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Seminario Mayor “San Pío X”

Concilio Vaticano II
Elías Gustavo Cabrera Mayta Propedéutica

CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA DEI VERBUM

En el siguiente trabajo sobre la Constitución Dogmática Dei Verbum se explicará el


contenido y la finalidad que tiene la misma. En primer lugar, saber que esta constitución
habla sobre la divina revelación exponiendo la doctrina autentica sobre la divina
revelación y su transmisión con la finalidad de que todo el mundo al oír crea en el anuncio
de la salvación y espere en ella.
La constitución consta de seis capítulos. El primero lleva por título “La revelación
en sí misma”, en él se da a conocer la naturaleza de la revelación y su objetivo. Dios quiso
en su sabiduría dar a conocer el misterio de su voluntad por medio de Jesús. Así mismo,
afirma que Dios a lo largo del tiempo se ha dado a conocer a nuestros primeros padres,
alentando la esperanza de la salvación y la promesa de la salvación para todos aquellos
que buscan con perseverancia en las buenas obras. Es más, Dios hablo de muchas maneras
en el pasado, ahora ha enviado a su Hijo que se considera como la plenitud de la
revelación. Ante esta revelación, el hombre ha de prestar la “obediencia de la fe”, la cual
requiere de la libertad para aceptar y creer la verdad, ya que mediante la revelación se
manifiestan los bienes divinos.
El segundo capítulo titulado “Transmisión de la revelación divina” afirma que la
divina revelación se transmite a todas las generaciones por medio de la predicación de los
apóstoles de Jesús, que a su vez han dejado sucesores en el cargo. En lo que al magisterio
respecta, se puede asegurar que la sagrada Tradición y la sagrada Escritura son como un
espejo con los que la iglesia contempla a Dios como anticipo.
No obstante para que el pueblo viva y aumente su fe la iglesia tiene la tarea de
transmitir esos dones por medio de la doctrina que es el fruto de la comprensión de las
palabras reveladas, además al partir de que la sagrada tradición y la sagrada escritura
surgen de la misma fuente divina ambas tienen un mismo fin, interpretar esta sagrada
palabra ha sido confiada a la autoridad del magisterio de la iglesia la cual podemos afirmar
no está por encima de la palabra de Dios
Asimismo en el tercer capítulo titulado “Inspiración divina de la sagrada escritura y
su interpretación”. El contenido de las Sagradas Escrituras fueron consignadas por la
inspiración del Espíritu Santo. Para la Iglesia, según la fe apostólica que a su vez tienen
por santos y canónicos a los libros de Antiguo y Nuevo Testamento porque fueron escritos
bajo la inspiración del Espíritu Santo, se reconoce a Dios como autor que a su vez uso a
los hombres que con sus propias facultades escribieron todo y solo lo que el quería.
A estos hombres que fueron instrumentos de Dios se les conoce como
“Hagiógrafos”, para descubrir la intención de los hagiógrafos hay que entender los
géneros literarios, ya que la Verdad se expresa de diversas maneras en los muchos textos
de las Sagradas Escrituras, así mismo investigar el sentido que intento expresar y expresó
el hagiógrafo en cada circunstancia según su tiempo, su cultura, según los géneros
literarios, se afirma entonces que para entender las Sagradas Escrituras es necesario leerla
e interpretarla con el mismo espíritu con el que fue escrita.
En el capítulo cuarto titulado “El Antiguo Testamento”. Dios buscando y preparando
nuestra salvación elije a un pueblo a quien confía sus promesas haciendo pues el pacto
con Abraham y a través de Moises con el pueblo de Israel, se revelo c a través de sus
palabras y sus obras a su pueblo elegido, el pueblo a su vez experimento cuales eran los
caminos de Dios con los hombres. Dios hablaba por medio de sus profetas. Los autores
sagrados en las Sagradas Escrituras del Antiguo testamento conservan la verdadera
palabra de Dios con un fin educativo y con mucha paciencia y la consolación estén firmes
en la esperanza.
Su importancia es la de preparar, anunciar proféticamente, valiéndose de varias
figuras la venida de Cristo nuestro redentor, pero también se manifiesta a todos el
conocimiento de Dios y del hombre, estos libros aunque con imperfecciones, muestran
en si la verdadera pedagogía divina
En el quinto capítulo “El Nuevo Testamento”, Cristo instaura en la tierra el Reino
de Dios, manifestando a su Padre y a si mismo con obras y palabras. Él es el único que
tiene la palabra de vida eterna. Este misterio no fue descubierto a otras generaciones como
lo hizo ahora, se puede afirmar con certeza que todas las escrituras tanto como del
Antiguo y Nuevo Testamento ocupan un lugar preeminente ya que son testimonio
principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, Nuestro Salvador.
La iglesia defiende el origen de los evangelios como verdaderos evangelios
apostólicos puesto que los apóstoles por mandato de Jesús predicaron y bajo la
inspiración del Espíritu Santo, ellos nos transmitieron por escrito estos cuatro evangelios
y ellos son: Mateo, Marcos, Luca y Juan. La iglesia a su vez defiende y cree firmemente
que los cuatro evangelios comunican verídicamente los que Jesús hizo cuando vivía entre
los hombres hasta el día que fue elevado al cielo, los apóstoles después de su ascensión
predicaron lo que él había dicho y obrado. Escribieron todo sacándolo de su memoria o
recuerdos, ya del testimonio de aquellos que desde el principio fueron testigos y ministros
de su palabra se conozca la verdad.
En el Capítulo seis titulado “La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia”, la iglesia
siempre ha considerado que las Sagradas Escrituras y la Sagrada Tradición son la regla
suprema de nuestra fe puesto que ambas son inspiradas por Dios, fueron resonadas en las
palabras de los Profetas y los Apóstoles que comunican la palabra de Dios, siendo esta el
apoyo y vigor de la Iglesia y fortaleza de la fe para sus hijos, es alimento del alma, fuente
pura y eterna de la vida espiritual
Los cristianos deben tener un amplio acceso a las Sagradas Escrituras y la iglesia a
su vez desde antes tomo como suya una versión Griega del Antiguo Testamento llamada
de los setenta y conserva de igual manera otras traducciones orientales y latinas, todas
estas con la autoridad de la Iglesia pueden utilizarse por todos los cristianos, los exegetas
católicos y los teólogos deben trabajar uniendo sus fuerzas para investigar y proponer las
Letras Divinas bajo la vigilancia del Sagrado Magisterio
Y así finalmente con la lectura y su buen estudio de las Sagradas escrituras la
palabra de Dios se difunda y resplandezca. El tesoro de la revelación que fue confiado a
su iglesia llene más a los corazones de los hombres.
En mi opinión personal creo que el papel de Las Sagradas Escrituras en nuestra
vida como cristianos es de vital importancia puesto nuestra fe se ve más concreta y
acrecienta cada día proclamando y escuchando la Palaba de Dios

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