Está en la página 1de 8

Documento

insumo para la
discusión de la
política de
Representantes
Estudiantiles
Federación de Estudiantes
Universitarios

Stephani Ortiz Muñoz


Rep. Comité de Derechos Humanos y Paz UA
FEU - ATLÁNTICO
Las representaciones estudiantiles:
Con y desde la FEU para las y los estudiantes.

El presente documento tiene como objetivo recoger los elementos que se


han aportado para la construcción de la política de representaciones
estudiantiles de la Federación de Estudiantes Universitarios. Lo que aquí se
exponga no implica necesariamente consensos; se intenta partir de las ideas
presentadas por los y las representantes en la Asamblea Nacional de
Delegados realizada en Manizales en el 2016-1 y en nuestro encuentro
durante el Encuentro Multiequipos en la ciudad de Bogotá en 2017-2, pero
sobre lo cual no logramos desarrollar más a profundidad, para definir o
concretar los lineamientos políticos.

Esperamos que esta Asamblea Nacional de Delegados nos permita, por fin,
determinar el rumbo de la política de Representantes Estudiantiles de la FEU,
que responda al grueso de las definiciones políticas de nuestra organización
y contribuya a su realización.

Muchos son las críticas que hemos realizado al carácter antidemocrático de


la Educación Superior en Colombia, el cual se materializa en las
universidades con los mecanismos/procesos de elección de los y las
miembros de los cuerpos colegiados de dirección en las universidades y la
poca participación directa de los diferentes estamentos, en la toma de
decisiones trascendentales para el desarrollo administrativo y académicos
de las IES.

Como estamento estudiantil contamos con procesos de elección un poco


más democráticos y transparentes, pero que, lastimosamente, resultan
alimentando el tipo de democracia representativa, que muchas veces
hemos rechazado, y no contribuyen a la consolidación de una democracia
participativa real. Es decir, las representaciones estudiantiles como fin, y no
como medio para la reivindicación efectiva de derechos estudiantiles.

Partimos de reconocer a las universidades como un campo de disputa,


entre intereses y aplicación de políticas educativas que poco o nada
responden a las necesidades de los estudiantes y de la sociedad

Federación de Estudiantes Universitarios


colombiana, y la resistencia a dichas medidas y construcción de propuestas
por parte del estudiantado y otros estamentos.

Además entendemos las representaciones como una victoria histórica del


movimiento estudiantil, que alcanzó su realización al calor de las luchas para
la autonomía y la democratización de las universidades en toda Nuestra
América, pero que sigue siendo todavía un reto en algunos países (entre
esos el nuestro) la consolidación de ese mecanismo.

Como FEU tenemos la libertad en cada una de las universidades de decidir


si entramos a la contienda electoral, con quien hacemos alianzas, cómo
estructuramos los planes o programas de gobierno, qué estrategias
utilizamos para garantizar la implementación de los planes, etc.; sin
embargo, esas definiciones a nivel local tendrían que estar ligadas a la
política de Representaciones que construya la Federación.

Dicha política pasa necesariamente por responder a las preguntas: ¿Qué


son las representaciones estudiantiles y para qué sirven? ¿Tienen legitimidad
real al interior de las universidades? ¿Deben responder a la FEU antes que
cualquier cosa? ¿Deben considerarse una iniciativa táctica de la FEU? ¿Qué
herramientas utilizamos para la construcción de propuestas para los planes
de gobierno? ¿Cómo garantizamos la ejecución de dichos planes? Entre
otras.

¿Qué son y para qué nos sirven las representaciones


estudiantiles?
Las representaciones estudiantiles son una herramienta para la defensa de
los derechos e intereses de los y las estudiantes; como se dijo anteriormente,
son un medio y no un fin. Si bien entendemos que, por la propia composición
de los cuerpos colegiados de dirección en cada universidad, nuestro
accionar muchas veces se ve limitado, la representación nos permite, entre
otras cosas:

 Acceder a información y a escenarios institucionales que no son


socializados con el grueso de los estamentos universitarios.
 Este acceso a información nos permite denunciar proyectos o planes
perjudiciales para la comunidad universitaria, anticipar coyunturas,
proyectar iniciativas y organizar acciones (para la FEU y/o para el

Federación de Estudiantes Universitarios


sector estudiantil) y, en últimas, desatar las disputas al interior de las
universidades.
 Empoderar y organizar a las y los estudiantes. Como representantes
tenemos la responsabilidad de movilizar al estudiantado frente a
políticas negativas que se aplican o se pretenden aplicar, y frente a
reivindicaciones claves y estratégicas para la consecución de
nuestros objetivos.

Las representaciones deben ser aprovechadas para la organización y la


movilización estudiantil, pero también, en la medida en que presentemos un
plan de gobierno realizable y pertinente, deben ser aprovechadas en
términos institucionales, impulsando convenios, relacionamientos
académicos e investigativos, desarrollando propuestas para mejoras del
servicio de bienestar universitario y, en fin, contribuir de la manera más seria
y responsable a la consecución de los fines misionales de la Educación
Superior.

¿Tienen las representaciones legitimidad real al interior de las


universidades?
La crisis de legitimidad de las representaciones estudiantiles está alimentada
por varios factores: altos porcentajes de abstención en los procesos de
elección en las universidades (somos elegidos quizás con menos del 50% de
los estudiantes); el incumplimiento de programas de gobierno, lo que
desemboca en la falta de credibilidad; y las limitaciones que encontramos
en los cuerpos colegiados de dirección (los estudiantes creen que no se
puede hacer nada con las representaciones).

Si analizamos estos elementos nos damos cuenta que provienen


precisamente de una cultura política nacional muy marcada en la gente. Y
como miembros de la FEU precisamente es esto lo que debemos
transformar. Debemos luchar por hacer de las universidades escenarios
reales de participación, con todas las garantías democráticas. En la medida
en que trabajemos por ese objetivo, iremos encontrando las formas para ir
superando el debate frente a la legitimidad de las representaciones.

Federación de Estudiantes Universitarios


La legitimidad va mucho más allá del aspecto institucional (o legal), sino que
debe trasladarse el debate a la percepción que tienen las y los estudiantes
sobre nosotros y nosotras como representantes, la confianza que nos
deleguen, la capacidad que vean en cada uno para la defensa de sus
intereses. Esto pasa necesariamente por acercarnos cada vez más a los
estudiantes, por cumplir de manera muy seria y respetuosa con nuestras
responsabilidades y deberes, y por demostrar que una nueva forma de dirigir
los procesos organizativos y reivindicativos sí es posible, sin convertir las
representaciones en espacios meramente burocráticos.

¿Deben responder a la FEU antes que cualquier cosa? ¿Deben


considerarse una iniciativa táctica de la FEU?
En este punto se sitúa uno de los principales debates al interior de nuestra
organización: “¿Somos representantes de la FEU o de todas las y todos los
estudiantes”? Por eso el título del documento se plantea así: “Con y desde
la FEU para las y los estudiantes”.

La FEU se concibe como una organización amplia y pluralista dentro de sus


principios, y que existe para defender los derechos e intereses de las y los
estudiantes. Todas las apuestas políticas y organizativas de la Federación
deben estar encaminadas a eso; si esto no es así en algún momento,
corresponde hacer el respectivo análisis en cada localidad. Además
debemos entender, por más obvio que parezca, que la FEU está integrada
por estudiantes.

Las candidaturas que en algún momento proponemos al grueso del


estudiantado, surgen de una definición democrática al interior de la
Federación; se supone que en este ejercicio responsabilizamos a los
compañeros y las compañeras que reúnen todas las capacidades para los
cargos de dirección, pero que también, han demostrado un sentido de
pertenencia con la organización y dan todo de sí para contribuir a la
realización de nuestros objetivos.

Cada una de nuestras acciones como representantes miembros de la FEU


debe responder a los principios y la plataforma de nuestra organización.
Además, debemos comprender que, así como la FEU nos ayudó a construir

Federación de Estudiantes Universitarios


el plan de gobierno, a construir una lectura política que nos permitió hacer
alianzas estratégicas o desarrollar las mejores formas y métodos para ganar
la representación, también le corresponde a la FEU ayudar en la realización
de nuestras tareas como representantes.

Y eso pasa por 1) Que los y las compañeras de la Federación sean los
primeros a quienes les compartamos la información que recibimos (buscar
los mecanismos necesarios para esto), 2) considerar todos y cada uno de los
aportes que nos den para tomar una decisión, 3) buscar consensos entre la
opinión de la FEU y del resto de expresiones estudiantiles (en caso de que no
existan).

No podemos ver nuestra condición de federados y federadas como un


obstáculo, una barrera o una contradicción con el ser estudiantes o
responder a los intereses de la mayoría. Todo lo contrario, debemos hacer
de esto un elemento potencializador de nuestra labor como representantes.

Para esto, desde hace tiempo se ha venido proponiendo la conformación


de equipos, integrados no solamente por miembros de la FEU, que permitan
disminuir las cargas de los y las representantes, mejorar la comunicación
interna y alcanzar esa coordinación que queremos. Esto va a permitir la
planificación y la orientación efectiva de iniciativas políticas y organizativas.

Un aspecto importante es que, además de coordinar con la Federación, es


importante ser muy cuidadosos con los aliados estratégicos que
encontramos al interior de las universidades. Una de las tareas
fundamentales que tenemos es la de relacionamiento con todas las
expresiones estudiantiles, más las expresiones de otros estamentos. Pero más
allá de la diplomacia que esto implica, debemos apostarle a garantizar que
esas alianzas se mantengan y que nos permitan cumplir de la mejor manera
con nuestros objetivos (no viendo esto como una “utilización” de otras
expresiones u organizaciones, sino como elemento cohesionador y
articulador del movimiento educativo). Esto debemos tenerlo en cuenta
sobre todo con representaciones ante Consejo Superior Universitario y
Consejo Académico, pues son los escenarios donde más se generan y se
definen elementos de disputa y debate al interior de las universidades.

Federación de Estudiantes Universitarios


¿Qué herramientas utilizamos para la construcción de propuestas
para los planes de gobierno? ¿Cómo garantizamos la ejecución
de dichos planes?

Este ítem corresponde más a una propuesta táctica. Aquí se parte de la


necesidad de conocer muy bien nuestras universidades y los espacios de
representación a los que buscamos llegar. No es llegar por llegar, ni lanzar a
cualquier persona, porque en últimos lo que eso genera la mayoría de las
veces es negligencia y en últimas, afectamos el buen desarrollo institucional
o la consecución de los objetivos como Federación (de organizar, incidir,
movilizar, etc.).

La construcción de un plan de gobierno no es nada fácil. Es importante que


utilicemos estrategias metodológicas que nos permitan consolidar unas
propuestas lo más pertinentes posibles, y además, tener la capacidad de
utilizar herramientas organizativas que también nos permitan capitalizar
todas las necesidades, reivindicaciones, banderas del estudiantado, para
encontrar las mejores formas de acercarnos a los y las estudiantes al
momento de construir y presentar nuestras propuestas.

Y la materialización de cada una de las propuestas de nuestros planes se


garantizará en la medida en que, como se ha dicho a lo largo del
documento, podamos coordinar, planificar y apoyarnos en la FEU, insistir en
los escenarios de organización y/o movilización del grueso del estudiantado
al interior de las universidades, y cumplir con responsabilidad nuestros
deberes (políticos e institucionales) como representantes.

¿Qué pensamos de las organizaciones nacionales de


representantes estudiantiles?
En este punto muy poco hemos profundizado, no sólo en los espacios donde
hemos tenido la oportunidad de encontrarnos como representantes, sino en
los espacios locales de discusión política de la Federación. Nosotras y
nosotras creemos que somos sólo por, para y con todos y todas las
estudiantes.

Pensar en construir una política de representantes a nivel nacional (fuera de


la Federación) sin la participación del grueso del estudiantado a quieres

Federación de Estudiantes Universitarios


representamos, es un ejercicio incorrecto. Precisamente porque nuestras
apuestas deben inscribirse en el mismo marco de acción y movilización del
grueso del estudiantado.

Frente a nuestra vinculación a la Federación Nacional de Representantes


Estudiantiles de Educación Superior (FENARES) y la Asociación Colombiana
de Representantes Estudiantiles de la Educación Superior (ACREES) no
hemos tomado una discusión. Hay unas críticas particulares frente a la
burocratización de estos espacios, y frente al alejamiento casi total de los
mismos a los espacios de movilización estudiantil en los últimos años.

Frente a esto, todavía está en deuda discutir qué beneficios traería para la
Federación y/o para las y los representantes de la organización vincularse
de lleno a alguna de estas plataformas.

“Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra


inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo
nuestro entusiasmo. Organícense, porque
necesitaremos toda nuestra fuerza.”
Antonio Gramsci

Federación de Estudiantes Universitarios

También podría gustarte