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El universo es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía y el impulso, y las leyes y
constantes físicas que las gobiernan. Sin embargo, el término también se utiliza en sentidos contextuales ligeramente
diferentes y alude a conceptos como cosmos, mundo o naturaleza.1 Su estudio, en las mayores escalas, es el objeto de la
cosmología, disciplina basada en la astronomía y la física, en la cual se describen todos los aspectos de este universo con
sus fenómenos. La ciencia considera al universo como un sistema cerrado que contiene energía y materia adscritas al
espacio-tiempo y que se rige fundamentalmente por principios causales. Basándose en observaciones del universo
observable, los físicos intentan describir el continuo espacio-tiempo en que nos encontramos, junto con toda la materia y
energía existentes en él.
En la cosmología moderna, el origen del Universo es el instante en que surgió toda la materia y la energía que existe
actualmente en el Universo como consecuencia de una gran expansión. La postulación denominada teoría del big bang
(gran explosión) es aceptada por la mayoría de los científicos, y postula que el Universo podría haberse originado hace unos
13. 730 millones de años, en un instante definido. En la década de 1930, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble
confirmó que el Universo se estaba expandiendo, fenómeno que el sacerdote y astrofísico Georges Lemaître describió en su
investigación sobre la expansión del Universo (big bang), basado en las ecuaciones de Albert Einstein, y con la teoría de la
relatividad general. Sin embargo, el propio Einstein no creyó en sus resultados, pues le parecía absurdo que el Universo se
encontrara en infinita expansión, por lo que agregó a sus ecuaciones la famosa "constante cosmológica" (dicha constante
resolvía el problema de la expansión infinita), a la cual posteriormente denominaría él mismo como el mayor error de su vida.
Por esto Hubble fue reconocido como el científico que descubrió la expansión del Universo.
Constitución del universo: El universo está formado por galaxias, nebulosas, las estrellas, los planetas, los satélites
naturales y los cometas.
Las galaxias: Son un conjunto de estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico, materia oscura y energías unidas
gravitatoriamente en una estructura más o menos definida. Algunas de las principales son Andrómeda y la Vía láctea. La Vía
láctea es la galaxia en la que se encuentra el sistema solar. Se conocen galaxias de diferentes formas, en espiral, elípticas,
circulares e irregulares. La distancia entre los cuerpos celestes en el espacio se mide en años luz. Un año luz es la distancia
que recorre la luz en año, a la velocidad de 300 mil kilómetros por segundo.
Las nebulosas: Son regiones del medio interestelar constituidas por gases (principalmente hidrogeno y helio) y polvo.
Tienen una importancia cosmológica notable porque son los lugares donde nacen las estrellas, por fenómenos de
condensación y agregación de la materia, aunque en otras ocasiones se tratan de los restos de una estrella que ha muerto.
Las nebulosas se localizan en los discos de las galaxias espirales y en cualquier zona de las galaxias irregulares.
Las estrellas: Una estrella es una esfera de plasma que genera energía en su interior de manera sostenida mediante
reacciones termonucleares. Las estrellas se observan en el cielo nocturno como puntos luminosos que titilan debido a las
distorsiones ópticas que produce la turbulencia y las diferentes densidades de la atmosfera terrestre.
Los planetas: Se denomina planeta a todo cuerpo celeste que cumple con al menos tres características principales para ser
considerado como tal: gira u órbita alrededor de una estrella, su masa (peso) es suficiente para mantener
el equilibrio hidrostático (gravedad en el aire), y tiene cierta dominación de su órbita, es decir, que impide que otros cuerpos
la ocupen o invadan su recorrido.
Los satélites naturales: En astronomía, el término satélite se aplica en general a aquellos objetos en rotación alrededor de
un astro, este último de mayor dimensión que el primero. Ambos cuerpos están vinculados entre sí por fuerzas de gravedad
recíproca. En general, a los satélites de los planetas principales se les llama lunas.
Los cometas: Es un cuerpo celeste de hielo y roca, relativamente pequeño, que gira alrededor del sol. Cuando un cometa
se acerca al sol, parte del hielo, se convierte en gas. Este gas, junto con las partículas de polvo, se desprende y origina la
cola larga y luminosa que caracteriza a los cometas.
La tierra no se encuentra sola en el espacio; está ligada al sistema solar y su comportamiento va depender directamente del
sol y del satélite que acompaña a la tierra en su movimiento alrededor del sol para relacionarse con las interacciones del
sistema solar. Una de las características propia de los sistemas es que en ellas se producen interacciones entre sus
componentes, en consecuencia, entre la Tierra y su ámbito se producen interacciones gravitatorias, electromagnéticas y
nucleares, las cuales contribuyen a mantener un ordenamiento natural dentro del sistema solar. Algunos fenómenos que
manifiestan las relaciones entre la Tierra y su ambiente son: La radiación solar, las mareas, los eclipses, las caídas de
meteoritos, los vientos solares, las auroras y las interacciones gravitatorias.
Geociencias
Las Geociencias (también conocidas como Ciencias de la Tierra), son las disciplinas de las ciencias naturales que estudian
la estructura, morfología, evolución y dinámica del planeta Tierra. En cierto sentido, las geociencias se pueden considerar
como una rama de las ciencias planetarias. Las áreas más grandes de las geociencias son: La Geología, La Oceanografía,
Las Ciencias Atmosféricas y La Glaciología. Las ciencias de la Tierra constituyen una herramienta para planificar una
explotación racional de los recursos naturales, comprender las causas que originan los fenómenos naturales que afectan al
ser humano y cómo el ser humano influye en la naturaleza con sus acciones. Por otro lado, las ciencias de la Tierra nos
permiten entender los procesos naturales que han favorecido y/o amenazado la vida del hombre, y su estudio está ligado
tanto al estudio de los flujos de energía en la naturaleza y al aprovechamiento de los mismos, como a la prevención
de riesgos medioambientales, sísmicos, meteorológicos, volcánicos, entre otros.
El calentamiento global es el deterioro de la capa de ozono producto de la contaminación, permitiendo que los rayos solares
penetren con mayor fuerza al planeta, en adición al acercamiento natural de los planetas hacia el sol (núcleo del sistema
solar).El planeta ha venido sufriendo cambios climatológicos producto de múltiples factores, como consecuencia
del comportamiento humano. Específicamente, el deterioro de la capa de ozono, destrucción de la fauna y flora,
la contaminación del medio ambiente son elementos que han impactado adversamente al planeta. Como consecuencia de
esto, se han descongelando los polos árticos y antárticos afectando la temperatura global del planeta y trayendo consigo un
desequilibrio climatológico.
Las Geósferas de la Tierra
Se conocen como geosferas las 4 capas envolventes en las cuales está dividida la Tierra. Las geosferas están relacionadas
entre sí de manera armónica y articulada. Estas cuatro capas que forman la Tierra son:
La Atmósfera: que es una envoltura gaseosa que rodea totalmente la Tierra.
La Hidrosfera: que es una capa liquida formada por ríos, mares y océanos.
La Litosfera: que es la envoltura sólida que está extremadamente representada por relieve terrestre.
La biosfera: que ocupa una estructura restringida y es donde se hace posible la existencia de los seres vivos.
El estudio de la Tierra desde el principio de los tiempos hasta la actualidad ha sido la tarea de los geólogos que tratan de
desentrañar los acontecimientos que han dado forma a nuestro planeta hasta llegar a como es hoy en día. Con el fin de
simplificar la enorme cantidad de información geológica, los geólogos han dividido la historia de la Tierra en tiempos
geológicos que se llaman Eones, Eras geológicas, Períodos y Épocas. Estos intervalos de tiempo se llaman Tiempos
Geológicos o Periodos Geológicos. Pero los tiempos geológicos no son como los tiempos de horas, años, etc., que tienen
una duración fija. Esto se debe a que el tiempo geológico se divide en tramos de tiempo en los que sucedieron
acontecimientos significativos en la historia de la Tierra.
La evolución de este planeta es objeto de interés para los científicos, quienes han dividido su historia desde el punto de vista
geológico y de forma cronológica en varios eones, eras, períodos, épocas y edades, según los estratos o capas de rocas
de la Tierra y los registros fósiles que se han encontrado.
Se denomina Escala de Tiempo Geológico (GTS, por sus siglas en inglés) a un sistema de medición cronológica usado para
detallar el tiempo y describir las características y conexiones de los diversos tiempos del planeta. Lo que sucedió en la era
Cenozoica se diferencia de la era Mesozoica por ciertos aspectos, como el tipo de flora y fauna que habitó en ella. Es
necesario saber que el tiempo de la Tierra no se divide solamente en eras. Los expertos lo dividen en:
Eón. Un eón es cada una de las divisiones que comprende alrededor de 1,000 millones de años, pero esta cantidad puede
ser mucho mayor o menor. Existen 4 eones, de los cuales el Hádico, el Arcaico y el Proterozoico comprenden lo que
anteriormente se llamaba “Precámbrico”, correspondiente a los 4 millones de años antes de que aparecieran animales con
caparazón duro.
Era. Subdivisión de los eones, divididos en períodos. A cada era atañe una flora y una fauna específicas. Está conformada
por tres (3) Eras: Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico.
Período. Es cada una de las divisiones de las eras. Está conformado por doce (12) periodos: Cámbrico, Ordovícico, Silúrico,
Devónico, Carbonífero, Pérmico, Triásico, Jurásico, Cretácico, Paleógeno, Neógeno y Cuaternario. Por ejemplo, la era
Paleozoica se divide en los períodos Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico.
Época. Subdivisión más larga que una Edad pero más corta que un Período. Ayuda a especificar las condiciones de un
momento determinado. Ejemplo: el Holoceno y el Pleistoceno son épocas del Período Cuaternario, que a su vez forma parte
de la Era Cenozoica. A diferencia de las anteriores, está conformada de la siguiente manera: en la Era Cenozoica la
constituyen siete (7) épocas: Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno, Plioceno, Pleistoceno y Holoceno.
Edad. Subdivisión de una época. Rupeliense y Chattiense son los nombres de las edades de la época del Oligoceno.
El tiempo geológico es el período de tiempo que abarca desde la formación y el desarrollo de la Tierra, cuando se originó
hace unos 4,5 millones de años, hasta la actualidad. Las divisiones en la historia de la Tierra se registran en la escala de
tiempo geológico. Por ejemplo, el periodo cretácico terminó cuando los dinosaurios se extinguieron. Los geólogos europeos
fueron los primeros en unificar la escala de tiempo geológico, así que muchos de los nombres de los períodos son lugares
en Europa. Por ejemplo, el período jurásico recibe su nombre de las montañas de Jura en Francia y Suiza.
Ciclos geológicos
El ciclo geológico es el conjunto de fenómenos que afectan a la corteza y manto superficial terrestre. Este ciclo consta de
tres etapas: la gliptogénesis (destrucción y erosión del relieve), la litogénesis (formación de nuevas rocas) y la orogénesis
(formación de relieve por acción de agentes geológicos internos).
Edades de la tierra
La Tierra tiene aproximadamente 4470 millones de años, con un margen de error de un poco menos de 1% (es decir,
aproximadamente, de ± 44.7 millones de años). Los científicos han estimado, basándose en la masa y luminosidad del sol
respecto a otras estrellas, que la formación de la Tierra y el resto de los cuerpos sólidos del sistema solar ocurrieron al
mismo tiempo, por eso las mediciones para calcular la edad de la Tierra se han realizado observando otros cuerpos
presentes en el Sistema Solar.
La edad de la Tierra indica el tiempo transcurrido desde su origen hasta nuestros días. Los geólogos y geofísicos modernos
consideran que la edad de la Tierra es de unos 4600 millones de años ± 1%. Esta datación, basada en el decaimiento de
hafnio 182 en tungsteno 182, fue determinada por John Rudge, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad
de Cambridge, en el año 2010, y redujo la datación anterior de 4540 millones de años ± 1% en 70 millones de años. Esta
edad había sido determinada mediante técnicas de datación radiométrica de material proveniente de meteoritos y es
consistente con la edad de las muestras más antiguas de material de la Tierra y de la Luna.
Era Arcaica
Era Precámbrica
Era Paleozoica
Era Mesozoica
Era Cenozoica
La escala temporal geológica, escala de tiempo geológico o tabla cronoestratigráfica internacional es el marco de referencia
para representar los eventos de la historia de la Tierra y de la vida ordenados cronológicamente. Establece divisiones y
subdivisiones de las rocas según su edad relativa y del tiempo absoluto transcurrido desde la formación de la Tierra hasta la
actualidad, en una doble dimensión: estratigráfica (superposición de rocas) y geocronológica (transcurso del tiempo).
Estas divisiones están basadas principalmente en los cambios faunísticos observables en el registro fósil y han podido ser
datadas con cierta precisión por métodos radiométricos. La escala compila y unifica los resultados del trabajo sobre geología
histórica realizado durante varios siglos por naturalistas, geólogos, paleontólogos y otros muchos especialistas. Desde 1974
la elaboración formal de la escala se realiza por la Comisión Internacional de Estratigrafía de la Unión Internacional de
Ciencias Geológicas y los cambios, tras algunos años de estudios y deliberaciones por subcomisiones específicas, han de
ser ratificados en congresos mundiales.
La escala de tiempo geológico es utilizada por los geólogos y otros científicos para asignar el tiempo y las relaciones entre
los eventos que han ocurrido en nuestro planeta Tierra.
Las dataciones dependían de métodos relativos, que permitían interpretar la historia geológica y elaborar una escala relativa
del tiempo geológico, hasta el desarrollo de las técnicas de fechamiento radiométrico. Por esto, se pueden distinguir 3 tipos
de dataciones de técnicas diferentes: datación relativa, datación absoluta y datación radiométrica:
Datación relativa: Cuando las rocas se colocan en una secuencia de formación adecuada, no se establece una fecha
precisa pero sí se puede obtener información sobre lo que sucedió antes o después de un acontecimiento; además, sitúa los
acontecimientos sólo en orden secuencial y no en el tiempo en que tuvieron lugar. Ésta técnica se basa en los principios
geológicos fundamentales: Ley de la Superposición, Horizontalidad Original, Principio de Intersección, Inclusiones o
Incrustaciones, Discontinuidades Estratigráficas y Correlación de Capas Rocosas.
Datación absoluta: Mediante este tipo de datación es posible obtener fechas absolutas, es decir fiables, para los
acontecimientos del pasado geológico; estos métodos proporcionan edades numéricas. Al comienzo del siglo XX se hizo un
descubrimiento revolucionario: si bien la mayor parte de los isótopos de los 92 elementos naturales son estables, algunos
son inestables y se desintegran espontáneamente de los elementos despidiendo partículas subatómicas y transformándose
de un elemento a otro para convertirse en otros isótopos más estables liberando energía en el proceso; a estos átomos
inestables se les conoce como isótopos radioactivos. Los métodos de datación absoluta utilizan elementos radioactivos que
son: las varvas, la dendrocronología, la densidad de cráteres, la exposición a rayos cósmicos las huellas de fisión, la
termoluminiscencia y la datación absoluta con radioactividad o radiométrica; esta última, es la más utilizada actualmente ya
que es la que nos permite medir con más precisión.
Datación radiométrica: Se basa en la desintegración radiactiva de un isótopo inestable. Por esta propiedad, el isótopo
inestable denominado padre, luego de un cierto período de tiempo se transforma en otro llamado hijo, que puede ser estable
o inestable. Si se determinan las concentraciones de esos dos isótopos, padre e hijo, en la muestra en estudio y se conoce
el valor de la constante de desintegración del isótopo original, se puede calcular el tiempo transcurrido desde la formación de
esa muestra (edad) hasta el presente.
La ley de superposición de estratos o Ley de Steno. El principio de la superposición fue planteado por primera vez
por Nicolás Steno y desarrollado por Johann Gottlob Lehmann, y establece que “en una sucesión de estratos los que están
más abajo son los más antiguos y los que están más arriba son los más modernos“. El principio es básico para la ordenación
temporal de los estratos (y conjuntos de estratos) subhorizontales y se puede aplicar a los materiales estratificados en los
que la deformación tectónica posterior a su depósito no implique la inversión de estratos.
Existen algunas excepciones a este principio, siempre ligadas a discontinuidades que impliquen etapas de erosión de
materiales previos, de tal manera que los sedimentos nuevos se depositen en cavidades excavadas en el seno de los otros
(por ejemplo, en cuevas). En la actualidad, este principio se usa con gran frecuencia, aunque apoyándose en el uso de
criterios de polaridad vertical (si la serie está ordenada de forma normal o ha sido invertida por causas tectónicas), y
constituye la base del levantamiento de secciones estratigráficas, una técnica fundamental en el estudio estratigráfico.
La historia de la tierra está clasificada en cinco importantes etapas, cada una de ellas con diferente cantidad de años. Esta
clasificación es la siguiente:
Era Arcaica: ubica en los primeros millones de años de la tierra en donde se consideraba que era una esfera llena
de gases muy similares a los que forman el sol y de la cual se formaron los planetas.
Era Precámbrica: en esta era se dieron las primeras manifestaciones de vida, eran seres unicelulares muy parecidas
a las bacterias. Algunos fósiles de esta era son impresiones marinas rudimentarias.
Era Paleozoica: en esta época surgieron los peces y los helechos y fue una etapa de relativa tranquilidad. Los
océanos cubrían grandes porciones del planeta y la erosión empezó a jugar un papel importante. Se formaron
las rocas calizas, había animales marinos con concha y en las costas de los mares se asentó gran cantidad
de arena.
Era Mesozoica: fue la era de los enormes reptiles que vivían en la tierra y en los lagos. Algunos de ellos incluso
tenían alas y se esparcieron por los continentes.
Era Cenozoica: esta es la era en la que la tierra tomó sus características actuales, las grandes masas de hielo se
movilizaron hacia los polos, los mamíferos se multiplicaron y los continentes y los océanos tomaron la forma actual.
Aparecieron los animales domésticos y los primeros seres similares a los hombres. Se descubrió el fuego y la
piedra.
Las rocas: Para la geología, una roca es un sólido cohesionado que está formado por uno o más minerales como el granito
y otros agregados o incluso de un solo mineral en ocasiones. Las rocas tienen un proceso de formación muy lenta.
Las rocas pueden clasificarse por ígneas, sedimentarias o metamórficas. Son rocas que evolucionan a medida que pasa
el tiempo, este proceso de cambios se hace llamar ciclo de la roca.
Rocas ígneas: son rocas formadas por el magma que proviene del interior de la Tierra una vez que éste se enfría.
Dependiendo del proceso de enfriamiento, estas rocas pueden tener distintas texturas, granuladas, porfídicas, porosas o
vítreas.
Rocas sedimentarias: Están formadas a partir de los materiales llegados por la erosión de rocas vecinas. Hablamos de
partículas que se van depositando sobre las capas, los ríos o los mares. Cuando ya se han sedimentado, todas esas
partículas atraviesan un proceso de compactación y cementación, incluso recristalización. La piedra calza sería un ejemplo.
Aunque también está el gres, el carbón, el travertino o la anhidrita.
Rocas metamórficas: Este tipo de rocas se constituyen a partir de otras generalmente sedimentarias, las cuales han sufrido
transformaciones por acciones geológicas externas. Las presiones, las lluvias, las temperaturas… son todos factores que
intervienen en estas transformaciones.
Las que tienen una textura foliada, como la pizarra, el gneis o los esquistos.
Y las que no lo son, como la cuarcita, el mármol o la serpentinita.
Los minerales se constituyen de elementos sólidos, inorgánicos y naturales. En un principio formados a través del
magma o de algún tipo de variación sobre minerales ya existentes.
Los minerales disponen de átomos formando una serie de celdas unidad, las cuales establecen cristales agrupados
formando una estructura geométrica que normalmente los caracteriza. Cuanto más tarda en formarse un mineral, mejor
cristalización tendrá. Cabe destacar que un cristal puede tener hasta 32 tipos de simetría. Hay siete grupos en los que se
dividen estos tipos de simetrías, cúbico o regular, hexagonal, trigonal, tetragonal, rómbico, monoclínico y triclínico.
Los cristales de los minerales no suelen presentarse aislados, sino que están compuestos:
Cuando dos o más cristales se desarrollan según un patrón o un eje de simetría constituyen una estructura mineral
cuyo nombre es macla, cuarzo cristal de roa, por ejemplo.
Si el mineral recubre la superficie de la roca se genera una dendrita, pirolusita, por ejemplo.
Cuando el mineral se cristaliza en el hueco de una roca se crean formas que se llaman geodas, el olivino, por
ejemplo.
Metalíferos: Éstos se forman a partir del magma en rocas de metal. Algunos ejemplos de estos minerales serían:
El cobre,la plata, magnetita, limonita, casiterita, pirita, blenda, calcopirita, bauxita, azurita, malaquita y cinabrio.
No metalíferos:
Los minerales compuestos principalmente de sílice, los silicatos. Se constituyen a partir de magma. Ejemplos de
estos minerales serían: el olivino, talco, biotita, cuarzo, arcillita… entre otros.
Las sales minerales se forman a través de las sales precipitadas por el vapor de agua del mar, aunque también
por recristalización de minerales ya existentes. Algún ejemplo de mineral creado a partir de precipitaciones sería
el yeso, la calcita y la magnesita, entre otros.
También hay minerales con otros componentes distintos a los mencionados. Por ejemplo el azufre, la fluorita o la
calcita.
Las características que deben conocerse para distinguirlos son a través de una serie de procesos que nos ayuda a
identificarlos.
Existe una escala de dureza llamada Mohs, consiste en rayar unos minerales con otros para establecer su dureza.
El brillo es otra característica. Los minerales pueden tener un brillo metálico o no metálico. Un ejemplo de brillo metálico
sería la galena. Ejemplo de los no metálicos serían el terroso, nacarado, resinoso, entre otros.
El tono de la raya se aprecia cuando se pulveriza, y este puede coincidir o no con su color en el exterior.
El color del mineral puede ser constante o variable. Un ejemplo del primero sería el azufre, mientras que un ejemplo del
segundo caso sería el cuarzo.
La rotura de un mineral puede ser por fractura o por exfoliación. Por fractura se observa la irregularidad o si es terrosa,
entre otros. Por exfoliación es cuando se rompe y se queda una cara aplanada. La biotita, por ejemplo.
La densidad es una relación que guarda la masa con el volumen del mineral.
Otras propiedades
La reacción con los ácidos como el vinagre o el clorhídrico. La calcita, por ejemplo, reacciona creando soltando burbujas.
Volcanes
Un volcán es una estructura geológica por la cual emerge el magma (roca fundida) en forma de lava, ceniza volcánica y
gases del interior del planeta. El ascenso ocurre generalmente en episodios de actividad violenta denominados
“erupciones», las cuales pueden variar en intensidad, duración y frecuencia; siendo desde conductos de corrientes de lava
hasta explosiones extremadamente destructivas.
● Actividad estromboliana: cuando el magma tiene una temperatura más baja y su viscosidad es mayor, la desgasificación
es violenta, y provoca explosiones. Estas explosiones lanzan al aire salpicaduras de lava que forman surtidores en el cráter,
y fragmentos de roca, llamados piroclastos, que se acumulan alrededor del foco de emisión. El edificio volcánico recibe el
nombre de estratovolcán, y está formado por la acumulación de piroclastos, entre los que se intercalan las coladas de lava
traquítica y andesítica.
● Actividad fisural: es similar a la hawaiana, con el magma a gran temperatura y coladas de lava muy fluida, pero en vez
de producirse en cráteres puntuales, se forma a lo largo de fisuras, por lo que el volumen de lava emitido es mucho mayor, y
se extiende recubriendo áreas muy extensas.
● Actividad pliniana o peleana: se produce cuando el magma tiene una temperatura baja y es, por ello, muy viscoso. El
magma es extrudido por el cráter en estado casi sólido, como una columna de roca incandescente que gana altura
lentamente, y en cuyo interior los gases están contenidos a miles de atmósferas de presión. Cuando esta columna de roca
se agrieta, los gases escapan con una fuerte explosión que pulveriza la roca creando una nube incandescente de gases y
piroclastos, que recibe el nombre de nube ardiente. La lava generada es, con frecuencia, de composición riolítica.
Las Fallas geológicas son estructuras muy comunes en la corteza terrestre, en Venezuela existen varias de ellas formando
complejos sistemas, sobresaliendo en importancia las fallas que constituyen el contacto entre la placa de Sur América y la
placa del Caribe. A continuación, las 4 fallas geológicas más importantes de Venezuela que pueden provocar sismos:
1. Falla de Boconó, estado Trujillo, que comprende a los estados Táchira, Mérida y Lara.
2. Falla de San Sebastián, que se extiende por los estados Carabobo, Aragua y Miranda, hasta el Distrito Capital.
Este conjunto de fracturas comparten su clasificación o tipo, calificándolas como fallas predominantemente de transcurrencia
(rumbo deslizante) de tipo dextral, caracterizada por una tectónica extensiva y el desarrollo de estructuras de tracción.