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Seguridad y defensa definición y objetivos.

La Seguridad y Defensa Nacional son elementos concebidos como primordiales dentro de la


conformación de las naciones, puesto que los mismos conceden o dan cierto nivel de confiabilidad y
protección a todas las personas que integran la nación. En todo Estado y en particular en el Estado
venezolano se encuentran una serie de elementos tanto naturales, como territoriales que deben ser
preservados y protegidos del alcance de sujetos a los cuales no les corresponde administrarlos ni usarlos.

La Seguridad Nacional está referida a las manifestaciones externas, que los sujetos integrantes de la
nación pueden percibir, y que se manifiesta en la sensación de tranquilidad o de inseguridad de los
ciudadanos, ya que depende de la percepción por parte de la ciudadanía de la sensación de paz, peligro
o amenaza para con la nación, y por ende para con la seguridad de sus ciudadanos. La misma es parte
inherente de la política de la nación y está directamente vinculada con el Poder Nacional, el cual le
proporciona los medios para que se pueda llevar a cabalidad.

En el ámbito político la seguridad nacional es el objetivo principal, la meta, el fin, mientras que la
defensa nacional es el medio, o uno de los medios, el más destacado para lograr la seguridad. Se puede
señalar el aspecto de la Seguridad como un aspecto psicológico, como una actitud o un estado de
conciencia, y que va a depender del grado de confianza y seguridad que el Estado transmita a sus
nacionales.

Se puede definir la Seguridad de la Nación como: La situación, estado o condición que se configura por
medio de la garantía, goce y ejercicio efectivo de los derechos en los diversos ámbitos de la vida
nacional: social, económico, cultural, político, militar, entre otros, por parte de la población, la sociedad
y demás entes que conforman el Estado.

La Seguridad de la Nación se refiere principalmente a 3 aspectos:

1. La Seguridad del Territorio: cuyo fin es la preservación del territorio nacional de la ocupación, transito
o invasión ilegal de otras personas o naciones que no estén debidamente autorizados para ingresar al
país.

2. La Seguridad de la Población: que está referida a la protección de la colectividad de situaciones que


amenacen o atenten contra su libertad, seguridad o bienestar.
3. La Seguridad de las Libertades: cuyo fin es la garantía del cumplimiento de las libertades internas y
externas, a las que se tiene derecho por mandato constitucional.

De tal forma que la Seguridad es un elemento indispensable para el bienestar de la sociedad, de la


colectividad, ya que protege los derechos de la nación tanto en el ámbito interno como externo.

Biodiversidad:

La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto incluye varios
niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de plantas, animales, hongos y
microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de
los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas.
También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas
y paisajes.El concepto fue acuñado en 1985, en el Foro Nacional sobre la Diversidad Biológica de Estados
Unidos. Edward O. Wilson (1929 - ), entomólogo de la Universidad de Harvard y prolífico escritor sobre
el tema de conservación, quien tituló la publicación de los resultados del foro en 1988 como
“Biodiversidad”.

Los seres humanos hemos aprovechado la variabilidad genética y “domesticado” por medio de la
selección artificial a varias especies; al hacerlo hemos creado una multitud de razas de maíces, frijoles,
calabazas, chiles, caballos, vacas, borregos y de muchas otras especies. Las variedades de especies
domésticas, los procesos empleados para crearlas y las tradiciones orales que las mantienen son parte
de la biodiversidad cultural.En cada uno de los niveles, desde genes hasta paisaje o región, podemos
reconocer tres atributos: composición, estructura y función.

La composición es la identidad y variedad de los elementos (incluye qué especies están presentes y
cuántas hay), la estructura es la organización física o el patrón del sistema (incluye abundancia relativa
de las especies, abundancia relativa de los ecosistemas, grado de conectividad, etc.) y la función son los
procesos ecológicos y evolutivos (incluye a la depredación, competencia, parasitismo, dispersión,
polinización, simbiosis, ciclo de nutrientes, perturbaciones naturales, etc.)

problemática: conjunto de problemas relacionados con alguna disciplina, actividad o situación: la


problemática del campo, la problemática de la psicología, la problemática del comercio informal.

Potencialidades: Cosa que tiene posibilidad de ser o de existir en el futuro.


Principales problemas que enfrenta la FANB en materia de biodiversidad:

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana por mandato constitucional tiene el objeto de salvaguardar la
integridad territorial y el desarrollo integral de la Nación

Venezuela es un país, con inmensa biodiversidad gracias a sus abundantes recursos hidricos de ríos y
mares. Los principales problemas que enfrenta la fuerza armada nacional bolivariana en materia de
biodiversidad:

1. La poca preparación en materia del resguardo de la biodiversidad de sus efectivos es un problema


grave que afronta este organismo.

2. Los pocos recursos asignados para atender este problema por parte del ministerio de defensa
tambien dificulta el resguardo de la biodiversidad.

3. La grandes extensiones territoriares de las zonas protegidas dificulta el resguardo de la biodiversidad


del pais ya que no se cuenta con los suficientes funcionarios asiganos para solucionar este problema.

4. La minería ilegal y trafico ilegal de especies de nuestra fauna y flora constituyen el problema
fundamental para nuestra biodiversidad.
Cambios económicos y sociales importancia y caracteristicas

Las transformaciones políticas venezolanas en el siglo XX han estado asociadas a la dinámica de la


industria petrolera y a las mutaciones monetarias y financieras en el ámbito internacional y nacional. En
el comportamiento interno reciente, la especulación financiera en la actividad bancaria, como resultado
de la ocurrencia sostenida de déficit Fiscal y su consecuencia en la economía real como “trampa
depresiva” se encuentran en el centro de un mecanismo explicativo, que permite evaluar la relación
deseable entre Estado y Sociedad Civil (Social choice). El artículo también enfoca los retos presentados a
la política macroeconómica (Public choice) para inducir un nivel más alto de bienestar colectivo,
asociado a un mayor nivel de empleo al considerar la situación presente de “burbuja petrolera”,
“trampa depresiva” y “gobernabilidad restringida”.

A partir de 1936, Venezuela transcurrió dentro de un orden económico basado en un Estado cuyas
acciones se apoyan en una renta petrolera (Estado “rico”) y una Sociedad Civil en donde el empleo
dependía en gran parte de la dinámica de trasvase de los recursos fiscales (Sociedad “pobre”), la “Oil
and Civic Republic”, dentro de una estrategia económica conocida inicialmente como “siembra del
petróleo” (1). Y entendida como “economía mixta” dentro de la opción del Welfare State. Pero el
retroceso sostenido en los niveles de bienestar en las últimas tres décadas hace necesario replantearse
una nueva estrategia.

En efecto, la nación venezolana no ha entrado en el siglo XXI con buen pie. Las tres últimas décadas
muestran una increíble historia de endeudamiento fiscal que, al traducirse en inversión especulativa
bancaria para asistir al Fisco es posible asociarla a la caída del ingreso per cápita, a un desempleo por
tres veces la tasa “natural” y una sub ocupación e inflación de dos dígitos (Véase Tabla I) (2). Estas
circunstancias además, parecen inmunes a las practicas de la ortodoxia económica o de “derecha”,
incluidas las variantes del llamado “Consenso de Washington” (3), y las relativas al control económico o
de “izquierda” del gobierno instaurado en 1999; contentivas de controles de los precios relativos y de
un incremento de los impuestos “no petroleros”, fundamentalmente indirectos o regresivos que arrojan
montos superiores a los subsidios mas o menos masivos y a las inversiones en infraestructura.

Ello quiere decir qué durante las tres últimas décadas la gestión del public choice no ha podido
satisfacer las necesidades económicas y sociales del colectivo nacional, ni ha proporcionado bases
sólidas para el desarrollo ulterior (4).

Así la economía venezolana se encuentra, en el momento actual en una situación de generación


insuficiente de empleos, de filtraciones de capitales, a pesar del control de divisas, de inversión
reproductiva insuficiente, e inflación sostenida, conjunto de circunstancias que llamamos “trampa
depresiva”; acompañado todo lo anterior de un crecimiento del consumo de bienes importados, en su
mayor parte, con lo cual las cifras macroeconómicas de los años recientes reflejan un crecimiento que
denominaremos “burbuja”.

En el caso de Venezuela vemos que el déficit público persistente, su financiamiento crediticio, la


inflación resultante y su validación desde el lado monetario (la depreciación sostenida del tipo de
cambio) ha limitado al bolívar en su función de “reserva de valor” (5) al interactuar con el deterioro de
la intermediación financiera con propósitos productivos, en favor de actividades especulativas; incluida
la adquisición de bono públicos y la fuga de capitales (refugio en las divisas extranjeras). En otras
palabras se ha establecido una “irracional exhuberancia Fiscal” (6), sostenida por un incremento de la
deuda pública interna, que presiona el alza la tasa de interés y un crecimiento del endeudamiento
externo que, a la larga, atenta contra la estabilidad del tipo de cambio (7). Ambos elementos encarecen
la inversión productiva e incrementan los precios.

Cabe entonces resaltar los factores relevantes del mecanismo explicativo que han conducido a la
“trampa depresiva”.

El primero de ellos se encuentra en el hecho de que, desde a mediados del siglo XX se hizo evidente un
cambio en la naturaleza del dinero; pues el valor intrínseco de la moneda metálica o “moneda
mercancía” se torno innecesario, sustituyéndose por las llamadas condiciones morales y financieras de
las instituciones y agentes económicos, cuando cumplen funciones financieras. Es decir, cuando sus
activos y pasivos financieros son susceptibles de circular, con aceptación general, según las condiciones
de intereses y de plazo de redención. Tales instrumentos operan como el antiguo dinero mercancía
mientras están en circulación; pero una vez retornados a su origen (cancelados) desaparecen (Lavoie,
1987).

Por ello, la credibilidad y estabilidad del moderno sistema monetario-financiero, reposa en la oportuna
cancelación de las obligaciones “privadas” y en la acción complementaria de un prestamista de última
instancia; pero un endeudamiento público creciente nunca se cancela (la deuda eterna) (8). Las acciones
del FMI en las crisis de finales del siglo XX para cancelar las acreencias de la banca internacional privada
contra algunas deudas públicas son un fuerte indicio de esta afirmación.

En segundo lugar, entre los factores institucionales (estructurales) que en Venezuela refuerzan la
presencia de la “trampa depresiva” puede apuntarse el hecho de que la Administración Pública, desde
la segunda mitad del siglo XX, monopolizó los sectores de mayor potencial de crecimiento (las llamadas
industrias básicas) (9) y dejó al sector privado las actividades más cercanas al consumo final (visión
dicotómica) con menor potencial multiplicativo a más de haber reducido sensiblemente el componente
de inversión en el gasto público desde 1980 (ver Tabla I). El balance final es que el desempeño público
presenta niveles altísimos de ineficiencia (observables en los déficit recurrentes de las empresas
públicas). También cabe señalar que, según los cronistas contemporáneos, el aspecto de la actuación
pública más visible, la infraestructura física del país, se “cae a pedazos” (10), y que no es desconocido
que, desde hace años, la pobreza, y la inseguridad de las personas han traspasado los limites atribuibles
a coyunturas petroleras desfavorables, mientras individuos de las elites pública y privada percibieron
recursos de origen público que establecieron diferencias crecientes con los más pobres de la Sociedad
Civil (11).

Así, como tercer factor o agravante, la frontera entre los negocios públicos y los privados en Venezuela
se habría evaporado, con la aquiescencia y complicidad de altos funcionarios de los poderes públicos
(corrupción) en diversas administraciones a lo largo del siglo XX, para beneficios privados de unos pocos
y malestar (pobreza) para la mayor parte de la población.

Como cuarto factor debe resaltarse que la política fiscal descrita (que devino en inflación persistente)
obtuvo su validación en el lado monetario (la depreciación sostenida del bolívar, cuando mermó la renta
petrolera) a través de la actuación nociva del Banco Central (alzas de las tasas de interés) para mitigar la
fuga de capitales. Ello estimuló a la banca privada a disminuir la función crediticia y sustituirla por
inversión en títulos públicos en pos de pingues ganancias, en el corto plazo, atentando contra la
estabilidad del sistema financiero y por ende contra la confianza del público general (12). Al respecto la
Tabla I, muestra que la proporción de créditos con relación a los depósitos ha descendido desde 1980, lo
cual refleja la mencionada actuación especulativa de la banca, en pos de los beneficios de corto plazo
que el endeudamiento del Fisco le ofrece /Véase en la Tabla I, el rubro de endeudamiento interno).

Se comprueba así que la racionalidad del corto plazo en la banca venezolana, atenta contra la
racionalidad del largo plazo, pues en general, con las excepciones del caso, margina la obtención de
utilidades de la intermediación. Una consecuencia gravísima es que la banca venezolana estaría inmersa
en una cadena especulativa de Ponzi, contando con que el Fisco siempre proporcionará ganancias altas.
Esto implica que los gerentes en ejercicio, en su más alto nivel y en buena parte venidos del exterior, no
han asimilado la experiencia del colapso bancario de 1994-1995 (13).

Como quinto factor depresivo deben apuntarse las “filtraciones”: asociadas primero a las fugas de
capital, por falta de oportunidades de inversión relacionada con la instauración de monopolios públicos
(visión dicotómica) y a la experiencia de devaluación que limitan el cumplimiento de la función de
reserva de valor del bolívar, y segundo, a las crecientes importaciones de bienes de consumo, como
resultado del relajamiento por presiones comerciales del control de cambios instaurado para combatir
las fugas de capital (14).
Así, ¿a qué se debe la instauración de políticas fiscales, monetarias y cambiarias contradictorias? Desde
el lado oficial: ¿Puede alegarse desconocimiento de la trascendencia de los cambios monetarios
mundiales? ¿Puede alegarse desconocimiento de las vinculaciones fiscales y monetarias?, ¿Hay algún
cambio en las relaciones Estado-Sociedad Civil que dificulte las correcciones en la política para salir de la
Trampa Depresiva?

MATEMATICA

función real

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