CRITICA SOBRE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

La obsolescencia programada o planificada consiste en determinar o programar el

fin de la vida útil de algunos productos tras un periodo de tiempo determinado,
calculado con anticipación por el fabricante o empresa con el fin de estimular el
consumo.

Al dejar los productos de tener vital útil, ya sea porque se torne no funcional, inútil,
obsoleto o inservible; se necesita que estos sean reemplazados por otros de una
calidad superior, lo que conlleva a que tengamos que comprar más y más,
significando una desventaja para nosotros (ya que nos obligarían de alguna
manera a comprar un producto nuevo sin importar la economía de los clientes o
consumidores y sus hogares), siendo esto una gran ventaja para las grandes
empresas; ya que ganarían mucho más dinero gracias al consumismo.

La sociedad se ha tornado cada vez más consumista, hasta el punto que somos
capaces de desechar cualquier producto que puede ser reparado o recuperado y
reemplazarlo por otro al mínimo problema que presente en su funcionamiento,
productos especialmente como los electrodomésticos y los aparatos electrónicos
tales como móviles, ordenadores, tabletas etc, los cuales ya no están diseñados
para ser durables sino para ser sustituidos en un corto periodo de tiempo por otro
de mejores características.

Por otra parte el gracias al rápido avance de la sociedad hace que nos veamos
obligados a estar a la vanguardia de la tecnología, ya sea por miedo a quedarnos
anticuados o a no ser competitivos.

Existen muchos países que están trabajando en contra de la obsolescencia

programada no solo por el consumismo que esta provoca sino también por el
impacto negativo medioambiental que esta provoca, cuando grandes cantidades
de residuos electrónicos son eliminados.

Se puede concluir que se debe crear conciencia del impacto que la obsolescencia
programada produce no solo en el consumismo, si no en la parte medioambiental
eliminando esta problemática en el futuro.