Justicia de CRISTO
“Soy pecadora…nunca seré bastante buena
para ir al cielo. DIOS requiere perfecta santidad
¡yo estoy lejos de la perfección!
Pero le he pedido a CRISTO que sea mi Salvador.
Ahora DIOS me ve “en CRISTO”.
Cuando CRISTO tomó mi lugar en la cruz,
tomó sobre sí mis inmundos harapos manchados
de pecado.
¡Cómo si mis pecados fueran sus pecados!
Me dio su inmaculado manto de justicia
¡Como si su perfecta justica fuera mía!
¡Que maravilloso cambio!
¡No lo merezco! Simplemente es un don recibido
por fe.
Ahora quiero hacer buenas obras porque amo a DIOS.
¡Quiero agradarle y servirle!
Escribe lo que dice en Isaías 61:10
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Mi propia justicia
“Pertenezco a una familia muy respetable
además mi abuelo era pastor”.
Vivo una vida limpia y decente.
No tomo, no fumo, no juro como algunas.
Nunca robé un banco, ni maté a nadie.
Trato de seguir la Regla de oro.
Sé que nadie es perfecto, pero soy tan
buena como cualquiera.
Ayudo a mis vecinos, cuido de los
enfermos, hago mandados y hasta cuido
gratis a los bebés.
No soy atea, creo en un Ser Supremo.
También voy a la escuela dominical.
Mamá dice que debo ir, por eso supongo
Que iré al cielo.
Escribe lo que dice en Isaías 64:6
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Porque por gracia sois
salvos por medio de la
fe; y esto no de
vosotros, pues es don
de Dios; no por obras,
para que nadie se
gloríe.
Efesios 2:8-9