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BLOCK Y LAS DIFICULTADES DEL FUNCIONALISMO.

En el texto, Ned Block busca dilucidar algunos problemas que presentes al interior
del funcionalismo como corriente de la filosofía de la mente.

En primer lugar establece la diferencia que existe entre funcionalismo,


conductismo y fisicalismo a partir de la tesis de la identidad y mostrando las
dificultades que le atribuyen al primero, el segundo y el tercero y en las que, sin
duda, recae el primero.

Una caracterización vaga que hace acerca de lo que es el funcionalismo resulta a


partir de la teoría de la identidad por-tipos, de acuerdo con la “cual cada tipo de
estado mental es un estado que consiste en una disposición a actuar de ciertas
maneras y a tener ciertos estados mentales, dados ciertos inputs sensoriales y
ciertos estados mentales”. Por su parte, el funcionalismo remplaza los “inputs
sensoriales” del conductismo por “inputs sensoriales y estados mentales” y las
“disposiciones a actuar”, de la misma corriente, por “disposiciones a actuar y tener
ciertos estados mentales; con lo cual pretende individuar causalmente los estados
mentales en términos de las relaciones causales con otros estados mentales; esto
es, dado que los estados mentales tuenen causas y efectos tanto mentales como
sensoriales y consecuencias conductuales.

El conductismo, por su parte, “identifica a los estados mentales con disposiciones


a actuar de ciertas maneras en ciertas situaciones de input. De acuerdo con esta
corriente, es necesario y suficiente para desear que G, es decir, que en ese
sistema denominado G se cumplan un conjunto de condiciones del tipo “Emitirá O
dado I”. Esto es atacado por el funcionalismo, de acuerdo con el cual un sistema
puede tener esas relaciones input-output aún no deseando G, pues un sistema
que desee G depende de que tal sistema tenga estados internos que tienen certas
relaciones causales con otros estados internos, es decir, otros inuts y outputs. En
este sentido, el conductismo peca de liberalismo al describir propiedades mentales
de cosas que no las tienen; esto es, que el conductismo reconoce ciertas
relaciones de input/output para determinados estados mentales, mientras el
funcionalismo afirma que no es necesario un determinado estado mental para que
se llevan a cabo las mismas relaciones input-output, y que, más bien, ese estado
mental depende de las relaciones causales que se dan al interior de un sistema de
inputs y outputs y los estados mentales consecuentes. (Como lo dice el mismo
Block, Putnam y otros critican que “desear G como meta, no puede identificarse
con, digamos, la disposición a hacer A en circunstancias de input en las cuales A
conduce a G, puesto que después de todo, el agente podría no saber que A
conduce a G y de este modo podría no estar dispuesto a hacer A.”).
En tercer lugar está el fisicalismo, entendido como la doctrina, de que el dolor, por
ejemplo, es idéntico a un estado físico. A esto apunta Block, justamente, que el
fisicalismo no es más que una teoría chauvinista ya que niega propiedades a
sistemas que de hecho las tienen, excluyendo injustamente a las criaturas que no
cuentan con un cerebro y que, sin embargo, tienen mente, acusando en el caso
del dolor el hecho de que, al ser éste un estado funcional, no puede ser un estado
cerebral, pues dichas criaturas sin cerebro pueden realizar la misma maquina de
Turing de criaturas con cerebro. Esto, sumado a lo anterior, encuentra su
explicación en el modelo de la Máquina de Turing, de acuerdo con el cual se
reconcilian un poco el tema del funcionalismo y el conductismo, pues en términos
de ésta, “los estados mentales se identifican con la totalidad de los estados de
máquina-de-Turing, los que se definen a sí mismo implícitamente mediante una
tabla de máquina que menciona explícitamente los inputs y los outputs, descritos
de una manera no mentalista”. En este sentido, el funcionalismo insistió en que las
caracterizaciones mentales, empleando los mismos términos de máquina, es decir,
inputs y outputs en el lenguaje físico; y, a propósito del fisicalismo, acusa el
funcionalismo que es difícil ver cómo podría haber una propiedad física de primer
orden no-trivial (fisicalismo de primer orden: doctrina de que la propiedad de tener
dolor es una propiedad de primer orden (aquella cuya defnición requiere
cuantificación sobre propiedades de primer orden, y sobre ninguna otra
propiedad)) en común con todas las realizaciones físicas posibles de un estado de
máquina de Turing dado y con ellas. Con respecto al fisicalismo, el mismo juicio
que emite el funcionalismo en contra de éste, funciona a la inversa, esto es, que
cualquier funcionalismo posible que evite el liberalismo cae, al igual que el
fisicalismo, en el chauvinismo.

¿Por qué el funcionalismo es culpable del liberalismo?

Funcionalismo y psicología empírica

Funcionalismo: entre el liberalismo y el chauvinismo.

La crisis teórica del funcionalismo radica en que de no ser una corriente liberal
puede considerarse chauvinista o viceversa.

Existe el planteamiento de una corriente denominada Psicofuncionalismo que


promete que el modelo de la cabeza-homuncular cuenta con rasgos subjetivos de
experiencias individuales, esto es, que una simulación de sí mismo cuenta con los
mismos rasgos mentales de sí mismo. La duda prima facie que se postula radica
enteramente en el cuestionamiento de que haya realmente una caracterización de
estados mentales que le permita a la cabeza-homúncular experimentar dolores,
picazones o sensaciones de rojo

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