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Trabajo Final de Educaciòn Infantil
Trabajo Final de Educaciòn Infantil
Giroux
Giroux.
intelectuales: Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje”, correspondió por una parte
mi tesis doctoral, por eso la reflexión a continuación presentada tributa a esta investiga
ciòn.
Para Giroux (1997), el llamado que hoy se hace para transformar la educación representa
tanto una amenaza como un desafío para los docentes. Una amenaza atendiendo a la poca
credibilidad en los docentes como intelectuales que pueden aportar al debate sobre lo que
tal forma que las reformas educativas son abordadas por “expertos”, desconociéndose la
inteligencia, los puntos de vista y la experiencia de los docentes. Ante las reformas
objetivos determinados por dichos expertos, quienes son totalmente ajenos a las
realidades cotidianas de la vida del aula. Por otra parte, este llamado a la transformación
educativa se constituye en un desafío, que debe asumirse con la convicción de que por
muy difícil que parezca la lucha, es perentorio comprometerse con ella. Así las cosas los
comprometan inicialmente con la autocrítica que les posibilite por una parte, reflexionar
otra, organizarse como colectivo para mejorar sus condiciones de trabajo y asumir el
La permanente acción reflexiva que debe asumir el docente, debe posibilitarle trascender
el enfoque tecnocrático tanto de la formación del docente como de la pedagogía del aula.
En este sentido afirma Giroux (1997) “En lugar de aprender a reflexionar sobre los
principios que estructuran la vida y la práctica del aula, a los futuros profesores se les
enseñan metodologías que parecen negar la necesidad del pensamiento crítico” (p.3).
docente con relación a la planificación y desarrollo del currículo, dando paso a currículos
predeterminados. Afirma Giroux (1997) “El efecto es que no sólo se descalifica a los
profesores y se les aparta de los procesos de deliberación y reflexión, sino que, además,
instrucción escolar . Por otra parte, desde las prácticas de aula, el docente debe romper
con el esquema de que todos los estudiantes pueden aprender con los mismos materiales,
con las mismas técnicas y las mismas formas de evaluación, desconociendo la diversidad
que habita el aula de clase: múltiples saberes, experiencias, culturas, talentos, prácticas
En el caso de la educación inicial, las prácticas pedagógicas de los docentes deben dar
cuenta de una pedagogía de la buena crianza, entendida ésta como “ aquella que ofrece
culturales de las comunidades en las que se encuentran insertas las familias y los niños,
Violante, 2008, p. 99); es decir una pedagogía de la buena crianza para la educación
inicial lleva implícito el reconocimiento del mundo de significados que trae consigo el
bebe/niño al escenario educativo y que deben ser considerados por el docente al planificar
por una parte que la categoría intelectual ofrece una base teórica para examinar el trabajo
intelectuales transformativos implica que su actividad docente lleva implícita una acción
reflexiva sobre su práctica, es decir, para Giroux (1997) los docentes son profesionales
como: ¿cuáles deben ser los contenidos de enseñanza en los primeros años de vida?
¿Cómo enseñarlos desde el jardín maternal o infantil? ¿Cómo llevar las prácticas
cuando se refieren a los niños menores de 3 años acerca de los cuales es necesario
de formas de educar para desarrollar una “buena crianza” ( p. 16). Esta reflexión acerca
de qué enseñar y cómo enseñar, implica una nueva mirada de los actores del proceso de
jardín). Esta nueva perspectiva apunta a dejar de valorar el desarrollo infantil solo a partir
entorno en el que el niño se desarrolla (Ynoub, 2008, p. 50) Afirma además esta autora:
“cada entorno está llamado a cumplir diversas funciones y diversos tipos de inscripción
normativa; y son esas experiencias las que van jalonando y construyendo la identidad de
Trasladando los planteamientos de Giroux (quien propone una educación para potenciar
ponerse en el lugar del otro, valorarse y valorar al otro, responsabilizarse de las propias
acciones, aceptar las limitaciones propias y las del otro, reconocer y respetar normas,
En otro de sus planteamientos Giroux (1997) afirma “En primer lugar, opino que es
necesario examinar las fuerzas ideológicas y materiales que han contribuido a lo que
docentes, sin embargo, éstos tienen el compromiso de entablar el debate crítico, de hacer
escuchar su voz en la formulación de las políticas públicas que impacten los currículos,
primera infancia al influir sobre la salud, el aprendizaje y la conducta durante toda la vida,
es por tanto, una oportunidad rica para impulsar el desarrollo humano” (Unicef, 2006,
Son varios los argumentos que justifican una política pública para la primera infancia: los
desarrollo del ser humano en sus dimensiones biológica, psicológica, cultural y social;
factores legales y políticos atendiendo por una parte a que el país se ha acogido a los
acuerdos suscritos en la Convención sobre los Derechos del Niño y por otra, al cambio
asistencialista para dar paso a un enfoque en el cual el niño es sujeto de derechos. También
contexto social determinados y finalmente unos argumentos de tipo ético que dan
En este sentido, las instituciones dedicadas a la educación infantil no pueden estar ajenas
a los cambios sociales y políticos generados en los entornos de los cuales hacen parte.
Uno de los cambios sociales a los que debe hacer frente la política pública para la
nuevas relaciones al interior del grupo familiar. Esta situación obliga a repensar la
Se hace necesario, bajo esta perspectiva, reconocer el papel del padre y se acepta la
participación de otros agentes socializadores miembros del grupo familiar. “Estas nuevas
paternales y de las redes de apoyo familiar y comunitario para reducir los factores que
desvinculación afectiva que influyen de manera directa en la salud física y emocional del
niño y por ende en el desarrollo infantil” (Programa para la política de la primera infancia,
2006, p. 8)
Por otra parte, los países que han logrado importantes progresos en materia social,
disminuyendo las brechas entre ricos y pobres, lo han logrado con grandes inversiones en
educación, ampliando las oportunidades para los más desfavorecidos, brindando una
educación con cobertura y calidad. “El progreso del país y por ende, su capital humano,
condiciones necesarias para que alcance todo su potencial de desarrollo. Por consiguiente,
el desequilibrio desproporcionado en materia de discapacidades, problemas de
aprendizaje y desventajas generadas en la primera infancia que afecta a los niños más
pobres, hace indispensable la construcción de una política pública que rompa el círculo
vicioso de pobreza y desigualdad, al tiempo en que asegure un mejor comienzo a los niños
más pobres”. (Programa para la política de la primera infancia, 2006, p. 12). Así las cosas,
desde los primeros años debe orientarse una educación que rompa las cadenas de la
opresión que ha signado nuestros pueblos, debe educarse desde la primera infancia en el
del bien común. En las interacciones del niño con la madre o con otros adultos
(Pérez et al, 2006, citado en Programa para la política pública de la primera infancia,
2006), por lo tanto estas interacciones deben ir permeadas de afecto, respeto, escucha y
aceptación.
plantea Giroux(1997) es pertinente referenciar que está demostrado que los proceso de
Los menores que han participado de programas de educación temprana tienen mayores
(Van der Gaag, 2002, citado en Programa para la política pública de la primera infancia,
2006).
equitativas, a través del rol docente como intelectuales transformativos, implican para la
“La inversión en programas de desarrollo para la primera infancia reduce las desventajas
de los más pobres en materia nutricional, cognitiva, desarrollo social y salud, en los
las oportunidades medidas en ingresos” (Van der Gaag, 2002, citado en Programa para la
Por último se hace énfasis en un interesante postulado de Henry Giroux (1997): “Un
conseguir que lo pedagógico sea más político y lo político más pedagógico” (p.6). Esto
implica que los docentes desde los escenarios escolares, deben tratar a los estudiantes,
Los estudiantes deben tener voz y voto en sus experiencias de aprendizaje, es decir, el
escenario educativo debe estar atento a los problemas cotidianos del estudiante, a sus
esperanzas y sueños, para conectarlos a los aprendizajes y promover desde las prácticas
parten tanto del reconocimiento de los niños como sujetos sociales y como ciudadanos
con derechos, así como de la orientación del accionar del Estado hacia la construcción de
las condiciones sociales básicas para la garantía plena de los derechos humanos a todos
la política pública para la primera infancia, deben apuntar a corregir las desigualdades de
oportunidades de los niños más desfavorecidos por su condición de pobreza, abandono,
deber ser y la búsqueda incansable de formar desde la infancia sujetos críticos, auténticos
como intelectuales: Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje” p. 171-179. Obtenido
de http://www.revistadocencia.cl/new/wp-content/pdf/20101021065849.pdf
Obtenido de
http://www.cinde.org.co/PDF/Politica%20publica%20primera%20infancia%20Colombi
a%20(v.%2011%20nov%2006).pdf