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La Revolución rusa tuvo dos etapas. Una primera revolución en la que el gobierno
zarista es derrocado y se impone u gobierno provisional, y una segunda revolución en
la que se elimina este gobierno provisional para establecer un gobierno comunista.
Para entender bien sus causas, tenemos que ver primero cuál era el contexto histórico
y social previo a la Revolución rusa.
Presentándose como una revolución inesperada a principios del siglo XX, muchos
pensaron que el régimen absolutista del Zar no podría durar mucho, pero nadie podía
imaginar que la posterior caída de la monarquía daría lugar a la Revolución Rusa, el
mayor evento revolucionario que se haya producido después de la revolución frances.
Un evento que tenía en sus raíces la incapacidad de la autocracia para enfrentar las
crecientes solicitudes de participación política de la burguesía y la aristocracia liberal y
para resolver la cuestión social y agraria.
Se produce entonces un intento de cambio ya que entre 1906 y 1914, Rusia intenta
adquirir una especie de régimen semi-representativo, donde se reconocieron
parcialmente algunas libertades políticas y civiles. Sin embargo, el régimen zarista se
mostró incapaz de satisfacer las crecientes demandas de campesinos y trabajadores.
La Revolución rusa es una de las más virulentas que se han dado en la historia
moderna, y que supone la explosión del descontento de todo un pueblo con la
situación que vive el país. Sin embargo, también tuvo demasiadas luchas y
discrepancias internas y derivó en unas consecuencias que, como veremos más
adelante, no fueron las esperadas por el pueblo.
Otra de las causas de la revolución rusa fue la entrada de capital extranjero del país, el
cual dominaba las fábricas y centros productivos de la Unión Soviética. Esto dio lugar a
la aparición de los obreros, los cuáles trabajaban en unas condiciones infrahumanas.
Pronto se hicieron cada vez más frecuentes las protestas, que luego pasaron a huelgas
y terminaron en grandes revueltas. Muchos de estos obreros se agruparon en
organizaciones sindicales conocidas como soviets.
Asimismo, en los últimos tiempos se había producido una importante penetración de
las ideas marxistas en el pueblo soviético.
La primera revolución rusa tuvo lugar en febrero. En el caos que se había originado,
el zar Nicolás II se dio cuenta de que no poseía poder militar suficiente para combatir
la revolución y vio que su única solución era abdicar. En este momento, un gobierno
provisional asumía el control del país (gracias a la unión momentánea de socialistas y
demócratas). El objetivo de este gobierno provisional era aportar unos cimientos
sólidos para la celebración en un futuro de unas elecciones democráticas.
En un principio los soviets, que eran organizaciones formadas por obreros y sectores
socialistas más radicales, dejaron al gobierno provisional realizar sus funciones, con el
objetivo de asentar la revolución e impedir un posible intento de regreso zarista. Sin
embargo, pronto los soviets comenzaron a separarse del gobierno provisional y se dio
una lucha de poderes. El gobierno provisional poseía el parlamento y el poder del
estado, mientras que los soviets tenían el apoyo de los obreros y de los crecientes
sectores de izquierdas.
Fue precisamente para hacer frente a esta crisis social (mal abordada por el Zar
Alejandro II y su sucesor Nicolás II, quien reprimió con sangre las primeras protestas)
que muchos burgueses e intelectuales dieron vida a un movimiento populista con el
objetivo de mejorar las condiciones de vida de las clases bajas, comenzando con la
clase rural.
Más tarde, muchos exponentes del movimiento populista se acercaron a las teorías
políticas del marxismo, una corriente de pensamiento desarrollada en ese momento
por los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, quienes vieron en el
capitalismo y la revolución industrial un sistema de explotación de la población.
Los marxistas desconfiaban de las masas campesinas y querían más bien favorecer la
formación de un vasto proletariado, con miras a ampliar la llamada lucha de
clases . De esta visión, de la que Vladimir Lenin fue el principal teórico e
inspiración, nació el movimiento revolucionario.
En marzo, Nicolás II renunció y toda la familia real fue arrestada antes de ser
entregada al ejército. Mientras tanto, los bolcheviques, la corriente más radical del
Partido de los Socialdemócratas de Rusia (POSDR) encabezada por Lenin, y los
soviéticos, la organización encargada de la gestión de la clase trabajadora, aparecieron
en escena.
El levantamiento de Kornilov
Los proletarios fueron alentados en la misma medida. Vieron lo poderosas que eran
sus fuerzas y su unidad. Sintieron nuevamente lo que la solidaridad unía a todas las
fracciones de las masas trabajadoras. Las trincheras y las fábricas aplaudieron.
Se demostró que para salvar la revolución, era necesario deshacerse rápidamente del
poder de la burguesía, concentrando el poder en manos de los trabajadores y de los
campesinos pobres.
Octubre de 1917
La Gran Guerra, como era denominada antes de que sucediera la Segunda Guerra
Mundial, fue un conflicto a escala global. Comenzó en Europa e involucró los territorios
coloniales.
Dos bloques enfrentados: la Triple Alianza formada por Alemania, Austria e Italia, y
la Triple Entente formada por Francia, Inglaterra y Rusia.
Varios problemas llegaron a los principales países europeos a principios del siglo XX:
Cabe recordar también que a principios del siglo XX había una fuerte competencia
comercial entre los países europeos, principalmente en la disputa por los mercados
consumidores. Esta competencia generó varios conflictos de intereses entre las
naciones.
En el primer caso era el ideal alemán de formar un gran imperio, uniendo los países
de origen germánico.
– También existía, entre dos naciones poderosas de la época, una rivalidad muy
grande. Francia había perdido, a finales del siglo XIX, la región de Alsacia-Lorena a
Alemania durante la Guerra Franco-Prusiana. El revanchismo francés estaba en el aire,
y los franceses esperando una oportunidad para reanudar la reconquista de la rica
región perdida.
Los países europeos comenzaron a hacer alianzas políticas y militares desde finales del
siglo XIX. Durante el conflicto mundial estas alianzas permanecieron. De un lado había
la Triple Alianza formada en 1882 por Italia, Imperio Austro-Húngaro y
Alemania (Italia pasó a la otra alianza en 1915). En el otro lado la Triple Entente,
formada en 1907, con la participación de Francia, Rusia y el Reino Unido.
En la contienda participaron 17 países de los cinco continentes como: Alemania,
Brasil, Austria-Hungría, Estados Unidos, Francia, el Imperio Británico, Imperio Turco
Otomano, Italia, Japón, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino de Rumania, Reino
de Serbia, Rusia, Australia y China.
Este doble asesinato fue el pretexto para la explosión de la Guerra que duró hasta el
11 de noviembre de 1918.
El estallido del conflicto fue el asesinato de Francisco Fernando, príncipe del Imperio
Austrohúngaro, durante su visita a Sarajevo (Bosnia-Herzegovina). Las investigaciones
llevaron al criminal, un joven integrante de un grupo serbio llamado mano negra,
contrario a la influencia de Austria-Hungría en la región de los Balcanes.
El imperio austro-húngaro no aceptó las medidas tomadas por Serbia con respecto al
crimen y, el 28 de julio de 1914, declaró guerra a Serbia.
La Triple Entente no tenía cañón de largo alcance, pero dominaba los mares, gracias al
poderío inglés.
Los tanques de guerra, los acorazados, los submarinos, los obuses de grueso calibre y
la aviación, entre otras innovaciones tecnológicas de la época, constituyeron
artefactos bélicos de gran poder de destrucción.
En 1917, los Estados Unidos, que se había mantenido fuera de la guerra, aunque
ayudaba con capital y venta de armas a los países de la Entente, principalmente a
Inglaterra, entra en el conflicto.
Declaró la guerra a Alemania, por temor a su poderío imperialista e industrial.
Ese mismo año Rusia salió del conflicto, debido a la revolución rusa de 1917 que
derrocó al zar e implementó el régimen socialista.
– Inicio de la guerra con el asesinato de Francisco Ferdinando, heredero del trono del
Imperio Austro-húngaro, el 28 de junio de 1914.
– Los países implicados en el conflicto pasan a producir armas bélicas a gran escala.
Entre los principales armamentos, podemos citar: tanques, cañones, ametralladoras,
coches blindados y lanzagranadas.
– Las mujeres fueron muy utilizadas como mano de obra en las industrias de
armamento.
Revolución Mexicana
La Revolución Mexicana fue un gran movimiento armado que comenzó en 1910 con
una rebelión encabezada por Francisco Madero.
Madero contra el antiguo autócrata general Porfirio Diaz. Fue la primera de las grandes
revoluciones del siglo XX, pero no tuvo una ideología clara como la revolución
rusa o francesa.
Esta revolución fue caracterizada por una variedad de líderes de cuño socialista,
liberal, anarquista, populista, y en pro de la reforma agraria.
Por último, vale resaltar que Porfirio Díaz agravó aún más esta situación, al intensificar
la explotación sobre la población menos favorecida y abrir el país hacia el capital
extranjero, provocando el descontento de parte de las élites nacionales que lo
apoyaban.
Causa Económicas
El gobierno de Porfirio Díaz fue un gobierno capitalista que de daba privilegios a las
que más tenían a las clases más privilegiadas, esto se hacían cada vez más ricos y los
pobres más pobres.
Los campesinos fueron despojados de sus tierras a manos del gobierno, las cuales
fueron trabajadas por capital extranjero, explotando cada vez más a la población, la
situación se tornó difícil.
Causas Sociales
Existía una gran explotación de la población, ya que no existía una legislación que
protegiera los derechos de los obreros y campesino, no existía el salario mínimo por
tanto se les daba cualquier cosa, las jornadas de trabajo eran exageradas hasta 12
horas muchas veces ya que esto no estaba reglamentado, y estos eran gravemente
explotados.
División Social:
Existía una gran desigualdad social donde lo obreros y campesinos ocupaban el lugar
más bajo de la población, mientras que los empresarios, el Clero, los políticos tenían
más privilegios en la población.
Causas Políticas
Dictadura de Porfirio Díaz: Este fue un dictador que asumió el poder en 1876 y que
duro más de 30 años en el poder, ¿cómo? Salió se reelegido 7 veces en el poder a
partir de fraudes que hacía en la elecciones.
Este presidente se encargó de que todo el poder estuviera en mano de el para poer
ejercer como quisiera.
La población más humilde de México que era la mayoría estaba descontenta con su
gobierno por la crisis que estaban viviendo mientras que unos pocos se apoderaban de
todas las riquezas de México.
Por tal razón se organizaron en Busca de la reforma agraria que les devolviera sus
tierras. Con estas ideas se alzaron en contra del Gobierno.
México siempre había sido gobernado por la elite agraria del país, esto quiere decir
que el principal gobernante pretendía proteger a las personas de grandes
posesiones. Todos estos privilegios con los más ricos atenuaban aún más la vida
empobrecida de los pequeños agricultores, situación que empeoró cuando Porfirio
Díaz asumió el gobierno mexicano en el año 1876, administrando el país de forma
dictatorial por más de 30 años.
Porfirio Díaz gobernó México por más de treinta años. Se mantenía una apariencia de
democracia, pues se realizaban elecciones periódicamente, pero ellas eran
manipuladas para que él siempre se reeligiera.
A pesar del crecimiento industrial que México logró con el gobierno de Diaz, la
desigualdad quedó aún más evidenciada y el sentimiento de revuelta crecía en la
misma proporción. El dictador no respetaba ningún derecho de la sociedad pobre y
siempre realizaba elecciones forjadas, en las que él siempre salía como vencedor.
En el año 1908, Porfirio Díaz declaro estar cansado de ejercer el poder, insinuando la
posibilidad de alternancia en el poder.
Sin embargo, Francisco I. Madero fue hecho prisionero días antes de la elección y
Porfirio Díaz venció en las elecciones. Una vez más Díaz sale como victorioso.
Con el fin de la guerra de Corea, también terminó esta luna de miel en América Latina.
La expansión metropolitana neoimperialista —Ahora a través del capital y el comercio
de la corporación monopolista internacional— entró de nuevo en pleno empuje,
reincorporo totalmente a América Latina al proceso del desarrollo capitalista mundial,
y renovó su proceso de subdesarrollo. Las tradicionales relaciones comerciales
metrópoli-satélite de intercambio de mercancías manufacturadas por materias primas
en condiciones cada vez más desfavorables para América Latina, las crisis y déficits de
Ias balanzas de pagos de los satélites, y los incesantes empréstitos compensatorios de
emergencia por parte de la metrópoli, recobraron su vieja importancia. Pero ahora
estaban reunidos y agravados, y el subdesarrollo estructural de la América Latina
ahondado, por el anhelo neoimperialista de los gigantescos monopolios de apoderarse
de las industrias manufactureras y de servicios de América Latina e incorporarlas al
imperio privado del monopolio. Entretanto, las grandes masas latinoamericanas
empobrecían cada día más.
En Ios últimos años, los monopolios metropolitanos han admitido un paso más en este
proceso de integración metrópoli-satélite, asociándose con grupos industriales y/o
financieros y aun con instituciones oficiales en las Ilamadas empresas mixtas. En
América Latina este proceso es a menudo defendido como protector de los intereses
nacionales y aun estimulado como inductor del proceso económico por quienes
proponen --generalmente los socios de la "gran burguesía" latinoamericana que con él
se benefician, o sus representantes— la participación de México o Brasil en la
financiación y control de estas empresas o la "chilenización" (en lugar de
nacionalización) del cobre mediante un 25, un 49, o en 51% de participación del
gobierno en Ias minas norteamericanas de ese metal.¹ En Estados Unidos, este proceso
acaba de ser consagrado en una Carta al pueblo norteamericano del Comité
Coordinador Republicano, encabezado por un ex embajador en México, en la que se
recomienda esta especie de "asociación" como la mejor Alianza para el Progreso, de
"oportunidades verdaderamente iguales", así como las dictaduras militares que
"pueden garantizar la estabilidad necesaria, para conjurar el peligro comunista en
periodos de transición política y económica".
En esta nueva asociación con el capital y los gobiernos de América Latina los
monopolios metropolitanos toman con gusto inicialmente una pequeña participación,
que requiere menos capital propio. En realidad, la sociedad extranjera Ilega
frecuentemente con poco o ningún capital, pero consigue su aporte en la localidad,
respaldada en su reputación internacional y capacidad de crédito.
Así, de acuerdo con el Departamento de Comercio de Estadus Unidos, un 26% del total
del capital obtenido y empleado, teniendo en cuenta todas las fuentes de las
operaciones de Estados Unidos en Brasil, en 1957, salió de Estados Unidos, y el resto se
fomento en Brasil, incluyendo el 36% de fuentes brasileñas fuera de las firmas
norteamericanas (McMillan, 205). Ese mismo año, del capital norteamericano de
inversión directa en Canadá, el 26% procedía de Estados Unidos mientras que el resto
fue también obtenido en Canadá. (Safarian, 135-241 para éste y demás datos sobre
Canadá). Ya en 1964, sin embargo, la parte de inversión norteamericana procedente
de Estados Unidos había descendido a un 5%, haciendo que el promedio de
contribución norteamericana al capital total manipulado por Ias firmas
norteamericanas fuese solo de un 15%, durante el período de 1957 a 1964. Todo el
remanente de "inversión extranjera" fue obtenido en Canadá a través de ganancias
retenidas (42%), reserves para depreciación (31%) y de fondos obtenidos por las firmas
norteamericanas en el mercado de capital canadiense (12%). Según una encuesta
realizada sobre las firmas norteamericanas de inversión directa que operaban en
Canadá durante el periodo 1950-1959, el 79% de las firmas consiguió alrededor de un
25% del capital destinado a sus operaciones allí, el 65% de las firmas consiguió un 50%
aproximadamente y un 47% de las firmas norteamericanas con inversiones en Canadá
obtuvo todo su capital operativo canadiense en este propio país y no en Estados
Unidos. Hay razones para creer que este aprovechamiento norteamericano del capital
extranjero para financiar la "inversión extranjera" norteamericana, es mucho mayor
aún en los países subdesarrollados, mucho más débiles o indefensas que Canadá.