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Medel, Angel - Las Teorias Disipativas Aplicadas Al Derecho
Medel, Angel - Las Teorias Disipativas Aplicadas Al Derecho
AL DERECHO.
QUE PRESENTA:
La idea del determinismo científico de Laplace fue roto por diversas teorías: la de
la relatividad, la teoría cuántica de Planck y el principio de incertidumbre de
Heisenberg.
2-No existe ningún experimento posible en una nave que nos permita saber si nos
estamos moviendo
Es en la segunda hipótesis donde las teorías disipativas han tenido un gran auge
debido a ciertas circunstancias en las cuales resultaba desproporcionado el efecto
tomando en consideración la causa, entre los ejemplos de esta hipótesis
encontramos lo siguiente:
1
Se entiende por sistema el conjunto de dos o más elementos interrelacionados entre sí que trabajan para
lograr un objetivo común y las TEORÍA DE SISTEMAS: son las teorías que describen la estructura y el
comportamiento de sistemas, parte de que Todos los sistemas concebidos dan lugar a un modelo del
Universo, una cosmovisión cuya clave es la convicción de que cualquier parte de la Creación, por pequeña
que sea, que podamos considerar, juega un papel y no puede ser estudiada ni captada su realidad última en
un contexto aislado, sino como parte de un sistema como tal.
Esto se hizo patente cuando un meteorólogo (Lorenz) intento predecir el clima a
través de operaciones matemáticas, resultando que se podía pronosticar los
fenómenos climáticos dentro de un determinado número de días, pero fuera de un
determinado rango, esto se volvía impredecible, se tornaba caótico.
Es a partir de estas circunstancias que se establece que los sistemas caóticos son
muy sensitivos a las condiciones iniciales. Un cambio muy pequeño en los datos
de inicio producen resultados totalmente diferentes. Los sistemas caóticos
parecen desordenados, o hechos al azar. Pero no lo son. Hay reglas que
determinan su comportamiento. (Lucas).
La teoría del caos señala que existen condiciones o circunstancias que generan
que un sistema entre en caos, y que este caos puede ser tan generalizado que
alcance lo que Prigogine denomina el “punto de bifurcación”. Como su nombre lo
indica, es un punto donde el sistema puede evolucionar hacia una de dos
posibilidades: o bien retorna al estado de equilibrio original, o bien deja de
caotizarse, empieza a auto-ordenarse o auto-organizarse hasta constituir una
nueva estructura, denominada estructura “disipativa” o “dispersiva”, debido a que
consume mayor cantidad de energía que la organización anterior a la cual
reemplazó (Cazau). Ergo los estados de no equilibrio pueden desembocar tanto
en el orden como en el desorden, dicho de manera concreta, se considera que un
sistema tiende a permanecer en equilibrio si no hay ningún agente desequilibrante,
y aún, cuando lo haya, el sistema evolucionará espontáneamente de nuevo hacia
el estado de equilibrio.
En suma, para que surja una nueva estructura más compleja, una condición
necesaria es que haya un estado inicial en el punto de bifurcación, por ejemplo un
pequeño acontecimiento que luego, por retroalimentación positiva, genere grandes
consecuencias (efecto mariposa). Este proceso de retroalimentación es la
condición suficiente, porque por sí sola, la condición inicial no puede hacer nada.
Además, Prigogine destaca el hecho de este acontecimiento inicial, muchas veces
insignificante, ¡se produce por azar!
El uso del caos inducido es aún una especulación, pero en Estados Unidos el
trabajo del equipo de Grebogi inspiró un experimento valioso. Investigadores de la
Universidad de California a cargo de A. Garfinkel demostraron que se puede usar
el control del caos para direccionar la actividad cardíaca. Por medio de una droga,
indujeron latidos caóticos en corazones de conejos y, con pequeños impulsos
eléctricos, llevaron a los corazones de vuelta a estados periódicos normales,
manipulando esa condición: bajo su comando, los corazones latían más de prisa o
más lentamente. Una de las posibilidades abiertas por el experimento es la de
implantar un dispositivo junto al corazón para detectar alguna anomalía y llevarlo
otra vez a los latidos periódicos. “Tendríamos, de esa forma, un marcapasos
inteligente” (Tadeu)
Así pues, debemos entender que cuanto más complejo es un sistema menos se lo
puede gobernar con órdenes. Y que debemos aprender a manejarlo a través del
caos. Y es que los ordenamientos complejos y sistemas dinámicos como los que
son característicos para la sociedad y la economía posmodernas siempre se
hallan al borde del caos, y se regeneran a través de él. Más aun, ¡sin caos no hay
progreso!
Erwin Laszlo, citado por Grun, ha señalado acertadamente que la sociedad entra
de tiempo en tiempo en un estado caótico. Este no es un estado de anarquía sino
de ultrasensibilidad - el preludio del cambio. En una condición caótica, la sociedad
es sensible a cualquier pequeña fluctuación, a toda nueva idea, nuevo
movimiento, nueva manera de pensar y actuar". Y cuando las relaciones entre los
individuos que componen una sociedad cesan de estar marcados por los ritmos y
por la participación en valores comunes la noción de anomia permite definir un
momento característico del cambio social, y esto se debe a que la anomia que
afecta a los individuos es la resultante del derrumbe de los sistemas tradicionales
de valores.
Por su parte Ruiz Monroy, en la revista del tribunal Superior de Nayarit señala que
el funcionamiento que tiene el sistema jurídico en cualquiera de sus niveles está
circunscrito a la generación de una acción de control sobre los integrantes de una
comunidad o sociedad organizada.
El sistema social y el subsistema jurídico en su génesis no fueron el resultado de
un proyecto específico y particular –son sistemas no deterministas y no lineales-,
que prescribiera y ordenara se tiene que crear la sociedad o el derecho en estos o
aquellos términos; la función de la sociedad o del derecho va a ser esta o de
aquella manera. La sociedad y el derecho son sistemas complejos que se han
gestado de manera natural y caótica. (Ruiz Monroy, 2008).
Pero al propio tiempo es de carácter inestable (o sea: deriva en caótico), razón por
la cual la norma jurídica, para su aplicación posible, forzosamente requiere de una
interpretación (gramatical, sistemática o jurisprudencial).
Por otra parte señala que la norma resulta ser inestable debido a los muchos
contextos de aplicación que puedan conllevar debido a las diversas variantes de
significación normativa, ya que tiene variantes impredecibles volviendo la norma
caótica (antinomia)3, en consecuencia para su aplicación posible requiere
forzosamente ser interpretada, lo cual conlleva de acuerdo al Ministro a que el
Derecho no sea (como tantos pretenden) un orden conductual impuesto hasta sus
últimas consecuencias (dura lex, sed lex), según un derecho positivo aplicable
hasta la ignominia y el absurdo; sino como un orden matizable, cuyo contenido es
el de una regla sugerida y plasmada finalmente en toda controversia humana
mediante el uso de la hermenéutica. Derecho sin interpretación, es sugerencia.
2
El sistema jurídico pertenece a los discursos prescriptivos que amenazan con violencia.
3
Lo resaltado es mío
Derecho interpretado es mandato social. Se aprecia el peso del oficio
interpretativo judicial, pero la normatividad exige un responsable.
En este apartado cabe señalar que si bien es cierto, existen las antinomias, estás
de acuerdo al sistema, solo son aparentes, ya que el sistema jurídico no puede
presentar contradicción alguna, por lo menos a nivel de discurso, y que la
interpretación al ser realizada se cae en el subjetivismo, ya que al realizar la
interpretación siempre se hace referencia a la intención del legislador, lo cual es
una ficción; porque lo que realmente hacemos es atribuirle a un ser imaginario
nuestra propia intención interpretativa (Correas, 2007), de ahí la importancia de la
ineludible necesidad de razonar y justificar el resultado de la interpretación
(Hallivis Pelayo, 2007), y máxime que la interpretación realizada, y más tratándose
de la SCJN, obedece a las circunstancias de índole económico, político y social
imperante en México, en el momento en que se realice la misma.
CONCLUSIÓN.
A manera de conclusión podemos señalar lo siguiente:
BIBLIOGRAFÍA
Grun, E. (2000). sobre la actual y futura evolucion del derecho. revista telematica
de la filosofia del derecho, 31-36.
Hawkin, S. (2005). ¿juega Dios a los dados? ensayos clasicos de la ciencia (págs.
29-35). CULCyT.
Ruiz Monroy, J. A. (2008). una aproximacion al derecho desde la teoria del caos.
Revista Juridica del Poder Judicial del Estado de Nayarit, 19-51.
Sedna, P. (s.f.). planeta sedna. Recuperado el 11 de mayo de 2013, de
http://www.portalplanetasedna.com.ar/relatividad_ii.htm
Stewart, I. ¿juega Dios a los dados? La nueva matemática del caos. Grijalbo
Mondadori. Barcelona. 1991.