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Nombre: Marinela Pionetti

Institución: Universidad Nacional de Mar del Plata - CELEHIS


Título: “Aguafuertes en escena: leer crónicas y teatro de Arlt en la escuela”

Resumen:

Este trabajo propone una revisión de puntos centrales del circuito de legitimación de la obra de Arlt
que culminaron en su ingreso al canon y, por ende, a la enseñanza escolar. El punto de partida para
pensar estas cuestiones tiene que ver con determinaciones de su contexto de producción, con la
figura de escritor marginal que él mismo contribuyó a construir, con rescates y apropiaciones
ideológicos por parte de ciertos sectores intelectuales, y con la trayectoria que siguieron estas
operaciones hasta abrirle las puertas de una de las instituciones tradicionalmente más rígidas como
lo es la escuela. Esto permite considerar, desde la actualidad, cómo ese proceso se incorpora en el
recorrido que va desde el diseño curricular hasta la práctica pasando por manuales y antologías, es
decir, qué recorte se propone, cómo se lo lee y qué criterios subyacen a esa selección. Estas
cuestiones, creemos, forman parte de la reflexión en torno a cómo el usufructo que opera la escuela,
colabora en el rescate, la valoración o el olvido de sus textos. Así, la indagación en torno al diálogo
establecido entre la crítica, la currícula, los usos editoriales y sus implicancias intentan mostrar los
puntos sobre los que es posible generar alternativas concretas.

“GALÁN: - Sí, no todas las veces es agradable


ser instrumento de la imaginación de los
hombres.”

300 millones

Ser instrumento de la imaginación de los hombres, ser sujeto de polémica y apropiación


ideológica, fue uno de los destinos que vio la obra de Arlt desde que se inició el cuestionamiento
sobre su ubicación en el campo literario, y llega al presente bajo un nuevo signo: cómo alguien que
“escribe mal” se transforma en un escritor de culto en la escuela”. La pregunta inicial de estas
jornadas señala un estado de la cuestión y afirma su calidad de escritor de culto pero introduce a la
vez dos inquietudes, la del proceso que condujo a su legitimación y la del lugar al que ha llegado
esta consagración: la escuela. Una trayectoria que comienza en la década de 1920 con la búsqueda
del éxito y una relación conflictiva con el ámbito intelectual de la época, continúa con un zigzag de
reconocimientos y descréditos que involucran tanto su obra como su vida personal, se prolonga
hacia la problemática asignación de un lugar definido dentro del canon y culmina en una
legitimación que incluye a circuitos institucionales rígidos como la currícula escolar y los libros de
texto. Si tradicionalmente la enseñanza literaria ha estado ligada a la formación de valores morales
y éticos asociados a la ciudadanía, la incorporación de la obra de Arlt a las lecturas escolares es
producto de estrategias que superan esa función y tienden a proponer una valoración diferente de

1
ella. En ese sentido, vale la pena revisar puntos destacados de su proceso de legitimación y el modo
en que ingresa al colegio, es decir, la presencia de su obra en el circuito que va desde el diseño
curricular hasta la práctica pasando por el manual, ver qué recorte de su obra se propone, cómo se lo
lee y qué criterios subyacen a esa selección, lo cual forma parte de la reflexión en torno a cómo el
usufructo que opera la escuela determina en buena medida el rescate, la valoración o el olvido de
sus textos. Así, será interesante cotejar el diálogo entre la crítica, la currícula, los usos editoriales y
sus implicancias y, si fuera necesario, considerar la posibilidad de generar algunas alternativas.

Figuraciones de autor
Una de las cuestiones fundamentales en el acercamiento a la obra de Arlt tiene que ver con
cierto lugar común derivado de una lectura autobiográfica en pos de la cual se ha asociado el
fracaso y la incomprensión de los protagonistas de sus novelas a su propia figura. Luego, la crítica
ha mostrado cómo Arlt colaboró con esta construcción; afirmaciones tales como “se dice de mí que
escribo mal”, “he cursado las escuelas primarias hasta el tercer grado, luego me echaron por inútil”,
entre otras, fueron estrategias destinadas a construir una imagen que, por la negativa, sobresaliera
en el circuito intelectual de la década del 201. Una serie de situaciones permiten identificar esta
tensión: su origen inmigrante, la escasa recepción y los problemas de edición de su primera novela,
El juguete rabioso, opacada por la publicación, en 1926, de Fervor de Buenos Aires2 y Don
Segundo Sombra; el desinterés de la crítica respecto de su incursión en el teatro, en parte vinculada
al circuito independiente en que se llevó a cabo, contrastan con una fuerte visibilidad en diarios y
revistas3; el Premio Municipal a Los siete locos en 1929 que le valió la invitación a El Mundo de las
que resultaron las Aguafuertes; sus corresponsalías para este periódico y el temprano
reconocimiento de algunos de sus pares, alteran y modifican la figura pública del escritor
postergado presente en el imaginario de sus lectores.
Sí se conoce que varios años después de su muerte hubo un cierto silencio desde la crítica
hasta la década de 1950, en que se iniciaron una serie de reconocimientos que renovaron las lecturas
sobre su obra y colaboraron con su acceso al canon. Suele indicarse la biografía de Larra, Arlt, el
torturado, publicada ese mismo año, como la reapertura de los debates en torno a su auto
construcción como escritor marginal y de apropiaciones ideológicas continuadas por los jóvenes de

1
Ver Saítta, S: El escritor en el bosque de ladrillos. Una biografía de Roberto Arlt. Buenos Aires, De
Bolsillo, 2008.
2
Este poemario, sin bien no fue éxito de ventas como el de Güiraldes, tuvo notables repercusiones en el
ambiente intelectual.
3
“Revistas paquetas”, como El hogar y El Mundo Argentino según su hija Mirta en: “La locura de la realidad
en la ficción de Roberto Arlt” en Pellettieri, O. (Ed.): Roberto Arlt. Dramaturgia y teatro independiente.
Buenos Aires, Galerna, 2000. Las alusiones siguientes a este artículo pertenecen a esta edición, sólo se
consignará número de página al finalizar.

2
Contorno. Distintos críticos (Castagnino, Saytta) han señalado las limitaciones de estas lecturas
determinadas por un lineamiento marxista que erigieron a Arlt en paradigma del intelectual
proletario en oposición inmediata a la figura de Borges, en una suerte antítesis que expone la idea
del adentro y el afuera de la legislación de la institución literaria. Varias cuestiones sustentaron esta
dicotomía durante décadas, primero, la cuestión del origen de clase (el “hijo de inmigrante” vs. el
“argentino sin esfuerzo”4) expuesta por uno y otro, y sintetizada, podría decirse, en la respuesta de
Victoria Ocampo en una entrevista de Eloy Martínez en 1966 en la que, a la pregunta sobre por qué
Sur nunca había sido hospitalaria con Arlt, ella sentencia: “Porque Arlt no se acercó a nosotros”5.
Otra distancia, asociada a la anterior, reside en el vínculo con el dinero. Es conocida la obsesión de
Arlt y de sus personajes por enriquecerse y escalar socialmente, cometido que intenta hasta su
muerte6, mientras que Borges marca un desinterés absoluto por este asunto, caso paradigmático es
su relato sobre la publicación de Fervor… por la que no sólo pagó la impresión sino que tampoco se
le ocurrió llevar ejemplares a librerías ni diarios (Saytta: 21). La marca de clase se traslada a la
escritura y, la oposición entre el que “escribe mal” y el cultor de una prosa perfecta, acentúa el
paralelismo de sus trayectorias. Sin embargo, hay quienes han buscado atenuar esta relación
antitética al encontrar en entrevistas, declaraciones y análisis textuales, referencias mutuas que dan
cuenta de una suerte de diálogo entre sendas obras. Además de la publicación en Proa de “El
Rengo” (luego “Judas Iscariote”, último capítulo de El juguete rabioso) y una serie de declaraciones
de uno sobre el otro, Fernando Sorrentino indaga en el diálogo entre “El indigno” de Borges y el
mencionado capítulo de la primera novela de Arlt7 con el objetivo de desarticular el lugar común de
figuras irreconciliables.

4
Sarlo, B: Una modernidad periférica. Buenos Aires 1920-1930. Buenos Aires, Nueva Visión, 2007.
5
De aquí, Eloy Martínez concluye que “la idea de poder en la literatura argentina” está signada por la
búsqueda del centro “aunque uno camine por el costado”, cuestión que define los límites del canon y permite
ver, desde el presente, el tránsito de Arlt hacia el centro.
6
Es conocido que en ese momento trabajaba en la gomificación de medias de mujer con lo que pretendía
ganar dinero, instalar un teatro propio. Según su hija, en esta última etapa “había dado cabida a su veta de
inventor. Era dueño de una cultura interesante, gozaba de un gratificante prestigio y se proponía ganar dinero.
A la manera de ese inspirado que había inventado la gomita de la punta del lápiz y se había enriquecido, él lo
haría gomificando las medias de seda de mujer, lo cual acabaría con el drama de las corridas de puntos, y
ganaría mucho dinero, compraría un teatro propio y estrenaría piezas sin melindres docentes” (Arlt, M: 16).
Testimonio en el que sobresale, en relación con lo que venimos viendo, la afirmación de su “gratificante
prestigio” en abono de la desmitificación del escritor incomprendido y, por otra parte, el desdén por la
perspectiva didáctica del Teatro del Pueblo, donde se inició la trayectoria teatral de Arlt y donde se
representaron buena parte de sus obras. Pueden consultarse los trabajos de Piglia al respecto: “Arlt y la ficción
del dinero” en Hispamérica, Año 3, Núm. 7, 1974 o en http://es.scribd.com/doc/52152146/Piglia-1974-
Roberto-Arlt-La-ficcion-del-dinero-Hispamerica o “Sobre Roberto Arlt” en Crítica y Ficción, Buenos Aires,
Anagrama, 2001.
7
Sorrentino, F: “Borges y Arlt: las paralelas que se tocan” en
http://www.ucm.es/info/especulo/numero11/arlt_bor.html y un extracto de éste, del mismo autor, en “Arlt
opina sobre Borges” en: http://www.ucm.es/info/especulo/numero11/arltbor2.html

3
La operación de los intelectuales del 50 obtuvo tales efectos que la encuesta organizada por
Juan Martini en la Revista Humor en 1987, dirigida a escritores bajo la consigna de enumerar las
diez novelas más importantes de la literatura argentina, dio como resultado una lista entre las que se
encontraban Los siete locos y El juguete rabioso. Único escritor presente con dos obras, Artl parece
concentrar la atención e continuar su tránsito hacia el centro. Las repercusiones de la crítica sobre la
encuesta apuntaron a ver en ella una suerte de canon “casi escolar” (Gramuglio), un panteón
literario, y a reconocer a Arlt como uno de los “muertos ilustres” que lo conforman (Sarlo) y que ya
ha culminado su ciclo reivindicatorio, es decir, para estos años la legitimidad de Arlt parece
indiscutida. Sí surgen reflexiones que involucran más la problemática categoría de canon que el
lugar de este escritor en él, así Susana Cella8 afirma que:
Una cosa es el canon, y el canon como un instrumento para dar cuenta del estudio de una literatura y
otra cosa es una interpretación de la tradición. Entonces yo dudo menos de que Arlt forme parte de la
literatura argentina de que sea un autor canónico. No canónico en la actualidad, sino en el sentido
que decía de proyección hacia lectores del futuro. En ese sentido, para mi Arlt no es un escritor
canónico. Sí me parece inexcusable en el marco de la tradición de la literatura argentina. (143)

Si su concepción del canon tiene que ver con su carácter proyectual hacia lectores del
futuro, el trayecto seguido por la obra de Arlt hasta la actualidad evidencia, además de su
pertenencia a la literatura argentina, su representatividad dentro de ella. Sin embargo, su ingreso
definitivo al ámbito escolar se produce años más tarde y se consolida recién en los programas de la
nueva ley de Educación.

Arlt en la escuela
Si bien desde la década de 1990 se inició la entrada paulatina de sus textos a la escuela
media, es recién en los Diseños Curriculares de la nueva Ley Provincial de Educación que se
efectiviza su presencia. El Anexo de textos sugeridos para Prácticas del Lenguaje (1°,2° y 3° año)
propone la lectura de 300 millones y La Isla desierta en la sección de obras de teatro, y de las
Aguafuertes porteñas en la de “Ensayos literarios y no literarios”, mientras que en Literatura (ESS),
donde la división ya no es por géneros sino por cosmovisiones, encontramos en 5° año nuevamente
las Aguafuertes y El juguete rabioso, sugeridos para abordar la perspectiva realista en lengua
española; por último, en 6° se insiste únicamente con las Aguafuertes sin especificar para qué
mirada, entendiendo que serán abordadas como textos de ruptura y de experimentación (no
alegóricos). Esta selección muestra un incipiente “canon arltiano” que coloca las crónicas de El
Mundo en primer lugar seguidas de su producción narrativa y dramática, intentando así un

8
Cella, S: “El advenimiento del Canon Occidental” en: Cella, S (comp.): Dominios de la literatura. Acerca
del canon. Buenos Aires. Losada, 1998.

4
panorama de su incursión en distintos géneros. Esto remite a la pregunta sobre las posibles causas
de este recorte y a la pertinencia o no de incluir determinados textos en una cosmovisión. Es decir,
qué implica la posibilidad de ver las Aguafuertes como ensayo, como texto realista y luego como
vanguardista, qué aspectos del discurso se priorizan para enseñar la adscripción a uno u otro género;
qué se busca incluyendo su producción dramática –lo menos trabajado y reconocido por la crítica-,
por qué estos textos y no otros de su repertorio, qué criterios se deben considerar a la hora de
proponer una u otra perspectiva a la hora de ponerlos a funcionar en la práctica concreta.
Una primera respuesta se encuentra en la adaptación de los manuales a las sugerencias del
diseño curricular. Una revisión de las últimas ediciones vigentes permite comprobar la
correspondencia entre ambos ya que, en buena parte de los libros consultados predomina la lectura
de las Aguafuertes y luego, las obras de teatro, más específicamente La isla desierta; las novelas, en
cambio, no aparecen mencionadas ni en fragmentos. Según nos informan librerías especialistas en
textos escolares, se llevan por separado, y con igual demanda, El juguete rabioso y Los siete locos.
Entre los manuales más consultados, podemos mencionar el caso de Prácticas del Lenguaje 3 de
Aique9, que incluye en el capítulo V dedicado a “El ensayo literario” la aguafuerte “El idioma de
los argentinos” luego de un extracto de La Republica de Trapalanda de Marco Denevi, ambos
acompañados por apartados teóricos, glosarios, breves biografías de los autores y actividades. En
cuanto al texto de Arlt, se proponen tres preguntas de pre lectura orientadas a modos de distinguir
las variaciones idiomáticas entre países de habla hispana de cierta complejidad: “¿Cómo podés
diferenciar textos escritos en la Argentina, en España o en Venezula? Y si escuchás a alguien de
Chile o de Colombia ¿cómo sabés que esas personas no son argentinas?” (106), donde la
conceptualización pedida a los alumnos requiere conocimientos previos que es necesario considerar
o reponer. En las actividades posteriores al texto las consignas están destinadas a abarcar cuestiones
teóricas sobre el ensayo, comprensión lectora, técnicas de estudio y temas de lengua, y varían entre
el múltiple choice, los cuadros de doble entrada, el resumen de párrafos, el uso de antónimos y
conectores y la “traducción” de extranjerismos o del lunfardo. Más allá de la prensión totalizante
del manual, resulta llamativa la enunciación de consignas cuya incomprensión dificulta su puesta en
práctica10.
Varios manuales que abordan su obra dramática proponen la lectura de La Isla desierta,
probablemente porque su extensión posibilita su transcripción completa (aunque hay casos en los
que aún así se la fragmenta) y no presenta, en apariencia, problemas de complejidad. En Prácticas

9
Sarcone, C; Sanchez,K. (coord.): Prácticas del Lenguaje 3. Buenos Aires, Aique Secundaria, 2011.
10
Un ejemplo: “A) ¿Qué tipo de tono presenta el ensayo: coloquial y sencillo o académico y formal?
B)Explicá con tus palabras qué relación existe entre el tono y el contenido del ensayo. C) Indicá también
cómo se compara el tono de Arlt con el de la respuesta de Monner Sans al periódico” (109)

5
del Lenguaje 211, también de Aique el capítulo VIII, destinado a “Teatro”, la incluye como obra
principal a la que se anexa “Un día especial” de Gambaro12. Luego de la transcripción de la pieza se
exhiben actividades similares a las del capítulo sobre ensayo del volumen anterior, con la diferencia
de que aquí es más marcado el funcionamiento utilitario del texto en pos de cuestiones de lengua y
técnicas de estudio, sólo en algunos casos las preguntas tienden a la reflexión por parte de los
alumnos13. Presentar la obra completa podría haber dado lugar a un análisis que partiera más de lo
textual para identificar cualidades del teatro de Arlt como la dualidad de planos, el funcionamiento
de la ensoñación y la construcción de los espacios en esa oposición de atmósferas, en relación con
la denominación de “burlería” y sus resonancia crítica. Cabe destacar que la alusión a manuales de
2° y 3° año de la ES no es arbitraria sino que responde a la presencia de ediciones nuevas en el
mercado. Sólo Santillana ha lanzado una edición para 5° año mientras que, hasta el momento, no se
ha publicado nada para 6°.
Posible propuesta
Si bien sólo mencionamos el caso de una sola editorial, es posible identificar el predominio
de las Aguafuertes… y La isla desierta en varios textos escolares, derivada –en primera instancia-
de la adecuación curricular. Sin embargo, partiendo de ambos textos, podría ampliarse el panorama
hacia otros puntos de la obra de Arlt, poniendo en funcionamiento la propuesta del diseño de seguir
un autor, abordar distintos géneros, formar proyectos propios de lectura y vincular con otras
textualidades. Por otra parte, el acercamiento a su producción dramática supone un trabajo con la
sección de su obra menos abordada por la crítica y por lo tanto, una apertura hacia otros productos
logrados de su obra14. Una cuestión interesante consiste en revisar la crítica de la época15 y la
comparación con su valoración actual. En este sentido, un comienzo posible podría consistir en la
lectura de su primera obra, 300 millones, cuya motivación inicial como cronista de un suicidio real,
y su referencia explícita a modo de prólogo del texto permiten la vinculación con las Aguafuertes y

11
Sarcone, C; Sanchez,K. (coord.): Prácticas del Lenguaje 3. Buenos Aires, Aique Secundaria, 2011.
12
Cabe destacar que, al igual que en el caso anterior, se trata de autores argentinos, lo que evidencia y
corrobora un mayor ingreso de textos argentinos a la escuela secundaria en relación con lo establecido
tradicionalmente bajo el paradigma de la historia literaria que preveía para los primeros años el estudio de los
clásicos universales. Actualmente, conviviendo con ellos, la literatura argentina asume una importancia casi
inédita en la enseñanza escolar.
13
“Manuel es uno de los dos personajes con nombre propio ¿Por qué? ¿Qué cambio o cambios se producen en
él a medida que avanza la acción?” (173).
14
Según Castagnino, la obra dramática de Arlt, desplegada en la última década de su vida – casi al finalizar su
producción novelesca- mostró una madurez en el estilo y uso de recursos que la convierten en lo más perfecto
de su creación.
15
En Díaz, S; Sikora, M: “Notas sobre la recepción de la obra dramática de Roberto Arlt en su tiempo” en
Pellettieri, O: op. cit. (p. 155-165) las autoras transcriben una serie de juicios –elogiosos y detractores- de la
época publicados en distintas revistas y diarios que pueden servir de base para trabajar la cuestión crítica, la
argumentación, la identificación y producción de recursos por parte de los alumnos.

6
con el folletín que sostiene parte de la obra y, al igual que en La isla desierta, pone a funcionar el
ensueño para oponer mundos en conflicto. Así, las conexiones que permiten los tópicos y el cruce
de géneros que cuestionan los límites entre la realidad que se intenta evadir y una ficción redentora
de aquellas vicisitudes, colaboran con la posibilidad de organizar un corpus de textos de este autor
extensivo a otras burlerías como La juerga de los polichinelas o Un hombre sensible, que por su
brevedad pueden ser leídas y trabajadas en clase. Por otra parte y, dado su contexto de producción,
puede comparase el funcionamiento de estos motivos en obras de Discépolo (Relojero, Mateo,
Stéfano, por ejemplo) también presentes en diseños y manuales, de manera que, partiendo del
reconocimiento de la poética de un autor pueda leerse a contemporáneos e identificar recursos e
ideologías puestas en funcionamiento en la obra de cada uno. Esto, por otra parte, al proponer una
trayectoria que parte de su producción dramática, tiende a subrayar la reivindicación de esa
vertiente de la obra de Arlt subsumida por el rescate que tradicionalmente ha priorizado a su
narrativa.
Así, en estas páginas hemos intentado subrayar la valoración actual de la obra de Arlt
combinando el camino de legitimación iniciado por la crítica y culminado en la escuela. Se ha
aludido a su obra “más enseñada” y se ha propuesto vincularla a otra parte de su producción, la
dramática, en incipiente valoración desde el ámbito escolar, con el fin de mostrar el diálogo entre
ambas instituciones, tendientes al conocimiento profundo de sus textos y, en consecuencia, la
afirmación de este carácter de escritor de culto con que hoy se identifica a Roberto Arlt.

Bibliografía
- Arlt, M: “La locura de la realidad en la ficción de Roberto Arlt” en Pellettieri, O. (Ed.):
Roberto Arlt. Dramaturgia y teatro independiente. Buenos Aires, Galerna, 2000.
- Cella, S: “El advenimiento del Canon Occidental” en: Cella, S (comp.): Dominios de la
literatura. Acerca del canon. Buenos Aires. Losada, 1998.
- Diseños Curriculares para la Educación Secundaria. Prácticas del Lenguaje y Literatura
en www.abc.gov.ar
- Pellettieri, O. (Ed.): Roberto Arlt. Dramaturgia y teatro independiente. Buenos Aires,
Galerna, 2000.
- Piglia, R: “Arlt y la ficción del dinero” en: Hispamérica, Año 3, Núm. 7, 1974 o en
http://es.scribd.com/doc/52152146/Piglia-1974-Roberto-Arlt-La-ficcion-del-dinero-
Hispamerica
- Piglia, R: “Sobre Roberto Arlt” en Crítica y Ficción, Buenos Aires, Anagrama, 2001.
- Saítta, S: El escritor en el bosque de ladrillos. Una biografía de Roberto Arlt. Buenos
Aires, De Bolsillo, 2008.
- Sarcone, C; Sanchez,K. (coord.): Prácticas del Lenguaje 3. Buenos Aires, Aique
Secundaria, 2011.

7
- Sarcone, C; Sanchez,K. (coord.): Prácticas del Lenguaje 2. Buenos Aires, Aique
Secundaria, 2009.
- Sarlo, B: Una modernidad periférica. Buenos Aires 1920-1930. Buenos Aires, Nueva
Visión, 2007.
- Sorrentino, F: “Borges y Arlt: las paralelas que se tocan” en
http://www.ucm.es/info/especulo/numero11/arlt_bor.html
- Sorrentino, F: “Arlt opina sobre Borges” en:
http://www.ucm.es/info/especulo/numero11/arltbor2.html
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