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Sumario: I. Introducción. — II. Análisis de las cuestiones resueltas en la segunda instancia. — III.
Conclusión.
I. Introducción
En primera instancia se acogió la demanda parcialmente por valor de $373,108, haciendo lugar al rubro
comisiones descontadas pero negando el valor clientelallave, indemnizaciones laborales y daño locativo,
otorgando lucro cesante, identificado con la indemnización sustitutiva de la falta de preaviso, habiendo sido
triunfadora en las costas. Es interesante destacar que en esta instancia se reconocieron comisiones devengadas
por ventas efectuadas y no pagadas al 50% de su valor, y se negó el valor llave clientela, y las indemnizaciones
laborales, pero se admitió que el contrato de agencia había sido rescindido ilegítimamente y se admitió el lucro
cesante que identifico el a quo con la indemnización sustitutiva del preaviso, negando asimismo el
reconocimiento como daño al valor locativo no usado de la locación y pagado por adelantado.
En segunda instancia se revocó parcialmente la sentencia negando el rubro comisiones devengadas, por
considerar prescripta la acción de cobro, así como el lucro cesante por no existir constancia en autos, y se otorgó
el valor clientela, distinguiéndolo del valor llave negado por el juez de primera instancia, que es contemplado
por ese concepto en un máximo de un año de remuneraciones, neto de gastos en el art. 1497 del Código Civil y
Comercial (CCyC) y otorgando como daño emergente parte del valor locativo pagado y no disfrutado por la
rescisión que declara injustificada. Se confirmó en el resto la sentencia del aquo, reduciéndose la condena a $
80. 059 más intereses sumados a la rescisión de un contrato de locación por $ 18.946, o sea un total de $99.005
más intereses, confirmando el resto de la sentencia de primera instancia. Es decir, que las pretensiones de la
actora quedaron reducidas, a pesar de haber ganado el valor clientela y el valor locativo. Las costas declaradas
en ambas instancias se fijaron en el 20% a la actora y el 80% a la demandada. Ambas partes apelaron.
II. Análisis de las cuestiones resueltas en la segunda instancia
a) Comisiones adeudadas por la demandada. Al respecto se admitió la defensa que había sido opuesta por la
demandada declarando que ese rubro se encontraba prescripto por corresponder a comisiones devengadas y no
pagadas y aunque la demandada invocó la prescripción de 4 años, el juzgado entendió que correspondía la
decenal aplicada en primera instancia. En cambio la Cámara entendió que no era de aplicación la prescripción
del art 847 inc. 2 del Código de Comercio derogado, sentando el criterio que debía aplicarse el art 851 de aquel
cuerpo legal, que dispone una prescripción bianual para el ejercicio del cobro de comisiones que estaban
previstas para el corredor, pero que la Cámara entendió que resultaban extensivas al contrato de agencia, lo que
sí constituye un hito destacable, porque el código nuevo no regula la consignación o la comisión de igual modo
que en la agencia. La Cámara no aplica el nuevo Código para resolverlo, dado que el contrato había sido
extinguido antes de la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial, el 1/08/2015, sino que cita
jurisprudencia y doctrina anterior a la ley 26994 (1), pero destacando que si se aplicase el art 847, inc. 2 del
Cód. de Comercio derogado, la solución no variaría ya que estaría igualmente prescripta. Lo importante es que
parecería que la Sala es partidaria claramente de la prescripción bianual, por lo que este tema debe destacarse,
así como que resolvió y bien resuelto el tema según el Código de Comercio(2) que era la legislación vigente al
tiempo de celebración y de extinción del contrato.
b) Por otra parte, la Cámara confirmó el criterio del inferior en cuanto a que la rescisión del convenio de
agencia notificado por la demandada con motivo del concurso de la actora debía ser rechazado por preverlo el
art 20 de la ley24.522 que remite al art 22 de la misma ley, declarando sin valor ese tipo de cláusulas en un
contrato, ante el concurso de acreedores de la demandada, pactados en el contrato de agencia. Criterio que
comparto y lo he sostenido(3), a diferencia del caso de quiebra en que es lícito aun en el Código Civil y
Comercial cancelar el convenio justificadamente.
c) Asimismo, se precisó la distinción en el cálculo del modo de liquidar la indemnización por clientela, la
falta de preaviso, un mes por cada año de preaviso sobre las utilidades netas, no sobre las remuneraciones neta
de gastos que resultó ser mucho mayor a lo pedido por la actora, que solo obtuvo lo que demandó ($80.059), a
lo que se adicionaron intereses y el costo de cancelar anticipadamente el contrato, lo que sumó otros ($18.946)
debidos al perjuicio por no poder utilizar el contrato de locación pagado hasta su terminación, más intereses a la
tasa corriente del Banco Nación en sus operaciones de descuento a treinta días, sin capitalización.
d) Se agravió la actora por ser exigua la indemnización por lucro cesante, y también porque el a quo debió
otorgar una indemnización de 6 meses en lugar de la indemnización de 3 meses. El contrato comenzó por
tiempo determinado el 17/5/97 y fue renovado por un año a su vencimiento continuado luego por 5 meses más
de hecho hasta su rescisión el 9/11/98. El lucro cesante fue asimilado por la actora como la indemnización
resultante de la falta de preaviso, por cuanto el contrato duró dos años, cinco meses y unos pocos días, por lo
que hubiera correspondido 3 meses y no 6 como reclamó la actora. En realidad el lucro cesante corresponde a
una indemnización por daños y perjuicios mientras que la falta de preaviso en un contrato de tiempo
indeterminado es en la actualidad de un mes por cada año de vigencia, pero no como lucro cesante sino como
indemnización sustitutiva del preaviso, cuya finalidad es darle tiempo al agente a reconducir sus negocios. Por
otra parte no se agravió ni solicitó el lucro cesante porque entre otras circunstancia no probó su daño, lo que
resulta sorprendente, como que el aquo luego identificó al lucro cesante con la indemnización sustitutiva del
preaviso, rechazando la indemnización por clientela.
e) El tema tal vez más interesante a mi juicio es destacar que la Cámara no se pronunció sobre la existencia a
la fecha de la sentencia de ninguna disposición del contrato de agencia legislado por el nuevo Código, salvo la
referencia al art 1497. Es decir que evitó pronunciarse sobre dicho artículo para apoyar su decisión de que la
terminación era injustificada en razón de que Telecom lo concluyó por concurso de la actora y por haber cerrado
el negocio, siendo claramente que el concurso en la ley de quiebra vigente no habilitaba para rescindir un
convenio válidamente, pero el plazo de tres meses era correcto porque el contrato había estado en vigencia por
solo dos años y 5 meses y el preaviso no podría haber excedido de tres meses o el pago de las ganancias dejadas
de percibir en el periodo.
f) La Cámara aplicó correctamente el Código de Comercio derogado porque la relación concluyó durante su
vigencia, pero no aplicó la norma, ciertamente imperativa, del art. 1492 a las consecuencias jurídicas de las
relaciones existentes, por la simple razón de que no había relación en un contrato que concluyó en 1998. Si
aplicara el art. 1492 del CCC estaría haciéndolo a una relación concluida, una legislación que no estaba vigente.
Sólo podría aplicar el art. 7° del CCyC a las consecuencias de contratos celebrados bajo el viejo Código de
Comercio, hoy derogado, que continuasen vigentes luego del 1 de agosto de 2015. Es entonces cuando habría
que determinar qué normas imperativas del nuevo Código se le aplican, sin alterar el derecho de propiedad
adquirido por un contratante que es ajeno a esta cuestión de autos.
g) La misma cámara hace mención que el proyecto de 1998 le daba al agente un preaviso de un mes por
cada año de vigencia con un máximo de 6 meses, que fue eliminado al sancionarse el Código Civil y Comercial
que lo previó en su art 1492, sin ponerle un limite es decir eliminó el techo de 6 meses, pero prefirió no entrar
en el debate del art 7, aunque pudo haberlo soslayado porque no existía relación existente en el 2016. y el
reclamo de comisiones se había extendido hasta 1998.
h)La Cámara en el caso sub lite decidió otorgarle una indemnización por clientela que había sido negada por
el a quo y tuvo importantes estudios efectuados por Ana María Molas(4) en el pasado en el que tipificó veinte
años de jurisprudencia sobre agencia, tarea también analizada por el suscripto(5). La agencia tuvo vaivenes
doctrinarios sobre su alcance y en muchos casos no se preciso su diferencia con otras figuras o se la confundió
con la representación comercial(6). i) El fallo tiene un merito más confirma la vieja jurisprudencia, rechazando
que el contrato fuera legítimamente rescindido por Telecom, conforme al Código, por alegar el concurso como
causa, determinante, lo que es correcto y rechaza el lucro cesante pretendido por falta de agravio y de prueba.
No considera la chance ni parece que esta haya sido alegada por la actora, y el juez, a mi juicio, prudentemente
no hizo uso de las facultades que el nuevo código le facilita(7).
i) El fallo puntualiza el error de la demanda en no distinguir entre el modo de calcular, conforme a la nueva
ley de agencia, del daño en la indemnización por clientela prevista en el art. 1497, del CCyC, de la
indemnización por la falta de preaviso requerido en el nuevo Código, pero el juicio se inicio en el año 2006 y
una demanda anterior había caducado por falta de impulso, con lo cual está bien aplicado el Código de
Comercio derogado. El fallo no considera al agente como una persona sin experiencia, ni la parte débil del
contrato, sino como una empresa profesional, de envergadura, como surge de la prueba, ni tampoco hace merito,
ni se discutió que este contrato de agencia fuera un contrato de adhesión, pero si puntualiza que el abogado del
actor no aplico la nueva ley y deja abierto con esa indicación indirecta una acción por error de derecho y de
daño, ya que el fallo reduce el monto de 320.237 pesos de primera instancia a $ 80.059, mas los casi 19.000
pesos de daño resarcible del interés negativo al frustrar ilegítimamente la demanda el contrato, en segunda
instancia, debido al pago anticipado del contrato de locación.
J ) Es posible que la parte mas polémica del decisorio surgirá alguna crítica al fallo que es opinable, en
cuanto descartó las constancias de la prueba pericial que excede la acción ante el monto fijado y peticionado
pedido por la actora en la demanda por clientela, a pesar de que el cálculo de la remuneración por año promedio
según al pericia era de $ 1.939.000 pesos brutos, lo que el Tribunal optó por no considerar por cuanto la
pretensión de la actora fue de solo $80.059, o el 20% del lucro cesante, es decir que redujo la indemnización a
ese importe más el daño emergente por 19.000, a una tercera parte de lo que el juez de primera instancia había
otorgado ($ 320.083) criterio riguroso pero ajustado a derecho estricto o en las palabras de la Cámara , que lo
pedido constituía el límite de su pretensión, subrayando que aun cuando hubiese subordinado su reclamo al
resultado de la prueba que permite a los jueces exceder cuantitativamente le pretensiones indicadas por las
partes ello se justifica cuando la determinación de lo debido esta subordinada exclusivamente por el resultado de
la prueba, lo que no era el caso de autos.., porque cuando el resultado de la prueba esta condicionado al
tratamiento de uno o mas puntos de derecho la pericia deviene inaplicable no pudiéndose exceder de lo
peticionado.
k) El fundamento para descartar la pericia fue que la circunstancia que la pericia arroje un valor mayor al
pedido, no subordina el resultado del pleito, cuando el diferente resultado económico es el producto de un error
de derecho del interesado en la determinación de las reglas aplicables a la cuantificación del reclamo
demandado y por ende en la cuantificación misma que inhibe la facultad de los jueces de exceder lo pedido, en
ese supuesto, mas allá de justipreciar el daño en el reclamo como es usual, o la cantidad de lo que resulte de la
prueba. Es decir que la Sala privilegió el error de derecho cometido por la actora o más bien por su letrado,
sobre el argumento procesal que el demandante había pedido una indemnización compensada
proporcionalmente a la indemnización por preaviso cuando la indemnización por clientela responde a un
principio distinto y a otros parámetros que nada tienen que ver con el tiempo de vigencia y que en cualquier
caso no pueden exceder de un año, lo que inhibía darle una indemnización que superase , en las circunstancias,
lo peticionado.
l) Dada su importancia es necesario reiterar que el error del actor, en la especie, fue que requirió y peticionó
en la demanda una suma fija por daños y perjuicios que detalló y relacionó con el plazo por rescisión
indeterminada, pero refirió la opción a una cuantificación proporcionada porcentualmente a la indemnización
por preaviso, que se calcula con otro parámetro, que fue rechazada, dado que es diferente de la indemnización
por clientela, dando pie a la decisión en comentario. La Corte estimó que no podía cambiar la pretensión de la
parte actora ante esa petición. Sin embargo el juez no hizo valer el principio jura novit curia que podría haber
usado para desestimar el planteo de derecho del letrado y aplicar literalmente la solución o lo que resulte de la
prueba, que sí fue planteado. El Dr. Vasallo en su voto sostuvo ese criterio.
n) Esta conclusión abrirá numerosos juicios de valor, en la doctrina procesal, así como en los litigantes en
general sobre las dos indemnizaciones previstas en el contrato de agencia, bien deslindadas por el tribunal. En
cualquier caso el fallo de la sala D constituye lo que puede ser un fallo notorio en materia de agencia bajo el
nuevo Código, por el análisis prolijo de las circunstancias, jurisprudencia y doctrina, cuidadosamente anotadas,
en los fundamentos de cada afirmación y en conclusiones tajantes al sentenciar. Es probable que genere debate
en el Foro, sobre las facultades de los jueces en el nuevo código, relativas al análisis y alcances de las demandas
por daños y perjuicios por defectos en su formulación y petición.
III. Conclusión
Es interesante destacar que Zavalía(8) desliza una crítica al Codificador al propiciar la facultad integradora
de los jueces a la hora de eliminar el centenario art 22 del Código Civil derogado que disponía que lo que no
está dicho explicita ni implícitamente en ningún artículo de este Código no puede tener fuerza de ley en el
Código, lo que implica que este cuerpo legal era un sistema cerrado, mientras que el Código Civil y
Comercial es un sistema que no es cerrado en los términos del art 389 y que, al ser abierto, deja vacíos que han
sido superados por la sala D, alejándose del nuevo Código, en la solución, dado que el caso quedó
correctamente resuelto según el Código de Comercio derogado y su jurisprudencia anterior. Habrá que ver las
excepciones que considerarán los jueces al tener que resolver casos cuyas clausulas fueran acordadas con otra
legislación, pero cuyas consecuencias se debaten sobre convenios existentes en la actualidad, a la luz de normas
imperativas del Código Civil y Comercial, que afecten en virtud de la ley en desmedro de los derechos pactados
en el contrato bajo otra legislación, que quedan sujetos a los arts. 959 a 965 del CCyC, y que podrán ser
integrados por los jueces, salvo que afecten derechos irrevocablemente adquiridos protegidos por los arts. 17 y
18 de la Constitución Nacional.
(1) La cámara hizo merito del trabajo de Acuña Anzorena, El principio iura novit curia y su aplicación en
materia de prescripción, citando que se cuando se invoca la prescripción por una parte a los jueces incumbe
definir el plazo de la misma. En autos se invoco 4 años y la Cámara decidió que solo son dos. Daly y compañía
S.A: s quiebrac/ Cadbury Schweppes Public Limited, EliovacS.A. c Hewlett Packard Argentina S.A:. Sala B
18/6/98
(2) Conf. Fernando López de Zavalía, Codigo civil Subsistencia de reglas previstas en textos ya derogados.
La Ley, viernes 7 de octubre de 2016, señalando que la subsistencia de las normas derogadas, a la fecha de la
sentencia, deriva también del hecho de que no se han previsto normas de transición para regular la derogación
de un Código de 150 años y el paso ordenado hacia uno nuevo, ya que el art 7 del CCC no estaba pensado para
regir esa clase de eventos. Y será manifiestamente insuficiente para solucionar la multiplicidad de problemas
que se habrán de suscitar además que la retroactividad nunca puede alterar derechos fundamentales.
(3) Marzorati O., Contratos de agencia distribución y concesión en supuestos de concurso y de quiebra de
parte contratante en obra colectiva de Derecho Concursal. Univ Austral Santa Fe 2002 pág. 359. Heredia, Pablo,
El contrato de agencia en el CCC. RCCyC año II febrero 2016 pág. 36..
(4) Molas Ana maria ED contrato de agencia T 100570
(5) La agencia contrato asociativo para la justicia comercial El derecho t.202. pag 511 por Oj Marzorati .o
La discusión sobre la agencia o la representación comercial bien descripta por AM de Aguinis. "Agencia o
representación comercial con reseña legislativa La leyT. 1994B Seccion Doctrina pag 1001 y sigs.
(6) Caso Servicios petroleros especiales SRL c Minar S,A. Petrolera Argentina s / ordinario Sala C), pero en
el mismo la Sala C a pesar de que había de larga data muchos casos tipificando la agencia como la actividad
independiente para promover negocios de un preponente y eventualmente concertarlos Conf. Contrato de
agencia Conrado Etchebarne Bullrich La ley T. 62T 1992 E pag 397 y sigs. Con indicación de jurisprudencia y
doctrina.
(7) Roitman H efectos del concurso preventivo sobre los contratos preexistentes Marzorati. Osvaldo
contratos de agencia distribucion y concesión y sus efectos en los supuestos de concurso preventivo y quiebra
.Univ. Austral Santa fe 2002. Heredia El contrato de agencia en CCU RCCy C anño 2 febrero 2016 pag 36
(8) Zavalía, op. cit