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ANÁLISIS

Cuando hablamos de un Juicio Ejecutivo decimos que es la vía más

expedita con que cuentan los acreedores cuyo derecho se funda en un título

ejecutivo, El juicio ejecutivo se tramita a instancia de parte, esto es, a instancias

de quien ejerce la acción jurisdiccional de acceso a los juzgados y tribunales,

solicitando la concreta acción ejecutiva consistente en la ejecución forzosa de

obligaciones cuya existencia y exigibilidad se deducen de documentos que

conceden, a su titular, la acción ejecutiva.

Su función es adelantar los tramites de ejecución, excepto el remate, aun

antes que tenga lugar el contradictorio, y mas allá de esto en la obtención, sin

prestación de garantía alguna, de un embargo sobre bienes muebles o

inmuebles indistintamente, cosa que no es posible en el ordinario, o cualquier

otro procedimiento en los que solo es procedente el embargo preventivo sobre

bienes muebles

La exigencia legal para que proceda es la presentación de un instrumento

publico o autentico, de un vale o instrumento privado reconocido por el deudor,

con pleno valor legal por haber sido por haber sido otorgado frente a

funcionarios investidos de autoridad para dar fe pública a los actos (art. 630

CPC). En segundo lugar el tribunal que se elija de debe tener competencia civil,

o mercantil, la competencia por la cuantía es absolutamente indiferente.

La ley presume que el título ejecutivo es una arma que usada

derechamente por el acreedor, por el actor, por el ejecutante, difícilmente puede


perder el pleito, su pretensión, porque el título ejecutivo provee la prueba plena

y completa del derecho. De modo que la actitud del juez cuando se presenta

una demanda ejecutiva, es muy distinta a cuando se presenta una demanda

ordinaria.

En el juicio ordinario, el juez no le acuerda medidas de aseguramiento de

su derecho, porque ese derecho no aparece probado con la presentación de la

demanda, él únicamente ha presentado su demanda, tal vez acompañada de

documentos pero no ha presentado un título ejecutivo que es lo que contiene la

prueba plena del derecho. El juez es un espectador en ese debate y de acuerdo

con las pruebas, va a resolverlo. En cambio, cuando se presenta una demanda

ejecutiva el juez tiene que fijarse más, porque el actor, el ejecutante pide esa

tutela privilegiada, la tutela de juicio ejecutivo.

El juez debe examinar detenidamente no sólo la demanda ejecutiva, para

eso basta un examen somero, sino el título ejecutivo, porque el título ejecutivo

es un título legal, es la ley la que en todas las legislaciones, establece cuáles

son los títulos ejecutivos, cómo deben considerarse, como debe estar

estructurado, y si el juez después de este examen reconoce en ese título, en

ese documento que presenta el ejecutante, un título ejecutivo, entonces el juez,

de acuerdo con la ley, presume que este ejecutante tiene la razón, le asiste el

derecho, como acreedor que es, de cobrar, de ordenar el pago de esa deuda,

de ese crédito.

En resumen, esta vía de derecho es importante ya que el juicio ejecutivo

es el procedimiento que se emplea a instancia de un acreedor para exigirle a su


deudor moroso breve y sumariamente el pago de una cantidad líquida de plazo

vencido, y que exista apremio o requerimiento de pago.

En otro orden, mediante el procedimiento de intimación se pretende dar

fuerza ejecutiva a un título mediante la inversión de la carga del contradictorio. En el

artículo 640 CPC se delinean las principales características del procedimiento de

intimación. El procedimiento de intimación procede cuando el derecho subjetivo

sustancial se deriva de la facultad de exigir de una persona una determinada

prestación; el derecho de crédito debe ser líquido y exigible; la determinación del

crédito, estableciendo su monto exacto, y la inexistencia de término, condición o

cualquier otra limitación que difiera el pago, son elementos determinantes de este tipo

de acción; es aplicable el procedimiento para la entrega de cantidad cierta de cosas

fungibles (de la misma especie), que pueden en los pagos ocupar las unas en lugar

de las otras.

El decreto de intimación se basta a sí mismo pues en caso de no haber

oposición por el intimado en los plazos establecidos, adquiere fuerza y autoridad de

cosa juzgada y debe contener en sí todos los elementos que hagan posible la

ejecución forzada posterior; por último, es imprescindible la intimación del demandado

o del apoderado a quien pueda intimarse. Así mismo, el domicilio del deudor define la

competencia del juez para conocer de los procedimientos de intimación. Tal criterio se

complementa, en lo que se refiere a la materia y a la cuantía con las normas

generales de competencia que establece la ley adjetiva.

Sobre el inicio del procedimiento, es por demanda que debe expresar requisitos

que exige el artículo 340 CPC, pero el juez se abstendrá de proveer y ordenará la
corrección del libelo, en el supuesto de incumplimiento de cualquiera de estos

requisitos. La facultad del juez elude demoras por incidencias innecesarias. La

admisión de la demanda está determinada por el artículo 643 que marca los

presupuestos procesales especiales del procedimiento de intimación.

El Juez la negará si falta algún requisito exigidos en el artículo 640; si no se

acompaña prueba escrita del derecho alegado; cuando el derecho se subordina a una

contraprestación o condición, a menos que el demandante acompañe prueba que

haga presumir el cumplimiento de la contraprestación o la verificación de la condición.

La negativa no implica un pronunciamiento sobre el fondo del derecho ni impide la

posibilidad de valer la acción en otro proceso. Simplemente se cierra la forma

simplificada y especial implícita en el procedimiento de intimación.

Si la demanda estuviere fundada en instrumento público, instrumento privado

reconocido o tenido legalmente como tal, facturas aceptadas o en letras de cambio,

pagarés, cheques y en cualesquiera otros documentos negociables, se haría

procedente la solicitud de embargo provisional de bienes muebles, prohibición de

enajenar y gravar inmuebles o secuestro de bienes determinados. Constituye este

supuesto una excepción al principio general de que las medidas preventivas se dictan

previa valoración de que existe un riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución

del fallo.

Cuando la pretensión está sostenida por instrumentos que califica la norma

contenida en el artículo 646 CPC, el juez debe dictar las medidas solicitadas. En los

otros casos, sustentados en instrumentos no calificados, cuando se trate de solicitud


del embargo provisional de bienes muebles o de enajenar o gravar de inmuebles no

afectados, el juez podrá solicitar la fianza o la prueba de solvencia del solicitante.

La oposición a las medidas preventivas no implica suspender los efectos del

procedimiento por intimación como tampoco, cuando se dictan este tipo de medidas,

la inacción del demandado puede entenderse como aceptación definitiva y conversión

con fuerza ejecutiva del decreto de intimación.

Sobre la conversión en juicio ordinario como consecuencia de la oposición

formulada por el intimado, la previsión expresa está referida al decreto de intimación,

el cual queda sin efectos y no alcanza fuerza ejecutiva, pero las medidas decretadas

siguen vigentes hasta que sea decidida la oposición, si fuere el caso. Si se suspenden

las medidas decretadas, el Tribunal modificaría un fallo previo y sería grave

vulneración del artículo 252 CPC. El decreto de suspensión de una medida cautelar,

es fallo interlocutorio sujeto a apelación e, incluso, al recurso extraordinario de

casación.

La norma revierte la imposibilidad legal de modificar el decreto mediante el cual

se decretaron las medidas. Sólo la oposición declarada con lugar, la apelación o la

presentación de caución o garantías enumeradas en el artículo 590, podrán

suspender los efectos del decreto que acuerde las medidas. Finalmente, cabe

apelación cuando el juez niega acordar la medida cautelar o exige fianza o prueba de

solvencia en forma indebida.

Sobre el Procedimiento De Ejecución De Hipoteca, en cuanto a la

solicitud de ejecución (C.P.C. Art. 661), llegado el caso de trabar ejecución

sobre el inmueble hipotecado, por estar vencida la obligación garantizada con la


hipoteca , el acreedor presentará al tribunal competente el documento

registrado constitutivo de la misma, e indicará el monto del crédito con los

accesorios que estén garantizados por ella, y el tercero, poseedor de la finca

hipotecada si tal fuere el caso.

Los terceros poseedores son aquellas personas que retienen o poseen el

inmueble hipotecado a título de dominio, sin estar obligados como comprador,

donatario, entre otros,, de la cosa hipotecada. Es tercer poseedor porque no es

ni ha sido parte, en la obligación que existe entre el deudor y el acreedor. En

referencia a los requisitos de la solicitud, estarían, que el documento

constitutivo de la hipoteca esté registrado en la jurisdicción donde está situado

el inmueble; que las obligaciones que ella garantiza son líquidos de plazo

vencido y no ha transcurrido el lapso de la prescripción; y, que las obligaciones

no se encuentran sujetas a condiciones u otras modalidades.

Con el Embargo Ejecutivo (C.P.C. Art. 662), si al cuarto día no acreditaren

el deudor o el tercero haber pagado, se procederá al embargo del inmueble, y

se continuará el procedimiento con arreglo a lo dispuesto en el título IV, libro

segundo de este código, hasta que deba sacarse a remate el inmueble. En

este estado se suspenderá el procedimiento si se hubiere formulado la

oposición a que se refiere el artículo 663.

Una vez, decidida la oposición, si ella fuere declarada sin lugar, se

procederá el remate del inmueble previa la publicación de un cartel fijando el

día y la hora para efectuarlo. El acreedor tiene derecho a que el remate se lleve
a cabo y se haga efectivo con su precio el pago de su acreencia, siempre que

dé caución que llene los extremos del Art. 590.

Sobre la oposición a la Intimidación (Art. 663) se detallan como motivos de

la misma, la falsedad del documento registrado presentado con la solicitud de

ejecución; el pago de la obligación cuya ejecución se solicita, siempre que se

consigne junto con el escrito la prueba escrita del pago; la compensación de

suma liquida y exigible; la prórroga de obligación cuyo incumplimiento se exige;

y, la disconformidad con el pago con el saldo establecido por el acreedor en la

solicitud de ejecución siempre que se consigne con el escrito de oposición la

prueba escrita en que ella se fundamente.

Son aplicables las disposiciones de los Arts. 636 y 639 de este código. El

636 se refiere a la formación de un cuaderno separado donde se consignarán

todas las diligencias para anunciar la venta de los bienes embargados, las que

sean necesarias para el justiprecio de ellos y cualquiera otra que tenga relación

con el embargo y venta de dichos bienes. Por su parte, el Art. 639, establece la

responsabilidad del acreedor hipotecario en caso de que éste se exceda en su

reclamación o cobre el deudor acciones por daños y perjuicios contra aquel.

El Art. 665 del C.P.C., es una excepción a la norma rectora consagrada en

el 660, el cual establece que “la obligación de pagar una cantidad de dinero

garantizada con hipoteca, se hará efectiva mediante el procedimiento de

ejecución de hipoteca.

Por otra parte, en la Ejecución de Prenda (Art. 666) es un procedimiento

breve que intenta que se cumpla una obligación, o sea, hacerse pago de la
deuda con el bien prendado. El documento constitutivo de la prenda es uno de

los requisitos de mayor importancia, tal como lo indica el artículo 1839 del C.C.,

el privilegio de la prenda no es procedente sino cuando hay un instrumento de

fecha cierta que contenga la declaración de la cantidad debida así como de la

especie y de las cosas dadas en prenda.

La Prenda se define como el contrato por el cual el deudor o un tercero,

entrega al acreedor un objeto destinado a servirle de garantía, de manera que

la prenda es a la vez un contrato generador de obligaciones y constitutivo de un

derecho real.

Una vez hecha la solicitud, el Juez examinará los recaudos presentados, y

si se cumple los extremos exigido se ordenara el depósito de la cosa e

igualmente se ordenara la Intimación del deudor y del tercero si fuere caso,

para que paguen dentro 3 días siguientes. Si al día siguiente de la intimación no

se presenta un documento fehaciente que demuestre el pagó, se ordenara la

venda de la cosa. La venta de la cosa se hará en pública subasta, mediante la

publicación de un cartel.

El adjudicatario que no cumpla con su obligación de consignar el precio

perderá la cantidad que dio en garantía y Y dicha cantidad quedara en beneficio

del acreedor y se procederá a un nuevo acto de remate mediante la publicación

de un nuevo cartel. La base del remate será la mitad del valor justipreciado. El

deudor prendario y el tercero personalmente podrán hacer oposición a la venta

dentro de los 8 días siguientes a la intimación.


Admitida la oposición, la causa se abrirá a pruebas por 20 días y será

decidida dentro 15 siguientes a la conclusión del lapso probatorio. El Código de

Procedimiento Civil, establece la función Revisora y Calificadora del Juez (Art.

667), la intimación del deudor (Art. 668), la venta de la cosa (Art. 669), la

sanción al adjudicatario que incumpla con el precio (Art. 670), la base del

Remate (Art. 671) y la oposición a la venta de la prenda (Art. 672).

Por último, se menciona el Juicio de Cuentas establecido en el artículo

673 del C.P.C. La finalidad de este juicio es obtener de la persona que por

cualquier causa haya administrado o hubiera estado encargada de bienes

ajenos, un informe sobre su actuación, sobre las entradas que produzca la

cosa, así como los gustos que se hayan ocasionado. El código civil en varias

materias establece el deber de la rendición a determinadas personas, como el

puesto en posición de bienes del ausente, casos el tutor, el curador que es

administrador de bienes, el poseedor obligado a devolver frutos, el heredero

beneficiario, el curador de herencia yacente, el albacea, los mandatarios, los

depositarios, y otros.

Sobre los sujetos legitimados, el activo es quien no tiene conocimiento

exacto del monto del débito o crédito líquido, nacido por vinculo legal o

negocial; y, el pasivo es quien tiene obligación de rendir cuenta

(Administración).

Se inicia por demanda escrita llenando los requisitos del artículo. 340 del

C.P.C., luego de lo cual, el Juez ordena la Intimación; si el demandante acredita

la obligación de rendir cuentas; si el demandante indica el periodo y negocio


que comprenden las cuentas; si está en términos claros y precisos; si contiene

los cargos y abonos cronológicos y se acompañan los documentos

comprobatorios.

En el supuesto que el Demandado presenta las Cuentas con instrumentos

y comprobantes y si el demandante está conforme finaliza el procedimiento. Si

el demandante no está conforme se fija nombramiento de expertos (máximo 30

días para evacuación) y en 15 días siguientes de hacen observaciones o

reparos correspondientes sobre el orden de la cuenta y se presenta las

Cuentas.

Si el demandado se opone a presentar las Cuentas aludiendo que las

cuentas son de un periodo distinto, de un negocio distinto o que ya fueron

presentadas, si se apoya en pruebas escritas pasa a vía ordinaria (Suspende el

juicio); y si no es apoyada en prueba escrita, tiene plazo de 30 días para

presentarlas. Si las presenta finaliza el procedimiento.

Si el demandado no se opone y tampoco presenta las Cuentas, si no

promueve prueba el Juez decide; si promueve prueba se evacúan en lapso de

20 días; si no las presenta y no promueve dentro de 5 días al vencerse el lapso

se decide; y, si no las presenta pero promueve pruebas se evacúan en lapso de

20 días.

Sobre la decisión el Juez se pronuncia dentro de 15 días siguientes al

vencimiento de cada lapso, de cada supuesto que se presente y se admite

apelación a cada decisión según el caso, en ambos efectos.


REFERENCIAS

Código de Procedimiento civil. Gaceta Oficial de la República Bolivariana de

Venezuela No, 3.694 (extraordinario) Enero 1986.

González A. (1990). De los Juicios Ejecutivos. De los Juicios de la Propiedad y

Posesión. Procedimientos civiles relativos a los derechos de familia y otros

procedimientos. Tomo II. Ediciones Libra.

Sánchez, A. (2001).Manual de Procedimientos Especiales Contenciosos.

Ediciones Paredes

Vásquez T. (1993). Derecho Procesal Civil III. Manual estudiantil. Universidad

de Carabobo.

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