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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL


CUSCO
FACULTAD DE ARQUITECTURA E INGENIERIA CIVIL
ESCUELA PROFECIONAL DE ING. CIVIL

ELOCUCION Y REDACCION CASTELLANA

DOCENTE : payne mora, Darwin efrain


ALUMNOS : ortega claros, yosimar
CODIGO : 131443
SEMESTRE : 2016-I

CUSCO – PERU
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PRESENTACION

El presente trabajo se centra en el relato del mundial de futbol de 1950. Por un lado, las
consecuencias del a que fatídico final llamado maracanazo. A lo largo del campeonato
mundial, Brasil era favorito y según muchos ya campeón de dicho mundial.
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INTROCCION

El mundial de futbol es un evento que reúnee un total de 84 años de historia del llamado
"deporte rey" el cual es indiscutible mente es el centro de atención de millones de fanáticos a
nivel mundial. Es la competición más importante de este deporte, llevándose a cabo cada
cuatro años y la sede es un país distinto en cada ocasión. Más de 160 selecciones nacionales
compiten en torneos clasificatorios regionales durante un período de 2 años, pero solo 32 de
estos seleccionados consiguen ser partícipes del evento principal.

El primer mundial se realizo en Uruguay en 1930 y tuvo como ganador al equipo Uruguayo
frente al seleccionado de Argentina con un total de 4 goles a 2. En él el segundo mundial de
Italia 1934 la victoria la obtuvo Italia en el tiempo suplementario con un total de 1-0 al
seleccionado de checoslovaquia... Así los mundiales se vienen realizando a lo largo de los años.

Tenemos así el Mundial de Brasil 1950 uno de los más recordados para muchos aficionados de
este deporte ya que se produjo el famoso "Maracanazo" con un triunfo de Uruguay frente a
Brasil 2-1.
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Copa Mundial de Fútbol de 1950

La Copa Mundial de Fútbol de 1950 fue la cuarta edición del campeonato mundial de fútbol
masculino organizado por la FIFA. Se celebró en Brasil desde el 24 de junio hasta el 16 de julio
de 1950.

La FIFA recuperó la Copa Mundial después de que las ediciones previstas para 1942 y 1946
quedasen suspendidas por la Segunda Guerra Mundial. En homenaje a los 25 años de
presidencia de Jules Rimet, el trofeo de campeones fue renombrado «Copa Jules Rimet». Las
sucesivas retiradas provocaron que solo participasen 13 países: 6 europeos y 7 americanos.
Destacaron especialmente el regreso de Uruguay, ausente en los dos últimos torneos, y el
debut de Inglaterraluego de que las federaciones británicas reingresasen en la FIFA.

Debido a su formato de competición, usado sólo en esta edición, la Copa Mundial de 1950 fue
la única en la que no se celebró una final. En la fase preliminar, los 13 participantes se dividían
en cuatro grupos para enfrentarse todos contra todos en una vez. Los campeones de cada
grupo (Brasil, España, Suecia y Uruguay) pasaron a una liguilla de cuatro bajo el mismo
sistema, de la que saldría el campeón.

La Copa Mundial de 1950 es especialmente recordada por el «Maracanazo», nombre por el


que se conoce a la victoria deUruguay sobre Brasil en la última jornada.2 A los brasileños les
bastaba con un empate gracias a sus cómodas victorias contra españoles y escandinavos,
mientras que a los charrúas solo les valía ganar. Sin embargo, saltó la sorpresa. A pesar de que
Friaça adelantó a los locales, los visitantes remontaron gracias a sendos tantos de Schiaffino y
Ghiggia.3 Con el marcador final de 1–2, Uruguay ganó su segunda Copa Mundial e igualó a
Italia en el palmarés.

Elección del país anfitrión

La Segunda Guerra Mundial provocó la suspensión de la Copa Mundial de 1942, para la que
habían presentado candidatura la Alemania Nazi,Argentina y Brasil. La decisión de quién la
albergaría estaba prevista en un congreso de la FIFA a celebrar en junio de 1938, pero su
presidente Jules Rimet lo postergó a 1940. El estallido del conflicto un año antes hizo que todo
quedase en suspenso, sin saber cuándo se volvería a retomar.

Cuando la guerra terminó en 1945, la FIFA quería reanudar la Copa Mundial tan pronto como
fuera posible y programó un congreso para el año siguiente en Luxemburgo. Allí se planteó
que Suiza acogiese la cuarta edición, prevista en principio para 1949, al ser una economía
boyante. Esta propuesta no era posible a corto plazo porque el país helvético no contaba con
estadios suficientes para un evento internacional.

Brasil dio un paso al frente para solucionar la falta de sedes y presentó un proyecto muy
parecido al de 1942. Su presidente, Getúlio Vargas, se garantizó el apoyo del líder argentino
Juan Domingo Perón siempre y cuando el siguiente evento en América fuese organizado por el
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país andino. Además, propusieron que la Copa Mundial se celebrase en 1950 para garantizar el
mayor número posible de participantes. El 25 de julio de 1946, los dirigentes de la FIFA
eligieron por unanimidad las únicas candidaturas presentadas: Brasil para la edición de 1950 y
Suiza para la de 1954.

También se aprobó que el trofeo fuese renombrado «Copa Jules Rimet», en homenaje a sus 25
años de presidencia, y el reingreso en la FIFA de las cuatro federaciones británicas.

Equipos participantes

En total, se inscribieron 34 selecciones a la fase de clasificación para 16 plazas. Los campeones


de la última edición (Italia) y el anfitrión (Brasil) clasificaron automáticamente, por lo que
quedaron en juego 14 cupos directos. Previamente la FIFA había decretado que Alemania y
Japón no podían jugar por su papel en la Segunda Guerra Mundial comopotencias del Eje. En
cambio, Italia sí fue admitida gracias a su dirigente Ottorino Barassi, presidente de la
Federación Italiana, quien había custodiado el trofeo de la Copa durante el conflicto y la Unión
Soviética no quiso tomar parte.

En Sudamérica, sorprendió la baja de Argentina aduciendo discrepancias entre la Asociación


del Fútbol Argentino y la Confederación Brasileña de Deportes. Las beneficiadas por su salida
fueron Bolivia y Chile, rivales de grupo. Del mismo modo, Uruguay y Paraguay regresaban
luego de dos ediciones ausentes por las salidas de Perú y Ecuador.Colombia fue expulsada de
la FIFA en 1949 bajo la acusación de mantener una liga pirata.

Las cuatro asociaciones del Reino Unido —Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte—
jugaron por primera vez la fase clasificatoria luego de su reingreso en la FIFA. En este caso, se
permitió que la edición 1949/50 de su campeonato propio, el British Home Championship,
sirviese como grupo clasificatorio con dos plazas directas. Inglaterra y Escocia llegaron a la
última jornada con las dos primeras plazas aseguradas, aunque la federación escocesa había
prometido antes del torneo que sólo viajaría a Brasil si eran campeones. Al no darse esa
situación, Inglaterra fue el representante británico y único debutante.

En el resto de Europa, varios países abandonaron la ronda previa por motivos económicos,
poco favorables al gasto que suponía el desplazamiento en plena posguerra España, Italia,
Suecia, Suiza y Yugoslavia consiguieron el pase sin problemas, pero Turquía, campeona del
grupo 2, se ausentó al alegar «dificultades insalvables». Para cubrir las bajas de Escocia y
Turquía, el comité organizador cursó sendas invitaciones a Portugal y Francia. Los portugueses
la rechazaron porque creían que debían haberla ganado en el terreno de juego, para disgusto
de la comunidad lusitana en Brasil, mientras que los galos aceptaron en primera instancia y
después renunciaron por razones económicas.

Las dos plazas de Norteamérica fueron para Estados Unidos y México. En cuanto a Asia, la India
se benefició de la retirada de Birmania, Filipinas e Indonesia, pero no pudo viajar a Brasil por
razones económicas. Si bien existe la leyenda de que la retirada se produjo porque la FIFA no
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les permitía jugar al fútbol descalzos, algo entonces común en ese país, se ha demostrado que
era falsa; la Federación de Fútbol de la India no podía asumir el coste.

Al final, de las 16 clasificadas, solo participaron 13 selecciones: 6 europeas y 7 americanas. En


cursiva, los debutantes:

Equipos participantes

Equipos participantes
Estados
Bolivia México Suiza
Unidos
Brasil Inglaterra Paraguay Uruguay
Chile Italia Suecia Yugoslavia
España

Organización

La FIFA estableció un comité organizador compuesto por cinco personas: el brasileño Sotero
Cosme (secretario de la Confederación Brasileña de Deportes), el inglés Stanley Rous, el
neerlandés Karel Lotsy, el francés Henri Delaunay y el alemán Ivo Schricker. Delaunay
terminaría abandonando el comité en protesta por el formato de competición elegido.

La primera decisión que se tomó fue establecer dorsales de identificación para los jugadores,
del 1 al 11 y comenzando obligatoriamente por el portero. Si bien era novedoso en el
campeonato mundial, la numeración se estaba utilizando en la liga brasileña desde la década
de 1940. Los dorsales fijos para cada jugador no llegarían hasta Suiza 1954.

Formato de competición

La FIFA aceptó cambiar todo el formato de competición en 1947 a petición de Brasil. En vez de
jugar una fase eliminatoria como en las dos últimas ediciones, los 16 participantes previstos se
dividirían en cuatro grupos de cuatro equipos cada uno. En cada uno se enfrentan una vez
entre sí, por el sistema de todos contra todos, y solo pasará ronda el campeón de grupo.

La novedad llegó en la fase final. Por primera y única vez en la Copa Mundial, se celebraría una
liguilla entre los cuatro campeones de grupos, a todos contra todos en tres jornadas. La última
parte de la propuesta dividió al comité organizador, pero los brasileños les convencieron de
que aumentaría tanto la emoción como la recaudación. La edición de 1950 fue, por lo tanto, la
única de la historia en la que no se celebró una final, si bien el Uruguay contra Brasil de la
última jornada terminó siendo el partido decisivo.
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Un año más tarde, en el congreso de Londres, la FIFA decidió hacer el sorteo de los grupos
antes de que se jugaran las clasificatorias. Esta medida terminó siendo un quebradero de
cabeza porque varias selecciones se retiraron antes de la inauguración. La FIFA fue incapaz de
cubrir sus huecos, y al final los 13 participantes se dividieron de la siguiente forma: dos grupos
de 4, uno de 3 y el último con sólo 2.

Los grupos del campeonato quedaron de la siguiente forma (los cupos vacantes de los grupos C
y D pertenecían a las selecciones que se retiraron):

Grupo A Grupo B Grupo C Grupo D


Brasil Inglaterra Italia Uruguay
Yugoslavia España Suecia Bolivia

Suiza Chile Paraguay


Estados
México
Unidos

Sedes

El comité organizador estableció seis sedes. En la capital Río de Janeiro se construyó el estadio
Maracaná, que en aquella época presentaba el mayor aforo de la historia, 183.000
espectadores en sus gradas. Eso suponían 50.000 localidades más que Hampden Park
(Glasgow, Escocia) y cinco veces más aforo que el siguiente estadio local, São Januário. El
gobierno carioca planteó una obra de tal magnitud para demostrar el potencial económico de
Brasil a nivel internacional. Fue un periodista deportivo, Mário Filho, quien convenció a la
opinión pública de que el nuevo recinto debía levantarse en el barrio de Maracaná. Las obras
no comenzaron hasta el 2 de agosto de 1948, con menos de dos años de plazo, y se emplearon
10.000 obreros. Maracaná fue finalmente abierto el 16 de junio de 1950, una semana antes del
inicio de competición, a pesar de que algunas partes aún no estaban acabadas. La inauguración
oficial llegó el 24 de junio, en el primer partido de Brasil.

La segunda sede más importante fue São Paulo, ciudad más poblada del país y centro
financiero. El estadio Pacaembú, abierto en 1940, vio duplicado su aforo hasta los 60.000
espectadores para ser subsede de la fase final. Las restantes estuvieron condicionadas por la
presión de los gobiernos estatales al comité organizador, que tuvo que ampliar el número de
sedes. Los estados de Paraná, Río Grande del Sur y Minas Gerais consiguieron que sus
capitales, Curitiba, Porto Alegre yBelo Horizonte, fuesen aceptadas. Del mismo modo, la
norteña Recife (Pernambuco) lo logró a pesar de su lejanía del resto. En ningún caso esas
cuatro ciudades albergaron más de tres partidos.
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Ciudad Estadio Capacidad


Belo
Estádio Independência 25.000
Horizonte
Estádio Durival de Britto
Curitiba 12.000
e Silva
Porto Alegre Estádio Eucaliptos 7.000
Recife Estádio Ilha do Retiro 60.000
Río de Janeiro Estádio Maracaná 200.000
São Paulo Estádio do Pacaembu 45.000

Balón

El balón del torneo fue una «Superball Duplo T» de fabricación brasileña, siendo la primera vez
que se utilizaba un balón sin tiento.

Se atribuye su invento a los argentinos Luis Polo, Antonio Tossolini y Juan Valbonesi, y
formaban parte del fútbol sudamericano desde ladécada de 1940. La «Superball» brasileña
perfeccionaba el modelo original: era un balón de 12 paneles, con costura y pico invisibles, que
se podía inflar con una válvula.

Los árbitros

La FIFA anunció una lista de 27 árbitros y asistentes, procedentes de Europa y América. De los
14 que dirigieron al menos un partido (en negrita), 11 fueron europeos y los 3 sudamericanos
restantes, de Brasil.

En aquella época no se seguía un reglamento común; mientras los británicos permitían las
cargas sobre los porteros, los sudamericanos hacían lo propio con las cargas por la espalda y el
resto de Europa las sancionaba. Por ello, la FIFA organizó una sesión formativa en Río de
Janeiro con todos los colegiados, bajo la instrucción del veterano árbitro inglés George Reader,
para que todos cumpliesen el mismo código. En caso de lesión, los jugadores debían salir fuera
del terreno de juego para que se pudiera reanudar.

George Reader fue también el elegido para dirigir el encuentro decisivo entre Brasil y Uruguay.
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Desarrollo

Fase de grupos

Grupo A

En este grupo participaron Brasil, Yugoslavia, Suiza y México, con los dos primeros como
favoritos para el pase. Aunque Maracaná se estrenó una semana antes, la inauguración oficial
llegó el 24 de junio con el primer partido entre Brasil y México, donde los locales ganaron por
goleada (4–0). Al día siguiente, Yugoslavia batió a los helvéticos por 3–0. Sin embargo, la
segunda jornada deparó una sorpresa: mientras los balcánicos volvían a vencer con suficiencia,
Brasil empató 2–2 contra Suiza en su único partido en São Paulo. El técnico local Flávio Costa
hizo cuatro cambios respecto al choque anterior para contentar al público paulista, pero el
delantero Jacques Fatton les aguó la fiesta con sendos tantos.

El pase de grupo se decidió en la última jornada entre Brasil y Yugoslavia, el 1 de julio en


Maracaná, y a los brasileños sólo les valía la victoria. Antes del partido se produjo la lesión de
Rajko Mitić al golpearse la cabeza con el marco de la puerta de los vestuarios. Los yugoslavos
no querían dejarle fuera porque entonces no se permitían los cambios, así que saltaron al
campo con 10 hombres mientras le curaban la herida. Brasil aprovechó la superioridad
numérica para adelantarse con gol de Ademir. Cuando Mitić se incorporó los suyos ya estaban
en desventaja, y aunque buscaron el empate por todos los medios, no fueron capaces de
perforar la portería de Moacir Barbosa. Al final,Zizinho hizo el 2–0 definitivo en el minuto 69.
Brasil ya estaba en la fase final.

Grupo B
El segundo grupo reunió a Inglaterra, España, Chile y Estados Unidos. La primera jornada
terminó según lo previsto: los ingleses, favoritos para la prensa, vencieron a Chile por 2–0,
mientras que España, con más dificultades de las esperadas, batió a los estadounidenses por
3–1 con tres goles en los últimos diez minutos. En la segunda fecha, España ganó a los chilenos
por 2–0 gracias a los tantos de Basora y Zarra y a la gran actuación en portería de Antoni
Ramallets, quien se ganó el apodo de «gato de Maracaná». Inglaterra estaba tan confiada en
superar al cuadro norteamericano en Belo Horizonte que alineó al mismo equipo del debut y
dejó fuera a su estrella Stanley Matthews. Pero el 29 de junio de 1950 ocurrió lo inesperado:
Estados Unidos, un equipo en el que sólo había un futbolista profesional, ganó 1–0 con gol del
haitiano Joe Gaetjens.

Llegados a la última jornada, Inglaterra necesitaba vencer a España el 2 de julio en Maracaná


para clasificarse, algo que tampoco sucedió. La entonces apodada «furia española»,
capitaneada por Piru Gaínza, disputó su mejor partido del torneo. A los tres minutos de la
segunda parte, Telmo Zarra superó a Bert Williams con un suave disparo, narrado a todo el
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país por Matías Prats en RNE. España ganó por 1–0 y se había clasificado contra todo
pronóstico. Tras la victoria, el presidente de la Federación española, Armando Muñoz Calero,
le envió un telegrama a Franco en el que destacaba la frase «Excelencia, hemos vencido a la
pérfida Albión.». El otro encuentro entre Chile y Estados Unidos, el único disputado en Recife,
sirvió para que el delantero Jorge «George» Robledo, delantero de la Liga inglesa, diese un
recital en la única victoria chilena (5–2).

Grupo C
El grupo C tenía tres selecciones: Italia, Suecia y Paraguay. La participación de Italia estuvo
marcada por la tragedia de Superga, ocurrida el 4 de mayo de 1949 cuando la plantilla del
Torino Football Club falleció en un accidente aéreo. De los 11 titulares de la selección italiana
de ese período, 10 pertenecían al club, entre ellos el capitán Valentino Mazzola. Los nuevos
convocados por Italia, aún consternados, se negaron a viajar en avión y prefirieron cruzar el
Atlántico en el buque Sises. El viaje duró más de dos semanas y para cuando llegaron a São
Paulo estaban agotados, sin entrenar en condiciones. El comité organizador hizo que Italia
jugase sus dos partidos en la capital paulista porque allí residía una numerosa comunidad de
inmigrantes italianos.

El 25 de junio de 1950 se enfrentaron Suecia e Italia en Pacaembú. Los transalpinos eran los
claros favoritos, mientras que Suecia, ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos
de 1948, se presentó con una plantilla de talentosos amateurs como Lennart Skoglund y Hasse
Jeppson. Al final los suecos sorprendieron a público y prensa con una clara victoria por 3–2 que
marcó el resto de la ronda. En el siguiente partido, Suecia empató con Paraguay por 2–2. Este
resultado eliminaba a los azzurri y aún daba esperanzas a los guaraníes, dirigidos por Manuel
Fleitas. Sin embargo, Italia derrotó a los paraguayos por 2–0 con goles de Carapellese y
Pandolfini, limpiando la pobre imagen ofrecida en su debut. Suecia obtuvo la clasificación.

Grupo D
Debido a que dos selecciones clasificadas se retiraron antes de tiempo, el cuarto grupo sólo
contó con Uruguay y Bolivia, que disputaron un único partido el 2 de julio en Belo Horizonte. El
combinado oriental salió con todas sus estrellas y era el claro favorito, así que el estadio
Independência registró la peor entrada del torneo: 5.300 espectadores. Uruguay certificó su
pase con un claro 8–0, cuatro goles en la primera mitad y otros cuatro en la segunda.30 Óscar
Míguez hizo una tripleta.

Fase final
Las tres jornadas de la fase final se disputaron los días 9, 13 y 16 de julio en los estadios de
Maracaná (Río de Janeiro) y Pacaembú (São Paulo). En las dos primeras, Brasil realizó una
exhibición de buen juego al derrotar a Suecia (7–1) y España (6–1), marcando 13 goles a favor
en solo dos partidos. Uruguay cumplió sus dos primeros compromisos en São Paulo. En el
primero estuvo a punto de perder contra España, pero Obdulio Varela empató 2–2 en la
segunda mitad. Y en el segundo, con más apuros de los esperados, arrancó una victoria a
Suecia (3–2) con gol de Óscar Míguez a cinco minutos del final. Al llegar la última jornada, los
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únicos países con opciones de título eran Brasil (4 puntos) y Uruguay (3 puntos), que debían
enfrentarse directamente.

El tercer puesto se decidió el 19 de julio en Pacaembú. Suecia fue muy superior a España y
acabó ganando por 3–1 con goles de Sundqvist, Mellberg y Palmér. El vasco Zarra recortó
distancias antes del final.

«Maracanazo»

Sin final por el propio sistema de competición, el duelo de la última jornada entre Brasil y
Uruguay terminó siendo decisivo. Los brasileños lideraban el grupo con 4 puntos y les bastaba
el empate para campeonar, mientras que los uruguayos (3 puntos) solo podían superarles con
la victoria. En este escenario, la sociedad brasileña ya estaba celebrando un título que aún no
habían logrado. En el día del partido, los principales diarios de Rio de Janeiro llevaban titulares
como «Brasil Campeão Mundial de Futebol 1950». Tal era el ambiente triunfalista que incluso
el presidente de la FIFA, Jules Rimet, llevaba un discurso en el bolsillo derecho de su chaqueta,
en homenaje a los campeones brasileños, escrito en portugués.

El 16 de julio de 1950, a las 15:00 (UTC-3), los equipos brasileño (equipación blanca) y
uruguayo (celeste y calzón negro), así como el árbitro inglés George Reader, fueron recibidos
en el estadio Maracaná por casi 200.000 espectadores. En los vestuarios, el seleccionador
charrúa Juan López pidió a sus hombres que jugaran defensivamente para evitar una derrota
humillante. Sin embargo, cuando López se retiró, Obdulio Varela les reclamó justo lo contrario:
«Juancito es un buen hombre, pero ahora se equivoca. Si jugamos para defendernos, nos
sucederá lo mismo que a Suecia o España».

Brasil dominó por completo la primera parte y los uruguayos mantuvieron la portería a cero
gracias a las atajadas de Roque Máspoli. Tras la reanudación, Friaça anotó el 1–0 para júbilo
del público local. Varela detuvo el ritmo al reclamar al árbitro un fuera de juego inexistente,
con el que quería restar tensión a la situación. A partir de ese momento, los chárruas se
crecieron. En el minuto 66, Alcides Ghiggia escapó por la derecha y tras simular que remataría
a puerta optó por un pase al medio del área, donde el ingreso sin marcas de Juan Alberto
Schiaffino le permitió igualar. Y en el minuto 79, un ataque entre Ghiggia y Julio Pérez por la
banda derecha supuso la remontada. Ghiggia superó en la marca a Bigode, amagó un
centrochut y logró que el arqueroMoacir Barbosa dejase un resquicio en el palo derecho, para
batirle con un tiro raso. Ese tanto suponía el 1–2 definitivo y Maracaná quedó en completo
silencio, tal y como ha recordado el propio Ghiggia:

«Solo tres personas en la historia han conseguido hacer callar al Estadio Maracaná: el Papa,
Frank Sinatra y yo»

Los brasileños buscaron el empate por todos los medios, pero ya era demasiado tarde. Al
cumplirse el tiempo oficial, George Reader pitó el final y los uruguayos fueron los únicos en
celebrarlo. La mayoría del público y futbolistas locales salieron en silencio, apenados por la
oportunidad perdida.Tal era la conmoción que Jules Rimet aseguró haberle entregado la Copa
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de la Victoria al capitán Obdulio Varela «casi a escondidas». La prensa calificó lo sucedido de


«Maracanazo» y, desde entonces, este partido pasó a ser recordado como uno de los más
importantes de la historia del fútbol.

Repercusiones del «Maracanazo»

El «Maracanazo» causó una tremenda conmoción entre los brasileños, que no esperaban
perder su propia Copa Mundial. Los aficionados salieron de Maracaná llorando y enRío de
Janeiro apenas se registraron incidentes reseñables. Durante los días siguientes, los periodistas
y responsables deportivos del país se dedicaron a analizar las causas del resultado. La obra de
referencia es el libro Anatomía de una derrota, de Paulo Perdigão, que menciona que el gol del
uruguayo Ghiggia «sigue siendo el gol más famoso de la historia del fútbol brasileño (...)
porque ningún otro trascendió su estatus de acontecimiento deportivo».

Entre las causas de la derrota brasileña, suele apuntarse a la preparación previa y la enorme
presión social. El seleccionador Flávio Costa trasladó la concentración en la fase final al estadio
São Januário, donde sus jugadores no dejaban de ser interrumpidos por políticos,
patrocinadores y otras personalidades.La estrella Zizinho también echó la culpa al sistema
táctico, incapaz de contrarrestar el juego uruguayo.

Algunos futbolistas fueron usados como cabeza de turco para explicar la derrota. El caso más
relevante fue el del guardameta Moacir Barbosa: muchos le criticaron el resto de su vida por
no haber detenido el disparo de Ghiggia. En una entrevista llegó a declarar: «La pena máxima
en Brasil por un delito son treinta años, pero yo he cumplido condena durante toda mi vida por
lo que hice». Bigode y Juvenal Amarijo, también señalados, no volvieron a la convocatoria
nacional.

Pese a todo, Flávio Costa fue uno de los primeros en señalar que el «Maracanazo» sería un
punto de inflexión para el fútbol brasileño, algo que con el paso del tiempo se ha demostrado.
El primer título intercontinental de Brasil fue la Copa Mundial de 1958, y desde entonces ha
evolucionado hasta convertirse en una potencia mundial de este deporte.

Nueva equipación de Brasil

La Confederación Brasileña de Deportes decidió que la selección debía prescindir de su


tradicional equipación, blanca y azul, al estar asociada con la derrota de 1950. Para elegir la
nueva, el diario Correio da Manhã organizó un concurso bajo la condición de usar todos los
colores de la bandera de Brasil. El diseño ganador fue obra de Aldyr García Schlee, un joven
nacido en Río Grande del Surque propuso camiseta amarilla con cuello verde, pantalón azul
con franja blanca, y medias blancas y azules.

La nueva camiseta se usó por primera vez el 14 de marzo de 1954, en un amistoso contra Chile
que los brasileños ganaron por 1–0.46 Desde entonces, a la selección de Brasil se la conoce
con el sobrenombre de La Canarinha (canarios) o Verde-Amarela.
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Bibliografía

• Bellos, Alex (2014). Futebol: Brasil y el deporte que le da vida. Barcelona: Ariel. ISBN
978-84-344-1497-6.

• Crouch, Terry (2002). The World Cup: The Complete History. Londres: Aurum. ISBN
978-1-85410-843-2.

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• Goldblatt, David (2007). The Ball is Round: A Global History of Football. Londres:
Penguin. ISBN 978-0-14-101582-8.

• Relaño, Alfredo (2014). Tantos mundiales, tantas historias. Barcelona: Roca Editorial.
ISBN 978-84-15242-66-6.

• Varios autores (2006). Historia de los mundiales de fútbol (Vol. 1). Madrid: Diario As.
ISBN 84-934628-0-2.

• Padilla, Toni (2014). Brasil 50. Retratos del Mundial del Maracanazo. Barcelona: Ed.
Contra. ISBN 978-84-942167-1-8.
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