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Cartas de Grau
Cartas de Grau
Monitor “Huáscar”
Iquique, Mayo 29 de 1879.
Queridísima esposa:
Miguel Grau
Saluda a todos los que te pregunten por mí.
Garibaldi me acaba de traer vino y huevos
Nota:
Monitor “Huáscar”
Arica Stbre 27 de 1879.
Mi queridísima Esposa:
Ayer tuve el agrado de recibir tu ansiada esperada
cartita del 12 de curso, cuya lectura me llenó de
contento, porque me anunciabas que tú, vida mía, y
los niños se conservaban a Dios gracias sin
novedad. Te aseguro esposa querida, que tanto como
tú, lamento la inseguridad que hay ahora en la
venida y salida de los vapores; pues me parece que
solo cada siglo recibo carta tuya, razón por la
que más me aburro de estar separado de ti tanto
tiempo. Sin embargo tú crees que no te extraño, y
que cuando te escribo es solo el momento que me
acuerdo de ti; lo que te prometo, no es exacto,
porque te tengo siempre presente en mi memoria y
en mi corazón.
Hoy tengo que salir acompañando al “Chalaco” que
lleva tropa para Iquique; regresaremos mañana a
este puerto donde espero el vapor que te debe
llevar esta carta, anunciándote que yo sigo bien
de salud.
Se está moviendo tanto el buque con el balance que
apenas puedo escribir.
Tu mamá me ha mandado una gorra muy lujosa.
Salúdala y dale las gracias a mi nombre. Parece
que ella te había ocultado que me la enviaba
porque creías que el regalo era de Dolores.
Había resuelto no contestar nada respecto al
asunto presidencia, porque francamente me parecía
que era una broma, pero al ver que me lo repites
nuevamente con cierta seriedad, debo decirte que
no pienso en tal cosa, por lo menos por ahora, que
aún conservo mi razón.
No recuerdo si en alguna de mis anteriores te he
dicho que he resuelto definitivamente quedarme de
simple comandante del “Huáscar”, y al tomar esa
medida he sido obligado por varias razones, y
entre otras, la de tener que huir a la vista de un
blindado como lo hago ahora, con mi insignia
izada; cosa que no podría soportar sin morirme de
vergüenza. Segundo: Que yo no veo un solo jefe
para comandante del “Huáscar” que maneje este
buque como yo lo manejo, por la larga experiencia
que tengo de él. Esto puede ser vanidad o todo lo
que se quiera, pero es la pura verdad.
Luego, el Gobierno al remitirme el despacho ha
debido también mandarme el nombramiento de
Comandante General de la Escuadra, y no dejarme de
simple jefe de la división que tenía a mi cargo;
en fin hay otras circunstancias más que sería
largo enumerar. Hazme el favor de reservar esto;
solo a mi hermana Dolores se lo puedes referir con
la indicación conveniente.
Para proceder con decencia en este asunto,
renuncié también el sueldo de Contra Almirante,
pero el Director de la Guerra no ha aceptado esta
parte.
No dejes de darle a la madre del barbero Flores,
treinta y dos soles que me ha entregado por este
mes.
El Colán ha gastado todo su sueldo, pues poco
después de haberle pagado dijo que ya no tenía;
dale sin embargo los nueve soles a María.
No te olvides de decirle a Gómez que vaya a la
“Fraternal” a cobrar la inscripción ya vencida de
María Luisa; con parte de ese dinero puedes
comprarles a los muchachos un poco de ropa de paño
y blanca.
Necesito un retrato grande para la Municipalidad
de Sucre, mándalo hacer donde Courret.
Te mando un barrilito de aceitunas para que me
hagas el favor de enviárselo a Rosita Orbegoso a
mi nombre, y sin que nadie lo sepa, para que no se
resientan las otras.
Ahora cuatro días que estuve en Ilo, me dijo
Vicente Vico (alias Garibaldi) que te había
mandado por conducto de su agente un barrilito de
aceitunas, pero que ignora si lo has recibido o no
porque nada le has contestado.
Creo vida mía, que me olvidé de darte las gracias
por el riquísimo dulce que me mandaste con
Ferreyros, recíbelas pues aunque tarde.
En mi cámara nada puedo tener porque como somos
tantos de mesa se consume todo lo que compro al
instante.
Dile a mi hermana Dolores que después de cerrada
su carta me acordé de pedirle que cuando hayan
guayabas me haga un poco de dulce de esa fruta.
Stbre 28
Son las doce y media del día y acabo de fondear de
regreso de Iquique. Aquí me he encontrado con un
vapor alemán, que probablemente saldrá hoy mismo
directamente para el Callao, así es que felizmente
vas a recibir esta carta con más anticipación que
lo que yo había pensado, pues el vapor de la
carrera tiene ya dos días de atraso, y no está ni
aún a la vista.
También he encontrado otro vapor del Norte, que
seguramente me ha traído carta tuya. Ya he mandado
un bote a tierra por ella. Ojalá no sufra alguna
decepción, pues es el único consuelo que tengo por
acá, es ver tus cariñosas letras.
No dejes de mandarme a hacer un terno de ropa de
uniforme, con sus respectivas insignias, menos
presillas y gorras que ya me han regalado.
Mil cariños más a los muchachos, y tú, vida mía,
recibe un abrazo junto con el corazón de tu esposo
que te idolatra.
Miguel
Saluda a todos los amigos.
He leído tu cariñosa cartita del 23, en este
momento, y por ella sé a Dios gracias, que tú,
vida mía, y los niños quedaban sin novedad. No te
digo más porque temo que se vaya a ir el vapor
alemán. (Ilegible) siempre borracho ayer lo
castigó Aguirre bañándose porque se emborrachó y
nos dejó sin almorzar.
Recibe un millón de caricias en premio de tu
deseada y larga cartita.
Monitor “Huáscar”
Iquique, Stbre. 30 de 1879.
Miguel.
A Justiniano no le he visto.
Dignísima señora:
Miguel Grau