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Manejo de suelos
Introducción:
La presente unidad contiene información sobre algunos métodos empleados para
manejar y preparar los suelos apropiadamente para el cultivo, por consiguiente, se
comienza haciendo un breve recuento sobre las generalidades del suelo y sus
características, luego se estudian los métodos de labranza convencional y la
labranza cero; también se comenta sobre la forma de realizar la planificación
previa al laboreo de la tierra y se exponen los conceptos de cultivos asociados y
rotativos.
La Figura 1 ilustra las capas principales del suelo, en ella se observa la presencia
de materia orgánica y el humus en la capa superior, es aquí donde se encuentran
contenidos los alimentos y nutrientes que las plantas necesitan para existir, por lo
cual, esta capa del suelo es la que sustenta la vida, y por eso es la más importante
para la agricultura. La siguiente capa denominada mantillo compone gran parte de
la estructura del suelo, permitiendo almacenar el agua y los gases que las plantas
absorben con sus raíces; también sustenta la vida de múltiples organismos como
las lombrices y las termitas. Otra capa es el subsuelo, constituido normalmente por
arcilla y arena, sus divisiones se deben a partículas de oxígeno y agua, por lo
general es de un tono marrón o rojizo.
A continuación se encuentra lo que se denomina roca madre, esta capa es la
matriz que sustenta el contenido mineral del suelo, en ella se lleva a cabo el
proceso de meteorización que consiste en la descomposición y desintegración de
las rocas por casusas físicas, químicas y biológicas, lo que contribuye a la
liberación de minerales. Finalmente se localiza una capa de roca maciza llamada
lecho rocoso.
El suelo para la agricultura
Imagen SENA.
La materia orgánica del suelo hace parte de la fase sólida y compone alrededor
del 5% del mismo; esta materia proviene de los residuos de organismos vegetales
y animales que se han depositado en el interior del suelo o que han sido
absorbidos por éste y se encuentran en proceso de descomposición.
La descomposición de materia orgánica en los suelos es un proceso de oxidación
en donde el efecto del oxígeno y la acción enzimática de los microorganismos
generan una reacción físicoquímica que libera dióxido de carbono, agua, energía
en forma de calor y elementos químicos tales como fosforo, potasio, azufre,
magnesio, calcio y nitrógeno, todos estos elementos actúan como nutrientes
esenciales en el suelo y facilitan la fertilización del mismo, creando condiciones
necesarias para que pueda emerger nueva vida vegetal.
Una vez finalizado el proceso de oxidación queda un excedente de materia
orgánica llamada humus, componente oscuro y heterogéneo de carácter coloidal
debido a que una parte de éste se encuentra en estado líquido y otra en estado
sólido. Su coloración negrezca se debe a la saturación de carbono. El humus se
encuentra ubicado en la capa superficial de los suelos que tienen actividad
orgánica.
Esta actividad orgánica llevada a cabo en el suelo contribuye a que este
incremente su potencial de productividad y también establece el ambiente ideal
para que haya actividad biológica.
Efecto de la materia orgánica sobre las propiedades físicas del suelo
Así como la materia orgánica tiene incidencia en las características físicas del
suelo, asimismo causa un efecto sobre las propiedades químicas de este:
En primer lugar, el alto contenido de materia orgánica y de humus hace que
se incremente un intercambio catiónico del suelo, esto quiere decir que va a
poder suministrar con mayor facilidad los cationes más importantes a las
plantas, como lo son el calcio, el potasio, el magnesio, el cobre, entre otros.
Todos estos son nutrientes que potencializan el crecimiento de las plantas.
La materia orgánica hace que el suelo incremente su resistencia con
respecto a los cambios bruscos de pH, de hecho cuando se derrama algún
compuesto acido o alcalino, el humus permite compensar la diferencia de
pH hasta cierto grado.
El humus es ideal para que la actividad biológica del suelo aumente, lo que
ocasiona que los microorganismos se proliferen con más facilidad. La
materia orgánica es la principal fuente de energía para estos organismos,
de hecho ellos son los que realizan la liberación de nutrientes en los
minerales.
Organismos y microorganismos del suelo
Los suelos tienen una gran biodiversidad, en ellos se encuentra todo tipo de
microorganismos como bacterias, protozoos y nematodos, estos se clasifican
dentro de la denominada microfauna; también está la mesofauna, en donde se
hallan organismos como los ácaros y los tisanuros, por último, la macrofauna, la
cual abarca especies como las lombrices y las termitas, entre otros insectos.
Los organismos mencionados anteriormente son muy importantes para el
funcionamiento natural del suelo, son responsables de mantener una estructura y
regulan la dinámica de los líquidos bajo tierra, por ejemplo, los túneles hechos por
las lombrices facilitan la filtración de agua y la circulación de aire; por otra parte,
los microorganismos son los encargados de descomponer la materia orgánica y de
fabricar el humus, también liberan los nutrientes de las partículas minerales y
realizan control sobre ciertas plagas que pueden atacar las raíces de las plantas,
además de suprimir pestes y enfermedades.
Aflojar el suelo para así facilitar que la raíces de las plantas se desarrollen.
Incrementar el contenido poroso del suelo para aumentar el contenido de aire.
Ampliar la cantidad de agua almacenada.
Buscar que el exceso de agua penetre hasta el subsuelo con el fin de evitar la
escorrentía superficial.
Eliminar la maleza.
Mezclar los materiales orgánicos del suelo, de manera que se distribuyan
mejor a lo largo de un terreno y evitando que se concentren en algunos
puntos.
Restaurar el suelo compactado.
Suavizar la tierra para facilitar la plantación de semillas.
Imagen SENA.
Esta práctica tiene como objetivo imitar las condiciones naturales de suelo, lo que
genera varios beneficios, tanto para la integridad del suelo como para los niveles
de productividad del cultivo, entre las utilidades están:
Si bien el método de labranza cero trae consigo una serie de ventajas que resultan
muy favorables para la integridad de los suelos, para los niveles de producción, y
para la economía los agricultores, es necesario tener en cuenta que también
existen desventajas, por eso antes de tomar la decisión de implementar un
sistema de este tipo, analice todos los factores involucrados. Entre las posibles
desventajas que puede tener este método se encuentran:
Imagen SENA.
El acto de planificar las acciones productivas es de gran importancia en muchos
campos de la vida y la industria, y por supuesto, la agricultura no se queda por
fuera. Se hace necesario establecer qué actividades van a ejecutarse para cumplir
los objetivos propuestos, para esto, debe empezar haciendo un análisis de los
recursos disponibles, como las herramientas, la mano de obra y los insumos, pero
por encima de todo debe determinarse cuáles son las características del terreno
que se tiene disponible para el cultivo.
Durante la planeación se debe determinar el tipo de labranza que se va a emplear,
se debe escoger el que mejor se ajuste a las condiciones del terreno disponible.
Es necesario considerar que no existen unos lineamientos predeterminados sobre
cómo debe realizarse la planificación de un cultivo, puesto que todos los terrenos,
y cultivos tienen características diferentes y requieren de decisiones específicas
para cada caso en particular, sin embargo existen algunas recomendaciones
generales que pueden servir como guía al agricultor:
Imagen SENA.
Imagen SENA.
Existen varias formas de implementar un sistema de cultivos asociados, donde la
característica principal es la forma en que se distribuyen las plantaciones en el
espacio de cultivo disponible.
Imagen SENA.
La rotación de cultivos, al igual que los cultivos asociados, es una práctica que se
clasifica dentro de la categoría de los policultivos, esta técnica en particular se
caracteriza por no cultivar las mismas especies en el mismo lugar, sino que la idea
es intercalar las especies sembradas entre cosechas. En resumen, se cultivan
varias especies en un mismo espacio, pero en un tiempo diferente.
Se ha comprobado que el manejo de monocultivos, en donde repetidamente se
cultiva la misma especie sobre un terreno, genera consecuencias negativas sobre
el suelo, disminuyendo la fertilidad y por ende la productividad. La mineralización
se concentra únicamente en algunos nutrientes, lo que afecta la estabilidad del
suelo. Por estas razones es muy conveniente utilizar un sistema de rotación, en
lugar de un sistema de monocultivos.
Además de lo mencionado, esta práctica supone otras ventajas para los suelos y
los agricultores.
Referencias