisdiccionales,
encaminados a sustituir la pena de prisión, atendiendo a una política criminal con
el fin de resocializar al delincuente, dándole la oportunidad de reintegrarse a la
sociedad y que no vuelva a delinquir.
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Amnistía:
El olvido de los delitos políticos, otorgados por la ley, ordinariamente a
cuantos reos tengan responsabilidad análoga entre sí. Corresponde al Congreso
de la República.
El indulto:
Es una gracia concedida tradicionalmente al jefe del ejecutivo para redimir o
condonar una pena principal. Esta facultad le fue cancelada al Ejecutivo.
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Queda a salvo el derecho de la persona a repetir contra quien corresponda.