EL PROBLEMA DE LA COMPRENSIÓN LECTORA

Mucho se ha escuchado, estos últimos tiempos, la frase: “Los chicos no

comprenden lo que leen.” Las “causas” son que: “Los alumnos no prestan atención
en clase.”, “No les interesa lo que leen.”, “Los profesores de Lengua no les
enseñan comprensión de texto”, entre otras.

Lo cierto es que comprender un texto significa poner en relación la información del

texto con los conocimientos previos del lector y también con lo que busca en él, a
su vez, para comprender hay que interactuar con cada variedad textual particular.
Es por ello, que en la escuela, es el profesor de cada área quien debe intervenir
para ayudar a desarrollar la comprensión, para permitir que sus alumnos puedan ir
reformulando poco a poco el entendimiento que han tenido con el fin de acercarse
progresivamente al límite que impone el texto. Aquí está el punto central de la
cuestión: es el profesor de cada área quien debe intervenir para ayudar a
desarrollar la comprensión ¿Por qué?, porque en cada disciplina hay géneros
discursivos, es decir, tipos textuales predominantes, para los cuales se necesitan
estrategias de lectura específicas. Por ejemplo:

- En el área de las ciencias sociales la enseñanza no tiene que ver sólo con
estar entrenando a los alumnos para la vida adulta y desarrollar estrategias
y habilidades para apropiarse del mundo social a través de los discursos de
los medios, se trata también de comprender esos textos (expositivos) para
apropiarse de la información y reflexionar sobre ella. Sin embargo, un
problema para lograr la comprensión de estos es que las consignas que se
proponen para su tratamiento forman parte de la misma lógica del texto
expositivo, es decir, las actividades son cuestionarios que repiten una
palabra que está en un subtitulo o en negrita y reproducen la secuencia del
texto, esto es, cada pregunta remite a un párrafo. Entonces, para las
respuestas se necesita un nivel de lectura muy superficial que implica el
pasaje de información de un lugar a otro. Por lo tanto, los chicos pueden
responder sin haber comprendido el texto.

El desafío es crear consignas y preguntas que rompan con la lógica del

texto expositivo. Además, proponer una primera lectura del texto completo
a abordar y ver qué se entendió, luego ir abriendo otros niveles de
comprensión, ver qué se puede inferir, qué información hace falta que el
docente pueda reponer, etc.

- En el área de matemática hace falta una comprensión profunda para poder

establecer las relaciones internas del texto (que no necesariamente es
escrito, generalmente es un problema matemático) y encontrar las vías de
 solución. Para ello es necesario acordar la interpretación del miso.
Entonces, el docente de esta área debe presentar los distintos tipos de
textos- junto con sus estrategias de lecturas respectivas-, ya que por
ejemplo, en geometría hay un código distinto para leer que en álgebra. Esto
quiere decir que el profesor de Lengua no se puede hacer cargo de cómo
se lee en matemática. Es el profesor de matemática quien debe mostrarle
a sus alumnos las estrategias de lectura y de comprensión que necesita
que ellos pongan en juego.

Por lo tanto, la comprensión lectora no es un problema específico de la Lengua,

sino que es uno de los desafíos de la escuela de hoy: que todos los docentes
trabajen los textos específicos de sus áreas, que se involucren en la lectura, la
escritura y en la producción oral de aquellos tipos de textos que les permiten a los
alumnos permanecer en la escuela, poder aprender y conectarse con el mundo
que los rodea.