1. El término “concepto” y la falta de validez ante la dicotomía
“culteranismo” / “conceptismo” Para Baltasar Gracián, concepto significa (idea o imagen mental), y a la vez, su formulación en palabras ornamentadas (cultismos, metáforas, perífrasis), es decir, “un acto de entendimiento que exprime la correspondencia que se halla entre los objetos”. Tenemos dos niveles de discurso: 1. El (entendimiento) que se forma a partir de conceptos simples (ideas) 2. La (agudeza), en la que el entendimiento se eleva a ingenio y produce un concepto complejo. La novedad consiste en la correspondencia en que los conceptos agudos procuran causar maravilla y asombro. Como resultado podemos alcanzar una oscuridad extrema, bien por la intrincada complejidad de conceptos y metáforas (conceptismo), bien por una sintaxis compleja, abundante en hipérbatos en su afán latinizante, lleno de referencias mitológicas indirectas y metáforas, y un vocabulario plagado de cultismos (culteranismo). Carrillo señalaba que Góngora era a la vez culterano y conceptista, él y otros poetas de la época eran válidos representantes de la “agudeza” y no podemos hacer una separación entre conceptismo y culteranismo, pues son dos caras de una misma moneda dentro del referente barroco. 2. Características principales, tema y motivo mitológico de la fábula de Píramo y Tisbe A partir de las versiones anteriores (Fábula de Polifemo y Galatea del poeta latino Ovidio), Góngora recrea con sin igual maestría su propia versión. Vitaliza la acción, estudia y analiza la psicología de los personajes, describe con genial novedad al gigante Polifemo, intensifica las descripciones, los colores, encumbra la hipérbole y la metáfora. La versión de Góngora es un poema épico (1612-1613) de corta extensión: un texto mítico-narrativo que consta de 504 versos repartidos en 63 octavas reales. 2 Tanto el Polifemo como las Soledades iban dirigidos a gente culta, por ejemplo, no habrá entre el vulgo muchos que asocien "citarista" con Musa, o "archipoeta rubio" con "Apolo" o que capten la alusión al verso de Ovidio sobre los muros crudos. En suma, Góngora está haciendo descaradamente lo contrario de lo que afirma proponerse, pues en principio pretendió dirigirse al vulgo como posible lector. El poema va a ser tan complejo o más que sus poemas "serios" y "cultos", pero tendrá formalmente el aspecto de un poema jocoso popular. Góngora transformó los ciento once versos de Ovidio en un sorprendente romance de quinientos ocho versos en el que aplica toda su inimitable técnica, hasta entonces sólo empleada sistemáticamente en poemas serios, para burlarse de la mitología, de Ovidio y, lo que es aún más excepcional, para burlarse de sus críticos e incluso de sí mismo. Para su parodia, manipuló la fuente ovidiana en sentido inverso a como hizo con el Polifemo: en las Metamorfosis, Polifemo es más bien burdo, Galatea es más bien frívola y Acis más bien pusilánime, mientras que Góngora los humanizó hasta convertirlos en dignos protagonistas de un patético drama; por el contrario. En otro ejemplo mitológico, Ovidio presenta a Píramo y Tisbe como héroes románticos, mientras que la versión de Góngora los trata constantemente de insensatos, y reprocha a Píramo su necedad al suicidarse tan estúpidamente. Los personajes mitológicos son tratados con una familiaridad fuera de tono y para completar la comicidad a nivel argumental llena la historia de anacronismos: la Babilonia de su poema es la España de su época. La metamorfosis del moral pasa a ser secundaria y, frente a las numerosas alusiones de Ovidio, Góngora apenas la menciona una vez en la introducción y otra muy breve, casi de compromiso, en el momento en que se tiñen sus frutos. En síntesis, Góngora introduce cambios esenciales que convierten en drama la ironía de Ovidio. 3. Argumento de Polifemo y Galatea y sus fuentes La fábula de Polifemo y Galatea aparece en la poesía de Teócrito, Virgilio, Ovidio (libro 13 de sus Metamorfosis). Hay también versiones italianas famosas de Marino y de Tommaso Stigliani, y en España, de Castillejo, Pérez Sigler, Sánchez de Viana, 3 Gálvez de Montalvo, Barahona de Soto, Carrillo de Sotomayor [influye en Góngora] y Lope de Vega. Es famoso este mito en el Barroco por el enfrentamiento de contrarios, sobre todo el de luz y sombra y el de lo bello y lo monstruoso. Dámaso Alonso llama esta obra “la obra más representativa del Barroco europeo”. Consiste de 504 endecasílabos agrupados en 63 octavas reales. Hay una gran profusión de cultismos, complicados hipérbatos, hipérboles desmesuradas y metáforas proliferadas. No hay en el poema ningún sentimiento de simpatía por el gigante, como lo hay en el poema de Carrillo, sino estremecimiento, entusiasmo y refinamiento cerebral. En primer lugar relata la forma en que Acis y Galatea se enamoran (cosa que Ovidio da por hecha). Esto hace que Polifemo no conozca desde el principio este amor, y es precisamente la furia que le invade al descubrirlo lo que le lleva a lapidar a Acis. Otro cambio argumental es que Polifemo no busca deliberadamente a los amantes (pues desconoce su idilio), sino que es una fatídica casualidad lo que los delata: el gigante tira unas piedras para ahuyentar a unas cabras que estropeaban sus vides y algunas de ellas llegan al escondite de Acis y Galatea, los cuales, al creerse descubiertos, salen corriendo y se desencadena así el desenlace. Pero los cambios principales se refieren al tratamiento de los personajes. Se conserva la gradación Polifemo - Galatea - Acis en cuanto a su importancia, pero los tres son dibujados con mayor detalle, elevándolos a un nivel más humano. Actividad: 1. ¿Cuál es el argumento de la Soledad I, y cuáles son sus fuentes? 2. Elabora un resumen y describe los puntos más importantes de la lectura: “Las Soledades” de Antonio Carreira. (La lectura ya está en la plataforma Classroom).